Síntesis sobre las representaciones sociales Comenzaremos un poco revisando sobre las representaciones sociales, según Tomas Ibáñez son: “producciones mentales que trascienden a los individuos particulares y que forman parte del bagaje cultural de una sociedad” y comprenden aspectos tales como: opiniones, creencias, percepciones y concepciones, entre otros tipos de conocimientos de sentido común, que en este caso se refiere a la discapacidad, algunos autores mencionan que no se puede hablar de una "representación social pura" ya que en estas representaciones tiene un peso fundamental la historia del individuo y su entorno, es decir, no siempre se da de manera exacta o precisa, se puede pensar en un sistema de valores, de nociones y de prácticas relativas a objetos, aspectos o dimensiones del medio social, que permite, no solamente la estabilización del marco de vida de los individuos y de los grupos, sino que constituye también un instrumento de orientación de la percepción de situaciones y de la elaboración de respuestas” (Moscovici) La forma en la cual se percibe a las personas que se encuentran en situación de discapacidad comprende -al igual que la formación de cualquier representación- las experiencias vividas, la transmisión oral y las relaciones sociales. tal percepción, por tradición, ha considerado a esta población “dentro de una mística cuasi-religiosa de lo impuro, una categorización simbólica, en vez de un fenómeno universal integrado a otros aspectos de la vida” (Oliver, 1990), por lo cual, la población con discapacidad ha afrontado “una variedad de respuestas ofensivas por parte de las otras personas, entre ellas horror, miedo, ansiedad, discriminación, hostilidad, desconfianza, lástima, sobreprotección exagerada y paternalismo” (Barton, 1998, 24). Las representaciones sociales se pueden visibilizar desde (que no siempre se da de manera exacta o precisa) tres esferas una es el de cuerpo/imagen este aspecto se basa en la comprensión de la discapacidad como una condición médica a través de la cual la persona es considerada como enferma, identificándola por su cuerpo y apariencia. El aspecto físico muy relevante en la sociedad occidental, señala a la imagen de la persona bajo la noción de cuerpo defectuoso, además, se asume que la discapacidad implica asexualidad. Que en la historia de Alfonso Baya las personas que lo rodean tratan de que se desenvuelva expresando su sexualidad, acercándolo a diferentes situaciones que fueron positivos en su realización personal. Otra esfera es considerar lo “sano y/o enfermo”, el rechazo, evidente de los padres de los niños, en la escuela y el efecto que ningún niño se le acercara; provocando en el su baja autoestima. También se consideran a las personas con discapacidad como “Un ser que no es independiente, niño eterno”, lo que causa un aumento de la inseguridad y/o escasa proyección de independencia a futuro. En el caso de Alfonzo pudo superar logrando una larga carrera pero no la aceptación de su condición y el de socializar con otras personas con discapacidad. Otra de las esferas es la religión y la espiritualidad que interactúan con la discapacidad de dos formas principales. En primer lugar, en algunas religiones se asocia el origen de la discapacidad al pecado, brujería, magia o en general a consecuencias de actos negativos realizados por las personas. En segundo lugar, se cree que los diferentes tipos de discapacidad son causados por “fallar en el cumplimiento de una tradición, de una responsabilidad o al desobedecer a un ancestro”. En algunas culturas las “representaciones sociales” que repercuten en la sociedad acerca de “las personas con discapacidad”, tienen un tinte mágico atávico, donde atribuyen a maldiciones o faltas cometidas. La otra esfera corresponde al lenguaje; en los grupos humanos la experiencia comunicativa revela las actitudes y creencias hacia diversos aspectos de la vida social. Esto se debe a que el lenguaje es un medio de transmisión de pensamientos. Ciertas palabras utilizadas hacia las personas con discapacidad como “inválido”, “retrasado” o “mongólico” “renguito”, sordomudo, entre muchas otras, contienen un impacto ideológico y por lo tanto social y cultural que perpetúan visiones negativas.Las formas de pensar hacia la discapacidad han dependido históricamente de los estereotipos y prejuicios sociales, de las imágenes predominantemente negativas presentes en diferentes culturas, de las ideas de caridad y protección presentadas por la iglesia y de la visión individualizada y medicalizada de la salud, que unidas, han llevado a construir una percepción distorsionada de la discapacidad. Sin embargo, la población con discapacidad, ha pasado en ciertas sociedades de ser sujeto de asistencia - protección, y sujeto pasivo de un proceso de rehabilitación, a ser sujeto de participación dentro del paradigma de la autonomía personal. Tomando las palabras de Misischia una de las barreras frente a la discapacidad surge justamente de las representaciones que las personas tienen sobre la misma, mientras las profesionales que trabajan con pcd no demuestren una actitud de cambio frente a las pcd no estaran contribuyendo en el cambio de las representaciones sociales y como la frase de Paulo Freire dice “Para llegar allá es necesario partir de aquí, no de nuestro aquí sino del aquí de los educandos. Las representaciones sociales tienen un peso fundamental en la historia del individuo y su entorno, a pesar de que se ha visto con el paso del tiempo, del recorrido histórico en nuestro medio aun vemos entremezclados las representaciones sociales, aún existen zonas sobre todo rurales donde aun predomina la crueldad y la incomprensión, hasta el abandono y la búsqueda del asistencialismo para desligarse de responsabilidades. Ante esta realidad una de las formas para cambiar esta visión está el de sensibilizar y concientizar a la sociedad en general, que es fundamental para que exista un cambio de pensamiento y que sean capaces de aceptar y reconocer que las pcd son seres, con derecho a vivir, expresando y disfrutando de su vida como las personas “normales”; tomando decisiones que comprometen el resto de sus vidas, con derechos humanos y civiles, con auto-determinación, responsabilidad sobre la propia vida y acciones, derecho a asumir riesgos. Rescatamos de la lectura del dr Guillem , "es el conjunto de estas circunstancias que convierten las deficiencias y discapacidades en minusvalía, no nacen ni existen minusválidos, es la familia y la sociedad que crean la imagen y el patrón cultural de la minusvalía, la situación del niño/a o persona con y sin discapacidad deben ser aceptados por la sociedad con plena aceptación de trato igualitario de que son personas con deberes, derechos y responsabilidades. En el área rural aun persiste la mala expresión hacia las personas con discapacidad por ej: niños/as que no pueden aprender en la escuela tanto la familia como el entorno los denominan (sonsitos, tontos, mañudos, flojos, torpes, atontado, etc) en personas auditivas los dicen (mudos, pysiamutos, sordos, etc) y entre otras discapacidades la sociedad en general los denominan (invalido, mutilado, discapacitado, retrasado, loquito,) bajándoles la autoestima llegando a sentir lástima. En la actualidad aun persisten las diferentes representaciones sociales en nuestro medio: -Se aísla a la pcd porque es un demonio-Las pcd tienen enfermedades contagiosas- Las pcd no pueden tener relaciones sexuales, ni familia porque sus hijos pueden contraer la misma discapacidad- La familia sobre protege de la sociedad a la pcd. A su vez éstas tienen repercusiones en el comportamiento de la sociedad y las mismas pcd como ser: -Genera discriminación, produce rechazo, existe sobreprotección, dificulta la inclusión total de las pcd, afecta la calidad de vida, no reconoce a las pcd como seres con emociones, sentimientos, virtudes y fortalezas, se transmite inseguridad, se crean sentimientos de inferioridad, el tema sexual es aún un tabú en relación a las pcd.El cambio sobre las actitudes y los denominativos que emitimos hacia las personas con discapacidad se dé desde las mismas autoridades que se supone deben estar más inmersas en el área, aun sorprende que desde el personal del ministerio de educación sigan utilizando el termino de pobres discapacitaditos siendo que estos funcionarios son las que sensibilizan a las demás áreas, no debemos olvidar que como dice Misischia que una de las barreras frente a la discapacidad surge justamente de las representaciones que las personas tienen sobre la misma, en el caso de formadores dentro de institutos y enseñanza de nivel superior dichas representaciones influirán en el modelo educativo que lleven a la práctica en la formación de sus alumnos, futuros docentes y otros profesionales, las posibilidades de aprendizaje de las personas con discapacidad, ya que si no se les sensibiliza seria un proceso mas largo del que ya es, por que en caso de que ya se los forme a diferentes profesionales no tendríamos tanto problema de discriminación que existe en la actualidad o el rechazo de los docentes de incluir una persona con discapacidad. En síntesis estamos de acuerdo con la opinión de que si queremos cambiar algo en nuestro medio, en las representaciones sociales nosotros debemos demostrar nuestro cambio tanto en actitudes como aptitudes, al resto de la sociedad desde nuestro lugar de trabajo