el modelo social

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BORRADOR PONENCIA
EQUIPO DE LA PONENCIA
Azahara Bustos – FEAPS. Confederación
Begoña Corrales – FEPROAMI Cádiz
Ignacio Loza – APDEMA. Álava
Javier Albor – FEAPS . Confederación
José Carlos Eiriz – VENTALL. Cataluña
Juan Antonio Sacaluga – PAUTA. Madrid
Mª Luisa Santiago – MINUSCA. Cantabria
Mayca González – FEAPS Ppdo. de Asturias
Miguel Pantín – NTRA. SRA. DE CHAMORRO. A Coruña
Rosana Navarro – ASMISAS. Valencia
OBSERVACIONES
En el capítulo sobre el Modelo Social se incluía inicialmente un apartado
en el que se detallaban las características de los cuatro modelos sociales
detectados en Europa. Debido a su extensión, la ponencia se alargaba el
exceso. Pero como considerábamos que el epígrafe contenía valiosa
información para trabajos de desarrollo posteriores, decidimos finalmente
incluirlo como Anexo.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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ÍNDICE
CONSIDERACIONES PREVIAS
EL MODELO SOCIAL
LAS ESTRATEGIAS DE FEAPS EN POLÍTICA SOCIAL
LA GESTIÓN DEL ENTORNO POLÍTICO Y SOCIAL
ORGANIZACIONES Y RECURSOS
PROPUESTAS DE FUTURO
ANEXOS
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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CONSIDERACIONES PREVIAS
I.- El Debate sobre el Modelo Social en FEAPS: Evolución y
dificultades
De lo poco que hemos avanzado en la discusión sobre los modelos
sociales. La verdad es que, desde el foro de Oviedo para acá y han
pasado dos años, apenas hemos avanzado en lo que allí afirmamos sobre
este asunto. ¿Ha estado parada la organización? No. Hemos dado
importantes pasos en los modelos de calidad, en la definición de carteras
de servicios, hemos iniciado el camino de la Responsabilidad Social
Corporativa, planeado un modelo de personas que va más allá de las
relaciones laborales etc. Casi nada en el asunto de los modelos sociales.
Un poquito más en algunos posicionamientos urgentes: los relacionados
con la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
personas en situación de dependencia sobre todo. ¿Dónde reside la
dificultad que nos frena para abordar el asunto de los modelos sociales?
De las dificultades que tenemos para trabajar en una estrategia sobre
los modelos sociales. Hablar de modelos sociales no nos resulta ni fácil
ni cómodo, tal vez por eso hemos ido dejando pasar el tiempo. Reflexionar
sobre modelos sociales tiene sus consecuencias, y sus riesgos. Apostar
por un modelo social significa hacerlo por una forma de entender la
sociedad, que nunca es neutra, que evidentemente se opone a otros que
piensan otra forma de organizarse en sociedad. Es una apuesta
ideológica. Decidirse por un modelo social es, finalmente, decidirse por un
proyecto ideológico sobre cómo queremos que la sociedad sea. Y eso ni
puede ni debe perjudicar el claro principio de que FEAPS es y debe seguir
siendo una organización independiente políticamente. O, si se prefiere,
apartidista.
II.- Ideología, Política y Modelo Social
La primera razón por la que nos asusta acometer el trabajo sobre modelos
sociales es porque tenemos miedo de que FEAPS se politice. No debemos
confundir ideología con partidismo. Los partidos políticos son
organizaciones de personas que comparten la misma ideología, y cuya
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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finalidad es puramente instrumental: alcanzar el gobierno del Estado y su
aparato administrativo a fin de avanzar, mediante un programa político, en
la materialización de esos principios y creencias. Cuando decimos que una
organización está politizada queremos decir que ha acabado siendo un
instrumento más de las estrategias de un partido político, para alcanzar la
estructura del Estado, para gobernar evidentemente.
¿Puede existir ideología en las organizaciones sociales sin que sean
partidistas? Afirmamos que sí. Pero también afirmamos que no existe en el
mundo ninguna organización que no tenga una ideología, FEAPS no es
una excepción. Otro asunto es que no sea explicita o que la suya se
identifique más o menos con la ideología de éste o de aquél partido
político.
FEAPS debe aspirar a ser un movimiento social en el que se explicite
y racionalice el pensamiento ideológico que orienta nuestra forma de
actual. Y debemos darlo a conocer con transparencia a la sociedad en su
conjunto, los partidos políticos, agentes sociales y a los poderes públicos.
Finalmente, una organización en la que, por qué no, puedan convivir
personas con ideologías diferentes que, buscando el cumplimiento de la
misma misión, aspiren a verbalizar la forma en que esta misión se debe
materializar, de acuerdo a sus idearios, y su forma de entender el mundo y
las relaciones sociales.
La discapacidad intelectual no es un fenómeno natural. Las
soluciones son de naturaleza ideológica y tienen que ver con los
modelos sociales. FEAPS, al menos en su origen, fue un movimiento de
familias unidas por un mismo común denominador: la búsqueda de
soluciones colectivas y solidarias a las necesidades y apoyos que requiere
uno de sus de sus miembros en razón a la discapacidad intelectual. Por de
perogrullo que parezca. Es necesario subrayar que la discapacidad
intelectual de un miembro de la familia no tiene que ver con la ideología.
Con claridad: “no por ser más conservador o más progresista, más de
derechas o más de izquierdas aumenta o disminuye la probabilidad de
tener un hijo con discapacidad intelectual.” Están las causas
epidemiológicas, pero lo cierto es que el hecho de tener un hijo o un
hermano con discapacidad intelectual es una cuestión de azar, atribuible a
causas naturales o a otras, de distinta condición por ejemplo genéticas,
pero en ningún caso atribuible a la ideología que se tenga. Pero las
soluciones a los problemas y a la falta de recursos, personales, familiares
y de todo tipo, que conlleva la discapacidad intelectual es una cuestión
eminentemente política-ideológica. Hay diferentes alternativas a nuestras
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
6
peticiones y reivindicaciones, diferentes según concibamos la sociedad y
sus relaciones (los modelos sociales) y según decidamos distribuir (para la
discapacidad y para el resto de la sociedad) los recursos económicos de
los que el país dispone. Hay quién preferirá gastar en carreteras para
facilitar la circulación de bienes y servicios y crear riqueza; hay quién
optará por invertir en protección social para aumentar directamente el
bienestar de los ciudadanos; en cualquier caso, hay que elegir. Por tener
un hijo con discapacidad intelectual, que es un hecho azaroso, no se deja
de tener unas ideas propias, un pensamiento propio, una manera de
entender la forma de acometer el fenómeno de la discapacidad, que es
diferente según la sociedad en la que vivamos (rural o urbana,
industrializada o agrícola, pobre o rica) y conforme a las ideologías que
cada cual tenga.
(En la historia de Europa encontramos momentos ideológicos
tremendamente duros para con la discapacidad intelectual; piénsese, por
ejemplo, en las ideologías y prácticas dominantes entre las dos grandes
guerras mundiales, cuando lo más leve que le podía ocurrir a una persona
con discapacidad intelectual era la esterilización o el encierro en un
psiquiátrico; y compárese esa situación con la que disfrutamos ahora, en la
que los derechos de las personas con discapacidad son reconocidos, y
cada vez con más convicción).
Las sociedades no son neutras, hay modelos sociales que potencian
ciertas propuestas que mejoran la vida de las personas con discapacidad
intelectual y otros que son más tímidos o incluso frenan los avances.
Los riesgos de “abrir el melón” de los modelos sociales o la metáfora
de
la
tempestad
en
la
balsa
de
aceite.
FEAPS no debe tener miedo al debate sobre el modelo social. Es
indudable, tiene sus riesgos. El cambio de enfoque es importante. Hasta
ahora, quizá para no caer en posturas partidistas, hemos hecho hincapié
en lo que esencialmente nos une (el hecho azaroso de compartir un
familiar con discapacidad intelectual) y hemos dejado de lado debatir sobre
si el movimiento asociativo, la organización en su conjunto y los que
formamos parte de ella tenemos el mismo enfoque ideológico sobre cómo
afrontar los retos que la discapacidad nos plantea. Todos somos iguales,
de FEAPS, porque todos tenemos un hijo/hermano con discapacidad, esto
es el lo que nos une y hace de “hilo de Ariadna” que conecta nuestro
pasado con nuestro futuro.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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Una aclaración: no por lejana a nuestro día a día deja de ser
importante la cuestión de la ideología y los modelos sociales, o de
cómo la mística sirve para fundar conventos.
Es probable que la organización no haya avanzado en este tema porque
no forma parte de la agenda del día a día. Es probable que alguien piense
que esto son cosas de los que no están en la atención directa, en el día a
día de las asociaciones o de la lucha de cada familia por sacar a su hijo
adelante. Corre la anécdota que cuando le preguntaron a uno de nuestros
clásicos (Santa Teresa, San Juan de la Cruz) para qué servía la mística
contestó que para fundar conventos; es decir, que lo abstracto, lo lejano
tiene un impacto muy directo en el día a día de todos nosotros. ¿Acaso no
lo tienen las cumbres del G-8? ¿No nos influyen directamente las lejanas
decisiones que se toman, por ejemplo, en Bruselas?
Las grandes ideas mueven el mundo, también las grandes decisiones
basadas en grandes ideas; es verdad. Debemos tener grandes ideas.
Debemos tomar grandes decisiones. Debemos hacer el esfuerzo de
pensar en el día a día, pero también en todo lo que rodea ese día a día.
Cuando alguien dice, con pretensión ideológica, que es necesaria una
sociedad más justa o igualitaria (que es algo abstracto) puede ocurrir que,
a continuación, se decida intervenir en la política de rentas y salarios y en
los mecanismos que facilitan la igualdad de oportunidades, incluso
subiendo impuestos. Cuando alguien defiende que el Estado no debe estar
tan presente en la vida de los individuos (pensamiento ideológico
abstracto) puede que eso suponga que no se legisle sobre ciertos
aspectos de la sociedad civil, o que determinados servicios públicos se
privaticen, pasen a ser responsabilidad del mercado o de las
organizaciones de caridad.
¿Y nosotros qué pensamos? Es importante saberlo, para poder organizar
nuestra forma de actuar ante decisiones que los poderes públicos y la
sociedad en su conjunto va tomando. Se trata de nuevo de saber qué
ideología tenemos, por qué modelo social apostamos, para después
decidir qué debemos hacer, cómo nos debemos mover. FEAPS necesita
debatir y llegar a identificar cuál es su modelo de sociedad. El modelo
social nos afecta en todas sus vertientes y tenemos que tener una postura
clara para poder defender la vigencia y la materialización de nuestra visión
como organización.
Proponemos avanzar en la búsqueda de un punto de vista común sobre el
modo de entender la sociedad y cómo afrontar la discapacidad en sus
diferentes dimensiones. Esto supone salir de la balsa “aideológica” de
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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aceite en la que nos encontramos; tal vez hay que poner sobre la mesa,
para debatirlas, diferentes visiones ideológicas de entender la sociedad y
la discapacidad. ¿Hay que apostar por un modelo social? El equipo de
la ponencia entiende que sí, que debemos iniciar este camino para
acabar sabiendo hacia donde queremos caminar. Otros pueden pensar
que es mejor ser ecléctico, es decir “picar de aquí y de allí”, escoger sin
ningún tipo de principio, aquello que aparentemente es más atractivo de
cada modelo. Desde la ponencia pensamos que esto no es posible, y solo
sirve para volver al punto de vista inicial (el “adieológico”) dando un rodeo,
diciendo que todo sirve y nada vale, o que todo vale y nada sirve. El riesgo
es conocernos más, saber de las diferencias, lo que nos separa, poder
hablar de ello… crear consenso desde la complejidad de gestionar
opiniones diferentes y, ¿por qué no?, opuestas.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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EL MODELO SOCIAL
I. Concepto de Modelo social
El concepto de “modelo social” se pone de moda en los años 90 a raíz de
la publicación de un libro del profesor sueco Goran Esping-Andersen y que
se titula “Los tres mundos del bienestar”. Esta investigación trataba de
responder a una pregunta aparentemente sencilla ¿todos los europeos nos
organizamos de la misma manera, o no?; ¿Por qué en unos países las
clases medias son más numerosas o más sólidas, y en otros no? ¿En qué
se parecen y distinguen las políticas y los sistemas de protección social de
los diferentes países? En términos más cercanos para nosotros, cuándo
decimos que los suecos tienen más calidad de vida o viven mejor, ¿qué
queremos decir?, ¿Qué significa que los españoles somos diferentes?
Los modelos sociales condicionan la orientación de las políticas
públicas: las consecuencias prácticas son diferentes según el
modelo social predominante en la sociedad concreta en la que
vivimos.
II. Los Modelos Sociales actuales en Europa
Existe un cierto consenso en identificar cuatro modelos sociales: nórdico
(el que existe en los países escandinavos y del participa muy ampliamente
Holanda) anglosajón (el que se identifica en Estados Unidos, en Gran
Bretaña y, en gran medida, en Irlanda), continental (el propio de la mayoría
de países europeos occidentales), y mediterráneo (Italia, España,
Portugal, Grecia).
Pero aún no hemos respondido a la pregunta: ¿por qué identificamos
estos cuatro? ¿Qué les caracteriza? Simplificando las cosas, podemos
decir que son cuatro formas diferentes de entender el papel del Estado en
la regulación de las relaciones entre los individuos, el desempeño del
mercado de trabajo como elemento determinante en la organización
productiva de los individuos, la relación entre Estado y Mercado, la
cohesión social, la fuente y la intensidad de la protección social (en unos
casos, solo si se ha cotizado; en otros casos disponible en mayor o menor
medida para todo el mundo, con independencia de la cotización), así como
el papel que juegan el tercer sector y los agentes sociales.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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III. Los principales parámetros de un Modelo Social
Pero, en definitiva, ¿qué significan y qué consecuencias conllevan los
modelos sociales? Pues que, según la sociedad en la que vivamos o
aspiremos a vivir, encontraremos variaciones en al menos estos campos:
1. la regulación del mercado laboral. 2. La política de rentas y de salarios
mínimos. 3. Las políticas de prestaciones sociales. 4. La fuente de la
protección social y la intensidad protectora. 5. La forma de financiar el
sistema de protección social y de rentas: la fiscalidad. 6. El papel del tercer
sector, del estado y del mercado en la definición y distribución de la
protección social. Si nos damos cuenta, son cuestiones todas ellas que
forman parte del día a día de nuestras asociaciones, de nuestro
movimiento asociativo. Por eso es importante. Veámoslo, campo a campo.
1. Mercado laboral más o menos flexible, más o menos protección para
los trabajadores con discapacidad.
2. Renta mínima garantizada para todos,¿sí o no?
3. ¿Prestaciones-servicios o Cheque-servicios?
4. ¿Sistemas de protección diferentes, según se haya o no cotizado, o
iguales? ¿Acceso universal a los servicios sociales, o restringido?
5. ¿Más impuestos o refuerzo del copago?
6. ¿El tercer sector una empresa más o un agente de cambio social?
Son ejemplos de cuestiones que nos afectan directamente, que afectan a
la persona con discapacidad intelectual y sobre las que en FEAPS
deberíamos avanzar hacia posturas más claras.
Una visión crítica de España. España no es un país pobre. Cuando se
nos dice que no hay presupuesto, que no hay partidas, que no hay dinero,
es en muchos casos más una cuestión de voluntad política que de
disponibilidad de fondos (baste ver el más que superlativo apoyo en
recursos financieros del Estado a las entidades bancarias o, en más de
una ocasión, a las grandes empresas multinacionales). Cuando las
administraciones no aportan la solución adecuada para, por ejemplo, una
plaza de atención temprana, la contratación de un profesional, etc. no es
porque nuestro país carezca de recursos. Tenemos una renta por
habitante que es (datos de EUROSTAT) un 3,9 superior a la media
europea. Nuestro PIB se sitúa por encima del 90% de la media
comunitaria. España es la octava potencia mundial. Nuestra presencia en
las cumbres del G-20 sin duda conlleva formar parte del club de los países
con más capacidad de decisión en el mundo. Pero estamos a la cola de
Europa en inversión en protección social.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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El debate no debería consistir en si el país tiene que invertir más en
jóvenes y menos en ancianos, o más en discapacidad y menos en subsidio
de desempleo, sino en si los fondos públicos deben invertirse en ampliar el
subdesarrollado Estado de bienestar o en apoyos a grupos económicos
poderosos, o en practicar políticas fiscales regresivas que benefician a los
sectores más pudientes de nuestra población.
Algunas cifras para recordar (y llorar): La UE-27 destina, en promedio, un
27,2% de su PIB a protección social. Es verdad que hay enormes
diferencias entre los países de la Unión, ya que las cifras superan el 30%
sobre el PIB en Suecia, Francia y Dinamarca y bajan hasta casi el 12% en
Estonia y Letonia. España tiene un nivel comparativamente bajo en
protección social, ya que supone solo el 20,8% sobre el PIB y un 78% de
la media europea per cápita. Pero lo más importante es lo que ha pasado
desde el año 2001 (recordemos cuando la economía iba razonablemente
bien) Mientras que en el área del euro los recursos destinados a
Protección Social han pasado de representar el 26,7% en el año 2000 al
27,5% en 2006 -lo que supone un avance de ocho décimas-, en España
ha evolucionado en el mismo periodo desde el 20,3% al 20,9%, es decir,
un progreso de tan sólo seis décimas. Lo relevante de esta evolución es
que España no ha sido capaz de acercarse a la media de la eurozona en
términos de protección social ni siquiera en los momentos más brillantes
de la economía en muchos decenios. Durante este sexenio (2000-2006) la
economía creció entre un mínimo del 2,7% en el año 2002 y el 5% en
2000. La falta de correspondencia entre crecimiento económico e
incremento de recursos destinados a protección social afecta a todas las
categorías, salvo al desempleo, en el que España gasta más dinero que la
media de la zona euro. En salud, la distancia es de 1,3 puntos (7,7% del
PIB frente al 6,4%); en discapacidad, la brecha es de dos décimas (1,7%
frente al 1,5%), y de nada menos que de un punto en protección a las
familias y los hijos (un 2,2% en Europa frente al 1,2% español). Tan sólo
en la protección de los desempleados, como se ha dicho, España gasta
más (un 2,6% frente al 1,7%).
Podemos pensar que se trata de décimas, pero conviene recordar que una
décima de PIB equivale aproximadamente a mil millones de euros. España
se encuentra a años luz en cuanto al esfuerzo en protección social que
correspondería a su potencial económico (incluso en el actual momento de
recesión), y esto afecta directamente a los recursos y apoyos de las
personas con discapacidad intelectual y de sus familias. ¿No es para
llorar?
IV. La utilidad del debate sobre el Modelo Social
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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Debemos ser muy conscientes de que modelo (y crecimiento)
socioeconómico y protección social van de la mano, están íntimamente
unidos, a los que debemos añadir una tercera pata, la cohesión social (la
metodología que se utiliza para el dialogo social y el modo de equilibrar la
presencia de la sociedad civil en las relaciones entre el Estado y el
Mercado). De esta forma, vemos que las cuestiones cotidianas que más
directamente nos afectan como familias y como organizaciones de familias
de personas con discapacidad intelectual tienen muchas veces
explicaciones que desconocemos o esquivamos, a las que nuestro
movimiento asociativo ha prestado poca atención y ante las que ha
mantenido posiciones muy acomodaticias a la realidad tal y como nos
venía o meramente reactivas a un problema muy concreto.
Creemos que es hora de prestar más atención a los asuntos relacionados
con el modelo social. Prestar más atención a lo que ocurre en otros países
y en otras sociedades que responden a modelos sociales con mayor
bienestar, al papel que en ellos juega el tercer sector y al modo concreto
en que se abordan las cuestiones de la discapacidad y la protección social.
En FEAPS debemos iniciar el camino de la racionalización del modelo
social que mejor conecte con nuestros modelos de calidad de vida y con
nuestra propia visión de futuro. Debemos ocuparnos de analizar la realidad
social más allá de los asuntos cotidianos relacionados estrictamente con la
discapacidad intelectual. Porque, como ya decíamos en el Foro de Oviedo
(año 2005), nos afectan muy directamente.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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LAS ESTRATEGIAS DE FEAPS EN POLÍTICA SOCIAL
¿Cuáles son las políticas sociales, las políticas que conforman un Modelo
Social, sobre las que creemos que FEAPS debe tener posiciones claras?
El equipo que elabora la ponencia identifica las siguientes: Modelo de
relaciones laborales. Política de rentas. Política fiscal. Protección Social.
Modelo de mercado en la provisión de servicios sociales. Políticas de
apoyo a las familias. Políticas sobre la discapacidad. Papel del tercer
sector en el modelo de sociedad.
I. El Mercado Laboral
¿Tenemos que decir algo sobre las relaciones laborales? Es pertinente
que FEAPS se posicione acerca de las modalidades de contratos, la
precariedad en el empleo y, al mismo tiempo, la rigidez del mercado
laboral cuando se adquiere un contrato fijo. Debemos debatir y dejar claro
nuestro pensamiento. Este asunto está íntimamente relacionado con la
provisión de servicios a las personas con discapacidad intelectual.
Recordemos que los principales apoyos a la discapacidad intelectual son
personales (de media el 80% de los presupuestos de cualquiera de
nuestros centros se van en nóminas). Considerando nuestra razón de ser
como movimiento asociativo, ¿estamos a favor de la flexibilidad o de la
rigidez en el mercado laboral, del abaratamiento o no del despido? Es
decir, de que los trabajadores de nuestros centros y servicios tengan más
o menos “blindado” el empleo. ¿Cómo afecta a la calidad de vida de las
personas con discapacidad intelectual la mayor o menor seguridad en la
relación contractual de su personal de apoyo? Y, adicionalmente, ¿cómo
afecta el modelo de relaciones laborales al empleo de las personas con
discapacidad intelectual? Pensamos que no existe un modelo claro y
compartido de empleo para la persona con discapacidad intelectual, ni lo
tenemos nosotros, ni las administraciones públicas, y menos el tejido
empresarial o los agentes sociales. Lo que supone que, en ocasiones, se
produzcan fricciones a la hora de abordar la inserción laboral de la
persona con discapacidad intelectual, inserción laboral, que está
íntimamente ligada con el marco general de las relaciones laborales.
El equipo de esta ponencia vería muy contradictorio el que apostemos por
un modelo proteccionista de relaciones contractuales para las personas
con discapacidad y muy flexible para el resto de personas. Cuando se
habla de diversificar y flexibilizar los modelos de contratación, cuando se
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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habla de abaratar o no el despido, se está hablando también de nuestros
trabajadores y de los trabajadores con discapacidad intelectual. Pensamos
que el movimiento asociativo en su conjunto debe y tiene que decir algo al
respecto. Esta cuestión no nos es ajena.
II. Las Rentas
La política de rentas hace referencia a los mecanismos que el Estado
puede utilizar para regular las rentas de sus ciudadanos. El índice Gini (un
índice estadístico) mide precisamente hasta qué punto las rentas de un
país están concentradas en unos pocos (sociedades muy desiguales) o
repartidas entre muchos (sociedades más iguales). El índice va de 0 a 1
(cuanto más cerca esté del 0, mayor igualdad social; cuando más se
aproxime al 1, más desigualdad). En el 2007 España puntaba con 0,32.
Suecia con 0,23. España sigue su penosa andadura. Tenemos muchos
mileuristas (jóvenes, personas con discapacidad intelectual), algunos que
cuadriplican los ingresos medios y unos pocos “que se salen”. Con la
política de rentas se reduce la desigualdad o se aumenta. Existen distintos
tipos de políticas de rentas:
- Las políticas de rentas “voluntarias” (el Gobierno busca una
cooperación entre sindicatos y empresarios para limitar los aumentos
de los salarios y de los precios).
- Las políticas de rentas “impuesta” (el gobierno hace uso de las leyes
o normas administrativas con el fin de establecer reglas de obligado
cumplimiento que se refieren a las variaciones de precios y salarios).
- El “contrato social” (supone un acuerdo entre los sindicatos y el
Gobierno por el que los primeros aceptan moderar sus reivindicaciones
salariales, mientras que el Gobierno, en contrapartida, ofrece
determinadas mejoras en política social e industrial, tales como
pensiones más altas, un sistema fiscal más progresivo, sensibles
avances en el equipamiento e infraestructuras sociales, etc.
¿Nos afectan las políticas de rentas? Sí, y nos afectan doblemente: por un
lado, en los salarios e ingresos que reciben las personas con discapacidad
intelectual, trabajen o no; por otro lado, en el impacto en la masa salarial
del conjunto de nuestros trabajadores.
Es el momento, a partir del debate sobre el modelo social, de definir
claramente nuestro posicionamiento ideológico (evidentemente con
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
15
consecuencias prácticas) en asuntos tales como la equiparación de
nuestros trabajadores con el sector público, (que es un asunto de política
de rentas) o el propio salario de los trabajadores con discapacidad
intelectual (que pueden estar discriminados en comparación con otros
trabajadores del mismo sector de actividad). Desde un punto de vista más
general, hay movimientos sociales que defienden la existencia de unos
ingresos mínimos garantizados, la existencia de una renta básica universal
como derecho de ciudadanía, superando el concepto de ayuda o de
pensión (también para la persona con discapacidad intelectual) para
pobres y excluidos, y apuestan por implantarlo como derecho cívico
universalmente garantizado. En está ponencia creemos que debemos
tener una postura clara y consecuente sobre este asunto y, en general,
sobre las políticas de rentas de nuestro país y sus efectos en los
profesionales de nuestros servicios sociales o en las personas con
discapacidad intelectual que desempeñan un trabajo en un Centro
Especial de Empleo (CEE) o en una empresa ordinaria.
III. La Fiscalidad
La falta de recursos económicos ha constituido un motivo permanente y
razonable de preocupación en nuestro sector. Siempre hemos estado muy
pendientes de los fondos públicos a los que ha tenido acceso nuestro
sector. Nosotros nos especializamos en el “qué hay de lo mío”. Pero en los
últimos años se nos habla de copago, de la necesidad de contribuir al
sostenimiento económico de determinados servicios, los antiguos o los
nuevos. Lo cierto es que no hay una postura clara. El debate del copago
está íntimamente relacionado con la cantidad de financiación pública de
los servicios y las prestaciones. Es un debate relacionado también con el
papel del sector mercantil en la provisión de servicios sociales (iniciativa
privada con ánimo de lucro sí o no). FEAPS aún no tiene una postura
común y clara. Tras el debate del copago está, decimos, el debate de
cómo se financia el estado del bienestar (los servicios que nuestras
asociaciones prestan, las prestaciones técnicas y económicas, el sistema
de apoyos a nuestros familiares con discapacidad).
El equipo redactor de esta ponencia piensa que es el momento de que en
FEAPS tratemos de definir nuestra propuesta sobre el modelo de
financiación de los servicios y, en general, del Estado de Bienestar. Ha
pasado el tiempo de extender la mano y ver qué cae. ¿Estamos a favor del
copago de los servicios? ¿Estamos a favor o en contra de la subida de
impuestos para financiar el Estado de Bienestar? ¿Pensamos que es
mejor una tasa especial a determinados productos para financiar la
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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atención a la discapacidad? ¿Qué tratamiento fiscal debemos aplicar al
patrimonio protegido? Son cuestiones que nos afectan directamente.
IV. La Protección Social
La protección social es “la madre del cordero”, una categoría del modelo
social que debe ser coherente con el resto de variables. Hemos visto la
paupérrima situación de España en lo que a protección social se refiere. A
juicio del equipo de la ponencia, en la agenda político ideológica de
FEAPS un elemento esencial de sus reivindicaciones, permanente, debe
ser la reivindicación ante nuestros gobernantes de incrementar la inversión
en políticas sociales y reducir el déficit social que arrastramos con respecto
a la mayoría de los países europeos similares en potencial, hasta reducir
y, si es posible, eliminar el actual diferencial entre el crecimiento del PIB y
la inversión social. El Estado y las Comunidades Autónomas deben
invertir más en protección social, sin que el gasto en desempleo (que
evidentemente es un elemento muy importante de la política social) sirva
para justificar la ausencia de inversión y de convergencia en políticas de
discapacidad, igualdad, infancia, etc.
V. La Provisión de Servicios Sociales
Las organizaciones que formamos FEAPS somos entidades privadas que
gestionan servicios de responsabilidad pública. Lo que significa que los
servicios y prestaciones sociales y de apoyo a las personas con
discapacidad constituye una responsabilidad de las administraciones
públicas, no de la sociedad civil ni de la iniciativa privada. Por otro lado,
oímos frecuentemente que el mercado de los servicios sociales avanza en
España hacia un modelo en el que la administración se otorga el papel
exclusivo de regulador y delega en la iniciativa privada y en el tercer sector
buena parte de la gestión de los servicios y prestaciones; es lo que viene a
llamarse un modelo mixto en la provisión de servicios sociales.
¿Aceptamos este modelo? Si lo hacemos, debemos tener en cuenta lo
siguiente: que se pueda sacar un beneficio empresarial (afán de lucro) de
la atención a la discapacidad, que la responsabilidad pública ya no es total
sino que se limita a la regulación y al control, que aceptamos un mercado
de los servicios sociales en el que el usuario del mismo puede elegir entre
diferentes calidades y concepciones en la prestación y gestión de los
apoyos. ¿Admitimos el principio mercantil de competencia en materia de
servicios sociales? ¿Aceptamos que un usuario de nuestros centros
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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prefiera ir a un tercero, de carácter mercantil?, Y, si ésa es su elección,
¿querremos y podremos ayudarle a elegir o lo seguiremos tratando como a
un cliente cautivo? Pensamos que el movimiento en su conjunto debe
posicionarse con claridad sobre eso que se viene a llamar “mercado mixto
de servicios sociales”, porque tiene consecuencias que no nos son ajenas.
VI. El Apoyo a las Familias
La política española apoyo a las familias está basada en esquemas
ideológicos anticuados que ya no se corresponden con la realidad. La
familia convencional, consistente en el hombre como perceptor de renta y
la mujer como cuidadora y ama de casa, se encuentra en un proceso de
rápido declive, y los que antes se consideraban hogares atípicos están
convirtiéndose hoy en habituales: personas solteras, familias
monoparentales y parejas con dos empleos (con o sin hijos). La
inestabilidad conyugal seguirá creciendo. Todo ello provoca una creciente
polarización entre familias fuertes y débiles. En un 10% de familias,
ninguno de los padres tiene un empleo. El 30% de hogares con madre sola
viven en situación de pobreza. Lo que es más revelador aún, es que las
familias jóvenes están soportando el empeoramiento de su situación
económica. Además, la familia convencional es crecientemente vulnerable,
debido a que el padre no puede seguir contando con un empleo seguro y
bien retribuido. El empleo de la madre está convirtiéndose en una
precondición para prevenir la pobreza. Todo ello se agrava cuando un
miembro tiene discapacidad intelectual.
¿A las familias pertenecientes a FEAPS nos afectan las políticas generales
relacionadas con la familia? El equipo redactor de esta ponencia
considera que sí. Medidas imaginativas que faciliten el acceso al empleo
de la mujer (que les permita salir del ciclo que va del cuidado de los padres
al cuidado de los hijos con discapacidad) redundarán en una mayor
riqueza para el país y en más calidad de vida para la propia familia. Hasta
ahora nos hemos ocupado de la familia casi desde la “óptica terapéutica”,
es decir en tanto en cuanto receptora de servicios sociales y apoyos
porque tiene un hijo con discapacidad; pero nuestras familias se ven
doblemente afectadas por la estrechísima política familiar (por serlo y por
tener un miembro con discapacidad). Es el momento de estar muy
pendiente de las políticas de apoyo a las familias (con o sin discapacidad),
a la familia tradicional y a las nuevas formas familiares, cada vez más
numerosas en el mundo FEAPS. El gran desafío de los políticos es
modernizar el concepto de política familiar. La pasividad que actualmente
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
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le caracteriza merece que pueda ser considerada como una forma de
“política antifamiliar”.
VII. La Discapacidad
En materia de concepción de la discapacidad y de los modelos de
intervención y apoyo, FEAPS está muy por delante de la mayoría de las
administraciones públicas, por no decir de todas. Debemos hacer una
defensa mucho más política y clara de nuestra manera de concebir la
atención a la discapacidad y sus apoyos. Hay, además, dos asuntos que
tímidamente se están empezando a configurar, y son de carácter positivo,
alentados en buena parte por la propia administración, pero bajo el
impulso del Tercer Sector1. Uno hace referencia al enfoque socio sanitario
en los modelos de atención a la discapacidad, es decir al abordaje de la
discapacidad de forma integrada desde la perspectiva de la salud (en
nuestro caso en particular, de la salud mental) y desde la perspectiva de
los servicios sociales.
En FEAPS empezamos a hablar de salud mental, de programas para
personas con discapacidad y trastornos mentales asociados, pero no nos
hemos parado aún a reflexionar sobre esta cuestión, ni a valorar las
implicaciones prácticas que tiene, tanto en su dimensión organizativa
como en la conformación del modelo de apoyos. FEAPS debe
comprometerse activamente en la defensa derechos y servicios para
personas con discapacidad intelectual con trastornos mentales, en
coordinación con los servicios sociales y las instituciones de salud.
El otro asunto emergente, con pocos resultados prácticos aún, tiene que
ver con el reconocimiento de los derechos de ciudadanía de las personas
con discapacidad y la aplicación de la Convención de Naciones Unidad
sobre los Derechos de la Persona con Discapacidad. Pensamos que
tenemos que adoptar una postura más abierta y más activa en la
reivindicación de la aplicación de esta convención al caso español.
Finalmente, parece necesaria una Ley estatal sobre atención en el ámbito
de los servicios sociales y de los servicios socio sanitarios para las
Personas con Discapacidad, en la que converjan todos los desarrollos
autonómicos y se eliminen las actuales discriminaciones básicas relativas
al lugar de residencia. Esta ponencia cree que en la agenda de FEAPS de
1
Tercer Sector: Entidades que no corresponden al Primer Sector (Administraciones Públicas) ni al
Segundo Sector (empresas privadas). Aglutina las iniciativas de la sociedad civil organizada (ONG,
cooperativas, etc.)
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
19
los próximos años la consecución de este objetivo debe ser uno de las
principales exigencias de futuro.
IIX. El Tercer Sector
El papel del tercer sector es muy importante en los modelos sociales. Los
que saben de esto afirman que casi analizando el rol del tercer sector en
una sociedad concreta se puede identificar qué modelo social es el
dominante.
Debemos reivindicar un papel mucho más activo y
preeminente en la cadena de decisiones relativas a la política social. Un
tercer sector fuerte no solo es beneficioso para la discapacidad intelectual.
Su fortaleza contribuye a la buena salud de la sociedad y respalda el
equilibrio entre el poder legítimo del estado y el de la sociedad civil.
En España, el tercer sector ha evolucionado favorablemente de forma
notable. Pero queda mucho camino. Aún no contamos lo suficiente en
decisiones importantes que nos afectan directamente y menos aún en las
más generales. El reconocimiento de nuestro papel es más testimonial y
protocolario que real.
Sin duda, queremos seguir siendo prestadores de servicios, pero FEAPS
debe avanzar hacia su reconocimiento institucional como agente social.
Esto, en la práctica, significa avanzar hacia el reconocimiento
constitucional del papel del Tercer sector en la vertebración de la sociedad
civil.
IX. Conclusiones sobre las estrategias de FEAPS en Política Social
FEAPS representa al colectivo de personas con discapacidad intelectual y
de familiares de personas con discapacidad intelectual. En modo alguno
deberemos renunciar ni ceder nuestro legítimo derecho a ello, por historia,
por pensamiento, por proyectos, por número de familias y personas con
discapacidad, por misión y por visión de futuro. Nuestra estrategia
reivindicativa y nuestro discurso no se puede supeditar a otra razón que no
sea la representación y defensa del colectivo al que representamos.
En definitiva, se trata de sumarse sin complejos a la defensa del
modelo social europeo y de apostar por estrategias de carácter
reivindicativo que demuestren la apuesta decidida de nuestro movimiento
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
20
asociativo [de FEAPS]2 hacia un modelo de Estado que favorezca una
razonable redistribución de la riqueza, como elemento imprescindible para
el bienestar colectivo, y avance hacia el reconocimiento total, formal y real,
de los derechos de las personas desfavorecidas y vulnerables, entre ellas
las
personas
con
discapacidad
intelectual.
Debemos defender el Estado de bienestar, frente a los intentos de
debilitarlo o cuestionarlo.
Es imprescindible diseñar, construir y ejecutar una estrategia
reivindicativa sólida y solidaria, justificada y ambiciosa, compartida
entre todos y con el resto de la sociedad, que vaya más allá de la
defensa de nuestros intereses particulares y que se involucre con el
conjunto de agentes sociales públicos y privados que contribuyen a la
consolidación del modelo de convivencia al que aspiramos. Si solo y
únicamente pensamos en nuestros propios problemas, si solo
perseguimos la solución cortoplacista de nuestras necesidades, si
entendemos a las administraciones públicas solo o principalmente como
una fuente de recursos financieros o normativos para aliviar nuestras
carencias, si solo utilizamos las diferentes plataformas y el resto de
organizaciones como espacios instrumentales para nuestros intereses
particulares, estamos equivocándonos en la estrategia de rearme
ideológico de nuestras organizaciones y en la estrategia de materialización
de nuestra misión como organizaciones sociales. FEAPS debe
definitivamente abrirse al entorno y compartir proyectos con el entorno.
Una estrategia autónoma, apartidista, y laica. Debemos definir una
estrategia de reivindicaciones que vayan más allá de las movilizaciones
puntuales o de las manifestaciones y posicionamientos por asuntos
coyunturales. Debemos construir un proyecto a largo plazo, coherente,
planificado y estratégico. Debemos debatir las cuestiones relacionadas
con el modelo social que hemos ido poniendo sobre la mesa, pero sin
renunciar a nuestra independencia de cualquier partido político,
organización social o credo religioso, con autonomía de pensamiento para
proponer y debatir aquello que más nos preocupe.
2
VOTO PARTICULAR de JOSE CARLOS EIRIZ Nuestro compañero de ponencia ha considerado
necesario matizar algunas expresiones recogidas en el documento, referidas sobre todo al término
“movimiento asociativo”. Como consideramos que no altera al sentido del diagnóstico o de las
propuestas, resaltamos en color naranja y entre corchetes [ ] su propuesta de redacción alternativa.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
21
LA GESTIÓN DEL ENTORNO SOCIAL Y POLÍTICO
I. Relaciones con los Partidos Políticos
Relaciones sostenidas y estables con los partidos políticos.
Los partidos políticos son importantes, porque están en el poder o porque
pueden estarlo; porque son instrumentos de las ideologías para poder,
mediante las elecciones, gobernar o controlar al que gobierna.
Debemos mantener relaciones sostenidas y estables con todos los
partidos políticos, al menos con los representados en los Parlamentos
estatal, autonómicos y locales. No debemos conformarnos con entrar en
contacto con los partidos políticos en vísperas de las elecciones. No
debemos limitar nuestros contactos políticos al diálogo funcional con el
partido político que coyunturalmente gobierna.
FEAPS debe explicar nuestras propuestas, participando en la medida en
que sea posible en la elaboración de los programas electorales, estando
presente en sus foros de debate; en definitiva, haciendo visible y
comprensible la discapacidad intelectual y nuestra forma de entender lo
social. Debemos desarrollar una estrategia de acercamiento a los partidos
políticos. Debemos trabajar para que nos tengan más en cuenta.
II. Relaciones con los Agentes Sociales
Los agentes sociales son, por mandato constitucional, representantes de
la sociedad civil y, en consecuencia, su realidad trasciende la mera
negociación colectiva, en la que estamos presentes a través de nuestras
organizaciones patronales.
Debemos estrechar las relaciones con los agentes sociales, con sindicatos
y patronales.
Debemos implementar una estrategia que defienda la economía social
como modelo productivo y el papel de las organizaciones como las de
FEAPS, centros especiales de empleo, cooperativas, asociaciones,
etc…en la construcción de una realidad económica mucho más
democrática y humana.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
22
Debemos conseguir salarios dignos y condiciones laborales mejores para
los profesionales y para las personas con discapacidad que participan en
el mercado laboral, por considerar que son un factor esencial para
asegurar la calidad en los servicios a las personas con discapacidad
intelectual, y nuestro modelo de atención centrado en la persona y en la
familia.
En este sentido, debemos convencer y presionar a las administraciones
para que revisen el coste de las plazas, de forma que se contemplen unos
salarios cuya cuantía resulte acorde con la importancia de su cometido
social.
III. Relaciones con las administraciones públicas
El Tercer Sector en tanto representante de la Sociedad Civil (y de FEAPS
como portavoz de la discapacidad intelectual), tiene un papel activo y
legítimo en la acción social y política.
Debemos reivindicar espacios reales de participación en la elaboración de
leyes, decretos, reglamentos, y no solo simbólicos o testimoniales; no
debemos, si es que lo hemos sido alguna vez, ser utilizados por las
administraciones como elemento de legitimación de decisiones tomadas,
bajo la excusa de que se nos ha informado o pedido opinión.
Debemos avanzar hacia un modelo de relaciones con las administraciones
públicas, en el que las agendas de la política social y los tiempos de
aplicación de esas políticas no las marque solo el ministro, consejero o
director general de turno sino también el tercer sector. Debemos reivindicar
un espacio institucional más claro, transparente y real.
Debemos promover el desarrollo de los principios de la buena gobernanza,
la transparencia en la información al ciudadano y a las ONGs.
Debemos exigir nuestra presencia real en todo el proceso de toma de
decisiones, desde la elaboración de los presupuestos hasta la gestión de
las políticas públicas en materia de política del bienestar. Las relaciones
con las administraciones no pueden ser contingentes (para un tema
concreto), tienen que abordarse desde nuestra participación global en la
política social. No estamos solo para recibir subvenciones o gestionar
proyectos públicos sino para definir el futuro.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
23
Debemos intentar que las administraciones asuman la Cartera de Servicios
de FEAPS como propias, para garantizar una atención de la máxima
calidad a las personas con discapacidad intelectual y sus familias.
Debemos exigir el cumplimiento certero de la Ley de promoción de la
autonomía personal y atención a la dependencia y denunciar con
contundencia los intentos de obstaculizar, minimizar o desviar su
desarrollo, de forma expresa y coordinada en todas las comunidades
autónomas donde detectemos que ocurra.
Debemos promover la aprobación de Leyes Generales de servicios
sociales de cuarta generación, es decir aquellas que recojan derechos
subjetivos de ciudadanía, Como refuerzo de lo anterior, debemos reclamar
Ley estatal específica sobre discapacidad, que establezca el marco de los
servicios sociales, prestaciones técnicas y espacios socio sanitarios de
carácter mínimo y común para todos los ciudadanos con discapacidad.
IV. Relaciones con las Organizaciones de Discapacidad
Al igual que nosotros, el resto de organizaciones también tienen su
ideología, más o menos explicita. Profundizar en las cuestiones de modelo
social también tiene como consecuencia nuestra revisión del modelo de
relaciones que establecemos con el conjunto de organizaciones de la
discapacidad. Hay varios asuntos que solo los puede acometer FEAPS
desde el liderazgo de la representación de la discapacidad intelectual: la
relación con otras organizaciones de la discapacidad intelectual, la
vinculación política y económica con la ONCE y la convivencia con los
CERMI. Entendemos que algunos de los fundamentos de esas relaciones
están obsoletos o no funcionan a plena satisfacción.
Debemos propiciar con urgencia un debate claro y transparente con las
organizaciones específicas, como Síndrome de Down, Autismo, etc. y las
organizaciones genéricas, a fin de encontrar un marco cómodo de relación
entre todos que no cuestione la legitimidad de cada cual, que aborde la
cuestión de la doble militancia y que avance en la definición común de
misión, visión etc.
Con respecto a la ONCE y a la Fundación ONCE, ha llegado el momento
de redefinir el marco de nuestras relaciones, por la importancia que tienen
en la provisión de recursos económicos para nuestras organizaciones.
Estamos hablando de un modelo de relación que no ha cambiado
sustancialmente desde finales de los años ochenta, incluyendo el
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
24
porcentaje de los ingresos del cupón. Y, sin embargo, desde 1987 han
cambiado muchas cosas, en la sociedad y en la discapacidad.
En relación al CERMI (Comité Español de Representantes de
Minusválidos), debemos apostar por esta plataforma como espacio de
debate, consenso y lobby del conjunto de la discapacidad. Pero nuestra
presencia en los CERMIs no puede ser testimonial ni de subordinación.
Debemos dedicar recursos y esfuerzos a esta plataforma dado que es un
buen instrumento en la relación con las administraciones públicas y la
sociedad en general.
V. Relaciones con el Tercer Sector
La actividad en el entorno no se limita a la actuación ante los poderes
públicos, administraciones o el sector de la discapacidad.
Más allá de la discapacidad, debemos apostar por el tercer sector de
acción social y practicar -no solo proclamar- la solidaridad con otras
causas y con la exclusión social. Debemos ser muy activos en el
compromiso solidario con otros colectivos vulnerables o en riesgo de
exclusión que tienen tanto interés como nosotros en la consecución de un
modelo social más justo y equitativo.
Debemos, por tanto, reforzar nuestra presencia en las plataformas de
organizaciones no gubernamentales de acción social y promover
actuaciones conjuntas en las que se ponga de manifiesto que nos
importan otras causas sociales.
Debemos comprometer recursos y esfuerzos de apoyo con otras causas
sociales, de modo que nuestra propia estrategia reivindicativa se vea
fortalecida por el apoyo real y solidario, es decir con hechos, a otros
colectivos que se encuentran también, como la discapacidad intelectual,
en posición desventajosa en el conjunto social.
VI. Relaciones con los Medios de Comunicación
En muchas ocasiones nos quejamos porque la discapacidad intelectual no
es suficientemente visible, pasa desapercibida para la sociedad y para los
medios de comunicación, lo cual redunda en la permanencia y
consolidación de falsas ideas, de prejuicios y de estereotipos negativos
sobre las personas con discapacidad. Igualmente poco visible es el
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
25
movimiento asociativo en su conjunto. Es verdad que hemos conseguido
que nuestras asociaciones se conozcan en las ciudades y pueblos donde
desarrollan su actividad, pero más allá de ahí, poca gente sabe de la
existencia de un movimiento de familias organizado a nivel autonómico y
estatal.
El equipo de esta ponencia considera que el siglo XXI debe ser también el
de la visibilidad de FEAPS. Apostar por un modelo social en el que el
tercer sector tiene un papel relevante significa también creer en la
necesidad de estar más presente como movimiento asociativo en la vida
social, reconocido por su dimensión estatal y autonómica y no solo local.
La presencia en el conjunto de la sociedad es fundamental. A pesar de los
avances logrados, en FEAPS arrastramos una importante debilidad en
cuanto a nuestra visibilidad social, que es preciso superar.
Debemos destinar más recursos a la promoción de nuestra imagen y al
conocimiento público de nuestros objetivos y actividades, y hacerlo de
forma coordinada en todo el movimiento asociativo [entre todas las
federaciones autonómicas].
Es, en definitiva, el momento de procurar que FEAPS se conozca en todo
el territorio nacional, que se sepa que es un gran movimiento de familias
que nace de lo local y que lo trasciende. [Eliminación de esta última frase]
Los instrumentos de que disponemos para mejorar nuestra proyección
social son muy mejorables.
Debemos abrir nuestras entidades para que los medios tengan la
oportunidad de ofrecer una imagen objetiva y comprensiva del trabajo que
realizamos para mejorar la vida de las personas con discapacidad
intelectual.
Debemos mantener un contacto permanente, vivo y de enriquecimiento
mutuo con los profesionales de la información y con las entidades que
miden la imagen social de las instituciones. Debemos reforzar y adaptar la
estructura de comunicación externa. Debemos modernizar los
instrumentos de comunicación y ponerlos al día. Debemos mejorar la
capacitación profesional y técnica de los profesionales de comunicación.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
26
ORGANIZACIÓN Y RECURSOS
Y ahora qué: del bla bla bla a la puesta en marcha. Recordamos aquí
que parte de la imagen corporativa de este congreso que culmina en
Toledo se construyo a partir de gestos tan simples como el bla bla bla.
Pensamos que las organizaciones sociales son también realidades
conversacionales, ágoras de debate y discusión a partir de las cuales
construimos nuestra identidad colectiva. Pero del debate a la tertulia
diletante solo hay un pequeño y corto paso. En FEAPS también caemos
en ocasiones en actitudes diletantes,
grandes palabras, retóricas
impactantes que se tornan humo sobre polvo, nada. Debemos superar el
bla bla bla.
Debemos repensar el perfil que deben adquirir nuestras Juntas Directivas,
en particular la Confederal y las federativas. A nuestro juicio, deben ser
mucho más reflexivas, dotarse de un pensamiento más estratégico,
mantener un contacto real y permanente con partidos políticos, agentes
sociales, administraciones etc…Pues son finalmente las juntas directivas
quienes deben liderar, establecer las estrategias y orientar
ideológicamente a nuestro movimiento asociativo [eliminar “a nuestro
movimiento asociativo”] y dejar los desarrollos tácticos en manos de los
gerentes, directores y técnicos.
Las cuestiones de modelo social, de posicionamiento ideológico de la
organización y de estrategia reivindicativa requieren un área de trabajo
suficientemente potente y dotada de recursos para guiar desde la
perspectiva técnica todo este esfuerzo. Esta área deberá estar
reconocida funcionalmente al mismo nivel que las direcciones técnicas de
nuestras organizaciones.
Debemos convertir a VOCES en auténtico órgano de expresión y opinión.
Debemos utilizar el espacio editorial no sólo para fijar nuestras ideas no
sólo en los asuntos referentes a la discapacidad, sino a la política social en
su conjunto, para que nuestros posicionamientos en cuanto al modelo de
social se hagan visibles y explícitos.
Debemos plantearnos el cambio de nombre de nuestro movimiento
asociativo. A estas alturas solo la pereza nos lleva a llamarnos por unas
siglas que contienen términos tan desterrados de nuestro vocabulario
como “pro subnormal” y que constituyen un tremendo descalificativo para
las personas con discapacidad intelectual.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
27
C PROPUESTAS DE FUTURO
IDEOLOGÍA, POLÍTICA Y MODELO SOCIAL
1. FEAPS es y debe seguir siendo una organización independiente
políticamente. Pero el proyecto de FEAPS es y debe ser un proyecto
ideológico.
2. FEAPS debe aspirar a ser un movimiento social en el que se explicite y
racionalice el pensamiento ideológico que orienta nuestra forma de
actual.
3. FEAPS debe apostar por un modelo social, lo que implica que
debemos ocuparnos de analizar la realidad social más allá de los
asuntos cotidianos relacionados estrictamente con la discapacidad,
asumiendo los compromisos y riesgos que ello comporta.
ESTRATEGIAS EN POLÍTICA SOCIAL
4. FEAPS debe pronunciarse
con coherencia sobre la regulación del
mercado laboral. No puede defenderse una gran flexibilización y el
abaratamiento del despido con carácter general y mantener una
posición proteccionista cuando nos se trate de nuestros profesionales y
de las personas con discapacidad intelectual.
5. FEAPS
debe pronunciarse sobre la equiparación de nuestros
trabajadores con el sector público y sobre la implantación de la renta
básica universal como derecho de ciudadanía, superando el concepto
de ayuda o de pensión (también para la persona con discapacidad
intelectual) para pobres y excluidos.
6. FEAPS debe definirse sobre la financiación de los servicios social y
expresar una posición clara acerca del copago, el nivel adecuado de
presión fiscal y todas aquellas decisiones tributarias que repercutan en
el sostenimiento del Estados de bienestar.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
28
7. FEAPS debe hacer un profundo seguimiento y análisis real de los
presupuestos generales del estado y de los presupuestos de las
CC.AA., a fin de evidenciar los avances y retrocesos que se producen
en materia de protección social.
8. FEAPS debe pronunciarse sobre la irrupción de entidades privadas con
ánimo de lucro en la prestación de los servicios a personas con
discapacidad intelectual, su conveniencia, su idoneidad y las garantías
que, en caso afirmativo, deben exigirse.
9. FEAPS debe promover y defender políticas públicas de apoyo a las
familias (con o sin discapacidad), a la familia tradicional y a las nuevas
formas familiares, cada vez más numerosas también en nuestro
movimiento asociativo.
10. FEAPS debe comprometerse activamente en la defensa derechos y
servicios para personas con discapacidad intelectual con trastornos
mentales y del desarrollo, en coordinación con los servicios sociales y
las instituciones de salud.
11. FEAPS debe adoptar una postura más abierta y más activa en la
reivindicación de la aplicación de la Convención de las Naciones
Unidad sobre los Derechos de la Persona con Discapacidad.
12. FEAPS debe promover una Ley estatal sobre atención en el ámbito de
los servicios sociales y de los servicios socio- sanitarios para las
Personas con Discapacidad, en la que se superen las actuales
discriminaciones básicas por el lugar de residencia.
13. FEAPS debe avanzar hacia su reconocimiento institucional como
agente social.
14. FEAPS debe reforzar nuestra cooperación con otras organizaciones
del Tercer Sector, estableciendo con ellas acuerdos y convenios
destinados al enriquecimiento mutuo y la consecución de una sociedad
más solidaria.
15. FEAPS debe defender
el modelo social europeo y el Estado de
bienestar. Lo que supone apoyar una razonable redistribución de la
riqueza, como elemento imprescindible para el bienestar colectivo, y el
reconocimiento total, formal y real, de los derechos de las personas
desfavorecidas y vulnerables, entre las que se encuentran las personas
con discapacidad intelectual.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
29
16. FEAPS debe diseñar, construir y ejecutar una estrategia reivindicativa
sólida y solidaria, justificada y ambiciosa, más allá de la defensa de
nuestros intereses sectoriales.
17. La estrategia de FEAPS en la defensa del modelo social debe ser
autónoma, apartidista, y laica. Debemos construir un proyecto a largo
plazo, coherente, planificado y estratégico. Debemos debatir las
cuestiones relacionadas con el modelo social, sin renunciar a nuestra
independencia de cualquier partido político, organización social o credo
religioso, con autonomía de pensamiento para proponer y debatir
aquello que más nos preocupe.
GESTIÓN DEL ENTORNO POLÍTICO Y SOCIAL
18. FEAPS debe mantener relaciones permanentes, sostenidas y estables
con todos los partidos políticos, al menos con los representados en los
Parlamentos estatal, autonómicos y locales. No debemos conformarnos
con entrar en contacto con los partidos políticos en vísperas de las
elecciones.
19. FEAPS debe intentar participar en la elaboración de los programas
electorales, haciendo visible y comprensible la discapacidad intelectual
y nuestra forma de entender lo social.
20. FEAPS debe estrechar las relaciones con los agentes sociales, con
sindicatos y patronales.
21. FEAPS debe implementar una estrategia que defienda la economía
social como modelo productivo y el papel de las organizaciones como
las de FEAPS, centros especiales de empleo, cooperativas,
asociaciones, etc.
22. FEAPS debe trabajar por unos salarios dignos y condiciones laborales
mejores para los profesionales y para las personas con discapacidad
que participan en el mercado laboral.
23. Debemos convencer y presionar a las administraciones para que
revisen el coste de las plazas, de forma que se contemplen unos
salarios cuya cuantía resulte acorde con la importancia de su cometido
social.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
30
24. FEAPS debe reivindicar espacios reales de participación en la
elaboración de leyes, decretos, reglamentos, y no solo simbólicos,
testimoniales o instrumentales.
25. FEAPS debe promover el desarrollo de los principios de la buena
gobernanza, la transparencia en la información al ciudadano y a las
ong’s.
26. FEAPS debe exigir presencia real en todo el proceso de toma de
decisiones, desde la elaboración de los presupuestos hasta la gestión
de las políticas públicas en materia de política del bienestar.
27. Debemos intentar que las administraciones asuman la Cartera de
Servicios de FEAPS como propias, para garantizar una atención de la
máxima calidad a las personas con discapacidad intelectual y sus
familias.
28. Debemos exigir el cumplimiento certero de la Ley de promoción de la
autonomía personal y atención a la dependencia y denunciar con
contundencia los intentos de obstaculizar, minimizar o desviar su
desarrollo, de forma expresa y coordinada en todas las comunidades
autónomas donde detectemos que ocurra.
29. Debemos promover la aprobación de Leyes Generales de servicios
sociales de cuarta generación, es decir, aquellas que recojan derechos
subjetivos de ciudadanía, y reclamar una Ley estatal específica sobre
discapacidad, que establezca el marco de los servicios sociales,
prestaciones técnicas y espacios socio sanitarios para todos los
ciudadanos con discapacidad.
30. Debemos propiciar con urgencia un debate claro y transparente con las
organizaciones específicas, como Síndrome de Down, Autismo, etc, y
las organizaciones genéricas, a fin de encontrar un marco cómodo de
relación entre todos que no cuestione la legitimidad de cada cual, que
aborde la cuestión de la doble militancia y avance en la definición
común de misión, visión etc.
31. Debemos redefinir el marco de nuestras relaciones con la ONCE y la
Fundación ONCE, por la importancia que tienen en la provisión de
recursos económicos para nuestras organizaciones.
32. Debemos apostar por el CERMI como espacio de debate, consenso y
lobby del conjunto de la discapacidad. Pero nuestra presencia en los
CERMIs no puede ser testimonial ni de subordinación.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
31
33. Debemos ser muy activos en el compromiso solidario con otros
colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión que tienen tanto interés
como nosotros en la consecución de un modelo social más justo y
equitativo.
34. Debemos
reforzar nuestra presencia en las plataformas de
organizaciones no gubernamentales de acción social y promover
actuaciones conjuntas en las que se ponga de manifiesto que nos
importan otras causas sociales.
35. Debemos comprometer recursos y esfuerzos de apoyo con otras
causas sociales, de modo que nuestra propia estrategia reivindicativa
se vea fortalecida por el apoyo real y solidario, es decir con hechos, a
otros colectivos que se encuentran también, como la discapacidad
intelectual, en posición desventajosa en el conjunto social.
36. Debemos destinar más recursos a la promoción de nuestra imagen y al
conocimiento público de nuestros objetivos y actividades, y hacerlo de
forma coordinada en todo el movimiento asociativo.
37. Debemos abrir nuestras entidades para que los medios tengan la
oportunidad de ofrecer una imagen objetiva y comprensiva del trabajo
que realizamos para mejorar la vida de las personas con discapacidad
intelectual.
38. Debemos mantener un contacto permanente, vivo y de enriquecimiento
mutuo con los profesionales de la información y con las entidades que
miden la imagen social de las instituciones.
39. Debemos reforzar y adaptar la estructura de comunicación externa.
Debemos modernizar los instrumentos de comunicación y ponerlos al
día. Debemos mejorar la capacitación profesional y técnica de nuestros
profesionales de comunicación.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
32
ORGANIZACIÓN Y RECURSOS
40. Las Juntas Directivas, en particular la Confederal y las federativas,
deben asumir el diálogo político con partidos, sindicatos y ONGs,
porque a ellas corresponde liderar, establecer las estrategias y orientar
ideológicamente al nuestro movimiento asociativo, y dejar los
desarrollos tácticos en manos de los gerentes, directores y técnicos.
41. FEAPS debe contar con un área de trabajo reconocida funcionalmente
al mismo nivel que las direcciones técnicas de nuestras organizaciones,
suficientemente potente y dotada de recursos para guiar desde la
perspectiva técnica todo este esfuerzo.
42. Debemos convertir a VOCES en auténtico órgano de expresión y
opinión y utilizar su espacio editorial no sólo para fijar nuestras ideas no
sólo en los asuntos referentes a la discapacidad, sino a también en los
de política social en su conjunto.
43. Debemos plantearnos el cambio de nombre de nuestro movimiento
asociativo y superar unas siglas que contienen términos tan
desterrados de nuestro vocabulario como “pro subnormal”,
enormemente descalificativo para las personas con discapacidad
intelectual.
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
33
ANEXO. Características de los Modelos Sociales
Suecia, Noruega. Modelo Nórdico: rasgos principales. En los países
nórdicos hay una muy alta protección social que se tiende a combinar con
un mercado de trabajo muy flexible, donde es fácil despedir a los
trabajadores. Asumir este modelo significa que las personas con
discapacidad intelectual, y en general cualquiera, no estarán tan
protegidas legislativamente en el mercado laboral, pero tendrán mayores
cotas de apoyos de los que conocemos en España en el caso de que
estén/estemos en el paro. (formación, subsidios, etc…). Evidentemente, en
este modelo la protección social a los más vulnerables (incluidas las
personas con discapacidad) es muy alta, con independencia de que se
haya cotizado o no se haya cotizado. Los nórdicos parten de una premisa:
se accede a todas las prestaciones sociales por ser ciudadano del país en
el que se vive (derecho subjetivo de ciudadanía) y no por haber cotizado o
no cotizado a la seguridad social (sistema contributivo) o por carecer de
ingresos (sistema caritativo). El sistema de protección social
fundamentalmente se financia vía impuestos, altos impuestos: en
Dinamarca, se paga en la declaración de hacienda el 59% de los ingresos;
en Suecia, de cada 100 euros de sueldo bruto, 57 se pagan a hacienda
(En España, la media de ingresos que van para hacienda es del 35,6%).
En otras palabras, en los países nórdicos, la protección social es muy alta,
la administración invierte muchísimo en los servicios que la garantizan, no
hay limitaciones por razones de ingresos para recibir prestaciones
sociales, pero los suecos o los daneses pagan muchísimo a la hacienda
pública y el mercado laboral es poco proteccionista, la precariedad
(flexibilidad que dicen ellos) es muy alta. Por lo demás, la iniciativa privada
en materia de servicios sociales es débil. El tercer sector tiene una
presencia muy subsidiaria del sector público.
Inglaterra, Estados Unidos. Modelo Anglosajón: rasgos principales.
En el modelo anglosajón, la protección social se limita a los más
desfavorecidos de la sociedad, tiende a ser de naturaleza asistencial y
limitada; el Estado se ocupa de los que tienen rentas muy bajas bajo el
principio de la necesidad. El mercado laboral es muy flexible, con una alta
precariedad en el empleo y un sistema regulatorio de despido barato; por
el contrario, la cobertura por desempleo es importante; Ello produce una
sociedad que podemos denominar dual en el ámbito de la protección (unas
clases medias que eligen la oferta privada, en general de más calidad,
para asuntos como la sanidad, la educación y planes de pensiones; y, por
otro lado, la población de rentas bajas, empujadas hacia servicios de
MODELO SOCIAL Y ENTORNO
34
mínimos, de corte asistencial, en materia de protección social). El Estado,
en consecuencia, es débil, con un bajo nivel de compromiso en el gasto
social, con unos servicios sociales muy mercantilizados y en manos del
sector privado. La financiación pública del sistema de protección social se
realiza mediante impuestos y tasas especiales. En este modelo, la
protección social publica de los más vulnerables (incluidas las personas
con discapacidad o sin ingresos) es relativamente baja. La iniciativa del
sector privado en materia de servicios sociales es importante. El tercer
sector tiene una notable actitud reivindicativa, pero es menos potente en
la provisión de servicios sociales.
Alemania, Francia y otros países de la Europa Occidental y Central.
Modelo Continental: rasgos principales. En el Modelo Continental, la
protección social no es igual para todo el mundo; al igual que ocurre en
España, depende en muy buena parte de las condiciones laborales de la
persona: si se ha trabajado (cotizado), se tiene una protección social
mayor que si no se ha trabajado (por tanto, no se ha cotizado); La
protección vía inserción laboral (seguridad social, para entendernos) es
muy alta y el mercado laboral tiende a ser rígido y proteccionista, y
despedir a los trabajadores presenta bastantes dificultades. La debilidad
de modelo se advierte en el tratamiento de los que no han cotizado, que
disfrutan de una intensidad protectora mucho más baja, aunque siempre
más alta que los que en España tienen esas mismas características.
Asimismo, en este modelo, la protección social de los más vulnerables
(incluidas las personas con discapacidad) es más alta que en España. La
premisa es clara: se accede a todas las prestaciones sociales por haber
cotizado y se accede parcialmente -en todo caso, a un mínimo, bastante
generoso comparado con España- si no se ha cotizado. Lógicamente, el
sistema de protección social se financia vía cotizaciones de empresarios y
trabajadores (la protección por desempleo es muy generosa); pero en
Alemania y en Francia los impuestos son altos, más que en España: de
cada 100 euros que ingresa un trabajador, 47 van para hacienda. (En
España recordemos que son 36 euros). En la Europa continental, el nivel
de inversión social es elevado, y la protección es generosa, más para
quienes trabajan o han trabajado. La iniciativa en materia de servicios
sociales del sector privado es importante, también existe un tercer sector
con una muy importante presencia en la provisión de servicios sociales y
gran capacidad de influencia política.
España. Modelo Mediterráneo. Rasgos Principales . De España, poco
que decir. Las personas con discapacidad intelectual, las familias, también
nuestros profesionales y voluntarios experimentamos día a día el nivel de
extensión y de intensidad de la protección social, la realidad de nuestro
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mercado de trabajo y, en general, el camino que aún queda por recorrer en
provisión de servicios y en materia de reconocimiento de derechos
sociales. El valor económico en el que actualmente se puede cifrar el
esfuerzo que realizan las familias y las personas con discapacidad para
poder llevar una vida digna ronda los 30.000 euros, según los últimos
estudios realizados por encargo de nuestra Confederación. Este es el
coste directo e indirecto de la discapacidad intelectual que asumen
personas y familias. Con ello casi sería suficiente. El Modelo Social
Mediterráneo se caracteriza por su eclecticismo, quiere decirse que toma
de aquí y de allí, de un modelo o de otro, sin acabar de tener una
adecuada intensidad protectora, ni un criterio claro en cuanto a los
principios políticos e ideológicos. En España, el mercado de trabajo es
rígido (como en el modelo continental), pero (como en el modelo
anglosajón), los servicios sociales públicos se basaban hasta muy
recientemente en el principio de necesidad y falta de recursos (es decir, la
generosidad, sólo para los pobres). La Ley de Autonomía Personal y
Atención a la Dependencia supone un intento, por la importancia que
atribuye al derecho subjetivo de ciudadanía, de incorporar elementos del
modelo nórdico. En cualquier caso, el Estado español (el conjunto de
administraciones) es cicatero (en términos de porcentaje del PIB, Producto
Interior Bruto) a la hora de invertir en protección social. Se podrían dedicar
muchos más recursos.
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