LA BIBLIA Y EL PLAN DE SALVACION PREPARADO Y DEDICADO A LOS CORAZONES HONESTOS EN TODO LUGAR QUE BUSCAN LA ENSEÑANZA DE LA BIBLIA SOBRE EL PLAN DE SALVACIÓN DE DIOS. “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte" (Proverbios 14:12). Esta es, en verdad, una amonestación solemne que podemos comprobar frecuentemente en nuestra vida cotidiana. Así pues, es necesario que reconozcamos que lo mismo podría pasar en nuestra vida espiritual si no estamos seguros del camino que debemos seguir. Para que no haya lugar a duda, tenemos la Biblia para dirigirnos. David dijo: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino" (Salmos 119:105). De manera que teniendo la Biblia no necesitamos de ningún otro libro de doctrina o credo. Pablo, el apóstol, asevera que la Biblia sola nos provee de lo necesario para toda buena obra. Lea 11 Timoteo 3:16-17. El único propósito de este folleto, querido amigo, es el de rogarle que vuelva de todo corazón a la sencilla enseñanza de la palabra de Dios. Dios prohibió que se quitara o se añadiera algo a las Sagradas Escrituras. Lea Proverbios 30:5-6 y Deuteronomio, 4:2, y reconocerá la importancia de seguir con toda fidelidad lo que Dios nos manda. Lea también Apocalipsis 22:18-19 y Gálatas 1:6-9. Todo predicador y maestro de la Biblia debe de estar dispuesto a comprobar todo lo que enseña en la Biblia. Nunca ha sido la intención de Dios que el hombre tenga que adivinar lo que El quiere que haga. Dios siempre nos ha manifestado lo que quiere que hagamos. Así, Dios dio simples instrucciones a Adán y a Eva en el Jardín de Edén, pero Satanás los convenció de que la palabra de Dios no era muy importante, y ellos pronto aprendieron, para su desgracia, que lo que Dios había ordenado era en serio. Satanás continúa engañando y malencaminando a la gente. Espero, querido amigo, que usted esté seguro de no dejarse engañar. De todas aquellas personas que escucharon la predicación de Noé, sólo ocho creyeron y obedecieron, y sólo esas ocho personas fueron salvadas. De todos aquellos que vivían en Sodoma, sólo tres fueron salvos. ¿Por qué? Porque solamente tres creyeron y vieron la importancia de tomar a Dios en serio. Lea Génesis 19. Lea todo el capítulo. En Mateo 7:13-14, Jesús nos advirtió que solamente unos pocos serían salvados. ¿Estará usted entre esos pocos? Querido amigo, el cielo no es cosa que se gana por suerte, sino por elección, porque se desea ganar. El cielo es un sitio preparado para la gente que se prepara a entrar en él. Ojalá que usted esté preparado. Hay muchos que piensan que simplemente con seguir la corriente del mundo, sin hacer esfuerzo alguno, eventualmente serán recibidos en el cielo cuando mueran. Pero eso no es así. Todos hemos pecado, Romanos 3:10 y 23. Como pecadores que somos, todos necesitamos del Salvador. Así como Dios proveyó "salvación en el arca" en tiempos de Noé, así Cristo provee nuestra salvación a través de su iglesia, a la cual se refiere como a Su cuerpo. Colosenses 1:18. Noé y su familia entraron al arca por la puerta, pero nosotros no podemos entrar a la iglesia solamente por una puerta, porque creamos, ni tampoco porque nos hagamos miembros de una congregación firmando nuestro nombre en las tarjetas de registro. Créame, mi querido amigo, cualquier iglesia a la cual se pueda usted asociar en esa forma, es una iglesia fundada por los hombres; no es la iglesia de la cual se nos habla en la Biblia. En el día de Pentecostés, Pedro dijo a la multitud que lo escuchaba que tenían que arrepentirse y bautizarse para ser salvos. Léalo en Hechos 2:38. En el mismo capítulo, más adelante, leemos que el Señor añadía a la iglesia cada día, aquellos que habían de ser salvos. ¿A qué iglesia cree usted que se refieren estos versículos? A la iglesia del Señor, ¡por supuesto! Esa era la única iglesia que existía entonces y la única que debe existir hoy día. ¿Sabía usted que Jesús nos advirtió que cada planta que su Padre celestial no plantara, y cada falsa doctrina que se enseñare serán desarraigadas? Jesús nos previno acerca de los guías ciegos de los ciegos cuyas direcciones sólo les servirían para hacerlos caer en un hoyo. Lea Mateo 15:13-14. ¿Quién ha establecido todas esas iglesias diferentes que hoy existen en el mundo? Seguramente todos estaremos de acuerdo en que no fue Cristo. Para comprobarlo, lea Efesios 4:5. Debemos honrar y respetar a los reformadores de la iglesia por su obra maravillosa, pero no debemos dejarnos cegar por el error, pues en algunas de esas reformas hay error. No debería ser difícil para nosotros reconocer que las oportunidades para conocer la voluntad de Dios son superiores en nuestros días a las que ellos tuvieron. Nuestro Señor declaró terminantemente que "toda" autoridad le había sido dada a El de lo alto. (Mateo 28:18-20.) Estaba autorizado para decir a sus discípulos lo que debían de hacer. Es notable observar, cómo a través de todo el libro de Hechos, a dondequiera que fueron los apóstoles, siempre siguieron las instrucciones de Cristo. Sin las dificultades y problemas de la gente de nuestro tiempo, los primeros ministros del Evangelio fueron por todo el mundo conocido entonces, y lo enseñaron tal como se les había dado. De seguro que si nosotros enseñamos ese mismo Evangelio, estaremos en lo cierto. Si las enseñanzas de los primeros evangelizadores produjeron los cristianos de entonces, las mismas enseñanzas deben producir verdaderos cristianos hoy en día. Muchos preguntan qué deben hacer para ser salvos. En los tiempos bíblicos la respuesta llevaba siempre a la persona en cuestión, a través de un plan originalmente diseñado por Jesús. Si estudia el cuadro de conversiones en la página siguiente, verá que hay un patrón definido. Si seguimos ese patrón, podemos estar seguros de que pertenecemos a la iglesia del Señor, la iglesia que Cristo compró con su sangre. A menudo cuando se habla del bautismo, la gente dice que no nos salva. Eso es verdad, el bautismo en sí no nos salva, es Cristo quien nos salva. Lo que tenemos que considerar en este estudio es que Cristo nos salva cuando probarnos que creemos en El, por medio de nuestra obediencia. Dios siempre ha galardonado a aquellos que han obedecido su voluntad. Así, Dios salvó a Noé después de que Noé construyó el arca obedeciendo su mandato. Dios separó las aguas del Mar Rojo para que los hijos de Israel pudieran pasarlo por tierra seca, después de que Moisés lo obedeció, extendiendo su vara sobre las aguas. Dios sanó a los israelitas envenenados por las picaduras de las serpientes cuando obedecieron mirando a la serpiente de bronce que Moisés hizo. Dios sanó a Naamán después de que obedeció zambulléndose siete veces en el río, tal como se le había mandado. De la misma manera, mis queridos amigos, somos salvos cuando obedecemos lo que Cristo nos manda. No antes. Hebreos 5:9 -- "Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen". Para adentrar más en esta cuestión tan importante, notemos lo siguiente: Cuando la Biblia habla de creer o de tener fe, la mayor parte de la gente está de acuerdo en cuanto al significado de estos términos; tampoco parece haber dificultad para entender palabras como CONFESAR o ARREPENTIMIENTO. ¿Verdad? Estas son palabras sencillas que significan lo mismo para cada uno de nosotros. El tema del bautismo ha sido con frecuencia tema de discusión. Quisiera hacerle una sencilla sugerencia, para que luego decida por sí mismo si el bautismo debe ser por inmersión o rociamiento. ¿Podría usted substituir la palabra rociar por la palabra bautismo en donde ésta aparece escrita en el Nuevo Testamento? Muy pronto encontrará que no lo puede hacer. Sin embargo, en donde aparece la palabra bautismo en la Biblia, se puede substituir por la palabra inmersión. Haga la prueba y verá. La razón es, claro, que el significado real de la palabra bautismo es "zambullir, sumergir, o inmersión". El diccionario nos da una definición popular del concepto acerca de esta palabra. Pero para llegar a la raíz de la cuestión, debemos ir a la palabra griega "baptizo" de donde nos viene la palabra bautismo. Ningún erudito negaría que la palabra griega "baptizo" significa "zambullir, sumergir, o inmersión". Esto está de acuerdo con los ejemplos del bautismo en el Nuevo Testamento. Vea Hechos 8:38 y 39. Entraron al agua y salieron del agua. Véase también la enseñanza de Pablo en Romanos 6:3 y 4. Allí él compara al bautismo con una sepultura. En Colosenses 2:12 Pablo enseña que hay una sepultura y una resurrección en el bautismo. Una persona puede fácilmente ver que una inmersión completa es un bautismo bíblico. Eruditos del pasado y del presente están de acuerdo con que el modo original del bautismo era por inmersión. Los hombres han cambiado al rociamiento sin la autorización divina. No nos dejemos descarriar por las enseñanzas humanas; estemos seguros de que caminamos de acuerdo con la Biblia. El bautismo era "para el perdón de los pecados" o con el fin de obtener la remisión de los pecados (Hechos 2:38. Véase también Hechos 22:16). El bautismo nunca fue "Por causa de la salvacion" o como dicen algunos como "un testigo externo o testimonio de algo que se hizo o se ha cumplido". La gente hace declaraciones así muchas veces sin saber lo que la Biblia dice. Si respetamos la palabra de Dios y queremos estar seguros de la salvación, tenemos que aceptar lo que Dios enseña. No es dificil entender exactamente lo que la Biblia nos quiere enseñar si vamos a ella con el sincero deseo de aprender, en vez de querer probar alguna teoría que es contraria a la Biblia. Observará también (en el cuadro sinóptico) que el bautismo era solamente para personas capaces de comprender lo que estaban haciendo, y que creían. Un niño pequeño no ha desarrollado su mentalidad lo suficiente para creer o no creer. Un estudio del libro de Los Hechos nos hará ver que no hay un solo ejemplo de bautismo de infantes. En todo el Nuevo Testamento no hay una sola referencia al bautismo infantil o de miembros de la iglesia que fueran infantes. El bautismo era y es todavía un acto de obediencia para la remisión de los pecados y un infante no podría ser bautizado para la remisión de pecados, puesto que es inocente. Refiriéndose a los niños Jesús dijo: "De los tales es el Reino de los Cielos". Si investigamos la palabra de Dios, no podremos hallar nada escrito sobre lo siguiente: Cristianar Bautizar por rociamiento Bautizar infantes La iglesia del Nuevo Testamento se reunía para partir el pan (cena del Señor) el primer día de la semana (Hechos 20:7). Financiaba la obra del Señor ofrendando el primer día de la semana como Dios había prosperado a sus miembros (I Corintios 16:2). Hagamos el intento de ser cristianos solamente, y nada más que cristianos. La Biblia no hará otra cosa de nosotros. Ahora, querido lector, ¿estudiará el cuadro sinóptico otra vez? Es la salvación de su alma lo que nos concierne. ¿Considerará cada uno de los pasos que enseñaron los discípulos? ¿Ha cumplido con cada uno de esos pasos? No tenemos garantía de que viviremos otro año, u otro mes. Lo importante es que cada uno de nosotros obremos conforme a las instrucciones del Señor. Dios nos ayude para hacer a un lado todos los credos y las interpretaciones humanas de su Palabra y que seamos leales a ella pues contiene todo el mensaje de salvación. La Biblia enseña que el bautismo es para la remisión de los pecados. Cada una de las personas que se convirtieron al cristianismo de acuerdo con los registros del Nuevo Testamento, fue bautizada. Entonces, ¿por qué hay tantas personas que dicen que el bautismo no tiene nada que ver con la conversión? UN CUADRO O REPASO DE LAS CONVERSIONES BÍBLIC Quienes fueron y que hicieron para ser salvos-Una guía segura para usted ELLOS Los Judíos en Pentecostes El eunuco etíope Los Samaritanos Saulo de Tarso Cornelio OYERON Hechos 2:37 CREYERON Hechos 2:44 SE ARREPINTIERON Hechos 2:38 Hechos 8:37 Hechos 8:6 Hechos 8:12 Gálatas 2:16 Hechos 10:34 Hechos 15:7 Hechos 11:18 CONFESARON FUERON BAUTIZADO Hechos 2:41 Hechos 8:37 Hechos 8:38 Hechos 8:12 Hechos 9:18 Hechos 22:6-16 Hechos 10:48 Lidia El carcelero de Filipos Hechos 16:14 Hechos 16:31 Implicado Hechos 16:33 Hechos 16:14-15 Hechos 16:33