TRABAJO EXPERIMENTAL

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TRABAJO EXPERI M EN TAL
ACTAS UROLÓGICAS ESPAÑOLAS MARZO 2002
DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO MEDIANTE
ULTRASONIDOS ENDOLUMINALES DEL
TRATAMIENTO ENDOUROLÓGICO DE
ESTENOSIS URETERALES EXPERIMENTALES
F. SORIA GÁLVEZ, F.M. SÁNCHEZ MARGALLO, L.J. EZQUERRA CALVO,
I. DÍAZ-GÜEMES MARTÍN-PORTUGUÉS, J. USÓN GARGALLO
Unidad de Endoscopia. Centro de Cirugía de Mínima Invasión. Cáceres.
PALABRAS CLAVE:
Ultrasonidos endoluminales. Estenosis ureteral. Endourología. Stent ureteral. Endoureterotomía. Ruptura ureteral con balón.
KEY WORDS:
Endoluminal ultrasound. Ureteral stricture. Endourology. Ureteral stent. Endoureterotomy. Ureteral endoballon rupture.
Actas Urol Esp. 26 (3): 174-181, 2002
RESUMEN
OBJETIVOS: Determinar la utilidad y fiabilidad de la ultrasonografía endoluminal en el diagnóstico y seguimiento tras el tratamiento endourológico de obstrucciones parciales ureterales.
MATERIAL Y MÉTODOS: Se emplean 10 animales de la especie porcina, raza Large White todas hembras sanas
de pesos comprendidos entre 35-40 Kg. A todas se les provoca una obstrucción ureteral parcial mediante abordaje laparoscópico. El estudio experimental está vertebrado en tres fases; la primera consiste en el estudio del
uréter normal; la segunda en el diagnóstico de la lesión; y la tercera en el seguimiento tras el tratamiento endourológico. En todas las fases del estudio se emplea la ultrasonografía endoluminal (IVUS) para el diagnóstico y la
valoración del tratamiento, así como para medir el diámetro interno ureteral.
RESULTADOS: Todos los animales desarrollan una estenosis ureteral después de 4 semanas de la ligadura ureteral. Todos excepto uno evolucionan de modo favorable tras el tratamiento mediante ruptura con balón
del uréter estenosado. La ultrasonografía endoluminal permite valorar en todos los casos la afección de las
capas ureterales. Las medias del diámetro ureteral son: fase 1 (0,46 ± 0,10 cm); fase 2 (0,30 ± 0,17 cm); fase
3 (0,47 ± 13 cm).
CONCLUSIONES: El empleo del IVUS en el diagnóstico de estenosis ureterales resulta seguro y útil, así como
su aplicación en la elección del tratamiento y la valoración del tratamiento.
ABSTRACT
Experimental ureteral strictures diagnosis and endourologic treatment follow up using endoluminal sonography.
OBJECTIVES: The objective of this study is to determine the utility and reliability of endoluminal sonography
transducer in the diagnosis and follow up after the treatment of partial ureteral obstruction.
MATERIAL AND METHODS: Ten healthy Large White female pigs, weighing 35-40 Kg, were induced a partial
ureteral obstruction by laparoscopic approach. All the studied animals underwent the same three-phase procedure; inducement (phase 1), diagnosis (phase 2) and treatment of experimental strictures (phase 3), as well as, a
month follow up. In all the stages of the study endoluminal sonography was used to diagnose the stricture and
to assess the treatment, as well as, to measure the internal ureter diameter.
RESULTS: The endoluminal ultrasonography was able to assess, in all the cases, the affectation of all the ureteral layers. All the animals develop a ureteral stricture after a four weeks ligature and, except in one animal, they
progress favourably after the treatment using the balloon rupture technique of the stricture ureter. The means of
the ureteral diameter are: phase 1 (0.46 ± 0.10 cm), phase 2 (0.30 ± 0.17 cm), phase 3 (0.47 ± 0.13 cm).
CONCLUSIONS: The use of the IVUS in the diagnosis of ureteral strictures results safe and useful, as well as,
its application in the election and in the assessment of the treatment.
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DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO MEDIANTE ULTRASONIDOS ENDOLUMINALES DEL TRATAMIENTO ENDOUROLÓGICO DE ESTENOSIS...
L
Fase 1
De modo previo a la creación de la estenosis
experimental se estudia el sistema urinario
mediante ultrasonografía endoluminal, ultrasonografía renal, ureteropielografía retrógrada, urografía excretora, y valoración de la urea y creatinina séricas para descartar lesiones previas al
estudio. Procediéndose mediante ultrasonidos
endoluminales a la medición del diámetro ureteral interno y a la valoración de las capas que componen el uréter en la zona donde se crea la obstrucción parcial (Fig. 1).
a ultrasonografía endoluminal (IVUS) se inicia a
finales de la década de los 80 en aplicaciones
vasculares, primero en arterias periféricas y posteriormente en arterias coronarias. Golberg et al. en
1990 fueron los primeros en describir su uso en
estructuras no vasculares como la uretra, vejiga de
la orina, uréter, intestino delgado, trompas de
Falopio, útero, pelvis renal y conducto biliar
común1. Las primeras aplicaciones experimentales
en urología se realizaron en la especie canina, con
resultados satisfactorios al valorar la exactitud del
IVUS en la medida del espesor de la pared ureteral1.
La sonografía endoluminal es una técnica ideal
para aportar información adyacente a otras técnicas diagnósticas. Este procedimiento ha sido utilizado con éxito en el diagnóstico endoscópico de
neoplasias del tracto gastrointestinal2. Cuando
otros medios no invasivos no aportan el diagnóstico puede ser de ayuda el IVUS, así como durante diferentes procedimientos endourológicos, permitiendo seleccionar los pacientes para las terapias de mínima invasión, al añadir al diagnóstico
endoscópico los IVUS se aporta una nueva perspectiva que con frecuencia no tiene una presentación clínica clara3,4.
El objetivo de este trabajo es determinar la utilidad y fiabilidad de los ultrasonidos endoluminales en el diagnóstico de obstrucciones parciales
ureterales, así como en la elección de la terapia
endourológica adecuada a cada individuo y el
seguimiento del tratamiento.
MATERIAL Y MÉTODOS
FIGURA 1. Imagen mediante ultrasonidos endoluminales
del uréter normal. Donde se aprecian las diferentes capas
ureterales.
El estudio se realiza tras la aprobación del protocolo por parte del Comité de ética de experimentación animal del Centro de Cirugía de
Mínima Invasión de Cáceres. Tras el periodo preceptivo de adaptación y cuarentena de los animales se inicia el estudio.
Se emplean 10 animales de la especie porcina,
raza Large White todas hembras sanas de pesos
comprendidos entre 35-40 Kg.
El estudio experimental está vertebrado en tres
fases; la primera consiste en el estudio previo a la
lesión del uréter normal; la segunda en el diagnóstico de la lesión; y la tercera en el seguimiento
tras el tratamiento endourológico.
La misma pauta se aplica a todos los animales
del estudio en las diferentes fases.
Se inicia la experiencia tras la cateterización
del meato ureteral mediante un ureteroscopio flexible altamente deflectable (Richard Wolf® 9F).
Llevando a cabo una ureteropielografía retrógrada
para la opacificación ureteral, que facilita el conocimiento de la morfología del trayecto ureteral.
Introducimos una guía hidrofílica radiofocus
(Terumo®) a través del canal de trabajo del ureteroscopio, que posteriormente es retirado. Se avanza la guía por el uréter hasta alcanzar la pelvis
renal, gracias a la ayuda de un catéter hidrofílico
Cobra (5F, 0.035 inch y 65 cm, Terumo®), remplazando la guía hidrofílica radiofocus (Terumo®)
por una más fina de 0.025 inches que sirve de
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soporte al catéter con la sonda de ultrasonidos,
que es avanzada hasta la zona de estudio. Todo
este proceso es monitorizado mediante control
fluoroscópico (BV-300 Philips®) (Fig. 2).
FIGURA 3. Imagen ultrasonográfica de un ureterocele
ectópico en uréter derecho, apreciándose el catéter en el
uréter intramural izquierdo.
dos modelos anteriores y consiste en una ligadura simple mediante abordaje laparoscópico del
uréter proximal, a 4-6 cm de la pelvis renal, este
previamente ha sido tutorizado con un catéter de
3 F para evitar la obstrucción completa del tracto
urinario superior, siendo retirado tras finalizar la
ligadura ureteral.
El modelo laparoscópico de obstrucción urinaria parcial a nivel de uréter proximal, necesita tres
trocares, dos de 10 mm y uno de 5 mm. El primero para la óptica, otro para la pinza de disección y
el último para las tijeras y el porta-agujas laparoscópico. La óptica se coloca a nivel de la cicatriz
umbilical, los otros dos puertos adelantados a éste
se colocan a 7-8 cms laterales a la línea media
abdominal, separadas entre ellos 20 cms y formando un triángulo entre los tres puertos. El
cerdo es colocado en posición de decúbito lateral
para desplazar las vísceras intra-abdominales
medialmente, procediéndose a una exploración
laparoscópica de la cavidad abdominal, para ello
se toma como referencia la esfera de un reloj,
donde a las 12 h se encuentra el diafragma y a las
6 h la vejiga de la orina7 (Fig. 4).
Se identifica el lugar exacto donde se realizará
la estenosis gracias al fluoroscopio, comenzando
la disección laparoscópica del uréter y creando
una ventana de 360º alrededor de éste, liberando
FIGURA 2. Imagen mediante ultrasonidos endoluminales
de la vejiga de la orina.
La sonda de ultrasonidos empleada es de 20
MHz y 6 F(Sonicath, Boston Scientific®) que nos
proporciona una resolución axial de 0,1 mm y un
máximo de penetración de 2 cm. Los catéteres
empleados son de 95 cm de largo proporcionando
una imagen sonográfica mediante un corte transversal de aproximadamente 10º con la perpendicular. El catéter va unido al transductor y éste a la
unidad de ultrasonidos (Sonos Intravascular,
Hewlett Packard®). El rotor de los ultrasonidos está
continuamente girando a 30 revoluciones por
minuto, con lo cual el transductor produce una
imagen a tiempo real de 360º. Para eliminar las
interferencias provocadas por las burbujas de aire
entre el transductor y el catéter se inyectan 0,5-1
ml de agua estéril en el catéter (Fig. 3).
El modelo de obstrucción urinaria empleado
fue desarrollado por Figenshau RS et al. en 1994
para la obstrucción de la unión ureteropélvica.
Posteriormente Nakada SY et al. emplearon este
modelo para la creación de un estrechamiento
secundario en el uréter proximal en 19965,6. El
modelo realizado para nuestro estudio parte de los
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FIGURA 4. Detalle de un vaso sanguíneo en posición dorsal a uréter.
FIGURA 5. Imagen mediante ultrasonidos endoluminales
de la estenosis ureteral.
2 cm del recorrido ureteral. Posteriormente se
liga el uréter con catgut 2/0, evitando la obstrucción completa gracias al catéter alojado en el
interior del uréter. Esta ligadura se realiza
mediante anudado manual laparoscópico con la
ayuda de un disector y el porta-agujas laparoscópico8. Finalizada esta operación, se comprueba con la inyección de contraste yodado diluido
a través del catéter alojado en el uréter. Una vez
confirmada la obstrucción parcial, se extrae el
catéter, se retira el gas del neumoperitoneo y se
suturan las tres incisiones de los puertos laparoscópicos, procediéndose a la recuperación del
animal (Fig. 5).
Fase 2
Se inicia transcurridas 4 semanas de la creación del modelo, tiempo necesario para que la ligadura se degrade y formar una estenosis verdadera 9 . Los animales vuelven a ser evaluados
mediante ultrasonografía endoluminal, urografía
excretora, ureteropielografía retrógrada y ultrasonografía renal para confirmar el hallazgo de la
estenosis y valorar el grado de dilatación del sistema colector renal. Mediante IVUS se determina
el diámetro ureteral en la zona estenosada y se
comprueba la afectación de las capas del uréter
en esa zona, así como de las estructuras circundantes (Fig. 6).
FIGURA 6. Imagen ultrasonográfica endoluminal del uréter tras 10 semanas de la endoureterotomía.
Tras el diagnóstico se procede al tratamiento
transuretral de la estenosis mediante una endoureterotomía con balón de dilatación hasta la ruptura controlada de la zona estenosada ureteral,
verificando la extravasación de medio de contraste,
si no es así, se repite la dilatación hasta completar
la ureterotomía. Posteriormente se aloja vía retrógrada un stent doble pigtail de endoureterotomía
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sin complicaciones en todos los casos. No aparece en esta serie ningún caso de migración del stent
ni incrustaciones.
La exploración mediante ultrasonografía endoluminal previa a la creación del modelo experimental, se completó en todos los animales sin contratiempos. Las paredes del uréter mostraban una conformación normal de todas sus capas, siendo la
capa mucosa y lámina propia hiperecogénicas, la
segunda capa es hipoecogénica y representa la capa
muscular, y la tercera capa es hiperecogénica y se
identifica con la adventicia y grasa periureteral.
Apreciándose en el recorrido de la sonda de ultrasonidos estructuras adyacentes como vasos sanguíneos, la actividad peristáltica ureteral y musculatura abdominal. En un animal se pudo constatar
la presencia de un ureterocele ectópico, que se confirmó tras la exploración cistoureteroscópica.
La segunda fase se inicia transcurridas 4
semanas de la creación del modelo de estenosis,
la exploración ultrasonográfica evidenció 3 zonas
diferenciadas. La zona superior a la estenosis con
gran dilatación luminal y con las distintas capas
ureterales adelgazadas. Se aprecia seguidamente
en dirección caudal, una zona de estrechamiento
que corresponde con la estenosis, en 5 animales
la luz es más pequeña que el catéter, por lo cual
no es posible medir el diámetro ureteral, aunque
la valoración de la pared si es posible realizarla ya
que el catéter de ultrasonidos distiende la estenosis. Desde el punto de vista sonográfico las capas
ureterales de la zona estenosada se muestran
comprimidas, la luz muy disminuida, con las
capas ureterales hiperecogénicas y difícilmente
distinguibles. Este segmento ureteral no presenta
peristaltismo ureteral, detectado mediante IVUS.
El calibre y la conformación de las diferentes
capas ureterales del uréter inferior a la estenosis
uréter permanece invariable a lo largo de todo el
estudio, no viéndose afectado por la obstrucción.
La tercera fase permite valorar todas las estenosis excepto una que volvió a padecer una obstrucción y en este caso fue imposible hacer avanzar la sonda del IVUS. En otros 2 animales no se
pudo determinar el diámetro ureteral interno ya
que aunque permitía el paso de la guía hasta la
zona de estudio, el trayecto ureteral de esa zona
era demasiado sinuoso para que el catéter del
IVUS avanzara por encima de ésta.
14/7 F (Cook®) para favorecer el drenaje y modelar la cicatrización, que permanece 6 semanas.
Retirándose vía cistoscópica con la ayuda de una
cesta de Dormia.
Fase 3
A las 4 semanas de la extracción del stent se
realiza el seguimiento. Los animales vuelven a ser
explorados mediante las mismas técnicas para
valorar el seguimiento de la zona tratada.
Realizándose las mismas mediciones y estudios de
la zona tratada.
Todos los animales tuvieron un tratamiento
profiláctico antibiótico con Sulfadoxina y
T rimetropina después de cada intervención
durante una semana. Llevándose a cabo también
estudios de la esterilidad de la orina, así como
valoración de la urea y creatinina séricas, durante las 3 fases del estudio.
RESULTADOS
Todos los animales al inicio del estudio presentan desde el punto de vista ultrasonográfico el
sistema urinario libre de afecciones. La creación
de los modelos de obstrucción ureteral parcial
resulta satisfactoria en todos los animales, no
existiendo complicaciones en la técnica laparoscópica ni en la evolución del proceso. Todos los
animales a las 4 semanas de la ligadura laparoscópica desarrollan una estenosis ureteral.
Transcurridas 4 semanas de la creación del modelo de estenosis ureteral, en todos los animales se
produce una dilatación del sistema colector renal
verificado mediante ultrasonografía renal y estudios de ureteropielografía retrógrada. Ocho animales presentaron gran dilatación de la pelvis
renal y uréter proximal y dos evolucionaron hasta
un grado de hidroureteronefrosis leve, los riñones
contralaterales sanos no presentaron evidencia
alguna de cambio. Ningún modelo de obstrucción
urinaria muestra una estenosis de longitud superior a 1 cm. Todas las estenosis fueron dilatadas
mediante la técnica de dilatación con balón de
endoureterotomía, siendo necesario repetir la dilatación en dos animales tras la comprobación de
ausencia de extravasación de medio de contraste
al espacio retroperitoneal.
La disposición durante 6 semanas del stent
ureteral y la retirada vía cistoscópica se efectuó
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La zona estenótica permaneció dilatada 10
semanas después del tratamiento, excepto en un
animal. Apreciándose en todos los animales tratados una fibrosis peri-ureteral localizada en el
segmento dilatado y con escasa afección de los tejidos circundantes. La mucosa se encuentra restablecida, y la capa muscular no se aprecia con claridad en los animales intervenidos en toda su circunferencia. La adventicia aparece con una clara
fibrosis cicatricial en una porción de la circunferencia ureteral unida a la muscular y el resto permanece libre de fibrosis. Los resultados de las
mediciones de los diámetros ureterales en las tres
fases son sometidos a análisis estadístico mediante comparación ANOVA y posterior test de Tukey.
El estudio estadístico de los diámetros ureterales internos de la zona estenosada, muestra la
existencia de diferencias estadísticamente significativas entre la fase 1 y la segunda fase, y entre
esta última fase y la fase 3. Sin embargo, no existen diferencias estadísticamente significativas
entre las medias de los diámetros internos ureterales antes de la estenosis, y después de seguimiento del tratamiento (fases 1 y 3) (Tabla I)
(Gráfico 1).
Los urianálisis dan como resultados orinas
estériles a lo largo de todo el estudio, excepto en
un animal en el que se aíslan colonias de Proteus
spp en el momento de extracción del stent, siendo
tratado y remitiendo la infección en el siguiente
cultivo. Los valores de la urea y creatinina séricas
a lo largo del estudio no muestran diferencias estadísticas significativas entre las distintas fases del
estudio.
No se produjeron iatrogenias relacionadas con
las 30 exploraciones realizadas mediante la sonda
de ultrasonidos de 6 F y 20 MHz.
DISCUSIÓN
El uso de la especie porcina en ensayos experimentales urológicos se ha visto incrementado en
los últimos años debido a la publicación por parte
de diversos autores de estudios donde demuestran
grandes similitudes en la histología, fisiología y
anatomía del sistema urinario superior con los
humanos. Concluyendo que para ensayos en el
campo de la Endourología el cerdo es el modelo
animal ideal, reemplazando a la especie canina
como modelo experimental urológico en investigación y formación10-12.
El empleo de ultrasonidos endoluminales en el
sistema urinario permite describir la anatomía
ultrasonográfica de la pelvis renal, la unión ureteropélvica que en el caso de la especie porcina es
poco marcada, todo el trayecto ureteral, el uréter
intramural, la vejiga de la orina y uretra, así como
advertir alteraciones de estas estructuras relacionadas con hallazgos patológicos, con la clara limitación de su capacidad de penetración. Aunque su
empleo siempre debe ir acompañado de un control
fluoroscópico para su localización y el correcto
manejo de las guías.
El seguimiento de tratamientos endourológicos
mediante esta técnica nos permite determinar el
grado de afectación ureteral, el restablecimiento
de la arquitectura ureteral tras el tratamiento y el
pronóstico de futuras reintervenciones.
En nuestro estudio el IVUS nos ha permitido
estudiar el área de lesión para descartar vasos sanguíneos adyacentes que pudieran verse afectados
por el tratamiento, no existiendo riesgos gracias a
la comprobación ultrasonográfica de la ausencia de
éstos. De no haber sido así la endoureterotomía
mediante el uso del balón de alta presión para la
TABLA I
TEST DE ANOVA (Tukey)
Media (cm) ± Desviación
standard
Diferencias estadísticamente
significativas: p < 0,05*
Fase 1 (0,46 ± 0,10)
Fase 1 – Fase 2. p < 0,05*
Fase 2 (0,30 ± 0,17)
Fase 2 – Fase 3. p < 0,05*
Fase 3 (0.47 ± 0,13)
Fase 1 – Fase 3. p > 0,05
Evolución del diámetro ureteral
0,52
0,44
0,4
0,36
Fase 3
0,28
Fase 2
0,32
Fase 1
Diámetro ureteral
0,48
GRÁFICO 1
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mite el diagnóstico diferencial de coágulos, neoplasias, burbujas de aire20; actividad peristáltica
ureteral21; cálculos radiotransparentes19; en el
diagnóstico de estenosis ureterales22.
La aparición de un animal con infección bacteriana se relaciona con la permanencia del stent
ureteral en el tracto urinario, siendo ésta una de
las complicaciones más frecuentes de estas prótesis23.
Los resultados estadísticos de los diámetros
ureterales internos nos confirman que se produjo
un estrechamiento ureteral significativo como
resultado del modelo de obstrucción parcial, y que
el tratamiento endourológico y posterior disposición interna durante 6 semanas del stent ureteral
7/14 F, reestablece la luz ureteral de modo satisfactorio, al no encontrarse diferencias significativas entre la fase 1 y la fase 3.
Se demuestra con este estudio que los ultrasonidos endoluminales proporcionan un diagnóstico rápido y fiable, que además permite realizar el
diagnóstico y el tratamiento en un mismo acto. Ya
que una vez confirmada la afección, la vía de acceso para el tratamiento transuretral ya existe.
No obstante al no ser un catéter diseñado para
el acceso ureteral tiene en este campo varias limitaciones como son: la corta penetración de las
sondas disponibles comercialmente, que hace
que no se puedan estudiar estructuras a mayor
distancia de 2 cm. La resolución lateral disminuye con la distancia de la sonda. Ambos factores afectan negativamente a la calidad de la imagen de las estructuras periféricas. En el caso de
la unión ureteropélvica con hidroureteronefrosis
o megauréter, el diámetro del uréter podría exceder la capacidad de penetración de las sondas y
dificultar el estudio de la pared ureteral. En
muchos casos la elección de bajas frecuencias
puede ser suficiente para la penetración de la
imagen. También marcadas dobleces del catéter
de IVUS pueden provocar interferencias en el
mecanismo rotatorio de la sonda causando una
rotación no uniforme del centro del catéter y provocando artefactos18. Hemos comprobado también que la excesiva rigidez de estos catéteres
provoca dificultades en la progresión de éstos en
las zonas de estenosis, así como que en ocasiones no es posible atravesar estas zonas para proceder a su estudio.
ruptura ureteral, hubiera sido sustituida por otra
técnica de mínima invasión con mayor control
sobre la incisión a realizar, como pudiera ser el
empleo del balón de dilatación con corte de diater mia diseñado por Clayman RV (Acucise,
Applied Medical®) que nos permite colocar el hilo
de diatermia en posición contraria al vaso sanguíneo evitando lesionarlo y completar la endoureterotomía.
El empleo del IVUS permite el estudio tras la
endoureteretomía y la valoración de la recuperación de las capas ureterales. La valoración de esta
recuperación puede servir para predecir la posibilidad de reestenosis. El grado de cicatrización de
la capa muscular se relaciona con este aspecto,
así como la implicación de la fibrosis retroperitoneal, ambas evaluables mediante IVUS.
Tras el seguimiento la exploración ultrasonográfica endoluminal nos confirma los hallazgos de
fibrosis periureteral y fibrosis cicatricial de las
capas muscular y adventicia, ya descrito gracias
a la necropsia y estudios anatomopatológicos por
Nakada S et al. tras la endoureterotomía6. Esta
fibrosis periureteral fija el uréter y altera la transmisión de la onda peristáltica de esa zona. Siendo
esto causado por la extravasación de orina y medio
de contraste tras el tratamiento, en nuestro caso
esa fibrosis fue mínima y muy circunscrita a la
zona de estenosis en todos los casos, excepto en
el uréter que sufrió la nueva estenosis, posiblemente como consecuencia de una endoureterotomía demasiado extensa, que es uno de los efectos
adversos de la técnica de ruptura ureteral mediante balón de dilatación. Provocando una gran reacción fibrosa retroperitoneal que desencadena una
estenosis ureteral extrínseca.
El empleo de la sonda de ultrasonidos endoluminales ha ido incrementándose en Urología en
situaciones tales como: visualización de vasos que
cruzan la unión ureteropélvica previa a endopielotomía13-15; cálculos submucosos16; visualización de la luz ureteral, la pared y tejido periureteral, así como estructuras adyacentes como arteria
aorta, nódulos linfáticos, vena cava descente, arteria y venas renales, vasos iliacos, diagnóstico de
neoplasias uroteliales17; en biopsias guiadas de
masas tumorales ureterales16; estudio de la unión
ureterovesical18; colocación de stents ureterales
cuando está contraindicada la radiología19; per180
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El empleo del IVUS en el diagnóstico de estenosis ureterales resulta seguro y útil, así como su
aplicación en la elección del tratamiento, siendo
posible emplearlos en la predicción de la evolución
de tratamiento.
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Agradecimientos: Este trabajo ha sido subvencionado por el Fondo de Invesigación
Sanitaria, Instituto de Salud Carlos III, (01/0998).
Agradecimiento especial a Azucena Santos
Corraliza y a Sandra Bravo Declara por su importante contribución en este estudio.
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Dr. F. Soria Gálvez
Centro de Cirugía de Mínima Invasión
Avda. de la Universidad, s/n
10071 Cáceres
(Trabajo recibido el 23 octubre de 2001)
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