Para los derechos y contra la pobreza Enfoques y prioridades operativas del CISP – Desarrollo de los Pueblos Sede de Roma: Via Germanico, 198 - 00192 Roma - Italia Tel. +39 06 3215498 - fax +39 06 3216163 Declaración de Principios elaborada por los participantes a las Conferencias Anuales del CISP de 2007 y 2008 e-mail: [email protected] www.desarrollodelospueblos.org A cargo de Paolo Dieci Para los derechos y contra la pobreza Enfoques y prioridades operativas del CISP Desarrollo de los Pueblos Gráficos: Stefania Cima, Lea Laganà Fotos: CISP Traducción: Romina Cozzani Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Índice Presentación por Paolo Dieci p. 09 Rol de las ayudas en contextos de crisis en el mundo contemporáneo por Lucio Caracciolo (Traducción no revisada por el Autor) p. 15 Prioridades estratégicas del CISP I - Derecho a la seguridad social y económica: desarrollo de oportunidades de ingreso, migraciones y desarrollo, seguridad alimentaria p. 21 II - Derecho a la salud, al acceso al agua y al saneamiento p. 31 III - Derecho al futuro: Derechos de la infancia, los adolescentes y los jóvenes, y valorización del ambiente y los recursos naturales p. 41 IV - Derecho a la ayuda humanitaria: emergencia y reconstrucción p. 49 V - Apoyo a las políticas públicas para la cohesión social y a la sociedad civil p. 53 Anexos Lista de los participantes de las Conferencias del CISP de 2007 y 2008 p. 64 Código de Conducta para los programas de cooperación internacional del CISP p. 69 PRESENTACIÓN por Paolo Dieci1 El texto “Para los derechos y contra la pobreza. Enfoques y prioridades operativas del CISP – Desarrollo de los Pueblos” es el resultado de la elaboración, discusión y análisis desarrollados durante las Conferencias anuales del CISP de 2007 y 2008, a las cuales han participado los responsables de las oficinas que operan en más de veinte países africanos, latinoamericanos, medio orientales y europeos, dirigentes de la Sede de Roma y varios expertos sectoriales. Por ende, y sin lugar a dudas, es un “trabajo colectivo”. En el período 2003-2008, el CISP ha realizado y apoyado proyectos – en el marco de las prioridades sectoriales presentadas en este texto – en los siguientes países: Argelia (tanto en los Campos de Refugiados Saharaui como en otras zonas del país), Etiopía, Gambia, Kenya, Malawi, Níger, Namibia, República Democrática del Congo, Somalia, Sudáfrica y Sudán del Sur, en África; Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela, en América Latina y el Caribe; China y Sri Lanka, en Asia; Líbano y Palestina, en Medio Oriente; Albania, Bosnia Herzegovina e Italia, en Europa. Además, en otros países, hemos apoyado el trabajo de asociaciones y organizaciones no gubernamentales locales. De manera que la elaboración y sistematización del texto pudo alimentarse de un patrimonio de proyectos y experiencias muy diversificado y representativo. El objetivo del documento, elaborado durante seis días de trabajo, ha sido focalizar las principales prioridades operativas y estratégicas y, para cada una de ellas, los enfoques y las metodologías utilizadas en la praxis del CISP. No se trata de un texto que aspira a profundizar conceptualmente cada uno de los temas abordados2 , sino de un documento que tiene la función de capitalizar internamente y divulgar (hacia fuera) los contenidos operativos de nuestra Organización No Gubernamental (ONG). A 25 años de la fundación, hemos decidido hacer público este texto con el objetivo de compartir con otros operadores, ONGs, instituciones públicas nacionales y supranacionales encargadas de la gestión de la ayuda pública para el desarrollo, partners de los países en los cuales operamos, sostenedores y ciudadanos interesados en nuestra actividad, los significados, los objetivos, las metodologías de nuestra praxis de cooperación, siendo conscientes de que, en la actualidad, la ayuda para el desarrollo se enfrenta a desafíos muy importantes. Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos El desafío principal concierne la definición de su propia misión y de los objetivos concretos de la cooperación, en un contexto internacional atravesado por fuertes laceraciones e inquietantes signos de inestabilidad. Ciertas grandes “crisis históricas” se encuentran lejos de su solución, comenzando por aquéllas del Medio Oriente y del Cuerno de África, mientras otros frentes se abren o se agravan, como el de la región caucásica. Aun allí donde los conflictos son menos “visibles” a los ojos de la opinión pública europea, como por ejemplo en Colombia, éstos continúan manifestándose con mucha frecuencia, haciendo muy dura la vida de cientos de miles de personas expulsadas de su territorio y obligadas a establecerse en asentamientos precarios en nuevas zonas del país o de la región. donde el CISP opera. Hoy en día es necesario construir puentes basados en intereses y valores compartidos. Los dramas humanitarios que periódicamente se registran cerca de las costas europeas, a donde los migrantes de África intentan llegar siguiendo recorridos plagados de insidias, nos recuerdan cotidianamente el impacto sobre las poblaciones de este continente aquejado por la pobreza y las guerras. En los inmediatos confines de la Unión Europea, por ejemplo en los Balcanes, todavía observamos crisis activas, laceraciones creadas en un pasado reciente que no logran recomponerse. Un ejemplo concreto al respecto es la incertidumbre que todavía caracteriza el futuro estatus de Kosovo. A lo largo de sus 25 años de trabajo, el CISP ha orientado su acción sobre la base de las finalidades estatutarias, siendo la principal de ellas “realizar una acción para contribuir, según el espíritu de las grandes asociaciones internacionales de solidaridad y cooperación, al establecimiento de concretas condiciones para el autodesarrollo y la autodeterminación de los pueblos, para la difusión y el respeto de los derechos humanos y para satisfacer las necesidades fundamentales de la persona.” Desde el punto de vista de los valores, la historia del CISP se caracteriza por mantener una significativa continuidad. En este contexto, ¿la cooperación internacional es necesaria aún? Y si lo es, ¿para qué, concretamente? No son sólo preguntas retóricas, sino interrogantes éticos que el CISP no quiere eludir. En un contexto internacional objetivamente difícil ¿cuáles son las razones de esta perseverancia? En cambio, aquello que hemos tratado y tratamos de actualizar progresivamente, a través de relaciones de constructiva y positiva “contaminación” cultural con asociaciones, universidades y movimientos populares, es la capacidad de analizar e interpretar las dinámicas de la pobreza y de la exclusión social. Comprender, en el plano económico, social, cultural y psicológico, qué significa concretamente ser pobre, estar privado de derechos reales, con la imposibilidad de acceder a los recursos indispensables para la supervivencia, es la condición fundamental para concebir y actuar estrategias eficaces para el desarrollo. Una primera respuesta, la más espontánea, es la siguiente: los proyectos, si son concebidos y gestionados con inteligencia, si prevén la participación de los actores locales, si son realizados con pasión y rigor metodológico, son útiles. Pueden marcar la diferencia en la vida de cientos de miles de personas. No es una afirmación abstracta sino una constatación objetiva. En los últimos 5 años han sido realizadas distintas evaluaciones de los programas humanitarios, de rehabilitación y de desarrollo del CISP, que han llevado a la recolección y elaboración de datos, encuentros con las comunidades locales y con las instituciones, evaluaciones sobre el terreno. Sus resultados nos estimulan para seguir adelante en la búsqueda de resultados concretos, de cambios significativos en la vida de la gente. No es posible dar cuenta aquí del conjunto de las evaluaciones de impacto realizadas a nuestros programas, pero invitamos a todos aquellos que estén interesados en estas temáticas a consultar nuestro sitio web o a contactarnos directamente. Con gusto estaremos dispuestos a compartir los resultados concretos de nuestra acción. Una segunda razón de nuestra perseverancia es la siguiente: si en el mundo contemporáneo crecen las divisiones y los conflictos es necesario reforzar los canales de solidaridad e integración. Personas y comunidades que el conflicto ha dividido se encuentran trabajando juntas, en los mismos lugares, con los mismos objetivos ya sea en Bosnia, en Líbano, en Palestina, en Somalia, en Colombia y en tantas otras zonas en Por último, la tercera razón de nuestra perseverancia es la siguiente: la solidaridad organizada es un llamado constante que se hace a la política y a los gobiernos para que asuman las responsabilidades que la situación internacional impone. Un ejemplo: todavía estamos muy lejos, no sólo en Italia, del objetivo – compartido en ámbitos internacionales – de destinar el 0,7% del Producto Interno Bruto a las ayudas para el desarrollo. Se trata de un objetivo imprescindible, aunque no suficiente. Aumentar los recursos destinados a las ayudas es, de hecho, indispensable, pero lo es también evaluar concretamente y con rigor sus resultados. Ésta es la razón por la cual el CISP realiza este esfuerzo. En la praxis del CISP, es asimismo fundamental la discusión apasionada y rigurosa sobre el impacto concreto de los proyectos, sobre las metodologías y las opciones estratégicas que acompañan nuestra acción. En definitiva, este texto es el resultado de este diálogo. Hacerlo público constituye un deber básico de transparencia. Siempre que hemos solicitado un aporte concreto para nuestras acciones lo hemos hecho (y lo seguiremos haciendo) para dar trascendencia y extender las decisiones estratégicas aquí presentadas. Sería evidentemente presuntuoso pensar que, solos, podamos combatir la pobreza y devolver los derechos negados. Más que presuntuosa, tal pretensión sería más bien ilógica a la luz de la gravedad de los problemas del mundo contemporáneo. El CISP desea representar uno de los instrumentos existentes para la lucha contra la pobreza y la afirmación de los derechos negados. Por esto se encuentra en la búsqueda constante de alianzas y colaboraciones con otras asociaciones, instituciones públicas y privadas, y organizaciones internacionales, en el convencimiento de que cada sujeto debe aportar lo suyo partiendo de un objetivo bien definido. 11 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos En términos generales, el CISP pretende, en los sectores menos visibles y conocidas de la sociedad, contribuir a plasmar en la realidad los derechos y oportunidades reconocidas a nivel nacional e internacional. Dejar plasmado por escrito tales derechos y promover estrategias globales – como por ejemplo, los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” – es la tarea primaria de las organizaciones supranacionales, que también deben solicitarle a los estados miembros la asunción de compromisos específicos y vinculantes. En cambio, le concierne a las ONGs, junto a las asociaciones de base, a los gobiernos de los países terceros y a las instituciones locales, operar para que los beneficios de tales estrategias globales sean concretamente percibidos por aquellos para los quienes estas estrategias se definen. Ninguna estrategia eficaz de lucha contra la pobreza puede existir sin un real protagonismo de los pobres, del asociacionismo popular que representa sus intereses y de las comunidades locales. Esta afirmación no nace solamente de legítimas consideraciones éticas; sino también de un sano pragmatismo y del análisis de decenios de actividades de la cooperación internacional. Si, varios años después de su realización, se analizaran los efectos aún visibles de los proyectos de cooperación, no sería difícil identificar aquellos que registran los resultados más positivos y alentadores: haber sido originariamente concebidos junto a las comunidades locales, haber considerado a los pobres no como pasivos beneficiarios sino, por el contrario, como partners activos, actores clave para la activación de procesos de desarrollo orientados al futuro. Una crítica razonable, dirigida a veces a la cooperación no gubernamental, concierne la escala reducida de su propia acción. Esto es cierto; el CISP opera generalmente en áreas relativamente pequeñas, interviniendo en países que a menudo registran problemáticas muy complejas. Esta crítica nos parece razonable y hasta ha sido asumida como un estímulo para definir de manera más articulada nuestras metodologías y tomar decisiones operativas. Al respecto, exponemos dos consideraciones generales. La primera es la más obvia: si bien las acciones se realizan a pequeña escala, pueden conducir a resultados inmediatos y positivos. En todo caso, y sobre todo por razones de transparencia, tales beneficios deben ser analizados y expuestos. Los balances del CISP, desde 2003 a 2007, rebasan los setenta y seis millones de euros . Se trata de un monto que puede parecer modesto, si se compara con la extensión de la pobreza, las emergencias alimentarias, las crisis humanitarias provocadas por conflictos o catástrofes naturales en el mismo período. De todos modos, es un monto significativo si se consideran los esfuerzos de solidaridad de millones de ciudadanos que contribuyen con sus impuestos a hacer posible la ayuda pública para el desarrollo y la ayuda humanitaria, y de tantos otros individuos, asociaciones y fundaciones que han creído y creen en lo que hacemos. El CISP envía regularmente a sus donantes, públicos y privados, informes de actividades y financieros, estudios de evaluación. Con este documento hemos decidido agregar a estos informes la formalización de las orientaciones generales dentro de los cuales se colocan los resultados concretos. Por un lado, se intentan transformar los proyectos en una oportunidad para reforzar y ajustar estrategias sectoriales aplicables también en otros contextos. Por otro lado, a partir de la concreta experiencia de los proyectos, se apunta a estimular las acciones políticas y legislativas de los gobiernos y las instituciones. Éste es el perfil que hemos dado a los proyectos centrados en la afirmación de los derechos de la infancia y en la seguridad alimentaria. La disposición al diálogo los otros actores, a la interacción con los gobiernos, con el sector no gubernamental y con las instituciones locales forma parte de nuestro “ADN” asociativo. Al mismo tiempo, la información de la opinión pública, las instituciones y el mundo asociativo en Italia y en Europa, es parte integrante de nuestra identidad cultural y estratégica. Estamos convencidos de que el papel de una ONG es también el de facilitar y hacer posible la interacción, el intercambio, la colaboración entre instituciones, asociaciones y grupos de ciudadanos de distintos países y continentes. La cooperación internacional no es únicamente un área de acción de los gobiernos y de las agencias especializadas; debe transformarse cada vez más en una oportunidad de encuentro e interacción entre pueblos y sociedades. En términos generales, éste es el objetivo de los proyectos de educación para el desarrollo. Asimismo, existen también en Europa problemáticas relacionadas con la exclusión social y con la negación de los derechos fundamentales. Es a partir de este conocimiento que el CISP opera en Italia, a través de iniciativas orientadas al fortalecimiento de realidades asociativas que representan a los grupos menos protegidos, incluidas las comunidades de inmigrantes. Hemos intentado exponer las razones de nuestra perseverancia, los valores y los objetivos de nuestro trabajo. Sería inoportuno sostener que, dondequiera y en cualquier momento, evaluando los proyectos desarrollados por el CISP con sus partners locales, hemos realizado intervenciones perfectas y sin problemas. Nunca es así. El trabajo de cooperación es difícil, está plagado de trampas, es especialmente arduo debido a las complejas dinámicas que surgen de los conflictos, de las desigualdades y de la negación de los derechos. Si fuera un trabajo fácil la comunidad internacional no se fijaría hoy, en 2008, el objetivo – tan ambicioso y, al mismo tiempo, tan modesto – de reducir la pobreza antes del año 2015. Pero podemos afirmar que nos hemos encontrado con muchísima preparación, búsqueda apasionada de soluciones a los problemas, investigación y cuantificación de los resultados concretos. Y sobre todo con el compartir. Éste es un término a menudo usado en exceso pero que para nosotros conserva un fuerte significado: no seríamos realmente eficaces en la lucha contra la pobreza si no percibiéramos como nuestros los problemas y los dramas de quienes no tienen derechos. Notas: Director del Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP). En el sitio del CISP (www.desarrollodelospueblos.org) se encuentran unos ensayos que profundizan varios de los temas aquí abordados, como son la seguridad alimentaria, el microcrédito, la formación profesional, la salud y la ayuda humanitaria. 3 El CISP fue fundado en 1983 4 Según el Estatuto del CISP 5 Específicamente, se trata de € 76.240.711,89 1 2 Hay una segunda consideración. Consciente de la escala limitada de sus acciones, el CISP busca constantemente nexos concretos entre los proyectos y las políticas; entre las dimensiones “micro” y “macro”. 13 Rol de las ayudas en contextos de crisis en el mundo contemporáneo por Lucio Caracciolo6 (Traducción no revisada por el Autor) En 2007 y en 2008 he tenido el placer de participar de las Conferencias anuales del CISP a partir de las cuales, gracias al diálogo entre operadoras, operadores y expertos activos en Italia y en múltiples países terceros, nació la Declaración de Principios denominada “Para los derechos y contra la pobreza. Enfoques y prioridades operativas del CISP – Desarrollo de los Pueblos”. Como es sabido, mi campo de análisis e investigación es la geopolítica, la reflexión y el estudio de las dinámicas y evoluciones en curso en el mundo contemporáneo, caracterizado por fuertes y rápidas transformaciones. Es a partir de mi posición profesional que surgió el interés por el diálogo y la confrontación con el CISP, que cotidianamente opera con el objetivo de favorecer procesos de desarrollo y apoyar procesos de pacificación en aquellas áreas del mundo caracterizadas por graves crisis. He compartido el objetivo que el CISP le ha dado a sus dos conferencias anuales a las cuales he participado: renovar y actualizar su propia misión. Pienso, de hecho, que la ayuda humanitaria y el apoyo para el desarrollo deben actualizar la propia misión frente a la pérdida de ciertas “viejas” certezas. Una de éstas – que obviamente nos toca de cerca – está representada por el papel de Europa como grande fuerza política capaz de acompañar y hacer desarrollar marcados procesos de distensión y de positiva transformación. Los italianos hemos cultivado grandes esperanzas en relación a Europa, confiando mucho en la posibilidad de que ésta se reforzara como auténtico sujeto político unitario. Debemos ser conscientes de que la realidad no corresponde con nuestras expectativas. La actual Unión Europea se presenta, de hecho, como un espacio sólo en apariencia homogéneo, pero en realidad posee fortísimas diferencias en su interior. Pienso en lo que podríamos definir como la Nueva Euro América. Países como Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania y Bulgaria consideran su seguridad garantizada, no por su pertenencia a la Unión Europea, sino más bien por su pertenencia a la OTAN; al punto tal que, si bien simbólicamente, en Varsovia, sobre el palacio del presidente de la República, se exhiben la bandera polaca, la europea y la de la OTAN. En Italia, nadie pensaría poner en el Quirinal la bandera de la OTAN, ni mucho menos en Francia. En cambio, en Polonia, se exhibe la bandera de la OTAN, ya que la inclusión en la alianza atlántica en 1999 fue el acto supremo en la reconquista de la soberanía polaca. En los últimos tres siglos, luego de haber sido tantas veces repartida entre el imperio ruso y la zona alemana, Polonia ve en los Estados Unidos, superpotencia externa, la protección y la garantía suprema de su existencia. Y esto vale también para países como Estonia, Letonia y Lituania. 15 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Cuando los polacos presionaban para entrar en la UE lo hacían sobre la base de una idea propia sobre Europa, muy distinta de la idea originaria franco-alemana basada en la creciente integración y creciente cesión de soberanía. Los polacos no piensan que en Europa se debe ceder soberanía; al contrario, para los polacos, Europa y la OTAN dan unidad a la soberanía polaca. Están interesados en la salvaguardia de sus propios intereses nacionales, no en la puesta en común de los diferentes intereses nacionales sobre el plano europeo. Estas consideraciones no pretenden conducir a una crítica de la política polaca o de otros nuevos Estados miembros; mi intención es sólo aclarar que cuando hablamos de Europa y del papel de la Unión Europea en el mundo contemporáneo no podemos hacerlo a partir de nuestras percepciones, de lo que pensamos que Europa es o debe ser, sino que debemos tener en cuenta los límites actuales del proceso de integración política y de las proyecciones de Europa hechas por otros países. La cooperación internacional tiene dos grandes objetivos: (i) resolver problemas concretos y contribuir a mejorar las condiciones materiales y la vida de las personas en los países pobres y en las áreas de crisis; (ii) acompañar y apoyar procesos de transformación y, donde sea posible y necesario, de pacificación. El primer objetivo es interno a la lógica misma de la cooperación y su persecución está encargada a los recursos y a las capacidades que ésta pone en juego. Es por esto que, en el caso del CISP, el esfuerzo se concentra en actualizar sus propios instrumentos operativos y las propias estrategias proyectuales, de las cuales esta publicación da cuenta. El segundo objetivo involucra a más sujetos y requiere espacios de tipo político e institucional más amplios. Las reflexiones hechas sobre el nivel actual de integración política europea llevan a considerar que no es obvio el hecho de que Europa represente uno de estos espacios. En muchos contextos de crisis, por ejemplo, Europa tiene dificultades para posicionarse con un proyecto unitario. Esta reflexión no pretende alimentar el escepticismo, ni mucho menos inducir a un oscuro pesimismo, sino dejar en claro que actualmente es necesario, en cada contexto de crisis, comprender cuáles son los sujetos en juego, cuáles son los intereses, cuál es el rol de los sujetos supranacionales y cuál el papel de los Estados. Hoy por hoy cada área se nos presenta como un verdadero mosaico de difícil interpretación, pero es justamente a partir de la interpretación de la realidad que pueden nacer estrategias eficaces. En este sentido, hoy más que nunca es necesario fortalecer la comunicación entre institutos de investigación, policy makers, instituciones nacionales y supranacionales y ONGs. Una percepción recurrente y difundida – sobre todo en Italia – es que hoy en día el mundo está gobernado por una única grande potencia, a cuya “invasividad” sería necesario contraponer la fuerza de instancias multilaterales. También en este caso creo que es necesario hacer un esfuerzo más para interpretar lo que sucede en varias partes del mundo, desde Irak hasta Afganistán, pasando por el Cuerno de África hasta ciertas áreas de Latinoamérica. Es ampliamente aceptada la idea de que se necesita reforzar los instrumentos de integración y concertaciones políticas mundiales; en cambio, es menos acertado sostener que entre las características del mundo contemporáneo éste se encuentre sometido a un “único dueño” más allá de las intenciones y los intereses en juego. Observándolo atentamente, aquello a lo que asistimos es, en cambio, a una proliferación de fuerzas, de sujetos y de Estados cuyas acciones son difícilmente atribuibles a hegemonías claras y unívocas. Es por esto que hoy, más que en otros períodos históricos, tenemos la sensación de encontrarnos frente a un mundo menos seguro, menos estable. Es verdad, hay un déficit de estabilidad. Al mismo tiempo, existen nuevos actores, existen colectivos supranacionales, en algunos casos representativos de las sociedades civiles, hay nuevos protagonistas. Sobre todo, asistimos a la fuerte voluntad, por parte de países y sociedades, de alejarnos de hegemonías sofocantes. Esta voluntad se manifiesta de diferentes maneras, algunas obviamente paradojales, otras en cambio más racionales y comprensibles. Para ser sintéticos, existe un mundo en movimiento que ya no está encuadrado en las lógicas de la guerra fría pero que aún no se estabiliza sobre nuevos y claros equilibrios. De este modo, tal vez haya pocas certezas. Una de ellas es la siguiente: existe una gran necesidad de construir puentes, oportunidades de encuentro y diálogo entre pueblos, culturas y sociedades. Al mismo tiempo, necesitamos una verdadera y fructífera colaboración entre los actores, ya sean representativos de la sociedad civil o de las instituciones, empeñados en la solución de los problemas de la pobreza y en la afirmación de procesos de pacificación. Notas: Lucio Caracciolo es uno de los mayores expertos europeos en geopolítica, docente, analista y periodista. Dirige la revista “Limes”. Ha participado de las Conferencias del CISP de 2007 y 2008 contribuyendo a la reflexión sobre el rol de las ayudas y de la cooperación internacional en el contexto de las crisis contemporáneas. 6 17 Prioridades estratégicas del CISP 19 I. Derecho a la seguridad social y económica: desarrollo de oportunidades de ingreso, migraciones y desarrollo, seguridad alimentaria 1.1 Perfil sintético del enfoque del CISP Partiendo del conocimiento de la realidad multidimensional de la pobreza que refleja la condición social, política y económica del individuo, de la familia y de la comunidad, las intervenciones del CISP apuntan a remover los principales y diversificados factores de vulnerabilidad que, en distintos contextos, determinan las condiciones de sufrimiento, pobreza y negación de los derechos básicos. El convencimiento de que el acceso a los bienes primarios, a una vida digna, a los servicios, a la alimentación y a los recursos es un derecho inalienable de toda persona, ocupa un lugar central dentro de las acciones del CISP. Para el CISP los procesos de desarrollo económico que apuntan a incluir a los pobres y a los grupos sociales desfavorecidos a través de mecanismos sostenibles y no asistencialistas representan recorridos de liberación y dignidad. De liberación porque a menudo los pobres están condenados al ulterior empobrecimiento, en ausencia de oportunidades concretas. De dignidad porque el CISP reconoce en los pobres con quienes trabaja interlocutores paritarios y potenciales sujetos económicos. Los instrumentos prácticos para luchar contra la pobreza son distintos y a menudo complementarios entre sí: la microfinanza, la activación de micro grants productivos, la formación profesional, la ampliación del acceso a la información y a conocimientos esenciales para consentir estrategias de salida de la marginalidad social y el impulso a la diversificación económica, se encuentran entre las opciones prioritarias asumidas por el CISP en el marco de iniciativas proyectuales que tienden a contrastar la exclusión social y la pobreza extrema. En el caso de proyectos centrados en la microfinanza, las intervenciones realizadas y sostenidas por el CISP se caracterizan por un fuerte nivel de sostenibilidad económica de los esquemas de microcrédito activados y/o sostenidos. Por ejemplo, generalmente la tasa de recuperación de los préstamos es superior al 95%. En la praxis proyectual del CISP también se registran experiencias significativas en el sector de la generación de ingresos per cápita y por grupos que presentan particulares aspectos de vulnerabilidad 21 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos (por ejemplo, familias y comunidades afectadas por el SIDA) a través de micro grants que permiten la creación de una actividad productiva. Entre las manifestaciones más evidentes – y en algunos casos más dramáticas – de graves desigualdades existentes a nivel mundial, sin lugar a dudas se sitúan las migraciones, en particular desde África, que a menudo se manifiestan como verdaderos intentos de fuga de condiciones de pobreza extrema, conflictos y persecuciones. verifica cuando el conjunto de la población posee acceso material, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos, que correspondan a sus propias preferencias, capaces de satisfacer las exigencias nutricionales diarias y permitirle desarrollar una vida sana y activa”. Si bien existen fuertes diferencias contextuales, entre las causas recurrentes de la inseguridad alimentaria es posible destacar las siguientes: El compromiso del CISP en el tema de procesos migratorios transnacionales en África gira en torno a ciertas prioridades transversales que califican en su conjunto la visión estratégica que el CISP tiene sobre el tema. De tales prioridades se destacan las siguientes: - excesiva dependencia a la agricultura pluvial y al pequeño criadero con medios de autosubsistencia; - el fortalecimiento de la colaboración regional a través de la construcción y la consolidación de una red de ONGs y actores sociales en los países del Maghreb y de África Sub-Sahariana; - el desarrollo cuantitativo y cualitativo de informaciones para los potenciales migrantes a fin de devolver la dignidad al esfuerzo migratorio; - la sensibilización de la opinión pública, en Europa y en los países del Maghreb, sobre la realidad de la migración desde África Sub-Sahariana para contrarrestar fenómenos de racismo y xenofobia; - el apoyo al regreso voluntario de los migrantes clandestinos a través de la promoción de oportunidades de ingreso para la reinserción socioeconómica en los países de origen; - el aumento del conocimiento sobre el estado y la evolución de la migración ilegal en el Maghreb y en África Occidental a partir del trabajo de aproximación al terreno; - la creación de servicios esenciales a favor de los migrantes del Maghreb; - escaso o inexistente poder adquisitivo que determina la imposibilidad de acceder a los productos alimentarios aun cuando éstos estén presentes en los mercados locales; - marginalidad política y débil organización social del mundo rural y de las comunidades urbanas pobres. Los programas realizados y apoyados por el CISP generalmente se proponen incidir sobre las causas de la inseguridad alimentaria con el objetivo de sostener a las comunidades locales en el esfuerzo por apartarse de condiciones de vulnerabilidad y exposición a las crisis alimentarias. La inseguridad alimentaria y la pobreza tienden a manifestarse como componentes de un verdadero círculo vicioso, allí donde cada una determina y agrava a la otra. Una de las más recurrentes manifestaciones de tal relación está representada por las elecciones que a veces, en períodos de grave carencia de alimentos, las familias pobres están obligadas a tomar. Entre éstas se encuentran la venta a bajo coste de los pocos instrumentos y medios de subsistencia, entre los cuales se encuentra la tierra misma. Estas decisiones, tomadas para asegurar la supervivencia de sí mismos y de sus familias, tienden luego a agravar su propia pobreza y vulnerabilidad, mientras hacen todavía más arduo el esfuerzo de poner su seguridad social y alimentaria en manos del propio trabajo y de la valorización de sus propios recursos. Los programas de seguridad alimentaria del CISP apuntan a desarticular este círculo vicioso. - el fortalecimiento del rol de la diáspora en apoyo para el desarrollo económico y el sostén de los servicios educativos y sanitarios básicos. En la labor del CISP es central el tema de los derechos de la persona: el derecho a una correcta información, el derecho a la integridad física y a la propia dignidad en las áreas de tránsito, el derecho a la asistencia y a la protección en los países de destino. Es sabido que uno de los más graves efectos de la pobreza está representado por la inseguridad alimentaria que amenaza la vida misma de millones de personas en el mundo. Un compromiso concreto contra la pobreza no puede dejar de asumir la seguridad alimentaria entre sus principales prioridades. El concepto de seguridad alimentaria se encuentra en constante evolución desde las primeras formalizaciones conceptuales que se remontan a los años ’70. El CISP hace propia, no sólo en el plano “teórico” sino también en sus implicancias operativas, la siguiente definición actualizada de seguridad alimentaria: “una situación que se 1.2 Prioridades operativas y metodológicas en el sector del desarrollo de oportunidades de ingreso 1.2.1 Coherencia de los planes de microcrédito en relación al marco legislativo, económico e institucional en el contexto de referencia En muchos países existen directivas legales específicas que regulan el funcionamiento del microcrédito y definen a los sujetos autorizados a gestionarlo. El CISP actúa siempre dentro del marco de las disposiciones existentes en los diferentes países, ya sea por una razón obvia de respeto hacia el país beneficiario, ya sea porque representa una precondición indispensable para la futura sostenibilidad institucional. Cuando no existe una reglamentación del sector, el CISP contribuye a su definición junto a otros actores gubernamentales y no gubernamentales. En referencia a la entidad de los préstamos, el CISP tiene en cuenta las particularidades del contexto local, que pueden variar significativamente entre una zona y otra, e inclusive de un mismo país. 23 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 1.2.2 División funcional de roles y funciones en el marco de estrategias de desarrollo económico El CISP “confía” en la herramienta de la microfinanza como un posible motor de procesos de desarrollo, pero no pretende actuar directamente como una institución financiera, ya sea por coherencia con respecto al marco legislativo local, como por considerar que su papel debe ser el de facilitador y sostenedor de redes positivas de colaboración entre instituciones microfinancieras especializadas, instituciones públicas, sector privado y entidades que se ocupan de la formación de micro y pequeñas empresas. El papel del CISP es generalmente el de facilitar la activación de estas redes, valorizando la misión de los diferentes sujetos y apoyándolos técnicamente. 1.2.3 Flexibilidad operativa y financiera No existe sólo un “modelo”, ni tampoco un “modelo ideal” para la microfinanza y, por lo tanto, el CISP ha creado una tipología muy diferenciada de intervenciones. A continuación se describen las principales tipologías de intervenciones realizadas: - Bancos comunitarios inspirados en el esquema del Grameen Bank. Si bien el esquema se adapta según el contexto de referencia, algunos criterios en común están representados por el papel central que desemepeñan los grupos que son garantes de las devoluciones individuales de préstamos generalmente muy contenidos (en algunos casos de alrededor de 100 €). La “filosofía” operativa en este caso es la de un banco que va hacia el cliente cuando éste no posee los conocimientos, los medios y la mentalidad para dirigirse a un banco. - Crédito asociado a la formación y al desarrollo de estructuras cooperativas. En estos casos, siempre dentro del marco legal en vigencia, los préstamos son mucho más contundentes (en algunos casos llegan a 20-25 mil €) y tienen la finalidad de favorecer el despegue de actividades económicas en contextos donde existe un mercado potencial suficiente. - Activación de fondos de garantías de préstamos en colaboración con los bancos. En algunos países el CISP ha activado, en institutos bancarios y en colaboración con los mismos, fondos de garantía para el otorgamiento de préstamos a pequeños empresarios, que han sido también destinatarios de planos específicos de formación. - Creación de estructuras de asistencia para micro y pequeñas empresas según el modelo de las incubadoras off wall, o bien centros que ofrecen a los empresarios asistencia técnica, oportunidades formativas que orientan y favorecen el acceso al crédito beneficiándose de acuerdos marco establecidos entre las estructuras de asistencia, el CISP y las instituciones microfinancieras. 1.2.4 Relación entre crédito, formación y asistencia técnica; su relación con el mercado Como ya se ha aclarado, la formación y la asistencia técnica para los sujetos que desean crear una actividad microempresarial representan los ingredientes esenciales para las estrategias de desarrollo del CISP. En este caso el enfoque del CISP sobre la formación se inspira en la necesidad de una fuerte adhesión entre la formación misma y las oportunidades brindadas por el mercado. Concretamente, este enfoque lleva ciertas veces a optar por caminos distintos al “clásico” de las escuelas de formación profesional que a menudo se encuentran desconectados de la economía real de los diferentes países. Frecuentemente es posible observar que pequeñas empresas exitosas han sido iniciadas por personas que no habían tomado ningún curso de formación clásico sino, en cambio, se habían formado a través de otros mecanismos, en particular el aprendizaje de oficios. La inclusión de operadores económicos ya activos en los procesos de formación posee una doble ventaja. Por un lado, garantiza que los contenidos formativos posean una adherencia efectiva a las exigencias y a las oportunidades existentes en los mercados locales; por otro lado, puede facilitar, en una fase sucesiva, la activación de conexiones “hacia arriba” y “hacia abajo”, sobre la base de relaciones de subcontratación entre empresas en las cuales se pueden colocar los aspirantes a nuevos sujetos económicos. 1.2.5 Adopción de una concreta perspectiva de género Los programas que apuntan a extender los derechos y a favorecer la inclusión social no pueden ignorar que, casi en todas partes, existen peculiares barreras para el acceso a los recursos económicos en relación a las mujeres. Por ejemplo, la mayoría de las veces, al no poseer títulos de propiedad, no pueden obtener préstamos. En este sector, los programas apuntan a lograr una participación efectiva de, por lo menos, el 50% de personas de sexo femenino, con casos en lo cuales este porcentaje llega a niveles significativamente más altos. Allí donde el CISP considera que las barreras son particularmente rígidas, por lo general, se establece un porcentaje mínimo de acceso a las mujeres como precondición para el apoyo financiero. 1.2.6 Realización de estudios sectoriales y de evaluación En este sector, la realización de específicas investigaciones aplicadas es un aspecto central de las estrategias llevadas a cabo por el CISP. En la praxis del CISP, quien opera a menudo en colaboración con institutos de investigación y universidades, tanto europeas como de los países de intervención, los estudios y las investigaciones de campo tienen en particular las siguientes funciones esenciales: - definir de manera analítica cuáles son los obstáculos principales para la ocupación y el autoempleo experimentados por los grupos sociales que se intenta apoyar; - características del mercado laboral y del mercado financiero de los países de intervención; - análisis de impacto de los programas de microcrédito; - análisis sobre la sostenibilidad económica de los esquemas de microcrédito; - análisis de las perspectivas del mercado para orientar a los microempresarios hacia iniciativas o sectores del mercado con mayor potencialidad. 25 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 1.3 Prioridades operativas y metodológicas en el sector Migraciones y Desarrollo 1.3.1 Centralidad del acceso a la información en los procesos migratorios Los contextos en los cuales los procesos migratorios se ubican mutan en el tiempo a razón de la evolución de los factores económicos, sociales y culturales, entre los cuales se encuentran los niveles de apertura de la sociedad en los países de tránsito y destino. Al mismo tiempo, tienden a cambiar los marcos normativos, legislativos, la postura y la capacidad de control y represión por parte de los estados hacia donde los migrantes se dirigen. Tales cambios deberían constituir, en principio, las bases para las decisiones y modalidades sobre el propio proyecto migratorio. En realidad, si bien las redes de la migración, y particularmente de la migración clandestina, muestran gran capacidad de adaptación y de individuación de nuevos recorridos y estrategias potencialmente más eficaces, no debe ser sobrevaluada la capacidad de los potenciales migrantes de adquirir información confiable sobre la base de la cual proyectar el proceso migratorio. Algunos “macro” factores representan verdaderos obstáculos para el acceso a la información y a consideraciones confiables por parte de los potenciales migrantes: - las sociedades de destino y las comunidades de partida no “dialogan”; - los “empresarios” de la migración clandestina y los traficantes de personas utilizan estrategias de “marketing” que tienden a motivar la elección migratoria en detrimento de la exactitud de la información brindada; - los flujos informativos entre los migrantes que se encuentran en los países de destino y las comunidades de origen están viciados de carencias y distorsiones en cuanto al migrante que se comunica con la propia familia tiende a menudo, en detrimento de una reconstrucción objetiva de la realidad, a poner en relieve el éxito obtenido, terminando así por incentivar ulteriores elecciones migratorias. A la luz de los factores mencionados se comprende la importancia de aumentar las oportunidades de una correcta información para las comunidades de potenciales migrantes, con el fin de permitir una planificación racional del proyecto migratorio. 1.3.2 Integración entre los programas de apoyo al retorno voluntario e intervenciones de sostén al desarrollo económico local Los programas de sostén al retorno voluntario, por sí solos, no representan la “respuesta” al fenómeno migratorio, en ausencia de intervenciones que apunten a remover las causas que habían determinado el proyecto migratorio. Un enfoque integral y eficaz sobre el tema del retorno debe prever la integración entre intervenciones sobre el retorno voluntario y acciones de promoción para el desarrollo local en las comunidades de origen; acciones que deben ser abiertas a las comunidades locales en su conjunto. La reflexión y la acción sobre el tema “migración y desarrollo” deben ser elaboradas poniendo en el centro el objetivo de la ampliación de oportunidades. La migración es una oportunidad a ser elegida sobre la base de informaciones y evaluaciones coherentes. La existencia de otras oportunidades en los contextos de origen puede competir, no tanto con una reducción de los flujos migratorios, sino con una gestión más racional por parte del migrante. En otros términos, al centro de la iniciativa estratégica sobre este tema debe estar el objetivo de evitar que el proceso migratorio sea percibido y vivido como un proceso expulsivo para emprender en ausencia de alternativas válidas. 1.3.3 Participación y conexión en red de las instituciones, la sociedad civil y la opinión pública de los países de origen y de tránsito Como ya se ha remarcado, los contextos en los cuales se colocan los procesos migratorios evolucionan en el tiempo. Países una vez considerados sólo como lugar de origen de los migrantes se encuentran también hoy siendo países de tránsito y destino (tal vez provisorio). Por este motivo es indispensable que los actores de la sociedad civil, instituciones, universidades y organizaciones no gubernamentales refuercen la cooperación a nivel internacional para la definición y aplicación de políticas eficaces sobre el tema, también a través de acciones de lobbing y advocacy sobre los derechos de la persona (incluso los derechos de acceso a los servicios). En particular, el CISP considera que los servicios de asistencia deben ser creados a través de la valorización y la promoción del papel de los actores locales; la asistencia por parte de las organizaciones internacionales debe ser considerada como una etapa provisoria en esta perspectiva. Una atención especial debe ser puesta en la información y sensibilización de la opinión pública de los países que afrontan el fenómeno sólo desde hace poco tiempo con el fin de prevenir manifestaciones de racismo y xenofobia. 1.3.4 Armonización y concertación sobre las políticas migratorias Una prioridad básica para la política es la armonización y la concertación de las legislaciones e intervenciones. Una política sobre migración no puede ser concebida sólo por los efectos que el fenómeno posee en un único país. Otra prioridad es el fortalecimiento de los instrumentos técnicos y financieros para la búsqueda de soluciones estructurales a los procesos de migración que se manifiestan como verdaderos procesos “expulsivos”, en contextos caracterizados por conflictos bélicos, sequías y carestías, así como también por la disgregación de los contextos sociales de referencia. Una tercera prioridad política es el fortalecimiento de los canales de diálogo entre gobiernos y sociedad civil para la búsqueda de respuestas concertadas sobre el fenómeno migratorio que se centren en la integridad y los derechos de las poblaciones migrantes. 1.4 Prioridades operativas y metodológicas en el sector de la seguridad alimentaria 1.4.1 Reducción de la dependencia de la agricultura pluvial Muy a menudo, aun en contextos geográficos donde existen recursos hídricos potencialmente utilizables, se asiste a una escasísima difusión de la irrigación, ya sea por la falta de conocimientos y experiencias en este campo, como por la dificultad para asegurar la sostenibilidad en el tiempo de las infraestructuras necesarias. El CISP confiere particular importancia a esta prioridad operativa prestando atención no sólo a la realización de esquemas de irrigación sino también al fortalecimiento de asociaciones y cooperativas rurales capaces de gestionar los perímetros de irrigación y valorizar – para el autoconsumo y a través de la comercialización – los productos. 27 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 1.4.2 Diversificación de la economía rural y desarrollo de actividades económicas Muy a menudo, los países y las áreas más expuestas a las carestías son aquellas que dependen fuertemente de la agricultura pluvial. Apuntar a diversificar el tejido económico local a través del impulso de actividades extra-agrícolas, es una opción estratégica de suma importancia para apoyar el objetivo de la seguridad alimentaria. El CISP asume esta opción operativa a través de la activación de cursos de formación profesional y del apoyo a planes de microfinanza con el objetivo de reducir la dependencia del tejido socioeconómico a la agricultura pluvial y favorecer la creación de oportunidades integrativas de ingreso. 1.4.3 Organización del mundo rural y desarrollo de cooperativas de productores Entre las causas recurrentes de vulnerabilidad social y económica de las comunidades carenciadas se encuentran la debilidad – sino la ausencia – del tejido asociativo y organizativo que las representa. Es por esto que el CISP apunta, en el marco de programas orientados a la seguridad alimentaria, a la creación y fortalecimiento de organizaciones de categoría – asociaciones de pescadores artesanales, cooperativas agrícolas de producción y comercialización, cooperativas de pequeños criadores – que tienen, entre otras, la función de promover servicios de interés común que ningún operador podría activar de forma individual, por ejemplo, en el campo de la comercialización. 1.4.4 Fortalecimiento de servicios funcionales para pequeños productores Entre los muchos factores que contribuyen a empeorar la vulnerabilidad de los pequeños productores se encuentra la falta de servicios adecuados para hacer frente a sus problemas, por ejemplo, la difusión de patologías animales que debilitan el patrimonio ovino y bovino, y la incidencia de parasitosis que infestan los cultivos. En ausencia de servicios – de asistencia técnica, divulgación, veterinarios – es difícil afrontar tales problemas y es por ello que los programas del CISP sobre seguridad alimentaria apuntan, a través de acciones de formación y capacity building, a fortalecer las redes de servicios públicos en estos sectores. 1.4.5 Conexión entre ayuda alimentaria y seguridad alimentaria En los períodos y lugares en donde se manifiestan los graves riesgos humanitarios asociados a la carestía es necesario actuar, lógicamente, de manera oportuna para impedir que estos riesgos se transformen en verdaderas tragedias humanitarias. La ayuda alimentaria debe ser limitada en tiempo y espacio con el fin de dar respuestas inmediatas a las necesidades alimentarias, evitando así el riesgo de que ésta pueda fomentar el síndrome de dependencia, que en este caso se traduciría en la actitud, por parte de las comunidades locales “beneficiarias”, de considerar la ayuda alimentaria como un dato estructural. Al mismo tiempo, el CISP intenta orientar la herramienta de ayuda alimentaria hacia procesos de rehabilitación del tejido social y económico, a través de estrategias compartidas con los actores y las instituciones locales. Éstas pueden prever la activación de esquemas de food for work finalizados a la realización de obras para la valorización ambiental, como por ejemplo en el campo de la reforestación y de las pequeñas obras contra la erosión. Notes: 7 Creación de una institución microfinanciera: la Benishangul Gumuz Micro Finace Share Company en Etiopía Desde hace varios años (1986) el CISP actúa en el estado regional etíope Benishangul Gumuz. Durante la segunda mitad de los ‘90, en el marco de un programa de desarrollo rural en una zona de la región (el Metekel), el CISP ha iniciado un esquema piloto de microfinanza, en principio en escala reducida (10 comunidades). La intervención piloto fue realizada en el periodo comprendido entre los comienzos de 1998 y comienzos de 2001, al final de la cual fue oficializada y legalizada la creación de una institución microfinanciera completamente autónoma del CISP a nivel institucional, conforme con las leyes del país: la Benishangul Gumuz Micro Finance Share Company (BGMFSC). Esto permitió brindar a la región una oportunidad de desarrollo que antes no existía. Actualmente la BGMFSC opera en toda la región, atendiendo a más de 30.000 clientes y con un registro de porcentaje de recuperación de los préstamos cercano al 98%. Las principales fases para alcanzar este resultado fueron las siguientes: - de manera coordinada con las instituciones regionales fue seleccionado un grupo de operadores, que provenían ya sea de estructuras públicas como del sector privado y del sector bancario, quienes constituyeron el primer núcleo del grupo dirigente de la nueva institución; - el grupo así seleccionado fue ampliamente formado por personal especializado del CISP sobre el funcionamiento de las instituciones microfinancieras, y también a través de visitas de estudio a otras realidades del país; - fueron, entonces, organizadas varias presentaciones para las comunidades locales sobre el principio y la metodología del funcionamiento de la microfinanza y fueron reunidas las adhesiones para la creación de grupos de acreedores en las comunidades; cada grupo estaba compuesto por 5 personas; - sucesivamente se organizaron los centros, compuestos por seis grupos, según el esquema de los bancos comunitarios; - la fase siguiente fue la del otorgamiento de los primeros préstamos, sobre la base de criterios concordados de antemano a través de reuniones con los grupos (tasa de interés, tiempo de restitución, etc.); - se realizó un acompañamiento de los grupos recogiendo las observaciones e indicaciones de los participantes; - las últimas fases comprendieron la definición de la modulística y de la legalización conforme con las leyes del país. FAO.The State of Food Insecurity in the World 2001. Rome. 29 II. Derecho a la salud, al acceso al agua y al saneamiento 2.1 Perfil sintético del enfoque del CISP El CISP hace propias las consideraciones críticas, conceptos, principios y estrategias formalizadas por el Observatorio Italiano sobre la Salud Global en su segundo Informe de Diciembre de 2006 (“A caro prezzo – le disegualianze nella salute”, “A un precio alto – las desigualdades en la salud”) y, en primer lugar, las categorías de desigualdad e inequidad en la salud. Las desigualdades en la salud están presentes en todos partes: entre individuos, entre diferentes grupos de población y entre diversas áreas geográficas. En muchos casos éstas son inevitables porque – por ejemplo – están determinadas por factores vinculados al patrimonio genético o se deben a la casual exposición a un determinado agente ambiental patógeno; en otros casos las diferencias hasta son necesarias, como las diferencias entre hombres y mujeres o entre jóvenes y ancianos. El término “inequidad” implica un aspecto moral y ético. Se refiere a las desigualdades que son innecesarias y evitables, y que por lo tanto deben ser consideradas injustas. Entre éstas se encuentran las desigualdades inducidas por factores como la exposición a condiciones de vida y a trabajos estresantes y perjudiciales para la salud, las barreras socioeconómicas y de diversa naturaleza que obstaculizan el acceso a los servicios sanitarios y a un bien primario como es el agua. Es contra esta desigualdad que se orientan las intervenciones del CISP. Las acciones del CISP en este sector han adoptado tipologías de proyectos diversificados inspirándose en recomendaciones y directrices aceptadas a nivel internacional (a partir de la conferencia de Alma-Ata de 1978 sobre Primary Health Care) y adaptándolas a los diferentes contextos. Los procesos de globalización, el curso demográfico y la consecuente “transición epidemiológica” hacen que hoy en día los países más pobres y desfavorecidos se enfrenten, si bien con diversas modalidades e intensidades, a problemas que hasta hace algunos decenios sólo se vinculaban con los países más ricos. Por ejemplo, los países más pobres deben afrontar problemáticas ligadas al desarrollo tecnológico, a la financiación y a la racionalización de los servicios. Al aumento de la complejidad de las problemáticas de los sistemas sanitarios se debe corresponder un aumento de la complejidad de los proyectos. En este marco se inserta la necesidad de proyectos con un elevado contenido técnico y especializado, para el soporte de sistemas sanitarios, redes de servicios sanitarios, de sistemas informativos sanitarios, del management y la administración hospitalaria, de la programación y la planificación sanitaria territorial, de la evaluación de los servicios, de la definición de políticas de formación del personal, de una correcta gestión de la tecnología sanitaria y de una gestión racional de los fármacos y de la medicina de urgencia. 31 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos En términos generales, en el sector sanitario, el CISP identifica las siguientes áreas prioritarias: - asistencia sanitaria de base y salud materno infantil (Primary Health Care – PHC y Mother and Child Care – MCH); - fortalecimiento de los sistemas sanitarios en su conjunto (organización y administración de los servicios hospitalarios y territoriales, sistemas informativos sanitarios, gestión de la tecnología sanitaria, e ingeniería clínica, fortalecimiento de las redes de servicios sanitarios desde el área suburbana hacia el centro, centros de base y hospitales); - construcción, reconstrucción y rehabilitación de infraestructuras sanitarias; - lucha contra enfermedades y problemas específicos (programas verticales) como la malaria, tuberculosis, hepatitis, VIH/SIDA, malnutrición, etc., según una lógica de integración con el fortalecimiento de los sistemas sanitarios en su conjunto; - campañas de información y educación para la salud dirigidas a la población; - formación, recalificación y perfeccionamiento del personal sanitario en todos sus niveles. Las intervenciones del CISP finalizadas a extender el acceso al agua potable y a servicios de saneamiento de base, forman parte del compromiso general contra las desigualdades y a favor de la mejora de las condiciones sanitarias de las personas y de las comunidades más desprotegidas y económicamente vulnerables. Partiendo del convencimiento de que el agua es un recurso esencial para el bienestar de la población y un derecho fundamental de las personas, las acciones del CISP adoptan tipologías de proyectos diversificadas, que comprenden la realización de pozos de diferentes profundidades en áreas rurales y suburbanas, la realización y mantenimiento de infraestructuras hídricas de alta complejidad técnica como ser acueductos, y cloacas, tanto en el ámbito urbano como en el rural, la puesta en marcha de sistemas de acumulación y utilización de agua pluvial y, por último, la activación de esquemas de emergencia primaria para el abastecimiento hídrico, utilizando también cisternas móviles. Los proyectos realizados por el CISP en este sector apuntan sobre todo al aspecto concreto de las obras y a un fuerte nivel de sostenibilidad económica. El focus sobre el tema de la sostenibilidad se traduce en la adopción de tres prioridades: la identificación de sujetos locales que tienen la responsabilidad de gestionar los recursos y asegurar el acceso para la comunidad; la atención al potenciamiento, técnico y administrativo, de las capacidades de gestión y mantenimiento de las instalaciones por parte de los sujetos, ya sean representantes de empresas municipalizadas como de comités de las comunidades para la gestión de los pozos; el esfuerzo para promover y racionalizar sistemas de cost recovery a través de los cuales asegurar la sostenibilidad económica de los esquemas realizados.El CISP se opone a los procesos de privatizaciones del recurso agua que no contemplen el principio de considerar el agua como un derecho universal que no puede ser sacrificado por intereses económicos privados. Esta elección es acompañada del conocimiento de las dificultades de gestión por parte de entidades o comités públicos de recursos hídricos. Es por esto que una estrategia para el acceso universal al agua pasa también por el fortalecimiento de las entidades destinadas a su gestión y distribución. 2.2 Prioridades operativas y metodológicas en el sector de la salud 2.2.1 Referencia a las políticas y estrategias internacionales reconocidas en el campo de la cooperación sanitaria para el desarrollo Las acciones del CISP en este sector siempre se han inspirado (inclusive críticamente) en recomendaciones y directrices aceptadas internacionalmente (desde la Conferencia de Alma - Ata de 1978), conjugándolas con los principios del código de conducta para los programas internacionales y adaptándolas a los diferentes contextos. La atención particular sobre las reflexiones estratégicas y metodológicas vigentes a nivel internacional es una condición indispensable para contribuir a la elaboración de directrices estratégicas y metodológicas basadas en la experiencia directa y concreta. 2.2.2 Enfoque integrado a la salud y a la asistencia sanitaria Los proyectos del CISP prevén la adopción de un enfoque integrado sobre, por un lado, los distintos factores determinantes de la salud y los diferentes componentes que inciden sobre el estado de salud de una población y, por otro lado, sobre el funcionamiento de los servicios sanitarios. Son numerosos los casos en donde los programas sanitarios del CISP comprenden acciones inclusive no estrictamente sanitarias como, por ejemplo, en el sector social, en el apoyo psicosocial para grupos vulnerables, en el sector educativo y, algunas veces, en el campo microeconómico. De hecho, a menudo, los servicios sanitarios son llamados para hacerse cargo de grupos vulnerables, excluidos de la sociedad, que necesitan una atención global y, por lo tanto, no sólo un servicio clínico. El CISP ha realizado y realiza programas “verticales” (malaria, hepatitis, tuberculosis, VIH/ SIDA, etc.), pero, por lo general, estos programas están acompañados por intervenciones más amplias de apoyo y desarrollo de los sistemas sanitarios locales. 2.2.3 Apoyo para el desarrollo de los sistemas sanitarios El CISP en sus intervenciones – salvo en situaciones particulares de emergencia – no apunta a la creación de nuevos servicios, sino al fortalecimiento y potenciamiento de los servicios sanitarios ya existentes. De hecho, la creación de nuevos servicios puede generar situaciones de dependencia a las ayudas y de difícil sostenibilidad por parte de las autoridades y de los stakeholders locales una vez que el apoyo externo ha finalizado, con la consecuente interrupción del servicio al concluir el proyecto de cooperación. Por el contrario, intervenir apoyando las estructuras y políticas sanitarias ya existentes representa la premisa para asegurar la continuidad de las intervenciones. Concretamente, este enfoque se traduce en el apoyo a los servicios sanitarios locales a través de asistencia técnica, suministro de equipos y medios, intervenciones de rehabilitación infraestructural, capacitación del personal local, apoyo a actividades en el territorio como campañas informativas y de educación sanitaria. Esto se realiza teniendo siempre en consideración las capacidades de los servicios locales para mantenerse autónomamente en funcionamiento – y de esta manera potenciados – una vez concluida la intervención de cooperación. 33 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 2.2.4 Inversión en el fortalecimiento de los principales stakeholders locales En el sector sanitario - así como en todos los sectores en donde el CISP interviene – el elemento central está representado por el apoyo, en concepto de formación y de capacity building, en relación con las distintas tipologías de sujetos locales que poseen la responsabilidad de promover de forma continua y sostenible la tutela y el cuidado de la salud de la población. En cada contexto existe una multiplicidad de sujetos que, de diferentes maneras, están relacionados con la salud de la población. Nos referimos a sujetos encargados de la organización y gestión de los diferentes servicios, sanitarios o no, que tienen que ver con la salud (piénsese, por ejemplo, en la importancia de las escuelas como ámbitos críticos para la realización de campañas de educación sanitaria) y con las realidades de base (por ejemplo, asociaciones y comités de comunidades), con las instituciones comunitarias y municipales y con los sectores del gobierno. 2.2.5 Centralidad del desarrollo de los recursos humanos El desarrollo de los recursos humanos conlleva procesos de crecimiento cultural integrales y permanentes. Se trata de procesos que deben ser definidos conjuntamente con los partners y con las instituciones locales a los cuales este apoyo externo puede contribuir a encaminar pero que luego deben continuar de manera independiente a estas ayudas. Concretamente una intervención de cooperación puede impulsar un proceso articulado sobre la base de las siguientes fases: - análisis de las necesidades profesionales, figuras, calificaciones y roles necesarios para la gestión de los servicios; - análisis de los recursos humanos ya existentes; - individuación de la oferta formativa presente a nivel local, utilizada o no utilizada; - definición de planes y programas formativos y de capacitación profesional permanentes, de acuerdo con las figuras profesionales necesarias que fueron individualizadas (definición de la currícula de formación y de estudios); - movilización de nuevos recursos culturales y profesionales disponibles a nivel local (universidades, centros de investigación, expertos, etc.) para la realización de programas formativos inclusive a través de acuerdos de colaboración estipulados ad hoc; - aplicación de módulos y cursos de formación y de capacitación (cursos propiamente dichos); - definición y experimentación de sistemas de monitoreo y evaluación; - promoción de formas de training on the job, o sea, de trabajo mixto con expertos internacionales y/o locales y con el personal local del servicio. 2.2.6 Centralidad de la asistencia técnica calificada Para alcanzar el objetivo, ya citado en el punto precedente, es esencial poner a disposición una asistencia técnica calificada. Esto significa la presencia permanente y duradera de personal e instituciones particularmente calificadas en los proyectos. El CISP brinda particular atención a la selección y al reclutamiento del personal, ya sea para la función de coordinación general como para las funciones específicamente técnicas y sectoriales. De manera particular, se requieren competencias en salud pública y en organización y gestión de servicios territoriales. Para el CISP es una práctica consolidada – en cuanto a asistencia técnica se refiere – valerse de colaboraciones con entidades sanitarias italianas especializadas (hospitales, centros de salud territoriales, universidades, centros de investigación, etc.). El CISP ha establecido y consolidado en Italia una amplia red de contactos de colaboración con numerosas entidades de este tipo. La colaboración con estos entes está generalmente representada por: - envío del propio personal experto por breves o largas misiones al lugar de intervención; - hospitalidad en Italia para la realización de pasantías de formación de duración variada dirigidas al personal sanitario proveniente de los países beneficiarios; - apoyo técnico/científico permanente para los proyectos (por ejemplo, para la preparación de estudios, directrices, recomendaciones, protocolos, etc.). 2.2.7 Investigaciones y estudios En la perspectiva de la asistencia técnica y del crecimiento cultural indicados anteriormente, muy a menudo, el CISP inserta en los proyectos sanitarios componentes de investigación y estudio sobre diferentes tipos de problemáticas relacionadas con el estado de salud de la población. Estos estudios (por ejemplo, sobre la accesibilidad a los servicios, la calidad de la asistencia en sectores específicos, la malnutrición infantil, los procedimientos clínicos) son generalmente realizados de manera conjunta por expertos e instituciones italianas y locales, teniendo, como mínimo, tres objetivos: - contribuir al crecimiento cultural y científico del personal local; - poner en evidencia – y, por consiguiente, señalando a las autoridades locales, de manera científicamente comprobada – la existencia de problemáticas de índole clínica, organizativa o de salud pública que presenten una particular relevancia y gravedad para el sistema sanitario local; - contribuir a modificar y orientar adecuadamente las políticas sanitarias a nivel local y de cooperación internacional de los donantes. 35 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 2.2.8 Asunción de una perspectiva de género en la identificación y gestión de los proyectos La salud es un derecho universal que pertenece todos: hombres, mujeres, adultos, ancianos y niños. Sin embargo, la desigualdad en la salud y en la asistencia sanitaria afecta frecuentemente la vida de las mujeres, como consecuencia de una mayor desigualdad de género al acceso a los recursos y servicios. Es por esto que, ya desde el momento de la identificación, el CISP otorga prioridad a la identificación de las necesidades diferenciadas por el género para asegurarse que las estrategias del proyecto sean definidas de manera inclusiva y tengan en cuenta de modo prioritario las exigencias de la población femenina. Además, las mujeres tienen un papel esencial en la tutela y promoción de la salud de los niños, cuyos indicadores de mortalidad, junto a los de mortalidad materna son considerados internacionalmente entre los más representativos del estado de salud y bienestar de una población. 2.2.9 Tecnología sanitaria La modernización y las nuevas tecnologías en los servicios sanitarios se han transformado en cuestiones centrales de la cooperación para el desarrollo. La centralidad de este tema conlleva a que no deba ser afrontado sólo en términos de suministro de equipamiento y materiales para los hospitales, dispensarios y centros de salud, sino desde una óptica más general de aporte al crecimiento de los sistemas sanitarios territoriales e integrados, capaces de atender las demandas de salud de toda la población. La transferencia de tecnologías – sobre todo si no han sido correctamente evaluadas para ser utilizadas en el contexto – introduce frecuentemente nuevos riesgos, hace aumentar el costo de gestión del sistema sanitario y, al polarizar las inversiones, contribuye al aumento de la desigualdad para el acceso a los servicios sanitarios, desigualdad ya existente entre los diferentes estratos de la población. Por consiguiente, resulta fundamental asegurar la toma de correctas decisiones y la máxima eficiencia en la gestión de las tecnologías, sobre todo, en aquellos contextos en donde los recursos económicos destinados a la promoción de la salud, a menudo, son sacrificados por dolorosos y controvertidos ajustes macroeconómicos. Los proyectos del CISP apuntan a favorecer procesos de modernización de los sistemas sanitarios – inclusive a través de nuevas tecnologías aptas para los contextos locales – sostenibles, integrados con planos de formación y asistencia técnica de larga duración y, sobre todo, coherentes con las prioridades sanitarias y las capacidades económicas de los diferentes países. 2.3 Prioridades operativas y metodológicas en el sector del agua y saneamiento 2.3.1 Adopción de estándares de calidad nacionales e internacionales Los proyectos del CISP se inspiran metodológicamente en algunos parámetros de calidad indicados por el programa “Sphere”8. Estos estándares definen cuestiones muy concretas, como las características químicas y bacteriológicas esenciales para el reconocimiento de la potabilidad, la capacidad media esperada de usuarios por cada pozo de agua dependiendo de sus características técnicas, el tiempo necesario esperado para el abastecimiento hídrico de una familia, entre otras. Por otra parte, el CISP reconoce la necesidad de tener que adaptar estos estándares cualitativos, según cada país y a partir del análisis puntual del contexto social, demográfico y económico. En muchos países, el CISP ha participado en la definición de estas adaptaciones. De todos modos, el CISP cree en la definición y aplicación de parámetros estándar reconocidos como válidos por la comunidad no gubernamental, los organismos donantes y los gobiernos. Es más, estos criterios representan en su conjunto “fuertes convicciones” entre diferentes sujetos movilizados por una finalidad común. Además de los criterios de calidad ya nombrados, los proyectos del CISP son siempre coherentes con los marcos legislativos nacionales de los países en donde se interviene. Estos marcos a menudo prevén criterios que deben ser seguidos para la recuperación de los costos y que definen las autoridades responsables en la gestión del servicio. 2.3.2 Integración entre extensión al acceso al agua y saneamiento El agua y el saneamiento representan un binomio indivisible en las prácticas del CISP. La realización de esquemas está siempre acompañada por campañas de higiene pública y saneamiento, lógicamente diversificadas según el contexto. En determinadas zonas rurales de los países en vías de desarrollo, tales campañas prevén también la difusión de letrinas sobre la base de estándares técnicos adecuados. A nivel general, el esfuerzo busca siempre incidir positivamente sobre los comportamientos y las prácticas higiénicas. Por ello, el CISP colabora constantemente con las autoridades responsables de la gestión de los esquemas hídricos y con las autoridades sanitarias, con el fin de evaluar concretamente la incidencia de los proyectos sobre la salud de la comunidad. En muchos casos, antes de efectuar intervenciones de infraestructura, el CISP realiza investigaciones cognoscitivas tendientes a poner de relieve las principales problemáticas sociales y culturales asociadas a la sanidad ambiental9. 2.3.3 Utilización de empresas locales, públicas y privadas para las intervenciones de infraestructura Recurrir a empresas locales responde a una doble motivación: por un lado, para realizar intervenciones en este sector que impulsa el desarrollo económico y ocupacional, valorizando así los recursos técnicos y profesionales a nivel local. Por otro lado, para aumentar el nivel de sostenibilidad técnica de las instalaciones. Las empresas que realizan los trabajos están más equipadas para posibles necesidades de intervenciones de mantenimiento en un futuro. 2.3.4 Inversión en el fortalecimiento de los principales stakeholders locales En las prácticas del CISP, la realización de infraestructuras y esquemas está siempre acompañada por acciones concretas, formativas y de capacity building, dirigidas a diferentes tipos de sujetos locales que poseen la responsabilidad de asegurar de manera continua y sostenible el acceso al agua potable para las comunidades locales. En cada contexto de referencia existe un ciclo institucional del agua compuesto por realidades de base (por ejemplo, los comités de comunidades), servicios comunitarios y municipales, instituciones públicas y sectores del gobierno. Obviamente las características de este ciclo institucional son diferentes en cada contexto, pero la atención por parte del 37 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos CISP para fortalecer las diferentes instancias de este “ciclo”, y sobre todo para integrarlas en las agendas y prioridades, es común y transversal a todas ellas, acercándose, de este modo, a las exigencias primarias de las comunidades locales. Concretamente, el CISP facilita la comunicación funcional y la colaboración entre los comités de comunidad y las oficinas gubernamentales, y entre empresas municipales e instituciones nacionales, con el fin de valorizar las sinergias operativas y estratégicas en beneficio de una mayor eficiencia y sostenibilidad del servicio. 2.3.5 “Cost Recovery” versus privatizaciones La búsqueda de sostenibilidad de los servicios y de los esquemas que abastecen el recurso agua es incompatible con su privatización, allí donde las comunidades locales tienen que asumir la ownership de los sistemas de recuperación de costos, dentro del marco de las legislaciones nacionales. En las prácticas del CISP, este principio general se traduce en actividades concretas tendientes a determinar el costo del recurso agua de manera participativa, estimulando y activando procesos de participación para la realización de estructuras comunitarias encargadas de la gestión de los servicios, con personal elegido por las mismas comunidades. La definición y aplicación del sistema de recuperación de costos no sólo es incompatible con las privatizaciones, sino que por muchos motivos representa la alternativa más creíble, ya que puede – inclusive en contextos políticos y económicos muy frágiles – permitir asegurar a lo largo del tiempo el abastecimiento del servicio bajo una óptica de sostenibilidad y no de lucro. 2.3.6 Adopción de una perspectiva de género en la identificación y gestión de los proyectos El agua y la salud del medioambiente son bienes universales, a favor de todos: hombres, mujeres, adultos, ancianos y niños. Sin embargo, la falta o la precariedad de estos bienes inciden de manera especialmente grave sobre la vida de las mujeres. Entonces, los proyectos no pueden ignorar esta realidad. El CISP apunta siempre a garantizar la máxima participación por parte de las mujeres, en las fases de identificación y gestión de los proyectos. Sólo a título de ejemplo, en muchas zonas rurales, y en ausencia de fuentes de agua cercanas a las comunidades, las mujeres se ocupan de las exigencias de abastecimiento, que a menudo hace aumentar las horas de esfuerzo de las jornadas ya caracterizadas por enormes cargas laborales. Al buscar indicadores capaces de medir los resultados obtenidos, el CISP generalmente incluye la reducción de las horas de trabajo que estos esquemas implican para las mujeres. Note: The Sphere Project was launched in 1997 by a group of humanitarian NGOs and the Red Cross and Red Crescent movement. Sphere is based on two core beliefs: first, that all possible steps should be taken to alleviate human suffering arising out of calamity and conflict, and second, that those affected by disaster have a right to life with dignity and therefore a right to assistance. Sphere is three things: a handbook, a broad process of collaboration and an expression of commitment to quality and accountability. 8 2.3.7 Importancia de la prevención y solución de conflictos Ya sea a nivel “macro” como a nivel “micro” de los contextos sociales, el agua – o su ausencia – siempre ha representado un factor potencial de conflicto. El CISP tiene presente constantemente esta realidad y presta la máxima atención a fin de que los proyectos sirvan para apoyar procesos de distensión y pacificación. En las prácticas del CISP, esto significa concretamente: la búsqueda de un equilibrio en el acceso al recurso agua entre comunidades con diferentes tradiciones lingüísticas y socioeconómicas (por ejemplo, sedentarias y nómadas, agrícolas y ganaderas); la activación de modalidades de co-gestión y promoción de acuerdos entre distintas comunidades que interactúan o pujan por un mismo territorio; la participación activa de figuras clave de las comunidades locales en la gestión del servicio. Por ejemplo, cuando las condiciones hidrogeológicas no permiten realizar pozos de igual medida en comunidades de diferente identidad, el CISP promueve acuerdos entre éstas para que la comunidad carente de pozo pueda utilizar con las mismas condiciones económicas el pozo existente en la comunidad vecina. El agua, al igual que otros recursos esenciales, es concebida como una concreta precondición para la pacificación, sobre todo en contextos donde ésta está amenazada por la escasez del recurso. Medicina de emergencia y salud materno infantil en el Tibet (China) A través de intervenciones que en su totalidad han durado diez años, en la región autónoma de Tibet (China), el CISP ha realizado acciones de apoyo a los servicios sanitarios locales en su conjunto adoptando una lógica integrada. Con el pasar del tiempo, la intervención – en sus comienzos concentrada casi exclusivamente en el desarrollo de un sistema médico de emergencia y de primeros auxilios a nivel territorial – fue abarcando acciones en apoyo de los servicios de salud materno infantiles. La medicina de emergencia fue considerada conceptualmente como el nexo entre la asistencia hospitalaria de tercer nivel y la prevención y asistencia sanitaria de base, sobre todo en el sector de la salud de las madres y los niños, que es uno de los sectores sanitarios más deficitarios. A la mejora tecnológica de los servicios sanitarios se sumaron intervenciones de apoyo a los servicios materno infantil en áreas rurales y suburbanas, ya sea a través de la formación de operadores sanitarios de base y la dotación de instrumentales básicos para los centros de salud más aislados, como a través de campañas de educación sanitaria y de información para la población. Véase el ejemplo de los estudios denominados “KAP – Knowledge, Attitude and Practice”, como así también los programas sobre el agua en Etiopía. 9 39 III. Derecho al futuro: Derechos de la infancia, los adolescentes y los jóvenes, y valorización del ambiente y los recursos naturales 3.1 Perfil sintético del enfoque del CISP Los temas de los derechos de la infancia, los adolescentes y los jóvenes, y la valorización del ambiente y los recursos naturales necesitan claramente de enfoques proyectuales y metodológicos diversificados. Pero existe un hilo conductor que los une: el derecho al futuro. Proteger y apoyar el derecho al crecimiento y al desarrollo de los niños, adolescentes y jóvenes, así como también proteger y valorizar el ambiente significa, concretamente, invertir en el futuro de una sociedad y, a nivel más amplio, del planeta. Es más, afianzar los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes significa hoy, en primer lugar, asegurarles un futuro libre de marginalización y exclusión social. Obviamente, los niños, los adolescentes y los jóvenes constituyen grupos biológica y socialmente diferenciados. El común denominador es que, tendencialmente, ninguno de estos grupos posee poder político y, por lo tanto, están expuestos al riesgo de ser marginalizados. Es a la luz de esta consideración que la Convención aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y entrada en vigor el 2 de septiembre de 1990, se refiere a todos aquellos que no han alcanzado la mayoría de edad. Los proyectos del CISP que apoyan a estos grupos asumen generalmente las siguientes prioridades: - reducción del estado de vulnerabilidad y malestar social, económico y psicológico de los niños, adolescentes y jóvenes en condiciones vulnerables; - promoción del papel de los jóvenes como motor para el desarrollo a partir de su incorporación al mercado del trabajo; - formación y conexión en red de los jóvenes y de las asociaciones de jóvenes. Las acciones del CISP están orientadas a activar medidas concretas de “law enforcement” en el campo de la tutela del menor. Esto significa activar procesos que dan forma y concretizan las convenciones internacionales ratificadas por los gobiernos. Si, por un lado, comprometerse con la ratificación de tales convenciones 41 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos es una tarea de las agencias internacionales y del sistema de las Naciones Unidas, hacer que estas convenciones no queden en la nada y encuentren una confirmación concreta en la práctica es responsabilidad de la cooperación no gubernamental. Es en este marco, para dar algunos ejemplos concretos, que el CISP realiza intervenciones en apoyo a niños y jóvenes que abandonan la escuela – inclusive apoyando económicamente a las familias –, intervenciones de recuperación psicosocial de muchachos y muchachas víctimas de explotación sexual para afirmar su dignidad y sus derechos, intervenciones de sensibilización y capacitación de las instituciones policiales y judiciales para evitar que los niños de la calle sean tratados como si fueran peligrosos criminales y afirmar así el valor social de la prevención frente a la inútil y ciega represión. El CISP identifica entre sus prioridades la sensibilización y la información de la opinión pública sobre los derechos de los menores, con el convencimiento de que la efectiva afirmación de éstos depende ampliamente del compromiso de las instituciones y de la sociedad civil. Partiendo de estas premisas, el CISP realiza intervenciones de sensibilización, información y educación también en Italia. El empeño del CISP sobre el tema ambiental se inspira en una visión no meramente “proteccionista” de los recursos naturales, ya que éstos son identificados como oportunidades concretas para ser valorizados a favor de las comunidades locales y las generaciones futuras. A partir de esta perspectiva el CISP ha dado prioridad a acciones en los siguientes ámbitos: - turismo sostenible; - gestión de riesgos, prevención y mitigación de desastres; - administración de áreas protegidas; - desarrollo de actividades productivas basadas en los recursos naturales. Concretamente en este sector, el CISP se ha caracterizado por algunos puntos de fuerza sintetizados de la siguiente manera: - afirmación de un vínculo significativo entre el aumento de las oportunidades de ingreso de las comunidades locales y la protección y valorización de la biodiversidad y de los recursos ambientales; - integración de la comunidad y los sectores sociales excluidos del desarrollo económico en los sistemas económicos activados a partir de la valorización de los ecosistemas, con un especial énfasis en los parques naturales. Pertenece, también, a este sector la experiencia del CISP en el campo de la prevención y mitigación de desastres, en donde se ha consolidado un enfoque basado en la gestión local del riesgo. Partiendo de la experiencia del CISP en este sector es posible extrapolar objetivos, significados y valores de carácter general que califican las acciones de la asociación. Entre éstos se destacan: - la necesidad de preservar los recursos naturales y los ecosistemas, identificando oportunidades concretas para su valorización a beneficio de las comunidades locales; - la inclusión de grupos económicamente más débiles en las dinámicas económicas activadas por la valorización de los recursos ambientales, en especial a través de la creación de áreas protegidas; - el incremento de la participación comunitaria con el fin de identificar y mitigar los factores de vulnerabilidad, con un enfoque efectivo de empowerment de las comunidades; - la incorporación de la gestión de riesgos en cada actividad relacionada con la gestión del territorio; - el fortalecimiento de la coordinación interinstitucional como un eje operativo y estratégico para incidir en la definición de las políticas públicas. 3.2 Prioridades operativas y metodológicas en el sector de la afirmación de los derechos de la infancia, los adolescentes y los jóvenes 3.2.1 Centralidad de la dimensión cultural En la fase de identificación y formulación de los proyectos, el CISP confiere especial atención al análisis de las dinámicas sociales y culturales que prevalecen en los diferentes contextos. El objetivo de dicho análisis es identificar, ya sea tanto los obstáculos a sortear para afirmar los derechos negados (entre los cuales, el derecho a la instrucción de niñas y muchachas) así como también los “actores clave” a ser involucrados activamente en procesos que apuntan a modificar actitudes y comportamientos socialmente difundidos. Por ejemplo, es en este marco que las campañas de sensibilización en contra de las mutilaciones genitales que afectan a las niñas se realizan en colaboración con líderes religiosos y civiles dotados de una reconocida autoridad. 3.2.2 Búsqueda de conexiones concretas entre experiencias de proyectación y cambios político-legislativos El CISP intenta conjugar la relación de proyectos específicos con la promoción de políticas públicas a favor de los niños, los adolescentes y los jóvenes. Allí donde existe un vacío legal, esta conexión puede llevar a la aprobación de nuevas leyes. Generalmente las intervenciones del CISP apuntan a reforzar la asunción de responsabilidades hacia la tutela de la infancia por parte de instituciones competentes, encargadas de hacer operativos los tratados internacionales que muchas veces son ignorados. 43 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 3.2.3 Vía preferencial para intervenciones integradas en beneficio de madres, familias y comunidades En muchos casos concretos, el obstáculo principal para la consolidación de los derechos de la infancia es la pobreza del contexto social y familiar en donde los niños residen. Es por esto que las iniciativas del CISP se orientan a favorecer el desarrollo de actividades generadoras de ingreso en apoyo a las familias de las comunidades locales. Especial atención se da al apoyo socioeconómico de las madres que, dondequiera, poseen la función de ocuparse de la tutela y la educación de las niñas y niños. 3.2.4 Vía preferencial para el acceso a la instrucción El CISP confiere una prioridad absoluta a la educación y a la escolaridad. En contextos en donde amplios sectores de la población son excluidos del sistema escolástico, según los niveles de marginalidad y pobreza, el CISP promueve intervenciones innovadoras, siempre a través de la colaboración con los partners locales, sean éstos públicos o privados. Un ejemplo de esta intervención es la activación de escuelas territoriales reconocidas o escuelas para niños nómadas, guiada por la lógica según la cual “donde los niños no logran ir a la escuela es necesario crear escuelas que vayan hacia los niños”. 3.2.5 Lucha contra la explotación sexual y comercial de la infancia y la adolescencia Para el CISP, luchar contra la explotación sexual y comercial de las niñas, niños y adolescentes significa, ante todo, proponerles concretas vías de solución y liberación, activando mecanismos de tutela psicosocial y sanitaria y previendo programas de educación, capacitación profesional e ingreso al mundo del trabajo. En los proyectos del CISP es esencial el tema de la sensibilización comunitaria y de la efectiva participación de las instituciones, que son estimuladas y llamadas a asumir una plena responsabilidad sobre la tutela de los derechos, así como también a reprimir a quien alimenta dicha explotación. 3.2.6 Acceso a la formación Desde hace más de diez años el CISP asegura el acceso de jóvenes europeos y de diferentes países en vías de desarrollo a una alta formación en el ámbito de la cooperación internacional, asegurando programas profesionales en organizaciones no gubernamentales, en agencias de las Naciones Unidas y en estructuras gubernamentales. Este resultado se debe a la participación, junto a otras dos ONGs, en la gestión de la Maestría en Cooperación Internacional en la Universidad de Pavía, que actualmente forma parte del programa del CDS (Centre for Development Studies) del IUSS (Istituto Universitario di Studi Superiori) de Pavía. A partir de esta experiencia, siempre a través de la colaboración con otras ONGs y la Universidad de Pavía, el CISP participa en la gestión de maestrías internacionales incluso en otros países como Palestina (Belén) y Colombia (Cartagena). 3.2.7 Afirmación del derecho a ser escuchado y a la “auto-representación” En la práctica del CISP, los proyectos que tutelan los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes prevén la activación de canales de diálogo e interacción entre estos sujetos y las sociedades en las que viven. Entre los derechos a ser consolidados se encuentra el derecho a ser escuchado, a poder expresarse y manifestar sus propias necesidades. Reviste especial importancia el dar a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, en particular a aquellos que viven en condiciones de fuerte vulnerabilidad social, la oportunidad de “auto-representarse”, inclusive por medio de instrumentos artísticos y creativos. Una sociedad abierta a las necesidades y a los derechos de los sujetos más desprotegidos es también una sociedad dispuesta y capaz de aprender de ellos, identificados ya no como pasivos beneficiarios de asistencia, sino como protagonistas activos de la construcción de su propio presente y futuro. 3.2.8 Activación de sinergias entre las instituciones y el sector privado para la ocupación juvenil En el marco de los proyectos orientados a favorecer el desarrollo de oportunidades económicas y laborales, el CISP confiere especial prioridad al impulso de planes para la ocupación juvenil, ya sea participando en la definición de policies como en la activación de colaboraciones entre empresas privadas, gobiernos, sistemas crediticios para la creación de planes de crédito, formación profesional e inserción en el mercado del trabajo. 3.2.9 Centralidad de la sensibilización de la opinión pública europea sobre el tema de los derechos de la infancia, la adolescencia y los jóvenes en Europa y en el resto del mundo El CISP hace del argumento de los derechos de la infancia, la adolescencia y los jóvenes un ámbito prioritario de su actividad de sensibilización y educación para el desarrollo. De manera particular, dichas acciones están dirigidas a dos objetivos principales. Por un lado, activar formas concretas de solidaridad en Europa hacia situaciones y ámbitos sociales en donde se está en presencia de violación sistemática de tales derechos y donde el acceso a la instrucción, a la atención sanitaria, al crecimiento libre de todo tipo de explotación están claramente amenazados. Por otro lado, las acciones del CISP en Europa apuntan a crear canales de diálogo y de intercambio entre países europeos y países terceros con el fin de focalizar las buenas prácticas y las políticas sociales para la inclusión social de los niños, adolescentes y jóvenes con condiciones difíciles. La negación de los derechos de la infancia, la adolescencia y los jóvenes a menudo se manifiesta inclusive en países europeos que podrían beneficiarse ampliamente de las experiencias prácticas experimentadas con éxito en otros contextos sociales y culturales. 3.3 Prioridades operativas y metodológicas en el sector de la valorización del ambiente y los recursos naturales 3.3.1 Desarrollo del mercado turístico e inclusión de las comunidades locales y valorización económica del ambiente Los proyectos y las acciones del CISP apuntan a favorecer la inclusión de las comunidades locales en el mercado turístico (con especial énfasis en los pescadores artesanales). El CISP apunta a orientar sus acciones hacia un incremento y una estabilización del ingreso, hacia la disminución de la presión antrópica sobre el territorio, la valorización de los recursos naturales y las culturas locales. El CISP apunta también al desarrollo de la economía rural promoviendo microempresas que no dañen el ambiente. 45 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 3.3.2 Recuperación y valorización de los sistemas indígenas tradicionales de gestión ambiental Concretamente, las acciones del CISP apuntan a alcanzar los siguientes resultados generales: recuperación y protección de los bosques primarios; disminución de los fenómenos degradantes y erosivos en las cuencas hidrográficas; mejora de la calidad de vida de las comunidades indígenas; valorización de las técnicas de medicina tradicional; mayor integración de las comunidades indígenas; aplicación de las constituciones nacionales en relación a las minorías étnicas y comunidades indígenas. 3.3.3 Formación de “policies” y enfoques locales para la administración del riesgo ambiental Concretamente, este enfoque ha contribuido a la disminución del nivel de vulnerabilidad de las poblaciones locales más pobres, a la inclusión de planes de gestión de riesgo en los programas de desarrollo local, al fortalecimiento comunitario y al desarrollo de la capacidad organizativa frente a catástrofes naturales. Otros resultados generales perseguidos se refieren a la actualización de las leyes nacionales sobre la temática, la disminución del número de víctimas en caso de catástrofes naturales, la mayor cohesión y participación comunitaria, la reducción del nivel de vulnerabilidad social y económica, la mejora de los planes de ordenamiento territorial. 3.3.4 Activación de sistemas sostenibles y eficaces para la eliminación de residuos Ya sea en contextos urbanos como rurales, la falta de sistemas sostenibles para la eliminación de residuos a nivel ambiental representa una verdadera amenaza para el estado de salud de la población. Es por esto que el CISP otorga una concreta prioridad a este tema colaborando con agencias municipales y fortaleciendo sus capacidades técnicas y logísticas de intervención. También promueve sistemas de recolección y eliminación sostenibles adaptados a los diferentes contextos. Este compromiso abarca también contextos, como aquellos en donde residen comunidades de refugiados, que por su naturaleza se encuentran particularmente expuestos a riesgos sanitarios asociados a grandes concentraciones de residuos en territorios reducidos. Balance a más de diez años del comienzo de la Maestría de Pavía La Maestría de Pavía sobre Cooperación Internacional, actualmente inscripta en el CDS (Centre for Development Studies) del IUSS (Istituto Universitario di Studi Superiori) de Pavía, nacida en 1997 a partir de la colaboración entre el CISP, otras dos ONGs (COOPI y VIS) y la Universidad de Pavía puede ser considerada, sin lugar a dudas, una experiencia exitosa. En síntesis, algunos indicadores lo demuestran: los recibidos son más de 300; cada año se ofrece el doble de pasantías con respecto al número de alumnos (30-35), índice de un gran interés por parte de las instituciones externas a la Maestría; el número de solicitudes de inscripción se mantiene considerable, no obstante la presencia en el territorio nacional de una oferta formativa mucho mayor con respecto a los primeros años; se registra un promedio de recibidos cercano al 90% que encuentran una ocupación; hoy en día muchos ex-estudiantes de los primeros años desempeñan cargos de responsabilidad en ONGs, organismos internacionales y universidades. La Maestría de Pavía, dirigida a jóvenes de todo el mundo, propone algunas características generales sintetizadas de la siguiente manera: Ante todo, la plena participación, desde el comienzo, de tres operadores del sector de la cooperación internacional, las tres ONGs que forman parte a todos los efectos del Comité Científico. Estas entidades participan de la planificación estratégica, de la didáctica, de la selección de los estudiantes y, en síntesis, han aportado algo de su propia “cultura” al interior de la universidad. Un segundo factor representa la organización del currículum didáctico que prevé un gran intercambio entre disciplinas, métodos y sujetos. Un tercer factor importante está representado por una gran apertura hacia docentes internacionales, hacia otras universidades e instituciones científicas, favoreciendo así una periódica actualización didáctica y cultural. Debe destacarse la habilidad de la Maestría de Pavía en inspirar colaboraciones finalizadas a la creación de otras maestrías análogas en otros países, en el marco de acuerdos de cooperación para el desarrollo. En 2003 se registró el nacimiento del “Master Program in Internacional Cooperation for Development” (ELACID) en Colombia, en la ciudad de Cartagena, en colaboración con la Universidad de San Buenaventura, y en 2005 del Master Program in Internacional Cooperation and Development” (MICAD) con la Universidad de Belén, en Palestina. 47 IV. Derecho a la ayuda humanitaria: emergencia y reconstrucción 4.1 Perfil sintético del enfoque del CISP Para el CISP las intervenciones humanitarias y de reconstrucción representan instrumentos concretos finalizados a salvar vidas humanas. Entre sus funciones se encuentra aquélla de traducir en la práctica el derecho humanitario internacional, siguiendo lo establecido a partir de la primera Convención de Ginebra de 1864, de las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949 y los sucesivos dos protocolos adicionales de la Haya de 1977. La defensa y promoción de la integridad psicofísica y de la dignidad de las personas y de las comunidades representan los valores inspiradores de las prácticas del CISP en este sector. Generalmente las intervenciones de emergencia y reconstrucción del CISP constituyen la asistencia a la población a través del suministro de bienes de primera necesidad, productos alimentarios, productos higiénicos, indumentaria, y la reconstrucción de infraestructuras de base como viviendas, servicios higiénicos, acueductos y cloacas, centros sanitarios, entre otros. De todos modos, tal asistencia tiene siempre en cuenta el hecho de que, inclusive en contextos de extrema emergencia, los protagonistas principales de las operaciones de socorro son las comunidades y los actores locales, que el CISP apoya en el esfuerzo por limitar y prevenir la extensión y el agravarse de las crisis, y en el esfuerzo por dar inicio a la reconstrucción. Es posible distinguir, al menos, tres ámbitos diferentes en los cuales el CISP realiza intervenciones de emergencia y reconstrucción: - emergencias agudas causadas por catástrofes o calamidades como terremotos, maremotos, inundaciones y epidemias; - emergencias generadas por el hombre en situaciones de guerra entre países y de guerra civil en contextos caracterizados por violencia generalizada; - emergencias crónicas alimentadas por situaciones sociales y políticas que perduran desde hace muchos años (por ejemplo, la emergencia de los refugiados Saharaui, que se remonta a 1975) o por factores estructurales de fragilidad económica y social, que periódicamente exponen al riesgo de carestías a ciertas áreas y comunidades. La realización de intervenciones de emergencia y reconstrucción por parte del CISP está generalmente orientada al perseguimiento de cuatro finalidades generales: evitar ulteriores pérdidas de vidas humanas entre la población sobreviviente; 49 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos favorecer el regreso a una vida normal lo más pronto posible; promover procesos de rehabilitación y reconstrucción; favorecer procesos de distensión y pacificación. En las prácticas del CISP la búsqueda de un nexo concreto y efectivo entre la gestión de la emergencia, el inicio de la rehabilitación y la promoción del desarrollo asume una especial importancia. Tal nexo no es asumido por el CISP sólo en términos diacrónicos, vale decir, considerando los tres ámbitos como sucesiones temporales, sino también en términos sincrónicos. Aún en contextos de emergencia se adoptan, por lo tanto, metodologías y estrategias proyectuales coherentes con la finalidad del desarrollo. Concretamente, esto significa comprometerse en favorecer el protagonismo de las comunidades locales desde la fase de rescate, evitando así el riesgo de que la gestión de la emergencia termine por debilitar – en vez de fortalecer – los tejidos sociales, ya de por sí dañados. 4.2.4 Coordinación de la ayuda La adopción de mecanismos adecuados de coordinación con todos los sujetos involucrados y activos en la asistencia humanitaria y en la reconstrucción es indispensable para asegurar la eficiencia y la eficacia de las intervenciones, evitando superposiciones, dispersión y mala utilización de la ayuda, así como también para prevenir la aparición de tensiones y conflictos entre la población en caso de distribuciones y ayudas brindadas de manera desequilibrada y desigual entre la población necesitada. A este propósito, en todas las intervenciones de emergencia, el CISP se coordina debidamente con las demás organizaciones y agencias involucradas en las ayudas: autoridades locales – ya sea a nivel central como periférico –, agencias de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y asociaciones locales. En algunos casos el CISP, junto a otras ONGs y entidades, ha sido el promotor de la formación de redes específicas para la gestión coordinada de las intervenciones. 4.2 Prioridades operativas y metodológicas en el sector de la emergencia y la reconstrucción 4.2.5 Seguridad del staff Para el CISP el tema de la seguridad de sus operadores (locales e internacionales) de los proyectos de emergencia es de fundamental importancia. Como es sabido, a menudo, en dichos contextos existen grandes riesgos para la integridad física del staff, que pueden deberse a la repetición de los eventos naturales que han determinado la catástrofe o la reanudación y recrudecimiento de los conflictos. En todos los países donde actúa, el CISP adopta un código de seguridad que establece los procedimientos y las modalidades operativas a ser utilizadas y se empeña, también en este caso, en la máxima coordinación entre los sujetos – locales e internacionales – que actúan en la misma área. 4.2.1 Conferir prioridad a los sectores más débiles y vulnerables de la población Una prioridad estratégica está representada por el papel central conferido a la asistencia para los sectores más débiles y vulnerables, entre los cuales se encuentran los niños, los ancianos y otros grupos vulnerables debido a especiales situaciones sociales, económicas y ambientales. El CISP reconoce que las emergencias tienden a agravar situaciones de desigualdad presentes y se empeña en asegurar que los beneficios de la asistencia humanitaria se dirijan, en primer lugar, a los sectores de la población con mayores necesidades. 4.2.2 Apoyo y fortalecimiento del “capital social” y de los stakeolders locales Uno de los criterios que califican el accionar del CISP – sobre todo en la óptica de la promoción del nexo entre emergencia, rehabilitación y desarrollo – es el apoyo y el fortalecimiento del “capital social”, vale decir, de las relaciones entre grupos e individuos con el fin de alcanzar objetivos compartidos. Concretamente, esta acción se traduce en la activación de relaciones de colaboración entre diferentes sujetos activos en un mismo territorio, como instituciones públicas, asociaciones y empresas privadas. Además, las intervenciones del CISP están siempre acompañadas por acciones formativas y de capacity building dirigidas a los diferentes tipos de sujetos locales que poseen la responsabilidad de restablecer y asegurar de modo continuo y sostenible los servicios esenciales para la población. 4.2.3 Adopción de una perspectiva de género En contextos caracterizados por una desigualdad de género, las emergencias tienden a agravarse y exasperar las barreras del acceso a los servicios y a los recursos para las mujeres. Es por esto que el CISP asume la perspectiva de género como un eje central en la definición de las intervenciones humanitarias. Concretamente esto se traduce en un empeño en dos direcciones. Por un lado, asegurar que la identificación de las necesidades tenga en cuenta, de modo prioritario, las exigencias de la población femenina y, por otro, favorecer el protagonismo de las mujeres en la gestión del socorro y en los servicios rehabilitados. Intervenciones de emergencia y reconstrucción en Líbano luego del conflicto israelo-libanés de julio/agosto de 2006 Gracias a una presencia de más de diez años en el país, el CISP ha intervenido en Líbano durante el trágico verano de 2006, a través de acciones de asistencia inmediata a las poblaciones desplazadas. Inmediatamente después del alto el fuego, en las zonas afectadas, el CISP ha realizado intervenciones de higiene ambiental, abastecimiento hídrico y de carburante y otras acciones de limpieza y desinfectación, acompañadas de campañas de información y educación sanitaria. Un partner privilegiado de tales intervenciones ha sido la Cruz Roja Libanesa, con la cual se continúan desarrollando intervenciones de rehabilitación de infraestructura de base. Al mismo tiempo, el CISP promueve intervenciones de formación y capacity building de la Cruz Roja Libanesa, a la luz de la función esencial que ésta desempeña en la asistencia humanitaria y social en un país crónicamente expuesto a emergencias. 51 V. Apoyo a las políticas públicas para la cohesión social y a la sociedad civil 5.1 Perfil sintético del enfoque del CISP En este ámbito, la acción del CISP parte del convencimiento de que las administraciones públicas y las comunidades locales son las principales responsables del desarrollo de sus territorios de referencia. La cooperación internacional puede intervenir en apoyo de las políticas públicas, contribuyendo a su mejora y ampliación en términos de cobertura, igualdad y accesibilidad a los servicios prestados. De hecho, muchas veces, la pobreza y la exclusión no se manifiestan de forma homogénea en un contexto determinado y, más bien, son el efecto de profundas desigualdades entre individuos y grupos sociales. Es evidente que, inclusive en países considerados ricos sobre la base de su Producto Interno Bruto (PIB), entre los que se encuentran también las sociedades europeas y norteamericana, existen graves situaciones de pobreza y de exclusión social. Del mismo modo, es también evidente que en países que presentan indicadores macroeconómicos que demuestran una situación global de pobreza, existen grupos sociales favorecidos y ricos que a menudo representan una elite que coincide con la clase política o influencia directamente las políticas públicas expresadas por ésta. Desde un punto de vista general, estas consideraciones se pueden referir a varios países del mundo, en los cinco continentes. Sin embargo Latinoamérica, frente de una mejora a nivel regional en términos de crecimiento del PIB (5%), sigue siendo la región con el índice más alto de desigualdad en el mundo: el 10% más rico de la población posee el 48% de la riqueza total, y el 10% más pobre el 1,6%10. No es llamativo, entonces, que el tema de la cohesión social haya sido declarado prioritario en el vértice de jefes de Estado y de Gobiernos de Latinoamérica y de la Unión Europea, llevado a cabo en Guadalajara (México) en 2004. Esta posición común fue ratificada en los sucesivos vértices de Viena 2006 y Lima 2008. Es a la luz de esta realidad que, en la praxis del CISP, la orientación explícita de los proyectos hacia el apoyo a las políticas públicas que contribuyen al objetivo de lograr mayores niveles de cohesión social, está especialmente acentuada en esta macroregión, si bien también en otras áreas las intervenciones del CISP apuntan a reducir las desigualdades y a promover los derechos negados. 53 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Es necesario remarcar que, también para el CISP – como para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)11 – el concepto de cohesión social no es unívoco. Por lo contrario, se trata de un concepto tan complejo y articulado que se configura como un conjunto de precondiciones para el éxito de cualquier estrategia de desarrollo. Entre ellas, las más significativas son la existencia de mecanismos de diálogo y concertación entre asociaciones, comunidades e instituciones, la existencia de mecanismos de mediación de los conflictos aceptados por las partes, la coordinación interinstitucional y la articulación intersectorial. Para agregar, la perspectiva de la cohesión social incluye la igualdad intra-generacional e intergeneracional (dimensiones que pertenecen al concepto de desarrollo sostenible) e inclusión social. La diferencia entre inclusión social y cohesión social reside en el hecho de que la segunda incluye la “disposición” y el comportamiento de todos los actores que actúan en la sociedad. En este sentido, la cohesión social se puede también definir como la dialéctica entre mecanismos institucionales de inclusión y exclusión social y las respuestas, percepciones y los comportamientos de la ciudadanía frente al modo en el cual éstos actúan12. La idea de cohesión social se opone a la falta o pérdida de legitimidad y capacidad de gobernar, según las reglas de una democracia participativa verdadera, por parte de los estados nacionales que no logran contrastar el aumento de la desigualdad, el surgimiento de identidades “inventadas” para defender los privilegios de territorios especialmente ricos, la excesiva racionalización económica y la tendencia al individualismo extremo (individual y/o de grupo corporativo), el vaciamiento del concepto de bien común13. Al mismo tiempo, es necesario reafirmar procesos de asunción de responsabilidades y participación activa de la ciudadanía, de manera que ésta pueda ejercitar una presión eficaz sobre las administraciones públicas para la mejora e incremento de políticas sociales sostenibles, pero también para promover comportamientos éticos por parte de todos los sectores privados de la sociedad. La cohesión social es un medio y un fin al mismo tiempo. Como fin es – mejor dicho, debería ser – un objetivo primario de las políticas públicas, en la medida en que éstas están dirigidas a hacer percibir a todos los habitantes de un estado nacional que ellos son parte activa de la sociedad, que contribuyen al progreso y que se benefician de éste. Al mismo tiempo, la cohesión social es también el medio para construir un ambiente que favorezca el crecimiento económico, facilitado por las inversiones atraídas por un clima de confianza y por la existencia de reglas claras y respetadas por todos. La cohesión social facilita la negociación y el consenso por parte de todos los actores sobre la base de un contrato social que vincule a todos a derechos y deberes específicos, enfatizando la solidaridad de quien sí tiene acceso al bienestar hacia los grupos excluidos y/o vulnerables, a los cuales tal acceso les es negado. Para el CISP, la cohesión social significa esencialmente la promoción de los derechos humanos de los grupos vulnerables y menos protegidos, la ampliación del acceso a los derechos fundamentales, la promoción de la gobernabilidad a través de las organizaciones y la participación de las comunidades de base, la reducción progresiva de la desigualdad social y la promoción del equilibrio en la distribución de las oportunidades entre los individuos. Además de haber identificado el tema como un objetivo transversal al conjunto de los proyectos, el CISP ha comenzado y promovido importantes iniciativas completamente concentradas en la cohesión social, incluso participando de redes internacionales entre gobiernos, entidades de la sociedad civil e instituciones supranacionales que tienen la función de focalizar en policies sectoriales – en especial en el sector de la educación – orientadas hacia el objetivo de reducir las desigualdades y prevenir el incremento de fenómenos de exclusión social. El CISP se presenta como un sujeto activo en apoyo de la articulación institucional en territorios específicos para promover procesos de desarrollo inclusivo, a través de la definición de estrategias locales de cohesión social. Los proyectos que el CISP desarrolla apuntan al fortalecimiento de las capacidades locales para definir y accionar estrategias de desarrollo territorial. El empeño del CISP para el fortalecimiento de los niveles de cohesión social se inspira en las siguientes finalidades generales: - apoyo a los derechos, a la dignidad y a la identidad cultural de los pueblos indígenas y de los grupos menos favorecidos; - promoción de la participación comunitaria para incidir en los procesos de transformación social; - fortalecimiento de la participación comunitaria desde una óptica del empowerment comunitario en diferentes ámbitos; - adopción de un enfoque general para el desarrollo que tiene en consideración la necesidad de preservar los recursos naturales y el ecosistema, no desde una perspectiva meramente “proteccionista” sino identificando en estos recursos oportunidades para las comunidades locales; - inclusión de los grupos económicamente más débiles en las dinámicas económicas activadas por la valorización de los recursos naturales. Al mismo tiempo, el CISP promueve concretamente el protagonismo de las expresiones organizadas en las sociedades civiles en el ámbito de las estrategias de lucha contra la exclusión social. En este marco, para el CISP, el tema del fortalecimiento asociativo asume una prioridad especial. El “asociacionismo” es un ámbito sumamente diferenciado y articulado en su interior. 55 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos En el caso del CISP, la atención está dirigida prioritariamente hacia asociaciones sin fines de lucro que realizan iniciativas en tutela de grupos vulnerables. En los últimos diez años, el CISP ha realizado numerosos proyectos dirigidos específicamente al fortalecimiento y a la capacity building de organizaciones y entidades del sector “privado social”, ya sea en Italia como en países terceros. En algunos casos, el CISP se presenta como agente formativo y de asistencia técnica para permitir a las asociaciones mejorar los niveles de eficacia y eficiencia de sus acciones. En este marco, se le da una especial atención al fortalecimiento de la capacidad para monitorear y evaluar las iniciativas y los servicios activos, con el fin de mejorar los estándares cualitativos. En Italia, las asociaciones a las cuales el CISP se dirige están generalmente empeñadas en la acogida y la asistencia de las poblaciones migrantes. En este caso, las prioridades operativas del CISP están representadas por el fortalecimiento de las capacidades de programación y formulación de proyectos de las asociaciones de la sociedad civil, por el fortalecimiento de redes de colaboración en apoyo a intereses y derechos negados y por el desarrollo de realidades asociativas que brindan servicios esenciales para la población. A través de la realización de proyectos que entran en las categorías anteriormente indicadas, el CISP ha realizado y puesto a disposición instrumentos prácticos de auto-formación y actualización para los cuadros y los operadores de las asociaciones, y ha activado también relaciones de colaboración con entidades representativas de la sociedad civil, ya sea en Europa como en países africanos, latinoamericanos y del Medio Oriente. 5.2 Cohesión social: prioridades operativas y metodológicas 5.2.1 Coordinación interinstitucional y articulación intersectorial La coordinación interinstitucional es un eje operativo prioritario para la ejecución de proyectos. Concretamente, representa la búsqueda de una complementariedad efectiva entre los proyectos y las acciones gubernamentales, con el objetivo de evitar superposiciones y, al mismo tiempo, de incidir en la definición de políticas públicas. El CISP favorece la activación de redes de trabajo local e internacional. Especialmente en las acciones desarrolladas en Latinoamérica, el CISP siempre ha adoptado un enfoque estratégico y metodológico que, si bien se adapta a contextos diferentes, ha apuntado a activar mecanismos capaces de favorecer la cohesión social. Este objetivo ha sido perseguido a través del involucramiento y la coordinación entre las diferentes instancias institucionales, nacionales, locales y de asociaciones de base con el fin de coordinar las intervenciones a través de una lógica inclusiva. La articulación intersectorial es esencial para la realización de procesos de desarrollo integrales e integrados dirigidos a mejorar los niveles de cohesión social. De este modo, la articulación intersectorial – requerida por un número de actores locales siempre mayor – se transforma en una dimensión intrínseca de las intervenciones de desarrollo que, en ciertos casos, puede mejorar el impacto de las acciones realizadas. 5.2.2 Llamado a la responsabilidad de las instituciones públicas y a la mejora de sus capacidades La orientación de los proyectos, incluso aquéllos de carácter humanitario, apunta a favorecer la asunción de responsabilidades por parte de instancias gubernamentales nacionales y locales, evitando así el riesgo de traducir las intervenciones de la sociedad civil en factores de des-responsabilización por parte de las instituciones. Al mismo tiempo, a través del intercambio de experiencias y del análisis de las buenas prácticas en diversos ámbitos sectoriales, se promueve el enriquecimiento del patrimonio cognitivo, necesario para el desarrollo de políticas públicas dirigidas al incremento de los niveles de cohesión social. 5.2.3 Acceso y derechos El enfoque operativo adoptado pretende facilitar a la población el acceso concreto a los derechos humanos, incluyendo el derecho a la vivienda, a la salud, a la educación, a la alimentación, al agua y a la justicia. 5.2.4 Participación comunitaria La promoción de la participación comunitaria se asume como esencial para incidir en los procesos de transformación social. Por consiguiente, no se trata sólo de un aspecto metodológico, sino de una verdadera elección estratégica. 5.2.5 Adopción de un enfoque inclusivo, diversificado y apto para las condiciones locales El apoyo a la valorización de las culturas indígenas locales apunta a favorecer un desarrollo inclusivo y abierto al pluralismo cultural y al respeto por la diversidad. La diversificación de las estrategias de intervención, dependiendo de las características socioculturales locales – un aspecto metodológico que el CISP desea sistematizar y desarrollar a mediano plazo – responde a la necesidad de crear un espacio para el desarrollo con identidad de las culturas autóctonas. Vale decir, además de responder al imperativo ético de la autodeterminación de los pueblos, este enfoque es funcional al logro de las intervenciones, en cuanto son innumerables los casos de fracaso de acciones realizadas sin tener en cuenta las características peculiares de los grupos humanos indígenas quienes, en muchos casos, viven en ambientes naturales extremamente frágiles. 5.3 Prioridades operativas y metodológicas para el fortalecimiento del asociacionismo 5.3.1 Análisis del rol y de los intereses representados por las asociaciones Para el CISP apoyar a una realidad asociativa, en Italia o en los países terceros, no es un objetivo en sí mismo, sino adquiere valor y significado a la luz de los intereses y las necesidades concretas que tal realidad representa. Es por esto que, previamente a cada proyecto, se realiza un trabajo de análisis en tren de focalizar la función desempeñada por las asociaciones que se intenta apoyar en sus propios contextos de referencia. Acto seguido, el CISP inicia generalmente un profundo análisis de las necesidades formativas junto a las asociaciones mismas, con el fin de identificar las áreas críticas en donde intervenir. 57 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 5.3.2 Relación entre asociacionismo y participación democrática El CISP apunta al fortalecimiento de sistemas de trabajo y acción social de tipo participativo al interior de las realidades asociativas con las cuales entra en contacto. Por ejemplo, concretamente, el CISP apoya la adquisición de metodologías que favorezcan la participación de sus propios miembros en la vida asociativa. 5.3.3 Focus sobre el monitoreo y la evaluación como instrumentos para el fortalecimiento de la “accountability” en relación a los beneficiarios y de la eficiencia de las intervenciones Este aspecto es especialmente significativo ya que para el CISP los “principales beneficiarios” de las intervenciones en apoyo de las asociaciones son siempre los ciudadanos y la comunidad local a la cual estas asociaciones se dirigen y/o representan. Fortalecer la capacidad de las asociaciones para monitorear y evaluar sus propias intervenciones significa también hacer más transparentes tales asociaciones en relación a la opinión pública y a los usuarios de los servicios por ellas brindados. 5.3.4 Desarrollo de sinergias positivas entre el sector público y el sector privado social Las sociedades civiles, tanto en el “Norte” como en el “Sur”, disponen de recursos humanos y culturales que pueden y deben ser valorizados para la afirmación concreta de derechos individuales y colectivos. Tales recursos son reconocidos, apoyados y alentados. Las acciones en beneficio de la inserción laboral de los ciudadanos inmigrantes realizadas por asociaciones radicadas en Europa, y las acciones en beneficio de los niños de la calle realizadas por asociaciones locales africanas y latinoamericanas, tienen en común la participación de personas que a menudo se encuentran muy motivadas y calificadas, con un bajo nivel de burocratización, con un fuerte contacto con las necesidades de la gente, con un costo casi siempre mucho más bajo respecto de otras intervenciones públicas análogas. Esto no significa que las intervenciones públicas deban ser desalentadas sino que, al desafío de la sostenibilidad, se puede dar respuesta también reivindicándole a las asociaciones no gubernamentales un rol nuevo y más significativo, junto a quien tiene vitales e irrenunciables necesidades y derechos a ser afirmados. A la luz de estas consideraciones, los proyectos del CISP apuntan a reforzar las interacciones entre los sistemas públicos y el asociacionismo que desempeña funciones socialmente útiles. Notas: 10 Nana Corossacz (Dep. Internacional CGIL) Italia – Latinoamérica y el Caribe. Trabajo, Sindicato y Solidaridad, Informe preliminar, IILA, 28 de septiembre de 2007. 11 CEPAL, Cohesión social: inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe, enero 2007. 12 Son muchos los intentos de definición de este concepto. Una de estas definiciones es la acuñada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “La suma del conjunto de las externalidades positivas que genera el capital social, más la suma de los factores que promueven el equilibrio en la distribución de oportunidades entre los individuos”. Otra definición es la elaborada en el ámbito del programa EUROsociAL: “La cohesión social es un atributo de las sociedades que implica la igualdad de las posibilidades que permiten que la población pueda ejercitar sus propios derechos fundamentales y asegurar su propio bienestar, sin ningún tipo de discriminación y tomando en cuenta la diversidad. Desde una perspectiva individual, la cohesión social presupone que las personas se sientan parte de una comunidad, participen activamente y sean capaces de ejercitar una ciudadanía activa. La cohesión social también implica el desarrollo de políticas públicas y mecanismos de solidaridad entre individuos, grupos y generaciones” (EUROsociAL, Marco conceptual. 2 de mayo de 2007). Coherentemente con lo antedicho, no se menciona aquí “la” definición de cohesión social, en cuanto todas las definiciones son necesariamente limitadas y corren el riesgo de volver excesivamente rígidos los conceptos que luego serán efectivamente traducidos en operaciones. 13 Véase “The tragedy of the commons”, Garrett Hardin, Science, 162, 1968. 5.3.5 Desarrollo del asociacionismo y educación para el desarrollo Educar para la solidaridad y sensibilizar a la diversidad constituyen ámbitos de acción funcionales para la mejora de la cohesión social. El CISP asume la educación y la sensibilización para el desarrollo en Europa como una prioridad estratégica significativa ya que identifica en ella un instrumento concreto para reforzar el consenso de las sociedades europeas en relación a estrategias globales orientadas a luchar contra las desigualdades y afirmar derechos negados en los países pobres pero también en las sociedades del “Norte”. Una de las finalidades de los proyectos de sensibilización y educación para el desarrollo europeo del CISP es el fortalecimiento de asociaciones locales, radicadas en sus ámbitos territoriales, que puedan favorecer nexos sólidos de colaboración entre sus realidades locales y análogas realidades de los países africanos, latinoamericanos, asiáticos, del Medio Oriente y de Europa del Este. En otras palabras, para el CISP la educación para el desarrollo es también un instrumento concreto para “construir puentes”, acercar culturas y sociedades, iniciar procesos concretos de conocimiento recíproco y efectiva solidaridad. Junto a estas asociaciones, el CISP apunta además a difundir el conocimiento, a partir de los programas realizados en los países terceros, de los contenidos, los resultados obtenidos y los testimonios que emergen de la relación con las sociedades y comunidades locales en diferentes regiones del mundo. El objetivo es traducir las experiencias proyectuales en información, sensibilización, involucramiento y denuncia, a través de campañas públicas, activación de colaboraciones con el asociacionismo italiano y europeo e instituciones locales. Acuerdos territoriales: una verdadera alianza para la comunidad A través del proyecto de Cohesión Social que se lleva a cabo en ocho municipios de Antioquia (Colombia) el CISP se ha propuesto el objetivo de consolidar el arraigo de la población desplazada a causa del conflicto armado interno, siguiendo un enfoque que intenta generar la autosuficiencia y la reinserción de las poblaciones en el tejido socioeconómico, con el fin de favorecer los procesos y las alternativas concretas de desarrollo a largo plazo. Con tal proyecto se entiende consolidar el arraigo, el libre desarrollo de la autonomía cultural y la identificación personal y social, aplicando concretamente los principios de la democracia participativa. Éste es un proyecto de la comunidad para la comunidad, por ello es vital la participación y la coordinación con las comunidades y con los actores locales, para generar acuerdos territoriales entre beneficiarios e instituciones, que permitan incluir los proyectos de las comunidades en los programas y en las políticas públicas locales, departamentales y nacionales. 59 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos El Acuerdo Territorial es el resultado formal de un proceso que progresivamente se ha desarrollado con las comunidades, con las administraciones locales y con las instituciones, para intentar resolver las diferentes problemáticas sociales, económicas y productivas que afrontan las poblaciones desarraigadas y desplazadas. Se trata de un documento en el cual se establece el tipo de compromiso que asume una institución o una persona con la comunidad; vale decir, se define la línea de acción (casa, formación, material, etc.), el producto, el servicio, o el importe con el cual se contribuye a la acción y la entidad o persona responsable, y tanto la comunidad como la entidad deben firmar el documento para darle validez. La firma del Acuerdo Territorial surge entonces como una necesidad de las comunidades de formalizar los acuerdos y las obligaciones de asistencia técnica, apoyo logístico y recursos materiales que han acordado con las municipalidades y las instituciones públicas y privadas para promover acciones que permitan la cohesión social y el desarrollo local endógeno; representa un modo para promover la estabilización y el sentido de pertenencia de los habitantes. Consideramos que las alianzas que se consolidan a través del Acuerdo Territorial permiten ampliar el impacto de las intervenciones y garantizan importantes resultados en términos de mejora de las condiciones de vida de las comunidades, a partir de la aplicación y la implementación de mecanismos de fortalecimiento comunitario y de actividades de desarrollo integral. El Acuerdo Territorial que ha sido propuesto en las diferentes comunidades se ha estructurado según los distintos componentes, en los cuales los firmantes como el SENA, la municipalidad, CORANTIOQUIA y el CISP entre otros, se han comprometido a contribuir a las actividades productivas, a la vivienda, al saneamiento básico, a la mejora del hábitat y de los servicios, y a las actividades de fortalecimiento comunitario e institucional. Para llevar a cabo estas tareas hemos propuesto además una mesa de trabajo como estrategia de participación intersectorial e interinstitucional que debe intervenir en las políticas de desarrollo productivo local y de sostenibilidad, a través de los Planes de Desarrollo. De este modo, la comunidad se prepara para elaborar y promover nuevos proyectos pertinentes para su desarrollo endógeno; vale decir, el proyecto le confiere los instrumentos para poder gestionar su propio desarrollo que es uno de los principales objetivos y una garantía para la cohesión social y el arraigo territorial. Por consiguiente, fue propuesta la creación de un Comité Directivo encargado de coordinar la implementación de lo establecido por el acuerdo, de aprobar los proyectos, las eventuales modificaciones de las acciones, de decidir si incluir o no en el Acuerdo entidades o instituciones, de definir de común acuerdo la agenda trimestral de los trabajos y de las actividades a realizar y de aprobar los estados de avance de las mismas. El comité se constituye por un presidente democráticamente elegido por la comunidad, que es responsable de definir el orden del día de las reuniones, de convocar y presidir las reuniones del mismo y de controlar las ejecuciones de los acuerdos establecidos. También es nombrado un representante de cada una de las instituciones firmantes incluyendo un representante adjunto nombrado por la comunidad. El comité buscará aprobar las decisiones por unanimidad, tomando siempre en consideración la opinión de los representantes de la comunidad. Es necesario destacar que la estrategia de los Acuerdos Territoriales nace con el Proyecto Cohesión Social y Desarrollo. Tal estrategia le es entregada a la comunidad como instrumento que puede y debe ser utilizado para futuros proyectos que promuevan el desarrollo social territorial. Con la socialización del documento y la capacitación en fortalecimiento comunitario, las instituciones y las comunidades deben ser capaces de implementar un Acuerdo cada vez que lo consideren necesario. 61 Anexos 63 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Lista de los participantes de las Conferencias del CISP de 2007 Lista de los participantes de las Conferencias del CISP de 2008 África Etiopía Filippo Ascolani Kenya/Somalia Sergio Passadore Malawi Valeria Costa Namibia Bruno Venditto Congo RD Corrado Quinto África del Sur Ivano Bray África Argelia Eveline Chevalier Etiopía Filippo Ascolani Kenya Marcella Ferracciolo Tania Miorin Malawi Roberto Barbagli Namibia Bruno Venditto Niger Thierry Pollet Congo RD Corrado Quinto Valentina Otmačić Somalia & Sudán Sergio Passadore África del Sur Ivano Bray América Latina & El Caribe Colombia Vittorio Chimienti Germán Gallego Cuba Paola Larghi Ecuador Amparo Eguiguren Guatemala Melvyn Teni Cu Asia & Medio Oriente Líbano Chiara Sartoris Palestina Luisa Rueda Europa Bosnia Herzegovina Jasmina Ovičina Italia Yasmin Ahmed Daniela Alberti Fabrizio Bruschi Sandro De Luca Silvia Declich Paolo Dieci Gianluca Falcitelli Giordana Francia Paola Latini Leonardo Maesano Giulia Olmi Vittorio Panizza Daniela Pierandozzi Ornella Polato Deborah Rezzoagli Abdurahman Sharif Redona Spahiu Riccardo Stefanori Carlo Tassara Maura Viezzoli América Latina & El Caribe Argentina Pasquale Totaro Colombia Luigi Grando Federica Ardinghi Vittorio Chimienti Cuba Paola Larghi Ecuador Amparo Eguiguren Oswaldo Franco Guatemala Melvyn Teni Cu Venezuela Andrea Simancas Asia & Medio Oriente Líbano Simone Abou Jaoude Palestina Luisa Rueda Arturo Avendaño Europa Bosnia Herzegovina Jasmina Ovičina Almir Mazalović Italia Yasmin Ahmed Daniela Alberti Fabrizio Bruschi Valeria Costa Sandro De Luca Silvia Declich Paolo Dieci Gianluca Falcitelli Giordana Francia 65 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Italia Claudia Gatti Paola Latini Leonardo Maesano Francesco Mazzone Giulia Olmi Vittorio Panizza Daniela Pierandozzi Ornella Polato Deborah Rezzoagli Redona Spahiu Riccardo Stefanori Carlo Tassara Arianna Toselli Maria Alessandra Verrienti Maura Viezzoli 67 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos Código de Conducta para los programas de cooperación internacional adoptado por el CISP de 7 de abril de 1997 Para la formulación y realización de los proyectos de cooperación, sean humanitarios, de rehabilitación o de desarrollo, el CISP se inspira en un Código de Conducta coherente con sus orientaciones estratégicas y metodológicas. Este califica la acción del grupo dirigente y de los operadores que, en Italia y en el exterior, identifican, realizan y monitorean los mismos proyectos. 1. Los proyectos están orientados a la satisfacción de las necesidades efectivas de la población y son definidos teniendo en cuenta las características económicas, sociales y culturales de los diversos contextos. Esto implica también que se mantenga una constante atención para que los proyectos sean realizados en el respeto de las culturas locales. 2. La acción de la cooperación aspira a la máxima valorización de los recursos (técnicos, profesionales y materiales) locales. Esto quiere decir, por ejemplo, que las funciones asignadas al personal expatriado no deben subestimar o limitar roles y aportes del personal local, sino por el contrario promover y valorizar sus capacidades. Entra también en este marco la promoción de formas y acciones de cooperación regional Sur-Sur. 3. Las actividades realizadas en los países terceros tienden a fortalecer, mejorar o, si es necesario, modificar, los planes de acción nacionales, pero en ningún caso pueden ser concebidas sin tenerlos en cuenta. La cooperación no puede, por lo tanto, sobreponerse o sustituir a las instancias locales de planificación. Por el contrario, sólo actuando en el pleno respeto del papel de dichas instancias y dialogando con ellas, la cooperación puede lograr la autoridad y el prestigio para negociar - cuando es necesario - la introducción de correctivos en las políticas y en los planes de acción local. 4. Para garantizar una alta calidad y eficacia de los proyectos, es necesario prestar especial atención a la identificación, planificación, monitoreo y evaluación de los mismos. Estas actividades tienen que ser realizadas con la participación de los beneficiarios y la información elaborada en este contexto debe ser restituida a los mismos. 5. La profesionalidad constituye un criterio deontológico fundamental, que caracteriza la relación entre el CISP, los países y las comunidades donde opera y representa una pre-condición para la afirmación de relaciones eficaces y basadas sobre la colaboración y el respeto recíproco. 69 Para los derechos y contra la pobreza - Enfoques y prioridades operativas del CISP - Desarrollo de los Pueblos 6. Sin derogar del principio de la no ingerencia en la vida política y religiosa de los países terceros, se considera oportuno promover, también a través de colaboraciones puntuales, el rol de las instituciones y organismos cuya acción concreta contribuye a procesos de desarrollo y de democratización. En este marco, se considera especialmente importante la valorización del papel de las asociaciones de mujeres y de aquellas que representan los intereses de los pequeños productores y de los demás sectores marginales (refugiados, comunidades indígenas, minorías étnicas, etc.). 7. Por razones de transparencia, los gobiernos, los partners y las comunidades locales deben ser informadas sobre las fuentes de los recursos que hacen posible la realización de los proyectos específicos. 8. Los proyectos tienen que ser gestionados de manera tal, que se asegure la sostenibilidad económica, social e institucional y la durabilidad de los beneficios por ellos producidos. Su ejecución debe tener en cuenta la necesidad de optimizar el uso de los recursos financieros a fin de que rindan el máximo beneficio posible a la población local. 9. La coordinación operativa entre las agencias y los organismos de cooperación internacional y las instituciones de los países beneficiarios constituye un instrumento importante para una mayor eficacia de las acciones y de las políticas emprendidas. Al respecto, el CISP manifiesta su disponibilidad en divulgar las informaciones relativas a sus actividades. 10. En lo relacionado a las acciones humanitarias orientadas a la superación de emergencias complejas, el CISP se adhiere al Código de Conducta elaborado por el Comité Internacional da la Cruz Roja, que afirma, entre otros, los siguientes principios: derecho universal a la asistencia humanitaria, sin discriminaciones debidas a la ideología, a la religión, a la raza, al sexo o a otras consideraciones; autonomía política y operativa de las acciones para que no terminen apoyando, sobre todo en situaciones de conflicto, una particular facción; respeto de los derechos de la persona, así como son definidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. 71