PRÁCTICA No.5 METABOLISMO NORMAL DE LA GLUCOSA Carmelina Xajil (200817305) Departamento de Bioquímica, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, Universidad de San Carlos de Guatemala, Carrera de Química Farmacéutica INTRODUCCIÓN Los glúcidos constituyen la principal fuente de energía del organismo. El consumo calórico varía con la edad, la estatura, el peso, el sexo y la actividad física. Después del proceso digestivo, los alimentos son absorbidos en forma de glucosa, principalmente, la cual, llegada al hígado, se transforma en el polisacárido de reserva glucógeno (Oh, 2005, p. 162). Hay distintos factores que influyen en el mantenimiento normal de la glucemia, siendo dos fundamentales la liberación de glucosa por el hígado, y la utilización de la glucosa por los tejidos. El control y la regulación de la glucosa dependen sustancialmente de la interacción entre las hormonas glucagón e insulina secretadas por las células α y β, respectivamente; sus acciones son antagónicas y son claves para mantener la homeostasis de la glucosa (Mathews, K., van Holde, E. & Aher, G., 2004, p. 236)). La insulina tiene como tejidos efectores principales al músculo estriado, el hígado y tejido graso ejerciendo acciones de almacenamiento en forma de glucógeno disminuyendo así la concentración de glucosa sanguínea; el glucagón, actúa activando la glucogenólisis y gluconeogénesis con lo cual ascienden los niveles de glucosa en sangre. Una alteración en estas dos hormonas puede generar diabetes mellitus, -un desorden metabólico caracterizado por hiperglicemia y perturbación en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, derivado de defectos en la secreción o acción de la insulina- (Bartekb, 2004, p. 19), por ello, en esta práctica se ha medido el comportamiento de glucosa sanguínea en pacientes en etapas de ayuno y luego de insta alimenticia, a fin de comprender el metabolismo de la glucosa en normales. METODOLOGÍA No toda la glucosa absorbida es almacenada por el hígado; éste retiene aproximadamente un tercio y el resto pasa a la sangre. Una lectura de nivel de azúcar en la sangre muestra la cantidad de azúcar, o glucosa, que hay en su sangre. En este caso, se realizaron lecturas de niveles de glucosa sanguínea a tres pacientes con diferentes dietas alimenticias: carbohidratos, cetogénica y balanceada. Una prueba de nivel de azúcar en la sangre se hace para verificar qué tan bien está funcionando el metabolismo del paciente, es decir, hipoglucemia o hiperglucemia; y en el caso de pacientes con diabetes, verificar qué tan bien está funcionando el tratamiento; en mujeres verificar si el embarazo no está produciendo diabetes gestacional. Existen varios tipos de pruebas, sin embargo, la glucosa sanguínea se mantiene en ayunas y en los períodos interprandiales entre 0.80 y 1.20 g/L, ese nivel aumenta después de las comidas, no sobrepasando normalmente de 1.40 g/L descendiendo antes de las dos horas al nivel inicial. El nivel de azúcar en la sangre elevado ligeramente después de comer hace que el páncreas libere insulina, la cual ayuda al cuerpo a usar y a controlar la cantidad de azúcar en su sangre. Cuando los niveles sanguíneos luego de dos horas son altos, significa que el cuerpo tiene problemas para elaborar o utilizar la insulina y el paciente puede presentar diabetes o prediabetes. RESULTADOS Grafica 1. Curva de Tolerancia a la Glucosa Glucosa mg/dL Dieta CHOs Balanceada Cetogénica 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0 0 50 100 150 Tiempo (min) mg: miligramo; dL: decilitro; min: minutos Fuente: Datos experimentales, obtenidos en el Laboratorio de Bioquímica, Edificio T-12 USAC La gráfica 1 muestra el comportamiento de la glucosa según las dietas en carbohidratos, balanceada y cetogénica. La dieta balanceada presenta los niveles más altos de glucosa en sangre, 170mg/dL; la dieta de carbohidratos se encuentra entre 70-120 mg/dl, mientras que la cetogénica tiene los valores más bajos con rangos entre 70-93 mg/dl. Según la gráfica, el paciente con dieta balanceada es quien presenta en general, los valores más altos de glucosa sanguínea, en ayunas y luego de ingerir alimentos. DISCUSIÓN DE RESULTADOS En cuanto al comportamiento de la glucosa derivada de la dieta rica en carbohidratos (curva azul) la gráfica muestra que los rangos de ésta tuvieron una variación desde 73 mg/dL en ayunas, llegando a los 120 mg/dL luego de ingerir alimentos y luego de dos horas la concentración de ésta fue de 91 mg/dL. La glucosa es la fuente principal para la producción de energía del cuerpo. Por ello no es de extrañarse que cuando una persona no ha ingerido alimentos por varias horas los niveles de ésta en la sangre sean bajos, regularmente cercanos al límite mínimo, ya que bajo estas condiciones es el hígado el principal suministrador de glucosa por medio de la gluconeogénesis. En cambio, cuando comemos, los carbohidratos se degradan a glucosa cuando se rompen durante la digestión, de manera que la glucosa se metaboliza para su uso como combustible por las células. Un aumento de glucosa en sangre se produce cuando se consumen alimentos, especialmente los hidratos de carbono, una fuente principal de calorías en la dieta diaria. Entonces, el páncreas produce la hormona insulina para transportar y metabolizar las moléculas de glucosa (Mathews, 2004, p. 258). Esto es congruente a la tendencia de la curva de la glucosa en la gráfica 1, pues vemos que el paciente luego de ingerir alimentos llega hasta una concentración de 120 mg/dL de glucosa en sangre, lo cual es normal ya que la insulina aún no ha comenzado con su función para que se lleve a cabo la internalización de la glucosa en las células. Así mismo, a medida que transcurre el tiempo ha de notarse que la concentración de la glucosa en sangre comienza a disminuir debido a que la insulina da la señal de concentración elevada de ésta y es entonces, cuando los transportadores de la glucosa la internalizan en las células de los tejidos que necesitan suministro de energía o bien, comienza a ser almacenada como glucógeno en el hígado, de modo que luego de transcurridas dos horas de la ingesta de alimentos se reporta un nivel de 91 mg/dL cuya valor ha llegado al rango normal (80100 mg/dL). En este paciente el comportamiento de la glucosa sanguínea es normal ya que oscilan entre los rangos establecidos para las concentraciones mínimas, en diferentes circunstancias. La glucosa sanguínea se mantiene en ayunas y en los períodos interprandiales a un nivel que oscila entre 80 y 120 mg/dL. Ese nivel aumenta después de las comidas, no sobrepasando normalmente de 140 mg/dL, para descender antes de las dos horas al nivel inicial (Stryer, 2002, p. 321). Las oscilaciones entre estos valores teóricos y los obtenidos son atribuibles especialmente a dos factores influyentes en el mantenimiento normal de la glucemia siendo estos fundamentalmente la liberación de glucosa por el hígado, y la utilización de la glucosa por los tejidos. La misma gráfica muestra que la dieta cetogénica (curva verde) presenta los niveles más bajos de glucosa sanguínea pues en ayunas el paciente tuvo 69 mg/dL de concentración sanguínea, la cual ascendió hasta los 93 gm/dL siendo esta su máxima concentración en sangre; posterior a ello el descenso de la glucosa luego de dos horas marcó una concentración de 78 mg/dL; esta disminución de concentración sanguínea al igual que en el paciente con dieta en carbohidratos, es debida a que la insulina propicia la internalización de la glucosa en la célula, sin embargo, a diferencia del primer paciente, en éste, la glucosa sanguínea alcanza rangos mucho menores incluso apenas logra llegar al rango mínimo constante de 80-100 mg/dL. Bien, la dieta cetogénica es rica en grasa (87-90%), baja en carbohidratos, baja en calorías, con proteínas normales por lo tanto, la poca glucosa que ingiere el paciente, es suministrada hacia el cerebro para evitar que el metabolismo de este carbohidrato se limite en aquél tejido (Bartekb, 2004, p. 17). Ha de notarse pues, que esta dieta proporciona bajo suministro de carbohidratos para realizar glucogénesis así como para realizar glucolisis y suministrar energía. Por tanto, resulta razonable que este paciente haya reportado los niveles más bajos de concentración de glucosa en sangre en ayunas así como luego de ingerir alimentos, puesto que el organismo se obligó a mantener el límite de glucosa sanguínea mediante la degradación del glucógeno almacenado en el hígado. Así mismo la concentración de glucosa se mantuvo inferior a 100 mg/dL ya que los cuerpos cetónicos no pueden ser utilizados como combustible en las primeras fases de ayunos, así que la glucosa en sanguínea podría corresponder a toda la reserva de glucógeno almacenada previamente por el individuo y no precisamente obtenida de la dieta. En condiciones fisiológicas, los tejidos son la causa más importante del descenso de la glucemia. Si no hay un aporte simultáneo de glucosa por la alimentación, el hígado se empobrece en glucógeno y la glucogenólisis es incapaz de compensar el desgaste periférico de glucosa. Sucede lo mismo en el ayuno prolongado (Franz, et al., 2002, p. 136) Por último, la dieta balanceada (color rojo) presenta una curva de tolerancia de glucosa con los valores más altos de niveles sanguíneos de glucosa. El paciente en ayunas marcó un valor de 75 mg/dL, pero luego de ingerir alimentos su concentración de glucosa en sangre tuvo el máximo en 170 mg/dL el cual disminuyó llegando a los 113 mg/dL luego de dos horas. Los resultados de este paciente son interesantes, especialmente los reportados luego de ingerir alimentos ya que los valores oscilan sobre los límites establecidos como normales. Antes de comer, un individuo sano tiene unos niveles de glucosa en sangre comprendidos entre 80-100 mg/dL. Estos niveles se mantienen constantes en los períodos interprandiales por un mecanismo homeostático en el que el glucógeno almacenado en el hígado es transformado a glucosa a medida que el organismo necesita energía. Inmediatamente después de comer, a medida que se absorben los hidratos de carbono rápidamente asimilables, la glucosa en sangre asciende hasta llegar a 160-180 mg/dL a cabo de una hora, y a 130-140 mg/dL a las 2 horas, según sea el índice glucémico del alimento (Franz, et al., 2002, p. 137). Sin embargo, no puede inferirse que este paciente presente una prediabetes o diabetes pues habría que evaluar que la cantidad de alimentos ingeridos también influencia los valores de glucosa sanguínea, aun cuando deriva de dietas balanceadas así como la talla y peso de cada paciente. De lo anterior, hay que hacer énfasis en el “índice glumémico del alimento” ya que este factor podría ser el principal generador de las diferencias obtenidas en las curvas de tolerancia de glucosa de los tres pacientes; pues a simple vista se esperaría que la dieta de carbohidratos presentara los índices mayores, seguida de la dieta balanceada y con los valores más bajos, la dieta cetogénica. El índice glucémico es un método de clasificación de la calidad de un hidrato de carbono de un alimento en función de su efecto inmediato sobre la glucosa de la sangre. Para que la comparación sea válida, las porciones del alimento que se estudia y de la glucosa deben tener el mismo contenido energético, es decir, proporcionar el mismo número de calorías (Bartekb, et al., 2004, p. 165). Es por ello que vemos las oscilaciones del comportamiento de la glucosa entre los tres individuos en estudio, aunque, claro está que cada una de las dietas tuvo influencia sobre los diferentes resultados, sin embargo, los tres pacientes oscilan en los rangos normales de glucosa sanguínea. Cabe recalcar que en diabéticos, la producción de insulina es insuficiente y, por lo tanto si el paciente no está controlado, los niveles de glucosa en sangre pueden ascender a 300, 400 o más mg/dL. CONCLUSIONES El paciente con dieta cetogénica tuvo niveles más bajos de glucosa sanguínea, con rangos entre 69-93-78 mg/dL, debidos a la baja ingesta de carbohidratos y calorías. El paciente con dieta de carbohidratos obtuvo un valor de 73 mg/dL en ayunas, 120 mg/dL como máximo y 91 mg/dL luego de dos horas. El paciente con dieta balanceada tuvo niveles de glucosa sanguínea que oscilaron entre los 75-170-113 mg/dL. El nivel de glucosa en la sangre depende de un equilibrio inestable entre su liberación por el hígado y su consumo por los tejidos, el cual está regulado por las hormonas insulina y glucagón. El metabolismo de la glucosa en paciente normales sigue una tendencia en la cual los niveles de glucosa sanguínea están entre los 80100 mg/dL en ayunas el cual llega hasta los 140 gm/dL luego de ingerir alimentos pero disminuye en función del tiempo; en pacientes diabéticos, los niveles sanguíneos de glucosa en ayunas se encuentran arriba de los 125 mg/dL llegando hasta los 300, 400 o más mg/dL. REFERENCIAS 1. Mathews, K., van Holde, E. & Aher, G. (2004). Bioquímica. 3ª. Edición. Pearson Addison Wesley, España. 2. Stryer L., Berg, M. & Tymoczko, L. (2002). Bioquímica. 5th Edición. Reverté, S.A.Barcelona, España. Pp. 685 3. Bartekb, J., Rezníčkováa, M., Zapletalovác, J., Doubravovád, D. & Chlupováe, L. (2004). Determination of the glycaemic index of selected food (white bread an cereal bars) in healthy persons. Biomed. Pp. 17–25 4. Oh, K. (2005). Carbohydrate intake, glycemic index, glycemic load, and dietary fiber in relation to risk of stroke in women. Editor Am J Epidemiol. Vol. 161 (2). Pp. 161-9 5. Franz, M., Bantle, J., Beebe, C., Brunzell, J., Chiasson, J., Garg, A., Holzmeister, L. & Hoogwerf, B. (2002). Evidencebased nutrition principles and recommendations for the treatment and prevention of diabetes and related complications (Technical Review). Diabetes Care 25: S136–S138. ANEXOS Tabla 1. Glucosa (mg/dL3) 0 30 60 90 120 Carbohidrat F 115 156 73 120 108 103 91 Balanceada M 127 160 75 170 135 122 113 Cetogénica M 155 170 69 93 80 72 78 1: peso en libras; 2: talla en centímetros, 3 miligramos por decilitro Fuente: datos experimentales obtenidos en Laboratorio de Bioquímica, T-12, USAC. Dieta Sexo Peso1 Talla2