Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 25: 23-32 (2008) «Actas de la II Reunión sobre Suelos Forestales» EXTRACCIÓN DE BIOMASA EN LOS SUELOS FORESTALES, PRINCIPALES VARIABLES A TENER EN CUENTA PARA EVITAR LA DEGRADACIÓN DEL SUELO Agustín Merino García Departamento de Edafología y Química Agrícola, Unidad de Gestión Forestal Sostenible. Universidad de Santiago de Compostela. Escola Politécnica Superior. 27002-LUGO (España). Correo electrónico: [email protected]. Resumen Diferentes regiones con vocación forestal están planteando el aprovechamiento de restos de corta de plantaciones para uso energético. En este artículo se hace una breve exposición de los aspectos más importantes que se deben de tener en cuenta para evitar la degradación del suelo en los terrenos forestales en los que se aproveche biomasa de manera intensiva. Los diferentes procesos, como son la compactación, la erosión, la pérdida de nutrientes o la evolución de materia orgánica, se ilustran con resultados obtenidos por el grupo de investigación en el norte de España. Con ello se pretende contribuir al aprovechamiento sostenible de este potencial recurso. Palabras clave: Biomasa, Materia orgánica del suelo, Erosión, Nutrientes INTRODUCCIÓN Diferentes regiones españolas y europeas están planteando el aprovechamiento de la biomasa arbórea no maderable como fuente de energía o materia prima para la industria de la transformación de la madera. Además del establecimiento de plantaciones energéticas, otra posibilidad es el aprovechamiento de los restos de corta de plantaciones después de la corta final. Esta práctica podría incrementar la rentabilidad de la propiedad forestal y, puesto que en muchos casos los restos de corta son el origen de incendios y la proliferación de enfermedades, también podría ayudar a gestionar las masas forestales. Este creciente interés energético, junto con otras cuestiones de tipo ambiental (acumulación de C, ciclo de nutrientes) han potenciado el desarrollo de ecuaciones allmétricas para la cuantificación de la biomasa arbórea (por ejemplo, BALBOA, 2005; ISSN: 1575-2410 © 2008 Sociedad Española de Ciencias Forestales MONTERO et al., 2006; BRAVO et al., 2007). Estas ecuaciones, que relacionan el peso de cada fracción arbórea con variables de árbol sencillas de medir en campo, han permitido cuantificar las existencias de biomasa arbórea en algunas regiones y estimar, de este modo, la potencialidad de este recurso como fuente de energía. Sin embargo, antes de retirar los restos de corta, debemos considerar las funciones que éstos desempeñan para proteger el suelo. Muchas de las masas arbóreas se asientan sobre terrenos de fuerte pendiente y son pobres en nutrientes, por lo que la retirada de biomasa puede favorecer los procesos de erosión y deteriorar el estado nutricional de los sistemas forestales. Un aprovechamiento indiscriminado también puede afectar al contenido de materia orgánica del suelo. Bajo esta perspectiva se hace necesario aportar información no sólo de la disponibilidad del recurso, sino también de datos 23 A. MERINO GARCÍA «Extracción de biomasa en los suelos forestales, principales variables a tener en cuenta para evitar la degradación del suelo» Los datos obtenidos en plantaciones del norte de España muestran aumentos de densidad aparente de hasta 1.5 g.cm-3 en terrenos donde se ha retirado la biomasa arbórea y se ha introducido maquinaria pesada (Figura 1; MERINO et al., 1998). La reducción del espacio poroso que se puede producir en estos terrenos es suficiente para impedir la elongación de las raíces (FROEHLICH et al., 1986; SKINNER et al., 1989), afectando al crecimiento de la siguiente rotación y retrasando también el establecimiento de matorral y vegetación herbácea (Figura 2), además de los efectos sobre la escorrentía y erosión que se comentan más adelante. Es importante destacar que la recuperación de estos suelos es un proceso muy lento (Figura 1), debido a la dificultad que encuentra el matorral para instalarse en el terreno compactado (RAB, 1996; FROEHLICH et al., 1986; EDESO et al., 1999). que permitan elaborar criterios que aseguren el aprovechamiento sostenible de este recurso. Además, la adecuada planificación puede ser también una oportunidad para obtener algunos beneficios ambientales, como es captura de C. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA), el norte de la Península Ibérica, y en particularmente Galicia, cuenta con las mayores potenciales de generación de energía a partir de biomasa forestal. Pero sin embargo, algunas limitaciones, como son las fuertes pendientes o las limitaciones nutricionales, hacen necesaria una planificación para asegurar el aprovechamiento sostenible de este recurso. En esta contribución se discute algunas medidas que pueden contribuir a este objetivo, para lo que se muestran diferentes ejemplos de estudios realizados en esta región. Compactación del suelo Los restos de corta, junto con el mantillo, constituyen una capa muy eficaz para amortiguar el peso de la maquinaria pesada que se emplea en el desembosque y en la preparación del terreno para la siguiente rotación. Por consiguiente, la retirada de todos los restos de corta deja el suelo expuesto directamente al peso de la maquinaria. En estas condiciones los suelos, especialmente los de textura más fina, se puede compactar más fácilmente. Además, el impacto de las gotas de lluvia sobre el suelo desprotegido favorece el desarrollo de costras superficiales en el suelo (MWENDERA & REYEN, 1994). Densidad aparente (g.cm-3) 1 .5 1 .4 1 .3 Erosión de suelos y calidad de aguas La erosión del suelo es un aspecto de especial interés en aquellos terrenos de fuertes pendientes, donde los suelos someros pueden ser considerados como un recurso no renovable. La erosión afecta al propio sistema forestal, a través de las pérdidas de espesor y de fertilidad del suelo que repercuten sobre la productividad. Además, este proceso también afecta a los sistemas acuáticos ligados a las cuencas forestales, reduciendo la regulación del caudal y aumentando la turbidez y la concentración de solutos en el agua. a b a a a b a a ab 1 .2 1 .1 1 1993 1997 Convencional Sin restos 2001 Sin restos+ laboreo Figura 1. En suelos arcillosos, en condiciones de humedad, la retirada de la totalidad de la biomasa arbórea junto con la introducción de maquinaria puede compactar el suelo de manera importante. La recuperación de la porosidad es un proceso lento (MERINO et al., 2004) 24 Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 25: 23-32 (2008) «Actas de la II Reunión sobre Suelos Forestales» Figura 2. La compactación del suelo que resulta de la introducción de la maquinaria pesada y el impacto de las gotas de lluvia limita el crecimiento de las plantaciones forestales Aunque los sistemas forestales ofrecen la mejor protección del suelo frente a la erosión, en explotaciones forestales intensivas la pérdida de suelo está muy influenciada por el tipo de tratamiento posterior a la corta. Si los restos de corta y el mantillo permanecen sobre el terreno, la escorrentía tan sólo incrementa ligeramente y la tasa de erosión en muy baja. Por el contrario, si se realiza una extracción importante de estos restos en laderas de pendiente acusada, la erosión puede ser importante (MILLER et al., 1988). De este modo, diferentes estudios realizados en España muestran que la eliminación total de los biomasa forestal, como consecuencia de incendios (BENITO et al., 1991; FERNÁNDEZ et al., 2006) o preparaciones intensivas de terreno (OLARIETA et al., 1999; EDESO et al., 1999; FERNÁNDEZ et al., 2004) derivan en incrementos importantes del agua de escorrentía y de la erosión. El efecto de la extracción indiscriminada de biomasa sobre la erosión es especialmente importante en los suelos arcillosos, donde la baja infiltración favorece la escorrentía (Figura 3). 80 Erosión (t.ha-1) 70 Con restos de corta Sin restos de corta 60 Sin restos y sin mantillo 50 40 30 20 10 0 0 2 3 4 7 9 10 12 15 Meses después de la corta Figura 3. Si después de la corta los restos permanecen sobre el terreno, la erosión se mantiene en tasas muy bajas, incluso después de la corta a hecho. La erosión puede ser muy elevada en terrenos de fuertes pendientes donde los restos se eliminar (EDESO et al., 1999) 25 A. MERINO GARCÍA «Extracción de biomasa en los suelos forestales, principales variables a tener en cuenta para evitar la degradación del suelo» Evidentemente, a medida que aumentamos la cantidad de restos que se extraen es previsible que aumente la escorrentía y la erosión. Por consiguiente, en las zonas de elevada pendiente una posibilidad para reducir este problema puede ser la extracción selectiva de las ramas más gruesas. Si los restos de corta se dejan secar antes de extraerlos, sobre el terreno permanecen buena parte de los ramillos y las hojas/acículas de los árboles (Figura 4). En este tipo de aprovechamiento, además, la perturbación del mantillo por la maquinaria es baja. Un estudio en el que se realizó la extracción selectiva de ramas gruesas en una zona de pendiente del 35% (BALBOA, 2005) mostró que esta práctica hizo aumentar ligeramente la generación de escorrentía superficial (lógicamente la retirada del material redujo la captación de agua), sin que aumentara la erosión (Figura 4). Fertilidad del suelo Las fracciones arbóreas más ricas en nutrientes son las ramas finas, las hojas y, en el caso del eucalipto, la corteza. Esto hace que, a pesar de su menor peso con respecto a la biomasa total (en las plantaciones intensivas del norte de España, entre 15 y 35%; BALBOA, 2005; MONTERO et al., 2006), los restos de corta acumulan buena parte de los nutrientes que la masa ha ido asimilando durante la rotación (FISHER & BINKLEY, 2000). Si este material se deposita sobre el suelo, los nutrientes liberados durante la descomposición pueden ser utilizados por la siguiente rotación. Su retirada, por consiguiente, implica la extracción de una substancial cantidad de nutrientes del sistema. De hecho, el aprovechamiento de estas plantaciones puede suponer extracciones de P, K, Ca y Mg en cantidades comparables a las reservas disponibles de nutrientes en los suelos. Por consiguiente, el incremento de la cantidad de nutrientes que estamos retirando del sistema en algunos casos puede afectar al estado nutricional del sistema (FÖLSTER & KHANNA, 1997; OLSSON et al., 2000; DAMBRINE et al., 2000; MERINO et al., 2005). Este aspecto es especialmente importante en el norte de España, donde las plantaciones forestales intensivas muestran frecuentemente deficiencias nutricionales, especialmente de P, Mg y Ca (ROMANYÀ & VALLEJO, 1996; SÁNCHEZRODRÍGUEZ et al., 2002; MERINO et al., 2003). El aprovechamiento intensivo del eucalipto es una situación claramente desfavorable en este aspecto. En las plantaciones de Eucalyptus globulus del norte de España, su aprovechamiento convencional (madera y corteza) supone la extracción, cada 18 años, de más del 80% de las cantidades de elementos disponibles en el suelo (MERINO et al., 2005). La figura 5 muestra cómo las extracciones de Ca en estos sistemas son superiores a las cantidades aportadas por procesos naturales (lluvia, alteración mineral). En el caso de las plantaciones de pinos, la situación no es tan desfavorable, aunque las cantidades extra- Figura 4. Si la retirada de biomasa se realiza cuándo después de un tiempo, cuando el material se encuentra seco, sobre el terreno pemanecen la mayor parte de las acículas y ramillos, que protegen al suelo de la erosión 26 Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 25: 23-32 (2008) «Actas de la II Reunión sobre Suelos Forestales» Con restos de corta Sin ramas gruesas precipitación atmosférica 180 900 160 Escorrentía (mL.m-2) 800 140 700 120 600 100 500 80 a 400 60 300 a 200 b 40 Precipitación atmosf. (L.m-2) 1000 20 100 0 0 O c t.- No v.- D ic .- E n e .- F e b .- Ab r.- J u n .- J u l.- O c t.- No v.- E n e .- Ab r.02 02 02 03 03 03 03 03 03 03 04 04 J u l.- O c t.04 04 Figura 5. En terrenos de pendiente moderada, la extracción selectiva de ramas, dejando las ramas finas y las hojas el aumento de escorrentía es relativamente pequeño. Nótese que la escorrentía es muy baja en ambas parcelas, debido a que en ambas se mantienen el mantillo (BALBOA, 2005) ídas de algunos nutrientes se aproximan a las cantidades que el sistema puede reponer a través de procesos naturales (MERINO et al., 2005; RODRÍGUEZ-SOALLEIRO et al., 2007). El P merece una mención especial por varios motivos. En los suelos ácidos y alcalinos es uno de los elementos más limitantes para la producción vegetal puesto que las formas más disponibles de P (HPO4-2 y H2PO4-) se favorecen tan sólo en el rango de pH de 4,8 a 6,2. Pero además, hay que considerar la escasa capacidad que tiene el sistema de reponer este elemento, dada las bajísimas cantidades aportadas por alteración mineral y precipitación atmosférica. Esto hace que el principal proceso de reposición de este elemento sea interno, a través de la descomposición de los residuos vegetales. En este sentido, la mayor parte del P extraído por el aprovechamiento supone una pérdida neta de este elemento. No obstante, la limitación que supone la extracción de nutrientes puede superarse mediante una apropiada fertilización que reponga las cantidades de nutrientes extraídas con el aprovechamiento. Esta necesidad viene recogida en los dos sistemas de Certificación de Gestión Forestal Sostenible (PEFC y FSC). La fertilización se puede realizar fácilmente en el caso de plantaciones diseñadas para labores mecanizadas, es decir, las que se encuentran en pendientes bajas o modera- das y con calles que permitan la circulación. El caso de plantaciones que no están diseñadas para la mecanización la aplicación de fertilizantes es más compleja porque en muchas ocasiones la orografía no permite utilizar maquinaria. En cualquier caso hay que señalar que la cantidad de fertilizante que se necesita para reponer los nutrientes es muy inferior a la de los cultivos agrícolas, por lo que algunas gestores forestales optan por maquinaria ligera de distribución de fertilizantes minerales o la aplicación manual. Una alternativa a los fertilizantes convencionales es el empleo de determinados residuos que contienen bajos niveles de metales pesados o substancias tóxicas. En las masas sobre suelos ácidos se puede emplear las cenizas generadas en la propia planta de biomasa, un producto muy rico en K, Mg, Ca y P, cuyo aporte potencia el crecimiento de las masas forestales (Figura 6, SOLLA-GULLÓN et al., 2006; OMIL, 2007). Un ejemplo de otro residuo que puede emplearse en estas plantaciones son los lodos de depuradoras de aguas residuales de la industria láctea, caracterizados por niveles de metales especialmente bajos (OMIL et al., 2007). Los aportes de estos materiales orgánicos no sólo contribuyen a evitar la extracción de nutrientes, sino también a mantener el nivel de materia orgánica, tal como se comenta más adelante. 27 A. MERINO GARCÍA 20 «Extracción de biomasa en los suelos forestales, principales variables a tener en cuenta para evitar la degradación del suelo» Calcio(kg.ha-1.año-1) Ramasy hojas 15 Corteza Madera 10 5 0 Aportes Naturales Pino Eucalipto Figura 6. La extracción de nutrientes por aprovechamiento de especies de crecimiento rápido puede superar los aportes por vías naturales, como son la alteración de los minerales o los aportes atmosféricos. En el caso del eucalipto, hay que tener también en cuenta la importante acumulación de Ca en sus órganos, especialmente la corteza (Adaptado de MERINO et al., 2005). * Datos de DAMBRINE et al. (2000) 60 De s p ué s d e co rta , s in re s tos 50 De s p ué s d e co rta , c on re s tos 40 30 20 10 0 Ja n-97 Mar-97 Apr-97 Jun-97 Jul-97 S ep-97 De igual modo, después de la corta la amplitud térmica diaria del suelo aumenta considerablemente (mayor radiación directa sobre el terreno durante el día y pérdida de calor durante la noche). Sin embargo, los restos de corta amortiguan de manera eficaz las oscilaciones térmicas, tal como muestra la figura 8, y aumentan, cuando menos, la supervivencia de la nueva plantación. Nuevamente, la retirada selectiva, por ejemplo de restos de corta, amortigua estos efectos. Contenido en materia orgánica Por otra parte, el conjunto de restos de corta acumulan el 20-35% del carbono contenido en el árbol, por lo que su aporte sobre el terreno contribuye a mantener los niveles de materia orgánica en el suelo. Esto es especialmente importante porque la materia orgánica del suelo no sólo es la reserva a corto plazo más importanTemperatura media diaria (ºC) Humedad del suelo (%) Humedad y temperatura del suelo La capa de restos de corta que se generan después de aprovechamiento, junto con el mantillo, ejerce un efecto mulching, manteniendo la humedad del suelo y amortiguando la temperatura del suelo. Esta capa reduce las pérdidas por evaporación, a través de dos efectos. Por un lado, reduce el crecimiento de la vegetación accesoria y, por consiguiente las pérdidas de agua por transpiración. Por otra, forma una capa superficial de elevada macroporosidad, que tiene una baja capacidad de ascenso capilar. Como consecuencia, los terrenos donde se practica la retirada de restos de corta tienden a contener menos humedad y el período de sequía es más prolongado (Figura 7; PÉREZ-BATALLÓN et al., 2001). Con todo ello, en los suelos de zonas con limitaciones hídricas la extracción selectiva de restos puede reducir estos efectos negativos. Nov-97 Dec-97 25 20 15 10 Sin cortar 5 Después de corta, sin res tos Después de corta, con restos 0 Jan-97 Jan-97 Mar-97 Apr-97 May-97 Jun-97 Jul-97 Aug-97 Sep-97 Oct-97 Dec-97 Figura 7. La capa de restos de corta forma un mulching muy efectivo para evitar la evaporación y evitar el aumento de temperatura de las capas más superficiales del suelo. Cuando éstos se extráen el período de sequía se prolonga y aumenta la temperatura del suelo (PÉREZ-BATALLÓN et al., 2001), con el consiguiente efecto sobre la superviviencia de la segunda rotación 28 Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 25: 23-32 (2008) «Actas de la II Reunión sobre Suelos Forestales» 3 ª Ap lic a ció n 100 Control Cenizas + P V (m3) x 1000 90 80 Cenizas 1 ª Aplica ció n 2 ª Ap lica ció n 70 60 50 2003 2004 2005 2006 Figura 8. Las plantaciones forestales destinadas para biomasa pueden recibir aportes de cenizas de las plantas de biomasa, que son ricos en nutrientes. Esta práctica no solo mejora el rendimiento de la masa y mejora su estado nutricional, sino que también contribuye a la gestión ambiental de los residuos. Los datos de esta gráfica corresponden a una plantación de Pinus radiata en la que se aplicaron repetidamente cenizas de plantas de bioenergía en dosis de 4.5 t.ha-1 (OMIL, 2007) te de algunos nutrientes, sino también es el componente del suelo que más interviene en la reserva de agua para las plantas y en la protección del suelo frente a la erosión. También hay que considerar que los aumentos de temperatura en el suelo después del aprovechamiento tienden a potenciar la actividad microbiana del suelo, aunque este efecto también depende de si existe la suficiente humedad del suelo. Los menores aportes de residuos vegetales, junto con la mayor actividad microbiana del suelo, hace que en los terrenos donde se extraiga restos sea previsible una pérdida progresiva de la materia orgánica del suelo a medio plazo. De hecho, algunos estudios han mostrado una reducción del contenido de materia orgánica en los suelos de las plantaciones intensivas (TURNER & LAMBERT, 2000). La pérdida de materia orgánica del suelo como consecuencia de la extracción repetida de biomasa entra en conflicto con el Protocolo de Kyoto, en el que se considera la posibilidad de compensaciones por la captura de carbono en los suelos. Se puede considerar que este aspecto no sólo afecta al contenido de materia orgánica, sino también a la diversidad de los microorganismos del suelo, por lo que también puede afectar a determinados procesos biológicos en su seno. Entre ellos, destaca el papel que tienen los suelos forestales como consumidores de CH4 atmosférico (MOSIER et al., 1991), cuyo potencial se reduce considerablemente a medida que el suelo va perdiendo materia orgánica (STEUDLER et al., 1989). El aporte de cenizas o de otros residuos orgánicos “limpios” puede paliar en parte la pérdida de materia orgánica del suelo, no sólo por el aporte directo de C orgánico (que en el caso de las cenizas es en forma de carbón y, por tanto, mucho más resistente a la descomposición), sino también por sus efectos positivos sobre la propia producción vegetal, contribuyendo de esta manera a incrementar la cantidad de hojarasca y raíces finas (SANTALLA, Tesis en preparación). En relación a la captura de C, un aspecto importante es el establecimiento de plantaciones forestales, con orientación maderera, energética o ambas, en suelos agrícolas marginales. En estas situaciones se produce una captura de C tanto en la biomasa como en el propio suelo, que puede ser especialmente importante en plantaciones a alta densidad de plantación. Esto supone una mejora de las condiciones de estos suelos que normalmente contienen bajos niveles de materia orgánica. En este sentido, la tasa de ganancia se ha cifrado en torno a 0,1-0,5 tm C.ha-1.año-1 (ROMANYÀ et al., 2000; PAUL et al., 2002; PÉREZ-CRUZADO et al., 2007). Pero también supone una oportunidad para contribuir al cambio climático (LISKI et al., 2002; BRAVO et 29 CH4-C (µg m-2 h-1) A. MERINO GARCÍA 250 200 150 100 50 0 -5 0 -1 0 0 -1 5 0 «Extracción de biomasa en los suelos forestales, principales variables a tener en cuenta para evitar la degradación del suelo» J A S O 1998 C u ltivo N D J F M A M J 1999 J Bo s q u e A S O N D J F M A M J 2000 J Figura 9. Los suelos agrícolas han perdido su potencial para absorber CH4. La repoblación forestal puede ayudar a recuperar esta capacidad de los suelos que ayudaba a mantener el equilibrio del CH4 atmosférico. La figura muestra los flujos de CH4 en un suelo agrícola frente a otro adyacente en el que se hace 40 años realizó una repoblación forestal (MERINO et al., 2004) al., 2007). En este sentido, los datos recientes muestran que los sistemas forestales de Europa están almacenando entre 9-12% de las emisiones antropogénicas de CO2, mientras que el almacenamiento de C en los suelos supone, de momento, el 3% de estas emisiones (LISKI et al., 2002). El incremento de superficie forestal contribuye también a recuperar la capacidad de los suelos para consumir CH4 atmosférico (Figura 9). Conclusiones: La necesidad de planificar las labores silvícolas para evitar efectos perjudiciales en los suelos La extracción continuada de la biomasa en los sistemas forestales puede derivar en diferentes procesos degradativos en los suelos, como son la compactación, la erosión, la extracción elevada de nutrientes o la pérdida de materia orgánica. La mayor parte de estos inconvenientes se pueden evitar o reducir mediante una previa planificación que considere la selección de terrenos adecuados para esta práctica. Además, se hace necesario una evaluación previa de los posibles impactos sobre los suelos y aguas que derivaría esta práctica, junto con el análisis de las prácticas selvícolas más apropiadas. Si estos aspectos se tratan adecuadamente, el aprovechamiento de biomasa puede incluso constituir una oportunidad para obtener una serie de beneficios ambientales, como es la generación de energía renovable o la captura de C en biomasa y en suelos. 30 BIBLIOGRAFIA BALBOA, M.; 2005. Biomasa arbórea y estabilidad nutricional de los sistemas forestales de Pinus pinaster, Eucalyptus globulus y Quercus robur en Galicia. Tesis Doctoral, Universidad de Santiago de Compostela. BENITO, E.; SOTO, B. & DÍAZ-FIERROS, F.; 1991. Soil erosion studies in NW Spain. In: M. Sala, J.L. Rubio & J.M. García-Ruiz (eds.), Soil Erosion Studies in Spain. Geoderma Ediciones. Logroño. BRAVO, F. et al.; 2007. El papel de los bosques españoles en la mitigación del cambio climático. Fundación Gas Natural. Barcelona. 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