¿Existen ordenadores refrigerados con agua? Hoy en día, la refrigeración de los ordenadores consume incluso más energía que el propio hardware. Los sistemas de enfriamiento convencionales se basan en ventiladores situados sobre disipadores (productos de alta conductividad térmica) que expulsan el calor recibido al exterior. Estos son por lo general costosos, ineficaces y contaminantes, por lo que los investigadores están desarrollando métodos alternativos entre los que destaca el flujo de agua hasta el corazón de los equipos. El Centro de Supercomputación de Leibniz (LRZ), en colaboración con IBM, ha desarrollado el primer superordenador comercial refrigerado a través de canales de agua similares al sistema circulatorio humano. Esta tecnología comenzó a desarrollarse en la década de los 60, pero es la primera vez que se implanta en arquitecturas complejas. Se encuentra presente en el mayor ordenador europeo, el "SuperMUC” y permite mantener una temperatura inferior a 45º C y gastar un 40 por ciento menos. El prototipo rescatado por IBM es una firme alternativa a los sistemas de refrigeración por aire y el desmedido gasto en electricidad que implica el uso de ventiladores y salas de baja temperatura. Su sistema de refrigeración por agua caliente se basa en un circuito cerrado que hace circular el agua a 45 grados Celsius enfriando los procesadores y módulos de memoria. IBM ha retomado esta tecnología debido a sus ventajas frente a otros sistemas, ya que el agua absorbe 4.000 veces mejor el calor que el aire. Los investigadores auguran que este sistema de refrigeración permitirá fabricar superordenadores más potentes y reducir su tamaño hasta el de un ordenador de sobremesa, y que su desarrollo proporcionará información muy valiosa en relación al flujo sanguíneo humano. Datos sobre la Antártida Gracias a las observaciones realizadas durante más de tres años por el satélite CryoSat de la ESA los científicos han podido comprobar que la Antártida pierde cada vez más agua helada. Según los datos, el continente helado estaría perdiendo más de 150 kilómetros cúbicos de hielo cada 365 días, mucho más de lo estimado en la última medición. El nivel del mar depende directamente de la cantidad de hielo acumulado en los polos. El derretimiento y la pérdida de masa helada incide directamente en el nivel del mar y la pérdida de terreno emergido. Recientemente un equipo internacional de científicos había determinado que la pérdida de hielo en la zona occidental de la Antártida había provocado el aumento del nivel del mar de 0,28 mm cada año entre 2005 y 2010. Sin embargo, esta nueva medición realizada por Cryosat sugiere que la contribución del deshielo de esta zona concreta al aumento del nivel del mar sea un 15 por ciento mayor de lo que se creía. Como ha explicado el doctor Malcom McMillan, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, "hemos visto que el adelgazamiento del hielo sigue siendo más pronunciado en las corrientes de hielo de flujo rápido de este sector [los glaciares que desembocan en el Mar de Amundsen] y de sus afluentes, con tasas de adelgazamiento de entre 4-8 metros por año, cerca de las líneas de contacto a tierra de la Isla Pine, Thwaites y Smith Glaciares. CryoSat se lanzó en 2010 y permite estudiar algunos parámetros imposibles hasta el momentos. Gracias a su innovador diseño y su órbita casi polar permite examinar regiones costeras y de alta latitud de la Antártida, zonas cruciales para determinar el desequilibrio de la superficie helada.