REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION N U E VAS TENDENCIAS INSTRUCCIONALES PA R A UN APRENDIZAJE EFECTIVO Autora: Dra. Eddy Riera de Montero UNIVERSIDAD DE CARABOBO ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO VALENCIA - ESTADO CARABOBO, VENEZUELA RESUMEN Las demandas que establece el siglo XXI al desarrollo social mundial, obligan al sector educativo a realizar una profunda reflexión y revisión, de manera que se haga una adecuación del currículo escolar para que los usuarios puedan incorporarse a ese mundo globalizado e informatizado, si se pretenden lograr aprendizajes efectivos y los niveles de calidad educativa pretendidos a nivel mundial y discutidos en reuniones de los organismos internacionales (UNESCO, 2001). En tal sentido, el presente estudio documental tiene como propósito analizar diversas alternativas instruccionales diferentes a las tradicionalmente utilizadas en la educación superior, donde la clase magistral tradicional sea sustituida por una docencia que propicie la construcción de los conocimientos y el desarrollo de hábitos y habilidades en un contexto socializador y donde el rol del docente sea de mediador pedagógico más que de trasmisor de conocimientos e información. Las universidades tienen el deber de estar a la vanguardia de los avances científicos, tecnológicos y culturales, ya que los profesionales que están formando no deberán egresar ajenos a la que será su realidad laboral, tal como lo afirma Avila (2001). De allí que se insista en que los nuevos procesos educativos deben estar dirigidos a la obtención de aprendizajes innovadores, a través del uso de estrategias de procesamiento de la información y los conocimientos para que los vayan incorporando a su construcción intelectual y aplicando en la solución de problemas de su cotidianidad laboral y social. Aquí juegan papel importante las Nuevas UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE Tecnologías de la Información y la Comunicación, entre cuyos aportes a la educación destacan: contribuir a un aprendizaje innovador,participativo, interactivo, individual y colectivo (según sea el caso). Palabras Clave: Currículo. Instrucción. Aprendizaje. Informática. Estrategias. NEW INSTRUCTIONAL TENDENCIES FOR EFFECTIVE LEARNING ABSTRACT The demands that the XXIst Century poses on the world social development, force the educational sector to perform a deep analysis and revision of the school curriculum to do the adaptations that will permit students to incorporate themselves into a world that is immersed in the processes of globalization and computarization as the only way to achieve effective learning activities that conform to the high quality levels that are pursued worldwide and that are discussed at international meetings (UNESCO,2001). In this sense, the purpose of this bibliographic study is to analyze diverse instructional alternatives that differ from the ones that traditionally have been used in higher education. At this level, the traditional magistral class must be substituted by an active practice that allows the construction of new knowledge and the development of skills and habits in a social environment in which the instructor becomes a pedagogic mediator and not only one who transmits knowledge and information. As Avila (2001) points out, Universities must be in the vanguard ofthecultural, scientific and technical advances, so that their alumni be professionals adapted to the real and current needs of their particular fields. Therefore, all new educational processes must be led to obtain innovative learning through the use of strategies to process information and knowledge that allow the students to incorporate them to their intellectual construction and to apply them in the solution of daily problems within the social and labour fields.. In these processes, the New Technologies of Information and Communication play an important role, especially in producing innovative,participative, interactive, individual andcollective learning,according to each specific case. REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION Key words: Curriculum, Instruction, Learning, Computer sciences, Strategies N U E VAS TENDENCIAS INSTRUCCIONALES PA R A UN APRENDIZAJE EFECTIVO I. INTRODUCCIÓN En la actualidad existe una tendencia, a nivel mundial, de consolidar un enfoque diferente de la educación ocasionado, entre otros, por los procesos de globalización de la economía y del conocimiento, unidos al mencionado desarrollo tecnológico acelerado que demanda de la educación un rol diferente, centrado en la formación de recursos humanos altamente calificados así como en la producción de conocimientos, lo que la convierte en la “materia prima para potenciar las condiciones de competitividad y bienestar social”, tal como lo afirman Tapias y otros (1996). La escuela de hoy ha alcanzado un nuevo rumbo, de transmisora y difusora de conocimientos ha pasado a ser una generadora del saber y potenciadora de creatividad, lo cual demanda un cambio de actitud de quienes liderizan el proceso educativo por individuos conscientes de la necesidad de un cambio permanente, de la autoconstrucción y de un sentir de que la participación, la innovación, la autonomía cognitiva y una convicción de estar involucrados en un desarrollo humano individual y colectivo, profesional e institucional, elementos éstos que son necesarios para contribuir con el mejoramiento de la calidad educativa, tan criticada por muchos tanto a nivel nacional como internacional (Villasana, 1996). Las demandas que establece el siglo XXI al desarrollo mundial, obligan al sector educativo a realizar profunda reflexión y revisión, de manera que se haga una adecuación del currículo escolar para que los usuarios puedan incorporarse a ese mundo globalizado e informatizado, si se intenta lograr aprendizajes efectivos y los niveles de calidad educativa pretendidos a nivel mundial y discutidos en reuniones de los organismos internacionales (UNESCO, 2001). En el Informe de la Comisión de la UNESCO, presidida por Delors (1996), se analiza la problemática educativa en los países miembros, UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE tratando de aminorarla en torno a las exigencias del siglo XXI, destacándose que el personal docente lleva sobre sus hombros muchísima responsabilidad de los cambios esperados, pues se les exige una alta competencia, profesionalismo y dedicación, así como cualidades humanas óptimas. Para ello se requiere proveerles de una formación pedagógica que les permita no sólo ser expertos en el qué sino también en el cómo enseñar, así como una capacitación adecuada en la selección y uso de los medios de enseñanza requeridos para efectuar una instrucción de calidad. Las universidades han sido generalmente calificadas, como centros de excelencia, debido al grado de competencia científica y a sus contribuciones al conocimiento. Sin embargo, los profesores universitarios siguen dictando apuntes e ignorando todo un universo de información y de posibilidades formativas. La tecnología educativa sólo es considerada como un auxiliar del docente, con excepción de la educación a distancia donde su importancia y uso es clave En este sentido, la enseñanza universitaria no logra los productos esperados por cuanto sus docentes no poseen la capacitación adecuada, porque según apunta Fernández P.(1998),“...los profesores se autoestiman por la temática científica a la que se dedican y no por la profesión que ejercen” (p. 135). Algunas de las apremiantes demandas a los currículos universitarios se refieren al mejoramiento continuo de la integración teórico-práctica del conocimiento, la facilitación de los procesos de producción y apropiación del conocimiento y de consolidación del aprendizaje para que éste sea significativo, utilizando formas y estrategias de aprendizaje más dinámicos y menos tradicionales, así como una evaluación formativa y permanente seguimiento de los procesos que en ella se producen. Al respecto, se puede mencionar el ejemplo de la Universidad de Carabobo, donde en 1997, el Consejo Universitario decretó las Normas de Racionalización Académico Administrativas, cuyo objetivo fundamental radica en lograr mejores egresados, competentes, competitivos y pertinentes con las necesidades sociales y ocupacionales de la región y del país. Entre las políticas para operacionalizar estas normas se establece “Incorporar estrategias tecnológicas y modalidades de enseñanza no tradicionales, dirigidas a lograr que el estudiante adquiera mayores responsabilidades REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION en su proceso de aprendizaje y que el docente se transforme en guía y facilitador de este proceso” (p. 4). Y dentro de las obligaciones curriculares se establece en el aparte “b” la necesidad de que exista un “Programa de capacitación y formación del profesor, en correspondencia con los elementos centrales de la proposición curricular... Este programa debe incorporar estrategias docentes fundamentadas en las nuevas teorías y avances del desarrollo de las habilidades cognitivas del ser humano” (p.5). Se percibe, entonces, no sólo una necesidad de elevar la calidad de la educación per se, sino de mejorar los elementos del currículo que contribuirán con dicho proceso, a saber: el alumno, el docente, los programas, los medios y recursos, la evaluación y el entorno, entre otros. La presente disertación describe la temática en tres partes, consideradas importantes en la investigación: A.-PA R A D I G M A S I N S T R U C C I O N A L E S E N L A EDUCACIÓN SUPERIOR Para que la educación de las nuevas generaciones sea exitosa, se hace necesario analizar reflexivamente la dirección del proceso instruccional, sea éste considerado bajo criterios pedagógicos o andragógicos, si se toman en cuenta los niveles de madurez y responsabilidad de los estudiantes de nivel superior. En este sentido, ese proceso condiciona la valoración del quehacer docente del profesor, responsable fundamental de dicho proceso, en el cual se ha venido considerando a la clase como la forma básica para que dicha acción docente sea efectiva. Dentro de la Pedagogía en general y de la Didáctica en particular,se han realizado numerosos trabajos sobre el tema de la clase como centro instruccional (Gómez, 1995; Freire, 1985; Diaz Barriga, 1992; Lafourcade, 1995; entre otros). La mayoría de estos trabajos analiza los momentos claves de ésta, tales como: planificación, preparación, estructura, medios y recursos y la necesidad de la creatividad del profesor en la misma. De allí que para que la acción docente promueva aprendizajes efectivos, se hace necesario: una elevación del nivel científico, profundidad y solidez de los conocimientos tanto del docente como de los alumnos, la educación UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE de la actuación independiente en la actividad cognitiva y la estimulación de autosuperación permanente del educando, la aplicación de los conocimientos, hábitos y habilidades adquiridos a la solución de nuevos problemas, el desarrollo de las capacidades creadoras en los alumnos, la formación de la cultura laboral de los alumnos, adaptación a las diferencias individuales de los estudiantes, apertura a un proceso participativo donde la interacción docente-alumno, alumno-alumno y alumno-recursos o medios de aprendizaje, evitar el predominio de la enseñanza solamente. (Mariño y Ortiz, 1982). Según Flores O. (1999), la escuela, en general, ha utilizado diversos modelos para procesar la instrucción. Entre ellos cabe destacar: a) Tradicional: donde la enseñanza se encuentra basada en la imitación del buen ejemplo, ejercicios y repetición; b) Experiencial o naturalista: donde la enseñanza ha estado basada en la supresión de obstáculos e interferencias que inhiban la libre expresión del aprendiz; c) Conductista: basado en objetivos instruccionales formulados con precisión y reforzados constantemente; d) Cognitivo-constructivista: con predominio de la creación de ambientes y experiencias de afianzamiento según cada etapa del proceso, enseñanza basada en el descubrimiento, con un docente facilitador de aprendizajessignificativos; e) Social-cognitivo: con énfasis en el trabajo productivo. Sin embargo, el docente no tiene que apegarse a ninguno de esos modelos, todo dependerá de las características de las asignaturas que administre, de las necesidades y requerimientos de los estudiantes y de sus experiencias previas. Por tanto, hoy por hoy, la discusión se torna alrededor de un aprendizaje participativo que propicie la construcción de los conocimientos y el desarrollo de hábitos y habilidades en un contexto socializador, donde el rol del docente es más de mediador para estimular el desarrollo de cualidades y valores de personalidad, además de las competencias que REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION deberá demostrar haber adquirido el estudiante durante su proceso de formación. Han surgido así paradigmas alternativos, los cuales según Beltrán (1998), emergen desde tres grandes líneas de fuerza: las investigaciones sobre cómo aprenden los individuos, la nueva concepción del aprendizaje y las experiencias educativas que derivan de los entornos de aprendizaje. Las investigaciones realizadas sobre el aprendizaje señalan que la vieja concepción asociacionista ya no tiene sentido, por cuanto se hace énfasis en la entrada de información y en el proceso instruccional, caracterizando al estudiante como un recipiente pasivo; aquí lo clave sería la enseñanza (Beltran, op.cit.). Ante ello, la mayor discusión ha girado hacia la concepción cognitiva con énfasis en el aprendizaje y toma en cuenta la naturaleza del conocimiento, según sea declarativo, procedimental o condicional y, donde lo más importantes es que concibe al alumno como un ser activo que construye sus propios conocimientos. En Venezuela, desde los niveles iniciales del proceso educativo, el constructivismo ha sido considerado como la vía más aceptable para que los aprendizajes de los individuos tengan significado, con miras a formar personas capaces de desenvolverse eficientemente en sus campos laborales, competitivos y conscientes de la necesidad de una actualización permanente. Una de las constantes de la educación es la innovación, por tanto los responsables principales de ella deberán promoverla. Por ello, es meritorio mencionar a Fernández P. (op.cit.), quien considera que para que se alcancen mejoras institucionales de la calidad docente en las universidades, hacen falta dos condiciones sine qua non: la primera, demanda de los docentes un prestigio intelectual, profesional y moral, así como de un profundo conocimiento de la psicología de las interacciones humanas y de los procesos de la dinámica grupal; la segunda, enfatiza la necesidad de un conocimiento de toda la psicología, sociología y tecnología del cambio educativo, además de un conocimiento no centrado en los libros sino en la realidad del contexto en el que y para el cual se proyecta la intervención de que se trate. UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE En este sentido, las universidades tienen que estar a la vanguardia de los avances científicos, tecnológicos y culturales, ya que los profesionales que están formando no deberán egresar ajenos a la que será su realidad laboral, tal como lo afirma Avila (2001). De allí que se insista en que los nuevos procesos educativos deben estar dirigidos a la obtención de aprendizajes innovadores, a través del uso de estrategias también innovadoras que permitan al estudiante el procesamiento de la información y los conocimientos que vayan incorporando a su construcción intelectual y aplicando en la solución de problemas de su cotidianidad laboral y social. Juegan, entonces, importante papel las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, entre cuyos aportes a la educación destacan: contribuir a un aprendizaje innovador,participativo,interactivo, individual y colectivo (según sea el caso). B. LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN La revolución de la información, como la han denominado autores como Joyanes, (1997), ha llegado al mundo para transformarlo. Talesel caso de la explosión de las tecnologías de la computadora o tecnología informática (microelectrónica, telemática e informática), la cual ha sido considerada como la que ha ocasionado la verdadera revolución que puede cambiar la sociedad del siglo XXI. La aplicación de éstas en el terreno de la enseñanza y el aprendizaje es conocida, según Cabero (1999), como “teleenseñanza y teleaprendizaje” . Además, agrega el autor, el trabajo de los alumnos a través de estos medios supone “...romper con una concepción psicológica, cultural y arquitectónica del aula como centro único y estable de trabajo e interacción comunicativa perceptiva de los estudiantes”; ya que éstos pueden interactuar con otros estudiantes, profesores y fuentes documentales disponibles a distancia de su contexto espacial y cultural, lo que contribuye al trabajo colaborativo o, si lo prefiere, individual, porque al mismo tiempo es flexible y adaptable a su ritmo de aprendizaje. REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION Es ilustrativo recordar como los estudiantes accedían a la información escrita antes de la aparición de la imprenta y, una vez que ella aparece la dificultad se vincula a textos de difícil producción y que viajaban hacia el lector a la misma velocidad de los medios de transporte, hasta llegar a la época actual en que los medios electrónicos y la digitalización ofrecen un panorama diferente. Lo que se ha llamado nuevas tecnologías de la información y la comunicación no es más que un conjunto de productos derivados de nuevas herramientas (hardware y software) que son soportes de la información y canales de la comunicación relacionados con el almacenamiento, procesamiento y transmisión digitalizada de la información (González et al, 1996; citados por Cabero, 1997). Su uso permite ayudar al proceso de aprendizaje en múltiples sentidos: memorización, práctica, comprensión y resolución de problemas, entre otros. Para ello se emplean diferentes técnicas que van desde la programación tradicional hasta el manejo de sonidos y gráficos, animación computarizada, hipertexto, hipermedia, base de datos y muchas otras técnicas, entre las que destaca la inteligencia artificial. Cuando se hace uso de estas tecnologías para presentaciones educativas se debe tener cuidado que el recurso utilizado se relacione en forma directa con las tareas de aprendizaje planificadas. Cada medio tiene una manera diferente de manejar conocimiento concreto o abstracto y de desarrollar habilidades en los estudiantes, por lo cual su selección debe ser hecha con sumo cuidado. Un ejemplo de ello es el presentado por Bates (1999), cuando se refiere a que “las conferencias por computadora pueden desarrollar habilidades de conversación académica, construcción del conocimiento y escritura creativa mientras que la televisión, cuando se emplea con cuidado, puede desarrollar habilidades de análisis y evaluación”(p. 24). El usuario de ellas, en el campo educativo, debe tomar en cuenta que los estudiantes, cualesquiera que sea la modalidad educativa que utilicen, no son una masa homogénea sino que varían en relación con sus antecedentes educativos, edad, experiencia, estilos de aprendizaje, entre UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE otros. Por consiguiente, los responsables de planificar el aprendizaje deben procurar tener a la disposición los cuatro medios más comúnmente usados con propósitos instruccionales (textos impresos, audio, televisión y computadoras). Esto le garantizaría variedad a los cursos y permitiría la aplicación de diferentes estilos de aprendizaje. Destaca el mismo Bates, que los medios más importantes en educación han sido: el contacto directo (cara a cara), los textos, el audio, la televisión y la computación. Y que las tecnologías de trasmisión (difusión) más utilizadas son: el satélite, el cable, los videocasetes, la fibra óptica y las microondas. Por otra parte, los medios también permiten diferencias en la forma de estructurar el conocimiento. Por ejemplo: los libros, el teléfono, la radio, los audiocasettes y la enseñanza en vivo presentan el conocimiento de manera lineal o consecutiva, mientras que las computadoras pueden presentar o simular la interrelación de múltiples hechos de manera simultánea y de manera alternativa. Es por ello, que el docente debe seleccionar aquellos que mejor combinen la presentación de las áreas del conocimiento que administren. Los medios se diferencian en cuanto al grado en que pueden representar diferentes tipos de conocimiento, puesto que varían en los sistemas de símbolos que emplean para codificar información (texto, sonidos, figuras fijas, imágenes con movimiento, etc.). Así, se encuentran diferencias marcadas entre una descripción escrita, una grabación televisada y una simulación por computadora de un mismo experimento. Otra de las características fundamentales de estos medios es que estimulan la interactividad entre las partes involucradas en el proceso de aprendizaje. Es más, la mayoría de las teorías sobre el aprendizaje recomiendan que para que éste sea eficaz debe ser activo. Se conocen tres tipos básicos de interactividad: estudiante-medio, estudiante-facilitador y estudiante-estudiante. En relación a la utilización de dichos medios a nivel universitario, Laurillard, (1993; citado por Bates, 1999), afirma que esta enseñanza REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION debe ser: discursiva, para que contribuya a una retroalimentación recíproca; interactiva, donde el estudiante debe demostrar los aprendizajes logrados y el docente deberá retroalimentarlo; adaptable, donde el docente acepta los aprendizajes demostrados por el alumno para poder programar las futuras actividades de aprendizaje; y , reflexiva,en donde el docente estimule la reflexión en los estudiantes, en relación con los objetivos propuestos. De allí que las tecnologías educativas seleccionadas por el docente para el desarrollo de los objetivos deben satisfacer esa características mencionadas. Por otra parte, se afirma que el docente tiene la obligación de ser cuidadoso en revisar que tipo o enfoque de aprendizaje es el más adecuado a una situación dada antes de seleccionar las estrategias particulares de aprendizaje y sólo después de esto es que podrá pensar en una tecnología en particular. De allí, que las implicaciones de estos medios en el campo educativo sean inmensas. El contexto del aprendizaje es mucho más rico en términos de tecnologías. Los estudiantes tienen, a través de ellos, no sólo un amplio espectro de medios sino también de fuentes educativas, sobre todo en la dinámica social, económica y laboral que se vive en la actualidad donde se considera que el trabajo y el aprendizaje son inseparables. El sector laboral requiere hoy por hoy de personas que posean: buenas destrezas de comunicación, capacidad para aprender independientemente, destrezas sociales, trabajo en equipo, capacidad para adaptarse a circunstancias cambiantes, destrezas para resolver problemas, navegación mediante el conocimiento (Consejo de Conferencias de Canadá, 1991, citado por Bates). Esto exige que el aprendizaje se convierta en un proceso que abarque toda la vida y que constantemente tenga que incrementarse debido, entre otros: al rápido cambio de los perfiles ocupacionales, el aumento global en los requisitos de destrezas laborales, los rápidos cambios tecnológicos, la excesiva especialización en el mercado laboral, personas desempleadas por falta de las destrezas necesarias para los nuevos cargos y el aumento poblacional que demanda más ocupaciones. UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE De alguna manera deberá haber algún soporte, tanto legal como presupuestario, por parte de los gobiernos de manera de oficializar el uso de las TIC en la educación. En investigaciones de la autora de este trabajo se ha constatado que la mayoría de los países del mundo han decretado como prioritario el uso de las TIC en la educación y hasta lo han hecho oficialmente, tal es el caso del Decreto 825 (2000) en Venezuela, con apoyo de los Ministerios de Ciencia y Tecnología, Educación, Cultura y Deportes y el de Finanzas. El mismo, estuvo fundamentado en el Artículo 110 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en el cual se destaca la importancia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo del país y que se destinarán recursos para estimular su uso y aplicación en el campo educativo. C. USO DE LAS TIC POR PA RTE DE LOS DOCENTES Lo planteado hasta ahora, obviamente demanda de los docentes una capacitación y/o actualización tanto para elegir y utilizar las tecnologías adecuadas como para estar seguros de conocer cómo las personas aprenden y, por ende, cómo diseñar la instrucción. Por otra parte, las características del mundo de hoy son cambiantes hacia un mundo globalizado y complejo, en el cual el conocimiento se está expandiendo tan rápidamente que hasta los investigadores activos tienen dificultades para ponerse al día en los avances de su área de especialidad. Por lo tanto, los docentes tendrán que convertirse en asesores, administradores y facilitadores del aprendizaje más que en proveedores de información. No podrán, entonces, evadir su incorporación al uso de las tecnologías de la información y la comunicación, porque el acceso a la información actualizada se está efectuando cada vez más mediante las telecomunicaciones. Tendrán que desarrollar destrezas de navegación y de procesamiento y análisis de la información que se obtenga a través de los medios electrónicos como el computador. Por otra parte, Bates (op.cit.), afirma que los expertos en cada materia serán aquellos profesionales que trabajen a la vanguardia del desarrollo tecnológico y que ellos “podrán ser integrados, como mentores, REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION a la educación y la capacitación” (p. 297). Agrega el autor, que es necesario tomar en cuenta tanto los enfoques de la enseñanza y el aprendizaje como las necesidades de los diferentes sectores del mundo educativo; es decir, los niños a edades tempranas tienen necesidades de socialización y de seguridad para quienes la tecnología desempeña un papel menor,por cuanto necesitan un ambiente de contacto personal. Inclusive, “en adolescentes menores de 17 años sería un error sustituir maestros por tecnología” (p. 310). En los niveles posteriores a la secundaria, la tecnología se va introduciendo en mayor proporción en el proceso de aprendizaje hasta llegar a los estudiantes maduros, quienes muchas veces requieren aprender en el propio sitio de trabajo. Antes de continuar con el análisis, se considera prudente revisar cómo se está produciendo en la realidad la incorporación de los docentes universitarios al uso de las TIC, porque como afirma Cebrián (1999), la calidad del producto educativo de hoy radica más en el desempeño de los docentes como producto de su formación inicial y permanente. Es común oír hablar acerca del desempeño de los profesores universitarios, como el de aquellos profesionales no docentes, pero prestados a élla, quienes conocen mucho de los contenidos y muy poco de cómo comunicarlo a sus estudiantes. En este sentido Fernández (2000), en un estudio realizado acerca de cómo se enseña en la universidad española , se plantea la siguiente interrogante, entre otras “¿Cómo es posible que no exista formalmente una preparación profesional específica para ejercer la docencia en la Educación Superior Universitaria, olvidando la complejidad y dificultad de la tarea y el efecto multiplicador enorme, para bien o para mal, de este nivel educativo?” (p. 346), de lo cual no escapa la situación venezolana. Si se asume que en la acción didáctica el docente siempre está presente en la mediación del conocimiento con sus principales elementos, a saber: alumno, objetivos, métodos, contenido, estrategias y evaluación, entonces él es un elemento clave en dicho proceso. De allí que, como afirma Ferrández (1995), el docente “... como profesional de este ámbito pedagógico tiene la obligación de estar en la cresta de la onda de la UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE innovación, ... desde esta perspectiva, será un profesional que ha firmado un compromiso ineludible con el cambio, es decir, un actor en el escenario de las innovaciones”(d.e.l.). Y, a manera de contraste con este planteamiento, se puede citar a Racamonde (1999), quien “...constató la ausencia de ... creatividad, innovación y motivación en la acción instruccional en los docentes de la Universidad de Carabobo” (p. 121), lo cual preocupa aún más a los estudiosos de esta temática. Existe, además, una dicotomía ineludible para el docente en relación con las competencias básicas que debe poseer: a) las referidas al ámbito psicopedagógico: conocimiento de las teorías del aprendizaje, los diferentes medios y recursos a seleccionar y el dominio de las estrategias metodológicas que potencialmente puede utilizar; y b) poseer un amplio dominio de los contenidos objeto del aprendizaje de sus alumnos. Sin embargo,en Venezuela, el docente universitario generalmente posee la segunda competencia descrita en el párrafo anterior.Ante esta realidad, se han hecho intentos en las universidades por crear los denominados Cursos de Capacitación Docente, los cuales han sido establecidos como requisito para ascender a la categoría de Profesor Asistente, en respuesta a lo establecido en la Ley de Universidades (1970), ya que en su Artículo 94 se determina que para ascender a dicha categoría el profesor debe poseer “capacitación pedagógica”. La interrogante obligatoria será entonces ¿estarán esos cursos lo suficientemente actualizados, por lo menos en el uso de las TIC como soporte al proceso de enseñanza aprendizaje que deben liderizar estos docentes?. En la Universidad de Carabobo, por lo menos, tendrán que actualizarse para cumplir con lo establecido con las mencionadas Normas de Racionalización Académico Administrativas decretadas por el Consejo Universitario. Paralelo a esto, en la misma Universidad se está ofreciendo una Especialización en Tecnología de la Computación en Educación, en la primera promoción solamente cuatro profesores universitarios formaban parte del grupo de veinticinco egresados. Sería entonces conveniente citar a Bates (op.cit), cuando se referiere a que “la principal barrera del uso de REVISTA CIENCIAS DE LA EDUCACION la tecnología la constituye el miedo: la mayoría de los docentes no se sienten cómodos con ella porque no saben como utilizarla de manera efectiva...porque, además, carecen de un marco conceptual adecuado para su uso” (P.312). Y refuerza más adelante afirmando que “para usar la tecnología apropiadamente en la educación..., es esencial tener buenas bases en teoría educativa y práctica de la enseñanza... así como de diseño educativo y de las características únicas educativas de los diferentes medios” (p. 313); lo cual pudiera justificar la falta de interés por aprender a ser mejores docentes. A manera de reforzamiento de estos planteamientos, es interesante mencionar a Páez (1999), quien afirma que el docente debe ser capaz de propiciar la innovación y estar preparado para comprender e interpretar los procesos de aprendizaje y enseñanza. Lo cual corrobora que éste no debe solamente conocer el qué enseñar sino que es también importante que sepa cómo enseñarlo. La misma investigadora propone unas competencias que debe poseer el profesor universitario venezolano, entre las cuales destaca “destrezas y habilidades para manejar la tecnología de la información” (p. 282). En este mismo orden de ideas, Páez y Montero (1999), proponen un Perfil de Competencias para el docente de los Postgrados en Educación de la Universidad de Carabobo, y al caracterizarlo como Facilitador establecen una tarea referida a “demostrar dominio de la tecnología de la información y la comunicación”, así como “demostrar eficiencia en el uso de los recursos didácticos” (p. 7), en la competencia denominada Organizador. Frente a este panorama y reconociendo que en la denominada sociedad del conocimiento las TIC tienen una enorme capacidad de penetración, cobertura y persuasión , no se puede permanecer “... indiferentes, ni sentirnos extraños, o alienarnos ante los avances tecnológicos, sino entendernos con ellos...”, pero eso sí, de manera crítica y reflexiva “... para hacer de los nuevos artefactos e instrumentos físicos y cognitivos, auténticas mediaciones pedagógicas, para superar los estilos bancarios, tecnocráticos e instrumentales de la docencia tradicional”, tal como lo plantea Ramón (1998). UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE Para concluir se puede afirmar que, a menos que se cuente con una actualización y capacitación adecuada de los docentes y la consecuente dotación de las instituciones educativas, el cambio y la innovación en dichas instituciones permanecerá en la periferia, corriéndose el riesgo de no poseer pertinencia de ningún tipo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Avila, F.,F. (1997). 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