Gómez González del Tánago P, Navarro Vidal B, Panadero CarlavillaFJ. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL Dentro del término Enfermedad Inflamatoria Intestinal(EII) englobamos dos enfermedades crónicas relacionadas entre sí, la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), cuya característica principal común es la agresión inmunológica hacia el tracto gastrointestinal. Existen situaciones en que un enfermo comparte aspectos de ambas entidades, y es lo que denominamos colitis indeterminada, que con el tiempo podrá decantarse hacia uno u otro diagnóstico. El concepto de enfermedad inflamatoria intestinal se emplea desde los años 1940, ya que ambas enfermedades se parecen en sus síntomas y se tratan de una manera parecida. La presentación clínica de ambas entidades es polimorfa ycrónica, donde alternan períodos de actividad y quiescencia. La colitis ulcerosa ( CU esun proceso inflamatorio que se inicia en la mucosa rectal y que afecta al colon en una extensión variable, pero de forma continua y simétrica.La enfermedad de Crohn (EC) es un proceso inflamatorio transmural (de todas las capas de la pared intestinal), granulomatoso, queafecta cualquier segmento del tracto gastrointestinal, en formadiscontinua y asimétrica. El diagnóstico se basa en la valoración conjunta de los parámetros clínicos, histológicos, endoscópicos e histológicos. Es imprescindible para el diagnóstico, descartar procesos infecciosos que puedan simular este tipo de patologías. EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOPATOGENIA Colitis ulcerosa La CU es una enfermedad crónica que cursa con brotes recurrentes de inflamación difusa de la mucosa del colon. Hasta en el 95% de los casos también afecta al recto y con frecuencia se extiende hacia las zonas proximales del colon.Su prevalencia varía mucho según las áreas geográficas estudiadas y es más frecuente en países desarrollados.Afecta sobre todo a la población entre los 30-70 años, con un pico de edad entre los 30-40 y una proporción similar entre ambos sexos. Su etiología es aún desconocida aunque se ha relacionadocon la existencia de determinados factores genéticos, inmunológicos y ambientales. No se ha podido demostrar ninguna relación directa con alimentos o infecciones.Una de las teoríasmás extendidas supone la existencia de un antígeno (¿microbiano?), que penetraría en el epitelio intestinalgenerando un tipo de respuesta inmune en un individuo predispuestogenéticamente, desencadenando la enfermedad. En la CU se han observado algunos hallazgos genéticos que no se han demostrado en la EC, aunque, en general, las implicaciones directas de los genes observados en la EII todavía no se han podido confirmar en los grandes estudios poblacionales También se ha estudiado que el tabaco tiene un efecto protector en la CU y deletéreo en la EC. Enfermedad de Crohn La EC es un proceso inflamatorio crónico que cursa con brotes intermitentes de inflamación y remisión. Puede afectar a todo el tracto gastrointestinal desde la boca hasta el ano. Con mayor frecuencia se localiza en íleon distal y colon, pero hasta en un 10-15% se asocian lesiones en el tracto digestivo superior. Es más frecuente en países desarrollados y en clases sociales altas. Su prevalencia varía entre 50-200 casos/100.000 habitantes. Puede presentarse a cualquier edad; existe un pico entre los 20-30 años y cerca del 10% se diagnostica por encima de los 60 años. De forma característica a mayor edad de inicio, es más frecuente la afectación única del colon. Entre un 12-18% de pacientes con EII tienen algún familiar con laenfermedad. En la EC se ha demostrado un aumento de la frecuencia delHLA-A2 y en la CU del HLA-BW35, sin embargo, no existe una relaciónque pueda generalizarse Los antiinflamatorios no esteroideos pueden activar la EII, debido a undesequilibrio en los productos de las ciclooxigenasas. HISTOPATOLOGÍA: Colitis ulcerosa En los brotes agudos la mucosa presenta un importante infiltrado inflamatorio compuesto por linfocitos y células plasmáticas, junto con neutrófilos que aparecen predominantemente en las criptas, alterando su arquitectura, formando abscesos crípticos muy característicos de CU. En la enfermedad ya establecida el aspecto macroscópico se caracteriza por friabilidad yulceraciones de la mucosa, en patrón continuo, sin llegar a sobrepasar esta capa de la pared intestinal .En la CU la mucosa rectal está siempre afectada, el 55% tienesólo proctitis, en el 30% el compromiso se extiende hasta ángulo esplénicoy en el 15% hasta colon transverso o todo el colon. Enfermedad de Crohn Las lesiones anatomopatológicas de inflamación se inician con aftas que con el tiempo se ulceran, evolucionan a estenosis o fístulas y sobrepasan el tubo digestivo.La inflamación compromete a toda la pared intestinal , con desarrollo de perforaciones, fístulas, estenosisy abscesos. La presencia de granulomas no caseificantes, agregados linfoides e inflamación transmural son considerados criterios mayores para el diagnóstico de EC.Suelen afectar a una única zona del tracto digestivo: en el momento del diagnóstico, un tercio tiene enfermedad localizada en íleon, otro tercio en colon y el último en íleon y colon. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Colitis ulcerosa La CU cursa en brotes de actividad alternando con periodos de remisión que pueden ser espontáneos y sólo en una minoría existe una actividad continua. El principal síntoma en el período de actividad de la CU es la diarreacon sangre o el sangrado rectal. Las deposiciones son líquidas o disgregadas,de escaso volumen, con mucus y pus, frecuentemente asociadascon pujo y tenesmo. La clínica se inicia de forma insidiosa y los pacientes pueden tardan en consultar al médico varios meses. Hay un tercio de pacientes que el síntoma inicial puede ser estreñimiento asociado a proctitis. El dolor abdominal se relaciona más a la presenciade complicaciones que sólo a actividad. A la diarrea se le pueden asociar otros síntomas como fiebre, síndrome rectal (tenesmo, urgencia deposicional, esputo rectal de sangre y moco), pérdida de peso. El grado de actividad de la CU tiene implicaciones tanto terapéuticas como pronósticas. El índice más utilizado para cuantificar el grado de actividad es el índice de Truelove -Witts, que divide la severidad de los brotes en distintos grupos. Clasificación de Truelove-Witts: Aspecto clínico Leve Grave Nº deposiciones/día <4 >6 Sangre de las deposiciones Escasa Abundante Temperatura Sin fiebre >37,5º Frecuencia cardiaca Sin taquicardia Taquicardia (>100) Hemoglobina Normal <10g VSG Normal >30mm/h Moderada: entre leve y grave. Las manifestaciones extraintestinales pueden afectar hasta el 25-30% de los pacientes y son más frecuentes en el sexo femenino. En ocasiones preceden al inicio de la enfermedad intestinal y pueden manifestarse en relación con la actividad inflamatoria intestinal o de forma independiente.Las más frecuentes son las artralgias, que pueden evolucionar en algunos casos a artritis. A nivel del sistema musculoesquelético también puede presentarse espondilitis anquilosante, sacroileítis, osteoporosis o necrosis avascular. Entre las manifestaciones dermatológicas más frecuentes destacan el pioderma gangrenoso y el eritema nodoso. Entre las oculares, la iritis, uveítis o epiescleritis. Los pacientes con EII padecen con mayor frecuencia que la población general trastornos psiquiátricos como ansiedad o depresión, así como eventos de isquemia arterial Entre las manifestaciones con peor pronóstico se encuentra la presencia de colangitis esclerosante primaria, lo cual implica la existencia de un riesgo aumentado de padecer colangiocarcinoma. Enfermedad de Crohn En EC, los síntomas de actividad dependen de la distribución anatómica,la extensión de las lesiones y la presencia de complicaciones. Normalmente estos pacientes suelen presentar síntomas cuando las lesiones son extensas, se acompañan de sintomatología inflamatoria sistémica o si existen complicaciones como estenosis, abscesos o fístulas. Elcuadro clínico es insidioso, caracterizado por dolor cólico de largaevolución, sin embargo, puede debutar como un cuadro de abdomenagudo, que se confunde con entidades como la apendicitis aguda.A veces el inicio es más brusco o de forma más rara, con un megacolon tóxico. No suele existir correlación entre los síntomas y el daño tisular: las estenosis o las fístulas pueden permanecer asintomáticas durante años; en cambio, un brote inflamatorio del íleon puede causar importante dolor abdominal y astenia. El síntoma más frecuente es la diarrea crónica de más de 6 semanas, dolorosa, que no respeta el sueño, con tenesmo o incontinencia y puede acompañarse en un tanto por ciento elevado de sangre o moco(menos frecuente que en la CU); seguida del dolor abdominal, másfrecuente en el cuadrante inferior derecho o periumbilical, y pérdida de peso. La esteatorrea y/o diarrea secretora aparece en EC localizada en intestinodelgado, mientras que la diarrea de pequeño volumen y sanguinolenta es más frecuente cuando existe compromiso rectal. Entre otros síntomas menos específicos se pueden encontrar astenia, anorexia, sudoración nocturna o fiebre. Las náuseas y vómitos son más frecuentes que en la CU, y si existe afectación gástrica y duodenal también puede cursar con dolor epigástrico e incluso obstrucción intestinal. Las manifestaciones perianales la distinguen de la CU y hasta en un 10% de los pacientes con EC presentan fístulas perianal es en el diagnóstico. Entre los signos clínicos frecuentes puede aparecer palidez cutánea, caquexia, masas o dolor a la palpación abdominal, fisuras perianales, fístulas o abscesos. Las manifestaciones extraintestinales están presentes en un porcentaje importante de pacientes y son más frecuentes cuando existe afectación del colon. Algunas tienen relación con la actividad de la enfermedad: artritis, eritema nodoso, aftas orales y epiescleritis. Otras llevan un curso independiente: pioderma gangrenoso, uveítis, sacroileítis, espondilitis y, menos frecuente que en la CU, la colangitis esclerosante primaria (CEP). Existe más riesgo de tromboembolismo venoso (con una prevalencia de 1,2 al 6,7%), de nefrolitiasis y de cálculos biliares. Como en la CU, los trastornos de ansiedad y depresión son más frecuentes que en la población general Para unificar criterios, en cuanto a distintos grupos de enfermedad, se ha utilizado La clasificación de Montreal que distingue la enfermedad e n función de la edad de inicio (antes de los 16 años, entre los 17-40 y en mayores de 40 años), localización (tracto gastrointestinal superior, íleon, colon o en el íleon y colon) y complicaciones (sin estenosis, sin penetración [fístulas], con estenosis o con penetración). Otro criterio utilizado es la actividad de la enfermedad. Para determinar este parámetro se utiliza el índice de actividad de la EC (CDAI), instrumento validado de medida de la actividad de la enfermedad que se utiliza en los estudios. Tiene valor sobre todo para establecer la respuesta al tratamiento, pero por su complejidad no se usa en la práctica clínica. Diagnóstico diferencial clínicopatológico entre CU y EC Localización Macroscopía COLITIS ULCEROSA ENFERMEDAD DE CROHN Empieza por el recto y luego se extiende proximalmente 50% respeta el recto. Cualquier tramo del TGI (sobre todo ileon terminal y colon derecho) Continua Segmentaria Pared adelgazada Pared engrosada Mucosa de aspecto granular con úlceras y pseudopólipos Mucosa con aspecto de empredado Úlceras superficiales Úlceras profundas con fístulas y fisuras Solo mucosa Transmural Infiltrado inflamatorio inespecífico Granulomas no caseificantes No Agregados linfoides Abscesos crípticos Raros Tenesmo, diarrea sanguinolenta, mejoría con tabaco Fiebre + diarrea+ dolor abdominal. Masa palpable. Tabaco lo empeora Microscopía Clínica Megacolon tóxico Obstrucción Complicaciones Perforación Fistulas (perianales) Malignización Eritema nodoso Pioderma gangrenoso Asociaciones Aftas Colangitis esclerosante Cálculos oxalato Radiografía Tubería en plomo Manguera de jardín COMPLICACIONES Colitis Ulcerosa ? Megacolon tóxico: Suele aparecer en un 5% de los brotes graves. Generalmente en pacientes con colitis extensa. Se caracteriza por una dilatación total o segmentaria no obstructiva del colon de al menos 6cm y que suele venir acompañada de un cuadro de toxicidad y afectación general del enfermo. La exploración abdominal muestra distensión progresiva, dolor difuso y disminución de ruidos intestinales. Si se produce perforación desaparecen los ruidos y puede disminuir el dolor temporalmente. Para el diagnóstico se realiza una radiografía de abdomen. El tratamiento debe ser fundamentalmente médico y el principal objetivo es la no perforación del colon. Se basa en una monitorización estrecha, reposo intestinal, sonda nasogástrica, corrección de los factores precipitantes, antibioterapia de amplio espectro y corticoides intravenosos. ? Sangrado rectal : Es menos fre cuente, pero si la hemorragia es importante, a veces, se requiere una colectomía urgente. Enfermedad de Crohn ? Osteoarticulares: Artritis periférica, existen dos tipos de afectación, la artritis pauciarticular de grandes articulaciones y la poliarticular de pequeñas articulaciones. También, estos pacientes, en un pequeño porcentaje, puedenpresentarespondilitis ,asociada a la presencia de antígeno HLA B-27. Otra afección menos frecuente es la sacroileítis. ? Cutáneas: El eritema nodoso es la más frecuente, sobre todo en niños. También se puede aparecer un pioderma gangrenoso (menos frecuente que en la CU). Se asocia con mayor frecuencia a la EC la estomatitis y las aftas orales. ? Hepáticas: En la EC también se puede dar la colangitis esclerosante primaria, aunque menos frecuentemente que en la CU. Puede existir también casos de colelitiasis cuando la afectación ileal es superior al 30%. ? Oculares: Pueden aparecer uveítis, escleritis y epiescleritis ? Óseas: Se debe vigilar la aparición de osteoporosis por uso de corticoides, inflamación crónica y malabsorción de calcio y vitamina D. ? Renales: Puede existir nefrolitiasis y se puede encontrar insuficiencia renal por amiloidosis secundaria y uropatía obstructiva por compresión ureteral por plastrones inflamatorios. ? Hematológicas: La anemia puede ser secundaria a pérdidas crónicas, ingesta inadecuada de hierro y vitamina B12 y malabsorción. APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA Colitis ulcerosa En el diagnóstico de la CU no existe ninguna prueba específica, sino que el diagnóstico se basa mediante una combinación de una correcta anamnesis, exploración física y pruebas complementarias que ayudarán a confirmar el diagnóstico o a excluir otras causas. Es imprescindible descartar procesos infecciosos que simulen la clínica de esta patología. ? Manifestaciones clínicas: Como ya se ha comentado anteriormente, en la clínica, el síntoma más característico es la diarrea con sangre. Dentro de la exploración física también se deberá reflejar los síntomas, la forma de inicio y excluir otras posibles causas como fármacos o infecciones. Los pacientes con CU pueden tener una exploración física absolutamente normal o alteración de la temperatura corporal , tensión arterial, pulso, índice de masa corporal. También se debe reflejar si existen alteraciones en piel, ojos, articulaciones, en la exploración abdominal, perineal y en la realización de un tacto rectal. ? Pruebas de laboratorio: En la analítica se debe incluir hemograma, pruebas de función renal y hepática, electrolitos, así como la Velocidad de sedimentación globular (VSG) y la Proteína C reactiva (PCR) que, excepto en la proctitis, suelen correlacionarse con la actividad de la enfermedad y además son útiles en la monitorización de la respuesta al tratamiento. En algunos casos, puede estar indicada la determinación de anticuerpos anti Saccharomycescerevisiae (ASCA) y los anti citoplasmáticos perinuclearesantineutrófilos (pANCA). Estos últimos, aunque tienen poca sensibilidad en el diagnóstico, están presentes hasta en el 60-70% de pacientes con CU. ? Estudios de Imagen: La radiología tiene un papel secundario en el diagnóstico inicial. Solo se recomienda en pacientes con manifestaciones graves de CU para descartar megacolon tóxico y en caso de sospecha de obstrucción o perforación intestinal. El enema opaco de bario tiene muy pocas indicaciones y puede estar indicado cuando la colonoscopia es incompleta o no pueda realizarse por falta de disponibilidad. No se recomienda en pacientes con enfermedad grave. La ecografía abdominal tiene una sensibilidad diagnóstica de inflamación intestinal muy alta pero es muy poco específica. EL diagnóstico de la CU se completa con otras técnicas de imagen como la colonografía virtual mediante resonancia magnética (RM) y colangiopancreoatografía por RM, que es la prueba de elección para el diagnóstico de la colangitis esclerosante primaria. (CEP). ? Procedimientos Endoscópicos: Se recomienda realizar colonoscopia con visualización del íleon terminal y realización de biopsias segmentadas, incluido el recto. Con frecuencia de este modo se establece el diagnóstico definitivo y se determina la extensión de la enfermedad. La mucosa está afectada difusamente desde el recto hasta el colon de manera variable. En fases iniciales existe pérdida del patrón vascular normal, hiperemia, edema, textura granulosa y friabilidad. En casos más graves se observan microulceraciones, sangrado espontáneo, úlceras grandes sangrantes y exudado mucopurulento. En los periodos de remisión hay distorsión vascular, pseudopólipos, y acortamiento, tubulización o estenosis. Es importante hacer diagnóstico diferencial con otras enfermedades que cursan con diarrea, la ingesta previa de fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) (que además pueden exacerbar los síntomas), el ácido retinoico, colitisinfecciosas bacterianas (Salmonella, Shigella, Campylobacter, E. Coli, Yersinia C. difficile), víricas (Citomegalovirus, herpes simplex), parasitarias (colitis amebiana, colitis por esquistosoma) etc., procesos que cursan con rectorragia (colitis isquémica, colitis por irradiación, hemorroides), síndrome del colon irritable, tuberculosis intestinal, EC o cáncer de colon. Criterios diagnósticos de la CU Criterios clínicos Criterios endoscópicos Rectorragias, diarrea crónica, dolor abdominal, manifestaciones extraintestinales Mucosa eritemato-edematosa, granular, friable. Exudados, ulceraciones y hemorragias. Pseudopólipos y pólipos Criterios radiológicos Criterios histológicos Mucosa granular, úlceras, pseudopólipos. Estenosis, acortamiento y pérdida de haustración. Mayores: inflamación exclusiva de la mucosa. Úlceras superficiales, distorsión de las criptas, microabscesos, distorsión de las células caliciformes. Menores: Infiltrado inflamatorio crónico difuso, aumento de la vascularización mucosa, metaplasia de las células de Paneth, atrofia mucosa, hiperplasia linfoide. Clasificación de la enfermedad según su extensión De acuerdo con la clasificación de Montreal, adoptada en 2005, la CU se clasifica en tresgrandes grupos según su extensión. ? Colitis extensa:También llamada colitis universal o pancolitis, se extiende más allá del ángulo esplénico. ? Colitis distal o izquierda:Su extensión es distal al ángulo esplénico. ? Proctitis:La extensión de esta CU se circunscribe al recto o hasta la unión rectosigmoidea. Enfermedad de Crohn Al igual que en la CU, no existe ninguna prueba específica para diagnosticar la EC. Los pasos a seguir dependerán de la clínica, de los hallazgos en la exploración física y de las pruebas de laboratorio. El diagnóstico de confirmación se basa en la demostración de la presencia focal, asimétrica y transmural de granulomas inflamatorios. ? Manifestaciones clínicas: Una historia de diarrea prolongada con o sin sangre, dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso debe sugerir el diagnóstico. Se debe constatar las características del hábito intestinal: frecuencia, consistencia de las heces, presencia de sangrado y síntomas acompañantes.En la exploración física se recomienda observar el estado nutricional, calcular el índice de masa corporal (IMC), inspeccionar mucosas, piel, ojos y articulaciones. Realizar toma de tensión arterial, pulso y temperatura, explorar el abdomen, periné y realizar un tacto rectal. ? Pruebas de laboratorio: Al igual que en la CU, en la EC se recomienda solicitar hemograma y bioquímica con pruebas de función renal, hepática (incluida la albúmina), electrolitos, ferritina, saturación de transferrina, vitamina B12, ácido fólico, VSG y PCR; estas dos últimas suelen elevarse en fases de inflamación activa. En ausencia de clínica o signos físicos más típicos de la EC pude ser necesaria la determinación de anticuerpos específicos de enfermedad celíaca. ? Pruebas de imagen: La RMN y la enterografía por tomografía axial computarizada (TAC) son las pruebas de imagen más precisas para detectar inflamación intestinal, diferenciar estenosis inflamatorias de estenosis fibróticas y precisar las complicaciones extramurales de la EC. La ecografía abdominal puede ser recomendable para detectar complicaciones frecuentes como la colelitiasis, cálculos renales o presencia de abscesos. ? Procedimientos endoscópicos: Se utilizan para confirmar el diagnóstico, localizar y precisar la gravedad de la inflamación, determinar la extensión y obtener muestras para el estudio anatomopatológico. La endoscopia es una prueba fundamental en el hallazgo diagnóstico de estenosis a nivel intestinal. Criterios diagnósticos de la EC según Lennard-Jones Criterios clínicos Criterios radiológicos Dolor abdominal crónico, alteración del ritmo intestinal, fiebre, masa abdominal, enfermedad perianal, fístulas, pérdida de peso, otras manifestaciones extraintestinales (ulceras orales, eritema nodoso, pioderma gangrenoso, artritis, sacroileitis, espondilitis, iritis y escleritis) Alteraciones de la mucosa: úlceras aftoides o lineales, patrón en empedrado, pseduopólipos inflamatorios. Criterios endoscópicos Criterios histológicos Eritema mucoso, aftas y úlceras lineales y profundas, estenosis, aspecto “empedrado”, Pseudopólipos y pólipos Criterios menores: Cambios inflamatorios discontinuos, inflamación de la submucosa, retención de mucina, fisuras. Alteraciones del calibre: estenosis, dilataciones, asimetría Fístulas: internas o externas inflamatorios, orificios fistulosos, afectación “parcheada”. Criterios mayores: Granulomas no caseificantes, agregados linfoides, inflamación transmural. El diagnóstico diferencial debe realizarse con una amplia variedad de enfermedades que pueden cursar con diarrea crónica. Diagnóstico diferencial de EC Enfermedad inflamatoria idiopática tipo Colitis Ulcerosa Infecciones entéricas Bacterianas: E. Coli, Salmonella, Shigella, Campylobacter, Yersinia, Mycobacterium, C. difficile Viricas: Herpes, Citomegalovirus Parasitarias: amebiasis, guardia lamblia Patologías no infecciosas: Colitis isquémica, colitis microscópicas, colitis por AINES, colitis asociada a enfermedad diverticular, úlcera rectal solitaria, apendicitis aguda Neoplasias: Carcinomas, linfomas. Patología ginecológica: Absceso tuboovárico, Enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico. Evaluación y clasificación de la enfermedad Existen distintos índices clínicos para evaluar la actividad y la gravedad de la enfermedad, entre ellos está el índice de actividad de la enfermedad de Crohn (CDAI) que se basa en parámetros clínicos y en la presencia de anemia. De igual manera para eval uar la gravedad clínica de la enfermedad perianal se valora con el índice de actividad de la enfermedad perianal (PDAI). Ambos criterios se utilizan sobre todo en ensayos clínicos. Se puede clasificar la EC por la presencia de brotes y su intensidad. ? Brote leve: pacientes ambulatorios que toleran bien la alimentación oral, sin signos de deshidratación, toxicidad sistémica, dolor abdominal, masa abdominal, obstrucción ni pérdida de peso. ? Brote moderado: pacientes que no han respondido al tratamiento del brote leve o con fiebre, pérdida de peso significativa, dolor abdominal, náuseas y vómitos, clínica obstructiva o anemia significativa. ? Brote grave: pacientes con síntomas persistentes a pesar de tratamiento esteroideo ambulatorio o los que presentan fiebre alta, vómitos persistentes, obstrucción intestinal, signos de peritonismo, caquexia o evidencia de absceso. TRATAMIENTO Colitis ulcerosa Además del tratamiento médico específico de la CU, existen una serie de medidas generales a considerar en estos pacientes, ya sea como complemento del tratamiento específico dirigido a tratar la actividad inflamatoria intestinal, o bien para dar cobertura a aspectos paralelos a ésta. En general tanto en la CU como en la EC hay un aumento del catabolismo y de las pérdidas fundamentalmente proteicas. Todo ello se traduce en un aumento de los requerimientos energéticos y una elevada incidencia de malnutrición calórico-proteica. Por lo que se debe valorar adecuadamente la i nstauración de un soporte nutricional en todo paciente con EII. Así mismo se debe tener en cuenta la suplementación con minerales y oligoelementos en determinadas circunstancias, como en brotes severos de la enfermedad. También está indicada la administración de calcio y vitamina D en todo paciente que requiera un tratamiento con corticoesteroides sistémicos durante un mínimo de 2 meses. La anemia es una complicación frecuente en el curso evolutivo de EII por lo que su correcto diagnóstico y tratamiento es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se trata de una anemia multifactorial, siendo la ferropenia y la anemia asociada a enfermedad crónica las causas más frecuentes. En los periodos de actividad, puede ser útil recomendar dietas pobres en residuos, lactosa y reducir la ingesta de fibra para disminuir la sensación de distensión y el gas. Sin embargo, la fibra y los residuos pueden aliviar el estreñimiento en pacientes con enfermedad localizada en el recto. La prevalencia de complicaciones tromboembólicas en los pacientes con CU es relativamente alta, siendo una de las causas más frecuentes de morbi-mortatalidad en esta enfermedad. Por este motivo puede estar justificado el uso de anticoagulación profiláctica de forma sistemática. Tratamiento farmacológico: Los principales objetivos del tratamiento, sobre todo farmacológico, consisten en mantener a los pacientes en remisión el mayor tiempo posible, reducir las necesidades de corticoides a largo plazo y evaluar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal (CCR). Se considera remisión clínica cuando el número de deposiciones diarias es igual o menor a tres, no presentan sangrado y la mucosa es normal en la colonoscopia. En general, se recomienda evitar el estrés y fármacos como los AINEs, que pueden desencadenar los síntomas. Los antidiarreicos como la loperamida deben emplearse con extrema precaución y evitarse en pacientes con enfermedad grave o riesgo de megacolon tóxico.El tratamiento del dolor deberá realizarse con paracetamol y, en casos necesarios, y teniendo en cuenta el riesgo de provocar megacolon tóxico, con codeínao tramadol. Aminosalicilatos: Los aminosalicilatos son fármacos conocidos desde los años 70 y son una pieza esencial en el tratamiento de la CU. Son el tratamiento de elección para el mantenimiento de la remisión y se utilizan también en los brotes de actividad. Son fármacos que contienen en su estructura la molécula del ácido 5-aminosalicílico (5-ASA o mesalazina) que es la que contiene propiedades terapéuticas. Su mecanismo de acción no está completamente establecido, aunque se conoce que está implicado en la inhibición de síntesis de productos del ácido araquidónico o inhibición de la quimiotaxis y del reclutamiento leucocitario. La sulfasalazina fue el primer fármaco introducido y está compuesto por dos moléculas: el 5ASA y la sulfapiridina (este último componente actúa como transportador). Posteriormente se han desarrollado nuevas moléculas trasportadoras del componente 5-ASA sin grandes resultados. Actualmente, las alternativas farmacéuticas consisten en modificar la presentación galénica de la mesalazina añadiendo excipientes inertes que permiten la liberación y absorción del fármaco en lugares concretos del tubo digestivo. Corticoesteroides: Los corticoesteroides son los fármacos más utilizados para controlar los brotes de actividad de la enfermedad por su potente acción antiinflamatoria. Existen diferentes tipos de esteroides según su biodisponibilidad sistémica. Por un lado,los corticoesteroides clásicos (prednisona, prednisolona, metilprednisolona) que son el tratamiento de elección de los brotes graves, aunque no son útiles para el tratamiento de mantenimiento de la CU. Por otro lado, se conocen corticoesteroides de acción tópica con poder antiinflamatorio elevado y biodisponibilidad baja. Entre ellos se encuentra la budesonida, que por vía rectal tiene un mejor perfil de seguridad que los corticoesteroides clásicos. Inmunosupresores: Estos fármacos tienen un papel fundamental en la inducción de la remi sión de los brotes moderados-graves y en el mantenimiento de la enfermedad. Se disponen en la actualidad de tres fármacos inmunosupresores. ? Azatioprina (AZA) y su metabolito activo la 6-mercaptopurina (6-MP) son los inmunomoduladores más utilizados en la CU. Actúan disminuyendo la proliferación de los linfocitos B y T y la respuesta inmune primaria. La principal indicación de este grupo farmacológico es la del mantenimiento de la remisión de la CU corticodependiente. ? Ciclosporina A (CyA). Su acción recae sobre la función y prolilferación de los linfocitos T helper y está indicada para la inducción de la remisión de botes graves de CU corticodependientes. ? Metrotexato (MTX): Produce una inhibición de las enzimas que intervienen en la síntesis de DNA. Terapias biológicas: Tanto para la CU y la EC, desde hace una década se han introducido agentes anti-factor de necrosis tumoral (TNF), anticuerpos monoclonales IgG1, cuyo mecanismo de acción consiste en la inhibición de TNF. En España actualmente están autorizados infliximab (IFX), que se administra por vía endovenosa y adalimumab (ADA), por vía subcutánea. Solo el IFX está aprobado para el tratamiento de la CU en la práctica clínica diaria, tanto para la inducción de la remisión como para el mantenimiento de la misma. Antibióticos: Su uso en los brotes de actividad se limita a los casos de sospecha de cuadros infecciosos asociados a los brotes de actividad grave o colitis fulminante, en los que puede haber bacteriemia asociada grave. Tratamiento según la localización y la gravedad Tratamiento del brote leve-moderado ? Proctitis ulcerosa: El tratamiento de elección son los supositorios de 5-ASA. Una alternativa a este tratamiento son los aminosalicilatos en forma de espuma o enemas. La combinación de 5-ASA oral y tópica o de tópica y esteroides tópicos parece ser más eficaz que cada uno de estos tratamientos por separado. ? Colitis distal: La combinación de aminosalicilatos tópicos y orales (dosis altas)es el tratamiento de elección en la CU distal leve-moderada. Se debe mantener el tratamiento 6-8 semanas, pero si no hay respuesta rápida a este tratamiento se debe subir de escalón terapéutico e iniciar tratamiento con corticoides sistémicos. ? Colitis extensa: Estos pacientes deben tratarse inicialmente con aminosalicilatos vía oral (dosis altas) siendo más eficaz si se combinan con aminosalicilatos tópicos. Si con esta combinación farmacológica no mejoran, será necesario tratamiento con corticoesteroides sistémicos. El IFX podrá indicarse para el tratamiento de pacientes que no responden a los corticoides o que presentan dependencia a los mismos (al reducir la dosis se reactivan los síntomas de la enfermedad) a pesar del uso correcto de tiopurinas. Tratamiento del brote grave de cualquier extensión La CU grave viene definida por los criterios de Truelove-Witts. Estos pacientes deben ser hospitalizados para recibir tratamiento corticoesteroideo intravenoso. En pacientes con CU refractaria al tratamiento esteroideo, se debe descartar en primer lugar una sobreinfección por CMV y tratar esta infección viral con ganciclovir a la vez que se mantienen los corticoesteroides. Las alternativas terapéuticas de segunda línea si el tratamiento con corticoesteroides no es efectivo, son la CyA o el IFX. La elección de uno u otro fármaco debe basarse en las características de cada paciente. En caso de falta de respuesta de tratamiento de segunda línea, se recomienda el tratamiento quirúrgico (colectomia).Existen dos técnicas principales de intervención: la proctocolectomía total, que conlleva una ileostomía permanente, o la colectomía con anastomosis íleo-anal.La colectomía se considera curativa de la enfermedad a nivel del colon, aunque los pacientes pueden desarrollar algunas manifestaciones extraintestinales, CEP o episodios de inflamación a nivel de la anastomosis íleo-anal hasta en el 50% durante los 5 años siguientes a la colectomía. Tratamiento para mantener la remisión ? Proctitis o colitis distal : los supositorios de mesalazina han demostrado ser eficaces en el mantenimiento de la remisión en pacientes con proctitis, así como los enemas. Los corticoides tópicos no han demostrado su eficacia en el mantenimiento de la remisión de pacientes con colitis distal.Cuando fracasan los aminosalicilatos, se recomiendan las tiopurinas o AZA e IFX ? Colitis extensa leve o moderada: los aminosalicilatos son eficaces para reducir las recaídas de la enfermedad y evitar el uso prolongado de corticoides. Las tiopurinas o la AZA son útiles para espaciar el empleo de corticoides. ? Colitis grave: Estos pacientes permanecen más tiempo en remisión si se añade 6 MP a su tratamiento de base. Por otro lado, existen datos a favor del uso del IFX en estos pacientes con el objeto de mantenerlos más tiempo en remisión y evitar la colectomía. Seguimiento de la evolución de la enfermedad: Cuando el paciente ha alcanzado la remisión clínica no siempre es necesaria la confirmación endoscópica de la curación de la mucosa. Cuando ésta se mantiene en el tiempo, se reduce el riesgo de CCR(cáncer colorectal). El seguimiento con colonoscopia para prevenir el CCR en pacientes con CU se recomienda después de los 8-10 años del diagnóstico, y deberá realizarse con una periodicidad anual o bianual y con toma de biopsias múltiples. Es importante asegurarse de la correcta adhesión al tratamiento prescrito, porque son frecuentes los abandonos del mismo con el consiguiente riesgo de aumento de recaídas. Enfermedad de Crohn Como en la CU también existe un aumento del catabolismo y un aumento de las pérdidas, sobre todo proteicas, por lo que también estos pacientes asocian una malnutrición calóricoproteica y necesitan un soporte nutricional adecuado, sobre todo en aquellos que han pacecido un brote grave y necesitan hospitalización. En los periodos de actividad, puede ser útil recomendar dietas pobres en residuos, lactosa y reducir la ingesta de fibra para disminuir la sensación de distensión y el gas. Al igual que la CU, el tratamiento de la EC debe ser individualizado y se debe de tener en cuenta los procesos interrecurrentes que se asocian a esta enfermedad. En general, se recomienda evitar el estrés y fármacos como los AINEs, que pueden desencadenar los síntomas. Tratamiento farmacológico: Su objetivo consiste en conseguir la remisión del brote de actividad y lograr después que los pacientes permanezcan asintomáticos. El empleo de los fármacos se realizará de manera escalonada en función de la localización y el tipo de enfermedad (inflamatoria, estenosante o fistulizante) y siempre deberá consensuarse con el paciente . Los fármacos utilizados en la EC son los mismos que se usan para el manejo de la CU. Sin embargo hay algunas diferencias en cuanto al tratamiento. Los aminosalicilatos (5-ASA) y la ciclosporina no están indicados para inducir la remisión en pacientes con EC activa. Tratamiento según localización y gravedad: Tratamiento del brote leve moderado: ? Localización ileocecal: El fármaco de elección es budesonida oral, como segunda opción se pueden emplear los corticoesteroides convencionales aunque tienen más efectos secundarios. También otros autores optan por no tratar, ya que algunos pacientes logran entrar en remisión sin ningún tratamiento. Si no se consigue la remisión se puede optar por la combinación de corticoesteroides con tiopurinas (AZA/6-MP) o MTX. La opción con anti-TNF (infliximab o adalimubab) debe considerarse en pacientes que, a pesar del tratamiento previo, siguen con síntomas, en los que previamente han sido refractarios a los corticoides o son cortico-dependientes o intolerantes. ? Localización colónica: La opción más eficaz son los corticoides sistémicos como laprednisolona o equivalente; la budesonida sólo está indicada cuando la enfermedad se localiza en colon proximal . El uso de anti -TNF puede estar recomendado para espaciar el tratamiento con corticoesteroides. Otra opción terapéutica es la sulfasalazina, aunque no es la primera opción de tratamiento por los importantes efectos secundarios y su escasa efectividad. Tratamiento del brote grave: ? Localización ileocecal: se recomienda iniciar tratamiento con corticoides intravenosos con el paciente hospitalizado. Los anti -TNF pueden estar indicados en pacientes que no han tenido respuesta favorable o con contraindicación a corticoides y/o inmunosupresores (tiopurinas o MTX), y en los que no está indicada la cirugía. Cuando existen pocas recaídas pueden beneficiarse de la reintroducción de corticoides asociados a tratamiento inmunosupresor. Deberá valorarse la cirugía como alternativa al tratamiento farmacológico en los pacientes con actividad grave. ? Localización colónica: en estos casos deberán valorarse los anti -TNF, con o sin inmunosupresores, y, en ausencia de respuesta favorable, la cirugía. Tratamiento en otras localizaciones: Los pacientes con afectación del intestino delgado tienen un manejo terapéutico más complicado, ya que establecer la extensión y la actividad de la enfermedad es más difícil que si la afectación es en el colon. De forma inicial, el tratamiento indicado son los corticoides sistémicos con tiopurinas o MTX. En pacientes con recaídas frecuentes o con actividad moderada o grave deberán valorarse los anti-TNF con o sin AZA y la opción de cirugía como alternativa temprana. Estos pacientes suelen tener indicación de tratamiento nutricional por la frecuencia de trastornos de malabsorción. Cuando la afectación de la enfermedad es sobre todo gastroduodenal o esofágica, el tratamiento consiste en inhibidores de la bomba de protones y, si es necesario, con corticoides sistémicos y tiopurinas oMTX. En casos refractarios o graves puede ser necesario el tratamiento con anti -TNF. En el caso de que haya afectación perianal, El metronidazol o el ciprofloxacino son el tratamiento de elección inicial para las fístulas. Las tiopurinas pueden emplearse en las fístulas simples perianales o en las enterocutáneas cuando se ha excluido presencia de obstrucción o abscesos. En ausencia de respuesta favorable podrán indicarse anti-TNF y cirugía, cuando no ha habido respuesta al tratamiento farmacológico.Si se sospecha presencia de absceso, el tratamiento inicial debe ser quirúrgico para drenarlo, después deberá investigarse la extensión de la enfermedad perianal, que podrá hacerse en el mismo acto quirúrgico, mediante RNM o ecografía transanal y perineal. Tratamiento para mantener la remisión: Deberá tener en cuenta la presentación inicial, la extensión y la localización de la enfermedad, la frecuencia y gravedad de recaídas, así como la eficacia del tratamiento previo para inducir la remisión durante los brotes. La mayoría de los pacientes tratados con corticoides no alcanzarán la remisión después del año y precisarán tratamiento de mantenimiento. ? EC localizada: Tras el primer brote de la enfermedad, si éste ha remitido con corticoides, se recomienda mantener el tratamiento con tiopurinas (AZA o 6-MP) o MTX. Sin embargo algunos autores recomiendan no dar fármacos de mantenimiento tras la remisión del primer brote. No se recomiendan usar corticoesteroides como tratamiento de mantenimiento por los efectos secundarios que producen a largo plazo. ? EC extensa: En estos pacientes, el tratamiento más adecuado para mantener la remisión es la AZA, sobre todo en aquellos pacientes que tengan afectado, por lo menos, un 50% de área colónica. Otros fármacos como los inmunosupresores, el MTX y la introducción temprana de anti -TNF han demostrado su eficacia en el manejo de pacientes corticodependientes y en el mantenimiento de la remisión de enfermos con afectación extensa. Cirugía: En primer lugar hay que decirle al paciente que la cirugía no es curativa. La decisión de una actitud quirúrgica deberá tener en cuenta la extensión de la enfermedad, la respuesta al tratamiento farmacológico y la presencia o ausencia de complicaciones. Entre las indicaciones de cirugía están las complicaciones de la enfermedad que podrían precisar un tratamiento quirúrgico, como por ejemplo, enlas estenosis fibróticas y fístulas que suelen tener pobre respuesta al tratamiento farmacológico se debe plantear dicha opción. Actualmente se intentan evitar resecciones extensas del intestino con técnicas de resección segmentaria de las zonas con afectación macroscópica y estructuroplastias para ensanchar las estenosis. Seguimiento de la evolución de la enfermedad: De igual manera que en la CU, se debe realizar un seguimiento estrecho de estos pacientes por el alto índice de abandonos del tratamiento tras la remisión del brote. Tanto en la EC como en la CU es muy importante revisar el calendario de vacunación, porque las vacunas con agentes vivos están contraindicadas en inmunodeprimidos y en caso de necesidad, deberán administrarse tras el diagnóstico. Se recomienda vacunar de la gripe y neumococo a pacientes inmunodeprimidos. Para el seguimiento de la enfermedad la técnica de imagen de elección es la RNM por la frecuencia con la que deben repetirse las pruebas de imagen a lo largo de la enfermedad y por el riesgo de acumular radiación. CONCLUSIONES * La enfermedad Inflamatoria Intestinal abarca dos enfermedades crónicas relacionadas entre sí, la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), cuya característica principal común es la agresión inmunológica hacia el tracto gastrointestinal. * La CU es un proceso inflamatorio que se inicia en la mucosa rectal y que compromete el colon en extensiones variables, pero en forma continua y simétrica. Afecta sobre todo a la población entre los 30-70 años, con un pico de edad entre los 30-40. ? La EC es un proceso inflamatorio transmural (de todas las capas de la pared intestinal), granulomatoso, que afecta cualquier segmento del tracto gastrointestinal, en forma discontinua y asimétrica. Puede presentarse a cualquier edad; existe un pico entre los 20-30 años y otro pico cerca de los 60 años. ? El principal síntoma en el período de actividad de la CU es la diarrea con sangre o el sangrado rectal. Sin embargo la clínica más frecuente en la EC es la diarrea crónica de más de 6 semanas, dolorosa, que no respeta el sueño, con tenesmo o incontinencia y puede acompañarse en un tanto por ciento elevado de sangre o moco. ? En ambas entidades hay muchas manifestaciones extraintestinales como por ejemplo en la EC es relativamente frecuente encontrar alteraciones osteoarticulares, cutáneas, oculares, óseas o renales. De la misma manera nos podemos encontrar alguna de estas complicaciones en la CU, aunque una de las complicaciones más importante de la CU es el megacolon tóxico. ? El tratamiento de EII, tanto en la EC como en la CU, está basado en la actividad, extensión, localización de la enfermedad. En ambas entidades se utilizan los mismos grupos de fármacos para intentar conseguir la remisión de la enfermedad. Estos fármacos son los aminosalicilatos, corticoesteroides, inmunosupresores, agentes antiTNF y antibióticos. ? Es muy importante el seguimiento de estos pacientes, ya que al terminar el brote, existe un alto índice de abandonos de tratamiento por la falsa creencia de curación de la enfermedad. BIBLIOGRAFIA: 1.-Nos Mateu P, Aguas Peris M. Tratamiento médico de la colitis ulcerosa. Medicine. 2012; 11(5):275-83. 2.-Burger D, Travis S. Conventional medical management of inflammatory bowel disease.Gastroenterology. 2011;140(6):1827-1837.e2. 3.-Mowat C, Cole A, Windsor A, Ahmad T, Arnott I, Driscoll R, et al.; IBD Section of the British Society of Gastroenterology.Guidelines for the management of inflammatory bowel disease in adults.Gut. 2011;60(5):571-607. 4.-Cosnes J, Gower-Rousseau C, Seksik P, Cortot A. Epidemiology and natural history of inflammatory bowel diseases. 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