SALAMANDRA Pautas Generales en Reanimación Cardiopulmonar PUBLICACIONES SALAMANDRA Manual editado con motivo del Programa de Actualización, Por una Reanimación Responsable Santiago de Cali, Febrero de 2005 Coordinador General Laureano Quintero, MD, FACS Instructor BLS - ACLS - PALS Actualización y revisión: Sandra Gélvez, Médico Cirujano, Provider BLS - ACLS, AHA Contenido Introducción 05 Soporte Vital Básico. ABCD Primario en Adultos 06 Principales recomendaciones. Apoyo Vital Básico del Adulto 15 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado 16 Conceptos Basados en la Evidencia. Medicina Basada en la Evidencia 27 Soporte Vital Básico. ABCD Primario en Niños 31 Conceptos de Trauma. Los 10 Errores más comunes en el ABCD primario del paciente con Trauma 43 Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple Abreviaturas Bibliografía Fundación Salamandra 46 51 52 Pautas Generales de Reanimación Introducción Introducción La enfermedad cardiovascular es la segunda causa de muerte en nuestro país. A pesar de ello, los entrenamientos en reanimación cerebrocardiopulmonar, tanto en sus componentes básicos como avanzados, han sido de alguna manera descuidados como elementos fundamentales dentro de la formación de los equipos de salud. Hacemos aquí una presentación muy general sobre algunos de los parámetros que deben tenerse en cuenta al abordar una persona que viva una situación de emergencia cardio-respiratoria en algunas de sus manifestaciones, bajo los parámetros de las Guías de Reanimación Cardiopulmonar 2005 avaladas por la Asociación Americana del Corazón (AHA), producto de discusión entre comités nacionales de reanimación de diferentes partes del mundo. En el infarto del miocardio por ejemplo, se ha establecido que hasta un 50% de las muertes podrán ser súbitas dentro de la primera hora de aparecidos los síntomas(1). Si incluimos la mortalidad antes de llegar a los hospitales, la tasa de mortalidad del primer episodio puede ser de hasta un 34% y en 17% de casos el dolor precordial isquémico será el primero, el último y el único síntoma (2). Con respecto al accidente cerebrovascular se puede afirmar que es igualmente una usual causa de muerte. En los Estados Unidos alrededor de quinientas mil personas sufren un accidente cerebrovascular cada año y unas ciento veinte mil personas fallecen como consecuencia de esta patología (3). En el servicio de urgencias del Hospital Universitario del Valle en Cali Colombia, la primera causa de mortalidad la configura la patología cerebrovascular aguda correspondiendo a un 60% de la casuística en este renglón (4). Cuando un adulto entra en paro cardiaco en forma súbita y el origen no corresponde a trauma, el ritmo de colapso más común en la monitoría inicial es con mucho la fibrilación ventricular (5). Para esta situación la maniobra que se convierte en determinante vital de supervivencia es la desfibrilación (6-7). Se ha afirmado que la posibilidad de sobrevida una vez que el paciente entra en fibrilación ventricular puede caer 7 a 10% por cada minuto en que se difiere la fibrilación (8). Por el contrario, si se realizan maniobras adecuadas de reanimación, está establecido que la sobrevida disminuye un 3 a 4% por cada minuto. El rápido llamado activando un sistema de emergencias que garantice una pronta disponibilidad de un desfibrilador puede constituirse en la mejor oportunidad ya que permite la práctica de una desfibrilación cuando aún se puede esperar resultados de ésta (9 - 10 - 11). Establecido este punto de partida podemos enfocarnos ahora en los componentes de la asistencia básica. Una persona puede entrar en paro respiratorio; puede entrar en paro cardio-respiratorio; puede vivir una situación de obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño o puede perder el conocimiento. En cada una de estas circunstancias las secuencias de intervención han sido estandarizadas con miras a la detección y el manejo de la condición amenazante para la vida. En el paro respiratorio hay una interrupción de una función vital y se hace necesaria la inmediata permeabilización de la vía aérea y la práctica de un soporte respiratorio artificial básico que prevenga el paro cardiaco y que prevenga las secuelas de hipoxia general y de hipoxia de otros tejidos. Las causas de esta condición son múltiples: Inmersión, ACV, cuerpo extraño en vía aérea, epiglotitis, infarto del miocardio y otras situaciones. En el paro cardiaco se pierde el aporte de oxígeno a los diferentes tejidos corporales como consecuencia de la ausencia de circulación. El corazón entra en un ritmo de colapso que puede corresponder a la fibrilación ventricular, a la asistolia, a la taquicardia ventricular o a la actividad eléctrica sin pulso. Si se trata de una fibrilación ventricular o de una taquicardia ventricular, está indicada una inmediata maniobra de desfibrilación. nóicaminaeR ed selareneG satuaP ardnamalaS nóicadnuF 05 A B C D Primario Soporte Vital Básico ABCD Primario en Adultos Al encontrarnos frente a una persona que requiere de nuestra ayuda es fundamental tener claros los pasos a seguir para brindar el mejor de nuestros servicios. Una vez determinada si el área es segura, iniciamos la secuencia de soporte básico. A continuación describiremos cada uno de los pasos de la secuencia de soporte básico y haremos énfasis en el ABCD primario. Establecer contacto con la víctima. Cuando el reanimador detecta que una persona necesita de su ayuda, lo primero que tiene que hacer es determinar rápidamente si el lugar es seguro. Si este lo es, acérquese a la víctima y verifique si está consciente y si hay alguna evidencia de lesiones para tratar de establecer qué ocasionó tal situación. Sacuda suavemente a la víctima, sin hacerle daño, y pregúntele en voz alta y fuerte: "¿Se encuentra bien?". En caso tal que se sospeche que la víctima ha sufrido un traumatismo craneoencefálico y/o cervical, movilícela sólo si es necesario para garantizar la seguridad o practicar RCP. Si es necesario movilizar a la víctima con presuntas lesiones craneoencefálicas y cervicales, gire la cabeza, el cuello y el torso como una unidad (hágala "rodar") para evitar flexionar o torcer el cuello o la espalda. El movimiento inapropiado puede empeorar una lesión cervical si la hay. Es muy importante aplicar siempre las medidas básicas de bioseguridad para no exponer al paciente al contacto con agentes contaminantes y de la misma forma protegerse a si mismo del medio en el que encuentra. Los elementos básicos de bioseguridad son guantes, gafas protectoras y un dispositivo de barrera que evite el contacto directo con la vía aérea del paciente y con las secreciones potencialmente contaminantes de la víctima. Activar el Sistema de Atención de Emergencias. Luego de hacer contacto con la víctima active el Sistema de Atención de Emergencias llamando a un número telefónico en el cual acudan a su solicitud, como por ejemplo, Cruz Roja, Bomberos, o cualquier servicio de ambulancias. Es importante dar amplia difusión a los números de emergencias en cada comunidad y lugar de trabajo. Este sistema notifica a los reanimadores del sector sobre la emergencia y el tipo de respuesta requerida con un soporte avanzado. En algunos sitios se encuentran personas capacitadas para dar ese soporte primario mientras llega la ayuda necesaria. Este grupo de personas reemplaza la activación del sistema de atención de emergencias inicialmente, lo cual no significa que no se deba hacer la notificación oficial. La persona que llama a activar el Sistema de Atención de Emergencias debe ser capaz de brindar la siguiente información lo más tranquilamente posible: El lugar de la emergencia (dirección completa hasta donde sea posible), y proporcionar un punto de referencia (Ej: Un centro comercial, un 06 edificio, etc.) • El número de teléfono desde el que se está efectuando la llamada. • Que sucedió: ataque cardíaco, accidente de transito, etc. • Número de víctimas. • Estado de la (s) víctima (s). • Qué tipo de persona se encuentra con la víctima (médico, profesor, etc.) y si tiene entrenamiento en reanimación. • El tiempo transcurrido desde el comienzo de la emergencia. • Si se está haciendo algún tipo de maniobra de reanimación (RCP, o uso del DAE). Cualquier otra información solicitada. Para asegurarse de que el personal del Sistema de Atención de Emergencias (o el operador del sistema de respuesta a emergencias) no tiene más preguntas, quien llama debe preguntar si puede colgar antes de hacerlo. Posición para iniciar Reanimación. Usted como reanimador debe hacerse a un lado del paciente, a nivel del tórax, para practicar tanto respiración artificial como compresiones torácicas. Si tiene que practicar compresiones torácicas sus brazos tienen que estar en ángulo recto de 90 grados con respecto a su paciente. La víctima debe estar en decúbito supino y sobre una superficie firme y plana para proteger la columna vertebral y evitar algunas maniobras específicas si existe sospecha o confirmación de lesión cervical. Si la víctima está boca abajo, hágala rodar como una unidad de manera que la cabeza, los hombros y el torso se muevan simultáneamente sin torcerse. ABCD Vía aérea. Determine si el paciente respira o no respira. Si la víctima está inconsciente, determine examinándola, si vía aérea está obstruida. Verifique y retire con el dedo meñique rápidamente cualquier material extraño o vómito que vea en la boca. Limpie los líquidos o los semilíquidos de la boca con los dedos índice y medio de una mano enguantada (o cubierta por un trozo de tela) o con el aspirador si está en un centro de atención médica La causa más frecuente de obstrucción de la vía aérea en la víctima inconsciente es la lengua. Como la lengua está unida al maxilar inferior, desplazar hacia delante el maxilar inferior alejará la lengua de la pared posterior de la garganta y abrirá la vía aérea. Maniobra cabeza - mentón. Se usa cuando no hay sospecha de trauma craneoencefálico y/o cervical. Para realizar la maniobra, Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación A B C D Primario apoye una mano sobre la frente de la víctima y, ejerciendo una firme presión con la palma, lleve la cabeza hacia atrás. Coloque los dedos de la otra mano bajo la parte ósea del maxilar inferior, cerca del mentón. Eleve la mandíbula para desplazar el mentón hacia delante. Respiración. Inicie respiraciones de apoyo y verifique expansión torácica. La posición incorrecta del mentón y la cabeza es la causa más frecuente de dificultad en la ventilación, para la cual hay que posicionar la vía aérea para permeabilizarla. La mayoría de las víctimas en paro respiratorio o cardíaco no tienen signos de respiración. Se recomienda la maniobra MES: Mirar, Escuchar, Sentir, a través de la cual el reanimador acerca su oreja a la boca de la víctima, dirigiendo su mirada hacia el tórax y el abdomen observando si estos se mueven con la respiración, siente el aire espirado en la oreja y escucha la respiración del paciente. A Algunas muestran esfuerzos evidentes por respirar, con signos de obstrucción de la vía aérea superior. Sí usted no ésta seguro de que las respiraciones sean adecuadas, proceda de inmediato a practicar respiración artificial. Se recomienda que para disminuir el riesgo de insuflación gástrica durante la ventilación boca a boca, se suministren respiraciones lentas con el volumen corriente mínimo necesario para lograr la expansión torácica visible con cada ventilación en un lapso de 1 segundo. B Figura 1. Obstrucción de la vía aérea en la víctima inconsciente. No presione demasiado los dedos en los tejidos blandos submentonianos, porque podría obstruir la vía aérea. No emplee el pulgar para elevar el mentón. La boca no debe estar completamente cerrada (a menos que la técnica de elección para la víctima sea la respiración boca - nariz). Maniobra de Tracción Mandibular: Esta técnica está recomendada cuando hay o se sospecha traumatismo craneoencefálico o cervical. Coloque una mano a cada lado de la cabeza de la víctima y apoye los codos sobre la superficie en la que descansa la víctima. Sujete los ángulos del maxilar inferior y elévelos con ambas manos, desplazando la mandíbula hacia delante. Esta técnica es muy eficaz para abrir la vía aérea, pero es agotadora y técnicamente difícil. Figura 3. Verifique la respiración Si una víctima recupera la respiración y los signos de circulación (pulso, respiración normal, tos o movimiento) durante la reanimación, continúe ayudándola a mantener abierta la vía aérea hasta que esté suficientemente alerta para proteger su vía aérea por sí misma. Coloque a la víctima en posición de recuperación (decúbito lateral), sí la respiración y los signos de circulación siguen siendo adecuados. Figura 2. Tracción de la mandíbula sin extensión de la cabeza Figura 4. Posición de recuperación Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 07 A B C D Primario La respiración artificial requiere que el reanimador insufle adecuadamente los pulmones de la víctima con cada respiración. Para practicar la respiración artificial, mantenga abierta la vía aérea de la víctima, y oclúyale la nariz con el pulgar y el índice (de la mano colocada sobre la frente). La distensión gástrica se produce cuando la presión esofágica supera la presión de apertura del esfínter esofágico inferior, lo que hace que éste se abra y el aire suministrado durante la respiración artificial ingrese en el estómago y no en los pulmones. mascarillas faciales protectoras y los dispositivos boca mascarilla. Por lo general, las mascarillas faciales protectoras no tienen válvula de espiración, y el aire espirado por la víctima escapa entre la mascarilla y la cara de la víctima. Típicamente, los dispositivos boca - mascarilla tienen una válvula de 1 vía, de manera que el aire espirado no ingrese en la boca del reanimador. La proximidad de la cabeza de la víctima y la posibilidad de contaminación si la víctima vomita son desventajas importantes de las mascarillas faciales protectoras. Respiración boca - nariz. El método de ventilación boca - nariz está recomendado cuando es imposible la ventilación por la boca de la víctima, no se puede abrir la boca (trismo), la boca está gravemente lesionada o es difícil crear un sello boca -boca hermético. La respiración boca - nariz quizá sea el mejor método de ventilación mientras se rescata del agua a una víctima de inmersión. Como la eficacia de las mascarillas faciales protectoras no ha sido comprobada de manera concluyente, también se debe enseñar a usar los dispositivos boca - mascarilla y/o bolsa mascarilla a los miembros del equipo de salud y aquellos con deber de responder. Para practicar respiración boca - nariz extienda la cabeza de la víctima haciendo presión sobre la frente con una mano. Utilice la otra mano para elevar la mandíbula de la víctima (como en la maniobra cabeza - mentón) y cerrarle la boca. Haga una inspiración profunda, selle sus labios alrededor de la nariz de la víctima y espire en ella. Después, retire los labios de la nariz de la víctima y permita la espiración pasiva. A veces es necesario abrir intermitentemente la boca de la víctima y separar los labios con el pulgar para permitir la espiración libre, sobre todo si hay obstrucción nasal. Respiración artificial boca - mascarilla. En la respiración boca mascarilla, se utiliza una mascarilla transparente con una válvula de 1 vía o sin ella. La válvula de 1 vía dirige la respiración del reanimador hacia la víctima, pero aleja el aire espirado por la víctima del reanimador. Algunas mascarillas tienen una entrada de oxígeno que permite administrar oxígeno suplementario. Figura 6. Mascarilla facial protectora. Figura 5. Respiración artificial boca nariz Respiración boca - estoma. Un estoma traqueal es una abertura permanente en la cara anterior del cuello. Cuando una persona con un estoma traqueal, o un tubo de traqueostomía, requiere respiración artificial, practique respiración boca - estoma directa creando un sello hermético alrededor del estoma y soplando hasta que el tórax de la víctima se expanda. Después, retire los labios y permita la espiración pasiva. Los miembros del equipo de salud, en el lugar de trabajo, utilizarán dispositivos de barrera o sistemas bolsa - mascarilla para la ventilación, esto por protección personal. Los dispositivos de barrera deben ofrecer baja resistencia al flujo de gas para evitar que el reanimador se canse por el esfuerzo excesivo. Las 2 técnicas más comunes para utilizar el dispositivo boca mascarillas son las técnicas lateral y cefálica. En la técnica lateral, el reanimador se coloca al lado de la víctima y practica la maniobra de extensión de la cabeza - elevación del mentón para abrir la vía aérea de la víctima. Esta posición es ideal para practicar RCP por 1 reanimador, pues éste puede utilizar la misma posición tanto para la respiración artificial como para las compresiones torácicas. Cuando se aplica la técnica cefálica, el reanimador se coloca por encima de la cabeza de la víctima. Esta técnica emplea la tracción de la mandíbula y tiene la ventaja de hacer que la cara del reanimador enfrente el tórax de la víctima durante la respiración artificial (de manera que puede controlar la expansión torácica). Esta técnica puede ser empleada por 1 reanimador para efectuar respiración artificial sola, cuando el paciente se encuentra en paro respiratorio, o durante la RCP por 2 reanimadores. No es la preferida para el reanimador único, que debe practicar también compresiones torácicas. Existen dos grandes grupos de dispositivos de barrera; las 08 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación A B C D Primario Figura 8. Utilización de la bolsa - mascarilla por 2 reanimadores. Si se dispone de oxígeno suplementario (a un flujo mínimo de 8 12 l/ min con concentración de oxígeno superior o igual a 40%) el reanimador idóneo en la ventilación con bolsa -mascarilla debe intentar administrar un volumen corriente más bajo en 1 segundo. Por supuesto, en el contexto clínico, es imposible determinar el volumen corriente real suministrado. El volumen corriente se debe ajustar para brindar una ventilación suficiente que expanda visiblemente el tórax. Si la ventilación con este volumen corriente bajo es eficaz, el tórax se expandirá y se mantendrá la saturación de oxígeno en el paciente con perfusión sistémica efectiva. Figura 7. Ventilación boca - mascarilla, técnica lateral. Se puede emplear cánulas orales y presión cricoidea durante la respiración artificial con boca - mascarilla y cualquier otra forma de respiración artificial en la víctima inconsciente. Si se suministra oxígeno suplementario con mascarilla facial (un flujo de oxígeno mínimo de 10 l/ minuto que determine una concentración inspirada de oxígeno igual o superior al 40%), se pueden emplear menores volúmenes corrientes (suministrados en 1 segundo hasta que el tórax se expanda). Los volúmenes corrientes más bajos reducen el riesgo de distensión gástrica y sus graves consecuencias. Sin embargo, son eficaces para mantener una saturación arterial de oxígeno adecuada sólo si se suministra oxígeno suplementario al dispositivo. Estos volúmenes corrientes más bajos quizá no mantengan la normocapnia, sobre todo durante un paro prolongado, y la hipercapnia resultante puede provocar acidosis. Dispositivo bolsa - mascarilla. Los dispositivos bolsa mascarilla consisten en una bolsa y una válvula que no permite la reinhalación, unida a una mascarilla facial. Son el método más común para practicar ventilación con presión positiva en ambulancias y hospitales. La mayoría de las unidades de bolsa mascarilla para adultos existentes en el mercado tienen un volumen de aproximadamente 1600 m, que suele ser adecuado para la insuflación pulmonar. Sin embargo, varios estudios comunicaron que muchos reanimadores no pudieron suministrar volúmenes corrientes adecuados con bolsa y mascarilla a maniquíes no intubados. La ventilación del adulto con bolsa mascarilla puede suministrar un volumen corriente menor que la ventilación boca - boca o boca - mascarilla, porque el reanimador que está solo puede tener dificultad para crear un sello hermético con la cara mientras comprime la bolsa y mantiene abierta la vía aérea. Por esta razón, las unidades bolsa autoinsuflable mascarilla alcanzan su máxima eficacia cuando 2 reanimadores entrenados y experimentados trabajan juntos, uno creando un sello entre la mascarilla y la cara, y el otro comprimiendo lentamente la bolsa en 1 segundo. Si no se dispone de oxígeno, intente suministrar el volumen corriente recomendado para la ventilación boca - boca en 1 segundo. Este volumen corriente debe provocar expansión torácica muy obvia. Técnica de ventilación con bolsa - mascarilla. La técnica de ventilación con bolsa -mascarilla requiere instrucción y práctica. Usted debe ser capaz de utilizar eficientemente el equipo en diversas situaciones. Si está brindando solo apoyo respiratorio, ubíquese por encima de la cabeza de la víctima. Si no hay lesión cervical, extienda la cabeza de la víctima y elévela con una toalla o una almohada para alcanzar la posición de "olfateo". Es más probable que la ventilación sea efectiva cuando 2 reanimadores utilizan el sistema bolsa - mascarilla: 1 reanimador sostiene la mascarilla y el otro comprime la bolsa (Fig. 10). Las técnicas para sostener la mascarilla son las mismas que las aplicadas con los dispositivos boca - mascarilla descritos antes. Si hay un tercer reanimador, se puede aplicar presión cricoidea. Figura 9. Un Reanimador utilizando la bolsa - mascarilla Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 09 A B C D Primario La ventilación con bolsa - mascarilla es una maniobra esencial y para dominarla, se requiere considerable práctica. En consecuencia, se están introduciendo dispositivos alternativos para la vía aérea, como la Mascarilla Laríngea y el Combitubo esofagotraqueal en el ámbito del soporte básico de vida para el equipo de salud. Por lo general, estos dispositivos son más fáciles de introducir que los tubos traqueales, y la técnica de ventilación es similar a la empleada en el paciente intubado. Puede ser una alternativa de la ventilación con bolsa - mascarilla para los miembros del equipo de salud con entrenamiento y experiencia adecuados en su uso. La presión cricoidea, o maniobra de Sellick, consiste en aplicar presión sobre el cartílago cricoides de la víctima inconsciente. La presión desplaza la tráquea hacia atrás, y comprime el esófago contra las vértebras cervicales durante la respiración artificial. La presión cricoidea es eficaz para prevenir la distensión gástrica durante la ventilación con presión positiva de víctimas inconscientes. A su vez, la reducción de la distensión gástrica disminuye el riesgo de regurgitación y aspiración. determinar el componente circulatorio. El paro cardíaco hace desaparecer los signos de circulación, incluido el pulso. La ausencia del pulso ha sido empleada para determinar la necesidad de colocar electrodos de un DEA e iniciar compresiones torácicas. El lugar indicado para verificar el pulso es la arteria carótida del lado más cercano a usted. Mantenga extendida la cabeza del paciente con una mano sobre la frente (si no hay contraindicación por trauma); localice el cartílago tiroideo; deslice dos dedos en el surco entre la tráquea y los músculos laterales del cuello, aplique presión suave a fin de no colapsar la arteria. A La presión cricoidea se debe aplicar sólo cuando la víctima está inconsciente. Para hacerlo correctamente, se necesita un reanimador adicional que sólo ejerza presión cricoidea, sin asistir en otras actividades de reanimación. Esto significa que si se la va utilizar durante la RCP por 2 reanimadores, en realidad se requieren 3 reanimadores: 1 para practicar la respiración artificial, 1 para efectuar las compresiones torácicas y 1 para aplicar la presión cricoidea. B Figura 11. Verificación del pulso carotideo. A, Localice la tráquea. B, Palpe suavemente para encontrar el pulso carotídeo. Figura 10. Presión cricoidea (maniobra de Sellick La técnica para aplicar presión cricoidea es la siguiente: 1.Localizar el cartílago tiroides (nuez de Adán) con el dedo índice. 2. Deslizar el dedo índice hasta la base del cartílago tiroides y palpar el anillo horizontal prominente por debajo del cartílago tiroides (éste es el cartílago cricoides). 3. Con la punta del pulgar y del índice, presionar firmemente el cartílago cricoides hacia atrás. Circulación. Verifique los signos de circulación. Una vez que se determinó la ausencia de respiración y se inició soporte respiratorio con dos insuflaciones, debe procederse a 10 Lamentablemente, la verificación del pulso no es rápida ni confiable para determinar si hay circulación, sobre todo en el caso de los reanimadores legos. La mayoría de los grupos de reanimación, como estudiantes de medicina, paramédicos y médicos, demoran mucho más de los 7 - 10 segundos recomendados para verificar el pulso carotídeo. Como la supervivencia en caso de FV cae un 7 - 10% por cada minuto que se demora la reanimación, el tiempo destinado a determinar la presencia o la ausencia de circulación debe ser breve. Al creer erróneamente que hay pulso cuando no es así, los reanimadores no practican compresiones torácicas y no conectan un DEA en 10 de cada 100 personas en paro cardíaco. Las consecuencias de estos errores serían la muerte sin posibilidad de reanimación de 10 cada 100 víctimas de paro cardíaco. Por lo tanto, el reanimador no médico no se debe basar en la verificación del pulso para determinar la necesidad de efectuar compresiones torácicas o usar un DEA. Los reanimadores no médicos no deben verificar el pulso, ni se les enseñará a hacerlo en los cursos de RCP. En cambio, se les enseñará a verificar si hay signos de circulación, como respiración normal, tos o movimiento en respuesta a 2 respiraciones artificiales. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación A B C D Primario Por el contrario, los miembros del equipo de salud deben seguir usando la verificación de pulso como uno de los varios signos de circulación. Otros signos de circulación son respiración normal, tos o movimiento. del esternón. Esto mantendrá la fuerza de compresión principal sobre el esternón y disminuirá la probabilidad de fractura de costillas. 4. Los dedos pueden estar extendidos o entrelazados pero se los debe separar del tórax. La secuencia a seguir hasta el momento es: 1. Suministre 2 respiraciones artificiales a la víctima inconsciente que no respira. 2. Verifique si hay signos de circulación: a. Con el oído cerca de la boca de la víctima mire, escuche y sienta si hay respiración normal o tos. b. Inspeccione rápidamente a la víctima para detectar cualquier signo de movimiento. 3. Si la víctima no está respirando normalmente, no tose ni se mueve, inicie de inmediato las compresiones torácicas o conecte un DEA, si está indicado. Esta evaluación no debe llevar más de 10 segundos. Compresión torácica. La técnica de las compresiones torácicas consiste en la aplicación seriada y rítmica de presión sobre la mitad inferior del esternón. Estas compresiones generan flujo sanguíneo al aumentar la presión intratorácica. Si usted tiene dificultad para generar fuerza durante las compresiones, una posición alternativa aceptable de las manos consiste en sujetar la muñeca de la mano colocada sobre el tórax con la mano que localiza el extremo inferior del esternón. Esta técnica es útil para los reanimadores con artritis de manos y muñecas. También se ha utilizado un método simplificado para enseñar a legos a colocar correctamente las manos como parte de la técnica de compresiones torácicas en diversos contextos. Para hallar una posición en la mitad inferior del esternón, coloque el talón de una mano en el centro del tórax, entre los pezones, este método se ha empleado con éxito por más de 10 años en la RCP dirigida a distancia por un operador telefónico y otros contextos. A Cuando se administra respiración artificial y la sangre circula hacia los pulmones por compresiones torácicas, es probable que la víctima reciba suficiente oxígeno para mantener la oxigenación del cerebro y otros órganos vitales durante varios minutos hasta que se pueda practicar la desfibrilación. Las recomendaciones actuales sugieren una frecuencia de 100 compresiones por minuto para lograr un flujo sanguíneo anterógrado adecuado durante la RCP. La frecuencia de compresión hace referencia a la velocidad de las compresiones y no al número de compresiones realmente practicadas cada minuto. Durante el paro cardíaco, la presión de perfusión coronaria aumenta gradualmente con la práctica de compresiones torácicas consecutivas. Esta presión es más alta después de 30 compresiones torácicas ininterrumpidas que después de 15. Por lo tanto, después de cada pausa para la ventilación, se deben practicar varias compresiones para poder restablecer las presiones de perfusión cerebral y coronaria óptimas. Por estas razones, se recomienda una relación de 30 compresiones: 2 ventilaciones para 1 ó 2 reanimadores de víctimas adultas hasta que se asegura la vía aérea. B C Figura 12. Posición correcta de las manos sobre la mitad inferior del esternón para practicar compresiones torácicas Posición correcta de las manos La posición correcta de las manos se establece identificando la mitad inferior del esternón. Para ello, el reanimador puede utilizar las recomendaciones presentadas a continuación o elegir técnicas alternativas. 1. El reanimador utiliza 2 ó 3 dedos de la mano más próxima a los pies de la víctima para localizar el borde inferior de la caja torácica de su lado. 2. Después, desplaza los dedos de la primera mano hacia arriba por la caja torácica hasta la escotadura donde las costillas se unen con la parte inferior del esternón, en el centro de la parte inferior del tórax (apéndice xifoides). 3. Se coloca el reborde posterior de la mano sobre la mitad inferior del esternón y la primera mano encima de la segunda, de manera que queden paralelas. El eje largo del talón de la mano del reanimador se debe colocar sobre el eje longitudinal Fundación Salamandra Las siguientes recomendaciones permiten practicar compresiones eficaces: 1. Los codos están fijos, los brazos, extendidos y los hombros del reanimador, en línea recta con las manos, de manera que la fuerza para cada compresión torácica se ejerza directamente sobre el esternón. Si la compresión no se realiza en línea recta hacia abajo, el torso de la víctima tiende a rodar, se pierde parte de la fuerza y la compresión torácica puede ser menos eficaz. 2. Las compresiones deben deprimir el esternón de la víctima alrededor de 4 a 5 cm (de 1 ½ a 2 pulgadas) si la víctima es un adulto de tamaño normal. Rara vez, en personas muy menudas, quizá baste con grados menores de compresión para generar un pulso femoral palpable. En algunas personas, 4 - 5 cm (1 ½ - 2 pulgadas) de compresión esternal pueden ser inadecuados, y tal vez se necesite un grado ligeramente mayor Pautas Generales de Reanimación 11 A B C D Primario de compresión torácica para generar un pulso carotídeo o femoral palpable (1/3 del diámetro antero-posterior del tórax). 3. Libere la presión torácica para permitir que la sangre circule hacia el tórax y el corazón. La presión se debe liberar completamente y así permitir que el tórax recupere su posición normal después de cada compresión (aunque las manos del reanimador deben seguir en contacto con el esternón de la víctima para mantener la posición correcta). Las compresiones torácicas se deben practicar a una frecuencia de 100 por minuto. Durante el paro cardíaco, las compresiones torácicas correctamente practicadas pueden provocar picos de presión arterial sistólica de 60 a 80 mm Hg, pero la presión arterial diastólica es baja. La presión arterial media en la arteria carótida rara vez supera los 40 mm Hg(80). El volumen minuto cardíaco generado por las compresiones torácicas probablemente solo de un cuarto a un tercio del normal y disminuye durante la RCP estándar prolongada. La presión vascular durante las compresiones torácicas se puede optimizar aplicando la fuerza y la duración de compresión recomendadas, y manteniendo una frecuencia de compresión de 100 por minuto. 4. Para mantener la posición correcta de las manos, no las separe del tórax ni cambie la posición de ninguna manera durante las compresiones. Permita que el tórax recupere su posición normal después de cada compresión. La evidencia actual sugiere que el resultado de las compresiones torácicas sin ventilación boca - boca es significativamente mejor que ningún intento de reanimación en absoluto, en caso de adultos con paro cardíaco presenciado. El mejor parámetro para determinar si la fuerza de compresión esternal es óptima es que genere un pulso carotídeo o femoral palpable. Sin embargo, detectar un pulso durante la RCP no implica necesariamente que el flujo sanguíneo sea óptimo y ni siquiera adecuado, porque se puede palpar la onda de compresión sin que haya buen flujo anterógrado. El reanimador único debe cumplir con la recomendación de aplicar compresiones esternales fuertes, rápidas y con el menor número de pausas posible. Varios mecanismos pueden explicar la eficacia de las compresiones torácicas solas. Se ha observado que el boqueo espontáneo puede mantener una ventilación minuto, PaCO2 y una PaO2 casi normales durante breves periodos de RCP sin ventilación compresión positiva. Como el volumen cardíaco generado durante las compresiones torácicas es sólo del 25% del normal, también es menor el requerimiento de ventilación para mantener una relación ventilación - perfusión óptima. Las perfusiones cerebral y coronaria han resultado efectivas cuando se asigna el 50% del ciclo a la fase de compresión torácica y el 50% a la fase de relajación torácica. Esta es la relación que los reanimadores encuentran razonablemente fácil de lograr con la práctica. Cuando el paro cardíaco o las maniobras de RCP son prolongadas, el corazón se vuelve menos distensible. En este contexto, predomina el mecanismo de bomba torácica, y el volumen minuto cardíaco generado por la compresión torácica es significativamente menor. Figura 13. Posición del reanimador durante las compresiones torácicas. 12 Las compresiones torácicas sin ventilación boca a boca se recomiendan únicamente en las siguientes circunstancias: 1. Cuando un reanimador no está dispuesto a practicar respiración artificial boca - boca o no puede hacerlo, o 2. En las instrucciones de RCP dirigida a distancia por un operador telefónico en las que la simplicidad de esta técnica modificada permite la intervención rápida de testigos circunstanciales no entrenados. RCP por 1 reanimador. Los no médicos que no están entrenados específicamente para responder a emergencias (Ej, Guardavidas y oficiales de policía) deben aprender sólo la RCP por un reanimador, pues en las situaciones de reanimación rara vez aplican la técnica de 2 reanimadores. Cuando hay dos reanimadores, se puede alternar para practicar la RCP por 1 reanimador, que se debe efectuar de la siguiente manera: 1. Evaluación de la capacidad de respuesta: Sacuda suavemente a la víctima y pregunte en voz alta y fuerte "¿Esta usted bien?" Si la víctima está inconsciente: 2. Active la atención de emergencias. 3. Vía aérea: coloque en posición a la víctima y abra la vía aérea con la maniobra de extensión de la cabeza - elevación del mentón o tracción de la mandíbula. 4. Respiración: mire, escuche y sienta si hay respiración normal. a. Si la víctima está inconsciente pero respira normalmente y no tiene signos de traumatismo, colóquela en posición de recuperación y mantenga abierta la vía aérea. b. Si la víctima adulta está inconsciente y no respira, practique respiración artificial suministrando dos respiraciones iniciales boca - boca, boca - dispositivo de barrera o bolsa mascarilla. Si las respiraciones son eficaces, el tórax de la víctima se expandirá con cada respiración si no puede suministrar dos respiraciones efectivas, reposicione la cabeza de la víctima y vuelve a intentarlo. c. Si verifica que la víctima tiene signos de circulación, pero no respira, continúa con respiración artificial, administrando 1 respiración cada 5 - 6 segundo (10 - 12 respiraciones por minuto) sin compresiones torácicas. d. Si se reanuda la respiración espontánea y hay signos de circulación, mantenga abierta la vía aérea y coloque a la Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación A B C D Primario víctima en posición de recuperación. 5. Circulación: Evalúe el pulso y los signos de circulación. Después de suministrar dos respiraciones iniciales eficaces, verifique si hay respiración normal, tos o movimiento. Al mismo tiempo, intente palpar el pulso carotídeo: no demore más de 10 segundo en hacerlo. Si no hay signos de circulación, inicie las compresiones torácicas. 6. Reevaluación: Después de 5 ciclos ó 2 minutos de compresiones y ventilaciones (relación 30: 2), revalúe a la víctima verificando los signos de circulación. No demore más de 10 segundos en hacerlo. a. Si no hay signos de circulación reanude la RCP comenzando con compresiones torácicas. b. Si hay signos de circulación verifique la respiración. 1. Si hay respiración, coloque a la víctima en posición de recuperación y controle la respiración y la circulación. 2. Si no hay respiración, practique respiración artificial a una frecuencia de aproximadamente 1 respiración 5 - 6 segundos (alrededor de 10 a 12 veces por minuto) y controle estrictamente la circulación. Si prosigue con la RCP, deténgase y verifique los signos de circulación y la respiración espontánea a intervalos de 2 minutos. No interrumpa la RCP excepto en circunstancias especiales. Ingreso de un segundo reanimador para reemplazar al primero. Cuando hay otro reanimador en el lugar, éste debe activar la atención de emergencias (sino se hizo previamente) y practicar RCP por 1 reanimador cuando el primero, que inició la RCP se fatiga. Haga esto con la menor interrupción posible. Cuando llega el segundo reanimador, evalúa la respiración y el pulso antes de reanudar la RCP. En la RCP por 2 reanimadores, uno se coloca al lado de la víctima y practica las compresiones torácicas. El otro reanimador profesional permanece junto a la cabeza de la víctima, mantiene abierta la vía aérea, controla el pulso carotídeo para determinar si las compresiones torácicas son adecuadas y practica respiración artificial. Cuando las personas que practican las compresiones torácicas se fatigan, los reanimadores deben intercambiar las posiciones con la mínima demora. Control de la víctima. Los reanimadores deben controlar el estado de la víctima para evaluar la eficacia de las maniobras de reanimación. La persona que ventila al paciente asume la responsabilidad de controlar los signos de circulación y la respiración. Para evaluar la eficacia de las compresiones torácicas del reanimador lego, el reanimador profesional debe verificar el pulso durante las compresiones para determinar si la víctima ha recuperado la respiración y la circulación espontánea. Se deben detener las compresiones torácicas durante 5 segundos aproximadamente al final del segundo minuto y a intervalos de 2 minutos de ahí en adelante. No interrumpa la RCP mientras traslada a una víctima a una ambulancia o a otra unidad móvil de atención de emergencia. Con una camilla de ruedas bajas, el reanimador se puede parar al lado de la víctima y mantener la posición de brazos fijos para la compresión. En el caso de una camilla de ruedas altas o una cama, el reanimador quizá deba arrodillarse al lado de la víctima en la cama o en la camilla para alcanzar la altura necesaria sobre el esternón de la víctima. Por lo general la RCP se debe interrumpir sólo cuando el personal entrenado está practicando la intubación traqueal, se está conectando o usado un DEA o hay problemas en el transporte. Si el reanimador está sólo, es necesario una demora momentánea para activar la atención de emergencias. Riesgo y complicaciones del AVB. La RCP alcanza su máxima eficacia para mantener la vida cuando se la practica correctamente, pero aún en este caso, puede provocar complicaciones. El temor a las complicaciones no debe impedir que posibles reanimadores practiquen RCP lo mejor que puedan. La respiración artificial suele provocar distensión gástrica, sobre todo si se suministra grandes volúmenes de ventilación a velocidades de flujo rápidas. La distensión gástrica es una complicación frecuente en la RCP en niños. Se la pueden minimizar manteniendo la vía aérea y limitando los volúmenes de ventilación hasta el punto en que se observa expansión torácica adecuada, sin superar la presión de apertura esofágica. La mejor manera de lograrlo consiste en suministrar lentamente cada respiración artificial (2 segundos por respiración). Las técnicas correctas de RCP disminuyen la probabilidad de complicaciones, pero aún las compresiones torácicas correctamente practicadas pueden provocar fracturas costales en pacientes adultos. Las fracturas costales y otras lesiones son infrecuentes en lactantes y niños. Puede haber otras complicaciones pese a una técnica de RCP correcta, como fractura de esternón, separación de las costillas del esternón neumotórax, hemotórax, contusiones pulmonares, laceraciones hepáticas y esplénicas, y émbolos grasos. Desfibrilación La mayoría de los eventos de colapso cardiorrespiratorio no traumático en un paciente adulto se acompaña de fibrilación ventricular. La supervivencia posterior al paro cardíaco por FV disminuye alrededor del 7% al 10% por cada minuto sin desfibrilación. Por lo tanto, los miembros del equipo de salud deben estar entrenados y equipados para practicar desfibrilación a las víctimas de paro cardíaco súbito lo antes posible. La desfibrilación precoz en la comunidad se define como una descarga administrada a los 5 minutos de recibida la llamada a la atención de emergencia. Este intervalo llamado-desfibrilación de 5 minutos en la comunidad es un objetivo importante de alcanzar. Si el paciente lleva más de 4 a 5 minutos de paro cardiopulmonar y no se le ha realizado RCP, se deben realizar 2 minutos o 5 ciclos de compresiones/ventilaciones antes de suministrar una desfibrilación si está indicada. Figura 14. RCP por 2 reanimadores. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 13 A B C D Primario USO EXTRA HOSPITALARIO DEL DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO EXTERNO Inconsciente-DEA: • Verifique si no hay respuesta • Llame al número local de emergencias médicas (o al número de respuestas a emergencias) • Obtenga un desfibrilador automático • Identifique las situaciones especiales y responda a ellas VÍCTIMA INCONSCIENTE INICIE ABCD: • Abra la vía aérea • Verifique la respiración (mire, escuche y sienta) SI, HAY RESPIRACIÓN NO, HAY RESPIRACIÓN • Si la respiración es adecuada: coloque en posición de recuperación • Si la respiración es inadecuada: inicie respiración artificial (1 respiración cada 5 segundos) • Verifique los signos de circulación (cada 30-60 segundos) • Suministre 2 respiraciones • Verifique los signos de circulación SI, HAY CIRCULACIÓN NO, HAY CIRCULACIÓN • Inicie respiración artificial (1 respiración cada 5 segundos • Verifique los signos de circulación (cada 30 - 60 segundos) PRACTIQUE RCP (hasta que llegue un DEA y se pueda conectar): • Inicie compresiones torácicas (100/min) • Combine compresiones y ventilaciones • Relación 30 compresiones: 2 respiraciones INTENTE LA DESFIBRILACIÓN (DEA EN EL LUGAR): • Encienda el DEA y obedezcale Después de 1 descarga o después de cualquier mensaje “descarga no indicada” • Practique RCP durante 2 minutos • Verifique los signos de circulación 14 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Principales Recomendaciones Principales Recomendaciones Si acudimos a los níveles de evidencia podríamos incluir las siguientes aseveraciones: Apoyo vital básico del adulto Principales modificaciones de las recomendaciones 2005. A continuación, se presentan las principales modificaciones de las recomendaciones 2005 relacionadas con el AVB del adulto: Secuencia de ABV 1. Secuencias de ventilación compresión de 30 por 2 para todos los reanimadores solos para ser usado en los pacientes desde la infancia hasta la adultez exceptuando los neonatos. 2. Para personal del servicio de emergencias medicas (SEM) se recomienda realizar RCP por 2 minutos (5 ciclos) antes de administrar una descarga para los pacientes con FVTV si el tiempo de colapso es mayor a 4 o 5 minutos. 3. Para el personal del SEM se recomienda reanudar inmediatamente la RCP luego de 1 descarga monofasica de 360J o una bifasica de 120-200J para manejo de los ritmos desfibrilables. 4. En secuencias de 2 reanimadores, estos deben cambiar el papel de compresiones y ventilaciones aproximadamente cada 2 minutos (cuando se verifica el ritmo). 5. Para el personal del SEM se recomienda buscar signos de circulación (ritmo o pulso) solo después de 2 min (5 ciclos) de RCP. Liberación de la OVACE 1. Para pacientes con obstrucción completa de la via aerea mayores de 1 año inconcientes se recomienda realizar compresiones torácicas en vez de abdominales. 2. No se recomienda realizar barrido digital a ciegas en pacientes con OVACE a cualquier edad. Fuente: “2005 AHA Guidelines for CPR and ECC”. Circulation. 2005;112:IV-206-IV-211. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 15 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado Guías en apoyo Cardiopulmonar avanzado Apoyo vital cardiopulmonar avanzado: Guías AHA 2005. Recomendaciones de Reanimación Internacionales basadas en la evidencia. El 13 de Diciembre de 2005 se publicaron las nuevas guías mundiales en reanimación cardiopulmonar avaladas por el American Heart Association (AHA). Las modificaciones introducidas contaron con el alto nivel de participación y consenso de expertos internacionales. El enriquecimiento académico surgió del intercambio de ideas, perspectivas y experiencias entre expertos de diferentes países, con sistemas, personal y recursos diferentes. Nuestras recomendaciones ya no son simplemente descriptivas - "Esta es la manera en que lo hacemos aquí" - sino que ahora también pueden ser perspectivas - "Esta es la manera en que debemos hacerlo en el futuro". Los expertos de las conferencias alcanzaron un firme consenso para modificar una serie de recomendaciones de RCP y cuidado cardiovascular de emergencia. Gran parte de las recomendaciones previas no se han modificado o se han perfeccionado sobre la base de datos nuevos. Sin embargo, se han actualizado muchos temas para reflejar opciones de consenso que se rigen por los principios de la medicina basada en evidencia. Si bien el enfoque basado en la evidencia limita el número de recomendaciones respaldadas, clarifica perspectivas sobre la evidencia revisada, y sobre el grado de investigación que se requiere todavía. Nuevos temas, nuevos problemas, nuevas recomendaciones. Debido al rápido desarrollo de nuevos tratamientos y estrategias, las secciones sobre IAM (ahora, síndrome coronario agudo, SCA) y ACV han sufrido modificaciones importantes. Hemos ampliado la sección sobre situaciones de reanimación especiales para proveedores experimentados. Esta incluye nuevos temas que sabe son causas importantes de paro cardíaco, pero que no han sido considerados antes, como paro cardíaco y alteración de signos vitales por SD de fármacos / drogas y tóxicos, alteraciones electrolíticas potencialmente fatales, crisis de mal asmático y anafilaxia. Estos son problemas que enfrentan los proveedores de AVCA de todo el mundo. Esta sección introductoria de AVCA analiza los cambios de las recomendaciones, basados en revisión de la evidencia y opinión de consenso. Se repasan sucintamente las razones para las distintas clases de recomendaciones y el enfoque basado en la evidencia. Las principales modificaciones en el AVCA fueron las siguientes: 1. Para el personal del SEM se recomienda reanudar inmediatamente la RCP luego de 1 descarga monofasica 16 de 360J o una bifasica de 120-200J para manejo de los ritmos desfibrilables. 2. Si el ritmo desfibrilable persiste luego de haber administrado 1 o 2 descargas y RCP, se recomienda administrar un vasopresor (adrenalina cada 3 a 5 min). 3. Una dosis de vasopresina puede remplazar la primera o la segunda dosis de adrenalina. 4. El medicamento debe ser administrado durante las maniobras de RCP lo mas pronto posible luego de que se ha verificado el ritmo. Puede ser administrado antes o después de la descarga en la secuencia siguiente: RCP- VERIFICAR RITMO- RCP (mientras se administra el medicamento y el desfibrilador se carga)- DESCARGA. 5. Si el ritmo desfibrilable persiste luego de 2 o 3 descargas y RCP mas la administración de un vasopresor, considere administrar un antiarritmico como la amiodarona. 6. Si al momento de revisar hay cambio de ritmo a uno no desfibrilable verifique pulso. 7. Para pacientes con ritmo de colapso no desfibrilable (AESP o asistolia) se recomienda vasopresina como agente vasopresor como alternativa para la primera o segunda dosis de adrenalina. 8. No se recomienda el uso de marcapaso transcutaneo para pacientes con asistolia presenciada. 9. No se recomienda el uso de procainamida en pacientes con FV/TV recurrente. 10. El golpe precordial pasa de ser recomendación clase IIb a ser indeterminada para pacientes con FV/TV presenciada. 11. Se puede considerar el uso de fibrinoliticos en pacientes en paro especialmente en aquellos con TEP y este tratamiento debe ser individualizado a cada paciente. 12. Sale del protocolo de bradicardia sintomatica el uso del isoproterenol. 13. Se recomienda el uso de inhibidores de hidroximetilglutaril CoA reductasa (estatinas) para pacientes con evento coronario agudo en cualquiera de sus presentaciones. Las recomendaciones que persisten son las siguientes: Síndromes Coronarios Agudos • La ECG de 12 derivaciones prehospitalaria mejora el diagnóstico prehospitalario, reduce el tiempo hasta el tratamiento en el hospital, identifica a pacientes que requieren reperfusión, contribuye a reducir la mortalidad y facilita la estratificación de prioridades para la derivación a centros cardíacos con servicios intervencionistas. La ECG prehospitalaria es útil y efectiva en la activación de la atención de emergencias urbana/suburbana y se debe convertir en equipo estándar de todas las unidades de AVCA que manejan casos de SCA (Clase IIa). • El tratamiento fibrinolítico prehospitalario es beneficioso cuando se prolonga el traslado de pacientes con IAM del Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado • domicilio al hospital y debe ser considerado por los Equipos de repuesta a emergencias que tienen mucha demanda (Clase IIa). En la actualidad, gracias a la evaluación prehospitalaria de pacientes con dolor torácico, el personal de la ambulancia puede notificar al personal del hospital que está trasladando a un paciente con probable IAM para mayor evaluación y atención. - Si el tiempo total de los 2 intervalos siguientes supera los 60 minutos, considere la administración prehospitalaria de fibrinolíticos: (1) del comienzo del dolor torácico al contacto del personal de AVCA con el paciente y (2) de la llegada del personal de AVCA al lado del paciente a la llegada al hospital. - En Europa, se considera un programa fibrinolítico prehospitalario siempre que los intervalos precedentes superan los 30 minutos. Más aún, si el SU tiene un intervalo puerta - fibrinólisis constante > 60 minutos, el tratamiento fibrinolítico prehospitalario podría brindar resultados superiores. La angioplastia es una alternativa al tratamiento fibrinolítico (Clase I) en centro con gran volumen de procedimientos y operadores experimentados. Los pacientes en shock cardiogénico<75 años deben ser trasladados a centros de cardiología intervencionista para angioplastia primaria y colocación de balón intraaórtico. Sin embargo, sólo se observa beneficio cuando los tiempos puerta - balón son, en promedio, £ 90 minutos (clase I). Los pacientes que no cumplen los criterios para tratamiento fibrinilítico debido al mayor riesgo de hemorragia intracraneal deben ser trasladados o derivados a estos centros (Clase IIa). También son candidatos las personas con infartos anteriores extensos, PA baja (PAS £100 mm Hg), taquicardia (³100 latidos por minuto, lpm), o estertores en más del tercio inferior del campo pulmonar(Clase IIa). Los equipos de respuesta a emergencias deben desarrollar políticas para determinar las prioridades en los casos en que sean aplicables. - El tratamiento antiplaquetario con inhibidores de la glucoproteína IIb / IIIa en pacientes con IAM tipo no Q y AI de alto riesgo brinda un beneficio clínicamente significativo (Clase IIa). El tratamiento antritrombina con heparinas de bajo peso molécular (HBPM) es actualmente una alternativa de la heparina no fraccionada (HNF) en la AI de alto riesgo /IAM tipo no Q. Sin embargo, la información sobre esta clase de agentes es heterogénea, en parte debido a la variable inhibición anti - factor Xa (Clase Indeterminada). La dosis de HNF, cuando se usa como tratamiento coadyuvante de fibrinolíticos fibrina - específicos (alteplasa, reteplasa) se reduce actualmente a un bolo de 60 U/kg (máximo 4000 unidades) y a una infusión de 12 UI/kg por hora. Esta reducción de la dosis ayudará a minimizar la incidencia de hemorragia intracerebral. - Se está investigando la manipulación metabólica del infarto con glucosa - insulina - potasio. Este tratamiento es aceptable y de cierto beneficio para diabéticos y pacientes sometidos a reperfusión (Clase IIb). - Todos los pacientes con IAM, incluido el IAM tipo no Q, necesitan aspirina y ß - bloqueantes en ausencia de contraindicaciones (Clase I). Los pacientes con infarto anterior extenso, disfunción ventricular izquierda (VI) y fracción de eyección (FE) <40% requieren inhibición precoz de la enzima convertidora de angiotensina en ausencia de hipotensión. Fundación Salamandra Accidente Cerebrovascular • El activador tisular del plasminógeno recombinante(AtPr) IV mejora el pronóstico neurológico cuando se administra dentro de las 3 horas del comienzo del AVC a pacientes que cumplen los criterios para recibir fibrinolíticos (Clase I). Los pacientes con ACV que se presentan dentro de las 3 primeras horas necesitan derivación urgente según prioridades. La emergencia debe ser equivalente a la de un IAM con elevación del segmento ST. • Se está investigando la administración de AtPr a pacientes cuyos síntomas han comenzando a las 3 - 6 horas de llegar al SU. Si bien algunos subgrupos de estos pacientes se pueden beneficiar con el tratamiento fibrinolítico, por ahora no se recomienda su uso de rutina (Clase Indeterminada). • Se ha observado que la prourocinasa mejora el pronóstico neurológico de pacientes tratados en el término de 3 a 6 horas en un estudio que se ha completado, pero aún no se ha publicado. Se requiere la revisión de los estudios publicados y la realización de otros estudios para poder recomendar este agente fibrinolítico (Clase indeterminada). • Los equipos de respuesta a emergencias deben implementar un protocolo prehospitalario de ACV para identificar con rapidez a los pacientes que pueden beneficiarse con el tratamiento fibrinolítico. Este enfoque es similar al protocolo para casos de dolor torácico (Clase IIb). Se debe trasladar a los pacientes que pueden ser candidatos a tratamiento fibrinolítico a hospitales identificados como centros de tratamiento de ACV agudo con servicio de TC e interpretación de ésta durante 24 horas (Clase IIb). Atención Posreanimación • Después del paro cardíaco, no caliente activamente el paciente con hipotermia leve (Clase IIb). Se está investigando clínicamente el inicio activo de hipotermia después del paro cardíaco (Clase Indeterminada). Tratar a los pacientes febriles para alcanzar normotermia es un objetivo del tratamiento inicial (Clase IIa). • Después del paro cardíaco, se deben mantener los valores ventilatorios dentro del rango normal en pacientes que requieren ventilación mecánica (Clase IIa). La hiperventilación puede ser perjudicial y se debe evitar (Clase III). Una excepción es la hiperventilación en pacientes con signos de hernia cerebral después de la reanimación. Toxicología • El consumo de cocaína se asocia con arritmias ventriculares graves y SCA. La administración de ß- bloqueantes a pacientes con SCA asociado con cocaína ha causado vasoconstricción coronaría y debe ser evitada (Clase III). Los nitratos deben ser el tratamiento de primera línea (Clase I), junto con las benzodiacepinas (Clase IIa). Los bloqueantes a - adrenérgicos pueden inducir taquicardia e hipotensión, y se los debe reservar para pacientes que no respondan a los nitratos ni a las benzodiacepinas (Clase IIb). • La SD de tricíclicos provocan hipotensión o arritmias ventriculares. La inducción de alcalosis sistémica (pH de 7,50-7,55) es el tratamiento de elección (Clase IIa). Los agentes antiarrítmicos como lidocaína o procainamida no han sido estudiados en este contexto (Clase Indeterminada). • La SD de opiáceos puede causar insuficiencia respiratoria aguda (acidosis respiratoria e hipoxemia). Revierta estas alteraciones mediante ventilación mecánica antes de Pautas Generales de Reanimación 17 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado administrar naloxona. Esto reducirá la incidencia de edema pulmonar y arritmias severas asociadas con aumento brusco de catecolaminas (Clase IIa). Generalidades del AVCA El AVCA consiste en los conocimientos y las destrezas necesarias para brindar tratamiento precoz apropiado del paro cardio-respiratorio. Otras áreas importantes son el tratamiento correcto de situaciones que probablemente lleven al paro cardiaco y a la estabilización del paciente del periodo inicial que sigue a la reanimación efectiva. El AVCA comprende (1) AVB, (2) uso de equipo avanzado y técnicas especiales para establecer y mantener ventilación y circulación efectivas, (3) monitorización ECG, interpretación de ECG de 12 derivaciones y reconocimiento de arritmias, (4) establecimiento y mantenimiento de acceso IV, (5) tratamiento para pacientes con paro cardiaco o respiratorio (incluida estabilización en la fase posparo), (6) tratamiento de pacientes con sospecha en SCA, incluido IAM y (7) estrategias para la evaluación y el tratamiento rápidos con activador tisular del plasminógeno (AtP) en los pacientes con ACV que cumplen los criterios correspondientes. El AVCA abarca los conocimientos, el entrenamiento y el criterio requerido para aplicar estas destrezas, y la capacidad para practicarlas. supervivencia puede ser del 70% al 80%. En el paro respiratorio, los accesorios para la vía aérea y los dispositivos de ventilación deben ser de fácil acceso. En el paro cardíaco, la necesidad de desfibrilación precoz es evidente y debe tener la máxima prioridad. Actualmente, gracias a los DEA, la desfibrilación se considera parte del AVB. El equipo accesorio no debe distraer la atención o el esfuerzo de las maniobras de reanimación básicas. El personal de reanimación debe conocer las indicaciones y las técnicas para emplear equipo accesorio. Se debe probar este equipo periódicamente según las reglamentaciones establecidas y documentar cada prueba periódica. Las comunidades deben proporcionar AVCA rápido y efectivo. Toda comunidad se debe esforzar continuamente por implementar la Cadena de Supervivencia y brindar tantos componentes de AVCA de alta calidad como sea posible, en particular desfibrilación muy precoz con DEA y mantenimiento no invasivo de la vía aérea. El AVB y el AVCA deben estar integrados en una comunidad como parte del equipo de respuesta a emergencias. Este sistema debe contar con suficientes ciudadanos entrenados en AVB para asegurar la asistencia ventilatoria y circulatoria inmediata a cualquier víctima de paro cardiaco dentro de los 5 minutos y el ingreso inmediato de la persona al equipo de respuesta a emergencias. Alentamos firmemente la implementación de DAP en contextos de alto riesgo. A su vez, el sistema de atención de emergencias, bajo supervisión médica, debe aportar personal de reanimación adecuadamente entrenado en AVB y AVCA para responder con rapidez cuando se los requiere. Se debe continuar con AVCA hasta que el paciente haya ingresado en un centro médico capaz de proseguir con la atención o hasta que las maniobras de apoyo vital hayan cesado por orden del médico responsable o por una directiva anticipada correctamente ejecutada. Se debe aplicar el mismo nivel de entrenamiento, dedicación y supervisión médica al AVCA hospitalario. En particular, se debe disponer de AVB inmediato y desfibrilación rápida en todas las áreas de un centro de salud (Clase IIa). AVB y desfibrilación precoz Para las personas en paro cardiaco, la desfibrilación rápida en <5 minutos es un objetivo de alta prioridad. El AVCA extra hospitalario y hospitalario debe estar apoyado por un programa de AVB bien establecido capaz de practicar RCP de emergencia inmediata. Las Guías 2005 afirmaron y respaldaron nuevamente el principio de desfibrilación precoz de 2000: la recomendación de que los proveedores de salud con deber de responder a un paro cardiaco deben estar instruidos, equipados y autorizados para practicar desfibrilación automática externa (Clase IIa). El tiempo de respuesta ideal se alcanza cuando el individuo pierde el conocimiento frente a una persona que tiene un DEA. Estos casos se producen en muchos lugares y, por lo general, la tasa de 18 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado FIBRILACIÓN VENTRICULAR Y TAQUICARDIA VENTRICULAR SIN PULSO SOPORTE VITAL BÁSICO • Haga contacto con el paciente • Active el Sistema de Atención de emergencia • Solicite desfibrilador ABCD PRIMARIO A: Permeabilíce vía aérea B: Suministre 2 ventilaciones de rescate B: Evalúe expansión torácica C: Verifique signos de circulación C: Inicie compresiones torácicas D: Evalúe ritmo con desfibrilador y suministre una descarga en caso de FV/TV. Inicie RCP y evalúe pulso luego de 5 ciclos. FV/TV PERSISTENTE O RECURRENTE No tiene pulso A: Vía aérea definitiva B: Confirme buena posición del dispositivo, buena oxigenación y ventilaciones efectivas C: Canalice vena C: Monitorice paciente e identifique ritmo cardiaco C: Inicie TTO farmacológico indicado D: Establezca diagnósticos diferenciales y trate las posibles causas SOPORTE AVANZADO ABCD SECUNDARIO • Adrenalina: 1mg IV en bolo y repetir C/3-5 min, ó, • Vasopresina : 40 UI IV en bolo. Continúe compresiones torácicas Intente desfibrilar de nuevo con 360J de carga Verifique pulso No tiene pulso FV/TV RESISTENTE A DESCARGAS • Amiodarona: bolo inicial 300 mg IV, segundo bolo 150 mg IV en 3-5 min, ó, • Lidocaína: bolo inicial 0,5- 0,75 mg/k IV repetir a los 5-10 min, ó • Magnesio: bolo de 1-2 mg/k IV Intente desfibrilar de nuevo con 360J de carga Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 19 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado ACTIVIDAD ELÉCTRICA SIN PULSO Cualquier ritmo diferente a FV/TV en paciente sin pulso SOPORTE VITAL BÁSICO • Haga contacto con el paciente • Active el Sistema de Atención de emergencia • Solicite desfibrilador ABCD PRIMARIO A: Permeabilíce vía aérea B: Suministre 2 ventilaciones de rescate B: Evalúe expansión torácica C: Verifique signos de circulación C: Inicie compresiones torácicas D: Evalúe e identifique ritmo con desfibrilador SOPORTE AVANZADO ABCD SECUNDARIO A: Vía aérea definitiva B: Confirme buena posición del dispositivo, buena oxigenación y ventilaciones efectivas C: Canalice vena C: Monitorice paciente e identifique ritmo cardiaco C: Inicie TTO farmacológico indicado D: Establezca diagnósticos diferenciales y trate las posibles causas Hipovolemia Hipoxia Hidrogeniones Hiper/Hipocalemia Hipotermia Hipo/hiperglicemia Tabletas Taponamiento cardiaco Neumotórax a tensión Trombosis coronaria Trombosis pulmonar Trauma Adrenalina: 1mg IV en bolo y repetir C/3-5 min Atropina: 1mg IV en bolo C/3-5 min Si Fc <60 hasta 0,04 mg/k Verifique pulso No tiene pulso Continúe compresiones torácicas 20 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado ASISTOLIA SOPORTE VITAL BÁSICO • Haga contacto con el paciente • Active el Sistema de Atención de Emergencia • Solicite desfibrilador ABCD PRIMARIO A: Permeabilice vía aérea B: Suministre 2 ventilaciones de rescate B: Evalúe expansión torácica C: Verifique signos de circulación C: Inicie compresiones torácicas D: Evalúe y compruebe ritmo D: Descarte signos de muerte o evidencia de no reanimación SOPORTE AVANZADO ABCD SECUNDARIO A: Vía aérea definitiva B: Confirme buena posición del dispositivo, buena oxigenación y ventilaciones efectivas C: Canalice vena C: Monitorice paciente e identifique ritmo cardiaco C: Inicie TTO farmacológico indicado D: Establezca diagnósticos diferenciales y trate las posibles causas Hipovolemia Hipoxia Hidrogeniones Hiper/Hipocalemia Hipotermia Hipo/hiperglicemia Tabletas Taponamiento cardiaco Neumotórax a tensión Trombosis coronaria Trombosis pulmonar Trauma Adrenalina: 1mg IV en bolo y repetir C/3-5 min Atropina: 1mg IV en bolo C/3-5 min Verifique pulso No tiene pulso Continúe compresiones torácicas Paciente continúa en asistolia Evalúe calidad de reanimación y continúe o suspenda según la situación Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 21 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado FC <60 (lenta) o FC menor a la esperada según el cuadro clínico del paciente (relativamente lenta) BRADICARDIA A: Verifique vía aérea permeable no invasiva y administre oxígeno B: Verifique adecuada ventilación C: Evalúe pulso C: Verifique ritmo ABCD PRIMARIO A: Establezca si el paciente puede continuar con vía aérea permeable no invasiva B: Pulsoximetría C: Canalice vena e inicie LEV, monitorice paciente C: Tome signos vitales, tome EKG 12 derivaciones y Rx tórax con portatil D: Considere posibles diagnósticos diferenciales ABCD SECUNDARIO ¿Presenta el paciente signos y/o síntomas como dolor torácico o hipotensión, a consecuencia de la bradicardia? NO SI • Atropina: 0,5-1 mg IV • Marcapasos transcutáneo: si tiene al alcance • Dopamina: 5-20 µ/k/min • Adrenalina: 2-10 µ/min Evalúe el tipo de bloqueo, si lo hay Bloqueo de primer grado ó Bloqueo de segundo grado tipo I Bloqueo de segundo grado tipo II ó Bloqueo de tercer grado Observe Colocar marcapasos transvenoso Vigilancia estricta del paciente NOTA: Evalue en la bradicardia postintubación: D: desplazamiento del tubo, O: obstrucción del tubo, N: :neumotórax, E: problemas del equipo. 22 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado TAQUICARDIAS Establezca contacto con el paciente ABCD PRIMARIO Paciente estable • Asegure vía aérea • Verifique ventilación • Canalice vena e inicie LEV • Identifique ritmo FV / Aleteo auricular A: Verifique vía aérea permeable no invasiva y administre oxígeno B: Verifique adecuada ventilación C: Evalúe pulso C: Verifique ritmo Presenta el paciente signos y/o síntomas de inestabilidad como dolor torácico o hipotensión, a consecuencia de la taquicardia? Taquicardia de complejo angosto • TSVP • TAM • TU • Maniobras vagales • Adenosina • B-bloqueadores • Calcioantagonistas • Digitálicos • Evalúe función cardiaca y FE, luego trate • Asegure vía aérea • Verifique ventilación • Canalice vena e inicie LEV • Explique al paciente el procedimiento • Sede al paciente • Administre analgésicos. TCAD TV estable Evalúe función cardiaca y FE, luego trate TV Monomorfa TV Polimorfa • Evalúe intervalo QT basal, luego trate Asegure vía aérea Verifique ventilación Canalice vena e inicie LEV Explique al paciente el procedimiento Sede al paciente Administre analgésicos Cardiovierta (100, 200, 300, 360J) si: • TSVP, TV • FA ó Aleteo auricular si <48 h. • Si FA ó Aleteo auricular > 48 h Primero anticoagule y luego cardiovierta. Desfibrile (360J) si: • TV polimorfa Fundación Salamandra Taquicardia de complejo ancho estable TSV • Controle FC • Convierta ritmo • • • • • • Paciente inestable Cardiovierta (100, 200, 300, 360J) si: • TSVP, TV • FA ó Aleteo auricular si <48 h. • Si FA ó Aleteo auricular > 48 h Primero anticoagule y luego cardiovierta. Desfibrile (360J) si: • TV polimorfa Pautas Generales de Reanimación 23 Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado DOLOR TORÁXICO SUGESTIVO DE ISQUEMIA Envío del SMU SMU en la escena • • • • • • ABCD Toma de signos vitales Saturación de Oxígeno Acceso IV EKG 12 derivaciones Historia enfocada y examen físico breve (contraindicaciones para terapia fibrinolítica) • Obtenga los niveles iniciales de marcadores séricos • Evalúe los primeros estudios de electrolitos y pruebas de coagulación • Solicite y evalue la Rx de tórax tomada con equipo portátil • • • • Oxigeno a 4L/min Aspirina 162 a 325 mg (I) Nitroglicerina SL o spray Morfina IV (si el dolor no mejora con nitroglicerina) • Considerar terapia fibrinolitica si indicado y tiempo SMU-aguja menor a 30 min. (IIa) Evalúe el EKG de 12 derivaciones TRANSPORTE A INSTITUCIÓN CAPAZ DE FIBRINOLISIS TRANSPORTE A INSTITUCIÓN CAPAZ DE UNA ICP O CIRUGÍA REVASCULARIZACIÓN CORONARIA (CRC) • Shock cardiogénico • Contraindicaciones para fibrinolisis TRANSPORTE • Elevación del ST o BRI nuevo o presumiblemente nuevo • IAM con elevación del ST • Depresión del ST o inversión dinámica de la onda T. Fuerte sospecha de isquemia • AI de alto riesgo o IAM sin elevación del ST. Terapia coadyuvante (según esté indicado sin retrasar la reperfusion) • B- bloqueadores IV • Nitroglicerina IV • Heparina IV • Inhibidores de la ECA (luego de 6 horas o una vez estable) Terapia coadyuvante (según esté indicado sin contraindicaciones) • Heparina (HNF/HBPM) • Aspirina 160 a 325 mg/dia • Inhibidores de la glicoproteina IIb/IIIa • Nitroglicerina IV • B- bloqueadores IV • EKG no diágnostica: Ausencia de alteraciones del segmento ST o las ondas T AI de riesgo intermedio/bajo Cumple criterios de AI o de angina de comienzo reciente? o Troponina positiva? SI >12 horas ¿Tiempo de inicio de los síntomas? No Evalúe el estado clínico Clínicamente estable <12 horas Seleccione una estrategia de reperfusión de acuerdo a los recursos locales: • Angiografía • ICP (angioplastia + stent) • Disponibilidad de Qx cardiovascular • Si hay signos de shock cardiogenico o contraindicaciones para tto fibrinolitico, la ICP, si es factible es el tto de eleccion • Si no hay posibilidad de ICP, administre fibrinoliticos (de no mediar contraindicaciones Paciente de alto riesgo definido por: • Síntomas persistentes • Isquemia recurrente • Función deprimida del VI • Alteraciones EKG generalizadas • IAM, ICP o CRC previos No Tratamiento fibrinolitico seleccionado • Alteplasa por método seleccionado o • Streptokinasa o • APSAC o • Reteplasa o • Tenecteplasa Objetivo: intervalo dintel puerta- droga<30 min. 24 ICP seleccionada • Intervalo dintel puertainsuflación de balón 90 +/- 30 min • Intervencionistas experimentados • Centro con gran volumen de procedimientos • Servicio de Qx cardiaca Practique cateterismo cardíaco: ¿Anatomia adecuada para revascularización? SI Revascularizacion • ICP • CRC Fundación Salamandra Ingrese al paciente en una unidad de dolor toracico del SU o en una cama con monitorización En el SU se prosigue con • Marcadores cardiacos seriados (incluida troponina) • Nueva EKG/monitoriazacion continua del ST • Considere estudios por imágenes (ecocardiografia 2D o con radioisotopos) SI Ingrese al paciente en CC/cama con monitoria • Prosiga o inicie tratamientos coadyuvantes según este indicado • Marcadores cardiacos seriados • EKG seriada • Considere estudio por imágenes (ecocardiografia 2D o con radioisotopos) Evidencia de isquemia o infarto? No En condiciones de alta • Planifique el seguimiento Pautas Generales de Reanimación Guías en Apoyo Cardiopulmonar Avanzado ACCIDENTE CEREBROVASCULAR Paciente con signos y síntomas sospechosos de ACV (disartría, asimetría facial, debilidad en un hemicuerpo) ABCD PRIMARIO Active Sistema de Atención de Emergencias • Monitorizo paciente u suministro oxígeno • Canalizo vena y tomo muestras para hemograma, electrolitos, pruebas de coagulación, con resultados trato posibles causas • EKG • Comunico a neurólogo Tomografía cerebral muestra ACV hemorrágico NO Sospecha de ACV isquémico Evaluación neurológica completa • Examen físico y neurológico • Solicito, tomo y envío a lectura tomografía cerebral simple SI Persiste sospecha de ACV hemorrágico Practique punción lumbar para confirmar sospecha Candidato para trombolisis Controle y trate posibles causas Vigilancia estricta SI NO • Alteplasa recombinante 0,9 mg/k hasta 90 mg 10% inicial en bolo inicial y 90% en los siguientes 60 minutos Tratamiento de soporte según el cuadro clínico lo indique Vigilancia estricta Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 25 Conceptos basados en la evidencia Conceptos Basados en la Evidencia Medicina basada en la evidencia En el Año 2000 la RCP cumplió su aniversario 40. Buscando que las recomendaciones fueran realmente un aporte y un consenso internacional se lograron aglutinar los trabajos y conceptos de representantes de comités de reanimación de diferentes partes del planeta produciéndose las recomendaciones 2000, que fueron sometidas a exhaustivas revisiones basadas en la evidencia. En Diciembre de 2005 se publicaron las nuevas guías mundiales en reanimación cardiopulmonar y cuidado cardiovascular de emergencia, basándose en el consenso de expertos internacionales que revisaron las recomendaciones que habían sido descritas en el 2000. El producto que se quiso entregar fue caracterizado por soporte sustancial en la literatura mundial susceptible de evaluarse con criterios epidemiológicos estrictos y propicio para enmarcarse dentro de las tipologías y clases tipo I, II y III. Recordemos a que se refiere cada clase : Clase I : Son recomendaciones soportadas en evidencia de definitiva utilidad en el ser humano. Surgen de estudios prospectivos, controlados y randomizados. Con frecuencia soportados ademas como fruto de metaanálisis. La exigencia que revisten estas recomendaciones hace que pocas gocen de este nivel. Expréselo entonces así: Recomendación Clase I= Definitivamente útil. Clase II . Pueden ser de tipo IIa o IIb. Clase IIa : Recomendaciones con muy buena evidencia de aplicación segura en el ser humano. Suelen denominarse como de alta aceptación ya que son producto de múltiples estudios cuya metodología es buena. Puede expresarse para su entendimiento así: Recomendación Clase IIa = Probablemente útil. Si no se usa debe explicarse muy bien por que no se usó. Clase IIb : Recomendaciones soportadas por mediana o buena evidencia de seguridad de uso en el ser humano. Basadas en estudios múltiples con metodologías adecuadas. Expréselo entonces así: Recomendación Clase IIb= Posiblemente útil. En caso de utilizarse explicar muy bien porque se utilizó. Clase III: Es probable que cause un daño. No son útiles y pueden generar prejuicios. Exprésela como Inaceptable. Clase Indeterminada: Son aquellas acciones cuya evidencia es insuficiente para soportar una recomendación de utilización. Pueden basarse en experiencias previas o ser resultado preliminar de investigaciones en proceso. Necesitan mayores investigaciones para comprobación. 26 Recomendaciones de acuerdo a cada tema. Cadena de Supervivencia. Considerando la trascendencia de convertirla en una realidad en muchas comunidades, se insiste en su uso identificando cada paso de la siguiente forma: A. Primer Eslabón: Reconocimiento de paro y solicitud de apoyo. B. Segundo Eslabón: RCP Básico. C. Tercer Eslabón: Disponibilidad y utilización precoz de desfibrilador automático externo. D. Cuarto Eslabón: Maniobras avanzadas de reanimación. Solicitud Telefónica de Apoyo. En los adultos, considerando que la causa mas común de paro cardiaco no traumático es la desfibrilación ventricular, debe llamarse de inmediato tan pronto se detecta la ausencia de respuesta, y posteriormente aplicar el ABCD de la reanimación. Las excepciones a esta premisa son el ahogamiento, la sobredosis de drogas, y el paro respiratorio en ausencia de paro cardiaco. En estas eventualidades, se practica reanimación durante dos minutos y se pide ayuda inmediatamente después de esto. En Cali se utilizan los teléfonos 5144000 o 123, en Bogotá se utiliza el 125 y el 132. En otras ciudades del país cada equipo debe estar informado de los números a utilizar. Si hablamos de reanimación en la población pediátrica partimos del hecho que la causa más común del paro es un problema respiratorio no siendo usuales las arritmias. Para este precepto, se debe tener en cuenta que desde el punto de vista de la reanimación, se considera niño al paciente hasta los 12 o 14 años de edad, según las nuevas guías 2005. Soporte Básico de Vida. Recordemos que aquí se aplica el A-B-C-D primario. Una vez asegurada el área, si estamos fuera del hospital, y una vez garantizada nuestra bioseguridad dentro o fuera de los hospitales, nos hacemos la pregunta si fue o no fue trauma la causa del problema. Hacemos contacto y en caso de no respuesta pedimos ambulancia medicalizada (si estamos fuera del hospital) o activamos el código azul (si estamos dentro del hospital). Se procede entonces en el orden siguiente: A: Vía aérea, el paciente respira o no respira? B: Buena Ventilación, en caso que no haya respiración proporcionamos dos ventilación a presión positiva. C: Circulación, Evaluamos presencia o ausencia de pulso durante 10 segundos. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Conceptos basados en la evidencia D: Utilizamos el desfibrilador automático externo fuera de los hospitales o dentro de los hospitales de acuerdo al lugar, iniciando mientras se dispone de él, reanimación cardiopulmonar inmediata. Dicha reanimación incluye soporte respiratorio y soporte cardiaco externo. Respiración boca a boca. Debe lograr un sello perfecto y acompañarse de oclusión de la nariz para evitar escapes de aire. Se considera clase IIb. Cualquier equipo de reanimación debe propender por contar con dispositivos de protección durante este procedimiento. Volúmenes a suministrar durante la ventilación. Se considera que es conveniente administrar la cantidad de volumen suficiente para expandir el tórax. Pulso. En los entrenamientos a personal de la comunidad se ha encontrado una enorme dificultad en la adecuada determinación de la presencia o ausencia de pulso. Por ello se ha establecido que no debe insistirse en esta opción. Debe orientarse a las personas a detectar además signos de circulación. Estos suelen manifestarse como respiración, tos o movimientos espontáneos de la victima. Para personal médico o de equipos de salud con experiencia se insiste en que se evalúe la existencia de pulso carotídeo durante 7 a 10 segundos, ubicando dos dedos al lado del cartílago tiroides. No debe olvidarse que en caso de no encontrar pulso debe utilizarse de inmediato si está disponible, un desfibrilador automático externo. Recomendación Clase IIa. Secuencia compresiones-ventilaciones. El nuevo enfoque apunta a que estando sólos o acompañados apliquemos una secuencia de treinta compresiones por dos respiraciones, ya que al parecer esto permite obtener una mayor presión de perfusión coronaria. La frecuencia de las perfusiones debe ser de 100 por minuto. Recomendación Clase IIb. Soporte con compresiones externas y sin apoyo ventilatorio. Considerando que puede existir el temor del contagio de enfermedades transmisibles o desconocimiento de una adecuada maniobra de ventilación, existe la posibilidad de dar solamente compresiones torácicas. Es una medida que puede brindar un buen apoyo a la espera del arribo de equipos de emergencia avanzados. Recomendación Clase IIa. Desfibrilación automática externa. Es una alternativa que ha venido marcando un giro fundamental en los escenarios de la reanimación comunitaria. Hoy en día muchos aviones están dotados con este dispositivo; aeropuertos, ambulancias, y aún centros de concentración de múltiples personas en muchos países cuentan con esta opción de intervención. El uso de estos desfibriladores es recomendado para adultos o para niños mayores de 1 año. Recomendación Clase IIb. A nivel intrahospitalario es vital contar con la posibilidad de desfibrilación temprana. El tiempo de respuesta y la aplicación de la desfibrilación debe ser máximo tres minutos. Recomendación Clase I. ordenamos de inmediato el A-B-C-D secundario. Este va a contemplar como veremos: A. Vía aérea. Manejo Avanzado. B. Corroboración de una buena ventilación o una buena ventilación del tubo endotraqueal C. Canalización de vena y conexión del monitor D. Diagnóstico diferencial Su secuencia sería entonces uniendo estos elementos la siguiente: 1. Contacto con el paciente. 2. Si no responde active el código azul en su hospital o active el código médico de emergencias si está fuera del hospital. 3. Proceda al A-B-C-D primario: A. Respira o no respira? B. Dos respiraciones C. Evalué presencia de pulso. En caso de estar ausente inicie RCP secuencia 30 compresiones 2 ventilaciones sólo o acompañado. D. Desfibrilación automática externa si está disponible y está indicada y proceda a ordenar de inmediato su A-BC-D secundario. A. Vía Aérea Avanzada. Ordene intubación B. Verifique buena posición del tubo y fïjelo. C. Ordene canalización de vena y conecte monitor D. Haga su diagnóstico diferencial Veamos algunos de los criterios de evidencias para maniobras avanzadas: Vía aérea. La utilización del dispositivo bolsa autoinflable válvula - mascara es muy efectiva si se hace adecuadamente y es válida en adultos, niños y neonatos sobre todo durante el transporte, considerándose recomendación Clase IIa. Ventilación. Ha surgido la posibilidad de elementos alternativos para la ventilación que incluyen la máscara laríngea y el combitubo. En algunos escenarios y cuando no existe la pericia suficiente para la intubación, suelen preferirse estos elementos y se consideran como recomendación Clase IIa. En caso de practicar intubación endotraqueal las maniobras de confirmación de la correcta ubicación del tubo incluyen los detectores de CO2 (Clase IIa) y la capnografía (Clase IIb). Abordaje Vascular. Se recomienda en primera instancia la utilización de las venas antecubitales. El abordaje vascular intraóseo ha sido reportado como de utilidad en adultos en algunos estudios. En niños mayores de 6 años se ha estimado como recomendación Clase IIa. Utilización de medicamentos. En el enfrentamiento de la fibrilación ventricular se acepta como alternativa frente a la epinefrina: la vasopresina a 40 unidades. Como medicamento antiarrítmico la lidocaína ha sido reemplazada como primera elección, ya que se considera de clase indeterminada. La opción aceptada es la amiodarona, cuya recomendación es Clase IIb. Soporte avanzado. En cuanto a las macrodosis de epinefrina, se ha encontrado que se convierte en recomendación de clase indeterminada por falta de evidencia suficiente para su aplicación. Una vez que hemos aplicado el A-B-C-D primario, si disponemos de la posibilidad de maniobras avanzadas El magnesio es útil para estados hipomagnesemicos y para torsade de pointes (Clase IIb). Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 27 Conceptos basados en la evidencia En los síndromes coronarios agudos, el uso de fibrinolisis en los escenarios prehospitalarios no se recomienda rutinariamente a menos que el tiempo de traslado sea mayor a 60 minutos. No es conveniente aplicar maniobras vagales en pacientes inestables ni proceder a aplicación de medicamentos. En estas situaciones debe procederse a cardioversión sincronizada. Muchos estudios clínicos han demostrado que en caso del manejo de pacientes con dolor precordial persistente sugestivo y elevación del segmento ST mayor de 0.1 mV en dos o más derivaciones contiguas, la terapia fibrinolítica temprana es Clase I para pacientes menores de 75 años y Clase IIa para mayores de 75 años por los riesgos de sangrado. Fibrilación y Flutter Auriculares: Igualmente a las situaciones anteriores si el paciente se encuentra inestable debe ser sometido a cardioversión. Si el paciente tiene función cardíaca conservada puede acudirse a Bloqueadores de canales de calcio que son recomendación clase I. La angioplastia como manejo opcional frente a la terapia trombolítica es intervención Clase I, siempre y cuando se aplique antes de 90 minutos. Para pacientes con shock cardiogénico es intervención Clase IIa. Tratamiento de las arritmias. Frente a la asistolia: asegúrese que no hay pulso, verifique que todos los cables estén bien conectados, cambie de derivación su monitor y de confirmar su diagnóstico inicie RCP, intube, verifique intubación, canalice vena y administre adrenalina 1 mg endovenoso. Fibrilación ventricular: desfibrile de inmediato con una descarga monofásica de 360 jules o bifásica de 120-200 joules si el paciente lleva menos de 4 o 5 minutos de paro sin maniobras de reanimación. De lo contario, realice primero 2 minutos o 5 ciclos de compresiones y ventilaciones. Posterior a la descarga, inicie RCP, intube, verifique intubación, canalice vena e inicie adrenalina 1 mg. vs. vasopresina 40 unidades dosis. Taquicardia ventricular: le ofrece tres opciones: Opción 1. Taquicardia ventricular sin pulso. Proceda idénticamente a la situación de fibrilación ventricular. Opción 2. Taquicardia ventricular con pulso en paciente inestable. Proceda a cardioversión sincronizada. Opción 3. Taquicardia ventricular en paciente estable. Proceda a administración de medicamento. Elección amiodarona (Recomendación Clase IIb). Actividad Eléctrica sin pulso: Determine si hay trauma o no es trauma. Si hay trauma busque las causas mas comunes: Hipoxia, neumotorax a tensión, taponamiento cardíaco, hemotorax masivo, neumotorax abierto, hipovolemia, e hipotermia. Si no hay trauma determine la edad del paciente e indague por las causas mas comunes; infarto masivo del miocardio, tromboembolismo pulmonar, hipoxia, hipocalemia, hipercalemia, acidosis, hipo/hiperglicemia, intoxicación con antidepresivos tricíclicos, intoxicación por bloqueadores de calcio. Taquicardia ventricular estable: Se recomienda amiodarona (Clase IIb). Taquicardia ventricular polimórfica: Corrija alteraciones electrolíticas administre magnesio IV (Clase indeterminada). Si hay taquicardia ventricular polimórfica con función cardíaca conservada la amiodarona y la lidocaina son Clase IIb. Los betabloqueadores y la fenitoina IV son clase indeterminada. Si hay Taquicardia Ventricular Polimorfica y Falla Cardiaca la amiodarona y la lidocaina son Clase IIb. Taquicardia supraventricular paroxística: En estos casos se considera que las maniobras vagales y la Adenosina son maniobras Clase I si el paciente se encuentra estable. La Digoxina se considera una opción Clase IIB. 28 Si el paciente se encuentra en falla cardíaca la digoxina y la amiodarona son clase IIb y nunca debe utilizarse Adenosina pues es recomendación Clase III. En caso de que existan Síndromes de Preexitación y función cardiaca conservada la amiodarona, la procainamida y la propafenona son clase IIB. No deben usarse Adenosina, ß Bloqueadores ni digoxina pues son clase III. Si hay Síndromes de preexitación y falla cardiaca la amiodarona es clase IIb. Cuando la Fibrilación Auricular tiene más de 48 horas de evolución el paciente debe ser anticoagulado tres semanas antes del tratamiento por riesgo de embolismo. Si la condición clínica es de inestabilidad evidente debe procederse de todas maneras a la cardioversión. Para las Taquicardias de la unión A-V considere la Amiodarona (IIb) y evite la cardioversión (Clase III) Para las Taquicardias Sinusales busque y trate la causa. Para las Bradicardias Sinusales considere como primera causa la hipoxemia. Trate en consecuencia. Si se trata de Bradicardia sintomática su primera elección es la Atropina a dosis de 0.5 mg I.V simultáneamente con una buena oxigenación del paciente. Si su paciente está intubado y entra en bradicardia considere de inmediato su nemotécnia. DONE. D: Se desplazó el tubo? Si es así reubiquelo correctamente. O: Se Obstruyó el tubo? Succione y permeabilicelo. N: Se produjo un neumotorax? Diagnóstico clínico. Descomprímalo con tubo o aguja. E : Problemas del equipo? Se desconectó el oxígeno? Se acabó el oxígeno? Hay alguna fuga? La posreanimación Una vez que el paciente ha salido del paro cardiaco se inicia otro crítico momento que, de no manejarse efectivamente puede dar al traste con todas las maniobras hasta allí realizadas. Hay varias recomendaciones que deben tenerse en cuenta en esta fase : • Suelen aparecer arritmias resultantes de los efectos de las drogas administradas durante la reanimación. Evalúe cuidadosamente la situación, pues en la mayoría de los casos la arritmia "no se toca" salvo circunstancias específicas. • Es fundamental verificar que todas las acciones tomadas sean reevaluadas y aseguradas: El tubo en buena posición; la oxigenación adecuada; la vena permeable. • Debe considerarse la opción de administrar goteos de medicamentos de protección: Antiarrítmicos y eventualmente soporte hemodinámico si se justifica de Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Conceptos basados en la evidencia acuerdo con la evolución. Asegúrese de ubicar al paciente en una Unidad de Cuidado Crítico hasta donde sea posible. Complemente la información acerca de su paciente para descartar o confirmar patologías o eventos concomitantes. Considere siempre hablar con claridad con los familiares de su paciente explicando la situación y estableciendo el pronóstico probable. • Acostumbre a su equipo a hacer "debriefing" o recapitulación de las acciones tomadas determinando cuáles acciones fueron correctas, cuáles pueden ser mejoradas y cuales no deben repetirse. • Estudie , repase , actualice y ejercite los nuevos conceptos aceptados. Esta puede ser la mejor garantía de responsabilidad frente a sus pacientes. • POR UNA REANIMACIÓN RESPONSABLE. NO DEFRAUDE A SUS PACIENTES NI A QUIENES CONFÍAN EN USTED. ENTRÉNESE CONSTANTEMENTE Y ENTRÉGUESE CONSTANTEMENTE. NO DEMERITE LA RESPONSABILIDAD INFINITA DE SER OPORTUNIDAD DE VIDA Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 29 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños Existen diferencias significativas en el enfrentamiento de las situaciones de paro cardio-respiratorio en los niños y en los adultos. El paro cardiorrespiratorio súbito se presenta con poca frecuencia en el paciente pediátrico. A diferencia de los adultos es raro que sea consecuencia de un evento cardiaco, en la mayoría de ocasiones el paro cardiorrespiratorio se asocia a problemas que conducen a la insuficiencia respiratoria (compromiso de vía aérea o ventilación), principalmente, y/o el estado de shock. Los reanimadores deben identificar y tratar precozmente estos problemas para evitar que el deterioro de estas funciones conduzcan al paro respiratorio o cardiorrespiratorio Se ha establecido que es muy inusual que el Igualmente es claro que si sobreviene un paro cardiaco sin pulso en un niño el pronóstico es funesto. La etiología del paro cardiorrespiratorio depende de variables como la edad, las circunstancias y el estado de salud del niño. De acuerdo a la edad, la etiología del colapso cardiorrespiratorio es la siguiente: GRUPO ETIOLOGÍA RECIÉN NACIDO Insuficiencia respiratoria LACTANTE SMSL* Enfermedades respiratorias Obstrucción de la vía aérea Inmersión Sepsis Enfermedades neurológicas NIÑO Trauma ADOLESCENTE Trauma Los parámetros a evaluar en una forma general incluyen la frecuencia respiratoria, el color y temperatura de la piel, la frecuencia cardiaca, la presión arterial y signos indirectos de perfusión sistémica. Vale la pena siempre considerar los valores normales y los valores mínimos normales aceptables en los diferentes parámetros a evaluar. Por ejemplo la presión arterial sistólica podría manejarse con el siguiente criterio de valor mínimo permisible. PREVENCIÓN DEL PARO • Hasta el mes de edad 60 mm de Hg. • De un mes a un año 70 mm de Hg. • De un año en adelante 70 mm de Hg + (2x edad en años) Para lograr la máxima supervivencia es necesario el seguimiento de los eslabones de la Cadena de Supervivencia lactante/niño: RCP PRECOZ CADENA DE SUPERVIVENCIA PEDIÁTRICA. Prevención del paro RCP precoz y eficaz por testigos circunstanciales Acceso precoz - Apoyo Vital Avanzado precoz y eficaz (incluidos la estabilización y el traslado rápidos para atención 30 niño sobreviva sin secuelas a un paro cardiaco en la escena prehospitalaria, fundamentalmente como consecuencia de la falta de entrenamiento de los primeros respondientes y de los retardos en la reacción de los sistemas de atención de estos eventos. APOYO VITAL AVANZADO PRECOZ ACCESO PRECOZ definitiva y rehabilitación). La secuencia de enfrentamiento de la emergencia cardiorespiratoria pediátrica involucra los siguientes pasos: Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños ABCD Primario Determine la capacidad de respuesta del niño Cuando se practica RCP en el ámbito extrahospitalario, el reanimador debe verificar primero la seguridad del lugar y su propia bioseguridad. Si se requiere reanimación cerca de un edificio en llamas, en el agua o en la proximidad de cables eléctricos, el reanimador debe constatar primero que tanto la víctima como él se encuentran en una zona segura. En caso de traumatismo, no se debe movilizar la víctima, a menos que sea necesario para garantizar su seguridad o la del reanimador. Acérquese al niño. Valore el estado de conciencia del niño con suavidad evitando moverlo o sacudirlo, sobretodo ante la evidencia o sospecha de traumatismo. Háblele en voz alta, pregúntele: “¿Estás bien?” Hay situaciones en las que debe activarse inmediatamente el Sistema de Emergencias antes de practicar RCP (Enfoque “llame primero”): • Paciente mayor de 12 o 14 años • 2 ó más reanimadores • Pérdida súbita del conocimiento (aparente paro cardiaco súbito) • Riesgo de arritmias (cardiopatías congénitas o adquiridas) • Active inmediatamente el código azul si se encuentra en el hospital y el niño no responde. A excepción de estos casos, el enfoque de soporte básico para reanimación pediátrica es practicar primero dos minutos de RCP y luego pedir ayuda si el reanimador se encuentra solo. Al activar el Sistema de Emergencias debe darse la información completa: • Lugar de la emergencia (dirección, puntos de referencia) • Número telefónico desde donde realiza la llamada. • Carácter del episodio • Número de víctimas • Estado de la(s) víctima(s) • Tipo de ayuda que se está prestando • Cualquier otra información solicitada Pida siempre autorización para colgar. Continúe con la secuencia. A. Valoración de la Vía Aérea Si el niño permanece inconsciente proceda a ubicar el niño en posición de decúbito dorsal sobre una superficie plana y dura. Es importante preguntar por el antecedente de trauma. De esto dependerá la maniobra a realizar para permeabilizar la vía aérea: Si no hay antecedente de trauma, valore la vía aérea realizando la maniobra de elevación del mentón (una mano se coloca sobre la frente del niño para inclinar la cabeza y con los dedos de la otra mano se levanta el mentón). En el caso del niño traumatizado, esta maniobra está contraindicada, por lo que se procederá a realizar la maniobra de tracción mandibular (3 dedos por debajo del ángulo que desplazan la mandíbula hacia arriba y hacia fuera). Figura 15. Extensión de la cabeza-elevación del mentón en el niño B. Valorar la respiración Descubra el tórax del paciente manteniendo abierta la vía aérea, acérquese y verifique si hay signos de respiración (MES): Mire si el tórax y abdomen se expanden; Escuche y Sienta el aire exhalado del niño sobre su mejilla. Si el niño respira, colóquelo en posición de recuperación. Si no respira, proporcione 2 ventilaciones verificando que el tórax se expanda con cada una de ellas. Al suministrar las ventilaciones hágalo de una manera lenta (1 segundo) y de manera que se expanda visiblemente el tórax. Esto evitará la distensión gástrica, la cual puede también evitarse mediante presión cricoidea (maniobra de Sellick) realizada por un segundo reanimador. Esta debe realizarse con un solo dedo en el paciente lactante. Si el tórax no se expande, verifique las maniobras de permeabilización de la vía aérea y proporcione un adecuado sellado al realizar la ventilación. Realice nuevamente las dos ventilaciones, si siguen siendo inefectivas, sospeche obstrucción por cuerpo extraño. En los niños menores de un año, la respiración se proporciona cubriendo por completo la boca y la nariz del lactante con la boca del reanimador. En los mayores de un año, la boca del reanimador cubre la boca del niño y la nariz del niño debe sellarse apretándola con el dedo pulgar e índice del reanimador. Sin embargo, en la actualidad, dada la posibilidad de contaminación por enfermedades infectocontagiosas (VIH, Hepatitis B), se recomienda que estas maniobras se realicen utilizando mascarillas especiales. En los casos en que no se disponga de métodos de barrera y el reanimador no esté dispuesto a practicar respiración artificial boca a boca, se ha recomendado en el paciente adulto la RCP sólo con compresiones torácicas (Nivel de evidencia IIa). Sin embargo, en lactantes y niños dado que el compromiso respiratorio es la principal causa de paro cardiorrespiratorio no traumático se ha considerado que la RCP debe incluir ventilaciones. Mayor número de estudios sobre la RCP con administración aislada de compresiones torácicas en el paciente pediátrico son necesarios. Estas maniobras permeabilizan la vía aérea, ayudando en la corrección de la obstrucción de la hipofaringe por la base de la lengua, cuyos músculos se relajan cuando el paciente se encuentra inconsciente. Ahora valore la respiración. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 31 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños Si el paciente respira debe dejarse en posición de recuperación y valorar la función respiratoria (Frecuencia respiratoria, mecánica respiratoria, nivel de conciencia y color de la piel y mucosas). La presencia de los siguientes signos debe alertar al reanimador: • Taquipnea (Ver tabla 2. Valores promedio normales en niños) • Signos de dificultad respiratoria (uso de músculos accesorios, disbalance toraco-abdominal, aleteo nasal, tirajes, cabeceo, disminución del murmullo vesicular) • Alteración del nivel de conciencia • Cianosis TABLA 2. VALOR PROMEDIO NORMAL DE FRECUENCIA RESPIRATORIA EN EL PACIENTE PEDIÁTRICO Figura 16. Respiración boca-boca-y-naríz en lactante pequeño EDAD FRECUENCIA RESPIRATORIA 2 meses <60 rpm 2 a 12 meses <50 rpm 1 a 5 años <40 rpm 6 a 8 años <30 rpm Figura 17. Respiración boca-boca en el niño TABLA 3. SIGNOS DE EMERGENCIA RESPIRATORIA Y OBSTRUCCIÓN COMPLETA DE LA VÍA AÉREA EMERGENCIA RESPIRATORIA • Llanto débil • Imposibilidad de hablar o voz débil • Menor nivel de alerta o capacidad de respuesta • Cianosis central (labios y lengua azules o pálidos) • Respiración rápida con evidencia de dificultad respiratoria -cabeceo -quejido -tirajes -uso de músculos accesorios de la respiración -disbalance toraco-abdominal -estridor • Respiración superficial muy lenta En el lactante (menor de un año) realice la siguiente maniobra: Sostenga al niño boca abajo con la cabeza más abajo que el tronco. Sosténgalo firmemente sobre el antebrazo y sujetando su mandíbula. Aplique 5 compresiones en la espalda ( en el área interescapular), usando el borde de la palma de su mano. Voltee al niño soportando en una mano la cabeza, el cuello, la 32 OBSTRUCCIÓN COMPLETA VÍA AÉREA • Signo universal de asfixia (tomando el cuello) • Imposibilidad de hablar • Tos débil inefectiva • Sonidos agudos o ningún sonido al inspirar • Dificultad respiratoria creciente • Cianosis mandíbula y el pecho, mientras la otra soporta la espalda (el niño queda como si fuera un “sándwich” ). Aplique 5 compresiones torácicas con dos dedos. Repita nuevamente todo el procedimiento hasta que salga el objeto. Si el lactante pierde el conocimiento: Abra la vía aérea mediante Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños elevación de lengua-mandíbula, si visualiza el objeto y es fácilmente extraíble, tómelo. No se debe realizar barrido digital a ciegas. Abra la vía aérea mediante elevación del mentón, realice respiración artificial (si la primera no es efectiva, reposicione la cabeza e intente la segunda ventilación) si no hay efectividad practique la secuencia de 5 golpes en la espalda (interescapulares) y 5 compresiones cortas en el tórax. Si no se recupera el objeto, reinicie el procedimiento: abra la vía aérea y realice la secuencia mencionada. En el niño mayor de un año está indicada la maniobra de Heimlich: Párese o arrodíllese detrás del paciente, coloque los brazos directamente bajo las axilas del niño y rodee el torso. Coloque el lado plano del pulgar de un puño contra el abdomen del niño, en la línea media, por encima del ombligo, lejos del apéndice xifoides. Sujete el puño con la otra mano y aplique 5 compresiones haciendo movimientos rápidos hacia adentro y arriba. Realice cada movimiento de forma firme y separada hasta que el cuerpo extraño salga o la víctima se torne inconsciente. Si el niño pierde el conocimiento: Active o llame al Sistema de Atención de Emergencias. Luego, abra la vía aérea mediante elevación de lengua-mandíbula. Si visualiza el objeto y es fácilmente extraíble, tómelo. Recuerde que no se debe realizar barrido digital a ciegas. Posteriormente, abra la vía aérea mediante elevación del mentón y realice respiración artificial. Si la primera no es efectiva, reposicione la cabeza e intente la segunda ventilación. Si no hay efectividad, inicie RCP verificando la vía aérea después del ciclo de 15 o 30 compresiones. Si el cuerpo extraño no se recupera, repita nuevamente el procedimiento mencionado hasta que se recupere el objeto o las respiraciones artificiales sean efectivas. Figura 20. Compresiones abdominales rápidas practicadas a un niño inconsciente en decúbito supino. C. Circulación Una vez realizadas las dos ventilaciones efectivas, valore la presencia de signos de circulación: • Respiración (no agónica) • Tos • Movimiento • Pulso El pulso debe evaluarse durante 10 segundos. En el menor de un año, busque el pulso braquial, ya que a esta edad el cuello del infante es más corto y más grueso, dificultando la palpación del pulso carotídeo. En los mayores de un año, busque el pulso carotídeo. Figura 18. Golpes en la espalda del lactante para liberar una OVACE completa. Figura 21A Verificación del pulso carotideo en el niño Figura 19.Compresiones abdominales rápidas practicadas en un niño consciente con OVACE. Fundación Salamandra Figura 21B. Verificación del pulso braquial en el lactante Pautas Generales de Reanimación 33 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños Si no hay signos de circulación, si el pulso no se encuentra presente o la frecuencia cardiaca es menor de 60 latidos por minutos con signos de hipoperfusión, inicie compresiones torácicas. Estas compresiones generan flujo sanguíneo al aportar aproximadamente el 25% del gasto cardiaco cuando se realizan adecuadamente. Para realizarlas, ubique al niño en posición supina sobre una superficie firme. En el lactante sin sospecha de traumatismo, esa superficie dura puede ser su antebrazo (sosteniendo el eje longitudinal del torso del lactante con su antebrazo y dejando caer las piernas a horcajadas de su codo mientras sostiene la cabeza con su mano). Coloque dos dedos de una mano sobre la mitad inferior del esternón, tomando como referencia un través de dedo por debajo de la línea intermamilar. Si hay dos reanimadores, se prefiere la técnica de los dos pulgares, ubicándolos un través de dedo por debajo de la línea intermamilar y dejando las manos alrededor del tórax. En el mayor de un año ubique el talón de una sola mano sobre la mitad inferior del esternón (entre la línea intermamilar y la escotadura esternal evitando comprimir sobre el apéndice xifoides). Deberá comprimir 1/3 a 1/2 del diámetro anteroposterior del tórax del paciente. Continúe con el apoyo ventilatorio y compresiones torácicas a una relación compresión:ventilación de 15:2 (si hay 2 reanimadores) o 30:2 (si hay un reanimador). Luego de 5 ciclos o 2 minutos, revalore nuevamente al paciente. Durante esos dos minutos de asistencia debe proporcionar aproximadamente 20 respiraciones y por lo menos 100 compresiones por minuto. Si hay signos de circulación pero no hay respiración espontánea, debe continuarse con apoyo ventilatorio a una frecuencia de 20 respiraciones por minuto (1 ventilación cada 3 segundos). D. Desfibrilación El uso del Desfibrilador Automático Externo (DEA) ha sido incluido dentro del Apoyo Vital Básico. La mayoría de los DEA administran dosis de descarga de 150 a 200J, que podrían ser dosis muy altas para el paciente pediátrico. Sin embargo, actualmente se ha aprobado el uso del DEA en pacientes entre 1 y 8 años de edad, con menores niveles de descarga. Actualmente, con respecto a la recomendación sobre el uso del DEA en niños se considera: • No se recomienda su uso en lactantes (menores de 1 año; Clase Indeterminada). • Se recomienda su uso en los niños entre 1 y 8 años, con niveles reducidos de descarga. • Los niños de 8 años en adelante o mayores de 25 Kg se pueden manejar con el DEA de adulto. Figura 22A. RCP del lactante practicada por 1 reanimador, con el lactante sostenido sobre el antebrazo del reanimador. Figura 22B. Técnica de compresión torácica con dos pulgares manos alrededor del tórax (2 Reanimadores) Figura 22C. Técnica de compresión torácica con 2 dedos en lactantes (1 Reanimador) 34 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA EN EL PACIENTE PEDIÁTRICO ESTIMULE A LA VÍCTIMA Y VERIFIQUE LA RESPUESTA A.VÍA AÉREA Elevación del mentón: No Trauma Tracción Mandibular: Trauma ¿RESPIRA? Mire, Escuche, Sienta NO SI B. VENTILACIÓN COLOQUE EN POSICIÓN DE RECUPERACIÓN Suministre 2 ventilaciones NO ¿EFECTIVAS? Reposición. Reintente ventilación Si no hay éxito sospeche OBSTRUCCIÓN POR CUERPO EXTRAÑO SI C. DETERMINE SIGNOS DE CIRCULACIÓN (Tos, respiración, movimiento, pulso) durante 10 seg SI NO COMPRESIONES TORÁCICAS Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 35 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños FIBRILACIÓN VENTRICULAR (FV)/TAQUICARDIA VENTRICULAR (TV) SIN PULSO ABCD PRIMARIO A. Permeabilizar vía aérea B. 2 Ventilaciones C. Verificar pulso y signos de circulación D. Capture el ritmo: FV/TV SIN PULSO: DESFIBRILACION Descarga: 2J/Kg PULSO: Ausente ABCD SECUNDARIO A. Asegurar vía aérea B. Verificar intubación C. Canalizar una vena Medicamento: Adrenalina cada 3-5 minutos 0.01mg/kg (0.1cc/Kg) 1:10000 EV-IO 0.01mg/kg (0.1 cc/kg) 1:1000 ET Secuencia Fármaco-RCP 2 min-Descarga (4 J/kg)-Pulso Repetir Secuencia • Después de la 2ª descarga puede considerarse UN antiarrítmico: amiodarona: Bolo 5mg/kg o lidocaína: Bolo 1 mg/kg (Clase indeterminada) • Continuar adrenalina c/3minutos • Magnesio: administrar 25-50 g/kg si hay Torsade de Pointes 36 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños ASISTOLIA ABCD PRIMARIO A. Permeabilizar vía aérea B. 2 Ventilaciones C. Verificar pulso y signos de circulación D. Capture el ritmo: ASISTOLIA PROTOCOLO LINEA ISOELÉCTRICA: • Verificar la ausencia de signos de circulación • Verificar todas las conexiones (conexiones-cables, paletas) • Aumentar la ganancia del monitor • Si está monitorizado con cables debe cambiarse de derivación. Si está capturando el ritmo con paletas ABCD SECUNDARIO A. Asegurar vía aérea B. Verificar intubación C. Canalizar una vena Medicamento: Adrenalina cada 3-5 minutos. Continuar RCP 0.01mg/kg (0.1cc/Kg) 1:10000 EV-IO 0.01mg/kg (0.1 cc/kg) 1:1000 ET D. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Desvestir al paciente. Hipoxia Hipovolemia Hipokalemia / Hiperkalemia pulmonar Hipotermia Hidrogeniones Hipo/hiperglicemia Fundación Salamandra Taponamiento Neumotorax a Tensión Tromboembolismo Trombosis Coronaria Trauma Tabletas (tóxicos) Pautas Generales de Reanimación 37 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños BRADICARDIAS A. Valore vía aérea. Coloque oxígeno B. Auscultación C. Pulso, Tensión arterial. Obtener acceso venoso Capturar ritmo en el monitor: BRADICARDIA OXIGENACIÓN SIGNOS GRAVES? •Signos de hipoperfusión • Hipotensión • Dificultad respiratoria • Alteración del sensorio • FC <60 lpm en lactante o niño • Iniciar compresiones cardiacas • Medicamento: Adrenalina: 0.01mg/kg (0.1 cc/Kg) 1:10000 EV/IO 0.1mg/Kg (0.1cc/Kg) 1:1000 ET cada 3 a 5 minutos Atropina 0.02 mg/Kg Considerar colocación de Marcapasos Transcutáneo Buscar causas y tratarlas: Hipoxemia Hipotermia Bloqueo cardiaco 38 Fundación Salamandra Transplante cardiaco Trama craneoencefálico Tóxicos Pautas Generales de Reanimación Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños TAQUICARDIA SINUSAL(TS)/TAQUICARDIA SUPRAVENTRICULAR PAROXÍSTICA(TSVP) A. Valore vía aérea. Coloque oxígeno B. Auscultación C. Pulso, Tensión arterial. Obtener acceso venoso Capturar ritmo en el monitor: TS Historia Clínica clara Frecuencia cardiaca: • Lactantes <220 • Niños <180 Ondas P presentes, normales FC varía con la actividad RR variable con PR Constante D. Trate la Causa desencadenante TSVP Historia Clínica no es clara Frecuencia cardiaca: • Lactantes >220 • Niños >180 Ondas P ausentes, anormales FC no varía con la actividad Cambios bruscos de frecuencia ESTABLE MANIOBRAS VAGALES Agua helada en la cara del lactante 5-10 seg sin obstruir la vía aérea Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación INESTABLE • Dificultad respiratoria • Alteración sensorio • Hipotensión • CARDIOVERSIÓN 0.5 1 J/Kg Si es ineficaz puede intentarse con 2 J/Kg • Adenosina 0.1mg/kg Dosis máx 6mg (1ª dosis) 0.2mg/kg Dosis máx 12mg (2ª dosis) 39 Soporte Vital Básico ABCD Primario en Niños TAQUICARDIA VENTRICULAR CON PULSO A. Valore vía aérea. Coloque oxígeno B. Auscultación C. Pulso, Tensión arterial. Obtener acceso venoso Capturar ritmo en el monitor: ESTABLE Amiodarona 5mg/kg a pasar en 20-60 minutos INESTABLE • Dificultad respiratoria • Alteración sensorio • Hipotensión • CARDIOVERSIÓN 0.5 1 J/Kg Si es ineficaz puede intentarse con 2 J/Kg 40 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Conceptos de Trauma Conceptos de Trauma 10 Errores comunes en la atención del paciente con trauma Error N° 1: No establecer contacto con el paciente ni acompañantes. Cuando nos llega un paciente al servicio de urgencias, y si este se dirige a la unidad de trauma, va en busca de ayuda, necesita que le resuelvan su problema. Gran parte del éxito que se tenga en el tratamiento de un paciente depende de la comunicación que se establezca entre él y el equipo de salud. En la mayoría de los casos no preguntamos, omitimos o ignoramos la información que nos pueda suministrar el paciente o sus acompañantes por el simple hecho de pensar que lo más efectivo en ese momento es realizar procedimientos invasivos y supuestamente controlar la situación, sin darnos cuenta de que en esas palabras puede estar la solución al problema. Existen otros casos en los cuales podemos entablar un diálogo con el paciente y sus familiares pero no seamos explícitos a la hora de solicitar la información. Error N° 4: Inadecuada movilización del paciente. Establecer contacto no es sólo entablar una conversación, es también saber como dirigirnos al paciente o sus acompañantes teniendo en cuenta la situación por la que están y que los hace consultar al servicio. Cuando tenemos que trasladar al paciente de un sitio a otro no tenemos la precaución de movilizarlo en bloque adecuadamente. La importancia de realizar esta maniobra (movilización en bloque) son las lesiones que podemos provocarle o agravarle al paciente con relación a su columna vertebral Error N° 2: No tener claro el protocolo de manejo inicial del paciente con trauma. En la medicina de emergencia usualmente confiamos en los algoritmos como guía para proceder en situaciones agudas. La ventaja teórica de esta aproximación es la facilitación del apropiado cuidado en menor tiempo disminuyendo el potencial de omisiones importantes. Se necesita trabajo en equipo y coordinado para darle la estabilidad necesaria en el momento del transporte, dirigiendo siempre quien se encuentra inmovilizando la cabeza. El objetivo de establecer protocolos de manejo en las diferentes instituciones de salud es optimizar el tiempo y el tratamiento de los pacientes que consultan. Estamos en la obligación de crear los protocolos, si no lo hemos hecho hasta el momento, y ejecutarlos por el bienestar del paciente y el buen funcionamiento del servicio. Error N° 3: Falta de coordinación por parte del equipo de salud en el momento de atender al paciente con trauma. Cuando recibimos un paciente que ha sido víctima de un trauma, queremos ofrecerle el mejor tratamiento, olvidándonos por completo que para poder hacerlo tenemos que establecer un orden de prioridades y las distintas funciones que cada integrante del equipo de salud tiene en el momento de la atención inicial. Es importante que se identifique al líder del grupo. Él fácilmente puede asignar funciones y supervisar que todo se lleve a cabo siguiendo la secuencia establecida desde el principio; así todos obramos correctamente y cumplimos con nuestro objetivo principal que es ofrecerle el mejor servicio al paciente. Fundación Salamandra Error N°5: No cumplir con las normas mínimas de bioseguridad Al atender un paciente que ha sufrido un trauma es muy probable que tengamos contacto con sus secreciones o fluidos corporales. Pautas Generales de Reanimación 41 Conceptos de Trauma Las normas básicas de bioseguridad incluyen guantes, tapabocas y gafas protectoras, que la mayoría de las veces olvidamos usar por apresurarnos a intervenir al paciente. Si nos anuncian la llegada de un paciente, tenemos que estar listos con todo nuestro equipo y la bioseguridad necesaria para atenderlo, si nos llega sin ser avisado, primero tenemos que protegernos para luego poder atenderlo. Aunque los accidentes biológicos no son tan frecuentes es mejor no exponernos. Error N° 7: Intentos múltiples de intubación orotraqueal. Identificamos que el paciente necesita una vía aérea definitiva y procedemos a intubar. En paciente con vía aérea difícil, sea por alteraciones anatómicas o secundarias al mismo trauma, el procedimiento debe ser realizado por la persona de más experiencia en la sala, para no demorar la adecuada oxigenación del paciente y no maltratar sus estructuras con cada intento fallido. Si nos encontramos en una institución en la cual hay anestesiólogo, solicite su colaboración inmediata. Error N°6: No colocar oxígeno al paciente. En muchas oportunidades, cuando atendemos a un paciente que ha sufrido un trauma, sin evidencia de lesiones en tórax o sin dificultad respiratoria, olvidamos colocarle oxígeno o pensamos que no lo necesita. La hipoxia se puede presentar en diversas patologías y la única forma de corregirla es suministrándole oxígeno al paciente. Esta hipoxia nos puede alterar el estado de conciencia del paciente, por lo tanto, uno de los tratamientos iniciales en la atención primaria de un paciente con trauma es el oxígeno. Es indispensable conocer los dispositivos de oxigenoterapia con los que contamos en la sala de urgencias, su ubicación y el uso más adecuado que se les puede dar. 42 Error N° 8: Falta de control de hemorragias externas. Una de las acciones más importantes en la atención inicial de un paciente con trauma es el control de hemorragias externas para evitar que nos entre en shock. El sangrado profuso en un paciente hay que controlarlo desde que se detecta, así estémos en un ambiente prehospitalario. Si nos llega un paciente, con una hemorragia externa, hay que hacer compresión inmediata en el sitio de la lesión como primera medida. Cuando se esté manejando vía aérea, otra persona del equipo puede comenzar con la compresión de la lesión sin interferir con el resto de la intervención, evitando así, el deterioro hemodinámica del paciente. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Conceptos de Trauma Error N° 9: Exposición incompleta del paciente En el afán de intervenir rápidamente el paciente con trauma, nos olvidamos en ciertos casos de desvestir completamente al paciente y examinarlo tanto en su parte anterior, como en su parte posterior. Muchas lesiones son enmascaradas por la ropa o simplemente no las detectamos porque se encuentran en el dorso y no nos tomamos el tiempo necesario para colocar el paciente en decúbito lateral, movimiento en bloque, y descartarlas. Es muy importante realizar el ejercicio de forma completa con todos los pacientes para no pasar por alto lesiones de este tipo que pueden comprometer la vida. Error N° 10: Inadecuado manejo de la hipotermia Al recibir un paciente en la sala de urgencias, iniciamos rápidamente con las maniobras de aseguramiento de vía aérea y buena ventilación, control de hemorragias, realización de examen neurológico y exposición completa del paciente, sin tener en cuenta que posiblemente el paciente ha comenzado a cursar con disminución de la temperatura corporal y no tomamos medidas para corregir este hecho. A nivel prehospitalario si el paciente se encuentra con ropa húmeda, hay que retirarla inmediatamente y tratar de proporcionarle calor. Cuando llega al servicio de urgencias, en lo posible, administremos líquidos endovenosos tibios y cubramos adecuadamente al paciente. Estas medidas sencillas, ayudan en la estabilización rápida del paciente. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 43 Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple La reanimación cardiopulmonar del paciente que ha recibido múltiples traumas merece todo un capítulo aparte dentro del contexto de la reanimación cardiopulmonar(108). En este tipo de pacientes, el evento precedente que desencadenó el cese de la actividad cardio-respiratoria, suele la gran mayoría de las ocasiones tener relación directa con el trauma asociado. Por este motivo investigar la cinemática del trauma es un paso sumamente importante que al final jugará un papel decisivo no solamente en el tipo de tratamiento que recibirá el paciente sino también en el resultado que obtengamos por nuestra intervención(109). Este hecho, olvidado frecuentemente cuando nos aproximamos a un paciente con paro cardio-respiratorio, debe ser el punto inicial desde donde desplegaremos nuestras herramientas y nuestros esfuerzos a fin de emplearlos de una manera más racional y ofrecer así un mejor pronóstico para la víctima. La restitución de la función cardio-respiratoria en el paciente con trauma múltiple exige la intervención de personas preparadas con un profundo conocimiento fisiopatológico del evento que conllevo a la víctima al cese de la función cardíaca así como de las medidas existentes a fin de contrarrestarlo. Requiere además de personal entrenado en el manejo inicial del paciente con trauma múltiple y en reanimación cardiovascular. Pero sobre todo, exige personas responsables, conscientes, que entiendan y acepten el hecho de que solamente mediante la practica y el estudio juicioso podrán llegar a ser realmente una garantía de vida para un número desafortunadamente tan grande de víctimas. En este capitulo, se hará en primer lugar, un breve recuento sobre lo que ha sido la reanimación cardiovascular desde su aparición como una medida salvadora. Se hará una revisión de la fisiología cardiovascular concentrándonos en el papel de bomba que cumple el corazón. Posteriormente se discutirán los principales mecanismos causantes de paro cardio-respiratorio en el paciente traumatizado y la respuesta del organismo ante tales eventos; por último se planteará una aproximación al manejo racional que dichos pacientes deben recibir en pos de un mejor pronóstico. Historia de la reanimación cardiopulmonar En la ultima mitad del siglo XIX y como consecuencia de los paros circulatorios en pacientes con reacciones idiosincráticas a los anestésicos, el interés de los médicos en desarrollar técnicas efectivas de resucitación cardiopulmonar incentivó una importante oleada de investigación en este campo. En 1881, utilizando la técnica de Schiff consistente en compresión cardiaca a corazón abierto. Nichaus comunicó el primer intento de resucitación cardiopulmonar en un ser humano, aunque sin éxito(109). 44 En 1885, por primera vez un método de compresión cardíaca externa fue descrito por Koeing; y en 1891 dos aplicaciones con éxito de esta técnica fueron descritas. En 1901, por primera vez, la técnica de Schiff fue realizada con éxito(110). Pero realmente fue en la década del 60, después de que Kouwenhoven y Cols demostrarán la eficacia del masaje cardiaco externo que ésta técnica se expandió por todo el mundo. Posteriormente y gracias a la aceptación por parte de grupos de larga trayectoria en este ámbito como la AHA, esta técnica ha sido aceptada a nivel mundial como una medida segura y eficaz en el tratamiento del paro cardio-respiratorio. El masaje cardiaco externo ha cambiado poco desde entones; sin embrago son muchas las investigaciones que al respecto se han realizado y se han dado grandes pasos hacia el entendimiento de la fisiología de la reanimación cardiopulmonar y su aplicación en diversos escenarios, tal como veremos más adelante(110-111-112). El corazón como bomba: Ciclo cardíaco. La función del corazón consiste en enviar sangre oxigenada a los tejidos periféricos y sangre desoxigenada a los pulmones quienes se encargarán de su oxigenación. Todo esto en el contexto de un gasto cardiaco (Volumen de sangre bombeada cada minuto por el corazón) adecuado a las necesidades del organismo(110-113). Debe destacarse que la circulación es un circuito cerrado donde la función cardíaca y más específicamente la función ventricular será recibir y enviar un bolo de sangre con una presión y velocidad determinadas a fin de que todos los tejidos periféricos reciban los nutrientes y oxígeno necesarios para sus funciones vitales. El corazón es entonces, un músculo estriado que debe vencer un juego de resistencias (Aorta y arteriolas) a fin de vaciar su contenido (sangre) a la circulación(114). Starling, en 1915, describió la capacidad de adaptación del corazón mediante la "ley de Starling" o de "dilatación cardíaca": "la energía mecánica liberada al pasar del estado de reposo al estado de contracción, depende de la longitud de la fibra muscular"(114). En otras palabras, la fuerza de contracción y el volumen bombeado por el corazón, dependerá de la presión existente en el músculo, producto del estrés impuesto al estirar las fibras por un determinado volumen. El periodo de contracción muscular durante el cual el corazón envía la sangre al sistema arterial o pulmonar se denomina sístole. El periodo de relajación, durante el cual ocurre el llenado ventricular se denomina diástole. El ventrículo derecho envía la sangre al sistema pulmonar, mientras que el ventrículo izquierdo lo hace al sistema arterial. Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple Teniendo en cuenta la ley de Starling es fácil entender que el volumen de sangre (Vol. Sistólico) enviado por el corazón dependerá de varios factores (115-113-114-116). a. Del volumen que llegue al ventrículo durante la diástole y que determinará al final de esta la presión diastólica final o presión de llenado que corresponderá a la precarga. b. De la resistencia arterial impuesta, o sea la postcarga. c. De la función del músculo cardiaco en si debido a sus propiedades intrínsicas, esto es, su contractilidad. El corazón solo envía lo que recibe; por ello en condiciones normales el volumen minuto o gasto cardíaco es idéntico al retorno venoso(114). Sin embargo, el gasto cardíaco estará determinado por las necesidades del organismo y serán estas las que impondrán la cuantía del volumen no la bomba cardíaca que desempeñará en la circulación un papel de "demanda"; el retorno venoso constituirá la expresión de esta demanda. Para cumplir con las necesidades del organismo, el corazón dispone de varios mecanismos de adaptación de los cuales los más importantes serán: a. El retorno venoso, definido como la cantidad de sangre que retorna a la aurícula cada minuto, constituyendo la precarga. Esta se haya determinada por la capacitancia venosa, el volumen sanguíneo circulante, y el más importante, el gradiente de presiones entre el sistema de alta presión, arterial y el sistema venoso, de baja presión, que determinará el flujo. Se estima que cerca del 70% de la volemia total se encuentra dentro del sistema venoso; este puede dividirse en dos compartimientos. El primero estará constituido por la fracción del volumen que contribuye a la presión venosa sistémica. El segundo, menos importante, hace referencia al volumen que no ejerce influencia alguna en esta presión, es decir el volumen que se quedaría en el sistema con una presión de cero. Es así, como este sistema puede ser considerado uno de los principales mecanismos de reserva cardíaca, pues mediante el juego de presiones y volúmenes el organismo regulará la cantidad de sangre que llegará minuto a minuto al corazón y por ende la cantidad de sangre que éste enviará a los tejidos periféricos según la demanda impuesta(114-115). b. La frecuencia cardiaca, es otro de los mecanismos que desempeñan un importante papel en la adaptación del corazón a diversas situaciones. La actividad cronotrópica (número de latidos por minuto) estará determinada por el ritmo impuesto por el marcapasos natural, o sea por el nódulo sinusal quien es a su vez influido por el sistema nervioso autónomo: Este mediante sus dos componentes controlan la frecuencia cardíaca, siendo el componente simpático responsable de acelerarla y el componente parasimpático de reducirla(114). Existen muchos otros mecanismos de regulación de la función cardíaca. Sin embargo los antes mencionados, son aquellos que cumplen una función primordial en la adaptación del corazón ante eventos agudos, de rápida instalación tales como el trauma, y que pueden en determinado momento comprometer la vida del individuo. Causas del paro cardiorrespiratorio en el paciente con trauma múltiple. El paro cardiorrespiratorio en el paciente con traumas múltiples Fundación Salamandra tiene varias causas posibles; todas ellas asociadas generalmente con el mecanismo del trauma y la injuria consecuente. Estas causas son frecuentemente(108-111-115-116-117). a. Daño directo y severo de estructuras vitales, tales como corazón, cerebro y grandes vasos. b. Lesión severa del sistema nervioso central que llevaría al cese de la función cardiorrespiratoria, por ejemplo al ocurrir algún daño en los centros reguladores de dicha función, ubicados en el bulbo del tallo cerebral. c. Lesiones por congelación, y en general cualquier trauma complicado con hipotermia. Debe recordarse que el ritmo cardiaco se reduce proporcionalmente al grado de frialdad. La irritabilidad cardíaca se manifiesta a los 33°C; a temperaturas menores de 28°C aparece la fibrilación ventricular, con la asistolia presentándose cuando la temperatura cae por debajo de los 25°C generalmente. Por ultimo, no debe olvidarse que el corazón es refractario a tratamientos realizados en pos de reestablecer su ritmo, tales como la administración de drogas o la desfibrilación si la temperatura es menor de 28 - 30°C. d. La hipoxia es otro mecanismo importante y común asociado al paro cardio-respiratorio en este tipo de pacientes. Esta, puede ser consecuencia de varios eventos, tales como quemadura de la vía aérea por inhalación, obstrucción de la misma, ruptura de la traquea (asociada más, a grandes traumas en el tórax), lesión neurológica, un neumotórax gigante, etc. e. Disminución severa del gasto cardíaco como consecuencia de un aumento, por ejemplo de la presión intratorácica lo cual ocurre en el taponamiento cardiaco y el neumotórax a tensión; eventos relativamente frecuentes en el trauma torácico. f. Hipovolemia por heridas exsanguinantes e incontrolables que rápidamente disminuirán la precarga cardíaca y así, la entrega de sangre oxigenada a los diferentes tejidos, especialmente el cerebro y el mismo corazón. Es una de las causas más frecuentes de paro cardiaco traumático. Estas son las causas más comunes del paro cardio-respiratorio en el paciente traumatizado. Existe otro caso, que aunque menos frecuente no debe obviarse y es aquel del paciente con previa enfermedad cardiocoronaria de base, que entra en paro cardiorespiratorio y a consecuencia de este, sufre algún tipo de trauma. Sin embargo, generalmente, este hecho lo podremos averiguar mediante un adecuado y cuidadoso estudio de la cinemática del trauma y de las circunstancias que rodearon el accidente pues ellas reflejarán cual fue el evento primario y cual su consecuencia. RCP: Mecanismo de acción Desde que en 1960, se demostrara la eficacia de la resucitación cardiovascular externa, esta se diseminó por el mundo a una velocidad asombrosa; incluso mucho antes de que su fisiología fuera totalmente esclarecida(109-111-116). En un principio se pensó que la sangre durante la RCP externa era bombeada fuera del corazón y hacia el organismo por compresión directa del corazón entre el esternón y la columna vertebral. Esta teoría no pudo ser comprobada por experimentos u otros medios. Posteriormente estudios diferentes se llevaron a cabo y esta teoría hoy en día cuenta ya con muy pocos adeptos (110-111-118-112). La teoría aceptada hoy por, después de estudios y experimentos comprobados es aquella que postula que el flujo sanguíneo se produce como consecuencia de la elevación de la presión Pautas Generales de Reanimación 45 Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple intratorácica, siendo entonces el tórax y no el corazón quien actúa como bomba. Así mismos se demostró, que una elevación en la presión intratorácica podría aumentar las presiones en la Aorta y en el sistema Carotídeo; por lo cual hoy se acepta la idea de que es la elevación de la presión intratorácica y no la compresión cardiaca la responsable del flujo (112-116). El flujo sanguíneo se consigue entones por: 1. La presencia de válvulas en el sistema venoso que previene el reflujo de sangre hacia ellas. 2. Una resistencia al colapso mayor en las arterias que en las venas, lo que ocasiona que estas ultimas se cierren al aumentar la presión intratorácica durante las compresiones mientras las arterias permanecen abiertas. 3. El gradiente de presiones, siendo mayor la presión en el sistema arterial que en el venoso para un mismo volumen dado lo que induce el flujo a circular de arterias a venas y no a la inversa. Sin embargo hace falta mencionar un factor determinante: a circulación coronaria que es la encargada de irrigar al corazón. La presión efectiva de perfusión coronaria depende del gradiente de presión entre las arterias coronarias y la presión diastólica de la aurícula derecha principalmente. La presión en las arterias coronarias estará dada por su estado de vasodilatación y por la presión diastólica en la Aorta. Puesto que durante la sístole ventricular en condiciones normales se produce una estrangulación de dichas arterias debida a la alta presión presente en el ventrículo, sobretodo el izquierdo, es durante la diástole que el corazón recibe su mayor aporte sanguíneo (80%)(113114). Durante la RCP externa al elevarse la presión intratorácica se igualan virtualmente las presiones en la aurícula derecha, la arteria pulmonar, el ventrículo izquierdo y la Aorta. De este hallazgo se entiende que el riesgo sanguíneo al corazón no será tan efectivo si se aumenta aún más la presión intratorácica puesto que desaparecerá el gradiente que impulsa la perfusión cardíaca; razón de más efectuar la ventilación del paciente y las compresiones, alternativa no simultáneamente(112-116). RCP: Su papel en el paro cardíaco post traumático. El colapso circulatorio o paro cardíaco traumático generalmente se debe como fue mencionado anteriormente, a hemorragias masivas que llevan al paciente a un estado de shock hipovolémico severo. Es también frecuente que sea consecuencia de una disminución del gasto cardíaco, asociada a taponamiento pericárdico o neumotórax a tensión, entidades comunes en los traumatismos múltiples(109-111-116-119). Debido a la efectividad del masaje cardíaco externo en paros cardíacos no traumáticos este procedimiento se convirtió también en un componente de la reanimación del paciente con trauma múltiple y colapso cardiovascular secundario. Sin embrago existen varias diferencias cardiovasculares entre estos dos grupos de pacientes(116). Primero, el colapso hemodinámico de origen cardiogénico, suele acontecer con un volumen de sangre circulante normal, y especialmente con volúmenes normales o elevados en el ventrículo izquierdo. Por ello, la elevación de la presión sistólica y por ende la perfusión de los tejidos periféricos será más efectiva en esta situación. Se habla de un aporte sanguíneo de 25%(108) de lo normalmente aportado por el corazón y un 10% de lo que regularmente llega al cerebro y corazón. Debido a este 46 mínimo aporte, el masaje cardíaco externo en estos pacientes muestra una clara relación entre el resultado final (sobrevida) y tiempo de resucitación, siendo escaso a los 15 min. Y prácticamente nulo a los 30 min(112-116). Los efectos hemodinámicos del masaje cardíaco externo casos de paro post- traumático han sido estudiados extensamente en modelos animales. Así, se ha logrado dilucidar los siguientes hechos: En situaciones donde hay reducción del gasto cardíaco como consecuencia de hipovolemia o de los eventos antes mencionados el masaje cardíaco externo consigue elevar la presión sistólica, pero en una proporción mucho menor que en el paro cardiogénico puesto que en estos, la causa inicial del colapso fue un volumen disminuido en el ventrículo izquierdo, aún más preocupante que una elevación tan pequeña de la presión sistólica, es la reducción observada en la presión diastólica por las compresiones torácicas resultando en una aún más pobre perfusión coronaria. Es incluso posible que durante las etapas iniciales del shock, cuando el corazón se contrae aunque sin pulso perceptible, el masaje cardíaco externo reduzca aún más la circulación hacia el corazón(112-116). Merece especial atención el gran aumento de la presión intrapericárdica que tiene lugar debido al masaje cardíaco en el taponamiento cardíaco. Como es conocido en estos casos incluso un leve aumento en la presión dentro del saco pericárdico puede reducir severamente el gasto cardíaco. Se ha establecido, que en casos de taponamiento cardíaco agudo, cualquier elevación de la presión intratorácica traerá efectos deletéreos sobre el llenado ventricular y por ende sobre el volumen sistólico(109-116-117). Es así, como se ha llegado a la conclusión de que el masaje cardiaco externo en el paciente traumatizado sirve tan solo para ganar tiempo mientras se resuelve los problemas de base que llevaron al evento cardíaco. Puesto que no produce los cambios hemodinámicos beneficios encontrados en pacientes con paro cardíaco de origen distinto, el masaje cardíaco no debe demorar la corrección de la causa original del paro cardiorrespiratorio en estos pacientes(111-116). Manejo del colapso cardiovascular post traumático. Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, no debe sorprender que el manejo del paro cardíaco asociado a trauma sea en primera instancia el tratamiento y corrección de la lesión que llevo a la falla de la bomba cardíaca. Esta generalmente será una disminución del gasto cardíaco secundaria a hipovolemia en la mayoría de las veces aunque existen otras situaciones no infrecuentes como el taponamiento cardíaco. Con esto en mente, debemos comprender que salvo pocas excepciones tales como el paciente víctima de un paro cardiaco secundario a obstrucción de la vía aérea donde la maniobras básicas generalmente darán buenos resultados, las mayor parte de los pacientes requerirá de un rápido transporte a un hospital con un equipo entrenado en atención del trauma. No se ha demostrado que las maniobras realizadas en el paciente extra hospitalariamente sean benéficas y más aún la tardanza en un manejo definitivo de la lesión suele traer consecuencias letales(108-116). Un paciente con trauma múltiple que entra en paro cardíaco es un paciente delicado, con un pobre pronóstico a menos que sea Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple llevado rápidamente a un centro hospitalario; exige por lo tanto nuestra mayor destreza y rapidez a fin de intentar salvar su vida. En hemorragias externas lo útil es efectuar hemostasia a través de compresión directa. Sin embargo, las hemorragias que producen exsanguinación generalmente serán internas. Los pacientes que sé exsanguinan en 15 a 40 minutos tendrán una rata de pérdida de sangre de 60 a 200 ml/mm. aproximadamente(119120). Con una pérdida del 40 - 50% del vol. Sanguíneo se produce el paro cardíaco. Por diversos estudios se ha estimado que el promedio de tiempo calculado para obtener una vía intravenosa segura es de 11 min cuando quien lo intenta tiene experiencia en esta tarea. Esto resultaría en una pérdida de 700 - 1800 ml de sangre mientras se obtiene acceso venoso(111-118-119). Sí además, recordamos que solo pueden infundirse 1000 - 2000 cc de solución salina antes del arribo al hospital (dentro de un sistema de emergencia organizada y eficaz) y que de esta solo 1/3 permanece en el espacio intravascular, entenderemos que en el mejor de los casos solo se repondrá la sangre que el paciente perdió mientras se le canalizaba una vía venosa(119). En casos como este es preferible transportar rápidamente el paciente al centro de atención del trauma, puesto que la vida del paciente depende en estos casos de un rápido transporte a un centro con posibilidades quirúrgicas. Existen incluso estudios donde se ha demostrado un resultado final mejor, en cuanto a sobrevida del paciente si la restitución de volumen se retarda hasta la sala de operaciones. Estos estudios, materia aún de un amplio debate puesto que la restitución de volumen lo antes posible, ha sido un principio tradicional en el manejo inicial del trauma, indican el efecto deletéreo que la administración de fluidos puede tener para la víctima con una hemorragia incontrolable. De acuerdo a estos estudios, el aumento del volumen intravascular como consecuencia de la infusión de líquidos intravenosos eleva la precarga y la postcarga incrementado así el consumo de oxigeno por el músculo cardiaco(120). A pesar del aumento en el flujo coronario, se reduce la entrega de oxígeno al corazón por disminución del hematocrito (volumen de glóbulos rojos). Esta reducción lleva a un balance negativo de oxigeno que es el punto de "no retorno", donde el paciente se nos torna insalvable. Además, se ha observado que la pérdida de sangre en el paciente con una hemorragia masiva va disminuyendo su velocidad al tiempo que disminuye el gasto cardíaco y la presión arterial; la infusión de líquidos según estos estudios al mantener la presión arterial y el gasto cardíaco perpetuarían la perdida sanguínea(120). Por todos esto motivos se ha propuesto que los esfuerzos de resucitación en un paciente gravemente herido sin pulso palpable, no se llevan cabo en el lugar del accidente puesto que el mejor tratamiento será transportarlo de la forma más rápida posible a un hospital con atención en trauma y quirófano disponible. Existen casos en que la causa inmediata del paro cardiorrespiratorio no puede ser dilucidada, o casos en los cuales una hemorragia exsanguinante no parece ser la causa del colapso cardíaco que experimenta el paciente. Un manejo racional de estos pacientes incluirá(108). a. Si encontramos un paciente cuyo ritmo de paro es una fibrilación ventricular, se tratará el ritmo inicialmente como si fuese éste la causa primaria del paro cardio-respiratorio y el accidente su consecuencia. Esto significa que se procederá a desfribrilar al paciente (siguiendo las normas explicadas anteriormente). Fundación Salamandra b. En general deben identificarse y tratarse las lesiones potencialmente reversibles. Esto incluirá una vía aérea segura y de ser posible definitiva, evaluar la ventilación y tratar sus complicaciones como en cualquier víctima con t r a u m a múltiple, así, si identificamos por ejemplo un neumotórax a tensión el manejo racional de este será descomprimirlo, como se explicó en él capitulo sobre el manejo inicial del paciente con trauma múltiple. c. Se evitará la hipotermia durante el transporte y de existir ésta se iniciará terapia de recalentamiento una vez en camino. d. Se intentará esclarecer que ritmo tiene el paciente y de ser posible si la causa se ha corregido simultáneamente durante el transporte se hará el manejo de dicho ritmo según las normas expuestas en el capítulo sobre "Reanimación Cardiopulmonar Avanzada". Es difícil reglamentar un único tipo de manejo para el paciente con paro cardíaco post - traumático. Son muchos los estudios que se han llevado a cabo intentando aclarar y definir una secuencia específica para su manejo. Aún existe controversia respecto a la decisión de estabilizar al paciente en el lugar del accidente o transportarlo inmediatamente. Es claro que el masaje cardíaco externo realizado por un tiempo prolongado no traerá ningún beneficio al paciente y la demora en el manejo definitivo de la lesión traumática suele ser fatal(108-111-118). Sin embargo varios estudios han demostrado también que el soporte de la vía aérea y de ser posible la instauración de una definitiva, además del tratamiento agresivo de las lesiones potencialmente fatales son de hecho efectivas en la reanimación. El grupo de pacientes que parece beneficiarse especialmente del transporte inmediato ya fue mencionado anteriormente y no existen discusiones al respecto. En los demás tipos de pacientes con colapso cardíaco posttraumático, la evidencia parece inclinarse hacia una evaluación inicial rápida y cuidadosa, que incluiría establecer una vía aérea definitiva, manejar las lesiones reversibles y transportar velozmente el paciente a un centro especializado en atención del trauma como medidas esenciales para ofrecer un mejor pronóstico(108-109-117-118). Pronóstico. El pronóstico de los pacientes con paro cardiorrespiratorio y trauma asociado suele ser sombrío(108). La sobrevida a largo tiempo de un paciente quien experimenta paro cardíaco secundario a una hemorragia exsanguinante no es buena a menos que el daño sea de un solo órgano, o es unisistémico, y la identificación y tratamiento de la hemorragia se realiza de manera inmediata. Otros factores que se han asociado a un mejor pronóstico incluyen(118-119). 1. Trauma único penetrante llevado velozmente a toracotomía de resucitación. 2. Trauma cerrado aislado de cabeza. 3. Establecimiento temprano de una vía aérea definitiva. 4. Transporte rápido al centro hospitalario. La combinación de paro cardíaco con trauma craneoencefálico penetrante, trauma de cuello penetrante o trauma cerrado (a excepción de trauma craneoencefálico aislado) es generalmente letal. La recuperación completa, esto es, un individuo neurológicamente funcional es extremadamente rara, pero puede ser posible en los pacientes con trauma penetrante. En pacientes con trauma cerrado este hecho parece ser menos frecuente(118-121-122). Sin embargo los estudios que se han Pautas Generales de Reanimación 47 Reanimación Cardiovascular en el Paciente con Trauma Múltiple realizado respecto a este tema suelen ser contradictorios, salvo en los aspectos arriba enumerados; es por ello, que un tratamiento agresivo, y el aprovechamiento de los recursos que tengamos disponibles deben ser medidas empleadas en todo paciente que encontremos con paro cardiorrespiratorio; más si puede clasificarse dentro de uno de los grupos antes mencionados, pues hasta la fecha no existe modo alguno de conocer cual será el resultado final de nuestra intervención(122). Toracotomía de resucitación Este procedimiento ha mejorado drásticamente el pronóstico de las víctimas con paro cardio-respiratorio secundario a herida penetrante en tórax, taponamiento cardíaco y en muchos casos ha mejorado el resultado final de los pacientes con hemorragias exsanguinantes. Por ello se le dedicarán unas breves líneas. Los avances en la atención prehospitalaria así como en el transporte más veloz de los pacientes al hospital, han aumentado el número de pacientes que llegan a los centros de atención del trauma en condiciones agónicas. Para este tipo de pacientes la toracotomía de resucitación se muestra como una última esperanza para salvar estas vidas. La toracotomía de resucitación es llevada a cabo en la misma sala de urgencias, bajo condiciones que generalmente no reúnen los requisitos en cuanto a asepsia exigidos para un abordaje quirúrgico de semejante magnitud. Sin embargo, debe recordarse que es una medida utilizada solamente en pacientes quienes por su crítica condición no dan tiempo de ser llevados al quirófano por el equipo de trauma; esta medida es en ellos su única opción para sobrevivir(109-117). La toracotomía suele ser más productiva en heridas cardíacas que amenazan la vida, especialmente si están acompañadas de taponamiento cardíaco, así como en pacientes con traumas exsanguinantes que llegan con ritmo cardíaco detectable en el monitor pero sin pulso. Sin embargo en pacientes con trauma cerrado, esta no suele ser una medida efectiva alcanzándose hasta un 98% de mortalidad(109-117). Los objetivos de este procedimiento son(109-117): 1. 2. 3. 4. Liberar el corazón del taponamiento pericárdico. Controlar la hemorragia masiva o embolia aérea. Proveer acceso para el masaje cardíaco directo o abierto. Redistribuir el flujo hacia cerebro y corazón mediante clampeo de la Aorta torácica además de reducir la pérdida de sangre infradiafragmática. entra en un profundo shock inmediatamente después de la obtención de una vía aérea definitiva. El shock se produce por isquemia cardíaca debido al embolismo aéreo de las arterias coronarias. La toracotomía es la medida salvadora. Al realizar la toracotomía de resucitación, dos son los procedimientos que permitirán salvar al individuo. Uno de ellos como ya se mencionó, será la oclusión de la Aorta descendente, con lo que la pérdida de sangre por debajo del diagrama es prevenida y además la sangre se redistribuirá hacia el corazón y cerebro. La otra medida será el masaje cardiaco abierto. Si, como se mencionó antes, el masaje externo tan solo aporta un 25% del gasto cardíaco de base y un 10% de la perfusión coronaria, el masaje abierto prometerá mejores resultados. De hecho se ha demostrado que este tipo de masaje rinde un mejor gasto cardíaco y provee mejor circulación hacia el cerebro y corazón. Hoy en día se acepta que este tipo de masaje es superior al masaje externo. La toracotomía es entonces un procedimiento agresivo, que debe ser realizado por cirujanos entrenados. Ofrece sin embargo, una excelente oportunidad para pacientes en paro cardiorrespiratorio de origen traumático si la herida fue penetrante. Los pacientes con trauma cerrado como se ha mencionado ya, poco o nada se beneficiarán de esta opción(109-115-117-119-124). Rhee y Cols, revisaron los artículos publicados en los últimos 25 años encontrando 24 estudios que reunieron sus criterios de inclusión. Con una población total de 4620 pacientes hubo 341 sobrevivientes (7.4%). Por TP la sobrevida fue de 8.8% y por TC fue de 1.4%. Cuando el mecanismo por trauma penetrante fue ACP la sobrevida fue del 16.8% y por QADF fue de 4.3%. Si se discrimina el lugar del trauma penetrante los que tuvieron heridas torácicas, abdominales, múltiples y solamente cardíacas tuvieron una sobrevida de 10.7%, 4.5%, 0.7% y 19.4% respectivamente. Los pacientes que llegaron con signos de vida al hospital tuvieron una sobrevida del 11.5% a diferencia de 2.6% de los que no tenían señales de vida. Reportan que el 92.4% de los pacientes que se les dio de alta del hospital estaban neurológicamente intactos. Los autores consideran que pacientes con TC múltiple sin signos de vida no se les debe realizar el procedimiento por la rareza de que haya sobrevivientes. Las indicaciones para realizar este procedimiento heroico serán(109-115-117119-123): a. Paro cardíaco post-traumático, como expuesto anteriormente, en pacientes con heridas penetrantes en tórax o hemorragia exsanguinante y actividad eléctrica sin pulso. b. Taponamiento cardiaco: la elevación de la presión intrapericárdica trae consecuencias que amenazan la vida del paciente al deteriorar aún más su estado hemodinámico. Además, este mismo aumento en dicha presión reducirá la perfusión coronaria lo que conlleva a isquemia cardiaca y finalmente a paro cardio-respiratorio. Solamente una rápida descompresión podrá revertir estos eventos. c. Hemorragia Torácica Masiva: el control del hemotórax masivo suele requerir de una rápida intervención, pero generalmente da el tiempo suficiente para llevar el paciente al quirófano. d. Shock refractario debido a hemorragia abdominal masiva. e. Embolismo aéreo: La presentación típica es el paciente que 48 Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación Abreviaturas Abreviaturas ABCD ACU ACV AESP AHA AVAP AVB AVCA DAP DEA ECG EKG FA FC FE FR FV IAM IV LEV MONA PA PAD PAM PAS RCP SC SCA SL SMSL SNC SEM TAM TC TCAD TS TSV TSV P TT TU TV UCI Vía aérea, buena ventilación, Circulación, desfibrilación Atención cardiovascular de urgencias Accidente cerebrovascular Actividad eléctrica sin pulso American Herat Asociation Apoyo vital avanzado pediátrico Apoyo vital básico Apoyo vital cardiopulmonar avanzado Desfibrilación de acceso público Desfibrilador externo automático Electrocardiografía Electrocardiografía Fibrilación auricular Frecuencia cardiaca Fracción de eyección Frecuencia respiratoria Fibrilación ventricular Infarto agudo de miocardio Intravenosa Líquidos endovenosos Morfina, oxígeno, nitroglicerina, aspirina Presión arterial Presión arterial diastólica Presión arterial media Presión arterial sistólica Reanimación cardiopulmonar Subcutáneo Síndromes coronarios agudos Aublingual Aíndrome de muerte súbita del lactante Sistema nervioso central Sistema de emergencias médicas Taquicardia atrial multifocal Tomografía computarizada Taquicardia de complejo angosto desconocida Taquicardia sinusal Taquicardia supraventricular Taquicardia supraventricular paroxística Tubo traqueal Taquicardia de la unión Taquicardia ventricular Unidad de cuidado intensivo Fundación Salamandra Pautas Generales de Reanimación 49 Bibliografía Bibliografía 1. 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