2011 Febrero ¡Dios nos habla en el corazón! Jesús quería mucho a los apóstoles. Antes de volver al Cielo con su Padre, quiso cenar con ellos por última vez. Fue en ese momento que Un día caminaba cerca del lo río que Jordán, donde Juan les Jesús dio su mandamiento, más tenía endecía a la su gente que tenía que escuchar a Dios y no pecar más. corazón: “¡Ámense los unos a los otros Como señal les hace entrar en el río y los como yodelosesa heconversión amado!”(Jn. 13,34-35). Porque bautiza. También Jesús se acerca y cuando agua, justamente si nos amamos unossaleadelotros apenas bautizado, se ve al Espíritu Santo en forma de paloma estamos unidos y aún siendo distintos nos quevolvemos se posa sobre él y se escucha una voz del cielo que dice: como un único cuerpo. Una de las maestras vino y nos dijo que éramos egoístas. Comprendí lo que quería decirnos y reflexioné. “¡Este es mi hijo muy amado!” ¡Jesús es el hijo de Dios! ¡También a nosotros Dios nos ama inmensamente, y podemos llamarlo Padre! El quiere que seamos felices y nos sugiere en el corazón lo que tenemos que hacer en cada momento. Si escuchamos Su voz y decimos que “no” a la voz del hombre viejo, que nos quiere frenar en el amor, ¡Él nos llenará el corazón de felicidad! Entonces llamé a los otros niños con los que antes no quería jugar y les dije: Vengan también… «Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios» (Rm 8,14) Cuenta Eva de Texas en los Estados Unidos: “He hecho muchos actos de amor. Mi favorito fue cuando estaba en el patio de la escuela. Estaba jugando con mis compañeros de clase y no dejábamos que otros niños jugasen con nosotros. … ustedes a jugar y me sentí muy feliz. Cuando miré a mi alrededor había muchos niños y niñas que jugaban y entonces me conmoví”.