Capítulo 4 ENTROPÍA Y ENSEMBLES DE EQUILIBRIO DE LA ESTADÍSTICA CUÁNTICA 4.1 Operador de entropía. En la mecánica estadística cuántica, por analogía con la estadística clásica se introduce un operador de entropía b́= ¡ ln (b ½ ): (4.1) Sabemos que b ½ es un operador hermitiano definido positivo. Su logaritmo es hermitiano y el operador b́también es definido positivo. En efecto, si w 1 ;w 2 ;:::w n ;:::, son los autovalores de b ½ , donde w n · 1 8 n = 1 ;2 ;:::, entonces ¡ ln w 1 ;¡ ln w 2 ;:::¡ ln w n ;:::, son los autovalores de b́. Esto es debido a la conocida propiedad: los autovalores de una función del operador son iguales a la función de los autovalores (i.e., Ab' k = a k ' k ) f (Ab)' k = f (a k )' k ). El operador de entropía tiene la propiedad aditiva que hemos comentado en relación con la entropía de la información (cap.1, II parte). Supongamos que el sistema se puede subdividir en dos partes, de carácter independiente una de la otra (o sea, debilmente acopladas). Entonces la probabilidad de una configuración del sistema total es el producto de las probabilidades de las configuraciones de los dos subsistemas. El operador b ½ es el producto directo de dos operadores ½b1 , ½b2 , que describen por separado cada subsistema b ½ = ½b1 − ½b2 : (4.2) En la representación matricial, el producto directo de operadores Cb = Ab− Bb se define mediante la expresión c jl = a ik b i0k 0; (4.3) donde los índices i.e.,hj = ii0i , l = k k 0 y las matrices se definen h i j,l, son compuestos, h i como sigue: Ab = a ik , Bb 0 0 = b i0k 0, Ab− Bb = c jl. El lector tambien puede ik ik jl considerar que c jl = c ii0k k 0 es un tensor de cuarto rango, formado por el producto exterior de dos tensores de rango dos. Cuando la 4.2 es válida, resulta b́= b́1 + b́2 ; (4.4) ½ ® ), con ® = 1 ;2 . donde b́® = ¡ ln (b El operador de entropía, como el operador estadístico, también satisface la ecuación 3.66 @ b́ h i (4.5) i~ = Hb;b́ ; @t Invariancia temporal de la entropía de Gibbs 51 como es fácil de comprobar. En efecto, dado que b́ es una serie de potencias de b ½, basta ver que las potencias de b ½ también satisfacen la ecuación 3.66. Por ejemplo, h i @b ½b ½ b i~ = H ;b ½b ½ ; @t (4.6) porque el conmutador tiene la siguiente propiedad h i h i h i Hb;b ½b ½ = Hb;b ½ b ½+ b ½ Hb;b ½ : (4.7) En general, b ½ n también satisface la ecuación i h @b ½n i~ = Hb;b ½n @t (4.8) y, por lo tanto, cualquier función de operadores que se represente como serie de potencias de b ½ satisface la misma ecuación de evolución . La utilidad de la 4.5 estriba en que, tanto Hb cuanto b́, son operadores hermitianos aditivos para subsistemas debilmente acoplados. El valor medio del operador de entropía define la entropía de Gibbs (cap1, II parte) para un sistema cuántico S = hb́i = ¡ hln (b ½ )i = ¡ Tr (½ ln (½ )): (4.9) Debido a las propiedades de la matriz densidad la entropía es positiva definida, porque en la representación diagonal de b ½ tenemos X ½ n n ln (½ n n ) ¸ 0 ; (4.10) S = ¡ n y esto es debido a que los autovalores de b ½ son tales que ½ n n ¸ 0 8 n . La entropía S es nula sólo cuando b ½ describe un estado puro (como hemos mencionado en el capítulo 3, II parte). La entropía tiene la propiedad aditiva: si b ½ describe un ensemble compuesto por dos ensembles estadísticamente independientes y si b ½ es el producto directo de dos operadores ½b1 , ½b2 , como en 4.2, entonces S = S 1 + S 2 , donde S ® = ¡ hln (b ½ ® )i, ® = 1 ;2 , debido a la vigencia de 4.4 y la linealidad de la operación de promedio. 4.2 Invariancia temporal de la entropía de Gibbs Podemos comprobar que la entropía de Gibbs de un sistema aislado no cambia con el tiempo. Partimos de la solución formal ½ (t) = U (t;0 )½ (0 )U ¡1 (t;0 ) 3.83 y calculamos la entropía al tiempo t, S (t) = ¡ Tr [½ (t) ln (½ (t))] = ¡ £ ¡ Tr U (t;0 )½ (0 )U ¡1 (t;0 ) ln U (t;0 )½ (0 )U ¡1 (t;0 ) ¢¤ : (4.11) A este punto, invocamos una propiedad general de las funciones de operadores ¤ £ (4.12) f U (t;0 )½ (0 )U ¡1 (t;0 ) = U (t;0 )f [½ (0 )]U ¡1 (t;0 ); Ensembles de equilibrio en la estadística cuántica 52 la cual se demuestra inmediatamente a partir de la representación de f en serie de potencias del argumento. En particular, aplicamos esta propiedad al caso del logaritmo y por lo tanto ¤ £ (4.13) S (t) = ¡ Tr U (t;0 )½ (0 )U ¡1 (t;0 )U (t;0 ) ln (½ (0 )) U ¡1 (t;0 ) : Naturalmente, U U ¡1 = 0 y además al calcular la traza de un producto de operadores podemos permutar cíclicamente los factores, i.e., Finalmente, obtenemos Tr (AbBbCb) = Tr (CbAbBb) = Tr (BbCbAb): (4.14) S (t) = ¡ Tr [½ (0 ) ln (½ (0 ))] = S (0 ): (4.15) También en el caso de la física cuántica surge el problema que ya habíamos encontrado en la física clásica, la entropía de Gibbs no varía en el tiempo y por lo tanto no puede describir la tendencia irreversible hacia el equilibrio termodinámico, como se observa en la naturaleza. Por otra parte, como sabemos, la entropía de Gibbs es una noción muy eficaz para el tratamiento de equilibrios y que corresponde bien con la noción de entropía de la termodinámica de estados de equilibrio. La solución de esta dificultad, muy debatida y todavía no completamente asentada, se examina en las monografías avanzadas de procesos fuera de equilibrio, introduciendo una distinción entre promedios del tipo de grano ”fino” y de grano ”grueso”, cuya necesidad ya había sido advertida por el mismo Gibbs y sobre la cual no podemos detenernos. 4.3 Ensembles de equilibrio en la estadística cuántica Presentamos ahora el formalismo cuántico para tratar los ensembles de equilibrio y su relación con la termodinámica. En el equilibrio la matriz densidad sólo puede depender de integrales de movimiento del sistema que sean aditivas. Tal como en mecánica clásica, para un sistema genérico se conocen tres integrales del movimiento ¡! de esa clase, Hb, el operador de la energía (supuesto independiente del tiempo) Pb, ¡! el operador del momento lineal y Mc , el operador del momento angular. Los tres nombrados son operadores hermitianos que actúan sobre ª (¡x! 1 ; ¡x! 2 ;:::; ¡! x N ). Por consiguiente y siempre en consonancia con la noción de ensemble de Gibbs vista en el límite clásico, el operador estadístico debe ser función de los tres operadores citados ¡! ¡! b ½ = b ½ (Hb; Pb; Mc ); (4.16) cuando el número de partículas está prefijado y no cambia de un miembro a otro del ensemble. Cuando, en cambio, el número de partículas puede variar (no está prefijado) entonces hay que introducir un operador adicional Nb, cuyos autovalores dan los valores observables del número de componentes del sistema. En el equilibrio Nb debe ser un invariante del movimiento, es decir, [Nb; Hb] = 0 ; (4.17) La distribución microcanónica 53 y por lo tanto conmuta con Hb. La función de onda ª autofunción de ambos operadores Hbª ® ;N = E ® ;N ª ® ;N Nbª ; ® ;N ® ;N del estado es simultáneamente = N ª ® ;N ; (4.18) y el número de partículas se puede medir exactamente junto con la energía. El operador estadístico es ahora una función de los siguientes operadores ¡! ¡! b ½ = b ½ (Hb; Pb; Mc ; Nb): (4.19) ¡! ¡! Cuando el sistema está contenido en un recipiente en reposo y no rota, P = M = 0 y no es necesario tener en cuenta los correspondientes operadores ya que toman el mismo valor en todos los miembros del ensemble. En la descripción por poblaciones de un sistema compuesto por elementos iguales debilmente acoplados (ver cap. 6 y 7, I parte) se asignan números de partículas n i para cada estado de partícula única i, cuya energía es " i, siendo i = 1 ;2 ;:::, el índice que etiqueta los estados (incluyendo degeneración si la hubiera). Aquí, el operador de energía de partícula única b h tiene por autovalores las energías " i. En este caso se introducen operadores nbi cuyos autovalores son los números de ocupación de cada estado i y se escribe X Nb = nbi; (4.20) i para el número total de partículas. Asimismo, escribimos X " inbi; Hb = i (4.21) para la energía total. En general, Nb es un operador independiente de Hb, puesto que podemos cambiar la energía del sistema pasando una partícula de un estado i a otro j tal que " i 6= " j sin modificar el número de partículas. Resumiendo: a) cuando el número de partículas es fijo tenemos b ½ = b ½ (Hb); (4.22) b ½ = b ½ (Hb; Nb): (4.23) mientras que b) cuando el número de partículas puede variar, resulta Naturalmente, b ½ puede depender también de otros parámetros macroscópicos que especifican todo el ensemble, como el volumen, el campo magnético, etc.. 4.4 La distribución microcanónica Como en el caso clásico, esta distribución caracteriza un sistema aislado. El volumen V u otros parámetros del sistema, están especificados y el número de partículas N está prefijado. El ensemble tiene una energía total comprendida en el intervalo (E ;E + ¢ E ) con ¢ E ¿ E y los estados de todos los miembros del ensemble son equiprobables ¾ ½ 1 E · E® · E + ¢ E ; − (E ;N ;V ) w (E ® ) = (4.24) 0 si E ® < E o E + ¢ E < E ® : La distribución microcanónica 54 Este es un postulado fundamental de la mecánica estadística, ya discutido en los capítulos: 1, I parte y 1, II parte. Una diferencia con el caso clásico es que − (E ;N ;V ) no es simplemente el volumen de espacio de fase comprendido en el estrato de energía (E ;E + ¢ E ) sino el numero de estados cuánticos ® comprendidos en la condición E · E ® · E + ¢ E . Este número se denomina peso estadístico asociado con la energía E . Para un sistema aislado, − (E ;N ;V ) representa la multiplicidad o degeneración del nivel de energía total E cuando el volumen es V y el número de partículas vale N . En la representación de matriz x el operador estadístico microcanónico toma la forma X 1 ½ (x ;x 0) = ª ® (x )ª ¤® (x 0); (4.25) − (E ;N ;V ) 1 ·® ·− x N ; ¡¾! 1 ; ¡¾! 2 ;:::; ¡! ¾ N g y ª 1 (x );ª 2 (x );:::ª − (x ), son donde, en general, x ! f ¡x! 1 ; ¡x! 2 ;:::; ¡! b las autofunciones de H correspondientes al nivel degenerado E . La segunda diferencia es que en el caso cuántico, el postulado básico se completa con un agregado sin contraparte clásica. Las fases de las amplitudes de probabilidad de los estados ª ® (x ) se distribuyen al azar en el ensemble de equilibrio. Ya hemos encontrado esta noción en la última sección del cap.3, II parte. Recapitulemos algunos conceptos a fin de entender mejor esta cuestión. Si el sistema se halla en un estado X ª (x ) = c ® ª ® (x ); (4.26) 1 ·® ·− como superposición de autoestados de la energía, entonces las c ® son amplitudes de probabilidad de encontrar el sistema en el estado ª ® y jc ® j2 las respectivas probabilidades (suponiendo que ª (x ) está normalizada). Al medir un oservable Ab, el valor medio de un gran número de mediciones repetidas vale ³ ´ X X A = (ª ; Abª ) = c ¤® 0c ® ª ® 0; Abª ® = c ¤® 0c ® A ® ;® 0: (4.27) ® ;® 0 ® ;® 0 Pero, cuando se estudia un sistema (macroscópico) con un gran número de componentes el conocimiento de una determinación completa del sistema como en 4.26 es algo que escapa absolutamente a nuestras posibilidades. Lo que hacemos, entonces, es trabajar con promedios de la ecuación 4.27 sobre el ensemble que representa nuestro conocimiento incompleto E X −® D A = (ª ; Abª ) = hc ¤® 0c ® i A ® ;® 0; (4.28) ® ;® 0 (el cual, por otra parte, equivale al promedio temporal en el curso de una medición, ver sección capítulo 3, II parte). Luego postulamos: a) una distribución al azar de las fases de las amplitudes de probabilidad hc ¤® 0c ® i = 0 si ® 6= ® 0; (4.29) y por otro lado (b) hc ¤® c ® i = w (E ® ) = 1 = − (E ;N ;V ) como en 4.24, es decir, una probabilidad uniforme para todos los estados del estrato de energía (E ;E + ¢ E ). Con La distribución canónica 55 − ® P los postulados a) y b) resulta, naturalmente, A = < (ª ; Abª ) > = w (E ® )A ® ;® = ® P ½ Ab). [1 = − (E ;N ;V )] A ® ;® = Tr (b ® −® Resumiendo, para obtener valores medios A de observables de sistemas en equilibrio operamos con una combinación lineal no coherente de autoestados de la P energía, ª 0 = b ª ® ® ® (en lugar de un estado puro como en la ecuación 4.26) en la 2 cual jb ® j = w (E ® ) y donde las fases Á ® de b ® = r ® ex p (iÁ ® ) están distribuidas al azar, hÁ ® i = 0 , hex p (iÁ ® )i = 0 . El postulado estadístico cuántico de un sistema aislado pide,−entonces, dos cosas: equiprobabilidad y fases al azar. Se puede pensar, luego, ® que A resulta de la expresión (ª 0; Abª 0); empleando la combinacíon no coherente ª 0, que por brevedad llamamos estado mezcla (aunque no es un estado cuántico, como ya notamos). El operador estadístico también se puede escribir como ³ ´ 1 b ½ = ¢ Hb ¡ E ; (4.30) − (E ;N ;V ) donde Hb = Hb(b p ; qb) es el operador de energía del sistema, mientras que ¢ (x ) es la función ¾ ½ 1 0· x · ¢ E (4.31) ¢ (x ) = 0 si x < 0 o x > ¢ E . Como en el caso clásico, la equiprobabilidad del ensemble microcanónico, así como la distribución de fases al azar, es plausible, pero no ha sido rigurosamente demostrada. Los estudios orientados a justificar esta hipótesis constituyen el problema ergódico de la estadística cuántica. Empleando la representación diagonal del operador estadístico encontramos que X S = h´ i = ¡ Tr (½ ln (½ )) = ¡ w ® ln (w ® ) ; (4.32) ® pero, dado que en el estrato ¢ E de energía todas las probabilidades son iguales, resulta S = ln (− (E ;N ;V )): (4.33) Se han reobtenido formalmente las fórmulas fundamentales de la entropía estadística de los capítulos 1 y 4, I parte y 2, II parte. La última expresión es la célebre fórmula de Boltzmann, válida para el equilibrio microcanónico. Como sabemos, esta fórmula no es la más conveniente en la práctica para obtener la termodinámica de un sistema, salvo casos simples el cálculo de − (E ;N ;V ) es un problema complicado. 4.5 La distribución canónica El ensemble canónico representa un sistema con un número fijo de partículas N y volúmen V constante (u otros parámetros específicos de cada sistema) el cual está abierto al intercambio de calor con un baño térmico a temperatura prefijada T . La distribución de probabilidades de estados ® en este ensemble está dada por las fórmulas X E® 1 E® w® = ex p (¡ ); Z (µ ;V ;N ) = ); (4.34) ex p (¡ ® Z (µ ;V ;N ) µ µ La distribución canónica 56 donde µ = k T . La sumatoria en Z se realiza sobre todos los estados ® permitidos por las condiciones de simetría o antisimetría correspondientes a cada familia de partículas. Como sabemos, los estados ® pueden ser degenerados, o sea, ser distintos y tener la misma energía. La energía libre para este ensemble vale F (µ ;V ;N ) = ¡ µ ln [Z (µ ;V ;N )] (4.35) y la matriz densidad se representa con ½ (x ;x 0) = X 1 Z (µ ;V ;N ) ® ex p (¡ E ® µ )ª ® (x )ª ¤® (x 0); (4.36) donde ª ® (x ) son las autofunciones de Hb. En la notación compacta, como operador cuántico que es función de otros operadores, escribimos b ½ = Hb (F ¡ Hb) 1 ex p (¡ ) = ex p [¡ ]; Z (µ ;V ;N ) µ µ (4.37) mientras que para la función de partición podemos emplear la expresión X Hb Z (µ ;V ;N ) = Tr [ex p (¡ )] = µ ® Z ª ® (x ) ex p (¡ Hb ¤ )ª ® (x )d x : µ (4.38) Esta fórmula es muy conveniente por la invariancia de la traza frente a cambios de representación de las matrices. No depende de la elección particular de las funciones de base ª ® (x ), las cuales no precisan ser autofunciones de Hb, aunque en este último caso el cálculo se simplifica y se reduce a la fórmula habitual para Z (µ ;V ;N ) que hemos empleado en la primera parte de estas notas. Las ideas básicas de la derivación de la distribución canónica de los capítulos 2, I parte y 2, II parte, también pueden formularse con el formalismo de la mecánica cuántica. Combinamos el sistema 1 con un baño térmico 2 en interacción débil, como un único sistema aislado, de modo que el hamiltoniano del conjunto es Hb = Hb1 + Hb2 + Hbin t ; (4.39) ° ° °b ° °H 2 °. La interacción Hbin t es muy pequeña y la energía total es prácticamente la suma de las energías de 1 y 2 . Recordamos que Hbin t no puede ser nula, porque es necesario que los dos sistemas puedan intercambiar energía, aunque en pequeñas dosis. Con estas condiciones la función de onda del sistema combinado será, con gran precisión, ª ik = ª k (x )© i(y ); (4.40) ° ° ° ° donde °Hb1 ° ¿ donde ª k (x ) son las autofunciones de Hb1 y © i(y ) son las autofunciones de Hb2 y además E ik = E i + E k : (4.41) Propiedades extremales de los ensembles de equilibrio en la formulación cuántica 57 Dado que el sistema total está aislado tendremos una forma microcanónica para el operador estadístico, X w ik ª ik (x ;y )ª ¤ik (x 0;y 0); (4.42) ½ (x ;y ;x 0;y 0) = i;k donde w ik = ½ 1 − 0 E · E ik · E + ¢ E ; si E ik < E o E + ¢ E < E ik : ¾ (4.43) La matriz densidad del sistema 1 se obtiene calculando la traza de b ½ sobre las coordenadas del baño térmico 2 , Z X 0 0 0 ½ (x ;x ) = Tr (2 ) [½ (x ;y ;x ;y )] = w ik ª ik (x ;y )ª ¤ik (x 0;y )d y : (4.44) i;k Al efectuar este cómputo, teniendo en cuenta que las © i(y ) son ortonormales, se obtiene X ½ (x ;x 0) = w k ª k (x )ª ¤k (x 0); (4.45) k donde hemos definido w k = X i w ik (4.46) Por lo tanto, para hallar la distribución de probabilidades de los estados del sistema 1 debemos sumar la función de probabilidad del sistema combinado sobre todos los estados del baño térmico 2 . En fórmulas X X 1 ; (4.47) w (E i + E k ) = wk = i i − (E ) donde E = E i + E entonces, k y por brevedad de notación omitimos V , N , en − (E ). Resulta, w k = − 2 (E ¡ E k ) ; − (E ) (4.48) donde − 2 es el número de estados cuánticos del baño térmico correspondientes a la energía E ¡ E k y − (E ) es el número de estados del sistema total con energía E . A este punto la deducción de la distribución canónica sigue los mismos pasos dados en el capítulo 2, I parte y no es necesario reiterarla. 4.6 Propiedades extremales de los ensembles de equilibrio en la formulación cuántica 4.6.1 Desigualdad auxiliar Para demostrar las propiedades variacionales que siguen se emplea la desigualdad ln (x ) ¸ 1 ¡ 1 = x , que se comprueba facilmente para los x reales positivos (ya mencionada en la sección 2.4, II parte). La igualdad rige sólo para x = 1 . La propiedad se puede aplicar a cada componente de una sucesión discreta de valores positivos x j , j = 1 ;2 ;:::, en la forma x j ln (x j ) ¸ x j (1 ¡ 1 = x j ) (4.49) Propiedades extremales de los ensembles de equilibrio en la formulación cuántica 58 o bien a los valores continuos de una variable x , escribiendo x ln (x ) ¸ x (1 ¡ 1 = x ). A partir de estas desigualdades podemos probar que para cualquier par b ½, b ½1, de operadores estadísticos se cumple Tr [b ½ ln (b ½ )] ¸ Tr [b ½ ln (b ½ 1 )] (4.50) y que la igualdad ocurre sólo cuando b ½ = b ½ 1 . En efecto, en el caso discreto empleando la representación diagonal de b ½ ;b ½ 1 basta poner x j = ½ jj = ½ 1jj en la ecuación 4.49 y observar que para todos los valores de ½ jj ;½ 1jj (necesariamente positivos puesto que ½ jj ;½ 1jj representan probabilidades) se cumple ½ jj 1 [ln (½ jj ) ¡ ln (½ 1jj )] ¸ 1 (½ jj ¡ ½ 1jj ): 1 ½ jj ½ jj Multiplicando por ½ 1jj y sumando sobre j se obtiene X X [½ jj ln (½ jj ) ¡ ½ jj ln (½ 1jj )] ¸ (½ jj ¡ ½ 1jj ) = 0 ; j j (4.51) (4.52) dado que la suma tanto de ½ jj cuanto de ½ 1jj es la unidad. La prueba para la representación en variable continua sigue el mismo camino. 4.6.2 Propiedad extremal de la matriz densidad microcanónica Sea la representacíon matricial del operador estadistico ½ n m = (ª n ;b ½ª m ) = w n ±n m (4.53) en la base completa de autofunciones de la energía, ª 1 ;ª 2 ;ª 3 :::. En equilibrio, las probabilidades w n son funciones de la energía w n = w n (E n ). En el ensemble microcanónico de un sistema aislado E · E n · E + ¢ E las probabilidades de todos los estados accesibles son iguales, w n (E ) = 1 = − (E ). La matriz densidad ½ n m = ± n m = − (E ) corresponde a al máximo de la entropía de Gibbs frente a cualquier otra matriz densidad de equilibrio ½ 1n m = w n (E )± n m . Empleando la desigualdad 4.50 la demostración es muy simple: S1 = = ¡ k Tr [b ½ 1 ln (b ½ 1 )] · ¡ k Tr [b ½ 1 ln (b ½ )] = k ln (− (E ))Tr [b ½1]= k ln (− (E )) = S : (4.54) 4.6.3 El principio variacional de la matriz densidad del ensemble canónico La matriz densidad del ensemble canónico corresponde a un extremo de la entropía respecto de cualquier otra matriz densidad de equilibrio para un sistema con la misma energía media y el mismo número de partículas. De la misma manera que para el caso clásico del capítulo 2, II parte, el principio variacional se formula como un extremo condicionado para la funcional n o ¤ (½ ) ´ k ¡ Tr [b ½ ln (b ½ )] ¡ ¯ Tr [b ½ Hb] ¡ ¸ Tr [b ½] ; (4.55) donde se han introducido dos multiplicadores de Lagrange, o sea, ± ¤ (½ ) = 0 ; 8 ±½: (4.56) Propiedades extremales de los ensembles de equilibrio en la formulación cuántica Empleando la representación diagonal para b ½ y Hb: ¡ X 1 ¤ = k j w j ln (w j ) + ¯ X j w jE j + ¸ X j w j; cuya variación frente a cambios de la probabilidades ± w j debe anularse X ±¤ = ¡ k ± w j (ln (w j ) + ¯ E j + ¸ + 1 ) = 0 ; j 59 (4.57) (4.58) se obtiene w j = ex p [¡ (¯ E j + ¸ + 1 )]; (4.59) P como en el caso clásico. La normalización j w j = 1 y la identificación del multiplicador de Lagrange ¯ con 1 = k T , siguiendo los argumentos del capítulo 2, I parte, permite reconocer que las probabilidades w j corresponden al ensemble canónico. La entropía de esta distribución de probabilidades es un máximo. 4.6.4 Principio extremal del operador estadístico del ensemble gran canónico. En este caso los vínculos para el cálculo del extremo de la entropía son la energía media, el número medio de partículas y la normalización de la matriz densidad. El operador estad́istico del ensemble gran canónico es aquel que corresponde al máximo de la entropía por sobre cualquier otro, sujeto a las condiciones mencionadas. Como ya se dijo (ecuación 4.18) en equilibrio los operadores Hb y Nb conmutan y tienen autofunciones comunes. En fórmulas, los vínculos son hH i = Tr [b ½ Hb]; hN i = Tr [b ½ Nb]; Tr [b ½] = 1: (4.60) La funcional cuyo extremo hay que calcular se puede escribir como © = Tr [b ½ ln (b ½ )] + ¯ Tr [b ½ Hb] ¡ º Tr [b ½ Nb] + ¸ Tr [b ½ ]: Variando el operador estadístico en ±b ½ , ponemos ± © = 0 y obtenemos n h io ¡ Tr ±b ½ ln (b ½ ) + (¸ + 1 ) + ¯ Hb ¡ º Nb = 0 : (4.61) (4.62) Esta ecuacíon debe valer para cualquier ±b ½ de manera que escribiendo º = ¯ ¹ , resulta h ³ ´i b ½ = C ex p ¡ ¯ Hb ¡ ¹ Nb ; (4.63) donde C = ex p [¡ (¸ + 1 )]. A posteriori, mediante los argumentos termodinámicos del capítulo 5, I parte, se reconoce que ¹ es el potencial químico. Dado que Tr [b ½]= 1 podemos determinar el valor de la constante y escribir n h ³ ´io n h ³ ´io e b b e b b b ½ = ex p ¯ − ¡ H ¡ ¹ N ; ex p (¡ ¯ − ) ´ Tr ex p ¡ ¯ H ¡ ¹ N ; (4.64) donde hemos introducido el gran potencial −e. Propiedades extremales de los ensembles de equilibrio en la formulación cuántica 60 b b son h las³autofunciones ´i comunes a H y N entonces son también autofunciones de ex p ¡ ¯ Hb ¡ ¹ Nb , el cual actúa sobre ª k ;N de la forma Si ª k ;N h ³ ´i ex p ¡ ¯ Hb ¡ ¹ Nb ª k ;N = ex p [¡ ¯ (E k ¡ ¹ N )]ª k ;N : (4.65) Por lo tanto ex p (¡ ¯ −e) = = n h ³ ´io Tr ex p ¡ ¯ Hb ¡ ¹ Nb = Z h ³ ´i X ª ¤k ;N (x ) ex p ¡ ¯ Hb ¡ ¹ Nb ª k ;N (x ) d x (4.66) k ;N y se obtiene la fórmula para el gran potencial que hemos empleado en la primera parte (capítulo 5) de estas notas ) ( X ex p [¡ ¯ (E k ¡ ¹ N )] : (4.67) −e = ¡ k T ln k ;N La diagonalización simultánea de b ½ ; Hb; Nb en el equilibrio permite que los valores medios se puedan calcular sin emplear los operadores cuánticos, tal como hemos hecho en la primera parte. Se puede demostrar que S = ¡ k Tr [b ½ ln (b ½ )] es un máximo para el operador estadístico gran canónico.