INTRODUCCIÓN La provincia de Burgos se sitúa al este de la comunidad autónoma de Castilla y León. José Luis García Grinda realizó unos estudios sobre la Arquitectura Popular de ésta provincia y para comprenderla mejor dividió ésta en 8 comarcas entendiendo que estas tenían los siguientes elementos de similitud : .- Lazos de intensa relación entre sus núcleos. .- Cierta homogeneidad económica. .- Afinidad en las formas de vida y en las formas de asentamiento de la población. .- Similitud en hábitos y niveles de consumo. Las 8 comarcas son las siguientes : .- Las Merindades. - La Bureba y la Ribera del Ebro. - El Páramo de la Lora. - El Páramo del Pisuerga. - El Páramo del Arlanzón. - La Sierra de la Demanda. - La Ribera del Duero. - Las Tierras de Lerma. (Mapa1) La comarca de Las tierras de Lerma se sitúa en el suroeste de la provincia sirviendo de limite con Palencia. Por el sur limita con La Ribera del Duero, por el este con La Sierra de la Demanda y por el norte con los Páramos del Pisuerga y del Arlanzón. Tiene una superficie de 1816 Km2 lo que supone el 12.6 % del territorio provincial. El relieve está constituido por una paramera, que continua los páramos del Arlanzón y del Pisuerga, teniendo como limite el valle del Arlanza por el sur. Grinda dividió las tierras de Lerma en 5 subcomarcas, siendo la subcomarca de Covarrubias en las que hemos basado nuestro estudio. (Mapa 2) .- Campo - Arlanza. - Cogollos. - Lerma. - Valle de Esgueva. -Covarrubias. La zona oriental es sin duda la de morfología más movida, tanto por la configuración del fuerte relieve de las peñas de Cervera, cuyo pico más alto es el Valdosa de 1412 m, como por la sierra de Covarrubias o las Mamblas con la Muela de 1372 m, éstas estribaciones del sistema Ibérico . Entre ambas corre formando un barranco, el río Arlanza. Siendo ésta zona la ocupada por la subcomarca de Covarrubias con una superficie de 294.37 Km2. La subcomarca de Covarrubias comprende 15 pueblos: Cuevas de San Clemente, Mazariegos y Mecerreyes en el norte. Puentedura, Covarrubias y Retuerta en la ribera del Arlanza. Ura, Castroceniza, Cebrecos, Quintanilla del Coco, Santibañez del Val, Tejada, Barriosuso, Briongos y Ciruelos de Cervera.(Mapa 3) LA VIVIENDA DE COVARRUBIAS Covarrubias es un pueblo cuya actividad económica ha estado basada durante años principalmente en la agricultura completada por la ganadería como muchos de los pueblos castellanos. Es por eso que las viviendas hayan sido entendidas por mucho tiempo como un elemento estrechamente ligado a las circunstancias derivadas del trabajo de sus habitantes. Esto es por lo que las habitaciones rurales no deberían ser clasificadas ni por sus formas exteriores ni por sus materiales constructivos, sino por su plan interno y por las relaciones que establecen entre las personas, los animales y las cosas, ya que el campesino concibe su casa como un utensilio de trabajo adaptada a sus condiciones de explotación En estas tierras la construcción de viviendas se realizaba buscando su funcionalidad por medio de la agregación de partes, por lo que resulta fácil comprender la forma como está constituida la envolvente de sus edificios. No se trata de una arquitectura de masas con edificios entendidos como volúmenes a los que se les han tallado huecos, sino como una creación más constructiva que quiere mostrar su ingenio. Las viviendas de Covarrubias son un conjunto de volúmenes diversos que se aglutinan bajo una idea unificadora. Esta manera de construir por agregación de formas da lugar a casas de trabazón de madera con aleros en voladizo, salientes y entrantes en la línea de fachada y contornos que rompen con el perfil de las calles y hacen que se asemejen al curso de un río de modo que no se no se ve completa de un perfil a otro, dando sensación de ser algo orgánico y vivo. (Fotos 1,2 y 3) LA FUNCIÓN Como ya hemos dicho, ningún recinto creado por el habitante de Covarrubias se explica sin una referencia a su uso. Tanto en las calles como en las plazas, como en cada subdivisión del espacio interior de una vivienda todo parece concordar con aquello de que la arquitectura es creación de espacios que evoquen sentimiento del uso para el que se crean. El modelo dominante en la comarca corresponde a un tipo donde los usos agropecuarios destinados al ganado lanar se han desagregado de la casa , bien en forma de tenada para el uso exclusivo del ganado, o lo que es más frecuente, como cuadra y pajar. Este último edificio aparece separado de la casa pero integrado en la estructura del núcleo, pudiendo agruparse con otras edificaciones del mismo tipo. Esta funcionalidad de la vivienda influye de manera notable en su distribución. una de las características de estas viviendas que más llama la atención es su gran riqueza espacial, que se da tanto en la modulación del espacio como en los contrastes que se logran a través de la secuencia de recintos con volúmenes muy diferenciados. En planta baja se sitúan las dependencias propias del trabajo, como la cuadra, el lagar o jaraiz, o la bodega. Esta planta está por lo general bastante ligada a la calle por medio del portal, siempre ancho y alto que, al abrir las dos hojas del portón, se integra en el recinto de la calle produciéndose una verdadera comunicación con el exterior que es muy utilizada por los habitantes de la casa, a la vez como zona de estar en combinación con los bancos de piedra. Es así como la casa que aparentemente podría parecernos tan interior como una casa del norte de España o como una vivienda andaluza resulta no ser tal, sino que se abre amablemente al aire de la calle y al sol. Desde esta planta se accede a las plantas superiores, a la bodega, si es subterránea, y al patio, si existiese, aunque muy a menudo en las casas de la ladera con patio se accede a éste desde la planta primera. La escalera que nos comunica todos los niveles de la vivienda está subdividida casi siempre en varios tramos e incluso a veces en direcciones quebradas, lo que produce sensación de descubrimiento a medida que ascendemos. En la primera planta es normal encontrar los dormitorios, la sala y la cocina con su chimenea serrana o “gran campana”. El horno es un elemento anejo siempre a la cocina, bien integrado en ella o bien dando su boca a la misma. Ocurre a veces que el segundo nivel se desdobla en dos, el inferior con los dormitorios y el superior con la cocina, el horno y la sala. En este caso se agrega también a este último nivel la solana, gran balcón en voladizo o no utilizado como secadero de frutos y donde son frecuentes las macetas con plantas florales que adornan a la vez la vivienda y la calle. Si seguimos subiendo hasta el ultimo nivel nos encontramos con el desván, espacio limitado por la techumbre de la cubierta que queda vista. FORMA Y MEDIOS DE EXPRESIÓN El volumen exterior de la casa aparece casi siempre formando parte del volumen de un grupo de viviendas, aunque es normal que presente elementos que la identifiquen como una unidad aparte, por ejemplo balcones, solanas, plantas en voladizo o aleros en una rasante diferenciada. El color y la textura son los principales medios con los que estas formas se exaltan, llegando incluso al refinamiento que significa el dejar sin revoque ni pintura los pies derechos de la madera en las aristas y las soleras superiores e inferiores de los volúmenes sobresalientes, lo que le da una mayor precisión a los contornos del volumen. Este respeto por el material natural lleva también a dejar a veces sin pintura los tablones que componen las puertas, los portones y los postigos, que, con el correr del tiempo, dejan asomar una veta de textura muy rugosa. Otro factor importante es el ritmo que se da no solo en las superficies, alturas, huecos o volúmenes, sino también en las variaciones cromáticas, en las texturas y en las modulaciones de luz y en las variaciones dimensionales de los espacios contiguos. METODOLOGÍA CONSTRUCTIVA El equilibrio entre una solución técnica y un resultado estético alcanza cotas de gran valía en las edificaciones entramadas de la arquitectura popular castellana , que aparecen principalmente en núcleos de cierta entidad, por requerir especialización de mano de obra. Covarrubias es uno de los más antiguos. Esta solución arquitectónica supone un notable avance en las formas constructivas por cuanto implican un conocimiento, en buena medida intuitivo, de cargas y esfuerzos que van a ser resistidos por elementos concretos, pudiéndose llegar hasta alturas de cinco y seis plantas. De esta forma se consigue una gran libertad en el diseño y una riqueza espacial en sus soluciones, pues fácilmente se pueden abrir huecos del tamaño deseado al acoplar, entre elementos verticales, travesaños horizontales y una carpintería de madera. Cuando el entramado arranca desde el nivel del suelo, se puede realizar vuelos y galerías retranqueadas, así como soportales, bien con soportes de madera o columnas de piedras, pues la carga de estos muros es inferior a los tradicionales de mampostería. A partir de estos soportes arranca el entramado. Estas construcciones comienzan con un zócalo de mampostería de piedra, llamado puntido, alizar, y en Covarrubias “alizaze” si la altura es mayor a dos metros, que suele tener entre 40 y 100 cm de altura desde donde arranca la estructura portante de madera tosca trabajada en rectangulares escuadrías y que se manifiesta exteriormente en sus fachadas en una serie de montantes verticales y piezas en diagonal o en forma de cruz de san Andrés para arriostrar el conjunto. Estos montantes aparecen rematados en cada piso por las carreras o vigas sobre las que apoya la viguería del forjado , hecha con rollizo de pino o con vigas toscamente encuadradas, cuyas cabezas quedan igualmente vistas y alguna vez labradas. Encima de éstas se dispone otra viga o durmiente que sirve de enlace con los montantes y diagonales de la planta superior, con lo que se obtiene un cerramiento ligero y de menor espesor sin pérdida de solidez. Es primordial el empleo de estos dos soportes horizontales carrera y durmiente - como correctores de la viguería del piso; así se evita que el suelo se ondule por el peso desigual de cada viga, como puede observarse en muchas de las casas con entramado. La viguería suele ser de rollizos (maderos redondos y sin labrar, de poco diámetro), mal escuadrados y con una separación de 20 a 40 cm. La estabilidad necesaria se obtiene con los materiales de relleno entre los elementos sustentantes, materiales que pueden ser ladrillo, barro o piedra, esta última preferentemente en planta baja, que en muchos casos se organiza en muros de carga, de los que arranca el entramado. En estas fachadas de planta baja, tanto de mampostería como de entramado, es fácil de encontrar cadenas de sillería en las esquinas para proteger la parte más endeble de la fachada. (Fotos 4, 5, 6, 7 y 8) El revestimiento, en su exterior, puede ser visto o con un acabado de cal, contrastando el color y la textura con las piezas de madera o unificándose con ellas. Las bardas o las tejas colocadas sobre la parte superior de la pared de adobe tienen la función de impermeabilizar y no dejar pasar el agua que desmoronaría el muro. También pueden ir revestidas las fachadas a base de una argamasa de cal y arena, cal y barro o incluso pasta de arena, barro y bosta que le da flexibilidad, o más modernamente mortero de cemento, a veces imitando a sillería. En muy pocas ocasiones se mantenía el adobe visto, pues las inclemencias del tiempo acabarían por estropearlo. Los pisos de cada planta son de entablado sobre viguería y los tabiques se levantan también con montantes de madera y relleno de adobe; los paramentos interiores aparecen encalados a excepción de los techos, el los que la madera queda vista. Los pisos de planta baja normalmente se encuentran solados de canto rodado, y en las plantas superiores con baldosa de barro sobre bovedillas de yesones , pero principalmente sobre tablas irregulares, o se acaban con entablados, sobre todo en la zona en contacto con la sierra. El tipo genérico de casa entramada cuenta con tres plantas y a veces sótano destinado a bodega. Culmina el edificio una cubierta, dejando vistos los extremos de las ménsulas o canecillos que integran la estructura de la misma. Las coberturas de esta zona están construidas con estructura de madera de sabina o pino, y con teja árabe como material de acabado. Podemos distinguir dos tipos: aquella en la que sobre la estructura descansa una ripia de 1,5 o 2 cm de espesor y sobre ésta se apoyaban directamente las tejas, y otra en la que sobre la estructura se coloca una capa de ramaje unido con barro por encima que lo unifica y da apoyo a las tejas. Generalmente las cubiertas de esta zona son a dos aguas aunque también las hay de tres y cuatro faldones, cada uno en un sentido. La flexibilidad que permite la estructura entramada da lugar a innumerables tipos y variedades que, dentro de la uniformidad de un mismo sistema constructivo, proporcionan al conjunto su indiscutible belleza de formas y contrastes. La casa entramada se extiende prácticamente por toda Castilla y revela la existencia en el pasado de un arbolado abundante que suministraba la madera necesaria para armar el esqueleto de estas edificaciones. En ocasiones pueden observarse en Covarrubias y más frecuentemente en pueblos de alrededor como Retuerta o Mecerreyes, viviendas con fachadas completamente construidas a base de sillería que indica un mayor auge económico y una mayor importancia dada a la fachada principal, ya que el resto suelen ser de entramado y adobes revestidos, y una mejora de los métodos constructivos que permitían la aplicación de dichos materiales. CHIMENEAS La chimenea más característica de esta zona es la llamada “pinariega”, o también “serrana” debido este a la proximidad de la zona a la Sierra, y de “campana “ siendo esta la denominación que más fácil podemos identificar. Dentro de las chimeneas de campana podemos encontrar diferente tipología: • por la formación de la campana troncocónica • por la formación de la campana troncopiramidal: de planta octogonal (más común) y de planta cuadrada. La chimenea nace desde el forjado superior de la planta donde se encuentra el hogar o cocina de la vivienda. Así pues la campana va apoyada sobre costeros que a su vez estos descansan en muros de adobe o sobres pies derechos. Cuando nos encontramos una chimenea con desarrollo troncocónico su construcción se basa en un esqueleto de madera, formado por un encestado de varas, sobre el que se aplica un enfoscado generoso de barro dejando el encestado totalmente cubierto interior y exteriormente. Dando así, el encestado la forma idónea de campana y el barro la necesaria resistencia al fuego. En el caso de la chimenea con desarrollo trocopiramidal se realiza a base de adobes, con los cuales las paredes van tomando su inclinación. En este caso también se aplica una fina capa de barro en su interior dando el acabado final el cual cada cierto tiempo se repite tras la limpieza de la campana. En su visión exterior de la vivienda y debido a la utilización del barro en su construcción aparece recubierta por trozos y recortes de tejas. Cumpliendo así la misión de proteger al barro de los agentes atmosféricos. La colocación de las tejas se realiza en hiladas horizontales y solapándose unas con otras. Actualmente se utiliza una capa de mortero de cemento, dando un aspecto más disonante con la cubierta también realizada con tejas cerámicas tipo árabe. Aspecto característico de la zona es el remate de la chimenea con la colocación de 3 ó 4 maderos terminando en un vértice, los originales son de madera y actualmente se sustituyen utilizando tejas. En cuanto a su situación, como ya hemos dicho, forma parte del hogar que habitualmente se encuentra en la primera planta y la distribución de la vivienda gira en torno a el. A demás de realizar una función térmica también es de destacar su uso como lucernario y como ventilación de la vivienda. Otro uso como secadero y ahumado de las viandas procedentes de la matanza. Tampoco es raro encontrarnos el hogar en la planta baja o en la entrecubierta. Sus dimensiones oscilan entre 2-2.5m de diámetro en la boca y en la parte superior 0.40-0.50 m y con alturas de 3 a 3.5 m , asomando al exterior de 1 a 1.5 m. Otro elemento adosado a la chimenea es el horno construido también con abobe y barro y es de forma esférica, teniendo su boca o salida bajo la campana de la chimenea.( Fotos 9, 10, 11 y 12) (Dibujo 1) ALEROS Dado la tipología de cubierta que nos encontramos, aparece el alero como la zona intermedia y de unión entre la fábrica, elemento vertical, y la cubierta. Tenemos varios tipos según sus materiales y su estilo decorativo: Aleros de piedra: Se encuentran en construcciones realizadas a su vez con piedra. A su vez las podemos dividir en dos, aquellas en cuya realización ha sido necesaria la mano de un profesional de la cantería siendo el resultado una cornisa corrida moldurada en forma de escocia ,también conocido como papo de paloma. Y aquellas en las que se utiliza la piedra como material tosco en losas calizas, dando su forma a una cornisa de piezas voladas avanzando en falso arco. Aleros de madera: Son los mas abundantes en la zona. Aparecen tanto en edificios de piedra como en edificios de entramados sobretodo. Sobresalen los cabios de la estructura de cubiertas, siendo en pocas ocasiones piezas independientes, o sea verdaderos canes. Encima de los cabios o canes nos encontramos ripias, unas veces siendo rollizos, costeros, sarmientos de vid, y en edificios más cuidados tablas. En la gran mayoría los cabios no presentan diseño o rebaje alguno y en los que aparecen trabajados. Como curiosidad del esmero, arte y profesionalidad es las tallas de la “casa de Obispo Peña” en su alero y su cabeza de vigas. Aleros de teja: La teja aparece colocada en forma de cobija como elemento saledizo. Lo normal es encontrar dos filas de tejas. En cuanto al edificio aparecen tanto en los de piedra como en los de entramado. Destacar la curiosa policromía, utilizando la cal para dar color blanco y la misma teja con su color rojizo formando triángulos. Más escasamente lo encontramos combinando teja y ladrillo macizo. Como curiosidad llegamos a encontrar la ausencia del alero apoyando directamente las canales y cobijas. (Fotos 13 y 14) (Dibujo 2) SOPORTALES Otro elemento importante en nuestra arquitectura rural es el soportal, que nace con el objeto de ganar espacio al suelo público. A cambio da un servicio de protección a los agentes atmosféricos, lluvia sol... y también cumple la función como sitio de tránsito cotidiano de lugar de encuentros. Aparecen pequeños voladizos retranqueando la planta baja. Esta construcción es preferente de los entramados de madera, ya que es más ligera y adaptable. A veces las cabezas de vigas aparecen ornamentadas como vimos en los aleros. La creación de los soportales surge de manera espontanea y según las necesidades del propietario como ejemplo una vivienda de Puentedura.(explicación del proceso de ampliación). Como elementos propios de los soportales destacar en igual importancia los pilares de piedra y los pies derechos de madera, ambos dos descansando sobre zapatas de piedra y en la cabeza aparece la zapata de madera, mas escaso la zapata de piedra. (Foto 15) BALCONES Y SOLANAS Una de las características que le dan una identificación propia a esta zona es la presencia en algunos núcleos de balcones y solanas rehundidos o volados en fachadas. Observamos una predominancia de balcones o solanas según en que pueblo obteniendo este esquema.* Los balcones aparecen realizados con madera en vuelo sobre la fachada utilizando incluso este material como elemento de protección. También aparece con bastante difusión la utilización de piedra en ménsulas balconadas y forja como elemento de seguridad, apareciendo en esta el año de construcción de la casa. En las solanas el espacio se mete en la vivienda, llegando a veces a alcanzar toda la fachada en su longitud. En este caso siempre aparece la madera como elemento de protección. (Fotos16 y 17) (Dibujo 3) HUECOS En cuanto a los huecos estudiamos su creación (dinteles y recercados), su protección (verjas), y la carpintería propia. DINTELES Y RECERCADOS La apertura de huecos en una edificación se puede clasificar según sean éstos: huecos de paso, de luces o de ventilación y dentro de éstos según el material el empleado en su construcción, tales como piedra, madera, adobe, ladrillo.... ya que son sus características de resistencia la que determinan la forma y el tamaño final del hueco. Comenzaremos estudiando los huecos realizados con recercado de piedra. Este tipo de huecos se encuentra en casa de paredes portantes de mampostería y sillares. Las zonas más delicadas del hueco son las esquinas superiores y el dintel, encontrándose distintas técnicas de protección para cada uno de ellos. Así en las esquinas encontramos sillares con formas entrantes en el hueco acompañados en algunos casos con decoración. En los dinteles podemos encontrar el sistema de arcos adintelados, dinteles de pieza única con la parte inferior en forma de arco, los rectangulares o incluso arcos de medio punto a base de dovelas. Es curiosa la solución empleada en los casos en que coinciden verticalmente varios huecos, disponiendo un conjunto de piezas de sillería de abajo a arriba, de tal modo que se eviten los esfuerzos sobre las piezas de dinteles y alféizares. Otra solución es la descarga de esfuerzos de las jambas a la parte inferior del hueco mediante la realización de rebajes en los sillares inferiores. Las inscripciones en los dinteles pétreos también es una constante sobretodo en los huecos de acceso principales. En ellos se señala el año de construcción e incluso el nombre del propietario su escudo , e incluso una cruz o una jaculatoria. Los recercados de madera los encontramos en casas de entramado integrados en la propia estructura. También encontramos el uso de la madera en formación de dinteles en casa de muros de mampostería y muros de entramados. Podemos mencionar como singular solución la elaboración de un arco de medió punto a base de madera, encontrada en Ciruelos de Cervera. Similares son las soluciones encontradas con ladrillo y adobe realizadas a base de arcos adintelados de un asta o más de espesor. Y por último mencionar los sistemas mixtos de piedra y ladrillo, utilizando la piedra en el alféizar y las esquinas. VERJAS Y BARANDILLAS Igual de importante que abrir un hueco es el pensar un sistema para cerrarlo , ya que es necesario protegerlo tanto de la climatología exterior como de la entrada de intrusos . Los huecos en planta baja solían ser pequeños y con unas verjas sencillas y poco elaboradas. Sin embargo en plantas superiores se protegen con barandillas o petos de madera o metálicos de forja y fundición. CARPINTERIA Las carpinterías a usar dependen del tipo de hueco, su función y su tamaño. Dentro del estudio de huecos de paso empezamos por las de almacenes y cuadras. Estas son de grandes dimensiones divididas en dos hojas que se abaten a los lados a base de la utilización de goznes que se encajan en tejuelos. En pajares encontramos el bocarón y se cierra con una hoja de madera generalmente claveteada. En las bodegas aparece una celosía en la parte superior solucionándose así el problema de ventilación permanente. En el acceso a la vivienda encontramos tres tipos: puerta partida, con fraileros y con cancela. La puerta partida es de una única hoja y está dividida en dos partes totalmente independientes por una sección horizontal a la mitad del peinado central. Ambas partes se abren a un mismo lado y tienen un mismo eje, haciendo de durmiente la hoja interior y sirviendo de cancela, mientras que la parte superior permanecía abierta todo el día para la ventilación de la planta baja. La puerta con frailero, generalmente de una única hoja, que en la parte superior tiene un pequeño agujero con el fin de ventilar, y dispone de un postigo fijado en la misma hoja. A este conjunto se le denomina frailero. La puerta con cancilla consiste en una sobrepuerta, que permite disponer del cerramiento de la mitad del hueco prescindiendo de la puerta principal. Este tipo las encontramos principalmente en Retuerta. En cuanto a la construcción de su carpintería encontramos dos modalidades: las claveteadas y las entrepañadas. Las puertas claveteadas están configuradas por potente armazón de madera sobre el que se insertan unos generosos clavos de hierro dulce, ofreciendo al exterior una cabeza más o menos trabajada, sujetando los tablones verticales. La decoración de estas puertas se basa por tanto en la distribución de los tablones, en el trabajo de los clavos y en los herrajes que la acompaña. Las puertas entrepañadas son piezas en las que se inserta en el armazón los entrepaños que pueden disponer de casetones más o menos trabajados. Debido a su mayor complejidad, este tipo se destina más a particiones interiores. Como curiosidad es frecuente encontrarse la gatera, agujero inferior en la hoja por el cual acceden a la vivienda los gatos. En la carpintería de huecos para ventanas distinguimos los de ventilación y los de iluminación. Dentro de los de ventilación tenemos los de las cuadras donde se colocaba la madera en forma de barrotes , para permitir la renovación del aire y su colocación en la parte superior para impedir que el ganado se escapara. Para la iluminación de la propia vivienda generalmente los huecos eran de dos hojas y no se utilizaban superficies vidriadas, con lo que el hueco real para la iluminación que dejaba era ínfimo, estando cerrado por una pequeña contraventana ciega de madera. En esta ocasión se utilizaba indistintamente de tipo claveteada o de casetones. El vidrio en las carpinterías era usado únicamente por familias de alto poder adquisitivo, aunque más adelante llega a ser factible su utilización por todos. Esto supuso un cambio en la carpintería ya que la madera necesaria es menor y su utilidad es como marco del vidrio. Las maderas empleadas en la carpintería son la del roble y sobre todo la de pino albar, en ocasiones el olmo es utilizado para puertas de acceso a viviendas o cuadras. La policromía en las carpinterías es escasa ya que generalmente tienen el color propio que la madera adquiere con el tiempo a la intemperie. En El pueblo de Retuerta encontramos la carpintería pintada en tonos verdes. (Fotos 18, 19 y 20) (Dibujo 4) CERRAJERÍA La cerrajería compuesta de bocallaves, tiradores, pasadores, llamadores y demás elementos de cerraduras, es una parte de estudio interesante en las puertas y portones de acceso a viviendas y edificios agrícolas. Así podemos ver desde elementos que sencillamente cumplen su función sin una decoración, a elementos los cuales se les aplica un diseño enriqueciéndolos. Como casi siempre su mayor riqueza decorativa indica un nivel económico mayor. Estos elementos se pueden encontrar aislados, pero generalmente encontramos varios en una puerta, es decir, aunque la puerta tenga cerradura tiene a su vez otro elemento como puede ser un pasador que permite un cierre provisional. En toda la zona estudiada nos encontramos con el mismo tipo de decoración lo cual nos indica la raíz común, bien de tradiciones artesanales, bien de algún herrero de la comarca. Bocallaves; construidos de hierro forjado, se observa cómo de ser un artilugios ligeramente ornamentales, aunque eminentemente prácticos, pasan en algunos casos a ser indicadores de la fecha de construcción del edificio, o incluso de las iniciales del propietario. Generalmente pretenden proteger la puerta del uso de la llave, pero aquí son también ornamentos de bienvenida. Tiradores; debido al gran peso de las puertas de madera y también a que estas sufren los cambios de temperatura y humedad del ambiente, se requiere un elemento del cual se pueda tirar de la hoja para poder encajar bien el elemento de cierre. Los puede haber fijos sobre su base o giratorios respecto a ella, y en este caso, igualmente, va en consonancia con la puerta a la que sirven, variando entonces su ornamentación. Llamadores; estos objetos dejan más lugar a la imaginación del artesano, son pues más decorativos y originales. Los hay desde la básica anilla que dejamos caer sobre la puerta, hasta otros que con diferentes formas y adornos, se golpean contra una base incorporada al mismo. Es el propio peso del material, de nuevo hierro fundido, el que produce el buen funcionamiento de la llamada. Bisagras; básicamente se usan en las puertas de las viviendas, pues en establos o cuadras no se utiliza el hierro forjado, sino que aquí se ahorra material caro y se utilizan goznes de madera Las hay más sencillas y para puertas ligeras o pesadas, hasta bisagras que integran pasadores para el cierre de puertas, e incluso pueden incorporar un pequeño tirador. Pasadores; también existen variados modelos de pasadores, desde el propio “pasador” hasta otros más sofisticados que incorporan cerradura, pasando por el explicado en el apartado anterior que incluía también bisagra. Su tamaño y forma más o menos cuidada viene en función del uso de la puerta a la que van incorporados. Cerraduras y Candados; evolucionan desde el clásico y sencillo candado de hierro forjado, hasta las cerraduras que incorporan un pasador y van empotradas en la puerta, situadas éstas en puertas con mayor importancia. (Fotos 21 y 22) (Dibujo 5) CONCLUSIÓN La casa de la zona de Covarrubias es un paso más en la confirmación de los tipos de la comarca de Lerma, que en esta zona tiene una mayor relación con los modelos serranos. El entramado de madera domina en el área, aunque siempre acompañado por alguna casa de piedra o barro. Sigue asentándose sobre una planta baja compuesta por fábrica de mampostería de pequeño tamaño y de factura muy tosca, empleando pies derechos de madera para conformarla y servir de apoyo al entramado superior. Esta solución presente en la zona de Lerma, se hace aquí muy frecuente, facilitando la constitución y protección de las esquinas y huecos, que de otra manera hubieran necesitado piezas de sillería o ladrillo para constituirlas, empleando para su formación la imperecedera y olorosa madera de sabina. Generalmente cuando en el entramado se emplea dicha madera, no requiere cobertura, aunque a veces se realiza por estar rehundida con respecto al plano de fachada. Por el contrario, cuando la madera de menor calidad y durabilidad, se recubre con el mismo revoco. Habitualmente se cubrían de mortero de barro los adobes para igualarlos con las piedras del entramado como el revestimiento más tradicional. A éste se le añadía en ocasiones, un revoco de yeso o cal que podía tapar ya el entramado, necesitando para que agarrase, que la madera no estuviese bien escuadrada, con una superficie irregular, o bien, si estaba cortada a escuadra se picaba con hazuela. Un caso poco conocido del mal tratamiento de la arquitectura entramada es el caso de Covarrubias, en el que se han dejado progresivamente al descubierto los entramados de madera que nunca estuvieron sin protección, salvo alguna excepción, aplicándoles productos que los han oscurecido notablemente, contrastando con el color crema o blanco que se ha aplicado a las fábricas enfoscadas intermedias, creando un escenario teatral arquitectónico en el que se han perdido todos los matices de colores y recercados diversos que trataban los huecos en el núcleo más urbano. Los rellenos de adobe pueden ser sustituidos total o parcialmente por mampostería, como en Tejada, demostrando la adaptabilidad de esta tosca arquitectura que recuerda, a no ser por su cobertura, a la estructura de las casas primitivas de las montañas leonesas y asturgalaicas, basada en un armazón de madera que soporta la cobertura y rellenando con fábricas diversas y a las cabañas de los pastores serranos que todavía quedan en los vecinos territorios riojano y soriano. La casa de piedra aparece de forma puntual en este área y representa, generalmente, los edificios más modernos, eso sí, acompañada habitualmente por el adobe en las fachadas secundarias y medianerías. Un núcleo como Retuerta, que ha mantenido su arquitectura “congelada” desde hace sesenta años, amenazada por la creación de un pantano, ofrece una serie magnífica de ejemplos de entramado de gran tosquedad, que pueden estar formando cuerpos volados continuos en dos o tres fachadas con el concurso de tornapuntas para sus sujeción. La solución de pequeños y sucesivos vuelos, es también frecuente en Covarrubias, en la calle del Navío, apreciándose que se arriostran a menudo. Otra característica que le da una identificación propia a esta zona es la presencia en algunos núcleos de balcones y solanas, rehundidos o volados en fachada. El ejemplo de la casa del obispo Peña en Covarrubias, a pesar de su imagen singular como casa de época, incorpora la solana ligeramente volada sobre la fachada y a la vez claramente rehundida, acompañando el cuerpo volado cerrado, como elementos plenamente insertos en los tipos tradicionales, ofreciendo un rico y variado trabajo de las cabezas de las vigas y aleros e incluso de las carreras, en un ejemplo de virtuosismo carpintero que es extraño a la tosquedad de las construcciones más populares. EPÍLOGO Después de haber hecho un resumen, siquiera a vuela pluma, de la arquitectura popular de Covarrubias y su entorno, debemos necesariamente ahondar, tanto en el “qué” como en el “cuándo” y “cómo” y resto de circunstancias, ya sean actuales, y sobre todo pasadas. Esta arquitectura que vislumbramos, aún dinámica, aunque despegada de su genuina razón de ser, no es sino el reflejo del ocaso de una forma de vida coherente, que como una gran formación geológica, tiene estratos de diversas épocas: unos más estables, como son las parcelaciones, las alineaciones (no tanto las rasantes), otros más cambiantes, como son las alturas, las formas resultantes y la mayoría de sus materiales, y otros, por fin, que se están depositando aún, como son las instalaciones: eléctricas, telefónicas, de televisión y los vehículos a motor. Todo este conjunto es lo que entendemos como arquitectura popular. Ahora, con ese bagaje en la mochila nuestra función no es tanto estudiarla y conservarla sino, sobre todo, prever su futuro, pues como gran ejercicio de imaginación se nos ofrece la supervivencia de esta arquitectura que amamos. Y no nos sirve repetir los modelos de cuando se trabajaba, se almacenaba, se vivía tanto animales como personas, en el mismo edificio dando lugar a una “máquina” para trabajar, como son las antiguas bodegas y merenderos, casi “urbanitas” relacionadas exclusivamente con el ocio. Ante este panorama tan cambiante y que siempre lo ha sido , no debemos poner la mano en el arado y mirar hacia atrás. Quizá como ya escribiera Ruskin, esta arquitectura es como las personas, que nacen, viven e inexorablemente mueren, bien si es cierto que una persona no muere del todo mientras no es olvidada. Plantemos, por tanto, los pies en nuestra cultura milenaria y afrontemos con honestidad el futuro, pues tarde o temprano si actuamos con sinceridad y coherencia, un nuevo estrato nos aparecerá sobre los antiguos, tan válido como ellos, y tan duradero como su calidad intrínseca lo merezca.