Madrid, a 29 de junio de 2010. El Tribunal Económico Administrativo Central ( TEAC ) ha declarado nulas todas las actuaciones de los órganos de inspección y comprobación de la Agencia Tributaria, llevadas a cabo sobre el IVA correspondiente a los ejercicios 2006, 2007 y 2008, lo que supone la nulidad de pleno derecho de todas las liquidaciones, las actas y las sanciones de IVA referidas a dichos períodos, y la posibilidad del contribuyente afectado de solicitar la nulidad de las liquidaciones y solicitar la devolución de las cantidades pagadas como consecuencia de las mismas, con los intereses correspondientes. Alcance de la nulidad: La resolución produce la nulidad de las: 1. liquidaciones provisionales ( que son las emitidas por la Agencia Tributaria en un expediente de comprobación ) referidas al IVA de los ejercicios 2006, 2007 y 2008, ya se encuentren recurridas, aplazadas, pagadas, o en cualquier otra situación. 2. liquidaciones definitivas ( que son emitidas por los órganos inspectores de hacienda en un expediente de inspección ) referidas al IVA de los ejercicios 2006, 2007 y 2008, ya se encuentren recurridas, aplazadas, pagadas o en cualquier otra situación. 3. liquidaciones provisionales y actas de inspección de IVA correspondientes a ejercicios anteriores a 2006, siempre y cuando se encuentren recurridas y pendientes de sentencia firme; es decir, que no hayan ganado firmeza en vía administrativa. Quedan fuera del alcance de la nulidad, como es obvio, las autoliquidaciones que mensualmente o trimestralmente vienen presentando los contribuyentes, al no tratarse de liquidaciones y además tener en cuenta los criterios correctos de devengo ( mensual o trimestral ). Motivo de la nulidad: Esta resolución del TEAC -que se cree que afecta a cerca de 480.000 expedientes- viene motivada por un error en el sistema de trabajo de la Agencia Tributaria, que respondiendo a una voluntad de simplificar la complejidad del proceso, ha considerado el año natural como período de liquidación del IVA, cuando la Ley del IVA sólo contempla períodos trimestrales o mensuales. Todo ello se agrava con las múltiples directivas europeas que han consolidado el principio jurídico de que el IVA sea un impuesto indirecto de devengo mensual, bimensual ( en otros países ) o trimestral, pero nunca anual, por los perjuicios que ello ocasionaría al contribuyente, dada la propia naturaleza del tributo. Me permito citar textualmente un párrafo de la sentencia que explica en mi opinión el verdadero motivo: “ Cuando el órgano gestor gira una sola liquidación que comprende el año natural (de 1 de enero a 31 de diciembre) sin distinguir los distintos períodos trimestrales o mensuales que resultan de aplicación, nos encontramos ante un vicio que afecta intrínsecamente al esquema liquidatorio del impuesto, alterando la relación jurídico tributaria en los términos que recoge la LIVA, así como la Directiva 2006/112/CE de la que aquella deriva. Si bien nos encontramos ante un impuesto que grava las entregas de bienes y las prestaciones de servicios realizadas por los sujetos pasivos, de forma que el impuesto recae en cada una de las operaciones realizadas por los empresarios o profesionales, el principio de neutralidad que preside este impuesto hace que los sujetos pasivos puedan deducir las cuotas soportadas en cada una de las operaciones que reciben, esto es, tienen derecho a deducirlas (siempre que se dé cumplimiento a los distintos requisitos exigidos por el Título VIII de nuestra LIVA, transposición del Título X de la Directiva 2006/112/CE). …de liquidar la Administración anualmente, además de incumplir las normas recogidas en la LGT y en el RGAGIT (o en el anterior RGIT), así como en la Directiva 2006/112/CE y la LIVA y su Reglamento, a las que hemos hecho alusión en anterior fundamento de derecho, se está incidiendo en el principio de neutralidad que preside el impuesto, originando distintos efectos tanto sobre elementos de la relación jurídica tributaria que se integra en la liquidación, comoderivados directamente de la liquidación resultante.”. La Agencia Tributaria por su lado viene a recalcar que no se trata de un error de la Administración sino más bien de un cambio de criterio llevado a cabo por ella misma. Pero la verdad es que la Administración no ha estado actuando con arreglo a la normativa europea, cada vez más importante en nuestro país dado el avance que España ha experimentado en su tráfico mercantil comunitario. Consecuencias de la nulidad Como consecuencia de esta anomalía, ahora Hacienda deberá anular de oficio los expedientes iniciados, devolver las sanciones y los importes liquidados, en caso de haberlos tenido que pagar el contribuyente, y retomar las actuaciones conforme al criterio legal trimestral o mensual. La Agencia Tributaria puede, no obstante, volver a iniciar nuevos expedientes de comprobación o inspección sobre el IVA de los ejercicios 2006, 2007 y 2008, una vez anulados los erróneos, eso sí, siempre que el período a comprobar no se encuentre prescrito. Pero lo que si ha provocado la citada sentencia es la paralización de todos los expedientes de comprobación que se estaban llevando a cabo sobre el IVA del ejercicio 2009, a la espera de que la Administración modifique su programa informático con arreglo al criterio mensual o trimestral de la Ley. Al mismo tiempo resulta evidente la carga excesiva de trabajo que supondrá para la Administración: la reactivación de todos los expedientes de IVA de 2009 suspendidos y su adaptación al nuevo sistema informático, la anulación de oficio todos los expedientes de IVA referidos a los ejercicios 2006, 2007 y 2008, la devolución de todas las cantidades pagadas por los administrados en tales conceptos y la apertura de nuevos procedimientos en atención a criterios mensuales o trimestrales. Se habla de unos 480.000 expedientes afectados por lo que pese a la gran sofisticación informática de la Agencia Tributaria en España, resulta una tarea francamente difícil, bajo mi opinión, lo que se podría traducir en ocasiones en un posible beneficio para los contribuyentes. En especial atención al principio de seguridad jurídica, entendemos que no en todo caso la Agencia Tributaria podrá reabrir el procedimiento de comprobación o inspección emitiendo nuevas liquidaciones, sino únicamente cuando así se lo permita la normativa tributaria y no haya prescrito su derecho a hacerlo. Entendemos que pueden sin duda existir multitud de supuestos en los que si la labor inspectora ya ha concluido, no es posible reabrir un nuevo procedimiento, y la Administración debe restituir el dinero pagado por el contribuyente sin más, perdiendo toda opción de volver a recuperarlo mediante la apertura de un nuevo procedimiento. Recomendaciones Se recomienda a todos nuestros clientes, y demás contribuyentes a quienes afecte esta situación ( es decir, que hayan tenido comprobaciones o inspecciones de IVA correspondientes al ejercicio 2008 o anteriores ), que se reúnan con nuestro equipo de abogados con el fin de estudiar cada caso concretamente y poder actuar en consecuencia frente a la Administración. Raúl Pérez Chups. Licenciado en Derecho. Abogado, Gestor Administrativo y Asesor Tributario.