Lo que quiero es poder salir a la calle y mirar a todo

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LATERCERA Domingo 9 de octubre de 2016
cuadraban y nos lo informó. Se referían a los fondos que manejaba
Mauricio Peña, que era socio nuestro y, por lo mismo, las incongruencias eran relativamente difíciles de
presentar. Le decíamos: qué pasa
con esto, y él nos daba siempre una
explicación razonable, porque es
muy inteligente. No fue que descubrimos una irregularidad y saltó
altiro. Fue un proceso largo.
¿Cuándo fue la primera vez que lo
confrontaron?
Hace un mes, yo estaba de viaje y
me llamaron para informarme que
habían descubierto esta irregularidad. Yo dije ‘véanlo con Mauricio’,
que tenía plena confianza nuestra,
que partió con los fondos desde
cero, que desarrolló todos los procedimientos y sistemas. Personalmente, no me calzaba que estuviera haciendo nada malo. Lo conversaron con él y daba muy buenas
respuestas, muy razonables. Ahí
partieron las inquietudes, siempre
en el ánimo de que era un error.
¿En qué momento advierten
que no es un simple error?
Realmente, explotó el martes en la
tarde. Nos encontramos con un reporte mensual de un fondo peruano en el que habíamos invertido
indirectamente, que había sido
adulterado. A raíz de las sospechas,
les habíamos pedido a los peruanos
que nos enviaran directamente el
informe mensual y lo comparamos
con el que nos había entregado
Mauricio para justificar la determinación del precio de la cartera.
Ahí descubrimos que eran distintos.
¿Qué cosa estaba adulterada?
La evolución de los precios.
¿Qué tanto diferían las cifras del
informe peruano con el de Peña?
Era una diferencia importante, el
precio que nos reportaba era casi
nueve veces el precio real. Ahora, no
representaba un porcentaje del fondo que le hiciera salirse de los límites de inversión que tenía. Era muy
difícil de detectar, porque no se salía de los márgenes de las atribuciones que él tenía.
¿En qué invertía el fondo peruano?
Es un fondo que invierte en acciones y donde habíamos invertido a
través del fondo Insignia. Esa inversión estaba desde fines de 2014.
Originalmente, eran US$ 500 mil.
Es un fondo privado.
Tras detectar la adulteración, ¿qué
ocurrió?
Esa fue la gota que rebasó el vaso,
llamamos a Mauricio, juntamos al
directorio y lo enfrentamos.
¿Cómo reaccionó él?
Confesó y dijo que iba asumir todas las responsabilidades, aunque
eso significara ir a la cárcel.
Concretamente, ¿cómo operaba
para adulterar esos valores?
No tenemos certeza de todo lo que
hizo. Si nos remitimos al fondo peruano, lo que hizo fue, a inicios de
2015, empezar a falsificar el precio
que informaba a nuestro back office del fondo, que lo lleva Compass.
Partió con un precio un poco más
alto, de manera de reflejar una utilidad y de a poco lo fue subiendo.
Siempre con cuidado de no hacer
cambios que prendieran luces rojas. Cuando confesó, dijo que partió a inicios de 2015, pero estamos
investigando si hay algo hacia atrás.
¿Admitió haberlo hecho antes?
No, lo que sí descubrimos fue que
“El martes en la tarde nos
encontramos con un
reporte mensual de un
fondo peruano en el que
habíamos invertido
indirectamente, que había
sido adulterado”.
“Lo que quiero es
poder salir a la calle
y mirar a todo el
mundo a la cara”
“No tenemos certeza de todas
las cosas que hizo. Cuando
confesó, nos dijo que había
partido a inicios de 2015,
pero estamos investigando si
hay algo más hacia atrás”.
“Los socios vamos a
responder a los aportantes.
Vamos a dar la cara, poner
el pecho”.
operaba así con el fondo peruano
y con otros dos fondos que invierten en papeles muy sofisticados: en
Alemania y en Estados Unidos. Son
fondos que invierten en volatilidad,
que usaba para cubrir los riesgos de
la cartera, y utilizaba también opciones sobre el índice de S&P 500.
¿Qué otro detalle encontraron en
su modus operandis?
Él tenía un conocimiento profundo
de cómo manejar Bloomberg. Utilizaba una función que se llama CIX,
que permite fabricar fórmulas y presentar sus resultados con el mismo
formato con que sale el precio de una
acción o de un valor que se transa
normalmente. Ahora, la característica de esta función es que en el
nombre que le pones, en el nemotécnico que usas, viene con un punto antes, por ejemplo “.NAB”. Lo
que hacía Mauricio era que fabricaba su fórmula, le ponía el punto y el
mismo nombre que la opción que él
tenía en su cartera. Luego tomaba la
pantalla y la mandaba como una
foto por mail, pero antes se preocupaba de cortarle el margen a la foto,
de manera que el punto no aparecía.
Entonces, veías y pensabas que efectivamente ese era el precio de cierre.
Era un mecanismo sofisticado…
Por política, el fondo puede invertir en bonos, acciones acá y afuera. Lo que invierte afuera lo hace
preferentemente vía ETF, fondos
de inversión que se transan en Bolsa. Y tiene la posibilidad, además,
de poder ocupar estrategias activas
de coberturas de riesgo a través de
derivados. Es un fondo que opera
normalmente en derivados para
cubrir riesgos. Lo que fue pasando,
según la composición de escena
que tenemos, fue que él partió con
un fondo peruano, ilíquido, cerrado, privado, que no tenía precio de
mercado, y fue sofisticándose a
otros fondos, pero que mantenían
la característica de ser ilíquidos y
difíciles de valorizar.
¿Peña tenía plenas atribuciones
para manejar esos fondos?
Manejar un fondo de este tipo requiere distintas funciones. Una de
ellas es el portfolio manager, que
decide las inversiones, qué comprar, qué vender y arma la cartera.
Eso era Mauricio, pero, además,
para administrar bien el fondo requieres un buen back office y reporting, y eso lo teníamos tercerizado en Compass. Mauricio actuaba bastante solo, hace tres años
contratamos un analista que lo
ayudaba, pero él tuvo la habilidad
de mantenerlo al margen. El equipo era él y tenía el apoyo de Compass. En el fondo, lo que hacía era
comprar y vender, y para eso no se
necesita mucha gente, al contrario,
mientras más centralizado, mejor.
¿Compass nunca alertó o tuvo indicio de algo raro?
Entiendo que hubo algunas comunicaciones informales, llamados
por teléfono diciendo que había
un precio que no cuadraba; no me
consta a quién, eso es parte de la investigación. Entonces, la reacción
era, preguntémosle a Mauricio
cómo se justifica ese precio y él
siempre tenía una explicación razonable.
¿Qué ganaba Peña: que
al fondo que le iba mal le
fuera bien?
p
“Hay un daño afectivo, Mauricio era socio,
y para que una persona llegue a ser socio
tiene que existir afecto. Ese daño es
irreparable, ya se perdió”.
El mercado de capitales funciona a base de confianza,
¿qué tan irreparable es el
daño reputacional que provocará este caso en Aurus?
Es un daño enorme, es lejos
lo más fuerte que hemos vivido en nuestra historia profesional, pero estamos aquí
para dar la cara y eso es lo que
debiera mantener nuestra reputación. Hemos recibido
muchas llamadas de apoyo.
¿De inversionistas?
Principalmente de inversionistas y de amigos. La verdad,
estamos muy agradecidos por
la confianza y por el apoyo
que hemos tenido.
¿Es reparable el daño en
imagen?
Yo espero que sí. Uno gira a
cuenta de toda una historia de
rectitud y de responsabilidad. Nosotros vamos a hacer
todo lo posible para reparar
todo lo que haya que reparar.
¿Qué será mayor: el daño
económico o de imagen?
Acá hay varias aristas. Hay
daños de toda naturaleza. Hay
un daño afectivo, Mauricio
era socio, y para que una persona llegue a ser socio tiene
que existir afecto, ese daño es
irreparable, ya se perdió. Los
daños económicos son plata.
¿Cuál le importa más?
Eso es tan personal, todo influye. Lo que quiero es poder
salir a la calle y mirar a todo
el mundo a la cara, como lo
he hecho siempre.
¿Cómo van a enfrentar el
proceso para reparar el daño
corporativo?
Vamos a dar la cara, poner el
pecho y responder.
¿Cómo ha sido la relación
con los socios?
Ese es un punto súper importante. Si uno puede rescatar algo bueno de todo esto es
el equipo que tenemos aquí.
El compromiso, la entrega de
todos los socios, de toda la
gente que se queda hasta las
11 de la noche, trabajando,
dedicados, con mucha lealtad. Uno siente que están ahí
contigo y el apoyo es valioso.
Eso es lo que repara la parte
afectiva. Y entre los socios, un
compromiso que realmente
emociona, porque somos distintos, aquí hay socios más
viejos y otros más jóvenes,
pero el trabajo en equipo y el
respeto por las opiniones de
todos, la entrega de todos, es
algo notable. Eso es lo único
bueno que uno puede rescatar de todo esto.
¿Van a presentar acciones
civiles o penales contra Mauricio Peña?
No soy abogado, pero sí, las
acciones penales las vamos a
seguir, es nuestra responsabilidad fiduciaria seguir acciones penales, porque aquí
creemos que hay un fraude.
¿Lo van a indemnizar por
ser despedido?
No. Él fue despedido por faltas graves a su contrato de
trabajo, por lo tanto, no tiene indemnización.
¿Y tendrán que pagarle su
participación como socio?
Nosotros tenemos un pacto
de accionistas que maneja y
ordena las relaciones entre
los socios y, según ese acuerdo, no tenemos que pagarle
nada por sacarlo, porque él
cometió una falta grave.
¿Cree que este caso va a motivar una mayor regulación?
Hay países donde la valorización de este tipo de fondos
las hace una empresa externa, no el mismo gestor.
Creo que es una buena práctica que la valorización la
haga un tercero. En otras industrias están mucho más segregadas las funciones. En
EE.UU. hay una persona que
es el fund manager y otra
institución que es el administrator, el back office. Y las
responsabilidades están muy
bien asignadas. Aquí, la legislación no libera a la administradora de las responsabilidades del back office. Es
un tema complejo, pero quizás si pudieras separar esas
responsabilidades podrías tener mejor segregación de esas
funciones.N
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