//ta Fe, 18 de Marzo de 2010.­ ­­­­­­­­­­AUTOS Y VISTOS: En estos caratulados “TROSSERO Enzo Héctor c/ CLUB ATLETICO COLON s/ C.P.L” (Expte. Nº 796 ­ Año 1996), que tramitan por ante éste Juzgado de Primera Instancia de Distrito Uno en lo Laboral de la Tercera Nominación, de los que ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­RESULTA: Que el actor, luego de Medidas de Aseguramiento, por apoderado (fs. 9) promueve demanda laboral contra CLUB ATLETICO COLON (fs. 17/21) en procura de diversos rubros laborales. Expresa que la demandada el 21/8/1995 contrató sus servicios profesionales específica y exclusivamente para la Dirección Técnica del plantel profesinoal de Fúltbol de 1ra. División, y luego de explicar en qué consistían tales funciones, afirma que la remuneración pactada consistía en $2.500.­ mensuales en concepto de haberes, más la de $11.500.­ en concepto de retribuciones por tales servicios, todo de acuerdo a contratos laborales a los que se remite, con más premios por partidos ganados y/o empatados cuyo monto era igual al de un jugador del plantel dirigido. Y que no obstante haberse cumplido sus obligaciones, la empleadora a partir de febrero de 1996 no abonó en término haberes, premios y primas como lo había hecho inicialmente, pese a lo cual el actor continuó con sus obligaciones. El 26/3/96 sorpresivamente y sin causa justificante, recibe telegrama: “Prescindimos de sus servicios por causa justificada.”, que fue rechazado por el actor intimando a su vez aclaraciones y el abono de sumas adeudadas. Que la empleadora contesta rechazando el pago de indemnización y lucro cesante y manifestando que los importes adeudados se encontraban a su disposición en el Club. Ante el ofrecimiento el 02/4/1996 el Dr. Acuña junto al Escribano Garmendia se apersonan en el Club para obtener el cobro pero vanamente porque el Gerente (Sr. Lavini) manifiesta que los importes no se encontraban por azones de fuerza mayor. Se labra Acta Notarial. Que el actor no dió lugar a la rescisión del contrato y que de lo narrado surge mala fe del empleador durante la relación y después de la extinción. Detalla los rubros del reclamo, funda en derecho, ofrece las pruebas correspondientes al estadio procesal.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Emplazada, comparece y contesta la demandada (fs. 31/34), formulando además de una negativa general, un reconocimiento a la firma y fecha del contrato del 21/8/1995, a las funciones y a la remuneración de $2.500.­ mensuales, pero niega en forma expresa que además de dicha remuneración se hubiera pactado la suma de $11.500.­ como remuneración de los mismos servicios profesionales. Por lo que niega la autenticidad del contrato supuestamente suscripto el 24/8/1995 y sí reconoce la autenticidad del fechado en 21/8/1995 y registrado en AFA. Que es verdad que la relación tuvo un desarrollo normal y que es falso que la empleadora no haya abonado en término a partir de febrero de 1996. Que es verdad que el 26/3/1996 se prescinde de los servicios del actor con causa justificada y así se le comunica. Que es falso que tal comunicación haya sido sorpresiva dado que el actor estaba en conocimiento y de acuerdo en que debía rescindirse el contrato habiéndolo expresado así en los medios de comunicación, por lo que la causa de la rescisión fue un mutuo acuerdo a raíz de pésimo desempeño del equipo. Admite el intercambio epistolar y la presencia del Dr. Acuña y “un” Escribano en el club aunque afirma que no se pagó porque nada se debía " .. al supuesto apoderado del actor ..". Que el actor dió lugar a la rescisión por el desempeño del equipo lo que lleva al común acuerdo extintivo. Reitera que el contrato del 21/8/95 tiene una remuneración de $2.500.­, y que es el único suscripto y registrado en AFA y ATFA, y que de común acuerdo luego de una derrota del equipo como local se decide la extinción, luego notificada con telegrama del 26/3/1996. Que a ese momento nada se le adeudaba al actor y que no corresponde indemnización alguna dado la forma de disolución del vínculo por mutuo acuerdo. Refiere luego en modo pormenorizado a cada una de las sumas reclamadas explicando su improcedencia, y ofrece las pruebas correspondientes al estadio procesal.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Citada a la audiencia de trámite prevista por el art. 51 de la Ley 5945 y realizada que fue (fs. 62/63) comparecen las partes y sus letrados. Invitadas a llegar a un avenimiento y ante la imposibilidad de lograrlo, se continúa el trámite de la audiencia, y existiendo hechos controvertidos se abre a prueba la causa por el término de ley, ratificando y ampliando ambas, disponiéndose pasen los autos a despacho para proveerse. A continuación ambas partes absuelven posiciones, y se da por terminado el acto.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ A fs. 64 se provee la prueba. A fs. 75 y 76 se celebra audiencia para reconocimiento de documental de fs. 10/11 ofrecida por la actora por parte de los Sres. Vignatti y Díaz, en las ninguno de ellos no reconoce su firma, solicitando la actora Pericia Caligráfica; A fs. 79 la Perito Contadora sorteada acepta el cargo y a fs. 150 presenta Informe Pericial; a fs. 86 la actora denuncia como hecho nuevo haber encontrado un original del contrato cuya copia obra a fs. 10/11, a lo que se opone la demandada (fs. 92/93); a fs. 158 acepta el cargo el Perito Calígrafo sorteado; impugnada la Pericia contable por la demandada (fs.155) y contestado el traslado por la actora (fs. 163), a fs. 166 la CPN Giorgetti contesta la impugnación; a fs. 181/4 se confecciona cuerpo de escritura por Orlando Díaz y a fs. 189/199 se presenta Informe del Perito Calígrafo; A fs. 214/221 se realiza cuerpo de escritura por José Vignatti solicitando el Perito Calígrafo a fs. 222 disponer de firmas adicionales; A fs. 224 se fija audiencia de art. 56 pero no se logra acuerdo (fs. 229Vto.); A fs. 279/280 se resuelve tener por válidamente introducido a la causa el contrato original de fecha 25/8/95 por la actora y consecuentemente por válida la pericial caligráfica respecto de la firma de O. D. Díaz y ordenando realizarse la restante (J. Vignatti, resolución contra la cual se interpone por la demandada recurso de nulidad y apelación, que se conceden (fs. 282/283), los que luego de las expresiones de agravio son rechazados por la Excma. Cámara de Apelaciones (fs. 316/317) por lo que la accionada formula reserva de recurso de inconstitucionalidad (fs. 318); A fs. 341/354 el Perito Calígrafo presenta Informe respecto de la firma de J. Vignatti, impugnado por la demandada y contestado el traslado por la actora (fs. 356, y 358/9), y que a raíz del fallecimiento del perito no puede ser contestado (fs. 371/2); se cita a audiencia del art. 56 (fs. 373), que no se realiza; se agregan alegatos de la actora (fs. 378/380), y de la demandada (fs. 381/383); pasando los autos a fallo (fs. 385); a fs. 388 consta recepción de oficio por apertura de Concurso Preventivo de la demandada; cumplimentada las exigencias de la Ley 24.522 y comparecido el apoderado de la Sindicatura (fs. 425) pasan los autos nuevamente a fallo )fs. 427); y requiere la actora el dictado de resolución en diversas oportunidades; y ­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ CONSIDERANDO: Que tal como ha quedado trabada la litis en la cual no se controvierte la existencia de relación laboral, sino los alcances del acuerdo o contrato que unió a las partes, la remuneración del trabajador y la causa de la extinción, corresponde analizar ambos aspectos, dada la incidencia que esta dilucidación adquiere respecto del progreso de la acción, mediante el análisis de los hechos expuestos, de las pruebas aportadas y de las relaciones existentes.­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Previo a todo, debo puntualizar que una de las piezas centrales de la controversia en autos fue el contrato cuya copia luce a fs. 11. En él, la cláusula TERCERA habla de que la demandada abonará al actor por sus servicios profesionales, la suma de ONCE MIL QUINIENTOS DOLARES. A su vez, en las medidas preparatorias iniciada el 23/12/1996 (fs. 3Vto.) el actor refiere a que " .. la remuneración pactada consistía en ... más la de PESOS ONCE MIL QUINIENTOS ..." Más adelante, y ya en la demanda, a fs. 17Vto. Reitera que " .. la remuneración pactada consistía en ... más la de PESOS ONCE MIL QUINIENTOS ...". La demandada, en su contestación, además de negar la autenticidad del referido contrato, expresamente niega haber " .. pactado la suma de $11.500.­ ...." (fs. 31Vto.). A fs. 61, en el pliego propuesto por el actor para confesión de la demandada, en la posición N° 2), se afirma que " .. la remuneración pactada consistía en la suma de $2.500.­ con más la de $11.500.­ mensuales por retribución de servicios profesionales ..." (y más allá de la respuesta negativa de la demandada, a los fines de ésta introducción al caso bajo análisis, la pregunta tal como fue formulada resulta trascendente). Advierto también que cuando el actor absuelve, a fs. 63, al responder la pregunta sobre su remuneración, (3°, pliego de fs. 59), responde que " .. es cierto (que pactó una remuneración de $2.500.­ mensuales, pero) .. aclara que ... además se celebró un contrato privado mediante el cual se pactó una remuneración adicional de $11.500.­ mensuales ....". Por último, en la cláusula adicional del referido contrato (fs. 11Vto.) se establece un "Premio Especial" de TREINTA MIL DOLARES, pero en la demanda, al pormenorizar los rubros, a fs. 19Vto., punto 7, se reclama la suma de TREINTA MIL PESOS. Por lo cual, entiendo que en modo tardío e improcedente la parte actora introduce en el alegato (fs. 378Vto.) la cuestión de la moneda norteamericana, porque más allá de la autenticidad o no del contrato de marras, no se ha probado en la causa que el actor haya percibido como afirma el alegato efectivamente en dólares las once mil quinientas unidades monetarias. Y por otra parte, la litis ha quedado trabada en torno a créditos en moneda nacional de curso legal. Entiendo que me extralimitaría en mi función jurisdiccional si me pronunciara en modo distinto.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Tengo entonces que los actos procesales del actor y su declaración, pueden erigirse en un comportamiento anterior deliberado, jurídicamente relevante y plenamente eficaz (Fallos: 275:235, 459; 294:220; 300:480; 307:1602; 313:367, entre muchos otros).­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Del mismo modo, tengo que en orden a éste tema, la pretensión de introducir el tema de la moneda extranjera implica un desconocimiento de los efectos jurídicos que trae aparejada la realización de ese acto e importa la adopción de una postura contraria a la que el actor había exteriorizado anteriormente, comportamiento que debe ser desestimado a la luz de la doctrina de los propios actos (doctrina de Fallos:321:2250).­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ En cuanto a la doctrina de los propios actos, tengo presente que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene dicho que si bien nadie puede ponerse en contradicción con sus propios actos, ejerciendo una conducta incompatible con otra anterior, ese comportamiento debe ser deliberado, jurídicamente relevante y plenamente eficaz (v. doctrina de Fallos:313:367; 316:1802, entre otros). Es decir que para que sea aplicable la doctrina de los actos propios, es necesario que los actos que se oponen al reclamante hayan sido voluntarios, libres y no hayan estado inducidos por ninguna de las causales que vician la voluntad (error, dolo, coacción física o psíquica, estado de necesidad, etc.). En el caso, destaco que el actor ha sido asistido por varios profesionales del derecho en el expediente, por lo que descarto de plano toda confusión, error o factor que pudiera considerar viciada su voluntad. O dicho de otro modo, no veo que no haya tenido oportunidad de conocer y comprender el significado, alcance y riesgos que implicaba el planteo del reclamo en moneda nacional de curso legal y considerar serena y libremente las ventajas e inconvenientes que se podían presentar.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Despejada la cuestión liminar, paso a decir que la demandada ha reconocido la prestación de servicios del trabajador, pero que negó la autenticidad del contrato de fs. 11 que tiene un impacto principalísimo en orden a las condiciones salariales del vínculo. De modo que cuando el Perito Calígrafo a fs. 354 afirma que la firma atribuída al Sr. José N. Vignatti (Presidente de la entidad) en el contrato del 24 de agosto de 1995, le pertenece y es, por lo tanto, auténtica, así como antes (fs. 194) había dicho lo mismo respecto de la firma del Sr. Orlando D. Díaz, cierra definitivamente el debate en torno a la autenticidad del instrumento privado en cuestión, porque además son las mismas personas que ­en su carácter de Presidente y Tesorero de la demandada­ suscriben el contrato de fs. 10, reconocido por la accionada. Es decir, no se cuestiona que quienes firman puedan obligar al Club. Y debo decir que respecto a la afirmación de la demandada ­formulada recién en el alegato­ de que dicho contrato es nulo de nulidad absoluta conforme doctrina judicial de extraña jurisdicción, y si bien el tema no pudo ser contestado por el actor afectándose su derecho de defensa por lo tardío del planteo, ya la Excma. Cámara de Apelaciones, Sala II, ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre el tópico en una causa de simulares características ("VILLAVERDE Hugo E. c/CLUB ATLETICO COLON s/CPL", Expte. N° 220­F° 326­Año 2005, Resolución N° 2 ­Folio 248/250, Libro de Fallos III), diciendo que " .. el argumento recursivo conforme al cual se pretende que el CCT desplaza a la ley, se desentiende de la regla de la "condición más beneficiosa" recibida a texto expreso por el art. 8 de la LCT. De cualquier manera, por amplio que fuere el reconocimiento de la "autonomía colectiva" en materia laboral, nadie en su quicio puede sostener que resulta idónea para modificar el régimen de nulidades dispuesto con carácter de orden público por la legislación imperativa ..".­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Ello sin perjuicio de decir, además, que ni la Ley 20.160 ni el CCT 430/75 invocados por la demandada, son aplicables a la labor del Director Técnico del Plantel Profesional de Fútbol, tarea invocada por el actor en su demanda (fs. 17) y admitida por la accionada en su responde (fs. 31 vto.), ya que la norma convencional es el CCT 170/75 .­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Estando probado entonces el vínculo laboral, el tipo de tareas que desarrollaba el actor, el contrato de fs. 10/11 en cuanto a su autenticidad y contenidos obligacionales, queda por ver como paso siguiente el tema de la extinción del vínculo.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ La demandada envía comunicación postal (fs. 12) que ha sido reconocida (fs. 32, supra) en la contestación de demanda. El texto "Prescindimos de sus servicios con causa justificada" amerita dos observaciones: la invocación de causa impide al trabajador en ese momento la percepción de las indemnizaciones que puedan corresponder, pero a su vez, el texto extintivo no cumple ni siquiera mínimamente la exigencia del art. 243 LCT en cuanto a ser " .. expresión suficientemente clara de los motivos en que se funda la ruptura del contrato ...". Ante la elocuencia de esta prueba, se desluce el argumento del escrito de contestación de demandada donde se afirma que el vínculo se extinguió por mutuo acuerdo, que por otra parte no se probó en modo alguno. Tengo por probado que el despido en el caso de autos fue incausado y queda comprendido en las previsiones del art. 245 LCT, y concordantes. Los rubros de la extinción incausada del vínculo, consecuentemente, procederán.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Los haberes, primas y premios por partido ganado (contra Estudiantes de La Plata) y/o los empatados correspondientes a los meses de febrero y marzo de 1996, así como las vacaciones y el sueldo anual complementario ­ambos, proporcionales del año 1996­, se encuentran pendientes de pago. La demandada no ha probado haberlos cancelado, ni presentando recibos ni por ninguna otra vía, pese a ser documental intimativa (fs. 20Vto., Punto 3.a.), dado que solo acompaña los correspondientes al período Setiembre 1995 a Enero 1996 inclusive. Tampoco acredita que no correspondan. En la copia de telegrama de fs. 12 la demandada afirma ­con valor de reconocimiento de deuda­ tener importes a disposición del trabajador, y luego según Acta Notarial (fs. 14/15) se afirma no pagarlas dado que ".. el dinero no se encuentra por razones de fuerza mayor" según expresa el Sr. Lavini, que invoca el carácter de Gerente de la entidad.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ En cuanto al "lucro cesante" que se reclama, en primer lugar debo decir que tomo como referencia el CCT 170/75 aplicable para la actividad desarrollada por el actor, aunque ésta actividad fuera solo parcialmente dentro del ámbito territorial de aplicación del convenio. Si bien es verdad que el Artículo 3° de la norma convencional vigente para la época de extinción del vínculo decía: "Este Convenio será de aplicación y vigencia en la Capital Federal y hasta sesenta (60) kilómetros de la misma....", tengo para mí que la entidad demandada por pertenecer a la Primera División del fútbol argentino, debía presentar sus plantel superior (conducido por el actor) en forma normal y habitual dentro del ámbito territorial del Convenio, aún cuando ello no ocurriera todos los fines de semana y aún cuando su domicilio sea la Ciudad de Santa Fe.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ También tengo presente que el art. 4° del Convenio que cito, en relación al "Personal Comprendido", dice: "La presente Convención Colectiva de Trabajo regirá para todas las Instituciones afiliadas a la "A.F.A." directamente y para todos los directores técnicos del Fútbol Argentino, agremiados a la "Asociación", que aspiran ejercer tal profesión específica".­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­ Y que conforme el art. 1° de dicho convenio sus partes intervinientes fueron la ASOCIACION TECNICOS DEL FUTBOL ARGENTINO (A.T.F.A.) por una parte, y la ASOCIACION DEL FUTBOL ARGENTINO ("A.F.A."), en representación de los Clubes, Ligas y demás entidades afiliadas a la misma, por la otra, y que estas organizaciones son citadas en modo expreso en los contratos obrantes a fs. 10 (Cláusulas 1°, 2° y 5°) y a fs. 11 (Cláusulas 1°, 2°, 6°, y "Adicional"), así como también que el contrato de fs. 10 según se desprende de la causa fue registrado en AFA como lo establece el art. 10° de dicho Convenio, y que además la composición de la remuneración del trabajador (cláusula 3° y 5° de fs. 10) coincide en su denominación y criterios con las de los arts. 11 y 22, v.gr., del referido CCT, por lo que tengo para mí que las partes han tenido presente y en cuenta la norma convencional al momento de la contratación, y se han considerado alcanzadas por la misma. Y de hecho, han estado debidamente representados ­el trabajador y la empleadora­ en la unidad de negociación del convenio colectivo, por lo que incluso se advierte en la cláusula 5° del contrato de fs. 10 que el trabajador contribuye de sus remuneraciones a su entidad sindical.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Advierto que el art. 3° del nuevo CCT N° 563/09, en cuanto al ámbito de aplicación, establece: "El presente convenio es de aplicación en todo el Territorio Nacional en los clubes cuyos equipos participen en los torneos organizados por el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino." ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Aún la hipótesis de sostener que el convenio N° 170/75 no es directamente aplicable al caso, destaco que si bien el art. 16 de la LCT prohíbe la aplicación extensiva o analógica de los convenios colectivos de trabajo, la segunda parte del mismo artículo expresamente dice que " .. podrán ser tenidos en consideración para la resolución de casos concretos, según la profesionalidad del trabajador .. ". Esto ha permitido a caracterizada doctrina afirmar que " .. el ámbito de vigencia personal del convenio colectivo es coextenso con el de la unidad de representación " (Alonso Olea, citado por Ramírez Bosco, en "Convenciones Colectivas de Trabajo, Hammurabi, Bs As, 1985, p. 165); y distinguir la analogía "externa" (directamente prohibida por la ley, porque implicaría una aplicación del convenio más allá de los confines del ámbito personal para el que fue estipulado) de la anaogía "interna" de los Convenios Colectivos (consistente en interpretar extensivamente la norma dentro de lo que razonablemente puede entenderse fue la intención (la ratio) de los contrayentes), ­Vázquez Vialard, Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Astrea, Bs As, 1981, p. 241, citado porJorge Rodríguez Mancini en "Ambito Personal de Aplicación del Convenio Colectivo", Cap. VI, Tomo VIII, Tratado de Derecho del Trabajo digirido por Ackerman, Rubinzal Culzoni Editores, 1° Edición, 2007). Es decir, hay analogía interna cuando la actividad del trabajador pueda quedar comprendida o descripta en la norma convencional. Es el caso de autos, porque entendiendo ­como entiendo­ que el convenio le es aplicable al actor, aún si así no fuera, igualmente puede ser tenido en consideración para la resolución del caso concreto, según la profesionalidad del trabajador accionante.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Dicho esto, y siempre en relación al rubro "lucro cesante", debe proceder en tanto la extinción del vínculo fue por iniciativa del club empleador y de modo incausado. Pero además, porque el art. 10° del convenio, en su inciso b) dispone que "Todo contrato entre los Directores Técnicos y las instituciones respectivas, tendrá una vigencia mínima de 1(un) año", y a su vez el inciso l dice: "En casos de rescisión de contrato vigente ­registrado legalmente ante la "A.F.A."­, sea de común acuerdo entre las partes contratantes o bien unilateralmente, el Director Técnico no podrá volver a ejercer ni registrar en la "A.F.A." contrato nuevo alguno hasta el término del anterior, o sea hasta expirar el plazo que se fijaba en el contrato rescindido". Y de la aplicación de estas normas es claro el perjuicio del trabajador en tanto por la conducta de la empleadora hasta el 21 de agosto de 1996 no pudo celebrar contrato con ningún otro club. La cláusula contractual que invoca la demandada en su contestación de demanda (fs. 33, punto 6) no solo no puede modificar in pejus una cláusula convencional, sino que además resulta paradojal que se la esgrima siendo que el contrato mismo había sido negado.­ ­­­­­­­­­­ En relación al rubro "Premio Especial" (contrato fs. 11, cláusula adicional) y siguiendo el mismo criterio, procederá pero en forma proporcional a los meses trabajados, es decir, desde el 21/8/1995 a 26/3/96, considerando que el contrato tenía vigencia hasta el 20/8/1996.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ El pago del lucro cesante es, como criterio, también la solución que para la hipótesis de despido indirecto por falta de pago de remuneraciones trae el mismo convenio, en su art. 15: "La falta de pago de dos (2) mensualidades de sus remuneraciones, dará derecho al Director Técnico a considerar disuelto el contrato ................ En tal caso, el Director Técnico tendrá derecho a reclamar el pago total de los emolumentos hasta la finalización del respectivo contrato, más una proporción de los premios obtenidos hasta ésa fecha, resultante de la división de los mismos por los meses trabajados ".­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Debe tenerse particularmente presente que el actor en autos percibía mensualmente $2.500.­ más $11.500.­ con mas primas y premios, conforme contratos de fs. 10/11, y según se expresa en la demanda a fs. 17Vto. Y que contratado el 21/8/1995 fue despedido el 26/3/1996. Que deberá tenerse presente la redacción del art. 245 LCT a la fecha del despido. Y en orden a ello advierto que dada la antiguedad inferior a un año que tenía el accionante, la indemnización por despido es la del quinto (y último) párrafo del artículo en cuestión vigente entonces: "El importe de esta indemnización en ningún caso podrá ser inferior a dos meses de sueldo calculados por el sistema del primer párrafo". A su vez, ese primer párrafo decía: "En los casos de despido ... (el empleador) ... deberá abonar al trabajador una indemnización equivalente a un mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, tomando como base la mejor remuneración mensual, normal y habitual, percibida durante el último año o durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor." Hago la aclaración porque la norma aplicable al caso habla de PERCIBIDA y no de DEVENGADA, y además establece un mínimo de dos meses de sueldo, monto que a su vez no está alcanzado por el tope.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Dice (actualmente) Carlos Alberto Etala comentando el art. 245 LCT en Ley de Contrato de Trabajo comentada, La Ley On Line: "Tope mínimo. El quinto párrafo del artículo comentado determina que "el importe de esta indemnización en ningún caso podrá ser inferior a un mes de sueldo calculado sobre la base del sistema establecido en el primer párrafo". El "sistema establecido en el primer párrafo" consiste en computar a tal efecto "la mejor remuneración mensual, normal y habitual, devengada durante el último año o durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor". Esto significa que en caso de despido sin justa causa, el trabajador despedido no debe percibir como indemnización total una suma menor a un mes de la mejor remuneración mensual, normal y habitual devengada. Tope máximo. El segundo párrafo del artículo establece un tope máximo que se aplica sólo a la remuneración base mensual y no a la indemnización total."­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Y debo formular estas aclaraciones (pensando en eventuales planteos recursivos) porque el Promedio del CCT 170/75, conforme Resolución MTSS N° 1050/96 (01/12/1991) era de $294,03, así como el TOPE era de $882,09. En consecuencia, siendo que en el caso dado la antiguedad del trabajador no se hace aplicable dicho tope, no es necesario la declaración de inconstitucionalidad del mismo, conforme el criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación acerca de que "No resulta razonable, justo ni equitativo que la base salarial prevista en el art. 245 de la ley de contrato de trabajo 20.744 (t.o. 1976) (Adla, XXXVI­B, 1175)­mejor remuneración mensual, normal y habitual percibida durante el último año o fracción de tiempo menor­ pueda verse reducida en más del treinta y tres por ciento, por imperio de lo dispuesto en los párrafos 2° y 3° de la citada disposición, concordando esta pauta de razonabilidad con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación relativa a que la confiscatoriedad se produce cuando la presión fiscal excede el señalado porcentaje" (Vizzoti, Carlos Alberto c. AMSA S.A., 14/09/2004), Fallos Corte: 327:3677.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Además, tengo presente que el nuevo CCT aplicable a la actividad del actor, N° 563/09, conforme Resolución ST N° 873/09 (01/07/2009) establece un Promedio de $4305,56 y un TOPE de $12.916,68, lo que luce como un sinceramiento respecto de los salarios reales del sector alcanzado por la norma.­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ En lo concerniente entonces a los rubros reclamados, corresponde acoger los indicados como: 1) Sueldos y Primas correspondientes a los meses de Febrero y Marzo de 1996, conforme los contratos del vínculo laboral habido (fs. 10/11); 2) Premios adeudados correspondientes a los meses de Febrero y Marzo de 1996, conforme los contratos citados; 3) Vacaciones y SAC proporcionales 1996; 4) Indemnización sustitutiva de preaviso (art. 232 LCT); 5) Indemnización por antiguedad (art. 245 LCT); 6) Lucro Cesante por incumplimiento contractual; 7) Premio Especial.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ No procede el rubro 8, Gastos de Constatación Notarial, en tanto es aceptado que la indemnización tarifada del art. 245 repara las consecuencias dañosas del despido arbitrario. Así, Carlos Alberto Etala comentando dicho artículo (Ley de Contrato de Trabajo comentada, La Ley On Line) expresa que: "El artículo, a fin de reparar las consecuencias dañosas de un despido arbitrario, determina una indemnización "tarifada", lo que significa que la estimación monetaria de los daños ocasionados por el despido del empleador decidido "sin justa causa" (art. 242 L.C.T.) no se deja librada a la apreciación de los jueces sino que se encuentra tasada por la ley en base a dos pautas referenciales que son: a) la antigüedad del trabajador; b) su remuneración mensual. La tarifación legal de la indemnización por despido arbitrario trae aparejada como derivación ineludible que el trabajador no podrá invocar o intentar acreditar daños mayores a los fijados por la tarifa y el empleador no podrá pretender satisfacer su obligación mediante el pago de una suma menor alegando la existencia de daños inferiores a la tasa legal" Y más aún en un caso como el de autos en que se hace lugar a rubros tales como el 6) y el 7), con lo que considero plenamente resarcida la pretensión del trabajador accionante.­­ ­­­­­­­­­­ Entiendo se encuentran acreditados, según lo he expresado, los extremos invocados en la demanda y la concurrencia de los requisitos legales para la procedencia de los rubros arriba mencionados.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ El monto correspondiente a los rubros acogidos devengarán el 16% anual que se computará desde la mora hasta el 31 de Diciembre de 2001, y de allí en adelante el promedio mensual de la tasa de interés activa fijada por el Banco de la Nación Argentina para operaciones de descuento de documentos que se computarán desde la mora hasta el efectivo pago.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Atento al resultado del juicio, las costas se imponen a la parte demandada. Oportunamente se regularán honorarios profesionales.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ Por las consideraciones que anteceden, normas legales citadas y lo dispuesto por los arts. 57 y 97 de la Ley 7945, ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ FALLO: I. Haciendo lugar a la demanda, condenando a la demandada CLUB ATLETICO COLON a pagar al actor, ENZO HECTOR TROSSERO, en el plazo de diez días, los rubros acogidos de acuerdo los considerandos precedentes, cuyo monto devengará el 16 % anual que se computará desde la mora hasta el 31 de Diciembre de 2001, y de allí en adelante el promedio mensual de la tasa de interés activa fijada por el Banco de la Nación Argentina para operaciones de descuento de documentos que se computarán desde la mora hasta el efectivo pago.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ II. Imponiendo las costas del juicio a la parte demandada, difiriendo la regulación de honorarios hasta la existencia de liquidación final de capital e intereses.­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­ III. Hágase saber, agréguese copia y oportunamente archívese.­­­­­­­­­­­­­­­