“La economía española 1974-1984” La economía española en 1974 se sitúa en un contexto de crisis general del sistema económico que se solapa con la crisis política, social y económica de España. Así pues entre los años 1974-78 se perfila en España una fase de inestabilidad e incertidumbre: ● Caída del crecimiento de la producción y del PIB. Caída de la inversión. ● Descenso continuado el nivel de empleo a partir de 1975, debido a la crisis empresarial. ● Presiones inflacionistas en continuo crecimiento. En 1977 la variación del IPC alcanzó una tasa del 25%. La economía española había entrado en una espiral inflacionista. Se autoalimentaba por las presiones salariales que provocaron el alza de los salarios. ● Elevado desequilibrio externo: las reservas de divisas cayeron, con lo que se aumentó la deuda externa. Como consecuencia de lo anterior la situación en 1977 se podía considerar crítica, tanto en lo referente a las magnitudes económicas fundamentales como en lo referente al desorden. Para afrontar esta situación crítica se pusieron en marcha un conjunto de medidas fuertes para afrontar la crisis. El Programa de Saneamiento y Reforma de octubre de 1977 y los complementarios Pactos de la Moncloa. El periodo de aplicación de este programa conoce los primeros éxitos en la reducción de los desequilibrios desde el inicio de la crisis: las tendencias a una inflación desbordada se truncan, con una gran caída del IPC, las cuentas exteriores mejoran notablemente con una reducción del déficit comercial, las reservas exteriores se duplican… Aunque las medidas también tuvieron un coste en términos de empleo y crecimiento económico. En el periodo 1980-82 supone un paréntesis a los ensayos de saneamiento de y reforma de la economía, debido a la inestabilidad y debilidad gubernamental. El periodo global 1959-82 se caracteriza por grandes variaciones de las magnitudes económicas y por una apertura exterior e integración económica internacional. En este periodo se producen transformaciones estructurales en la organización y funcionamiento de la EE: ● De ser una economía agraria y dependiente de los recursos naturales al desarrollo industrial y de servicios, además de una notable diversificación y de un notable incremento en el uso del capital. ● Mejora del capital humano y el conocimiento. ● Urbanización y polarización de la actividad en centros y ejes de desarrollo. ● Instabilidades y desequilibrios recurrentes. Tanto el Plan de Estabilización como los Pactos de la Moncloa coinciden en el problema de fondo: la necesidad de reestructurar el orden económico, liberalizar, flexibilizar y abrir la economía al exterior. “La economía española 1985-1992” El año 1985 puede tomarse como el punto en que se abre una nueva etapa de desarrollo de la economía española. España se encontraba ante una buena situación de partida, a la que se le sumó un programa económico a medio y largo plazo, cuyo objetivo era la integración europea de la economía española. El mencionado programa tenía como principio el saneamiento a través de un conjunto de actuaciones dirigidas a asegurar el equilibrio económico interno y externo. La clave para el relanzamiento de la actividad se cifraba en la inversión privada y en la demanda exterior. En 1985 se adoptaron una serie de medidas adicionales para reactivar el crecimiento de la actividad. Dichas medidas tenían como meta el estímulo del consumo privado y la recuperación de la inversión privada. La demanda interna jugó claramente el papel de impulsor de la recuperación económica, también hubo un fuerte crecimiento del consumo nacional. La integración a la CEE tuvo también efectos perversos, ya que incidió en la caída de la tasa de ahorro nacional, tensiones inflacionistas (aumento de precios) y en el desequilibrio en las cuentas exteriores. La inconsistencia entre las políticas de gasto y la política monetaria provocó la subida espectacular de los tipos de interés, lo que atrajo la entrada de capitales del exterior y presionó al alza la cotización de la peseta. Por el contrario la demanda externa jugó como restricción al proceso de crecimiento: las exportaciones mostraron su debilidad, mientras que las importaciones aumentaron en gran número. La consecuencia inevitable fue el déficit en la balanza de pagos. La recuperación del crecimiento económico supuso la mejora del nivel de empleo con más de 2 millones de trabajadores, lo que supone un 4% anual entre 1985-91. Entre los años 1986-89 se produjo una reducción del déficit público, del 6 al 2,8%. En los años 1988/89 se aprecia un cambio de signo del ciclo y signos inequívocos de inflexión de la senda de crecimiento saneado. “La economía española 1991-1994” El ejercicio económico de 1992 se sitúa en el centro de un trienio en el que se corta de manera clara la recuperación de la economía española y en el que además, vuelven a reaparecer los desequilibrios clásicos de tiempos pasados: Las tasas de variación del PIB caen bruscamente volviendo a situarse por debajo del conjunto de países de la Unión Europea. La inversión en capital fijo pasa a registrar tasas de variación negativas. El número de desempleados se eleva en más de un millón de personas en los tres años. Las tasas de inflación se muestran resistentes a bajar del nivel del 5 por 100. El déficit de las Administraciones Públicas llega a superar el nivel del 7 por 100 del PIB en 1993. La peseta se deprecia fuertemente frente a las principales divisas. El déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente se sitúa por encima del 2 por 100 del PIB y las reservas de divisas disminuyeron de forma preocupante. Con todos estos datos estaba claro que la economía española volvía a encontrarse en una situación crítica. La economía mundial había vuelto a entrar en otra fase recesiva y desde septiembre del 92 se desataron las turbulencias en los mercados cambiarios y se produjo la primera gran crisis del Sistema Monetario Europeo. Los resultados del ejercicio 1993 ya no dejaban ningún lugar a dudas sobre la magnitud de la crisis y se asemejan lamentablemente al cuadro típico que caracterizó los peores momentos en l historia económica española de la posguerra. Pero más allá de estos problemas se situaban los compromisos establecidos en el Tratado de la Unión Europea de cara a la unificación económica y monetaria. De los cinco criterios fijados para la convergencia nominal de las económicas integradas en la Unión, España tan solo cumplía uno de ellos a finales de 1992, ya que las tasas de inflación, los tipos de interés, el nivel de déficit publico o la estabilidad cambiaria estaban alejados de los umbrales de referencia, mientras que el ratio Deuda Pública/PIB supero el nivel máximo permitido a partir de 1992. Los desequilibrios en los que había entrado la economía española a principios de los años noventa la alejaban notablemente de cualquier expectativa razonable de alinearse dentro de los parámetros de estabilidad macroeconómica fijados en Maastricht. Frente a esta situación de la economía española en 1992, el Gobierno de entonces elaboró un Programa de Convergencia 1992-1996 falto de todo realismo. Así pues, hubo que esperar hasta 1994 para que los problemas se abordaran de forma resuelta mediante lo que se denomino Actualización del Programa de Convergencia 1994-1997. De esta forma el año 1994 puede tomarse como el momento que marca el cambio de rumbo de la económica española en el camino hacia la convergencia europea. “La economía española 1995-2007” Tras Actualización del Programa de Convergencia 1994-1997, cambió el rumbo de la económica española en el camino hacia la convergencia europea. De forma que lo que parecía imposible en 1994 se fue convirtiendo en algo posible en 1997 debido a: ● La contención de los precios a partir de 1995 fue notable, hasta situarse la tasa interanual de variación del IPC en registros por debajo del 2%, dentro de los requisitos de la UE. ● La reducción diferencial de los tipos de interés a largo plazo permitió situarse en el marco de referencia gracias al descenso de los tipos operados en 1996-97. ● La contención del déficit público en estos años fue espectacular, en un proceso de consolidación fiscal que nos acercaba a la UE. ● Por último, el tipo de cambio se mantuvo estable en los años anteriores a la implantación del euro. Otra cuestión a considerar es la adaptación del marco regulador e institucional, para el cual habría que hacer reformas importantes ya que existían monopolios, mercados regulados, en general restricciones a la competencia contrarias a la Unión Europea. Hay que hacer algunas consideraciones sobre la convergencia real de la economía española con el resto de los países de la unión. A partir de 1995 las tasas de crecimiento del PIB en España vuelven de nuevo a situarse por encima de las correspondientes al conjunto de los países de la UE. El crecimiento sostenido del 3 por 100 de la economía española en este periodo es mas significativo si se tiene en cuenta que se produce en un contexto de relativo estancamiento de la actividad económica, con una recuperación del empleo. A partir de aquí, las orientaciones estratégicas generales para los Estados miembros de la UEM se dirigen al objetivo último de lograr un crecimiento económico estable, sostenido y con capacidad de generación de empleo. Para ellos se crea un programa de convergencia 1997-2000 con la idea general de conseguir la moneda única y con la finalidad de un a convergencia real en renta y empleo, pero dado que los temas de política monetaria pasaban al banco central europeo las acciones se centraron en: Políticas fiscal dirigidas a la reducción del déficit público, llegando a conseguir superávit presupuestario en 2002. Políticas de oferta dirigidas a las reformas estructurales en los mercados de bienes y servicios. “La economía española desde 2007” Desde finales de 2007 se produce un cambio en la evolución cíclica de la economía española, por lo que se inicia una fase recesiva. Las causas fueron las siguientes: • Elevación del precio del petróleo y de las materias primas a finales de 2007. • Suben los tipos de interés (EURIBOR): debido a la subida de los precios se suben los tipos de interés, a causa de esto disminuye la renta real disponible puesto que todo es más caro y disminuye el consumo y el PIB y aumenta el paro. • Crisis financiera estadounidense, cuyo origen fueron las hipotecas subprime. Debido a la ingeniería financiera los bancos crearon unos títulos hipotecarios garantizados con estas hipotecas y una agencia de calificación los marcó de máxima seguridad, aunque el Banco de España desaconsejo la inversión. El precio de la vivienda en EEUU cayó y los bancos comenzaron a quedarse con las casas y los títulos financieros perdieron su valor. Debido a esto viene causada la caída de grandes bancos y la desconfianza en el sector bancario y se bloquea el crédito a las empresas. En España se produjo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria que paralizo el sector de la construcción, un sector arrastre para muchos otros sectores. Como consecuencia de todo esto se produce: • Caída de la tasa de crecimiento del PIB. • Fuerte incremento del desempleo. • Incremento del déficit publico. • Subidas moderadas de precios. • Lento crecimiento del consumo y caída de la inversión. • caída de los beneficios empresariales. • Bajada del EURIBOR Además en el periodo 2007-2010 nos encontramos ante un Programa de Estabilidad basado en la estabilidad macroeconómica y presupuestaria y el impulso de la productividad y una regulación eficiente de los mercados.