Telenovela ¿Construcción del desarrollo humano? Tania Yanina Arias Castro1 Resumen Los medios, el género y la tecnología tienen una participación importante en México. La televisión, como medio masivo de comunicación y llega hasta los hogares de las familias más pobres. La gama de posibilidades para entretener al televidente es inagotable, no obstante, el interés que me compete en esta reflexión es la influencia que ejerce la telenovela en la mujer mexicana. El presente trabajo pretende explicar que la telenovela mexicana (novela rosa), como un medio masivo de comunicación con gran influencia ideológica, genera herramientas para, sino una enajenación, una pérdida de consciencia, de realidad en la mujer. La telenovela en México (y varios países latinoamericanos), es un factor que influye en la perspectiva de género, más allá, en la identidad de la mujer. Un alto porcentaje de mujeres son atraídas por la trama telenovelesca, el ocio femenino se reúne en el drama de la novela rosa de nuestro país ¿cuál será la percepción y persuasión de género que se forma la mujer mexicana con la telenovela? Con la ayuda de pensadores como Georg Lukacs hasta Giovanni Sartori y Pierre Bourdieu, pasando por investigadoras de telenovelas, entre otros, es que trataré de desarrollar una respuesta. Finalmente, el objetivo es dar cuenta de sí la telenovela mexicana construye o permite la construcción hacia la equidad de género y por ende al desarrollo humano. Palabras clave: Telenovela; Consciencia; Género; Enajenación; Desarrollo humano. 1 Maestría en Estudios Filosóficos, Universidad de Guadalajara, [email protected]. 1 INTRODUCCIÓN El presente trabajo pretende mostrar como la telenovela mexicana, productora de una novela rosa, contribuye a deteriorar el desarrollo humano al carecer de herramientas que instruyan o permitan mejorar la equidad de género, así como tampoco a ampliar las capacidades humanas hacía una realización individual, hacia una consciencia. Entendamos consciencia en el sentido que utiliza Georg Lukacs, la falta de consciencia en la forma capitalista cosifica a los hombres, el sistema los dirige a una relación total con el producto de su trabajo, donde el hombre es considerado exclusivamente como proletario. Sin embargo, ésta cosificación no suprime la voluntad humana, ni el pensamiento del individuo, donde el hombre, independientemente del momento histórico en que se encuentra y de su situación capital-producción, etc., además de tener reflejos conscientes, está inmerso en una consciencia falsa. Es decir, que aunque el hombre al tener un acercamiento a los fenómenos que le acontecen y asumir el papel que se le ha atribuido en el sistema, no significa tener consciencia de clase. La consciencia de clase es considerada ─abstracta y formalmente─ al mismo tiempo una inconsciencia, clasísticamente determinada por la propia situación económica, histórica, social, que se dan como una relación estructural, como una relación formal que parece dominar todos los objetos de la vida. Además la “falsedad” y la “apariencia” son una expresión mental de la estructura económica objetiva2. Por ello, si una sociedad no dispone de una consciencia de clase su destino está condenado a la pasividad y, si por azar tuviera la oportunidad de una transformación, una revolución o algún tipo de cambio, este estará condenado al fracaso y la derrota. Pero tampoco el hombre singular o los avances científicos proporcionan la consciencia de clase. Son los hombres mismos, aunque “hay una 3 separación entre consciencia de clase y las ideas de los hombres acerca de su posición de vida” , es decir, como se mencionó anteriormente, un hombre singular no genera consciencia de clase, los avances teoréticos tampoco, y una serie de hombres dispersos con consciencia singular tampoco componen una consciencia de clase, solo la unidad de estos conforma una “verdadera consciencia”. Pues Solo agudizando la consciencia mediante una acción y una autocrítica conscientes se obtiene de la mera intencionalidad hacia la verdad, eliminado sus falsos recubrimientos, el conocimiento realmente verdadero, históricamente significativo y socialmente revolucionario (…) La solución misma no puede ser sino fruto del acto consciente del proletariado (…) Por consiguiente, lo que posibilita la victoria material del proletariado en la lucha de clases en la superación interna de esa escisión dialéctica4. 2 Lukacs, Georg. Historia y consciencia de clase. Estudios de dialéctica marxista (1969), Grijalbo, Buenos Aires, Argentina, p.56. 3 Lukacs, G. 1969, p.55. 4 Lukacs, G. 1969, pp.79-80. 2 Asimismo, Lukacs nos permite superponer el marco teórico de la consciencia o de la falsa consciencia a la aplicación de la telenovela mexicana. “Inconsciencia”, “falsedad” y “apariencia”, son condiciones manifiestas en la telenovela mexicana. Mediante una dominación televisiva la telenovela controla ideológicamente la conducta de la mujer, hacía una idea de esencia femenina. Veamos pues, antes de entrar en discusión falta por aclarar el concepto de desarrollo humano. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), creado en 1965, tiene como función contribuir a la mejora de calidad de vida de la nación. Anualmente el PNUD realiza consensos en alrededor de 166 países, información que permite esclarecer la evolución de un país y la de una nación con otra. Finalmente, a partir de los resultados se crean programas y estrategias para optimizar las condiciones necesarias de cada una. Ahora bien, comencemos por definir el concepto de desarrollo humano del PNUD. Entendamos desarrollo humano como la posibilidad de disfrutar, en igualdad de oportunidades, una vida prolongada, saludable y creativa (PNUD 1995). (…) El enfoque del PNUD concibe el bienestar de las personas como un proceso en que hombres y mujeres son capaces de mantener y ampliar las opciones para realizar lo que valoran y desean hacer. El desarrollo humano significa la ampliación de lo que las personas puedes ser y hacer. El enfoque de capacidades constituye el fundamento teórico detrás del paradigma del desarrollo humano y permite esclarecer la conexión entre el desarrollo humano y la desigualdad de género5. La equidad de género es un factor de suma importancia en el desarrollo humano y la justicia social, así como la mejora de las condiciones sociales, políticas y económicas. Sin embargo, en México los resultados obtenidos en el estado de Jalisco no fueron favorecedores En México se realizan una serie de encuestas y estudios que permitan establecer parámetros que indiquen cual ha sido el desarrollo humano en los distintos rubros que se revisan. Uno de ellos es el registro de índice de desarrollo relativo al género, donde en lo que se refiere al 2005, en el estado de Jalisco aumentó la desigualdad entre mujeres y hombres. Jalisco es uno de los estados más patriarcales de la república mexicana y lo confirman las estadísticas presentadas por la UNDP. Donde se muestra la pérdida de desarrollo atribuible a las diferencias entre hombres y mujeres. (…) Por otra parte, los indicadores de participación política, laboral y económica sitúan a las mujeres del estado en peor posición que el promedio nacional6. Jalisco es un estado manifiesta importantes retrocesos en las relaciones de género, donde el eterno femenino sigue vigente con una importante influencia ideológica generada por un entorno cultural y educativo estancado. Por si esto fura poco, los medios masivos de comunicación como la telenovela mexicana malogran un cambio al mejoramiento entre hombres y mujeres. TELENOVELA MEXICANA 5 “Desarrollo humano y género” en México (2000-2005): avances y desafíos Andira Hernandez Monzo y María de la Paz López Barajas. http://www.undp.org.mx/DesarrolloHumano/genero/Indez.html http://www.undp.org.mz/DesarrolloHumano/genero/Doctos/Jalisxo.pdf. 6 3 Al hablar de desigualdad de género es importante mencionar un concepto: Eterno femenino. Este consiste en representa a la mujer enajenada en un régimen patriarcal que recrea una condición esclavizada por el machismo; sin embargo, tal resultado es consecuencia no sólo de los hombres, como se cree comúnmente, sino de ella misma, que educa y mantiene su propia situación. El eterno femenino, presente en las sociedades patriarcales, manifiesta que el destino de la mujer es entregar su vida y su actividad a ser madre-esposa. El sistema patriarcal se encarga de que el sujeto-objeto (mujer), sea objeto de acción de otro (familia, sociedad, cultura, instituciones, etc.), y que la mujer renuncie a la idea de autonomía para objetivarse, así se convierte en un ser que es uso de, o para 7 determinados fines de las conveniencias que exigen resultados a intereses sociales . Sin embargo, tal enajenación no se construye sólo del entorno, sino que esta influencia exterior se recrea y fortalece 8 también por una influencia interior . No obstante, dado que mi propósito es esclarecer como la telenovela afecta la desigualdad de género, contemplaré sólo el aspecto de la influencia exterior. La influencia que ejerce el exterior en el interior del individuo, manifiesta su forma impositiva a través de factores como la cultura, los medios masivos de comunicación. La educación formal, establece reglas del sistema patriarcal, juegos de doble moral, principios y prejuicios que someten a la mujer, entre otros. El exterior conserva el “ser para otro”, y mediante estos factores que hemos mencionado, construye identidades femeninas, es decir, modos de comportamiento de lo que se quiere y espera, se conforma una estructura sólida basada en la enajenación de la mujer. La telenovela mexicana, dentro de la televisión como medio masivo de comunicación, es un factor externo que afecta al individuo (mujer). Las identidades femeninas reflejadas en los personajes de la novela rosa son representaciones de construcciones de sistemas patriarcales. Ejemplos de novela rosa en México son las siguientes tres: María la del barrio, María Mercedes y Marimar. Todas protagonizadas por la misma actriz en el papel principal. En conjunto, estas telenovelas abarcaron desde 1992 hasta 1996. Con un alcance receptivo no sólo a nivel nacional, también en distintos países de Latinoamérica y Europa. Antes de empezar a hablar sobre el argumento de cada telenovela, es importante destacar el nombre del papel protagonista: María. En México este es uno de los nombres más comunes, y aunque en un contexto cultural puede referir a la madre de dios para el catolicismo, y representar en él una idea de virginidad, es cierto también que el nombre de María puede referir una condición económica y social de bajo estrato. Los centros de las distintas ciudades de nuestro país están rodeados por mujeres indigentes, proletarias, vendedoras de artesanías y alimentos chatarra; que llevan el nombre de María. En la ciudad de Guadalajara, cuando alguien se quiere referir a mujeres con las características que he mencionado, se les llama, por denominador común: Marías. Es así pues como éste nombre tiene una característica importante, la de pobreza y marginación. Habiendo destacado esto, la interpretación de los contenidos de estas telenovelas nos está ya dando información sustanciosa, y nos da pie para deducir de entrada parte del contenido 7 Este movimiento analógico lo tenemos expresado en el texto de Herbert Marcuse en El hombre Unidimensional, en donde la sociedad unidimensional produce hombres objetivizados por las circunstancias y carentes del lado subjetivo por las circunstancias y carentes del lado subjetivo (llamados o intenciones). 8 En este sentido, las fuerzas ejercidas en la psique del sujeto que educa, se constituyen de manera tanto inconsciente como consciente. 4 ideológico de la trilogía novelezca que he mencionado en un principio. Las tres telenovelas develarán pues, la pobreza y el sufrimiento de una mujer humilde cuya vida será transformada por un hombre en condiciones privilegiadas. Veamos de una vez cual es la trama de la telenovela. La primera de ellas es María Mercedes, proyectada en televisión nacional por Televisa en 1992, tuvo vigencia de cuatro meses y un aproximado de ochenta episodios. El papel protagónico de María Mercedes, lo interpreta Thalía (actriz y cantante mexicana), con una duración aproximada de cuatro meses y ochenta episodios. La telenovela se transmitirá posteriormente a países como Colombia, Brasil, Venezuela, Perú, Argentina, Chile, Ecuador y España (Islas Canarias). La historia está basada en una radionovela llamada Enamorada. El argumento de la telenovela es el siguiente: María Mercedes es una chica humilde que mantiene a su familia. Su padre es un alcohólico y su madre les dejó cuando era una niña. Vende lotería y consigue alimentar a su familia, a pesar de que son malagradecidos con ella. Santiago de Olmo es una persona millonaria que se está muriendo, sabiendo que su cuñada Malvina, codiciosa, se quedará con todo. Santiago conoce a María Mercedes y le propone matrimonio. Malvina se pone en contra de ella y María Mercedes se enamora de Jorge Luis, hijo de Malvina. Cuando muere Santiago, Malvina consigue casar a María Mercedes y Jorge Luis, que es impotente, lo que quiere utilizar Malvina para disolver la unión, pero su hijo se cura gracias al amor que siente por su esposa. Para agosto de 1994 ya se tenía preparada Marimar, con una duración de siete meses. Se llegó a transmitir a Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, Argentina, España, Italia, Polonia, Portugal, Grecia, Turquía, Estados Unidos, entre otros países. Un éxito mundial confabulaba la novela Marimar. Marimar es una joven inocente que vive con sus abuelos en una choza en la playa. Son muy pobres y a veces Marimar tiene que ir a robar para dar a su familia de que comer. Un día se encuentra necesitada y va a la Hacienda Santibáñez para robar unas verduras y huevos para que sus abuelos no mueran de hambre, pero el capataz de la hacienda la descubre. Este malhechor decide de aprovecharse de ella; le dice que puede tomar las verduras si ella le da un beso. Ella resiste y sus gritos trae corriendo a Sergio, el hijo consentido de la casa grande. Sergio la protege y le dice que de bajo de toda su mugre, ella es "bella." Marimar se enamora de él en ese mismo instante. Cuando Sergio quiere desquitarse con su familia porque no quieren darle su parte de la herencia y lo piden que siente cabeza, el concibe un plan para casarse con "la mugrosa de la playa" y así humillarlos. Marimar, deslumbrada, acepta casarse con Sergio y cae en su red sin saber que su propio padre, un hombre muy rico que abandonó a su mamá, la esta buscando para que ella sea su heredera. Por si fueran pocas dos telenovelas con el mismo contenido, se realizó una tercera: María la de barrio que inicio en 1995 y terminó en 1996 con una permanencia de once meses y se transmitió en países como Perú, Brasil y Colombia. La trama de esta novela no dista mucho de las anteriores. En está historia María es una muchacha humilde que creció en la pobreza. Se dedica a ser recolectora en los basureros de la ciudad. Aún cuando su realidad social es baja, la joven conserva simpatía, optimismo y además es bella. Su madrina Casilda la ha cuidado desde pequeña, le inculca valores morales y una precaria educación. Al morir Casilda, María queda sola, su único apoyo es el Padre Honorio, quien le pide a uno de sus benefactores, el millonario Don Fernando, que la lleve de sirvienta a su 5 casa. Una vez instalada en la casa, María es despreciada por Victoria, esposa de Don Fernando, y por su hijo mayor Luis Fernando. Este último es un joven irresponsable que al no poder dominar a María, decide cortejarla para burlarse de ella, pero ambos terminan enamorados. Para llegar a ser feliz junto a su amado, María tendrá que luchar contra Soraya, una rival muy poderosa y capaz de cualquier treta para casarse con Luis Fernando. A través de mentiras y calumnias, Soraya, alentada por Victoria, intenta comprometer al rico muchacho. María vive momentos de gran alegría cuando Luis Fernando decide hacerla su esposa. Poco después, su vida se derrumba cuando él decide abandonarla por creerla infiel, al encontrarla abrazada a su hermano y rival de amores, Vladimir. María se entera de que está embarazada. Cuando su marido le pide el divorcio, ella enloquece y huye de su casa. María tiene a su hijo y lo regala. Luis Fernando descubre la verdad, regresa y encuentra a su esposa en un manicomio. Creyendo que su hijo murió, Luis Fernando adopta a Tita, una bebé huérfana. María la acepta pero no pierde las ilusiones de encontrar a su hijo. En este trío de telenovelas mexicanas aparece la misma trama que en el cuento de cenicienta y otros tantos adaptados por Walt Disney. Mujeres pobres, ingenuas, maltratadas por la vida, poseedoras de gran bondad y destacada belleza; relatos que llevan un patrón seguido durante siglos. Mujeres que después de una vida de tormentos e injusticias serán rescatadas por un apuesto caballero, este será, por supuesto, adinerado, valeroso, todo un héroe. La vida de la cenicienta o de cualquiera de las marías sobrepasará la realidad, el destino que su condición les tenía preparado. Al final, las protagonistas pasan de la tutela del padre y madrastra a la del marido, pero resulta que nunca tuvieron vida. A lo largo de la trama no sabemos qué pasa con ellas como personas Los estereotipos pueden definirse como lo que espera la sociedad de la mujer. En este país todavía prevalece la idea de que para ser feliz la mujer debe buscar un buen marido que la mantenga9. La telenovela juega un papel preponderante en la perspectiva de género, estimula la conducta mediante mensajes y cargas simbólicas importantes, sirve como modelo informativo y educativo, además de mostrar una cultura determinada. El problema consiste en que la influencia de la telenovela es negativa. Las historias de amor que se representan son falsas, irreales y llenas de contenidos patriarcales. En sentido estricto, el papel de la mujer es esperar a que un hombre transforme su condición, a cumplir con las determinaciones morales donde está subordinada afectiva y económicamente hacia el hombre, condicionada al matrimonio, a la procreación y protección de los hijos. Cabe mencionar, que inclusive en los nuevos giros de algunas telenovelas, donde la mujer tiene una condición económica alta, la dependencia afectiva y la subordinación sentimental sigue permeando a la trama de una novela rosa. En última instancia, también este tipo de telenovela dista de propiciar equidad de género o consciencia de sí en la mujer. No obstante, cabe mencionar que la novela rosa, es una predilección femenina, finalmente, estas contribuyen a ser presa una imagen y de sus contenidos previamente trabajados. La telenovela mexicana no establece, en ningún momento, 9 Loera, E. M. (2006, 26 de agosto). Mujeres de http://www.gaceta.udg.mx/Hemeroteca/paginas/449/449_O2-5.pdf cuento. La gaceta, (Versión electrónica) 6 en: un atisbo de consciencia generadora de desarrollo humano como ya lo hemos visto en las historias de Maria Mercedes, Marimar y María la del Barrio, por el contrario, presentan historias de amor al estilo de los cuentos de hadas. La telenovela es una manifestación de la inequidad de género, de la distorsión de la realidad, de ideales más que utópicos, situaciones que no corresponden al mundo. La novela rosa reproduce el eterno femenino, una condición de la mujer sujeta a sistemas patriarcales, donde esta no se realiza a sí misma, por el contrario, se enajena. MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y TELENOVELA La popularidad de la televisión y sus contenidos tienen un alto costo para la cognición humana, ya mencionaba Pierre Bourdieu en Sobre la televisión, cómo es que los medios de comunicación son un mercado controlado por empresarios que compiten por el rating, y cómo utilizan la exaltación de las emociones para persuadir de manera más amplia al televidente. Aspectos conjuntos a las estrategias de la mercadotecnia y la publicidad, para así vender ideas, productos, servicios, etc. La televisión portadora de la imagen hace un uso indiscriminado que limita en gran medida el desenvolvimiento intelectual, pues no se estimula el desarrollo del arte, de la cultura, el conocimiento; la televisión 10 proyecta programas con contenidos que violenten la sensibilidad humana . Para Giovanni Sartori, está exaltación de las emociones no es más que un retroceso, un descenso del homo sapiens que se deja guiar por la imagen y se persuade de ella. Así, el homo sapiens que deja de ser y da cabida al 11 homo videns , un hombre que abandona el pensar como vía de entendimiento para asumir información sólo a través de imágenes. La televisión, como uno de los medios de comunicación más representativos de la tecnología moderna, aprovecha su innovación para hacer uso y desuso de sus contenidos. El video está transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para la cual la palabra está destronada por la imagen. Y en todo ello la televisión cumple un papel determinante. La primacía de la imagen, es decir, de lo visible sobre lo inteligible, lleva a un ver sin entender que ha acabado con el pensamiento abstracto, con las ideas claras y distintas12. Asimismo, la imagen, bajo su espectacular atractivo, desata las sensacionalidad del sujeto, tal expectación no es más que la adecuación de signos específicos para la estimulación visual y por supuesto la psique humana, una violencia simbólica. Los signos tienen un significado particular de acuerdo a cada cultura, los signos utilizados para la televisión también tienen un acto de comunicar. Consiguientemente, los signos visuales (o iconos) propios de la televisión tienen la característica propia de la imagen, el sentido afectado es la vista y por lo mismo los procesos que van del ojo al cerebro son diferentes a los efectuados por otros sentidos. En el cine y en la televisión esas 10 11 12 Véase Televisión y cultura. Ramón Gil Olivo (1993), UDG, México. Véase Homo videns. La sociedad teledirigida (1997), Giovanni Sartori, Santillana. Punto de lectura. Sartori, G. Homo Videns. La sociedad teledirigida. 7 diferencias son las que provocan lo que se conoce como impresión de realidad. Esto es, dentro de los cometidos de la televisión y su producción es menester construir de manera más real la representación de aquello que se muestra en pantalla. En la televisión se producen dos tipos diferentes de signos y dos tipos de recepción. Por una parte está la comunicación sonora y la recepción auditiva, por el otro, la comunicación fotónica y la recepción visual. Es decir, que se generan signos auditivos y signos visuales, sin embargo los de carácter más importante son los de tipo visual, pues puede existir televisión sin sonido pero no sonido sin televisión. Por ello, énfasis de la televisión se concentra en la percepción visual y sus estímulos, es decir, a activar los órganos sensoriales y esta será la vía por la que se opta en todos los programas televisivos. La atracción por la imagen en la novela rosa y en el resto de la televisión, convierte a sus 13 seguidores en un homo communicans ; el homo videns, alejado de abstracciones, vive en un mundo de imágenes. Tanto la televisión como la telenovela se alejan del desarrollo humano y construyen El Homo insipiens [antítesis del homo sapiens], (necio y, simétricamente ignorante), siempre ha existido y siempre ha sido numeroso. Pero hasta la llegada de los instrumentos de comunicación de masas los “grandes números” estaban dispersos, y por ello mismo eran muy irrelevantes. [Ahora estos “dispersos” se pueden “reunir” y hacer masa y adquirir fuerza]. [Siempre han existido pobres de mente y espíritu, pero ahora se reúnen y con la tecnología “el hombre pierde capacidad de abstracción”] (…) es incapaz de racionalidad y es, por tanto, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener y menos aún para alimentar el mundo construido por le homo sapiens. Se ha convertido en homo communicans que comunica vacío14. La estrategia de la telenovela es mover los sentimientos y las emociones: historias de amor realizables o no, todo tipo de tragedias: venganza, envidia, asesinatos, violencia, disparos, arrestos, 15 protestas, lamentos . Precisamente en este punto radica el núcleo central de los ganchos emocionales que jalan y atrapan, generalmente a la mujer mexicana, respecto a la telenovela. Cada una de ellas, de acuerdo a su educación, condición económica y edad; tendrá un motivo distinto para sentirse atrapada. Pero finalmente, la atracción número uno reside en la historia de amor de la novela rosa, el ensueño femenino de ver representada su máxima de vida (resultado de su educación machista). Algunas [mujeres] se quedaron con la fantasía del príncipe azul, a quien, si es violento, tienen la ilusión de redimir con su amor. No toman en cuenta que esas protagonistas de los cuentos no son personas con posibilidades de elección, sino seres sujetos a otros. “También hay hombres que buscan novias que no les generen conflicto, no a aquellas que rompan paradigmas como pareja”. Como resultado, hay muchachas que contraen matrimonio, pero no son independientes para asumir como persona sus responsabilidades. Eso es muy grave porque esto incide en que después permitan todo tipo de violencia o transgresiones a sus derechos16. 13 Véase Sartori, Homo videns. La sociedad teledirigida. Sartori, G. (1998) pp.155-157. 15 Sartori, G. (1998), p.93. 16 http://www.gaceta.udg.mx/Hemeroteca/paginas/449/449_O2-5.pdf 14 8 El amor es el motor dentro de la trama telenovelesca y la mujer que la ve acepta sus contenidos ideológicos como el capitalismo, el patriarcado, la dependencia económica y emocional de la mujer, que viven como natural y, estimuladas por ello, conjuntan una educación machista que acepta las ideas dominantes de la realidad. La telenovela no optimiza el desarrollo humano, mucho menos el femenino, por el contrario, le resta perspectiva, consciencia. La autoridad de la imagen En general, el ojo cree lo que ve, por ello es que la televisión tiene tanto éxito y se superpone como una autoridad solapada por la imagen. La mayoría de las veces, para saber que algo es real o que es verdad buscamos, si es posible, una correspondencia entre lo que se dice y los hechos. La imagen es una prueba importante para aceptar o rechazar algún pensamiento, una idea, una realidad o creer y establecer una verdad. Por ello, la televisión y la telenovela son una fuente de autoridad, no obstante, la gente olvida o ignora que la telenovela es una representación, una actuación, un fingimiento de un hecho; así, la telenovela como medio masivo de comunicación, influye en la carga ideológica y cultural de las personas, manipulador de la consciencia. La telenovela es “un manipulador de la conciencia” popular mediante el recurso de distraer al público de la realidad, hoy en día no sólo se la usa con fines de entretenimiento sino que también transmite mensajes de mayor interés social (…) la telenovela sugiere que el público obtiene de ella un significado relacionado directamente con la realidad social17. Por si esto fuera poco hay mujeres que creen que la telenovela es un hecho real que está aconteciendo en algún lugar, en este caso de México. No obstante, el resto de las mujeres que “sabe” que la telenovela es actuación, aprehenden del mundo de la imagen telenovelesca, de la ficción. El drama de vida de un otro atrapa y la televisión lo sabe, tanto así que en los últimos años se han creado de manera exagerada reality shows que degradan hasta el final la dignidad humana. Así, la telenovela [agranda los problemas (creando incluso problemas que en la realidad no existen, 18 problemas superfluos) y prácticamente anula el pensamiento que los debería resolver] . La vida de la actriz o del actor estelar de la telenovela, la dinámica social las relaciones de amor, el beso que se dio y que no se dio, el noviazgo o matrimonio exitoso o fracasado, son las temáticas de la novela rosa mexicana y las preocupaciones de tantas mujeres, un total apartamiento de la realidad. Un hombre que pierde capacidad de abstracción es eo ipso incapaz de racionalidad y es, por tanto, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener y menos aún para alimentar el mundo 17 18 Telenovela. Ficción popular y mutaciones (1997), p.107. Sartori, G. (1997), p.156. 9 19 construido por le homo sapiens . Así tenemos a una mujer sometida por la tecnología, por la imagen, por la telenovela, una mujer sin consciencia ni desarrollo humano. La telenovela es un producto de la cultura de masas y, como tal, puede ser analizada legítimamente en sus mecanismos de producción y en el campo de afectos de sentido que produce 20 21 en recepción . En una investigación realizada por María Teresa Quiroz y María Teresa Márquez , se muestra cómo la telenovela es percibida por mujeres de niveles económicos y educativos distintos. En mujeres jóvenes (entre 25 y 35 años), de estrato económico muy bajo, con poca educación y donde la mayoría son amas de casa, su implicación con la telenovela es de manera casi total una enajenación. La trama que más les interesa es la historia de amor, el cuento de cenicienta, pero además, a través de la telenovela conocen lugares y les atraen los conflictos de venganza, odio, envidia; tanto que es punto de discusión entre sus amigas, son mujeres muy expresivas en el tema. En sí, todo lo que acontece a la telenovela les gusta. Estas mujeres son atrapadas con gran facilidad por la trama de la telenovela, incluso, algunas de ellas llegan a creer que la telenovela es un suceso que acontece en algún lugar, que son hechos reales. Descubrir que la telenovela es una mera actuación les entristece, pero eso no cambia que utilicen las “estrategias” de la telenovela para educar a sus hijos, para acercarse a sus parejas o para soñar con el amor, con volverse ricas o con que su vida puede ser transformada en un chistar de dedos (obviamente por su ser amado, por el príncipe del cuento). No obstante, a pesar de que las mujeres “aprenden” de la telenovela, y que tienen consciencia de que es ficción, reprochan a sus esposos no ser tratadas, acariciadas o consentidas como lo hace el galán de la TV. Entonces ¿tenían o no consciencia de que la telenovela es una representación? En mujeres con estrato económico medio y con mayor número de educación, la influencia de la telenovela es menor en cierto grado. Estas mujeres alcanzan a conceptualizar, cosa que las mujeres de estrato económico bajo no asían, y pueden distinguir perfectamente que la telenovela es una ficción. Sin embargo, les sigue atrayendo la historia de amor, no obstante este no es el único atrayente, también les gusta la dinámica del suspenso. Además, algunas de ellas tampoco saben o descubren que la trama de la telenovela es una actuación. No obstante, son mujeres que se involucran menos sentimentalmente. Tanto las mujeres de nivel popular como de clase media, tienen necesidades afectivas y emocionales importantes que proyectan en la telenovela de donde reciben una respuesta simbólica que les “llena” sus carencias. En mujeres de estrato económico alto, con nivel educativo profesional, también se interesan por las historias de amor y por la fantasía aunque se involucran menos sentimentalmente que el resto de las mujeres mencionadas. Son mujeres que logran conceptualizar más a la telenovela y saben que es ficción, además pueden distinguir entre géneros como el cine, y las diversas formas que cada medio 19 Sartori, G. (1997), pp.156-157. Telenovela. Ficción popular y mutaciones (1997), p.74. 21 “Mujeres que la miran y mujeres que son vistas” en: Telenovela. Ficción popular y mutaciones culturares (1997), Gedisa. Colección El mamífero parlante. Barcelona. 20 10 usa para proyectar sus historias. Su nivel económico y educativo les permite observar el vestuario, la escenografía. Son mujeres menos involucradas con la “realidad” de la telenovela. Finalmente podemos decir que El espectador vive en realidad un desdoblamiento proyectivo, de modo que se siente solidario y se identifica con el personaje positivo, en quien ve a su semejante, digno de su simpatía, mientras que libera sus frustraciones y sus ansias destructivas a través del personaje malvado del transgresor moral (…) Y una buena ficción es aquella que es capaz de satisfacer simultáneamente a las dos necesidades psicológicas opuestas del individuo, la del amor y la del odio22. Independientemente del estrato económico de la mujer, existe una proyección, un motor, una necesidad que la mueve hacía la atracción de la telenovela, sin importar su condición, la idea del amor, de las historias como los cuentos de hadas son una necesidad afectiva creada para la mujer. Como menciona Ludovico Silva sobre el efecto de los cómics estadounidenses, donde Mandrake (personaje de cómics estadounidenses distribuidas en Latino América), “está oficialmente encargado de hipnotizar a los países de Tercer Mundo, misión que se comparte con la televisión, y que consiste, sustancialmente, en hacer creer a nuestros países que la miseria puede superarse con la pura 23 imaginación” . Del mismo modo, la fantasía de la mujer con los cuentos de hadas, o con la novela rosa hecha en México, que para el caso es lo mismo, es creer o hacerlas creer que con la imaginación de príncipe que rescata a la princesa, que la mujer de barrio popular será encontrada y rescatada por un bello y guapo magnate, transformará su vida para llenarla de maravillas (de amor eterno y dinero particularmente). Una imposibilidad para desarrollo humano y la equidad de género que no tendrán como aliada a la telenovela. La televisión “es un eficiente transmisor de la ideología que sustenta y justifica al sistema, y es un condicionador colectivo de máxima efectividad en la creación de valores, representaciones e imágenes ─la consciencia fetichizada─ destinados a salvaguardar y justificar, en la estructura síquica, las relaciones de estructura social. La energía síquica y el tiempo de trabajo síquico que pasivamente consumimos en la recepción profunda y continua de mensajes de todo tipo, en los que se nos transmite como óptima la concepción del mundo que justifica precisamente al imperio económico24. Asimismo, en México se nos educa para ver televisión o se nos abandona en ella. Entre sus diversas manifestaciones las mujeres son de igual manera persuadidas o abandonadas en las telenovelas, la concepción del mundo que tendremos viendo telenovelas será el que presenten los dueños de las televisoras, el que responda a sus fines financieros e ideológicos, el de una sociedad patriarcal, el de una deconstrucción del desarrollo humano. Finalmente, nos encontraremos con una 22 23 24 Telenovela. Ficción popular y mutaciones (1997), p.34. Ludovico Silva. Teoría y práctica de la ideología. (1971), Nuestro tiempo, México D.F. p. 134. Ludovico, S. (1971), p. 175. 11 inconsciencia, una falsedad y una apariencia que violentan más allá de los sentidos, también, la vida de tantas mujeres que soñarán y llorarán por la carencia de un cuento de hadas, de una novela rosa. BIBLIOGRAFÍA BOURDIEU, P. 1997, Sobre la televisión, Anagrama, Barcelona. HERNÁNDEZ M. A., López B. M., et al, 1997, Telenovela. Ficción mutaciones culturales, Gedisa. Colección: El mamífero parlante. Barcelona. popular y LUHMANN, N. 2000, La realidad de los medios de masas, Anthropos, México D.F. LUKACS, G. 1969, Historia y consciencia de clase. Estudios de dialéctica marxista, Grijalbo, Buenos Aires, Argentina. RAMÓN Gil, O. 1993, Televisión y cultura, UdeG. México. SARTORI, G. 1997, Homo videns. La sociedad teledirigida, Santillana, Punto de lectura, México D.F. MARTHA E. 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