Europa: la potencia mundial La principal característica mundial entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX fue la hegemonía de Europa occidental en buena parte del planeta. Su poder se manifestaba en asuntos políticos, financieros, económicos, científicos, culturales, religiosos y militares. La influencia europea en el mundo fue el resultado del desarrollo capitalista, con un significativo aumento de la producción, la concentración de capitales y el progreso tecnológico (siderometalúrgica, química, energía eléctrica, etc.), consecuencias de la segunda revolución industrial, la cual condujo a la segunda expansión europea en regiones de Asia, África y Oceanía. Las potencias necesitaban cubrir más mercados, que fueran también proveedores de materias primas, y a los que pudieran exportar no sólo mercancías, sino capitales para inversión. Así, Inglaterra era dueña de los servicios públicos latinoamericanos (luz eléctrica, acueducto y teléfono) y Francia de los ferrocarriles. Los antagonismos económicos Entre finales del siglo XIX. y principios del XX Europa occidental parecía un continente unido, pero en su interior bullían las diferencias y los conflictos. El principal motivo del malestar radicaba en que Inglaterra, principal potencia industrial durante la segunda revolución industrial, perdió su liderazgo frente a Alemania y Estados Unidos. El crecimiento alemán fue sorprendente a partir de la década de 1880. Para 1893 superó la producción del hierro inglés, y para 1903 la producción de acero, que resultó un 20% más económico que el inglés. Otra gran ventaja de los germanos fueron los logros que alcanzaron las industrias químicas y electrónicas (entre ellas, Bayer y Siemens), respaldadas por actividades bancarias con grandes capitales. Los anteriores factores hicieron posible que en el término de 22 años (1892-1914) los alemanes lograran triplicar su capacidad productiva industrial. Así la competencia por materias primas, mercados y producción se endureció entre Alemania y Gran Bretaña. Otro factor que incidía en la tensión entre ingle-y alemanes radicaba en que estos últimos consideraban que no habían recibido colonias de un tamaño acorde con su poder, porque requerían más territorio a vender sus productos, adquirir materias primas y ubicar a su creciente población. Los alemanes se comparaban con estados de menor tamaño (como Bélgica, Holanda o Portugal), que tenían un dominio colonial proporcionalmente mayor que el de su país y con una economía industrial más incipiente. El descontento que albergaban los alemanes fue canalizado a finales del siglo XIX por el kaiser Guillermo II por medio de su tendencia política exterior llamada weltpolitik (en alemán «política mundial»). Su propósito era convertir a Alemania en una potencia mundial de primer orden. Pretendió llevar a cabo sus fines con el fomento del ultra nacionalismo, la formación de organismos económicos y sociales para lograr una nueva expansión colonial, la participación alemana en el saqueo de China y la creación de una poderosa flota naval. Así, en la búsqueda de nuevas colonias, Guillermo II intentó frenar la presencia gala en Marruecos, en donde Francia y España se habían repartido el territorio, mediante el apoyo al sultán de la región. Todas estas aspiraciones tenían una fuerte base en el acelerado crecimiento demográfico con el que contaba Alemania, acompañado de un ejemplar desarrollo industrial que determinó su transformación social, con el paso de una sociedad rural y agrícola a una sociedad urbana e industrial. Por otra parte, también estaba el aumento de la fuerza del partido socialista, lo cual representaba una amenaza para los nuevos potentados capitalistas y en cierto modo para las principales fuerzas industriales de Europa. Estas dos fuerzas políticas van a -permanecer en tensión durante gran parte del siglo XX, no sólo en Europa, sino en el resto del mundo. Esta fue una de las principales causas para la salida armamentista que asumieron los distintos conflictos internacionales y que dividieron el mundo entre capitalistas y comunistas, entre la derecha y la izquierda y entre oriente y occidente. ACTIVIDAD 1 1. ¿En qué condiciones se encontraba Europa a comienzos del siglo XX? 2. ¿Qué importancia tenía para las naciones de Europa la expansión comercial y económica? 3. Presenta las condiciones en que vivió Alemania en los primeros años del siglo XX. 4. Describe el conflicto y la tensión que se vivía entre Inglaterra y Alemania a comienzos del siglo XX. 5. Plantea la importancia del surgimiento de los grupos socialistas en Europa como movimientos de resistencia frente al sistema capitalista. 6. ¿Por qué se produjo un acelerado crecimiento demográfico en Alemania y en resto de Europa a comienzos del siglo XX? 7. Plantea las razones que tenemos para afirmar que Europa a comienzos del siglo XX era la potencia mundial. 8. En una serie de dibujos o caricaturas representa las razones que ten ían algunos países de Europa, como Inglaterra o Alemania, para quedarse con el liderazgo europeo y mundial. 9. En el mundo actual, ¿cuáles son los principales motivos para determinar que un país es la potencia mundial y cuál o cuáles son esos países? 10. ¿Qué debe hacer nuestro país para convertirse en potencia mundial? La carrera armamentista Una flota naval fuerte era un requisito para continuar la expansión comercial, cuyos éxitos reforzaban el sentimiento nacionalista. Así, la weltpolitik de Guillermo II provocó un clima de desconfianza en Europa occidental, porque con nuevos barcos en la flota naval le disputó el control que Gran Bretaña tenía sobre los océanos. En este ambiente de rivalidad y de presión, los estados renovaron o formaron alianzas para protegerse. Por un lado, los alemanes, austro-húngaros e italianos renovaron en 1891 la Triple Alianza, que se firmó por primera vez en 1882. A su vez, se formó un bloque rival inicialmente con la Entente franco rusa de 1893, fortalecida con la Entente anglo francesa de 1904, basada en la resolución de las diferencias coloniales pendientes. En 1907, los lazos entre los tres países se estrecharon con los acuerdos anglo rusos; de esta manera nació la Triple Entente. La situación se tornó más delicada cuando Alemania, Francia y Rusia aumentaron y perfeccionaron el armamento de sus ejércitos, al destinar más recursos y dedicar un buen número de industrias a la elaboración de material bélico. El nacionalismo y el ultra nacionalismo El nacionalismo es una doctrina que exalta en todos los órdenes los valores nacionales y destaca las diferencias entre las naciones. Factores como la rivalidad por poseer colonias, la disputa por los mercados, el rearme y los conflictos heredados del siglo XIX aún no resueltos, como la disputa de Alemania y Francia por las regiones carboníferas de Alsacia y Lorena, generaron un clima de ultra nacionalismo, alimentado por los gobiernos en las escuelas, la prensa y las iglesias, entre otros lugares. Igualmente, surgió otro tipo de nacionalismo en los imperios austro-húngaro y otomano, donde vivían pequeñas etnias que luchaban por la reivindicación de su autonomía frente al poder de los grandes imperios a los que estaban sometidas y por librarse de otros países que tenían ambiciones de expandir sus territorios. Entre estos últimos se hallaba Rusia, interesada en extender sus dominios a la zona de los Balcanes con el fin de tener acceso a mares libres de hielo, al sur de sus territorios. La situación de los Balcanes Los deseos de Rusia y del imperio austro-húngaro de dominar la zona de los Balcanes provocó una gran tensión. Rusia quería tener una salida al mar Negro y Austria quería un control absoluto sobre los eslavos. Para ello, Rusia quería construir una línea de ferrocarril que uniera el Danubio con el mar Adriático, mientras que Austria estaba interesada en establecer un ferrocarril entre Sandjack y Salónica. Esta situación estaba en contravía de las políticas trazadas por los llamados «jóvenes turcos», que habían asumido el poder en esta región y trabajaban por un Estado independiente y moderno. Rusia, entonces, respaldó la unificación de los pueblos turcos y Austria se anexó Bosnia y Herzegovina y provocó una reacción nacionalista entre los servios. Posteriormente, entre los años 1912 y 1913 los Balcanes fueron testigos de dos enfrentamientos muy diferentes: en 1912 Italia declaró la guerra al debilitado imperio turco y ganó algunas islas del mar Egeo, lo mismo que la independencia de Libia del dominio albano. También la Liga Balcánica (Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia) se enfrentó con el imperio Otomano y se apoderó del resto del territorio continental y de las demás islas en el mar Egeo. El segundo enfrentamiento se produjo cuando Bulgaria, apoyada por Austria, invadió Servia, que contaba con el apoyo de Rusia. Bulgaria se rindió frente a Servia y se proclamó el tratado de Bucarest que fijaba los límites de cada nación, pero la tensión entre estos dos estados continuó. ACTIVIDAD 2 1. Además de los conflictos de comienzos del siglo XX, también se desarrollaron adelantos significativos en el campo científico y tecnológico como el inicio de la aviación, el descubrimiento de la dinamita y de la radioactividad. ¿Qué utilidad se le dio posteriormente a estos tres grandes descubrimientos de la humanidad? 2. ¿Qué consecuencias ha tenido el mal uso de los grandes adelantos científicos y técnicos por parte de la humanidad? 3. ¿Qué opinas de la frase griega que afirma que «la guerra es la madre de todas las cosas»? 4. ¿Qué razones llevaron a los países europeos a intervenir en los conflictos que se presentaban en los Balcanes? 5. Cuales eran las razones que movían a Rusia y a Austria para permanecer con posesiones territoriales sobre los Balcanes? 6. plantea tres argumentos a favor de la necesidad de todas las naciones europeas de comienzos de siglo por tener una flota naval. 7. Explica los argumentos que planteaban las personas que estaban de acuerdo con el ultra nacionalismo. 8. Plantea las relaciones que se pueden establecer entre los conflictos de comienzos del siglo XX en Europa y el conflicto interno que vive nuestro país a comienzos del siglo XXI. 9. De acuerdo con la situación europea de comienzos del siglo XX, plantea por lo menos tres acontecimientos que ejemplifiquen los aspectos negativos de una salida militar a los conflictos que se presenten en cualquier lugar de la Tierra. 10. Realizar el mapa político de Europa durante la primera guerra mundial.