Infecciones en cabeza-cuello según los espacios anatómicos Poster no.: S-0657 Congreso: SERAM 2012 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: J. C. Tortajada Bustelo, M. Prenafeta Moreno, C. Spinu, M. Cufi Quintana, A. Rovira Gols, A. Carvajal Diaz; Sabadell/ES Palabras clave: Infección, Absceso, Educación, TC, RM, Oído / Nariz / Garganta, Cabeza y cuello DOI: 10.1594/seram2012/S-0657 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Página 1 de 44 Objetivo docente Conscientes de que el cuello a priori puede presentar una anatomía compleja dado las diferentes estructuras que contiene y sus interrelaciones, intentaremos realizar un repaso anatómico de los diversos espacios radiológicamente reconocibles a partir de los procesos infecciosos agudos que los pueden comprometer. Revisión del tema REPASO ANATÓMICO _ ANATOMÍA DE LA ÓRBITA El esqueleto óseo de la órbita está formado por siete huesos: frontal, esfenoidal, malar, palatino, etmoides, lacrimal y maxilar superior. La pared medial y el suelo orbitario son extremadamente delgados, mientras que el techo orbitario y la pared lateral son las más gruesas y resistentes. El vértice o ápex orbitario es un pequeño tabique óseo que se proyecta inferior y medialmente desde el ala menor del esfenoides formando el canal óptico. Página 2 de 44 Fig. 1: Anatomía de la órbita ósea. 1- Hueso maxilar, 2- Hueso malar, 3- Hueso frontal, 4- Hueso lagrimal, 5- Lámina papirácea del etmoides, 6- Ala menor del esfenoides, 7- Ala mayor del esfenoides, 8- Apófisis orbitaria del hueso palatino, 9- Fisura orbitaria superior, 10- Fisura orbitaria inferior, 11- Surco infraorbitario, 12Agujero infraorbitario, 13- Canal óptico, 12 Escotadura supraorbitaria. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN · Canales y fisuras orbitarias: Fig. 2: Canales y fisuras orbitarias Página 3 de 44 Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN El contenido orbitario se encuentra compartimentalizado por estructuras que actúan a modo de tabiques, que son: el periostio, los músculos rectos que forman una pirámide o cono muscular, el septum orbitario (fina lámina de tejido fibroso que se origina en el periostio orbitario y que se inserta a nivel del tarso palpebral) y la cápsula de Tenon (cápsula fibrosa que rodea al ojo desde detrás del limbo hasta el nervio). Así el contenido orbitario es dividido en espacios o compartimentos; desde fuera hacia adentro de la órbita son: - Espacio preseptal: anterior al septum orbitario. Contiene la grasa palpebral y las vías lacrimales. - Espacio postseptal: posterior al septum orbitario. Lo podemos subdividir en : • • • • Espacio subperióstico o periórbita: entre el periostio y las paredes orbitarias. Es un espacio virtual. Espacio periférico o extraconal: entre el periostio y el cono orbitario (músculos rectos). Espacio intracónico: dentro del cono orbitario. Ápex orbitario: en el vértice orbitario en comunicación con el canal óptico y las hendiduras orbitarias. Contiene las inserciones de los músculos (anillo de Zinn) y la entrada de la arteria oftálmica y el nervio óptico. Fig. 3: Anatomía de los espacios orbitarios. Página 4 de 44 Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Fig. 4: Correlación anatómica con estudio TC: 1- Nervio óptico, 2- Ms recto superior, 3- Ms recto lateral, 4- Ms recto inferior, 5- Ms recto medio, 6- Ms oblicuo inferior, 7- Página 5 de 44 Ms oblicuo superior, 8- Ms elevador del parpado superior, 9- seno maxilar, 10- celdas etmoidales, 11- lamina papiracea, 12- lamina cribosa, 13- seno esfenoidal, 14- cornete medio, 15- cornete inferior, 16 glándula lagrimal. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ANATOMÍA DE LAS CAVIDADES NASALES FOSAS NASALES: Las fosas nasales son dos cavidades anfractuosas situadas en medio del macizo facial que se extienden desde el orificio nasal externo (narina) hasta la coana (y desde aquí se continúan con la rinofaringe), separadas por el tabique nasal. Paredes orbitarias: Pared superior: formada por los huesos propios, la espina del hueso frontal, la lámina cribosa y el cuerpo del esfenoides. Pared inferior: formada por el paladar duro. Pared medial: es el tabique nasal, que está constituido por el cartílago septal, la lámina perpendicular del etmoides y el vómer. Pared lateral: es la más compleja. En ella se identifican tres o cuatro cornetes que delimitan lateralmente unos espacios, los meatos: • • • -Meato inferior: delimitado por el cornete inferior. Drena el conducto nasolacrimal. -Meato medio: delimitado por el cornete medio. Se aprecian dos relieves óseos que dan lugar a dos estructuras importantes: la bulla etmoidal y la apófisis unciforme; ambas limitan el canal uncibullar donde tiene lugar el drenaje del seno frontal, la mayor parte de las celdas etmoidales anteriores y el seno maxilar. La extremidad ántero-superior del canal uncibullar es estrecha, se llama infundíbulo, y su porción inferior es más ancha y se denomina hiatus semilunar, que es donde drena el seno maxilar. -Meato superior: queda delimitado por el cornete superior. Drenan las celdas etmoidales posteriores y el seno esfenoidal. SENOS PARANASALES: Página 6 de 44 Los senos paranasales son expansiones de las cavidades nasales al interior de los huesos craneales: • • • • Frontal: su suelo forma parte del techo de la órbita (y en el se encuentra el canal del nervio infraorbitario), y su pared posterior forma la cara anterior de la fosa craneal anterior. Maxilar: su pared superior corresponde al suelo de la órbita, donde se localiza el nervio infraorbitario. Etmoides: formado por varias celdas neumatizadas; en ocasiones "invaden" al cornete medio que presenta una aspecto neumatizado (denominándose concha bullosa). El techo etmoidal (lámina cribosa y la apófisis crista galli) forman parte de la base del cráneo. La pared lateral es la lámina papirácea, que a su vez forma la pared medial de la órbita. Esfenoides: con tamaño y formas variables, y con un septum en situación paramedial. La pared superior se relaciona anatómicamente con la hipófisis. El nervio óptico discurre por la pared lateral externa donde se encuentra la arteria carótida interna y el seno cavernoso. Fig. 5: Correlación anatómica con imagenes TC: 1-seno maxilar, 2-conducto nasolagrimal, 3- seno frontal, 4- seno esfenoidal, 5- cornete medio, 6- cornete inferior, 7- apófisis unciforme, 8-bulla etmoidal, 9-agujero infraorbitario, ostium maxilar (flecha doble amarilla), ostium esfenoidal (flecha simple amarilla), 10- celdas etmoidales, 11-conducto nasofrontal, 12- lámina cribosa, 13-crista galli, 14- lámina papiracea, Página 7 de 44 15- huesos propios nasales, 16- tabique nasal, 17- apófisis palatina del maxilar, 18conducto palatino anterior, 19- conducto óptico, 20-canal redondo mayor, 21- canal vidiano Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ANATOMÍA DE LA CAVIDAD ORAL Los límites de la cavidad oral son: el borde alveolar maxilar (anterior), paladar duro (superior), mejilla (lateral), amígdala lingual y paladar blando (posterior). Se divide en 3 espacios: • • • Superficie oral mucosa: epitelio escamoso estratificado no queratinizado Raíz de la lengua: zona profunda de la línea media de la lengua bucal, por encima del milohioideo y por debajo de los músculos extrínsecos de la lengua; contiene los músculos geniohioideo y geniogloso. Espacio mandibular: el espacio mandibular se encuentra por encima del hueso hioides, y esta subdividido en 2 compartimentos por el músculo milohioideo: el espacio sublingual (localizado entre la mucosa oral y el músculo milohioideo, y el espacio submandibular (localizado entre el milohioideo y la fascia cervical superficial). El espacio sublingual es parte de la cavidad oral, y por lo contrario el espacio submandibular se considera própiamente parte del cuello suprahioideo anterior. El espacio submandibular contiene la glándula submaxilar, ganglios linfáticos (niveles Ia y Ib), la parte caudal del asa del nervio hipogloso y el vientre anterior del músculo digástrico. Página 8 de 44 Fig. 6: Correlación anatómica con imagenes TC. Foto 1: a- Ms pterigoideo lateral, b- ms pterigoideo medial, c- ms masetero, d- parótida, e- espacio parafaríngeo. Foto 2: 1- Músculos intrínsecos de la lengua, 2- ms geniogloso, 3- ms genihioideo, 4ms milohioideo, 5- vientre anterior del ms digástrico, 6- ms platisma coli, 7- espacio sublingual. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 9 de 44 Fig. 7: Correlación anatómica con imagenes TC. Foto 3 y 4: 1- Músculos intrínsecos de la lengua, 2- ms geniogloso, 3- ms genihioideo, 4- ms milohioideo, 5- vientre anterior del ms digástrico, 6- ms platisma coli, 7- espacio sublingual, a- glándula submaxilar, b -amígdala lingual, c- amígdala palatina. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ANATOMÍA CERVICAL Para analizar los procesos que afectan a la región de la cabeza y el cuello es necesario conocer los espacios anatómicos, sus relaciones, sus contenidos así como la distribución de la fascia cervical profunda, ya que dicha fascia delimita los espacios cervicales profundos. Podemos dividir el cuello en: - Cuello suprahioideo se define como el conjunto de espacios situados en la fascia profunda por encima del hueso hioides: espacio parafaríngeo, espacio de la mucosa faríngea, espacio masticador, espacio parotídeo, espacio vascular (o carotídeo), espacio retrofaríngeo y espacio perivertebral. - Cuello infrahioideo, por debajo del hueso hiodes. Algunos de estos espacios se continúan hacia arriba (suprahioideo) y/o hacia el mediastino, incluye los espacios: visceral, cervical posterior, vascular, retrofaríngeo y perivertebral. FASCIAS CERVICALES: Los diferentes elementos musculares, nerviosos y vásculo-viscerales que constituyen el cuello están envueltos por membranas denominadas fascias y vainas. Su función radica principalmente en la compartimentalización de las diferentes regiones anatómicas y la contención de los músculos en la contracción. Fascia cervical superficial: es una capa delgada de tejido conectivo subcutáneo que se extiende entre la dermis y la fascia cervical profunda. Contiene el músculo platisma coli, tejido adiposo, terminaciones nerviosas y vasos linfáticos. Es considerado por algunos autores como una parte del panículo adiposo, y no como una fascia verdadera. Fascia cervical profunda: se divide en 3 capas (superficial, media y profunda), siendo estas las que determinan los espacios cervicales profundos: Página 10 de 44 - La Superficial "reviste" los músculos esternocleidomastoideo, infrahioideos y trapecio. Determina el espacio masticatorio, parotídeo, y forma parte de la vaina carotídea. - La Media define el borde profundo del espacio de la mucosa faríngea, y también contribuye a formar parte de la vaina carotídea. - La Profunda rodea el espacio perivertebral y también contribuye la formación de la vaina carotídea. Emite un fascículo que se sumerge medialmente a la apófisis transversa vertebral, dividiendo el espacio perivertebral en prevertebral y paraespinal. Fig. 8: Anatomía cervical. Fascia cervical profunda y espacios anatómicos. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 11 de 44 Fig. 9: Anatomía cervical. Fascia cervical profunda y espacios anatómicos. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN PROCESOS INFECCIOSOS SEGÚN LOS ESPACIOS INFECCIONES DE LA ÓRBITA: Los procesos infecciosos orbitarios se dividen según su localización respecto al septum orbitario en: preseptales (periorbitarios) y postseptales (orbitarios). CELULITIS PRE-SEPTAL Afecta al tejido blando anterior al septum orbitario. Se originan por diseminación de procesos infecciosos contiguos faciales, odontógenos, anexos oculares o puerta de entrada traumática. Página 12 de 44 CELULITIS POST-SEPTAL Afecta al tejido blando posterior al septum orbitario. Se divide en: • • • Intraconal: incluye a la musculatura de los rectos orbitarios y las estructuras delimitadas en su interior, dentro del cono orbitario: nervio óptico y grasa intraconal. Extraconal: entre el hueso orbitario y la fascia externa de los musculatura extraocular. Subperióstico: por debajo del periostio del hueso orbitario. Suelen ocurrir como una complicación de una sinusitis por diseminación perivascular o por afectación por contigüidad (abscesos subperiósticos), como ya se ha mencionado en el apartado anterior. En el diagnóstico diferencial de la celulitis postseptal se incluye el pseudotumor orbitario, la miositis orbitaria y las neoplasias intra/extraorbitarias. El estudio de imagen está indicado cuando se plantea la duda entre afectación pre/ postseptal, y en la valoración del grado de la afectación postseptal. La indicación quirúrgica es necesaria para los abscesos intraconales, y los postseptales o subperiósticos que alteren la visión (fig 10). Página 13 de 44 Fig. 10: Complicación orbitaria de una sinusitis máxilo-etmoidal: Se observa una colección hipodensa con realce periférico subperióstica orbitaria derecha adyacente a la lámina papirácea que protuye a la órbita causando una proptosis ocular, compatible con un absceso subperióstico. Rarefacción de la grasa orbitaria postseptal, compatible con componente de celulitis postseptal. También se observa un segundo absceso palpebral inferior (preseptal). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN DACRIOCISTITIS: Se define como la inflamación y la dilatación del saco lacrimal, que se localiza a lo largo del cantus orbitario interno. Es secundaria a obstrucción del conducto nasolacrimal, por estenosis ductal o dacriolito. Página 14 de 44 Fig. 11: Anatomia via lacrimal Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN La dacriocistitis se manifiesta como una afectación inflamatoria de las partes blandas en el cantus orbitario interno, conjuntivitis, y lagrimeo. El estudio TC contrastado esta indicado cuando se plantean dudas de diagnóstico diferencial entre celulitis pre/postseptal. En el TC se presenta como una imagen circunscrita hipodensa con realce periférico a nivel de la fosa lacrimal (fig 12). Página 15 de 44 Fig. 12: Dacriocistitis: Paciente que en el contexto de una sinusitis máxilo-etmoidal bilateral presenta una colección hipodensa con realce periférico a nivel del cantus orbitario interno de la órbita izquierda (asterisco), compatible con dacriocistitis. Engrosamiento y edema del tejido subcutáneo palpebral (flecha), compatible con celulitis preseptal asociada. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN INFECCIONES SINUSALES: SINUSITIS Se define como sinusitis al proceso que cursa con inflamación de la mucosa que reviste a los senos paranasales. El diagnóstico de sinusitis aguda es clínico, y sólo es necesario una exploración de imagen (TC preferentemente) para descartar complicaciones. Clasificación de la American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Surgery (1997), según la duración y los cambios subyacentes de la mucosa sinusal: • • • Sinusitis aguda (< 1 mes): se presentan como una opacificación o un nivel hidroaéreo en un seno. Sinusitis subaguda (> 1 mes): si la infección no se resuelve, se produce un engrosamiento mucoso progresivo debido al proceso inflamatorio. Sinusitis crónica (>3 meses): los cambios son irreversibles. También se incluyen los pacientes que presentes >4 episodios al año o que repetidamente no respondan al tratamiento médico. SINUSITIS FÚNGICA Página 16 de 44 Existen cuatro grandes categorías de sinusitis fúngicas, basadas en la fisiopatología: - Colonización fúngica no invasiva (o micetoma) : se da en pacientes inmunocompetentes que presentan sinusitis recurrentes con mala respuesta al antibiótico; el hongo vive de una forma saprofítica en la mucosa sinusal. TC: se presenta en forma de opacificación/masa habitualmente de un solo seno con áreas centrales calcificadas, y engrosamiento y esclerosis de las paredes óseas sinusales (por inflamación crónica). RM: característicamente muestran una hiposeñal intrasinusal en las secuencias potenciadas en T2. - Sinusitis fúngica alérgica: consiste en una enfermedad sinusal benigna no invasiva que está en relación con una reacción de hipersensibilidad a antígenos fúngicos. TC: opacificación y expansión de múltiples senos con material hiperdenso en su interior. - Sinusitis fúngica invasiva crónica: afecta primariamente a personas inmunocompetentes en las que el hongo prolifera en la cavidad sinusal y penetra en la membrana mucosa de los senos afectados. El tratamiento es la evacuación quirúrgica y agentes antifúngicos (fig 13). - Sinusitis fúngica invasiva aguda o fulminante: afecta principalmente a pacientes inmunocomprometidos y presenta un curso rápidamente progresivo con evolución fatal en la mayoría de las ocasiones. El tratamiento consiste en la limpieza quirúrgica asociado a tratamiento antifúngico intravenoso (fig 14). En la sinusitis fúngica invasiva el pronóstico depende de un diagnóstico precoz. Desafortunadamente, no existen unos criterios diagnósticos específicos; la erosión ósea y la extensión extrasinusal son los signos más sugestivos en pacientes inmunocomprometidos, pero aparecen de forma tardía en el curso de la infección. Uno de los signos más precoces, pero poco específico, es el edema unilateral de la mucosa de la cavidad nasal, que sería más de lo esperado para una rinosinusitis habitual. Los patógenos implicados suelen ser el Aspergillus y hongos del orden Mucoraceae (incluyendo Rhizopus y Mucor). La mucormicosis tiene una predisposición por las órbitas, los senos cavernosos, la base del cráneo y la invasión perineural. Página 17 de 44 Fig. 13: Sinusitis fúngica crónica invasiva: Paciente diabética con cuadro de cefalea e inestabilidad de largo tiempo de evolución. Se observa ocupación del seno esfenoidal y de algunas celdas etmoidales, con calcificaciones centrales, y erosión de la pared posterior y superior del esfenoides (#). RM: Hiposeñal T2 intrasinusal esfenoidal (*). ACIs segmento cavernoso sin alteraciones. En el estudio histológico se evidenció la presencia de hifas (Phialemonium curvatum, PCR-DNA) Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 18 de 44 Fig. 14: Sinusitis fúngica aguda invasiva. Paciente de mayor con antecedentes de diabetes, cirrosis VHC, y IRC, que presenta cefalea y afectación rápidamente progresiva del nervio óptico, III, VI, y rama nasal del V pc. izquierdos (afectación del anillo de Zinn). Se observa una ocupación parcial del hemiseno esfenoidal izquierdo, con destrucción de la pared lateral (flecha) y extensión a nivel de la hendidura esfenoidal afectando a las estructuras del vértice orbitario (*). Se realizó biopsia dirigida que fue compatible con sinusitis invasiva por Apergillus Fumigatus. (Imagen histológica cedida por la Dra. R Bella, servicio de anatomía patológia H Parc Taulí) Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN COMPLICACIONES DE LAS SINUSITIS: Se producen por progresión de la infección a estructuras vecinas, a través de las paredes óseas o de canales vasculares. Oculares (fig 10) Se clasifican en cinco grados según la clasificación de Chandler (sin ser una escala secuencial): 1. 2. 3. 4. 5. Grado I. Edema inflamatorio: tumefacción palpebral. Grado II. Celulitis orbitaria (post-septal): infiltración difusa de la grasa orbitaria sin formación de absceso. Grado III. Absceso subperióstico: acumulo de pus entre la periórbita y las paredes orbitarias, por debajo del periostio. Suele producirse por la propagación orbitaria de una etmoiditis a través de la lámina papirácea, pero aún contenida por el periostio. Grado IV. Absceso orbitario: acumulación de pus dentro de los tejidos orbitarios, que suele causar oftalmoplejía, dolor orbitario, proptosis, quemosis y papilitis. El grado máximo es el síndrome del vértice orbitario por afectación de las estructuras que pasan por el agujero y hendidura orbitaria (nervio óptico y oculomotores), causando oftalmoplejía completa y ceguera irreversible. Grado V. Trombosis del seno cavernoso: La infección se extiende en dirección posterior hasta el seno cavernoso a través de las venas infra y supraorbitarias. Cursa con proptosis, oftalmoplejia, disminución agudeza visual, deterioro del estado general y coma. Complicaciones intracraneales: • Meningitis: es la complicación intracraneal más frecuente, se inicia desde el seno esfenoidal o frontal. Página 19 de 44 • • • Absceso epidural (fig 15): el seno más frecuente implicado es el frontal, y suele ser por Staphilococcus aureus. Absceso subdural: es una complicación rara (10% de todas las intracraneales). Absceso cerebral: suelen afectar al lóbulo frontal; los senos más implicados son frontales y etmoidales. Los agentes causantes son anaerobios, Streptococcus (viridans, pyogenes, pneumoniae) y Haemophilus. Fig. 15: ABSCESO EPIDURAL: Paciente que en el contexto de una sinusitis frontal presentó un absceso epidural. En el TC con contraste se puede ver una colección hipodensa epidural frontal izquierda,con realce periférico, compatible con un absceso. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Complicaciones óseas: Actualmente la osteomielitis es una complicación rara. La infección sinusal se extiende de forma directa o a través de las venas del díploe, afectando a las huesos planos del cráneo, frontal, etmoidal y maxilar. Página 20 de 44 CAVIDAD ORAL (Fig 6 y 7) INFECCIONES ODONTÓGENAS DEL ESPACIO MANDIBULAR (SUBLINGUAL Y SUBMANDIBULAR): Las infecciones en estos espacios generalmente ocurren como resultado de una lesión radicular dental o una infección periodontogénica, más frecuentemente del 2n o 3r molar. Las raíces de los molares más posteriores por lo general se extienden por debajo del nivel de la inserción mandibular del músculo milohioideo; por lo tanto las infecciones de los últimos molares son más propensas a extenderse al espacio submandibular. El margen postero-lateral del músculo milohiodeo tiene un borde libre (a la altura de 2n-3r molar), comunicando el espacio sublingual con el submaxilar; esta condición anatómica implica que los procesos infecciosos pueden extenderse entre estos dos espacios (fig 16-19). Fig. 16: ABSCESO SUELO DE BOCA: Colección hipodensa con realce periférico a nivel del suelo de la boca. (A- platisma coli,B- vientre anterior ms digástrico, Cglándula submaxilar, D-cartílago hioides). Página 21 de 44 Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Fig. 17: AFECTACIÓN DEL ESPACIO SUBLINGUAL: Se observa pequeña colección sublingual(A),medial al ms milohioideo y adyacente a la rama mandibular. En la ventana ósea podemos identificar el origen odontogénico del proceso(B). Ms geniogloso (C), Ms milohioideo (D). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 22 de 44 Fig. 18: ABSCESO SUBMANDIBULAR: Colección localizada entre el vientre anterior del digástrico (A) y el platisma coli (B). Otras estructuras a identificar: Músculo geniohioideo (D), y ms geniogloso (C). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 23 de 44 Fig. 19: Proceso infeccioso del espacio submandibular derecho con presencia de aire, trabeculación de la grasa, engrosamiento del platisma coli (A), y áreas hipodensas en el vientre anterior del músculo digástrico (B). En los cortes coronales se observa una afectación del espacio masticador con engrosamiento de los musculatura pterigoidea (C) y del masetero (D). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Se debe de valorar la localización y extensión del proceso, ya que dado la compartimentación cervical por fascias es posible la diseminación a distancia por todo el compartimento; un ejemplo de esto es la siguiente imagen (fig 20): Fig. 20: Extensa afectación de los espacios cervicales izquierdos (submandibular, maseterino, parafaríngeo, cervical posterior y visceral), con presencia de una colección mediastínica (*). Podemos observar una area osteolítica en la rama mandibular izquierda, que traduce un origen odontogénico del proceso séptico. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ANGINA DE LUDWIG: Página 24 de 44 Infección agresiva del suelo de la boca, que cruza la línea media presentando una rápida extensión a espacios cervicales profundos, pudiendo comprometer la vía aérea. Grodinsky en 1939 definió como criterio diagnóstico la presentación en forma de un proceso celulítico del espacio mandibular que siempre incluye a las dos glándulas sublinguales y se difunde por contigüidad. Las causas más frecuentes es la odontógena (90%). Las infecciones suelen ser mixtas (especialmente Streprococcus y Stafilococcus) Aparece entre los 20-60 años, con una incidencia mayor en hombres y muchos de los pacientes presentan comorbilidad asociada (diabéticos, inmunodeficiencias, lupus, glomerulonefritis…). Clínicamente se presenta como una induración del espacio submandibular, con elevación y desplazamiento posterior de la lengua (pudiendo causar compromiso de la vía aérea). Si la infección no es tratada puede extenderse por las fascias afectando otros espacios cervicales. El TC con contraste es útil para describir los espacios afectados, ver si hay colecciones sugestivas de drenaje, y valorar el compromiso de la vía aérea (fig 21). Fig. 21: ANGINA DE LUDWIG: Gran afectación difusa celulítica emfisematosa del suelo de la boca (espacio submandibular y sublingual) con extensión al espacio parafaríngeo, sin visualizarse colecciones; cuadro de presentación típica de la angina de Ludwig. Obsérvese la disposición del emfisema que diseca la separación entre el músculo milohioideo (inferior) y genihioideo (superior) (flecha roja). Página 25 de 44 Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN SUBMAXILITIS: De forma resumida, podemos diferenciar dos proceso infecciosos de las glándulas salivares, la sialoadenitis y la sobreinfección como complicación de la sialolitiasis. Sialoadenitis: Inflamación de las glándulas salivares, que incluye tanto procesos agudos como crónicos. > Sialoadenitis agudas: afectan preferentemente a las parótidas, y pueden ser víricas(epidémicas) o bacterianas (supuradas). • • Bacterianas: Se produce una afectación difusa del parénquima glandular, generalmente unilateral, afecta a pacientes deshidratados, inmunodeprimidos, y ancianos. La presentación clínica suele ser en forma de tumefacción, hiperemia cutánea, trismus, y fiebre. El tratamiento es médico, y las pruebas de imagen están indicadas para valorar la presencia de colecciones organizadas candidatas de ser drenadas. Víricas (típica de la parotiditis): enfermedad viral generalizada y contagiosa que produce una tumefacción glandular generalmente bilateral. Afecta sobre todo a niños, siendo los agentes implicados: CMV, Coxsackie, Influenzae y Paramixovirus ( "paperas"). Presentan un curso autolimitado, con buen pronóstico. El diagnóstico es clínico, no siendo necesario las pruebas de imagen. > Sialoadenitis crónicas: se caracterizan por episodios subagudos de carácter recidivante, distinguiéndose diferentes procesos etiológicos que no entraremos en esta revisión. Sialolitiasis: Es la afectación más común de las glándulas salivares, con un predominio por la glándula submaxilar (submaxilitis litiásica) debido a las características del conducto Wharton (su trayecto ascendente). La clínica depende del grado de obstrucción (parcial o total), pudiendo causar episodios cólicos en relación con las comidas, con tumefacción de la glándula. El estudio TC está indicado en el proceso agudo para descartar la presencia de abscesos, y/o valorar la presencia de litiasis (fig 22). Página 26 de 44 Fig. 22: Colección en el espacio submandibular, en relación con la glándula submaxilar (*) que está aumentada de tamaño y desestructurada; presencia de dos litiasis (flechas amarillas) en el trayecto del conducto de Wharton. Rarefaccion de la grasa adyacente subplatismal (flecha blanca curva), así como a nivel del espacio parafaríngeo homolateral (flecha naranja). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO PAROTÍDEO Este espacio se situa en la zona lateral del cuello suprahioideo, en la zona de la mejilla anterior al canal auditivo externo Está rodeado por la capa superficial de la fascia cervical profunda, y contiene: la glándula parótida, ramas de la arteria carótida externa, el nervio facial, la vena retromandibular y ganglios linfáticos intraparotídeos. Se divide en los compartimentos superficial y profundo. La verdadera división la establece el nervio facial, pero al no ser visible radiológicamente, se traza una línea imaginaria entre el agujero estilomastoideo y el borde lateral de la vena retromandibular, que sirve como indicador radiológico. Se relaciona con el espacio parafaríngeo (medial), el espacio masticador (anterior), y el espacio vascular (pósteromedial). La cola de la parótida se proyecta pósteroinferiormente en el espacio submandibular. PAROTIDITIS: Página 27 de 44 Es la afectación inflamatoria de la glándula parótida. Como ya se ha visto en el apartado anterior (sialoadenitis / sialolitiasis), podemos tener diferentes causas: • • • Viral, la más típica, y de afectación bilateral. Bacteriana aguda: infrecuente, pero puede presentarse como un proceso purulento de progresión rápida. Infecciones recurrentes y sialoadenitis crónica: suele estar relacionada con la presencia de cálculos. En la parotiditis aguda (fig 23) el TC con contraste muestra un aumento del tamaño y del realce glandular. Se debe valorar la presencia de abscesos intra o periparotídeos, y la existencia de litiasis en la glándula o en el conducto. La presencia de una rarefacción de la grasa circundante sugieren un origen bacteriano. Fig. 23: TC con contraste: Aumento de la densidad del parénquima de la glándula parótida izquierda, con presencia de una litiasis a nivel del hilio glandular (flecha amarilla) y una dilatación del conducto glandular intraductal (cabeza de flecha amarilla) , así como una discreta afectación de los tejidos blandos adyacentes. Conducto de Stenon (flecha roja). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO MASTICADOR Página 28 de 44 Se sitúa por delante de la glándula parótida y ánterolateral al espacio parafaríngeo, rodeado por la fascia cervical profunda. Contiene los músculos pterigoideos, el músculo masetero, el músculo temporal, el plexo venoso pterigoideo, y la rama posterior del cuerpo de la mandíbula. El espacio masticador se divide a la altura del arco cigomático en: supracigomático (fosa temporal) y infracigomático (fosa infratemporal) Los procesos infecciosos que afectan a este espacio suelen ser de origen odontógeno, pudiendo causar abscesos y/o osteomielitis. Estas infecciones con frecuencia se extienden a espacios adyacentes: sublingual, submandibular, parotídeo y parafaríngeo. Se presentan clínicamente con trismus y dolor de la rama mandibular, por afectación de la musculatura. El estudio de imagen es útil en caso de: trismus que impide la exploración, para definir la extensión del proceso y si existen colecciones, e identificar áreas de osteomielitis. En el TC con contraste se pone en evidencia la afectación de la musculatura del espacio masticador : abscesos (colección con realce periférico) y/o áreas de miositis. Se suele ver una compresión ánterolateral del espacio parafaríngeo, secundario al proceso inflamatorio de las estructuras del espacio masticador (fig 24). Se ha de valorar la ventana ósea en busca de afectación odontógena y/o signos de osteomielitis. Página 29 de 44 Fig. 24: AFECTACIÓN DEL ESPACIO MASTICADOR Y PAROTÍDEO: Aumento del tamaño y de la atenuación de la glándula parótida izquierda con áreas hipodensas en su interior: flemonosas / abscesificadas (flecha roja). Se observa una extensión al compartimento masticador con aumento del tamaño de los músculos masetero y pterigoideos, y áreas flemonosas intramusculares (flecha naranja). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO VASCULAR (CAROTÍDEO) Son espacios tubulares pares que atraviesan el cuello suprahioideo e infrahioideo inmediatamente laterales al espacio retrofaríngeo. Esta recubierto por la vaina carotídea, que está compuesta por las tres capas de la fascia cervical profunda. El espacio vascular en su porción suprahioidea contiene: la vena yugular interna, la carótida interna, los pc IX al XI y el plexo simpático; y en su porción infrahioidea contiene: carótida primitiva, vena yugular interna y el nervio vago (X pc.) TROMBOFLEBITIS SÉPTICA DE LA V. YUGULAR INTERNA (SD. DE LEMIERRE): En 1936 Lemierre describe este síndrome caracterizado por una septicemia anaeróbica, tromboflebitis séptica de la vena yugular interna, y émbolos sépticos, secundario a Página 30 de 44 procesos infecciosos de cabeza y cuello, siendo la amígdala palatina el origen más frecuente. El 81% de los casos esta implicado el Fusobacterium necrophorum. Primariamente se produce una infección farínge, con odinofagia e inflamación faríngea; el segundo paso es la invasión de la pared lateral de la faringe, y finalmente la tromboflebitis de la vena yugular interna. Los émbolos sépticos pulmonares ocurren en un 97% de los casos, manifestándose con dolor torácico y dísnea. Tiene una mortalidad del 8% a pesar del tratamiento. El TC con contraste es muy útil para el diagnóstico, siendo característico la presencia de: un proceso inflamatorio cervical, el defecto de replección de la vena yugular interna, y en algunos casos los émbolos sépticos pulmonares. La tromboflebitis de la yugular se observa como un defecto de llenado de la vena con un realce periférico de las paredes del vaso (venae vasorum), y un aumento-edema de la grasa que rodea al espacio vascular como consecuencia del proceso celulítico (fig 25). Fig. 25: SD. DE LEMIERRE: Paciente con sepsis streptocócica de probable origen orofaríngeo, en el que se muestra una trombosis de la vena yugular interna izquierda Página 31 de 44 con fino realce de la pared vascular (de los vasa vasorum) (flecha roja). Se observa un afectación inflamatoria del tejido graso adyacente al espacio carotídeo (flecha curva naranja). En el plano sagital se puede ver el segmento venoso trombosado, ocupado por un trombo de densidad baja. Carótida izquierda (flecha verde). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO DE LA MUCOSA FARÍNGEA Representa a la mucosa faríngea, limitada profundamente por la capa media de la fascia cervical profunda. El contenido des este espació consiste en: la mucosa faríngea, el anillo linfático faríngeo (adenoides, amígdalas palatinas y linguales) y glándulas salivales menores submucosas. Este espacio se extiende desde el techo de la nasofaringe hasta la hipofaringe, subdividiéndose en tres componentes: nasofaríngeo, orofaríngeo e hipofaríngeo. Se relaciona posteriormente con el espacio retrofaríngeo y lateralmente con el parafaríngeo. ABSCESO AMIGDALAR Y PERIAMIGDALAR. Definiciones: • • Absceso amigdalar: proceso infeccioso de la amígdala palatina con formación de un una colección en su interior (fig 26). Absceso periamigdalar: Se presenta como una colección entre la capsula amigdalar y el músculo constrictor superior, y aparece como complicación de una amigdalitis no tratada o tratada de forma incompleta. Clínicamente se presentan como un cuadro de odinofagia, trismus y fiebre. A la exploración física se observa un desplazamiento amigdalar y de la úvula. La etiopatogenia suele ser polimicrobiana (Streptococcus del grupo A, Haemophilus). El diagnóstico se realiza con la exploración clínica y la punción/aspiración intraoral. Las pruebas de imagen se emplean para el diagnóstico diferencial en los casos dudosos: absceso vs flemón, clínica atípica, trismus que imposibilita la exploración oral, fracaso del tratamiento médico, y/o sospecha de extensión del proceso a otros espacios cervicales. Página 32 de 44 Fig. 26: Gran absceso amigdalino derecho que ocasiona un efecto masa con medialización de la amígdala y compresión del espacio parafaríngeo. Absceso (A), úvula (B), espacio parafaríngeo (C). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO PARAFARÍNGEO Los cuatro espacios clave del cuello suprahioideo (parotídeo, masticador, vascular y el retrofaríngeo lateral) rodean al espacio parafaríngeo; delimitado por las tres reflexiones de la fascia cervical profunda, y extendiéndose desde la base del cráneo hasta el hueso hioides. Contiene principalmente grasa, y también: ramas del V pc., arteria maxilar interna, y puede contener tejido salival accesorio. Cuando existen procesos patológicos en las regiones circundantes se puede usar el "sentido del desplazamiento" de esta grasa para determinar el espacio de origen. ABSCESO PARAFARÍNGEO (fig 27) Página 33 de 44 El origen del proceso infeccioso suele ser por extensión de un espacio limítrofe, incluyendo como foco: amígdalas, faringe, parótida, oído medio, mastoides, y odontógeno. En su porción inferior este espacio se relaciona con el espacio submaxilar sin la existencia de una fascia que los separe, por lo que un proceso infeccioso puede diseminar y llegar a presentarse clínicamente como una masa a nivel de ángulo de la mandíbula. Fig. 27: Gran absceso amigdalino derecho que se extiende al músculo pterigoideo medial y al espacio parafaríngeo (comparese con el lado contralateral) . Amígdala palatina (A), ms pterigoideo medial (B), lámina grasa del espacio parafaríngeo izquierdo normal, (C)colección amigdalar (D) y parafaríngea (E). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO CERVICAL POSTERIOR Se encuentra en la zona lateral del cuello, profundo respecto a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, e incluye el triángulo de grasa entre ellos superficial a los músculos paraespinales (triángulo cervical posterior). Página 34 de 44 Contiene grasa y ganglios linfáticos (niveles II, III, IV, y V), nervio espinal, y segmentos del plexo nervioso braquial. La patología que más frecuente afecta a este espacio es la linfadenopatía inflamatoria (adenitis) (fig 28). Fig. 28: CASO 1: Adenitis del espacio cervical posterior: se observan varias adenopatías de centro necrótico, rarefacción de la grasa adyacente, y afectación del esternocleidomastoideo (ECM). CASO 2: Afectación infecciosa adenopática más evolucionada con formación de un adenoflemón que colapsa la vena yugular interna, y afectación del ECM por contigüidad (piomiositis). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO RETROFARÍNGEO Abarca todo el cuello, se extiende desde la base del cráneo hasta el mediastino. Como su nombre indica, se encuentra por detrás de la faringe. Contiene ganglios linfáticos y grasa. Está formado por la división visceral de la capa media de la fascia cervical profunda con los bordes laterales y posteriores de la división alar de la capa profunda. Página 35 de 44 Anatómicamente existe otra fascia que divide el espacio retrofaríngeo en dos: espacio retrofaríngeo anterior o verdadero y el espacio de peligro (posterior); radiológicamente no es posible delimitarlos, por lo que a fines prácticos se consideran como uno solo. ADENITIS - ABSCESO RETROFARÍNGEO: La formación de un absceso retrofaríngeo suele ser el resultado final de una adenitis supurativa de los ganglios retrofaríngeos, pero también puede ser por lesiones traumáticas o iatrogénicas (endoscopia/intubación). La afectación de este espacio es más frecuente en los niños menores de 6 años, ya que los ganglios retrofaríngeos se atrofian con la edad. Las complicaciones posibles son: la extensión caudal pudiendo ocasionar una mediastinitis, trombosis de la vena yugular interna, apertura a cavidad faríngea con el riesgo de aspiración del material purulento. En las placas simples cervicales laterales se puede observar un engrosamiento de los tejidos blandos retrofaríngeos-prevertebrales, siendo un signo indirecto (fig 29). En el TC con contraste se observa un ensanchamiento de la distancia prevertebral. En el caso de una adenitis se suele observar una adenopatía aumentada de tamaño de centro hipodenso, pudiendo tener un realce periférico. Cuando se trate de un absceso organizado, este se muestra como una colección retrofaríngea hipodensa con realce periférico. Es importante la valoración de las complicaciones. Página 36 de 44 Fig. 29: Importante ocupación del espacio retrofaríngeo por una colección de baja densidad y mínimo realce periférico. Obsérvese el aplanamiento de la musculatura prevertebral (flecha roja) y la compresión que ejerce sobre la grasa parafaríngea (flecha amarilla). En la placa cervical lateral se evidencia un marcado aumento del grosor de las partes blandas retrofaríngeas(flecha naranja). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO PERIVERTEBRAL Es un espacio cilíndrico que rodea la columna vertebral, desde la base del cráneo hasta la parte superior del mediastino. La capa profunda de la fascia cervical profunda lo rodea por completo, emite unas inserciones hacia las apófisis transversas subdividiendo este espacio en dos compartimentos: prevertebral y paraespinal. Contiene los músculos prevertebrales, el nervio frénico y las arterias y venas vertebrales. El espacio prevertebral se relaciona por delante con el espacio retrofaríngeo y lateralmente con los espacios cervicales posteriores. Los procesos infecciosos de este espacio se originan en la columna vertebral (osteomielitis, discitis cervical) o por extensión posterior de un absceso retrofaríngeo. En los estudios de imagen se observa un aumento de tamaño y de heterogeneidad de los músculos prevertebrales, siendo el realce variable y heterogéneo tras la administración de contraste, y con un desplazamiento anterior de la via aéreo-digestiva. Siempre deberemos de evaluar el canal raquídeo, especialmente en los estudios RM, con el fin de descartar una afectación epidural coexistente. (Fig 30-32). Página 37 de 44 Fig. 30: Gran colección afectando a la musculatura paraespinal derecha. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Fig. 31: OSTEOMIELITIS DEL CLIVUS CON AFECTACIÓN PREVERTEBRAL. Paciente de 89 años diabética que consultó por cefalea: Se aprecia un proceso infeccioso de los tejidos blandos nasofaríngeos, de disposición prevertebral (preclival). En el estudio TC se observa unas áreas hipodensas prevertebrales nasofaríngeas Página 38 de 44 compatible con proceso flegmonoso. El estudio RM pone de manifiesto una hiperseñal intramuscular (músculo longus capitis) en secuencias T2 que no se realza con el contraste en secuencias T1 Gd fat-sat, y realce difuso de los tejidos adyacentes, compatible con proceso inflamatorio difuso con áreas focales en organización / abscesificación (flechas amarillas). Se realizó endoscopia ORL y biopsias de la región nasofaríngea con obtención de material purulento (Pseudomona Aeruginosa en cultivos) Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Fig. 32: PROCESO INFECCIOSO PREVERTEBRAL Y RETROFARÍNGEO. T1 con contraste: Ocupación del espacio epidural anterior a nivel de C3-C4, con una área central que no capta contraste compatible con absceso epidural (flecha azul). También se pone de manifiesto un aumento de las partes blandas prevertebrales y retrofaríngeas con captación difusa de contraste (punta de flecha blanca), compatible con proceso flemonoso. En los cortes axiales se observa una afectación de la musculatura prevertebral, así como una ocupación del espacio retrofaríngeo con abombamiento anterior, hallazgos que traducen una afectación de los compartimentos prevertebral (flecha roja) y retrofaríngeo (flecha amarilla). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN ESPACIO VISCERAL Página 39 de 44 Es un espacio tubular que ocupa la cara anterior de la línea media del cuello infrahioideo, y que está delimitado por la división de la capa media de la fascia cervical profunda. Se extiende desde el hueso hioides hasta el arco aórtico (mediastino superior). Contiene: la tráquea, la laringe, la faringe, el esófago, el tiroides, las paratiroides, y ganglios linfáticos (nivel VI). Las infecciones en este espacio pueden tener diversos origenes: secundarias a lesiones traqueales, perforación esofágica, traumatismos penetrantes cervicales o menos frecuentemente secundaria a una tiroiditis. A continuación mostraremos tres ejemplos de afectación infecciosa del espacio visceral (fig 33-35); realizando un mayor incapié en el caso de la supraglotitis, dado su potencial gravedad por la afectación de la vía aérea. Fig. 33: Gran absceso cervical anterior (se trataba de un paciente joven, en el que se pensó en la posibilidad de que el foco inicial fuera un quiste tirogloso complicado). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Página 40 de 44 Fig. 34: ABSCESO PREVERTEBRAL Y VISCERAL. Colección prevertebral y paratraqueal izquierda secundaria a una lesión esofágica iatrogénica, con gran enfisema supraclavicular izquierdo. En el estudio se puede ver fuga de contraste oral (*). Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Fig. 35: ABSCESO VISCERAL Y RETROFARINGEO. Paciente con antecedente de neoplasia de seno piriforme, que posteriormente a una faringolaringoscopia rígida presentó episodio de odinofagia y fiebre. Se observa una colección retrofaríngea y paratraqueal / paralaríngea (espacio visceral) (flecha blanca), con extensión al mediastino superior (flecha amarilla). Página 41 de 44 Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN EPIGLOTITIS La epiglotitis aguda en los adultos es un proceso infeccioso que afecta la laringe supraglótica: epiglotis, repliegues aritenoepiglóticos y los tejidos adyacentes (denominándose "supraglotitis"). En los niños los procesos inflamatorios supraglóticos se suelen delimitar a la propia epiglotis (epiglotitis propiamente dicha). Si no se trata rápidamente, este proceso puede progresar a una obstrucción de las vía respiratoria superior, siendo potencialmente mortal. La fibrolaringoscopia es suficiente para confirmar el diagnóstico en la mayoría de casos de supra/epiglotitis. Sin embargo el TC puede ser utilizado en el caso en el que no se pueda realizar una examen laringoscópico adecuado o cuando existe la sospecha de un absceso cervical (fig 36). Página 42 de 44 Fig. 36: SUPRAGLOTITIS. Afectación inflamatoria de toda la supraglotis con presencia de un absceso paralaríngeo derecho. Referencias: J. C. Tortajada Bustelo; Radiologia, UDIAT- Hospiatal Parc Taulí (Sabadell), Sabadell, SPAIN Conclusiones El cuello, a diferencia del resto del cuerpo, es un espacio anatómico multiestratificado en el que podemos diferenciar varios compartimentos anatómicos, que debemos de conocer, ya que nos permite localizar el proceso infeccioso, valorar su extensión, orientar hacia el origen del mismo, e identificar y/o prevenir de las posibles complicaciones. BIBLIOGRAFIA: 1. Ferrie J.C., Fontanel J.P., Delagranda A., Dufour X., Klossek j.M. Imagerie radiologique des cavités sinusiennes et nasales. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Oto-rhino-laryngologie, 20-422-A-10, 2007. 2. Harnsberger HR et al. Diagnóstico por imagen en cabeza y cuello. 2a ed. Madrid: Marban, 2012. 3. Baragaño L. et al. Manual del residente de ORL y patología cervical (Socediedad española de otorrinolaringologia), Madrid: IMC, 2002. 4. Rana R., Moonis G. Head and neck infection and inflammation. 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