Carrera de Posgrado en Dermatología Director: Dr. Ramón Fernández Bussy Psoriasis y su asociación con el HIV Autora: Dra. Romina Buttigliero Tutor: Dr. Mario Squeff Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Rosario Año 2013 Psoriasis y HIV Índice Índice ............................................................................................................... 2 Introducción...................................................................................................... 3 Objetivos .......................................................................................................... 5 Epidemiologia................................................................................................... 6 Fisiopatogenia de la psoriasis ........................................................................ 11 Histopatología ................................................................................................ 27 Manifestaciones clínicas ................................................................................ 29 Diagnósticos diferenciales.............................................................................. 34 Terapéutica .................................................................................................... 37 Conclusión ..................................................................................................... 50 Bibliografía ..................................................................................................... 51 2 Psoriasis y HIV Introducción La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica mediada inmunológicamente, especifica de piel o de piel y articulaciones, en la que las células T intralesionales estimulan la proliferación de queratinocitos y perpetuan el proceso inflamatorio. Es una consulta frecuente en el consultorio dermatológico. Tiene un gran impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes. Los casos severos, se asocian con trastornos metabólicos, obesidad, aumento de la mortalidad y podría ser un factor de riesgo independiente para el desarrollo de ateroesclerosis, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. (1) (2) (14) La fisiopatogenia está relacionada con un trastorno de los linfocitos T, predisposición poligénica y factores ambientales desencadenantes como traumatismos, infecciones o fármacos. Uno de los factores desencadenantes y asociados es el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH pertenece a la familia de los retrovirus, estos son virus animales envueltos con dos moléculas idénticas de ácido ribonucleico (ARN) como material genético. La característica de los retrovirus es que, después de la infección de una célula diana, el ARN genómico se convierte en ácido desoxirribonucleico (ADN) por la enzima transcriptasa inversa y se integra en el ADN cromosómico de la célula huésped. La infección de una célula con un retrovirus no conduce inevitablemente a la muerte celular en muchos casos el virus permanece estable integrado sin un efecto directo sobre la viabilidad celular. (3) (4) A diferencia de otras dermatosis que se presentan con mayor frecuencia en los pacientes infectados por el VIH la prevalencia de psoriasis en estos pacientes es similar a la de la población general. La immunodesregulación resultante de la infección por el VIH puede desencadenar la psoriasis en los individuos genéticamente predispuestos por el alelo HLA-Cw0602. En estos pacientes la psoriasis presenta ciertas características clínicas y terapéuticas que debemos considerar. El comportamiento de la psoriasis en la enfermedad de VIH es de interés, tanto en términos de patogénesis como de tratamiento. Es paradójico que, mientras los fármacos dirigidos a los linfocitos T son eficaces en la psoriasis, la condición suele verse exacerbada por la infección por VIH. (4) (5) 3 Psoriasis y HIV La aplicación de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) condujo a un marcado mejoramiento tanto en la expectativa como en la calidad de vida de los pacientes infectados con el VIH. El aumento de la prevalencia de infectados por el virus acrecienta la asociación de ambas enfermedades por lo que se está convirtiendo en una consulta más frecuente en la práctica diaria, lo cual motivó la realización de esta monografía. (4) (5) (6) 4 Psoriasis y HIV Objetivos Exponer los aspectos epidemiológicos de ambas enfermedades. Analizar la fisiopatogenia de ambas entidades por separado y su interacción. Describir la histopatología de la psoriasis en la población general y en el contexto del HIV. Revisar los patrones clínicos de presentación de la psoriasis y las características en los pacientes seropositivos. Enunciar las principales dermatosis que se incluyen en los diagnósticos diferenciales. Presentar las diferentes terapéuticas posibles. 5 Psoriasis y HIV Epidemiologia Prevalencia La psoriasis es una enfermedad universal, su frecuencia varía según las poblaciones étnicas entre el 0,2% y 4,8%. La mayor prevalencia fue observada en Noruega con 4,8%, seguido por Dinamarca y las Islas Faroe con un 2,9% y 2,8% respectivamente, con un promedio en el norte de Europa del 2%. En España se estima en 1,4%. En Estados Unidos varía entre un 2,2% y 2,6% con aproximadamente 150.000 casos nuevos diagnosticados cada año, con una población total de 308.000.000 de personas afectadas estimada en el 2009. Otro estudio de Estados Unidos determinó una prevalencia del 3,15% de los cuales el 17% presentó forma clínica moderada a severa. También estimó en 0,4% los casos no diagnosticados que correspondería a un estrato social bajo y de pobre nivel educativo. En el este de África 2% en comparación con el oeste 0,3%, puede explicar la relativa baja prevalencia de psoriasis en los afroamericanos (1,3% versus 2,5% en los estadounidenses blancos). En asiáticos aproximadamente 0,3%. Es de remarcar que en un estudio con una muestra de 12.500 samoanos y 26.000 indios sudamericanos de la región andina no se observo un solo caso. No existen estudios consistentes en América Latina pero dado el mestizaje de la población latinoamericana es previsible que la prevalencia sea menor que en las poblaciones de origen europeo. (7) (8) (9) Respecto de la artritis psoriásica los datos son aun más escasos. En Estados Unidos se considera que el 0,5% de la población padece esta patología y que el 23% de los pacientes con psoriasis cutánea padece artritis psoriásica. Un estudio en Olmstead, Minnesota, Estados Unidos arrojó una prevalencia de 0,1% de artritis psoriásica y del 0,7% de psoriasis vulgar. Debido a que la definición de artritis psoriásica incluye la presencia de psoriasis vulgar, aproximadamente el 14% de los casos de psoriasis vulgar presentaba artritis psoriásica. (7) (8) Los estudios de incidencia son muy pocos en parte debido a la evolución de la enfermedad y a la falta de registro adecuados. En Gran Bretaña el diagnóstico inicial según médicos de cabecera, registrado en una base de datos de 1500 médicos reveló una incidencia de 14 por 10.000 personas-año. Otro estudio en 6 Psoriasis y HIV Olmstead, Minnesota, Estados Unidos demostró una incidencia de 78,9 por 100.000.(10) La prevalencia de la infección por HIV según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA y la Organización Mundial de la Salud es de 34.2 millones de infectados por VIH en el año 2011, 2.5 millones de nuevos infectados y 1.7 millones de muertes por SIDA. En América Latina viven 1.4 millones de infectados (4,09%) y hubo 86.000 nuevos casos en 2011. En 2011 hubo 7.000 casos nuevos por día. (11) La coexistencia de psoriasis y HIV varía según las series. Un estudio con 2.000 pacientes infectados en San Francisco mostró una prevalencia del 2,5%, similar a la población general. En Berlín otro estudio con una muestra de 700 pacientes infectados del 5%, superior a la población en general. En España del 4% con el sesgo de que la muestra seleccionada fue una población de infectados adictos a drogas endovenosas con bajo recuento de CD4. (5) (6) (12) Edad de comienzo y Proporción de sexo de la psoriasis La psoriasis predomina entre los 15 y los 30 años de vida, aunque puede comenzar en cualquier momento de la vida, desde el nacimiento hasta edad muy avanzada, sin diferencias en cuanto al sexo. Diversas edades de comienzo fueron reportadas por Henseler y Christophers en 1985 quienes demostraron que la posesión de determinado antígeno de histocompatibilidad, en particular HLA-Cw6, se asociaba con un comienzo más precoz de la enfermedad y antecedentes familiares. Estos hallazgos condujeron a proponer dos grupos de psoriasis diferentes: en el tipo I la edad de comienzo es antes de los 40 años, suele tener antecedentes familiares, se asocia al alelo HLA-Cw6 y la evolución es más inestable. El tipo II, en cambio, comienza luego de los 40 años, no suelen tener antecedentes familiares y no presentan el alelo HLA-Cw6 y la evolución es más estable. Estas observaciones fueron realizadas en poblaciones caucásicas pero no parecen ser válidas en otros grupos genéticos, por ejemplo asiáticos. (7) (8) Epidemiología genética de la psoriasis Existe una predisposición genética para padecer psoriasis, aunque sólo un tercio de los pacientes tiene un pariente de primer grado con la enfermedad. En 7 Psoriasis y HIV estudios realizados en gemelos monocigotas, la concordancia de la enfermedad en ambos hermanos variaba entre el 35 y el 73%, es decir, menor al 100%, como se ve en las enfermedades con una herencia mendeliana simple. Otros estudios demostraron que cuando ambos padres padecen la enfermedad, el 41% de sus descendientes también la padecerá, solo el 14% si uno es el afectado y el 6% en el caso de un hermano afectado. Es más probable que los hijos de un padre con psoriasis tengan la enfermedad que en el caso de que sea la madre la afectada, fenómeno denominado “impronta genética”, un gen se expresa o no dependiendo del sexo del progenitor que lo transmite. El mismo fenómeno de impronta genética se puede observar en la artritis psoriásica. (7) (8) Diversos estudios genéticos han determinado que existen locus de susceptibilidad para padecer la psoriasis, denominados PSORS. Se han descripto hasta ahora 9 locus. (7) (8) El PSORS 1 es el más importante, confiere mayor susceptibilidad para padecer psoriasis; se localiza en el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), cromosoma 6p21.3 que a su vez contiene los genes del antígeno leucocitario humano (HLA) y 200 genes más. Múltiples locus HLA se asociaron a psoriasis: HLAB13, HLA-B37, HLA-B46, HLA-B57, HLA-Cw1, HLA-DR7 y HLA-DQ9 pero el alelo HLA-Cw6, demostró el mayor riesgo relativo para padecer psoriasis en poblaciones caucásicas y se asoció a un comienzo temprano de la enfermedad. Se encuentra en el 60-65% de los pacientes con psoriasis y en un 15% de pacientes sanos por lo que se estima que son necesarios otros genes para conferir la susceptibilidad a la enfermedad. (7) (8) (24) (42) Los otros locus PSORS se encuentran por fuera del MHC y su relación con la psoriasis en algunos casos aún se cuestiona. PSORS 2, se ubica en el cromosoma 17q24-q25 donde residen genes asociados a enfermedades mediadas inmunológicamente. PSORS 3 se ubica en el cromosoma 4q34, se lo ha asociado a comienzo de la psoriasis en edad temprana. En esa región se ubica también el gen de una proteína que regula la respuesta a la producción del interferón alfa (IFN-α). PSORS 4 se localiza en el cromosoma 1q21.3, donde se encuentra el complejo de diferenciación y regeneración epidérmica y genes involucrados en la inmunidad innata, tales como la beta-defensina 2 y el complejo de proteínas S100. Un gen que 8 Psoriasis y HIV confiere susceptibilidad tanto para psoriasis como para enfermedad de Crohn, denominado CARD15, se ubica en el cromosoma 16q12-13, donde se ha ubicado al locus PSORS 8. PSORS 9, localizado en el cromosoma 4q28-31, contiene el gen de la interleuquina 15 (IL-15) que muestra una mayor actividad de expresión genómica en los pacientes con psoriasis. (7) (8) (9) En un estudio realizado por Elder y asociados se confirmó la asociación de 7 locus relacionados con la enfermedad por fuera del MHC: 3 que habían sido previamente reportados: HLA-C, IL12B, IL23R, y 4 nuevas señales localizadas en la cercanía de genes probablemente relacionados: IL23A, IL4/IL13, TNFAIP3 y TNIP1. De estos últimos el locus IL 4/IL13 favorece el desarrollo de la respuesta Th1, y los locus TNFAIP3 y TNIP1 impiden la regulación inhibitoria de la inflamación que produce el NF-кB. (44) Factores ambientales Múltiples factores ambientales se han asociado con el empeoramiento o las exacerbaciones de la psoriasis. En menor medida se ha logrado demostrar desencadenantes de la misma. (8) Entre los agentes infecciosos involucrados la faringitis estreptocócica puede desencadenar la enfermedad y también exacerbar las placas de psoriasis crónicas. Las infecciones estreptocócicas cutáneas no presentan este efecto. Se han encontrado epítopes de la proteína estreptocócica M que son estructuralmente homólogas a las llamadas queratinas hiperproliferativas K16 y K17. En un modelo de patogenia se postula la transición de la reactividad cruzada a autoreactividad en la psoriasis en gotas que se desarrollará más adelante. (8) La infección por VIH se ha asociado con exacerbaciones de la enfermedad pero no como desencadenante de la misma. (8) El stress se ha relacionado tanto con el desarrollo como con el empeoramiento de la psoriasis. El evento estresante puede ocurrir entre 2 días a un mes antes de la aparición de los síntomas. Se cree que la fisiopatogenia estaría relacionada con trastornos neuroendócrinos que aún no han sido demostrados. (8) 9 Psoriasis y HIV La injuria de la piel incluyendo cortes, rascado e incluso quemaduras solares induce la psoriasis en la piel sana. Pacientes que padecieron enfermedades cutáneas en el último año presentan mayor riesgo de padecer psoriasis. (8) (10) La obesidad se ha relacionado con formas de presentación más severas, pero no como factor desencadenante. La pérdida de peso se ha relacionado con mejoría clínica de la psoriasis. La dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados se ha asociado con enfermedades autoinmunes incluyendo la psoriasis. El alcohol empeora la enfermedad. El tabaquismo y determinados fármacos como: antialérgicos, beta bloqueantes, litio, antiinflamatorios no esteroides, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, gemfibrozil, interferón alfa y gamma y el imiquimod se han asociado con exacerbaciones de la psoriasis. (8) (10) 10 Psoriasis y HIV Fisiopatogenia de la psoriasis Se considera que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria genéticamente programada, desencadenada por diferentes estímulos (infecciones, medicamentos, estímulos antigénicos, físicos o emocionales), conducida y mantenida por múltiples componentes del sistema inmune. El proceso inflamatorio es mediado por componentes del sistema inmune innato (células presentadoras de antígenos, neutrófilos, células Natural Killer (NK) y células T NK, citocinas, quimiocinas) y el adaptativo (linfocitos T CD4+ y CD8+ maduros) que se detallarán a continuación. (14) (15) Células efectoras Células T En la patogenia de la psoriasis las células T juegan un rol crítico. Esto fue evidenciado por primera vez en el reporte de un caso de un paciente que revirtió su psoriasis en el año 1979 con ciclosporina A que bloquea las células T activadas. Más tarde se reportaron casos de pacientes sin psoriasis que desarrollaron la misma luego de recibir trasplante de medula ósea de pacientes con psoriasis. Por el contrario también se reportaron casos de pacientes psoriásicos que luego de recibir trasplante de medula ósea de pacientes sin psoriasis se curaron. Además las terapias dirigidas contra los linfocitos T (anticuerpos contra CD3 o CD4) mejoran notablemente la psoriasis. (13) (14) (15) (16) Las células T mejor caracterizadas son los subgrupos: Helper o CD4+: marcadores: CD45RO+, CD45RA-; Th1: CCR5+, CXCR3+; Th2: CCR4+, CCR8+, CCR3. Citotóxicas o CD8+: marcadores: CD45RO+, CD45RA-, CXCR3+. De memoria: CD45RO+, las centrales expresan selectina L+ y CCR7+, y las cutáneas el antígeno linfocítico cutáneo (CLA+) y CXCR3+. El antígeno linfocítico cutáneo es un ligando de la selectina-E, que se expresa selectivamente en los capilares de la piel y así permite el acceso a la misma (skin-homing o anidamiento). 11 Psoriasis y HIV La infiltración tisular por linfocitos T activados es esencial para el desarrollo y mantenimiento de las placas. Las células CD4+ se hallan preferencialmente en dermis superior y las CD8+ en epidermis, estas últimas presentan HLA-DR+ representando el estado activado de las mismas. El perfil de citocinas de las lesiones psoriásicas es rico en IFN-Ɣ, IL-12 y Factor de Necrosis Tumoral-α (TNF-α) lo que indica polarización de las células CD4+ a células Th1 y polarización de las células CD8+ a células T citotóxicas 1. (13) (14) (15) (16) Recientemente han tomado relevancia las células T CD4+ Th17 productoras de IL-17 en la patogenia de las enfermedades inflamatorias autoinmunes. La inducción de las células Th17 depende de la IL-6 e IL-23. (17; 18) Células T regulatorias La mejor caracterizada es el subtipo CD4+CD25+. Su función es regular las respuestas inmunes y así prevenir el desarrollo de enfermedades autoinmunes. En la población general estas células representan un 10% de los linfocitos CD4 +. En la psoriasis si bien su número está conservado, su función inhibitoria sobre las células T es deficiente. (16) Natural Killer y células T NK Las células T NK se diferencian de las NK porque expresan el Receptor de las Células T (TCR). Ambas tienen la habilidad de secretar IFN-Ɣ (que favorece el perfil Th1) o IL4 (que favorece el perfil Th2) por lo que son muy importantes en la inmunoregulación. Actúan como un puente entre la inmunidad innata y la adquirida. Las células NK están reguladas en parte por los receptores semejantes a los de inmunoglobulinas killer (KIR), que reconocen al HLA-C y otras moléculas del MHC tipo I. (14) (16) Células dendríticas Son células especializadas en la captura de material antigénico que luego es procesado a péptidos y porteriormente expuesto en la membrana sobre moléculas del MHC para su presentación. Además, expresan altos niveles de moléculas coestimuladoras. Son células presentadoras de antígenos “profesionales”. En la psoriasis tanto la epidermis como la dermis muestran un aumento de estas células y son importantes generadoras de TNF-α y oxido nítrico (ON). (14) (19) 12 Psoriasis y HIV Células de Langerhans Son células de morfología dendrítica, normalmente localizadas en la porción suprabasal de la epidermis formando una intrincada red. Presentan los característicos gránulos de Birbeck, son CD1a+ y son positivas para las moléculas de maduración: CD-LAMP y CD83. En la lesión de psoriasis estas células están disminuidas en número así como en movilidad. En la piel sana de pacientes con psoriasis su movilidad también se encuentra reducida como consecuencia de una falta de respuesta a los factores proinflamatorios como TNF-α, IL-1β. (2) (14) Células epidérmicas dendríticas inflamatorias Son células dendríticas inmaduras derivadas de los monocitos, se diferencian de las anteriores por la ausencia de los gránulos de Birbeck y una menor expresión del CD1a+. En la piel normal están prácticamente ausentes mientras que están marcadamente aumentadas en la epidermis de las lesiones de psoriasis. (2) Células dendríticas dérmicas En la piel normal en reposo no expresan marcadores de activación. En las lesiones presentan un marcado aumento en su número y su estado de maduración, expresando fuertemente el MHC tipo II, factor XIIIa + y CD11c+. Inducen la producción de IL-2 e IFN-Ɣ por células T autólogas. (2) (13) Células dendríticas plasmocitoides Son presentadoras ineficientes de antígenos a las células T, pero regulan la inflamación y vinculan la inmunidad innata con la adaptativa al generar grandes cantidades de IFN-α cuando son activadas. Ausentes en la piel normal, están significativamente aumentadas en la piel psoriásica afectada como en la no afectada, pero se activan solamente en la piel comprometida. Presentan CD123+. (2) (14) Macrófagos Los macrófagos se localizan típicamente en la dermis superficial cerca de las papilas dérmicas y son la principal fuente de TNF-α. La interacción de los macrófagos con las células T determina si una inflamación continua llevará a la psoriasis. Expresan la quimiocina de los macrófagos MCP-1. (2) (14) 13 Psoriasis y HIV Mastocitos Los mastocitos se encuentran en las lesiones incipientes, antes que los linfocitos, macrófagos o neutrófilos. Al igual que los macrófagos producen gran cantidad de TNF-α, IFN-Ɣ, IL-8 y factor de crecimiento endotelial vascular, pero a diferencia de éstos el mastocito puede acumular grandes cantidades de mediadores preformados y liberarlos en minutos creando rápidamente un ambiente para reclutar linfocitos y neutrófilos. La estabilización de los mastocitos a través de antihistamínicos o cromoglicato disódico podría ser útil para prevenir las manifestaciones de psoriasis. (2) (14) Neutrófilos Aparecen en las lesiones tardías y su rol en la patogenia de la psoriasis es poco claro. (2) Queratinocitos Son importantes productores de citocinas proinflamatorias, quimiocinas y factores de crecimiento y también de otros mediadores inflamatorios como los eicosanoides y mediadores de la inmunidad innata como las catelicidinas, las defensinas y las proteínas S100. Los queratinocitos en las lesiones de psoriasis expresan fuertemente el HLA-DR, no así en la piel sana. (2) (15) Células endoteliales y fibroblastos También participan del proceso. Las células endoteliales son muy activas en las lesiones maduras y en desarrollo, además del aporte de un flujo sanguíneo 10 veces aumentado en la lesión, desempeñan un papel importante en el control del flujo de leucocitos y proteínas séricas hacia el tejido psoriásico. Los fibroblastos mantienen la proliferación de los queratinocitos de una manera parácrina. (2) Citocinas y quimiocinas Las placas de psoriasis se caracterizan por la presencia de citocinas tipo Th1: IFN-Ɣ, IL-2, TNF-α, IL-15, IL-19, IL-20. Las células presentadoras de antígenos (CPA) contribuyen con la producción de IL-18, IL-23 y TNF-α. Tanto la IL-18 como la IL-23 inducen la producción IFN-Ɣ. Las quimiocinas y receptores de quimiocinas que se encuentran en las placas de psoriasis y son fundamentales en su patogenia son: 14 Psoriasis y HIV TARC (Thymus And Activation-Regulated Chemokine) (CCL17) (CCL=Secondary Lymphoid Tissue Chemokine), MIG (Monokine Induced by Interferon Ɣ) (CXCL19), IP10 (IP= interferon-inducible protein) (CXCL10), MDC (CCL22), RANTES (Regulated on Activation, T-Cell Expressed And Secreted) (CCL5), CXCR2 (Chemokine-Related Receptor), CXCR3, CCR4, (Chemokine Receptor) CCR6, CCL27-CCR10, MIP3a (Macrophage Inflammatory Protein) (CCL20), MIP3b (CCL19), Ellos promueven la migración de las células desde la medula ósea a las lesiones de psoriasis. (13) (14) (15) Mediadores inmunitarios innatos Anormalmente expresados en la psoriasis: péptidos antimicrobianos, βdefensina-2 humana (HBD-2), catelicidina (LL-37) estas aumentan las citocinas proinflamatorias; la familia de las proteínas S100 entre ellas S100A2, S100A7 (psoriasina) y el dímero S100A8/A9 (calprotectina) son quimiotácticas y antimicrobianas. También hay aumento del oxido nítrico y del componente C5 del complemento que es quimiotáctico para neutrófilos y células dendríticas. (2) Eicosanoides Está muy aumentado el ácido araquidónico libre, el leucotrieno B4, el ácido 12-hidroxieicosatetraenoico, el ácido 15-hidroxieicosatetraenoico, prostaglandina E y la prostaglandina F2α. (2) Factores de crecimiento Se hallan aumentados: Factor de crecimiento epidérmico (EGF) producido por los queratinocitos, 15 Psoriasis y HIV Factor de crecimiento transformador-α, Antirregulina (AREG), Factor de crecimiento similar al EGF que se une a la heparina. Factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF). Factor de crecimiento neural, Factor de crecimiento símil insulina 1, Factor de crecimiento de los queratinocitos. Estos mediadores contribuyen a la hiperplasia epidérmica, resistencia a la apoptosis, neoangiogénesis, y ampliación del crecimiento de los linfocitos T. (2) (15) Proteasas y sus inhibidores e Integrinas Aumentan las metaloproteinasas, la elastasa, la serina proteasa, los inhibidores de las proteasas elafina, serpina B3 (hurpina). Aumenta la integrina α5 y su ligando la fibronectina. (2) Fisiopatogenia de la psoriasis Los clones de células T naive se diferencian en los ganglios linfáticos que drenan la superficie cutánea al enfrentarse a antígenos presentados por células de Langerhans activadas (maduras) u otras células dendríticas que migraron desde la piel. Los clones proliferan, se diferencian al fenotipo efector/ memoria, adquieren el antígeno linfocítico cutáneo (CLA) y son liberados a la circulación periférica desde donde acceden a la piel a través de la unión y transmigración con las células endoteliales dérmicas. En la piel encuentran un ambiente dérmico activo localmente caracterizado por vasodilatación y edema (ambiente pre-psoriásico). Se sospecha que esto se genera por degranulación de los mastocitos y activación de las células dendríticas plasmocitoides y macrófagos con la consiguiente liberación de TNF-α e IFN-Ɣ. Una vez en la dermis las células T CD4+ y CD8+ liberarán quimiocinas y citocinas de tipo Th1 (IFN-Ɣ, IL-2 y TNF-α), IL-17, IL-22 y factores de crecimiento. Un subgrupo de células T CD8+ migrará a la epidermis por expresar VLA-1 e integrina aEβ7 que se unen a la caderina-E expresada por los queratinocitos, esto se convierte en un estímulo importante para promover la proliferación epidérmica. Al ser deficiente la actividad supresora de las células T reguladoras se genera una proliferación desmedida de células T con sobreproducción crónica de quimiocinas, citocinas y factores de crecimiento. Estos mediadores generan hiperproliferación de 16 Psoriasis y HIV los queratinocitos que desarrollan una diferenciación terminal anormal y se vuelven resistentes a las señales de apoptosis. Esta hiperproliferación epidérmica perdura gracias a la neoangiogénesis, también producida por las citocinas proinflamatorias. (16) No está probado que la psoriasis sea una enfermedad autoinmune con linfocitos reactivos a antígenos propios. El antígeno específico contra el que reaccionan los linfocitos T en la piel psoriásica aún no ha sido identificado. Existen diversas teorías que intentan explicar la activación inmune que se da en la psoriasis: Activación clásica de las células T: durante una faringitis estreptocócica la célula T específica contra el estreptococo migra de la faringe hacia la piel donde se genera una reacción cruzada con antígenos de los queratinocitos con la consecuente enfermedad inflamatoria (psoriasis en gota). Si la reacción cruzada no ocurre entonces la enfermedad se autolimita (aproximadamente la mitad de los pacientes que presentan psoriasis gutata no desarrollan psoriasis en placa). Si en cambio la reacción cruzada es eficaz y tiene lugar en los tejidos linfáticos se generaran linfocitos T autoreactivos llevando a la cronicidad del proceso. En resumen la psoriasis gutata se llevaría a cabo por un proceso de reactividad cruzada de las células T activado por una faringitis estreptocócica, mientras que la psoriasis en placas se mantendría por células T autoreactivas que responderían a los péptidos de las queratinas aun habiéndose resuelto la infección estreptocócica. Proteínas del shock térmico (HSP) como activadores inmunes: los queratinocitos de las lesiones de psoriasis en desarrollo presentan en su superficie la proteína del shock térmico 70 (HSP 70) y las células dendríticas expresan el receptor CD91, para las proteínas del shock térmico, lo que generaría una autoestimulación. Activación directa de las células T por citocinas (IL-12, IL-23) sin mediar el TCR. Activación de las células T NK por antígenos glicolipídicos (13) 17 Psoriasis y HIV Fisiopatogenia de la infección por HIV La entrada del VIH en la célula se produce mediante la interacción de las proteínas virales gp120 y gp41con dos receptores de membrana: CD4 y los receptores de quimiocinas CCR5 y CXCR4. La membrana plasmática y viral se aproximan y fusionan. Además de estos dos receptores virales, las células dendríticas presentan en su superficie las lectinas DC-SIGN y L-SIGN, que unen de forma inespecífica a diferentes virus. La unión del VIH a estas lectinas facilita e incrementa enormemente la infección de los linfocitos circundantes. Este fenómeno, denominado de facilitación en trans, hace de la interacción entre células dendríticas y linfocitos, denominada sinapsis inmunitaria, una zona preferente de propagación del VIH a linfocitos CD4. Una vez fusionadas las membranas viral y celular, se produce la internalización de la nucleocápside y la decapsidación del genoma vírico con liberación del mismo. El proceso de síntesis de ADN a partir del ARN viral o retrotranscripción es realizado por el complejo enzimático de la transcriptasa inversa. Una vez sintetizado, el ADN proviral se acopla a una serie de factores celulares y virales formando el complejo de preintegración. Este complejo es transportado al núcleo, donde se integra en el genoma del hospedador, constituyendo la forma proviral del VIH. El ADN no integrado representa el 90% del ADN viral existente en linfocitos circulantes, es un marcador de replicación viral en pacientes en tratamiento antirretroviral. A partir del estado de integración, el VIH puede permanecer latente, replicarse de forma controlada o experimentar una replicación masiva con el consiguiente efecto citopático sobre la célula infectada. A partir del estado de provirus integrado, la replicación del VIH comienza mediante la transcripción del genoma viral. La iniciación de la transcripción, depende de factores celulares, el principal factor que interviene en el paso de la fase de latencia viral a la de reactivación es el complejo proteico NF-кB, que regula la expresión de múltiples genes celulares que participan en los procesos de reconocimiento y activación inmunitarios. Este factor existe en forma activa en los linfocitos CD4 activados y es inducido en el curso de los procesos de activación inmunológica, lo que explica que la replicación del VIH esté estrechamente relacionada con el estado de activación de los linfocitos infectados. Una vez sintetizadas las proteínas virales deben ser procesadas antes de ensamblarse en las partículas maduras. En este proceso participan proteínas del virus como Vif, Vpu y la proteasa viral. La maduración final 18 Psoriasis y HIV de los viriones y el ensamblaje correcto de las proteínas virales se produce durante el proceso de gemación a través de la membrana celular con la consiguiente liberación al espacio extracelular. (3) (4) (20) Mecanismos de linfocitopenia CD4 La disminución de linfocitos CD4 representa el marcador más importante de la infección por el VIH y no es debido únicamente a una destrucción de las células infectadas por el virus, sino que es producido por distintos mecanismos: Alteración en la homeostasis de los linfocitos CD4 Redistribución linfocitaria: La acumulación de partículas virales en los órganos linfoides origina un reclutamiento de linfocitos en estas zonas, representa un “secuestro” en los órganos linfoides y es una respuesta normal del sistema inmune. Bloqueo en la regeneración linfocitaria en los órganos inmunológicos centrales provocada por la replicación viral activa por mecanismos que se encuentran en estudio. Destrucción de CD4 por efecto citopático directo en linfocitos activados, que son especialmente susceptibles a la infección y replicación viral Mecanismos indirectos de destrucción de CD4: Destrucción mediante mecanismos inmunitarios los linfocitos CD4 infectados son diana de los linfocitos citotóxicos. Apoptosis por proteínas tóxicas del virus (gp160, Vpr, Tat) Hiperactivación y agotamiento del sistema inmunitario: Replicación persistente del VIH Translocación microbiana Reactivación de virus endógenos (3) (20) Respuesta inmunitaria frente a la infección por el VIH Frente a la infección por el VIH se genera una respuesta inmunitaria. La respuesta humoral constituida por anticuerpos frente a la envoltura, a proteínas de la matriz de la nucleocápside viral y proteínas reguladoras del virus aunque la capacidad neutralizante de los anticuerpos es escasa y muy rápidamente se observa un escape viral a estos. Se produce una respuesta celular antiviral en 19 Psoriasis y HIV distintas poblaciones: linfocitos CD4 colaboradores, linfocitos CD8 citotóxicos y células de estirpe NK. La respuesta CD4 y CD8 constituye probablemente el mecanismo más importante de protección frente al VIH. La respuesta celular CD8 es especialmente intensa frente a proteínas del core, distintos epítopes de las proteínas de la envoltura, la transcriptasa inversa, así como frente a proteínas reguladoras. Otros mecanismos que se ponen en juego son los factores solubles que son activos frente a la infección por el VIH. Entre ellos el sistema de complemento, los interferones, las defensinas, una familia de proteínas que son producidas por leucocitos polimorfonucleares y células dendríticas. Por último, las quimiocinas que son ligandos naturales de los correceptores CCR5 y CXCR4. (3) (20) Cinética de replicación viral y respuesta inmunitaria en los distintos estadios de la infección Durante la infección reciente en la transmisión por vía sexual, las células dendríticas y linfocitos localizados en la lámina propia de las mucosas vaginal y rectal que constituyen el sistema GALT (gut-lymphoid associated tissue) representan la primera diana de la infección por el VIH. A partir de esta primera estación se produce una replicación y diseminación local de la infección a los linfocitos circundantes y la extensión posterior a ganglios linfoides periféricos transportado por células dendríticas y linfocitos infectados. La carga viral en sangre se detecta a partir de la primera semana de la infección y aumenta exponencialmente. El período “ventana” dura 4 a 12 semanas, que corresponde a la fase de primoinfección, durante el cual no es posible detectar la presencia de una respuesta humoral ni celular frente al VIH a pesar de existir niveles de viremia muy elevados. A las 12 semanas de la infección, ya en la etapa de infección crónica, la respuesta inmunitaria genera tanto anticuerpos específicos, como linfocitos CD8 con actividad citotóxica frente al VIH. La puesta en marcha de estos mecanismos de inmunidad específica consigue un control casi completo de la replicación viral y provoca una caída brusca de la viremia. Sin embargo es incapaz de erradicar el virus que se ha acantonado en distintos reservorios en los que replica de manera persistente. Esta fase de acción y adaptación por parte del virus y el sistema inmunológico caracteriza la fase crónica de la infección que se mantiene durante años. Hasta que el sistema inmunitario pierde progresivamente su capacidad de 20 Psoriasis y HIV control sobre el VIH: por una parte, las variantes de escape infectan y destruyen linfocitos CD4; por otra, la sobrecarga antigénica que representa la replicación viral mantenida hace que exista una activación continua del sistema inmunitario, lo que provoca alteraciones en la maduración y activación de linfocitos CD4 y CD8 y un envejecimiento precoz del sistema. Los estadios finales de la enfermedad se caracterizan clínicamente por la aparición de infecciones oportunistas, desde el punto de vista inmunológico por el descenso del número de linfocitos CD4 y virológicamente por la elevación de la carga viral. Se observa un deterioro de la respuesta humoral y celular frente al VIH: disminuyen los niveles de anticuerpos, la actividad citotóxica y el número de linfocitos CD8, y se observa una disminución de la actividad citotóxica dependiente de anticuerpos de las células NK. (3) (20) Mecanismos de escape viral Estos mecanismos son fundamentalmente la posibilidad de entrar rápidamente en una fase de latencia en los reservorios infectados, la capacidad de generar una gran variabilidad en las proteínas estructurales del virus gracias a la alta tasa de error de la transcriptasa inversa en el proceso de retrotranscripción y ocultar los dominios de interacción con los correceptores virales en su envoltura. (3) (20) Fisiopatogenia de la psoriasis asociada al HIV La patogenia de la psoriasis en pacientes con VIH se considera una paradoja médica que gira alrededor de 3 principales dilemas. Primero, la psoriasis, mediada por células T, se las arregla para prosperar en un entorno de disminución de las mismas. En segundo lugar, aunque varias de las terapias dirigidas contra los linfocitos T son efectivas en la psoriasis, la condición empeora con la disminución de células CD4. En tercer lugar, el VIH se caracteriza por un perfil de citocinas derivadas de las células T helper 2 (Th2) y la psoriasis se caracteriza por un perfil de citocinas de linfocitos T helper 1 (Th1). (21) Aunque la etiología de la psoriasis asociada con el VIH no ha sido aclarada, se postula que tanto factores genéticos como ambientales desempeñan roles dinámicos en su patogenia. Mallon y asoc. proporcionaron la primera prueba de una posible asociación inmunogenética entre psoriasis y su expresión en pacientes con VIH. El estudio comparó el ADN genómico aislado de los linfocitos de 14 hombres 21 Psoriasis y HIV con VIH y psoriasis versus ADN linfocítico extraído de un grupo de hombres seropositivos sin psoriasis (control) (n=147). El antígeno HLA-Cw6 (alelo HLACw0602) fue detectado en el 79% (11/14) de los pacientes con psoriasis y VIH, mientras que estuvo presente en sólo 24,5% del grupo control (36/147). Dos pacientes que no presentaban el alelo HLA-Cw0602 presentaban el alelo Cw0401/3 que se relaciona fuertemente con el anterior. Este estudio sugiere que la asociación del HLA-Cw0602 es más fuerte en la psoriasis asociada a HIV aunque se necesitaría una muestra mayor para corroborar esta teoría. HLA-C juega un papel fundamental en la presentación de antígenos a las células T CD8 que predominan en la piel con psoriasis. El reconocimiento de proteínas del VIH y posterior activación de los linfocitos T podría desencadenar o mantener las lesiones psoriásicas. (21) (22) Se ha demostrado que en la infección por HIV hay una disrupción en el balance de las células CD4+ y CD8+. Aparte de la linfocitopenia CD4+ que se produce en el HIV también se observa un cambio en el perfil de citocinas con disminución del perfil Th1 (IL-2, IL-12 e IFN-Ɣ) y predominio de las citocinas tipo Th2 (IL-4, IL-5, IL-6, IL-10, IL-13) que estimulan la activación policlonal de células B y la hipergamaglobulinemia. La disminución de citocinas de tipo Th1 progresa a medida que progresa la enfermedad. La disminución de la IL-2 sería fundamental en la progresión al SIDA. La IL-4 muestra un aumento desde el inicio de la infección, y la IL-10 muestra un aumento en la etapa avanzada de la enfermedad (SIDA). Las células CD8+, NK, células B y monocitos también contribuyen a la heterogeneidad de citocinas. Aumenta la producción de IFN-Ɣ por parte de las células T CD8+ ya sea porque aumenta una población de linfocitos citotóxicos contra el HIV o por activación de células T CD8+ en la infección por HIV. (23) (25) Históricamente, se creía que las células T CD4+ eran las responsable de generar el proceso inmune que caracteriza la psoriasis y los linfocitos T CD8+ tenían un rol supresor. Sin embargo, estudios recientes han establecido que los linfocitos CD8+ tienen un papel esencial en la patogenia de la enfermedad. Genéticamente, la fuerte asociación de psoriasis con antígenos del MHC tipo I, como el HLA-Cw0602, que interactúan exclusivamente con Linfocitos T CD8 +, resalta la importancia de esta célula en particular en la creación de las lesiones. Histológicamente, diversos estudios han demostrado que las células T CD8 +, especialmente el subgrupo de 22 Psoriasis y HIV memoria, se halla aumentado tanto en la epidermis como en la dermis papilar de las placas de psoriasis, no así en la piel no comprometida. (22) (24) Estudios recientes han demostrado como el desbalance entre linfocitos CD4+/CD8+ que se genera en el HIV seria responsable de la desregulación inmune en la psoriasis asociada a HIV. El HIV infecta preferentemente a las células CD4+ de memoria y CD8+ naive. A medida que la infección progresa las células CD8+ naive van desapareciendo y hay un crecimiento desproporcionado de células CD8 + de memoria que corresponde al 85% de las células T del paciente con HIV versus el 50% que posee la población general. Este descenso de células T naive no solo impide la defensa contra infecciones sino que permite el desarrollo de enfermedades autoinmunes como la psoriasis. La expansión desproporcionada de linfocitos T CD8+ de memoria también explica el perfil de citocinas particular que permite el desarrollo de la psoriasis en los pacientes con HIV. Las lesiones de psoriasis se asocian con un perfil de citocinas Th1 sin un componente sustancial de citocinas Th2. Como se citó anteriormente en los pacientes HIV sin psoriasis se caracterizan por presentar un perfil de citocinas Th2, especialmente IL 4, IL 6 e IL 10 con una disminución de la producción de citocinas Th1 a medida que la infección progresa. Este cambio de un perfil Th1 a un perfil Th2 se ha correlacionado con el pronóstico general, dado que la inmunidad mediada por células del tipo Th1 permite menores tasas de seroconversión y progresión a SIDA. Sin embargo, se encontró que el patrón de citocinas en pacientes psoriásicos con VIH no se caracteriza por un cambio claro a un perfil Th2. En cambio, debido al aumento en la subpoblación de células T de memoria se genera una mayor producción de IFN-Ɣ, el mayor responsable de crear y mantener el fenotipo psoriásico. (21) (23) (25) La relación entre el IFN-Ɣ y los pacientes psoriásicos seropositivos es apoyada por la expresión única de los antígenos HLA-DR del CMH tipo II durante enfermedades inflamatorias como la psoriasis. Normalmente limitadas su expresión a las células de Langerhans y epitelio acrosiringio, el HLA-DR es sintetizado por los queratinocitos que son estimulados por el IFN-Ɣ en las lesiones de psoriasis activas promoviendo una mayor acumulación de leucocitos. Se ha postulado que la sobreexpresión de HLA-DR en queratinocitos se asocia a una mayor frecuencia de exacerbaciones por infecciones bacterianas. La habilidad de las exotoxinas piogénicas estreptocócicas y las enterotoxinas estafilocócicas para actuar como 23 Psoriasis y HIV superantígenos y así estimular la producción de TNF-α por los queratinocitos HLADR perpetúa el círculo inflamatorio de la psoriasis en los pacientes con HIV, incluso en ausencia de células T. (26) (27) (28) A continuación se exponen las teorías propuestas para fundamentar la paradójica exacerbación de psoriasis en los pacientes HIV: (29) 1. Disminución de las células de Langerhans (CL) en la infección por HIV: en las lesiones de psoriasis las CL están disminuidas esto podría deberse a un efecto citotóxico directo de los linfocitos T reguladores o a la migración de las CL hacia la dermis. En la infección por HIV estas células también disminuyen. Sin embargo se sabe que las CL juegan una importante rol en la patogenia de la psoriasis y varios de los tratamientos utilizados disminuyen reversiblemente su función lo que descartaría esta teoría. 2. Efecto directo del HIV sobre la proliferación epitelial: se planteó en base a la mejoría de la psoriasis en pacientes tratados con zidovudina por su enfermedad de base. Se descartó luego de la realización de otro estudio en el que la zidovudina mejoró las lesiones de psoriasis tanto en pacientes seropositivos como seronegativos. Aparte la psoriasis mejora en la etapa terminal del HIV- SIDA cuando la carga viral es alta y el recuento de CD4+ muy bajo. 3. Perfil de citocinas alterado en la infección por HIV: la psoriasis se caracteriza por un perfil de citocinas Th1. En el HIV hay aumento de la citocinas proinflamatorias como la IL-8 y el TNF-α, sin embargo hay una marcada disminución de IL-2 e IFN-Ɣ de perfil Th1 y un aumento de IL-4 e IL-10 de perfil Th2 lo que desalentaría esta teoría. 4. Aumento de la proporción CD8/CD4 en el HIV: las células CD4+ se activan en las fases tempranas de la infección por VIH y luego van disminuyendo, mientras que las CD8+ van aumentando en proporción. Las células CD8 + son primordiales en la patogenia de la psoriasis por lo esta teoría es probable. 5. Mayor colonización cutánea por Staphylococcus aureus en el HIV: al alterarse la inmunidad celular la colonización de la piel por S. aureus aumenta. Las exotoxinas de este microorganismo actúan como superantígeno estimulando a las células T generando inflamación y por 24 Psoriasis y HIV ende psoriasis. A su vez los queratinocitos en la psoriasis expresan el HLA-DR lo que estimula la producción de TNF-α que aumenta la replicación viral. Esto genera un círculo vicioso en el que el HIV empeora la psoriasis y esta a su vez el HIV. Esta teoría también justifica el mejoramiento de la psoriasis en la etapa terminal SIDA por la disminución de las células T. 6. Oxido Nítrico (ON) derivado de los macrófagos estimulados por el HIV: El oxido nítrico está aumentado en la piel con psoriasis. La proteína gp120 estimula a los macrófagos a generar ON sin embargo este mediador favorece la producción de citocinas de perfil Th2. Aún queda por establecer el rol del ON en la psoriasis: como regulador de la respuesta inmune Th1 o como parte del proceso patogénico estimulando el crecimiento celular y limitando la diferenciación celular. 7. Sustancia P: aumenta en las lesiones de psoriasis y en las fibras nerviosas epidérmicas de la piel con psoriasis. La capsaicina que es un depletor de la sustancia P mejora la psoriasis. El HIV estimula la producción de sustancia P por parte de las células inmunes. La sustancia P tiene muchas funciones: Se une a los queratinocitos estimulando la liberación de IL-1 Activa a los mastocitos generando liberación de TNF-α Estimula al endotelio a expresar VCAM-1 (Vascular Cell Adhesion Molecule) Estimula a las células T a expresar E-Selectina Estimula la expresión de P-Selectina endotelial Estimula la proliferación de linfocitos, la producción de citocinas y la quimiotaxis de monocitos Genera vasodilatación y edema Las lesiones de psoriasis infiltradas por gran cantidad de células inmunes y con altas concentraciones de sustancia P generan un ambiente óptimo para la replicación viral resultando en progresión de la infección por VIH a SIDA. 25 Psoriasis y HIV 8. Aumento de las infecciones por bacterias gram negativas y de la colonización de la piel: en los pacientes con psoriasis aumentan los niveles de lipopolisacáridos circulantes. La mayor colonización cutánea por bacterias gram negativas así como las infecciones generadas por las mismas, en los pacientes HIV podría contribuir a la exacerbación de la psoriasis. (29) 26 Psoriasis y HIV Histopatología Según el estadio de la enfermedad se distinguen 3 grupos de lesiones: lesión inicial, lesión en desarrollo y lesión madura. Lesión inicial “Estado prepsoriásico” En las lesiones maculares puntiformes iniciales solo se observa edema marcado, ectasia venular con infiltrados celulares mononucleares perivasculares y exocitosis en el área de una a dos papilas dérmicas. La epidermis presenta espongiosis y hay perdida focal de la capa granular. (2) Lesión en desarrollo Aumenta la actividad metabólica de las células epidérmicas, aumenta el número de mastocitos, macrófagos, células dendríticas y las células T dérmicas. En el centro de la lesión se observa la “zona marginal” con aumento del espesor epidérmico, mayor hiperqueratosis, elongación capilar con infiltrado linfomonocitario perivascular. (2) Lesión madura Caracterizada por elongación uniforme de las crestas interpapilares, con adelgazamiento suprapapilar de la epidermis. La masa epidérmica está aumentada en 3 a 5 veces y hay muchas más mitosis sobre la capa basal. El ensanchamiento de los espacios extracelulares persiste pero es de menor intensidad y uniforme. Los extremos de las crestas interpapilares adquieren forma de clava o se fusionan con las adyacentes, con papilas delgadas, elongadas, edematosas que contienen capilares dilatados y tortuosos. La paraqueratosis que acompaña la pérdida de la capa granulosa puede confluir horizontalmente. El infiltrado inflamatorio se hace más intenso y persisten las mismas células: linfocitos, macrófagos, células dendríticas y mastocitos. Se observa mayor número de dendrocitos dérmicos Factor XIIIa+. A diferencia de las otras etapas los linfocitos se encuentran en la epidermis. Los neutrófilos se acumulan en el estrato córneo paraqueratósico suprayacente (microabscesos de Munro) y con menor frecuencia en la capa espinosa (pústulas espongiformes de Kogoj). (2) (13) (16) 27 Psoriasis y HIV Histopatología de la psoriasis asociada a HIV En los pacientes HIV positivos se puede encontrar la forma clásica descripta anteriormente, en general algunos de los cambios están ausentes lo que dificulta el diagnóstico histológico. También puede presentarse como una dermatitis psoriásica con menos microabscesos de Munro, acantosis irregular, espongiosis leve, infiltrado linfocitario difuso y perivascular y ocasionalmente macrófagos y células gigantes multinucleadas. (26) Es característico de la psoriasis asociada a HIV: la ausencia del adelgazamiento epidérmico sobre las papilas, la presencia de queratinocitos disqueratósicos, la linfocitoclasia, la disminución relativa del número de células T, entre un 1 a 10% (la población general entre un 25 a 50%). El infiltrado dérmico está constituido principalmente por linfocitos CD8+ y macrófagos, el ratio de células CD4/CD8 en pacientes HIV es de 0,5 a 0,8, mientras que en la población general es de 2,05. Hay aumento de células plasmáticas; las células plasmáticas en infiltrados inflamatorios cutáneos son características de determinados procesos: sífilis, pian, pinta, rinoescleroma, leishmaniasis, granuloma inguinal, chancroide, micosis profundas, eritema migratorio crónico, necrobiosis lipoídica, amiloidosis nodular, plasmocitoma, lesiones inflamatorias crónicas y lesiones periorificiales. La presencia de las mismas en una biopsia de psoriasis obliga a descartar sífilis y alerta sobre la posibilidad de infección con HIV. En el paciente seropositivo la presencia de células plasmáticas en una biopsia cutánea no se limita a una psoriasis o dermatitis seborreica sino que puede ser por múltiples causas. (6) (26) 28 Psoriasis y HIV Manifestaciones clínicas La psoriasis es una enfermedad eritematoescamosa, se presenta con placas de tamaño, numero y forma variables, eritematosas cubiertas de escamas blancas secas, nacaradas, que si se retiran dejan puntos de sangrado por lesión de los capilares dilatados que se encuentran por debajo (signo de Auspitz) puede acompañarse de síntomas subjetivos como prurito, ardor o dolor. Rodeando las placas puede existir un tenue halo pálido de unos 2 a 5 mm de ancho es el “halo anémico de Woronoff”. Tiende a ser simétrica aunque puede presentarse con compromiso unilateral. El fenómeno de Koebner o respuesta isomórfica es la inducción traumática de psoriasis en la piel sin lesiones, es más frecuente durante los brotes de la enfermedad y es un fenómeno “todo o nada”: si la psoriasis se produce en un sitio de la lesión, se producirá en todos los sitios de lesión. Se produce entre 7 y 14 días después de la lesión. (1) (2) El cuero cabelludo se encuentra afectado hasta en un 80% de los pacientes, sin embargo las lesiones de psoriasis no ocasionan alopecia, incluso después de años de compromiso del mismo con placas gruesas. Esta localización puede ser la primera manifestación y/o única localización de psoriasis. (1) (2) Las uñas están comprometidas en el 40% de los pacientes. La expresión clínica de la psoriasis en la uña depende de los sitios de la unidad ungular comprometidos. El compromiso de la matriz se expresa por la aparición de hoyuelos, onicorrexis, surcos de Beau, leuconiquia, eritema en la lúnula y engrosamiento de la lámina. El lecho ungueal: parches de color salmón o en “mancha de aceite”, hiperqueratosis subungular, onicolisis y hemorragias en astilla. El hiponiquio: hiperqueratosis subungular y onicolisis. Los pliegues laterales y proximales: psoriasis cutánea periungular. Entre el 50 y el 80% de los pacientes con artritis psoriásica tienen lesiones ungueales; por lo tanto, la onicopatía en un paciente con psoriasis es un posible indicador de artropatía psoriásica. El compromiso ungueal también aumenta con la edad, la duración y extensión de la enfermedad. (1) (2) La lengua geográfica también conocida como glositis migratoria benigna o glositis areata migrans se produce por la pérdida local de las papilas filiformes y si 29 Psoriasis y HIV bien es un trastorno que se observa frecuentemente en pacientes no psoriásicos se ha postulado que es una variante oral de la psoriasis. (2) Patrones clínicos de la presentación cutánea Psoriasis vulgar, crónica estacionaria (estable), en placas Forma clínica más frecuente: 90% de los pacientes. Placas rojas escamosas distribuidas simétricamente en regiones extensoras de miembros, cuero cabelludo, ombligo, región lumbar, nalgas, genitales, región interglutea. La psoriasis geográfica se da cuando pequeñas lesiones confluyen formando placas cuyos bordes parecen un mapa de la superficie terrestre. La psoriasis gyrata cuando presenta bordes circinados. La psoriasis anular es cuando hay una mejoría central parcial y da lesiones en forma de anillo. Se llama psoriasis rupioide a las lesiones en forma de cono. La psoriasis ostrácea es la que presenta una lesión cóncava hiperqueratósica en forma de anillo. La psoriasis elefantina presenta escamas gruesas y placas grandes en miembros inferiores. (2) Psoriasis en gotas (eruptiva), gutata Caracterizada por erupción de pequeñas pápulas de 0,5 a 1,5 cm en región superior de tronco y proximal de extremidades, se da en adultos jóvenes. Presenta una fuerte asociación al HLA-Cw6 y puede ser precedida o concomitante a una infección faríngea estreptocócica. (2) Psoriasis a pequeñas placas Clínicamente parecida a la psoriasis en gota aunque las lesiones son ligeramente mayores en tamaño y presentan escamas más gruesas. Se da en pacientes de mayor edad, de origen coreano y otros países asiáticos. (2) Psoriasis invertida Compromete pliegues: genitocrural, submamario, axilas, cuello. Las lesiones son eritematosas brillantes de bordes netos, con poca o ninguna escama. (2) Psoriasis eritrodérmica Es la forma generalizada de la enfermedad afecta todo el cuerpo incluyendo cara, manos, pies, uñas, tronco y extremidades. El eritema es la característica más prominente y las escamas son diferentes, más superficiales. Hay compromiso del 30 Psoriasis y HIV estado general. Se dice que existen dos formas de presentación en la primera la psoriasis en placa puede empeorar hasta comprometer parte o toda la superficie de la piel que en general presenta buena respuesta a la terapia. La segunda puede presentarse súbitamente o ser el resultado de un tratamiento externo no tolerado que genera un fenómeno de Koebner generalizado, más resistente a la terapéutica. (2) Psoriasis pustulosa Dentro de las cuales existen diferentes variables clínicas: Psoriasis pustulosa generalizada (tipo von Zumbusch): variante aguda con compromiso del estado general. Presenta ciclos de fiebre y pústulas estériles en tronco y extremidades incluyendo uña, palmas y plantas. La etiología es desconocida y como desencadenantes se han descripto las infecciones, tratamientos tópicos irritantes y la suspensión de corticoides orales. Psoriasis pustulosa exantemática: luego de una virosis se presenta con pústulas diseminadas en una psoriasis en placa generalizada. No presenta compromiso del estado general y no recidiva. Psoriasis pustulosa anular: infrecuente, con pústulas sobre un eritema con aspecto de anillo similar al eritema anular centrífugo. Impétigo herpetiforme: clínicamente igual a la anterior, es una forma de psoriasis pustulosa que aparece durante el embarazo al principio del tercer trimestre y persiste hasta el parto. Recidiva en los siguientes embarazos y la paciente tiene antecedentes personales o familiares de psoriasis. Psoriasis pustulosa localizada: Pustulosis de palmas y plantas: afecta solo palmas y plantas. Es altamente incapacitante, tiene una alta tasa de recidiva y es resistente al tratamiento Acrodermatitis continua: compromete dedos de manos y pies con lenta extensión proximal, destrucción de uñas y atrofia de falanges distales. (2) 31 Psoriasis y HIV Sebopsoriasis Entidad clínica frecuente con placas eritematosas y escamas grasosas que compromete áreas seborreicas. Resistente al tratamiento y difícil de distinguir de la dermatitis seborreica. (2) Psoriasis del pañal Comienza entre los 3 y 6 meses de edad como un área roja confluente con la aparición algunos días después de pequeñas pápulas rojas en tronco y miembros, también rostro, responde al tratamiento rápidamente y en general desaparece al año de edad. (2) Psoriasis lineal Forma clínica muy infrecuente, se da en miembros y se discute si es una entidad diferente del nevo epidérmico verrucoso inflamatorio lineal (NEVIL). (2) Manifestaciones clínicas de la psoriasis en el paciente HIV En un estudio Obuch y asoc. estudiaron a 50 pacientes HIV que presentaban psoriasis y realizaron su seguimiento por 2 años, se distinguieron dos grupos: Grupo 1: (1/3 de los pacientes) la psoriasis se presentaba previo a la infección por HIV, presentaban antecedentes familiares, el comienzo se daba en promedio durante la segunda década de vida Grupo 2: (2/3 de los pacientes) el comienzo de la psoriasis fue posterior a la infección por HIV (5 años después en promedio), eran mayores y los antecedentes familiares eran menos frecuentes En el primer grupo las lesiones fueron similares a las de la población general, la forma clínica más frecuente fue en placas. Los pacientes del segundo grupo, presentaban con mayor frecuencia formas más extensas y severas, sin embargo la forma clínica más frecuente continuaba siendo la psoriasis en placas. En este segundo grupo se observó también: psoriasis invertida con compromiso del cuero cabelludo, axilas e ingle; compromiso palmoplantar, psoriasis pustulosa generalizada y localizada y artropatía psoriásica. No hubo diferencias en la forma eritrodérmica entre ambos grupos. En ambos grupos se presentaron episodios de psoriasis en gota, en ocasiones precedidos por una infección faríngea 32 Psoriasis y HIV estreptocócica, los pacientes del primer grupo mejoraron con antibióticos mientras que los del segundo grupo no. (12) Según Montazeri et al. la psoriasis asociada al HIV puede presentar dos formas clínicas: la primera benigna en gotas o en grandes placas y la segunda difusa o dermatitis psoriásica o queratodermia palmoplantar que pueden generalizarse. (30) Generalmente los pacientes seropositivos presentan mayor incidencia de sobreinfecciones por Cándida y se han visto casos de sepsis por Staphylococcus aureus. Pueden presentar compromiso ungueal aislado o asociado a lesiones cutáneas. La lengua geográfica también puede observarse como fenómeno único o asociado a alteraciones cutáneas. La psoriasis rupioide puede verse en estos pacientes más asiduamente. Un rasgo distintivo es ver diferentes patrones clínicos coexistiendo en el mismo paciente. (5) En otro estudio retrospectivo de 50 pacientes con HIV y psoriasis llevado a cabo por Fernandes y asoc. Se constató que la forma clínica más frecuente era la psoriasis en placas (92%), dentro de este porcentaje el 42% presentaba lesiones en cuero cabelludo, 38% lesiones acrales, 36% lesiones en pliegues, 32% compromiso ungueal y 26% compromiso genital. 19 pacientes presentaban sebopsoriasis, 7 con compromiso facial. El diagnostico de psoriasis fue previo al de HIV en 2 pacientes, simultaneo en 18, y dentro de los 6 años del diagnostico de HIV en 30 pacientes. En el 52,1% de los pacientes el diagnostico de psoriasis coincidió con inmunodepresión severa (CD4 ˂ 200). (31) 33 Psoriasis y HIV Diagnósticos diferenciales Psoriasis vulgar Eccema numular, linfoma cutáneo de células T (LCCT), tiña del cuerpo. Pitiriasis rubra pilaris, dermatitis seborreica, lupus eritematosos cutáneo subagudo, eritroqueratodermia, nevo epidérmico verrucoso inflamatorio lineal (NEVIL), liquen plano hipertrófico, liquen crónico simple, dermatitis por contacto, lupus eritematoso cutáneo crónico, lupus eritematoso discoide, siempre descartar: enfermedad de Bowen, Carcinoma de células escamosas in situ. (2) Psoriasis invertida Enfermedad de Hailey- Hailey, intertrigo, infección por Cándida. (2) Psoriasis en gotas Pitiriasis rosada, pitiriasis liquenoide crónica, liquen plano. Parapsoriasis en pequeñas placas, pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda (PLEVA), liquen plano, erupción por fármacos. Siempre descartar: sífilis secundaria. (2) Psoriasis eritrodérmica Eritrodermia producida por fármacos, eccema, LCCT, síndrome de Sézary, pitiriasis rubra pilaris. (2) Psoriasis pustulosa Impétigo, candidiasis superficial, síndrome de artritis reactiva (Reiter), foliculitis superficial. Pénfigo foliáceo, pénfigo por inmunoglobulina A, enfermedad de Sneddon- Wilkinson (dermatosis pustulosa subcornea), eritema necrolítico migratorio, melanosis pustulosa neonatal transitoria, pustulosis exantematosa generalizada aguda. (2) En los pacientes seropositivos tener especial consideración en los siguientes diagnósticos diferenciales: Tiña corporal: solicitar escarificación de las lesiones y cultivo micológico. (5) Escabiosis costrosa (Sarna noruega): se presenta con placas escamosas cutáneas generalmente no pruriginosas, en cuero cabelludo y uñas. La microscopia 34 Psoriasis y HIV es de utilidad. Es importante su diagnóstico debido a la alta contagiosidad y frecuencia en los pacientes con HIV. (5) Sífilis secundaria papuloescamosa: presenta otros signos cutáneos entre los que se destacan la alopecia en abras, condilomas planos y pruebas serológicas positivas. (5) Enfermedad de Reiter: representa un desafío diagnóstico debido al gran compromiso articular y las presentaciones cutáneas atípicas que puede desarrollar la psoriasis. Es más frecuente en hombres jóvenes, se asocia al HLA-B27 en el 8090 % de los casos. En su patogenia fueron implicadas la infección por HIV, infecciones del tracto gastrointestinal y genitourinario. Su prevalencia es mayor en los pacientes HIV positivos que en la población general. El diagnóstico de la enfermedad de Reiter se basa en la triada clásica: poliartritis, uretritis y conjuntivitis sumada a las lesiones cutáneas típicas. Presenta brotes de lesiones palmoplantares vesico-pustulosas que coalescen evolucionando a costras e hiperqueratosis, puede haber compromiso ungueal. A nivel genital se presenta como una balanitis circinada. Puede haber compromiso de superficie extensora de las extremidades y del cuero cabelludo. (6) Pitiriasis Rubra pilaris: es una enfermedad rara caracterizada por pápulas foliculares hiperqueratósicas sobre una base eritematosa. Generalmente es adquirida aunque hay algunos casos familiares. Han sido descriptos diversos disparadores infecciosos entre ellos el HIV. Las pápulas tienden a coalescer, extendiéndose en sentido caudal dejando zonas de piel sana. Las palmas y plantas pueden estar comprometidas con una queratodermia rojiza anaranjada con apariencia de cera. Puede desarrollarse eritrodermia de distintos grados de intensidad. También puede manifestarse con acné conglobata e hidradenitis supurativa. (6) Pustulosis amicrobianas: estas se clasifican según las pústulas se localicen en palmas y plantas (localizadas) o sean generalizadas y plantean diagnóstico diferencial con la psoriasis pustulosa: 35 Psoriasis y HIV Síndrome SAPHO (Sinovitis- Acné- Pustulosis- Hiperostosis- Osteítis): se caracteriza por pústulas palmoplantares acompañando a lesiones óseas inflamatorias particularmente de la pared anterior torácica. Dermatosis pustular subcornea o enfermedad de Sneddon-Wilkinson: afecta a mujeres adultas. Las pústulas coalescen formando placas redondeadas o circinadas en abdomen y pliegues (axila, ingle). El compromiso palmoplantar o mucoso es raro. El curso de la enfermedad es cíclico. Responde al tratamiento con Dapsona. Pustulosis exantemática generalizada aguda: es una enfermedad aguda, no recurrente, asociada a determinadas drogas, infecciones por enterovirus, hipersensibilidad al mercurio y picaduras de arañas. No tiene predilección por sexo ni edad. Comienza con fiebre alta por 2 a 3 días, luego desarrolla lesiones pustulosas pequeñas en pliegues o rostro donde se extienden rápidamente con compromiso del estado general. Los síntomas resuelven en una a dos semanas con descamación laminar generalizada. (6) 36 Psoriasis y HIV Terapéutica Existe un amplio espectro de tratamientos para la psoriasis tanto tópicos como sistémicos, la mayoría son inmunomodulares. Cuando se elige un tratamiento es importante considerar la extensión y la severidad mensurable de la enfermedad con la propia percepción del paciente, existen índices para objetivar dichos datos como el Psoriasis Area Severity Index (PASI), el Body Surface Area (BSA) y Dermatology Life Quality Index (DLQI). Dado que la psoriasis es un trastorno crónico es importante conocer la seguridad de un tratamiento durante un período prolongado. En la mayoría de los tratamientos la duración está restringida por la toxicidad acumulativa potencial de una terapia individual y en algunos casos la eficacia del tratamiento puede disminuir con el tiempo (taquifilaxia). Algunos son más apropiados para su uso continuo: calcipotriol, metotrexato (MTX), acitretina ya que mantienen su eficacia y tienen una toxicidad acumulativa potencial baja. Por el contrario los corticoides tópicos, el ditranol, las preparaciones con alquitrán, la foto(quimio)terapia y la ciclosporina A(CsA) no están indicados para el uso continuo crónico. En casos de psoriasis con prurito, los tratamientos con potencial irritativo deben usarse con precaución (ditranol, análogos de la vitamina D, foto(quimio)terapia) y son más apropiados los corticoides tópicos que poseen un efecto antiinflamatorio potente. En los pacientes con psoriasis eritrodérmica y pustulosa deben evitarse los tratamientos con potencial irritante y el acitretín, el MTX o la CsA por un tiempo breve son los tratamientos de primera elección. (2) (32) Tratamientos tópicos Corticoides Se unen a los receptores de los glucocorticoides inhibiendo la transcripción de diferentes genes AP-1 y NF-кB dependientes (IL-1 y FNT-α). Se utilizan dos veces por día sobre el área afectada por 2 a 4 semanas y luego se disminuye paulatinamente. Son muy efectivos como terapia a corto plazo. Suelen escogerse potencias bajas en las dermatosis extensas, en zonas con gran tasa de absorción (semimucosas o genitales), en la piel de niños o ancianos o en tratamientos prolongados, mientras que las mayores potencias se reservan para las placas crónicas, localizadas y en cursos cortos. 37 Psoriasis y HIV Como efectos colaterales pueden generar atrofia epidérmica, estrías, supresión del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, taquifilaxia. Son de primera línea en psoriasis leve a moderada y en localizaciones como pliegues y genitales. (2) (33) Análogos de la Vitamina D (Calcipotriol, Tacalcitol, Maxacalcitol) Se unen a los receptores de la vitamina D inhibiendo la proliferación de queratinocitos, modulando la diferenciación epidérmica e inhibiendo la producción de interleuquinas proinflamatorias (IL-2 e IFN-Ɣ). Se utiliza dos veces al día sobre las áreas afectadas. También alternando con corticoides en la “terapia weekend”: días hábiles de la semana calcipotriol y fines de semana corticoides. Existen cremas especialmente formuladas combinadas con corticoides de única aplicación diaria. Sus efectos colaterales son la irritación local, que aparece con mayor frecuencia al principio del tratamiento y mejora posteriormente, la hipercalcemia (se evita utilizando dosis menores a 100g/semana) y la toxicidad por vitamina D. Cabe destacar que, al contrario de la taquifilaxia propia de los corticoides, los análogos de la vitamina D aumentan su eficacia en aplicaciones sucesivas al inducir un aumento en la expresión de receptores de vitamina D en los queratinocitos, receptores que son comunes a los corticoides, de ahí que su uso combinado sea sinérgico. (2) (33) Tazaroteno Es un retinoide de tercera generación, normaliza la diferenciación epidérmica, disminuye su proliferación, reduce las escamas con efectividad limitada sobre el eritema. Se aplica todas las noches sobre el área afectada. Según algunos estudios presenta una eficacia similar a la de los corticoides de moderada potencia y los análogos de la vitamina D. Su principal efecto adverso es la irritación. La combinación con corticoides aumenta su eficacia. Si se agrega durante la fototerapia se debe reducir en un tercio la dosis de radiación. (2) (33) Inhibidores tópicos de la calcineurina Se unen a la proteína de unión (FKBP) FK506 e inhiben la calcineurina, disminuyendo la activación del factor de transcripción NF-AT, con una disminución de citocinas, entre ellas la IL-2. Se aplica dos veces al día sobre el área afectada. Se utiliza para la psoriasis invertida y la facial. Puede generar ardor. Existen publicaciones anecdóticas de casos de desarrollo de linfoma. (2) (33) 38 Psoriasis y HIV Antralina (Ditranol) Tiene efecto antiproliferativo y antiinflamatorio. Se usa en tratamiento creciente minutado o de contacto breve. Como efecto indeseable puede generar dermatitis irritativa y tinción verde o marrón de la vestimenta, piel, cabello y uñas. Puede combinarse con fototerapia. (2) (33) Emolientes Entre los períodos de tratamiento para mantener la piel hidratada. Los emolientes reducen las escamas, pueden limitar la formación de fisuras dolorosas y ayuda a controlar el prurito. La adición de urea al 10% mejora la hidratación de la piel y elimina las escamas de las lesiones precoces. El uso de emolientes sobre una capa delgada de medicación tópica mejora la hidratación minimizando los costos del tratamiento. (2) Fototerapia La fototerapia parece involucrar la depleción selectiva de células T especialmente las que residen en la epidermis, a través de la apoptosis y un desplazamiento de la respuesta inmunitaria Th1 a Th2 en la piel lesionada. Los principales efectos colaterales son: daño por la luz, envejecimiento prematuro de la piel, aumento del riesgo de neoplasias cutáneas. Los trastornos de fotosensibilidad son una contraindicación absoluta y los medicamentos fotosensibilizantes y antecedentes de cáncer de piel son contraindicaciones relativas. (2) (33) Luz Ultravioleta B (UVB) Los tratamientos se aplican de dos a tres veces por semana, el objetivo es mantener un eritema mínimamente perceptible como indicador clínico de dosis óptima. Se realiza hasta alcanzar la total remisión o hasta que no puede obtenerse una mejoría adicional con terapia continua. La fototerapia UVB de banda estrecha (UVB-BE) (312nm) es superior a la convencional UVB de banda ancha (UVB-BA) (290 a 320 nm) con respecto a la desaparición de lesiones y los tiempos de remisión. 39 Psoriasis y HIV Psoralenos y luz UVA Es el uso combinado de psoraleno con radiación UVA de larga longitud de onda. Se realiza tres veces por semana. Es menos conveniente que la UVB-BE pero puede ser más efectiva y el blanqueamiento obtenido con ésta se mantiene más en el tiempo. Requiere protección ocular. La lactancia y el melanoma son contraindicaciones absolutas. El embarazo, edad menor de 10 años y disfunciones orgánicas graves son contraindicaciones relativas. Laser de excímero Se utiliza en psoriasis con placas estables resistentes especialmente en codos y rodillas, el beneficio es que solo se irradia la piel lesionada que a su vez tolera exposiciones a la radiación UV mucho más altas que la piel sana. Terapia climática del mar muerto Dicha región se encuentra 400m por debajo del nivel del mar, la evaporación del mar forma un aerosol que actúa como pantalla para la mayoría de los rayos UVB pero no para los UVA. Esta mezcla de luz UV parece suficiente para limpiar la psoriasis sin producir quemadura solar. Los principales inconvenientes son el costo y el tiempo. (2) Agentes orales sistémicos Drogas de primera elección Metotrexato Es muy efectivo para la psoriasis en placa crónica y también para el tratamiento a largo plazo de las formas clínicas graves. Bloquea la dihidrofolato reductasa inhibiendo la síntesis de purinas y pirimidinas, también bloquea la AICAR transformilasa generando acumulación de adenosina extracelular, potente antiinflamatorio sobre todo contra los neutrófilos. Se administra semanalmente, se comienza con una dosis de prueba de 2,5 mg y luego se aumenta hasta llegar al nivel terapéutico: 10 a 15 mg/semana, dosis máxima 30mg/semana. La administración concomitante de acido fólico disminuye los riesgos de anemia megaloblástica y hepatotoxicidad. Sus efectos colaterales son: hepatotoxicidad, el 40 Psoriasis y HIV uso crónico puede llevar a la fibrosis hepática, mielosupresión, fibrosis pulmonar, infecciones cutáneas u oportunistas graves, teratogénico. Se deben realizar controles de laboratorio (hemograma, hepatograma, serología para HIV, VHB, VHC), radiografía de tórax. Evaluar punción biopsia hepática cada 3,5 a 4 g de dosis acumulada o dosaje del péptido procolágeno tipo III amino terminal (PIIINP) para descartar fibrosis hepática. Está contraindicado en el embarazo y lactancia, disfunción hepática o renal, hepatitis. Por generar abortos y ser teratogénico los hombres deben usar anticoncepción por tres meses luego de finalizado el tratamiento y las mujeres al menos por un ciclo ovulatorio. (32) (34) Acitretina Las formas clínicas más respondedoras son la psoriasis pustulosa generalizada y la psoriasis eritrodérmica. Es un retinoide sistémico de segunda generación que normaliza la queratinización y proliferación de la epidermis. El papel de la acitretina como fármaco antipsoriásico de utilidad en la práctica clínica es firme, y deriva de 2 de sus características farmacológicas: que no es un fármaco inmunosupresor y que su acción terapéutica, aunque de aparición lenta, se mantiene a muy largo plazo, en terapia continua. Se inicia el tratamiento con 25 a 50mg/día y se va titulando la respuesta. Puede administrarse en dosis única o en 2 tomas al día. Con dosis superiores (50 a 75 mg/d) se puede conseguir mayor eficacia terapéutica, pero la aparición de efectos adversos obliga habitualmente a reducir la dosis o suspender el tratamiento. Un estudio reciente que analiza los datos de 2 ensayos clínicos pivotales concluye que las diferencias de eficacia entre la dosis de 25 mg/d y la de 50 mg/d no compensan los efectos secundarios que se dan con la dosis más elevada, por lo que recomienda la de 25 mg/d como la dosis de mantenimiento. Es efectivo como monoterapia y también combinado con otras medicaciones o modalidades terapéuticas, como la fototerapia, mejorando la eficacia y reduciendo los efectos adversos. Entre sus efectos adversos están: hepatotoxicidad, dislipemias, alopecia, paroniquia, hiperostosis idiopática difusa, teratogenicidad, toxicidad mucocutánea. Se deben controlar hemograma, hepatograma, perfil lipídico, control de embarazo. Está contraindicado en el embarazo y lactancia, luego de finalizado el tratamiento con acitretin la mujer debe esperar 3 años para buscar embarazo. (35) (32) 41 Psoriasis y HIV Ciclosporina A Es útil para casos diseminados muy inflamatorios o eritrodérmicos. Su mecanismo de acción es por unión a la ciclofilina, el complejo resultante bloquea la calcineurina, reduciendo el efecto del factor nuclear de células T activadas (disminuye la IL-2 y otras citocinas). Se utiliza en dosis que van de 2 a 5 mg/kg/día con muy buena respuesta. Los efectos colaterales más importantes son la hipertensión arterial, nefrotoxicidad, inmunosupresión, mayor riesgo de neoplasias cutáneas no melanoma, temblores, cefalea, parestesia. Se debe monitorizar el hemograma, función renal, acido úrico, orina y la tensión arterial. Los tratamientos intermitentes de corta duración son más seguros que su uso crónico a largo plazo. Está contraindicado en pacientes hipertensos no controlados, con función renal alterada, con antecedentes de malignidad o neoplasia actual. (32) (33) Drogas de segunda elección Esteres del ácido fumárico Interfiere con la regulación redox intracelular, inhibiendo la traslocación NFкB. Desvía la respuesta de las células T hacia un patrón Th2 e inhibe la proliferación de queratinocitos. Entre los efectos adversos alteraciones del tracto gastrointestinal, diarrea, linfopenia, insuficiencia renal aguda. Se debe monitorizar el hemograma, función renal y orina. Contraindicado en pacientes con enfermedad crónica del tubo digestivo o renal, embarazo, lactancia y antecedentes de neoplasias. (2) Sulfasalazina Agente antiinflamatorio, inhibe la 5-lipoxigenasa. Parece ser moderadamente efectiva en la psoriasis grave. Efectos colaterales cefaleas, nauseas, vómitos, erupciones, prurito, anemia hemolítica. (2) Esteroides sistémicos No deben usarse en el manejo diario de la psoriasis. Cuando se utilizan la desaparición de las lesiones es rápida, pero la enfermedad recidiva requiriendo dosis cada vez mayores. Pueden utilizarse en el manejo de psoriasis eritrodérmica persistente y psoriasis pustulosa generalizada fulminante cuando otros fármacos son inefectivos. (2) 42 Psoriasis y HIV Micofenolato de Mofetilo Bloquea la síntesis de las purinas, depleciona los nucleótidos de guanosina preferencialmente en células T y B inhibiendo su proliferación. Tiene buena tolerancia y pocos efectos colaterales. (2) 6-tioguanina Es un análogo de las purinas, interfiere en la biosíntesis de las purinas generando detención del ciclo celular y apoptosis. Puede generar mielosupresión, molestias digestivas, elevación de las transaminasas hepáticas. (2) Hidroxiurea Es un antimetabolito. Se ha utilizado en psoriasis en placas crónica extensa. Puede asociarse a mielosupresión, erupción cutánea, teratogenicidad. (2) Tratamientos biológicos Son terapias biológicas dirigidas que bloquean pasos moleculares específicos importantes en la patogenia de la psoriasis. Actualmente hay tres tipos de agentes: 1. citocinas humanas recombinantes 2. proteínas de fusión 3. anticuerpos monoclonales que pueden ser quiméricos o humanizados, se prefieren los humanizados porque se generan menos anticuerpos contra ellos. En general estos agentes tienen una eficacia comparable al metotrexato sin riesgo de hepatotoxicidad. Las desventajas: son más costosos, presentan riesgo de inmunosupresión, reacciones por la infusión, formación de anticuerpos y su seguridad a largo plazo todavía debe ser evaluada. Los agentes biológicos se reservan para casos de psoriasis refractarios o cuando el metotrexato está contraindicado. (36) Alefacept Es una proteína de fusión del antígeno asociado con la función de los linfocitos humanos (LFA), se une al CD2 de las células T, bloqueando la interacción CD2-LFA-3, interfiriendo de esta manera con la activación de las células T e 43 Psoriasis y HIV induciendo su apoptosis. Se administra una dosis semanal intramuscular de 15mg. Dentro de los efectos adversos: linfopenia, neoplasias, infecciones graves. No se recomienda en pacientes con HIV. Controlar hemograma y recuento de células T CD4. (2) Efalizumab Es un anticuerpo monoclonal humanizado dirigido contra el CD11a (subunidad α del LFA-1). Bloquea la interacción del LFA-1 con la molécula de adhesión intercelular 1 inhibiendo la activación de las células T, la circulación de células T cutáneas, y la adhesión de células T a los queratinocitos. Se administra de manera subcutánea en dosis que varían entre 0,7 a 1 mg/kg semanal. Entre sus efectos colaterales encontramos las infecciones graves, trombocitopenia, exacerbación de la psoriasis. Deben controlarse las plaquetas. El paciente no debe recibir vacunas vivas. (36) Antagonistas del factor de necrosis tumoral El TNF-α es una proteína homotrimérica que se encuentra tanto en la membrana celular como en forma soluble; esta última es el resultado de la degradación proteolítica y liberación. Aún no está claro cuál forma es la más importante para la mediación de sus actividades proinflamatorias o la importancia relativa de los dos receptores p55 y p75-kd que se unen al TNF-α. Al plantear su uso deben tenerse en cuenta las precauciones de seguridad: enfermedades severas (infecciones bacterianas, virales, tuberculosis, sepsis), enfermedad cardiovascular, enfermedades autoinmunes (lupus, enfermedades desmielinizantes) y neoplasias (cáncer de piel no melanoma, melanoma maligno, linfoma entre otros). (36) Infliximab Anticuerpo monoclonal quimérico, murino-humano (menos del 25% son proteínas derivadas de ratón) que tiene gran afinidad, especificidad y avidez por el TNF-α. Se administra por vía endovenosa, comienza con un período de inducción que dura 6 semanas en el que se hacen 3 infusiones a dosis de 5mg/kg en las semanas: 0, 2 y 6, seguido por infusiones cada 8 semanas. Aproximadamente la mitad de los pacientes tratados experimentan una disminución de por lo menos el 90% en el PASI dentro de las 10 semanas. Entre sus efectos adversos están las 44 Psoriasis y HIV infecciones respiratorias superiores y la hepatotoxicidad, por ser un agente murinohumano pueden generarse anticuerpos contra él. (36) Etanercept Es una proteína de fusión soluble, recombinante, humana del receptor del TNF-α-FcIgG, que se une al TNF-α y neutraliza su actividad. Se comienza con una dosis de 50mg dos veces por semana, luego de 12 semanas se disminuye a 50mg/ semana. Este régimen permite alcanzar un PASI 75 luego de 24 semanas de tratamiento en más de la mitad de los pacientes. Entre sus efectos colaterales están las reacciones alérgicas, infecciones de vía aérea superior. (36) Adalimumab Es el primer anticuerpo monoclonal IgG1 completamente recombinante humano y actúa uniéndose específicamente al TNF-α. Se administra en forma subcutánea, se realiza una dosis de carga de 80mg y luego 40mg a la semana y se continúa con 40mg cada dos semanas. Los beneficios clínicos con PASI 75 se mantienen por lo menos 1 año luego del tratamiento continuo. (36) Ustekinumab Es un anticuerpo monoclonal humano IgG1 que se une a la subunidad p40 de la IL-12 e IL-23 humanas e impide la interacción con sus receptores. A través del bloqueo de IL-12 impide la diferenciación Th1 de las células T, el bloqueo de la IL23 es importante dado que esta citocina sostiene la inflamación crónica manteniendo el subgrupo de células Th17. La dosis recomendada es de 45 mg administrada subcutaneamente en la semana 0 y 4 y luego cada 12 semanas en pacientes de hasta 100kg. En pacientes que pesen más de 100kg la dosis recomendada es de 90mg. Su uso está reservado para los casos en que los antiTNF fallaron o están contraindicados. (36) Tratamiento de la psoriasis asociada a HIV Representa un desafío terapéutico dado que la psoriasis, enfermedad mediada por linfocitos T se da en un contexto de depleción de los mismos y la mayoría de las terapias para la psoriasis son inmunosupresoras. (37) (38) 45 Psoriasis y HIV Tratamientos tópicos Pueden utilizarse solos o en combinación con otros tratamientos. Son apropiados para los casos leves a moderados o como terapia coadyuvante en las formas severas. Los efectos indeseables son similares a los de los pacientes seronegativos y deben tomarse las mismas precauciones durante su aplicación. (37) (38) Fototerapia Las radiaciones UV son inmunosupresoras y por lo tanto podrían empeorar la infección por HIV. Estudios in vitro han demostrado activación del HIV y las radiaciones UVB en particular activación del HIV a nivel epidérmico. Clínicamente la relevancia de estas observaciones es incierta. Los niveles de HIV cutáneo son bajos en comparación con los plasmáticos y es improbable que las radiaciones UVB impacten de alguna manera en la carga viral. Se han realizado estudios prospectivos en los que no se evidenciaron alteraciones de la carga viral y tampoco deterioro del sistema inmune por lo que se concluyó que la fototerapia con UVB es segura y no produce cambios en el status inmune a corto plazo. Algunos médicos prefieren la utilización de PUVA especialmente en pacientes en estadio terminal SIDA que presentan menor riesgo de complicaciones a largo plazo. El PUVA no activa el HIV en epidermis y tampoco empeora el status inmune. Tener en cuenta medicaciones fotosensibilizantes como el trimetoprin sulfametoxazol que pueden contraindicar la fototerapia. (37) (38) Terapia antirretroviral Se considera de primera línea para casos moderados a severos, en algunos pacientes puede utilizarse como monoterapia. Típicamente la terapia antirretroviral está indicada en pacientes con enfermedades marcadoras de SIDA o cuando el recuento de CD4 es menor a 350 por mm3 aunque también puede iniciarse con recuentos mayores. No solo controla la progresión del HIV sino también la psoriasis asociada a HIV. Incluso el uso de zidovudina se ha estudiado para poblaciones seronegativas. El mecanismo de acción se relaciona con la disminución de la carga viral y consecuentemente del TNF-α. Este mediador esta aumentado en la infección por HIV y se asocia con la replicación viral. (37) (38) 46 Psoriasis y HIV Acitretina De segunda línea, es una alternativa no inmunosupresora, efectiva como monoterapia o en combinación. La dosis utilizada es similar a los seronegativos aunque pueden requerirse dosis mayores para alcanzar el éxito terapéutico. El riesgo de hipertrigliceridemia y aumento de transaminasas es mayor cuando se combina con determinados antirretrovirales. (37) (38) El resto de las drogas se reserva para casos de psoriasis refractaria: CsA, MTX, inhibidores del TNF-α, todas se han usado en forma segura en pacientes con psoriasis asociada a HIV, pero el nivel de evidencia para recomendar el uso de estos agentes se basa en reporte de casos y opinión de expertos. Se debe ser cauteloso al utilizar estos agentes. Ciclosporina A Los pacientes experimentan una rápida mejoría de las lesiones. Por ser una agente inmunosupresor inespecífico existe el riesgo de desarrollar infecciones oportunistas o empeoramiento de la inmunosupresión. Antes de su utilización hay que evaluar el riesgo- beneficio. (37) (38) Metotrexate Se han reportado casos de infecciones oportunistas, mielosupresión, deterioro agudo y muerte por lo que desaconseja su uso. Más recientemente se ha mostrado un panorama más optimista. Se ha utilizado a bajas dosis en combinación con terapias biológicas con buenos resultados por lo que es necesario realizar futuras investigaciones. Si se decide su uso debe realizarse profilaxis para infecciones oportunistas, considerar la terapia antirretroviral y monitorizar la carga viral y los CD4. (37) (38) Hidroxiurea Tiene una eficacia moderada para la psoriasis, y debe evaluarse el régimen antirretroviral que está utilizando el paciente. (38) Antagonistas del TNF-α Se han descripto como seguros y efectivos en determinados casos. No hay estudios publicados con adalimumab. Alefacept y efalizumab no se han reportados como terapias potenciales para la psoriasis asociada a HIV. 47 Psoriasis y HIV Como vimos previamente el TNF-α activa la transcripción del HIV, se halla aumentado en el suero de los pacientes seropositivos en todos los estadios de la enfermedad y en el contexto de infecciones oportunistas, especialmente la tuberculosis. Estos datos han llevado a postular que el bloqueo y la disminución del TNF-α sérico podrían enlentecer la replicación del VIH y la progresión del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida, y mejorar el curso de enfermedades infecciosas oportunistas como la tuberculosis. Existe evidencia limitada para recomendar su uso y siempre deberían asociarse a los antirretrovirales. (37) (38) Infliximab: la administración de este fármaco puede producir una depleción de los niveles de linfocitos CD4+ debido a un aumento en la apoptosis de estas células. Estos datos y la persistencia de niveles séricos del fármaco hasta dos meses después de la infusión (con la mayor dificultad para el control de los efectos adversos que conlleva) sugieren emplearlo con prudencia en los pacientes infectados por el VIH. (37) (38) (39) Etanercept: poseería un mecanismo de acción más “fisiológico” que otros anti-TNF, puesto que se une de forma rápida y reversible al TNF, de manera similar a lo que ocurre en el caso del receptor soluble p75. La asociación y la disociación entre etanercept y TNF-α tiene lugar de forma muy rápida, y el TNF disociado sigue manteniendo su bioactividad. Además, etanercept posee un perfil menos inmunodepresor, ya que únicamente suprime algunos genes relacionados con el sistema inmune, mientras que infliximab inhibe muy intensamente varios de ellos asociados con las respuestas inmunes tipo 1.En cuanto a la farmacocinética es importante recordar que etanercept es el agente biológico bloqueante de TNF con la semivida más corta (aproximadamente 4 días), en comparación con los aproximadamente 15 días de adalimumab y los 9 días de infliximab. Este hecho permite que el manejo del paciente en tratamiento con etanercept sea más eficiente, ya que puede ser suspendido, perdiéndose su efecto rápidamente en caso de presentarse un efecto adverso o una condición que obligue a recuperar de forma rápida la homeostasis del TNF y la respuesta inmunitaria. Puede ser empleado como tratamiento intermitente sin que se produzca un fenómeno de rebote o un cambio en la morfología de la psoriasis, una pérdida de la eficacia en los retratamientos (como ocurre con adalimumab o infliximab) o un aumento del riesgo de reacciones adversas por la administración del fármaco (como es el caso de 48 Psoriasis y HIV infliximab) Tampoco parece ser necesario aumentar la dosis o disminuir el intervalo de administración para mantener la respuesta clínica obtenida, a diferencia de lo que ocurre en la administración a largo plazo de infliximab o adalimumab. Por el perfil farmacocinético etanercept podría ser el agente biológico óptimo para ser empleado en pacientes que requieran un control preciso y rápido del tratamiento, como es la población infectada crónicamente por el VIH. (39) (40) En resumen para casos leves a moderados se recomiendan tratamientos tópicos: calcipotriol, corticoides, tazaroteno, las formulaciones combinadas de calcipotriol con dipropionato de betametasona. Para los casos moderados a severos se recomienda como primera línea la fototerapia (UVB o PUVA) o antirretrovirales y de segunda línea el acitretin. Se reservan para casos refractarios la ciclosporina A, metotrexato, inhibidores del TNF-α, hidroxiurea. (37) (38) 49 Psoriasis y HIV Conclusión La psoriasis es una enfermedad que se presenta en la consulta dermatológica en forma cotidiana, afecta notoriamente la calidad de vida de los enfermos repercutiendo en el desarrollo de los individuos en la sociedad. Generalmente su diagnóstico es clínico aunque en algunas ocasiones puede ser necesaria la realización de histopatología. Es responsabilidad del profesional actuante conocer el manejo terapéutico de la enfermedad y actualizarse debido a que es un campo en el que constantemente se están investigando nuevas modalidades sobre todo a través de la biología molecular. Gracias a que la terapia antirretroviral ha mejorado la sobrevida de los pacientes infectados con VIH lo que también resulta en mayores consultas por parte de los mismos. Este grupo poblacional requiere considerar múltiples diagnósticos diferenciales ya que las enfermedades dermatológicas se manifiestan con patrones atípicos dificultando su diagnóstico, como pudimos ver la psoriasis no es la excepción. La exacerbación repentina de una psoriasis preexistente o el desarrollo súbito de una forma severa de psoriasis puede ser la primera manifestación de la infección por HIV por lo tanto obliga descartarla antes de comenzar cualquier tipo de tratamiento inmunosupresor. El tratamiento de la psoriasis asociada al HIV es un desafío, debe contemplarse que estos pacientes pueden estar recibiendo medicamentos antirretrovirales y profilaxis medicamentosas que pueden tener importantes interacciones con los posibles tratamientos planteados para la psoriasis. 50 Psoriasis y HIV Bibliografía 1. Fernández Bussy, R; Gatti, C; Porta Guardia C. Dermatosis eritematoescamosas. Fundamentos en Dermatología Clínica. Editorial Journal, Buenos Aires, 2011, primera edición, paginas 75-82. 2. Gudjonsson, J; Elder, J. Psoriasis. Wolff, K; Goldsmith, L; Katz, S; Gilchrest, B; Paller, A; Leffell, D. Fitzpatrick Dermatología en Medicina General. Editorial Medica Panamericana, Madrid, España, 2008, 7° edición, paginas 169-193 3. Bermejo, A. Alteraciones dermatológicas. Benetucci, J.A. SIDA y enfermedades asociadas. Editorial Fundai, Buenos Aires, 2007, 3ª edición, pagina 391, 400. 4. Mallon, E. Retroviruses and psoriasis. Current Opinion in Infectious Diseases, 2000, Vol. 13(2), págs. 103-107. 5. Morar, N.; Willis-Owen, S.; Maurer T.; Bunker C. HIV-associated psoriasis: pathogenesis, clinical features, and management. Lancet Infect Dis; 2010, vol. 10: 470–78. 6. Leal, L.; Ribera, M.; Daudén, E. Psoriasis and HIV Infection. Actas Dermosifiliogr. 2008, vol. 99:753-63. 7. Chouela, E. Epidemiología y genética de la psoriasis. Dermatol. Argent., 2011, Vol. 17, págs. 236-239. 8. Gudjonsson, J. E.; Elder J. T. Psoriasis: epidemiology. Clinics in Dermatology , 2007, Vol. 25, págs. 535-546. 9. Kurd, S.K.; Gelfand, J.M. The prevalence of previously diagnosed and undiagnosed psoriasis in US adults: Results from NHANES 2003-2004. J Am Acad Dermatol. Volume 60, Number 2, pags.218-224. 10. Huerta, C.; Rivero, E.; García Rodríguez, L.A. Incidence and Risk Factors for Psoriasis in the General Population. Arch. Dermatol., 2007, Vol. 143, págs. 1559-1565. 51 Psoriasis y HIV 11. UNAIDS, WHO. AIDS epidemic update 2009. Geneva: Joint United. [En línea] 12. Obuch ML, Maurer TA, Becker B, Berger TG. Psoriasis and human immunodeficiency virus infection. J Am Acad Dermatol., 1992, Vol. 27, págs. 667673. 13. Boyman, O, y asoc. The pathogenic role of tissue-resident immune cells in psoriasis. TRENDS in Immunology, Vol.28 No.2, págs. 51-57. 14. Gaspari, A. Innate and adaptative inmunity and the pathophysiology of psoriasis. J Am Acad Dermatol, 2006, Vol. 54, 3 suppl 2, págs. S67-S80. 15. Ghoreschi K, Weigert C, Röcken M. Immunopathogenesis and role of T cells in psoriasis. Clinics in Dermatology , 2007, Vol. 25, págs. 574-580. 16. Lew W, Bowcock A, Krueger J. Psoriasis vulgaris: cutaneous lymphoid tissue supports T-cell activation and ‘Type 1’ inflammatory gene expression. TRENDS in Immunology, 2004, Vol. 25, págs. 295-305. 17. Harrington L, Hatton R, Mangan P, Turner H, Murphy T, Murphy K, Weaver C. Interleukin 17–producing CD4+ effector T cells develop via a lineage distinct from the T helper type 1 and 2 lineages. Nature Inmunology, 2005, Vol. 6, págs. 1123-1132. 18. Waite, J y Skokos, D. Th17 Response and Inflammatory Autoimmune Diseases. International Journal of Inflammation, Vol. 2012, Article ID 819467, pág. 10 pages. 19. Woscoff, A, Troielli, P y Label, M. Principios de inmunodermatología. Buenos Aires : s.n., 2003. 20. Alcamí J, Coiras M. Inmunopatogenia de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. Enferm Infecc Microbiol Clin. , 2011,Vol. 29, págs. 216– 226. 21. Patel R, Jeffrey M. Psoriasis in the patient with human inmunodeficiency virus, part 1: Review of pathogenesis. Cutis, 2008, Vol. 82, págs. 117-122. 52 Psoriasis y HIV 22. Mallon E, Young D, Bunce M, et al. HLA-Cw*0602 and HIV-associated psoriasis., Br J Dermatol., 1998, Vol. 139, págs. 527-533. 23. Klein et al. Th1/Th2 cytokine expression in HIV infection. AIDS, 1997, Vol. 11, págs. 1111-1118. 24. Mallon, E, y otros. HLA-Cw0602 is a susceptibility factor in type I psoriasis, and evidence Ala-73 is increased in male type I psoriasis. J Invest Dermatol, 1997, Vol. 109, págs. 183-186. 25. Kedzierska, K y Crowe, S. Cytokines and HIV-1: interactions and clinical implications . Antiviral Chemistry & Chemotherapy , 2001, Vol. 12, págs. 133-150. 26. Horn, T, Herzberg, G y Hood, A. Characterization of the Dermal Infiltrate in HIV patients with psoriasis. Arch Dermatol, 1990, Vol. 125, págs. 1462-1465. 27. Duvic, M. Inmunology of AIDS related to psoriasis. J invest Dermatol, 1990, Vol. 95, págs. 38-40. 28. Travers, J y otros. Epidermal HLA-DR and the enhacement of cutaneous reactivity to superantigenic toxins in psoriasis. J. Clin. Invest., 1999, Vol. 104, págs. 1181-1189. 29. Namazi, M. Paradoxical Exacerbation of Psoriasis in AIDS. Autoimmunity, 2004, Vol. 37, págs. 67-71. 30. Montazeri, A; Kanitakis, J; Bazex, J. Psoriasis and HIV infection. International Journal ot Dermatology, 1996, Vol. 35, págs. 475-479. 31. Fernandes, S, Pinto, G y J., Cardoso. Particular clinical presentations of Psoriasis in HIV patients. International Journal of STD and AIDS, 2011, Vol. 22. [ed.] 653-654. 32. Hsu, S et al. Consensus guidelines for the management of plaque psoriasis. Arch Dermatol., 2012, Vol. 148, págs. 95-102. 33. Smith, C et al. Assessment and management of psoriasis. Clinical Guideline. Methods, evidence and recommendations. National Clinical Guideline Centre at The Royal College of Physicians, 2012. 53 Psoriasis y HIV 34. Shen, S y asoc. The use of methotrexate in dermatology: a review. Australasian Journal of Dermatology , 2012, Vol. 53, págs. 1-18. 35. Carretero, G et al. Acitretina: guia de uso en psoriasis. Actas Dermosifiliogr. 2013, http://dx.doi.org/10.1016/j.ad.2013.01.003. 36. Smith, C H et al. British Association of Dermatologists’ guidelines for biologic interventions for psoriasis 2009. British Journal of Dermatology , 2009, Vol. 161, págs. 987–1019. 37. Patel, R y Weinberg, J. Psoriasis in the patient with HIV, part 2: Review of treatment. Cutis, 2008, Vol. 82, págs. 202-210. 38. Menon et al. Psoriasis in patients with HIV infection: from the Medical Board of the National Psoriasis Foundation. J Am Acad Dermatol, 2010, Vol. 62, págs. 291-299. 39. Barco, D, Puig, L y Alomar, A. Tratamiento de la psoriasis moderadagrave con etanercept en pacientes con infección crónica por el virus de la inmunodefi ciencia humana. Actas Dermosifiliogr., 2010, Vol. 101(Supl. 1), págs. 7781. 40. Mikhail, M, Weinberg, J y Smith, B. Successful Treatment With Etanercept of von Zumbusch Pustular Psoriasis in a Patient With Human Immunodeficiency Virus. Arch Dermatol, 2008, Vol. 144, págs. 453-456. 41. Chen H, Hayashi G, Lai OY, Dilthey A, Kuebler PJ, et al. Psoriasis Patients Are Enriched for Genetic Variants That Protect against HIV-1 Disease. PLoS genetic, 2012, Vol. 8, págs. 1-12. 42. Morar, N, y asoc. Erythroderma: a comparison between HIV positive and negative patients. International Journal of Dermatology , 1999,Vol. 38, págs. 895– 900. 43. Dyche, J y Hay, R. HIV, the skin and the impact of antiretroviral therapy. Current Opinion in Infectious Diseases , 2000, Vol. 13, págs. 99-101. 44. Elder, J. Genome-wide Association Scan Yields New Insights into the Immunopathogenesis of Psoriasis. Genes Immun., 2009, Vol. 10, págs. 201-209. 54