Contadores Públicos Autorizados y Consultores Firma Miembro de Grant Thornton International Cheng y Asociados 1998-22 7 de mayo de 1998 En consecuencia, el refrendo conllevará la previa realización de un trabajo de acuerdo con las normas de auditoría, que le permita al CPA determinar si los estados financieros han sido preparados de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados… (literal b del Artículo 13 del Decreto Ejecutivo N°34, Ministerio de Hacienda y Tesoro, de 6 de abril de 1998, Gaceta Oficial N°23,520 de 13 de abril de 1998) Tal como lo mencionáramos en nuestro anterior Boletín Fiscal es interesante observar que, a pesar de que en la Ley 5 de 1997, no se hace mención a las normas de auditoría, el artículo 13 del Decreto Reglamentario 34 de 1998 introduce este concepto por encima de la ley que pretende reglamentar y crea una enorme confusión entre los profesionales de la contabilidad, ya que de acuerdo con el reglamento, se está exigiendo estados financieros de acuerdo con normas de auditoría. Todo parece indicar que tanto la ley como el reglamento ha querido enmarcar dos conceptos difíciles de coexistir. No es fácil mezclar los conceptos netamente financieros con aquéllos estrictamente fiscales, por lo que ahora, nos queda a los contadores una situación difícil de resolver y, desde el punto de vista profesional, muy conflictiva, además, de no tener una solución fácil. En nuestro Boletín Fiscal anterior también mencionábamos que la identificación de las normas de contabilidad y auditoría generalmente aceptadas ya estaban aclaradas mediante la Resolución N°4 de la Junta Técnica de Contabilidad, sin embargo, queda en el ambiente profesional la enorme confusión de la nueva exigencia impuesta en un decreto por encima de la Ley 5 de 1997, que pretendía reglamentarla. Durante nuestra intervención en el recién seminario del Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Panamá sobre la reglamentación de las disposiciones al Código de Comercio, al analizar el precitado Artículo 13 del Decreto 34 de 1998, decíamos que en este artículo se trata de explicar y reglamentar el concepto del refrendo del CPA. En nuestro concepto este punto es lo medular de la responsabilidad del CPA y podríamos analizarlo desde tres puntos de vista conceptuales, a saber: 1.- Semántica: De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, una de las connotaciones del verbo refrendar es corroborar una cosa afirmándola y refrendo es testimonio que acredita haber sido refrendada una cosa. El Vocabulario Jurídico de la Asociación Henri Capitant de Editorial Temis de Colombia parece que se ajusta mejor a las intenciones de este Decreto cuando nos define el refrendo como: parte de los actos administrativos en donde se mencionan las referencias a los textos cuya ejecución constituyen estos actos, y, llegado el caso, las formalidades que se han seguido para su expedición. 2.- Ética Profesional: De acuerdo con el Artículo 83 del Código de Ética del Contador Público Autorizado, tenemos que: En todos los casos en que el nombre de un auditor esté asociado con estados financieros, el informe debe contener una indicación del carácter del examen del auditor, y el grado de responsabilidad que está asumiendo. Por el otro lado la Guía de Auditoría N°3 del Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Panamá en su segmento de la Obligación de dictaminar del CPA nos dice: Un Contador Público Autorizado no debe permitir que su nombre aparezca en un documento o comunicación escrita que contenga estados financieros no auditados, a menos que haya compilado o revisado los estados financieros y acompañe su informe correspondiente. 3.- Normas de auditoría: Recordemos que las normas de auditoría, nos indican que un CPA únicamente podrá expresar tres tipos de opiniones: compilación, revisión1 y auditoría. Si nos referimos 1 Para beneficio de nuestros lectores copiamos a continuación un ejemplo de la opinión estandarizada de revisado emitida por un CPA: INFORME DE REVISIÓN DE LOS AUDITORES INDEPENDIENTES A la Junta Directiva ABC, S. A.: Hemos revisado el balance de situación que se acompaña de ABC, S. A. al 31 de diciembre de 1997 y los estados conexos de utilidad, déficit acumulado y flujos de efectivo para el año terminado en esa fecha, de acuerdo con normas profesionales. Toda la información incluida en dichos estados financieros constituye la representación de la administración de la Compañía. Una revisión consiste principalmente en indagaciones hechas con el personal de la Compañía y procedimientos analíticos aplicados a los datos financieros. El alcance de una revisión es substancialmente menor al de una auditoría efectuada de acuerdo con normas de auditoría generalmente aceptadas, cuyo objetivo es el de expresar una opinión sobre los estados financieros considerados en su conjunto. Por consiguiente, no expresamos tal opinión. Con base en nuestra revisión, no tenemos conocimiento de que sea necesario hacer alguna modificación substancial a los estados financieros que se acompañan para que estén de conformidad con principios de a que hemos realizados un trabajo en relación a los estados financieros refrendados de acuerdo con normas de auditoría, podemos concluir que la opinión de compilación no cumpliría con este requisito. Si optamos por utilizar la opinión de revisión, entonces hemos de tener en consideración lo siguiente2: El objetivo de una revisión de los estados financieros es obtener bases razonables para expresar una seguridad limitada de que están de acuerdo con los principios contables generalmente aceptados u otras bases contables comprensibles y esto normalmente se lleva a cabo haciendo preguntas y por medio de procedimientos analíticos. El objetivo de una revisión difiere del de la compilación, ya que ésta no expresa ninguna seguridad sobre los estados. La revisión también difiere de una auditoría, pues ésta proporciona bases razonables para emitir una opinión sobre los estados financieros tomados como un todo, debido a que se realiza procedimientos tales como un estudio y evaluación del control contable interno, pruebas sobre los registros contables y respuestas a las preguntas obteniendo evidencias corroborativas a través de la inspección, observación y confirmación. Una revisión es más comprensible que una compilación se concentra sobre todo en preguntas y procedimientos analíticos que deberán describirse en los papeles de trabajo del auditor. Ordinariamente, estos procedimientos incluyen lo siguiente: 1. Adquirir conocimiento de los principios y práctica contables de la industria del cliente. 2. Comprender la organización del cliente y las contabilidad generalmente aceptados. (firma) 5 de mayo de 1998 2 Tomado de ENCICLOPEDIA DE LA AUDITORÍA de J. Cashin, P. Neuwirth y J. Levy de Oceano/Centrum. Con el perdón de nuestros lectores, aquí nos extendemos un tanto para explicar lo que involucra una revisión. características operativas, incluyendo la naturaleza de sus activos, pasivos, ingresos y gastos. Esto ordinariamente consiste en la obtención de un conocimiento general de la producción, distribución y métodos de compensación, tipos de productos y servicios, lugares en donde se opera y transacciones significativas con partes vinculadas. 3. Preguntar acerca de los principios y prácticas contables y acerca de los métodos con los que éstos se aplica; procedimientos de registro, clasificación y resumen de las transacciones y acumulación de información para desgloses, acciones de los accionistas, consejos de administración y reuniones similares; si los estados financieros se han preparado de conformidad con los principios contables generalmente aceptados u otras bases contables comprensibles aplicadas coherentemente; cambios en las actividades del negocio o en las prácticas y principios contables, hechos posteriores a la fecha de los estados financieros que puedan tener un efecto sustancial y asuntos cuestionables de aspectos que surjan en el curso de la realización de otras preguntas o de la aplicación de otros procedimientos. 4. Aplicar procedimientos analíticos para identificar relaciones y partidas individuales que parezcan no usuales, tales como la comparación de los estados financieros con los de períodos anteriores y con los resultados previstos, y estudiar la relación dentro de los estados financieros, verificando que conformen los modelos predecibles. 5. Leer los estados financieros para considerar si parecen estar de conformidad con los principios contables generalmente aceptados. Si al realizar los procedimientos arriba enumerados el auditor llega al conocimiento de que la información obtenida es incorrecta, incompleta o de otra forma insatisfactoria, debe aplicar procedimientos adicionales para poder expresar una limitada seguridad de que no es necesario hacer modificaciones significativas en los estados financieros para que éstos estén de conformidad con los principios contables generalmente aceptados. La obligación de investigar la información cuestionable está de acuerdo con la responsabilidad establecida por el dictamen 1136 del caso Tenant que dice: cuando surge una sospecha, ésta debe perseguirse hasta lograr una conclusión lógica. Definitivamente concluimos que esta nueva exigencia legal a todos los contribuyentes con ingresos mayores de B/.50,000 por año (léase comerciante, profesional, etc.) o capital mayor de B/.100,000, de mantener a disposición de las autoridades competentes, estados financieros refrendados de acuerdo a las normas de auditoría es un servicio adicional que tendrá que sufragar el contribuyente en cuyo presupuesto no estaba contemplado. También los contribuyentes deben estar conscientes de que la responsabilidad de tener los estados financieros recae sobre ellos y por lo tanto, deben solicitar este servicio a sus contadores. Una vez que tenga un pronunciamiento definitivo de la DGI a la consulta que elevaremos a nombre del Colegio de Contadores Públicos Autorizados, tendremos mejor base para decidir sobre el particular. El CyberFiscal es su primera opción para aclarar dudas en aspectos tributarios. Utilícelo sin restricciones en nuestro sitio del Internet: http://www.chengyasoc.com El contenido de este boletín fiscal, al igual que los anteriores, es de tipo informativo y general sobre temas que nuestra firma considera pueden ser de interés para nuestros clientes y amigos. Bajo ningún concepto, el contenido de estos boletines debe ser considerado como una opinión formal de Cheng y Asociados.