del modelo es resaltar que hay medidas que aplicadas al mercado de trabajo pueden suponer costes a corto plazo pero beneficios a largo, mientras que ciertas medidas favorecedoras de la competencia en los mercados de bienes y servicios no son sólo beneficiosas a largo plazo, en términos de reducción del desempleo, sino que pueden aplicarse sin grandes repercusiones sobre la distribución de la renta a corto plazo. En cuanto a la comparación entre países, por ejemplo entre España y Portugal, lo que nos enseña es que es posible que pequeñas diferencias institucionales o en el funcionamiento de los mercados pueden dar lugar a grandes diferencias en las tasas de desempleo.