UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES INEXISTENCIA DE UN PROCEDIMIENTO PARA FIJAR Y COBRAR PENSIONES ALIMENTICIAS CUANDO EL OBLIGADO SE ENCUENTRA FUERA DEL PAÍS ANA JAZMÍN GIRÓN SIAN Guatemala, marzo del año 2014 UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES INEXISTENCIA DE UN PROCEDIMIENTO PARA FIJAR Y COBRAR PENSIONES ALIMENTICIAS CUANDO EL OBLIGADO SE ENCUENTRA FUERA DEL PAÍS Guatemala, marzo del año 2014 AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA, ASESOR Y REVISOR DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN DECANO: DOCTOR RODRIGO MONTUFAR RODRÍGUEZ SECRETARIO: LICENCIADO OMAR ABEL MORALES LURSSEN ASESOR: LICENCIADO DAVID HUMBERTO GONZÁLEZ CASADO REVISORA: LICENCIADA MAURA MARINA HERRERA URIAS iii iv v vi vii viii REGLAMENTO DE TESIS Artículo 8º: RESPONSABILIDAD “Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el trabajo de tesis. Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad para la Universidad.” ix ÍNDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….. 1 CAPÍTULO I 1. Derecho de alimentos……………………………………………………………… 4 1.1 Definición……………….……………………………………………………… 4 1.2 Naturaleza jurídica…………………………………………………………….. 7 1.3 Características…………………………………………………………………. 11 CAPÍTULO II 2. Obligación de prestar alimentos…………………………………………………. 18 2.1 Definición……………….………………………………………………......... 18 2.2 Antecedentes Históricos………………………………………………..…… 20 2.2.1 Derecho romano………………………………………………………. 20 2.2.2 La versión del cristianismo………………..………………………… 21 2.2.3 Antecedentes históricos en Guatemala……….………………..…. 22 2.3 Naturaleza jurídica…………………………………………………………….. 23 2.4 Criterios doctrinarios………………………………………………………...... 25 2.4.1 Sistema alemán………….………………..……………………..…….. 25 2.4.2 Sistema francés………............................................................. 26 2.4.3 Ordenamiento jurídico español………………………………………. 27 CAPÍTULO III 3. El derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico guatemalteco……………….………………………………………………............ 28 3.1 Ámbito constitucional………...……………………………………….…….. 28 x 3.2 Instrumentos internacionales………………………………………………… 32 3.2.1 Declaración universal de los derechos humanos........................ 33 3.2.2 Pacto internacional de derechos civiles y políticos……….......... 36 3.2.3 Declaración americana de los derechos y deberes del hombre… 38 3.2.4 Convención americana sobre derechos humanos………............. 41 3.2.5 Convención sobre los derechos de la niñez…………….............. 44 3.2.6 Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias....... 48 3.3 Legislación ordinaria………………………………………………………….. 55 3.3.1 Código Civil de la República de Guatemala…………................. 55 3.3.2 Código Procesal Civil y Mercantil de la República de Guatemala.. 64 3.3.3 Código Penal de la República de Guatemala…….………........... 66 3.3.4 Ley de Tribunales de Familia……………………………................. 67 CAPÍTULO IV 4. Instrumentos internacionales que no han sido aceptados, suscritos y ratificados por Guatemala………………………………………………………… 68 4.1 Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia……………………………………………….…………………. 68 4.2 El protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias…………….……………………………….. 86 CAPÍTULO V 5. Inexistencia de un procedimiento para fijar y cobrar pensiones alimenticias, cuando el obligado se encuentra fuera del país………………. xi 93 5.1 Resultados de la entrevista dirigida a personas a quienes les asiste el derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el deudor alimentista se encuentra en el extranjero y no cumple con esta obligación…………………………………………………………. 5.2 93 Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía constitucional para la prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra fuera de Guatemala…………………………… 96 5.3 Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía para la prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra fuera de Guatemala, de conformidad con la Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias..……………………….. 97 5.4 Falta de adhesión de Guatemala al Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias…………………………………………………………………….. 98 5.5 Propuesta para la creación de una normativa legal, sencilla y efectiva que permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado se encuentre fuera de la República de Guatemala…..………………………. 100 CONCLUSIONES…………………………………………………………………………. 103 RECOMENDACIONES…………………………………………………………………… 106 ANEXO 1: Instrumento utilizado para la entrevista…………………………………… 109 ANEXO 2: Gráficas por resultados de la entrevista…………………………………. 111 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………. 114 xii 1 INTRODUCCIÓN El tema que se trata en la presente investigación fue seleccionado luego de haberse conocido de las distintas experiencias de las personas que tienen derecho a recibir pensión por alimentos, de conformidad con las leyes de Guatemala, ya se trate de menores de edad, ancianos, cónyuges, enfermos habituales, impedidos o personas en estado de interdicción, quienes prácticamente quedan en el desamparo debido a que quienes deben proveerles de los recursos para su subsistencia permanecen fuera del país y por ello incumplen con su obligación, sin que exista un procedimiento legal que les obligue a observar lo que establece nuestra legislación. En efecto, a pesar que la protección para estos necesitados se encuentra garantizada en Convenios y Tratados sobre materia de derechos humanos de los cuales Guatemala es parte, así como en nuestra Constitución Política y el Código Civil, esta normativa es inobservada principalmente en los siguientes supuestos: a) Cuando el obligado a la prestación de alimentos abandona el país con la promesa de enviar los recursos necesarios para la subsistencia de los beneficiarios; cumpliendo únicamente por algún período de tiempo, cumpliendo irregularmente o incumpliendo totalmente. b) Cuando el obligado a la prestación de alimentos se ha comprometido como resultado de un juicio promovido en su contra, existiendo un título ejecutivo (convenio) que establece el monto de su obligación, pero que luego abandona 2 el país e incumple con el envío de los recursos necesarios para la subsistencia de los beneficiarios. En la actualidad, luego que los obligados se encuentran fuera de nuestro país, no existe un procedimiento sencillo y efectivo para que suscriban un compromiso de cumplimiento por la prestación de alimentos, ni tampoco para cobrar las pensiones que por este concepto han dejado de entregar a los beneficiarios. Este incumplimiento ocasiona graves consecuencias sociales, tales como la falta de una alimentación adecuada, la falta de una vivienda digna, la falta de vestido, salud y educación; lo que resulta en niveles de pobreza extremos y como consecuencia en la falta de oportunidades de superación, principalmente para los menores de edad. Es así como el propósito de la presente investigación es: conocer cuáles son las alternativas legales para evitar la violación de las declaraciones, convenios y tratados internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, así como las normas constitucionales y ordinarias guatemaltecas, referentes a la fijación y cobro de pensiones alimenticias, cuando los obligados a esta prestación se encuentran fuera de Guatemala En este orden de ideas, la hipótesis que tratará de probarse a través de la presente investigación es la siguiente: La normativa legal en nuestro país no incluye un procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero, a pesar de lo establecido en las convenciones, 3 declaraciones, pactos internacionales, y normas de carácter constitucional y ordinario del país. Por ello se hace necesario la creación de una normativa legal sencilla y efectiva, que permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado a prestarlos se encuentre fuera de la República de Guatemala. Esta presentación está estructurada desde un punto de vista eminentemente jurídico, a través de cinco capítulos, de la siguiente manera: el primer capítulo trata sobre el derecho de los alimentos, el segundo se refiere a la obligación de prestar alimentos, el tercero al derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico guatemalteco, el cuarto hace referencia a los Instrumentos internacionales que no han sido aceptados, suscritos y ratificados por Guatemala, en tanto que el quinto capítulo hace mención a la inexistencia de un procedimiento para fijar y cobrar pensiones alimenticias, cuando el obligado se encuentra fuera de país. Con relación a los métodos utilizados, fue aplicado el método científico en sus tres fases generales: la fase indagatoria para la recolección de datos e informaciones, la fase demostrativa a través de la comprobación de las variables expuestas en la hipótesis al confrontarse con la realidad, y la fase expositiva en donde se depuraron los resultados obtenidos. El método analítico-sintético se aplicó en el proceso de consulta bibliográfica, mientras que el método deductivo fue utilizado para explicar la falta de un procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero. La técnica utilizada consistió principalmente en fichas electrónicas de trabajo que fueron agrupadas en carpetas temáticas de computadora. 4 CAPÍTULO I 1. Derecho de alimentos 1.1 Definición De conformidad con lo anotado por el autor Vladimir Osman Aguilar Guerra1 en su obra Derecho de Familia, la palabra alimentos proviene del vocablo latino alimentum, ab alere, que significa nutrir, alimentar, lo que se traduce en las cosas que sirven para sustentar al cuerpo; pero que en el lenguaje jurídico el término alimentos se utiliza para asignar lo que se provee a una persona para que pueda subsistir. Guillermo Cabanellas de Torres define jurídicamente alimentos como: “Las asistencias que por ley, contrato o testamento se dan a algunas personas para su manutención y subsistencia; esto es, para comida, bebida, vestido, habitación y recuperación de la salud, además de la educación e instrucción cuando el alimentado es menor de edad. Los alimentos se clasifican en legales, voluntarios y judiciales.”2 Denise Sánchez3 indica en su curso sobre derecho civil de Guatemala que, de conformidad con el tratadista Federico Puig Peña, una de las principales 1 2 3 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Derecho de familia, Litografía Orión, Guatemala, año 2007, página 37 Alimentos, Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de Torres, Editorial Heliasta S.R.L., año 1993, Undécima Edición, página 23 Mailxmail.com, SÁNCHEZ, Denise, El derecho de alimentos, Guatemala, año 2009, http://www.mailxmail.com/curso-derecho-civil-guatemala-1/derecho-alimentos, consultado el 12 de septiembre de 2013 4 5 consecuencias que surgen de la relación jurídico-familiar es el deber alimenticio entre determinados parientes. Ésto porque toda persona tiene por ley natural derecho a la vida, es decir, a proveerse de lo necesario para su subsistencia, y que este derecho se transforma en deber cuando la persona, por sí misma, puede procurarse la satisfacción de sus necesidades a través de su trabajo u ocupación; pero que cuando esta capacidad falta y la persona indigente no tiene quien le atienda, es el Estado el que establece los dispositivos eficaces para que no quede carente de protección, dando lugar a la beneficencia pública. Sin embargo, cuando el indigente tiene familiares cercanos, entonces el orden jurídico le otorga una protección especial que consiste en el derecho a una pretensión general de alimentos que puede exigir contra el pariente, si éste último se encuentra en condiciones económicas favorables. Agrega que se entiende por deuda alimenticia familiar la prestación que determinadas personas económicamente posibilitadas han de hacer a algunos de sus parientes pobres, para que puedan éstos satisfacer las necesidades más importantes de la existencia. De conformidad con el estudio denominado los alimentos, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México4, en el derecho civil los alimentos comprenden no solamente lo necesario para nutrir al cuerpo humano sino también una serie de elementos que son indispensables para el sano desarrollo de los individuos y comúnmente se brindan mediante el apoyo y sustento económico cuantificado en dinero, siendo las principales personas que tienen derecho a percibirlos los menores de edad, los incapacitados y las personas declaradas en 4 Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Los alimentos, México, http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2478/4.pdf, consultado el 16 de septiembre de 2013 6 estado de interdicción; refiriendo que la legislación internacional ha ampliado este beneficio, no solo en relación con las personas que tienen derecho a recibirlos, sino también en cuanto al tiempo durante el cual deben cubrirse y sus características. Según la autora Alfonsina Camacho de Chavarría5, los alimentos deben ser proporcionados tomando en consideración el caudal del que los debe y las circunstancias de necesidad del que los recibe, entendiéndose la palabra alimentos en sentido amplio puesto que no significa únicamente la alimentación propiamente dicha, sino además lo necesario para que un menor se pueda desarrollar bien, y si se trata de un adulto, que éste pueda mantenerse. Que ésto deriva del hecho que el derecho siempre busca proteger al débil, o al que por su edad, incapacidad física o mental u otra causa debe ayudarse, por lo cual jurídicamente los alimentos constituyen una protección especial para el que necesita amparo y ayuda de sus familiares. El autor Aguilar Guerra6 indica que, una de las consecuencias del parentesco es el surgimiento de la deuda por alimentos de conformidad con la ley, la que se impone a determinados parientes del necesitado para que le proporcionen los medios para subsistir, ya que el derecho a la vida acarrea consigo que una persona sea asistida cuando se encuentra en situación que no le permite proveerse su sustento. Que por ello, la institución conocida como alimentos se traduce en el derecho que le asiste a una persona denominada alimentista para reclamar de otra llamada alimentante, con la 5 6 CAMACHO CHAVARRÍA, Alfonsina, Derecho sobre la familia y el niño, Costa Rica, Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe –EULAC–, año 1990, páginas 99 -102 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 37 y 38 7 que le une un vínculo de parentesco, lo que necesita para satisfacer sus necesidades básicas de sobrevivencia. Por otra parte, el Código Civil de la República de Guatemala7, si bien hace alusión al concepto de alimentos en su Artículo 278, no lo define y tan solo indica lo que comprende, mencionado el sustento, la habitación, el vestido, la asistencia médica y también la educación e instrucción del alimentista cuando es menor de edad. De conformidad con lo expuesto, se puede concluir entonces que el derecho de alimentos es el que otorga la ley a una persona determinada, que no está en capacidad de proveerse por si misma la satisfacción de sus necesidades básicas, para demandar de otra, con la que le une un vínculo de parentesco y que está en posibilidades de auxiliarle, lo necesario para subsistir, es decir, para cubrir sus necesidades de sustento, habitación, vestido, asistencia médica y educación. 1.2 Naturaleza jurídica En virtud de la importancia de lo anotado por Carla García Zeballos, en su estudio Evolución Histórica del Derecho de Alimentos y Tratamiento Legislativo Actual, a continuación se transcribe textualmente su exposición sobre las tres tesis con relación a la naturaleza jurídica de los alimentos: “a) Tesis Patrimonialista: Según Messineo el derecho alimentario tiene naturaleza 7 Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, Decreto 106, Código Civil, año 1963 8 genuinamente patrimonial y por ende transmisible. Actualmente esta concepción ya ha sido superada porque el derecho alimentario no es sólo de naturaleza patrimonial (económica) sino también de carácter extramatrimonial o personal. b) Tesis no Patrimonial: Ruggiero, Cicu y Giorgio, entre otros, consideran los alimentos como un derecho personal o extrapatrimonial en virtud del fundamento ético social y del hecho de que el alimentista no tiene ningún interés económico, ya que la prestación recibida no aumenta su patrimonio ni sirve de garantía a sus acreedores, presentándose, entonces, como una de las manifestaciones del derecho a la vida, que es personalísima. En ese sentido se afirma que es un derecho inherente a la persona y así como es consustancial a la persona el derecho de alimentos, es también personal el deber de prestarlos, lo cual significa que son intransmisibles. c) Naturaleza Sui Generis: Algunos autores como Orlando Gómez sostienen que la institución de los alimentos es un derecho de carácter especial o sui generis de contenido patrimonial y finalidad personal conexa a un interés superior familiar, que se presenta como una relación patrimonial de crédito-debito, por lo que existiendo un acreedor puede exigirse al deudor una prestación económica en concepto de alimentos.”.8 Agrega que la última tesis expuesta es a la que se adhiere el Código Civil de la República de Guatemala. 8 Decamana, GARCÍA ZEVALLOS, Carla, Evolución Histórica de Derecho de Alimentos y Tratamiento Legislativo Actual, Guatemala, año 2009, http://www.decamana.com/columnistas/evolucion-historica-dederecho-de-alimentos-y-tratamiento-legistativo-actual, consultado el 4 de agosto de 2013 9 De conformidad con lo expuesto, se puede concluir en que el derecho a los alimentos constituye un derecho humano fundamental para garantiza la supervivencia del que los necesita, precisamente porque le asiste el derecho a la vida, siendo éste un derecho personal, innato al necesitado y no transferible, que está a cargo principalmente de miembros de su familia, ya que corresponde a un interés superior familiar. Esto es conteste con la finalidad suprema de nuestra Constitución Política, que es la persona humana, por lo que no se trata de una prestación moral a cargo del obligado a brindarlos sino que se encuentra debidamente regulada en nuestra legislación civil y penal, siendo por ello, precisamente, un derecho de naturaleza sui generis, tal como anotado por García Ceballos. En el estudio denominado los alimentos, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México9, se indica que dos elementos esenciales componen la figura de los alimentos, siendo el primero de ellos la persona que legalmente comprueba la necesidad de recibirlos, a la que se le denomina acreedor alimentista; y el segundo es el deudor alimentista, persona que tiene la obligación de cubrirlos de conformidad con sus posibilidades económicas, proporcionando para ello una cantidad en dinero o en especie. Que por ello, el derecho de percibir alimentos inicia con la necesidad por parte de un acreedor alimentista y la consecuente obligación de proporcionarlos según la capacidad económica del deudor alimentista; todo en virtud del parentesco por consanguinidad, por la celebración del matrimonio, cuando existe concubinato, por adopción, y en determinados casos aún después de disuelto el 9 Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Op. cit., consultado el 16 de septiembre de 2013 10 vínculo matrimonial, subsistiendo ese derecho en tanto exista la necesidad del acreedor alimentista y la capacidad del deudor alimentista para suministrarlos. De conformidad con Aguilar Guerra10, en la actualidad se acepta que el fundamento del derecho de alimentos lo constituye el derecho a la vida, es decir, que toda persona tiene derecho a proveerse de lo que necesita para su subsistencia, por lo que, bajo este punto de vista, todos los seres humanos estamos obligados a asistir a quien no pueda proveerse por sí mismo; y que el necesitado encuentra satisfacción a sus necesidades a través de dos recursos, siendo el primero la solidaridad familiar contemplada con el derecho a los alimentos, y el segundo la solidaridad social con la actuación del Estado con sus sistemas de seguridad social. Agrega que estos medios que tienen como objetivo conseguir una vida digna, en atención al principio contemplado en los Artículos dos y tres de la Constitución Política de la República de Guatemala, no son incompatibles, que por el contrario se complementan, ya que los ingresos que el necesitado percibe por ambas fuentes son insuficientes por si solos para cubrir sus necesidades. Agrega que el sistema de seguridad social diseñado por el Estado actúa por medio del reconocimiento de derechos subjetivos a los destinatarios de la asistencia pública, pero que dista de ser perfecto y que no incluye a todos los ciudadanos, y que tradicionalmente la asistencia social ocurre en el seno familiar; pero que aún con las deficiencias propias de cualquier sistema de seguridad social, la asistencia prestada en el seno familiar no puede ser considerada como subsidiaria de la asistencia pública. 10 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 40 y 41 11 Que los fundamentos y finalidades de estos tipos de solidaridad son muy distintos, aunque coexisten en la realidad, ya que tienden a proponer soluciones para el estado en que se encuentra el necesitado. Concluye en que el papel de la asistencia pública es esencial y que puede afirmarse que la asistencia privada familiar actúa solamente cuando no pueda actuar la pública. En este orden de ideas es importante traer a cuenta lo manifestado por la Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala cuando manifiesta que: “…el derecho a la vida está contemplado en el texto supremo (artículo 3) como una obligación fundamental del Estado, pues el propio preámbulo de la Constitución afirma la primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden social, y de allí que en la ley matriz también se regule que el Estado de Guatemala debe organizarse para proteger a la persona humana (artículo 1) y que por ello, debe garantizar a los habitantes de la República (entre otros aspectos) la vida y su desarrollo integral (artículo 2) por lo que este derecho constituye un fin supremo y como tal merece su protección.”11 1.3 Características Para Alex Plácido12, una de las características predominantes del derecho de familia es la mayor restricción de la autonomía privada, entendida ésta como el derecho subjetivo 11 12 Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 64, expediente número 949-02, página No. 1274, sentencia del 29 de junio de 2002 Blog de Alex Placido, Investigaciones y Artículos Jurídicos sobre Derecho de Familia, de Niños y Adolescentes, Los Alimentos desde una perspectiva de derechos del niño, Perú, año 2011, blog.pucp.edu.pe/ítem/144564/losalimentos-desde-una-perspectiva-de-derechos-del-nino, consultado el 9 de agosto de 2013 12 que le asiste al deudor alimentista para escoger la manera de cumplir con la obligación de alimentos, ya que predominantemente lo conforman normas inexcusables que están destinadas a satisfacer el interés familiar. Por ello es que la ley establece cuáles son los derechos y deberes que se derivan de los vínculos jurídicos familiares y que deben ser observados por los componentes del grupo familiar, sin imponer la manera de su ejecución, lo que corresponde a la autonomía privada, la cual se ve orientada por la atención del interés familiar. Por tanto, la autonomía privada puede disponer el modo de obtener la realización de los intereses familiares, satisfaciéndolos de hecho durante la convivencia o mediante acuerdos conciliatorios para solucionar conflictos familiares. Dentro de este contexto, siendo la finalidad del derecho alimentario la satisfacción de necesidades personales para la conservación de la vida, los alimentos pueden ser atendidos de la manera que la autonomía privada del obligado lo establezca, con prescindencia de la continuación o no de la convivencia. Expresa que ésto se comprende en mayor grado si se trae a cuenta que las características del derecho a pedir alimentos tienen un matiz diferente respecto de la pensión de alimentos; debido a que el derecho a pedir alimentos es intransmisible, irrenunciable, intransigible, incompensable y se extingue por la muerte del alimentante o del alimentista; en tanto que la pensión alimenticia es inembargable, determinable, variable, circunstancial y se extingue por prescripción o determinación judicial, por lo que se debe concluir en que sólo si alimentante y alimentista no determinan los alimentos cabrá la fijación judicial. De esta manera se comprueba que, dentro de las 13 limitaciones que establece la legislación, existe un marco autónomo que permite a alimentante y alimentista valorar por sí mismos, sin necesidad del imperium de un juez, sus requerimientos y posibilidades para fijar una pensión alimenticia convencional y válida; alcanzando, así, la satisfacción del interés familiar que fundamenta la relación alimentaria. Agrega que la efectividad de este derecho durante la infancia es reconocida a cargo de la familia y del Estado, sobre la base de los principios de solidaridad y de subsidiariedad. Por ello se establece que la prestación a los alimentos corresponde en primer lugar a los padres y a las personas encargadas de satisfacer las necesidades del niño, dentro de sus posibilidades y medios económicos, pero precisando que le corresponde al Estado ayudar a los padres y a las personas encargadas cuando no puedan hacerlo por completo. Es así como se considera al derecho alimentario como parte del contenido del derecho a un nivel de vida adecuado; evidenciando que la obligación paterna se asienta en el vínculo parental que existe con el hijo, constituyéndose en uno de los elementos de mayor incidencia en el desarrollo personal del menor, por lo que se exige que tal conducta legal sea observada por los organismos de tutela y sea requerida al responsable cuando se evidencia una insuficiente o inexistente prestación. Por ello, uno de los problemas que más inciden para frustrar o entorpecer el pleno desarrollo del niño está constituido por la inobservancia paterna del deber de asistencia alimentario. 14 Por otra parte, Rafael Rojina Villegas13 considera a los alimentos como una prestación recíproca, personalísima, intransferible, inembargable, imprescriptible e intransigible, proporcional, divisible, preferente, no compensable, no renunciable, y no extinguible en un solo acto. La reciprocidad se sustenta en el socorro mutuo que deben prestarse los cónyuges, ya que ambos están obligados a aportar al hogar conyugal para cubrir su alimentación y la de sus hijos, pudiendo distribuir esta carga en la proporción que convengan; subsistiendo esta obligación aún en caso de divorcio, de conformidad con lo regulado en la ley. El carácter personalísimo de la prestación se encuentra en el hecho que la ley establece a quien corresponde recibir los alimentos y a quien se otorgan, por lo que el carácter personalísimo de ambas situaciones hace imposible la facultad de transferirlos. Es inembargable puesto que no puede ser afectada por algún mandato de autoridad, debido a que no se trata de bienes de propiedad privada y no es posible asegurar con ellos, cautelarmente, la eventual ejecución de una pretensión de condena planteada en juicio. La prestación de alimentos es imprescriptible puesto que es considerada de orden público e interés social, teniendo como finalidad la preservación de la subsistencia física, moral y emocional de los que de ella dependen. Es intransigible puesto que el derecho a recibir los alimentos no puede verse limitado por causa alguna y mucho 13 ROJINA VILLEGAS, Rafael, Compendio de derecho civil, Editorial Porrúa, México, año 2004, página 265 15 menos por un acuerdo de voluntades, por lo que todo convenio que represente algún tipo de riesgo en la percepción de alimentos es nulo. Es proporcional en virtud que debe atender, sobretodo, al estado de necesidad del acreedor alimentista y a la posibilidad económica del deudor alimentista para cumplir con dicha obligación. Es divisible puesto que los alimentos pueden ser prestados en dinero o en especie, pudiendo cubrirse también en distintos montos para atender rubros específicos, tales como salud, educación, vivienda. La prestación de alimentos es preferente porque los alimentos guardan un sitio privilegiado al ser considerados un derecho de preferencia de los cónyuges e hijos sobre los ingresos y bienes que tenga el deudor alimentista. No es compensable, ya que el deudor alimentista no puede cubrir la prestación con lo que le es debido por el acreedor alimentista. No es renunciable debido a que la privación voluntaria para recibir un derecho no opera en materia de alimentos, no solo por tratarse de un derecho personal sino por ser un derecho constitucional y humano. Finalmente se indica que no es extinguible en un solo acto, ya que se genera de momento a momento, atendiendo a las circunstancias y condiciones del acreedor alimentista y el deudor alimentista. 16 Para los autores Francisco Llegó Yagüe, Alicia Sánchez Sánchez y Oscar Monje Balmaseda14, el derecho de alimentos entre parientes, al ser considerado de manera abstracta, se caracteriza por la reciprocidad, indisponibilidad, imprescriptibilidad y por su carácter personalísimo. Indican que la reciprocidad se explica en que eventualmente, en un momento determinado, cualquiera de los parientes pudiera asumir los papeles de alimentante o alimentista; puesto que podría hallarse en situación de necesidad y dirigirse contra otro pariente o colmar la padecida por éste. Respecto de la indisponibilidad refieren que, debido a que el que reclama alimentos debe probar una situación de necesidad, entonces los alimentos se ligan a la subsistencia de la persona y a su propia vida, con lo cual quedan excluidas las renuncias a este derecho abstractamente considerado, pues con ellas se comprometería aquel bien jurídico. Agregan que este derecho es considerado como imprescriptible, puesto que los alimentos podrían demandarse de los familiares que resulten obligados, tan pronto se experimente una situación de necesitad. El carácter personalísimo resulta del hecho que solamente los familiares que contempla la ley están obligados a dispensar alimentos, por lo que, si sobrevenidas nuevas circunstancias, uno de los alimentantes no pudiera hacer frente a la deuda sin dejar de atender a sus propias necesidades y las de su familia, tendría que modificarse la prestación, valorando los recursos de los alimentantes que sí pueden continuar afrontando la obligación; confirmándose con ello 14 LLEGÓ YAGÜE, Francisco, Alicia Sánchez Sánchez y Oscar Monje Balmaseda, Los 25 temas más frecuentes en la vida práctica del derecho de familia, Tomo I, España, Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez, año 2007, páginas 707-709 17 que no se está ante una obligación solidaria, pues la insolvencia de uno de los parientes, obviamente, no es suplida por el resto; se fija una pensión nueva conforme a nuevos parámetros. Así encontramos sentencias en las que, siendo imposible que el padre afronte el pago de la pensión del hijo, la demanda se dirige contra el abuelo paterno. Respecto de la legislación guatemalteca, de conformidad con el Código Civil de la República de Guatemala15 son características de los alimentos: la indispensabilidad, la proporcionalidad, la complementariedad, la reciprocidad, la irrenunciabilidad, la intransmisibilidad, la inembargabilidad y la no compensación. La indispensabilidad, en este contexto, se puede entender como todo aquello que es necesario para la subsistencia del acreedor alimentista, tal como, el sustento, la habitación, el vestido, la asistencia médica y, para el caso del menor de edad, la educación e instrucción. 15 Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 106, Código Civil, año 1963 18 CAPÍTULO II 2. Obligación de prestar alimentos En tanto persiste la convivencia familiar, es usual que los alimentos se satisfagan en especie y de esta manera los obligados cumplen con su deber, proporcionando todo lo necesario para el sustento de los alimentistas; sin embargo, cuando se presentan desavenencias, es común que el alimentista recurra al juez pidiendo que quien debe alimentarlo cumpla con hacerlo, para lo cual generalmente se fija una suma de dinero llamada pensión alimenticia. Ante esto último, es común observar un proceso judicial para declarar la obligación alimentaria, señalar su monto y la manera de cumplimiento. Debido a que la solidaridad humana impone el deber de ayudar a quien sufre necesidades, tanto más si es un pariente, el convenio sobre alimentos se presenta como la mejor alternativa para que el alimentista pueda hacer frente a sus dificultades de subsistencia, logrando con ello también que los protagonistas asuman su responsabilidad y, en muchas ocasiones, la recomposición de la relación que alguna vez existió entre alimentante y alimentista. 2.1 Definición De conformidad con el autor Francisco López Herrera16 en su libro Derecho de Familia, 16 LÓPEZ HERRERA, Francisco, Derecho de Familia, Segunda Edición, Venezuela, Editorial Publicaciones UCAB, año 2008, página 138 18 19 en términos generales se entiende por obligación alimentaria el deber que tiene una persona de suministrar a otra los medios o recursos necesarios para su subsistencia, agregando que esta obligación puede resultar de una convención o contrato innominado de alimentos, de un hecho ilícito que requiere la reparación del daño sufrido por la víctima, de un testamento o legado de alimentos, o bien de un mandato legal en donde se establece la obligación legal de alimentos. Agrega que la obligación legal de alimentos difiere de los restantes tipos de obligación alimentaria, tanto por su naturaleza como por su estructura jurídica, siendo la única que corresponde al campo del Derecho de Familia, y que surge como consecuencia de determinada relación de familia existente entre el deudor alimentista y el acreedor alimentista de la obligación. En el estudio denominado Los Alimentos, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México17, se expresa que la ley establece a quien corresponde recibir los alimentos y a quien otorgarlos, y que esta característica personalísima hace imposible la facultad de transferirlos, existiendo siempre en esta figura un deudor alimentista con capacidad económica para suministrarlos y un acreedor alimentista que comprueba la necesidad que tiene para recibirlos, extinguiéndose la obligación por la muerte de cualquiera de ellos, a no ser que exista una disposición testamentaria. Para Aguilar Guerra18, cuando se produce el estado de necesidad surge, como consecuencia, la obligación de un pariente del alimentista para auxiliarlo, generándose 17 18 Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Op. Cit., páginas 19 y 20 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., página 42 20 una relación jurídica obligatoria que ocasiona un crédito, es decir, un derecho para el alimentista, y una deuda a cargo de la persona obligada a prestar los alimentos. 2.2 Antecedentes históricos 2.2.1 Derecho romano Según Aguilar Guerra19 la obligación de alimentos es extraña al ius civile puesto que conforme a la estructura de la familia romana no era posible imponerla; y que aparece en tiempo de Antonio Pío y de Marco Aurelio para casos singulares, generalizándose aceleradamente con la influencia del cristianismo en base a la caritas sanguinis. Añade que el derecho Justiniano la admite recíprocamente y con independencia de la patria potestad, entre ascendientes y descendientes, entre cónyuges, y entre padres e hijos naturales; que el derecho nuevo la extendió a la línea colateral y que podía proceder también de contrato de legado. De conformidad con María Luisa López Huguet20, al comparar la prestación de alimentos entre parientes en el derecho romano y su proyección en el derecho actual, se evidencia su evolución desde una concepción vinculada al deber moral de socorrer a parientes en condiciones de especial necesidad, hasta su configuración como una obligación jurídica, en virtud de la cual una persona queda sujeta por pacto, 19 20 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 41 y 42 Universidad Internacional de la Rioja, LÓPEZ HUGUET, María Luisa, La prestación de alimentos en Roma: de obligación natural a jurídica, España, año 2013, blogs.unir.net/dederecho/2013/09/04/laprestacion-dealimentos-en-roma-de-obligacion-natural-a-juridica/, consultado el 6 de septiembre de 2013. 21 testamento, negocio jurídico o ley a suministrar al necesitado los medios necesarios para subsistir. Indica que el contenido de esta prestación, así como la legitimidad para reclamarla y para quedar obligado, se fueron delineando con el tiempo, y que su contenido se determinaba teniendo en cuenta las necesidades del alimentista y las posibilidades económicas del alimentante, pero que en términos generales acabó por englobar todo lo necesario para la subsistencia del titular del derecho: comida, bebida, vestido, calzado, alojamiento, educación, tratamiento médico y medicamentos. Agrega que en su origen la deuda alimenticia estaba limitada a los vínculos legítimos de filiación y matrimonio y carecía de acción para ser exigida; pero que de forma progresiva se transformó en una deuda civil, jurídicamente exigible, y se amplió a los supuestos de filiación natural, concubinato y parentesco entre hermanos. 2.2.2 La versión del cristianismo Para el cristianismo el concepto de familia se encuentra íntimamente atado al de matrimonio, y de él surgen consecuencias sociales particularmente significativas, tales como la conciencia de una especie de obligación de contenido alimentario; ésto porque “…el concepto cristiano de familia es el de una unidad fuertemente cohesionada en torno a la figura del padre y se condena cualquier acto que procure destrucción. No se tiene propiamente una obligación alimentaria porque, de un lado, ello es asunto divino, aún cuando existen algunas responsabilidades entre miembros de familia. Que el cristianismo haya carecido de una idea original de obligación alimentaria se explica porque no contemplaba la disolubilidad del matrimonio, pues es precisamente cuando 22 se agrieta la familia fuerte y unificada cuando la obligación cobra sentido, aun cuando haya existido desde sus comienzos.”21 Para Manuel Fernando Moya Vargas22, con la obligación de prestar alimentos no es la familia lo que se protege, sino la situación de unas personas que ya no cuentan con ella ni con el Estado para su supervivencia; pero que para el cristianismo lo que se protege es la familia, puesto que no desaparece sino por efecto de la muerte de uno de los padres, y a partir de este momento los hijos los heredan, por lo que la provisión de alimentos sigue siendo asunto divino, de fe. 2.2.3 Antecedentes históricos en Guatemala Para el caso particular de nuestro país resulta que el Código Civil del año 1877, el del año 1933, y el actual, ninguno de ellos contiene una definición de alimentos; pero el primero los reguló conjuntamente con los deberes entre padres e hijos, en el libro I, título V, capítulo III; el segundo le dedicó un título especial, el VIII en el libro I, inmediatamente después del título concerniente a la patria potestad; en tanto que el vigente, también en el libro I, se refiere a los alimentos en el capítulo VIII, dentro del título II, de la familia. 21 22 Loc. cit. MOYA VARGAS, Manuel Fernando, Los fallos penales por inasistencia alimentaria, Colombia, Editado por la Universidad Santo Tomas, año 2007, páginas 62,63 y 64 23 2.3 Naturaleza jurídica Indica la doctora Adoración Padiol Albás23 en su artículo Naturaleza Jurídica de la Obligación de Alimentos, que la obligación de alimentos entre parientes constituye una obligación legal, por cuanto se encuentra expresamente establecida en la norma jurídica y se rige de conformidad con su contenido. Se trata entonces de una obligación totalmente regulada, de manera que sólo la concurrencia del parentesco como presupuesto subjetivo y los presupuestos objetivos de posibilidad del alimentante y necesidad del alimentista determinan la exigibilidad, y, por lo tanto, el nacimiento de dicha obligación. Agrega que esta obligación cesa únicamente cuando suceden las causas de su extinción y que sus elementos se encuentran también regulados por la ley, siendo éstos la determinación de deudor alimentista y el acreedor alimentista, el orden de preferencia entre los mismos, así como el contenido de la prestación alimenticia, tratándose de una obligación de naturaleza personalísima que es irrenunciable, intransmisible y no compensable. También, Aguilar Guerra24 indica que la fuente de la obligación de alimentos es la ley y que se trata de una obligación legal en la que no interviene la autonomía de la voluntad, ni en su creación ni en la determinación de su contenido, ni en las causas de extinción, por lo que se sustrae del campo de las simples obligaciones de carácter moral para ubicarse dentro de las obligaciones civiles, pero que también se reconoce al 23 24 V/lex, PADIOL ALBAS, Adoración, Naturaleza jurídica de la obligación de alimentos, España, año 1997, http://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/naturaleza-juridica-obligacion-alimentos-281038, consultado el 3 de septiembre de 2013 AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 37, 38 y 39 24 contrato y al testamento como fuente de la obligación de alimentos. Expone que se discute si se trata de una obligación de contenido exclusivamente patrimonial o no; que se afirma que lo que se tutela no es un derecho patrimonial del alimentista sino un derecho fundamental que se relaciona con su subsistencia y consecuentemente con la propia vida; pero que, sin embargo, una vez que ocurre el hecho que da lugar al nacimiento de la obligación de alimentos, ésta se traduce siempre en una prestación pecuniaria, tanto si el obligado elige recibir y mantener en su propia vivienda al alimentista, como si elige prestar una pensión. Añade que de la obligación de prestar alimentos se derivan dos supuestos necesarios, los cuales son: el parentesco entre el reclamante y el que tiene el deber de prestarlos; y el estado de necesidad del alimentista. Para el primer supuesto lo obligación corresponde siempre a un pariente de los previstos en la ley, normalmente el cónyuge, los ascendientes, descendientes y los hermanos; nombrándose alimentista al reclamante de los alimentos y alimentante al obligados a prestarlos. Para el segundo supuesto es necesario que quien reclama el derecho a recibir los alimentos se encuentre en una situación tal que no pueda proveerse por sí mismo su subsistencia, y esto es independiente de las causas que lo originaron y no exige tampoco que el alimentista se encuentre en situación de indigencia total. De conformidad con lo anotado, se puede indicar entonces que la obligación de alimentos se encuentra debidamente regulada en el ordenamiento legal; que es personal e indisponible y que a pesar de su contenido económico patrimonial no se le 25 puede desvincular de su carácter familiar, ya que persigue, más que el interés puramente individual, la protección de la familia. Finalmente se comenta que la obligación de prestar alimentos se extingue por las siguientes causas: por muerte del obligado o por la muerte del alimentista, ya que se trata de una obligación personalísima; por la pobreza sobrevenida al obligado, por desaparición de la necesidad del alimentista, por su mala conducta o conducta viciosa, y cuando los hijos menores se casan sin el consentimiento de sus padres. 2.4 Criterios doctrinarios 2.4.1 Sistema alemán Con anterioridad a la publicación del Código Civil Alemán, según el autor Eugenio Llamas Pombo25, la doctrina alemana, con inspiración en el pandectismo, siguió el criterio restrictivo instaurado por el Derecho Romano. En su opinión, la tutela aquiliana sólo protegía al propietario o al titular de otro derecho real, pero nunca al tutelar de un derecho de crédito; sin embargo, admitieron la excepción a favor del arrendatario en relación con los frutos no separados aún. Asimismo, con un evidente alejamiento de las fuentes romanas, la doctrina alemana admitió la referida tutela aquiliana a favor del alimentista contra el que causó la muerte al obligado a prestar alimentos. 25 LLAMAS POMBO, Eugenio, Estudios de Derecho de Obligaciones, Homenaje al Profesor Mariano Alonzo Pérez, Tomo I, Madrid, Edita LA LEY. Páginas 347, 348, 351. 26 El propio Código Civil Alemán contempla supuestos en los que un crédito, consistente en la percepción de un determinado servicio personalísimo, o la prestación de alimentos derivada ex lege a favor de una determinada persona, puede ser frustrado por causar un tercero la muerte o lesiones al obligado a prestarlos, por lo que habrá de indemnizar al perjudicado, en atención al tiempo de duración presumible de la vida del obligado a la prestación de alimentos o del servicio, cuyo cumplimiento se ha visto truncado. Asimismo, la doctrina y la jurisprudencia admiten, si bien por vía de excepción, que el crédito pueda ser perjudicado por un tercero cuando entorpece el cumplimiento del contrato en complicidad con el deudor, y considera que en tal supuesto nos hallamos frente a un caso de responsabilidad extracontractual por ir en contra de las buenas costumbres. En el derecho alemán, pues, como norma general, la tutela aquiliana está restringida a los derechos absolutos, si bien también pueden ser protegidos extracontractualmente por vía de excepción ciertos derechos de crédito. 2.4.2 Sistema francés Continúa manifestando Llamas Pombo26, que la doctrina y la jurisprudencia francesas se muestran más proclives a la admisión de la tutela aquiliana en los derechos de crédito perjudicados por tercero, fundamentalmente, en los supuestos de incumplimiento por complicidad de éste con el deudor. En los casos de complicidad en 26 Loc. cit. 27 el incumplimiento del contrato, por parte de tercero entienden que tal circunstancia no excluye la protección aquiliana. Admitida la responsabilidad extracontractual del tercero que perjudica el derecho de crédito, que permite al acreedor alimentista dirigirse directamente contra él, se contemplan, como supuestos más frecuentes en la práctica, la muerte o lesión del deudor obligado a prestar alimentos o a realizar actividades personalísimas; la privación al acreedor alimentista de su derecho por acto de tercero; la destrucción por tercero de la cosa debida, y la celebración de un negocio entre el deudor y un tercero que sea incompatible con el celebrado anteriormente entre el acreedor alimentista y deudor alimentista. 2.4.3 Ordenamiento Jurídico Español En este caso la doctrina científica se ha ocupado de la materia con criterios dispares, si bien nadie discute que el acreedor alimentista perjudicado en su crédito debe ser resarcido. Si el derecho de crédito es perjudicado por el deudor, naturalmente, resultará él obligado a resarcir al acreedor alimentista. La discrepancia surge cuando el perjuicio ha sido causado por un tercero. 28 CAPÍTULO III 3. El derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico guatemalteco Este apartado comprende las normas contenidas en nuestra Constitución Política27, las declaraciones, convenios y pactos internacionales aceptados, suscritos y ratificados por Guatemala, así como la legislación ordinaria civil y penal que desarrolla las garantías constitucionales. El orden de su exposición se corresponde con la jurisprudencia sentada por la Corte de Constitucionalidad, la cual se ha pronunciado de la siguiente manera, al referirse a la preeminencia del derecho internacional en materia de derechos humanos: “…El artículo 46 jerarquiza tales derechos humanos con rango superior a la legislación ordinaria o derivada, pero no puede reconocérsele ninguna superioridad sobre la Constitución,…”28 3.1 Ámbito constitucional Nuestra Constitución Política contiene un alto sentido humanista, es por ello que en su preámbulo se afirma la primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden social, se reconoce a la familia como génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de la sociedad, y se impulsa la plena vigencia de los derechos humanos. Es por ello también que sus dos primeros artículos hacen referencia a que la 27 28 Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Política de la República de Guatemala, año 1985 Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 18, expediente número 280-90, página 99, sentencia del 19 de octubre de 1990 28 29 persona humana se constituye como el fin del Estado y que éste tiene deberes hacia ella: “Artículo 1º. Protección a la persona. El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común. “Artículo 2º. Deberes del Estado: Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.” Respecto del Artículo 2º. constitucional, la Corte de Constitucionalidad ha expresado lo siguiente: “…El principio de seguridad jurídica que consagra el artículo 2º. De la Constitución, consiste en la confianza que tiene el ciudadano, dentro de un Estado de Derecho, hacia el ordenamiento jurídico; es decir, hacia el conjunto de leyes que garantizan su seguridad, y demanda que dicha legislación sea coherente e inteligible; en tal virtud, las autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, deben actuar observando dicho principio, respetando las leyes vigentes, principalmente la ley fundamental…”29 Con fundamento en lo anotado y debido a que el derecho de alimentos se constituye como un derecho humano encaminado a garantizar la vida y el desarrollo integral de quien los necesita, se puede afirmar que el texto constitucional lo reconoce 29 Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 61, expediente número 1258-00, página 13, sentencia del 10 de julio de 2001 30 expresamente en los siguientes artículos que forman parte del apartado de derechos humanos: “Artículo 3. Derecho a la vida. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona.” Artículo 44. Derechos inherentes a la persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana.” “Artículo 47. Protección a la familia. El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y el derecho de las personas a decir libremente el número y espaciamiento de sus hijos.” “Artículo 48. Unión de hecho. El Estado reconoce la unión de hecho y la ley preceptuará todo lo relativo a la misma.” “Artículo 50. Igualdad de los hijos. Todos los hijos son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos. Toda discriminación es punible.” 31 “Artículo 51. Protección a menores y ancianos. El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores de edad y de los ancianos. Les garantizará su derecho a la alimentación, salud, educación y seguridad y previsión social.” “Artículo 52. Maternidad. La maternidad tiene la protección del Estado, el que velará en forma especial por el estricto cumplimiento de los derechos y obligaciones que de ella se deriven.” “Artículo 55. Obligación de proporcionar alimentos. Es punible la negativa a proporcionar alimentos en la forma que la ley prescribe.” “Artículo 56. Acciones contra causas de desintegración familiar. Se declara de interés social, las acciones contra el alcoholismo, la drogadicción y otras causas de desintegración familiar. El Estado deberá tomar las medidas de prevención, tratamiento y rehabilitación adecuadas para hacer efectivas dichas acciones, por el bienestar del individuo, la familia y la sociedad.” “Artículo 93. Derecho a la salud. El goce de la salud es derecho fundamental del ser humano, sin discriminación alguna.” “Artículo 94. Obligación del Estado, sobre salud y asistencia social. El Estado velará por la salud y la asistencia social de todos los habitantes. Desarrollará, a través de sus instituciones, acciones de prevención, promoción, recuperación, rehabilitación, 32 coordinación y las complementarias pertinentes a fin de procurarles el más completo bienestar físico, mental y social.” “Artículo 95. La salud, bien público. La salud de los habitantes de la Nación es un bien público. Todas las personas e instituciones están obligadas a velar por su conservación y restablecimiento.” “Artículo 99. Alimentación y nutrición. El Estado velará porque la alimentación y nutrición de la población reúna los requisitos mínimos de salud. Las instituciones especializadas del Estado deberán coordinar sus acciones entre sí o con organismos internacionales dedicados a la salud, para lograr un sistema alimentario nacional efectivo.” Los artículos citados evidencian que nuestra Carta Magna tiene, como fin supremo del Estado, a la persona humana; que por ello éste se organiza para protegerla, así como a su familia, desarrollando garantías mínimas que pueden ser superadas, denominadas derechos humanos, contándose dentro de ellas el derecho a los alimentos, entendido éste como todo lo necesario para la subsistencia de la persona humana. 3.2 Instrumentos internacionales Nuestra Constitución Política establece en su Artículo 46 que en materia de derechos humanos, los tratados y convenios aceptados y ratificados por Guatemala, tienen 33 preeminencia sobre el derecho interno; siendo el caso que nuestro país ha aceptado y ratificado instrumentos internacionales que tienen íntima relación con el derecho de alimentos, reconocido éste como un derecho humano para la subsistencia del necesitado, por lo que se hace mención de los siguientes: 3.2.1 Declaración universal de los derechos humanos El autor Marco Antonio Sagastume Gemmell30 afirma que con la Declaración Universal de los Derechos Humanos estos se convierten en universales porque ya no protegen únicamente a los ciudadanos de un Estado sino que a todos los seres humanos; y, positivos porque ponen en marcha un proceso en el que los derechos humanos son protegidos, incluso, contra los gobernantes de los Estados que los violan. Esta declaración fue aprobada el 10 de diciembre del año 1948, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, proclamándola como “…ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.” 31 30 31 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Introducción a los derechos humanos, Guatemala, Editorial Estudiantil Fenix, año 2007, página 43 Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 217 A (III), Declaración Universal de los Derechos Humanos, año 1948 34 En su preámbulo se expresa el fin supremo de la igualdad del hombre sin ningún tipo de discriminación. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es de observancia obligatoria para los Estados, de conformidad con la proclamación de Teherán que se efectuó 20 años después de haberse proclamado y aprobado, habiéndose establecido que: “La Declaración Universal de Derechos Humanos establece un entendimiento común en los pueblos del mundo, en relación con los derechos inalienables e inviolables de todos los miembros de la familia humana, y constituye una obligación para los miembros de la comunidad internacional.”32 Dentro de las garantías individuales que tienen relación con el derecho de alimentos se incluyen las siguientes: “Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” “Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” 32 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 46 35 “Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.” “Artículo 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.” “Artículo 25. 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.” 36 “Artículo 28. Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades aclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.” De lo anotado se desprende que la Declaración Universal de Derechos Humanos constituye un documento universal que reconoce la dignidad que le asiste a toda persona humana, a través de la vigencia de sus garantías individuales (derechos humanos), haciendo énfasis en el derecho a los alimentos como medio para abastecerse de lo necesario para su subsistencia, destacando la solidaridad entre los seres humanos. 3.2.2 Pacto internacional de derechos civiles y políticos. Manifiesta Sagastume33 que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos34 fue aprobado el 19 de diciembre del año 1966 bajo el principio de observancia obligatoria para los Estados ratificantes; y que se le nombró pacto por la máxima importancia que le otorga a las condiciones de vida inherentes a la dignidad humana. Cuenta con un Protocolo Facultativo, que permite la recepción de denuncias individuales en casos de violación a los derechos que contempla. 33 34 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 50 Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 2200A (XXI), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, año 1966 37 El Congreso de la República de Guatemala aprobó la adhesión a la Convención, mediante el decreto número 9-92 del 19 de febrero de 1992, habiéndose efectuado la misma el uno de mayo del año 1992. La normativa que tiene relación con el derecho de alimentos es la siguiente: “Artículo 3o. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto.” “Artículo 6o. 1. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la Ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.” “Artículo 23. 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. … 4. Los Estados Partes en el presente Pacto tomarán las medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y de responsabilidades de ambos esposos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos.” 38 “Artículo 24 1. Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado…” De lo referido se puede concluir en que el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos le otorga máxima importancia a las condiciones de vida que son necesarias para la prevalencia de la dignidad humana, dentro de ellas el derecho a los alimentos, teniendo la característica especial de contar con un protocolo facultativo que permite la recepción de denuncias por parte de quienes resulten afectados por la violación de sus garantías individuales, de manera que se les reconozca o restituya en la vigencia de sus derechos necesarios para la subsistencia. Hace énfasis en el derecho que le asiste a los niños para la protección de su condición. 3.2.3 Declaración americana de los derechos y deberes del hombre Comenta Sagastume35, que durante la Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en Bogotá, Colombia, en el año 1948, se aprobó la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y también la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, constituyéndose esta última como un código moral de 35 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 109 39 observancia para los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos, ya que no fue adoptado en forma de convención. El considerando de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre tiene un espíritu eminentemente humanista y por ende protector de las garantías que le asisten a toda persona humana, al indicar: “Que los pueblos americanos han dignificado la persona humana y que sus constituciones nacionales reconocen que las instituciones jurídicas y políticas, rectoras de la vida en sociedad, tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y alcanzar la felicidad,…”36 Tiene relación, respecto de derecho humano de prestación de alimentos, la siguiente normativa: “Derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona. Artículo I. Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” “Derecho a la constitución y a la protección de la familia. Artículo VI. Toda persona tiene derecho a constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella.” 36 Novena Conferencia Internacional Americana, Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Colombia, año 1948 40 “Derecho de protección a la maternidad y a la infancia. Artículo VII. Toda mujer en estado de gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a protección, cuidados y ayuda especiales.” “Derecho a la preservación de la salud y al bienestar. Artículo XI. Toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los recursos públicos y los de la comunidad.” “Derecho a la educación. Artículo XII. Toda persona tiene derecho a la educación, la que debe estar inspirada en los principios de libertad, moralidad y solidaridad humanas. Asimismo tiene el derecho de que, mediante esa educación, se le capacite para lograr una digna subsistencia, en mejoramiento del nivel de vida y para ser útil a la sociedad. El derecho de educación comprende el de igualdad de oportunidades en todos los casos, de acuerdo con las dotes naturales, los méritos y el deseo de aprovechar los recursos que puedan proporcionar la comunidad y el Estado. Toda persona tiene derecho a recibir gratuitamente la educación primaria, por lo menos.” “Derecho a la seguridad social. Artículo XXVI. Toda persona tiene derecho a la seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la desocupación, de la vejez y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su voluntad, la imposibilite física o mentalmente para obtener los medios de subsistencia.” 41 “Deberes para con los hijos y los padres. Artículo XXX. Toda persona tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos menores de edad, y los hijos tienen el deber de honrar siempre a sus padres y el de asistirlos, alimentarlos y ampararlos cuando éstos lo necesiten.” La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, si bien constituye un código de observancia moral para los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos, la misma establece que sus pueblos dignifican a la persona humana a través de ordenamiento constitucional, puesto que éstos tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del hombre. Por ello se declara el derecho a los alimentos a través de la protección a la maternidad y a la infancia, a la salud y al bienestar, a la educación, y a la seguridad social, haciendo énfasis en el deber que tienen los padres hacia sus hijos menores de edad y el deber de éstos últimos (mayores de edad) para asistir a sus padres cuando lo necesiten. 3.2.4 Convención americana sobre derechos humanos Refiere Sagastume37 que el contenido de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos38 fue aprobado el día 21 de noviembre de 1969, durante la Conferencia Interamericana Especializada sobre Derechos Humanos que se celebró en San José, Costa Rica. Entró en vigor el día 18 de julio del año 1978 y los derechos humanos que protege son prácticamente los que se encuentran contenidos en la Declaración 37 38 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 110 Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, Convención Americana Sobre Derechos Humanos, Costa Rica, año 1969 42 Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, con el agregado de mecanismos procesales para su efectiva vigencia. El Congreso de la República de Guatemala la aprobó mediante el Decreto número 6-78 del 30 de marzo de 1978. En el preámbulo de la Convención, conocida también como Pacto de San José, se establece que los Estados firmantes reafirman su propósito de consolidar en América un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre, reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, solo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos. Tiene relación con el derecho humano que se refiere a la prestación de alimentos, la siguiente normativa: “Artículo 4. Derecho a la Vida. 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.” 43 “Artículo 17. Protección a la Familia 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado. …4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos. 5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera de matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.” “Artículo 19. Derechos del Niño Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que so condición de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.” “Artículo 32. Correlación entre Deberes y Derechos. 1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad. 44 2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática.” Se concluye entonces en que la Convención Americana sobre Derechos Humanos constituye un instrumento regional (América), que protege prácticamente los mismos derechos humanos contenidos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, pero que cuenta con mecanismos procesales para su efectiva vigencia. El derecho a la vida se protege a partir del momento de la concepción y establece la responsabilidad de los cónyuges, dentro del matrimonio y aún disuelto el mismo, de manera que se proteja el derecho a los alimentos de los hijos. 3.2.5 Convención sobre los derechos de la niñez Sagastume Gemmell refiere que la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas aprobó, en forma definitiva, el texto de la Convención sobre los Derechos de la Niñez39, el 8 de marzo de 1989, enviándolo al Consejo Económico y Social de la citada organización, quien a su vez lo remitió a la Asamblea General. Para el caso particular de Guatemala, el Congreso de la República aprobó la Convención mediante el Decreto número 27-90 del 10 de mayo del año 1990, habiéndose ratificado el 22 de mayo de ese mismo año. 39 Asamblea General de las Naciones Unidas, Convención sobre los derechos de la niñez, 20 de noviembre de 1989 45 Con relación al derecho a los alimentos se establece: “Artículo 1. Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.” “Artículo 5. Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención.” “Artículo 6. 1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida. 2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño.” “Artículo 18. 46 1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño. 2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente Convención, los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la crianza del niño y velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los niños. 3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para que los niños cuyos padres trabajan tengan derecho a beneficiarse de los servicios e instalaciones de guarda de niños para los que reúnan las condiciones requeridas.” “Artículo 27. 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. 47 2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. 3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario, proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda. 4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero.” De lo anotado se desprende que esta Convención es específica para la protección del derecho de alimentos que le asiste a todo menor de edad, asignando la responsabilidad a los padres, a los representantes legales y a los Estados. Se puntualiza en el aseguramiento del pago de la pensión alimenticia, como medio que garantiza la supervivencia del menor. 48 3.2.6 Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias La Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias40 fue elaborada en la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay, el 15 de julio del año 1989, habiendo efectuado la delegación de Guatemala la siguiente declaración interpretativa, al firmar la misma: “La Delegación de Guatemala desea hacer constar su interpretación acerca de lo dispuesto por el artículo 11 de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias. Conforme a la ley procesal civil vigente en Guatemala, norma que tiene carácter de ley de orden público y que es aplicable al caso de esta Convención, para reconocer eficacia extraterritorial a una sentencia extranjera se requiere, inter alía, que ésta no se haya dictado en rebeldía del demandado y que en el país donde se dictó se reconozca igual eficacia a las sentencias nacionales. En consecuencia, con el propósito de no insertar en el texto de la Convención requisitos que no son aplicables a otros países y para no desvirtuar uno de los principales propósitos de este instrumento cual es la cooperación internacional, Guatemala interpreta los incisos e) y f) del artículo 11 en el sentido de su ley procesal vigente, es decir, que la sentencia no haya sido dictada en rebeldía del demandado. Además, Guatemala interpreta que el requisito de la efectividad extraterritorial recíproca se cumple en el caso que el Estado extranjero cuya sentencia se pretenda hacer efectiva en Guatemala, sea parte ratificante de la Convención al igual que el Estado de Guatemala.”41 40 41 Organización de los Estados Americanos, Departamento de Derecho Internacional, Washington D.C., http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/b-54.html, consultado el 10 de septiembre de 2013 Loc. cit., consultado el 10 de septiembre de 2013 49 Los postulados básicos de esta Convención se encuentran principalmente en los siguientes artículos: “Artículo 1. La presente Convención tiene como objeto la determinación del derecho aplicable a las obligaciones alimentarias, así como a la competencia y a la cooperación procesal internacional, cuando el acreedor de alimentos tenga su domicilio o residencia habitual en un Estado Parte y el deudor de alimentos tenga su domicilio o residencia habitual, bienes o ingresos en otro Estado Parte. La presente Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias respecto de menores por su calidad de tales y a las que se deriven de las relaciones matrimoniales entre cónyuges o quienes hayan sido tales. Los Estados podrán declarar al suscribir, ratificar o adherir a esta Convención que la restringen a las obligaciones alimentarias respecto de menores.” “Artículo 2. A los efectos de la presente Convención se considerará menor a quien no haya cumplido la edad de dieciocho años. Sin perjuicio de lo anterior, los beneficios de esta Convención se extenderán a quien habiendo cumplido dicha edad, continúe siendo acreedor de prestaciones alimentarias de conformidad a la legislación aplicable prevista en los Artículos 6 y 7.” 50 “Artículo 3. Los Estados al momento de suscribir, ratificar o adherir a la presente Convención, así como con posterioridad a la vigencia de la misma, podrán declarar que esta Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias en favor de otros acreedores; asimismo, podrán declarar el grado de parentesco u otros vínculos legales que determinen la calidad de acreedor y deudor de alimentos en sus respectivas legislaciones.” Respecto del derecho aplicable, tanto para el deudor como para el acreedor, así como para la propia prestación de alimentos, se establece: “Artículo 6. Las obligaciones alimentarias, así como las calidades de acreedor y de deudor de alimentos, se regularán por aquel de los siguientes órdenes jurídicos que, a juicio de la autoridad competente, resultare más favorable al interés del acreedor: a. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del acreedor; b. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del deudor.” “Artículo 7. Serán regidas por el derecho aplicable de conformidad con el Artículo 6 las siguientes materias: 51 a. El monto del crédito alimentario y los plazos y condiciones para hacerlo efectivo; b. La determinación de quienes pueden ejercer la acción alimentaria en favor del acreedor, y c. Las demás condiciones requeridas para el ejercicio del derecho de alimentos.” Respecto de la reclamación internacional por la prestación de alimentos, se reconoce el derecho del acreedor para escoger la instancia judicial que deba conocer de su pretensión, de la siguiente manera: “Artículo 8. Serán competentes en la esfera internacional para conocer de las reclamaciones alimentarias, a opción del acreedor: a. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del acreedor; b. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del deudor, o c. El juez o autoridad del Estado con el cual el deudor tenga vínculos personales tales como: posesión de bienes, percepción de ingresos, u obtención de beneficios económicos. 52 Sin perjuicio de lo dispuesto en este artículo, se considerarán igualmente competentes las autoridades judiciales o administrativas de otros Estados a condición de que el demandado en el juicio, hubiera comparecido sin objetar la competencia.” “Artículo 9. Serán competentes para conocer las acciones de aumento de alimentos, cualesquiera de las autoridades señaladas en el Artículo 8. Serán competentes para conocer de las acciones de cese y reducción de alimentos, las autoridades que hubieren conocido de la fijación de los mismos.” La Convención también establece la cooperación procesal internacional al indicar que: “Artículo 11. Las sentencias extranjeras sobre obligaciones alimentarias tendrán eficacia extraterritorial en los Estados Parte si reúnen las siguientes condiciones: a. Que el juez o autoridad que dictó la sentencia haya tenido competencia en esfera internacional de conformidad con los Artículos 8 y 9 de esta Convención para conocer y juzgar el asunto; b. Que la sentencia y los documentos anexos que fueren necesarios según la presente Convención, estén debidamente traducidos al idioma oficial del Estado donde deban surtir efecto; 53 c. Que la sentencia y los documentos anexos se presenten debidamente legalizados de acuerdo con la ley del Estado en donde deban surtir efecto, cuando sea necesario; d. Que la sentencia y los documentos anexos vengan revestidos de las formalidades externas necesarias para que sean considerados auténticos en el Estado de donde proceden;… e. Que el demandado haya sido notificado o emplazado en debida forma legal de modo sustancialmente equivalente a la aceptada por la ley del Estado donde la sentencia deba surtir efecto; f. Que se haya asegurado la defensa de las partes, g. Que tengan el carácter de firme en el Estado en que fueron dictadas. En caso de que existiere apelación de la sentencia ésta no tendrá efecto suspensivo.” “Artículo 12. Los documentos de comprobación indispensables para solicitar el cumplimiento de las sentencias son los siguientes: a. Copia auténtica de la sentencia; b. Copia auténtica de las piezas necesarias para acreditar que se ha dado cumplimiento a los incisos e) y f) del artículo 11, y 54 c. Copia auténtica del auto que declare que la sentencia tiene el carácter de firme o que ha sido apelada.” “Artículo 14. Ningún tipo de caución será exigible al acreedor de alimentos por la circunstancia de poseer nacionalidad extranjera, o tener su domicilio o residencia habitual en otro Estado. El beneficio de pobreza declarado en favor del acreedor en el Estado Parte donde hubiere ejercido su reclamación, será reconocido en el Estado Parte donde se hiciere efectivo el reconocimiento o la ejecución. Los Estados Parte se comprometen a prestar asistencia judicial gratuita a las personas que gocen del beneficio de pobreza.” Dentro del apartado de las disposiciones generales de la Convención destaca la protección que deben brindar los Estados parte para el menor de edad de cualquier otro Estado parte, así como el compromiso de trasladar los fondos que corresponden a favor del acreedor alimentario, en aplicación de la misma, al indicarse que: “Artículo 19. Los Estados Parte procurarán suministrar asistencia alimentaria provisional en la medida de sus posibilidades a los menores de otro Estado que se encuentren abandonados en su territorio.” “Artículo 20. Los Estados Parte se comprometen a facilitar la transferencia de fondos que procediere por aplicación de esta Convención.” 55 Finalmente se establece que esta Convención prevalece sobre las convenciones de la Haya en que los Estados miembros sean parte: “Artículo 29. Entre los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos que fueren Partes de esta Convención y de las Convenciones de La Haya del 2 de octubre de 1973 sobre Reconocimiento y Eficacia de Sentencias relacionadas con Obligaciones Alimentarias para Menores y sobre la Ley Aplicable a Obligaciones Alimentarias, regirá la presente Convención. Sin embargo, los Estados Parte podrán convenir entre ellos de forma bilateral la aplicación prioritaria de las citadas Convenciones de La Haya del 2 de octubre de 1973.” Esta Convención de la región americana, que es específica para las obligaciones alimentarias, incluye mecanismos procesales para que el deudor alimentario cumpla con la prestación, aún cuando él o el acreedor alimentario tengan su domicilio o residencia en cualquiera de los Estados americanos contratantes. Esta dirigida principalmente a proteger a los menores de edad, pero los Estados Contratantes pueden ampliarla para proteger a otros acreedores alimentarios. Su ámbito de aplicación se limita al continente americano. 3.3 Legislación Ordinaria 3.3.1 Código Civil de la República de Guatemala 56 Nuestro Código Civil42, cuando trata sobre la administración de los bienes del ausente, establece, a favor de los acreedores alimentistas lo siguiente: “Artículo 73. Los poseedores de los bienes deben proveer de alimentos a los que tengan derecho a recibirlos, en los términos que la ley establece.” Luego, en el apartado de los deberes y derechos que nacen del matrimonio, se establece la asistencia que en materia de alimentos deben prestarse los cónyuges, así como su deber de alimentar a sus hijos menores de edad: “Artículo 110. El marido debe protección y asistencia a su mujer y está obligado a suministrarle todo lo necesario para el sostenimiento del hogar de acuerdo con sus posibilidades económicas. Ambos cónyuges tienen la obligación de atender y de cuidar a sus hijos, durante la minoría de edad de estos últimos.” “Artículo 111. La mujer deberá también contribuir equitativamente al sostenimiento del hogar, si tuviere bienes propios o desempeñare algún empleo, profesión, oficio o comercio; pero si el marido estuviere imposibilitado para trabajar y careciere de bienes propios, la mujer cubrirá todos los gastos con los ingresos que reciba.” “Artículo 112. La mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo, salario o ingresos del marido, por las cantidades que correspondan para alimentos de ella y de 42 Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 106, Código Civil, año 1963 57 sus hijos menores. Igual derecho compete al marido en los casos en que la mujer tenga la obligación de contribuir en todo o en parte para los gastos de la familia.” La protección del derecho de alimentos dentro del matrimonio es entendida en términos amplios, es por ello que la misma se establece aún para el régimen económico de separación absoluta de bienes: “Artículo 128. La separación absoluta de bienes no exime en ningún caso a los cónyuges, de la obligación común de sostener los gastos del hogar, la alimentación y educación de los hijos y las demás cargas del matrimonio.” El derecho a los alimentos también se establece como uno de los efectos civiles de la separación y del divorcio, según se desprende de lo indicado en el numeral segundo del Artículo 159, el Artículo 163 y el Artículo 169. Para el caso del Artículo 163, éste es aplicable también para el cese de la unión de hecho: “Artículo 159. Son efectos civiles comunes de la separación y del divorcio, los siguientes: …2º. El derecho de alimentos a favor del cónyuge inculpable, en su caso;…” “Artículo 163. Si la separación o el divorcio se solicitaren por mutuo acuerdo, los cónyuges deberán presentar un proyecto de convenio sobre los puntos siguientes: 58 1º. A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio; 2º. Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y educados los hijos, y cuando esta obligación pese sobre ambos cónyuges, en qué proporción contribuirá cada uno de ellos; 3º. Qué pensión deberá pagar el marido a la mujer si ésta no tiene rentas propias que basten para cubrir sus necesidades; y 4º. Garantía que se preste para el cumplimiento de las obligaciones que por el convenio contraigan los cónyuges.” “Artículo 169. La mujer inculpable gozará de la pensión alimenticia a que se refiere el inciso 3º del artículo 163, la cual será fijada por el juez, si no lo hicieren los cónyuges, teniendo en cuenta las posibilidades de quien debe prestarla y las necesidades de quien ha de recibirla. La mujer gozará de la pensión mientras no contraiga nuevo matrimonio; y el marido inculpable tendrá el mismo derecho, sólo cuando esté imposibilitado para dedicarse a trabajos que le proporcionen medio de subsistencia y no contraiga nuevo matrimonio.” Nuestro Código Civil dedica el Capítulo VIII del Título II, que se refiere a la familia, para normar los alimentos entre parientes, de la siguiente manera: 59 “Artículo 278. Concepto. La denominación de alimentos comprende todo lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la educación e instrucción del alimentista cuando es menor de edad.” “Artículo 279. Los alimentos han de ser proporcionados a las circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y de quien los recibe, y serán fijados por el juez, en dinero. Al obligado se le puede permitir que los alimentos los preste de otra manera cuando, a juicio del juez, medien razones que lo justifiquen.” “Artículo 280. Los alimentos se reducirán o aumentarán proporcionalmente, según el aumento o disminución que sufran las necesidades del alimentista, y la fortuna del que hubiere de satisfacerlos.” “Artículo 281. Los alimentos sólo se deben en la parte en que los bienes y el trabajo del alimentista no alcancen a satisfacer sus necesidades.” “Artículo 282. No es renunciable ni transmisible a un tercero, ni embargable, el derecho a los alimentos. Tampoco pueden compensarse con lo que el alimentista debe al que ha de prestarlos. Podrán, sin embargo, compensarse, embargarse, renunciarse y enajenarse las pensiones alimenticias atrasadas.” “Artículo 283. Personas obligadas. Están obligados recíprocamente a darse alimentos, los cónyuges, los ascendientes, descendientes y hermanos. Cuando el padre, por sus 60 circunstancias personales y pecuniarias, no estuviere en posibilidad de proporcionar alimentos a sus hijos, y la madre tampoco pudiere hacerlo, tal obligación corresponde a los abuelos paternos de los alimentistas, por todo el tiempo que dure la Imposibilidad del padre de éstos.” “Artículo 284. Cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos, se repartirá entre ellas el pago, en cantidad proporcionada a su caudal respectivo; en caso de urgente necesidad, y por circunstancias especiales, el juez podrá decretar que uno o varios de los obligados los preste provisionalmente, sin perjuicio de que pueda reclamar de los demás la parte que le corresponde.” “Artículo 285. Cuando dos o más alimentistas tuvieren derecho a ser alimentados por una misma persona, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, los prestará en el orden siguiente: 1º. A su cónyuge; 2°. A los descendientes del grado más próximo; 3º. A los ascendientes, también del grado más próximo; y 4°. A los hermanos. 61 Si los alimentistas concurrentes fuesen el cónyuge, o varios hijos sujetos a la patria potestad, el juez atendiendo a las necesidades de uno y otros, determinará la preferencia o la distribución.” “Artículo 286. De las deudas que la mujer se vea obligada a contraer para alimentos de ella y de los hijos, por no proporcionar el padre lo indispensable para cubrirlos, será éste responsable de su pago en la cuantía necesaria para ese objeto.” “Artículo 287. La obligación de dar alimentos será exigible, desde que los necesitare la persona que tenga derecho a percibirlos. El pago se hará por mensualidades anticipadas, y cuando fallezca el alimentista, sus herederos no estarán obligados a devolver lo que éste hubiere recibido anticipadamente.” “Artículo 289. Cesará la obligación de dar alimentos: 1º. Por la muerte del alimentista; 2º. Cuando aquel que los proporciona se ve en la imposibilidad de continuar prestándolos, o cuando termina la necesidad del que los recibía; 3º. En el caso de injuria, falta o daño grave inferidos por el alimentista contra el que debe prestarlos; 62 4°. Cuando la necesidad de los alimentos dependa de la conducta viciosa o de la falta de aplicación al trabajo del alimentista, mientras subsistan estas causas; y 5º. Si los hijos menores se casaren sin el consentimiento de los padres.” “Artículo 290. Los descendientes no pueden tampoco exigir alimentos: 1º. Cuando han cumplido dieciocho años de edad, a no ser que se hallen habitualmente enfermos, impedidos o en estado de interdicción; y 2º. Cuando se les ha asegurado la subsistencia hasta la misma edad.” “Artículo 291. Las disposiciones de este capítulo son aplicables a los demás casos en que por ley, por testamento o por contrato, se tenga derecho a alimentos, salvo lo pactado u ordenado por el testador o lo dispuesto por la ley, para el caso especial de que se trate. El derecho de alimentos que provenga de contrato o disposición testamentaria, no perjudica, en ningún caso, la preferencia que la ley establece en favor de los parientes del obligado.” La obligación de otorgar garantía por parte del deudor alimentario, cuando haya sido necesario promover juicio en su contra para que cumpla con la prestación de alimentos, se establece en el Artículo 292: 63 “Artículo 292. La persona obligada a dar alimentos contra la cual haya habido necesidad de promover juicio para obtenerlos, deberá garantizar suficientemente la cumplida prestación de ellos con hipoteca, si tuviere bienes hipotecables, o con fianza u otras seguridades, a juicio del juez. En este caso, el alimentista tendrá derecho a que sean anotados bienes suficientes del obligado a prestar alimentos, mientras no los haya garantizado.” Para el caso del testamento y de la partición de bienes en favor de los herederos, se establece la limitante del derecho que determinadas personas tienen para ser alimentadas: “Artículo 936. La libertad de testar sólo tiene por límite el derecho que algunas personas tienen a ser alimentadas.” “Artículo 1099. Al hacerse la partición de bienes, deben los herederos asegurar, en beneficio de los alimentistas, las porciones o cuotas a que éstos tengan derecho; y sin ese requisito no serán inscritas la partición. En tal caso, los registradores harán de oficio, anotación sobre los bienes de la herencia, la que se cancelará hasta que estén garantizados los alimentos y las pensiones debidas.” La normativa contenida en nuestro Código Civil respecto del derecho a los alimentos es amplia y abarca la protección para el acreedor alimentista, siendo el caso que para el cumplimiento de la prestación se pueden afectar los bienes del deudor alimentista en 64 caso de que esté ausente, se contempla también la asistencia mutua que deben brindarse los cónyuges dentro del matrimonio y también para sus hijos menores de edad, sin importar el régimen económico que pacten. Se incluye la preferencia que sobre los ingresos del marido corresponde para los alimentos de la esposa y de sus hijos menores, estipulando que previo a la separación o al divorcio debe convenirse plenamente como se cubrirá esta prestación y a cargo de quien. Sin embargo, a pesar de lo abundante de la normativa en mención, la misma no contempla algún tipo de coerción para el caso que se presenta cuando el deudor alimentista incumple con la prestación y se encuentra fuera del país. 3.3.2 Código Procesal Civil y Mercantil de la República de Guatemala Nuestro Código Procesal Civil y Mercantil43 establece en su Artículo 199 que los asuntos relativos a la obligación de prestar alimentos se tramitarán por la vía del juicio oral; en tanto que el Artículo 212 de ese mismo cuerpo normativo indica que el actor debe presentar con su demanda el título en que se funda, el cual puede ser: el testamento, el contrato, la ejecutoria en que conste la obligación, o los documentos justificativos del parentesco, y que se presume la necesidad de pedir alimentos, mientras no se pruebe lo contrario. En el Artículo 213 se establece que el juzgador podrá ordenar que los alimentos se brinden provisionalmente, en tanto se ventila el juicio por esta obligación; y en el 43 Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 107, Código Procesal Civil y Mercantil, año 1963 65 Artículo 214 se establece que el demandante puede solicitar toda clase de medidas precautorias, las que se ordenarán sin más trámite y sin necesidad de prestar garantía, y que si el obligado no cumpliere se procederá inmediatamente al embargo y remate de bienes bastantes a cubrir su importe; o al pago si se tratare de cantidades en efectivo. En el Artículo 215 se prevé el efecto de la rebeldía, que resulta del hecho que el demandado no concurra a la primera audiencia y no conteste por escrito la demanda. En este caso el juez lo declarará confeso en las pretensiones del actor y procederá a dictar sentencia. Al tenor del numeral 4 del Artículo 306, no pueden ser objeto de embargo las pensiones alimenticias presentes y futuras. Esta normativa adjetiva resulta ineficaz cuando el deudor alimentista se encuentra fuera del país y el acreedor alimentista pretende que se le reconozca judicialmente su derecho, puesto que por lo general el segundo mencionado no deja quien le represente en el país y por ello no se le puede hacer comparecer a juicio. Es aquí de donde se desprende la necesidad de contar con una normativa internacional que obligue al deudor alimentista a cumplir con la prestación, a pesar que se encuentre en cualquier parte del mundo. 66 3.3.3 Código Penal de la República de Guatemala El Artículo 242 del Código Penal44 tipifica el delito en el que incurre la persona que legalmente está obligada a prestar alimentos y que incumple con su compromiso, indicando que: “Artículo 242. Negación de asistencia económica. Quien, estando obligado legalmente a prestar alimentos, en virtud de sentencia firme o de convenio que conste en documento público o auténtico, se negare a cumplir con tal obligación después de ser legalmente requerido, será sancionado con prisión de seis meses a dos años, salvo que probare no tener posibilidades económicas para el cumplimiento de su obligación. El autor no quedará eximido de responsabilidad penal, por el hecho de que otra persona los hubiere prestado.” El artículo transcrito contempla la pena de prisión para el deudor alimentista que incumple con la prestación de alimentos, si luego de ser ejecutado no atiende el requerimiento. Nuevamente, esta normativa se limitada para el caso en que el deudor permanezca en el país, ya que si está en el extranjero, y por lo general sin haber dejado quien le represente, no se le puede hacer cumplir o bien sancionarle con prisión. 44 Congreso de la República de Guatemala, Decreto Número 17-73, Código Penal 67 3.3.4 Ley de Tribunales de Familia. La Ley de Tribunales de Familia45 establece en sus Artículos uno, dos y tres, que estos tribunales conocen, dentro de su jurisdicción, de los asuntos relativos a la familia, que les corresponde los asuntos relacionados con alimentos, y que en ellos rige el procedimiento del juicio oral que se regula en el Código Procesal Civil y Mercantil. 45 Congreso de la República de Guatemala, Decreto-Ley Número 206, Ley de Tribunales de Familia, año 1964 68 CAPÍTULO IV 4. Instrumentos internacionales que no han sido aceptados, suscritos y ratificados por Guatemala En este capítulo se hará referencia, específicamente, al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007 “Sobre Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y otros Miembros de la Familia”46, y al Protocolo de La Haya de 23 de noviembre de 2007 “Sobre la Ley Aplicable a las Obligaciones Alimenticias”47, haciendo mención que Guatemala no es miembro de la Conferencia de La Haya y que según la información que refiere el sitio de Internet de la Conferencia, tampoco ha ratificado ni se ha adherido a estos instrumentos internacionales. 4.1 Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia De conformidad con lo manifestado por William Duncan48, Secretario General Adjunto de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, el 23 de noviembre de 2007 más de 70 Estados y la Comunidad Económica Europea firmaron el nuevo Convenio de la Haya sobre Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y otros Miembros de la Familia, así como su primer Protocolo sobre la Ley Aplicable a las 46 47 48 Hague Conference on Private International Law, http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid, consultado el 18 de septiembre de 2013 Loc. cit., consultado el 18 de septiembre de 2013 Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado, Protección Internacional del Niño, Boletín de los Jueces, Tomo XIV, período 2008-2009 68 69 Obligaciones Alimenticias; destacando que los procedimientos transfronterizos, especialmente los que se refieren a los casos internacionales de alimentos a favor de los niños, serán más sencillos, rápidos, accesibles y económicos. Agrega que este nuevo convenio tiene como base instrumentos internacionales ya existentes, concretamente los previos Convenios de La Haya y la Convención de Nueva York de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Obtención de Alimentos en el Extranjero, así como en instrumentos regionales; y que no se constituye como un obstáculo para el funcionamiento de sistemas integrados a nivel regional o bilateral. Indica que el convenio es de aplicación obligatoria para el caso de los alimentos a favor de niños, que también abarca las obligaciones alimenticias entre cónyuges y ex-cónyuges, pero que este último caso es aplicable únicamente entre Estados que hayan efectuado una declaración al respecto. Refiere que los Estados contratantes podrán declarar también que extienden la aplicación del convenio, total o parcialmente, a otras prestaciones alimenticias que se deriven de relaciones de familia, filiación, matrimonio o afinidad, y que estas funcionarán de manera recíproca entre los Estados que se correspondan con sus declaraciones. Los artículos más relevantes del Convenio son los siguientes: “Artículo 1. Objeto. El presente Convenio tiene por objeto garantizar la eficacia del cobro internacional de alimentos para niños y otros miembros de la familia, en particular: 70 a) estableciendo un sistema completo de cooperación entre las autoridades de los Estados contratantes; b) permitiendo la presentación de solicitudes para la obtención de decisiones en materia de alimentos; c) garantizando el reconocimiento y la ejecución de las decisiones en materia de alimentos; y d) exigiendo medidas efectivas para la rápida ejecución de las decisiones en materia de alimentos.” “Artículo 2. Ámbito de aplicación 1. El presente Convenio se aplicará: a) a las obligaciones alimenticias a favor de una persona menor de 21 años derivadas de una relación paterno-filial; b) al reconocimiento y ejecución o ejecución de una decisión sobre obligaciones alimenticias entre cónyuges y ex cónyuges cuando la solicitud se presente conjuntamente con una demanda comprendida en el ámbito de aplicación del subapartado a); y 71 c) a las obligaciones alimenticias entre cónyuges y ex cónyuges, con excepción de los Capítulos II y III. 2. Cualquier Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 62, reservarse el derecho de limitar la aplicación del Convenio con respecto al subapartado 1 a), a las personas que no hayan alcanzado la edad de 18 años. El Estado contratante que haga esta reserva no podrá exigir la aplicación del Convenio a las personas de la edad excluida por su reserva. 3. Cualquier Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 63, declarar que extenderá la aplicación de todo o parte del Convenio a otras obligaciones alimenticias derivadas de una relación de familia, filiación, matrimonio o afinidad, incluyendo en particular las obligaciones a favor de personas vulnerables. Tal declaración sólo creará obligaciones entre dos Estados contratantes en la medida en que sus declaraciones incluyan las mismas obligaciones alimenticias y partes del Convenio. 4. Las disposiciones del presente Convenio se aplicarán a los niños con independencia de la situación conyugal de sus padres.” “Artículo 3. Definiciones. A los efectos del presente Convenio: a) "acreedor" significa una persona a la que se deben o a la que se alegue que se deben alimentos; 72 b) "deudor" significa una persona que debe o respecto de la que se alegue que debe alimentos; c) "asistencia jurídica" significa la asistencia necesaria para permitir a los solicitantes conocer y hacer valer sus derechos y garantizar que las solicitudes sean tratadas de manera completa y eficaz en el Estado requerido. Tal asistencia puede proporcionarse, según sea necesario, mediante asesoramiento jurídico, asistencia para presentar un asunto ante una autoridad, representación en juicio y exención de los costes del procedimiento; d) "acuerdo por escrito" significa un acuerdo registrado en cualquier soporte cuyo contenido sea accesible para su ulterior consulta; e) "acuerdo en materia de alimentos" significa un acuerdo por escrito sobre pago de alimentos que: i) ha sido formalmente redactado o registrado como un documento auténtico por una autoridad competente; o ii) ha sido autenticado, concluido, registrado o depositado ante una autoridad competente, y puede ser objeto de revisión y modificación por una autoridad competente. 73 f) "persona vulnerable" significa una persona que, por razón de disminución o insuficiencia de sus facultades personales, no se encuentra en condiciones de mantenerse a sí misma.” “Artículo 5. Funciones generales de las Autoridades Centrales Las Autoridades Centrales deberán: a) cooperar entre sí y promover la cooperación entre las autoridades competentes de sus Estados para alcanzar los objetivos del Convenio; b) buscar, en la medida de lo posible, soluciones a las dificultades que pudieran surgir en la aplicación del Convenio.” “Artículo 7. Peticiones de medidas específicas 1. Una Autoridad Central podrá dirigir una petición motivada a otra Autoridad Central para que ésta adopte medidas específicas apropiadas previstas en el artículo 6(2) b), c), g), h), i) y j) cuando no esté pendiente ninguna solicitud prevista en el artículo 10. La Autoridad Central requerida adoptará las medidas que resulten apropiadas si las considera necesarias para asistir a un solicitante potencial a presentar una solicitud prevista en el artículo 10 o a determinar si se debe presentar dicha solicitud. 74 2. Una Autoridad Central podrá también tomar medidas específicas a petición de otra Autoridad Central con respecto a un asunto sobre cobro de alimentos pendiente en el Estado requirente que tenga un elemento internacional.” “Artículo 8. Costes de la Autoridad Central 1. Cada Autoridad Central asumirá sus propios costes derivados de la aplicación del presente Convenio. 2. Las Autoridades Centrales no impondrán al solicitante ningún cargo por los servicios que las mismas presten en virtud del Convenio, salvo los costes excepcionales que se deriven de una petición de medidas específicas previstas en el artículo 7. 3. La Autoridad Central requerida no podrá recuperar los costes excepcionales indicados en el apartado 2 sin el consentimiento previo del solicitante sobre la prestación de dichos servicios a tales costes.” ”Artículo 10. Solicitudes disponibles 1. Las categorías siguientes de solicitudes deberán poder presentarse en un Estado requirente por un acreedor que pretende el cobro de alimentos en virtud del presente Convenio: 75 a) reconocimiento o reconocimiento y ejecución de una decisión; b) ejecución de una decisión dictada o reconocida en el Estado requerido; c) obtención de una decisión en el Estado requerido cuando no exista una decisión previa, incluida la determinación de filiación en caso necesario; d) obtención de una decisión en el Estado requerido cuando el reconocimiento y ejecución de una decisión no sea posible o haya sido denegado por falta de una base para el reconocimiento y ejecución prevista en el artículo 20 o por los motivos previstos en el artículo 22 b) o e); e) modificación de una decisión dictada en el Estado requerido; f) modificación de una decisión dictada en un Estado distinto del Estado requerido. 2. Las categorías siguientes de solicitudes deberán poder presentarse en un Estado requirente por un deudor contra el que exista una decisión de alimentos: a) reconocimiento de una decisión o procedimiento equivalente que tenga por efecto suspender o limitar la ejecución de una decisión previa en el Estado requerido; 76 b) modificación de una decisión dictada en el Estado requerido; c) modificación de una decisión dictada en un Estado distinto del Estado requerido. 3. Salvo disposición contraria del presente Convenio, las solicitudes previstas en los apartados 1 y 2 se tramitarán conforme a la ley del Estado requerido, y las solicitudes previstas en los apartados 1 c) a f) y 2 b) y c) estarán sujetas a las normas de competencia aplicables en el Estado requerido.” “Artículo 15. Asistencia jurídica gratuita para las solicitudes de alimentos a favor de niños 1. El Estado requerido proporcionará asistencia jurídica gratuita para toda solicitud de obligaciones alimenticias a favor de una persona menor de 21 años que se deriven de una relación paterno-filial, presentada por un acreedor en virtud de este Capítulo. 2. No obstante lo dispuesto en el apartado 1, el Estado requerido podrá denegar asistencia jurídica gratuita, con respecto a aquellas solicitudes distintas a las previstas en el artículo 10(1) a) y b) y los casos comprendidos por el artículo 20(4), si considera que la solicitud o cualquier recurso es manifiestamente infundado.” “Artículo 16. Declaración para permitir un examen de los recursos económicos del niño 77 1. No obstante lo dispuesto en el artículo 15(1), un Estado podrá declarar que, de conformidad con el artículo 63, proporcionará asistencia jurídica gratuita con respecto a solicitudes distintas a las previstas en el artículo10(1) a) y b) y los casos comprendidos por el artículo20(4), sujeta a un examen de los recursos económicos del niño. 2. Un Estado debe, en el momento de hacer tal declaración, proporcionar información a la Oficina Permanente de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado sobre la manera en que efectuará el examen de los recursos económicos del niño, incluyendo los criterios económicos que deberán cumplirse. 3. Una solicitud referida en el apartado 1, dirigida a un Estado que hizo la declaración a que se refiere dicho apartado, deberá incluir una declaración formal del solicitante indicando que los recursos económicos del niño cumplen los criterios a los que hace referencia el apartado 2. El Estado requerido sólo podrá pedir más pruebas sobre los recursos económicos del niño si tiene fundamentos razonables para creer que la información proporcionada por el solicitante es inexacta. 4. Si la asistencia jurídica más favorable prevista por la ley del Estado requerido con respecto a las solicitudes presentadas en virtud de este Capítulo sobre obligaciones alimenticias a favor un niño derivadas de una relación paterno-filial, es más favorable que la prevista en los apartados 1 a 3, se proporcionará la asistencia jurídica más favorable.” 78 “Artículo 20. Bases para el reconocimiento y la ejecución 1. Una decisión adoptada en un Estado contratante ("el Estado de origen") se reconocerá y ejecutará en los otros Estados contratantes si: a) el demandado tuviera su residencia habitual en el Estado de origen en el momento en que se inició el procedimiento; b) el demandado se hubiera sometido a la competencia de la autoridad de manera expresa u oponiéndose al fondo del asunto sin impugnar la competencia en la primera oportunidad disponible; c) el acreedor tuviera su residencia habitual en el Estado de origen en el momento en que se inició el procedimiento; d) el niño para el que se ordenaron alimentos tuviera su residencia habitual en el Estado de origen en el momento en que se inició el procedimiento, a condición de que el demandado hubiere vivido con el niño en ese Estado o hubiere residido en ese Estado y proporcionado en el mismo alimentos para el niño; e) las partes hubieran aceptado la competencia en un acuerdo por escrito, salvo en los litigios sobre obligaciones alimenticias a favor de un niño; o 79 f) la decisión hubiera sido adoptada por una autoridad en el ejercicio de su competencia en un asunto de estado civil o responsabilidad parental, salvo que dicha competencia se basara únicamente en la nacionalidad de una de las partes. 2. Un Estado contratante podrá hacer una reserva, con respecto al apartado 1 c), e) o f) de conformidad con el artículo 62. 3. Un Estado contratante que haga una reserva en aplicación del apartado 2 reconocerá y ejecutará una decisión si su legislación, ante circunstancias de hecho semejantes, otorgara o hubiera otorgado competencia a sus autoridades para adoptar tal decisión. 4. Un Estado contratante tomará todas las medidas apropiadas para que se dicte una decisión a favor del acreedor cuando no sea posible el reconocimiento de una decisión como consecuencia de una reserva hecha en aplicación del apartado 2 y el deudor tenga su residencia habitual en ese Estado. La frase precedente no se aplicará a las solicitudes directas de reconocimiento y ejecución previstas en el artículo 19(5) o a las demandas de alimentos referidas en el artículo 2(1) b). 5. Una decisión a favor de un niño menor de 18 años que no pueda reconocerse únicamente en virtud de una reserva a que se refiere los apartados (1) c), e) o f), será aceptada como estableciendo el derecho del niño a recibir alimentos en el Estado requerido. 80 6. Una decisión sólo se reconocerá si surte efectos en el Estado de origen y sólo se ejecutará si es ejecutoria en dicho Estado.” “Artículo 30. Acuerdos en materia de alimentos 1. Un acuerdo en materia de alimentos celebrado en un Estado contratante podrá ser reconocido y ejecutado como una decisión en aplicación de este Capítulo, siempre que sea ejecutorio como una decisión en el Estado de origen. 2. A los efectos del artículo 10(1) a) y b) y (2) a), el término "decisión" comprende un acuerdo en materia de alimentos. 3. La solicitud de reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos irá acompañada de los siguientes documentos: a) el texto completo del acuerdo en materia de alimentos; y b) un documento que indique que el acuerdo en materia de alimentos es ejecutorio como una decisión en el Estado de origen. 4. El reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos podrá denegarse si: 81 a) el reconocimiento y ejecución fuera manifiestamente incompatible con el orden público del Estado requerido; b) el acuerdo en materia de alimentos se hubiera obtenido mediante fraude o hubiera sido objeto de falsificación; c) el acuerdo en materia de alimentos fuera incompatible con una decisión dictada entre las mismas partes y con el mismo objeto, ya sea en el Estado requerido o en otro Estado, siempre que esta última decisión cumpla los requisitos necesarios para su reconocimiento y ejecución en el Estado requerido. 5. Las disposiciones de este Capítulo, a excepción de los artículos 20, 22, 23(7) y 25(1) y (3) se aplicarán, mutatis mutandis, al reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos, con las siguientes salvedades: a) una declaración o registro de conformidad con el artículo 23(2) y (3) sólo podrá denegarse por el motivo previsto en el apartado 4 a); y b) un recurso o apelación en virtud del artículo 23(6) sólo podrá basarse en: i) los motivos de denegación del reconocimiento y ejecución previstos en el apartado 4; 82 ii) la autenticidad o la integridad de un documento transmitido de conformidad con el apartado 3. c) por lo que respecta al procedimiento previsto en el artículo 24(4), la autoridad competente podrá revisar de oficio el motivo de denegación del reconocimiento y ejecución previsto en el apartado 4 a) de este artículo. Podrá revisar todos los motivos previstos en el apartado 4 de este artículo, así como la autenticidad o integridad de todo documento transmitido de conformidad con el apartado 3 si son planteados por el demandado o si surgen dudas sobre estos motivos de la lectura de tales documentos. 6. El procedimiento de reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos se suspenderá si se encuentra pendiente un recurso respecto del acuerdo ante una autoridad competente de un Estado contratante. 7. Un Estado podrá declarar, de conformidad con el Artículo 63, que las solicitudes de reconocimiento y ejecución de acuerdos en materia de alimentos sólo podrán presentarse por intermedio de Autoridades Centrales. 8. Un Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 62, reservarse el derecho a no reconocer ni ejecutar un acuerdo en materia de alimentos.” “Artículo 34. Medidas de ejecución 83 1. Los Estados contratantes deberán prever en su Derecho interno medidas efectivas para ejecutar las decisiones en aplicación del presente Convenio. 2. Estas medidas podrán incluir: a) la retención del salario; b) el embargo de cuentas bancarias y otras fuentes; c) deducciones en las prestaciones de seguridad social; d) el gravamen o la venta forzosa de bienes; e) la retención de la devolución de impuestos; f) la retención o el embargo de pensiones de jubilación; g) el informe a los organismos de crédito; h) la denegación, suspensión o retiro de diversos permisos (por ejemplo, el permiso de conducir); 84 i) el uso de la mediación, conciliación y otros medios alternativos de resolución de conflictos a fin de conseguir el cumplimiento voluntario.” “Artículo 35. Transferencia de fondos 1. Se insta a los Estados contratantes a promover, incluso mediante acuerdos internacionales, la utilización de los medios menos costosos y más eficaces de que se disponga para la transferencia de fondos a ser pagados a título de alimentos. 2. Un Estado contratante cuya ley imponga restricciones a la transferencia de fondos, concederá la máxima prioridad a la transferencia de fondos a ser pagados en virtud del presente Convenio.” ”Artículo 41. Dispensa de legalización No se exigirá legalización ni otra formalidad similar en el contexto de este Convenio.” “Artículo 48. Coordinación con los anteriores Convenios de La Haya en materia de obligaciones alimenticias En las relaciones entre los Estados contratantes y con sujeción al artículo 56(2), el presente Convenio sustituye, al Convenio de La Haya de 2 octubre 1973 sobre Reconocimiento y Ejecución de Resoluciones relativas a las Obligaciones Alimenticias y al Convenio de La Haya de 15 de abril de 1958 sobre el Reconocimiento 85 y Ejecución de Decisiones en Materia de Obligaciones Alimenticias, en la medida en que su ámbito de aplicación entre dichos Estados coincida con el ámbito de aplicación del presente Convenio.” “Artículo 49. Coordinación con la Convención de Nueva York de 1956 En las relaciones entre los Estados contratantes, el presente Convenio sustituye a la Convención de las Naciones Unidas de 20 de junio de 1956 sobre la obtención de alimentos en el extranjero, en la medida en que su ámbito de aplicación entre dichos Estados coincida con el ámbito de aplicación del presente Convenio.” De lo anotado se desprende la importancia que el convenio mencionado tiene para hacer viable el cumplimiento de la prestación de alimentos por parte de los deudores alimentistas que permanecen en cualquier parte del mundo, en lugar distinto al de la permanencia del acreedor alimentista, facilitando los trámites internacionales que le permitan al deudor obtener en poco tiempo la satisfacción de sus necesidades básicas. De ahí la importancia que para Guatemala tiene el adherirse a este convenio, ya que con ello estará garantizando los derechos humanos de los necesitados de la prestación de alimentos, abarcando cualquier parte del mundo, ya que en la actualidad, como se mencionó anteriormente, se limita al continente americano. 86 4.2 El Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la Ley Aplicable a las Obligaciones Alimenticias De conformidad con lo expresado por la profesora de derecho internacional privado Andrea Bonomi49, este Protocolo fue elaborado en forma paralela con el Convenio sobre el Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y otros Miembros de la Familia; por lo que ambos textos fueron adoptados en forma conjunta el 23 de noviembre de 2007. A pesar de ello el Protocolo constituye un instrumento autónomo con relación al referido Convenio y al mismo pueden adherirse Estados que no sean parte de este último, siendo el caso que esta decisión fue adoptada para permitir a los Estados el máximo de libertad, considerando la autonomía de las cuestiones que regulan estos instrumentos; ya que por un lado el Convenio regula la cooperación administrativa, procedimientos relativos a la presentación de solicitudes, reconocimiento y ejecución de decisiones, mientras que el Protocolo determina la ley aplicable al dictar una decisión en materia de alimentos. Por ello, cabe la posibilidad que un Estado ratifique el Convenio sin ser parte del Protocolo o, a la inversa, que se adhiera a este último sin ser Parte del Convenio. Añade que el Protocolo reconoce un papel preponderante a la ley del foro en relación con otros instrumentos existentes; y que teniendo en cuenta el carácter erga omnes del Protocolo, su ratificación por un gran número de Estados podría resultar en beneficio para los acreedores alimentarios, incluso si están domiciliados en Estados que no se 49 Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado, Protección Internacional del Niño, Boletín de los Jueces, Tomo XIV, período 2008-2009 87 hayan adherido a este texto, ya que estos últimos se beneficiarían de la aplicación de las reglas uniformes y favorables al acreedor que consagra el Protocolo cuando se abra un procedimiento en un Estado contratante (por ejemplo, en el Estado del domicilio del deudor). La ratificación de este protocolo por parte de Guatemala resultaría en beneficio para los acreedores alimentarios, ya que se beneficiarían de la aplicación de las reglas uniformes y favorables que consagra en su favor, cuando se abra un procedimiento en uno de los Estado contratantes, como sería el caso del Estado del domicilio del deudor. Esta ratificación permitiría también que los acreedores alimentarios puedan ejercer su derecho a la prestación de alimentos, contra deudores que se encuentren en diferentes países del mundo, y no como en la actualidad que se limita al continente americano según lo ya referido. Los artículos más importantes del Protocolo refieren lo siguiente: “Artículo 1. Ámbito de aplicación 1. El presente Protocolo determinará la ley aplicable a las obligaciones alimenticias que derivan de una relación de familia, filiación, matrimonio o afinidad, incluyendo las obligaciones alimenticias a favor de un niño con independencia de la situación conyugal de sus padres. 88 2. Las decisiones dictadas en aplicación del presente Protocolo no prejuzgan la existencia de alguna de las relaciones previstas en el apartado 1.” “Artículo 4. Normas especiales a favor de determinados acreedores 1. Las siguientes disposiciones se aplicarán en el caso de obligaciones alimenticias: a) de los padres a favor de sus hijos; b) de personas distintas de los padres a favor de personas que no hayan alcanzado la edad de 21 años, con excepción de las obligaciones que derivan de las relaciones a que se refiere el artículo 5; y c) de los hijos a favor de sus padres. 2. Se aplicará la ley del foro si el acreedor no puede obtener alimentos del deudor en virtud de la ley a que se refiere el artículo 3. 3. No obstante lo dispuesto en el artículo 3, se aplicará la ley del foro si el acreedor ha acudido a la autoridad competente del Estado de la residencia habitual del deudor. Sin embargo, se aplicará la ley del Estado de la residencia habitual del acreedor si éste no puede obtener alimentos del deudor en virtud de la ley del foro. 89 4. Si el acreedor no puede obtener alimentos del deudor en virtud de las leyes a las que se refiere el artículo 3 y los apartados 2 y 3 del presente artículo, se aplicará la ley del Estado de la nacionalidad común del acreedor y deudor, si existe.” “Artículo 5. Norma especial relativa a los cónyuges y ex cónyuges. Con respecto a las obligaciones alimenticias entre cónyuges, ex cónyuges o entre personas cuyo matrimonio haya sido anulado, el artículo 3 no se aplicará si una de las partes se opone y la ley de otro Estado, en particular la del Estado de su última residencia habitual común, presenta una vinculación más estrecha con el matrimonio. En tal caso, se aplicará la ley de este otro Estado.” “Artículo 6. Medio de defensa especial. Con respecto a las obligaciones alimenticias distintas de aquellas surgidas de una relación paterno-filial a favor de un niño y de aquellas previstas en el artículo 5, el deudor puede oponerse a una pretensión de un acreedor sobre la base de que no existe tal obligación según la ley del Estado de residencia habitual del deudor ni según la ley del Estado de nacionalidad común de las partes, si existe.” “Artículo 7. Designación de la ley aplicable a los efectos de un procedimiento específico 90 1. No obstante lo dispuesto en los artículos 3 al 6, el acreedor y el deudor de alimentos podrán, únicamente a los efectos de un procedimiento específico en un determinado Estado, designar expresamente la ley de dicho Estado como aplicable a una obligación alimenticia. 2. La designación hecha antes de la iniciación del procedimiento deberá ser objeto de un acuerdo, firmado por ambas partes, por escrito o registrado en cualquier soporte cuyo contenido sea accesible para su ulterior consulta.” “Artículo 9. "Domicilio" en lugar de "nacionalidad" Un Estado que utilice el concepto de "domicilio" como factor de conexión en materia de familia podrá informar a la Oficina Permanente de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado que en los asuntos presentados ante sus autoridades, la palabra "nacionalidad" de los artículos 4 y 6 se sustituirá por la palabra "domicilio" tal como se defina en dicho Estado.” “Artículo 10. Organismos públicos El derecho de un organismo público a solicitar el reembolso de una prestación proporcionada al acreedor a título de alimentos se regirá por la ley a la que se sujeta dicho organismo.” 91 “Artículo 11. Ámbito de la ley aplicable La ley aplicable a la obligación alimenticia determinará, en particular: a) si, en qué medida y a quién el acreedor puede reclamar los alimentos; b) la medida en que el acreedor puede reclamar alimentos retroactivamente; c) la base para el cálculo de la cuantía de los alimentos y de la indexación; d) quién puede iniciar un procedimiento en materia de alimentos, salvo las cuestiones relativas a la capacidad procesal y a la representación en juicio; e) la prescripción o los plazos para iniciar una acción; f) el alcance de la obligación del deudor de alimentos, cuando un organismo público solicita el reembolso de las prestaciones proporcionadas a un acreedor a título de alimentos.” “Artículo 12. Exclusión del reenvío En el Protocolo, el término "ley" significa el Derecho en vigor en un Estado, con exclusión de las normas de conflicto de leyes.” 92 “Artículo 14. Determinación de la cuantía de los alimentos. Aunque la ley aplicable disponga algo distinto, para determinar la cuantía de los alimentos se tomarán en cuenta las necesidades del acreedor y los recursos del deudor, así como cualquier compensación concedida al acreedor en lugar de un pago periódico de alimentos.” Destaca dentro del contenido del protocolo, que la ley aplicable que contempla para el cumplimiento de las obligaciones alimentarias, abarca los casos que se derivan del derecho que le asiste a los niños, con independencia de la situación conyugal de sus padres, así como los casos que se derivan de relaciones de familia, filiación y matrimonio o afinidad. 93 CAPÍTULO V 5. Inexistencia de un procedimiento para fijar y cobrar pensiones alimenticias, cuando el obligado se encuentra fuera del país. La hipótesis que motiva la presente investigación, denominada: la normativa legal en nuestro país no incluye un procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero; resulta probada al considerar lo anotado en los capítulos previos y relacionarlo con lo que se expone a continuación. 5.1 Resultados de la entrevista dirigida a personas a quienes les asiste el derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el deudor alimentista se encuentra en el extranjero y no cumple con esta obligación El formato de la entrevista se adjunta como anexo uno en el presente trabajo de investigación y la misma fue efectuada para una muestra de 25 personas en la Ciudad de Guatemala, habiéndose graficado los resultados obtenidos según se explica en el anexo dos también adjunto. A la pregunta ¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y en el extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión alimenticia a que se la envíe periódicamente?, 23 entrevistados respondieron en forma 93 94 negativa, en tanto que dos personas respondieron afirmativamente pero no expresaron concretamente que procedimiento judicial corresponde para hacer valer su derecho. Con relación a la pregunta ¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras instituciones para que le asesoren sobre qué debe hacer para que la persona que debe brindarle la pensión alimenticia cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido?, seis entrevistados manifestaron que se les indicó que el trámite es complicado, ocho dijeron que se les sugirió esperar a que el obligado volviera al país, a tres se les remitió al Ministerio de Relaciones Exteriores, en tanto que ocho manifestaron que no se les dio respuesta. La respuesta a la tercera pregunta ¿Cuándo hijos menores de edad o personas incapacitadas para trabajar dependen de usted?, evidenció principalmente el problema que enfrentan las madres que deben procurar la satisfacción de sus necesidades básicas, y las de sus hijos, sin que cuenten con la asistencia económica del padre por encontrarse fuera del país. Cuatro entrevistados manifestaron no tener a su cargo personas incapacitadas para trabajar, nueve indicaron tener de una a tres, siete dijeron tener entre cuatro y cinco, en tanto que cinco indicaron tener más de cinco. La respuesta a la pregunta ¿Qué ingreso económico mensual posee? evidenció la precaria situación en que se encuentran las personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, ni de las personas que dependen de ellas, por falta de la prestación de alimentos. Fue así como cuatro entrevistados manifestaron que no 95 poseen ingresos, siete dijeron obtener ingresos mensuales inferiores a los 1,000 quetzales, nueve poseen ingresos inferiores a los 2,000 quetzales, tres menos de 3,000 quetzales mensuales, y solamente dos indicaron poseer ingresos mensuales superiores a los 3,000 quetzales. Finalmente, a la pregunta ¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión por alimentos no se la envía?, cuatro entrevistados respondieron que menos de un año, seis dijeron que de uno a dos años, cinco indicaron que de dos a tres años, seis de tres a cuatro años, y cuatro manifestaron que cinco o más años. Los resultados obtenidos por la entrevista realizada evidencian las malas condiciones en que sobreviven las personas que no pueden satisfacer por sí mismas sus necesidades básicas, quienes además no cuentan con el ingreso derivado de la pensión alimenticia que les asiste conforme a la ley, ya que los deudores alimentistas que permanecen fuera del país no cumplen con la prestación. A esto se agrega que los programas gubernamentales de seguridad social son deficientes, pudiendo citarse, a manera de ejemplo, la pobre atención en los hospitales públicos y su falta de medicamentos, la deficiente infraestructura educativa, así como las bajas pensiones por jubilación o por accidentes. Todo esto trae como consecuencia una alimentación deficiente, el no acceso a la educación, a la salud y a una vivienda adecuada; todo lo cual no permite que los acreedores alimentistas tengan una vida digna, a pesar que nuestra Constitución Política lo establece como una de sus finalidades, por lo que no se cumple con la función primordial del Estado que es el desarrollo integral de la persona. 96 Lo expresado pone de manifiesto la necesidad de establecer en nuestro ordenamiento interno, de conformidad con nuestra Constitución Política y las convenciones, declaraciones y pactos internacionales en materia del derecho humano a la pensión por alimentos, un procedimiento sencillo y adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero. 5.2 Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía constitucional para la prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra fuera de Guatemala A pesar que nuestra Constitución Política desarrolla ampliamente el derecho a los alimentos como un derecho humano fundamental, estableciendo el deber del Estado para velar por su observancia, es el caso que la legislación ordinaria adjetiva se limita a regular el caso en que el obligado a la prestación de alimentos se encuentra dentro del territorio nacional, siendo así como el Código Procesal Civil y Mercantil establece que los asuntos relativos a la obligación de prestar alimentos son materia del juicio oral, teniendo en cuenta lo establecido en los Artículos del 212 al 216. Sin embargo, este cuerpo legal ordinario no desarrolla específicamente el supuesto para cuando el obligado se encuentra fuera del país, si bien el Estado de Guatemala ha aceptado, suscrito y ratificado la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, el cual es de observancia obligatoria únicamente a nivel del continente americano. 97 De igual manera, el Código Penal establece una sanción para el caso que el obligado a la prestación de alimentos se niegue a cumplir con la misma, la cual se encuentra contemplada en su Artículo 242; sin embargo, esta penalización está referida para el incumplimiento de las resultas del procedimiento contemplado en el Código Procesal Civil y Mercantil, que como ya se indicó se limita al caso en que el obligado permanece dentro del territorio nacional. 5.3 Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía para la prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra fuera de Guatemala, de conformidad con la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias Como ya se refirió, nuestra legislación no contempla el procedimiento que debe aplicarse para obligar al deudor de la obligación de alimentos cuando éste se encuentra fuera de Guatemala. Es así como no se incluye el cumplimiento del contenido de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, a pesar que nuestro país lo ha aceptado, suscrito y ratificado. El Código Procesal Civil y Mercantil no contiene el procedimiento para el suministro de asistencia alimentaria provisional a los menores de otro Estado que se encuentren abandonados en nuestro territorio, aún cuando lo requiere el Artículo 19 de la Convención. 98 El cuerpo legal procesal mencionado tampoco contiene el procedimiento para facilitar la transferencia de fondos que procediere por aplicación del Artículo 20 de la Convención. Lo mencionado contrasta con el objeto de la Convención, dentro del que se incluye la competencia y la cooperación procesal internacional, cuando el acreedor de alimentos tiene su domicilio o residencia habitual en un Estado Parte y el deudor de alimentos tiene su domicilio o residencia habitual, bienes o ingresos en otro Estado Parte. En nuestra legislación interna no se contempla y tampoco ha sido declarado por el Estado de Guatemala, si al ratificar la Convención la restringe respecto del derecho a los alimentos que le asiste a los menores de edad y a los cónyuges, o si se incluye también el derecho que corresponde a otros acreedores. 5.4 Falta de adhesión de Guatemala al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias Como ya se refirió, nuestro país no se ha adherido al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y tampoco al del Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, a pesar que esto redundaría en 99 beneficio para los acreedores alimentarios, quienes estarían en posibilidad de gestionar el cumplimiento de los obligados, aun cuando estos últimos se encuentren fuera del país, en otras partes del mundo que no sea el continente americano, ya que para este caso se ha suscrito la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias. La importancia del Convenio radica en que contiene procedimientos transfronterizos más sencillos, rápidos, accesibles y económicos, especialmente los que se refieren a los casos internacionales de alimentos a favor de los niños. Además, es de aplicación obligatoria para el caso de los alimentos a favor de niños. De igual manera, entre los Estados que efectúan declaración al respecto, el Convenio abarca las obligaciones alimenticias entre cónyuges y ex-cónyuges, y el derecho para otros acreedores, funcionando de manera recíproca entre los Estados que se correspondan con sus declaraciones. Por su parte, la importancia del Protocolo está en que constituye un instrumento autónomo y que por lo tanto al mismo pueden adherirse Estados que no sean parte del Convenio, determinando la ley aplicable al dictarse una decisión en materia de alimentos. El Protocolo reconoce un papel preponderante a la ley del foro en relación con otros instrumentos existentes, por lo que su ratificación por parte de Guatemala resultaría en beneficio para los acreedores alimentarios, incluso si están domiciliados en Estados que no se hayan adherido a este texto, ya que estos últimos se beneficiarían de la aplicación de las reglas uniformes y favorables al acreedor que consagra el Protocolo cuando se abra un procedimiento en un Estado contratante. 100 5.5 Propuesta para la creación de una normativa legal, sencilla y efectiva que permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado se encuentre fuera de la República de Guatemala De lo que ha sido anotado en este capítulo se desprende que si bien nuestro país se ha adherido a la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, este instrumento internacional tan solo tiene vigencia en el continente americano. Además, resalta el hecho que Guatemala no ha declarado si restringe el alcance de esta Convención respecto del derecho de alimentos para los menores de edad y a los cónyuges, o si lo hace efectivo también para otros acreedores alimentarios. En este orden de ideas, se hace necesario, en cumplimiento de la finalidad de nuestra Constitución Política, que es la protección de la persona humana, que Guatemala haga extensivo el alcance la referida Convención para que se proteja a todo acreedor alimentario. Además, con la finalidad de proteger a los acreedores alimentistas, cuando los deudores alimentistas se encuentran en otras partes del mundo que no sea el continente americano, se hace necesario que nuestro país se adhiera al Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, declarando que incluye la protección para toda clase de acreedores alimentistas, dando plena vigencia con ello 101 al derecho humano fundamental que le asiste a las personas que no pueden, por si mismas, satisfacer sus necesidades básicas de sobrevivencia. Para hacer realidad lo mencionado en los dos párrafos anteriores, corresponde al Ministro de Relaciones exteriores, de conformidad con lo que le manda el inciso d) del Artículo 38 de la Ley del Organismo Ejecutivo, coordinar, analizar, apoyar y dar seguimiento a las negociaciones para ampliar los alcances de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, de manera que se proteja a toda clase de acreedores alimentistas, y para que Guatemala se adhiera Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias. Esto porque la norma de referencia hace mención de esta responsabilidad a cargo del Ministro de Relaciones Exteriores, por tratarse de convenios en materia de derechos humanos. La negociaciones alcanzadas por el Ministro en mención, en coordinación con el Presidente de la República, deberán ser sometidas posteriormente a la aprobación del Organismo Legislativo, de manera que la ampliación a la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias y la adhesión al Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, tengan carácter de ley y por lo tanto plena vigencia en el territorio nacional. 102 Se propone también, que el Congreso de la República modifique el Código Procesal Civil y Mercantil, de manera que se haga mención sobre el derecho que le asiste a los acreedores alimentistas para reclamar la prestación por alimentos, de los deudores alimentistas que se encuentren fuera de Guatemala, de conformidad con lo que establecen, tanto la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, como el Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, así como el Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias. 103 CONCLUSIONES 1. El derecho a los alimentos es considerado como un derecho humano fundamental por nuestra Constitución Política y por Instrumentos Internacionales de los cuales Guatemala es parte. 2. Se entiende por deuda alimenticia familiar la prestación que determinadas personas económicamente posibilitadas han de hacer a algunos de sus parientes que se encuentren necesitados de ella, para que puedan éstos satisfacer sus necesidades básicas. 3. Los alimentos deben ser proporcionados tomando en consideración el caudal del que los debe y las circunstancias de necesidad del que los recibe. 4. De conformidad con nuestro Código Civil son características de los alimentos: la indispensabilidad, la proporcionalidad, la complementariedad, la reciprocidad, la irrenunciabilidad, la intransmisibilidad, la inembargabilidad y la no compensación. 5. La obligación de alimentos entre parientes constituye una obligación legal, por cuanto se encuentra expresamente establecida en la norma jurídica y se rige de conformidad con su contenido. 104 6. La pensión alimenticia se define como la prestación a que está obligado el deudor alimentista, para cubrir las necesidades de sobrevivencia del acreedor alimentista, que no puede satisfacerlas por sí mismo. 7. Es común que el alimentista recurra al juez pidiendo que quien debe alimentarlo cumpla con hacerlo, para lo cual generalmente se fija una suma de dinero llamada pensión alimenticia. 8. El Código Procesal Civil y Mercantil establece el procedimiento para que el obligado a la prestación de alimentos cumpla con su responsabilidad, pero únicamente en el caso que permanezca en el país. 9. Guatemala es parte de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, pero la misma es aplicable únicamente al continente americano. 10. Nuestro Código Procesal Civil y Mercantil no regula el procedimiento para el cumplimiento del contenido de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, relacionado con el derecho que le asiste a los menores de edad, a pesar que nuestro país lo ha aceptado, suscrito y ratificado. 11. Guatemala no se ha adherido al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, ni tampoco al Protocolo de la Haya de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias. 105 12. De la investigación realizada se desprende la validez de la hipótesis formulada, ya que la normativa legal de nuestro país no incluye un procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero, a pesar de lo establecido en las convenciones, declaraciones, pactos internacionales, y normas de carácter constitucional y ordinario del país. 106 RECOMENDACIONES 1. Que nuestro país haga extensivo el alcance la referida Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias para que se proteja a todo acreedor alimentario, ya que en la actualidad no ha declarado si la restringe respecto del derecho de alimentos para los menores de edad y a los cónyuges, o si lo hace efectivo también para otros acreedores alimentarios. 2. Que Guatemala se adhiera al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, lo que le permitirá requerir el cumplimiento de los obligados a la prestación de alimentos cuando se encuentren en otras partes del mundo que no sea el continente americano, contando para ello con procedimientos transfronterizos más sencillos, rápidos, accesibles y económicos. 3. Que Guatemala se adhiera al Protocolo de la Haya de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, lo que le permitirá requerir el cumplimiento de los obligados a la prestación de alimentos cuando se encuentren en otras partes del mundo que no sea el continente americano, tomando en consideración que este Protocolo reconoce un papel preponderante a la ley del foro en relación con otros instrumentos existentes. 4. Que el Ministro de Relaciones exteriores, de conformidad con lo que le manda el inciso d) del Artículo 38 de la Ley del Organismo Ejecutivo, coordine, analice, 107 apoye y dé seguimiento a las negociaciones para ampliar los alcances de la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, de manera que se proteja a toda clase de acreedores alimentistas, y para que Guatemala se adhiera Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias. Esto porque la norma de referencia hace mención de esta responsabilidad a cargo del Ministro de Relaciones Exteriores, por tratarse de convenios en materia de derechos humanos. 5. Que las negociaciones alcanzadas por el Ministro de Relaciones Exteriores, en coordinación con el Presidente de la República, sean sometidas a la aprobación del Organismo Legislativo, de manera que la ampliación a la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias y la adhesión al Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, tengan carácter de ley y por lo tanto plena vigencia en el territorio nacional. 6. Que el Congreso de la República modifique el Código Procesal Civil y Mercantil, de manera que se haga mención sobre el derecho que le asiste a los acreedores alimentistas para reclamar la prestación por alimentos, de los deudores alimentistas que se encuentren fuera de Guatemala, de conformidad con lo que 108 establecen, tanto la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, como el Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, así como el Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias. 109 ANEXO 1 Instrumento utilizado para la entrevista Entrevista realizada en la Ciudad de Guatemala, dirigida a personas a quienes les asiste el derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el deudor alimentista se encuentra en el extranjero y no cumple con esta obligación. 1. ¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y en el extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión alimenticia a que se la envíe periódicamente? Si __ No __ 2. ¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras instituciones para que le asesoren sobre qué debe hacer para que la persona que debe brindarle la pensión alimenticia cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido? Han tramitado mi solicitud __ Me indicaron que el trámite es complicado __ Que espere a que el obligado vuelva al país __ Que acuda al Ministerio de Relaciones Exteriores __ No dan respuesta __ 110 3. ¿Cuándo hijos menores de edad o personas incapacitadas para trabajar dependen de usted? Ninguno __ De 1 a 3 __ De 4 a 5 __ Más de 5 __ 4. ¿Qué ingreso económico mensual posee? Ninguno __ Menos de Q.1,000.00 __ Menos de Q.2,000.00 __ Menos de Q.3,000.00 __ Más de Q.3,000.00 __ 5. ¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión por alimentos no se la envía? Menos de un año __ De 1 a 2 años __ De 2 a 3 años __ De 3 a 4 años __ 5 años o más __ 111 ANEXO 2 Gráficas de los resultados obtenidos por la entrevista ¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y en el extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión alimenticia a que se la envíe periódicamente? 112 ¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras instituciones para que le asesoren sobre qué debe hacer para que la persona que debe brindarle la pensión alimenticia cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido? __ __ ¿Cuándo hijos menores de edad o personas incapacitadas para trabajar dependen de usted? 113 ¿Qué ingreso económico mensual posee? ¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión por alimentos no se la envía? Nota: La fuente de las gráficas corresponde a elaboración propia. 114 BIBLIOGRAFÍA AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Derecho de familia, Litografía Orión, Guatemala, año 2007 CAMACHO CHAVARRÍA, Alfonsina, Derecho sobre la familia y el niño, Costa Rica, Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe –EULAC–, año 1990 LÓPEZ HERRERA, Francisco, Derecho de Familia, Segunda Edición, Venezuela, Editorial Publicaciones UCAB, año 2008 LLAMAS POMBO, Eugenio, Estudios de Derecho de Obligaciones, Homenaje al Profesor Mariano Alonzo Pérez, Tomo I, Madrid, Edita LA LEY. LLEGÓ YAGÜE, Francisco, Alicia Sánchez Sánchez y Oscar Monje Balmaseda, Los 25 temas más frecuentes en la vida práctica del derecho de familia, Tomo I, España, Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez, año 2007 MOYA VARGAS, Manuel Fernando, Los fallos penales por inasistencia alimentaria, Colombia, Editado por la Universidad Santo Tomas, año 2007 ROJINA VILLEGAS, Rafael, Compendio de derecho civil, Editorial Porrúa, México, año 2004 SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Introducción a los derechos Guatemala, Editorial Estudiantil Fenix, año 2007 humanos, Fuentes electrónicas Blog de Alex Placido, Investigaciones y Artículos Jurídicos sobre Derecho de Familia, de Niños y Adolescentes, Los Alimentos desde una perspectiva de derechos del niño, Perú, año 2011, blog.pucp.edu.pe/ítem/144564/losalimentos-desdeuna-perspectiva-de- derechos-del-nino Decamana, GARCÍA ZEVALLOS, Carla, Evolución Histórica de Derecho de Alimentos y Tratamiento Legislativo Actual, Guatemala, año 2009, http://www.decamana.com/columnistas/evolucion-historica-de-derecho-dealimentos-y-tratamiento-legistativo-actual Hague Conference on Private International http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid Law, 115 Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Los alimentos, México, http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2478/4.pdf Mailxmail.com, SÁNCHEZ, Denise, El derecho de alimentos, Guatemala, año 2009, http://www.mailxmail.com/curso-derecho-civil-guatemala-1/derecho-alimentos Organización de los Estados Americanos, Departamento de Derecho Internacional, Washington D.C., http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/b-54.html Universidad Internacional de la Rioja, LÓPEZ HUGUET, María Luisa, La prestación de alimentos en Roma: de obligación natural a jurídica, España, año 2013, blogs.unir.net/dederecho/2013/09/04/laprestacion-de-alimentos-en-roma-deobligacion-natural-a-juridica V/lex, PADIOL ALBAS, Adoración, Naturaleza jurídica de la obligación de alimentos, España, año 1997, http://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/naturaleza-juridicaobligacion-alimentos-281038 Diccionarios Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de Torres, Editorial Heliasta S.R.L., año 1993, Undécima Edición Legislación de Guatemala Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Política de la República de Guatemala, año 1985 Congreso de la República de Guatemala, Decreto Número 17-73, Código Penal Congreso de la República de Guatemala, Decreto-Ley Número 206, Ley de Tribunales de Familia, año 1964 Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, Decreto 106, Código Civil, año 1963 Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 107, Código Procesal Civil y Mercantil, año 1963 116 Convenciones, declaraciones y pactos internacionales Asamblea General de las Naciones Unidas, Convención sobre los derechos de la niñez, 20 de noviembre de 1989 Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, Convención Americana Sobre Derechos Humanos, Costa Rica, año 1969 Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado, Protección Internacional del Niño, Boletín de los Jueces, Tomo XIV, período 2008-2009 Novena Conferencia Internacional Americana, Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Colombia, año 1948 Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 217 A (III), Declaración Universal de los Derechos Humanos, año 1948 Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 2200A (XXI), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, año 1966 Sentencias de la Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 18, expediente número 280-90, página 99, sentencia del 19 de octubre de 1990 Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 61, expediente número 1258-00, página 13, sentencia del 10 de julio de 2001 Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 64, expediente número 949-02, página No. 1274, sentencia del 29 de junio de 2002