1ª PARTE. ASPECTOS INTRODUCTORIOS TEMA 1. ANTECEDENTES Y BASES 1. PRESUPUESTOS BÁSICOS PARA EL NACIMIENTO DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA 1.1 La revolución industrial germen del movimiento obrero La conjunción de una serie de acontecimientos demográficos, económicos y tecnológicos culminan en el fenómeno histórico conocido como revolución industrial. Los factores que propician la revolución industrial: aumento de la población; crecimiento del ahorro, movilidad y concentración de capitales; incorporación de las máquinas a la producción industrial; así como la división y movilidad del trabajo, favorecen la generalización de un tipo específico de trabajo: -el trabajo voluntario, dependiente y por cuenta ajena-, que da origen al nacimiento del Derecho del Trabajo 1. La revolución industrial significó el cambio en la titularidad de los medios de producción (recuérdese que en el sistema gremial trabajo y capital estaban unidos en la persona del artesano) y con ello una alteración en la organización del trabajo y en la estructura de la población trabajadora. Los medios de producción pertenecen al empresario que habrá de ofrecer trabajo a cambio de un salario, distinguiéndose así entre la clase capitalista o empresarial (dueños de los medios de producción) y la obrera o trabajadora (fuerza del trabajo) 2. Con la revolución industrial surge además la ideología liberal que se fundamenta entre otros principios en la libertad de contratación. Sin embargo, dadas las circunstancias socioeconómicas, tal libertad provenía únicamente de la parte empresarial, pues los puestos de trabajo no abundaban y la clase obrera padecía una precaria situación económica con lo que se veía obligada a aceptar las condiciones impuestas por el empresario si quería ser contratado. Dadas las circunstancias, la libertad de contratación, más propia de los contratos civiles, no puede sostenerse en las relaciones laborales donde las partes no se encuentran en igualdad de condiciones. La excesiva duración de los contratos de trabajo, la prolongación de las jornadas de trabajo, las pésimas condiciones de seguridad 1 MONTOYA MELGAR, A.: Derecho del Trabajo, Madrid, Tecnos, 2006, pág. 62. Cfr. VV.A.A.: Derecho del Trabajo. Tomo I. Fuentes y Relaciones Colectivas, Valencia, Tirant lo Blanch, 2005, págs. 24-26. 2 1 e higiene, las difíciles condiciones del trabajo de mujeres y menores y los abusos en el régimen salarial3, pusieron de manifiesto la clara situación de abuso por parte de la clase empresarial y en definitiva la desigualdad entre empresario y trabajador en las relaciones laborales. La respuesta a esta situación fue el MOVIMIENTO OBRERO, fenómeno íntimamente relacionado con el nacimiento del Derecho del trabajo y en consecuencia de la negociación colectiva. 1.2 El movimiento obrero. Sindicalismo y negociación colectiva La incipiente clase obrera al verse constreñida por los dueños de los medios de producción, no tardará en darse cuenta de que ella es a su vez propietaria de la fuerza del trabajo, y que si bien individualmente no puede ejercer ninguna presión, unida puede llegar a tener tanto o más poder que el capital. En consecuencia, los obreros toman conciencia de la necesidad de asociarse para la defensa de sus derechos, empleando la huelga como medida de presión y utilizando una primitiva negociación colectiva para conseguir una regulación de las condiciones de trabajo más equilibrada. El movimiento obrero abarca en un sentido amplio los sindicatos, comités de fábrica, cooperativas, partidos obreros, etc. De entre todas estas manifestaciones del asociacionismo obrero debe destacarse el sindicato, cuyos instrumentos específicos de acción son la huelga y la negociación colectiva. Sin ánimo de entrar en consideraciones sobre la evolución histórica del sindicato, en términos muy generales debe advertirse que la actitud del poder público frente al fenómeno sindical ha seguido sucesivamente tres fases: - Prohibición, considerándose el sindicato como una forma de asociación penada por el Código Penal; - Tolerancia, admitiéndose en ciertos supuestos; - y de Reconocimiento, llegando a catalogarse el derecho de libertad sindical con un derecho constitucional4. La negociación colectiva es el aspecto más importante del sindicalismo, hasta el punto de que la <<historia de la contratación colectiva es en gran parte la historia del sindicalismo>>. Es más, la huelga (instrumento de presión sindical) se utiliza mayoritariamente para reforzar las pretensiones defendidas en la negociación del 3 4 Vid. MONTOYA MELGAR, A., op. cit., pág. 64-68. Vid. OJEDA AVILÉS, A.: Derecho Sindical, Madrid, Tecnos, 2003, págs. 37-41. 2 convenio colectivo, lo que corrobora la correlación entre sindicato y negociación colectiva5. 1.3 Las respuestas del Estado al conflicto social Muy genéricamente puede decirse que en un principio, debido, por una parte, a la presión ejercida por el movimiento obrero, y por otra, a la evidente actitud ofensiva y racionalizadora del poder constituido, que trata de mantener el sistema de producción dominante aun a costa de enfrentarse con determinados sectores de la propia clase capitalista, se producirá la intervención del Estado en las relaciones laborales, limitando la voluntad del empresario en la fijación de las condiciones de trabajo. En este sentido, cabe señalar una primera etapa de protección del trabajador individual en cuanto parte contractual más débil (S. XIX) y una segunda etapa de constitucionalización e internacionalización del Derecho del Trabajo (principios del S. XX- Constitución de Weimar y creación de la Organización Internacional del Trabajo) que desemboca en la protección constitucional del trabajador como sujeto colectivo6. 2. EL CONVENIO COLECTIVO 2.1 La autonomía colectiva <<La autonomía colectiva es la potestad que comparten los sujetos colectivos de representación y defensa de los interesas contrapuestos de trabajadores y empleadores en el seno de las relaciones de producción y de trabajo asalariado (intereses colectivos) para la autorregulación de los mismos>>7. En consecuencia, el convenio colectivo de condiciones de trabajo se erige como la manifestación más importante del acceso de la autonomía de la voluntad de los grupos sociales al poder normativo y, por tanto, a la categoría de fuente del Derecho 8. 2.2 Concepto La Recomendación 91 de la OIT (1951) define el convenio colectivo como <<todo acuerdo escrito relativo a las condiciones de trabajo y empleo, celebrado entre un empleador, un grupo de empleadores o una o varias organizaciones de empleadores, por una parte, y, por otra, una o varias organizaciones representativas de trabajadores o, en 5 MONTOYA MELGAR, A., op. cit., pág. 108. VV.A.A., op. cit., págs. 29-30. 7 PALOMEQUE LÓPEZ, M. C.: Derecho Sindical Español, Madrid, Tecnos, 1994, pág. 35. 6 3 ausencia de tales organizaciones, representantes de los trabajadores interesados, debidamente elegidos y autorizados por estos últimos de acuerdo con la legislación nacional>>. Por tanto, pueden reseñarse como elementos definitorios del convenio colectivo los siguientes: - Acuerdo bilateral. - Formalizado por escrito. - Relativo a las relaciones laborales; condiciones de trabajo y empleo. - La parte empresarial podrá negociar individualmente, en grupo, o mediante una organización. - La parte obrera únicamente podrá negociar mediante una organización obrera o por representantes elegidos y autorizados conforme a la legislación nacional. A los cuales deben añadirse otros dos fundamentales: - Eficacia normativa. - Sometido a las condiciones de elaboración prefijadas por la Ley. 2.3 Eficacia jurídica A. Teorías acerca de la eficacia jurídica del convenio colectivo La naturaleza jurídica del convenio colectivo está ligada a su eficacia jurídica sobre la que se mantienen dos posturas: la tesis contractualista y la administrativista, si bien, es mayoritariamente aceptada una tercera tesis ecléctica que considera el convenio colectivo como una norma de origen contractual. - Tesis contractualista. Conforme a esta tesis el convenio colectivo es un contrato de derecho privado, en consecuencia, se trata de un pacto que sólo tiene eficacia entre las partes que han participado en la negociación. Así pues, tal consideración respecta el carácter contractual del mismo, pero obvia la eficacia general que éste debe ostentar. - Tesis administrativista. Sostiene que el convenio es una norma administrativa, con lo que se solventa el problema de la eficacia inter partes, ignorándose, sin embargo, el origen contractual del convenio. - El convenio colectivo como norma de origen contractual. Estima que el convenio colectivo posee una doble dimensión: de un lado es un acuerdo o contrato entre las partes, que genera unos derechos y deberes entre las mismas; 8 MONTOYA MELGAR, A., op. cit., pág. 151. 4 de otro lado, el convenio tiene eficacia normativa, con lo que obliga no sólo a aquellos que lo han suscrito, con independencia de su voluntad de quedar sometidos a lo dispuesto por el convenio. Sobre una firme suscripción a la tesis ecléctica debe subrayarse como ésta última respeta tanto el carácter contractual del convenio colectivo, como su eficacia normativa, lo que significa que los derechos y obligaciones establecidos en el convenio se acuerdan por las partes y se incorporan automáticamente a las relaciones de trabajo incluidas en el ámbito del convenio, sin que quepa la posibilidad de ser excluidos por medio de contratos individuales, pudiendo ser mejorados por éstos siempre y cuando se trate de una mejora para los trabajadores. B. Evolución general de los convenios colectivos y su relación con la eficacia jurídica de los mismos De manera muy generalista puede afirmase que la evolución histórica de la eficacia jurídica de los convenios colectivos puede acomodarse al siguiente esquema 9: - El convenio colectivo como mero acuerdo informal. En un principio el convenio colectivo surgió como un mero pacto de hecho desprovisto de eficacia jurídica, una especie <<pacto entre caballeros>> de nulo valor normativo y escasa fuerza contractual. - El convenio colectivo como contrato privado de derecho común. Posteriormente, el convenio colectivo se vio provisto de los efectos propios de la relación contractual. En consecuencia: sólo generaba derechos subjetivos y obligaciones para las partes contratantes; su aplicación no se producía automáticamente, siendo precisa la incorporación de las cláusulas al contrato de trabajo; podía derogarse por el contrato de trabajo; y su incumplimiento sólo generaba una responsabilidad contractual para la parte incumplidora (indemnización de daños y perjuicios). - El convenio colectivo como norma jurídica. Finalmente el convenio colectivo es considerado como un derecho objetivo de aplicación automática, de manera tal que el contrato de trabajo que se pacte por debajo de lo establecido en un convenio deviene nulo de pleno derecho, el convenio colectivo posterior deroga 9 PALOMEQUE LÓPEZ, M. C., op. cit., págs. 355-356. 5 al anterior y su incumplimiento genera una verdadera responsabilidad individual de los sujetos obligados. 6