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También
con el grafiti
Ver el arte como algo divertido, apego por lo que se
hace en Venezuela, disciplina... Estas son algunos de
los atributos del esfuerzo de
Plastilinarte.
También lo es el experimento, porque el arte debe ser una
constante aventura. Axcel
Oropeza es artista urbano y
dictará hoy un taller de grafitis
–en el Centro de Arte Los Galpones, a las 11:30 am– para
hacer plastigrafiti. “El grafiti
está mal visto”, admite, pero
“tiene mucho que dar”.
La organización celebra seis años de esfuerzos
Plastilinarte es mucho más
que plastilina y que arte
“Trabajamos con personas de 2 a 102 años”, aclara
entre sonrisas Antonio Villarroel, fundador del grupo.
Calcula que en sus seis años de actividades –cumplidos
el pasado 1 de agosto– han atendido a más de 4 mil
niñas y niños, a quienes han enamorado –mediante
el juego– de la cultura venezolana
T/ Vanessa Davies
F/ Miguel Romero
S
i usted cree que la
plastilina solamente
sirve para hacer figuritas, mejor no siga
leyendo esta nota. Si piensa
que la plastilina es una herramienta para sacar lo mejor de
una persona y para que haga
del arte un pedazo de sí misma, este texto –y más que este
texto, el trabajo de Plastilinarte– es para que usted lo conozca, lo goce y lo practique.
Porque igual que plastilina
no es sinónimo de preescolar,
Plastilinarte tampoco lo es
–exclusivamente– de plastilina, mas sí de arte. Lo que
nació hace seis años en respuesta a la espinita que Antonio Villarroel Bastardo tenía
clavada en el pecho por la deficiencia de la enseñanza del
arte venezolano en la escuela,
es hoy una organización que
se pinta de colores con las niñas y los niños –y quienes no
lo son tanto– y que ha sido reconocida internacionalmente
por su propuesta.
Hace seis años Plastilinarte vio la luz por el empeño de
Villarroel, filósofo y artista,
además de director y facilita-
dor de la organización, quien
conversa con el Correo del
Orinoco con el entusiasmo
fresco de la ilusión. Acaba
de terminar –con el apoyo de
facilitadoras y facilitadores–
una jornada de trabajo con
niñas y niños en Pdvsa La Estancia y, en lugar de cansancio, en su rostro las marcas
son de satisfacción.
Con Plastilinarte el jugar
con plastilina es “la punta
del iceberg”, recalca. Otra
aclaratoria: el mundo que sus
facilitadoras y facilitadores
construyen no es solo para
las chiquillas y los chiquillos:
“Trabajamos con personas de
2 a 102 años”, aclara Villarroel,
con una magnífica sonrisa pintada en su boca. En estos seis
años Plastilinarte ha atendido
a unas 4 mil niñas y niños, que
pueden ser muchos más.
fasis en la historia política,
pero poco en la historia de las
ideas y de la cultura, el joven
se planteó generar sentido de
pertenencia mediante el trabajo con la cultura venezolana.
“Nosotros somos firmes creyentes de que la mejor manera
de que un niño puede entender algo es jugando”, subraya
Villarroel. Con el juego se logrará que una pequeña o un
pequeño, más que aprender
de memoria quién es Jesús
Soto, pueda pasar por la autopista Francisco Fajardo y
entender que la esfera de Soto
es un patrimonio de todas las
venezolanas y de todos los venezolanos. “En la medida en
que ese niño entienda eso, que
se apropie de ese patrimonio,
que sienta ese sentido de pertenencia, cuando crezca no va
a vandalizar un Soto” sino a
protegerlo, ejemplifica.
“Mucha gente piensa que
nosotros hacemos modelos en
plastilina, pero prácticamente nunca hacemos modelos en
plastilina porque es lo que más
se trabaja; en cambio, estas
otras técnicas tienen mucha
más versatilidad y están más
alineadas con los objetivos de
Plastilinarte”, detalla.
ASÍ COMENZÓ...
Plastilinarte comenzó hace
seis años, rememora Villarroel, con un plan vacacional al
que acudieron pocos niñitos.
Fue la primera vez. Luego,
amigas y amigos se encargaron de empujar el trabajo.
Cinthya Santeliz, psicóloga del grupo, lo interrumpe:
“Antonio es artista plástico” y
“pinta con plastilina”. Sus palabras para este noble insumo
son de elogio: Es “un material
muy flexible que los niños disfrutan muchísimo”, precisa.
Tampoco es frecuente “que los
chicos pinten con plastilina”,
ya que usualmente la toman
para moldearla.
Como psicóloga, Santeliz recalca que la plastilina “tiene
mucha flexibilidad, se puede
trabajar desde muchas perspectivas, tiene muchísima
utilidad”, se pueden mezclar
los colores. Plastilinarte no
#ONTINÞAENLASIGUIENTEPÉGINA
SENTIDO DE PERTENENCIA
Al constatar que en el colegio
se hacía y hace mucho én-
Domingo 9 de Agosto de 2015 .Žs!×Os#ARACAS
2
La Metralla | Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE
Suplemento dominical del
#OLORES
ENELMUNDO
Hay algo que llena de orgullo a
las 13 voluntades que constituyen el equipo de Plastilinarte:
la participación en la exposición de dibujo infantil que se
realiza en Lídice (República
Checa) en homenaje a las víctimas de los nazis durante la
Segunda Guerra Mundial. Es la
International Children Exhibition of Fine Arts de Lídice, en la
que las niñas y los niños venezolanos siempre se lucen.
“Plastilinarte ha participado
en las últimas seis ediciones”,
comenta Antonio Villarroel, y
las pequeñas y los pequeños
Viene de la página anterior
es solo plastilina: “Tratamos
de introducir otro tipo de materiales: pintura, material de
reciclaje”. Mas siempre sin renunciar a la plastilina.
En el equipo que participó ese
día en el taller en Pdvsa La Estancia estaban, también, Axcel
Oropeza, grafitero y estudiante
de educación en la Universidad
Simón Rodríguez y Florencia
Colina, música. Todas y todos
coinciden en que la plastilina es
un material de grandes atributos, de enormes bondades.
“Su versatilidad plástica es
muy amplia”, reivindica Villarroel, ya que “sirve para apuntar, sirve para modelar, sirve
para hacer bajorrelieve y es
una manera de atrapar al niño
y que se interese por el arte”.
SENSIBILIDAD
El grupo de Plastilinarte no espera que todas las niñas y todos
los niños sean una réplica de
Soto, Carlos Cruz-Diez, Mateo
Manaure, Patricia Van Dalen,
Armando Reverón. Pero sí, que
se sensibilicen con el arte, y especialmente “con el arte de acá”,
explica Villarroel. Cuando las y
los artistas que estudian están
vivos, el colectivo intenta que
participen en los talleres. Cabe
aclarar que no solo se afanan
con los consagrados, sino también con los emergentes.
–¿Falta difusión del arte
venezolano de nuestras artistas, de nuestros artistas?
–Muchísima, muchísima.
–¿Qué piensan que falta?
–A mí me escandaliza ver la
poca difusión que hay del arte
venezolano a nivel académico.
Es decir, yo no te voy a hablar
de cifras, porque no las manejo,
pero sé que en escuelas universitarias se trabaja muy poco
el tema del arte venezolano, y
en el colegio es virtualmente
inexistente.
Oropeza es muestra de ello.
Vive en La Guaira y recuerda
que, aun cuando pasó centenares de veces frente al mural de
Cruz-Diez que estaba pintado
en el puerto de La Guaira, nunca le explicaron quién lo hizo, y
mucho menos, el peso del artista caraqueño.
Tampoco hay en Venezuela,
tal como lo percibe el equipo de
Plastilinarte, la costumbre de
visitar museos. “Cuando nosotros hacemos un taller, procuramos –en la medida de lo posible–
hacerlo en un espacio en donde
hay obras originales” para generar el amor por los espacios
museísticos, expresa Villarroel.
Para el grupo es fundamental
que pequeñas y pequeños visiten
los museos y rompan cualquier
barrera que puedan tener sobre
el arte. “Y una de las maneras
que nosotros tenemos para romper esa barrera, para dinamitar
los cimientos de esa barrera por
debajo, con un trabajo muy de
hormiguita, es acercar a los niños, enamorarlos del arte y enamorarlos de los museos”.
La edad tampoco debe ser un
impedimento, aclara Santeliz,
porque Plastilinarte propone
actividades para personas de
2 años (con su mamá, papá o
representante), para pequeñas
y pequeños de 6 o 7 años, para
adultas y adultos, para abuelas
y abuelos, para personas de todas las edades.
La difusión de las tradicionales venezolanas –como los Diablos Danzantes– forma parte de
la agenda de Plastilinarte: “Hemos estado en dos ocasiones en
Europa invitados para dictar
talleres sobre cultura venezolana”, relata. En 2013 trabajaron a
Armando Reverón y Cruz-Diez
en escuelas públicas de Praga.
Incluso, “coloreamos el piso con
tizas, hicimos obras de Reverón
grandísimas; fue genial”. El año
pasado desarrollaron lo propio
en Alemania, pero con niñas y
“ya llevan 11 reconocimientos” conquistados.
Igualmente estarán presentes –con seis dibujos– en la
semana de la arquitectura en
Praga, que debe comenzar el
17 de agosto. “Nosotros hicimos un proyecto bellísimo con
un estudio de arquitectura que
son nuestros aliados, Boca
Proyectos”, que consistió en
trabajar con niñas y niños de
El Hatillo, explicarles conceptos de arquitectura, llevarlos
al barrio y al casco histórico y
luego realizar los talleres. El
resultado de ese trabajo es el
que se mostrará en la República Checa; esa misma semana
se llevará a cabo una actividad
similar en Petare.
niños más pequeños –de preescolar– para hablar sobre CruzDiez, y con más grandes sobre
los Diablos Danzantes.
ENTRE TODOS
El día de la entrevista con el Correo del Orinoco las facilitadoras y los facilitadores dedicaron
la mañana al artista petareño
Bárbaro Rivas. Y más que entregar una papilla de conceptos
ya digeridos sobre Rivas, Santeliz explica que se empeñaron en
motivarlos para hablar acerca
de lo que veían en la obra del
artista, lo que les llamaba la
atención. “Tratamos de tener
una metodología bastante constructivista, de ir construyendo
con los chicos el contenido de
taller” y de engranar ideas, detalla la psicóloga.
Colina, como música y facilitadora, destaca que las niñas y
los niños manifestaban que el
pintor usaba mucho marrón y
blanco. “Ellos mismos iban llegando a lo que hace el artista”,
acota.
“Cuando enseñamos a los niños a hacer una figura paso a
paso, estamos enseñándoles a
repetir algo que probablemente
ya han hecho o que pueden ver
en un tutorial en internet”, reflexiona Villarroel; en cambio,
con la metodología Plastilinarte “nosotros estamos logrando
ponerlos a pensar en la obra de
Armando Reverón, de Bárbaro
Rivas o de Arturo Michelena, y
a reinterpretarla”.
SORTEAR OBSTÁCULOS
Como buena parte de la vida del
país, los planes de Plastilinarte
dependen en buena medida de
materias primas importadas.
Pero, igual que buena parte del
país, aunque haya escasez el
grupo no permite que las iniciativas se paren.
Lo que se consigue ahora “tiene precios incomprables”, señala. Es decir, pocas cajas de material a cambio de mucho dinero.
La plastilina, puntualiza, no
se elabora en el país, y por eso
lo que hay es importado y sujeto
a los vaivanes del dólar. Sin embargo, Villarroel no se arredra
por ello. “Estamos haciendo
magia para rendir, para que los
niños no se queden por fuera”,
asevera.
No trabajan con subvenciones,
y por ello aclaran que el apoyo
siempre es bienvenido. “Lo mejor que pueden hacer quienes
quieran ayudarnos es venir a
los talleres”, insiste el director
de Plastilinarte, así como compartir su experiencia para que
más personas conozcan la organización. Y si una institución
pública o una empresa privada
quieren organizar una actividad diferente para sus niñas y
sus niños, Villarroel no duda
en invitar: “Piensen en nosotros
para hacerla”.
Tal vez otras organizaciones
que promueven el arte no se
atreven a incluir a personas con
discapacidad, pero Plastilinarte
sí. La premisa es clara: no hay
barreras para el arte, no hay barreras para aprender
Caracas
Coordinadores: Vanessa Davies, Carlos Ortiz
Diseño gráfico Pablo Valduciel L., Aimara Aguilera
Corrección Judith Herrada, José Brito, Franklin Hurtado y Mauricio Vilas
Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE|"ICENTENARIO
presume que fue partidario de
la Independencia de España,
aspecto que sigue en discusión.
Fue aspirante al título de Marqués de San Luis, gestión que
no se concretó.
Juan Vicente Bolívar murió
en Caracas el 19 de enero de
1786.
DOCUMENTO
De la
aristocracia
colonial
Comprender la Independencia
Origen de la familia
de Simón Bolívar
ACONTECIMIENTO
Claves
genealógicas
Alexander Torres Iriarte
(Coordinador)
La ascendencia del Hombre de
las Dificultades se deriva de
una localidad denominada La
Puebla de Bolívar, en Vizcaya, país vasco. Fue Simón de
Bolívar quien, junto con su vástago homónimo, pisó por primera vez territorio venezolano
a finales de siglo XVI. Al ser padre e hijo tocayos, las vecinas y
los vecinos de la recién fundada
Caracas los distinguieron como
Simón de Bolívar el viejo y Simón Bolívar el mozo.
En cuanto a la familia Palacios, esta era originaria de la
región de Miranda de Ebro, hoy
provincia de Burgos, España.
Fue José Palacios de Aguirre y
Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate el
primero de esta línea que llegó
por estas tierras a mediados del
siglo XVII. El árbol genealógico
Bolívar –en el que se destacaron gobernadores, contadores
reales, regidores, procuradores
generales, alfereces reales y alcaldes, así como de portadores
de títulos nobiliarios–, habla
del linaje aristocrático del futuro Libertador.
PERSONAJE
Juan Vicente
de Bolívar y
Ponte Andrade
Nació en La Victoria, actual
estado Aragua, el 15 de octubre
de 1726. Dueño de una cauda-
3
Suplemento dominical del
losa fortuna, se le tiene como
uno de los criollos más ricos
de la Capitanía General de
Venezuela. Fue un destacado
hombre de las artes militares.
Fue Procurador de Caracas
a los 21 años.
También fue teniente
de gobernador, corregidor, cabo a guerra y
juez de comisos de La
Victoria, y San Mateo, además de administrador de la Real
Hacienda. Organizó
los cuerpos de Milicias
de Pardos. Fue Coronel
del batallón de Milicias
Regladas de los Valles de
Aragua.
En 1773 se casó con
María de la Concepción Palacios y Blanco, de cuyo vínculo
concibió al futuro Libertador. Se
Simón Bolívar es un libro publicado por Gerhard Masur en
1948, traducido al español por
Pedro Martín de la Cámara
y reimpreso por la editorial
Grijalbo en 1960 y 1987, en
México y en Caracas, respectivamente. Sobre la genealogía
del Hombre de las Dificultades
afirma el historiador alemán:
“Al establecer la familia
(Bolívar en el siglo XVI) en
Caracas, sus hijos se mostraron activos en los cargos públicos y en los tribunales, fueron
católicos devotos que hicieron
cuantiosas donaciones a la
Iglesia, y realizan matrimonios entre las familias aristocráticas de la ciudad –descendientes de los conquistadores–,
agregaron a su herencia vasca
la navarra y la andaluza. San
Mateo, una encomienda que
trabajaban los indios, permaneció en manos de la familia
unos 200 años y constituyó la
base de la fortuna de la misma.
Los Bolívar fueron designados
alcaldes y se destacaron en la
defensa de La Guaira. Así, el
linaje del Libertador está dado
por una larga e ininterrumpida línea de adinerados y respetados hombres y mujeres de la
aristocracia colonial”.
CONCEPTO
Genealogía
Saber de dónde venimos, cuáles
son nuestros antecedentes más
remotos que en gran medida explican nuestro hoy, es una necesidad humana de primer orden.
De aquí que los seres humanos
busquemos explicaciones posibles que satisfagan esta demanda social siempre legítima. Esto
nos remite en gran medida a la
genealogía.
En su etimología, vinculada
con las voces de raza, nacimiento, generación, y estudio, reafirma que el objeto principal de la
genealogía es indagar la ascendencia y descendencia de un individuo o colectivo a través del
tiempo, lo que la hace un recurso
formidable para la ciencia histórica. Para la representación de
ese pasado común se requiere
del aporte de distintas fuentes:
unas recolectadas de entre los
testimonios de muchos, genéricamente llamadas fuentes
orales y otras recopiladas mediante impresos o manuscritos,
convencionalmente denominadas fuentes documentales.
También los archivos en sus
distintas modalidades, los registros civiles y otros entes y órganos divulgativos e informativos
contribuyen metodológicamente para la reconstrucción de los
árboles genealógicos.
POSICIÓN
Un criollo
distinto
El apellido Bolívar, que posiblemente venga de los vocablos bolu ibar, que significa
en euskera “vega del molino”,
redunda sobre el origen vasco
del Libertador. Al mirar los
antecedentes históricos y familiares del Hombre de las Dificultades rápidamente nos percatamos de su cuna de oro. No
obstante, siendo descendiente
de familias ricas, tradicionales y bastantes conservadoras,
como los estudios genealógicos
nos demuestran, sus convicciones políticas le hicieron, significativamente, renegar de su
herencia colonialista. Sin bien
sus ascendientes oligárquicos
adelantaron progresos materiales en la vida colonial, y expoliaron sectores humildes
como estirpe conquistadora
que eran, uno de sus más
rebeldes descendientes
marcaría
profundamente la diferencia tres
siglos después.
4
La Patria Buena | Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE
Suplemento dominical del
#ENTRO"OLIVARIANODE(IDROLOGÓA-ÏDICA
TyF/ Manuel Abrizo
0RONTOSERÉREINAUGURADOEL(OSPITALDEL-AR
!
En Ocumare el mar
alcanza para todos
Ocumare de la Costa
se lo describe como
un soleado pueblito
cercano al mar, de
unos 16 mil habitantes, ubicado a unos 40 kilómetros de Maracay, la capital aragüeña. Allí
nació David Concepción, uno
de los mejores peloteros venezolanos, quien por dos décadas
resguardó el short stop de los
Rojos de Cincinati en el beisbol de las Grandes Ligas. En
Cata, localidad cercana perteneciente al municipio Costa de
Oro, con una famosa bahía de
idéntico nombre, vino al mundo Francisco Pacheco, ligado
inicialmente al grupo Un Solo
Pueblo, y quien luego como solista, ahora de cabello blanco,
desarrolla una destacada carrera en la música criolla.
De Ocumare también es Joaquín Lira, cuyo nombre no les
dice mucho a las nuevas generaciones, pero es uno de los dos sobrevivientes del conjunto Aponte
y sus Muchachos, que puso a bailar a las ocumareñas y ocumareños, a las maracayeras y a los
maracayeros entre los años 50 y
60 del siglo pasado.
En el restaurante de la Posada María Luisa, ubicada en el
casco de Ocumare, detrás de la
iglesia, se halla colgada en la
pared una vieja fotografía en
blanco y negro en la que aparecen, con su uniforme de presentación, los nueve miembros de
Aponte y sus Muchachos.
Lira observa la imagen en la
pantalla de la cámara fotográfi-
%L0LAYØNBAHÓADE#ATAY#UYAGUAOFRECEN
UNABUENACANTIDADDEKILØMETROSDEPLAYASPARATODOS
LOSGUSTOS5NMODERNOCENTROASISTENCIALMARINO
BOLIVARIANOESPROMOVIDOCOMOUNAREFERENCIAMUNDIAL
ENREHABILITACIØNHIDROLØGICA
ca y señala a un negrito de la fila
posterior que ocupa el segundo
lugar de izquierda a derecha:
“Ese soy yo. Tenía 17 años. Yo
era el maraquero”, dice.
Luego nombra a los integrantes de la pequeña orquesta : Pedro Ramón Aponte, guitarrero,
cantante de boleros y director
y fundador del grupo; Ulises
Añez, bajista; Julián Guerra,
tocaba la tumbadora; Jesús
Madero, los bongó; Panchito
Vásquez, charrasquero; Juan
Avilio Vásquez, guarachero o
cantante.
Pedro Ramón Aponte, director de la agrupación, aparece
en el centro, en la primera fila
de la imagen.
Don Lira, hoy de 80 años,
todavía conserva una de las
vistosas camisas, de variados
y vivos colores, que acompañaban el traje de gala de las
presentaciones.
Recuerda que el uniforme,
cortado en Maracay, se los re-
galó Marcos Pérez Jiménez, en
la década del 50 del siglo pasado, cuando como Presidente de
la República fue a Ocumare.
Aponte y sus Muchachos, animó la velada musical en honor
a las y los visitantes, recomendados por el para entonces gobernador aragüeño, Vicente
Martínez Ruiz.
A la fiesta asistieron Pérez Jiménez y gran parte de su tren
ministerial. Lira menciona a
Jesús María Castro León, Luis
Felipe Llovera Páez, Laureano
Vallenilla y Pedro Estrada.
“Para la fiesta trajeron cinco
mujeres de La Orchila. Había 14
cajas de güisqui para 30 personas. A nosotros no nos pagaron
nada, pero Pérez Jiménez nos
regaló el traje y una camioneta
para el transporte”, dice Lira.
Aponte y sus Muchachos,
como grupo de música bailable,
animaba las fiestas y veladas,
tanto en Maracay como en Ocumare, con un repertorio de gua-
rachas y boleros”, aunque Lira
afirma que “se tocaba lo que
saliera y se pudiera tocar”. Un
baile en aquella época se amenizaba por 300 bolívares. Pedro
Ramón Aponte repartía equitativamente el dinero entre los
músicos de su conjunto.
“El grupo se mantuvo hasta
que don Pedro tuvo un accidente de regreso de cantar una
misa en las fiestas de Cumboto.
Se había roto una línea eléctrica. Él se bajó a apartarla y la
corriente se le vino hasta el reloj. Murió electrocutado. Era el
utiliti del pueblo. Cantaba en la
iglesia, era carpintero, albañil,
barbero. Hasta ahí llegó el conjunto. Yo sobreviví trabajando
plomería”, cuenta Lira.
POR OCUMARE
El terminal de Maracay, afeado por la anarquía, prácticamente está tomado por una infinidad de pequeños negocios
que superan las oficinas de las
líneas de transporte. Abundan
los buhoneros. Los mendigos
suben a las unidades y echan
los mil y un cuentos a las pasajeras y a los pasajeros solicitando una ayuda monetaria
en nombre de Dios y diciendo
cuántos dicen amén. Amén.
Desde allí parte el autobús
con todos los puestos ocupados,
sobre todos los viernes y fines
de semanas, cuando aumentan
la afluencia de temporadistas
que buscan sacudirse en la playa el estrés urbano. Además,
se aprovecha para degustar un
sabroso pescado frito o sentir la
relajante brisa marina al atardecer, sentado en el malecón de
El Playón. Otros se van a surfear a Cuyagua, uno de los pueblos de la costa marina ocumareña, o se quedan en la bahía de
Cata para retar a las olas que,
ante el menor descuido, te clavan de cabeza en la arena.
El autobús toma la ruta de El
Limón y comienza a ascender
por la estrecha carretera llena de curvas y barrancos que
atraviesa el Parque Nacional
Henri Pittier, arropado por la
neblina. El chofer a cada momento toca la corneta (más de
60 veces en todo el trayecto)
para avisar a los conductores
que vienen en sentido contrario. En la cumbre, la parte más
alta de la vía, comienza el descenso por la siempre angosta
carretera, empatada en ciertos
tramos –entre barranco y barranco– por puentes de guerra.
En La Trilla, zona poblada, el
trayecto continúa paralelo al
curso de un río que baja velozmente por el lecho de piedras.
Ocumare, distante unos 15
minutos de la playa más cercana (El Playón), acoge una serie
de casas antañonas, sobre todo
alrededor de la plaza Bolívar y
calles adyacentes, que le confieren su estampa pintoresca.
Hay posadas y restaurantes,
Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE|La
0ATRIA"UENA
Suplemento dominical del
*OAQUÓN,IRA
aunque en menor cantidad que
en El Playón.
Un dorado frito con una ración de arroz, tomate y cebolla y
tres lonjas de plátano frito cuesta un poco más de 700 bolívares,
incluyendo 10%. Una empanada
de cazón saltó por estos días la
barrera de 100 bolívares.
Manuel Antonio Narváez
Alonso, uno de los personajes
de Ocumare y codueño de la posada María Luisa, señala que la
costa de Ocumare cuenta con
mejores playas que Choroní,
pueblo costero, también situado
a los pies del frente marino del
Parque Henri Pittier, al que se
accede en Maracay por el sector
Las Delicias.
La Ciénaga, Cata, Cuyagua,
Mayita y Turiamo conforman
el menú de playas a disposición
de las y los visitantes y las y los
vacacionistas.
La posada María Luisa es
una de las casas emblemáticas
de Ocumare. Data de 1874, refiere Narváez. Antiguamente
se llamaba pensión Santa Ana,
luego Casa de los Bolívar, posteriormente Pensión Bolívar y
es la Posada María Luisa desde 1979.
Una galería de fotos colgadas
en la pared, la misma que tiene
entre sus imágenes a Aponte y
sus Muchachos, muestra a las
personalidades que durante
estos años han disfrutado de la
posada: Don King, famoso promotor de boxeo estadounidense; Carlos Andrés Pérez, Celia
Cruz, Elba Escobar y Oscar
Yánez.
“Jesús Soto (artista cinético)
se quedaba aquí”, confiesa.
2EmEXIONES
DEDO×A#LIMILDA
Climilda Ramona López de Lira
aclara que antiguamente los
padres acostumbraban ponerles nombre a los hijos por el
santoral del Almanaque Rojas
Hermanos. El día que nació le
tocaba a Climaca, pero como
no podían nombrarla así, le acomodaron Climilda. Ramona es
por San Ramón, patrono de las
parteras y los parteros, a quien
sus padres invocaron.
“Mi madre era Columba López y mi padre Teodoro Gracián Díaz. Mi mamá era cocinera de alto calibre. Hacía
una natilla de ocumo amarillo
que no tenía contendor y un
quesillo de pan. Tenía libros y
libros. Montaba negocios de
cocina, restaurantes. Hacía
muchos dulces. Yo también
hago dulces”, señala Climilda,
una mujer de 70 años.
En el pueblo se le considera
una mujer de muchos atributos: cronista local, artesana,
pintora, ceramista, dulcera,
hacedora de muñecas de traDe la historia de Ocumare
se menciona que el 27 de abril
de 1806, Francisco de Miranda intenta desembarcar en
Venezuela por las costas de la
zona pero fue sorprendido por
guardacostas españoles.
Años después, el 6 de julio de
1816, Simón Bolívar, procedente
de Haití, llega a Ocumare y establece su cuartel general. Allí
po, bordadora y restauradora
de santos.
Confiesa añorar los tiempos
de antes, cuando había respeto
y disciplina escolar.
“A nosotros nos hablaban
nada más con mirarnos. Dígale
algo a un muchacho ahorita…
Yo voy para las escuelas a dar
talleres como maestra de pueblo, de cosas como el santo patrono (San Sebastián), de San
Juan; a hablar de Semana Santa. Los muchachos no saben.
No enseñan la historia local”.
Gracias a su iniciativa e inquietud, el doctor Manuel Barroso escribió una historia de
Ocumare de la Costa y hoy se
sabe cuándo se fundó el pueblo:
el 16 de julio de 1767.
Señala que “aquí hay muchos
viejos porque antes se comía
sano. Le decía a una muchacha:
aquí no va a ver viejos, los que
quedamos somos nosotros.
Hoy los muchachos mueren jovencitos: que si las motos, las
drogas, los carros, los inventos.
Yo nunca me he ido de Ocumare.
Ni lo quiera Dios. Soy feliz aquí.
Le tengo miedo a la ciudad. Aquí
todo el mundo me conoce”.
proclamó la abolición de la esclavitud y derogó el Decreto de
Guerra a Muerte. En una carta
les dice a las caraqueñas y los
caraqueños :
“Esta porción desgraciada
de nuestros hermanos que han
gemido bajo las miserias de la
esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de
-ANUEL!NTONIO.ARVÉEZ!LONSO
los esclavos: de aquí en adelante solo habrá en Venezuela una
clase de hombres, todos serán
ciudadanos”.
HOSPITAL DEL MAR
Otro de los atractivos que pondrá a Ocumare a ocupar un
sitio de privilegio, a escala nacional, es el Centro Bolivariano
de Hidrología Médica, conocido
como Hospital del Mar, ubicado
en El Playón.
Las obras de remodelación
de este moderno centro médico
ya fueron concluidas. La gobernación de Aragua, que preside
Tareck El Aissami, está a la espera de un espacio en la agenda
del presidente Maduro para la
reapertura.
El Hospital del Mar fue inaugurado en el año 2006, pero dos
años después fue cerrado.
Según El Aissami, este centro
será un modelo de referencia
mundial en materia de rehabilitación hidrológica de pacientes.
El gobernador informó, durante una visita de inspección,
que el centro terapéutico, de
atención gratuita, tendrá capacidad para recibir a 100 pacientes diarios en lo que se refiere
a hidroterapia y atención de
personas con cualquier discapacidad motora o funcionalidad diversa.
El centro también estará
dispuesto, los fines de semana,
para el desarrollo de la actividad física de atletas, deportistas y la población en general,
refirió el gobernador.
El centro cuenta con piscina
de agua salada, máquinas de
entrenamiento, equipos para
cardiovascular, caminería terapéutica, sala de masajes, bañeras Niágara, Jamaica y mariposas que permitirán brindar
terapias de hidroterapia, fangoterapia, electroterapia, terapia
ocupacional y acupuntura
Ocumare
6
Parte de Lengua | Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE
Suplemento dominical del
Correo de la palabra
3OBREELOlCIODEESCRIBIRLAVOCACIØNDECOMUNICARYLARESPONSABILIDADDEINFORMAR
,UIS.AVARRETE/RTA
[email protected]
¡Píntate de colores!
!
unque la percepción
del color por una comunidad o por una
persona depende de
factores múltiples, la sociedad occidental contemporánea
comparte una serie de nociones
básicas ya integradas a la ideología dominante. No hay que
hacer laboriosas investigaciones para llegar a la conclusión
de que, por ejemplo, el blanco y
el negro simbolizan en nuestra
cultura los dos colores antagónicos por antonomasia.
PREJUICIOS BLANQUINEGROS
Aunque el blanco sea técnicamente el no-color o la síntesis
de todos los colores, funciona
en la percepción general como
otro color. Y, sobre todo, con
valores de gran contundencia.
Lo blanco aparece asociado a
situaciones, fenómenos, acontecimientos, ideas, conceptos y
valores casi unánimemente positivos. Al contrario, lo negro se
vincula a lo negativo.
Blanco es lo claro, lo despejado, lo visible (el día, la luz, la
claridad). Blanca es la Virgen
oficial de la Iglesia católica,
aunque haya vírgenes morenas; blancos son casi todos los
del santoral católico, aunque
haya algún santo negro, como
San Martín de Porras.
En lo blanco esplende la limpieza, en lo negro se esconde
la suciedad. Lo blanco –el día–
está asociado a lo abierto, al
trabajo; lo negro –la noche–,
al riesgo, al peligro y a la asechanza; el día, a la seguridad,
la noche, al crimen. Aunque no
siempre funcionan en el marco
de esta polaridad, constituyen
las líneas gruesas que definen
la percepción de cada una de
esta pareja de contrarios.
Es un fenómeno inocultable
que esa visión prevalece en la
mente y en el comportamiento
de amplios sectores de las sociedades que se rigen por los parámetros excluyentes y discriminadores del racismo de origen
eurocéntrico. En ese caso, la
polaridad negro/blanco lleva
aparejados todo tipo de rasgos
negativos para las y los afrodescendientes. Cuando te reciben bien, tienes “carta blanca”,
pero si te va mal, dicen que “tienes un negro porvenir”.
Andrés Eloy Blanco, que en
lo social negó su apellido, lo
expresó con dolorido reclamo:
“Aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros”.
EL AMABLE VERDE
La polaridad excluyente y discriminatoria del blanco y negro
no se observa en el uso de otros
colores. El azul es azul y el verde es verde. Ninguno de los dos
produce contrarios. ¿Curioso,
no? Azul es el cielo y verde es la
vegetación. Sin embargo, la comunidad hablante le atribuye
a uno y a otro múltiples significados. El verde está asociado
básicamente a la fecundidad,
aunque también a la precocidad. Cuando algo no ha cuajado, está verde. Una fruta, antes
de madurar, aunque su color no
sea verde, está verde. Un proyecto, si no está bien definido,
está verde. Un escrito inconcluso es una obra verde.
El verde remite a la lozanía,
especialmente de la vegetación, pero también de los seres
humanos. El verde, en esencia,
es vida. Ya García Lorca había
escrito su famoso “Romance
sonámbulo” en el que rinde
pleitesía al verdor universal
con aquel jubiloso verso: “¡Verde que te quiero verde!” En el
campo de las luchas sociales,
los verdes del ecologismo han
sacudido al mundo con sus protestas contra el hollín mortífero
de la gran usina capitalista.
VIVIMOS ENTRE DOS AZULES
Otro color con valoraciones
similares es el azul. Vivimos
entre dos azules, el de arriba,
que nos cubre día y noche, y el
de abajo, que ocupa casi las tres
cuartas partes del globo terráqueo, y que por eso debería llamarse globo marino. Por eso los
científicos lo llaman el planeta
azul. Aunque, igual que el verde, el azul es vida, en el lenguaje
presenta escasas variaciones.
Casi todas tienen relación con
la clasificación técnica de los
azules. Y en el registro popular,
solo son de uso frecuente “sangre azul” para referirse a alguien de linaje noble; “príncipe
azul”, al “hombre ideal soñado o
esperado por una mujer” (Drae),
y “ver diablos azules”, que alude
a las alucinaciones producidas
por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. En cambio, es
un término de mucho prestigio
y uso en la literatura, especialmente en la poesía.
Es famosa la “coincidencia”,
que ha generado mucha polémica, entre el título del primer libro de Rubén Darío y un escrito
de Víctor Hugo sobre la relación
de los colores y, en particular,
del azul con el arte. Darío publicó Azul en Chile, donde vivió
un tiempo, en 1888. Su galicismo
mental, en esa primera etapa, es
un dato inobjetable. Víctor Hugo
había escrito que “el arte es el
azur, pero el azur de cuya altura
cae el rayo que infla el trigo, que
amarillea el maíz, que redondea
la manzana, dora la naranja,
azucara las uvas”. Por su parte,
Darío, en Historia de mis libros,
definió el azul “como el color
del ensueño, el color del arte, un
color helénico y homérico, color
oceánico y fundamental”.
Esta identificación entre el
color azul y la poesía es cosa de
poetas. Lo cierto es que ha teni-
do poco desarrollo en la jerga
coloquial.
¿Y EL ROJO-ROJITO?
En contraste con otros colores
relativamente neutros, el rojo
resulta no solo incendiario, sino
revoltoso. La palabra rojo ya de
por sí remite, para decirlo con
un lugar común, a un voraz incendio. Lo es por su aspecto, por
lo externo, pero también por sus
efectos. Rojo remite a intensidad, a fogosidad, a pasión. Cuando alguien sufre tormentas interiores y preguntan qué le pasa,
se dice que “está rojo de furia”.
En la dimensión social, lo
rojo está vinculado a las grandes conmociones históricas. En
los tiempos modernos, ha sido
el color por excelencia de los
movimientos obreros revolucionarios. Desde la “bandiera rossa” de los partigiani italianos
hasta el cognomento de “rojos”
para los militantes comunistas.
Ese color ha teñido no solo las
ideologías y los distingos políticos, sino que ha dejado estelas
de sangre en los adoquines del
mundo capitalista.
Esa estrecha conexión con la
historia la rescata Neruda cuando, en “Un canto para Bolívar”,
dice: “De qué color la rosa que
junto a tu alma alcemos? / Roja
será la rosa que recuerde tu paso.
/ Cómo serán las manos que toquen tu ceniza? / Rojas serán las
manos que en tu ceniza nacen. /
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto? / Es roja la semilla
de tu corazón vivo”. Y mucho
más cerca de nosotros, el Ejército Rojo le clava al nazi-fascismo
la bandera roja que liberó a la
humanidad de la bestia parda.
Una variante actual –y muy
nuestra– que ha sepultado al
“rojo” ofensivo de la derecha
neofascista es el a veces burlesco “rojo-rojito”, que también
es celebratorio por parte de la
izquierda criolla. Así, pues, del
rojo despectivo al rojo-rojito
chavista, el cognomento “rojo”
sigue siendo una marca de identificación en la contienda política nacional.
En todo caso, en el periodismo
los colores se usan excepcionalmente con valores metafóricos.
Son frecuentes, sin embargo, en
la titulación y cuando aparecen entrecomillados en textos
de una fuente. Cuando titulan
“Los rojo-rojitos ganaron otra
elección” o “El funcionario policial informó que el detenido es
‘un viejo verde” están en pleno
dominio del oficio. Otra cosa
hacen los poetas. Ellos se pintan de colores
Caracas
Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE|Parte
de ,ETRAS
Suplemento dominical del
,OSJARDINESDESAPARECIDOS
Crónicas de la ciudad
contemporánea
T/ Héctor Seijas
Los amores perdidos
de Agustín Lara
H
ermes dibuja números en una pizarra, nos da la
clave de los signos del zodíaco. Pretende revelar –de lunes a viernes– la trama constante del
amor, el dinero y la pasión.
Josefina, adicta suya, desayuna con su tarot, anota
cada número; prepara recetas de feng shui con aceite
de coco, canela y agua de rosas.
Le enciende velas a las ánimas del purgatorio.
Está al día con los santos –especialmente con San
Antonio–, no les debe ninguna promesa, las ha pagado puntuales, celebra el cumpleaños de Santa Bárbara con mariachis y se fuma nueve tabacos todos los
días, por si las moscas.
Josefina adora la música de Agustín Lara y prefiere escuchar sus canciones cuando se encuentra
sola, a eso de las diez de la mañana cuando la pensión queda desalojada, por la chamba nuestra de todos los días.
El “Cara Cortada” la enamora cada mañana por Radio Tiempo y le devuelve el rocío de otra época galante,
pergeñada de palabras que son talismanes, metáforas
aterciopeladas, donde abundan el rosa y el carmesí y
en donde las mujeres tienen labios de cristal y son hechiceras y fatales.
Mujeres vampiros, enjoyadas, cubiertas de pieles
costosas. Algunas han conocido el sacrificio del “amor
malvado” por las calles y los prostíbulos de la gran
ciudad –mariposas equivocadas–; deambulado bajo el
duro “cierzo invernal”.
Otras han coronado riquezas, fama, brillo, prestigio; cautivado quimeras que se desvanecen como burbujas en “finas copas de champán”.
Diosas fatales en cuyos altares se le rinde culto al
placer y al amor. Féminas pecadoras y bellísimas, hijas de Venus Afrodita, entre las cuales destaca la legendaria actriz María Félix, María Bonita.
Surgida de la bruma de una noche tropical, una noche pecadora, la estrella de María Bonita, María del
Alma, iluminará el firmamento nostálgico de Agustín Lara como una joya rutilante.
Ambos representan la síntesis de una época, un
vivir, un estilo o muchos estilos, porque ellos encarnan la opera social de los sentimientos de un colectivo, una multitud, una nación, un continente de
hombres y mujeres que se aman y se odian –los dos
extremos de la pasión.
Ellos nos hablan, nos miran, nos cantan y actúan
para nosotros desde la precaria eternidad del vinil,
el acetato y la cinta de celuloide.
Con palabras –diría Félix B. Caignet, el autor del
melodrama El derecho de nacer– que van directo al
corazón, ese lugar solitario, tan concurrido como El
Zócalo de México D.F.
Pero, las virtudes públicas y los vicios privados
son capaces de cambiar el orden de los factores y
entonces pasa que los vicios se hacen públicos y
las virtudes mero civismo, nacionalismo; machismo, patriarcado feudal, la otra cara de la moneda mexicana, desde los tiempos (los estilos) de la
dictadura de Porfirio Díaz (1830-1915), pasando por
el período violento de la Revolución (Villa, Zapata)
hasta la llegada de la “revolufia” a las instituciones
de la mordida contemporánea (PRI), sin olvidar el
estertóreo grito de la guerra civil de Juan Charrasqueado, entablada en contra de sus congéneres
féminas, el aguardentoso “¡Ay! Jalisco no te rajes” –“la rajada” es La Malinche, para algunos,
Octavio Paz entre ellos, estereotipo nacional
femenino opuesto al macho traicionado por
un ser que lleva una rajadura.
Entonces la rajada se vuelve metafísica y
folclórica y es cuando el honor radica entre
las piernas. Entre el hogar y el burdel promedian las instituciones, llámense clero, sociedad patriótica o la Confederación Regional
Obrera Mexicana (CROM), entre cuyos líderes figura un tal Morones; durante la presidencia de uno de
los fundadores del PNR, antecesor del PRI, Plutarco
Elías Calles (1877-1945) –el sindicalista Morones vendría siendo el prototipo protagónico de la novela
de Carlos Fuentes La muerte de Artemio Cruz–;
a éste corrupto sindicalista y a otros más y a
otros menos, inversionistas de la vida nocturna, adscritos a las filas del PRI, los veremos
ante el tribunal de la historia, convocados
por Carlos Monsivais en la obra titulada
Amor perdido.
Entre sus páginas, encontraremos
una y mil claves para interpretar –y comprender– de la mano de un iniciado, los misterios recónditos de la popular urbe azteca,
recorreremos el laberinto del ser mexicano,
que no es otro –de acuerdo con la vislumbre
histórica- sensible de Carlos Monsivais–
que el laberinto de los corazones rotos,
reconoceremos la expresión de los sentimientos “nacionales” a través de la
música, el drama, la poesía y la literatura, y, finalmente, advertiremos los
diferentes estilos, los discursos y los
sucesivos aparatos políticos que a lo
largo del siglo XX pretendieron conjugar el civismo, la sensibilidad –y
la sensiblería– apuntando, directo al
corazón del pueblo mexicano.
A ese corazón fusilado, a ese pobre
corazón herido de Agustín Lara, a ese
corazón expropiado, tan lejos de Dios y
tan cerca de los Estados Unidos.
7
8
Suplemento dominical del
Cruci-ARCHA
Por.EPTALÓ3EGOVIA
(/2):/.4!,%3
1. Perro mucuchíes que acompañó
a Simón Bolívar.
6. Clase o categoría profesional o social
de alguien.
10. Siglas de universidad venezolana.
11. Animal plantígrado.
13. Quinto signo del zodíaco.
14. Terminación verbal.
15. Iniciales de físico alemán, Premio
Nobel de Física en 1921.
17. Pronombre demostrativo y nombre
de una letra.
19. Dominio de internet de Noruega.
20. Apócope de nosotros.
22. Agua, océano, piélago.
24. Plural de vocal (inv.).
26. Organización de Países
Exportadores de Petróleo.
28. Sujetaré, anudaré, ligaré.
30. Edwin “…” Valero, recordado
boxeador venezolano.
32. Nopal, y su fruto.
34. Contracción gramatical.
35. Símbolo químico del sodio.
36. Hierro, plancha, en inglés.
38. Sinónimo de simulación, timo,
trampa.
40. Tercer estómago de los rumiantes.
42. Dios griego del amor.
44. Enarbolé la bandera en el asta.
45. Asidero de vasija.
46. El actual secretario general
de la Unasur (inv.).
48. Símbolo del decibelio.
49. Centro del sistema solar.
51. Onomatopeya del mugido.
53. Símbolos del área y del oxígeno.
54. Percibía los sonidos a través
del oído.
56. Dios fenicio del tiempo eterno
y de la prosperidad.
58. Percibir por los ojos los objetos
mediante la acción de la luz.
60. Mariano Picón “...” escritor
venezolano.
61. Hacer masa mezclando harina
con agua.
6%24)#!,%3
2. Moneda europea.
3. Cincuenta y cinco en números
romanos (inv.).
Parte de HumoRRR | Nº 250 s$OMINGODE!GOSTODE
4. Categoría previa a las Grandes
Ligas.
5. En el ajedrez, enroque corto.
6. Movimiento respiratorio convulsivo
y sonoro.
7. Símbolo químico del talio.
8. Rango militar superior.
9. En el ajedrez, enroque largo.
12. Esencia y naturaleza.
14. Natural de los Andes.
16. Decimotercera letra del alfabeto
español.
18. Unidad política superior
independiente y soberana.
21. Abreviatura de coseno (inv.).
23. Capaz, capacitado, idóneo.
25. Caso de hiato.
27. Sinónimo de patria, estado,
nación (pl.).
28. Asamblea Nacional.
29. Alabanza de las virtudes y méritos
de una persona o cosa.
31. País de África, capital Windhoek.
33. La universidad de la seguridad.
37. Voz repetida para arrullar.
39. Oso hembra.
41. Símbolo químico del actinio.
43. Una de las memorias principales
de un ordenador.
45. Voz para contestar el teléfono.
47. Estado musical de Venezuela.
48. Raíz cuadrada del número cuatro.
50. Plural de vocal.
52. Fruto de la vid.
55. Canto para dormir a los niños.
59. Dominio de internet de España.
SOLUCIÓN AL ANTERIOR
por 3OL,INARES
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