Re1'. rk .Vled. K G. Nararra V: 4.54, 1961 Falsa recidiva de cáncer de cólon pelviano por fecal.ama ]. L. Escubi, ]. M. Martmez García Peñuela (*) RESUMEN Se presenta un caso clínico de cáncer de colon pelviano, en el cual a los 8 años aparece un cuadro similar que hace pensar en una recidiva, siendo la verdadera etiología un fecaloma. El caso que motiva esta comunicación es el siguiente: J. 1., de 55 años, que acude a nuestra consulta el 30-VIII-1951; casada. sin hijos ni abortos y cuyo climaterio se estableció 3 ó 4 años antes. Buen estado general. Como antecedente digno de interés: estreñimiento crónico. Desde hace un año. crisis de dolores cólicos. de dos o tres días de duración y que se repite cada tres o cuatro meses. Pérdida de peso. Hace 11 días. los dolores cólicos se han hecho continuos acompañados de cierre abdominal, náuseas, vómitos biliosos y meteorismo. A Ja exploración presenta un vientre muy meteorizado. El tránsito intestinal revela un estó- * Pamplona. mago desplazado. A las 9 horas el bario llena la asa ilíaca y una gran dilatación cólica, que afecta principalmente al cólon transverso Y al descendente hasta sigma. s~ recomienda un enema jabonoso, como preparación al enema opaco, que afortunadamente llega a solucionar el cuadro obstructivo. El enema opaco muestra una estrechez del cólon pelviano. que coincide con la zona de máximo dolor a la palpación. Se establece el diagnóstico de presunción de cáncer de cólon pelviano. Se repite la exploración a los pocos días. Radioscópicamente el estómago y duodeno no presentan particular interés. A las 24-32-38 horas el bario llena el cuadro cólico hasta cólon pelviano. deteniéndose la cabeza baritada ante el obstáculo. Un enema opaco de no mu- cha· cantidad se detiene, al otro lado, en cólon pelviano, dejando un vacío entre enema y tránsito. A la palpación se aprecia, en el mismo punto, una formación dura y achorizada coincidente con la exploración anterior. Dos radiografías rea·· ]izadas esta vez coinciden con las exploraciones anteriores como se puede apreciar en la radiog. n." 1. lulas cilíndricas formando varias capas y sus elementos tienen signos evidentes de malignidad. Los núcleos ovales están dotados de grandes nucleólos y muestran con mucha frecuencia mitosis. Es muy acusada la tendencia al crecimiento papilar, viéndose muchas glándulas grandes que presentan este fenómeno. Véase en la foto 1, un aspecto de las formaciones glandulares atípicas. En la foto 2, se aprecia la tendencia papi!'fera del epitelio tumoral. Y en la foto 3. campo en el que se ven abundantes mitosis. El postoperatorio es magnífico y se pierde de vista a la enferma hasta casi ooho años más tarde en el que de nuevo se presenta con un cuadro similar al que motivó la primera intervención: dolor: Radíogr. n. 0 1 Intervención: Realizada por el Dr. García Landa, a quien le ayudo, se encontró que el colon pelviano, casi en su parte media, presenta en una extensión de unos cuatro cm. una zona rosada, brillante. estrecha y dura que rodea como un manguito al colon. Resección de 1O a 12 cm., practicando una anastomosis latero-lateral. No recuerdo los motivos que tuvo para realizar esta anastomosis aunque creo fueron evitar un estrechamiento acusado por una término-terminal y así facilitar un mejor vaciami:::nto por una boca más ancha mediante una látero-lateral. Se le entrega la pieza resecada al doctor M. Peñuela resultando ser un adenocarcinoma. Su informe dice: tumor de intestino constituído por un fondo conjuntivo denso y fibroso en el que se alojan multitud de glándulas atípicas de formas muy variables entre las que se dan algunas dilataciones quísticas. El epitelio es de cé- Fíg 1 Fíg. 2 Fig. 3 pérdida de peso y de apetito manifiestos y destacando siempre la complicación de las obstrucciones intestinales. Practico un tránsito oral, bajo radioscopia, y voy a su encuentro con un enema opaco, tratando de precisar el punto exacto de la obstrucción, practicando una especie -permítaseme el símil- de ((Sandwich>) de la lesión. Como quiera que con anterioridad y en todo momento he seguido este mismo sistema exploratorio, se impone una aclaración por mi parte. Ante la posibilidad de que a algún lector, a más de un colega pueda parecer algo fuerte este método exploratorio empleado, diré que siempre que el estado de la enferma o enfermo lo permita y ante todo siempre que me encuentro ante casos, como el que trato, de expectación armada, no dudo en seguir este sistema exploratorio de <<Sandwich)) por creer que es el que con más exactitud o fidelidad localiza el punto de la obstrucción. La palpación, bajo y fuera de la pantalla nos permite apreciar en la base del triángulo ombligo-pubis-cresta ilíaca izquierda una tumoración dura, desplazable y dolorosa del tamaño de una castaña de Indias grande. Se le hace una radiografía, la n.º 2, donde, como pueden apreciar, todo parece calcado a la número l con la única excepción de un ligero desplazamiento hacia la línea rne- día por acortamiento de meso por la primera intervención. En este punto las cosas es cuando se decide operarla, intervención que corre a cargo del Dr. Voltas. Es en este momento cuando es obligado, reconsiderando los hechos pasados, precisar las razones que motivaron el diagnóstico de recidiva. Si, dentro de las características generales, comenzamos por la edad hemos de decir que aunque la juventud no protege contra esta enfermedad, el cáncer del intestino grueso, como acontece en general con el cáncer del tubo digestivo, es una enfermedad que afecta preferentemente a las personas de edad más o menos avanzada y que se da un promedio, como en nuestra enferma, de 55 años. En cuanto al sexo mencionaremos, muy someramente, que las muy contrapuestas estadísticas se inclinan últimamente, entre ellos Buirgue, a dar un 18,2 % de las autopsias estudiadas para la mujer y un 15 % para el varón. Un porcentaje, pues, digno de tenerlo en cuenta. Es en la sintomatología donde he de detenerme dentro del margen de es,pacio que me es posible disponer. Teniendo en cuenta que no exi&ten síntomas propios del cáncer del intestino grueso, sino únicamente síntomas prestados o provocados Radiogr. n º 2 La sorpresa nos la dará la intervención que corre a cargo del doctor Voltas: dad maligna de colon puede dar -bien Incisión pararrectal siguiendo la antientendido en la enfermedad ya constítuí- gua cicatriz. Mediante disección laboriosída, pues la forma clínica precoz, cual- ma se logra separar las asas intestinales quiera que sea la porción afectada no da y el colon del peritoneo parietal. En meningún síntoma patognomónico- consi- dio de un paquete intestinal se aprecia, deraremos en nuestra enferma lo si- por tacto, una tumoración dura como guiente: una piedra. Separación cuidadosa de todas las asas. La exploración de todo el l." Pérdida de apetito manifiesta, pues abdomen, mesenterio, hígado, ovarios, etla enferma dice que si come es porque le cétera, es normal. Resección de un trnzo es forzado el comer. de colon con la tumoración, que resulta 2." Pérdida de peso, pues nos mani- ser un fecaloma que taponaba en parte fiesta haber perdido hasta 6 Kg. la boca anas,tómica. Cierre término-ter3.'' Estreñimiento, ya que la enferma minal de la luz intestinal y cierre por plase queja de que meses antes no evacuaba nos. Curso postoperatorio normal y a a satisfacción, pues sus deposiciones eran los pocos días se mandó a su casa. El próximo mes hará diez años de la incompletas, insatisfechas y que su estrefiimiento devenía progresivamente más primera intervención y dos de la segunacusado, hasta el extremo de haber teni- da y de mi error diagnóstico. El estado do varias detenciones pasajeras, aunque actual de la enferma es magnífico, hafuertes, que determinaron la complica- biendo engordado mucho y no quedándole, en lo psíquico, más que la preocupación de ... ción hasta el temor, al fantasma del es4.º Obstrucciones intestinales, de las treñimiento que busca y encuentra el meque la última, por ser la más fuerte, la dio de su desaparición. anima a consultarse, ya que la enferDiez años son muchos en este curioso ma padecía de ... caso que hasta en la supervivencia nos 5." Dolores que ella precisaba junto da un nuevo mentís, pues según las estaa un bulto movible que la misma en- dísticas son nimios los cambios o avanferma tocaba y que nosotros localizaces positivos registrados durante los úlmos en el sitio de la primera interven- timos años. En un muy reciente trabajo ción merced a una palpación fuera de los el Dr. Muir, de Londres, nos da una surayos X y combinada con ellos, manio- pervivencia de cinco años después de la bra que nos permitió palpar una tumora- resección por carcinoma de intestino grueción dura y desplazable del tamaño de so del 50 %. una pequeña mandarina. Terminaré admirando a los grandes Con este cuadro y teniendo tan vivo el Maestros de la Medicina y concretamente tan similar de ooho años antes, conside- a aquel magnífico Mondar que tan gran rando que si en la hora del diagnóstico partido sabía sacar de casos sencillos, no se debe subestimar cualquier caso raro como este mío, para convertirlos en maque pueda presentarse, lógicamente, por gistrales enseñanzas y confiando, tammucho que trato de derribar mi propio bién, acaso en este mismo Congreso. diagnóstico no puedo dejar de fallar: re- que otros colegas de aquende y allende el Pirineo poseídos de mi misma inquietud, cidiva de cáncer de colon pelviano. por complicaciones, teniendo presente la variedad de síntomas que una enferme- aunque con más fortuna que yo, den a luz pruebas inconcusas que nos lleven al diagnóstico preciso y así evitar fracasos corno este mío que si en algo me consuéla es porque con ello he aprendido más que con todos los éxitos. StntJvIAHY Apparent recur.rence of cancer of tLe pdvic colon due to a fecaloma Report of a case of carcinoma of the pelvic colon in which, 8 years after radical surgery, the clinical and radiological findings su· ggested the possibili ty of a recurrence. Surgical exposition revealed that the cause was a fecal orna.