La amistad: un tesoro que muchos conocen pero que pocos disfrutan Pocos, muy pocos, conocen el verdadero significado de amistad y, además, lo han experimentado alguna vez… A diferencia de lo que la gente acostumbra a pensar, tener un verdadero amigo no es tan fácil como preguntar ‘’¿Quieres ser mi amigo?’’. Cuando eres pequeño esto te sirve para salir del apuro y encontrar con quien jugar, pero no siempre los amigos de la infancia se convierten en verdaderos amigos… Puede quedarse en un colega con el que te llevas bien, un amigo a secas, pero sin llegar a ser un verdadero amigo, porque un verdadero amigo es aquel con el que a veces coincides al hablar y decís lo mismo al unísono, es aquel al que primero acudes tanto si te pasa algo bueno como si te pasa algo malo, aquel al que más ilusión te hace contar tus logros y al único que eres capaz de contar tus secretos, es aquel que aparece cuando menos te lo esperas y, a la vez, cuando más lo necesitas porque un verdadero amigo no se busca, un verdadero amigo sabe encontrarte. Por supuesto, no sólo existe la amistad entre personas: un perro, un gato o un pájaro pueden ser muy buena compañía, al igual que un objeto o incluso un amigo invisible; pero estas relaciones no llenan tanto como la de tener a alguien que pueda caminar erguido, que pueda escucharte y , además, aconsejarte, que pueda darte un abrazo cuando te sientas solo o simplemente que pueda presentarte a una chavalita de esas que la miras a ella y luego miras a tu amigo y dices: ‘’ ¿Pero este tío, cómo lo hace?’’ Son amistades muy distintas, como los gustos de cada persona… Unos piensan que cuando de verdad se disfruta de la amistad es cuando tienes muchísimos amigos: cuando le das a ‘’Gente ‘’ en Tuenti y pone ‘’+500’’, cuando cada día tienes cien visitas más, … Allá ellos. No se trata de tener muchos amigos, sino de tener los suficientes para sentirte querido porque no te sirve de nada conocer mucha gente si luego no disfrutas estando con ellos, o si a la hora de la verdad te encuentras con que la mitad no acude a ti, la mitad de la otra mitad restante tienen algo mejor que hacer y la mitad de la mitad de la mitad te pone excusas que no se las creen ni ellos… Cuando te das cuenta te encuentras con que de tantos y tantos amigos que creías que tenías, te has quedado con apenas un par de ellos... ‘’Falsos… Son todos unos falsos… Unos convenidos que cuando piden hay que darles y cuando se les pide no te dan ni lo que les sobra… Prefiero estar solo que mal acompañado…’’ Es duro cuando te das cuenta de que lo que tu considerabas amistad no era más que un espejismo, un farsa, algo inexistente, y entonces te invade una sensación de desasosiego y comprendes que todo fue una pérdida de tiempo. ¡Qué fácil es decir ‘’Fulanito es mi amigo’’! ¡Qué difícil es demostrarlo! No tengo muchos amigos, y con el tiempo probablemente esa lista mengüe cada vez más, pero sé que la vida desvelará quién se gana el honor de ser un AMIGO con mayúsculas. Dentro de unos años la lista será restringida pero los que queden, que de alguno no tengo dudas porque me ha demostrado serlo llegando a límites más allá de los que incluso puedes pedir a un AMIGO; pero siendo restringida será de muy buena calidad, no me cabe duda alguna. Y si después de todo, aún te quedan dudas sobre cómo reconocer a un verdadero amigo, a un AMIGO con mayúsculas, has de saber que: - Un amigo es uno que sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere. (Elbert Hubbard Ensayista estadounidense) - La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. (Rabindranath Tagore - Filósofo y escritor indio) - Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando. (Louis Pasteur Químico y microbiólogo francés) - Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero. (William Shakespeare - Escritor británico) - Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo. (Benjamin Franklin - Estadista y científico estadounidense) - El amigo ha de ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar a que la llamen. (Francisco de Quevedo - Escritor español) Conserva a tus amigos, no olvides que el que ellos sean tus amigos implica que tú también seas el suyo. Si no quieres quedarte solo, cuida de ellos y a cambio ellos cuidarán de ti. Sebastián Correa Macarro 4ºC