PRIMEROS AUXILIOS 1 PRIMEROS AUXILIOS Definición de “Primeros Auxilios” Los primeros auxilios son la ayuda inmediata que se presta provisionalmente cuando existe un riesgo evidente para la salud y la vida de otros seres humanos hasta que se produce la intervención de personal cualificado. Los primeros auxilios no son un sustitutivo del tratamiento médico. Ayudar a otras personas en caso de emergencia es una obligación tanto moral como jurídica. La legislación exige la prestación de ayuda a quienes han sido testigos presénciales de una emergencia o a quienes llegan al lugar del accidente, en la medida en que dicha ayuda sea exigible en función de las circunstancias ¿Cuándo son necesarios los primeros auxilios? Los primeros auxilios son necesarios, por ejemplo, cuando un niño de tres años ingiere el contenido de una botella de jabón, o cuando de repente un adulto se echa las manos al pecho al sentir una punzada de dolor, o cuando una persona de edad avanzada se cae y se rompe la cadera. En caso de enfermedades graves y en accidente que se producen en el hogar o en el lugar de trabajo, jugando o haciendo deporte y en los medios de transporte, o en caso de intoxicaciones, los afectados están a merced de una ayuda urgente. Entonces, los minutos cuentan. Siempre es mejor hacer algo que no hacer nada. Todo el mundo puede ayudar con medidas sencillas. En caso de urgencia, el socorrista asume un papel de mucha responsabilidad, y en ocasiones está en sus manos salvar una vida. Prestar primeros auxilios significa, entre otras cosas: Proteger al paciente de otros posibles daños y peligros. Controlar las funciones vitales: consciencia, respiración, circulación. Tomar medidas necesarias encaminadas a salvar la vida de los afectados. Realizar la llamada de socorro. Asistir y confortar al paciente. Principios Generales en los Primeros Auxilios La persona que está presente en el lugar del accidente debe actuar con dominio de la situación manteniendo la serenidad. Hay que evaluar la situación rápidamente, sin precipitarse. Hay que pedir ayuda. Así pues, puede actuar con eficacia e impedir actuaciones nefastas de testigos bienintencionados pero incompetentes. La actuación del socorrista es triple: ("PAS") (Fig. 1). * PROTEGER: hay que evitar que el accidente se propague y que alcance a otras personas (incluido uno mismo). Proteja al accidentado, sin perder de vista el entorno físico y químico que rodea el lugar del accidente. * ALERTAR: hay que avisar urgentemente a los Servicios de Urgencia Especializados: a las ambulancias, bomberos y policías. Se debe disponer de un listado de números de teléfonos de los Servicios de Emergencia. Existe un teléfono único nacional para cualquier tipo de emergencia: 112 (Centro Coordinador de Emergencias). La persona que avisa debe expresarse con claridad y precisión. Decir desde donde llama e indicar exactamente el lugar del accidente. 2 * SOCORRER: hacer una primera evaluación. Si no sabe cómo actuar absténgase y pida ayuda Existen unos Principios generales a tener en cuenta a la hora de prestar los primeros auxilios: 1. Estar tranquilo pero actuar rápidamente. Tu tranquilidad tranquilizará a los heridos que con frecuencia sufren miedo. 2. Hacer una composición del lugar, hay que examinar para saber cuáles son los heridos más graves y si existen fuentes de peligro. 3. Un herido grave no debe ser movilizado excepto por estas tres razones: para poder aplicarle los primeros auxilios, para evitar el agravamiento de sus heridas o para protegerle de un nuevo accidente. Además antes de cambiarlo de sitio hay que cerciorarse de su estado y suministrarle los primeros auxilios. 4. Hay que examinar bien al herido. Tener en cuenta el ABC (Airway). Apertura de la vía aérea con control cervical. B (Breathing). Ventilación Oxigenación. C (Circulation). Circulación y Control de hemorragias. A 5. No hacer más que lo indispensable. 6. Mantener al herido caliente. 7. No dejar nunca beber ni comer a una persona que necesite primeros auxilios. 8. Tranquilizar a la víctima. 9. No dejar nunca solo al accidentado, salvo para pedir ayuda, llamar al 112 o grave riesgo para la seguridad de la persona que acude a socorrer. 3 Conceptos básicos de anatomía y fisiología Para poder comprender las actuaciones que debe prestar un primer interviniente en las diversas situaciones en las que debe socorrer a una persona con un problema de salud urgente, éste debe disponer de unos conocimientos básicos sobre la anatomía y fisiología de los sistemas respiratorio, cardiovascular y nervioso. SISTEMA RESPIRATORIO Todas las células del organismo necesitan oxígeno para poder funcionar y en su actividad se produce dióxido de carbono (CO2) que debe ser eliminado. La función del sistema respiratorio es llevar oxígeno del aire a la sangre y eliminar el CO2 de la sangre, es decir, que se produzca el intercambio gaseoso entre la sangre y el aire. La sangre es la responsable de transportar el oxígeno de los pulmones a las células y el CO2 desde las células a los pulmones. Anatomía del sistema respiratorio. 1.- Vía aérea: sistema de conductos que permiten que el aire se movilice desde el exterior del cuerpo al interior de los pulmones y viceversa. Se puede dividir en dos: - Vía aérea superior: formada por fosas nasales, boca, faringe y laringe. - Vía aérea inferior: formada por la tráquea, los bronquios y los bronquiolos. El aire que respiramos habitualmente entra por las fosas nasales (donde se calienta, filtra y humedece), pasando a la faringe (conducto que comunica con las fosas nasales por arriba, con la boca por delante, con el esófago por abajo y atrás y con la laringe por abajo y delante. El aire también puede entrar por la boca y pasar luego a la faringe. Desde la faringe el aire pasa a la laringe discurriendo entre las cuerdas vocales. 2.- Los pulmones: son dos órganos de color marrón parduzco, localizados a ambos lados de la cavidad torácica entre los que se localiza el corazón. Son dos órganos independientes, móviles y sueltos y esta movilidad se lo confiere la cavidad pleural donde se hallan. Componentes de los pulmones: el tejido pulmonar, los conductos aéreos, las arterias y venas. La laringe se continúa con la tráquea (tubo rígido que recorre el cuello hasta el tórax), que se bifurca en dos bronquios principales (uno para cada pulmón). Dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican constituyendo el árbol bronquial que termina en los bronquiolos. Estos a su vez terminan en unas estructuras con forma de saco y paredes muy finas llamadas alvéolos. En los alvéolos, el oxígeno del aire inspirado atraviesa la fina pared alveolar y las delgadas paredes de los capilares pasando a la sangre. El CO2 realiza el camino contrario desde la sangre al saco alveolar (intercambio gaseoso). 4 Fisiología del sistema respiratorio El sistema respiratorio se encarga de que los niveles en sangre del oxígeno y de CO2 se mantengan relativamente constantes. Si se interrumpe o reduce el suministro de oxígeno a las células se produce sufrimiento celular, y si la eliminación de CO2 se reduce, este se retiene en la sangre pudiendo producir sufrimiento en el organismo. La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas: la inspiración, que es la entrada de aire a los pulmones, y la espiración, que es la salida. La inspiración es un fenómeno activo, caracterizado por el aumento del volumen torácico que provoca una presión intrapulmonar negativa y determina el desplazamiento de aire desde el exterior hacia los pulmones. La contracción de los músculos inspiratorios principales, diafragma e intercostales externos, es la responsable de este proceso. Una vez que la presión intrapulmonar iguala a la atmosférica, la inspiración se detiene y entonces, gracias a la fuerza elástica de la caja torácica, esta se retrae, generando una presión positiva que supera a la atmosférica y determinando la salida de aire desde los pulmones. Por ello la espiración es un proceso pasivo Mientras este ciclo ocurre, en los sacos alveolares, los gases contenidos en el aire que participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido de carbono, difunden a favor de su gradiente de concentración, de lo que resulta la oxigenación y destoxificación de la sangre. En condiciones normales respiramos 15-18 veces por minuto, manteniendo, por tanto un flujo de aire de 7 a 8 litros por minuto. El sistema respiratorio está coordinado con el sistema circulatorio, de tal forma que cualquier estímulo que acelere la frecuencia cardiaca aumentará también la respiratoria. SISTEMA CARDIOVASULAR El sistema cardiovascular tiene como fin conducir los nutrientes y el oxígeno a todos los tejidos del organismo y eliminar los productos de desecho. Está formado por: el corazón, las arterias, los capilares y las venas. Anatomía del sistema cardiovascular El corazón es un órgano centrotorácico, impar y asimétrico situado en el mediastino anterior, apoyado en el diafragma y situado en el centro del tórax. El tamaño del corazón guarda una estrecha relación con la edad, el sexo y la superficie corporal de cada individuo. El corazón es un órgano muscular hueco y coniforme de cuatro cámaras, cuya función es impulsar sangre. Hay un tabique que es una pared muscular que separa el corazón en dos mitades, derecho e izquierdo. Cada uno de ellos está formado por dos cámaras: la aurícula y el ventrículo. La aurícula es la cámara superior y su función es la de recibir la sangre que llega de las venas y servir de depósito temporal hasta su vaciamiento posterior al ventrículo. El ventrículo es la cámara inferior y su función es la de bombear la sangre. Hay dos grandes circuitos: el que va del corazón a los pulmones y el que va del corazón a las demás partes del cuerpo. La aurícula derecha recibe la sangre proveniente de los tejidos periféricos (sangre no oxigenada). De aquí pasa al ventrículo derecho que bombea la sangre hacia la los pulmones (circulación pulmonar). 5 La sangre una vez oxigenada en los pulmones va hacia la aurícula izquierda, pasando de esta al ventrículo izquierdo, que la bombea hacia el resto del cuerpo (circulación sistémica). Fisiología del sistema cardiovascular La función del sistema cardiovascular es transportar la sangre oxigenada de los pulmones a las células de todo el organismo, y la sangre con CO2 desde estas a los pulmones. El bombeo del corazón resulta de la contracción y relajación alternativa de la musculatura de las cámaras cardíacas. La contracción de las cámaras del corazón se llama sístole. Diástole es la relajación de las cámaras cardíacas con la consiguiente dilatación y llenado. Las acciones sincrónicas de las dos cavidades, derecha e izquierda, del corazón constituyen el ciclo cardíaco. El corazón de un adulto late a unas 60-100 veces por minuto. Cada contracción del músculo cardiaco es generado por un impulso eléctrico que surge de un marcapasos natural del corazón y es transmitido al resto del corazón por un sistema de conducción especializado. SISTEMA NERVIOSO El sistema nervioso central es una estructura compleja que recoge millones de estímulos por segundo que procesa y memoriza continuamente, adaptando las respuestas del cuerpo a las condiciones internas o externas. Está formado, entre otras, por unas células muy especiales llamadas neuronas. Estás células tienen la peculiaridad de ser extremadamente delicadas: necesitan un aporte continuo de oxígeno y glucosa (no saben utilizar otros nutrientes) para vivir. Este aporte lo asegura el sistema circulatorio gracias al continuo e ininterrumpido suministro de sangre. Una falta de dicho suministro supone la muerte irreversible de las neuronas, lo que conlleva lesiones muy graves, irreversibles y si esta falta de suministro sanguíneo perdura se produce el fallecimiento de la persona por paro respiratorio o colapso cardiovascular. Cuando sobreviene un paro cardiaco, todas las células del organismo son afectadas, aunque el cerebro sufre la lesión más significativa e inmediatas por las características de las neuronas arriba descritas. RELACIÓN ENTRE LOS DISTINTOS SITEMAS El principal objetivo del Soporte Vital Básico, es mantener el suministro de oxígeno a los órganos vitales para preservar su función. El cerebro, el corazón y los pulmones funcionan de forma dependiente y están muy relacionados. Los pulmones oxigenan la sangre y el corazón bombea la sangre oxigenada al cerebro. Si existe un paro respiratorio o cardiaco, se priva al cerebro y a otros órganos vitales de oxígeno. Por otra parte la función cerebral también regula las funciones cardiacas y respiratorias, ya que en el cerebro se encuentran los centros especializados para el control de dichas funciones, por todo ello es necesario que se aporte oxígeno en los 2-3 primeros minutos de una parada cardiorespiratoria para no privar de este a los órganos diana (corazón, pulmones y cerebro). 6 DEFINICIONES Parada cardiorespiratoria (PCR): Es la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la circulación y respiración espontáneas. Reanimación cardiopulmonar (RCP): Conjunto de maniobrar encaminadas a revertir una PCR, sustituyendo primero, para intentar restaurar después, la respiración y circulación espontáneas. Se trata de una serie de medidas para mantener la sangre circulando hacia el cerebro y el corazón. Soporte Vital: Amplía el concepto de RCP, integrando la prevención de la PCR (reconocimiento de las situaciones de emergencia médica, alerta a los servicios de emergencias e intervención precoz) y el soporte respiratorio y circulatorio a las víctimas de PCR con maniobras de RCP. Distinguimos: Soporte Vital Básico (SVB): Se realiza sin el auxilio de ningún material, excepto dispositivos de barrera. Soporte Vital Avanzado (SVA): Requieren un material específico que debe ser utilizado por personal especializado. Cadena de supervivencia: Sucesión o encadenamiento de circunstancias (eslabones) favorables que hacen más probable que una persona sobreviva a una situación de emergencia. Arritmias malignas: Se denomina “arritmia” a un ritmo del corazón diferente al ritmo normal. La mayor parte de las arritmias permiten contracciones cardiacas capaces de bombear un flujo de sangre normal. Sin embargo, algunas condicionan una actividad cardiaca tan desorganizada que el corazón es incapaz de realizar su misión (parada cardiaca). En minutos llevan a la muerte o secuelas graves debido a la falta de oxígeno en los tejidos. Son la “fibrilación ventricular” y la “asistolia”. Fibrilación Ventricular: Se trata de una arritmia mortal, que provoca paro cardiaco por incapacidad del corazón de bombear sangre. Es responsable del 80-90% de las muertes súbitas. La FV es la causa habitual de la muerte en los primeros momentos tras un infarto de miocardio. En estos casos, síntomas como el dolor en el pecho, la sensación de mareo o de falta de aire, pueden alertar sobre la inminencia del ataque cardiaco. En pocos segundos, los pacientes pierden la consciencia. Si la FV persiste durante más de 3-4 minutos, se produce la muerte del individuo. Este tiempo puede ser “alargado” si se realizan maniobras eficaces de RCP. La FV puede ser revertida mediante una descarga eléctrica proporcionada por un desfibrilador. Asistolia: Es el ritmo final resultante de cualquier causa de parada cardiaca. No puede ser tratada mediante desfibrilación. En la práctica supone la muerte del individuo. 7 Muerte súbita: Se trata del fallecimiento, por causas naturales, ocurrido dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas. Esto excluye las muertes accidentales. La causa más frecuente de muerte súbita son las enfermedades del corazón (la más frecuente la FV). Al tratarse está última de la causa más frecuente, es fundamental actuar con rapidez y enfatizar la enseñanza y la compresión de la “cadena de supervivencia” y el establecimiento de programas de implantación y manejo de desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos concurridos. S.E.M.: Sistema de Emergencias Médico. En nuestra Comunidad Autónoma responde al número único europeo 112, que integra además de los recursos sanitarios a fuerzas de orden público y servicios de rescate y extinción de incendios. Cuando se activa el Sistema de Emergencias, es importante tener en consideración: Es importante mantener la calma durante la conversación con el personal teleoperador o con el médico regulador. Responder bien a sus preguntas. No cortar la comunicación hasta que nos lo indiquen los interlocutores. Identificar el lugar con precisión. Confirmar un teléfono de contacto por si es precisa una rellamada. Lego: Equivalente a personal no sanitario, entendiendo por tal todas aquellas personas que no estén en posesión del título de Licenciado en Medicina y Cirugía o de Diplomado en Enfermería. 8 SOPORTE VITAL BÁSICO El Soporte Vital Básico (SVB) se refiere al mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea y al soporte de la respiración y de la circulación sin utilizar otros dispositivos que no sean los de protección. Incluye, como tal, a los 3 primeros eslabones de la Cadena de Supervivencia. REANIMACÍON CARDIOPULMONAR (RCP) Como hemos indicado anteriormente, la Fibrilación Ventricular se caracteriza por una contracción y relajación rápida y caótica. El corazón pierde su función coordinada y deja de bombear sangre de manera efectiva. Muchas víctimas de PCR pueden sobrevivir si quienes presencian la parada actúan inmediatamente, mientras la FV está todavía presente, pero la resucitación suele ser inefectiva una vez que el ritmo se ha deteriorado hacia la asistolia. El tratamiento óptimo de la FV es la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) inmediata por los testigos (ventilaciones de rescate y compresiones torácicas combinada) además de la desfibrilación eléctrica. El mecanismo predominante en víctimas de trauma, sobredosis de droga, ahogamiento, y en muchos niños es la asfixia; en estos casos las ventilaciones de rescate son fundamentales en la resucitación de estas víctimas. El concepto, que describimos a continuación, de la cadena de supervivencia resume los principales pasos necesarios para la resucitación exitosa. La mayoría de estos eslabones son relevantes tanto para las víctimas de parada cardiaca como respiratoria. 1º Eslabón. Reconocimiento precoz de la emergencia y llamada pidiendo ayuda: activación del sistema de emergencias médicas o sistema local de respuesta a emergencias, “telefonear al 112”. Una respuesta precoz y efectiva puede prevenir la parada cardiaca. 2º Eslabón. RCP precoz por testigos: la RCP inmediata puede doblar o triplicar la supervivencia a una parada cardiaca súbita por FV. 3º Eslabón. Desfibrilación precoz: la RCP seguida de desfibrilación dentro de los primeros tres a cinco minutos del colapso puede obtener tasas de supervivencias del 49 al 75%. 4º Eslabón. Soporte Vital Avanzado precoz y los cuidados post-resucitación: la calidad del tratamiento en el período que sigue a la resucitación afecta al resultado de esta. 9 En la mayoría de las comunidades, el tiempo entre la llamada al 112 y la llegada del SEM es de 8 minutos o más. Durante este tiempo la supervivencia de la víctima depende de que los que la rodean inicien rápidamente los primeros tres eslabones de la cadena de supervivencia. Las víctimas de la parada cardiaca necesitan RCP inmediata. Esto aporta un flujo sanguíneo pequeño al corazón y al cerebro, pero de capital importancia en esos momentos. También incrementa las probabilidades de que una descarga de desfibrilación termine con la FV y permita al corazón retomar un ritmo efectivo que genere una perfusión sistémica efectiva. Comenzamos con la RCP Básica, que como hemos reiterado, constituye el segundo eslabón de la cadena de supervivencia. Varios estudios han demostrado el beneficio de la RCP inmediata en términos de supervivencia de la víctima, así como los perjuicios de retrasar la desfibrilación. Por cada minuto sin RCP, la supervivencia de una FV presenciada disminuye un 7-10%. Cuando quienes presencian la PCR efectúan RCP la disminución de la supervivencia es más gradual siendo su media un 3-4%. En total la RCP practicada por testigos duplica o triplica la supervivencia a un ataque cardiaco. SECUENCIA DE RCP BÁSICA EN ADULTOS Consiste en el seguimiento de una secuencia de acciones: 1. Asegúrese de que usted, la víctima y los demás testigos estén seguros. 2. Compruebe la capacidad de respuesta de la víctima (valorar el nivel de conciencia): nos acercaremos a la víctima frente a su campo visual, le preguntaremos con voz enérgica y zarandeándolo por los hombros, le preguntaremos: “¿se encuentra bien?”, “¿le ocurre algo?” o similar. 3. Valore la respuesta de la víctima: a. Sí responde: Déjelo en la posición en la que se encuentra Intente averiguar qué le ocurre y busque ayuda si la necesita. Reevalúelo regularmente. b. No responde: Grite pidiendo ayuda. Voltee a la víctima sobre su espalda. Se debe actuar con rapidez ya que por la pérdida de tono muscular, la lengua puede caer hacia atrás y producir asfixia. Para evitarlo realizaremos la MANIOBRA FRENTEMENTÓN, que trata de “abrir la vía aérea”. Coloque su mano en la frente y extienda su cabeza hacia atrás manteniendo el pulgar y el índice libre por si tiene que taparle la nariz y 10 si es necesario hacerle el boca a boca. Con la punta de los dedos eleve el mentón para abrir la vía aérea. 4. Valore la respiración de la víctima (oír, ver y sentir): Manteniendo la maniobra frente-mentón, es decir, la vía aérea abierta, vea, oiga y sienta si existe respiración normal. Ver si existe movimiento torácico. Oír en la boca de la víctima ruidos respiratorios. Sentir el aire espirado en su mejilla. Decida si la respiración es normal, “anormal”, o ausente. En los primeros minutos después de la parada cardiaca, la víctima puede que apenas respire, o las respiraciones sean agónicas o ineficaces (jadeo o boqueadas), no deben confundirse con una respiración normal. Si después de no más de 10 segundos no somos capaces de identificar una respiración eficaz o en caso de duda actuaremos cómo si la víctima no respira. 4. a. Si la víctima respira normalmente: Colóquelo en posición lateral de seguridad o posición de recuperación. Avisar al 112 y/o envía o vaya a buscar ayuda. Compruebe que continúa respirando. 4. b. Si no respira normalmente: Envíe a alguien por ayuda, si se encuentra solo, use su móvil para llamar al 112, deje a la víctima sola si no hay otra opción. 5.- Inicie compresiones torácicas¸ del siguiente modo: Arrodíllese al lado de la víctima. Coloque el talón de una mano en el centro del pecho de la víctima. Coloque el talón de su otra mano sobre la primera. Entrelace los dedos y asegúrese de que no aplica la presión sobre las costillas de la víctima. No aplique presión sobre la parte superior del abdomen o sobre el extremo inferior del esternón. 11 Colóquese vertical sobre el pecho de la víctima y, con sus brazos rectos, comprima el esternón al menos 5 cm (pero no más de 6 cm). Después de cada compresión, libere la presión del tórax sin perder contacto entre sus manos y el esternón; repítalo a un ritmo de al menos 100 por minuto. El tiempo empleado en compresión y descompresión debe ser igual. la ES MUY IMPORTANTE REDUCIR AL MÁXIMO LAS INTERRUPCIONES DE LAS COMPRESIONES TORÁCICAS Y ESTAS DEBEN SER DE ALTA CALIDAD. 6.- Combine las compresiones torácicas con ventilaciones de rescate. Después de 30 compresiones abra la vía aérea otra vez, utilizando la maniobra frente mentón. Tape la nariz de la víctima, cerrándola con el índice y el pulgar de la mano que apoya en la frente. Permita que la boca de la víctima este abierta, pero manteniendo la elevación del mentón. Inspire una vez (normalmente, no forzada) y coloque los labios alrededor de la boca de la víctima, sellándolos con fuerza. Insufle aire en la boca de la víctima mientras observa que el pecho se eleva, está insuflación ha de durar aproximadamente un segundo, como en una respiración normal; de esta manera se realiza una ventilación boca a boca efectiva y evitamos riesgos de hiperinsuflación. Mantenga la extensión de la cabeza, retire su boca de la de la víctima y observe el pecho descender al salir del aire. Inspire normalmente e insufle en la boca de la víctima una vez más, para alcanzar un total de dos respiraciones boca a boca. Ambas ventilaciones no deberían de durar más de 5 segundos. Entonces coloque correctamente de nuevo sus manos sobre el esternón y de otras 30 compresiones torácicas, o Continúe con las compresiones torácicas y ventilaciones de rescate en una relación 30:2. o Deténgase para reevaluar a la víctima sólo si comienza a respirar normalmente, se mueve o abre los ojos, en otro caso no interrumpa la resucitación. Minimice los tiempos en que la víctima no recibe compresiones. 6. a.- Si su ventilación inicial de rescate no hace que el pecho se eleve entonces, antes de su siguiente intento: Compruebe que no hay nada en la boca de la víctima que obstruya su ventilación. No intentar sacar nada que no se vea y este accesible. Compruebe nuevamente que la maniobra frente-mentón es correcta. No intente más de dos ventilaciones cada vez, antes de volver a las compresiones torácicas. 12 Si hay más de un reanimador presente, han de relevarse en la RCP cada 1-2 minutos, para prevenir el agotamiento. Sin embargo, los relevos deben ser los más rápidos posibles durante el cambio de reanimador para evitar pausas “muy largar” en las compresiones. 6. b.- La RCP realizada solamente con compresiones torácicas se puede realizar de la siguiente manera: Si no puede o no quiere hacer la respiración boca a boca, dé solamente las compresiones torácicas. Si únicamente da compresiones torácicas debe hacerlo a una frecuencia de unas 100 por minutos. Deténgase para reevaluar a la víctima sólo si comienza a respirar normalmente, se mueve o abre los ojos, de otro modo no interrumpa las maniobras de resucitación. 7.- Continúe la resucitación hasta que: Llegue ayuda cualificada que lo releve. La víctima comience a respirar normalmente. Usted se agote. 13 NOTAS COMPLEMENTARIAS. Apertura de la vía aérea La única maniobra recomendada para abrir la vía aérea por personal lego es la maniobra frente-mentón anteriormente explicada, tanto para víctima traumáticas como no traumáticas. Diagnóstico de la parada cardiorespiratoria La maniobra de verificación del pulso (“tomar el pulso”) es poco sensible (el reanimado no detecta en muchas ocasiones que un paciente en PCR no tiene pulso) y poco específica (no se detecta el pulso aunque exista). Por ello, y principalmente para reanimadores legos, se optó por considerar parada cardiaca a la situación en la que la víctima no responde, no se mueve y no respira “normalmente”, situación considerada como de “ausencia de signos de circulación espontánea”. Ventilaciones de rescate iniciales La ventilación es menos importante que las compresiones torácicas en los primeros momentos durante los primeros después de una parada cardiaca sin asfixia, pues el oxígeno contenido en la sangre se mantiene elevado, y el reparto de oxígeno al miocardio y al cerebro queda limitado principalmente por la disminución del bombeo cardíaco, y en menor medida, por la falta de oxígeno en los pulmones. Las conclusiones de la Conferencia de Consenso del 2010 recomiendan: 1) Cada vez que se reinician las compresiones, el reanimador debe colocar sus manos sin retraso “en el centro del pecho”. 2) Se debe comprimir el pecho a un ritmo de al menos 100 por minuto (pero no más de 120). 3) Se debe prestar atención a la profundidad de las compresiones que debe ser de al menos 5 cm (pero no más de 6cm) en el adulto. 4) Se debe permitir al tórax debe expandirse completamente después de cada compresión. 5) Se debe utilizar aproximadamente el mismo tiempo en la compresión y en la relajación. 6) Se debe minimizar las interrupciones en las compresiones torácicas. 7) No debemos apoyarnos en el pulso carotideo o femoral como un índice de flujo arterial efectivo. 8) Insistencia de una RCP de “calidad”. Relación compresión-ventilación Se recomienda dar 30 compresiones por cada 2 ventilaciones para el reanimador en solitario que intente una resucitación de un adulto o un niño fuera del hospital. Esto debería disminuir el número de interrupciones en las compresiones, reducir las probabilidades de hiperventilación, y simplificar la instrucción durante el entrenamiento, además de mejorar la retención de las habilidades. Posición lateral de seguridad (PLS) o posición de recuperación Posición lateral de seguridad. Con esta posición se logra que el paciente que está inconsciente y que respira “normalmente, se encuentre estable y además disminuye los riesgos de obstrucción de la vía aérea y de bronco aspiración. 14 1. Colocamos a la persona tumbada boca arriba, retire las gafas de la víctima, si las llevará 2. Flexione el brazo del lado interno para formar un ángulo recto con su cuerpo 3. Con la pierna del lado interno recta, flexionamos la pierna del lado externo, hasta formar un ángulo con el cuerpo. 4. Giramos el cuerpo hasta que quede de lado. 5. Coloque el dorso de la mano del lado externo, bajo la mejilla OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR CUERPO EXTRAÑO (OVACE) La obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño (OVACE) es una causa poco común pero potencialmente tratable de muerte accidental. Los cuerpos extraños pueden causar obstrucción tanto leve como grave. Los signos y síntomas que permiten la diferenciación entre obstrucción leve y grave de la vía aérea se resumen en la siguiente tabla: Signo Se está atragantando Otros signos Obstrucción leve Responde “si” Puede hablar, toser, respirar Obstrucción grave No puede ni hablar, puede asentir No puede respirar, intenta toser y no puede se queda inconsciente Signos generales: el ataque suele ocurrir durante la comida y la víctima se lleva la mano al cuello Es importante preguntar a la víctima consciente “¿se está atragantando?”. 15 Secuencia en la OVACE en adultos (Esta secuencia también es aplicable en niños de más de un año): Si la obstrucción es leve y la victima está tosiendo con fuerza no intervenga. Sólo intervenga si la obstrucción se hace severa: la tos se hace débil, aparece estridor o el paciente queda inconsciente. Cuando la OVACE es severa los testigos deben actuar rápidamente. Si la víctima muestra signos graves de obstrucción de la vía aérea y está consciente: Aplicar cinco palmadas en la espalda como sigue: o Colóquese de lado y ligeramente detrás de la víctima. o Sujétele el pecho con una mano y recline a la víctima hacia delante, de modo que cuando él cuerpo extraño se mueva salga fuera de la boca en lugar de bajar aún más por la vía aérea. o Aplique hasta cinco palmadas fuertes entre los omóplatos con el talón de la otra mano. Compruebe si cada palmada en la espalda ha sido capaz de aliviar la obstrucción. El propósito es liberar la obstrucción con cada palmada en lugar de necesariamente dar las 5 palmadas. Si tras dar los 5 golpes en la espalda no se ha conseguido aliviar la obstrucción de la vía, aplique hasta cinco compresiones abdominales como sigue: o Sitúese de pie detrás de la víctima y ponga ambos brazos alrededor de la parte superior del abdomen. o Incline hacia delante a la víctima. o Cierre el puño y colóquelo entre el ombligo y la punta del esternón del paciente. o Coja esta mano cerrada con la otra y empuje enérgicamente hacia adentro y hacia arriba. o Repita hasta cinco veces. Si la obstrucción no se libera, continúe alternativamente con cinco golpes en la espalda seguidas de cinco compresiones abdominales. 16 Si la víctima en cualquier momento queda inconsciente: Lleve a la víctima con cuidado hasta el suelo. Active inmediatamente al servicio de emergencia médica. Comience la RCP RCP PEDIÁTRICA GENERALIDADES La mayoría de las PCR en la edad pediátricas se producen como consecuencia de un deterioro progresivo, más o menos rápido, respiratorio, secundarios a enfermedades o accidentes y rara vez a un acontecimiento súbito. En el lactante, el síndrome de muerte súbita es una causa relativamente frecuente de PCR, aunque no se conocen bien los mecanismos por los que se producen. Las causas más frecuentes que provocan PCR en el niño son las que se inician por fallo respiratorio; obstrucción de la vía aérea, neumonías graves, accidentes (aspiración de cuerpo extraño, inhalación de humo, ahogamiento, traumatismo torácico, etc.), o depresión respiratoria (por intoxicación, convulsiones prolongadas). Cuando se produce una PCR en un niño es mucho más grave que en el adulto debido que en la mayoría de los niños llevan en hipoxemia un periodo prolongado de tiempo con la consiguiente lesión de diversos órganos, en el adulto la causa más frecuente es en primer lugar cardiaca y brusca, sin hipoxemia previa. RCP Básica Como en los adultos, la RCP Básica es un conjunto de maniobras que deben hacerse cuando no se dispone de recursos instrumentales. El objetivo de esta es conseguir una buena oxigenación de emergencia para proteger el SNC y el resto de los órganos vitales. En los niños se recomienda empezar estas medidas antes de activar el sistema de emergencia, en tanto que en los adultos se aconseja activar el sistema antes de iniciar la RCP, ya que la desfibrilación precoz es esencial junto con la RCP Básica. RCP EN LAS DISTINTAS EDADES PEDIÁTRICAS Podemos clasificar tres edades pediátricas en función de la anatomía y especialmente por las maniobras de RCP: Recién nacido: comprende el primer de vida. Lactante: desde el segundo mes de vida hasta el primer año. Niño: desde el primer año de vida hasta cumplidos los 12. RCP BÁSICA EN LACTANTES Y NIÑO En la RCP Básica en lactantes y niños se deben de seguir unas pautas como en los adultos, valorando primero y actuando después. Comprobación de la inconsciencia. Estimularemos al paciente pediátrico en busca de alguna repuesta, con mucho mayor cuidado que en un adulto, con algunas sacudidas, pellizcos, etc., y hablándole en voz alta. Maniobra de RCP. Dichas maniobras deben comenzarse inmediatamente sin perder tiempo en avisar al servicio de emergencia, se solicitará ayuda de las personas que están en el entorno para el aviso, porque muchas veces en los lactantes y niños lo único necesario es la apertura de la vía aérea, evitando así el paro cardiaco. 17 Apertura de la vía aérea. Maniobra frente-mentón. Extenderemos el cuello colocando una mano sobre la frente, que no debe de presionar mucho en niños pequeños y menos en lactantes, ya que estos últimos cuando se colocan en una superficie plana tienden a tener una ligera extensión. Efectuaremos un levantamiento del mentón, colocando la punta de los dedos de la otra mano debajo del mismo. Con esta maniobra hay que evitar el cierre de la boca o empujar los tejidos blandos del cuello, y que puede obstruir la vía aérea, sobretodo en lactantes. Ventilación. Primero se comprueba la respiración espontánea. Se aproxima el oído y la mejilla a la boca del paciente pediátrico y se espera para comprobar el paso de aire. Si el niño respira le colocaremos en posición lateral de seguridad mientras llega la ayuda. Los lactantes se colocan boca arriba y con la cabeza de lado, siempre y cuando en esa posición el lactante respire correctamente. Si el niño realiza movimientos con el tórax y con el abdomen pero no se detecta entrada o salida de aire podemos sospechar que la vía aérea está obstruida y debemos proceder a efectuar maniobras de desobstrucción. Cuando veamos que la situación es de apnea total efectuaremos ventilación con aire espirado. Ventilación boca a boca-nariz en lactantes. Ventilación boca a boca en niños, pinzando la nariz con los dedos pulgar e índice. Para llevar una correcta ventilación es imprescindible mantener una adecuada apertura de la vía aérea. La cantidad de aire que insuflaremos será variable según la edad que tenga el paciente. La persona que esté reanimando deberá observar la elevación del tórax, e intentará suministrará el aire adecuadamente para que este se movilice. Es muy importante evitar un excesivo volumen, porque se corre riesgo provocar un traumatismo pulmonar o una distensión gástrica. En los lactantes se soplará a bocanadas y en los niños suavemente. Si el tórax se eleva muy poco o nada debemos reajustar la apertura de la vía aérea y si continuase igual sospecharemos la obstrucción por un cuerpo extraño. Inicialmente se realizarán 5 insuflaciones lentas de 1-1,5 segundos con una pausa entre ellas. Tras las ventilaciones de rescate hay que comprobar si existen signos de vida como cualquier movimiento, tos o respiración normal. Si existen signos de vida pero el niño no ventila, deberemos seguir ventilando con 20 resp/min. hasta que el niño respire o bien llegue la ayuda sanitaria. Masaje cardiaco externo. Si no hay signos vitales se deben iniciar las compresiones torácicas. Seguidamente pasamos a las compresiones torácicas: - Hay que colocar al niño sobre un plano duro, manteniendo la cabeza en posición adecuada para efectuar la ventilación. - Elección del punto del masaje y posición de la mano: o En el lactante se realiza una compresión perpendicular sobre el esternón con los dedos medio y anular, situados a un dedo por debajo de la línea intermamilar. o En los niños, se realizará la compresión con el talón de una mano, situada a dos dedos por encima del extremo distal del esternón. En los niños mayores si la fuerza de una sola mano no es suficiente se realizará como en los adultos, con las dos manos, es decir, una sobre la otra entrelazada. - La fuerza de la compresión debe de ser suficiente para producir una depresión esternal de aproximadamente 2 cm en el lactante, unos 3 cm en niños pequeños y de 4 a 5 cm en el niño 18 mayor. La compresión debe durar el 50% del ciclo. Dejando que vuelva el tórax a su posición inicial, pero sin separar las manos del lugar de la compresión, excepto con un solo reanimador. - La frecuencia de la compresión debe de ser: o En el lactante y en los niños de 100/min. Coordinación de la ventilación y del masaje cardiaco. Según las últimas recomendaciones del ERC 2010 el ratio de compresiones/ventilaciones tanto para lactantes, niños, etc., es igual que para el adulto 30 compresiones/2 Ventilaciones, comenzarán con 5 ventilaciones de rescate y se continuaran con 30/2. Solicitud de ayuda al sistema de emergencia médica. Tras un minuto de realización de la RCP se solicitará ayuda al sistema de emergencia médica, abandonando momentáneamente la RCP si estamos solos. Si no es posible alertar a nadie, se debe proseguir ininterrumpidamente la RCP hasta que sea imposible continuar por agotamiento del reanimador o hasta que llegue alguien que pueda sustituirle. En el caso de un lactante pequeño, no se debe de interrumpir la RCP para solicitar ayuda, puesto que el lactante para dar el masaje se apoya en el antebrazo del reanimador y dar el masaje con la otra mano, efectuando simultáneamente el transporte. Control de la eficacia de la RCP. Se debe de valorar periódicamente la eficacia del masaje mediante la palpación del pulso y cada dos minutos valorarse la efectividad de la RCP, suspendiendo la misma durante 5 segundos y comprobando las constantes vitales. Asfixia por un cuerpo extraño. Si existe sospecha de obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, se procederá a la extracción de este de la siguiente forma: - Extracción manual. Solo se efectuará si el cuerpo extraño se ve y es accesible, ya que en el niño está contraindicado esta extracción por el riesgo de empujar el cuerpo extraño hacia el interior de la vía aérea provocando este una obstrucción mayor. - Maniobras de expulsión. Son variables según se trate si es un lactante o un niño. o En lactante. Se pone al lactante decúbito prono, sobre nuestro antebrazo, sujetándole firmemente la mandíbula, con los dedos primero y tercero; con el segundo dedo se debe mantener la boca entreabierta y la cabeza ligeramente extendida procurando que ésta se halle en posición más baja que el tronco. Ante esta situación hay que dar 19 5 golpes con el talón de la otra mano en la zona interescapular con impulsos moderadamente fuertes. Se coloca al lactante en decúbito supino, cambiándolo al otro antebrazo y sujetándole la cabeza con la palma de la mano en posición más baja que el tronco. Se efectuarán 5 compresiones torácicas en la misma zona e igual que el masaje cardiaco pero más fuerte y algo más lento. Examinar la boca y eliminar cualquier cuerpo extraño visible y accesible. Se debe insistir en las maniobras previas alternándolas cuantas veces sea necesario hasta que se consiga desobstruir la vía aérea y restablecer la respiración efectiva. o En niños. En caso de niños pequeños se colocará transversalmente sobre los muslos del reanimador estando este arrodillado o sentado, y aunque en un principio la secuencia es igual que en los lactantes, tras la segunda serie de 5 golpes en la espalda, los 5 golpes torácicos son sustituidos por 5 compresiones abdominales (maniobra de Heimlich). En los niños mayores y en los adolescentes, las maniobras se realizarán igual que en los adultos. 20 HEMORRAGIAS La hemorragia es la salida de sangre, hacia el interior o exterior del cuerpo, causada por la rotura de los vasos sanguíneos. CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LAS HEMORRAGIAS 1. Según en el espacio en el que se vierta la sangre, vamos a diferenciar en tres tipos: - Hemorragias externas: son aquellas que van a ir acompañadas, siempre, de una herida, por donde la sangre se derrama hacia el exterior del organismo, con lo que la sangre se ve. Suelen estar originadas por: Traumatismos con fracturas abiertas. Golpes violentos con heridas. Heridas causadas por armas de fuego o armas blancas, etc. - Hemorragias internas: son aquellas en las que la sangre se derrama en el interior del organismo y va a parar a una cavidad del mismo, con lo que la sangre no se ve. Suelen estar causados por: Traumatismos o golpes violentos sin heridas. Fracturas, etc. - Hemorragias exteriorizadas por orificios naturales: son aquellas en las que la sangre sale al exterior a través de los orificios naturales. Suelen estar acompañadas de hemorragias internas. 2. Según el tipo de vaso que se rompa, vamos a diferenciar otros tres grupos: - Hemorragia arteriales: presentan un color rojo vivo puesto que es sangre cargada de oxigeno y se derramará a borbotones ya que van a coincidir con los latidos del corazón. - Hemorragias venosas: van a presentar un color rojo oscuro, puesto que es sangre cargada de dióxido de carbono y se derrama de forma continua, como el chorro de un grifo. - Hemorragias capilares: en este caso la sangre se derramara en forma de sabana, a extensión de la herida. PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE HEMORRAGIAS EXTERNAS Valoración primaria. Asegurar la permeabilidad de la vía aérea y valorar la respiración y circulación. Presentarnos y tranquilizar a la víctima, haciéndole saber que somos personal cualificado, en el caso que estuviera consciente. Ayudarlo a tumbarle en prevención de un desvanecimiento. Presión directa sobre la herida. Aplicar presión directa sobre la herida con la ayuda de apósitos limpios y nuestras propias manos. Nunca retirar la gasa o compresas puestas ya antes aunque estas estén empapadas de sangre pues aumentara la hemorragia al desgarrar los coágulos formados. Aplicar un vendaje compresivo para mantener la presión. Vendaje compresivo Consiste en la presión directa de la herida pero esta vez ayudados de compresas, apósitos u otro material limpio (si es posible estéril), al que se une un vendaje alrededor de la circunferencia del miembro, para favorecer el control de la hemorragia. Si continua sangrando se coloca apósitos adicionales sin retirar el vendaje inicial. 21 Elevación de la zona afectada. Si la herida se localiza en miembros o en la cabeza, elevaremos la zona a un nivel más alto que el corazón, pues la gravedad va a reducir la presión de la sangre sobre la zona afectada. En caso de sospechar la existencia de alguna posible fractura no utilizar esta técnica e incluso, ni movilizar. Compresión sobre la arteria principal del miembro. En el caso que ni la presión ni la elevación del miembro detenga la hemorragia y esta se haya producido en una extremidad, procederemos a presionar con nuestros dedos el trayecto de la arteria principal que riega el miembro para intentar disminuir la presión sanguínea de la zona. En el miembro superior se presionará la arteria humeral, comprimiendo con los dedos aproximadamente en la mitad de la cara interna del brazo. En el miembro inferior se presionará la arteria femoral, comprimiéndola con el borde de la mano o el puño en la parte media del pliegue de la ingle, haciendo presión contra el hueso de la pelvis. Torniquete. Excepcionalmente, si la vida del paciente está en peligro y así como último recurso se utilizará un torniquete, ya que su uso originará daño permanente en nervio, músculos y vasos sanguíneos. El torniquete corta toda la circulación del miembro, por eso solo está indicado en amputaciones, aplastamientos prolongados o cuando han fracasado las medidas anteriores. duros (cables, cordeles,..). Es imprescindible colocar un cartel o escribirlo en la frente del herido, donde ha sido colocado el torniquete y la hora. El traslado del herido irá con la cabeza ligeramente más baja que los pies (posición anti-shock). Siempre irá al descubierto. Una vez aplicado nunca se deberá de aflojar, debido a la posibilidad de agravarse el estado de shock y originar la muerte súbita. Complicaciones del torniquete. Debido al cese de la corriente sanguínea y aplastamiento de tejidos blandos el miembro puede sufrir: Gangrena Parálisis por lesión nerviosa Pérdida del miembro Lesiones en órganos producidos por las endotoxinas liberadas. 22 PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE HEMORRAGIAS CON SALIDA AL EXTERIOR POR ORIFICIOS NATURALES Otorragia. Es la salida de sangre del oído hacia el exterior. Su gravedad va a depender del estado de conciencia del paciente y la causa. Siempre vamos a darle más importancia a las que van acompañada de un traumatismo previo, lo que puede significar una fractura en la base del cráneo y otros síntomas asociados. Primeros auxilios. Siempre una valoración inicial. En casos leves se limpiará el oído. Intentar movilizar al paciente lo menos posible, así como mantener la precaución en toda movilización. Cubrir con gasas o compresas estériles el oído sangrante sin llegar a taponarlo. Si el herido está inconsciente mantenerlo en decúbito lateral sobre el oído sangrante. Siempre con una correcta inmovilización posterior a esta posición, y siempre que no se sospeche lesión cervical. Epistaxis. Es la salida de sangre por la nariz hacia exterior. Las causas pueden ser muchas y entre ellas: Las que suelen tener causas patológicas (estornudos, rascado, etc.). Las que suelen tener base patológica (HTA, enfermedades de coagulación, etc.). Las que son consecuencia de un golpe. Primeros auxilios. Comprimir la fosa que sangra durante unos 10 minutos con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante. Si continuara la hemorragia: o Taponamiento anterior: se introduce una venda o gasa empapada en agua oxigenada en la fosa sangrante, de manera que haga de tapón. Esta ha de estar visible para poder acceder a ella después con facilidad. o Si continuase la hemorragia se trasladará al enfermo a un centro sanitario. 23 HERIDAS Una herida es toda lesión de la piel y de los diferentes órganos producida por corte, desgarro, rasguño, contusión, etc. SE CLASIFICAN EN: * INCISAS: originadas por objeto cortante. * CONTUSAS: originadas por objeto romo. Hemorragias internas. * ESPECIALES: Mixtas o incisocontusas, punzantes, por mordedura, con arrancamiento, Etc. Heridas simples Estas son las que el socorrista puede tratar, desinfectándolas y colocando el apósito correspondiente. El socorrista se lavará las manos concienzudamente con agua y jabón abundantes. Limpiar la herida, partiendo del centro al exterior, con jabón o líquido antiséptico. Colocar apósito o vendaje compresivo. Heridas Graves La actuación se resume en tres palabras: EMBALAR, AVISAR, EVACUAR, para lo cual: Taponar la herida con gasas limpias o con compresas estériles si se disponen de ellas. Aplicar una venda sobre la herida, más o menos apretada en función de la importancia de la hemorragia, cuidando de no interrumpir la circulación sanguínea. Si es un miembro superior, colocar un cabestrillo. AVISAR AL 061. Heridas del Tórax Colocar al herido sentado o acostado sobre el lado herido, cabeza y hombros algo incorporados, evacuándolo de esta manera. Cubrir la herida con varias capas de compresas grandes a ser posibles estériles. No dar de beber ni comer. Heridas del Abdomen Pequeña: poner una compresa grande y sujetarla con esparadrapo. Ancha: no poner compresas; si el intestino sale no intentar meterlo, sólo cubrir la herida con un paño húmedo muy limpio y a ser posible estéril. Si algún objeto permanece clavado (cuchillo, punzón, etc.,) no quitarlo, evacuar al herido moviéndolo lo menos posible. No dar de beber ni comer. Mordeduras de Animales Son muy peligrosas debido a los microorganismos que portan los animales en la boca y se trataran lavando la zona concienzudamente, aplicando cualquier antiséptico (povidona yodada), no intentando aproximar los bordes y poner un apósito hasta la revisión por personal cualificado * Se deberá vigilar al animal para descartar la presencia de rabia. 24 QUEMADURAS Quemaduras Térmicas Son lesiones de la piel y otros tejidos provocadas por diferentes causas como el calor, la electricidad, productos químicos, etc. Se clasifican en: Quemaduras de primer grado: la piel está enrojecida (eritema). Quemaduras de segundo, grado: la parte interior de la piel (dermis) se quema, formándose ampollas (flictena) llenas de un líquido claro. Quemaduras de tercer grado: la piel está carbonizada y los músculos, vasos y huesos pueden estar afectados. La gravedad de las quemaduras depende de: * Su extensión. * Localización. * Suciedad o no de la misma. * Fragilidad del quemado (niños, ancianos, etc.). CONDUCTA A SEGUIR ANTE UNA QUEMADURA GRAVE: 1. Eliminar o suprimir la causa. Si la ropa está en llamas, impedir que el accidentado corra, enrollarlo en una manta o abrigo o hacerlo rodar por el suelo. 2. Enfriar la quemadura. Rociar las regiones quemadas con abundante agua a una temperatura entre 10 y 20ºC, durante lO ó 15 minutos. 3. Cubrir las quemaduras. Proteger las quemaduras con sábanas limpias y a ser posible con compresas estériles y humedecidas con suero. 4. Cubrir al herido. Con una manta o similar al fin de evitar el enfriamiento general. 5. Posición horizontal del quemado. Generalmente de espaldas o en posición lateral si tiene quemada la espalda o boca abajo si tiene quemados los costados y la espalda. 6. No dar de beber ni comer al quemado grave. 7. Avisar a los servicios de urgencias (061). 8. Evacuación inmediata. Quemaduras Eléctricas La corriente eléctrica, sea generada artificialmente o natural (rayos), ocasiona lesiones muy diversas que van desde quemaduras pequeñas hasta traumatismos múltiples y la muerte. Tipos de lesiones: * Quemaduras superficiales por calor y llamas. * Quemaduras por arco o fogonazo. * Quemaduras llamadas propiamente eléctricas por la acción de la corriente a través del organismo ya que lesionan planos más profundos y a menudo destruye músculos y altera órganos internos, llegando incluso a producir paradas cardiorespiratorias e incluso la muerte. Ante una electrocución se debe actuar de la siguiente manera: * Cortar la corriente eléctrica antes de tocar al accidentado; en caso de que esto no sea posible, aislarlo utilizando un objeto que no sea conductor de la electricidad (ejemplo: un palo, papel de periódico, etc,) * No emplear objetos metálicos. * En caso de parada cardiorespiratoria, iniciar resucitación cardiopulmonar sin interrupción hasta la llegada del personal sanitario de urgencia, al cual debe avisarse inmediatamente. 25 TRATAMIENTO DE LAS QUEMADURAS ELÉCTRICAS Es similar al que se lleva a cabo en las quemaduras térmicas, ya que la corriente eléctrica al paso por el organismo produce calor lesionando los tejidos. Quemaduras Químicas Ocurre cuando la piel se pone en contacto con un ácido o una base potente, de uso común en productos de limpieza, procesos industriales y laboratorios. TRATAMIENTO * Tranquilizar al paciente. * Lavar con abundante agua la zona afectada, 10-20 minutos. * Cubrir la zona quemada con paños limpios. * Trasladar al paciente al hospital. Lesiones Oculares producidas por sustancias químicas La mayor parte de las sustancias químicas producen efectos nocivos sobre los ojos al contacto directo con los tejidos oculares. TRATAMIENTO 1. Irrigar de manera inmediata y prolongada el ojo durante al menos 20 minutos con agua o suero fisiológico. 2. No tapar el ojo para que las lágrimas continúen limpiando cualquier sustancia química residual. 3. Evacuar al hospital más cercano donde se informará sobre el producto causante de la quemadura. 26 DISTENSIONES MUSCULARES La distensión muscular se produce cuando los músculos o tendones se estiran o se desgarran; a menudo son causadas al levantar algo pesado o al forzar demasiado un músculo. Suele suponer un problema el diferenciarlas de un esguince, pero generalmente, en éstos, los síntomas se encontrarán a nivel de las articulaciones, mientras que las distensiones aparecen en una zona muscular (muslo, pierna, brazo, etc.). Nuestra actuación será primordial para la recuperación del paciente. Lo primero que haremos será inmovilizar la zona afectada, con cualquier medio del que dispongamos. Aplicaremos frío local, bien con bolsas preparadas o con un trozo de hielo, pero no aplicado directamente sobre la piel (ya que provoca quemaduras en la zona donde lo apliquemos) sino que interpondremos algún tipo tejido para proteger la zona. Con el frío conseguiremos que la inflamación del miembro afectado sea menor. Elevaremos el miembro afectado para reducir así también la posible inflamación que se produzca. Habrá que tener mucho cuidado al realizar este paso, ya que la zona está muy sensible y el paciente le dolerá mucho, por lo que la haremos de forma suave y hasta donde la tolere. Una vez elevada no se moverá, ya que el repaso disminuye el dolor. Por último, no aplicaremos ningún tipo de pomada antiinflamatoria ni analgésicos (si no hay un facultativo que la prescriba), ya que enmascara los posibles síntomas que puedan aparecer. ESGUINCES Consisten en la separación momentánea de las superficies articulares de una articulación, con la consiguiente distensión de todas las partes blandas de que se compone una articulación (ligamentos, tendones, cápsula articular, etc.). Los síntomas y signos característicos de un esguince van a ser: Dolor acusado y localizado en el punto de la lesión, más o menos intenso, que posteriormente cede y se reactivará al cabo de unas horas de evolución. Lo que comúnmente se dice: en caliente no duele pero cuando se enfríe dolerá. Inflamación de la zona. Impotencia funcional. Que estará más o menos marcada en función del grado de esguince en el que nos encontramos. Otra característica es que el paciente refiere que se ha lesionado. Nuestra actuación ante situaciones así será: Inmovilizar la articulación afectada, que al igual que pasaba con las distensiones musculares contaremos con dispositivos diseñados a tal efecto o por el contrario tendremos que improvisar algún sistema para mantener inmóvil esa articulación. Aplicar frío local, pero con la precaución de no aplicarlo de forma directa sobre la piel. Elevar la extremidad afectada, para reducir así el dolor y disminuir la inflamación que se produce posterior a la lesión. No aplicar ningún tipo de antiinflamatorio, ni analgésico. Para no enmascarar los signos y síntomas. Traslado a un centro hospitalario. 27 LUXACIONES Una luxación se produce cuando al aplicar una fuerza extrema sobre un ligamento se separan los extremos de dos huesos conectados. Los ligamentos son bandas flexibles de tejido fibroso que unen diversos huesos y cartílagos. También unen los huesos en una articulación. La sobrecarga sobre los ligamentos de las articulaciones puede causar una luxación de la articulación. Consiste en la separación permanente de las superficies articulares, que a diferencia de los esguinces, estas no vuelven a su lugar original Los síntomas y signos que aparecen ante este tipo de lesiones son: - Dolor intenso, debido a la extrema distensión de las estructuras que forman parte de la articulación. - Deformidad evidente, que la veremos de forma clara si comparamos la articulación homóloga del miembro contrario (hombro con hombro, rodilla con rodilla,….). - Impotencia funcional, debido al gran dolor y sobre todo a que la articulación no se encuentra en su posición normal de trabajo. Nuestra actuación será la de mantener al paciente tranquilo en todo momento, y inmovilizar la zona afectada. Inmovilizar la articulación afectada tal y como se encuentre. No intentar reducir la luxación, ya que el dolor es tan sumamente grande que podríamos poner al paciente en shock neurogénico. No dar nada por vía oral, ya que seguramente para la reducción necesite anestesia. Importante, en este tipo de lesiones, así como en las fracturas, hay que comprobar la circulación del miembro afectado, ya que si no tiene circulación distal nos encontramos en una situación en la que si no se recibe ayuda especializada que soluciones ese problema el paciente perderá el miembro. Otra cosa importante es que en las luxaciones, si no va personal facultativo no se deben de traccionar las luxaciones, ya que pueden agravar el estado y viabilidad de ese miembro. 28 FRACTURAS Una fractura es la pérdida de continuidad en un hueso, eso significa una rotura del mismo. Existen multitud de clasificaciones de las fracturas, pero de forma didáctica y más sencillas podemos clasificarlas en: 1. Fracturas cerradas: en este tipo de fracturas solo se lesiona el hueso y las estructuras cercanas, pero no se afecta la piel (es decir no hay herida). 2. Fracturas abiertas: originan la rotura de la piel, poniendo en comunicación el hueso con el exterior. Este tipo de fracturas conllevan riesgos adicionales como puede ser hemorragia e infecciones. Aunque cada fractura tiene unas características especiales, que dependen del mecanismo de producción, la localización y el estado general previo del paciente, existe un conjunto de síntomas común a todas las fracturas, que conviene conocer para advertirlas cuando se producen y acudir a un centro hospitalario con prontitud. Estos síntomas generales son: Dolor. Es el síntoma capital. Suele localizarse sobre el punto de fractura. Aumenta de forma notable al menor intento de movilizar el miembro afectado y al ejercer presión, aunque sea muy leve, sobre la zona. Impotencia funcional. Es la incapacidad de llevar a cabo las actividades en las que normalmente interviene el hueso, a consecuencia tanto de la propia fractura como del dolor que ésta origina. Deformidad. Hematoma. Se produce por la lesión de los vasos que irrigan el hueso y de los tejidos adyacentes. Fiebre. En muchas ocasiones, sobre todo en fracturas importantes y en personas jóvenes, aparece fiebre después de una La deformación del miembro afectado depende del tipo de fractura. Algunas fracturas producen deformidades características cuya observación basta a los expertos para saber qué hueso está fracturado y por dónde. fractura sin que exista infección alguna. También puede aparecer fiebre pasados unos días, pero ésta es debida, si no hay infección, a la reabsorción normal del hematoma. Entumecimiento y cosquilleo Ruptura de la piel con el hueso que protruye Es importante la palpación (con mucha delicadeza, ya que es muy doloroso) del hueso para ver los puntos dolorosos, comenzando por la zona más proximal. Uno de los peligros más importantes en una fractura será la posible existencia de una compresión vascular, nerviosa o mixta, que pudiera comprometer la viabilidad del miembro, para los cual nos fijaremos en : 1. Ausencia de pulsos periféricos. 2. Relleno capilar anómalo, es decir, más de 2” en recobrar el color. 3. Baja temperatura del miembro, si la oclusión se produce muy arriba de la arteria irrigante. 4. Se buscará alteraciones de la sensibilidad de la extremidad, que nos indicará una posible sección o compresión del nervio. Cómo actuar ante una fractura: - Impedir el movimiento de la zona fracturada en todo momento. - No intente manipular la fractura ni colocar el hueso en su posición. - Si es abierta, intentar detener la hemorragia y cubrir la zona con un pañuelo o gasa limpia para evitar la infección que sería una complicación grave. - No realizar maniobras que impliquen mover la espalda del accidentado si hay riesgo de lesión de columna. - Si la fractura es en una extremidad, comprobar si hay pulso y la coloración de la zona, por si estuviera cortada la circulación. Comprobar también la sensibilidad de la zona, preguntarle si siente adormecimiento u hormigueo que pueden indicar una lesión mayor. - No de de comer ni beber al accidentado mientras recibe ayuda sanitaria. 29 - Antes de proceder al traslado, es conveniente que la zona lesionada sea inmovilizada por medio de los medios que dispongamos para evitar su movimiento y aliviar el dolor. - Traslado a centro hospitalario. Vigilar pulsos periféricos, coloración, relleno capilar, etc. En todo caso retiraremos anillos relojes, etc., ya que la zona se puede edematizar, y comprometer la circulación. Al inmovilizar hay que inmovilizar también las articulaciones inmediatamente superior e inferior. Inmovilización clavícula Inmovilización pierna 1 Inmovilización codo o antebrazo Inmovilizar brazo o codo Inmovilizar cadera 30 EVACUACIONES DE URGENCIAS Son movilizaciones de traslado rápidas y precisas que se van a llevar a cabo sólo en situaciones en prevención a un sobre accidente. Se realizarán sólo después de haber efectuando una rápida evaluación de los riesgos existentes, así como un camino y destino seguros. En toda movilización respetaremos el eje de cabeza-cuello-tronco. En caso de sospecha de posible fractura o PCR, ante una evaluación de urgencia y solo por peligro inminente movilizaremos al herido hasta un lugar seguro, siempre asegurarse de que todo está bajo nuestro control y no perder nunca la calma, así como no poder nuestra propia vida en peligro. Podremos salvar muchas más vidas sin conservamos la nuestra. TIPOS DE MOVILIZACIONES DE ARRASTRE Arrastre de la víctima. Esta técnica de arrastre se va a emplear sobre todo en lugares estrechos, de poca altura y difícil acceso, o cuando sea necesario desplazar heridos gruesos o muy pesados. Tracción por los tobillos. Este tipo de arrastre va a estar indicado en terrenos relativamente llanos, en los que la cabeza no va a sufrir lesiones o golpes contra el suelo. Tracción desde la axila. Vamos a utilizar está técnica de arrastre siempre que el terreno no permita efectuar la tracción de tobillos. Principios generales. Siempre que movilicemos a un paciente, sospechar de lesión cervical, hasta que se demuestre lo contrario. Siempre que movilicemos a un paciente lo debemos hacer sin comprometer o arriesgar innecesariamente nuestra propia salud. Trabajaremos siempre con las extremidades cerca del cuerpo, usando los grupos musculares más grandes (bíceps, tríceps, glúteos…). Flexionaremos rodillas y caderas al agacharnos e incorporarnos para evitar lesionarnos la espalda. Evitaremos movimientos de torsión y rotación. Caminaremos lentamente con movimientos coordinados. Los pasos no deben ser más largos que el ancho de los hombros. Transporte rápido sin camilla a pocos metros de distancia En brazos. Esta técnica nos va a ser de gran utilidad cuando tengamos que movilizar a niños o adultos de poco peso y que no precisen lesiones serias. Cogemos a la víctima en peso, colocando una mano debajo de las rodillas para que se sostengan las piernas y la otra alrededor de su espalda. Va a ser, lo que llamamos usualmente, coger en brazos. En muleta, sobre los hombros del rescatador. Se va a utilizar, sobre todo, cuando un accidentado puede caminar por sí mismo y no presenta lesiones serias. Colocamos uno de sus brazos alrededor de nuestro cuello y pasamos el brazo contrario al de él por debajo de su cintura. 31 Dependiendo del estado de conciencia, la corpulencia de la víctima, la amplitud del lugar, etc. este método va a ser llevado a cabo por uno o dos socorristas. Si tuviéramos que bajar una escalera, una tercera persona podría ayudar agarrando las piernas al herido. Transporte sin camilla a media distancia. Por un solo socorrista. - Sobre la espalda o a cuestas. Este método es el que llamamos vulgarmente a caballito. Es un método útil, sobre todo cuando el enfermo está consciente, ya que podrá apoyarse sobre nuestra espalda y asirnos alrededor de nuestro cuello. - Método del bombero. Este método lo vamos a emplear cuando la víctima esté inconsciente, no pueda andar por si misma o fuera muy pesada, ya que utilizaríamos el método de arrastre. Se coloca a la víctima boca abajo y nos arrodillamos ante su cabeza. La cogemos por las axilas y la levantamos hasta ponerla de rodillas. Pasamos nuestro brazo izquierdo por entre sus piernas rodeando su muslo izquierdo y dejamos caer el peso del tronco sobre nuestra espalda. Nos levantamos y equilibramos el peso de la víctima sobre nuestros hombros. Asimos la muñeca izquierda de la víctima con nuestra mano izquierda de manera que un brazo nos va a quedar libre por si tuviéramos que agarrarnos a una barandilla, bajar una escalera o apoyarnos para guardar el equilibrio. Por dos o más socorristas. - Asiento sobre manos. Dependiendo si tiene o no lesiones y de qué tipo, si se encuentra consciente como para cooperar, del peso de la víctima o de la fuerza de los socorristas, así vamos a usar este método utilizando dos, tres o cuatro manos. Dos manos: cada socorrista va a disponer de un brazo libre, por lo que podrá utilizarlo de respaldo o para sujetar alguna posible lesión en una extremidad inferior. Tres manos: uno de los dos socorristas dispondrá de una mano libre, que la podrá utilizar para respaldar el peso de la espalda. Cuatro manos: no vamos a disponer de ningún brazo libre, por lo que el paciente deberá estar perfectamente consciente para que pueda agarrarse. - Sobre brazos. Es un método sencillo y muy cómodo. El primer socorrista pasará sus brazos por debajo de las axilas de la víctima agarrándose las manos sobre el pecho de esta. El segundo socorrista agarrará las rodillas por entre las piernas de la víctima a espaldas del primer socorrista. El paso será uniforme y acompasado. 32 - Asiento sobre una silla. Es una técnica muy útil para bajar y subir escaleras. La víctima deberá permanecer en todo momento consciente. Nos va a ser muy cómodo a la hora de movilizar personas corpulentas o con poca movilidad. 33 VARIOS LIPOTIMIA: Pérdida súbita del conocimiento de corta duración (2-3 minutos). TRATAMIENTO Aflojar la ropa alrededor del cuello y cintura. Traslado a un ambiente de aire puro. Tumbarlo en posición horizontal con las piernas elevadas. INSOLACIÓN: Accidente provocado por la exposición prolongada al sol. TRATAMIENTO Poner al afectado a la sombra. Aflojar la ropa. Aplicar compresas frías y proporcionarle agua si está consciente. Si está inconsciente se pondrá en posición lateral de seguridad y se procederá a su evacuación al hospital. CONGELACIÓN: Lesiones debidas a trastornos circulatorios provocadas por el frío. TRATAMIENTO No intentar el recalentamiento. Envolverlo en una manta. Evitar toda fricción y nada de baños calientes. BOTIQUIN Consideraciones generales a los botiquines Han de contener material de primeros auxilios y nada más. El contenido ha de estar ordenado. Se ha de reponer el material usado y verificar la fecha de caducidad. El contenido ha de estar acorde con el nivel de formación del socorrista (usuario) Contenido de los botiquines A modo de recomendación, el contenido mínimo básico de un botiquín sería: Instrumental básico o Tijeras y pinzas Material de curas o 20 Apósitos estériles adhesivos, en bolsas individuales. o 2 Parches oculares o 6 Triángulos de vendaje provisional o Gasas estériles de distintos tamaños, en bolsas individuales. o Celulosa, esparadrapo y vendas Material auxiliar o Guantes o Manta termoaislante o Mascarilla de reanimación cardiopulmonar Otros o Bolsas de hielo sintético. o Agua o solución salina al 0,9% en contenedores cerrados desechables, si no existen fuentes lavaojos. o Toallitas limpiadoras sin alcohol, de no disponer de agua y jabón. o Bolsas de plástico para material de primeros auxilios usado o contaminado 34