Crean un cuerpo de abogados para chicos internados en institutos y

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Crean un cuerpo de abogados para chicos internados en institutos y
psiquiátricos
Ya tienen quien los defienda
Se trata de una experiencia piloto impulsada por la Asesoría General Tutelar, en la ciudad de
Buenos Aires. Los letrados representarán el punto de vista de niños, niñas y adolescentes
institucionalizados hasta que obtengan el alta.
Los chicos privados de su libertad deben contar con representación legal, pero eso no suele
cumplirse. Los niños, niñas y adolescentes internados en hospitales psiquiátricos o en institutos de
menores de la ciudad de Buenos Aires contarán, a partir del mes próximo, con la asistencia de un
equipo de abogados, creado por la Asesoría General Tutelar (AGT) porteña. Este nuevo cuerpo de
letrados, que atenderá a todas aquellas personas menores de edad que requieran asesoramiento
jurídico, representará “el punto de vista” de los niños, niñas y adolescentes, a diferencia de la
función que tienen los asesores tutelares de menores que “dictaminan según lo que ellos entienden
más conveniente para el niño”, según explican en la AGT.
La resolución 210/2011 firmada en diciembre pasado por la asesora general tutelar, Laura Musa,
contempla que el nuevo equipo de profesionales especializados en derechos de la infancia y
adolescencia, en todos los casos, deberá “efectuar la defensa técnica de los derechos y
garantías reconocidos por el ordenamiento jurídico vigente, con absoluta observancia de la
voluntad del niño, niña y adolescente”. Se pondrá en marcha a partir del 1º de febrero, en principio,
como una experiencia piloto.
La iniciativa tiene fundamento tanto en la Convención de los Derechos del Niño, con jerarquía
constitucional en el país, como en la Ley Nº 26.061 de Protección Integral (sancionada en 2005) y
en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires que establecen –debido a la garantía del debido
proceso– “el derecho de los niños y niñas a ser oídos y asistidos jurídicamente por un letrado
especializado en niñez y adolescencia, desde el inicio del procedimiento judicial o administrativo”.
En diálogo con Página/12, Musa explicó que los asesores tutelares trabajan “en el monitoreo,
control e interpelación de políticas públicas para verificar que los derechos de los menores de edad
no sean vulnerados”. Aclaró que desde la institución “verifican la legalidad de todo el proceso
judicial”.
“Los jueces nos envían, por ejemplo, un expediente de un menor con algún problema familiar o que
tiene sus facultades mentales afectadas, para que lo revisemos y, así, evaluemos los pasos a
seguir; momento en que nos damos cuenta de que el chico no cuenta con un abogado que lo
represente”, explicó Musa.
En la AGT ilustran con ejemplos la diferencia entre la intervención del asesor tutelar (también
llamado defensor de menores) y el abogado particular del niño. Ponen el caso de un chico
institucionalizado por una situación de desamparo, quien pretende egresar para vivir con su
hermana, que ya es mayor de edad. Su abogada lo representó en esa demanda. El asesor tutelar
consideró más pertinente que el niño sea entregado en adopción. Al resolver, la jueza hizo lugar al
pedido de la abogada del niño.
Hasta ahora “el gobierno porteño contrataba a algunas organizaciones sociales que
presentaban a un abogado que atendiera el caso del menor. Esto se burocratizó mucho y, por
lo general, los letrados se presentan, pero las audiencias no continúan y no hay un seguimiento
personalizado del caso”, afirmó la asesora tutelar.
La titular de la Asesoría señaló que “con esta nueva herramienta de la Justicia se cumplimentará a
partir del próximo mes el derecho de niños, niñas y adolescentes a ser oídos, a expresar su opinión
libremente, a contar con asistencia jurídica y a impugnar la legalidad de la privación de su libertad.
En definitiva, a ser considerados sujetos de derecho”.
“En el caso de los niños afectados mentalmente, el trabajo del equipo jurídico especializado
comenzará con una entrevista del abogado con el niño o adolescente internado y el equipo
tratante, para evaluar si se cumple con los requisitos de la Ley de Salud Mental para que se lleve
adelante una internación involuntaria, si existe un riesgo inminente certificado por los equipos
multidisciplinarios”, dijo a este diario Gabriela Spinelli, abogada y coordinadora del área de Salud
Mental y Derechos Humanos de la Asesoría.
Entre los derechos garantizados por la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657, “la persona
internada en forma involuntaria tiene derecho a designar un abogado y si no lo hiciera, el Estado
deberá proporcionarle uno desde el momento de la internación”. Spinelli comentó que “la labor del
grupo de abogados concluirá cuando la persona sea externada”.
Por este motivo, Musa cree imprescindible “dotar a los más vulnerados por su salud mental o a
menores de edad institucionalizados, de una voz activa en su expediente”. A partir de la
designación de un abogado, “el representado generará un vínculo de confianza con su
defensor, lo que le permitirá al chico recurrir a él frente a cualquier decisión que lo afecte y a
participar, de forma activa, en todo el procedimiento”, concluyó.
Informe: Sabrina Améndola.
(negritas y subrayado de la secretaria de asuntos profesionales)
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