HACIENDA LOCAL Impuesto sobre bienes inmuebles La cuota tributaria soportada del impuesto sobre bienes inmuebles puede ser repercutida por el vendedor sobre el adquirente, aunque no se hubiera pactado de forma expresa. Antecedente normativo Cita: -Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. 1. Planteamiento El propietario de un bien inmueble sito en este municipio, en el mes de marzo, lo transmitió a un tercero. En el contrato de compraventa se estableció que eran de cuenta del vendedor todos los impuestos, tasas y arbitrios derivados de la propiedad de la finca hasta el día de la venta. No se estableció de forma expresa la repercusión de la carga tributaria soportada. A la vista de la operación de compraventa formalizada, el propietario solicita al Ayuntamiento el prorrateo de la cuota del impuesto sobre bienes inmuebles. ¿Se puede acceder a lo solicitado? 2. Consideraciones jurídicas El Real Decreto legislativo 2/2014, de 5 de marzo, mediante el que se aprueba el texto refundido de la Ley reguladora de las Haciendas locales regula, en sus artículos 60 al 77 el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. El artículo 61 establece que constituye el hecho imponible de este impuesto “la titularidad de siguientes derechos sobre los bienes inmuebles rústicos y urbanos y sobre los inmuebles de características especiales: a) De una concesión administrativa sobre los propios inmuebles o sobre los servicios públicos a que se hallen afectos. b) De un derecho real de superficie. c) De un derecho real de usufructo. d) Del derecho de propiedad.” Añade, el apartado segundo que “la realización del hecho imponible que corresponda de entre los definidos en el apartado anterior por el orden en él establecido determinará la no sujeción del inmueble urbano o rústico a las restantes modalidades en el mismo previstas.” El artículo 63, apartado primero, por su parte, establece que es sujeto pasivo de este impuesto, a título de contribuyente, la persona natural y jurídica y “las entidades a que se refiere el artículo 35.4 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, que ostenten la titularidad del derecho que, en cada caso, sea 1 constitutivo del hecho imponible de este impuesto.” El mismo artículo 63, en su apartado segundo, prevé la posibilidad de que el sujeto pasivo del impuesto repercuta la carga tributaria soportada “conforme a las normas de derecho común.” El devengo del impuesto se produce, según establece el artículo 75, el primer día del periodo impositivo, que coincide con el año natural. Añade el apartado tercero que “los hechos, actos y negocios que deben ser objeto de declaración o comunicación ante el Catastro Inmobiliario tendrán efectividad en el devengo de este impuesto inmediatamente posterior al momento en que produzcan efectos catastrales.” No se prevé en esta regulación, como sí sucede en la de otros tributos regulados en la misma Ley reguladora de las Haciendas Locales (tasas si se recoge en la Ordenanza fiscal correspondiente -art. 26-, Impuesto sobre Actividades Económicas -art. 89-, Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica -art.96-), la posibilidad de prorratear la cuota de este impuesto y, en este sentido, la compraventa formalizada, a efectos del devengo de este impuesto, se tendrá en cuenta en el momento inmediatamente posterior a aquel en que se produzcan les efectos catastrales, tal y como establece el artículo 75, apartado 3. Es decir, el sujeto pasivo de este impuesto será aquel que figure con titular del bien inmueble el primer día del periodo impositivo, esto es el uno de enero. Otra cuestión es que, en el ámbito privado se hubiera pactado la repercusión de la carga tributaria soportada, tal y como prevé el artículo 63, apartado segundo del texto refundido citado. Es este sentido, el Tribunal Supremo, sala de lo civil, en la sentencia de 15 de junio de 2016, en el recurso de casación 2110/2014, resuelve el debate surgido en relación a la posibilidad de repercutir las cuotas devengadas en concepto de este impuesto en un supuesto en el que no se había pactado de forma expresa esta repercusión, en el sentido de admitir que, aún en estos casos el vendedor que abonara el impuesto sobre bienes inmuebles podía repercutir en el comprador las cuotas soportadas, “en proporción al tiempo en que cada una de las partes haya ostentado la titularidad dominical por el tiempo que lo sea.” Así dice (FJ 6): “Pese a no existir pacto de repercusión, entiende el recurrente y algunas de las sentencias invocadas que puede repercutirse el IBI, salvo pacto, en contra. Esta Sala entiende que: 1.- El tenor de la normativa fiscal referida es claro en cuanto al sujeto pasivo del impuesto y esto nadie lo discute, por lo que el abono del mismo corresponde en este caso a los demandantes, que fueron también vendedores y titulares a 1 de enero de 2009 (año de la venta). 2.- No se pactó expresamente la repercusión del impuesto. 3.- La venta se efectuó libre de cargas y gravámenes. 4.- Cuando el art. 63.2 LHL establece que «Lo dispuesto en el apartado anterior será de aplicación sin perjuicio de la facultad del sujeto pasivo de repercutir la 2 carga tributaria soportada conforme a las normas de derecho común», debe entenderse que el sujeto pasivo del impuesto, en este caso la vendedora, puede repercutirlo, sin necesidad de pacto. El tenor del art. 63.2 LHL advierte de la posibilidad de repercusión, sin sujetarlo a pacto que lo permita, limitándose el precepto a establecer que el reparto del importe del impuesto se hará conforme a las normas de derecho común, que no son otras, en este caso, que las de la compraventa (art. 1445 y siguientes del C. Civil), en virtud de las cuales la compradora debe considerarse propietaria desde el momento de la entrega el 16 de marzo de 2009 (art. 609 del C. Civil). Sin perjuicio de ello, las partes podrán pactar la imposibilidad de la repercusión. Por ello la regla general, en caso de ausencia de pacto en contrario, será que el vendedor que abone el IBI podrá repercutirlo sobre el comprador, en proporción al tiempo en que cada una de las partes haya ostentado la titularidad dominical y por el tiempo que lo sea.” 3. Conclusiones El sujeto pasivo del Impuesto sobre bienes inmuebles es el propietario que lo sea en el momento de su devengo, éste coincide con el primer día del periodo impositivo, que coincide con el año natural. La regulación de este impuesto no prevé la posibilidad de prorrateo alguno de la cuota tributaria correspondiente al periodo impositivo. Ahora bien, el sujeto pasivo, que transmite el bien, puede repercutir la cuota soportada sobre el adquirente, aunque no se hubiera pactado expresamente, en proporción al tiempo en que cada una de las partes haya ostentado la titularidad dominical y por el tiempo que lo sea. 3