libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 1 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 2 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 3 L a Feria d e A lb a c e te C onsidera c ione s tr a s una e f e mé r ide EDICIÓN EXCLUSIVA de Librería Popular con motivo del Día del Libro, 23 de abril de 2011 Octavio Cuartero, 17. Albacete. Tl.: 967 22 58 63 www.popularlibros.com www.popularebooks.com Edita: LIBRERÍA POPULAR ALTABÁN EDICIONES © De la presente edición: Librería Popular © Del texto: Luis G. García-Saúco Beléndez Portada: Proyecto de reconstrucción de la portada original de la Feria. 2010 (Diputación de Albacete) Maquetación: Juanjo Jiménez Imprime: Gráficas Antar, S.L. ISBN: 978-84-15252-04-7 Dep. Legal: AB-169-2011 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 5 F La Fe r i a d e A lb a c e te ( C onsidera c ione s tr a s una e f e mé r ide Luis G. García-Saúco Beléndez ) libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 6 libro popular def.qxd Í 04/04/2011 n 22:08 d PÆgina 7 i c e Justificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9 La Feria y los tiempos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 De la Baja Edad Media a finales del siglo XVI . . . . . . . . . . . . .17 La Feria renacida: del paraje de Los Llanos a su vuelta a sus orígenes en la villa (siglos XVII-XVIII) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25 La Feria de nuevo en Albacete: de 1783 a los inicios del siglo XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43 La Feria: cuarenta años (1936-1976) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65 La Feria de nuestros tiempos: 1976-2010 . . . . . . . . . . . . . . . . .75 Consideraciones finales a modo de conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . .81 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 7 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 8 libro popular def.qxd J 04/04/2011 U S T 22:08 I F PÆgina 9 I C A C I Ó N E E n marzo de 2011 han concluido, en teoría, las conmemoraciones relativas al tercer centenario de la confirmación de la Feria de Albacete. Toda una serie de actos, festejos, exposiciones y publicaciones se han llevado a efecto, principalmente a lo largo del año 2010, con un único y monográfico objetivo: el de destacar la importancia que la Feria ha tenido y tiene para nuestra ciudad y provincia y cuyo ámbito sobrepasa lo local, para llevarlo a lo regional y aún a lo nacional. La Feria es para Albacete su más significativa seña de identidad, en lo económico, lo festivo y costumbrista, incluso en una época en que lo estereotipado iguala a las poblaciones y se sobrepasan las fronteras. El hecho de haber conmemorado el tercer centenario de un privilegio concedido por Felipe V en 1710, nacido en unas circunstancias dadas, ha servido para que Albacete quizá aumente su autoestima, mejore en lo posible la imagen de la ciudad, se reencuentre consigo misma y con su propia historia, para destacar la singularidad de un hecho conocido por todos los albaceteños, pero ante todo debe servir para tomar conciencia de nuestro pasado, mejorar el presente y dar una proyección de futuro a una ciudad como la nuestra, la más poblada de toda nuestra región, Castilla-La Mancha que carece del atractivo monumental que a veces enriquece a otras ciudades españolas del interior castellano y que, lamentablemente, no ha sabido conservar ese patrimonio histórico-artístico que pudo haber tenido y que hoy es fuente de riqueza en el ámbito cultural y turístico de otros puntos de España. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 9 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 10 Lo importante para los albaceteños es que esta conmemoración ha colocado en su sitio el origen documentado de esta feria que es, incluso, más antiguo que la propia villa como tal, como denodadamente ha defendido en diversos momentos el historiador y medievalista Aurelio Pretel; si bien, ya con anterioridad, otros autores ya habían hecho referencia a la notable antigüedad de este certamen nacido en el ámbito estrictamente comercial y hoy es puramente festivo. La conmemoración de este hecho ha enriquecido con rigor la bibliografía local, ya que desde que en 1883, José Sabater y Pujals publicara su Memoria de la Feria de Albacete, con motivo del primer centenario de la construcción del edificio ferial, otros muchos autores aunque, a veces aportan nuevos datos, en los más de los casos se limitaron a reproducir, cuando no a copiar, las aportaciones que hiciera el mencionado Sabater y que en su momento el Ayuntamiento de Albacete premió en unos Juegos Florales, muy en la línea de la época, pero ante todo llevó a la imprenta y de este modo transmitió a otras posteriores generaciones. Desde aquella Memoria del siglo XIX de Sabater, después razonablemente mejorada por Sánchez Torres en sus Apuntes para la Historia de Albacete, publicados en 1898 en el diario local El Defensor de Albacete (págs. 318356), en donde confusamente se habla del traslado de la feria en el siglo XV a Chinchilla, la bibliografía ferial tan solo se salpicó de algunos detalles menores en las obras de Quijada Valdivieso (1925) o del Campo Z Memoria de la Feria de Albacete, José Sabater. 1883 10 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 11 Aguilar (1958). Otros artículos tuvieron siempre un carácter eminentemente periodístico, sin adentrarse en cuestiones históricas, aunque en la segunda mitad del siglo XX debemos mencionar el artículo de Alberto Mateos en al revista Feria de 1968, que con el imperativo titular de La Feria no comenzó en Los Llanos, concluye, sin dudas, "nuestra famosa Feria no tuvo su origen en Los Llanos, sino en nuestra villa, donde ya se celebraba, en el mismo sitio que ahora, en el siglo XV, o antes”. Por otra parte, Francisco Fuster, en un artículo publicado en el diario "La Verdad", el 6 de septiembre de 1980, con el título "La Feria de Albacete tiene 600 años antigüedad” y posteriormente en el Catálogo de la Exposición Albacete, 600 años, celebrada en el Museo de Albacete en mayo de 1982, señala en el título dedicado a la Feria, el origen de la misma en el momento de la concesión del villazgo en 1375. Otra importante aportación sobre nuestra Feria será la comunicación de Bonet Correa en el Congreso de Historia de Albacete, celebrado en 1983, dedicado al Edificio del ferial de Albacete y la arquitectura de la Ilustración, en donde se aborda el estudio de esta singular arquitectura en el ámbito dieciochesco. Otras referencias, en lo estrictamente artístico y monumental modestamente las realizamos en algunos catálogos de exposiciones relacionadas con nuestra ciudad (1982, 1983, 1991). De este modo, pues, podemos resumir las aportaciones bibliográficas de entidad, no en lo puramente nostálgicas o periodísticas que conocemos en lo relativo a la Feria de Albacete hasta llegar a este nuestro siglo XXI, en donde con la excusa del tercer centenario de la confirmación de la Feria, la bibliografía se ha enriquecido sensiblemente en un ámbito más científico, menos apasionado y localista y en ello han tenido mucho que ver, como no podía ser de otra manera, las opiniones de varios historiadores y del Instituto de Estudios Albacetenses que desde el primer momento y ante la propuesta de conmemoración de un "Tercer Centenario" se ha matizado el detalle de la "Confirmación" y ha ayudado al enriquecimiento cultural, artístico y bibliográfico de nuestra ciudad y buen ejemplo de lo que planteamos es el libro de Pretel Marín, Las Ferias de Albacete: siete siglos de Historia La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 11 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 12 (2009); el importante volumen La Feria de Albacete en el tiempo. Aspectos sociales, culturales y económicos (2010), con numerosos capítulos monográficos de diversos autores o Gente de Feria-Recorrido etnográfico por la feria de Albacete de Miguel Lucas y Manuel Luna (2010), y por fin, en este año 2011 acaba de ver la luz otra importantísima publicación: "El edificio de la Feria de Albacete. 1710-2010” en la que se recogen diversos capítulos de varios autores que van desde la aportación, ya publicada de Bonet Correa en el Congreso de Historia de Albacete de 1983, al documentado trabajo de Juan Calduch: "La plaza y la calle Carrera…” que ofrece nuevos datos de archivo sobre la construcción del ferial y sus reformas que siempre será una referencia bibliográfica de primer orden para el arte y la Historia local. Lógicamente, no podemos olvidar en esta línea de aportación bibliográfica el catálogo de exposición, "Albacete, Feria”, que desde el mes de septiembre de 2010 a enero de 2011, ha reabierto el Museo de Albacete y en la que se hace un recorrido por diversos aspectos de la historia de la ciudad y del acontecimiento ferial. Ha sido también el momento de poder contemplar obras artísticas de primer orden que habitualmente no se conservan en nuestra ciudad y de reunir, como en otras ediciones expositivas, realidades en el mismo Museo, materiales genuinamente locales que se han mostrado a los ojos de los albaceteños que deberían servir para valorar debidamente nuestro pasado histórico, la importancia del acontecimiento ferial e incluso las propuestas de innovación y futuro de la ciudad. Todas estas aportaciones bibliográficas nos llevan, en este momento a plantear un resumen documentado del desarrollo histórico de la Feria de Albacete, sin entrar en más detalles; la relación con la devoción a la patrona, la Virgen de los Llanos y la singularidad del edificio de la feria, o mejor los edificios feriales, producto de una determinada época: el siglo XVIII y la Ilustración, así como el respeto que debemos guardar a ese edificio que debe conservarse, cuidarse por su importancia y valores arquitectónicos únicos. 12 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 13 La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 13 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 14 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 15 La Feria y los tiempos libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 16 Z Privilegio de Villazgo otorgado a Albacete por don Alfonso de Aragón, marqués de Villena. 9 de noviembre de 1375. Instituto Valencia de Don Juan. Madrid libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 17 De la Baja Edad Media a finales del siglo XVI Sánchez Torres publicó en 1883 en "El Diario de Albacete" un artículo, a propósito del primer centenario de la construcción del edificio de la feria, en el que comenzaba indicando: "La concurrencia de mercaderes y negociantes a un lugar y día señalado para vender, comprar y trocar ropas, ganados, frutas, etc, es lo que por feria entiende la Academia de nuestra lengua y en ella entendemos todos”. Este artículo periodístico después lo incluiría en sus "Apuntes para la Historia de Albacete" que vieron la luz por vez primera en 1898. De este modo, pues, queda perfectamente definido lo que debemos entender por "feria". En cuanto a la nuestra, la de Albacete, necesariamente debemos remitirnos para sus orígenes a lo que señala Aurelio Petrel en sus publicaciones al respecto (Las Ferias de Albacete. Siete siglos de historia. I.E.A., 2009 y "El comercio y las ferias de Albacete y su entorno en la Baja Edad Media". La Tribuna, 2010), siempre para referirnos a los inicios de este importante certamen. Según nuestro autor, las primeras menciones de la feria como acontecimiento comercial en nuestra localidad podrían situarse en los primeros años del siglo XIV, en la época de Don Juan Manuel. En un momento en el que Albacete no existe como entidad urbana clara, sino que su actual territorio entra dentro del término municipal de Chinchilla, aunque el mencionado medievalista habla de la posible existencia de un villazgo para Al-Basit, perdido que le obligó a ser de nuevo aldea de la vecina Chinchilla. Lo cierto es que antes de 1325 existían unas ferias enclavadas en el ámbito del actual Albacete. En ese año mencionado de 1325, según apunta Pretel, Don Juan Manuel decide cambiar dichas ferias a Chinchilla, quizá como consecuencia de que la pequeña aldea había sido arrasada el año anterior por los moros granadinos que continuamente se adentraban en territorio cristiano. Este traslado, en teoría, La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 17 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 18 había de ser temporal ("fasta que se pueble Alvaçete”). Cincuenta años después de aquel traslado, la aldea de Albacete ya se había poblado sobradamente, tanto que en noviembre de 1375 conseguía su privilegio de villazgo con un término propio que su villa matriz, Chinchilla, discutiría continuamente, hasta que fuera definido tras una sentencia arbitral del obispo don Pablo de Cartagena en 1414. Es evidente que en el privilegio de villazgo, hoy en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid, se señala que los vecinos de la nueva villa "de aquí adelante ayan fueros e previllejos e libertades e merçedes e franquesas que a la dicha villa de Chinchilla”. Este dato, incluía, lógicamente, el derecho de feria que, inmediatamente, discutiría también la propia Chinchilla. Así, pocos meses después, el 22 de abril de 1376, lo hace saber al concejo de la cuidad de Murcia, advirtiendo astutamente, por parte del ayuntamiento chinchillano, "como las ferias que se solían hazer en Albacete, nuestra aldea, por nos porque el privillejo es dado a nos… e porque las dichas ferias son nuestras”, ahora habían vuelto a Albacete con el consiguiente perjuicio para Chinchilla, ya que los mercaderes estaban acostumbrados a acudir a Albacete. Esta circunstancia respondía a que durante algún tiempo se celebrarían ferias en ambas localidades en idénticas fechas, en el mes de mayo, en torno al día de la Cruz, aunque después se hicieron en la fiesta de San Juan "Ante portam latinam” y en la festividad de San Gil, el primer día de septiembre. Aunque luego ambas fechas fueron más variables, a finales de agosto o primeros de septiembre, quizá con una duración en ambos casos de hasta quince días. Estos días de feria, ciertamente, no son arbitrarios, en primavera cuando hay que prepararse para las labores agrícolas del verano y en septiembre, momento en que ya se ha hecho la recolección, hay dinero fresco, se pueden comprar las provisiones para el próximo invierno, a la vez que la concurrencia de la gente propicia la posibilidad de contratar vendimiadores para las jornadas agrícolas de las primeras semanas del otoño. 18 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 19 Durante algún tiempo, está claro que convivieron las ferias de Albacete y de Chinchilla; sin embargo, la accesibilidad de Albacete será más propicia a su desarrollo. Chinchilla, por el contrario, con un espacio urbano más complejo y menos fluído le llevará, incluso, a trasladar su celebración a otros puntos de su término. Por otra parte, hemos de reseñar el hecho de que en el siglo XV, en época de los Reyes Católicos y tras la incorporación de las principales localidades del marquesado de Villena a la Corona, se concede a la Villa de Albacete el privilegio de un mercado semanal en los jueves de cada semana. Quizá este sea el precedente irónico y remoto del mercadillo de "los Invasores" , aunque tenemos constancia de que éste renació en martes y en tiempos más actuales. No obstante, el mercado de los jueves siempre fue tradicional en Chinchilla, incluso al día de hoy. Es evidente que a fines de la Edad Media y quizá a la vez que se desarrollaba este mercado semanal, las ferias seguirían celebrándose, aunque con menos importancia, hasta ir disminuyendo progresivamente, pues el mercado semanal cubría las necesidades de la población y de la comarca cercana y así lo apunta Ladero Quesada en la época de los Reyes Católicos. Lo que sí se documenta en los libros municipales de Albacete para la centuria del cuatrocientos e inicios del quinientos es la existencia de la calle de la Feria. Asimismo, sabemos que una de las puertas de la cerca o muralla de la villa Z Reyes Católicos. Letra capitular. era la llamada de "las Almenas o 1485. Archivo Histórico Provincial de de la Feria”, situada en el actual Albacete La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 19 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 20 cruce entre la calle de la Feria y la de los Baños y que todavía existía hacia el año 1730, según un escueto plano de ese espacio del Archivo Histórico y que dimos a conocer en la Exposición Albacete, 600 años (nº 73). Lo que ahora nos preguntamos es por el tipo de mercaderías que se vendían en estas ferias y por la ubicación exacta de tales tiendas. Así, consideramos que se venderían todo tipo de alimentos, especias, paños, aperos, cacharrería de cerámica, vidrios y tampoco faltarían Z Calle de la Feria con indicación de la Puerta de las Almenas en el actual cruce con la de los Baños. Dibujo de hacia 1730 (A.H.P.AB.) objetos de cierto lujo como sedas y algunos discretos adornos personales, así como hierbas medicinales y todo lo relacionado con las labores agrícolas y ganaderas. Quizá todos estos establecimientos efímeros se situarían en la Plaza Mayor y calles circundantes: la propia Calle Mayor, Boticarios, Carnicerías, Albarderos y Zapateros, todos nombres 20 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 21 sugerentes de este tipo de comercio. De ahí se pasaría por las mencionadas calles de Albarderos y Zapateros a la de la Feria que al parecer se nombra en 1492, según habla Alberto Mateos, recogiendo datos de su padre el cronista Mateos y Sotos. Es probable que estos puestos estarían también colocados a lo largo de la mencionada calle de la Feria, hasta la aludida Puerta de las Almenas quizá a partir de esta puerta y traspasada la misma se situarían, extramuros, los ganados de lanar, cabrío, caballerías y bueyes, más abundantes estos últimos que las mulas que quizá se incorporarán después a las faenas agrícolas. Idéntico espacio físico ocuparían tanto las ferias como el mercado semanal, si bien en este último caso su existencia quedaría, lógicamente, más reducida al ámbito de la Plaza y calles circundantes. En este ambiente de bullicio comercial no faltarían los saltimbanquis, tahures, titiriteros, prostitutas, echadores de naipes, mendigos y copleros. Todo un mundo variopinto que siempre dio color y a veces problemas, en las grandes aglomeraciones de gentes. La Plaza Mayor del momento, en el mismo lugar que la actual, quedaba situada al pie del viejo Alto de la Villa con su Casa del Concejo y sala de Santa María de la Estrella, con calles que conducían al cerrillo de San Juan, la parroquia, de construcción mudéjar levantada a fines del siglo XIV, probablemente en el momento del villazgo y concluída, con pobreza extrema, en el siglo XV y de escuetas dimensiones para una villa que poco a poco comenzaba a tener más población, por encima de los 3.000 habitantes. De tal modo que al iniciarse el siglo XVI, hacia 1515, comenzó a ser demolida para levantar en su lugar un nuevo templo de cantería de grandes proporciones que no llegaría a concluirse nunca. Por otra parte y desde la calle de Zapateros y traspasado el cruce con la de la Feria estaba el convento de San Francisco que se había fundado en 1485; un callejón perpendicular, el La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 21 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 22 de las Monjas, vería levantar un gran monasterio femenino, el de la Encarnación que, nacido como beaterio a finales del siglo XV, en 1557 bendecía solemnemente su templo y es el único rastro de ese pasado que hoy se mantiene. Es posible que, en un principio, las ferias de Albacete atrajeran a mercaderes de un amplio territorio así como a compradores de toda la comarca. Sin duda, la noticia del siglo XIV en la que se notifica el traslado de la feria de Albacete a Chinchilla al concejo de la Cuidad de Valencia, ya nos indica un fuerte sentido levantino de la feria albacetense que nunca lo perdió. Dudamos que estas ferias, de marcado carácter rural pudieran atraer también a judíos, ya expulsados en 1492, banqueros y cambistas, pero es evidentemente que el acontecimiento ferial generaría una fuerte circulación monetaria y de negocios variados. De momento no conocemos, o no se han conservado, documentos mercantiles que nos hablen de un volumen comercial que podríamos ver en otras localidades de Francia, Italia e incluso de los propios reinos peninsulares tanto de Castilla como de la Corona de Aragón. Cabe pensar que ya en los inicios del siglo XVI, en los primeros años de la Edad Moderna, las ferias albacetenses continuaban un lento declive, si no su desaparición quizá por la misma importancia que había adquirido el mercado semanal y las ferias de otras localidades del antiguo señorío de Villena o de zonas más o menos cercanas al territorio que cubrían las necesidades de la villa y de los pueblos comarcanos. Las noticias de las ferias aisladas que mencionan los libros municipales, de 21 de octubre de 1542 o de 1572 nos hablan de la convocatoria de estos actos comerciales de manera puntual y ahora con fechas variadas para "el día de San Andrés” (30 de noviembre) o la de "una feria que dure diez días que se cuenten desde el domingo primero del día de todos los santos…” (1 de noviembre), ya nos indican que estos acontecimientos habían perdido su regularidad de mayo y septiembre; es más, es posible, que en época de Felipe II, si no fue antes las ferias albacetenses habían casi desaparecido. 22 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 23 Sabemos, por otra parte, que la villa de Albacete en 1568-69 había ampliado su término municipal, después de no poco dinero y muchos enfrentamientos con la vecina Chinchilla, que perdía territorio. La crisis económica afectaba directamente a Castilla y las bancarrotas del reinado del rey Prudente se dejaban ver. Palpablemente en Albacete podemos sentir esa crisis en la interrupción de las obras de la parroquia mayor de San Juan Bautista, tras la conclusión de la sacristía en 1577; un templo que sufrió numerosas vicisitudes desde que hacia 1515 había decidido levantarse, para sustituir a la vieja parroquia medieval. De este modo, pues, podemos afirmar, basándonos en una serie de hechos puntuales que las antiguas ferias habían pasado casi al olvido y en ello tuvieron mucho que ver los propios mercados semanales, las crisis económicas del reinado de Felipe II, la disminución de la población en la segunda mitad del siglo XVI y aún la gran cantidad de dinero gastado en la ampliación del término municipal que arruinaba al concejo aunque otros salieron beneficiados. No obstante, en esas crisis económicas, en ese olvido de las antiguas ferias y en la propia ampliación del término municipal a costa del de Chinchilla, se sentarán las bases de una resurrección ferial en el siglo XVII. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 23 libro popular def.qxd 04/04/2011 Z 22:08 PÆgina 24 Fachada de la antigua iglesia de la Virgen de los Llanos. Estado actual. Los Llanos libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 25 La Feria renacida: Del paraje de Los Llanos a su vuelta a sus orígenes en la villa (Siglos XVII-XVIII) Si a finales del siglo XVI se apuntaba una grave quiebra económica en España, el siglo XVII acentuará esa circunstancia con mayor gravedad y en particular con la crisis de 1640, con la separación de Portugal, los intentos secesionistas de Cataluña, epidemias, hambrunas, momentos en que la economía castellana sufría un duro quebranto que afectó a todos los aspectos, demográficos, sociales y de todo tipo que se ceban con más fuerza en las localidades y villas de poca envergadura de Castilla, como la de Albacete que en este momento de mediados del siglo XVII tiene muchos menos habitantes que cien años antes. Para el año 1600, Pilar Córcoles nos recoge un dato en la que textualmente se dice "que la calle de la Feria, es la calle más principal de esta villa y por donde entra la mayor parte de gente forastera…” en ella estaba el horno del concejo y algunas casas principales de morada como la de los Cantos, hidalgos locales que en el siglo XVIII construirían la única casa de cierta monumentalidad que ha llegado a nuestros días, hoy sede del Defensor del Pueblo. Pero el hecho de mencionar la "calle Feria" no quiere decir, lógicamente, que esta actividad se continuara celebrando a lo largo de la misma, sino que era ya un nombre tradicional que venía de tiempo atrás, como se mencionaba en numerosas ocasiones antes de 1783, en que se construyó al final de la misma el edificio ferial que hoy conocemos. Para esta centuria del siglo XVII debemos reseñar diversos datos relacionados con el mundo concejil, comercial y de devoción que llegarán a conectarse en esta villa de Albacete. De este modo, pues, La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 25 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 26 debemos tener en cuenta ciertos aspectos fundamentales para el renacer de la feria. Así, en primer lugar, recordamos que en 1568-69 la villa había ampliado su término que quedaba después ratificado por Felipe II, en un documento de 1598, bellamente iluminado. Esta circunstancia de la ampliación supuso un crecimiento, a costa de Chinchilla que en el paraje de Los Llanos continuaba teniendo su punto de fricción entre ambas localidades, con dos ermitas cercanas pero diferentes, la de San Pedro de Matilla que era de Chinchilla y la de la Virgen de Los Llanos, de Albacete. Aquí debemos destacar el dato, nada casual, de que cuando los roces entre los concejos de Albacete y Chinchilla arreciaban por las pretensiones albacetenses por ampliar el término, la devoción a la Virgen de Los Llanos se hacía más habitual con rogativas, procesiones y romerías, dirigidas por el Ayuntamiento que las pagaba y ordenaba, con reparto de limosnas y socorros a menesterosos y clérigos y así lo reflejan las numerosas noticias docuZ Virgen de los Llanos con mentales en las actas y libros de cuenindicación del convento de frantas municipales, sobre todo a partir de ciscanos. Grabado c. 1700. 1570 y de forma regular desde 1580, Museo de Albacete según apuntó A. Santamaría (1988). Sin duda, este hecho devocional tenía que ver con la reafirmación, por parte de Albacete, en un lugar de cierto litigio con la ciudad hermana. Es curioso y significativo el dato, mencionado por Sánchez Torres, en el que se dice que aquella ermita de Chinchilla, la de San Pedro de Matilla, en 1563, se renovó "creciendo la piedad y devoción”. 26 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 27 Z Interior de la antigua iglesia de la Virgen de los Llanos. Solo pervive el espacio rectangular. Las bóvedas desaparecieron. Los Llanos Por otra parte, las Relaciones Topográficas de Felipe II de la ciudad de Chinchilla (1576) mencionan esa ermita añadiendo que “de diez años a esta parte, ha hecho nuestro Señor infinitos milagros por ruegos del bienaventurado San Pedro; hay un libro de testimonios de los testigos fidedignos; manó una lámpara aceite tres años”. Es decir, Chinchilla ratificaba su presencia en el lugar de Los Llanos para evitar los anhelos albaceteños, como continuaría haciendo hasta bien entrado el siglo XVIII, ahora, incluso con, devociones marianas añadidas. Una vez que Albacete había ampliado su término municipal las devociones piadosas se utilizarán intencionadamente para reafirmar la presencia de la villa en ese punto concreto y continuarán a lo largo de toda la centuria del seiscientos, todo ello en un marco sociológico y religioso que sigue los postulados de Trento y la Contrarreforma. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 27 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 28 Z Situación del convento de los Llanos, ermita de san Pedro y a la derecha “Venta de Albacete”, edificio ferial de Lucas de los Corrales. Dibujo de fines del siglo XVIII, que publica V. Carrión 28 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 29 Así, en 1624 el Ayuntamiento de Albacete manda traer la imagen de la Virgen de Los Llanos a la parroquia de San Juan en donde se celebra un concejo extraordinario el 8 de diciembre, para defender y votar la idea inmaculadista. Tres años después, en 1627 se inicia la construcción de una nueva ermita dedicada a la Virgen de Los Llanos, en el lugar de la anterior que debía ser de estrechas dimensiones. En la obra el concejo albaceteño contribuyó activamente con sus limosnas, incluso en 1638 construiría una torre el maestro cantero Juan Díaz de Gamboa, según documentó A. Santamaría y que quizá, en parte, sea la actualmente subsistente en aquel paraje. Con anterioridad, en 1631, todo aquel proceso llevó, también, a sustituir la imagen de la Virgen primitiva, gótica, por una vestidera al gusto barroco del momento. Esta circunstancia del cambio, al que el pueblo siempre fue muy sensible, quizá supuso un cierto enfriamiento devocional. Por ello, y de manera muy oportuna, en 1632 se constata el primer milagro atribuido a la intercesión de la Virgen de Los Llanos. Este acontecimiento acentuaría la devoción popular. El mencionado milagro consistió en la curación de un espadero llamado Blas Martínez; una profesión directamente relacionada con la cuchillería que tanta importancia dará a la actividad artesana de Albacete. Así devoción a la Virgen de Los Llanos, cuchillería y posterior Feria se unen en un momento determinado. Mientras se producían todos estos acontecimiento las romerías a Los Llanos, con la presencia del concejo se acentuaba. En el mes de mayo el Ayuntamiento de la villa votó un solemne novenario a la Virgen todo en agradecimiento al milagro acontecido y en el mes de septiembre, en la festividad de la Natividad de la Virgen (día 8) se celebraría también otra novena y una solemne función religiosa. En realidad, se estaban recuperando los tiempos de las ferias medievales. En estas festividades religiosas no faltarían en los alrededores de la ermita los vendedores ambulantes, la música y la fiesta; principalmente, en torno al 8 de septiembre, festividad mayor de la Virgen. Este festejo La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 29 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:08 PÆgina 30 religioso, en principio, no sería muy distinto al que se celebraba en las inmediaciones de otras ermitas, como la de San Antón, o la de San Ildefonso, pero frente a ellos la de la Virgen de Los Llanos duraría más días y tenía la ventaja del desplazamiento en romería a un paraje alejado del casco urbano e incluso, el de la tímida recuperación de la actividad comercial y al hecho cierto de considerar a la Virgen de Los Llanos como la patrona y abogada de la población, en una época en que otras muchas poblaciones se ponían bajo la protección de la Virgen en una determinada advocación. A la vez que Albacete, Chinchilla mantenía también en el mismo paraje de Los Llanos y a pocos metros de distancia, sus romerías y devociones en la ermita de San Pedro de Matilla, en un acto de reafirmación de su presencia en el lugar que nunca quiso dejar de perder, todo en una clara rivalidad entre ambas poblaciones. Albacete fomentaba y desarrollaba su culto a la Virgen en una época de acentuada efervescencia mariana y contrarreformista; sin embargo, Chinchilla lo hacía a un santo, importante, quizá con una tradición más antigua, pero de difícil competencia popular. Por ello, a mediados del siglo XVII en la misma ermita de San Pedro nacerá otra devoción mariana distinta, la dedicada a la Virgen de las Nieves. Su culto se inicia en 1653, según el conocido Pensil del Ave María (1730) y documentalmente se constata desde 1656, cuando se menciona por primera vez en la rendición de cuentas de la ermita (Archivo Parroquial de Chinchilla) en las que el mayordomo de la misma índica que "a adelantado con su afecto y solicitud la devoción de dicha hermita haciendo muchas obras en ella y fundado la dicha cofradía (de las Nieves) y hecho que se celebran fiestas con toda solemnidad… para mober la devoción… todo lo cual lo ha hecho por su mucha devoción a Nuestra Señora”. Está claro que en esta época un santo, San Pedro, difícilmente podía competir con los fervores que podía despertar la Virgen María. En otras ocasiones hemos apuntado que lo sorprendente es que Chinchilla también usara de la imagen de la Virgen y no la de Cristo 30 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 31 crucificado, que siempre era "más" que la Virgen, como ocurrió en otros municipios del antiguo territorio de Alcaraz, en donde la devoción a la cruz o al crucificado quiso eclipsar, sin lograrlo, la importancia que tenía el Santuario de Cortes (Peñas de San Pedro, Munera, El Bonillo, Lezuza…). El paraje de Los Llanos era un punto de encuentro de piadosas devociones, pero también lo era de enfrentamientos más o menos directos entre dos municipios: Albacete y Chinchilla y, a la vez un lugar de transacciones comerciales que se acentuarían en la segunda mitad del siglo XVII, ya antes de que se fundara el convento de franciscanos en 1672. Sánchez Torres señala, a propósito de la Feria (1898): "La devoción llevaba a la ermita de Nuestra Señora gran afluencia de personas piadosas en cumplimiento de promesas y más aún el día 8 de Z Retablo barroco oriseptiembre en que se celebraba solemne ginalmente en la iglesia de fiesta a la venerada imagen. Con la afluen- la Virgen de los Llanos y cia de gente, como en tales casos sucedía después trasladado a la de la Purísima, donde se dessiempre, la concurrencia de vendedores y truyó en 1936 aquella y esta aumentaron de año en año, particularmente desde la fundación del convento”. Está claro que en la segunda mitad del siglo XVII la concurrencia de gente a la ermita de la Virgen de Los Llanos, e incluso la presencia de la otra ermita, la de San Pedro de Matilla, dependiente de Chinchilla, era un lugar transitado que atraía a variadas gentes que dejaban sus limosnas en el templo y podían reportar indudables beneficios, a la vez que los mercaderes realizaban sus negocios. Así, la ermita de Los Llanos se convirtió en objetivo de la orden franciscana descalza que veía la oportunidad de fundar un convento en aquel lugar. Desde el La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 31 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 32 Z Reja de 1685 que cerraba el antiguo presbiterio de la iglesia de la Virgen de los Llanos, hoy reubicada en la antigua ermita de San Pedro de Matilla. Los Llanos primer momento aquel proyecto fundacional se encontraría con la oposición de las órdenes religiosas establecidas en Albacete: franciscanos observantes, agustinos, franciscanas y justinianas. En principio, parece que se prohibió tal fundación, pero con el apoyo del concejo, con nocturnidad y sigilosamente, unos frailes toman posesión de la ermita de la Virgen de Los Llanos en la madrugada del 9 de octubre de 1672 y el 6 de noviembre se firma una concordia entre la comunidad religiosa y la villa de Albacete en la que quedaba clara la supremacía y patronato del concejo en el lugar, templo, propiedad de la imagen, y pertenencias. Esta concordia ha sido repetidamente publicada desde 1883, por Sabater, Sánchez Torres, V. Carrión y otros autores. De este modo, pues, en 1672 se fundaba un nuevo convento en Albacete, aunque a una cierta distancia del núcleo urbano con la finalidad de enaltecer el culto a la patrona de la villa y cuidar de su santuario. El templo sufriría indudables mejoras. Aquel templo era de nave 32 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 33 única con capillas laterales dedicadas a diversas advocaciones. El presbiterio se cerraba con una reja construída en 1685 y tras el retablo, ya en el siglo XVIII, se construyó en camarín embaldosado de azulejería. Lamentablemente de aquella ermita tan solo subsiste una pobre fachada rematada en pequeña espadaña, la portada adintelada, remarcada en cantería, una inscripción apócrifa y un espacio rectangular sin bóveda, hoy convertido en cochera. El retablo en el siglo XIX, en la Desamortización, se trajo a la parroquia de la Purísima, donde se destruyó en 1936. La reja se trasladó después a la ermita de San Pedro de Matilla, que por sus monumentalidad pasó a ser la capilla del palacio del marqués de Salamanca, cuando este adquirió todo este amplísimo conjunto que posteriormente pasaría al marqués de Larios. Todavía hoy se adviertan construcciones de aquel convento en la actual casa de administración de esta finca que podrían identificarse con distintas dependencias monásticas. Once años después de la fundación del convento, el 30 de abril de 1683, los franciscanos solicitaban del rey Carlos II el privilegio de feria para este lugar de Los Llanos, siempre tutelada por la comunidad religiosa. Dudamos de que en tan corto espacio de tiempo, desde la fundación hasta dicha petición, la feria hubiera nacido, por el contrario esta actividad comercial se vendría celebrando desde bastantes años antes. La solicitud al Rey de tal privilegio no fue atendida por el Supremo Consejo de Castilla, sin duda, por el hecho de que tal privilegio ferial era Z Felipe V que en 1710 confirmó el privilegio de Feria a Albacete (Van Loo. Museo del Prado) La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 33 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 34 exclusivo del Concejo de Albacete. Este dato lo debemos tener muy en cuenta, pues llama la atención la circunstancia de tal negativa por parte de la Corona a una orden religiosa tan importante como la franciscana. Estos hechos debemos incardinarlos en el contexto general español e internacional. Está claro que en los últimos años del siglo XVII tímidamente se aprecia una recuperación económica en los dominios castellanos después de los difíciles momentos vividos desde mediados de la centuria. Por otra parte, en noviembre de 1700 muere el último de los Austrias, Carlos II y es proclamado rey Felipe de Borbón, duque de Anjou, con el nombre de Felipe V, iniciándose un conflicto internacional, la Guerra de Sucesión Española, que concluirá en 171314 con los tratados de Utrecht y de Rastadt. Durante ese conflicto, en 1707 se librará la batalla de Almansa, decisiva para la causa borbónica peninsular ya que permitiría la ocupación definitiva de Valencia y posteriormente de Cataluña. Los territorios de Castilla apoyaron, desde el primer momento, a Felipe V y la villa de Albacete en su adhesión entregó "…diez caballos de buena calidad …cuyo servicio había hecho la referida villa, sin embargo de lo imposibilitada que se hallaba y de lo aniquilados de medios que estaban sus vecinos, a causa de los rigorosos contratiempos que habían padecido …en el paso de las tropas… añadiéndose a esto la plaga de langosta que había padecido …en cuya remuneración pidió se le concediese confirmación del privilegio con que se hallaba, de los mismos que gozaba la ciudad de Chinchilla y sus vecinos y para que pudiera tener una feria franca por ocho días en la festividad de Nuestra Señora de Los Llanos, su patrona que se celebraba en el día de su natividad y contándose desde la víspera, siete de septiembre hasta el quince del mismo mes …en cuya remuneración le concedemos licencia, permisión para que pueda tener y tenga una feria franca cada un año por término de cuatro días en la festividad de Nuestra Señora de Los Llanos, su patrona que se celebra el día de su natividad…” Este es el privilegio que el Rey reconocía para Albacete en Madrid el día 6 de marzo de 1710. 34 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 35 Z Armas de la ciudad de Chinchilla en la ermita de San Pedro de Matilla. Los Llanos Obtenido este privilegio real, el Ayuntamiento ordenó inmediatamente la celebración de la feria dentro de la población, en la Plaza Mayor y calles adyacentes, es decir donde ya estuvo mucho antes. Circunstancia que traería consigo el enfrentamiento con la comunidad franciscana, que veía perder las cuantiosas limosnas que llegaban al convento, ante la gran muchedumbre que se reunía en aquel paraje. Parece que durante dos años muchos mercaderes acudieron con sus mercancías tanto a los alrededores del convento como al centro de la villa; es la llamada "feria dividida" a la que alude José Sabater. Esta circunstancia, que irritó a los religiosos hizo que la comunidad, en 1712 hablara del "perjuicio así a la Comunidad como a la devoción de María Santísima Señora Nuestra y menoscabo del convento” e incluso acudiera de nuevo al Rey en la petición de que el certamen comercial de la feria volviera al paraje de Los Llanos, circunstancia que se cumpliría con posiciones cada vez más tensas entre el Ayuntamiento de la villa y los franciscanos que, a la vez quisieron también controlar el orden público en el lugar, hasta acudir al obispo de Cartagena que terminaría interviniendo para que los puestos feriales se alejaran del ámbito estricto del convento, lo que supuso la construcción de "unas crecidas lonjas” en los alrededores del edificio conventual y que podrían considerarse el precedente más antiguo del edificio ferial. En estos enfrentamientos entre concejo y convento intervendría el albaLa Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 35 libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 36 Interior de la ermita de San Pedro de Matilla. Los Llanos ceteño Don Pedro de Cantos Benitez, del Consejo de Castilla, aunque las pretensiones de la comunidad se hacían cada vez mayores, según hace ver y publica José Sabater (págs. 35 y sigs.) Paralelamente a estos acontecimientos, debemos también resaltar la circunstancia de que la feria en aquel paraje de Los Llanos beneficiaba también a Chinchilla, pues la próxima y cercana ermita de San Pedro de Matilla, en su término municipal, era utilizada en el exterior como sitio comercial sin pagar dinero alguno, pues un decreto de Felipe V de 17 de octubre de 1715, ratifica a la ciudad de Chinchilla su jurisdicción sobre la ermita, en donde jamás se había puesto "…el menor reparo ni embarazo …a los vecinos de dicha ciudad que concurrían en estas ocasiones y otras de devoción en el discurso del año especialmente el día ocho de septiembre de cada uno (que había feria en dicho sitio) a llevar todo genero de bastimento comestible, como era pan, vino azeyte, carnes, pescados, frutas y otros géneros para vender a la mucha gente que acudía de todas partes, en el patio, pretiles y alrede36 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 37 dor de las paredes de la hermita. (de San Pedro de Matilla) libremente y sin pagar derechos ni averlo nunca intentado hasta ahora que lo quería hacer esa villa (de Albacete) en principio de la posesión inmemorial en que se hallaban”. Paralelamente a esto, Chinchilla fomentaba aún más en su ermita de San Pedro sus devociones a la Virgen de las Nieves, tanto que años después, en 1744 la ciudad mandaba construir un suntuoso templo que sustituiría al medieval que es el que actualmente existe en aquel sitio de Los Llanos y que justifica su monumentalidad por un interés de presencia y beneficio en el lugar para aprovechar la actividad comercial en aquel paraje. En 1761 el templo estaba concluido a "falta del adorno interior para colocar a María Santísima” (de las Nieves). Es evidente que en los años centrales del siglo XVIII, la actividad comercial en la villa era cada vez más floreciente, como advierte Cosme J. Gómez Carrasco (2009) quien señala "un incremento de los efectivos demográficos”, desde 1740 con la presencia de comerciantes que traen tejidos, comercian con azafrán, cereales y lana. Por otra parte, en estos años del setecientos la prosperidad económica y comercial quizá es un reflejo de la política ilustrada del momento, así como de la paz imperante en el reinado Z Plano del edificio de la Feria en los de Fernando VI. Llanos. Lucas de los Corrales. 1772 (A.H.P.AB.) La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 37 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 38 Durante este tiempo los enfrentamientos entre los frailes y el municipio llegarían a puntos de extrema tensión, tanto por los perjuicios que decía sufrir el convento, como por la clara supremacía del concejo albacetense en el lugar, como nos cuenta Sabater. Estos enfrentamientos, los intereses encontrados e incluso la información de tales divergencias, hicieron que el Ministro General de la orden franciscana, en 1755, diera una providencia ordenando el alejamiento de los puestos de venta de las inmediaciones del convento a fin de "evitar, como es nuestra obligación, semejantes irreverencias y desordenes… y proveer… que en modo alguno… se pongan tiendas de vendería, ni se vendan y compren los géneros de dicha feria que deberán colocarse en lugares absolutamente profanos…”. Pocos años después en 1767, el Ayuntamiento adquirió los puestos que había establecidos en las inmediaciones conventuales y en 1771 el concejo albaceteño encarga al maestro arquitecto de la ciudad de Lorca, Lucas de los Corrales, un proyecto para un edificio ferial que se fecha en 2 de enero de 1772, hoy conservado en el Archivo Histórico Provincial de Albacete. Este proyecto se hace inspirándose en otro edificio ferial que se había levantado en Lorca en las inmediaciones del convento de la Virgen de Huerta, que no se conserva, pero que todavía a principios del siglo XX mantenía en pie una portada con arco de piedra y escudo de la población. El expediente conservado, indica que se hace el proyecto "por encargo especial de la Justicia y comisarios de la villa de Albacete”, para "construir en la inmediación del combento de Nuestra Señora de Los Llanos, jurisdicción de dicha villa que se compone de ciento ochenta casillas para tiendas de todas las especies a más de las necesarias para tabernas, figones, pastelerías y botillerías con caballerizas, lugar común y quartos de hospedería y así mismo casa para que se aposente la justicia, todo con arreglo a buena servidumbre y sujeto a quatro llaves de las quatro puertas principales…” En el mencionado expediente se incluye un plano coloreado con la explicación de todas sus dependencias "por abecedario”, así como la 38 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 39 Z Reconstrucción en maqueta del ferial de Lucas de los Corrales. José C. Molina (IEA) memoria de los costes de la nueva construcción y otros detalles de cimentación, "los enlucidos que irán de blanco y los pavimentos de loseta común”, asimismo se señala "que en las quatro puertas principales se aian de construir quatro fachadas de sillería con sus rastrillos de lo mismo y sobre estos las armas de la citada villa y piedras de letras que manifiesten el nombre de Su Majestad reinante, el de la Justicia y comisarios del año en que se construiese”. Según el plano y los datos contenidos en el expediente, el edificio sería de planta prácticamente cuadrada con una enorme plaza o patio interior en donde se situarían veinticinco edículos cuadrados, cinco a cada lado, con cuatro tiendas en cada uno de ellos, más todas las tiendas situadas en el perímetro de este amplio espacio que remotamente podría recordar a un "castrum" de época romana. En la entrada principal o la trasera, según se mire, se ubicarían otras dependencias, con un parador, casa de justicia y otros elementos comunes. En resumen, un edificio enteramente racional y propio del momento ilustrado en el que se vivía y reflejo de la política que el reformismo borbónico había implantado en el país, desde el reinado de Felipe V. Aunque se ha afirmado que este proyecto de ferial no llegó a construirse, parece ser que sí se levantó, situándose al otro lado del La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 39 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 40 Z Situación a la derecha del antiguo Ferial en los Llanos, aquí señalado como “La Venta”, donde se especifica “Corredor de Feria”. Dibujo de fines s. XVIII. Publicado por V. Carrión 40 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 41 Camino Real que unía Albacete y Chinchilla; es decir, a una cierta distancia del convento, con un presupuesto, según el arquitecto mencionado Lucas de los Corrales, de 143.000 reales de vellón. Este edificio pasaría después a ser la llamada "Venta de Albacete” y así aparece dibujado en los dos croquis que publica V. Carrión; en uno de ellos, incluso, se aprecia la plaza cuadrada, con los edículos de las tiendas, se indica la puerta y las zonas laterales o "corredor de feria”. Ciertamente, y pese a que los enfrentamientos entre la comunidad franciscana y el ayuntamiento, siguió en pugna. La actividad ferial cada vez debió ser mayor, el número de mercaderes aumentaba año tras año y los productos que en ella se vendían iban desde las delicadezas de las sedas y la plata con representación de plateros cordobeses, como se constata en otras muchas ferias de España, a objetos de uso diario, cacharrería, aperos, alimentación, botillería y naturalmente ganado, con un protagonismo cada vez mayor del ganado mular que desde el siglo XVIII fue sustituyendo a los bueyes en las tareas agrícolas. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 41 libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 42 Plano de la Feria. Josef Ximénez. 1783. Tinta sobre papel (A.H.P.AB.) libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 43 La Feria de nuevo en Albacete. De 1783 a los inicios del siglo XX No repetiremos en este punto lo que ya en su día publicaron Sabater, Sánchez Torres y otros autores, a propósito del auto dado en la Corte en 11 de julio de 1783, por el que el Ayuntamiento de Albacete decidiría la construcción de un nuevo edificio ferial en la propia villa, alejándose definitivamente de aquel paraje de Los Llanos, a fin de evitar todos los inconvenientes que, de continuo, surgían con la comunidad religiosa y lo inaccesible e incomodo que era para los vecinos de la villa y para cuantos forasteros acudían al acontecimiento ferial. Así, el día 4 de agosto de 1783 el concejo de Albacete reunido en sesión acordó "conferir los medios más convenientes para construir con toda utilidad a beneficio de los propios de este concejo y su universidad de vecinos las nuevas obras que han de servir para celebrar la feria”. De este modo, pues, el acuerdo municipal inmediatamente entraría en ejecución, pues tan solo restaban 33 días para el inicio del acontecimiento ferial, el día 7 de septiembre; para lo cual se destinó un amplio espacio público, las eras de Santa Catalina, quizá por una ermita que hubo en el paraje, en el camino de Acequión y traspasada la llamada Puerta de las Almenas o de la Feria que, como ya indicamos, estuvo situada en el actual cruce de la calle de la Feria y la de los Baños. En realidad, la feria de Albacete volvía al mismo lugar, un poco más hacia el Oeste, donde años atrás había estado, al menos en cuanto al ganado se refiere. El lugar elegido, en el Oeste de la población, quedaba precedido por una amplio paseo arbolado, con un carácter verdaderamente singular, todo ello, después, con el beneplácito del Supremo Consejo de Castilla, con la autorización del rey Carlos III y el apoyo entusiasta del conde de Floridablanca que vieron en el proyecto la plas- La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 43 libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 44 Maqueta del edificio original de la Feria. Franccisco Tárraga (IEA) mación perfecta de las ideas fisiocráticas e ilustradas de la política de la época, ahora, incluso, con más entusiasmo que años atrás cuando se proyectó el edificio de Lucas de los Corrales para Los Llanos. El edificio ferial, como bien es sabido se levanta, en parte, en pocas semanas, según proyecto de un desconocido maestro, Josef Ximénez que tuvo la racional y acertada idea de construir una gran plaza circular porticada con un anillo circundante, también porticado a modo de calle circular. Esta plaza circular y porticada refleja un ideal arquitectónico que nada tiene que ver con una plaza de toros, sino todo lo contrario, ya que se dirige toda la atención hacia lo soportales donde libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 45 se ubican las tiendas. Al centro, se situaría el sumidero para la recogida de las aguas de lluvia. El dibujo del proyecto (A.H.P.AB.) toscamente diseñado, ofrece el esquema de lo que habría de ser toda la edificación. A estos círculos concéntricos se accedía por otra calle recta y también porticada a ambos lados que conectaba con el círculo en una Casa de la Villa, auténtico ayuntamiento en los días de Feria, y una portada principal más o menos monumental. Pasada la feria de aquel año de 1783 las obras continuarían, pero en 1784, un nuevo maestro será el que tome la obra, Antonio Cuesta "maestro arquitecto de la villa y persona de conocida inteligencia”, según publica Juan Calduch, en "El edificio de la Feria 17102010”. Este arquitecto continuará y mejorará el proyecto de Ximénez, completando el segundo anillo y alargando la carrera o "rabo de sartén". El plano original no se conserva, pero será el que se grabe en 1784, con un aire más aúlico y solemne con un acceso de arquería rematada por una gran estatua en piedra del rey Carlos III, quizá idéntica (es del mismo año) a la hoy existente en la Plaza Mayor de la ciudad de Burgos, acompañada de unos trofeos iguales a los que adornan la madrileña Puerta de Alcalá. Este proyecto, nunca construído se presentó en la Corte en 1784, cuando ya la obra estaba prácticamente construída, pero se quiso dar un trámite oficial para ser aprobado por la Real Academia de Bellas Artes que supervisaba todas las obras públicas. De hecho el propio conde de Floridablanca, en este momento, apoyó tal construcción. Incluso la Gaceta de Madrid (actual Boletín Oficial del Estado), en 6 de febrero de 1784, incluía en sus páginas la autorización del Consejo de Castilla para establecer la feria de Albacete en este paraje de las Eras de Santa Catalina, como apuntan M. Lucas y M. Luna (2010). Este grabado, mejor delineado que el dibujo de 1783, aparece firmado por el grabador José Giraldo, tiene un marcado aire académico y neoclásico; solo conocemos en la actualidad dos ejemplares, uno en Valladolid y otro del Instituto de Estudios Albacetenses. Un ejemplar que guardaba el Ayuntamiento fue regalado al general Franco debidamente enmarcado en su visita a la ciudad. En lugar de aquella fachada La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 45 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 46 se optó por construir una portada más sencilla formada por un gran vano adintelado con sendas pilastras jónicas que sostenían un trozo de entablamento y un frontón triangular, todo de gusto neoclásico con rejas a los lados y puerta única de madera, que en el siglo XIX fue sustituida por una verja de hierro. Esta portada monumental se demolería en 1974 y se ha reconstruido en 2010 para conmemorar el tercer centenario ferial levantándola en el acceso a los Jardinillos frente a la plaza de toros. Toda la obra quedó concluida en 1785 con las puertas laterales de acceso directo a los círculos. La singularidad del edificio ferial con una gran plaza circular y un anillo circundante, más una calle de acceso, todo ello porticado, podría conectarse con otras construcciones dieciochescas de carácter utilitario e ilustrado, como estudió Bonet Correa y que podríamos relacionar con otras construcciones cercanas en el tiempo, como pueden ser algunas Reales Fábricas, como la de paños de Brihuega e incluso la llamada Plaza Redonda de Valencia, aunque ésta, al parecer es del siglo XIX. Todo ello vinculado al sentido mercantilista de la arquitectura civil del reformismo borbónico dieciochesco. Con el traslado definitivo de la Feria de nuevo a Albacete, el comercio ferial, todavía, si cabe fue más próspero y la afluencia de gentes mayor, al a vez que sin duda se planteaba un nuevo sentido urbanístico de la villa, pues en el grabado de 1784 se diseña el edifico ferial como una notable construcción, en cuya portada convergen tres alamedas arboladas de las cuales tan sólo una llegó a construirse y vendría a ser el actual paseo de la Feria. La actividad económica en estos últimos años del siglo XVIII debió ser realmente importante, como señala Cosme Gómez en donde abundan los vendedores y artesanos relacionados con las artes del metal (herreros, caldereros) y en donde tampoco debieron faltar los cuchille- 46 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 47 ros, si bien su venta y producción quizá estuvo disimulada por las ordenanzas sobre armas blancas; todo ello, naturalmente acompañado con la compraventa de animales y la actividad económica relacionada con la diversión complementaria. Francisco García y Cosme J. Gómez, en su capítulo en el libro “El edificio de la Feria de Albacete. 1710-2010” nos hablan del impulso comercial de la villa desde el restablecimiento de la feria en Albacete, así como del alto porcentaje recaudado por el Plano de la Feria de 1784, presentado a la Concejo entre 1783 a Z Corte. Grabador J. Giraldo (IEA) 1807, así como la relación de puestos sueltos al exterior del ferial en 1802 que iban desde alimentos (garbanzos, carne, confitería, ajos y melones) a zapatos, guitarras, mantas, hierro y tinajas, entre otros Z Reconstrucción hipotética de la portada productos. (nunca realizada) según el plano de 1784 La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 47 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 48 La primera descripción que tenemos de la Feria, ya en Albacete, nos la brinda el geógrafo ilustrado Tomás López, en 1787, que quizá recoge la información del clérigo albacetense, Fernando Pérez Tomás, que textualmente señala: "Tiene Albacete por Real Pribilegio el jueves de cada semana un mercado de todo género libre de pecho, y sobre todo la feria franca de los cuatro días que celebra desde el siete de septiembre a el diez inclusive, y la que por tan numerosa es la mas memorable del Reyno que no tiene comparación. En ella se ben colocadas trescientas y mas tiendas de todo generos de telas, quincallas, platerías; en otros ciento más toda especie de correaje, gergas, jalmerías, confituras, y demás efectos de otra naturaleza, y comestibles y todos bajo de dos círculos, con una hermosa calle para su entrada, todo cubierto, y a la mayor seguridad que forma su fabrica de la mayor hermosura con piezas de adorno donde asiste el Corregidor, ministros de Justicia y tropa, para la quietud y sosiego de numerosos concurso de las muchas gentes que concurren a ella de los Pueblos inmediatos, gozando su situación de la mas espaciosa llanura en el paraje que dicen de Santa Catalina en los extramuros de su Población a la parte de (…) dado de un nuevo Plantio de arboles en forma de calles que manifiesta el mas agradable aspecto, que cada año se verá aumentado, y a sus espaldas se ven colocadas las muchas Piaras de Mulas, Cavallerias sueltas, reses de vacuno, y otras que viajan ata sus ventas, y cambios que todo sirve de confusión de modo que no se ha podido averiguar el quanto asciende estos traspasos, ventas, y compras que de unos a otros se causa anualmente, aunque algunos guardan serlo el de ocho millones en los expresados cuatro días”. Poco después otro ilustrado, José Cornide en sus viajes describe, a su paso por Albacete, en 1797, el edificio de la Feria, tan sólo catorce años después de su construcción y señala textualmente: "Por lo común, los viajeros que pasan por aquí no ven lo mejor que hay en Albacete y es su plaza para celebrar en ella la gran feria 48 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 49 Portada de acceso al círculo de la Feria, 1785. (A.H.P.AB) que empieza en 7 de septiembre y dura cinco días. La plaza está hacia el noroeste, como medio cuarto de legua del centro de la villa y es de figura de una palmatoria; el primer cuerpo es un cuadrilongo, que tiene 28 huecos o divisiones de una galería baja a donde se colocan las tiendas de mercería, confiterías, etc., el 2º cuerpo es circular con dos ordenes de galería concéntricas divididas para paños y otras ropas; entre el 1º y 2º cuerpo hay un edificio en cuarto principal, que sirve para entrar en él la villa cuando quiere asistir a la feria; por la parte La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 49 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 50 exterior hay varios pozos o aljibes cerrados para uso de los concurrentes y desde la puerta principal hasta cerca de la villa, hay un paseo de álamos negros y blancos a donde se colocan tiendecillas de comestibles y otras cosas comunes; la lastima es que el tal paseo no tenga todos los árboles que pudiera tener. Al lado de la Feria tienen los de Albacete su plaza de toros de madera pero cercada de tapia; parece que este año gozarán de esta diversión y que aun esperan hacer alguna corrida de novillos y por eso la conservan”. La construcción del edificio de la Feria, bajo el reinado de Carlos III, es reflejo perfecto de ese mundo ilustrado y reformista que en este momento se intentó, pero que quedaría frustrado por todos los problemas que vinieron después. Lo notable es lo racional de una construcción que nace en el exterior del casco urbano y con una finalidad enteramente economicista que reportaba grandes beneficios "al común" y a todos los vecinos y demás habitantes. Se construyó del modo tradicional y propio de la arquitectura del lugar, el tapial y la madera, reservándose la piedra para partes específicas de la portada de acceso, pilares, pilastras y cornisas. El diseño y proyecto gozaba de todo el funcionalismo racional de esa época ilustrada, donde el comercio prima ante todo. En los alrededores debidamente surtidos de pozos y abrevaderos se situaba la venta de ganado en la cuerda. En el acceso principal, lo festivo se desarrollaría, principalmente, en la zona que lo ha mantenido, el paseo de la Feria y este alcanzaría variados momentos entre gentes que disponen de dinero en el bolsillo. El siglo XIX se inició, en principio, manteniendo todo lo anterior si bien las nuevas epidemias y algunos años de malas cosechas convivirán con los aciagos años de la guerra de la Independencia en que el edificio de la feria fue ocupado por las tropas y los momentos del nacimiento del Liberalismo en España, circunstancias que aquí fueron ajenas a la industrialización que empieza a vivir Europa, pero que en nuestras tierras todavía quedaban lejanos, aunque a finales del primer tercio del siglo XIX parece que hay una clara recuperación como apunta 50 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 51 Gómez Carrasco. No obstante, todo seguía en un sentido fuertemente rural, tradicional y agrícola, las transacciones de cabezas de ganado según apuntó F.Fuster, en 1831, alcanzaban la elevada cifra de 56.744 animales, entre vacas, asnos, caballos y mulas; siendo estos últimos animales los que superaban los 21.000 ejemplares, claro ejemplo de la importancia que tenían para las faenas agrícolas en las tierras manchegas, frente a los bueyes más usados en la mitad Norte peninsular. Estas circunstancias que favorecieron, indudablemente, a la villa y al propio Ayuntamiento, fueron factores favorables para que cuando en 1833 se cree la nueva división administrativa de España, Albacete adquiera la capitalidad de la provincia de su nombre. A lo largo del siglo XIX la feria continuó con algunos sobresaltos que se superaron: así, y durante todo el reinado de Isabel II (1833-1868): las desamortizaciones, la de Madoz que puso en peligro la propiedad municipal del edificio ferial, inmediatamente resuelto a favor del Ayuntamiento y, por otra parte la de Mendizábal, que en 1835 cerró el convento de Los Llanos y todo aquel ámbito histórico se privatizaba a favor del marqués de Salamanca. No obstante, el concejo albacetense reclamó para sí al gobernador civil la imagen de la Virgen de Los Llanos con sus pertenencias que las depositó en la parroquia de San Juan, habilitándose un camarín en el desaparecido retablo mayor, para celebrarse la forma regular la solemne función religiosa el día 8 de septiembre, como era habitual. El progreso de la Feria es constante. Desde 1834 la celebración ferial se amplió en cuatro días más por Real Orden, siempre manteniendo el acusado sentido rural, y a la vez siendo punto de encuentro de comerciantes de todo tipo y no exclusivamente con productos relacionados directa o indirectamente con las faenas agrícolas, sino que ahora la Feria tiene cada vez más el sentido de mercado de otros tiempos con productos necesarios, incluso para el ambiente doméstico burgués, incipiente desde mobiliario o relojería y ópticas hasta abanicos de talleres valencianos y juguetes, todo ello complementado con la tradicional botillería e incluso refrescos conseguidos desde neveros. Estas actividades económicas quedaban complementadas con La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 51 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 52 festejos taurinos en los días 8 al 10 de septiembre en una plaza de toros de madera de la que ya hacía referencia, en 1797, José Cornide y que al parecer estuvo situada a la altura media del Paseo de la Feria en su lado izquierdo y que incluso subsistió hasta finales el siglo XIX, era la llamada "Plaza de Caulín" coexistiendo con la que de manera permanente se construyó en 1829 que aunque con la intención de durar tan sólo cinco años permaneció en uso hasta 1916. Cada vez más la Feria era una magnífica fuente de ingresos a las arcas municipales y desde 1850 que Sabater señala unos ingresos, ya reducidos a pesetas, de 9.856,50 a finales del siglo que superaban las diez o doce mil, es constante el dinero por arrendamiento de puestos en la Feria mediante el sistema de subastas, método de adjudicación que prácticamente siguió, incluso, durante todo el siglo XX. Por otra parte, el edificio ferial a lo largo del siglo XIX, sufrirá algunas mejoras, primero la sustitución de la puerta principal, que era de madera, por unas verjas batientes, son "las puertas de hierro" que permanecen hoy y después la sustitución de los pies derechos de madera del circulo interior, en 1876, por unas columnas de hierro fundido, hoy todavía existentes; la apertura de dos accesos laterales a la portada central en 1889 facilitó, asimismo, la fluidez de la circulación. Por último, en 1892 se construyó el gran arco carpanel que conecta el cuerpo central con los círculos interiores debajo de la casa municipal, hoy capilla de la Virgen, Otras intervenciones afectarán a la plaza y círculo interior; y así, se proyectaron varios pabellones o kioscos para el centro de esa elegante plaza entre 1870 y 1895, hasta que en 1912 se hizo el actualmente existente en plena línea modernista, obra del arquitecto Daniel Rubio. En esencia durante todo el siglo XIX el edificio ferial siguió manteniendo su estructura original con las tiendas y cocinas en su parte trasera; un conjunto arquitectónico vivo que celebró con toda solemnidad su primer centenario en 1883, para lo cual se construyeron desde arquitecturas efímeras, como unos grandes arcos de triunfo en el acce- 52 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 53 Z Arco de triunfo levantado en 1883 para conmemorar el primer centenario de la construcción de la Feria (A.H.P.AB.) so al paseo de la Feria, un gran pedestal o mástil para bandera a unos juegos florales celebrados en el Ateneo Albacetense con un premio, consistente en una rosa de oro, patrocinado por el Ayuntamiento de la ciudad, premio que recayó en don José Sabater y Pujals con un trabajo denominado "Memoria de la Feria de Albacete”, inmediatamente publicado en la imprenta Ruiz y que aporta excelentes datos después utilizados por otros muchos autores y a la que ya nos hemos referido. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 53 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 54 En esta Memoria, precisamente, se hace una detallada descripción de la Feria, que consideramos conveniente reproducir, ya que nos brinda datos del momento, así como la descripción de los establecimientos y sus mercaderías, de este modo señala en el característico lenguaje decimonónico: "En los primeros días de septiembre, el mes de las consoladoras brisas, en estos días de descanso entre la recolección y la simienza, cuando el labrador ha entrojado sus granos y se prepara a envolver las nuevas semillas, coincidiendo en un punto las alegrías del presente con la esperanzas del porvenir, siéntense en esta Ciudad, como si fueran las primeras palpitaciones del aumento de la vida, los rumores y los ruidos que preceden á la deseada feria. Todo indica que se aproxima el grande acontecimiento; desde el blanqueo y la limpieza de ciertas casas de la Ciudad y el ir y venir de los carros de transporte, hasta la construcción al derredor del ferial de la barriada de casetas y garitas en que los pobres de Albacete, convertidos en fondistas, dán de comer al estilo del país. Unos días después, la decoración cambia súbitamente: el elegante y silencioso edificio, que yace como un cadáver en la desierta llanura, se anima y ostenta en su seno los mas variados y seductores atractivos de la vida, rodeado por los miles de carruajes del campamento, cuyo original y extenso panorama, semejante á la impedimenta de los grandes ejércitos. La población se ha triplicado: oleadas de gentes se derraman por todas partes, invadiendo fondas y casinos, posadas y casas de huéspedes, siendo raro que no los tengan casi todos los vecinos de la Ciudad. Verificada la solemne apertura de la feria, á que concurren las Autoridades y todas las fuerzas militares de la guarnición precedidas de las bandas de música y extraordinario número de personas que gustan presenciar la alegre ceremonia, despléganse en el círculo interior, la mayor parte de los artículos de lujo, en vistosas tiendas de platería, bisutería, abanicos, óptica, sedería y relojería; cuya ámplia circunferencia, contemplada desde el centro con la luz artificial, al través de 54 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 55 las caladas y caprichosas celosías es de un efecto sorprendente. El círculo exterior presenta los objetos de más general consumo: pañerías, mantas, géneros de algodón, hojalaterías, estamperías, espejos, cerámica, siendo notable su variedad y número, y prodigioso el de los objetos de labranza, en madera, cáñamo y cueros. Donde se cuentan treinta ó más tiendas de arréos de lujo con hebillaje fino y quitapones de seda, y ciento once puestos de palas, horcas, artesas y garrotes, es sólo donde puede concebirse el inmenso surtido de los artí- Z Vista general de la Feria, grabado xilográfico, 1866 La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 55 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 56 culos intermedios con destino á las necesidades de la labranza, que sería prolijo detallar en esta ojeada. Esto en cuanto á los círculos: que en la alameda y en la calle de entrada, vénse además los pabellones de mueblaje y camas de hierro, confitería, cestos, tiendas de quincalla ordinaria, encajes, guitarrerías, objetos metalúrgicos y otros varios. Y no faltan en los costados del soberbio edifico, entre el gran número de figones y de artículos comestibles, las garbanceras de Hellín, con sus trenzados moños, más anchos, de más ramales y más vistosos que los celebrados de las manchegas del campo de San Juan. Y es de ver también la cuerda, con su grande exhibición de toda clase de caballerías, de ramal, de silla, de tiro y de labor, en que se destacan, por su brío y hermosura, las célebres muletas de Infantes y de otros puntos de la Mancha, con las de los piariegos de nuestra provincia, no ménos finas ni ménos estimadas. Y después de la cuerda el campamento, allí vecino: vasta agrupación de ricos labradores, que tienen por vivienda sus carruajes, donde al romper el alba hacen su toilette nuestras jóvenes y encantadoras paisanas, recostadas sobre preciosos álabes y almohadones de estambre casero, para ocuparse después en las faenas de la cocina al aire libre. Y los lujosísimos paseos de las veladas, animados por los acordes de las bandas de música, donde compiten nuestras bellas mujeres de la Capital y la Provincia, luciendo sus vaporosos y elegantes trajes con la característica mantilla blanca española. Y el obligado cortejo de todas las buenas ferias, de figuras de cera, neoramas, enanos y gigantes, gordos y flacos, fieras y ratas sabias, charlatanes con falsos específicos, dentistas, tahúres y polichinelas, variadísima mezcla de originales tipos, con un ruido infernal de bombos, platillos y murgas de rabiosos cornetines, que más parecen los efectos del vértigo y la locura, que las excitaciones del interés y la codicia”. 56 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 57 Portada de la Feria del siglo XVIII. Foto hacia 1900. Con los mismos caracteres expuestos concluiría el siglo XIX, si bien podríamos añadir un dato: en los últimos años de aquella centuria comenzará a vislumbrarse algo que terminará por imponerse en el siglo XX y es la circunstancia de que Albacete en esos años vió aparecer un comercio más estable en la ciudad, que ya existía en el siglo XVIII, con tiendas de carácter permanente dedicadas a los más variados productos que cubrían las necesidades de la población y de toda la provincia y comarca, tiendas dedicadas a tejidos, zapaterías, sombrererías, de muebles, jugueterías, platerías, relojerías imprentas y otras muchas, enclavadas en la calle Mayor y Zapateros e incluso en la Plaza Mayor, es decir en los mismos lugares en los que estuvo la propia Feria en el pasado. Muchas de ellas serán establecimientos de antiguos feriantes que decidieron dejar "el nomadismo" y tomar un carácter más "sedentario" en sus negocios. Sabemos, y fue frecuente, que muchas de estas tiendas estaban fundadas por gentes de origen levantino o catalán que se asentaron en un Albacete que abría sus puertas al progreso iniLa Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 57 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 58 ciado en el siglo XIX con la llegada del ferrocarril y el sector servicios surgido desde la Administración, con una incipiente burguesía urbana que tenía una serie de necesidades que podía cubrirlas durante todo el año. Muchos de aquellos emprendedores terminarían también emparentando vía conyugal con mujeres de familias más o menos acomodadas, herederas o propietarias de medianas fincas, de este modo nace una pequeña burguesía provinciana, cuyos descendientes se han prolongado en el tiempo. Estos datos son constatables, incluso hasta los años 20 del siglo XX. Quizá la Feria, en el sentido tradicional del comercio, en el que había vivido durante tantos años comenzaba a diluirse lentamente, aunque ahora y dada la nula mecanización de nuestra agricultura, el comercio relacionado con las caballerías y con todo lo rural seguía manteniendo vivo el espíritu de tratantes, muleteros, aperadores, talabarteros, etc., mientras que lo puramente festivo y lúdico adquiría cada vez más fuerza, sea en los espectáculos taurinos y teatrales, donde las señoritas y caballeros de la "buena sociedad" local podían también exhibirse, sin olvidar la importancia de los Juegos Florales, con certámenes líricoliterarios que se prolongarán hasta los años 30 del siglo XX e incluso renaciendo en los tiempos de la postguerra. Es un hecho evidente que hasta el estallido de la desgraciada guerra civil en 1936, la Feria de Albacete fue incorporando las novedades de una nueva época, todo como auténtico y nuevo espectáculo de este nuevo siglo, desde las primeras proyecciones cinematográficas, instaladas en el Paseo de la Feria, y así nos lo señala el recordado José Antonio Tendero, cuando dice que "como espectáculo de barraca de feria, debió llegar el cine a nuestra ciudad y en nuestro certamen septembrino recibe un merecido culatazo, si paramos mientes en que bajo la carpa de un barracón ferial reside la mayoría de las veces, lo fantástico, lo mágico, lo maravilloso, que a la vez es divertido, por lo que ningún otro lugar más idóneo para este arte del siglo XX”, a los primeros vuelos del aviador Leonicio Garnier que hizo sus exhibiciones en la 58 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 59 Z Proyecto del templete de la Feria de Daniel Rubio, 1912 La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 59 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 60 Feria de 1912. Por otra parte, reflejo de esa prosperidad y modernidad imperativa será también la construcción de la plaza de toros que quedó inaugurada en la Feria de 1917, así como la riqueza que se comienza a ver en los magníficos carteles anunciadores de la Feria, las más de las veces producto de las empresas tipográficas valencianas, en donde, se aprecian las formas que van del Modernismo al cubismo racionalista de los carteles e la época republicana. Sin duda, la Feria seguía con su tradicional efervescencia social, espectáculos de todo tipo, teatrales y circenses, pero el sentido comercial estricto seguirá languideciendo, pues los tiempos ya eran otros. Está claro que la Feria de Albacete desde finales del siglo XIX y hasta el año 1936, en que comenzó la desgraciada guerra civil iba transformándose lentamente dando un mayor protagonismo a lo festivo que a lo estrictamente comercial. Se incorporaban cada vez más nuevos espectáculos, las corridas de toros, siempre tradicionales, adquirieron una enorme importancia, sobre todo desde 1917, en que un nuevo coso taurino sustituía al viejo y los primeros espadas de la época eran habituales en la cita ferial (Joselito, Belmonte,…). La feria seguía mostrando sus tenderetes al visitante; juguetes con los que "feriar" a los más pequeños, a la vez que la venta de aperos de labranza, horcas y garrotes seguían recordando al visitante el origen, en buena parte agrícola del acontecimiento. Paralelamente, en los alrededores del edificio ferial, en la "Cuerda" la venta de caballerías, principalmente mulas, ofrecía el campamento casi improvisado y efímero de un mundo de tratantes que seguía acudiendo al acontecimiento. Es aquí donde verdaderamente la feria seguía manteniéndose dada la nula mecanización de nuestra agricultura, y de este modo continuó durante muchos años, como veremos. Por otra parte, desde que en el siglo XIX la imagen de la Virgen de los Llanos quedó en la parroquia de San Juan, aquí se celebraban sus tradicionales novenas en mayo y septiembre y el día de su festividad, el 60 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 61 Z Cartel de Feria de 1922. Rigoberto Soler. Litografía Ortega La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 61 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 62 Z Cartel de la Feria de 1936. Anónimo. No llegó a editarse. Archivo Ayuntamiento de Albacete 62 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 63 8 de septiembre se decía una solemne misa que se acompañaban de coros y orquesta. En estas funciones religiosas solían incluirse elocuentes predicadores para la festividad. Sin embargo, la presencia de la imagen de la patrona de la ciudad en la feria quedaba totalmente aparte. Puntualmente durante la época de la dictadura de Primo de Rivera, la imagen se llevó en procesión al ferial en alguna ocasión y, al parecer, en estos años quedó colocada una reproducción de la misma en una hornacina al exterior de la casa municipal de la feria, donde estaba permanentemente. Durante los años de la II República, en 1933, la feria de Albacete sería declarada de Utilidad Comercial Nacional, según Orden Ministerial, lo que quizá indicaba un intento de revitalización en una época en que la Feria daba signos de decadencia, entendida ésta en el ámbito estrictamente como espacio de comercio, ya que es evidente que el comercio estable en las calles de la capital permitía el acceso a los habitantes de la ciudad y de la provincia, el poder adquirir cualquier producto en cualquier época del año. Tan sólo el comercio de las caballerías tenía una razón de ser, ante la nula mecanización del campo, y este es el panorama que podría verse en las ferias de los años 30 del siglo XX, hasta el estallido de la guerra civil de 1936. En estos momentos de la II República, debemos hacer referencia a dos planos fechados en noviembre de 1932 que firma el arquitecto Agustín Morcillo y que Arnau Amo y María Elia Gutiérrez publican en su reciente artículo (La Feria de Albacete. Año 2010) en el libro "El edificio de la Feria de Albacete 1710-2010”. ¿Estos planos son anteproyectos de reforma del recinto ferial? En el texto hay una confusa referencia a ellos, o por el contrario ¿son unos planos levantados por el mencionado Agustín Morcillo que desde el año anterior -1931- era el arquitecto municipal, sobre los que después, en 1944, se planteó la reforma?. Nos extraña que en aquellos momentos se pensara en una posible reforma del edificio ferial. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 63 libro popular def.qxd Z M. Ortiz 04/04/2011 22:09 PÆgina 64 Anteproyecto de reforma del edificio ferial. Año 1944. Julio Carrilero y libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 65 La Feria: Cuarenta años (1936-1975) El año 1936 es un momento trágico para la Historia de España. En julio de aquel año había estallado la guerra civil y Albacete, después de una semana en manos de los sublevados fue recuperada para la República. En el mes de septiembre la apertura de la Feria parece que la realizó, según M. Lucas y M. Luna, un soldado, un miliciano, suplantando en ese acto al tradicional poder municipal. Es curioso que para este año 1936 se hizo un bello cartel anunciador de la feria que no llegó a editarse, pero que se conserva en original (Archivo Municipal) y sin duda constituye uno de los hermosos de todo el cartelismo ferial del siglo XX. Los días de feria de aquel año estarían salpicados de las tragedias que se extendían por toda España. En noviembre de aquel desgraciado año, la imagen de la Virgen de los Llanos fue parcialmente destruída en la parroquia de la Purísima, donde también pareció el retablo barroco que en el siglo XIX se había traído de la antigua iglesia conventual de los Llanos, tras la Desamortización. Es una lamentable coincidencia que cien años después de su separación, el retablo y parte de la imagen desaparecieran a la vez. Durante los años 1937 y 1938 la guerra civil impidió que la Feria de Albacete se pudiera celebrar. Parece que durante algún tiempo el recinto ferial sirvió de acuartelamiento a las Brigadas Internacionales, con lo que el edificio sufrió algunas transformaciones y deterioros. En 1939 la guerra había finalizado y la cercana plaza de toros sirvió, provisionalmente, de prisión para cientos de personas que se habían mantenido fieles a la República o se sospechaba de ello. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 65 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 66 Un nuevo periodo se iniciaba en España con el triunfo del franquismo. Así, con fecha de 11 de abril se constituyó una Comisión Gestora Municipal, designada por el gobernador civil, en la que se nombraba alcalde y concejales a una serie de personas totalmente adictas al nuevo régimen vencedor de la guerra. Ya en ese año se planteó recuperar la Feria de septiembre y así, en las actas municipales aparecen solicitudes de colocación de ciertas atracciones en el Paseo de la Feria, desde la instalación de un circo, un salón de tiro o un aparato de columpios, todas ellas salpicadas con expedientes de depuración de empleados municipales y lo que será más curioso, un pleno extraordinario, el 18 de agosto, de homenaje a la Virgen de los Llanos en el que se narra la feliz recuperación de la imagen primitiva y el acuerdo de que "se celebre ante el edificio de la Feria una solemne misa de campaña en señal de desagravio que será patrocinada con el mayor entusiasmo por Falange Española Tradicionalista y de la Jons de toda la provincia, según manifestación espontánea de su jefe y que el día 9 del citado mes en el templo de San Juan Bautista se celebre igualmente una función religiosa en acción de gracias, con orador sagrado, invitándose al Ilustrísimo Señor Obispo de la Diócesis, para que la misa de ese día sea Pontifical…”. Sin duda la Feria del año 1939 reflejaba el ambiente triste y desgarrado de una época verdaderamente difícil; parece que hubo un programa oficial de festejos, pero no hubo cartel anunciador y los actos debieron ser muy limitados; siempre salpicados por el protagonismo que se le quiso dar al ejército, a la Falange y a la Patrona, acordándose, asimismo, "que como plegaria de amparo y protección para nuestro pueblo y de renovación de fe por parte de la corporación, Z Imagen Municipal de la Virgen de los Llanos. Yeso policromado. Ayuntamiento de Albacete 66 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 67 sea entronizada la imagen de nuestra patrona en el salón de actos”. Este acuerdo, por tanto, será el que lleve al Ayuntamiento a construir una imagen de la Virgen de los Llanos en el taller de Ramiro Undareytia -la actualmente existente- que después se incorporaría a la cabalgata de apertura de la Feria todos los años. La Feria de 1939 se llevó efecto por una orden ministerial, "autorizando la celebración de la Feria Regional de Muestras”, coincidiendo con los habituales diez días del mes de septiembre. En este año quedaban sentados dos aspectos que definirán el acontecer ferial de Albacete: De una parte, la importancia dada a la patrona de Albacete en la propia feria. De otra, el sentido de "Feria de Muestras” que llevará a que en 1944 se convocara un concurso, entre los arquitectos de la ciudad para la reforma del edificio de la feria del que resultó ganador el proyecto presentado conjuntamente por Julio Carrilero y Miguel Ortiz. Ambos puntos estaban perfectamente en la línea de la política del nuevo régimen de exaltación de los valores populares y folkloristas de la tierra y el protagonismo de lo religioso a través de la presencia física de la imagen de la Virgen de Los Llanos. En la década de los años cuarenta, e incluso de buena parte de los cincuenta la feria pudo ser algo vivo y recuperado del pasado para suplir las carencias del momento. En los programas feriales, naturalmente continua anunciándose: "Gran Feria de Ganados, en los ejidos de la feria y eras de Santa Catalina, se instalará, como de costumbre, la típica cuerda, donde se celebra el importante MERCADO DE GANADOS, caballar, asnal, mular, vacuno, lanar, cabrio y de cerda quedando absolutamente prohibido cualquier transacción de esta clase de ganado, durante los días de feria en sitios públicos de la población que no hayan obtenido autorización previa de este Ayuntamiento”. No obstante, conforme avanzaron los años y especialmente a finales de los cincuenta, el comercio ferial era estrictamente agrícola La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 67 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 68 pues el de ofrecer mercancías de otro tipo carecía de sentido al existir un comercio estable en la ciudad. De este modo la feria-mercado como ya se anunció desde 1939 quiso abrir camino a un nuevo concepto de feria de muestras y exhibición de los productos típicos de cada comarca de la provincia, sin más sentido económico que el puro y malentendido folklorismo en la línea marcada por un costumbrismo a veces protagonizado por la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Este sentido de feria de muestras se plasmará en 1944 con la "Reforma y Ampliación del edificio de la Feria de Albacete” que se realizará según proyecto de los arquitectos Julio Carrilero y Miguel Ortiz. Con esta obra, de un altísimo coste en tiempos verdaderamente difíciles se produjo una auténtica destrucción del edificio original del siglo XVIII. Así, toda la calle principal de acceso ("el rabo de la sartén") quedó demolido, aunque en principio se mantuvo la portada original neoclásica con frontón triangular y sendas pilastras, así como los accesos laterales y verjas. En el lugar de ese "rabo de sartén" se construyeron sendos pabellones que después fueron destinados al Casino Primitivo, Club de Aviación y Club Taurino, con acceso totalmente restringido y por tanto, ajeno al proyecto comercial. Así mismo, se añadió un tercer circulo envolvente de todo el conjunto con lo que la obra original quedaba enmascarada, y se construyó en el lado opuesto de la portada un pabellón de exposiciones, del mismo modo que la casa municipal se remonumentalizó con sendos arcos laterales y otros elementos ornamentales. El proyecto de reforma del ferial incluía una serie de obras que afortunadamente no se llevaron a efecto, como la construcción de una serie de edificios y edículos para la exposición de ganados y otras dependencias. El conjunto de planos (Ayto. Albacete) parte del "estado original antes de la reforma", la planta de todo el reformado, así como una serie de detalles para la "feria de muestras y servicios", la plaza de talabarteros, exposición de ganado y detalles de carpintería. 68 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 69 Es posible que el anteproyecto de Carrilero y Ortiz usara de los planos que, en 1932, había hecho el arquitecto municipal Agustín Morcillo, eliminando y añadiendo las nuevas ideas que se planteaban. En aquel proyecto presentado en 1944, se incluyó como complemento un croquis de portada monumental enteramente clasicista, en donde se aprecia el buen sentido del dibujo que en este caso planteó Carrilero, pero que era desproporcionado e inoportuno para la tradición de un edificio como la feria de Albacete y que publican Arnau y Elia Gutiérrez ("El edificio…” pág. 144) La reforma del edificio de la Feria de 1944 no consiguió el objetivo que pretendía, la de convertir la Feria de Albacete en un centro de feria de muestras, tanto de lo agrícola como de lo ganadero y el resultado no pudo ser más lamentable: la mixtificación de un edificio original y único del siglo XVIII y la conversión del mismo en una vasta y compleja construcción que aunque con un crecimiento más o menos racional, sirvió únicamente para albergar más restaurantes, bares y sedes de asociaciones que es lo que ha llegado a la actualidad; no obstante, todavía los círculos interiores siguieron durante algún tiempo albergando tiendas de aperos de labranza, jugueterías y quincallería. Después y ya en los años sesenta el círculo interior, con su plaza circular protagonizada, desde 1912 por el magnífico templete modernista, empezó a dar paso a la representación de las comarcas provinciales, con un carácter exclusivamente de muestrario turístico de las diversas zonas geográficas. El pabellón municipal quedó convertido, desde 1952, en capilla permanente en los días de Feria de la imagen municipal de la Virgen de los Llanos. El llamado pabellón de subastas, en el lado contrario del círculo fue sede de exposiciones artísticas y hoy lo es de los concursos cuchilleros y por lo demás, las tiendas tradicionales fueron dando paso a distintos refrescantes sin más trascendencia. Mientras, al exterior siguió la tradicional cuerda como mercado de caballerías que terminaría por extinguirse a principios de los años sesenta, con la progresiva mecanización del campo y aunque en un principio se pensó que La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 69 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 70 podría sustituirse el mercado de mulas y caballos por el de cosechadoras y tractores, esta circunstancia ya no era posible. Por otra parte, en la programación de feria de estos años se aprecia un evidente distanciamiento entre lo puramente tradicional, en donde nunca faltaron las corridas de toros, con los más importantes diestros del momento, a otros actos más privativos todavía, con Juegos Florales (en 1949 fue mantenedor José María Pemán) en el Teatro Circo, algún concierto y certámenes de pintura, premiados con espigas (oro, plata y bronce). Es significativo el hecho, siempre programado para el día 8, de que "el Excelentísimo Ayuntamiento obsequiara con una comida extraordinaria, servida por las Damas de la Caridad a los pobres acogidos en el Asilo de Ancianos Desamparados de esta capital, la cual será amenizada por la Banda Municipal”. Paralelamente vemos la programación, también, de tiradas de pichón con premios de 30.000 y 45.000 pesetas (1952), otorgados por la Diputación y el Ayuntamiento, unas elevadas sumas para tiempos todavía difíciles. Dado el moderado desarrollismo iniciado en la década de los sesenta, se terminó por borrar definitivamente lo que todavía podía quedar de feria-mercado tradicional. La Feria como tal dejaba de tener sentido. Por el contrario, las actividades lúdicas y las atracciones feriales, adquirían cada vez mayor notoriedad, desde los Festivales de España, iniciados en 1955, que eran de ámbito nacional, y se programaban en principio, en los propios días de feria para trasladarse después a los últimos días de agosto, en donde nunca faltaba la zarzuela, el teatro clásico español, el ballet, con Mariemma o Antonio. Actividades siempre más elitistas, con actuaciones en el Parque, entonces de los Mártires (hoy de Abelardo Sánchez) que venían dirigidos directamente desde el Ministerio de Información y Turismo. Por otra parte, en el Paseo de la Feria nunca faltaron las variedades (Teatro Argentino y después el Chino), más las compañías de 70 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 71 revista, en el Teatro Circo; los circos y toda clase de atracciones mecánicas, así como otros divertimentos al margen de lo oficial, en otros puntos de la población que se mantenían, pese a la estricta y aparente moralidad y buenas costumbres. En el año 1970 y en la feria de septiembre, se presentó una idea de "Proyecto de Parque para Feria y Exposiciones”, firmado por Manuel Carrilero de la Torre, hijo de Julio, en el que se retomaba el proyecto de 1944, en cuanto al edificio y se complementaba al exterior, en los ejidos, con un teatro a la griega, otras indefinidas construcciones y hasta un aparente molino de viento manchego. Un proyecto que afortunadamente solo quedaba sobre el papel. Todavía en 1972 y 1973, de nuevo el mencionado arquitecto Manuel Carrilero, con otros profesionales de la ciudad plantearán el anterior proyecto, muy elaborado, de "Nuevas Instalaciones, parque, urbanización, restauración y ampliación del conjunto ferial de Albacete”, en el que entre otras cosas planteaban un anillo envolvente porticado exterior y lo que fue más lamentable la sustitución de la antigua portada del siglo XVIII, que la reforma de 1944 había dejado en pie ,por una desafortunada obra, unos descomunales propileos que nada tienen que ver con aquella vieja construcción albaceteña. Aquella portada se inauguró en septiembre de 1974. A nuestro entender, a veces, es mejor ver los proyectos sobre el papel que ejecutarlos, ya que la portada del viejo edificio ferial nunca debió ser sustituida por esta desmesurada e inapropiada construcción. Alguien en aquel momento la calificó "de una gran obra de estilo mudéjar manchego". En aquel año se rehicieron los dos pabellones del antiguo rabo de la sartén que en 1944 se habían levantado en tapial y ahora se reconstruyeron en hormigón. De este modo transcurrió el devenir de la Feria de Albacete a lo largo de aquellos años de franquismo, todavía no muy lejanos en el tiempo. La cabalgata de apertura el día 7 de septiembre, se iniciaba con una salve a la Virgen de los Llanos en la Catedral (como tal, desde La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 71 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 72 1950), después el cortejo con sus carrozas, primero tiradas por mulas después por tractores, arrancaba del Ayuntamiento en la Plaza de Caudillo (Altozano), para continuar por la calle de Marqués de Molíns, Mayor, Saturnino López (Zapateros) a la de la Feria. Una artística carroza trasportaba la imagen municipal de la Virgen de los Llanos. El alcalde al llegar al ferial abría la puerta de hierros y una vez dentro, la imagen de la patrona era transportada por el primer edil al balcón principal del edifico municipal del ferial y de ahí, hasta 1951, a la hornacina que había en la fachada. Después el pabellón municipal quedó convertido en capilla durante los días de feria. Desde 1966 se incorporará la costumbre de traer procesionalmente la imagen de la Virgen de los Llanos de vuelta al Ayuntamiento, el último día de feria o el siguiente, siempre después de una misa en el propio ferial. Un ritual que se mantiene. Otro detalle a tener en cuenta con respecto al cambio que sufre la feria septembrina es que en los programas oficiales hasta el año 1973 se habla "de feria de ganados en la típica cuerda", si bien este anuncio, desde 1962 había añadido en mayúsculas: "Gran Exposición de maquinaria agrícola”. Esta última expresión quedará solo en la feria de 1974, para desaparecer en 1980, pues ya hacía tiempo que también carecía de sentido tal exposición. Los años del franquismo terminaron con la muerte del dictador en noviembre de 1975. La estructura administrativa y política del Estado, en teoría, seguían igual pero la llegada de la Monarquía y toda una serie de circunstancias abrían una puerta a la esperanza democrática en España. Casi como una premonición del momento, el cartel de Feria de 1975 ofrecía a unos manchegos de espaldas, marchándose, y en las alforjas, un muñeco, un payaso que sonríe, mirando al espectador con unos platillos en sus manos. Era una época que se iba y una esperanza de futuro. El cartel está firmado por Godofredo Giménez. 72 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 73 Cartel de Feria de 1975. Godofredo Giménez. Archivo Municipal La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 73 libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 74 Portada actual del edificio ferial. Manuel Carrilero. 1974 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 75 La Feria de nuestros tiempos: 1976 - 2010 La Feria que se abría en 1976 se iniciaba con ciertas esperanzas de futuro. Evidentemente a lo largo de cuarenta años la feria de Albacete había cambiado sensiblemente, ya no era la de la escasa subsistencia de la postguerra; la ganadería mular de la cuerda realmente hacia tiempo que había desaparecido y tampoco la exhibición de maquinaría agrícola tenía demasiado sentido, cuando ésta se podía adquirir en los concesionarios. Cada vez más la feria era ya exclusivamente diversión, entretenimiento, fiesta que en poco se podía diferenciar de otras fiestas de cualquier punto de España. Ciertamente la feria como tal hacía años que había muerto; no obstante, pese a la declaración oficial de Interés Turístico a finales de los años sesenta, el acontecimiento septembrino albaceteño seguía en su inercia con un paseo de la Feria lleno de tómbolas, atracciones, tiovivos, el Teatro Chino, los toros y un habitual etcétera. Sin embargo, ya la Feria de 1979 tuvo unas importantes novedades. El Ayuntamiento estaba formado, después de un largísimo paréntesis de muchos años, por una Corporación Municipal plenamente democrática, con tres partido políticos (P.S.O.E., U.C.D. y P.C.E.) que actuaron conjuntamente para hacer con escasos recursos, "una ciudad de todos, una Feria para todos”, en palabras del Alcalde, el entusiasmo por el nuevo periodo que se iniciaba se contagió sin problemas, a toda la población. Aquel año, en el propio recinto ferial, se hizo una exposición sobre la historia de la Feria, a base de carteles y documentos, que diseñó F. Fuster. Era la primera vez que se abordaban de una manera racional los valores históricos de nuestra Feria y se presentaban los carteles del pasado, hasta 1936 como objetos artísticos. En años siguientes hubo otras muestras al respecto. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 75 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:09 PÆgina 76 A partir de estos primeros años de la democracia recuperada, se inició una participación cada vez mayor de la ciudadanía en el acontecimiento ferial. Los carteles feriales ya eran escogidos tras un seleccionado concurso, incluso con nuevas técnicas, algunos años fueron más acertados, otros quizá más discutibles. La cabalgata de apertura, en la tarde del día 7 de septiembre, que desde 1972 había cambiado su itinerario, ya que a partir de aquel año se iniciaba en la Plaza de Gabriel Lodares, fue cada vez más numerosa con participación de numerosas asociaciones de todo tipo; comenzó lo que se denominaría la "Feria de la Participación". En 1983 se conmemoró tímidamente el segundo centenario del recinto ferial que cien años antes había dado mucho juego, pero ahora las arcas municipales -como siempre- no estaban para dispendios. La Feria en estos años primeros de la democracia recuperada iniciaría los concursos nacionales de cuchillería, una seña de identidad de nuestra ciudad a lo largo del tiempo. Las diversas Corporaciones que han ido sucediéndose en el tiempo desde 1979, con diversos equipos de gobierno de distinto signo político (P.S.O.E. y P.P.) siempre han hecho de la Feria un objetivo más de su quehacer público. La participación ciudadana en los actos festivos de la feria cada vez es mayor. La Cuerda hacía años que desapareció y en los antiguos ejidos, las eras de Santa Catalina, empezaron a proliferar casetas de asociaciones más o menos privadas, al modo de la feria de Sevilla. La fiesta un tanto extensa, el exceso de ruido y quizá de bebida, sin duda, lógicamente han estereotipado la Feria. No obstante, y en los últimos años se han instalado ordenadas casetas de artesanía que han devuelto a la feria puestos de cerámica, de abaniqueros valencianos, de bordados de Lagartera, de plateros y de otros bienes hoy valorados desde otro punto de vista. libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:09 PÆgina 77 Conjunto del edificio ferial tras las reformas de 1944 y 1974 Por otra parte, en los años ochenta se llevaron a cabo importantes obras de restauración en el recinto ferial, a veces sustituyendo el tradicional y viejo tapial por el hormigón. Una perversa agresión también ha sufrido nuestro singular edifico, ya que el círculo interior, una plaza porticada del siglo XVIII en origen, que tuvo pies derechos de madera y en 1876, como dijimos, fueron sustituidos por columnas de hierro fundido, ha perdido los soportales para dárselos a los numerosos bares que ocuparon las antiguas tiendas; de este modo ese espacio público del soportal ha sido aparentemente privatizado, cerrándose con persianas metálicas que desfiguran esta hermosa plaza circular. No obstante confiamos que alguna vez se remedie esta agresión arquitectónica en el edificio que todos los albacetenses consideramos más entrañable de la ciudad y las autoridades municipales sean verdaderamente conscientes de su interés histórico y artístico. Hoy la Feria, lógicamente, ya no es lo que era, pues las circunstancias que la hicieron nacer, crecer y desarrollarse son otras bien distintas,del mismo modo que nuestra sociedad y nuestras ciudades poco tienen que ver con la de otras épocas. Afortunadamente el segundo anillo sigue ofreciendo a los visitantes, juguetes, horcas, sartenes, cerámica y el recuerdo de un ayer perdido; del mismo modo que todavía queda un reducto de los llamados talabarteros, que deben seguir manteniéndose. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 77 libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:10 PÆgina 78 Círculo interior de la feria con los soportales abiertos (1976) La Feria de Albacete, con fecha 1 de septiembre de 2008 fue declarada oficialmente de "Interés Turístico Internacional", por la Secretaría de Estado de Turismo. En el año 2010 se inició la conmemoración de aquel privilegio de confirmación dado a la antigua villa de Albacete por Felipe V, y sin duda nos ha servido para recordar un poco lo que fuimos y también lo que somos ya en esta segunda década del siglo XXI. Con motivo de esta conmemoración tricentenaria se han acometido reformas en el Paseo de la Feria con una total pavimentación; La Diputación Provincial, a instancias del Instituto de Estudios Albacetenses ha reconstruído la antigua portada neoclásica del recinto ferial, demolida en 1974, colocándola como acceso a los Jardinillos en un nexo de unión entre la feria y la plaza de toros; se han realizado exposiciones y la ciudad se ha querido mejorar con algunas obras permanentes que rememoran nuestro pasado, del mismo modo nuevas publicaciones han visto la luz (La feria de Albacete siete siglos de historia, Gente de Feria, La 78 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd Z 04/04/2011 22:10 PÆgina 79 Círculo interior de la feria con los soportales cegados (2010) Feria de Albacete en el tiempo, El edificio de la Feria de Albacete; 1710-2010 y otras.). No obstante, la gran asignatura pendiente sería la restauración integral y racional de todo el recinto ferial, el más exquisito ejemplo de una arquitectura, lógica, utilitaria, e ilustrada del siglo XVIII que debería mimarse al máximo, preservándola y dándole, quizá, una utilidad permanente para todo el año. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 79 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 80 Z Reconstrucción de la portada original de la Feria del siglo XVIII levantada por la Diputación Provincial para conmemorar el III Centenario de la Confirmación libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 81 Consideraciones finales a modo de conclusión Cuando han concluido las conmemoraciones que han cerrado el III Centenario de la Confirmación de la Feria de Albacete, consideramos necesario hacer algunas consideraciones que conviene destacar: La Feria de Albacete, como ya se señaló puntualmente por algunos autores no empezó en Los Llanos, sino que tiene una venerable antigüedad fijable en los primeros años del siglo XIV, antes incluso del año 1375 en que Albacete obtuvo el título de villa. A finales del siglo XVI, en época de Felipe II y hasta mediados de la centuria siguiente, en torno a 1640, la feria languideció hasta casi desaparecer en el casco urbano albacetense. Paralelamente a lo anterior y principalmente en el siglo XVII, en el paraje de Los Llanos, a la sombra de la ermita de la Virgen, ya patrona de la villa, las romerías y las devociones, fomentadas por el concejo albacetense hacen revivir el comercio, tanto ganadero como de otros bastimentos necesarios, lo que supuso el establecimiento en 1672 de la orden franciscana y la fundación de un convento que, inmediatamente, solicitó de la Corona los beneficios propios de Feria franca. Petición que fue denegada por el Rey. Por otra parte, en la ermita contigua de San Pedro de Matilla, de patronazgo de Chinchilla, se fomentaban otras devociones que ocultaban intereses económicos que beneficiaban también el comercio de aquella ciudad. La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 81 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 82 Llegado el siglo XVIII, Albacete que apoyó a Felipe V en la Guerra de Sucesión, obtendrá del monarca el Privilegio de Confirmación de Feria en 1710,lo que supuso enfrentamientos con la comunidad religiosa e incluso con Chinchilla que veían la posibilidad de perder ingresos. En 1783 el Ayuntamiento de Albacete construye un singular edificio ferial con todas las comodidades propias del comercio en un claro reflejo de la política ilustrada y fisiocrática de la época de Carlos III, con lo que el acontecimiento ferial vuelve a Albacete, a un lugar más cercano y accesible para todos los feriantes. En los inicios del siglo XIX el comercio ganadero y agrícola de la feria adquiere altas cotas en dinero y, fundamentalmente, en el número de caballerías que se compran y venden. Albacete en 1833 se convierte en la capital de la nueva provincia de su nombre y aunque en la Europa Occidental podemos hablar de una Revolución Industrial, el comercio y la industria tradicional se mantienen en esta España del interior y la feria sigue siendo, por algún tiempo, el espacio habitual para las transacciones tradicionales. Tras la Desamortización, la Virgen de Los Llanos se depositó en la parroquia de San Juan, donde hoy se sigue venerando. Desde finales del siglo XIX el comercio cada vez es más estable en la, desde 1862, ciudad de Albacete, conviviendo con el estacional de Feria. Paralelamente al acontecimiento ferial de septiembre, los espectáculos de ocio, la diversión y lo inusual del teatro, el circo o los toros, (siempre tradicionales) conviven primero y después alcanzan mayor protagonismo en los momentos de la feria. 82 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 83 El siglo XX mantuvo, en sus primeros años, idénticos postulados que ciertos aspectos del pasado, aunque dada la nula mecanización del campo, las transaciones de animales para las faenas agrícolas, se mantuvieron en el tiempo, a la vez que la venta de aperos destinados al campo. El comercio estable en Albacete es un hecho real y surte no solo a la población, sino a toda la comarca y provincia. Las transacciones de feria comienzan a ser anecdóticas, aunque en 1933 el gobierno declaraba la feria de utilidad comercial. La Guerra Civil supuso un corte radical y aunque en 1936, en teoría, hubo feria todo quedó paralizado por la tragedia. Finalizada la contienda y en los años inmediatos, la Feria se intentaba recuperar con una evidente intencionalidad, aunque el comercio, como tal, carecía después de sentido. El edificio ferial se transforma ampliándolo a fin de convertir el acontecimiento ferial en una auténtica Feria de Muestras de los valores provinciales y aún patrios. Desde los años cuarenta se da un mayor protagonismo a la Virgen de Los Llanos, incorporándose al acto de apertura e, incluso, dedicándose capilla propia en el ferial desde 1952. El desarrollismo económico que vivió España desde los años sesenta y aún después, empieza a hacer que la Feria ceda, cada vez más su espacio a la diversión estereotipada que nada tiene ya que ver con las razones económicas de una feria. La llegada de la Democracia hace que la participación ciudadana tome un mayor protagonismo en el acontecimiento ferial con la proliferación de asociaciones, peñas,… La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efeméride 83 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 84 La Feria de hoy quizá en nada se diferencia de las fiestas comunes a otros puntos de España, con conciertos de todo tipo, demasiado ruido, exceso de consumo y un cierto sentido estereotipado de los actos feriales. Quizá sería el momento de que el Ayuntamiento de Albacete propiciara de manera seria un plan racional de recuperación de nuestro singular recinto ferial para conservarlo, mantenerlo y difundirlo con el auténtico valor cultural e histórico que es, e incluso con una utilidad permanente. La Feria de Albacete ha sido durante siglos un elemento dinamizador de la economía en una localidad pequeña pero enclavada geográficamente en un cruce entre Levante y Andalucía; entre el Centro peninsular y el Sureste. Este hecho del pasado debe servir también, en una época globalizada como la nuestra, de elemento y justificación para buscar una alternativa económica y de desarrollo para una ciudad del interior como Albacete de escasos atractivos turísticos, pero con posibilidades de otros tipos de ferias comerciales y de desarrollo mercantil. Estas últimas consideraciones las hacemos en el momento, que salimos de las conmemoraciones del III centenario de la confirmación de la Feria de Albacete que han tenido en 2010 el año de la Feria por excelencia y que han dejado en la ciudad obras de mejora y monumentos públicos que difunden nuestra Historia, en la que, sin duda, debemos profundizar. 84 L u i s G. G a r c í a - S a ú c o B e l é n d e z libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 85 La Feria de Albacete. Consideraciones tras una efemérides 85 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 86 libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 87 BIBLIOGRAFÍA - BONET CORREA, Antonio: "El edificio del ferial de Albacete y la arquitectura de la Ilustración", en Congreso de Historia de Albacete, III. IEA. Albacete 1984. Págs. 495 - 513. - CARRILERO MARTINEZ, Ramón: "Concesión de mercado franco a Albacete por los Reyes Católicos, en Homenaje a Miguel Rodríguez Llopis. IEA. Albacete 2004. Págs. 75-81. - CARRIÓN IÑIGUEZ, Vicente P.: "Conflictos y pleitos por el traslado de la feria (1710 - 1783)", en La Tribuna de Albacete, 7 Septiembre 2007. Págs. 7475. - CARRIÓN ÍÑIGUEZ, Vicente P.: Los conventos franciscanos en la provincia de Albacete (Siglos XV-XX). Historia y arte. Instituto Teológico de Murcia. O.F.M., Murcia, 2006. - CAULÍN MARTÍNEZ, Antonio: "La Feria de Albacete en la Edad Contemporánea" Cultural Albacete Nº 11. Albacete, 2007. 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Se terminó de imprimir el 14 de abril en los talleres de Gráficas Antar libro popular def.qxd 04/04/2011 22:10 PÆgina 92