Volumen 28 No. 1 Enero - Abril, 2002 Acogida a la franquicia postal como correspondencia de segunda clase en la Administración de Correos de Ciudad de La Habana. CIRCULACIÓN: 2 500 ejemplares DIRECTOR Dr. Orlando Rigol Ricardo SECRETARIO Dr. Nelson Rodríguez Hidalgo COMITÉ DE REDACCIÓN Dr. Evelio Cabezas Cruz Dr. Eduardo Cutié León Dr. Orlando Díaz Mitjans Dr. Ubaldo Farnot Cardoso Dr. Manuel Veranes Arias PRECIO POR EJEMPLAR: $ 3,00 ASESORES Dra. Sonia Aguila Setién Dr. Celestino Alvarez Lajonchere Dr. Juan Castell Moreno Dr. Enzo Dueñas Gómez Dra. Elba Gómez Sosa Dra. Enma Heredia Torres Dra. Violeta Herrera Alcázar Dra. Blanca Manzano Ovies Dr. Antonio Márquez Guillén Dr. José Oliva Rodríguez Dra. Ada Ovies García Dr. Romelio Paz Aguirre Dr. Ernesto Piñón Montano Dr. Silvano Reyes Fuentes Dr. Alfredo Rodríguez Pérez Dr. Miguel Sosa Marín Dr. Lemay Valdés Amador Dr. Juan Vázquez Cabrera Edición Edición: FREDESVINDA BLANCO. Diseño e ilustración de cubierta cubierta: JOSÉ MANUEL OUBIÑA. Diseño interior interior: Traducción: MILTON FERRER. MANUEL IZQUIERDO. Traducción La REVISTA CUBANA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA es una publicación cuatrimestral con artículos tanto de obstetricia y ginecología como de especialidades afines. Contiene trabajos originales, revisiones bibliográficas y presentaciones de casos, principalmente de autores cubanos. Referencias bibliográficas. Sumario y resúmenes en español e inglés. Fotos e ilustraciones. Formato: 16,5 x 23,5 cm. Organismo patrocinador: Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología. SECRETARÍA DE REDACCIÓN Admitimos contribuciones de médicos TODA LA CORRESPONDENCIA DEBE DIRIGIRSE A: Centro Nacional de Información cubanos y extranjeros. Los originales de Ciencias Médicas. Calle I No. 202 esq. a Línea, El deben ser remitidos según las «Instruc- Vedado, Ciudad de La Habana, ciones al autor». Los trabajos serán inéditos. Solicitamos y agradecemos el canje con publicaciones similares. piso 11,10400, Cuba. Correo electrónico: ecimed@ infomed.sld.cu Teléfono: 55 33 75 1 INSTRUCCIONES AL AUTOR PRESENTACIÓN DE ORIGINALES 1. You CH, Lee KY, Chey RY, Menguy R. Electrogastrographic study of patients with unexplained nausea, bloating and vomiting. Gastroenterology 1980;79:311-4. 2. Goate AM, Haynes AR, Owen MJ, Farrall M, James LA, Lai Ly, et al. Predisposing locus for Alzheimer’s disease on chromosome 21. Lancet 1989;1:352-5. 3. New linking salt and hypertension [editorial]. BMJ 1981;282: 1993-4. · Los trabajos serán inéditos. Una vez aprobados, no podrán someterse a la consideración de otra revista, con vistas a una publicación múltiple, sin la debida autorización de la Editorial Ciencias Médicas (ECIMED). · La extensión máxima será 8 cuartillas para los trabajos originales, 12 las revisiones y 4 las comunicaciones breves e informes de casos, incluidas las tablas y figuras. LIBROS Y OTRAS MONOGRAFÍAS 4. Weinstein I, Swartz MN. Pathologic properties of invading microorganism. En: Sodeman WA Jr Sodeman WA, eds. Pathologic physiology: mechamisms of disease. Philadelphia: WB Saunders, 1974:457-72. 5. Eisen HN. Immunology: an introduction to molecular and celular principles of the immune response. 5. ed. New York: Harper and Row, 1974:406. · Los artículos se presentarán mecanografiados en papel blanco, a doble espacio, con márgenes no inferiores a 2,5 cm y 60 pulsaciones (comprendidos los espacios en blanco), con un total de 28 a 30 líneas por cuartilla, escrita por una sola cara, sin tachaduras ni arreglos manuscritos. Todas las páginas se numerarán, con arábigos y consecutivamente, a partir de la primera. La versión impresa debe acompañarse de un disquete de 3.5 pulgadas en lenguaje Microsoft Word, sin sangrías, tabuladores o cualquier otro atributo de diseño (títulos centrados, justificaciones, espacios entre párrafos, etc.). El disquete se le devolverá al autor. · Resultados y Discusión. Deben presentarse separados. · Conclusiones. No se presentarán aparte, deben estar desarrolladas en la discusión y mencionadas en el resumen. · Primera página. Contendrá el nombre de la institución que auspicia el trabajo; el título que no excederá las 15 palabras; nombres y apellidos completos de todos los autores ordenados según su participación (si el número es superior a 4 se aclarará, por escrito, el aporte de cada uno en la investigación o preparación del artículo); grado científico y categoría docente o investigativa más importante de cada autor, así como su dirección y teléfono. · Tablas, modelos y anexos. Se presentarán en hojas aparte (no se intercalarán en el artículo) y en forma vertical numeradas consecutivamente y mencionadas en el texto . No se aceptarán en papel fotográfico. Las tablas se ajustarán al formato de la publicación y la editorial podrá modificarlas si éstas presentan dificultades técnicas. · Segunda página. Incluirá un resumen informativo de 150 palabras, como máximo, contentivo de los propósitos, procedimientos empleados, resultados más relevantes y principales conclusiones del trabajo al igual que cualquier aspecto novedoso. El autor reflejará el contenido del documento a partir de 3 a 10 términos o frases (palabras clave) al pie del resumen y en orden de importancia. Por su parte, la ECIMED le insertará los descriptores correspondientes a la indización de cada trabajo según el DeCS y el MeSH. · Figuras. Las fotografías, gráficos, dibujos, esquemas, mapas, salidas de computadora, otras representaciones gráficas y fórmulas no lineales, se denominarán figuras y tendrán numeración arábiga consecutiva. Las fotografías se presentarán en papel de brillo con suficiente nitidez y contraste y un ancho máximo de 10 cm. Los gráficos y dibujos se confeccionarán con tinta china negra en cuartilla blanca o papel vegetal con un ancho máximo de 15 cm. Cada figura portará su número correspondiente y una flecha en el reverso que indique la parte superior, escritos con trazos de lápiz suave que no la dañen, Todas se mencionarán en el texto. Los pies de figuras se mecanografíarán en página independiente a 2 espacios. El total de las figuras y tablas ascenderá a 5 para los trabajos originales y de revisión y 3 para las comunicaciones breves e informes de casos. · Referencias bibliográficas. Se mecanografiarán a 2 espacios, en párrafo francés y en hoja aparte. Se seguirán las recomendaciones contenidas en los Requisitos uniformes para preparar los manuscritos que se proponen para publicación en revistas biomédicas, confeccionados por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (CIERM). Se numerarán según el orden de mención en el texto y deberán identificarse mediante arábigos en forma exponencial. Los trabajos originales no sobrepasarán las 20 citas; las revisiones, de 25 a 50 y las comunicaciones breves e informes de casos, 10. Se incluirán citas de documentos publicados relevantes y actualizados. Deberá evitarse la mención de comunicaciones personales y documentos inéditos; sólo se mencionarán en el texto entre paréntesis si fuera imprescindible. Las referencias de los artículos aprobados para su publicación, se incluirán indicando el título de la revista y la aclaración en prensa entre paréntesis (). Se relacionarán todos los autores del texto citado; si tiene 7 o más autores, se mencionarán los 6 primeros, seguidos de «et al.» Los títulos de las revistas se abreviarán por el Index Medicus (List of journals indexed in Index Medicus). No se destacará ningún elemento con el uso de mayúsculas ni el subrayado. Se observarán el ordenamiento de los elementos bibliográficos y el uso de los signos de puntuación prescritos por el estilo Vancouver. A continuación, se ofrecen ejemplos de algunos de los principales casos: · Abreviaturas y siglas. Las precederá su nombre completo la primera vez que aparezcan en el texto. No figurarán en títulos ni resúmenes. Se emplearán las de uso internacional. · Sistema Internacional de Unidades (SI). Todos los resultados de laboratorio clínico se informarán en unidades del SI o permitidas por éste. Si se desea añadir las unidades tradicionales, éstas se escribirán entre paréntesis. Ejemplo: glicemia: 5,55 mmol/L (100mg/100 mL). · Los trabajos que no se ajusten a estas instrucciones, se devolverán a los autores. Los aceptados se procesarán según las normas establecidas por la ECIMED. Para facilitar la elaboración de los originales, se orienta a los autores consultar los requisitos uniformes antes señalados. REVISTAS 1. You CH, Lee KY, Chey RY, Menguy R. Electrogastrographic study of patients with unexplained nausea, bloating and vomiting. Gastroenterology 1980;79(2):311-4. Opcionalmente, se admite la omisión del número en las revistas con paginación consecutiva para cada volumen. Los autores residentes en Ciudad de La Habana o en el extranjero enviarán sus trabajos a la Ecimed. Los del interior del país, los entregarán al centro provincial de información correspondiente. 2 R e v i s t a C u b a n a d e Volumen 28 Numero 1 Enero -Abril - 2002 SUMARIO CONTENTS OBSTETRICIA MORTALIDAD MATERNA Y PERINATAL EN ADOLESCENTES Maternal and perinatal mortality in adolescents Evelio Cabezas Cruz CARACTERÍSTICAS MATERNAS Y RESULTADOS PERINATALES EN EL EMBARAZO PROLONGADO MATERNAL CHARACTERISTICS AND PERINATAL RESULTS IN PROLONGED PREGNANCY Jorge M. Balestena Sánchez, Esteban del Pino Malagón, Ciro Suárez Blanco y Manuel Soto Urquiola INCOMPETENCIA CERVICAL DIAGNOSTICADA POR ULTRASONIDO EN LA PREVENCIÓN DEL PARTO PRETÉRMINO Cervix incompetence diagnosed by ultrasound in the prevention of preterm birth Luis Raúl Martínez González y Marta Valladares Hernández APENDICITIS AGUDA DURANTE LA GESTACIÓN Acute appendicitis during gestation Jorge M. Balestena Sánchez APENDICITIS AGUDA DURANTE EL EMBARAZO Acute appendicitis during pregnancy Raúl A. Morales González, Francisco Vargas La O, Fernando Rosabal Infante y Manel Cendán Rosa MACROSOMÍA FETAL. SU COMPORTAMIENTO EN EL ÚLTIMO QUINQUENIO Fetal macrosomia. Its behavior in the last five-year period Marta Lucía Cutié Bressler, Mariela Figueroa Mendoza, Anadys B. Segura Fernández y Constantino Lestayo Dorta COMPLICACIONES PUERPERALES DURANTE LA ESTADÍA HOSPITALARIA Puerperal complications during hospital stay Manuel Piloto Morejón, Ciro Suárez Blanco y Gertrudis Palacios Váldes HELLP SÍNDROME. PRESENTACIÓN DE UN CASO Y RESUMEN DE LA ENTIDAD Hellp syndrome. A case report and summary of the entity Carlos Luis Guerra Verdecia, Ramón Contreras Núñez, María Millán Vega, Ana Rosa Rodríguez Cañetes y Yarine Fajardo Tornés 3 5 11 18 24 29 34 42 49 GINECOLOGÍA COMPORTAMIENTO DE LA SEXUALIDAD EN LA MUJER DE LA EDAD MEDIANA Sex behavior in the middle-aged woman Valentín Martínez Camilo, Beatriz Torrientes Hernández, Patricia Paz Aranda LA ATENCIÓN GINECOLÓGICA A LA NIÑA. UNA REALIDAD EN NUESTRA ESPECIALIDAD Gynecological child care. A reality in our speciality Miguel Lugones Botell y María de los Angeles Calzada Occeguera 4 54 58 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):5-10 OBSTETRICIA Dirección Nacional Materno Infantil. Ministerio de Salud Pública MORTALIDAD MATERNA Y PERINATAL EN ADOLESCENTES Dr. Evelio Cabezas Cruz 1 RESUMEN: Se analizan las tasas de mortalidad materna y perinatal, durante la adolescen- cia, comparándola con lo planteado en la literatura internacional mediante los datos que aparecen en la Oficina Nacional de Estadísticas y en los Anuarios de la Dirección Nacional de Estadísticas del MINSAP. Se estudiaron 1 559 398 nacimientos ocurridos en 10 años, de los cuales el 16,2 % fueron en mujeres menores de 20 años; se indica que este porcentaje es más bajo que en los países latinoamericanos comprendidos en el estudio de Demographic and Health Surveys. La tasa de mortalidad materna fue inferior en las adolescentes que en el grupo de mujeres de todas las edades. Igualmente la tasa de mortalidad perinatal I se mostró ligeramente inferior al grupo de mujeres de todas las edades, en contraposición con lo que se plantea en la literatura internacional, lo cual evidencia la atención especial que recibe la adolescente en Cuba. DeCS: TASA DE MORTALIDAD; MORTALIDAD MATERNA; MORTALIDAD INFANTIL ; EMBARAZO EN ADOLESCENCIA / estadística & datos numéricos. Desarrrollo Desar mundo y por causas relacionadas con el embarazo, mueren en este grupo de edad más que por ninguna otra causa.2 Las adolescentes tienen el doble de probabilidad de morir en relación con el parto que las mujeres en los 20; en aquéllas por debajo de 15 años de edad aumenta en 5 veces el riesgo. Las adolescentes también exponen a su descendencia a un alto riesgo. Los niños nacidos de mujeres menores de 20 años tienen 1½ más riesgo de morir antes de su Durante siglos, casarse y tener hijos a los 14 o 15 años de edad era algo común, pero en la actualidad esto tiene una significación muy diferente, pues evoca una anomalía social y numerosos riesgos sociales, psicológicos y biológicos.1 El embarazo y el parto durante la adolescencia acarrean importantes riesgos. Niñas de 15 a 19 años de edad paren alrededor de 15 millones de niños cada año en el 1 Profesor Titular. Consultante de la Universidad Médica de La Habana. Especialista de II Grado en Obstetricia y Ginecología. Jefe del Grupo de Asesores en Obstetricia y Ginecología del Ministerio de Salud Pública. 5 Métodos primer año de vida que los niños nacidos de madres con edades entre 20 a 29 años. La inmadurez física coloca a la madre adolescente en mayor riesgo para la morbilidad y la mortalidad. La joven madre tiene mayor riesgo de presentar parto obstruido, parto prolongado, preeclampsia y eclampsia, entre otros. Los riesgos del embarazo en la adolescencia se incrementan en los países en vías de desarrollo. En reciente publicación,3 se señala que entre el 20 y el 46 % de las mujeres, en la mayoría de un grupo seleccionado de países en vías de desarrollo, tienen su primer hijo antes de los 18 años de edad y al llegar a los 20 años ya del 30 al 67 % ha tenido su primer parto. En los Estados Unidos de Norteamérica esto ocurre en el 8 % de la población adolescente. En el estudio de Demographic and Health Surveys (DHS)4 aparecen porcentajes de mujeres de 25 a 29 años de edad que parieron antes de los 20 años en países Latinoamericanos. Bolivia 39 %, Brasil 35 %, Colombia 32 %, República Dominicana 38 %, Guatemala 49 %, Haití 36 %, Paraguay 36 % y Perú 33 %, entre otros. Aunque las consecuencias físicas y sobre la salud en general de la adolescente y sobre su niño son universalmente reconocidas como problemáticas,5 nadie discute que el mayor o menor daño estarían en relación directa con las particularidades culturales, sociales, económicas y de atención médica de un sitio determinado. Estos antecedentes nos han motivado a investigar el estado de la mortalidad materna y perinatal en las adolescentes de Cuba. El material ha estado constituido por los datos que se encuentran en la Oficina Nacional de Estadísticas y en la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública. Procesamos los datos de 10 años y confeccionamos tablas de las cuales sacamos nuestras conclusiones. Resultados La (tabla 1) indica que en el decenio estudiado se produjeron en el país un total de 1 559 398 nacimientos, de los cuales 6 604 fue en mujeres menores de 15 años de edad, lo que equivale al 0,42 % del total; en el grupo de 15 a 19 años ocurrieron 252 799 nacimientos que significan el 16,2 % del total. Si se separan los últimos 5 años del decenio (1995-99), el porcentaje del grupo de 15 a 19 años de edad desciende a 13,1 %. A diferencia de lo que aparece en la literatura internacional, la tasa de mortalidad materna por causas directas en el grupo de 15 a 19 años de edad, en Cuba, (tabla 2), es inferior a la tasa en el grupo de todas las edades en cada uno de los años estudiados, con excepción del año 1997. En el grupo de menores de 15 años ocurrieron 2 muertes maternas, una en 1990 y otra en 1997. Estos resultados se relacionan con la atención especial que reciben las adolescentes embarazadas en nuestro país. En la (tabla 3) estudiamos la mortalidad perinatal I, la tasa en el grupo de 15 a 19 años de edad presenta tendencia al descenso en los últimos 5 años del decenio, lo mismo se observa en el grupo de todas las edades. El grupo menores de 15 años presenta un comportamiento muy inestable, aunque en los 2 últimos años ha tenido una disminución significativa. 6 TABLA 1. Porcentaje de nacimientos en madres adolescentes según grupos de edad. Cuba 1990-1999 < 15 años Años 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Total Total de N.V * N.V. % 658 896 349 238 265 170 27 681 080 785 1 092 940 696 611 578 516 487 535 537 612 0,59 0,54 0,44 0,40 0,39 0,35 0,35 0,35 0,36 0,41 1 559 398 6,604 0,42 186 173 157 152 147 147 140 152 151 150 N.V. 40 35 29 25 24 22 18 19 18 18 15 a 19 años % * 245 306 543 926 072 152 864 430 303 958 21,6 20,3 1,8 17,0 16,3 15,1 13,4 12,7 12,1 12,6 252 799 16,2 * Porcentaje calculado contra el total de NV Fuente: Oficina Nacional de Estadística TABLA 2. Mortalidad materna directa según grupos de edad. Cuba 1990-1999 Edad de la madre Años < 15 años 15 a 19 años Todas las edades 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 91,6 ( 1 caso) 187,0 (1 caso) - 12,4 22,7 16,9 27,0 33,2 26,4 10,3 25,7 10,6 20,4 31,6 36,2 33,1 26,9 43,5 32,6 24,2 21,6 27,1 26,9 Tasa por 100 000 nacidos vivos Nota: Muerte materna de 1990 (14 años), rotura uterina (espátulas) Muerte materna de 1997 (14 años), eclampsia Al analizar la mortalidad perinatal I en sus 2 componentes, tenemos que la tasa de mortalidad fetal tardía (tabla 4), en el grupo de todas las edades ha disminuido el 7 % en los 10 años que comprende el estudio. En el grupo entre 15 a 19 años la mortalidad ha estado por debajo del grupo de todas las edades en cada uno de los años del estudio. El grupo menor de 15 años de edad presenta un comportamiento inestable, aunque debe señalarse que en 1998 la tasa fue de 3,7 y en 1999 no ocurrió ninguna muerte fetal tardía en este grupo de edad. 7 TABLA 3. Mortalidad perinatal I según grupos de edad de la madre. Cuba 1990-1999 Edad de la madre Años < 15 años 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 23,5 21,0 17,1 16,2 27,3 11,5 20,3 18,5 9,3 8,2 15 a 19 años 14,1 13,8 14,2 13,0 13,3 13,1 11,9 13,3 13,2 12,1 Todas las edades 14,6 14,4 14,2 13,7 13,7 13,1 12,1 13,4 13,0 12,0 Tasa por 1000 nacidos vivos y defunciones fetales de 1 000 g y más Fuente: Dirección Nacional de Estadística. MINSAP. TABLA 4. Mortalidad fetal tardía según grupos de edad de la madre. Cuba 1990-1999 Edad de la madre Años < 15 años 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 13,6 11,6 5,7 9,7 15,3 7,7 10,2 12,9 3,7 - 15 a 19 años 8,6 8,2 8,7 8,1 8,5 8,4 8,4 9,3 9,4 8,9 Todas las edades 10,1 9,7 9,7 9,8 9,7 9,6 9,2 9,5 9,5 9,4 Tasa por 1 000 nacidos vivos y defunciones fetales de 1 000 g y más Fuente: Dirección de Estadística. MINSAP En relación con la mortalidad neonatal precoz (tabla 5), en el grupo de todas las edades se observa una disminución del 40 % al comparar las tasas de 1990 con 1999. La tasa en el grupo de 15 a 19 años fue superior al grupo de todas las edades en cada uno de los años del estudio, aunque también muestra tendencia a la disminución, que se hace marcada en los últimos 4 años (1996-99). La tasa de mortalidad en el grupo menor de 15 años de edad ha sido superior a los demás grupos en cada uno de los años del estudio, con la única excepción del año 1995. 8 TABLA 5. Mortalidad neonatal precoz según grupos de edad de la madre. Cuba 1990-1999 Edad de la madre Años < 15 años 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 9,9 19,5 11,4 6,5 11,9 3,8 10,2 75,5 85,6 8,2 15 a 19 años 5,5 5,6 5,4 4,8 4,8 4,7 3,5 4,0 3,8 3,2 Todas las edades 4,6 4,7 4,6 3,9 4,1 3,9 3,2 3,0 2,9 2,8 Tasa por 1 000 nacidos vivos y defunciones fetales de 1 000 g y más Fuente: Dirección Nacional de Estadística. MINSAP Discusión edad aumentan en 5 veces el riesgo, hemos visto que en nuestro país la tasa de mortalidad materna por causas directas es inferior a la tasa de las mujeres de todas las edades. En el grupo menor de 15 años sólo ocurrieron 2 muertes maternas en los 10 años de estudio. En cuanto a la mortalidad perinatal I, en la literatura se plantea que los nacidos de mujeres menores de 20 años tienen más riesgo de morir que los nacidos de madres con edad entre 20 a 29 años, como se muestra en este estudio. Esta afirmación no se cumple en nuestro país, ya que la tasa perinatal I en las menores de 20 años no supera a la tasa en mujeres de todas las edades. Es cierto que el embarazo en la adolescencia conlleva numerosos riesgos; pero también las condiciones económicas, sociales, culturales y sobre todo de atención médica en el sitio en que se encuentra la adolescente pueden disminuir el daño de manera significativa. En nuestro sistema de salud se le ofrece a la adolescencia en general y a la adolescente embarazada de modo particular una atención especial. Como resultado de esto tenemos que mientras a escala internacional se plantea que las adolescentes tienen el doble de probabilidad de morir en relación con el parto de las mujeres en los 20 y que aquéllas por debajo de los 15 años de SUMMARY: The maternal and perinatal mortality rates during adolescence are analyzed and compared with what is published in the international literature. Data registered in the National Statistics Office and in the Yearbooks of the National Statistics Division of the Ministry of Public Health are also reviewed. 1 559 338 births occurred in ten years were analyzed. l6.2 % of them corresponded to women under 20. It is stressed that this percentage is lower than in the Latin American countries included in the study of Demographic and Health Surveys. The maternal mortality 9 rate was lower in the adolescents than in the group of women of all ages. The perinatal mortality rate I was slightly lower than that of the group of women of all ages, contrary to what is stated in international literature. This shows the special attention received by the female adolescents in Cuba. Subject headings: MORTALITY RATE; MATERNAL MORTALITY; INFANT MORTALITY; PREGNANCY IN ADOLESCENCE/statistics & numerical data Referencias bibliográficas 7. 1. Diccionario terminológico de Ciencias Médicas. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1984:552. 2. Beher R, Lee S, Yera G de la. Tumor de Krukenberg, presentación de un caso. Rev Cubana Obstet Ginecol 1976;2(1):73-9. 3. Le Bouedec, De Latour M, Levrel O, Dauplat J. Krukenberg tumors of breast origin. 10 cases. Presse Med 1997;26(10):454-7. 4. Krulik M. Krukenberg tumors and ovarian metastases of breast cancer. Presse Med 1997;26(10):452-3. 5. Botella Llusiá J, Clavero Nuñez J. Tumores ováricos. 13 ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1980:775-9. 6. Loke TK, Lo SS, Chan CS. Krukenberg tumors arising from a primary duodenojejunal 8. 9. 10. adenocarcinoma. Clin Radiol 1997; 52(2): 154-5. Csomr S, Z. Data to the clinical manifestation of the Krukenberg tumor. Acta Chir Hung 1998;37(1-2):101-6. Kim SH, Kim WH Park KJ, Lee JK, Kim JS. CT and MR findings of Krukenberg tumor: comparison with primary ovarian tumors. J Comput Assist Tomogr 1996;20(3):393-8 Te L, Richarrd W. Ginecología operatoria. 5 ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1980:732. Peterson B. Oncología. Moscú: Editorial Mir, 1987:375-6. Recibido:31 de mayo de 2000. Aprobado: 30 de junio de 2000. Dra. Tania Tamayo Lien. Hospital Ginecoobstétrico “Ramón González Coro” calle 21 No.854 % 4 y 6 Plaza, Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10400. 10 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):11-7 Hospital Universitario “Abel Santamaría” Pinar del Río CARACTERÍSTICAS MATERNAS Y RESULTADOS PERINATALES EN EL EMBARAZO PROLONGADO Dr. Jorge M. Balestena Sánchez,1 Dr. Esteban del Pino Malagón,1 Dr. Ciro Suárez Blanco1 y Dr. Manuel Soto Urquiola 2 RESUMEN: Con el objetivo de evaluar las características maternas y los resultados perinatales en el embarazo cronológicamente prolongado, se realizó un estudio en el hospital docente ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla”, entre julio de 1999 y febrero de 2000; el grupo estudio se conformó con todas las gestantes que tuvieron su parto con 42 semanas o más (n = 412); entre tanto se formó un grupo control con gestantes que tenían tiempo de gestación entre 37 y 40 semanas (n = 320). Se evaluaron diferentes variables maternas y perinatales, para el análisis estadístico se utilizó la frecuencia porcentual, la media y la desviación estándar y el test de diferencia de proporciones con niveles de significación de p < 0,05 ( significativa) y p < 0,01 ( muy significativa). Los principales resultados fueron que la adolescente y la gestante añosa resultaron variables maternas muy significativas; el líquido amniótico meconial, el sexo masculino y la macrosomía fetal fueron resultados perinatales muy significativos. EL Apgar inferior de 7 puntos al minuto de vida también resultó significativo. DeCS: EMBARAZO PROLONGADO; MORTALIDAD INFANTIL; FACTORES DE RIESGO; EMBARAZO EN ADOLESCENCIA; EDAD MATERNA IGUAL O SUPERIOR A 35 Años. Posmadurez significa la prolongación del embarazo más allá de su duración normal, de tal forma que la FIGO ha definido el embarazo prolongado como aquella gestación que alcanza los 294 días o más a partir del primer día de la última fecha menstrual.1-5 1 2 El cálculo de la fecha estimada del parto está sujeta a errores, también es incierto el diagnóstico de posfecha. Si los ciclos menstruales de la madre fueron de 35 días o más prolongados, por definición el parto será tardío, aunque el lactante en realidad fuera a término. Por esto, los criterios para Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Instructor. Facultad de Ciencias Médicas “ Ernesto ‘Ché’ Guevara de la Serna”. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. 11 definir el tema son de orden matemático o basados en parámetros clínicos-biológicos.6 Estadísticas generales basadas en informes con largo número de casos pueden ser fácilmente hechos, y muestran que los partos ocurridos 2 semanas después de la fecha probable de parto está para unos entre el 5 y el 10 %, mientras que para otros entre 3,5 y 7 % de los embarazos. Este amplio rango de variación se debe especialmente a los criterios y metodología utilizados para el diagnóstico de la edad gestacional del feto.7 El embarazo prolongado es una situación obstétrica que produce inquietud y temor en la embarazada y el entorno familiar. Este temor está basado en el conocimiento público de que es un embarazo de alto riesgo de morbimortalidad perinatal; si ésta avanza más allá de las 42 semanas el riesgo aumenta.2,6,8 En general el embarazo prolongado presenta 2 grandes problemas: su realidad y alta mortalidad perinatal.6 Nuestro país en general y nuestra provincia en particular no escapan de este dilema, por ello nos decidimos a realizar esta investigación con el propósito de incrementar nuestros conocimientos y poder brindar una mejor atención a nuestras embarazadas con 42 semanas o más. trol estuvo formado por los primeros 40 nacimientos de cada mes que tenían un embarazo entre 37 y 40 semanas (existió al menos una semana de diferencia entre los 2 grupos de investigación). En ambas muestras se estudiaron las siguientes variables: edad, modo de comienzo de la labor del parto, modo de terminación del embarazo, color del líquido amniótico, sexo y peso del producto de la concepción, test de Apgar al minuto y a los 5 minutos de nacido, datos extraídos de las historias clínicas y el registro de nacimiento. Los datos obtenidos se agruparon en cuadros y figuras; el análisis estadístico se realizó por la frecuencia porcentual, la media, la desviación estándar; además del test de diferencia de proporciones para muestras independientes con nivel de significación de p < 0,05 (significativa) y p < 0,01 (muy significativa). Resultados Los grupos de edades se exponen en la tabla 1, donde vemos que la mayoría de los pacientes de ambos grupos se encontraban entre los 20 y 34 años de edad, que coincide con la edad idónea para la reproducción, pero en el grupo estudio hubo un predominio del intervalo de 25 a 29 años con 147 pacientes, lo que representó el 35,68 %; mientras en el grupo control la mayor frecuencia estuvo entre los 20 y 24 años con el 38,13 %. Al realizar el análisis estadístico se comprobó que las medidas de ambos grupos eran casi similares (26 ± 5,4 Vs 25 ± 4,8 años); sin embargo, resultaron muy significativos (p < 0,01) los grupos de adolescentes y añosas. El color del líquido amniótico al nacimiento es una de las variables que se estu- Métodos Se realizó un estudio retrospectivo transversal y analítico en el Hospital Docente Ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla”, entre julio de 1999 y febrero del 2000; este enroló a todas las gestantes que tenían 42 semanas o más de embarazo. El universo de nuestro estudio estuvo conformado por 4 718 nacimientos y de ellos, 412 fueron embarazos prolongados, lo que constituyó el grupo estudio; el grupo con- 12 dian en el recién nacido (tabla 2). La mayoría de las pacientes (211 embarazadas) del grupo estudio tenían líquido meconial, lo que representó el 51,22 %, resultado muy significativo (p < 0,01) estadísticamente; mientras que el grupo de gestantes en tiempo gestacional al parto normal la mayor incidencia la tuvo el líquido claro, con el 87,50 %. Se destaca el comienzo del parto por inducción (tabla 3) en el grupo estudio (328/ 412), mientras que en el grupo control predominó el comienzo espontáneo (290/320). En el grupo de gestantes con 42 semanas o más de embarazo, se presentó 3,90 veces más en los nacimientos con labor de parto inducida que espontáneamente, esto resultó muy significativo (p < 0,01); sin embargo, en el grupo control se comportó de forma inversa. También resultó muy significativo (p < 0,01) el parto en las pacientes que comenzaban su labor de parto con inducción. Se observa que la mayor frecuencia, tanto del grupo estudio como el control se encuentran entre los 3 000 y 3 499 g con el 40,05 y el 50,00 % respectivamente, pero llama la atención que la macrosomía fetal (4 000 g y más) se presentó con una incidencia 6,5 veces mayor en el grupo de pacientes con embarazos prolongados que en el grupo a término (tabla 4). El análisis estadístico demuestra un peso promedio superior en el grupo de TABLA 1. Embarazo prolongado según edad Años Variables No. Grupo estudio 15 20 25 30 35 50 * 116 147 68 31 ** – 19 - 24 - 29 - 34 - 39 Total X ± DE 26 ± 5,4 * Z = 5,333 p < 0,05 Fuente: Encuestas. 412 25 ± 4,8 Z = 5,076 ** Grupo control No. % % 12,14 28,16 35,68 16,50 7,52 8 122 109 78 3 2,5 38,13 34,06 24,38 0,93 100,00 320 100,00 p < 0,05 TABLA 2. Embarazo prolongado y color del líquido amniótico al nacimiento Color del líquido amniótico Grupo estudio No. % Grupo control No. % Claro Meconial 201 211 * 48,78 51,22 280 40 87,50 12,50 Total 412 100,00 320 100,00 * Z = 12,612 p < 0,01 Fuente: Encuesta. 13 TABLA 3. Embarazo prolongado. Modo de culminación del embarazo según modo de comienzo de la labor de parto Modo de comienzo labor de parto Espontáneo Inducido * Z = 22,290 p < 0,01 Fuente: Encuesta. Modo de culminación del parto Grupo estudio Grupo control Parto Cesárea Parto Cesárea No. % No. % No. % No. % 77 214 26,46 73,54 * ** 7 114 ** 5,78 94,22 252 18 93,33 6,67 38 12 76,00 24,00 Z = 10,974 p < 0,01 TABLA 4. Embarazo prolongado según sexo y peso del producto de la concepción Variables Grupo estudio N % Grupo control N % Sexo del recién nacido Femenino Peso del recién nacido (g) 2 000 - 2 499 2 500 - 2 999 3 000 - 3 499 3 500 - 3 999 4 000 - 4 499 220 * 192 53,40 46,60 134 186 40,87 59,13 1 37 165 157 52 ** 0,24 8,98 40,05 38,11 12,62 72 160 80 8 22,50 50,00 25,00 2,50 Total 412 100,00 320 100,00 X ± DE (g) * Z = 4,125 p < 0,01 ** Z = 5,611 p < 0,01 Fuente: Encuesta. 3 407 ± 352 3 194 ± 409 gestantes con 42 semanas o más ( 3 407 g Vs 3 194 g); este propio grupo resultó muy significativo (p < 0,01). Del total de fetos vivos que nacieron de embarazos con 42 semanas o más, el 5,35 % (22 bebés) tuvieron menos de 7 puntos al primer minuto de vida extrauterina, lo cual fue significativo (p < 0,05). Sin embargo, pasados 5 minutos casi la totalidad de los recién nacidos se había recuperado (tabla 5). Mientras tanto, en el grupo control hubo 8 pacientes con Apgar bajo al minuto, pero todos se recuperaron perfectamente a los 5 minutos. Hubo una muerte fetal anteparto intrahospitalaria en el grupo estudio, que representó el 0,24 % de la muestra estudio. Discusión Cada feto es un individuo que crece y madura de forma diferente; de modo que es improbable que todos los fetos maduren en el mismo número de días. 1 En relación con la edad, Pérez7 plantea que existen controversias en la actualidad. Esta investigación coincide con el trabajo realizado por Morejón [Morejón E. Embarazo Prolongado. Tesis de Grado. Pi- 14 TABLA 5. Embarazo prolongado según puntaje de Apgar al minuto y 5 minutos Apgar 1 minuto No. Grupo estudio % Grupo control No. % <7 ≥7 22* 389 5,35 94,65 8 312 Total 411 * 100,00 320 2,50 97,50 100,00 Z = 2,000 p < 0,05 Apgar 5 minutos Grupo estudio No. <7 ≥7 2 409 Total 411 % Grupo control No. 0,49 99,51 100,00 320 320 % 100,00 100,00 Se excluye un fallecido fetal Fuente: Encuesta. nar del Río, 1998.] en cuanto a los grupos de mayor frecuencia, pero difiere en que nosotros encontramos significación estadística en los grupos extremos de la vida reproductora de la mujer. También nuestra investigación se asemeja a la realizada por Gazo.9 El embarazo prolongado se caracteriza por tener una disminución progresiva del líquido amniótico, lo cual provoca compresión del cordón umbilical con la consiguiente aparición de desaceleraciones y gráficas no reactivas en la cardiotocografía, con una relación inversa entre el volumen del líquido amniótico y la presencia de Dips en esta prueba. Nuestro índice de líquido meconial fue similar al reportado en la literatura mundial revisada.7,10,11 Se plantea que el meconio es 2 a 3 veces más frecuente en los embarazos cronológicamente prolongados, y que en el 50 % de las gestantes es espeso, lo cual lleva a estos fetos a desarrollar el síndrome por aspiración de meconio.10 Divon12 plantea que el meconio expulsado por el feto de embarazos prolongados está en relación directa con el índice de líquido amniótico diagnosticado por ecografía, cuando este es igual o menor de 5 cm. La conducta obstétrica en el embarazo prolongado ha pasado por diferentes modalidades a lo largo del tiempo. Los resultados de nuestra investigación se corresponden con los obtenidos por otros autores, 9,10 los cuales plantean una frecuencia mayor favorable al comienzo de la labor del parto por inducción en este tipo de embarazo; también coincide con nosotros el estudio realizado por Morejón. Afirevic 13 refiere la inducción en gestantes con 42 semanas o más como método eficaz para disminuir la morbimortalidad de los neonatos productos de este tipo de embarazo. Sin embargo, Wirtgen14 plantea que la inducción es necesaria sólo en gestantes cuyo embarazo prolongado concomite con otras alteraciones de la gestación, por lo que el manejo de este tipo de gestación 15 debe ser conservador, siempre y cuando se acompañe de bienestar fetal. Nuestro índice de cesárea es inferior al referido por otros investigadores, pero coincidimos con ellos al tener nosotros un elevado índice de cesárea en la labor del parto comenzada como inducción.9,10 Se destaca que el embarazo prolongado se produce frecuentemente cuando el feto es del sexo masculino. A pesar de no contar con bibliografía al respecto, nuestra investigación se asemeja a la realizada en el año 1998 en la propia institución donde se realizó esta. Nuestros resultados son similares a los referidos por otros investigadores;7,9,10 tam- bién se corresponde con el realizado por Morejón. Algunos autores señalan que la placenta disminuye su función en el embarazo postérmino, pero esto puede no ocurrir y ella continuar aportando nutrientes al feto, lo cual puede explicar el alto índice de macrosómicos que nacen de los embarazos prolongados.14,15 Los resultados obtenidos se asemejan a los de Capó [Capó M. Hipoxia al Nacer. Tesis de Grado. Pinar del Río, 1995.] en su investigación acerca de la hipoxia al nacer, donde encontró una relación muy significativa entre el embarazo prolongado y el Apgar inferior a 7 puntos al minuto de vida. SUMMARY: In order to evaluate the maternal characteristics and the perinatal results in the chronologically prolonged pregnancy, a study was conducted at “Justo Legón Padilla” Gynecoobstetric Teaching Hospital, from July, 1999, to February, 2000. The study group was composed of all the pregnant women that gave birth with 42 weeks or more (n = 320). Different maternal and perinatal variables were evaluated. The percentage frequency, the mean and standard deviation and the test of difference of proportions with significance levels of p < 0.05 (siginificant) and p <0.01 (very significant) were used for the statistical analysis. The main results were as follows: adolescence and the old pregnant women were very significant maternal variables, whereas the meconium amniotic fluid, the male sex and the fetal macrosomia were very significant perinatal results. The Apgar score lower than 7 points at the minute of life was also significant. Subject headings: PREGNANCY, PROLONGED; INFANT MORTALITY; RISK FACTORS; PREGNANCY IN ADOLESCENCE; MATERNAL AGE-35 AND OVER. Referencias bibliográficas 5. Cloherty PJ, Stark RA, Deaconess IB. Manual de Cuidados Neonatales. 3ra. ed. EE.UU: Editorial Masson, 1999:42-52. 6. Díaz J, Hernández J, Crespo J, Deulofeo M. Embarazo postérmino. Seguimiento paraclínico, correlación de variables. Rev Cubana Obstet Ginecol 1997; 23 (1):37-42. 7. Pérez A, Donoso E. Obstetricia. Santiago de Chile: Editorial Mediterráneo, 1996: 506-10. 8. Boisselier P, Guettier X. Prolonged pregnancy. Review the literature. J Gynecol Obstet Biol Reprod 1995; 24 (7):739-46. 9. Gazo MC, Cueva ER, Pérez LE, Peguero A, Vilorio I, Bunet O. Análisis critico del diag- 1. Chamberlain GVP. Obstetrics by ten teachers. Londres: The Bath Press, 1996:145-7. 2. Cuba, Ministerio de Salud Pública. Manual de Procedimientos de Diagnóstico y Tratamiento en Obstetricia y Perinatología. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 1997: 189-91. 3. Balash J. Obstetricia y Ginecología. Barcelona: Editorial Salvat, 1990:202-6. 4. Schwarcz L, Doverges AC, Díaz GA. Obstetricia. 5 ed. Uruguay: Editorial El Ateneo; 1995:230-232. 16 nóstico y manejo del embarazo cronológicamente prolongado. Rev Med Domin 1998; 2 (54): 17 –20. 10. Dávila GA. Embarazo prolongado características maternas y morbilidad perinatales en el hospital Arzobispo Loayza. SL; UPCH. Facultad de Medicina Alberto Hurtado. 1997. 84.pp.tab (3185-3185ª). 11. Jara JF, Flores H, Escobedo F, Jimenez ML, Abued JR. Embarazo prolongado: análisis de 236 casos. Ginecol Obstet Mex 1995; 5 (58):133-137. 12. Divon MY, Marks AD, Henderson CE. Longitudinal measurament of amniotic fluid index in postterm pregnancies and its association with fetal outcome. Am J Obstet Gynecol 1995;172(1):142-6. 13. Afirevic Z, Walkinshow SA,. Management of posterm pregnancy: to induced or not?. Br J Hosp Med 1994; 52(2):218-21. 14. Wirtgen P. Prolonged pregnancies. Rev Prot 1995; 45(14):1748-50. 15. Chaun SP, Sullivan CA, Luton TC. Parous patients estimate of birth weight in posterm pregnancy. J Perinatol 1995; 15(3):192-4. Recibido: 4 de junio del 2001. Aprobado: 2 de octubre del 2001. Dr. Jorge M. Balestena Sánchez. Avenida Rafael Ferro No. 413 int. Pinar del Río, Cuba. CP 20100. 17 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):18-23 Hospital Docente Ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla” INCOMPETENCIA CERVICAL DIAGNOSTICADA POR ULTRASONIDO EN LA PREVENCIÓN DEL PARTO PRETÉRMINO Dr. Luis Raúl Martínez González 1 y Dra. Marta Valladares Hernández 2 RESUMEN: Se realizó un estudio del cuello uterino entre las 16 y 28 semanas de embarazo a un total de 40 pacientes con antecedentes de riesgo, sin antecedentes de riesgo y otras con sintomatología de dolor y contracciones. Se detectaron en los 3 grupos estudiados modificaciones del cuello con criterio ultrasonográfico de insuficiencia cervical (62,3 %). Según el caso, se realizó cerclaje de cuello o tratamiento médico. Se analizó la evolución del embarazo para valorar la conducta obstétrica y el tiempo de duración de la gestación según las alteraciones detectadas en el ultrasonido, donde se encontró que de las 12 pacientes que tuvieron un parto antes de las 37 semanas, 11 tenían alteraciones en el ultrasonido de cuello. Se sugiere este método sencillo e inocuo como complemento para detectar las alteraciones cervicales en la prevención del parto pretérmino. DeCS: INCOMPETENCIA DEL CUELLO UTERINO/ultrasonografía; TRABAJO DE PARTO PREMATURO/ prevención & control; ULTRASONOGRAFIA PRENATAL; FACTORES DE RIESGO. nostica excesivamente, no sería difícil que ocasione del 16 al 20 % de todas las pérdidas en el segundo trimestre.2,3 Mac Donald ha señalado que la historia obstétrica constituye el factor de mayor importancia para corroborar el diagnóstico. Sin embargo, un número importante de mujeres con insuficiencia cervical sufren dolor y muestran actividad uterina antes del parto, otras no presentan este cuadro clásico.4 Hace unos 100 años Gream fue el primero en describir la insuficiencia cervicouterina y hace 40 años Palmer y Lacomme recomendaron tratarla.1 La insuficiencia cervicouterina se define como la incapacidad del cuello para retener el embarazo intraúterino hasta el término de la gestación, con pérdida repetitiva del producto en el segundo trimestre. Aunque muchos plantean que la entidad se diag- 1 2 Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Ultrasonagrafista. Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. 18 las pacientes con alguna alteración de estos parámetros descritos. La conducta fue médica o quirúrgica sobre la base de los antecedentes obstétricos de riesgo, el examen vaginal y el criterio médico. Se observó la evolución del embarazo para ver en cada caso el tiempo de duración de la gestación de acuerdo con la conducta tomada y se llegó a conclusiones. Con los datos recopilados se confeccionaron tablas en porcentajes. En 1979 Sarti y cols. describieron el empleo del ultrasonido para visualizar el segmento uterino inferior y el conducto cervical. Por medio de su procedimiento se identificó la dilatación a nivel del orificio interno antes de la pérdida del embarazo; también advirtió que el hallazgo de líquido en el conducto endocervical a mitad del embarazo, debe alertar al obstétra hacia la posibilidad de insuficiencia.5,6 Esto abrió la puerta a un campo de investigación del segmento uterino y del cuello durante la gestación con el cual se ayuda a prevenir el parto pretérmino y la conducta que se deberá seguir, ya sea médica o quirúrgica. Resultados Del total de 40 pacientes estudiados, observamos cómo el 62,5 % presentaron alteraciones cervicales en el ultrasonido (USG). Es llamativo que en 12 casos sin antecedentes de riesgo el 50 % presentó modificaciones de cuello en el examen ecográfico (tabla 1). Las pacientes con historia de riesgo fueron los casos con pérdida de embarazo durante el segundo trimestre, y los antecedentes de modificaciones cervicales el mayor porcentaje de alteraciones encontrados, dato de valor que se tendrá en cuenta en el seguimiento de estos embarazos. Wright y cols. en sus estudios también encontraron un incremento 10 veces mayor de modificaciones de cuello en las pacientes con abortos espontáneos en el segundo trimestre.1 En la (tabla 2) se analizan las alteraciones ultrasonográficas encontradas según cada grupo. Con una longitud del cuello menor de 30 mm hubo 8 casos para el 32 %; de estos, 6 para el 75 % tenían antecedentes de riesgo. La apertura del OI representó el 12 % y la protrusión de las membranas en el canal cervical como elemento sólo fue observado en el 28 %; es importante señalar que en las pacientes sin antecedentes de riesgo esto fue detectado en el 50 % de los casos. Métodos Se analizaron un total de 40 pacientes entre las 16 y 28 semanas de embarazo y se les realizó estudio del segmento inferior y cuello uterino. Se dividieron las pacientes para el estudio en 3 grupos: 1) con antecedentes de historia obstétrica desfavorable como: más de 3 abortos espontáneos, partos pretérminos, pérdida de embarazos en el segundo trimestre, cerclaje previo, trauma cervical y antecedentes de modificaciones de cuello; 2) sin antecedentes de riesgo y 3) grupo con sintomatología de dolor o actividad uterina. Se realizó el análisis del cuello según los criterios ultrasonográficos de insuficiencia cervicouterina que se exponen: A = Longitud del cuello menos de 30 mm. B = Anchura del orificio interno: más de 15 mm en el primer trimestre y más de 20 mm en el segundo trimestre. C = Protrusión de membranas en el canal: 15 mm o más dentro del conducto cervical. Se hicieron 2 estudios ultrasonográficos en cada caso y se ingresaron a 19 TABLA 1. Modificaciones del cuello por ultrasonido Con antecedentes de riesgo Más de 3 abortos espontáneos Partos pretérmino Pérdida embarazo 2do. trimestre Cerclaje previo Trauma cervical Antecedentes de modificaciones cuello Sin antecedentes de riesgo Con sintomatología Total No. % Alteración ultrasonido % 2 5 4 5,0 12,5 10,0 1 3 3 50 60 75 2 4 5,0 10,0 2 2 50 50 4 10,0 3 75 12 7 30,0 17,5 6 5 50 71,4 40 100,00 25 62,5 Fuente: Historias clínicas. TABLA 2. Tipo de alteración detectada por ultrasonido Con antecedentes de riesgo Más de 3 abortos espontáneos Partos pretérmino Pérdida embarazo 2do. trimestre Cerclaje previo Trauma cervical Antecedentes de modificación del cuello Sin antecedentes de riesgo Con sintomatología Total A. B. C. Fuente: N USG alterado A % B % C % % 2 5 1 3 1 2 50 75 - - - - 25 4 4 4 3 2 2 1 - 50 - 1 50 1 1 50 50 100 - 4 12 7 3 6 5 2 2 - 75 33 - 1 1 17 20 1 3 1 25 50 20 60 40 25 8 32 3 12 7 28 28 < 3 mm longitud del cuello. > 15 mm de orificio cervical interno. 15 ó > mm protrusión de bolsas. Historias clínicas Siete pacientes del total de 25 con alteraciones del ultrasonido tenían más de un criterio de los descritos para el diagnóstico de incompetencia cervical, y de estos, 3 fueron en embarazadas con antecedentes de parto pretérmino y otros 3 pacientes con sintomatología. Michael y cols. tuvieron resultados similares en un estudio prospectivo de 107 mujeres con peligro de insuficiencia cervi- 20 cal, y demostraron que cuando la longitud del cuello estaba a 3 cm o menos presentaron insuficiencia cervical. Varma en otro estudio indica que el acortamiento del cuello < 3 cm es un fenómeno fisiológico en el segundo trimestre y ellos obtuvieron un buen pronóstico en estas mujeres.1 En la tabla 3 se expone la conducta obstétrica. Se observa que en las pacientes con historia de riesgo y alteraciones del cuello, el 36 % tuvo tratamiento médico y el 64 % se les realizó cerclaje, sobre todo en los casos con protrusión de las membranas en el canal, que es reportado por los autores, sobre todo Sarti, como de gran valor. En las pacientes sin antecedentes de riesgo se practicó el cerclaje en el 67 % de los casos, donde las principales alteraciones detectadas fueron el acortamiento del cuello y la protrusión de las membranas. Varios autores como Kirikoski, Freed y Varma, observaron en exámenes seriados presencia de membranas en cuello parcial- mente dilatado, sobre todo en mujeres con antecedentes de parto pretérmino, abortos recurrentes y biopsia por conización y que a pesar del cerclaje, el 55 % tuvieron partos antes de las 34 semanas.1,3 Analizando los resultados finales del tiempo de gestación al parto, de los 40 casos estudiados, el 30 % fue antes de las 37 semanas. Si relacionamos esto con las alteraciones encontradas en el examen ultrasonográfico el 91,6 % de los casos presentó alguno de los criterios de insuficiencia cervical y los que nacieron con más de 37 semanas, el 50 % tenía alguna modificación en el examen. La mayoría de los estudios relacionan los resultados obstétricos no favorables con el tiempo del embarazo en que se diagnostica la alteración ultrasonográfica del cuello y, por tanto, la conducta médica/quirúrgica. Por lo general, encuentran como signo de peor pronóstico para el parto pretérmino y rotura de membranas, la protrusión de bolsa en el canal cervical.1,4,6 TABLA 3. Conducta obstétrica Antecedentes de riesgo + de 3 abortos espontáneos Partos pretérmino Pérdida embarazo de 2do. trimestre Cerclaje previo Trauma cervical Antecedentes de modificación de cuello Sin antecedentes riesgo Subtotal Con sintomatología No. USG alterado Tratamiento médico % Cerclaje % 2 5 1 3 2 75 1 1 100 25 4 2 4 3 2 2 1 - 50 - 3 1 2 100 50 100 4 12 3 6 2 2 75 23 1 4 25 67 33 20 7 35 13 65 7 5 2 29 5 71 Fuente: Historias clínicas. 21 TABLA 4. Tiempo de gestación al parto Con antecedentes de riesgo No. USG alterado < 37 s Tiempo gestación al parto Alt. < 37 s Alt. USG USG + de 3 abortos espontáneos Partos pretérmino Pérdida emb. 2do. trimestre Cerclaje previo Trauma cervical Antecedentes de modificación del cuello Sin antecedentes de riesgo Con sintomatología 2 5 4 2 4 1 3 3 2 2 1 2 1 1 1 2 1 1 2 4 2 1 3 1 2 1 1 1 4 12 7 3 6 5 3 4 3 3 4 9 3 3 3 2 Total 40 25 12 11 28 14 Fuente: Historias clínicas. De los 40 casos estudiados, el 62,5 % presentó algún criterio de insuficiencia cervical comprobado en el ultrasonido, y la historia de riesgo fue importante, ya que en el 56 % tenían modificaciones de cuello en el examen realizado (tabla 4). En pacientes sin antecedentes de riesgo ni sintomatología, el 50 % presentó al- guna alteración en la ecografía de cuello y fue el acortamiento de cuello y la protrusión de las membranas en el canal cervical las 2 modificaciones más encontradas. De las 12 pacientes que presentaron el parto antes de las 37 semanas, el 91,6 % tenía alguna alteración en el examen de ultrasonido. SUMMARY: A study of the cervix was conducted between the l6th and 28th week of pregnancy among 40 patients with risk antecedents, without risk antecedents and others with symptomatology of pain and contractions. Modifications of the cervix with ultrasonographic criteria of cervix insufficiency (62.3 %) were detected in the 3 studied groups. According to the case, cervix cerclage was performed or the patient received medical treatment. The pregnancy evolution was analyzed to evaluate the obstetric conduct and the time of duration of pregnancy, according to the alterations found in the ultrasound, where it was observed that of the 12 patients who gave birth before the 37 weeks, 11 presented alterations in the cervix ultrasound. This simple and innocuous method is suggested as a complement to detect cervix alterations in the prevention of preterm delivery. Subject headings: CERVIX INCOMPETENCE/ultrasonography; LABOR, PREMATURE/prevention & control; ULTRASONOGRAPHY, PRENATAL; RISK FACTORS. 22 Referencias bibliográficas 5. Taipale P, Hulesman V. Sonographic measurement of uterine cervix at 18-22 w gestation and the risk of preterm delivery. Obstet Ginecol 1998;902. 6. Crespo Guzmán N, Alonso Pellico H, Delgado Jiménez T. Diagnóstico de la incompetencia cervical por ultrasonido. Rev Cubana Obstet Ginecol 1992; 18 (1):39-46. 1. Ludmir J. Detección sonográfica de la insuficiencia cervico uterina. Clin Obstet Ginecol North 1988; (1):97. 2. Wong G, Levine D. Sonographic assessment of the cervix in pregnancy. Semin Ultrasound 1998; 19(4):370. 3. Dante L, Palai N, Raveli V. Ultrasonography of the uterine cervix in pregnancy. Curve of normality in a longitudinal and cross sectional study. Minerva Ginecol 1998; 50 (10):397-404. 4. Sosa Olavarria A. Ultrasonografía y Clínica Embrio Fetal. Cap 1. Venezuela: Editorial Tatum; 1994:13. Recibido: 19 de marzo del 2001. Aprobado: 16 de marzo del 2001. Dr. Luis Raúl Martínez González. Hospital Docente Ginecoostétrico “Justo Legón Padilla”. Pinar del Río, Cuba. 23 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):24-8 Hospital General Universitario “Abel Santamaría” APENDICITIS AGUDA DURANTE LA GESTACIÓN Dr. Jorge M. Balestena Sánchez 1 RESUMEN: Se realizó una investigación retrospectiva en 15 pacientes a quienes se les diagnosticó apendicitis aguda, con el objetivo de evaluar esta afección en nuestro medio, desde enero de 1999 hasta abril del 2001, en el Hospital Universitario “Abel Santamaría”. En este período tuvieron lugar 23 191 nacimientos en la provincia, lo que arrojó una incidencia de 1: 1 546 nacimientos, la media de la edad fue de 26,8 años, la mayor parte eran nulíparas. El dolor abdominal se presentó en todas las pacientes; predominó el diagnóstico en el segundo trimestre, con un promedio de 23,3 semanas; las complicaciones fueron mínimas, 2 gestantes tuvieron abortos y una trabajo de parto pretérmino. No hubo muerte materna, ni perinatal. DeCS: APENDICITIS/diagnóstico; COMPLICACIONES DEL EMBARAZO; FACTORES DE RIESGO; DOLOR ABDOMINAL/diagnóstico; APENDICECTOMIA. Existen una serie de factores que determinan alto riesgo obstétrico, cuya morbimortalidad depende de la etapa en que estos aparecen; es decir, desde la concepción hasta el puerperio y son más importantes los que se presentan anteparto, puesto que engendran temores de posible daño fetal o pueden estar enmascarados por los cambios anatomofisiológicos propios del embarazo, lo cual dificulta el diagnóstico; entre ellos se destacan aquéllos que se manifiestan con dolor abdominal agudo, como es la apendicitis. La apendicitis aguda durante la gestación constituye casi el 75 % de todos los abdómenes agudos que se presentan en 1 esta etapa, además es un estado grave tanto para la madre como para el feto. La incidencia de esta enfermedad varía según diferentes autores desde 1:704 hasta 1:2 175 nacimientos; es una entidad que se presenta por lo general en pacientes mayores de 30 años. La mayoría de los episodios ocurren en los 2 primeros trimestres del embarazo, y principalmente durante el segundo período, decreciendo su frecuencia durante el último trimestre y el puerperio. Clínicamente la apendicitis aguda se presenta con los mismos síntomas y signos a la no gestante, pero lo que se desplaza dependiendo del tiempo de gestación es el dolor, de modo que en el primer trimestre Instructor. Especialista de I Grado en Obstetricia y Ginecología. Facultad de Ciencias Médicas “Ernesto ‘Ché’ Guevara de la Serna”. 24 el sitio del dolor se encuentra ligeramente por encima del punto McBurney, ya en el segundo trimestre se sitúa alto y hacia el flanco derecho, mientras que en el tercer trimestre los síntomas son atípicos. Durante la gestación el apéndice es desplazado hacia arriba, a la derecha y a menudo hacia atrás, lejos del punto McBurney, por el útero crecido. Esto altera las relaciones intestinales adoptadas, por lo que Baer y cols. demostraron que el apéndice después del séptimo mes de la gestación se encuentra algo por encima de la cresta ilíaca, cambiando su eje longitudinal de dirección normal, hacia abajo y adentro primero, luego a una situación horizontal dirigida hacia adentro y finalmente hacia una posición vertical que se curva alrededor del útero; todo esto hace que el diagnóstico durante el embarazo sea muy difícil y que la entidad pueda pasar inadvertida en muchas ocasiones.1-6 Son varias las complicaciones que pueden derivarse de esta afección, tanto maternas como perinatales y van desde el aborto hasta el parto pretérmino, la mortalidad materna aumenta en dependencia de varios factores, entre los que se encuentran: estadio del embarazo, gravedad de la infección y la mayor o menor demora en la realización del diagnóstico, por lo que Labler en 1908 planteó que “la mortalidad de la apendicitis durante la gestación es la mortalidad de la demora”, palabras que aún en este siglo siguen teniendo validez.2,5 Teniendo presente que esta enfermedad ha tenido un incremento en su incidencia, hemos decidido realizar esta investigación, y así evaluar el comportamiento de esta afección en nuestro medio. rio “Abel Santamaría”, que abarcó todas las gestantes que fueron intervenidas quirúrgicamente por presentar apendicitis aguda. El grupo estuvo formado por 15 pacientes y fueron analizadas variables tales como: edad materna, paridad, edad gestacional al diagnóstico, sintomatología y complicaciones. Después de recogidos los datos de las historias clínicas se tabularon por el método de los palotes, para posteriormente realizar tablas estadísticas y analizarla de forma descriptiva (porcentajes). Resultados En la tabla 1 se observa que en el período analizado la apendicitis se presentó en 971 pacientes y de ellos 15 eran gestantes, lo cual arrojó una incidencia de 1: 64. Durante el período que se analiza hubo un total de 23 191 nacimientos en nuestra provincia con una incidencia de 1:1 546 nacimientos. La edad de las pacientes operadas de apendicitis así como la paridad se representa en la tabla 2 y observamos que el 46,67 % se encontraban entre los 30 y 34 años, seguido del grupo de 25 a 29 años; la media de la edad de nuestras pacientes fue de 26,8 ± 5,3 años. Al analizar la paridad se puede apreciar que 8 gestantes eran nulíparas (53,33 %), mientras el resto habían parido anteriormente. En la tabla 3 observamos que 11 gestantes (73,33 %) operadas de apendicitis aguda se encontraban en el segundo trimestre de la gestación, 3 (26,00 %) en el primero y sólo una paciente en el tercer trimestre. La edad gestacional menor al diagnóstico fue de 6 semanas, mientras la mayor fue de 38,4 semanas; con una media de 23,3 ± 2,4 semanas. Métodos Realizamos una investigación retrospectiva en el Hospital General Universita- 25 TABLA 1. Apendicitis aguda y embarazo. Frecuencia según apendicitis aguda y nacimientos Años N A 1999 2000 E/A 2001 5 7 3 457 442 72 15 971 Total B C D E 1:91 1:63 1:24 10 878 9 850 3 263 1:2 175 1:1 407 1: 1 087 0,04 0,07 0,09 1:64 23 191 1:1 546 0,06 N. Número de pacientes gestantes con diagnóstico de apendicitis aguda. A. Total de apendicitis operadas. B. Incidencia apendicitis en el embarazo/apendicitis en general. C. Número de nacimientos provincial. D. Frecuencia por número de nacimientos. E. Porcentaje según número de nacimientos. E/A. Enero/Abril Fuente: Departamento de estadística Hospital y Sectorial Provincial de Salud. TABLA 2. Apendicitis aguda y embarazo, edad materna y paridad Variables Grupos de edades (años) 15 – 19 20 –24 25 –29 30 –34 Total X ± DE 26,8 ± 5,3 años Paridad 0 1 ≥2 Total No. % 2 2 4 7 15 13,33 13,33 26,67 46,67 100,00 8 3 4 53,33 20,00 26,67 15 100,00 El 100 % de las gestantes que fueron operadas de apendicitis aguda refirieron como síntoma fundamental el dolor abdominal, el cual fue referido difusamente por el 73,33 %, mientras que el resto lo dijo tener al nivel de la fosa ilíaca derecha (tabla 4). Otros síntomas que se unieron al dolor fueron los vómitos (40,00 %) y la fiebre en el 33,33 %. TABLA 4. Apendicitis aguda y embarazo, sintomatología Fuente: Historias clínicas. TABLA 3. Apendicitis aguda y embarazo, edad gestacional al diagnóstico Sintomatología No. Dolor en fosa inguinal derecha Dolor abdominal difuso Vómitos Fiebre 11 4 6 5 % 73,33 26,67 40,00 33,33 Fuente: Historias clínicas. Edad gestacional (Trimestre) No. Primero Segundo Tercero 3 11 1 20,00 73,33 6,67 Total 15 100,00 % Las complicaciones que se presentaron en las pacientes operadas de apendicitis aguda fueron muy escasas, pues éstas sólo ocurrieron en el 26,6 % de las pacientes; entre ellas tuvimos 2 pacientes con abortos, una en la que se le presentó el parto antes del término y otra que tuvo sepsis de la herida quirúrgica (tabla 5). X ± DE 23,3 ± 2,4 semanas Edad gestacional menor 6 semanas Edad gestacional mayor 38,4 semanas Fuente: Historias clínicas. 26 TABLA 5. Apendicitis aguda y embarazo. Complicaciones Tipo de complicaciones No. % Sepsis de la herida Aborto Parto pretérmino Subtotal con complicaciones Subtotal sin complicaciones 1 2 1 6,67 13,33 6,67 4 26,67 11 72,33 Total 15 100,00 mación esta que se corresponde con los resultados obtenidos en este trabajo. La mayoría de los autores revisados coinciden en plantear que esta enfermedad afecta principalmente a las gestantes cuando se encuentran en los 6 primeros meses de embarazo, para luego decrecer durante el tercer trimestre, el parto y el puerperio, lo que se corresponde con el estudio realizado por nosotros.2-4,8,9,11,12 Sin embargo, esta investigación no coincide con lo planteado por Persianinov 6 y Perucca,10 quienes refieren un aumento en el diagnóstico durante el tercer trimestre de la gestación. Realizar el diagnóstico de apendicitis aguda durante la gestación a través de la sintomatología clínica es algo difícil, debido a los cambios que experimentan el apéndice en relación con su posición y eje durante el embarazo. Lo que sí está bien establecido es que la sintomatología expresada por la mujer gestante es similar a la no embarazada, pues todos los investigadores coinciden en plantear que el síntoma fundamental es el dolor abdominal, ya sea difuso o localizado en la fosa ilíaca derecha, y acompañado por otra serie de síntomas y signos propios de la enfermedad en cuestión, entre los que se encuentran los vómitos, la fiebre, etc.1-6,8,9,11,14 La inflamación del apéndice puede inducir una serie de complicaciones, tanto relacionadas con la propia intervención, como de índole perinatales, entre las que se encuentran los abortos y los partos pretérmino. Algunos autores plantean una alta frecuencia de mortalidad, tanto materna como perinatal, influyendo en la materna factores como la edad gestacional, la gravedad de la infección y la mayor o menor demora en la realización del diagnóstico.4 Nuestro estudio se asemeja al realizado por otros autores quienes encontraron como principales complicaciones perinata- Fuente: Historias clínicas. Discusión La apendicitis aguda es la causa más común de laparotomía por abdomen agudo durante el embarazo, y su frecuencia, a pesar de no parecer que aumente con el embarazo, varía desde 1:863 nacimientos según Cantela7 hasta 1: 8 770 nacimientos, de acuerdo con y Bonfante. 8 En nuestro estudio obtuvimos una incidencia inferior a algunos investigadores,9-13 pero algo superior a lo referido por Cantela7 y Benson.3 Benson,3 en su estudio sobre el tema que investigamos, informa que la mayoría de las pacientes tenían más de 30 años; afirmación esta que está íntimamente relacionada con nuestro trabajo. Por otra parte, Gurgel 9 plantea que su mayor frecuencia estuvo entre los 18 y 30 años, cuestión esta que no se corresponde con lo obtenido por nosotros. También coinciden con nuestro estudio el realizado por Cantelo8 y Mocayo4 sólo que este último informa un promedio de edad algo inferior al nuestro. En relación con la paridad, se plantea por Gurgel 9 que la apendicitis aguda es una enfermedad que se observa con más frecuencia entre las pacientes nulíparas, afir- 27 les, las mencionadas anteriormente.2-5,8,10-12 Labler, citado por Monif,2 en 1908 escribió las siguientes palabras, que hoy en día tienen plena vigencia, “la mortalidad de la apendicitis aguda durante la gestación es la mortalidad de la demora”. Concluimos que el diagnóstico de apendicitis aguda durante la gestación debe tenerse siempre presente en toda gestante que consulte por dolor abdominal difuso, para así mantener los indicadores de morbimortalidad materna y perinatal. SUMMARY: A retrospective investigation was made among 15 patients who were diagnosed acute appendicitis at “Abel Santamaría” Teaching Hospital from January, 1999, to April, 2001, aimed at evaluating this affection in our environment. 23 191 births occurred in the province during this period, for an incidence of 1:1 546 births. Average age was 26.8 years old. Most of the patients were nulliparas. Abdominal pain appeared in all patients. The diagnosis predominated in the second trimester, with an average of 23.3 weeks. Complications were minimum. 2 pregnants had abortions and one had a preterm delivery. There were neither maternal nor perinatal deaths. Subject headings: APPENDICITIS/diagnosis; PREGNANCY COMPLICATIONS; RISK FACTORS; Referencias bibliográficas 9. Gurgel E, Carvalho RL, Araujo AC. Apendicitis aguda no ciclo gravídico-puerperal: un estado de 13 casos. Rev Bras Ginecol Obstet 1998; 20 (4): 187-92. 10. Parucca E, Aparicio R, Yang L, Domínguez C, González R. Abdomen agudo quirúrgico en embarazadas. Rev Chil Obstet Ginecol 1996; 61 (5): 299-303. 11. Prieto D, Silva MA, Vasconcellos FA, Mabburg S, Lima AJO, Silva E, et al. Apandicitis aguda na gestacao: diagnóstico e conducta. Rev Bras Cir 1993; 83 (1): 25-8. 12. Barros FC, Kunzle JR, Ribeiro JA, Apendicitis aguda na gravidez. Rev Paul Med 1991; 109 (1): 9-13. 13. Bannura G, Díaz L, Vera E, Vargas MA. Cirugía abdominal no obstétrica durante el embarazo. Rev Chil Obstet Ginecol 1987; 52 (3): 159-64. 14. Moncay R, Pacheco F, Gómez H, Bernández FJ. Apendicitis aguda y embarazo; experiencia en el Hospital Español de México. Ginecol Obstet Méx 1998; 66 (9):392-5. 1. Maldonado M, Morales F, Japón R, Montalvan E, Almendariz E. Factores anteparto que se manifiestan con dolor abdominal agudo, son la causa más frecuente de embarazo de alto riesgo. Quito:sn;1998.pp.14. 2. Monif GRG. Enfermedades infecciosas en Obstetricia y Ginecología. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1985. 3. Benson RC. Diagnóstico y tratamiento Gineco-Obstétrico. 4ta. ed. México, DF: El Manual Moderno, 1986. 4. Mattingly RF. Ginecología operatoria de Richard W. Te Linde. 5ª ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1980. 5. Botella J. Clavero J. Tratado de Ginecología. T2. La Habana: Editorial Científico- Técnica, 1980. 6. Persianinov LS, Illin IV. Manual de Obstetricia y Ginecología Moscú: Editorial MIR, 1981. 7. Cantele H, Haratz N, Serrano C, Wulff L. Apendicitis aguda y embarazo en la Maternidad Concepción Palacios. Med Priv 1998; 12 (1-2): 13-6. 8. Bonfarte R, Estrada A, Bolaños R, Juárez L, Castelazo E. Apendicitis durante el embarazo. Ginecol Obstet Mex 1998; 66 (3): 126-8. Recibido: 31 de octubre del 2001. Aprobado: 14 de enero del 2002. Dr. Jorge M. Balestena Sánchez. Avenida Rafael Ferro No. 413 int. Pinar del Río, Cuba. CP 20100. 28 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):29-33 Hospital Provincial Clinicoquirúgico Docente “Celia Sánchez Manduley” APENDICITIS AGUDA DURANTE EL EMBARAZO Dr. Raúl A. Morales González,1 Dr. Francisco Vargas La O,2 Dr. Fernando Rosabal Infante 3 y Dr. Manel Cendán Rosa4 RESUMEN: Se realizó un estudio descriptivo de tipo retrospectivo, en el que se incluyeron todas las embarazadas pertenecientes al municipio Manzanillo, que presentaron un cuadro de apendicitis aguda durante el embarazo, confirmando por el estudio anatomopatológico; atendidas en el Hospital Universitario “ Celia Sánchez Manduley” durante el período comprendido desde enero de 1991 hasta diciembre del 2000. Se analizaron aspectos tales como: edad, tiempo de gestación, tipicidad del cuadro clínico, resultados del leucograma, tiempo de evolución hasta el diagnóstico, estadio anatomopatológico del apéndice y complicaciones. La enfermedad afectó a una por más de 1 500 nacimientos y predominó en los 2 primeros trimestres del embarazo. El cuadro clínico se presentó de forma típica, el leucograma se alteró en la mayoría de los casos, el diagnóstico fue tardío y la biopsia mostró una fase avanzada de la enfermedad, no se presentaron complicaciones y la mortalidad fue nula. DeCS: APENDICITIS/diagnóstico; APENDICITIS/patología; COMPLICACIONES DEL EMBARAZO; FACTORES DE RIESGO; DOLOR ABDOMINAL/diagnóstico; APENDICECTOMIA. La frecuencia de la apendicitis aguda no varía durante el embarazo, por lo que continúa siendo la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico en este período, y le corresponde hasta el 75 % de todas las urgencias quirúrgicas de la embarazada.1-4 Los cambios que el embarazo produce en el organismo materno, hacen que algunas enfermedades adquieran durante este 1 2 3 4 Especialista Especialista Especialista Especialista de de de de período características peculiares; entre estas se encuentra la apendicitis aguda, enfermedad que cuando se presenta en la mujer embarazada y particularmente durante los 3 últimos meses de gestación, al variar sus manifestaciones clínicas dificultan su diagnóstico, lo que le ha ganado la denominación de forma especial de apendicitis aguda.1,2,5 II Grado en Cirugía General. Instructor. I Grado en Cirugía General. Instructor. I Grado en Ginecología y Obstetricia. Asistente. I Grado en Farmacología. Asistente. 29 Con el objetivo de conocer el comportamiento de la apendicitis aguda asociada con el embarazo, en nuestro medio se realizó este estudio, que seguramente contribuirá a preservar los importantes logros del sistema de salud cubano, en lo referente a la mortalidad materno infantil. mismo período ocurrieron en el municipio un total de 18 639 nacimientos, lo que equivale a 1 caso de apendicitis aguda por cada 1 863,9 nacimientos. La edad de las pacientes varió entre 19 y 34 años, con una edad promedio de 21,7 años. El 50 % de las gestantes que sufrió de un ataque apendicular se encontraba en el primer trimestre de la gestación, el 50 % restante estaba en el segundo trimestre. No se presentó ningún caso de apendicitis aguda en los 3 últimos meses del embarazo. El cuadro clínico de la apendicitis aguda se presentó de forma típica en 8 pacientes (80 %), en 2 (20 %) las manifestaciones clínicas no fueron típicas de la enfermedad, y lo más frecuente fue el dolor inicialmente referido de forma difusa en todo el abdomen o localizado en el hipogastrio, así como la coexistencia de síntomas propios de sepsis urinaria y la ausencia de fiebre. De los casos estudiados, en 80 % el leucograma fue positivo al momento del diagnóstico, en 20 % el valor del conteo leucocitario se encontró dentro de los rangos de normalidad. En sólo 2 pacientes (20 %), la apendicitis aguda se diagnosticó con menos de 12 horas de iniciados los síntomas; en 5 (50 %) había transcurrido entre 12 y 24 horas y en 3 (30 %) más de 24 horas. El tiempo promedio entre el inicio del cuadro clínico y el diagnóstico fue de 26,9 horas. El estado de inflamación del apéndice fue considerado como catarral en 4 casos (40 %), en 5 (50 %) supurado y en 1 (10 %) el órgano se había perforado al momento de la operación (tablas 1 y 2). No se presentaron complicaciones transoperatorias ni posoperatorias en ninguno de los casos estudiados; la apendicitis aguda no tuvo ninguna influencia sobre el resultado final del embarazo. Métodos Se realizó un estudio retrospectivo de tipo descriptivo, que incluyó a todas las embarazadas pertenecientes al municipio Manzanillo que en el curso de su gestación presentaron un cuadro de apendicitis aguda confirmado por el estudio anatomopatológico y fueron atendidas en el Hospital Universitario “Celia Sánchez Manduley” de Manzanillo, en el período comprendido entre enero de 1991 hasta diciembre del 2000. Se analizaron aspectos tales como: edad, tiempo de gestación, tipicidad del cuadro clínico, resultados del leucograma, tiempo de evolución hasta el diagnóstico, estadio anatomopatológico del apéndice y complicaciones. La información se tomó de los expedientes clínicos de las pacientes estudiadas; otros datos fueron aportados directamente por los departamentos de Archivo y Estadísticas de los hospitales “Celia Sánchez Manduley” y Materno Infantil “Fe del Valle”. Se emplearon como medidas estadísticas números absolutos, porcentajes y promedio. Resultados Las 10 pacientes operadas por presentar apendicitis aguda en el curso de su embarazo, representan el 0,56 % de los 1 757 casos de apendicitis aguda atendidos en el hospital durante la pasada década. En este 30 TABLA 1. Tiempo de evolución hasta el diagnóstico Tiempo de evolución (horas) Menos de 12 De 12 a 24 Más de 24 Total Resulta clásico considerar la apendicitis aguda durante el embarazo como una de las formas clínicas especiales de la apendicitis aguda,1,2,5,9 y a medida que la gestación avanza se producen cambios en el organismo materno que hacen variar los síntomas de la apendicitis; no obstante, en 80 % de las mujeres estudiadas el cuadro clínico se consideró típico de la enfermedad. Este resultado se puede explicar, porque en esta serie los ataques apendiculares se presentaron durante los 2 primeros trimestres de la gestación, período en el que muchos autores coinciden en afirmar que no existen diferencias importantes en el cuadro clínico cuando se compara con la mujer no embarazada.1,2 El leucograma se alteró en la mayoría de los casos, aunque no se debe olvidar que es común una leucocitosis ligera durante la gestación, 6 por lo que resulta más útil considerar la proporción de leucocitos polimorfonucleares, que por lo general sí se eleva casi de forma invariable cuando existe inflamación del apéndice.7 El tiempo promedio desde el inicio de los síntomas y el diagnóstico fue prolongado, a pesar de cómo se señala, el cuadro clínico fue típico de la enfermedad en la mayoría de los casos. Otros autores coinciden en señalar que el diagnóstico de la enfermedad suele hacerse de forma tardía.1,8,10 Se considera que este retardo en el diagnóstico puede estar motivado por síntomas clásicos como, dolor abdominal, náuseas, vómitos y estreñimiento, que son comunes al embarazo y a la apendicitis, así como la creencia casi general de que la inflamación del apéndice cecal se hace menos frecuente en el curso de la gestación. En el 60 % de las pacientes operadas el resultado del estudio anatomopatológico informó una fase avanzada de la enfermedad, resultado este que guarda relación directa con el retardo en el diagnóstico, que Tiempo promedio (horas) No. % 2 5 3 20 50 30 8 24,8 48 10 100 26,9 Fuente: Registros Médicos. TABLA 2. Estadio anatomopatológico del apéndice cecal Estadio Anatomopatológico Apendicitis aguda catarral Apendicitis aguda supurada Apendicitis aguda gangrenosa Apendicitis aguda perforada Total No. % 4 5 1 40 50 10 10 100 Fuente: Registros médicos. Discusión La frecuencia de la apendicitis aguda asociada con el embarazo encontrada en este estudio, es similar a la reportada por la literatura.1,6 La edad de las pacientes se corresponde con la edad en la cual se presentan el mayor número de embarazos, es decir, durante la tercera década de la vida. La literatura reporta que la apendicitis asociada con el embarazo suele presentarse con mayor frecuencia durante los 2 primeros trimestres de la gestación, con un discreto predominio en el segundo y es menos frecuente en el último trimestre,6,7 afirmación que coincide con los resultados de este trabajo; sin embargo; algunos autores han reportado la mayor frecuencia durante el último trimestre.8 31 dad11 y difieren de otros autores quienes aseguran que la morbilidad por apendicitis aguda en estas pacientes, al igual que en la de los niños y los viejos, es más elevada. Por tanto, podemos concluir que la apendicitis durante el embarazo representó el 0,56 % del total de casos de apendicitis atendidos durante la pasada década y la enfermedad afectó a una mujer por cada 1 863,9 nacimientos. La enfermedad se presentó con igual frecuencia en los 2 primeros trimestres de la gestación, en ningún caso afectó a mujeres en el tercer trimestre. El cuadro clínico se consideró típico de la enfermedad en la mayoría de los casos; el leucograma fue positivo en casi la totalidad de las pacientes. Existió retardo en el diagnóstico, y el tiempo promedio fue superior a las 24 horas, lo que se confirma por los resultados de los estudios anatomopatológico. No se presentaron complicaciones y la mortalidad fue nula. como promedio superó las 24 horas de iniciado el cuadro clínico. Estos resultados coinciden con los reportados en otros estudios.7,8 Diferentes autores aseguran que el retardo en el diagnóstico es la causa fundamental de la aparición de complicaciones propias de la enfermedad y otras relacionadas con la gestación.8,10 En este estudio no se presentaron complicaciones y todas las pacientes llegaron a la culminación feliz de su gestación. Sin dudas, estos resultados son debidos a que en nuestro país está instituido el apoyo de los servicios quirúrgicos al Programa Materno Infantil, por lo que todas estas pacientes desde su arribo al hospital son valoradas por el personal más calificado y hospitalizadas en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde son atendidas por grupos multidisciplinarios. Estos resultados coinciden con los de otras series en las que no se reporta morbilidad ni mortali- SUMMARY: A descriptive and retrospective study was conducted among all the pregnant women from the municipality of Manzanillo with a clinical picture of acute appendicitis during pregnancy that was confirmed by the anatomopathological study. These patients received medical attention at “Celia Sánchez Manduley” Teaching Hospital from January, 1991, to December, 2000. Aspects such as: age, time of pregnancy, typicity of the clinical picture, results of the white blood cell count, time of evolution until diagnosis, anatomopathological stage of the appendix and complications, were analyzed. The disease affected one per more than 1 500 births and it prevailed in the first two trimesters of pregnancy. The clinical picture appeared in a typical way. The white blood cell count was altered in most of the cases, the diagnosis was late and the biopsy showed an advanced stage of the disease. There were no complications and mortality was null. Subject headings: APPENDICITIS/diagnosis; APPENDICITIS/pathology; PREGNANCY COMPLICATIONS; RISK FACTORS; ABDOMINAL PAIN/diagnosis; APPENDECTOMY. Referencias bibliográficas 2. Condon RE. Apendicitis. En: Sabiston DC. JR. Tratado de Patología Quirúrgica de DavisChristopher. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1980; t1.1: 1033-49. 3. Perrot M, Jenny A, Morales M, Kohlik M, Morel P. Laparoscopic appendectomy during 1. Apéndice cecal. En: Rodríguez-Loeches Fernández J. Cirugía del abdomen agudo. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1984:75-91. 32 4. 5. 6. 7. pregnancy. Surg Laparosc Endosc Percutan Tech 2000; 10 (6):368-71. Olmi S, Azzola M, Russo R. Laparoscopic appendectomy and minilaparoscopic approach: a retrospective review after an 8year experience. J Art JSLS 1999; 3(4): 285-92. Apendicitis aguda. En: Departamento de Cirugía. Escuela de Medicina. 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Coronel Constantino Lestayo Dorta4 RESUMEN: Se realizó un estudio retrospectivo descriptivo longitudinal del comportamiento de la macrosomía fetal en el servicio de Obstetricia del Hospital Militar Central “Dr. Luis Díaz Soto” durante el período comprendido desde el 1ro. de Enero de 1996 hasta el 1 ro. de Enero del 2001, para identificar los antecedentes maternos más frecuentes, valorar la vía del parto y las características del líquido amniótico, así como el Apgar del recién nacido y la morbimortalidad perinatal. Los datos fueron tomados de las historias clínicas maternas y de los recién nacidos, y procesadas estadísticamente (x2 IC=95 %). Se analizaron un total de 360 casos cuyos recién nacidos pesaron 4 000 g o más, en los que se encontraron como principales antecedentes maternos: embarazo prolongado, diabetes, obesidad y la multiparidad, mientras que el 45,8 % no presentaba ningún antecedente. El tipo de parto que predominó fue el eutócico. El 94 % presentaron Apgar de 7-9; no existió mortalidad fetal y las complicaciones que con más frecuencia se encontraron fueron: la distocia de hombros y la elongación del plexo braquial. Otros datos encontrados en nuestro estudio fueron que el sexo que predominó fue el masculino y en relación con las características del líquido amniótico, el claro estuvo presente en el mayor porcentaje de los casos. DeCS: MACROSOMIA FETAL; FACTORES DE RIESGO; MORTALIDAD INFANTIL; DIABETES MELLITUS; OBESIDAD; EMBARAZO PROLONGADO; PARIDAD. Macrosomía es el término utilizado para describir a un niño recién nacido demasiado grande. Aún no se ha llegado a la conclusión sobre el peso límite para definir a 1 2 3 4 Especialista Especialista Especialista Especialista de de de de un niño macrosómico. Algunos autores sugieren un peso mayor de 4 000 g (8 libras, 13 onzas), mientras que otros proponen un peso superior a 4 100 ó 4 500 g.1-5 II Grado en Ginecoobstetricia. Profesor asistente. I Grado en Ginecoobstetricia. Profesor asistente. I Grado en Ginecoobstetricia. II Grado en Ginecoobstetricia. Profesor Titular. Investigador auxiliar. 34 La macrosomía puede estar asociada con muchos factores de riesgo recogidos en los antecedentes de la paciente antes del embarazo y durante éste. Entre ellas tenemos la masa corporal previa al embarazo, la diabetes, multiparidad, embarazo prolongado, antecedentes de macrosómicos anteriores, entre otros.2,6-8 Es difícil predecir la macrosomía fetal, ya que en ocasiones el estimado clínico y el ultrasonido (circunferencia cefálica, torácica y abdominal) del peso fetal están propensos a presentar errores.3 Teniendo en cuenta que los fetos de excesivo tamaño aumentan la morbimortalidad materno fetal y que muchos autores plantean una pérdida perinatal de alrededor del 7,2 %, y que el parto es la vía que constituye el punto neurológico en el pronóstico de esta, decidimos realizar un estudio en nuestro medio de los recién nacidos macrosómicos y una identificación prospectiva de los fetos expuestos al riesgo de macrosomía.1-3 Se realizó un estudio retrospectivo longitudinal del comportamiento de la macrosomía fetal en el Servicio de Obstetricia del Hospital Militar Central “Dr. Luis Díaz Soto” durante el período comprendido entre el 1º. de Enero de 1996 y el 1º . de Enero de 2001. Se analizaron un total de 360 pacientes cuyos recién nacidos pesaron 4 000 g o más. Los datos fueron tomados de las historias clínicas maternas y de los recién nacidos y fueron seleccionadas variables como: antecedentes maternos, vía del parto, características del líquido amniótico, Apgar al nacer y morbimortalidad del recién nacido, entre otros, y se procesaron estadísticamente (Prueba de Chi Cuadrado y Prueba Q de Porcentaje) con un 95 % de confiabilidad. Finalmente se confeccionaron tablas y gráficos para facilitar el análisis, discusión y presentación de los resultados. Dentro de nuestros objetivos se encuentran el determinar la incidencia de macrosomía fetal; identificar los antecedentes maternos más frecuentes; valorar la vía del parto más frecuentes y las características del líquido amniótico, así como evaluar el Apgar, sexo y morbimortalidad del recién nacido macrosómico. Resultados La incidencia de macrosomía fetal de 4,7 por cada 100 nacidos vivos, con una relación normosomía: macrosomía de 20:1 (tab. 1 y fig. 1). TABLA 1. Incidencia de la macrosomía por años Años No. de nacimientos No. de macrosómicos Tasa (%) Relación Normosómico: Macrosómicos 1996 1997 1998 1999 2000 1 1 1 1 1 777 488 376 309 716 67 71 67 73 82 3,8 4,8 4,9 5,6* 4,8 1:26 1:20 1:20 1:17 1:20 Total 7 666 360 4,7 1:20 P < 0,05 35 El número de madres que no presentaban antecedentes patológicos fue de 45,8 %, seguido del embarazo pro- longado, diabetes y obesidad, que fueron los antecedentes más notables (tab. 2 y fig. 2) % 6 5 4,8 4 5,6 4,9 4,8 3,8 3 2 1 0 1996 1997 1998 1999 2000 FIG. 1. Incidencia de la macrosomía. TABLA 2. Antecedentes No. % * No Sí 195 165 Total 360 Antecedentes No. Emb. Prolongado Diabetes Obesidad Multiparidad Otros 61 48 39 26 21 % 54,2 45,8 16,9 13,4 10,8 7,3 5,8 100,0 P < 0,05 6% El parto eutócico fue el tipo de parto que predominó, al igual que el líquido amniótico claro (tab. 3 y fig. 3) La asfixia grave estuvo ausente, todos los recién nacidos presentaron un Apgar entre 7 - 9 a los 5 min (tab. 4 ). La morbilidad fue baja (14,7 %), y se presentó con más frecuencia la distocia de hombros y la elongación del plexo braquial (tab. 5 y fig. 4). No tuvimos mortalidad infantil. Las características del líquido amniótico de acuerdo con el total de pacientes (360) fue: 63 con líquido meconial para el 17,5 % y 297 con líquido claro para el 82,5 %. 17% 13% 46% 11% 7% Embarazo prolongado Multiparidad Diabetes Fisiológicas Obesidad Otros FIG. 2. Antecedentes maternos. 36 TABLA 3. Vías del parto Años Total No. % 1996 1997 1998 1999 2000 39 49 32 41 42 Total 203* 58,2 69 94,7 56,1 51,2 Parto eutócico Eutócico Instrumentado Total No. % No. % No. % Cesáreas Primitiva Iterada No. % No. % Total 31 44 28 36 39 46,2 61,9 41,7 49,3 47,5 8 5 4 5 3 11,9 7,04 5,9 6,8 3,6 28 22 35 32 40 41,7 30,9 52,2 43,8 48,7 19 15 24 26 28 28,3 21,1 35,8 35,6 34,1 9 7 11 6 12 13,4 9,85 16,4 8,21 14,6 67 71 67 73 82 56,3 178 49,4 25 6.94 157 43,6 112 31,1 45 12,5 360 P< 0,05 43,6 Total 48,7 51,2 2000 43,8 1999 56,1 52,2 1998 94,7 30,9 1997 69 41,7 1996 Cesáreas % FIG. 3. Vías del parto. 56,3 58,2 Partos % TABLA 4. Relación entre el tipo de parto y el Apgar de recién nacido al minuto Apgar -3 4-6 7-10 Parto eutócico No. % 2 10 191 0,98 4,9 94,2 * Cesáreas % 3 6 103 Primitiva % No. 2,7 5,4 91,9 * 45 Iterada % 100,0 * Total 5 16 339 1,3 4,5 94,2 Nota: Sólo 2 recién nacidos mantuvieron Apgar 4 - 6 a los 5 minutos de vida. Uno nació por cesárea y el otro por parto eutócico. 37 0,2 % TABLA 5. Morbilidad de los recién nacidos Complicación No. % Distocia de hombros Elongación del plexo braquial Hipoglicemia Fractura de clavícula Cefalohematoma Hiperbilirrubinemia Sepsis Parálisis facial Parálisis braquial Equimosis Fractura de clavícula y parálisis braquial Hipertermia 12 3,3 8 6 5 5 5 4 2 2 2 2,2 1,6 1,3 1,3 1,3 1,1 0,5 0,5 0,5 1 1 0,2 0,2 53 14,7 Total 0,2 % B 1,1 % 0,5 % 0,5 % 0,5 % Sepsis Parálisis facial Parálisis braquial Equimosis Fractura de clavícula y parálisis braquial Hipertermia FIG. 4. Morbilidad de los recién nacidos. El sexo predominante fue el masculino, con el total de 225 recién nacidos, para el 62,5 %. El índice de masculinidad fue de 1,6:1,0. A 1,3% 3,3% 1,3% Discusión 1,3% 1,6% 2,2% Distocia de hombros Elongación del plexo braquial Hipoglicemia Cefalohematoma Fractura de clavícula Hiperbilirrubinemia 38 La macrosomía fetal mostró una incidencia promedio de 4,7 %, así como una relación de 1:20 con respecto al normopeso. Su diagnóstico es difícil y un estimado clínico y por ultrasonido (diámetro biparietal, longitud del fémur y circunferencia abdominal) del peso fetal está propenso a error.3 Las medidas por ultrasonido son razonablemente exactas para predecir el peso de fetos pretérmino pequeños; sin embargo, la estimación del peso en fetos grandes no es tan confiable.1 Zamorski plantea que sólo el 50 % de los bebés determinados como macrosómicos, al nacer fueron bien diagnosticados.3 Es de señalar que en nuestro trabajo (tabla 2) el 54,2 % de los casos con macrosomía fetal no tenían antecedentes; sin embargo aquellos con embarazo prolongado, diabetes, obesidad, multiparidad, macrosomía anterior, entre otros, sobresalieron en nuestro estudio (45,8 %), similar a lo revisado en la literatura, por lo que cobra gran importancia. Cuando existe diabetes, embarazo prolongado y obesidad, el riesgo de macrosomía fetal oscila entre el 5 - 15 % (Cunnigham, 1998). La estrecha relación existente entre macrosomía y diabetes ha sido extensamente estudiada.2 No obstante, Lepecq encontró que el 80 % de los bebés macrosómicos son nacidos de madres no diabéticas.2 La obesidad materna y el aumento de peso durante el embarazo, tienen impacto directo sobre el peso del niño al nacer y las complicaciones maternas, al igual que la edad avanzada y la alta paridad de las madres.4, 6 Existen discrepancias entre los distintos autores en relación con la vía del parto. Gaven plantea que una política de parto por cesárea electiva en casos de sospecha de macrosomía fetal, tuvo un efecto insignificante sobre la incidencia del daño del plexo braquial y aumentó considerablemente la tasa de cesárea y de morbilidad quirúrgica.1 Otros, como Wollschlaeger, sugieren que la distocia de hombros y el daño del plexo braquial son eventos impredecibles y que las intervenciones planificadas (cesáreas) basadas en el estimado del peso, no reducen la incidencia de distocia de hom- bros ni disminuyen las consecuencias atribuibles a la macrosomía fetal.4 Moconu plantea que la alta tasa de parto vaginal y la baja incidencia de distocias de hombros pueden fundamentar la no realización de cesáreas electivas para el parto en los infantes macrosómicos.9 Sin embargo, Parry plantea que aún en neonatos no macrosómicos el diagnóstico de sospecha de macrosomía fetal está asociado con un incremento significativo de la tasa de cesárea. 10 Para Haram la mejor política con la macrosomía es esperar el nacimiento espontáneo o inducir este después de las 42 semanas. En caso de existir complicaciones del embarazo como gestosis, diabetes, etc., hay razones para inducción electiva o terminar el embarazo si el cálculo del peso está alrededor de los 4 000 g. Como el problema de la dificultad del parto de hombros, no puede ser evitado, cada servicio debe tener una conducta para cada caso en particular. Otros autores como Zamorski, refiriéndose a la cesárea plantean que en un alto número de casos resulta un proceder innecesario y que una inducción temprana para limitar el crecimiento del feto puede dar como resultado el aumento del índice de cesáreas por inducción fallida. El embarazo complicado por macrosomía fetal es mejor manejarlo con conducta expectante y cuando el trabajo de parto falla en su progreso, la posibilidad de desproporción cefalopélvica debe ser considerado dentro del contexto de un mejor estimado del peso fetal.3 En nuestro trabajo predominó el parto eutócico (56,3 %) con el 6,9 % de instrumentación, contra el 31,1 % de cesáreas primitivas. La morbilidad fetal fue baja (14,7 %), con predominio de la distocia de hombros y la elongación del plexo braquial, en los partos eutócicos. Las complicaciones ma- 39 ternas también fueron ínfimas (1 %) en el parto eutócico, dado por hemorragia posparto y dehiscencia de rafia. En las cesáreas tuvimos el 3 % dado por sepsis de la herida, hematomas y una complicación anestésica. Hubo 1 caso que terminó en histerectomía. Al analizar los partos ocurridos por cesárea se evidencia un número menor de complicaciones fetales (distocia de hombros y elongación del plexo) que lógicamente facilitan la no-producción de estos, por una mayor facilidad de la extracción del feto no sometido al canal del parto. Sin embargo, si consideramos los riesgos maternos conocidos en la morbimortalidad materna por cesáreas, que es una de las principales causas de mortalidad en nuestro país, hay que analizar la conveniencia o no de su realización. No tuvimos dificultades con el Apgar de los recién nacidos, pues el 94,2 % tuvieron Apgar entre 7-10, independientemente del tipo de parto. No se presentó en ningún caso asfixia grave. Predominó, coincidiendo con la bibliografía revisada, el sexo masculino, así como el líquido amniótico claro. No tuvimos muertes fetales ni neonatales. Podemos concluir que la incidencia del 4,7 % de macrosomía fetal, así como el 1:20 con respecto al normopeso, obliga a su consideración tanto en el diagnóstico como conducta para la terminación del embarazo. Los antecedentes encontrados más frecuentemente en la macrosomía fetal fueron: embarazo prolongado, diabetes, obe- sidad y multiparidad, así como antecedentes de macrosómicos anteriores. Existió predominio del parto eutócico (53,3 %) con el 6,9 % de instrumentación contra el 31,1 % de cesáreas primitivas. La conveniencia entre el parto vaginal y la cesárea, valorando los riesgos fetales y maternos con un índice bajo de morbilidad en el primer caso, así como los que pueden ocurrir como complicaciones de la cesárea obligan al análisis de las ventajas casuísticas del parto vaginal. La morbilidad fetal (14,7 %) y materna (1 %) fueron bajas, por lo que no resultaron significativas. Predominó el sexo masculino y el Apgar de los recién nacidos adecuado, no se presentó asfixia grave. No tuvimos mortalidad fetal ni neonatal. Recomendaciones Estamos obligados a realizar un análisis de las causas o, antecedentes que pueden condicionar la macrosomía fetal y tomar las medidas que estén a nuestro alcance para reducirla, actuando sobre factores clínicos en los cuales podemos influir, como son: el embarazo prolongado, la diabetes, la obesidad, etc.; en cada caso se debe establecer su pronóstico para elegir la vía del parto más adecuada. Consideramos que el parto por cesárea no debe valorarse exclusivamente sobre la base del peso fetal; deben tenerse en cuenta todos los parámetros para decidirlo y cada departamento deberá trazarse una estrategia para cada situación en particular. 40 SUMMARY: A longitudinal descriptive and retrospective study on the behavior of fetal macrosomia at the Obstetrics Service of “Dr. Luis Diaz Soto” Military Central Hospital, from January 1st, 1996, to January 1st, 2000, was conducted to identify the most frequent maternal antecedents and to assess the delivery way, the characteristics of the amniotic fluid, the Apgar score of the newborn infant and the perinatal morbimortality. Data were taken from the medical histories of mothers and newborn infants and statistically processed (x2 IC=95 %). 360 cases, whose newborn infants weighed 4 000 g or more, were analyzed. Prolonged pregnancy, diabetes, obesity and multiparity were among their main maternal antecedents. 45.8 % had no antecedent. There was a predominance of eutopic childbirth. 94 % presented an Apgar score of 7-9. There was no fetal mortality and the most common complications were shoulder dystocia and brachial plexus elongation. It our study, it was also observed a prevalence of the male sex and that the clear amniotic fluid was present in most of the cases. Subject headings: FETAL MACROSOMIA; RISK FACTORS; INFANT MORTALITY; DIABETES MELLITUS; OBESITY; PREGNANCY, PROLONGED; PARITY. Referencias bibliográficas 7. 1. Macrosomía fetal. En: Cunnigham G, Mac Donald P, Gant N, Leveno K, Gilstrop LC. Williams obstetricia. 20 ed. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana, 1998: 797801. 2. Lepercg J, Timsit J, Hanguel-de Monzón S. Etiopathog of fetal macrosomia. J Gynecol Obstet Biol Reprod 2000; 29 (Suppl 1):6-12. 3. Zamorski MA, Biggs WS. Management of suspected fetal macrosomia. Am Fam Phis 2001; 63(2):302-6. 4. Wollschlaeger K, Nieder J, Koppe I, Hartlein K. A study of fetal macrosomia. Arch Gynecol Obstet 1999; 263(1-2):51-5. 5. Haram K, Bergsjo P, Pironem J. Suspected large fetus in the last period of pregnancy. A difficult problem. Tidss Kr Nor Large Foren 2001; 121 (11):1369-73. 6. Jensen H, Agger AD, Rosmussen KL. The influence of prepregnancy body mass index 8. 9. 10. on complicated labor. Acta Obstet Gynecol Scand 1999; 78(9):799-802. Lepercq J, Lahlou N, Timsit J, Girard J, Mouson SH. Macrosomia revisted: ponderal index an leptin delinate subtypes of fetal overgrowth. Am J Obstet Gynecol 1999;181(3):621-5. Dang K, Homko C, Reece EA. Factors associated with fetal macrosomia in offspring of gestacional diabetic woman. J Matern Fetal Med 2000;9(2):114-7. Mocanu EU, Greene RA, Byrne BM, Turner MJ. Obstetric and neonatal outcome of babies weighing more than 4.5 kg an analysis by parity. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 2000; 92(2):229-33. Parry SS, Schder HM. Ultrasographic prediction of fetal macrosomia association with cesarean delivery. J Reprod Med 2000; 45(1):17-22. Recibido: 30 de octubre del 2002. Aprobado: 14 de enero del 2002. Dra. Marta Lucía Cutié Bressler. Edificio 92-A, apto. 3, Zona 4, Alamar, Ciudad de La Habana. 41 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):42-8 Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Ernesto ´Ché´ Guevara de la Serna”. Hospital Docente Ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla” COMPLICACIONES PUERPERALES DURANTE LA ESTADÍA HOSPITALARIA Dr. Manuel Piloto Morejón,1 Dr. Ciro Suárez Blanco2 y Dra. Gertrudis Palacios Valdés3 RESUMEN: Con el objetivo de brindar un mayor conocimiento de las complicaciones puerperales durante la estadía hospitalaria, se realizó un estudio prospectivo, transversal y analítico en el hospital docente ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla” de Pinar del Río, en el período de julio-1996 a junio-1997. Se seleccionaron en ese período 480 puérperas (los 30 primeros partos y las 10 primeras cesáreas de cada mes). El grupo estudio se conformó por las puérperas que presentaron complicaciones de cualquier índole y el grupo control por las que egresaron sanas. Se analizaron las variables: número y tipo de complicación puerperal, edad materna, edad gestacional, paridad anterior, enfermedades prenatales asociadas y dependientes del embarazo, uso de instrumentación y uso de episiotomía en el parto, rotura de membranas ovulares de más de 24 horas, líquido amniótico meconial, la causa-técnica y la urgencia de la cesárea, el momento de aparición de las complicaciones y la estadía postnacimiento. Se concluye que las complicaciones puerperales más frecuentes fueron las hemorrágicas (51,93 %) y las sépticas (30,94 %); los factores de riesgo más importantes de las hemorrágicas fueron: el líquido amniótico meconial, la episiotomía, la nuliparidad, la instrumentación y la cesárea de urgencia y los más importantes de las sépticas fueron: la cesárea de urgencia, la episiotomía, la instrumentación, el líquido amniótico meconial y las membranas rotas con más de 24 horas. Las complicaciones hemorrágicas se observaron frecuentemente en las primeras 24 horas y las sépticas entre los 2 y 4 días posteriores al nacimiento del niño. DeCS: TRASTORNOS PUERPERALES; INFECCION PUERPERAL; HEMORRAGIA POSTPARTO; INFECCION HOSPITALARIA; ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS FETALES; FACTORES DE RIESGO; COMPLICACIONES DEL TRABAJO DE PARTO; MECONIO. El puerperio es el período de ajuste posterior al parto, durante el cual los cam- 1 2 3 bios anatómicos y funcionales retornan a su estado normal no gestacional.1,2 Duran- Asistente. Vicedirector docente. Jefe de la Cátedra de Obstetricia y Ginecología. FCM. Instructor. Especialista de Obstetricia y Ginecología. Especialista de Obstetricia y Ginecología. 42 te esta etapa pueden ocurrir complicaciones que en ocasiones evolucionan hacia un desenlace fatal y cuando son numerosas constituyen un problema de salud que origina consecuencias negativas a la nación y a la población en general.3 El sangramiento puerperal grave originado fundamentalmente por atonía uterina, laceraciones del canal del parto, retención de fragmentos placentarios o membranas y hematomas de la episiorrafia, son causas frecuentes de morbimortalidad materna, lo que presupone el uso de grandes volúmenes de infusiones parenterales (hemoderivados o no) y la asistencia intensiva por parte de todo un equipo de salud, con el objetivo primordial de prevenir y tratar los trastornos hemodinámicos resultantes.1 Dramáticos han sido los esfuerzos para controlar otra complicación frecuente constituida por la infección puerperal, la que desde hace más de 200 años y aún hoy después de la era antibiótica, sigue siendo una morbilidad importante causante de mortalidad materna. Desde que Alexander Gordon observó la transmisión de la fiebre puerperal, hasta que Sommer Weis -50 años despuéssentara las bases de su profilaxis y Pasteur aislara el germen causal, aún hoy en nuestros días la infección originada a partir del aparato genital de la puérpera, representa una de las entidades más temidas a la cual tiene que enfrentarse el obstetra, a pesar del amplio arsenal de antibióticos disponibles para su tratamiento. Su forma más común: “la endometritis”, no significa una rareza aún en las mejores maternidades del mundo.4,8 Las complicaciones poscesárea ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte en muchos servicios obstétricos del mundo, incluidos los de nuestro país, por lo que constituye un elemento de morbilidad que debe ser constantemente vigilado y controlado. Su influencia en el número y gravedad de las infecciones puerperales, su relación con la necesidad de histerectomía puerperal y otras complicaciones asociadas al posoperatorio, hacen de este proceder quirúrgico un factor de riesgo importante que se debe tener en cuenta con fines preventivos. Uret plantea que la endometritis posparto continúa siendo la complicación infecciosa nosocomial más común que sigue al alumbramiento.9-12 Las afecciones mamarias, los fenómenos tromboembólicos, la toxemia puerperal, la descompensación de enfermedades crónicas y los desequilibrios emocionales entre otros, son también trastornos que pueden afectar la evolución de la puérpera.5,13-16 Muchas de estas complicaciones ya mencionadas se diagnostican precozmente durante la estadía hospitalaria de la puérpera, lo que conlleva una terapéutica más efectiva con resultados menos fatales. Pero es la profilaxis de todas estas entidades el arma principal que podemos utilizar para disminuirlas. Métodos Se realizó un estudio prospectivo, transversal y analítico en el Hospital Docente Ginecoobstétrico “Justo Legón Padilla” de Pinar del Río, en el período de julio 1996 a junio 1997. Se seleccionaron en ese período 480 puérperas (los 30 primeros partos y las 10 primeras cesáreas de cada mes). El grupo estudio se conformó por las puérperas que presentaron complicaciones de cualquier índole y el grupo control por las que egresaron sanas. Los datos obtenidos se ordenaron en tablas simples y de contingencia, aplicándoseles diferentes pruebas estadísticas como: porcentaje, riesgo relativo (RR) con un nivel de significación de ≥ 1 y chi cuadrado con un nivel de significación de 43 α = 0,05, datos analizados según paquete computadorizado MICROSTAT y MICROSOFT EXCEL-97. plicadas se comportó de forma casi similar en ambos grupos, cuando se relacionó con el tipo de nacimiento según parto o cesárea (X2 = 0,68 y p > 0,05), aunque la cesárea resultó ser un factor de riesgo de complicaciones en general (RR = 1,16). Hubo un total de 169 pacientes complicadas con 181 complicaciones (tabla 2) y las más frecuentes fueron las hemorrágicas (51,93 %) y las sépticas (30,94 %). En general, las complicaciones aparecieron mayormente cuando el tipo de nacimiento fue el parto. Resultados En la tabla 1 observamos que hubo 169 pacientes (35,21 %) que presentaron complicaciones (grupo estudio = GE) y 311 (64,79 %) sin complicaciones (grupo control = GC). El porcentaje de pacientes com- TABLA 1. Complicaciones puerperales durante la estadía hospitalaria según tipo de nacimiento Tipo de nacimiento Complicaciones puerperales Pacientes con Pacientes sin complicaciones complicaciones No. %* No. %* Total No. % Parto Cesárea 123 46 34,16 38,33 237 74 65,84 61,67 360 120 100 100 Total(*) 169 35,21 311 64,79 480 100 * Porcentaje en relación con el total de cada fila p = 0,4079 GL = 1 X2 = 0,685 Cesárea como tipo de nacimiento vs con complicaciones Riesgo Relativo (OR)=1,16 Fuente: encuesta. TABLA 2. Complicaciones puerperales durante la estadía hospitalaria según tipo de nacimiento y tipo de complicaciones Tipo de nacimiento Tipo de complicaciones No. Hemorrágicas Sépticas Otras 73 37 17 127 Total Parto Cesárea %* Total No. %* 77,66 66,07 54,84 21 19 14 22,34 33,93 45,16 94 56 31 51,93 30,94 17,13 70,16 54 29,84 181 100,00 No. Pacientes con complicaciones = 169 Complicaciones en general = 181 (*) Porcentaje en relación con el total de cada fila. (**) Porcentaje en relación con el total de complicaciones (n = 181) p = 0,5953 GL = 1 RR = 0,86 Cesárea vs complicaciones hemorrágicas X 2 = 0,282 Cesárea vs complicaciones sépticas X 2 2,183 p = 0,1395 GL = 1 RR = 1,55 Fuente: encuesta. 44 % ** Las principales complicaciones hemorrágicas fueron: la atonía uterina y los desgarros del canal del parto, mientras que las principales sépticas fueron: la endometritis, el absceso de la pared abdominal, la flebitis y el absceso de la episiorrafia. El resto (otras) fueron: la cefalea pospunción lumbar, la hipertensión arterial y el íleo paralítico. La cesárea no resultó un factor de riesgo para las complicaciones hemorrágicas (RR = 0,86), aunque sí para las sépticas (RR = 1,55). Vemos en la tabla 3, que los factores de riesgo de complicaciones hemorrágicas más importantes fueron: el líquido amniótico meconial, la episiotomía, la nuliparidad, la instrumentación y la cesárea de urgencia y los más importantes de las sépticas fueron: la cesárea de urgencia, la episiotomía, la instrumentación, el líquido amniótico meconial y las membranas rotas con más de 24 horas. En la tabla 4 se observa que casi las ¾ del total de las complicaciones hemorrágicas (73,34 %) se presentaron en las primeras 24 horas (68/94), mientras que las sépticas aparecieron mayoritariamente (75 %) entre los 2 - 4 días. Es de señalar que un pequeño porcentaje de éstas (3/56 =5,35 %) apareció entre las 7 - 24 horas y todas fueron flebitis. La tabla 5 muestra que la estadía hospitalaria fue ≥ 6 días en el 41,46 % de las pacientes complicadas posparto (31 + 20/ 123), los que se redujeron solamente al 6,75 % cuando egresaban sanas (16/237). TABLA 3. Complicaciones puerperales durante la estadía hospitalaria según algunas variables maternas Algunas variables maternas GENERALES Adolescente Añosa Parto pretérmino Parto postérmino Nulípara Multípara Anemia Malnutrición por defecto Hipertensión arterial crónica Rotura prematura de membranas Hipertensión inducida por embarazo Oligohidramnios severo RELACIONADAS CON EL PARTO Uso de instrumentación Uso de episiotomía Membranas rotas más de 24 horas Líquido amniótico meconial RELACIONADAS CON LA CESÁREA Cesárea urgente Membranas rotas más de 24 horas Líquido amniótico meconial Desproporción cefalopélvica Tipo de complicaciones puerperales Hemorrágicas Sépticas n RR n RR 14 6 6 23 55 2 20 14 5 22 21 6 2,89 2,63 2,00 3,19 5,00 2,63 2,82 3,29 2,37 2,87 3,00 3,16 8 6 7 16 36 0 14 9 3 19 11 4 3,00 4,54 4,60 3,88 4,83 3,66 3,60 2,45 4,87 2,70 3,64 41 44 3 43 5,00 5,40 1,35 5,77 24 26 7 21 8,00 8,02 7,95 4,66 16 6 11 3 5,00 2,68 3,54 3,75 18 8 12 2 39,00 5,00 6,62 2,66 RR = Riesgo Relativo. Fuente: encuesta. 45 TABLA 4. Complicaciones puerperales durante la estadía hospitalaria según el momento de aparición Tipo de Complicaciones 0-6 horas Momento de aparición 7-24 2-4 5-7 horas días días >7 días Total Hemorrágicas Sépticas Otras 28 0 9 40 3 8 26 42 14 0 10 0 0 1 0 94 56 31 Total 37 51 82 10 1 181 Fuente: encuesta p = 5,700 x 10-13 X 2 = 75,803 GL = 8 TABLA 5. Complicaciones puerperales según la estadía hospitalaria posparto y poscesárea Presencia de complicaciones ≤2 Estadía hospitalaria posparto 3-5 6-8 >8 Total Sí No 38 140 34 81 31 10 20 6 123 237 Total 178 115 41 26 360 Presencia de complicaciones ≤2 Estadía hospitalaria poscesárea 3-5 6-8 >8 Total Sí No 0 0 12 69 24 2 10 3 46 74 Total 0 81 26 13 120 Presencia de complicaciones vs estadía posparto Presencia de complicaciones vs estadía poscesárea Fuente: encuesta Discusión X 2 = 66,640 X 2 = 67,787 p = 4,486 x 10-7 GL = 3 p = 1,50 x 10-13 GL = 2 mujeres en edad reproductiva que conlleva también a la histerectomía de manera no planeada como recurso terapéutico vigente, pero a la vez mutilante. La hemorragia genital grave en la mujer casi siempre se presenta durante el estado gravídico puerperal, por lo que es importante tener presente siempre los cambios hemodinámicos y metabólicos que fisiológicamente se presentan durante la gestación. Estas 2 complicaciones puerperales unidas a la toxemia, son las 3 fuentes más frecuentes de mortalidad materna directa en el mundo, por lo Numerosos autores9-12-16-22 hablan de las complicaciones sépticas (dentro de ellas la endometritis) como las más frecuentes en el puerperio e incluso como causa importante de histerectomía. En nuestra casuística, el tipo de complicaciones puerperales más frecuentes fueron las hemorrágicas, dato que coincide con algunos de los trabajos revisados23,24 Indudablemente el sangrado de origen genital constituye aún la primera causa de muerte de 46 que resulta importante su diagnóstico precoz, técnicas quirúrgicas de urgencia depuradas, el manejo en equipos y medidas de prevención sobre los factores de riesgo en ellas asociados. Por otro lado, la cesárea es un importante factor de riesgo asociado a las complicaciones puerperales y en nuestro estudio, la realizada de urgencia estuvo relacionada con las complicaciones hemorrágicas (RR = 5) y con las sépticas (RR = 39). Numerosos autores9,20,21,25-27 también relacionan la cesárea con ambos tipos de complicaciones. Nuestros resultados coinciden con los de Guimaraes y col.27 en cuanto a la nuliparidad y la rotura prematura de membranas (RPM) como factores de riesgo de complicaciones sépticas, al igual que Hañari,28 quien añade la edad gestacional menor de 37 y más de 42 semanas, pero ex- cluye la hipertensión arterial y el embarazo. También son similares a los de esta autora en lo referente al líquido amniótico meconial, como factor de riesgo asociado con las complicaciones sépticas (RR = 4,66). La RPM y la infección durante el embarazo son señalados como factores de riesgo asociados con complicaciones sépticas puerperales según Guimaraes y col.27 y Hañari.28 Además, la infección es relacionada con las membranas rotas con más de 10 horas en estos trabajos anteriormente citados. Con respecto a la técnica extraperitoneal y la urgencia de la cesárea no encontramos literatura al respecto. Figueroa y col.17 señalan que el período de latencia para el desarrollo de endometritis posparto fue de 120 ± 66 horas mientras que la endometritis poscesárea fue de 56 ± 30 horas (p = 0,001). SUMMARY: A prospective, cross-sectional and analytical study was conducted at “Justo Legón Padilla” Gynecoobstetric Teaching Hospital from July, 1996, to June, 1997, in order to offer a wider knowledge of the puerperal complications during hospital stay. 480 puerperas (the first 30 deliveries and the first 10 cesarean sections reported every month) were selected during this period. The study group was composed of those puerperas that had some kind of complications, and the control group included the ones that were discharged sound. The following variables were analyzed: number and type of puerperal complication, maternal age, previous parity, associated prenatal diseases depending on pregnancy, instrumentation and performance of episiotomy during delivery, rupture of ovular membranes for more than 24 hours, meconium amniotic fluid, the cause, technique used and emergency of the cesarean section, the moment of appearance of the complications and the postdelivery hospital stay. It was concluded that the commonest puerperal complications were the hemorrhagical (51.93 %) and the septic (30.94 %). The most important risk factors of the hemorrhagical complications were the meconium amniotic fluid, episiotomy, nuliparity, instrumentation and the emergency cesarean section. Among the septic complications the main risk factors were the emergency cesarean section, episiotomy, instrumentation, the meconium amniotic fluid and the ruptured membranes with more than 24 hours. The hemorrhagical complications were frequently observed during the first 24 hours and the septic ones between the 2nd and 4th day after childbirth. Subject headings: PUERPERAL DISORDERS; PUERPERAL INFECTION; POSTPARTUM HEMORRHAGE; CROSS INFECTION; FETAL MEMBRANES; PREMATURE RUPTURE; RISK FACTORS; LABOR COMPLICATIONS; MECONIUM. 47 Referencias bibliográficas 16. López Llera M. Eclampsia postparto. Rev Med IMSS 1985;23(6):465-70. 17. Figueroa Damián R, Galindo Sainz J, Arredondo JI. Experiencia en el manejo de la endometritis en el Instituto Nacional de Perinatología. Ginecol Obstet Mex 1992;60(10):272-6. 18. Guill Mateo A. Pérez Santana JM, Mañaná Rodríguez M, Pineda J, Ventura Martínez J, Dotel Medina FM. 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Pritchard JA, Mac Donald PC, Gant NF. Williams Obstetricia. 3 ed. Barcelona: Salvat, 1986. 6. Rizer S, Rodríguez Villona RE. Inversión uterina en la Maternidad “Concepción Palacios”. Rev Obstet Ginecol Venezuela 1989; 49(1):18-21. 7. Martins Costa SH, López Ramos JG, Meda Aguiar LO de, Cardoso Perreira MA, Almeida Victorino J. Endometrite puerperal no Hospital de Clínicas de Porto Alegre: Fatores de risco e tratamento. Rev MLPH & Pac Med Univ Ped Río Gd do Sul 1998;8(3):168-174. 8. Approbato M, Matheus de Sala M, Sala MA. Histerectomía en la infección materna: ¿Cuándo está indicada? Rev Esp Obstet Ginecol 1986;45(311):496. 9. Fernández FA, Gatner AM, Morla CS, Cots JM, Rosario SRA, Vázques MT. Histerectomía por complicaciones postcesárea en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de los Minas. Rev Med Dom 1993;54(1):34-6. 10. Gómez Sosa E, Delgado Díaz M, González Ayestarán. Morbilidad materna por sepsis en cesáreas. Rev Cubana Obstet Ginecol 1987;13(3):335-7. 11. 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Ana Rosa Rodríguez Cañetes2 y Dr. Yarine Fajardo Tornés3 RESUMEN: Se estudia la presentación clínica de una forma grave de toxemia gravídica, en el caso de una gestante de 39 años de edad, con 36 semanas de embarazo. Se trata del síndrome de Hellp, en el que junto con la conocida sintomatología de la preeclampsia, se encuentran, hemólisis, pruebas hepáticas elevadas y trombocitopenia. Después de 65 días de ingreso hospitalario donde se le aplicó la terapéutica que actualmente se emplea para estos casos a nivel nacional e internacionalmente, evolucionó satisfactoriamente. DeCS: SINDROME HELLP/terapia; TOXEMIAS DEL EMBARAZO; PRE-ECLAMPSIA; COMPLICACIONES DEL EMBARAZO; GESTOSIS POR EPH. Lo más difícil en la medicina, y en general en todas las ciencias, es lograr una definición o concepto que reciba la aprobación de todos y describa explícitamente y con el mínimo de imprecisiones lo que se desea explicar, situación de la cual no escapa el Hellp síndrome. En el año 1982, Weinstein describió por primera vez una rara y grave variante de preeclampsia, y para denominarla tomó las iniciales de los hechos que consideró fundamentales, de dicho síndrome: (H) hemólisis; (EL) elevación de enzimas hepáticas y (LP) plaquetopenia.2 1 2 3 En su primer artículo del American Journal of Obstetrics and Gynecology en 1982, reconoce que dicha entidad había sido descrita por Prichard, Mckay, Killan y parcialmente por Goodlin, quien la considera como una complicación de la hipertensión durante el embarazo sin reconocerla aún como entidad independiente.3-6 La clínica es la de una preeclampsia o eclampsia, que no necesariamente ha de ser grave, con signos como edema e hipertensión, síntomas como malestar general, cefalea, dolor en hipocondrio derecho y epigastrio, conjuntamente con trombocito- Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Profesor Asistente. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Residente de 2 do. Año en Ginecología y Obstetricia. 49 El porcentaje de cesárea es muy alto, oscila entre el 43 - 76 %. La mortalidad perinatal muestra cifras muy elevadas, que van desde 79 x 1 000 nacidos vivos hasta 333 x 1 000 nacidos vivos y en el caso de la mortalidad materna ha llegado en algunas poblaciones al 3,5 por 100 000 NV. Etiopatogenia: se ha demostrado mediante microscopia electrónica, alteraciones en los hematíes (shistocitos) de preeclámpticas y se piensa que la fragmentación de estos, con la consiguiente hemolisis, es debido a su paso por pequeños vasos con daño en su pared y depósitos de fibrina. Es ampliamente conocido que la función hepática se altera en la preeclampsia y varios autores han señalado los depósitos de fibrina en los sinusoides hepáticos de pacientes a quienes se les realizó cesárea y presentan síndrome de Hellp. El hígado es de consistencia firme y dura, son frecuentes las hemorragias subcapsulares, y el daño hepático explica la elevación de las enzimas hepáticas. Ha sido ampliamente descrita la trombocitopenia como consecuencia de las alteraciones de la pared capilar, lugares a los que se adhieren con frecuencia las plaquetas. penia, enzimas hepáticas elevadas y una lámina periférica de anemia hemolítica microangiopática.7 Martín y cols según el recuento plaquetario8 lo clasifican en Hellp tipo I menor de 50 000 plaquetas por mm3 y tipo II entre 50 000 y 100 000 plaquetas por mm.3 Su verdadera incidencia mundial en general y entre preeclámpticas es todavía desconocida, aunque Mac Kenna9,10 señala entre estas últimas una incidencia del 4-12 %. Con este trabajo se pone a consideración algunos elementos fundamentales de esta entidad, así como la presentación de un caso atendido por el servicio de Ginecología y Obstetricia y la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Provincial Docente “Carlos Manuel de Céspedes”. Desarrrollo Desar Elementos a considerar del Hellp síndrome Conceptos: hoy en día es muy discutido; autores como Greer y cols entienden que es sólo una leve coagulación intravascular diseminada (CID) asociada con preeclampsia, Sibai no se atreve a opinar sobre si es primero la CID o bien si esta es secundaria a otro proceso patológico; para Mac Kenna y cols es una preeclampsia mal diagnosticada y Moodley y Pillay llegaron a preguntarse si realmente existía este síndrome. Epidemiología: la inmensa mayoría son preeclámpticas y una mínima parte eclámpticas, lo cual es lógico, teniendo en consideración la baja incidencia de eclampsias. El mayor porcentaje es en primigestas, aunque Sibai lo encontró más frecuente en multigrávidas y en edades avanzadas. La edad gestacional media en que se diagnostica el síndrome oscila entre las 32-34 semanas, si bien se ha descrito entre las 20 - 41 semanas. Diagnóstico diferencial 1. 2. 3. 4. 5. Púrpura trombocitopénica idiopática. Púrpura trombocitopénica trombótica. Hepatitis aguda. Esteatosis aguda del embarazo. Intoxicación medicamentosa por cloroformo o clorpromazina. Terapéutica: El criterio actual es terminar el embarazo una vez diagnosticado el cuadro, recurriendo a la cesárea si es necesario. Si se presenta anemia aguda se debe 50 corregir con sangre fresca; la trombocitopenia con plasma y concentrado de plaquetas, sin olvidar el uso de esteroides recomendados por Thiagarajah para mejorar la función hepática y la calidad de las plaquetas. semana crítica en relación con los resultados perinatales. A las 48 horas del ingreso se reciben los resultados de los complementarios realizados: – Hemograma C: Hb: 11,8 g/L Hto: 0,39; Leuc: 6x 10 9/L – VDRL: no reactiva. – P. orina: negativo. – Exudado vaginal: presencia de monilias. Presentación de un caso Paciente ULC HC: 816132. Gestante de 39 años de edad, con antecedentes de salud y obstétricos de G7PoA6 (espontáneos) y 12 años en la consulta de infertilidad, con FUM 16/8/99 para una EG: 32 semanas que acude a C/G remitida de su área de salud por discordancia entre la altura uterina y la edad gestacional. Examen físico – Peso: 51,5 kg . Talla: 1,52 cm. – Mucosas: normocoloreadas y húmedas. – Aparato cardiorrespiratorio: sin alteraciones, TA : 110/80 PR: 376´ FR:20´. – Abdomen: AU:25 cm, peloteo fetal, MFR FF: 148 lat × mto. – Tcs: no infiltrado. – Sp: cuello de nulípara, orientado sacralmente, cerrado, leucorrea blanquecina, grumosa, abundante. – – – – – Durante su ingreso tuvo una ganancia de peso adecuada, se emplearon madurantes pulmonares hasta las 34 semanas; el crecimiento fetal fue incrementándose y las pruebas de bienestar fetal fueron normales. A las 4 semanas del ingreso y con una EG de 36 semanas presentó cefalea, epigastralgia y vómitos. Exploración física – TA: 170/120 mm Hg. – Abdomen: AU: 31 cm CEF DI MFR FF: 140´ DU: 0/10. Tono uterino: normal. – Tcs: No infiltrado. – TV: Cuello uterino largo, orientado sacralmente y cerrado. Se indicaron de urgencia: hemograma completo, orina, creatinina, ácido úrico, urea, coagulograma con limitantes de estudio. Se discutió el caso en colectivo y por tratarse de una paciente con enfermedad hipertensiva grave del embarazo, feto supervalioso y condiciones del cérvix desfavorables para el parto transpelviano se decidió interrupción del embarazo por vía abdominal, previo tratamiento profiláctico de la eclampsia con sulfato de magnesio y control de la tensión arterial con nepresol. Cuando se realizó la cesárea se extrajo recién nacido, del sexo femenino, con peso de 1 520 g y Apgar 9-9-9. CAS Ingreso. Complementarios y tratamiento. USD: feto único, cefálico, DBP: 65 mm, L/A normal, placenta anterior sin madurez. Se ingresó en la sala de cuidados perinatales con reajuste de dieta. La nutrióloga le indicó 3 000 cal diarias. Por tratarse de un feto supervalioso se comenzaron las pruebas de bienestar fetal desde el ingreso, pues el resto de las gestantes con CIUR se les realizan a partir de las 34 semanas por ser nuestra 51 ´ Al terminar de suturar el peritoneo visceral uterino se observó sangre libre en cavidad abdominal, que no procedía de la histerorrafia; se amplió incisión en proyección supraumbilical y allí se encontró gran hematoma subcapsular hepático del lóbulo derecho y una ruptura hepática de ± 5 cm. Se solicitó la presencia del cirujano, se realizó sutura hepática y hemostasia, y en este momento se sospechó la posibilidad de un Hellp, por lo que se indicó de urgencia: hemograma completo, gasometría, ionograma, GOT, GPT, LDH, Gamma GT, triglicérido, bilirrubina y nuevamente coagulograma con limitantes de estudio completo. En recuperación se reciben los resultados de los complementarios indicados en cuidados perinatales: Se llegó a la conclusión que estábamos frente a una enfermedad hipertensiva grave del embarazo con Hellp síndrome, ruptura hepática y coagulación intravascular diseminada, con muy mal pronóstico materno. Dos horas después de la intervención quirúrgica se observó sangramiento moderado a través de los drenajes con inestabilidad hemodinámica de la paciente, por lo que se le administró coloides, cristaloides, sangre fresca y plasma. Se decidió reintervenirla quirúrgicamente y como hallazgo se encontró la dehiscencia de la sutura hepática, mayor volumen del hematoma y en hipogastrio el útero hipotónico con sangramiento de la histerorrafía sin deshicencia, por lo que se realizó histerectomía total abdominal, con ligaduras de las arterias hipogástricas y en hígado, como recurso heroico se ligó la arteria hepática común. En recuperación TA: 100/50 PR: 108´ FR: 20´. Intubada, con respiración espontánea, drenajes con escaso sangramiento oscuro, gasometría e ionograma compatibles con discreta mejoría evolutiva, por lo que se decidió su traslado a UCI con tratamiento antibiótico de amplio espectro, antihipertensivos y esteroides. Evolutivamente se mantuvo estable en UCI y en las primeras 24 horas tuvo lámina periférica compatible con hemólisis. Presentó 2 complicaciones graves: una colección hematopurulenta en espacio hepatorrenal, por lo que fue necesario reintervenirla a los 16 días y un derrame pleural derecho con necesidad de pleurostomía mínima baja. Fue egresada de nuestro hospital después de 65 días con los siguientes complementarios: 1. Hemograma C: Hb: 11.1 g/L Leuc: 7,8 ×109/L Hto: 0,49. 2. Orina: positiva de trazas de albúminas. 3. Urea: 3,2 mol/L Creatinina: 120 mol/L 4. Ac. Úrico: 402 mol/L 5. Coagulograma: TS: 1× TC: 7× Plaquetas: 190 000 × mm3. Fibrinógeno normal. Posteriormente se recibieron los indicados transoperatorios. 1. Hemograma C: Hb: 7,9 g/L Leuc: 8.0× 10 9/L Hto: 0,26. 2. Ionograma y gasometría: parámetros normales. 3. GOT: NHR. 4. GPT: 168 UI. 5. Bilirrubina: 1,2 mg/dL. 6. LDH: NHR. 7. Gamma, GT: NHR. 8. Triglicéridos: NHR. 9. Coagulograma: TS y TC prolongados, trombocitos 68 000 × mm3, déficit de fibrinógeno. 1. Hemograma C: Hb: 10,6 g/L Leuc: 10,6 × 10.9/L 52 2. TGP: 11,3 UI. 3. Plaquetas: 168 000 × mm3. Fibrinógeno: normal. 4. Glicemia: 4,6 mmol/L. 5. Bilirrubina: normal. 6. Eritro: 36 mm. Examen físico: negativo TA 140 y 90. Además, recién nacido del sexo femenino, con peso de 2 530 g, en perfecto estado de salud. SUMMARY: The clinical presentation of a severe form of pregnancy toxemia is studied in a 39year-old pregnant woman with 36 weeks of gestation. It is known as syndrome of HELLP, in which together with the known symptomatology of preeclampsia, hemolysis, elevated liver tests and thrombocytopenia are also found. After receiving the treatment used nowadays for these cases at the national and international level during the 65 days of hospitalization, the patient’s evolution was satisfactory. Subject headings: HELLP SYNDROME/therapy; PREGNANCY TOXEMIAS; PREECLAMPSIA; PREGNANCY COMPLICATIONS; GESTOSIS, EPH. Referencias bibliográficas 1. Vázquez Cabrera J. Hipertensión y embarazo. 1987:41. 2. Weinstein L. Syndrome of hemolysis, elevated liver enzymes and low platelet count: a severe consequence of hypertension in pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1992;142:19. 3. Prichard JA, Weisman R, Ratnoff O,O, Vosburg GI. Intravascular hemolysis, trombocytopenia and other hematologic abnormalities associated wirh severe toxemia of pregnancy. N Engl J Med 1994;250:89. 4. MacKay DE. Hematologic evidence of disseminated intravascular coagulation in eclampsia. Obstet Gynecol Surv 1992;27:339. 5. Killan AP, Dillaad SH, Patton RC, Pederson PR. 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Dr. Carlos Luis Guerra Verdecia. Hospital Provincial Universitario “Carlos Manuel de Céspedes” Bayamo, Granma. Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):54-7 GINECOLOGÍA Hospital Materno de Guanabacoa COMPORTAMIENTO DE LA SEXUALIDAD EN LA MUJER DE LA EDAD MEDIANA Dr. Valentín Martínez Camilo,1 Dra. Beatriz Torrientes Hernández2 y Lic. Patricia Paz Aranda 3 RESUMEN: Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal con pacientes de la consulta de climaterio del Hospital Materno de Guanabacoa en el año 1999, con el objetivo de conocer el comportamiento de la sexualidad en la mujer de la edad mediana. La muestra estuvo constituida por 253 pacientes de la edad mediana a quienes se les realizó una encuesta para determinar las variables que fueron analizadas para el estudio. El 80,6 % de las mujeres estudiadas conocen qué es el orgasmo; sin embargo, el 87,7 % no lo sienten; el 89,3 % no tienen deseo sexual; el 93 % no son comprendidas por su pareja y el 91,5 % de estas mujeres no les interesa solucionar su problema. Se concluyó que los trastornos de la sexualidad en la mujer de la edad mediana se deben a un desequilibrio en los factores biológicos, psicológicos y socioculturales propios de esta etapa de la vida. DeCS: SEXUALIDAD/psicología; CLIMATERIO; TRASTORNOS SEXUALES/psicología; FEMENINO; MENOPAUSIA. La sexualidad constituye un problema de salud que atañe no sólo a especialistas de la rama, sino a los de diferentes esferas que se interesan por la salud de la población.1 Antiguamente la sexualidad en la mujer no era un tema difundido, por el contra- 1 2 3 rio, el sexo femenino ha sido discriminado por muchas culturas y particularmente este aspecto. Pero debemos estar conscientes que del adecuado conocimiento y disfrute de la sexualidad depende en gran medida la felicidad de la pareja pues constituye su base, el fundamento de su estabilidad y la Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. Profesor Asistente. Facultad “Miguel Enriquez”. Hospital Materno Guanabacoa. Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. Instructora. Facultad “Miguel Enriquez” Hospital Materno de Guanabacoa. Psicóloga. Consulta de Climaterio del Hospital Materno de Guanabacoa. 54 justificación de su mantenimiento; no es un aliciente más de la relación hombre-mujer, sino su esencia; no es un premio que se va a disfrutar cuando se autorice, ni la vergüenza de ser como animales, es la conducta más gratificante que el hombre puede desarrollar, y que a merced de su inteligencia superior puede enriquecer en cada nuevo encuentro, evitando lo que se puede tener en común con la sexualidad de otras especies de animales: su repetición automática y como medio de un fin exclusivo, la fecundidad monótona.2 La sexualidad al llegar a la edad mediana puede verse afectada si no hay una adecuada información y preparación por factores biológicos psicológicos y socioculturales, es por ello, que si logramos dar un tratamiento adecuado a los factores que pueden incidir, estamos a su vez logrando que la sexualidad de la mujer en esta etapa no constituya una pesadilla, sino un placer. La sexualidad se reconoce en todas las épocas de la vida como una fuerza integradora de la identidad, que contribuye a fortalecer y/o producir vínculos integrales, además de ser el placer sexual, fuente de bienestar físico, psíquico, intelectual y espiritual, que cuando está libre de conflictos y angustias promueve el desarrollo personal y social.2 Teniendo en cuenta la elevada incidencia de problemas en la sexualidad de las pacientes de la edad mediana, nos sentimos motivados a realizar este estudio, ya que en sentido general, las mujeres expresan síntomas que no siempre se corresponden con el estado psicológico en que se encuentran.3 de la consulta de climaterio del Hospital Materno de Guanabacoa, en 1999. La muestra estuvo constituida por 253 pacientes de la edad mediana, a quienes se les realizó una encuesta confeccionada para este estudio. Los datos obtenidos se introdujeron en un paquete estadístico y los resultados fueron llevados a tablas para su análisis y discusión. Resultados La tabla 1 muestra que el 80,6 % tiene conocimiento de lo que es el orgasmo y el 19,3 % no conocen esta palabra (tabla 1). TABLA 1. Sabe qué es el orgasmo Sabe qué es el orgasmo No. % Sí No 204 49 80,6 19,3 Total 253 100 Fuente: Encuestas. La tabla 2 representa el alto porcentaje (87,7 %) de mujeres que no llegan al orgasmo durante el acto sexual y sólo el 12,2 % lo logran. TABLA 2. Llega usted al orgasmo actualmente Llega al orgasmo No. % Sí No 31 222 12,2 87,7 Total 253 100 Fuente: Encuestas Métodos La tabla 3 refleja que el 89,3 % no tiene deseos sexuales y sólo el 10 % lo presentan. Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal-descriptivo, con las pacientes 55 TABLA 3. Mantiene usted el deseo sexual Deseo sexual No. TABLA 6. Ha tratado de darle solución a la disminución del deseo sexual % Sí No 27 226 10,6 89,3 Total 253 100 Ha tratado de darle solución Fuente: Encuestas. No. % Sí No 19 207 8,4 91,5 Total 226 100 Fuente: Encuestas. En la tabla 4 se puede observar cómo el 77,7 % de las pacientes que tienen deseo sexual son correspondidas por su pareja y sólo el 22,2 % no lo son. Discusión Según los resultados de la tabla 1 el mayor porcentaje no conoce la palabra orgasmo, lo cual nos da una medida de que aún existe en la población falta de educación sexual y principalmente en mujeres con una larga vida en este sentido. Este resultado no pudo ser comparado con otros autores, ya que en la bibliografía revisada no se hace alusión al tema. El 87, 7 % de las mujeres estudiadas no tuvieron orgasmo, lo cual resulta superior a Texeira4 quien en su estudio demostró que sólo el 34 % no tuvieron orgasmo. Esto nos da una medida de que la anorgasmia es multifactorial y que en la medida en que se aceptan y tratan estos factores, logramos una mejor educación en la mujer de la edad mediana para alcanzar su plena sexualidad. Otro de nuestros resultados fue la falta de deseo sexual en el 89,3 % de los casos, con un porcentaje mayor que el obtenido por Manzano,5 quien encontró 19 % y Navarro6 que tuvo el 20 %. Consideramos que los cambios biológicos que aparecen en esta etapa de la vida no son los máximos responsables de este problema, y sí la depresión que tiene la mujer por la pérdida de su autoestima y falta de espacio en su nueva etapa de la vida. De las mujeres con deseo sexual, la mayoría se sienten correspondidas por su TABLA 4. Si mantiene el deseo sexual es correspondida por su pareja Correspondida por su pareja No. Sí No 21 6 77,7 22,2 Total 27 100 % Fuente: Encuestas. En la tabla 5 vemos que cuando la mujer no tiene deseo sexual su pareja no la comprende en el 93 % y sólo el 7 % es comprendida por su cónyuge. TABLA 5. Si deseo sexual ausente es comprendida por la pareja Comprensión de la pareja No. % Sí No 16 210 7,0 93,0 Total 226 100 Fuente: Encuestas. En la tabla 6 se observa cómo el 91,5 % de las pacientes no han tratado de darle solución a su disminución del deseo sexual. 56 puede seguir disfrutando del sexo y tener orgasmos.8-11 En conclusión, diremos que los trastornos de la sexualidad en las mujeres de edad mediana son el resultado de un desequilibrio en los factores biológicos, psicológicos y socioculturales; que la conducta seguida por la población femenina de esta edad, ante los problemas sexuales no han sido adecuados, por lo que consideramos que aún le falta mucho por aprender a la mujer cubana sobre sexualidad y las modificaciones que éstas pueden seguir en esta etapa de la vida. pareja, lo que nos habla a favor del acople conyugal cuando los factores socioculturales están resueltos y pueden llegar a la armonía existencial, sexual y emocional;6,7 igual explicación encontramos para ese gran grupo de mujeres que no eran correspondidas por sus esposos. Observamos que la mayoría de las pacientes (91,5 %) no han tratado de solucionar la falta de deseo sexual, porque piensan que con la menopausia llega el fin de la vida, lo cual es un planteamiento falso, ya que si bien existe un enlentecimiento de la respuesta sexual, se SUMMARY: A prospective longitudinal study was carried out among female patients from the Climacteric Consultation Room of the Maternal Hospital of Guanabacoa, in 1999, aimed at knowing the behavior of sexuality in the middle-aged woman. The sample consisted of 253 middle-aged patients, who were surveyed to determine the variables analyzed for the study. 80.6 % of the studied women know what orgasm is; however, 87.7 % do not feel it, 89.3 % do not have any sexual desire, 93 % are not understood by their partners and 91.5 % of these women are not interested in solving their problems. It was concluded that sex disorders in middle-aged women due to an unbalance of the biological, psychological and sociocultural factors that are characteristic of this stage of life. Subject headings: SEXUALITY/psychology; CLIMACTERIC; SEX DISORDERS/psychology; FEMALE; MENOPAUSE. Referencias bibliográficas 7. Granero M. Sexualidad y pareja. Sexol Soc. 1999;5(12):2-6. 8. Navarro D. La menopausia no es el fin de la vida. Sexol Soc. 1996;5(11):35-40. 9. Vasallo C. Consultas de disfunción y terapia sexual. Sexol Soc. 1997;2(1):8-11. 10. Russell M. Nuestra búsqueda de la felicidad. New York: GB, 1995:64-80. 11. Roja R. Veinte años si de matrimonio se trata. Sexol Soc. 1997;8:17-24. 1. La respuesta sexual Humana. México, DF: Bebisa, 1990: 145-221. 2. Kaita-Nafan F. Las disfunciones sexuales de la pareja y su tratamiento. Barcelona: TorayMasson, 1995. 3. Leyva Y, Padrón DR. La sexualidad nos acompaña toda la vida. Avan Med. 2001;8:26. 4. Texeira D. Sexualidade Na Menipause uma arte a ser aprendida. Tesis Universidade Gama Filho. Río de Janeiro.1996. 5. Manzano BR. Climaterio. Cambios en la conducta sexual. Sexol Soc 1998;4(10):31-3. 6. Navarro D. La sexualidad de la mujer cubana durante el climaterio. Sexol Soc. 1998; 4(9):38-9. Recibido: 20 de octubre del 2001. Aprobado: 16 de diciembre del 2001. Dr. Valentín Martínez Camilo. Calle Luz No. 321, altos, entre Santa María y Apodaca, Guanabacoa, Ciudad de La Habana, Cuba. 57 Rev Cubana Obstet Ginecol 2002;28(1):58-63 Policlínico Docente “26 de julio” LA ATENCIÓN GINECOLÓGICA A LA NIÑA. UNA REALIDAD EN NUESTRA ESPECIALIDAD Dr. Miguel Lugones Botell 1 y Dra. María de los A. Calzada Occeguera 2 RESUMEN: Se realizó un estudio retrospectivo, descriptivo, de corte transversal, con 120 historias clínicas de pacientes de 0 a 10 años de edad, atendidas en la consulta de Ginecología Infanto-Juvenil del Municipio Playa, en el período de tiempo comprendido entre el 1o. de septiembre de 1997 al 30 de septiembre del 2001. Se analizaron las siguientes variables: principales motivos de consulta, gérmenes encontrados en los exudados vaginales, tratamientos utilizados y evolución de las pacientes atendidas, así como la participación de los familiares de estas pacientes en las consultas. Se concluyó que el principal motivo de consulta fue la leucorrea, seguido del dolor pelviano y los trastornos de la pubertad, que la causa más frecuente de leucorrea fue la vaginosis bacteriana y que la participación de la familia en estas consultas resulta fundamental. DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD; ENFERMEDADES DE LOS GENITALES FEMENINOS; NIÑO; LEUCORREA; DOLOR ABDOMINAL; PUBERTAD; GINECOLOGIA. Con el surgimiento y desarrollo de la Ginecología Infanto-Juvenil en nuestro país a partir del año 1995 se logra sistematizar la atención ginecológica a la niña en edad pediátrica (0 a 10 años), lo que solamente se realizaba hasta entonces en muy pocas instituciones del país. La atención ginecológica de las niñas tienen gran amplitud y complejidad y abarca desde los aspectos médicos hasta los 1 2 quirúrgicos, sociales y legales, en la práctica de la especialidad. La exploración ginecológica de la niña -y también de la adolescente- es, sin lugar a dudas, la base sobre la que descansa la arquitectura de esta especialidad,1 sobre todo por las particularidades de los procederes para estos grupos de edades. Aquí cobra importancia relevante la relación médico-paciente con el propio pa- Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Instructor. Miembro de la Sección de Ginecología Infanto-Juvenil de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia y de su Grupo Provincial en Ciudad de La Habana. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Instructora. Policlínico Docente “ 26 de Julio”. 58 ciente y con sus familiares, fundamentalmente los padres, ya que la propia exploración, además del motivo de consulta, como es de suponer, es motivo de ansiedad para todos. Es muy importante tener en cuenta los aspectos psicológicos que rodean este examen, pues no solamente hay que enfrentarse a la complejidad y lo imprevisible de la psiquis infantil, sino también el manejo, en ocasiones más difícil de los padres, muchas veces ansiosos ante el lógico temor que inspira una enfermedad ginecológica en la niña y la perspectiva de una exploración por demás mixtificada y llena de tabúes.1 Este aspecto, como hemos señalado, no deja de tener importancia y lo consideramos fundamental en el desarrollo y manejo de estas consultas. 2 En Ciudad de La Habana se ofrecen consultas de Ginecología Infanto-Juvenil en todos los municipios de la atención primaria y se ha visto un incremento sostenido en el número de pacientes que se atienden en este servicio; así, de 1995 a 1998 se atendieron 29 500 casos, de los cuales 8 006 son del grupo de 0 a 10 años, lo que representa el 27,3 % del total, lo que se ha ido incrementando. Con la intención de dar a conocer algunos resultados del desempeño de esta especialidad en nuestro municipio y destacando que existe un incremento progresivo de la afluencia de estas pacientes en demanda cada vez mayor, decidimos realizar este trabajo para destacar la importancia que tiene la atención diferenciada y especializada a estas pacientes y que sirva de referencia a los médicos que trabajan en la atención primaria, con vistas a lograr una pesquisa mayor de estos casos para su adecuada remisión a estas consultas. sos atendidos en la consulta de Ginecología Infanto-Juvenil del municipio Playa, desde el 1º. de septiembre de 1997 al 30 de septiembre del 2001. Para ello se revisaron 120 historias clínicas correspondientes a las niñas de 0 a 10 años atendidas en este período. Se tuvo en cuenta como variable biológica la edad de las niñas y se tomaron otros datos de las historias clínicas: principales motivos de consulta, gérmenes encontrados en los exudados vaginales, tratamientos utilizados y evolución de las pacientes atendidas, así como la participación de los familiares de estas pacientes en las consultas. El procesamiento de los datos fue manual y con calculadora. El procesamiento estadístico se realizó en porcentajes y los resultados se brindan en tablas para su mejor comprensión. Métodos En la tabla 2 se puede ver que la leucorrea predominó en niñas de 7 a 10 años para el 47,7 % y en la tabla 3 analizamos los resultados microbiológicos, donde puede Resultados En la tabla 1, los principales motivos de consulta en estas pacientes fueron la leucorrea para el 71,6 %, seguido del dolor pelviano (7,5 %) y los trastornos de la pubertad, con el 5,8 %. TABLA 1. Principales motivos de consulta Se realizó un estudio retrospectivo, descriptivo, de corte transversal, de los ca- 59 Diagnóstico No. % Leucorrea/vulvovaginitis Dolor pelviano Trastornos de la pubertad Adherencia labial ITS Otros 86 9 7 5 2 11 71,6 7,5 5,8 4,2 1,6 9,2 observarse que hubo predominio de la Gardnerella vaginalis con el 41,9 %, seguido de los casos con moniliasis (23,3 %) y de las que presentaron E. coli, con el 16,3 %. Gardnerella fue tratada con metronidazol por vía oral en la mayoría de las niñas o con tinidazol. La moniliasis siempre se trató con tabletas vaginales de clotrimazol en la mayoría de las pacientes o de nistatina en forma de tableta vaginal también. Este tratamiento se hizo previo adiestramiento de los familiares en la consulta y en algunos casos en la propia consulta por parte de la enfermera diariamente, hasta concluir el ciclo establecido en los casos en que los familiares tuvieran temor a realizarlos. En esa misma tabla se observa que la evolución fue satisfactoria en la totalidad de las pacientes, quienes fueron seguidas hasta el alta (82,5 %); el resto, (18,5 %) no volvieron a la consulta después de aplicado el tratamiento. En la tabla 5 se puede ver la evolución de los pacientes después del tratamiento. En la tabla 6 se muestra algo que consideramos fundamental en nuestra consulta: la participación de la familia. Se puede observar que la mayoría de las niñas fueron traídas a la consulta por la madre (79,1 %) o algún otro familiar, aspecto que consideramos de gran importancia para el TABLA 2. Leucorrea según grupo de edades Edades (años) No. % 2 ó menos 3-6 7-10 15 30 41 17,4 34,8 47,7 Total 86 100,00 TABLA 3. Resultado microbiológico Resultados No. Gardnerella Monilias E. coli Estreptococo coagulasa positivo Otros 36 20 14 3 13 Total 86 % 41,9 23,3 16,3 3,5 15,1 100,0 En la tabla 4 se puede observar los diferentes tratamientos indicados en los principales procesos infecciosos, donde la TABLA 4. Tratamiento específico utilizado y evolución de las pacientes Gérmenes Nistatina Metronidazol Gardnerella Monilias 5 E. coli Estreptococo Otros 25 Tinidazol Clotrimazol Gentamicina Cloranfenicol Otros 11 15 4 3 4 10 9 TABLAS 5. Evolución de las pacientes después del tratamiento TABLA 6. Participación de la familia en las consultas Evolución de las pacientes % Participa No. % 71 0 82,5 0 15 18,5 Madre Padre Abuelos Otros 95 6 9 10 79,1 5 7,5 8,3 Satisfactoria No satisfactoria No asistieron postratamiento No. 60 ca inicial más adecuada. De las 7 pacientes, 3 presentaron telarquía precoz y 4 adrenarquía precoz, que son casos de pubertad precoz incompleta;5 esta última generalmente no progresa más allá de lo descrito -aparición de vello púbico ocasionalmente asociado con vello axilar antes de los 8 años de edad- y su causa se debe a una maduración precoz de la zona reticularis de la corteza suprarrenal, que produce predominantemente esteroides sexuales y cuyo mecanismo no está totalmente aclarado. Siempre debe descartarse la existencia de hiperplasia suprarrenal o con menos frecuencia un tumor suprarrenal productor de andrógenos. Por eso estas pacientes fueron intercon-sultadas con endocrinología. En el tratamiento de las pacientes con adherencia labial, aunque en nuestra casuística no fue frecuente esta entidad, se tuvo mucho cuidado de no provocar dolor ni gran estrés en las niñas tratadas, y previamente al tratamiento se les aplicó crema de estrógenos conjugados para facilitar la liberación de las adherencias, así como el tratamiento adecuado de los procesos infecciosos vulvovaginales, que siempre estuvieron presentes. Fueron atendidas 2 pacientes con condilomatosis genital, lo que demuestra que siempre debe tenerse presente el abuso sexual en estos casos, según ha sido señalado,6-8 aún cuando no estén presentes infecciones de trasmisión sexual. Es aquí donde la exploración médica resulta importante para un diagnóstico correcto, así como también el apoyo psicológico es imprescindible, tanto para estas pacientes como para sus familiares. Es importante tener en cuenta que la ausencia de hallazgos físicos no significa necesariamente que el abuso no haya tenido lugar. Los resultados de los exudados vaginales constituyeron una sorpresa desde el principio para nuestro equipo de trabajo, ya que no se reporta en la literatura éxito del manejo y la evolución de las pacientes en la consulta. Discusión La necesidad de brindar una atención ginecológica diferenciada y especializada en la etapa de la niñez, queda demostrada plenamente en este trabajo. La leucorrea, ocasionada por procesos infecciosos vulvovaginales, fue el principal motivo de consulta, lo que coincide también con otros trabajos que hemos realizado3 y comprobamos que existía gran desconocimiento y preocupación por parte de los familiares que acompañaron a estas niñas a la consulta, así como también gran temor por el reconocimiento, además de sorpresa y ansiedad cuando se indicó el tratamiento local en forma de tabletas vaginales en las pacientes con diagnóstico de moniliasis; pero fue aceptado por la totalidad de los familiares después de una pormenorizada explicación. Estos procesos infecciosos pueden adquirirse mediante una gran variedad de mecanismos o agentes, no todos ellos conocidos en la actualidad. El dolor pelviano fue el segundo motivo de consulta. Este síndrome responde a diferentes causas que no es nuestro objetivo describir aquí. A pesar de no ser muy frecuente en este grupo de pacientes, siempre debe tenerse presente la posibilidad de un tumor ginecológico, fundamentalmente de ovario, que es la neoplasia más frecuente del aparato genital durante la infancia y la adolescencia;4 aunque no fue la causa en ninguna de las niñas atendidas en este grupo. Los casos de pubertad precoz fueron la tercera causa de consulta y también constituyeron motivo de gran ansiedad, fundamentalmente para los padres, a los que se les explicó que la paciencia es la terapéuti- 61 con mucha frecuencia la Gardnerella vaginalis en esta etapa de la vida y solamente hemos encontrado un reporte que informa niñas con estos resultados en las edades comprendidas entre 8 y 11 años.9 Pudimos corroborar como hallazgo que de las 36 niñas diagnosticadas de vaginosis bacteriana, 29 madres de las mismas presentaban también esos resultados, lo que representó el 80,5 %, aspecto que puede indicar algún tipo de asociación. Por último, debemos destacar que consideramos que la participación de los familiares en estas consultas es fundamental, sobre todo de las madres de estas pacientes, tanto por la cooperación en las consultas como en el cumplimiento y orientaciones terapéuticas que a ellas se brinda. Podemos concluir que el principal motivo de consulta en estas pacientes fue la leucorrea para el 71,6 % de los casos, seguido del dolor pelviano y de los trastornos de la pubertad. Los casos de leucorrea tuvieron su mayor incidencia en las edades de 7 a 10 años. La vaginosis bacteriana fue la causa más frecuente de leucorrea, seguido de las moniliasis. El tratamiento más utilizado en la vaginosis fue el metronidazol oral y tinidazol y en la moniliasis clotrimazol por vía vaginal. La participación de la familia en las consultas resultó muy importante en estos casos; la que con más frecuencia participó en ella fue la madre de estas pacientes. SUMMARY: A retrospective, descriptive and cross-sectional study was carried out with 120 medical histories of patients aged 0-10 that received medical attention at the consultation room of Pediatric-Juvenile Gynecology , in the municipality of Playa, from September 1st, 1997, to September 30th, 2001. The following variables were analyzed: chief complaints, germs found in the Pap smears, treatments used, evolution of the patients seen and the participation of the relatives of these patients in the consultations. It was concluded that leukorrhea was the main chief complaint, followed by pelvic pain and puberty disorders, that bacterial vaginosis was the most common cause of leukorrhea and that the participation of the family in these consultations is fundamental. Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE; GENITAL DISEASES, FEMALE; CHILD; LEUKORRHEA; ABDOMINAL PAIN; PUBERTY. Referencias bibliográficas Ginecología infanto juvenil en la atención primaria. Rev Cubana Med Gen Integr 1998;14(1):81-2. 3. Lugones Botell M, Prado González J, Calzada Occeguera M. Experiencias de la consulta de Ginecología infanto juvenil. Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(1):98-100. 4. Rodríguez Pons O. Tumores de ovario. En: Ginecología infanto juvenil. Salud reproductiva del adolescente. 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Recibido: 14 de noviembre del 2001. Aprobado: 2 de enero del 2002. Dr. Miguel Lugones Botell. Policlínico docente “26 de Julio”. Calle 72 entre 13 y 15, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. 63