Violencia: un denominador común del hoy - Parte I MARAS “A hierro matas a hierro morís” “Por la mara vivir por la mara morir” “Vivir la vida loca” as pandillas juveniles han constituido estados paralelos en donde cobran impuestos, imponen sus normas y atemorizan a la población. Producto de la pobreza, el abuso y el abandono. El Salvador, Honduras y Guatemala son el centro de la crisis que en conjunto con Nicaragua se estiman que existen unos 100 mil mareros, estos países ostentan la tasa de homicidios más alta del mundo. Las actividades desarrolladas van desde el tráfico de personas, extorsión, comercio in / out de drogas y armas; sin dejar de lado los asaltos, asesinatos y secuestros entre otros delitos. El conflicto no es sólo de los países mencionados, sino que México y los Estados Unidos han sido y son muy buenos polos de desarrollo para este tipo de accionar delictivo. El consumo de drogas como cocaína, crack, marihuana, pegamento para zapateros o inhalantes, heroína y otras que son comercializadas y consumidas por jóvenes agravan más la situación. En materia de expansión podemos ver como la mara MS 13 se instaló en Canadá, México, Guatemala, Nicaragua, Perú, Bolivia, España, Alemania, Inglaterra, Australia hasta han llegado al Libano, donde realizan actividades como ser venta de drogas, extorsión, venta de armas, robos, asesinatos por encargo, etc. Mauricio Funes periodista, dice que son un fenómeno de carácter social como resultado de la desintegración familiar. La cantidad de hogares que tienen al frente madres solteras, ha llevado a que estos jóvenes no tengan referentes y por lo tanto la pandilla se convierta en un elemento que les da presencia e importancia. Rodrigo Avila Director de la Policía Nacional del El Salvador, dice que la mara es un grupo de personas asociados bajo un régimen antisocial de existencia, es un modo de vida que tiene a la violencia y al crimen como un diario vivir. Para que exista una pandilla siempre debe haber un contrario comenta Gema Santamaría socióloga de Itam / México. Su Origen Estos grupos hicieron sus comienzos por la década del 60 en los barrios más marginales de America Latina, nombre como “Los Sacaojos” o los “Come Muertos” ejemplifican su naturaleza violenta. En California (EEUU) los jóvenes disconformes de esa década se agrupaban en pequeñas bandas que disputaban el dominio del barrio. La primera pandilla que se tiene registro fue la Gonder 13 creada por el “Flaco Stoner”; una de las pandillas más famosas fue los Crips and Bloods. Cuando los Anglos empezaron a atacar a los Mexicanos, éstos empezaron a defenderse y adoptaron una similar forma. En los setenta los mexicanos se juntaban entre las calles 10 y 20. Nombres de Pandillas como la “Hermandad Aria” y “Los Ángeles Infernales”, o pandillas negras como los “Crips” y “Bloods” y los “Musulmanes Negros”, han sido plana de varias historias de pandilleros de los EEUU. Una de las pandillas más antiguas en los EEUU es la Mafia Mexicana, la cual se formó en un correccional juvenil en Tracy - California en los años 50; estaba originalmente compuesta por “Homies” quienes vivían al sur de Bakersfield. Los Norteños conocidos como Nuestra Familia, se formó en la prisión de Folson en los años 60, formado para proteger a los prisioneros Latinos que vinieron de áreas del norte de Bakersfield. Los miembros de la pandilla se tatúan con un número romano XIV que representa “14”; la letra catorce del alfabeto (N) para significar “Norte” o, como alternativa, cuatro puntos en la mano. En la década del 80 aparece la Mara Salvatrucha cuyo significado viene de la composición de las palabras (Mara = gente que alborota, Mara también es tomada como un derivado de las hormigas marabuntas en alusión a la forma en que éstas se expanden + Salva = El Salvador + Trucha = listo, hábil, o astuto) también denominada MS-13 por la zona de los Ángeles donde se originó. Según el periodista e historiador Marco Lara Klahr, “los inmigrantes encuentran en Los Ángeles un ambiente hostil, encontrándose marginados dentro de la misma marginación”(sic). En los años 80 muchos fueron detenidos en centros de detención juveniles como el denominado Tracy, a quien llamaron Escuela de Gladiadores, donde fueron instigados a la violencia por las cuales estas pandillas se hicieron notorias. A principios de los años 90 se conforma la Mara 18 o M 18 rival acérrimo de MS 13, luego que alrededor de 1 millón de personas migraron hacia los EEUU por las guerras civiles de su país (500 mil del Salvador, 300 mil de Guatemala, 100 de Honduras y 100 de Nicaragua). La mayoría se instaló en barrios pobres de Los Angeles, ahí la cultura pandillera estaba bien desarrollada. La MS-13 fue la primera de su tipo en aceptar a todas las etnias y reclutar miembros de otros estados. Un ex mara Heriberto Enriquez comenta que deserto del ejército en su país para luego instalarse en Los Ángeles, donde encontró en las pandillas un apoyo moral y económico, él un Salvadoreño ellos México Americanos. Heriberto regresó a El Salvador en el 98 alejándose de esa vida hostil en la que se encontraba inmerso. Luego del levantamiento popular en Los Ángeles (Riots) que dejó en llamas buena parte del centro de la ciudad, la policía comenzó a identificar a las maras Salvatrucha y M 18 ya que sus lideres fueron los principales responsables; causa que produjo que a partir del 96 las autoridades estadounidenses comenzaran a deportar a miles de pandilleros, dentro del marco del compendio “Ilegal Immigration Reform and Immigrant Responsibility Act”, leyes que permitieron la remoción expedita de inmigrantes que hubiesen cometido crímenes. Los gobiernos centroamericanos se encontraban reconstruyendo sus países después de una década de guerras civiles, al no tener control de quienes ingresaban, fue una de las causas que generó una explosión de violencia de pandillas. Las cifras de homicidios sobrepasaron las que registró el mismo conflicto armado que habían vivido. Antes del desarrollo de las maras en Centroamérica, existían pandillas conocidas como clicas de barrio nombre que se conserva hasta el día de hoy, pero sus actividades no iban más allá de escribir graffitis en las paredes de sus barrios y ocasionales asaltos a pequeños negocios o a personas en las calles. Su Origen Como identificación, los pertenecientes a la Mara Salvatrucha se suelen tatuar MS 13 o en el caso de su Rival M 18; junto a otros motivos como ser calaveras, cruces gramadas, la imagen de la Virgen (normalmente la de Guadalupe), telas de arañas, ataúdes, tigres, dragones, serpientes, las dos caras simbolizando la tragedia y la comedia. Algunos se realizan tatuajes con formas de lágrimas por cada vida tomada; también se realizan tres puntos en la zona del codo, en los nudillos o en el espacio entre el dedo pulgar y el índice que estaría significando su forma de vida “la vida loca” como ellos la llaman. En lo que respeta a su imagen utilizan pantalones muy holgados, normalmente cabello rapado y su cuerpo cubierto con los tatuajes mencionados. Ellos han definido una especie de código gestual que denota pertenencia. Identifican sus espacios con graffitis con símbolos que denotan la clica que gobierna la zona, éstos pueden ser imágenes religiosas como ser la Virgen María de Guadalupe o inscripciones en estilo gótico, los graffitis tratan de reflejar la historia del barrio como así los tatuajes que muestran la historia de quien los porta. En la actualidad han dejado de utilizar tatuajes o vestimentas que los diferencien debido a que ésto los marca ante la sociedad. Jerarquías Dentro de las agrupaciones hay diferentes niveles de jerarquía. Primero está el aspirante que es un niño entre los 11 y 14 años aproximadamente, que para pasar de aspirante a simpatizante debe integrarse, estar en contacto con el grupo, participar de conversaciones, lograr su reconocimiento. En cierto punto, la pandilla lo presiona para brincarlo o bautizarlo al barrio o “clica”. Si la presión es efectiva y él se bautiza – que el bautizo puede variar de diferentes formas – él pasa a ser un novato, ya es miembro de la pandilla, él ya tiene un apodo es alguien dentro de la mara. Con el correr del tiempo a este novato le ponen ciertas misiones – “ojales” les llaman. Trabajos, que los hacer tomar “flecha” o jerarquía y pasa a ser un marero permanente. Ya es un soldado, alguien que está permanente en la pandilla; ya no está con la familia, está 100% con ellos. Arriba de estos soldados, que son los brazos de las pandillas, está el master jomi, que es el subjefe y arriba el jefe, el mero mero, el líder y hay una jerarquía denominada Ranflero que es quien administra las armas, el dinero y cosas así. Esta agrupación de jerarquía es para cada barrio o “clica”. Cada clica tiene la misma jerarquía y la reunión de tres o más clicas se llama “jenga” y arriba hay un coordinador de “jenga”. En todos los niveles hay quien tiene la primera y la segunda palabra éstos están por encima de los Ranfleros, la terminología no es la misma en todos los países, pero sí demuestran un grado organizacional importante y son estructuras totalmente dinámicas. Tienen normas y sanciones para todo, en algunas ocasiones cuidan el consumo de drogas, alcohol; no atacar a un marero contrario si anda con un acompañante que no es de su mara o pandilla, no deben hacer cosas que el grupo no acepte, algo muy penalizado es entablar relación con alguien de la mara enemiga; tienen la obligación de participar en toda pelea que la mara esté envuelta. El Ingreso No sólo los hombres ingresan a las maras sino también las mujeres, todos a muy temprana edad, comenta Mirian Ivon Cabezas (26) que perteneció a la M 18, a los 11 años comenzó a consumir drogas, el hermano la maltrataba físicamente, la madre psicológicamente, no aguantó más y se fue de su casa; a los 14 años la iniciaron con una golpiza, la mara pasó a ser su familia, eran sinceros, le daban amor y la comprendían. Una forma de iniciación es la llamada brincadera o brinco, es una prueba de resistencia física y emocional ante el dolor, ya que cierto número de personas (tres, cuatro o cinco) brincan sobre la persona que desea ingresar y además lo agreden con patadas y golpes. Según informantes en la Mara Salvatrucha los golpes duran 13 segundos y en el caso de la M 18, duran 18 segundos. El marero puede llegar a ponerse tatuajes como emblema del mérito personal que va adquiriendo con el tiempo. Como continuación del proceso de iniciación, puede darse una orden o trabajo (robo, asalto o la muerte de una persona o rival), todo lleva a demostrar valor, tener agallas, saber manejar armas, soportar el dolor físico, lidiar con el peligro de morir, cualidades que los pandilleros necesitan reunir para pertenecer al grupo. Edad de Ingreso y Tiempo de Prueba para ser aceptado en la Mara Guatemala El Salvador Honduras Mara Salvatrucha M-18 Mara Salvatrucha M-18 Mara Salvatruha M-18 Edad de Ingreso 13 14 16 15 15 15 Tiempo de prueba (meses) 7 2 2 2 1 2 Su desarrollo y actividades delictivas En sus comienzos las maras, a medida que iban creciendo comenzaron a construir armas de fabricación casera conocidas como “hechizas” o “chimbas”, para asaltar personas y negocios, con el tiempo fueron ganando adeptos y comenzaron a desarrollar su actividad económica basada en la extorsión, los robos y su relación con las drogas. Un informe de Congressional Research Service de la biblioteca del Congreso de EEUU estima que en mayo del 2005 la M-13 tenía entre 8.000 y 10.000 miembros en unos 33 estados y en el Distrito de Columbia. Se calcula que en Honduras hay unos 40.000 mareros; en El Salvador 20.000, en Guatemala 6.000, en México 40.000 y en EEUU 100.000, la mayoría son jóvenes. Las autoridades afirman que tiene nexos internacionales con el tráfico de drogas. En el 2005 se ponía a Honduras con 154 asesinados cada 100 mil habitantes, una cifra más alta que Colombia con una guerra civil en desarrollo, donde las cifras indicaban 70 por cada 100 mil. José Miguel Cruz especialista sobre violencia en Centroamérica dijo “las extorsiones por ejemplo ya no son actos aislados, en los que pandilleros extorsionan a los buseros (conductores de autobuses), sino que se trata de sistemas a través de los cuales las pandillas imponen su voluntad sobre el territorio. Es decir, si los buseros van a trabajar en ese territorio, tienen que pagar. De igual modo los comerciantes, los dueños de las tiendas y pequeños negocios que van a funcionar tienen que pagar ese impuesto. Si la gente va a circular, también tiene que pagar. Allí ya no manda el Estado, ni sus instituciones, ni las alcaldías. Las Pandillas también deciden si imponen toques de queda…….. y quien desobedece paga con su vida. La Fundación Salvadoreña del Transporte que cuenta con 5.000 microbuses en el departamento de San Salvador abona entre 12 y 14 mil dólares diarios a los pandilleros. En la ciudad de Tapachula, México en la frontera con Guatemala, las maras extorsionan a inmigrantes pobres que buscan ingresar ilegalmente a los EEUU. El asesinato de algunos se convirtió en el mensaje de mercadeo, sólo el que paga a los coyotes de los mareros llegaría a los EEUU, éstos cobrarían cifras desde los 5.000 a 8.000 dólares por cabeza. La Mara Salvatrucha se encuentra establecida en México en varios estados, relacionándose con algunos carteles del narcotráfico, principalmente se han establecido en el estado de Chiapas el más pobre. La violencia de algunos pandilleros no se puede subestimar, como ejemplo en Honduras, 23 pasajeros en un autobús fueron asesinados en público. Los candidatos presidenciales en Nicaragua no podían hacer campaña sin sobornar a los pandilleros con una política de “seguridad y buena conducta”. El tiempo modificó su estrategia Para evadir la captura, ahora no exigen tatuajes identificatorios, cambiaron sus vestuarios, evitan el lenguaje de señas. Ésto les permite mezclarse en la sociedad sin problemas de ser descubiertos. Hasta han llegado a ingresar en las filas de la Policía, Ejército y de algunos sistemas administrativos de gobierno. Un Futuro Complejo La mano dura ha sido el camino más rápido que todos han tomado, así lo muestra el accionar tanto en los EEUU como en los países centroamericanos. En estos últimos las cárceles se han colmado de pandilleros, convirtiéndose en escuelas de graduación para muchos de ellos. Se han denunciado escuadrones de la muerte, abusos policiales; algunos jóvenes han sido asesinados por el simple hecho de llevar tatuajes en su cuerpo. La solución no pasa solamente por la instauración de un modelo de rigidez, ya que los jóvenes seguirán experimentando la violencia e injusticia a diario, en las calles, en las escuelas y en su búsqueda frustrada de trabajo. Al parecer, debería enfrentarse el problema desde varios ángulos, que incluya un trabajo conjunto con la policía, el sistema educativo y la comunidad, conjuntamente con programas para los jóvenes después de horas escolares que les impidan unirse a las pandillas; y desarrollar un modelo de ayuda concreta para aquellos que decidan salirse de las pandillas, protegiéndolos de las posibles venganzas. Purgas Sociales Las masacres dentro de las prisiones son una moneda corriente en Centroamérica, la mayoría se encuentran sobre pobladas con más del 200% de su capacidad, en la República Dominicana un incendio mató a 136 prisioneros y dejó muchos más con heridas mortales. En Mayo del 2004 un incendio mató a 103 prisioneros en San Pedro Sula, Honduras; en Abril un año antes, 79 prisioneros murieron en un incendio de la prisión del mismo país. En Maracaibo Venezuela 100 prisioneros murieron. En Cardiru Brasil una tragedia similar dio pie a un documental. En Argentina no se está exento podemos decir que no hemos llegado a terrible situaciones, pero bien, los motines y las muertes junto a ellos han sido planas de los medios de estos últimos años (Cárceles como la de San Juan, Mendoza, Chaco entre otras fueron partícipes de sublevaciones internas); hasta en el Penal de Villa Devoto (prisión con importantes índices de motines) hubo un motín con algunos heridos de arma blanca. La Ley de mano dura: En el 2003 el presidente salvadoreño Francisco Flores, anuncia el plan mano dura, la primer ley antimara de Centroamérica. Esta ley concedía a las fuerzas policiales la potestad de arrestar a todo sospechoso de ser pandillero, aun sin la existencia de un acto delictivo que justifique la atención, se los declara grupos de asociación ilícita y por lo tanto fuera de la ley. El mano dura tuvo su necesidad, menciona el Director de la Policía Nacional Don Rodrigo Avila, porque las pandillas que se enfrentaban en las calles no estaban identificadas y el propósito era alejarlos de las calles e identificarlos. Similares planes se aplicaron en Honduras y Guatemala. En el 2004 declaran en El Salvador la inconstitucionalidad de la primera ley antimaras, y en agosto del mismo año el nuevo presidente Elías Antonio Saca implementó el “Plan Súper Mano Dura” a los fines de presentar un modelo fuerte contra estas pandillas, plan duramente criticado por la ONU. En conjunto creó un grupo de choque de la policía denominado Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPES) asociado a este se integró a un grupo agentes de investigaciones, inteligencia y reacción de la Policía Nacional Civil (PNC), dedicados exclusivamente a atacar a las pandillas y al crimen organizado. Llegando a arrestar a 16 mil pandilleros cosa que colmó las cárceles de este país. En poco tiempo la violencia se traslado de las calles a las cárceles. Convirtiéndose en oficinas de las pandillas. Actualmente más de 50 mil miembros cumplen condenas en las cárceles de Honduras, El Salvador y Guatemala. El Por qué? Una tradición de violencia institucionalizada reflejada en las familias Fácil acceso a armas de fuego Desempleo Impedimento de empleo por su condición educativa y social Destrucción de las unidades familiares Pérdida de credibilidad en las figuras de autoridad Pérdida de una cultura religiosa Abuso de substancias y el predominio del dinero a través de drogas Atracción de violencia en la cultura, en los medios y en la TV Influencias culturales negativas Inclinación natural de los jóvenes por la solidaridad, el sentimiento de seguridad y pertenencia 9 Escasez de oportunidades educativas y la falta de maestros capacitados 9 Falta de alternativas educativas y sociales reemplazadas por actividades callejeras 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 No hay fin: Clínicamente nadie se sale de una pandilla, el recurso intermedio es calmarse, lo más frecuente es hacerse evangélico, se acerca a un grupo y lleva su Biblia, así nadie le dirá que ya no pertenece a un grupo o clica, sino que ya no roba ni pelea. Está cerca de Dios para sobrellevar su vida. Si se comporta religiosamente la clica lo respeta pero no significa que la clica adversaria lo respete. Las deudas pendientes que han dejado siempre están. Violencia un denominador común del hoy - Parte II Maras – Pandillas – Pibes Chorros Factores que afectan la seguridad l nivel de violencia que se vive en Latinoamérica es uno de los productos de moda. Robos, asaltos, homicidios, drogas, armas son moneda corriente de esta nueva sociedad internacional. ¿Por qué tanta inseguridad? Podríamos comenzar diciendo que el deterioro económico en toda la región es el comienzo del problema. Ésto es así, en parte. “A la Policía le tenés que tirar de cheto, para agrandarte y para que te respeten” declama el Turco un gordito de 13 años internado en el Instituto San Martín por homicidio. Un Cabo 1ero. de la Policía de la Provincia de Buenos Aires lo expresó en estos términos “antes los malandras eran profesionales, iban, robaban y piraban. Cuanto menos quilombo mejor. Ahora los que salen a chorear no sólo quieren robar, también quieren mostrar su odio contra la sociedad, por eso le meten fierro a cualquiera” (sic). El cóctel explosivo de una situación descontrolada se ha ido realizando debido a la recesión de estas últimas décadas. El desequilibrio social, la desintegración de la familia, una importante deserción escolar, el deterioro urbano, todo conjugado con una amplia libertad de acceso a las drogas y a las armas. Asociado a este cóctel se ve un incremento importante en lo que se denomina marginalidad conjugado con zonas fuera de control donde el Estado pareciese no existir, y como si ésto fuese casi nada, estamos ante un modelo educativo carente de contención, que acompañado por el deterioro constante en la economía social se ha convertido en el caldo de cultivo permanente de un modelo delictivo en aumento. “Mi vieja llora porque no hay plata, mi padrastro faja a mi hermano porque trae poca plata de la calle. la cabeza te empieza a funcionar, te pasan un dato y salís a laburar sostiene José (17) encerrado en el Instituto Roca por homicidio”. Familia, Escuela, Comunidad hoy se han roto las barreras del respeto, la moral y la contención. En Agosto del 2001 como venganza por la muerte de un jefe de una banda de Fuerte Apache, atacaron con tiros de pistola y ametralladora a la Comisaría 6ta. de Ciudadela Norte. Espacios sin control del Estado son espacios que sirven de aguantadero, no sólo de aquellos que delinquen sino que son depósitos de armas ilegales y botines. Es muy común la venta o alquiler de armas, Fusiles FAL, Pistolas 9 mm, Granadas, todo se puede conseguir en algún lugar de éstos. Villas como la Carlos Gardel, La Rana, La Cava, Itatí, Fuerte Apache, Ciudad Oculta, la Villa 31, Villa 1-11-14 son consideradas zonas donde esta actividad es frecuente. Las armas no aparecen solamente por los delitos cometidos en el país sino que además el tráfico de armas es casi normal en la actualidad. Pasar armas de Paraguay a la Argentina o Brasil es cosa fácil con una frontera sin control. Drogas y armas van juntas, no hay control para uno ni para lo otro. Las disputas en las villas se resuelven a los tiros. (fútbol, mujeres, apuestas, miradas, etc.); el peaje en las villas es algo común. La población de las villas se viene duplicando cada 10 años. El 70% de los imputados por homicidios tienen menos de 29 años, el 54% de los robos a mano armada son protagonizados por menores de 21 años. Aquellos que caen presos regresan al delito a las 48 horas. Recordemos que las maras se inician a muy temprana edad. Un crimen cada cuatro horas. Hubo más de 2.092 víctimas fatales de delitos en el Gran Buenos Aires durante el 2008. En el 2007 se registraron unos 2.052, lo que representa más muertes que en la Guerra de Malvinas. Pilar sufre un incremento del 50% de delitos año tras año. La Fiscalía de Pilar tiene un promedio de 1.346 causas por mes, el promedio del año 2009 era de 890. En el resto de la provincia el delito creció en un 34%, de acuerdo con fuentes oficiales. La Plana de los diarios con hechos delictivos se ha convertido en algo común, salideras bancarias, robos de viviendas, robos a taxistas, donde en algunos casos se presentaron homicidios o violaciones y otros por suerte, donde las victimas solo terminaron con heridas leves o salieron ilesas. Expertos coinciden que en Argentina están dadas todas las condiciones de marginalidad, pobreza, corrupción y exclusión como para que proliferen maras y muchos otros males que afectan a los casi 10 millones de chicos pobres. El Gran Buenos Aires es el verdadero caldo de cultivo para las maras. en la provincia hay dos millones de adolescentes de 14 a 21 años. La mitad son pobres, el 38,8 por ciento son indigentes y uno de cada cinco no estudia ni trabaja. El 13% de las madres que dan a luz en la provincia de Buenos Aires es menor de 19 años. Si comparamos nuestro modelo con el centroamericano donde la pobreza llega a afectar a más del 70% de la población y en algunas regiones los niveles de analfabetismo superan el 30%, no estamos tan lejos de está realidad. Pequeñas historias que dan para pensar: Son las once de la mañana y "El Pelao" ya tiene unas cuantas birras (cervezas) encima. Los ojos rojos y algún comentario delatan que también consumió marihuana. Este "pibe chorro" del Gran Buenos Aires dice estar retirado de una de las bandas juveniles que operan en el barrio de Villa Fiorito, aunque advierte que "todavía no salí de la mala". Allí, se enfrentaron a tiros durante años dos bandas rivales, la de Los Chilenitos y la de Los Carlo, dos pequeñas agrupaciones que tienen una raíz familiar y que nunca sobrepasaron los quince miembros activos con algunos chicos más pequeños que los acompañan. "Acá nos ca... a tiros cada dos por tres. Ahora está todo más tranquilo, pero mientra teníamo laburo le dábamo apenas los veíamo (sic)", dice "El Pelao" con nostalgia. Es que en Villa Fiorito hay dos etapas muy claras: el antes y el después de cuando arrasaron los desarmaderos de autos en el GBA, hacia fines del 2003. Hasta ese momento, entre las dos bandas robaban y desmantelaban en las calles del barrio de 8 a 10 autos por día. Después, los "pibes" comenzaron a incursionar en otros negocios, desde la venta de droga hasta pequeños robos de casas y algún Secuestro Express. Claro que estos chicos no manejan la distribución importante de drogas. "Cada tanto se pueden ver en el barrio unos autos importantes con gente grande y muy pesada, que es la que maneja todo el negocio de la droga. Vienen, se instalan y comienzan a llegar autos de todo tipo que pasan, compran y se van", cuenta un vecino muy bien informado. "La gran diferencia entre estos 'pibes chorros' y los 'mareros' es que los centroamericanos vienen de un medio ambiente militarizado por las guerras civiles y la incursión de las guerrillas, y por el elemento de la migración: los mareros se refugian en Estados Unidos y vuelven deportados a sus países", explica el sociólogo de la UBA Juan Pegoraro. Tanto Los Chilenitos como Los Carlo tuvieron su inicio en una estructura familiar. Los primeros integrantes eran hermanos y primos que se juntaban con algunos vecinos, unos cerca del asentamiento de La Isla, otros en el barrio Primero de Octubre, a apenas diez cuadras. Se trata de familias en las que el padre, que había trabajado desde joven, se quedó sin empleo a fines de los ochenta. Ninguno de los hijos jamás trabajó. Todos los "pibes" tienen entre 14 y 18 años. Son parte de los diez millones de chicos argentinos que viven bajo todos los niveles de pobreza y quedaron marginados tras los ajustes de los años noventa. La mayoría de estos pibes tiene una muy corta vida. "Los más grandes ya están finados", explica "El Pelao". Y dice que la mitad de los pibes que iniciaron las bandas están muertos y varios otros están presos. "Ahora quedan unos giles", agrega. Pero ésto no quiere decir que hayan desaparecido las bandas de "pibes chorros" en Villa Fiorito. Hay muchas más que aún no tienen una identidad tan marcada como las primeras, pero que operan de un modo similar a las más antiguas. Y todas siguen consiguiendo muy buen armamento gracias a sus conexiones con ex policías. El arsenal suele estar compuesto de pistolas calibre 40 y 380, fusiles FAL e Itakas. Los "pibes chorros" tienen códigos de lealtad e identidad fuertes sin llegar a la organización de una célula del estilo de las maras o pandillas centroamericanas. "Si llegamos a descubrir un buchón, lo pasamo por la piedra (lo matan)", cuenta "El Pelao". Sólo los que pasaron una larga temporada en las cárceles tienen el cuerpo marcado con un "tatuaje tumbero" (carcelario, hecho con agujas y no con máquinas). Los otros chicos se identifican por sus vestimentas, de las que prefieren los pantalones de gimnasia con las tres tiras al costado y las zapatillas "nike" de 300 pesos. La música es exclusivamente la denominada "cumbia villera". Aunque también escuchan algo de rock barrial del estilo del grupo "Los Gardelitos" y los ahora famosos “Intoxicados”. La mezcla de rap y reggae que en Centroamérica se conoce como "reggaetón" y que es la preferida de los "mareros", aún no encontró una vertiente clara entre los argentinos. Según Manfred Liebel sostiene que la expansión de las maras se dio en proporción a la expansión de los barrios pobres y marginados. “Pueden entenderse como el resultado de un desarrollo capitalista que destruye formas de vida tradicionales y bases de subsistencia agrícola, son proveer a aquellos forzados a salir del campo, con las bases para una existencia estable, mucho menos para una mejor vida” afirma. “Es así como las maras pueden extenderse como la respuesta colectiva de muchos jóvenes a una situación intolerable y como un reto para la misma sociedad que les niega cualquier participación o futuro”. Un estudio de la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales de Guatemala (AVANCSO) destaca que las familias incompletas usualmente no son lo que más afecta a los jóvenes. Más bien, se ven afectados por el comportamiento angustiado e inseguro de los adultos a su alrededor y la imposibilidad de comunicarse o desarrollar relaciones de confianza con ellos. La vida de los pandilleros está impregnada de violencia e incomprensión. En el estudio de AVANCSO, se observo la habilidad de los mareros para comentar sobre la situación política y social del país, e incluso los compararon con los jóvenes activistas de los movimientos políticos de los años 70. En encuestas del IUDOP se dice que en El Salvador el 96.3% de los mareros sabían leer y escribir y muchos tenían niveles educativos más altos que el promedio nacional, pero la mayoría se encontraba fuera del sistema educativo el 75,9%. Concluyendo que ésto indicaba que el sistema educativo no tenía nada atractivo para ofrecerle a estos jóvenes, no los motivaba a aprender, y los excluía por razones sociales. En los 80 la edad de la mayoría de los mareros de Guatemala estaba entre los 15 y 19 años y no había ninguno mayor a 25; en el 2000 la edad promedio se encontraba entre 12 y 15 años. En los noventa en El Salvador el perfil de los pandilleros era similar al de Guatemala diez años antes, con la mayoría entre los 16 y 21. En el 2000 el promedio de edad era 15,1 para hombre y 15,3 para mujeres; para el 2005 al menos la mitad de los mareros tenían entre los 11 y 14. La composición en cuanto al sexo también se fue emparejando con el tiempo por ejemplo en Guatemala la participación femenina está en un 44% y en El Salvador es del 33%. Desafío de bandas en Internet: Utilizando fotologs dos bandas, la del “Chuekito” y la de “Los Chorros” de la villa Carlos Gardel de El Palomar, se desafiaban en la red, mostrándose con ametralladoras, escopetas y armas; mencionando que los fierros son para trabajar y no para mostrar. Las dos bandas disputan el control de la droga y el poder en el barrio. La Garza Sosa ex lugar teniente del Gordo Valor, afirmó que “no está bien mostrarse con armas”; “estos pibes se equivocan”; “antes teníamos otros códigos”. La Argentina tiene la misma tasa de muertes cada 100 mil habitantes que la registrada en Brasil en el 82. Si bien en el país, las muertes por armas de fuego presentan una leve disminución en los últimos tres años, desde 1997 al 2005, las cifras hablan de un total de 31.412 muertes, según el informe Violencia y Uso de Armas de Fuego en Argentina y sus Provincias, que realizó la Asociación para Políticas Públicas (APP). Ésto representa una tasa de mortalidad de 7 muertes cada 100.000 habitantes. Hoy la tasa de mortalidad en Brasil, según el informe anual de Small Arms Survey, la principal entidad de supervisión de las armas ligeras en el mundo, con sede en Ginebra, creció tres veces desde 1982; es decir que hoy es de 21 por cada 100.000 habitantes. ¿Pasará lo mismo en la Argentina? En nuestro país las villas y asentamientos crecen a ritmo acelerado, sólo en la Ciudad de Buenos Aires de 16 villas en el censo del 2001 pasamos a 24 en el 2007. Hoy las luchas internas por el control del narcotráfico en las villas es moneda corriente, hace algunos años atrás ésto no sucedía. Argentina un lugar propicio para el crimen ¿Por qué?: No hay control, no hay normas. Lo que existe, es anomia. Por otro lado el fenómeno de los medios de comunicación, sobre todo la televisión, que es vista por todo el mundo, muestra violencia y más violencia, noticieros, programas, películas. Sin olvidarnos el producto de la inmigración proveniente de los países vecinos, que han producido verdaderos centros de poder como el que se desarrolla en la villa 1-11-14 del bajo Flores, donde se vive una constante lucha por el control del narcotráfico allí operado por bandas provenientes de Perú. "Hay graves hechos criminales en los que se enfrentan diversas bandas por el dominio del territorio y que han desatado una violencia sin igual, ante la desidia, omisión y fracaso de la inteligencia y prevención que les corresponde a las autoridades respectivas, o tal vez su participación", señala una denuncia presentada por dos fiscales "Las fuerzas de seguridad han dejado el control de varios territorios en manos de estos grupos, que se manejan con total impunidad, como lo hace la mafia", agrega. "Los hechos se desarrollan en los barrios 1-11-14, Barrio Rivadavia I y II y ahora se han extendido a otras zonas, como Palermo, Once, Boedo y Almagro". En 1997 llegaron tres peruanos provenientes de Lima a la villa 1-11-14, acompañados con sus familias Marco Antonio Estrada González ("Marcos"), su amigo Alionzo Rutillo Ramos Mariños ("Ruti") y el hermano de éste, Esidio Teobaldo Ramos Mariños ("Meteoro"). Los tres habrían sido soldados de la organización guerrillera Sendero Luminoso, allá en Perú. El 12/2/99 todo cambió en la 1-11-14 cuando Julio Chamorro Revollar (peruano) señalado como jefe narco de la villa en la causa 16.011/99 fue fusilado junto a sus dos compañeros por un grupo de sicarios sin decir palabra, en ese momento el poder cambio de manos. A partir de ese momento Marcos, Ruti y Meteoro controlaban la villa y operaban el tráfico de drogas principalmente proveniente de Perú portado en mulas (personas que transportan drogas con cápsulas ingeridas). En el 2001 los detuvieron condenados por “asociación ilícita”, ellos habían alegado ser humildes puesteros en La Salada, como en otra ocasión alegaron “Nana” y Segundo Rojas Palacios otros narcos relacionados a la causa. Presos, todo continuó funcionando, Silvana mujer de Marcos quedó al frente del negocio junto a su suegra, el hermano de Marcos y un sobrino comenzaron a manejar la seguridad, con un grupo de “perros”, soldados a cargo. El sistema cada vez se fue haciendo más sofisticado armaron dos agencias de remises para trasladar clientes y droga, los soldados montan guardias en distintos lugares de la villa, sistemas de timbres operan con alertas. Aquellos que no se querían adherir al sistema sufrían represalias como fue el caso de Liliana Asencio Pérez que le realizaron 17 dispararon de bala a su local de remises por no adherirse al sistema. En el 2004 “Marcos” y “Meteoro” salieren en libertad, “a “Ruti” se le complicó por utilizar un documento falso. “Marcos” se quedó con todo el negocio, haciendo que “Meteoro” se traslade a la villa 31 bis en Retiro esperando que “Ruti” quede en libertad. Así empezaron las guerras por el control del narcotráfico ya no eran más socios, varios enfrentamientos se presentaron en uno y otro espacio por el control. Así fue como el 29 de Octubre del 2005 un equipo de “perros” llegó a la 1-11-14 desde la villa 31 Bis, esperaron la procesión del “Señor de los Milagros” (tradición peruana) abriendo fuego mataron a cinco personas, incluido un bebé de siete meses. “Marcos” no se quedó quieto y el 9 de Diciembre apareció estrangulado Alex Rodríguez Meléndez un remisero de “Ruti” quien en poco tiempo sufrió un atentado. El 2 de Marzo del 2006 se entregó para ser juzgado por la masacre de la procesión. “Meteoro” fue asesinado el 6 de Abril en la 31 Bis. “Marcos” quedó al frente, pero nada es para siempre, “Peluchín” aliado con dos grupos vecinos del barrio Rivadavia, “Los Pibes Chorros” y “Los Quebrados”, comenzó a operar. A otra banda, organizada por una familia paraguaya conocida como “Los Soliz”, se les ocurrió lo mismo. Ahí comenzó una verdadera guerra de pandillas, a principios de Octubre del 2006 alguien asaltó a una chica de Soliz, sus hermanos culparon a un joven apodado “Mukenio”, el 16 de Octubre lo buscaron y le dispararon. Equivocados, mataron a otra persona, Brian Viggiano e hirieron a su amigo Jonathan Díaz. La banda de “Brian” aliados con “Peluchin” se tiroteó contra la de “Los Soliz”, enterados del error “Los Soliz” ubicaron la casa de “Mukenio” en el barrio Rivadavia II la coparon y amenazaron a su mujer y su hijo de dos años. En el mientras tanto “Mukenio” era buscado, en Boedo asesinaban a los Rojas Palacios. En Once a Wilde Micha Bazán lo asesinaron en un restaurante peruano; “Peluchin” era detenido en la Boca por tenencia de armas y en su casa hallaron 300 cápsulas de cocaína, deteniendo a dos hombres con tatuajes de Sendero Luminoso. Este resumen histórico nos hace concluir que aún continúa como moneda corriente en nuestro modelo villero societario, la convivencia de personas marginadas por el deterioro económico con aquellos que manejan sumas importantes de dinero y poder asociado al narcotráfico, robos, secuestros, y todo tipo de delito que movilice importantes sumas de dinero. Situación que seduce a la descendencia de los “humildes honestos” ya que les ofrece un modelo de acceso rápido a la fama y el dinero. Nos identificamos, será así? Un chico de una pandilla local que ve el informe de las maras se identifica con el fenómeno centroamericano y busca tener el mismo grado de resonancia que ellos tienen. Entonces se genera una reproducción de la violencia y una creación propia de los imaginarios colectivos. Como no hay conciencia social y el juzgamiento es selectivo, se profundiza el problema y se agudiza la crisis. Hoy podemos decir que la mutación de las maras es una realidad. Ya no son lo que eran antes, ya no se van a tatuar porque dejaron de ser pandillas para ser parte del crimen organizado. Al igual que los mareros, los villeros son emergentes y representantes de la marginalidad argentina. Sin negar que las maras pueden llegar a nuestro país, no tenemos que dejar de lado el observar la existencia de grupos violentos. De suceder se produciría un importante quiebre en la conformación societaria del poder y la revisión del control social se volverá mucho más necesaria de lo que ya de por sí lo es. Las maras han “evolucionado” en sus usos y costumbres para poder ganar más territorio. Como hemos mencionado ya no se tatúan como antes; utilizan nuevos códigos internos de comunicación; cambiaron su indumentaria; se aliaron a narcotraficantes para así obtener financiamiento y logística para delinquir. Las bandas delictivas no son un fenómeno de la modernidad, sino que han sido una constante en la historia de la humanidad. Eric Hobsbawn señaló que “el pandillerismo es uno de los fenómenos sociales más universales registrado por la historia”. Específicamente, Hobsbawn asocia a la proliferación de las bandas delictivas con reacomodos en las estructuras sociales. Un ejemplo histórico está en la mafia italiana; el desamparo social y la carencia de seguridad de la población de Sicilia fueron las primeras necesidades que la mafia vino a subsanar. De hecho tal como lo señala Eric Frattini en sus estudios sobre la mafia, las primeras organizaciones mafiosas surgidas en el siglo XVI fueron comunidades que se dedicaban a brindar protección. La sociedad envuelta en un modelo del consumismo, pero conviviendo con otro modelo opuesto basado en bajos niveles salariales, desempleo, deserción escolar, acompañado con un cóctel de comunicaciones, Celulares, TV, Internet entre otros, donde se distorsionan los valores morales y familiares, con el consiguiente deterioro de la familia y el alejamiento de la contención religiosa; alcanzó un punto crítico que no habría que dejar de prestarle atención. Todo, acompañado por el abandono de la vida rural, lo que conllevó a un incremento importante de la población en las grandes urbes, asociado a la vez a un descontrol inmigratorio ha sido uno de los factores que permitió el crecimiento de la inseguridad en nuestro país. Cuando observamos los dichos y los hechos, donde vemos que por allá en Noviembre del 2005 el Ministro del Interior Aníbal Fernandez y el Ministro de Seguridad Bonaerense León Arslanián firmaron en La Plata un convenio en el cual la cartera de la provincia ofrecería asistencia técnica para desarrollar un mapa de delito en conjunto con la Policía Federal, diciendo que en 20 días tendrían un mapa único para toda la Provincia de Buenos Aires, nos preguntamos ¿Dónde está?. Si bien la cultura “villera” no se encuentra organizada institucionalmente por el momento al nivel de las pandillas ó “maras” de referencia en párrafos anteriores, variables significativas como crimen organizado, narcotráfico e incluso terrorismo, orientan su proyección a lograr esa tendencia grupal encaminada a constituirse como mano de obra criminal de primera línea. Manifestaciones culturales como ser la denominada “cumbia villera”, reflejan la aspereza de la vida en las márgenes del conurbano bonaerense, no sólo como una expresión musical sino como una modalidad de indumentaria que los identifica; zapatillas de marca, pantalón de gimnasia, campera deportiva y gorrita; marcan la tendencia apologética criminal en sus canciones, glorificando como héroe suburbano al delincuente común. “Hoy es un día especial/porque el Monito a la villa llegó/ dos años guardado estuvo/ y al fin la yuta hoy lo largó “La canción del yuta” - Yerba Brava). Modelo con un condicionante ilícito o bien que simpatiza con la criminalidad, fuente o caldo de cultivo favorable para el delito, todo hace pensar que el modelo confluye al desarrollo de estructuras delictivas como las mencionadas en párrafos anteriores. Narcotráfico, Tráfico de Armas, Robos, Asesinatos, Piratería del Asfalto, Secuestros, Tráfico de Personas, todo nos lleva hacia la búsqueda de lograr el armado de un modelo mutante del aparato judicial, social, educativo y policial a los fines de tomar el control y encauzar un camino de paz para la sociedad Latinoamericana en general. Cuando se habla de mutante, se refiere a un modelo que se encuentre en constante estado de adaptación de los modelos delictivos y sociales en permanente cambio, ya que si el modelo es estático como viene siéndolo desde hace décadas, tanto las leyes como los procedimientos aplicados en todos los ámbitos quedan obsoletos por lo que se beneficia el accionar delictivo por la falta de reglamentaciones que permitan limitar el avance de las diferentes modalidades delictuales.