Boletín de Nutrición Infantil CANIA 2012. Año 14. Nº 24 Contenido Editorial [3] Consumo de ácidos grasos trans en Venezuela: presente y futuro [4] Iván Golfetto Aspectos socioculturales asociados a la obesidad [10] Zoraide Lugli Rivero Hábitos de alimentación saludables: ¿previenen los trastornos de alimentación? [13] Beatriz Verdi de Di Bella Estrategias de intervención en la bulimia [19] Ernesto Rodríguez El niño conectado [26] Tamara Salmen ¿Por qué medir la actividad física en niños? [31] Magda García CANIA en RedEAmérica [35] Mariela Martín Estrategias para la Promoción de la Salud y la Nutrición [36] Eventos de interés [38] Nuevos libros [40] Editorial A lo largo de su existencia, el Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano – Cania, ha mantenido su propósito de generar y divulgar conocimientos en el área de la salud, nutrición y desarrollo social, con la finalidad de aportar soluciones a la problemática nutricional y lograr cambios positivos sostenibles en -y con- la comunidad, organizaciones, gremios científicos y la Academia. Con este objetivo, presenta en su XVII Aniversario, la edición número 24 del Boletín de Nutrición Infantil CANIA, en el que se publica el segundo segmento de las conferencias dictadas por expertos nacionales e internacionales en las III Jornadas Científicas: “Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición”, realizadas los días 7, 8 y de julio de 2010, con motivo de la celebración del 15° aniversario de CANIA. En su artículo “Consumo de ácidos trans en Venezuela: Presente y futuro”, el doctor Iván Golfetto describe con detalle el origen y características de los ácidos grasos trans y cómo influyen en la salud de los seres humanos. Realiza valiosas consideraciones sobre los efectos que el excesivo consumo de comidas que los contengan, generan en distintos órganos y en el funcionamiento general del cuerpo, así como la fuente y productos que los poseen: productos de pastelería, comidas rápidas, margarinas, entre otros. La obesidad es una enfermedad crónica que está asociada con la vida moderna. Conocer los patrones de conducta de las personas que la padecen, resulta fundamental para desarrollar tratamientos que les permitan modificar sus hábitos de alimentación, y también sus comportamientos de vida. En este sentido se orienta el trabajo de la doctora Zoraide Lugli, quien aborda desde el punto de vista psicológico los aspectos más importantes que deben considerarse para atender a los pacientes obesos, así como algunos comportamientos del entorno social que coadyuvan en el desarrollo de este padecimiento. La intervención de los hábitos de alimentación en los trastornos alimentarios como la bulimia, anorexia u obesidad centran la atención de la nutricionista Beatriz Verdi, quien aborda en su artículo este importante tema. Ernesto Rodríguez, médico psiquiatra, centra su atención en la bulimia, patología caracterizada por alteraciones de la imagen corporal y de la alimentación. En su artículo, describe las características y comportamientos de quienes la padecen, así como las herramientas que facilitan su diagnóstico, incidencia y comorbilidad. Finalmente, diserta sobre las estrategias más efectivas para abordarla desde el punto de vista médico, psiquiátrico y psicológico. La doctora Tamara Salmen dirige su atención hacia la excesiva exposición de niños y adolescentes a los medios de comunicación, y su incidencia en los hábitos alimentarios, sedentarismo y el comportamiento social: tales como la agresividad y el aislamiento. Alimentación y la actividad física es el tema que ocupa a la especialista en nutrición clínica Magda García, quien destaca la importancia de hacer ejercicios y deportes especialmente en niños y adolescentes, como una manera de prevenir enfermedades tales como el sobrepeso y la obesidad. Año a año, Cania desarrolla estrategias novedosas para la promoción de la salud y nutrición adecuadas. En esta publicación, se presentan los resultados de la actividad “Mi escuela le pone la letra”, la cual formó parte de la Semana de la alimentación CANIA 2011, y se desarrolló con diversas instituciones educativas de la Parroquia Antímano. Para concluir, los invitamos a aprovechar las ya conocidas secciones Nuevos libros y Eventos de interés. Dr. Vicente Pérez Dávila Presidente Junta Directiva 3 III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición Consumo de ácidos grasos trans en Venezuela: presente y futuro Iván Golfetto Médico Cirujano internista del Hospital Universitario de Caracas HUC-UCV. Doctorado en Bioquímica de Lípidos de la Universidad de Londres. Jefe de Cátedra de Patología y Fisiopatología de Escuela de Medicina Luis Razzeti de UCV. Investigador de la Sección Lipidología de la UCV. En sus actividades de investigación destacan estudios realizados en el tema del metabolismo lipídico y análisis de la composición de alimentos en el área de lípidos. Este artículo comienza haciendo referencia al futuro del consumo de ácidos grasos trans en Venezuela, porque el presente se conoce en parte. Por eso, para entrar en materia se hace alusión a la estructura de los ácidos grasos. La alimentación es imprescindible en el desarrollo de la vida. Conocer la composición de los alimentos y su preparación es fundamental para evitar el consumo de ciertos componentes que generan algunas de las afecciones de salud más importantes, tal como sucede con el consumo de los ácidos grasos trans. Para conocer un poco más sobre la constitución y cómo funcionan, en este artículo se parte del conocimiento de la estructura de los ácidos grasos. En la figura 1 se presentan dos tipos de ácidos grasos: ácidos grasos cis (los cuales son los más comunes y son hallados en los alimentos) y los ácidos grasos trans. La definición cis y trans vendría dada de cómo se distribuyen los grupos funcionales alrededor del doble enlace. Figura 1 Ácidos grasos Ácidos grasos CH3-(CH2)x-C H HOOC- (CH2)y-C H cis H CH3-(CH2)x-C C-(CH2)y-COOH H 4 trans En la figura 2 se aprecia cómo se manifiestan los ácidos grasos en la naturaleza. Por ejemplo, el ácido oleico está en su forma cis: los hidrógenos están en el mismo plano del doble enlace y los grupos funcionales en otro plano. Mientras que en un ácido graso trans, la estructura se hace diferente: con los hidrógenos de un lado y del otro. Lo que cambia es el ángulo del doble enlace, ya que si éste se convierte en un ácido graso lineal, se comporta como un ácido graso saturado. Lo que varía aquí es el punto de fusión; las características fisicoquímicas son diferentes como ocurre en presencia del ácido elaídico, que es la forma trans del ácido oleico. Figura 2. Ácidos grasos cis y trans 18 CH3 CH3 Trans form (elaidic acid) Cis form (oleic acid) 10 C C 9 H C H H COOH H C COOH A partir de estos datos se realizaron los primeros estudios que permitieron recabar información desde que, por primera vez, la industria logró producir ácidos grasos trans, en las primeras dos décadas del siglo XX. Inicialmente, no se le dio mucha importancia a los ácidos grasos trans, pues no se había demostrado ningún efecto patológico. Debido a la falta de conocimientos sobre los efectos que podían producir los ácidos grasos trans, se recomendaba, por ejemplo, el uso de margarina en vez de mantequilla. Sin embargo, la información que revelaron esos estudios ha incidido en un cambio significativo de las opiniones. como el “colesterol bueno”, este es el que remueve el colesterol malo de las arterias; c) aumento de triglicéridos y aumento de los niveles de Lp(a), que es una lipoproteína aterogénica, trombótica y protrombótica. • La presencia de ácidos grasos (de 4 a 5 g) en la dieta aumenta el riesgo de incidencia de cardiopatía isquémica en 25%, y si se usa como calorías, existe más o menos, la misma incidencia de cardiopatía isquémica. • Aumentan el proceso inflamatorio, debido a que aumenta la interleuquina 6, que aumenta la síntesis de factores de coagulación en el hígado. • Aumentan los receptores del factor de necrosis tumoral (TNF), factor que tiene que ver también con los procesos inflamatorios. • Aumentan las reacciones alérgicas. • En un estudio reciente, donde se mide la Efectos de los ácidos trans • Sobre los lípidos sanguíneos, producen: a) aumento del colesterol LDLc, conocido como “colesterol malo”, el que deposita colesterol en las arterias; b) disminución de colesterol HDLc, conocido 5 capacidad de dilatación de las arterias, se ha encontrado que cuando las dietas contienen ácidos grasos trans, la vasodilatación del flujo de la arteria braquial disminuye en 29%, incluso más, que si se utilizan ácidos grasos saturados. • Disminuyen la actividad de paraxonasa, enzima que, aparte de que desintoxica los órganos fosforados, se encarga de eliminar los residuos peroxidados. Dicha enzima se encuentra en la HDLc de ácidos peroxidados de los ácidos araquidónico, de manera que disminuye la peroxidación de los ácidos grasos en las lipoproteínas. • Compiten por las enzimas encargadas de la síntesis de ácidos grasos esenciales poliinsaturados. Hay un bloqueo aparentemente de la delta-6 - desaturasa, que es la que va a formar los ácidos grasos esenciales. • Suprimen la actividad de la colesterol acetil transferasa (LCAT), de tal manera que el colesterol aumenta muy rápido dentro de la célula y por lo tanto, se expresan menos receptores para eliminar el colesterol de la circulación. • Sobre el metabolismo de los carbohidratos, aumenta el riesgo de la diabetes mellitus, porque aumentan la resistencia a la insulina. • La consecuencia final de todos estos fenómenos es la enfermedad más frecuente en el mundo occidental: la aterogénesis, la cual es un proceso inflamatorio crónico relacionado con un acúmulo de lípidos, entre los cuales ya hemos mencionado a la LDLc. reutilizados muchas veces. • Durante la desodorizacion de los aceites comestibles se producen ácidos grasos trans. Este es un proceso industrial prácticamente inevitable. La producción de ácidos grasos trans relacionados con la industria se puede modificar. No sucede lo mismo con la producción de estos ácidos en la naturaleza por efecto de las bacterias en el estómago de los animales; si bien es cierto que pueden ser estudiados, difícilmente, se puede intervenir en este proceso. Los rumiantes, al ingerir el pasto, consumen vegetales que tienen como fuente el ácido linolénico y el ácido linoleico (ambos son ácidos grasos esenciales). Por una serie de procesos, las bacterias que se encuentran en el estómago del rumiante al hidrogenar pueden convertir estos ácidos grasos en el más común de los ácidos grasos, que es el ácido transvaccénico, el cual es trans. Ocurre algo interesante: no se ha demostrado que este tipo de ácidos grasos sea patológico, al igual como ocurre con los trans, que son productos de la industria, como el elaídico. Adicionalmente, este ácido graso transvaccénico, por desaturación, se convierte en el ácido linoleico conjugado, el cual tiene una gran cantidad de efectos beneficiosos. También, el ácido graso transvaccénico, puede convertirse en ácido esteárico, un componente muy importante, por ejemplo, del cacao. En la industria, su aplicación más conocida se encuentra en la fabricación de las velas. Productos que contienen AGT (ácidos grasos trans) • Comidas rápidas. • Cotufas para microondas. • Barras de chocolates. • Productos de pastelería. • Margarinas. Fuentes de los ácidos grasos trans • Hidrogenación industrial de grasas, desde hace más de un siglo. • La transformación microbiana de ácidos grasos insaturados cis en trans, en el estómago de los rumiantes, lo cual es un proceso normal. La ingesta de carnes o productos lácteos favorecen el ingreso de los ácidos grasos trans, aunque es minoritaria. • El calentamiento de los aceites para freír por encima de los 180 °C. Esto no ha sido bien evaluado en nuestro medio, ya que en las ventas ambulantes de comidas esos aceites suelen ser Recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación a los AGT • Límite máximo de AGT < 2% de la grasa total en aceites vegetales y margarinas. • Límite máximo de < 5% en otros alimentos. 6 • Incluir el contenido de AGT en el etiquetado de los alimentos. • Informar la composición de ácidos grasos, incluyendo AGT en comidas ofrecidas en lugares públicos (restaurantes, comedores escolares y otros servicios de alimentación). Para determinar si un alimento tiene ácidos grasos trans, se utiliza una técnica denominada cromatografía gas-líquido (ver figura 3). Figura 3 Cromatografía gas-líquido 3 1 D 2 Se prepara la muestra de una manera determinada, se inyecta en una columna (1), que para los fines de los ácidos grasos trans tiene que ser muy larga (por ejemplo, 100 metros de longitud). Dicho tubo se encuentra dentro de un horno (2). Entonces, cuando se inyecta la muestra, esta va pasando y separando, según su composición, los ácidos grasos incluyendo los trans. Las diferentes concentraciones van a ser graficados en forma de unos picos (3), en porcentaje. En la figura 4 se observan los resultados de esa separación de ácidos grasos en una galleta nacional. Figura 4 Galleta nacional Fuente: Golfetto, I. Consumo de ácidos grasos trans en Venezuela: presente y futuro. Caracas. 2010. 7 La galleta nacional tiene el trans del ácido graso oleico, es decir, el elaídico en un 18% y el linoleico, en menor cantidad (0,4%). En la figura se aprecia, por ejemplo, un pico que corresponde el ácido palmítico, otro que corresponde al ácido oleico y otro al trans del oleico. Aquí se presenta otra galleta nacional etiquetada libre de trans (figura 5), pero ahora el porcentaje disminuye del 18% al 0,5%; se aprecia que la magnitud del pico también disminuye proporcionalmente. Figura 5 Galleta nacional etiquetada libre de trans Fuente: Golfetto, I. Consumo de ácidos grasos trans en Venezuela: presente y futuro. Caracas. 2010. Los análisis hechos en el laboratorio sobre la composición de los ácidos grasos trans, han determinado que en el porcentaje de ácidos grasos trans por cantidad de comida analizada, los valores están casi todos por debajo del 5% de lo que se había estipulado inicialmente. Por otro lado, algunas galletas, por ejemplo, llegan a tener valores desde 17% a 10%. Esto evidencia que es muy variable la cantidad de ácidos grasos trans. La forma de representación “trans más saturados” es interesante porque, la industria, para poder corregir la cantidad de ácidos grasos trans, ha tenido que aumentar un poco los saturados. De tal manera, que el efecto beneficioso de reducir los trans, en parte, está siendo afectada por el hecho de aumentar los saturados. Esos son métodos que utiliza la industria, para dar la consistencia que tienen las margarinas y cualquier otra grasa que se emplea en la elaboración de comidas. En comidas rápidas, la cantidad de trans puede llegar al 15,23% y hasta 24%, es decir, es muy variable. La intervención, el seguimiento y las medidas que ha tomado la Organización Mundial de la Salud (OMS), han hecho que la industria comience a reformular sus productos. Por ejemplo, dos marcas de margarina analizadas en el año 2007, tenían casi 10% de trans. Los análisis realizados tres años después indicaron una reducción importante de los ácidos grasos trans hasta niveles normales. Son considerados libres de trans, porque es muy difícil tener una comida completamente libre de trans. Uno de los objetivos de los análisis que se realizan en la Sección de Lipidología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), es que, haciendo el seguimiento de los diferentes productos que están en el mercado, ocurra algo semejante a lo que refleja la siguiente figura, publicada por Mozaffarian en el 2010 en The New England Journal of Medicine. 8 TFA (g/serving) Figura 6 Efecto de las medidas de reducción del contenido de trans 10 10 9 9 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 1 1 0 TFA Before 2.1= 2.2 g 0 TFA After 0.3= 0.4 g En este gráfico se puede apreciar cómo eran los valores antes de tomar las medidas para la reducción de ácidos grasos trans, y lo que ha ocurrido recientemente: han ido cayendo los valores en los diferentes alimentos. Esta evaluación se realizó en unos 60 productos de venta en los supermercados; lo importante es que cayó el contenido de trans de 2,1% a 0,3%. Ahora bien, si actualmente la tendencia es disminuir los ácidos grasos trans en los productos de ventas comerciales, esta disminución también debe reflejarse en la preparación de las comidas. En la figura anterior se observa que los ácidos grasos trans en la comida de los restaurantes y en los productos trans que se utilizan en ellos también cayeron. Por ello, es de esperar en un futuro, una gráfica semejante a esta en Venezuela. Ojalá que, de ahora en adelante, todos los productos que se analicen puedan estar por debajo del límite aceptado por la OMS. 9 TFA Before 3.5= 1.4 g TFA After 0.2= 0.3 g III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición Aspectos socioculturales asociados a la obesidad Zoraide Lugli Rivero Psicólogo clínico, Magíster en Psicología de la Universidad Simón Bolívar. Docente del Departamento de Ciencia y Tecnología del Comportamiento de la Universidad Simón Bolívar. Docente de la Escuela de Psicología en el Departamento Metodológico de la Universidad Central de Venezuela. Entre sus aportes destacan algunas revisiones en el tema trastornos del comportamiento alimentario, así como la asesoría en algunos trabajos de grado. La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por el aumento de la masa grasa del organismo, produciendo en consecuencia un incremento en el peso corporal. En nuestra sociedad la obesidad se presenta cada vez con más frecuencia. La causa se encuentra, específicamente, en el estilo de vida actual que induce a las personas a desarrollar hábitos de vida inadecuados. Entre estos hábitos se debe mencionar: • La disminución de la actividad física debido a que las personas son más sedentarias porque el horario de trabajo y la rutina diaria no les permite realizar alguna actividad física. • El aumento en la ingesta de comidas rápidas que son ricas en grasas y carbohidratos. importante aclarar el aporte que ha hecho la Psicología en el tema de la obesidad, específicamente en el área de la salud física. Psicología y obesidad Los estudios en Psicología se han enfocado en identificar patrones conductuales asociados al peso, tanto en la actividad física como en los hábitos alimentarios, es decir, la calidad, la cantidad y el patrón de alimentación que tienen las personas. El sedentarismo es uno de los patrones que más se presenta en esta población. Las personas obesas tienen una baja percepción de autoeficacia de la actividad física: no se sienten capaces de realizar una actividad física programada o rutinaria y tampoco se sienten capaces de incluir en su rutina de vida una actividad física no programada; como subir escaleras, ir caminando al trabajo o dejar el carro estacionado lejos para ir caminando al lugar que se requiera. En relación con los estilos de alimentación, se ha encontrado que las personas obesas comen más rápido que las personas con peso normal, además, tienen mayor cantidad de ingesta diaria y, por lo general, tienden a elegir alimentos hipercalóricos. Por otro lado, la Psicología también ha contribuido al manejo y control de las señales ambientales o externas que hacen que los obesos coman más que las personas ¿Por qué la obesidad es un problema? La obesidad se convierte en un problema porque es una enfermedad crónica que afecta la salud física de la persona y, por ello, es un factor de riesgo para desarrollar otras enfermedades crónicas, tales como: • Diabetes. • Hipertensión arterial. • Problemas cardiovasculares, entre otros. La obesidad es también un problema de salud mental porque las personas obesas suelen sufrir psicológicamente. Sin embargo, antes de explicar esta idea, es 10 normopeso. En este sentido, se ha determinado que los obesos en vez de responder a la sensación física o fisiológica de hambre, responden a señales externas. Por ejemplo: si una persona con obesidad desayunó a las 11 a. m. y son las 12:30 p. m. considera que ya es hora de comer aunque no tenga hambre realmente; si pasa por algún lugar y ve una comida que le gusta, que está presentada de forma atractiva, le provoca comer, no importa que haya comido hora y media antes. Entonces, estas señales ambientales son algunos de los focos de intervención en Psicología para ayudar a la persona que quiere perder peso. general: mayor ingesta hipercalórica, mayor sedentarismo y mayor aislamiento social. Este resultado indica que la persona obesa que busca tratamiento tiene un desajuste psicológico que pudiera explicar el por qué sigue involucrado en ese círculo vicioso de comer, comer, comer y seguir engordando a pesar de haber hecho esfuerzos con dietas y control médico para solucionar su problema. A partir de estos hallazgos, los estudios se han centrado en identificar factores de riesgo para el desajuste psicológico o, lo que es lo mismo, identificar variables de corte psicosocial que pudieran estar determinando que una persona obesa sufra psicológicamente mientras otra no, es decir, qué hace que un gordito sea feliz y que otro gordito no lo sea. ¿Cuál es el aporte de la Psicología en el área de salud mental? Inicialmente, lo que se buscó fue identificar un patrón, un perfil de personalidad o de características conductuales que pudieran diferenciar a las personas obesas de las normopesos y que pudieran explicar por qué algunas personas son obesas y por qué otras no lo son. Las respuestas se centraron básicamente en aspectos psicológicos globales tales como la depresión y la ansiedad, así como en tratar de identificar características de personalidad. ¿Cuáles son los principales factores de riesgo? En la Universidad Simón Bolívar se han estado estudiando variables de tipo psicosocial a raíz de la revisión bibliográfica sobre el tema realizada a nivel mundial. Las variables que se han estudiado son: • Insatisfacción con la imagen corporal, variable muy conocida en el campo de la anorexia y de la bulimia, pero que no se ha trabajado suficientemente en el campo de la obesidad. • La actitud hacia la apariencia, es decir, qué tanto influye el ideal de la delgadez valorado por la sociedad. • La discriminación social, el rechazo social, las burlas a las que se ven sometidos los obesos. La actitud hacia la apariencia es una disposición positiva o negativa hacia el ideal estético corporal que está propuesto por la sociedad. Lamentablemente, es reforzado por los medios de comunicación y es interiorizado por la mayoría de las personas. La contextura delgada establecida como la ideal por la sociedad, en el caso de las mujeres está asociada al éxito en la vida: si eres flaca, si tienes las medidas adecuadas, entonces vas a ser feliz y vas a tener éxito. Esta situación origina una dependencia entre la autoestima y el atractivo físico en nuestra cultura. Los comerciales, las películas y las revistas valoran de forma extrema la delgadez, lo cual ocasiona en la población una mayor sensibilidad hacia las burlas, mayor sentimiento de deficiencia sobre el cuerpo y ¿Qué se ha encontrado al respecto? Los estudios realizados con personas normopeso y obesas revelaron resultados contradictorios, es decir, no hay características estables y definidas que permitan decir “por eso ésta es una persona obesa” o “por esto ésta es una persona normopeso”. Fue necesario, entonces, cambiar el foco de atención de las investigaciones sobre obesidad y psicología, centrándose en estudiar la población de obesos en sí. Las nuevas investigaciones seleccionaron a los obesos que buscaban tratamiento. En otras palabras, se partió de la hipótesis de que los obesos que buscaban tratamiento de alguna manera se sentían inconformes con su situación y, por ello, se suponía que debían padecer algún tipo de sufrimiento psicológico. Ahora bien, lo que se encontró fue que los obesos que buscan tratamiento se diferencian de quienes no lo buscan porque tienen mayor depresión, mayor ansiedad, mayor estrés, mayor neuroticismo y tienen un patrón conductual diferente a los de la población obesa 11 mayor insatisfacción con la imagen corporal. En los estudios realizados en la Universidad Simón Bolívar se ha encontrado que si la sociedad valora una figura delgada y “yo soy una persona obesa y además me dejo influenciar por la sociedad, por el valor que establece la sociedad”, evidentemente voy a sufrir por ser obeso. Si por el contrario, “si sé que la sociedad valora ser delgado pero yo me reconozco y me acepto como una persona obesa”, mi sufrimiento psicológico va a ser menor, así como mi sensibilidad hacia las burlas. La insatisfacción corporal está vinculada directamente con la actitud hacia la imagen corporal: “si yo me comparo con este ideal delgado y no me parezco a él, comienzo a ver defectos en mi cuerpo (que pudieran ser imaginarios o reales)”. Entonces, si soy obeso y me dejo influenciar por la imagen aceptada por la sociedad, probablemente tenga un gran malestar hacia mi cuerpo o hacia algún defecto de mi cuerpo. En este sentido, la valoración extrema de la delgadez ocasiona insatisfacción con la imagen corporal y genera, en las personas obesas, un malestar subjetivo, baja autoestima e insatisfacción con la vida. El problema de la autoimagen está relacionado con los desórdenes de la alimentación; la mayoría de las personas con desórdenes alimentarios (como anorexia, bulimia) fueron en algún momento personas obesas y al querer alcanzar el ideal delgado, establecieron una serie de estrategias inadecuadas. Estas personas lograron adelgazar pero perdieron el control, y se fueron hacia el otro extremo. Otro elemento a considerar son las burlas, que cualquier persona ha recibido en algún momento de su vida. Las burlas, son mensajes verbales cuyos contenidos ridiculizan a la otra persona. Por lo general, la persona obesa ha sido víctima de estigmatización social desde pequeña. En esta sociedad, tanto los niños como los adultos se burlan de la apariencia del obeso. Las personas obesas son rechazadas de variadas formas: les cuesta más conseguir trabajo, conseguir pareja o un lugar donde poder sentarse (si hay una obesidad mórbida). También, con mayor frecuencia, suelen ser víctimas de burlas por sus capacidades y competencias: si es niño no puede correr bien, no puede jugar, no se puede esconder; si es adulto le cuesta caminar porque se cansa, y hay muchas actividades que no puede realizar. Los resultados de estudios realizados en la Universidad Simón Bolívar sugieren que este aspecto psicosocial solamente afecta si la persona lo toma como algo importante. Aquellas personas que han interiorizado el valor so- cial de la delgadez son realmente las más sensibles a las burlas y a las críticas de otras personas. Se ha encontrado también que quienes son sensibles a las burlas, se aíslan más y como resultado tienen mayor sedentarismo, se siguen aislando y se perpetúa el ciclo de la obesidad. En resumen, aspectos psicosociales como los señalados en este artículo, constituyen algunas de las causas o explicaciones del por qué el obeso que asiste a tratamiento tiene un sufrimiento psicológico. Ahora bien, frente a ello habría que identificar cómo se relaciona el sufrimiento psicológico con el comer; es decir, cómo viven en concreto quienes padecen esta situación, para poder entender cómo se podría detener el ciclo. Esta relación es sencilla: la ingesta emocional es la estrategia utilizada para el manejo de la emoción, es por esto que las personas obesas cuando están angustiadas, nerviosas, deprimidas, etc., lo que hacen principalmente es comer. Entonces, el ciclo comenzaría con una situación que está molestando a la persona, seguida por una ingesta emocional que lamentablemente sí reduce de manera temporal el estado emocional displacentero, lo cual trae como consecuencia que la persona obesa aprenda que momentáneamente puede sentirse mejor comiendo, pero perpetuando así el ciclo. ¿Cómo romper este círculo? Modificar el estado emocional displacentero implica atacar las causas psicosociales que determinan que el obeso utilice como estrategia la ingesta de alimentos como forma de enfrentar las situaciones difíciles. Por eso es importante que, en primera instancia, se modifique a nivel cultural y social, lo que es valorado como éxito. También es cierto que, los especialistas deberían estar en capacidad de enseñar a estas personas algunas estrategias personales que le permitan controlar dichos aspectos para que sea más efectivo el tratamiento médico y nutricional. Los objetivos terapéuticos deberían estar dirigidos a la disminución de la influencia nociva de los aspectos psicosociales, a modificar las creencias relacionadas con el peso, con el atractivo físico y su relación con el éxito social; así como a manejar adecuadamente los estados emocionales displacenteros. Frente a esta situación, la terapia cognitivo conductual es la más apropiada porque facilita el manejo de estos aspectos, lo cual constituye un tema de desarrollo amplio que se escapa, necesariamente, de los objetivos de este artículo. 12 III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición Hábitos de alimentación saludables: ¿previenen los trastornos de alimentación? Beatriz Verdi de Di Bella Nutricionista, Magister en Psicología, Universidad Simón Bolívar. Internado Docente de Nutrición mención Trastornos de la Alimentación en el Centro Médico de Caracas. Internado Docente de Nutrición Clínica en el Centro Médico de Caracas. Coordinadora de la Unidad de Trastornos de la Alimentación en el Centro Médico de Caracas. Nutricionista Adjunta de la Unidad de Nutrición Integral y Trastornos de la Conducta Alimentaria: UNITCA y Miembro Asociado de la Sociedad Venezolana de Nutrición Parental y Enteral. Coordinadora y docente del Internado Docente en Nutrición Clínica, Centro Médico de Caracas. Ha publicado diversos artículos en revistas y comunicaciones en congresos en el área de la nutrición. En la actualidad, tanto en la práctica clínica como en las investigaciones se observa que los Trastornos de la Conducta Alimentaria implican más criterios diagnósticos que los conocidos en el DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastorno mentales). Los criterios allí considerados son muy limitados y por ello se están revisando para su próxima publicación en el 2013. Debido a que se ha advertido que estas enfermedades son más frecuentes de lo que se creía, se está pensando la posibilidad de categorizar o subclasificar los diversos trastornos que existen e incluir, además, otros nuevos. En las páginas siguientes, se revisará si existe una diferencia entre hábitos de alimentación inadecuados, conductas de alimentación y trastornos de la conducta alimentaria; si estas conductas de alimentación inadecuadas son un factor de riesgo para desarrollar un trastorno, y si los trastornos son más frecuentes de lo que se cree. Finalmente, se comentarán algunos de los avances más destacados sobre este tema. Hábitos de alimentación Los hábitos de alimentación son expresiones de las creencias y tradiciones ligadas a la geografía, la disponibilidad alimentaria, así como también están vinculados a los factores económicos y religiosos de la persona. En este contexto cabe preguntarse: ¿qué es adecuado?, ¿qué es inadecuado en los hábitos de alimentación? y ¿qué es un trastorno de alimentación o una inadecuada conducta de alimentación? El término adecuado corresponde a comer variado, equilibrado, suficiente, completo. Para ilustrar más claramente la definición de “inadecuado” se puede recurrir a los siguientes ejemplos: a) un paciente con problemas de obesidad, de origen mediterráneo, que realiza al día tres comidas copiosas a base de carbo- 13 hidratos (pastas, papas etc.) y de alto contenido energético, b) un paciente que por condiciones laborales no puede ir a su casa a almorzar, no puede dirigirse a un lugar donde le ofrezcan comida saludable y además, su poder adquisitivo es bajo, se verá obligado a acudir a lugares de comida rápida. En ambos casos se está ante un hábito de alimentación inadecuado. No se puede dejar de lado otras situaciones que están fuera de los criterios ya conocidos, por ejemplo: ¿cómo se definen o clasifican las personas que hacen una comida al día, que no desayunan, comen varias veces al día o se levantan en la noche a comer, que realizan comidas de forma compulsiva, ayunan o hacen dieta constantemente de manera permanente? ¿Podrían definirse estas conductas como trastornos de la conducta alimentaria? mentarias tales como: ayunan, omiten las comidas… En la consulta, muchos profesionales dicen: “¿quién no hace dieta?”. De esta manera se resta importancia a un posible trastorno y, sencillamente, el nutricionista o nutrólogo le entrega al paciente un plan de alimentación para perder peso. En este sentido, se debe preguntar a los pacientes: ¿Usted se ha sometido muchas veces a dieta? Si la respuesta es positiva: “Sí, casi toda mi vida”, ese es un paciente que, muy probablemente, debe tener un problema de alimentación. Se cree que existe un bajo porcentaje de pacientes con trastornos. Realmente no es así, pues los avances están indicando que el padecimiento de algunos de estos trastornos va en ascenso. Existen conductas inadecuadas de dietas, por los momentos así las están denominando, que se observan frecuentemente en los adolescentes (ayunos prolongados, restricciones severas, consumo selectivo de alimentos, etc.). Este es un concepto de dieta utilizado en las diversas investigaciones que han estudiado los hábitos de alimentación como desencadenantes de los trastornos de la conducta alimentaria, puesto que esas conductas conllevan a la ingesta compulsiva de alimentos (atracones) con ciclos repetitivos de restricción- compulsión. ¿Este comportamiento es un factor de riesgo o se está ante el inicio de un trastorno de alimentación? Por lo general, los pacientes con anorexia empiezan, sencillamente, restringiendo el consumo de golosinas o con una dieta; sin embargo, su alimentación se va haciendo cada vez más restrictiva, hasta el punto de no comer o convertir la alimentación en ayunos seguidos por atracones. Las preocupaciones y los trastornos de la conducta alimentaria se agrupan en un continuo y estos van desde una insatisfacción corporal leve a estados graves de anorexia, bulimia u otro desorden de alimentación, tal como se puede apreciar en la figura 1. A lo largo del intervalo entre los puntos de inicio y el terminal, se encuentran las conductas dietéticas y los comportamientos de trastornos de alimentación graves, como lo son el vómito, uso de laxantes, ingestas de píldoras adelgazantes y atracones. La participación en conductas anoréxicas y regímenes poco saludables tal vez no sea lo bastante frecuente o intensa para cumplir con los criterios diagnósticos para definirlos como un Trastornos de la conducta alimentaria Según el DSM IV, los trastornos de la conducta alimentaria se incluyen en esta clasificación general: • Anorexia nerviosa (restrictiva y purgativa). • Bulimia nerviosa. • Trastorno de alimentación no específico (EDNOS, por sus siglas en inglés: Eating disorder not otherwise specified). • Comedor compulsivo o trastorno por atracón (TPA). Hoy día, esta clasificación se está ampliando ya que, en el caso concreto del Trastorno de alimentación no específico, se incorporan todos aquellos pacientes que no manifiestan uno de los criterios para determinar anorexia, bulimia o al comedor compulsivo, como por ejemplo, aquella paciente que no ha tenido amenorrea por ausencia de la menarquía pero que ya presenta inadecuadas conductas de alimentación (conductas, no hábitos). Por lo tanto, como se señaló anteriormente, hay trastornos que no aplican para la clasificación internacional de enfermedades y están apareciendo nuevas conductas que se están estudiando para ser incluidas dentro del DSM V. La expresión “Todo el mundo hace dieta hoy día”, se está usando, actualmente, muy a la ligera. Esto es preocupante ya que existen muchos estudios, de evidencia tipo A, donde se observa que en los colegios, los adolescentes mantienen inadecuadas conductas ali- 14 trastorno de la conducta alimentaria, sin embargo, estas conductas llegan a afectar de manera negativa la salud y tal vez conduzcan al desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria. Figura 1 Continuo de preocupaciones y trastornos relacionados con el peso Trastornos de alimentación Insatisfacción corporal Conductas de dietas Trastorno de conducta alimentaria ya establecido y avanzado Fuente: Verdi, B. Hábitos de alimentación saludables: ¿previenen los trastornos de alimentación? Presentada en las III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición. Caracas, Venezuela; 2010. En la figura 2 se aprecia cómo, según reportes en la literatura médica, la prevalencia de la anorexia es de 0,3 a 1%; bulimia de 1 al 4% y los EDNOS 15%. Es importante recordar que el DSM V y el IV están ampliando los criterios. El comedor compulsivo se observa en 30% de los pacientes con control de peso, los cuales pueden ser la mayoría de los pacientes que se ven en la prác- tica clínica. Las conductas de dieta en las adolescentes se encuentran en 10 a 20% e incluso hasta un 44%. Con respecto al síndrome del comedor nocturno, no hay realmente estudios de prevalencia, sin embargo, se ha visto que en personas con obesidad y a mayor índice de masa corporal, esto es mucho más frecuente. Figura 2 ¿Los trastornos de la conducta alimentaria son más frecuentes de lo que creemos? Anorexia Bulimia Comedor compulsivo Trastornos de alimentación no específicos 0,3 al 1% 1 al 4% 30% con control de peso. 2% P G 15% Conductas de dietas 10 al 20 % adolescentes Comedor compulsivo 43% de población de obesos Fuente: Verdi, B. Hábitos de alimentación saludables: ¿previenen los trastornos de alimentación? Presentada en las III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición. Caracas, Venezuela; 2010. 15 Existen múltiples estudios de evidencia tipo A. El Centers for Disease Control and Prevention (CDC), analizando una muestra de 450 estudiantes observó que: 46% de los estudiantes de 9 a 12° grado manifestaban conductas de dietas no saludables, omitían el desayuno, no realizaban actividad física, tenían un consumo de frutas y vegetales bajo, 23% reportaron ayunos de 24 horas y de 6 a 12% usaron actos purgativos tipo vómitos, laxantes y diuréticos. Este mismo comportamiento se observa en los pacientes que vienen a la consulta para perder peso, muchos han usado píldoras, la dieta de la piña, etc., si eso se mantiene en el tiempo hay que prestarle más atención y debe manejarse en conjunto con un equipo multidisciplinario. La conducta que se está observando en los adolescentes es alarmante: adolescentes sin problemas de sobrepeso presentan conductas de dietas. En otra investigación donde se estudiaron 459 adolescentes (12-17 años) los resultados indicaron que 44% tenía conductas de dietas. Los adolescentes, y muchas veces los adultos, también buscan un método rápido para perder peso, a pesar de que en la mayoría de los casos son poco efectivos. Estudios longitudinales han comprobado que estas conductas de dietas no predicen pérdida de peso ni son mantenidas en el tiempo, además, está demostrado que a los 5 años de haber hecho dietas, los pacientes tienen 3 veces mayor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad. Otro estudio señala que estas conductas inadecuadas aumentan 8 veces más el riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria. De esto lo más preocupante es el sobrepeso, ya que se presenta luego de 5 años, o según los estudios longitudinales, después de hacer dietas restrictivas o desarrollar conductas inadecuadas. La mayoría de los estudios se basa en la teoría de la restricción dietética donde los procesos cognitivos, que deberían ser normales son interrumpidos; entonces, se pierden las señales de hambre y saciedad fisiológica. Qué ocurre fisiológicamente: • Se agotan las reservas de glucógeno hepático. • Ocurre una hipoglucemia sintomática o asintomática. • Empieza la sensación de hambre (voraz). • Pérdida del control de la ingesta de alimentos y, seguidamente, se procede un atracón. El atracón es señal de una hipoglicemia. La persona busca ingerir carbohidratos complejos o carbohidratos sencillos para satisfacer la necesidad del sistema nervioso central. Enseguida lo embarga una sensación de culpa, y se da inicio al ciclo de restricción, no solamente de ayuno sino al uso de píldoras, diuréticos, etc. Cuando todas estas conductas inadecuadas son mantenidas, se produce una disminución de la tasa metabólica; como resultado de todas estas restricciones, sobrevienen el sobrepeso y la obesidad. De esta manera, si el sobrepeso y la obesidad están asociados con estas conductas y no al paciente con hábitos inadecuados, estamos ante cualquier trastorno de la conducta alimentaria. Si además, esta situación viene acompañada de la insatisfacción corporal, pareciera ser un componente bien importante para la frustración, pues no se logra el objetivo de mantener la pérdida de peso. Adicionalmente, estas personas tendrán problemas de autoestima y poco autocontrol con lo cual se está favoreciendo el trastorno. No obstante, también hay personas que padecen obesidad y mantienen inadecuados hábitos de alimentación (3 comidas copiosas de alto contenido energético, aunado a un sedentarismo) que no manifiestan preocupación por su imagen corporal y, en ese sentido, no presentan estos problemas. ¿Es la obesidad un trastorno de la conducta alimentaria? Las propuestas para el DSM V tienen una visión, y en los últimos años han incrementado el interés en el rol que la obesidad puede jugar en la nomenclatura psiquiátrica. Estudios epidemiológicos han demostrado una asociación positiva entre obesidad y formas de enfermedades mentales, indicando que la comorbilidad observada en trabajos clínicos no es simplemente una detección casual. Finalmente, la presencia de características similares en personas con obesidad, adicción a drogas y conductas compulsivas conducen a que algunos investigadores concluyan que la obesidad, caracterizada por un consumo compulsivo de alimentos, puede ser incluida como un desorden mental en el DSM V. Sin embargo, no se puede etiquetar como una enfermedad mental, al menos que la obesidad sea el resultado de una conducta inadecuada y, en este caso, la denominan obesidad relacionada a 16 Nuevos retos ante los trastornos de la alimentación y cómo se manifiestan actualmente un trastorno de la alimentación. Esta premisa es muy importante porque los nutricionistas insisten en entregar planes de alimentación convencionales, en los cuales el paciente no se conecta con la dieta pues, en su caso, la obesidad es secundaria en relación con un desorden de alimentación. Por eso es fundamental diagnosticar adecuadamente, si la obesidad es el resultado de un hábito inadecuado o de una mala conducta. • Hay problemas nosológicos y de clasificación. • Es necesario categorizar los diagnósticos dependiendo de la dimensión. • Es necesario observar y establecer un concepto de cronicidad, de inicio de enfermedad o ponerle otro nombre cuando es de inicio. Ahora bien, los aspectos a analizar serían los siguientes: • ¿Cómo se describen los trastornos de la conducta alimentaria?. • Categoría frente a la dimensión. • El método categorial en los trastornos. • Exigencia de los síntomas que se cumplen o no dentro de los criterios de anorexia, bulimia u otros. • La atipicidad de los trastornos no específicos es estadísticamente típico. • Continuum de los trastornos. De tal manera que la nueva propuesta de definición de los trastornos de la conducta alimentaria podría presentarse en los siguientes términos: alteración del comportamiento persistente o conducta alimentaria destinada al control del peso que significativamente perjudica la salud física o el funcionamiento psicosocial. Por lo que se debería objetivar: • El deterioro físico de la persona que cursa con uno de estos trastornos. • Alimentación normal, anormal. • Funcionamiento psicosocial. • Hay que definir ampliamente el concepto de atracón y de purga. Como conclusión, es importante deslindar si se está ante un hábito de alimentación adecuado o frente a una conducta de alimentación inadecuada que pudiera conducir a un trastorno de la conducta alimentaria. Por otra parte, también es necesario esperar los nuevos criterios que se publicarán en la próxima edición del DSM (V edición), pues es de esperarse que facilitarán la comprensión, el análisis y el abordaje de este tipo de trastornos. Características especiales de los trastornos de alimentación • Etiología multideterminada en la que hay un continuum dimensional en lo conductual y psicológico. • ¿Los trastornos de la conducta alimentaria requieren condiciones diferentes en el marco de la salud mental? Es muy frecuente observar la resistencia de los pacientes a acudir a los psicólogos o psiquiatras. • Lo psicológico lo aleja del modelo médico. • Los pacientes no se benefician de los recursos de las patologías médicas. • A pesar de los manuales de clasificación, los trastornos son de difícil concreción nosológica. • El espectro de trastornos de la conducta alimentaria es amplio: obsesión, compulsividad, personalidad, impulsividad, afectividad, etc. Es necesario considerar otras alteraciones y por eso es recomendable trabajar con un psicólogo, un psiquiatra, es decir, con un equipo completo. Las nuevas formas clínicas de los trastornos son preocupantes • Hay un aumento progresivo de los cuadros incompletos o atípicos, que no tienen nombre, apellido o alguna clasificación en el DSM-IV. • Hay un aumento del trastorno por atracón: la mayoría de los pacientes que asisten a la consulta manifiestan estos desórdenes. • Insatisfacción en los pacientes obesos: obesidad infantil, ortorexia, vigorexia y todas las “éxias”. 17 Referencias bibliográficas Calderon LL, Yu CK, Jambazian P: Dieting practices in high school students. J Am Diet Assoc. 2004;104:1369-374. Van den Berg P, Neumark-Sztainer D, Hannan PJ, Haines J. Is Dieting advice from magazines helpful or harmful? Five-year associations with weight-control behaviors and psychological outcomes in adolescents. Pediatrics. 2007;119:1:e30-e7. Neumark-Sztainer D, Wall M, Haines J, Story M, Eisenberg ME. Why does dieting predict weight gain in adolescents? Findings from project EAT-II: A five-year longitudinal study. J Am Diet Assoc. 2007;107(3):448-55. Neumark-Sztainer D. Can we simultaneously work toward the prevention of obesity and eating disorders in children and adolescents? Int J Eat Disord. 2005;38:220-27. 18 III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición Estrategias de intervención en la bulimia Ernesto Rodríguez Psiquiatra de la Universidad Central de Venezuela, se desempeña en el Hospital Universitario de Caracas, adjunto al Servicio de Reumatología. Coordinador de la Unidad de Trastornos de la Alimentación en dicho centro. Profesor de la Escuela de Medicina Luis Razetti, es coordinador del Post grado de Psiquiatría del Hospital Universitario de Caracas. Uno de los trastornos de la conducta alimentaria es la bulimia nerviosa. Este trastorno –que consiste en comer excesivamente y luego, a través del vómito o el uso de laxantes, expulsar la mayor cantidad de alimentos– está vinculado con una serie de manifestaciones caracterizadas por creencias, actitudes y comportamientos patológicos referentes a los alimentos, el peso y la imagen corporal. De manera que existirían dos pilares de alteraciones: lo referente a la percepción de la imagen corporal –como se ven a sí mismos– y lo referente a la alimentación –qué y cómo se consumen los alimentos. En la bulimia, al igual que en la obesidad, el gran actor es el atracón. En la obesidad, sin embargo, pueden incidir razones médicas (problemas metabólicos, hormonales, entre otros) además de las razones propiamente vinculadas a la cantidad y calidad de alimentos que se ingieren. Se entiende por atracón la ingesta de alimentos en un corto tiempo, en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar y en las mismas circunstancias, y la sensación de pérdida del control sobre la ingesta del alimento. seguidos de conductas compensatorias con el objeto de disminuir el efecto que sobre el organismo tienen los atracones. Entre los recursos utilizados por los pacientes se puede mencionar: vómitos autoprovocados, uso de laxantes, diuréticos y enemas u otros fármacos, ayuno, ejercicios prolongados y esos atracones o conductas compensatorias que tienen lugar dos veces a la semana como promedio, durante un período de tres meses. La consideración del tiempo es un dato significativo, pues en medicina, y también en psiquiatría, lo que definitivamente diferencia lo normal de lo patológico es la intensidad y la duración de los síntomas, de manera que siempre hay un criterio temporal y de intensidad. El otro gran pilar de estos trastornos es la evaluación o percepción de la imagen corporal. Las pacientes, generalmente son mujeres, que padecen bulimia, tienden a hacer una autoevaluación exagerada del peso y la silueta corporal. Existen dos tipos de conductas compensatorias. Determinar cuál manifiesta cada paciente es fundamental para el tratamiento y la comorbilidad: • Purgativos, durante los episodios la paciente se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, enemas y diuréticos. • No purgativos, la paciente emplea otras conductas compensatorias como el ayuno o el ejercicio intenso. Existe una regla nemotécnica, probablemente conocida por todos: Criterios de la bulimia El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) es considerado el patrón de oro desde el punto de vista clínico. Allí, la bulimia está descrita como una serie de atracones recurrentes pero 19 •Compulsiones. •Comilonas. •Control excesivo de peso. •Catarsis autoinducida. Esta regla se usa desde el punto de vista clínico para hacer el diagnóstico. No obstante, hay una serie de signos físicos importantes que es esencial considerar a la hora del diagnóstico porque no necesariamente con sólo explorar los criterios se podrá hacer un diagnóstico adecuado. Quizás el mayor problema para la detección de la bulimia es que los síntomas no son tan evidentes como los de la anorexia. Las pacientes bulímicas, además de demorar mucho tiempo antes de consultar, desarrollan gran capacidad para ocultar los síntomas, incluso por años. Existen signos físicos que en la observación de la paciente y mientras se le hace el interrogatorio pueden ir orientando el diagnóstico. Los síntomas que pueden presentar son: • Deshidratación • Piel seca y descamada • Caída del cabello • Hipertrofia parotídea • Petequias y esquímosis en cara • Erosiones • Erosión del esmalte dental, los odontólogos que están sensibilizados con esto hacen diagnósticos de bulimia de manera importante. • El signo de Russell, que son las costras o lesión que se hace en el dorso de la mano al provocarse el vómito. que las que respondieron negativamente a todas las preguntas. Si se contesta positivamente a las 5 preguntas, no hay duda de que existe un trastorno de la conducta alimentaria, al cual habría que ponerle después apellido: si es anorexia o bulimia. Otros instrumentos específicamente para hacer seguimiento son: • EAT-26 (Eating Actittude Test) • EDI (Eating Disorders Inventory) • BSQ (Body Shape Questionnaire o el Cuestionario de imagen corporal) También están traducidos y validados en español y son de mucha utilidad en la práctica. Trastorno por Atracón (TPA) y bulimia, ¿dos padeceres distintos? El Trastorno por Atracón (TPA) y la bulimia tienen algunas diferencias importantes, por ejemplo los pacientes con TPA presentan: • Mayor frecuencia de obesidad grave, un índice de masa corporal mayor a 35 y mayores fluctuaciones de peso que en los pacientes con bulimia. • Ingieren significativamente un mayor número de calorías que los obesos sin TPA. • Los atracones en pacientes bulímicas contiene un mayor de porcentaje de carbohidratos y azúcar que los pacientes con TPA. Casos y estadísticas En Venezuela hay un grave problema, como en muchas situaciones médicas y patológicas que es el déficit de estadísticas. Lo que se puede presentar son algunas cifras de incidencia en el grupo de trabajo del cual formo parte. La incidencia es el número de pacientes nuevos que por año consultan, así sea una sola vez y se les hace un diagnóstico de la conducta alimentaria, sigan o no en consulta; esto es así, porque uno de los grandes problemas, como se verá después en el tratamiento, es la gran deserción y la poca adherencia que al tratamiento tiene en estas pacientes. En nuestro grupo de trabajo, el promedio de incidencias es 20 casos nuevos por año, esto es una estadística muy limitada a nuestro grupo de trabajo. El porcentaje de pacientes que padecen anorexia es el mayor –más o menos 40%–; seguido por la bulimia, y el ¿Cómo hacer seguimiento a pacientes bulímicos? Aparte de la observación clínica y el interrogatorio, existen algunos instrumentos que se pueden usar en la práctica. En primer lugar, el Sick Control On Fat Food Questionnaire (SCOFF)1, traducido, validado y adaptado en Colombia. Este es un instrumento muy sencillo que permite diagnosticar trastornos en la conducta alimentaria en general, no en específico. En español tiene una sensibilidad y especificidad menor que en inglés pero está a la disposición para poder ser utilizado en la práctica. El SCOFF está constituido por 5 preguntas. Si la paciente contesta positivamente 2 preguntas de este cuestionario, la posibilidad de que exista un trastorno de la conducta alimentaria es de 12 a 13 veces mayor 20 trastorno de alimentación no especificado que es más o menos 23%; TPA es aún menor, un 6 o 7%. Dentro del abordaje, se deben tener en cuenta los criterios, los instrumentos que se pueden utilizar y los signos que se observan a través de la exploración física. Sin embargo, también hay que tener en cuenta la comorbilidad, particularmente en el caso de bulimia, el trastorno en sí es más controlable, e incluso, mucho más controlable que el de anorexia. El problema lo presenta la comorbilidad y las complicaciones tanto desde el punto de vista médico, como desde el punto de vista psiquiátrico. En la tabla 1 se aprecia la comorbilidad en cuanto a patología psiquiátrica, es un cuadro compa- rativo entre la anorexia, la bulimia y el TPA, presentado en el Congreso de la Asociación Psiquiátrica Americana, en el año 2008. Por ejemplo, el trastorno obsesivo compulsivo es mucho más frecuente en la parte de anorexia nerviosa y mucho menos en la bulimia. El trastorno por estrés postraumático y los antecedentes traumáticos de estresores es bastante frecuente en bulimia y el abuso de sustancias es más frecuente en la bulimia que en la anorexia, factor además de muy mal pronóstico cuando hay comorbilidad de abuso de sustancias, bien sea alcohol o droga en el seguimiento y en el pronóstico de estos trastornos. Tabla 1 Comorbilidad Eje I Anorexia Trastorno depresivo 50 - 70% 50 - 70% 50% Trastorno de ansiedad 23 - 66% 25 - 75% 9 - 46% Fobia social 24 - 55% 17 - 59% Trastorno obsesivo compulsivo 10 - 66% 3 - 4% Trastorno por estrés postraumático Trastorno bipolar 0 - 8% Abuso de sustancias Bulimia TPA* 37% 22% 0 - 19% 0 - 10% 22 - 28% 8 - 33% TPA:trastorno por atracón Fuente: Rodríguez, E. Estrategias de intervención en la bulimia. Presentada en las III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición. Caracas, Venezuela; 2010. Lo que se llama en el DSM en el eje 2, que corresponde a los trastornos de personalidad, en las pacientes con bulimia se observa una gran preponderancia de trastornos de personalidad límite, seguido por el dependiente. Los trastornos de personalidad son característicos de personalidades rígidas y exacerbadas que de alguna manera interfieren en la relación de la persona con su entorno social, laboral o familiar. El trastorno de personalidad límite es un trastorno de personalidad muy complejo, se trata de personas que tienden a establecer vínculos muy bizarros o de gran dependencia o de gran rechazo; manifiestan, además, una gran dificultad en el manejo de los límites y en las relaciones. Este es el trastorno de personalidad que predomina fundamentalmente en las pacientes con bulimia nerviosa. 21 En el abordaje de estos trastornos es muy importante tomar en cuenta las complicaciones. Estas complicaciones son consecuencia de los atracones, pero fundamentalmente de las conductas compensatorias. Los desequilibrios hidroelectrolíticos son muy significativos, así como también las complicaciones cardiovasculares, calambres y miopatías, problemas del tracto gastrointestinal producido por los vómitos, cuerdas vocales y la salud bucofaríngea. • Incluir a familiares como auxiliares del tratamiento. • Prevenir recaídas. El tratamiento tanto en la anorexia como en la bulimia, no solamente debe ser individual, está más que claro que tiene que ser interdisciplinario y tiene que incluir a la familia. En la figura 2 se muestra una pirámide que resume lo que sería el abordaje de estos trastornos. Indudablemente, en complicaciones como en comorbilidad hay que tener una buena evaluación médica, psiquiátrica y nutricional en primer lugar. El tratamiento va, en un principio, al control de los síntomas y a la psicoeducación, y se cuenta con 2 herramientas fundamentales desde el punto de vista terapéutico: la fármacoterapia y la psicoterapia. A nivel de psicoterapia, lo primero es psicoeducación para crear en el paciente la conciencia de enfermedad. Lo que funciona inicialmente es la terapia cognitivo-conductual, después puede haber intervenciones familiares y grupales, familiares sobre todo. La psicoterapia ya es individual, probablemente de otro tipo de orientación, y la prevención y el seguimiento. Estrategias de intervención Los objetivos del tratamiento serían: • Eliminar o reducir atracones y purgas. • Prevenir o tratar las complicaciones físicas, sobre todo las del tracto gastrointestinal. • Psicoeducación y la motivación al tratamiento. El primer paso en el tratamiento en estas pacientes es la psicoeducación tendiente a crear conciencia de enfermedad en la paciente y en la familia. • Cambio de patrones en cuanto a rutinas de alimentación y percepción de la imagen corporal. • Diagnosticar y tratar comorbilidad psiquiátrica. Figura 2 Seguimiento Prevención Psicoterapia individual Psicoterapia dinámica Terapia familiar o grupal Psicoeducación Control de síntomas Fármacoterapia/TCC Evaluación nutricional Evaluación médica y psiquiátrica Fuente: Rodríguez, E. Estrategias de intervención en la bulimia. Presentada en las III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición. Caracas, Venezuela; 2010. 22 Modelos de psicoterapia En cuanto a la parte de medicamentos y de fármacoterapia y psicoterapia –con las que se cuenta en este momento– hay revisiones de la literatura con objeto de tener alguna evidencia al respecto. En la relación de los antidepresivos versus el tratamiento psicológico, los estudios confirman que la psicoterapia sola es más efectiva que el tratamiento farmacológico. Los antidepresivos indudablemente son más efectivos que el placebo; pero la psicoterapia y los antidepresivos son más efectivos que la psicoterapia sola. El gran problema que se presenta ante la efectividad de las intervenciones, es la gran deserción del tratamiento, tanto desde punto de vista combinado como cuando solo interviene la psicoterapia o bien fármacoterapia. Se podría dividir la psicoterapia en dos grandes grupos: uno orientado al síntoma consciente al problema y por eso es que al principio indudablemente da más resultados la terapia cognitivo-conductual; y otro, más orientado al conflicto, más al inconsciente. Definitivamente los trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia son entidades complejas. La alimentación es lo que tiene que ver con la vida desde el nacimiento y hasta la muerte; estas son entidades desde el punto de vista psicológico muy complejas en las cuales no solamente el control puntual de los síntomas es lo que va a ayudar a los pacientes sino que existen otras situaciones psicológicas desde el punto de vista psicoterapéutico que hay que abordar para un mejor control de la enfermedad. Psicoterapia o antidepresivos No hay diferencia significativa en cuanto a la eficacia entre los diferentes antidepresivos. La diferencia está vinculada a los efectos colaterales. Los tricíclicos son los antidepresivos más clásicos. Se han realizado estudios que relacionan su uso en trastornos de alimentación y se han observado que sus efectos colaterales en cuanto a síntomas anticolinérgicos, son muy importantes. Con el advenimiento de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina los efectos colaterales han sido mucho menores y la efectividad es comparable a los antidepresivos tricíclicos. Los otros tipos de antidepresivos son los duales. Estos no actúan solamente a nivel de serotonina sino de serotonina y norepinefrina. Su efectividad es comparable a los inhibidores de la recaptación de serotonina y el perfil de efectos colaterales también es adecuado en comparación con ellos mismos y con los tricíclicos. La terapia cognitivo-conductual es más eficaz. Es la terapia definitivamente más adecuada y efectiva inicialmente y sobre la que se publican muchos más trabajos pues es una terapia mucho más objetiva. Sin embargo, la recomendación es realizar estudios y trabajos comparativos con otro tipo de abordaje psicoterapéutico. El conflicto psicodinámico particularmente con la figura materna es frecuente y muy importante, y no puede dejar de abordarse en estas pacientes Lamentablemente, hay una altísima tasa de abandono de tratamiento. La terapia cognitiva El principio fundamental en que se basa la terapia cognitiva es que los pensamientos están asociados a las emociones y las conductas y, a su vez, en interrelaciones con el ambiente y las reacciones físicas. Con el enfoque de la terapia cognitivo-conductual, lo primero que se hace es darle una lista al paciente para que este escriba su pensamiento, lo que sintió y lo que hizo durante las diferentes horas de las comidas. El conocimiento de ese registro permite que el especialista pueda intervenir en creencias, actitudes, pensamientos, sentimientos y acciones, de manera de ir controlando los síntomas. Hay un espacio muy útil, y es ahí donde se debe actuar, el que existe entre la sensación de ir al atracón y hacer el atracón, y la sensación después de haber comido e ir a vomitar inmediatamente. Ese espacio de tiempo no se utiliza y es sobre el que se debe actuar para poder detener el atracón o la conducta compensatoria. Igual sucede a nivel de pensamiento. Es importante saber cuál es el pensamiento que aborda al paciente durante las comidas para, de alguna manera, tratar de equilibrar o contraponer pensamientos en contra de estas conductas distorsionadas. Cuando una persona toma uno o tres laxantes porque no va al baño está bien, pero si los empieza a tomar incluso siendo la misma dosis con la idea de que quiere tener diarrea para no estar gorda, ya no está bien. 23 La intención de la ingesta del medicamento en un caso es normal y en el otro es totalmente patológica. No hay duda de que hay una efectividad de los antidepresivos. Hay unas guías de tratamiento de la Federación Mundial de Sociedades de Psiquiatría Biológica recientemente publicadas que especifican un poco más las herramientas que se tienen. Ellos revisaron los estudios publicados con respecto al año 1977 y 2008 y encontraron 147 estudios, 46 se referían a anorexia nerviosa, 58 a bulimia y 43 a TPA. De los estudios analizados que aportaban datos con respecto a bulimia, 30 de los 58 confirman el uso de los antidepresivos. Los antidepresivos tricíclicos tienen evidencia de categoría A y son efectivos, el problema son los efectos colaterales. La relación riesgo/beneficio es moderada. Con relación a los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina (ISRS), la evidencia es de categoría A y la relación riesgo-beneficio es buena. El perfil de efectos colaterales es prácticamente nulo en estos medicamentos. Otros medicamentos como el Topiramato tienen evidencia A y han manifestado buenos resultados tanto para TPA como para bulimia. En TPA, 22 de 43 estudios daban para antidepresivos los ISRS, la Sertralina y las duales, evidencia de tipo A. Otro como el Topiramato, Atomoxetina y Sibutramina evidencia A y recomendado; no tenemos experiencia con Atomoxetina y Sibutramina pero sí hemos tenido experiencia bastante buena con el Ondansetron. Hay algunos estudios, en los que se nombra fundamentalmente uno, que es el estudio del Ondansetron en bulimia nerviosa. Se ha prescrito en dosis de 2 a 4 miligramos 30 minutos antes de las comidas con el fin de ejercer un efecto biológico sobre la prevención de los vómitos. La tabla 2 fue presentada en la Asociación Psiquiátrica Americana sobre el tratamiento farmacológico del TPA. Como se aprecia, con la terapia cognitivo- conductual el nivel de evidencia es alto, igual que en la disminución de los atracones; en la disminución del peso, tiene un efecto menor. La terapia interpersonal (I-P) tiene un nivel de evidencia menor, pero es muy efectiva en el control de los atracones y en la disminución del peso no es tan efectiva. Tabla 2 Tratamiento del Trastorno por atracón Psicoterapia Nivel de evidencia Atracón Peso +++ +++ + ++ +++ + + + ++ + + ++ ++ + + + ++ + + ++ + ++ ++ + ++ ++ ++ + ++ + + ++ + Terapia Cognitivo-Conductual Terapia Interpersonal Fármacoterapia Antidepresivos tricíclicos Fluoxetine Fluvoxamina Citalopram Sertralina Sibutramina Topiramato Venlafaxina Escitalopram Fuente: Rodríguez, E. Estrategias de intervención en la bulimia. Presentada en las III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: la doble carga de la malnutrición. Caracas, Venezuela; 2010. 24 Por su parte, la fármacoterapia y los antidepresivos tricíclicos (AT) tienen un nivel de evidencia bueno y de bueno a regular en la disminución de los atracones. El Topiramato tiene una buena evidencia con la disminución de los atracones y disminución del peso. años en Venezuela todos los equipos de cirugía bariátrica tienen en su equipo nutricionistas, psicólogos y psiquiatras, los cuales evalúan minuciosamente a los pacientes. Trastorno por atracón posterior a la cirugía bariátrica Los pacientes que se someten a esta cirugía tienen un seguimiento antes de la intervención para descartar la posibilidad o antecedente de un trastorno de la conducta alimentaria, y de igual manera después. Por supuesto que los trastornos son más frecuentes en los pacientes con trastornos previos. El comienzo de la anorexia es realmente raro y la sintomatología parcial es lo usual. El TPA postoperatorio es importante, pues también existe el trastorno de la alimentación postquirúrgica, caracterizado por la intensa y rápida pérdida de peso, restricción voluntaria de la ingesta, conductas purgativas, distorsión de la imagen y gran monto de ansiedad. Conclusiones y recomendaciones • Se recomienda comparar otras intervenciones psicológicas, como las psicoterapias interpersonales, psicodinámicas, expresivas de apoyo e interpersonales focales, así como las terapias de autoayuda y conductuales, con los antidepresivos y los tratamientos combinados. • Se necesitan más evaluaciones de ensayos de fármacos a mayor plazo y de otros tratamientos farmacológicos, cómo los nuevos antiepilépticos. • También se recomienda incluir pacientes bulímicos con enfermedades comórbidas graves observadas frecuentemente en los contextos clínicos (como la depresión y el abuso de sustancias). • Se necesitan más estudios con mayores tamaños de la muestra para realizar una mejor estimación de la efectividad. • Revisar las causas de la poca adherencia. Para finalizar, se señalan aspectos que se observan en los pacientes con obesidad mórbida en protocolos de cirugía bariátrica. Afortunadamente, ya hace unos 5 o 6 Referencia bibliográfica 1. Germán E. Rueda-Jaimes, MD Validación del cuestionario SCOFF para los trastornos de alimentación en Colombia Avances en Psiquiatría Biológica. 2006. VOL. 7 25 III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición El niño conectado Tamara Salmen Postgrado en Pediatría realizado en el Hospital Miguel Pérez Carreño, UCV. Postgrado en Conducta y Desarrollo Infantil, Hospital de Niños de Boston. Especialista en Conducta y desarrollo infantil, Servicio de Neuropediatría, Conducta y Desarrollo del Centro Médico Docente La Trinidad. Ha publicado artículos en revistas y presentado comunicaciones en congresos de su especialidad. Para muchas personas es poco conocida la relación que existe entre la nutrición y la exposición a los medios de comunicación. Aun más se desconocen las consecuencias negativas que puede tener el estar expuesto por muchas horas, especialmente durante la infancia y la adolescencia, a cualquiera de los medios de comunicación: televisión, internet, redes sociales, revistas… Es por ello que, en este artículo y a partir de los estudios realizados por la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría, se señalarán los efectos que esta exposición puede tener sobre la salud de los individuos así como también algunas recomendaciones para enfrentar tales efectos. La revista Pediatrics en su edición de abril de 2010 ofrece resultados y conclusiones de estudios realizados con más de 20, e inclusive hasta de 30, años de duración. Estos estudios, en primer lugar, aclaran que todos los medios de comunicación tienen definitivamente un impacto en aspectos de salud sobre los niños y adolescentes. Este impacto se manifiesta en el comportamiento agresivo, la conducta sexual, el consumo de drogas y, también, en trastornos de la alimentación. Una de las conclusiones más importantes refiere que los niños y adolescentes de hoy invierten más tiempo en los medios que en cualquier otra actividad de su vida diaria, excepto dormir. Algunos duermen un poco más de 7 horas diarias, pero el tiempo que invierten utilizando los medios supera las horas de descanso. Hace algunos años se pensaba que el promedio era de 4 horas diarias, los nuevos aparatos y el desarrollo de los ya existentes han aumentado el contacto a 7, de ellas, 4 horas y 30 minutos se dedican a ver televisión, 2 horas y 30 minutos para escuchar música (Ipod, radio…), hora y media en la computadora, hora y cuarto en videojuegos, en medios impresos invierten 38 minutos y en películas apenas 25 minutos. Se podría pensar que es un poco exagerado decir que los niños o los adolescentes están expuestos a estas tecnologías durante tantas horas al día. Sin embargo, si se considera que algunos de ellos antes de ir al colegio están bajando música de la computadora; de camino al colegio chatean con los amigos por el celular; de regreso a casa usan el Nintendo DS y después de almorzar, ven televisión… Todo ello podría sumar fácilmente 7 horas. Para el año 2005, las dos terceras partes de la población en Estados Unidos entre 8 y 18 años de edad tenía televisión en su cuarto; la mitad, tenía un VHS, un DVD o consola de videojuegos y un tercio tenía la computadora dentro del cuarto o algún tipo de acceso a internet. Actualmente, con un celular o teléfono inteligente, están conectados permanentemente. La presencia de la televisión en la habitación de los niños incrementa el impacto de los medios, pues: • Aumenta la exposición de 1 a 2 horas al día, es decir, si ellos normalmente están expuestos a los medios de comunicación durante 7 horas, 26 el hecho de tener la tele dentro del cuarto incrementa el contacto de 7 a 9 horas. • Aumenta el riesgo de sobrepeso en 31%. • Aumenta el riesgo de fumar al doble (62%). Tener la televisión en el cuarto implica un menor contacto entre padres e hijos, y, por supuesto, menor supervisión; y para los hijos, una menor participación en actividades tales como leer, realizar algún hobby, relacionarse con la familia o con amigos, hacer tareas o dormir. dios médicos y comunicacionales comparan los hábitos y comportamientos entre adolescentes que se exponen más tiempo a canales como MTV y aquellos que no están frecuentemente expuestos a ese tipo de programación. Los primeros tienen mayor incidencia de conductas agresivas y mayor promiscuidad, en lo que se refiere a relaciones sexuales, que los segundos. Se podría pensar que MTV es música, videos musicales, pero es necesario analizar la calidad del contenido y los mensajes que se transmiten en esos videos. Más del 50% de los videojuegos contienen violencia. Sin embargo, casi el 90% de ellos están clasificados como apropiados para niños de 10 años o más. En muchas ocasiones, estos videojuegos no están realmente catalogados de manera veraz, y es necesario revisarlos bien antes de adquirirlos. En el National Television Violence Study, se analizaron 10 mil horas de televisión en 3 años y se encontró que 61% del contenido era violento –por ejemplo, el 26% involucraba armas– y la mayoría se transmitía en horario de programación infantil. Es interesante imaginarse esto aunado a la situación actual, cuando no solamente existe la violencia en los medios sino también en las calles. Son muchos los estudios que evidencian una relación causa-efecto entre la violencia que se transmite en los medios y la agresividad en la vida real. Cuando se hace referencia a la publicación de la Academia Americana, se está hablando de una referencia bibliográfica que abarca más de 146 estudios realizados cuyas conclusiones han demostrado, entre otras, que la conducta agresiva aumenta la aceptación de la violencia y la mayor tolerancia de la misma, por el hecho de estar expuestos a estos contenidos agresivos. ¿Por qué esto los afecta? Diferentes teorías intentan explicar la manera en que el contacto excesivo con los medios afecta a los usuarios niños y adolescentes. Una de las más conocidas, la Teoría de aprendizaje social insiste en que los niños observan e imitan lo que ven. Ellos copian el modelo que se les ofrece a través de los programas de televisión, internet y demás medios. Por su parte, la Teoría de desarrollo cognitivo refiere que la capacidad cognitiva característica de las diferentes etapas del desarrollo es determinante en la comprensión o no del contenido expresado en los medios y, en general, no hay correspondencia entre los contenidos y los usuarios. Finalmente, la Teoría del súper compañero considera que los medios hacen parecer –especialmente a los jóvenes– que las conductas de alto riesgo son la norma. Por esto existen jóvenes, e incluso niños, que creen que robar cosas de las tiendas, manejar a altas velocidades, llevarse a la gente por delante, defenderse con armas de fuego contra “quien me hizo daño” o contra “quien no me hizo daño”, es la norma; y esto pasa, sobre todo porque se está hablando de personas que todavía no saben decodificar lo que ven y además, no tienen un adulto que monitoree el tiempo que están expuestos a la tv ni el contenido de lo que están viendo. Estudios longitudinales de correlación durante 30 años de seguimiento han comprobado que en los niños con edades tempranas (8 años o menos), la exposición a contenidos violentos transmitidos por tv, constituye un factor de riesgo de presentar conductas agresivas y de violencia criminal en la adolescencia y en la edad adulta. Se está hablando de violencia criminal, no de un niño que le grita y no respeta a su mamá y a su papá. Por supuesto, hay que aclarar que la violencia en los medios no es la única causa de la violencia social. Su contribución es apenas de 5 a 15%. Sigue teniendo Violencia y agresividad A los 18 años de edad, un adolescente habrá visto un estimado de 200 mil actos violentos en la televisión y esta cifra no incluye los videojuegos. En la televisión y en el cine la violencia es presentada de forma glamorosa, es un glamur tener un arma cada vez más sofisticada, más y más grande. En cambio, los programas infantiles la presentan de forma cómica. Los videos musicales y la música rap han incrementado el contenido violento. De hecho, varios estu- 27 muchísimo mayor impacto la pobreza, la crianza, el racismo, la disolución de la familia y muy importante, el desempleo. El uso de la violencia como método para alcanzar metas o solucionar un conflicto es definitivamente una conducta aprendida. Los niños y los adolescentes no nacen violentos, no nacen agresivos; muchas veces son los adultos quienes contribuyen a generarla porque no filtran el contenido violento ni la agresividad que traen de afuera o, simplemente, porque quieren estar a la moda, comprándole a los hijos los juegos que los amigos tienen, sin preocuparse por saber en qué consisten. sino partícipe y protagonista: “cuando estoy apretando el botón estoy matando, estoy atacando, estoy disparando” y, justamente, esa identificación con el agresor es la que lo hace mucho más perjudicial que un programa de tele o una película de alto contenido violento. Por otra parte, está demostrado que este tipo de juegos es aislante y adictivo. Los usuarios juegan mucho tiempo para mejorar. Ellos piensan: “mientras más practico más niveles alcanzo y tengo otros juegos nuevos”. A esto hay que añadir, como se señaló anteriormente, que la clasificación de los videojuegos no es veraz. La forma de violencia más problemática tiene que ver (también evidenciado en los videojuegos) con el aspecto físico: cuando el perpetrador o el protagonista es atractivo y, además, es premiado porque él es el héroe del video; también cuando la víctima no sufre ningún daño a pesar de recibir balas, golpes, caídas, y cuando se le agrega humor, cuando no solamente la violencia se ve real sino que también es graciosa. Se puede ilustrar esta consideración en la figura 1. Ella demuestra el coeficiente de correlación entre varios aspectos: el primer coeficiente de correlación es de 0,09 y es entre la exposición al asbesto y cáncer de laringe versus el más conocido, la exposición al cigarrillo y el cáncer en el pulmón, que es 0,39. El segundo coeficiente más alto es entre violencia en los medios y conductas agresivas. Videojuegos Los videojuegos promueven comportamientos agresivos, tanto los juegos que la premian como los que la castigan. De hecho, si se analiza un videojuego considerado apropiado para niños de 6 años, de lo que se trata es de ver “cuántos mato”, “cuántos elimino para subir de nivel”; rara vez los niños están jugando algo que involucre una pelota o una carrera de atletismo. Lo que siempre se menciona es “tengo que eliminar”, “tengo que matar tantos para poder subir de nivel”. El videojuego es más dañino que la televisión y que las películas porque el primero involucra, es de naturaleza interactiva; quien juega no es un observador pasivo Figura 1 Coeficientes de correlación 0.4 0.39 0.31 0.3 Coeficientes de correlación 0.2 0.14 0.1 0 0.09 Exposición al asbesto y cáncer de laringe 0.10 Tareas y logros 0.11 Consumo de calcio y masa muscular Parche de Violencia Exposición al nicotina y dejar en medios de cigarrillo y cáncer de fumar comunicación y de pulmón agresión Fuente: The impact of media violence on real-life aggressive behavior is stronger than many commonly accepted public health risks and nearly as strong as the link between smoking and lung cancer. (Adapted with permission from Bushman BJ, Huesmann LR. Effects of televised violence on aggression. In: DG Singer, JL Singer (Eds). Handbook of Children and the Media. Thousand Oaks, CA: Sage, 2001.) 28 Conducta sexual en 40% de perfiles de redes sociales (facebook, messenger, entre otras). Estudios longitudinales prospectivos demuestran que la exposición a películas donde los actores aparecen fumando es algo predictivo, sobre todo para los niños (entre 4to y 7mo grado), es decir, es muy probable que ellos se inicien en el hábito de fumar 1 a 8 años después. En una muestra de 1500 individuos usuarios de internet entre 10 y 17 años de edad se demostró que 50% de ellos estaba expuesto a pornografía. La exposición de los adolescentes de Educación básica a contenido sexual explícito fue predictivo de acoso sexual en los varones, práctica de sexo oral e incursión de relaciones sexuales en bachillerato. El bachillerato, al que se hace referencia en el estudio, es de primero hasta quinto año, no se está hablando de bachillerato diversificado solamente. Estudios longitudinales demuestran una alta correlación entre la alta exposición a contenido sexual en diferentes medios y un inicio sexual precoz, mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual y embarazo. El mensaje que los adolescentes ven en los medios es que el sexo es la norma y, por supuesto, que está libre de riesgos. A la protagonista nunca le pasa nada –a pesar de haber tenido 2, 3, 4 compañeros sexuales– igual como sucede al protagonista o al héroe de la película. Los programas de televisión dirigidos a jóvenes tienen mucho mayor contenido sexual que los dirigidos a adultos. Las redes sociales permiten a los jóvenes presentarse públicamente de manera sexualmente sugestiva y hay varios casos de niñas desnudas que envían fotos por sus teléfonos inteligentes a amigos de otros colegios. Otro dato interesante es que el índice de relaciones sexuales es 3 a 6 veces mayor en varones que ven la televisión sin su familia con respecto de aquellos que la ven en compañía de padres, hermanos u otro familiar adulto. A veces los padres regalan a sus hijos un teléfono inteligente para estar en contacto con ellos, pero no se dan cuenta de que le están dando uso abierto a internet y, por tanto, pueden acceder a cualquier información que los padres no están monitoreando. Esta situación sucede, incluso, cuando algunos padres toman la precaución de tener el televisor en el pasillo, a la vista de todos, de manera que al pasar puedan supervisar el contenido de lo que sus hijos están viendo. Obesidad y trastornos alimentarios Estudios longitudinales, por lo menos uno que tiene hasta 26 años de duración, muestra la contribución que los medios tienen, particularmente la televisión, sobre la actual epidemia de obesidad en el mundo entero. El mecanismo no está claro pero definitivamente hay una relación. Por ejemplo, se piensa que tiene mucho que ver el mercadeo de alimentos. Por año se hacen de 4400 a 7600 anuncios de comida rápida o chatarra, solamente en televisión. Estudios randomizados o de control, evidencian cómo los anuncios y propagandas influencian sobre los gustos y las preferencias que tienen los niños sobre determinados alimentos, es decir, mayor exposición a los medios más difícil va a ser para una mamá o un papá inculcar buenos hábitos en lo que alimentación se refiere. Comer viendo televisión conlleva a mayor ingesta, mucho más de la se puede ingerir escuchando, por ejemplo, música clásica. La hipótesis es que hay una supresión de la saciedad. La televisión desplaza la actividad física, inclusive el sueño, genera mayor sedentarismo y ahí sigue el círculo vicioso. Los medios juegan un rol importante en la formación de la imagen corporal y pudieran ser responsables de la creación de expectativas irreales, sobre todo cuando estamos hablando de adolescentes. Se ha demostrado, inclusive, que las lectoras de revistas de belleza en la adolescencia temprana (10-12 años de edad) tienden a tener una mayor distorsión de su imagen corporal. En internet existen más de 100 sitios proanorexia, donde no solamente fomentan el desorden sino también dan consejos sobre purgas, restricciones calóricas severas y alientan al ejercicio excesivo. Drogas Entre ellas el tabaco, alcohol o drogas conocidas como ilícitas, todas están presentes en 70% de la programación entre 8 o 9 de la noche, en 38 de 40 películas, en la mitad de los videos musicales y están mencionadas 29 Otros trastornos En el desarrollo, la exposición excesiva –por ejemplo de más de 2 a 3 horas al día de televisión en la infancia temprana– está definitivamente asociada a síntomas que simulan el trastorno deficitario de atención. Actualmente existen siete estudios que documentan la posibilidad de retardo en el lenguaje y alta exposición a la televisión o los videos. Eso sí, ningún estudio demuestra que la exposición a los medios contribuya de manera positiva en el desarrollo de los niños, ni siquiera aquellos programas que, en teoría, fomentan mayor desarrollo cognitivo cerebral. Hay una correlación controversial entre ver televisión y el trastorno deficitario de atención u otros trastornos de aprendizaje, y esto se refiere a que pareciera que los niños con este trastorno son menos afectados a la exposición de los medios que los niños normales. Y al menos hay otros cuatro estudios que demuestran el efecto sobre el rendimiento escolar, especialmente en niños o adolescentes con TV dentro de la habitación. Hay otros efectos sobre la salud, pero, es muy importante destacar que estos estudios son estudios de correlación, no de causa efecto, pero definitivamente hay un efecto de aumento del colesterol, aumento de la tensión arterial, mayor prevalencia del asma, trastornos del humor, desorden de sueño y depresión con exposición excesiva a los medios. Finalmente, si en el siglo pasado ser alfabeto significaba saber leer y escribir, hoy significa tener la habilidad de descifrar el contenido que los medios tienen y encontrarles su verdadero sentido. 30 III Jornadas Científicas Enfrentando el reto: La doble carga de la malnutrición ¿Por qué medir la actividad física en los niños? Magda García Especialista en nutrición clínica de la Universidad Simón Bolívar, se desempeña actualmente como Gerente de Salud de nuestro Centro y como docente de la Especialización en Nutrición Clínica UCV- CANIA. Ha publicado artículos en revistas y libros en el área de la nutrición y ha participado en congresos de su especialidad. Colaboró en la elaboración del programa de alimentación para niños en educación pre-escolar y en la publicación Valores de energía y nutrientes de la población venezolana 2002. Hablar de actividad física es apasionante, especialmente en niños. Para hablar de actividad física es necesario tener en cuenta varios aspectos, uno de ellos y de fundamental importancia, es la relación que existe entre la actividad física y la malnutrición. De hecho, el déficit de la actividad física está en la palestra del mundo actual. Otra consideración de importancia es recordar que el término “medir la actividad” no es nuevo. Lo novedoso es la metodología para hacerlo, pues en los últimos años la razón para medir la actividad física en los niños ha cambiado. Anteriormente, medir la actividad física daba respuesta a la necesidad de calcular cuánta energía requeriría el niño cuando se recuperaba de la malnutrición por déficit para ser adecuadamente activo: ese era el tema que ocupaba la atención de los especialistas. Se pensaba entonces –e incluso para muchos especialistas todavía es así– que el niño desnutrido era un niño apático, que estaba ahorrando energía y que los nutricionistas debían pensar cuánta energía era necesario generarle para que se moviera en un futuro. Sin embargo, lo que se observa en las consultas, lo que aparece en la literatura médica, lo que se percibe en el medio cotidiano y que se constituye en el motivo de consulta más fre- cuente, es que la malnutrición por exceso está ganando terreno, ya no es sólo la malnutrición por déficit. En este sentido, hay que medir la actividad física en respuesta a las condiciones actuales. Para entender bien el tema es indispensable aclarar varios aspectos que parecen comunes y corrientes. El primero de ellos es definir qué se entiende por actividad física. La actividad física es definida como cualquier movimiento que realice el cuerpo y genere un gasto de energía. El segundo, recordar que los niños son naturalmente activos: si tienen espacio, moverse es parte de lo que ellos hacen para aprender, para desarrollarse y para jugar. El último aspecto es el consumo. En 1985, el comité G1 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estaba encargado de definir los requerimientos de energía y de proteínas para la población. En su trabajo observaron que medir la actividad física para el grupo de edad de lactantes, niños y adolescentes era un poco engorroso porque la metodología no estaba totalmente disponible. Por tal motivo decidieron partir de lo que comen los niños que crecen normalmente. En aquel momento, lo de jugar, crecer y comer, tal y como se sucedían, daba buenos resultados, no se cuestionaba. Pero, ¿qué pasa ahora?, ¿qué es lo que sucede que impide 31 hablar de estas cosas con la misma simpleza como se hacía anteriormente? Los estudios realizados concluyeron que el equilibrio se rompió. Algunos especialistas se dieron cuenta de que sencillamente no era sólo lo que entraba y lo que salía; es decir, que la suma y la resta no daban la respuesta buscada. Se consideró entonces que el consumo, el ambiente y la actividad física eran tres variables que debían incorporarse en la aplicación de la metodología, así como también, el estudio de la genética. Los estudios desarrollados para relacionar la actividad física en niños han ido de mayor a menor con respecto a los factores que se detallan a continuación como determinantes: los niños dependen muchísimo del rol que le muestran sus padres y se identifican más con el rol del padre, como género, que con el de la madre. Si el padre es activo, los niños tienden a ser más activos. También es determinante el permiso que le dan los padres a los hijos para ser activos. El nivel socioeconómico de la familia se ha estudiado poco y tiene que ver con los adolescentes que solicitan tener insumos para comprar equipos especiales y la capacidad de los padres de satisfacer o no dichas demandas o la capacidad de pertenecer a otro tipo de sociedades o clubes donde les permitan o tengan la oportunidad para ser más activos. En el caso de los centros educativos, escuelas y colegios, no sólo es importante la cantidad de espacios de que dispongan para hacer actividad física, sino, sobre todo, el tamaño de esos espacios, el estado en que se encuentran y el tipo de actividad que puedan desarrollar. Se sabe que los niños y los jóvenes tienen que contar con tiempos específicos y suficientes para realizar actividades predeterminadas y dirigidas por especialistas. En las comunidades, estos estudios van decreciendo en cuanto a número, pero se sabe que mientras exista un parque aumentan las posibilidades de salir a jugar. No obstante, hay un estudio que llama la atención, y tiene que ver con los adolescentes. Dicho estudio es producto de estadísticas que presentó la policía de una zona en la que se reportó que el índice de criminalidad era alto, y por ello, los adolescentes se hacían menos activos por una cuestión de seguridad. En muchos países se han hecho estudios; sin embargo, cuando se habla de las regiones, lo que se puede ver es que el desbalance energético es más grave en las zonas urbanas de menores recursos. El consumo El primer hombre tenía que cazar (arriesgaba su vida) y comía por ensayo y error: a veces no le salía tan bien y moría. Después, fue capaz de desarrollar la agricultura y de domesticar animales; para ello, toda la comunidad debía participar, realizar un esfuerzo, es decir, debían trabajar. Los países o las regiones consumían lo que tenían a la mano, lo que se encontraba en su entorno más cercano; esto significa, entre otras cosas, que no consumían los mismos alimentos ni los mismos nutrientes las personas que vivían en la costa y las que habitaban en la montaña. Fue sólo posteriormente cuando la industrialización permitió transformar la vida útil de los alimentos, fortificarlos, enriquecerlos, modificarlos, producir nutrientes sintéticos que podrían modificar las fórmulas para hacerlas disponibles en casos muy especiales. Por otra parte, la globalización ha facilitado que las personas consuman el jugo de frutas que posiblemente no podrían ver, puesto que se cosechan en lugares muy distantes de su entorno habitual. Ahora, los niños consumen muchas más bebidas carbonatadas; los jugos contienen excesivo agregado de azúcar y la comida chatarra es alta en sal, en grasa y en azúcar. El ambiente Sin lugar a dudas, el medio ambiente en que se desarrollan los niños hoy ha cambiado de manera notable. Sin embargo, no ha variado mayormente el hecho de que los niños no son autónomos en cuanto a las conductas que realizan; siguen dependiendo de lo que sus padres deciden en el hogar, de lo que se determina en los centros de estudio a los que acuden, de lo que establece su comunidad y, por supuesto, de las leyes y normas del país que habitan. La actividad física Se está viviendo un momento en el que el sedentarismo ha alcanzado niveles altísimos. Se sabe que, por ejemplo, en los Estados Unidos, 42% de los niños entre 6 a 9 años no cumplen con 60 minutos de actividad diaria; sólo 6% de los adolescentes lo hacen y 5% de los adultos cubren 30 minutos de actividad física diaria. 32 Desde hace 40 años la población se está dando cuenta de la importancia del déficit o exceso de nutrientes y de la incidencia de la actividad física sobre enfermedades graves como el cáncer o sobre otras más simples como las caries. En consecuencia, uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo actualmente es el cambio en los patrones. obeso y la brecha energética es de 700 a 1.000 calorías por día; entonces, para poder realizar un cambio, hay que tomar en cuenta el costo calórico, ese incremento que viene siendo la brecha, y hacer un dramático cambio en el comportamiento de estas variables. Es necesario recordar cómo es el adolescente y en esa medida cómo será más afectado el adulto. La adolescencia es un buen predictor de cuán activos van a ser los adultos. Para hacer el cambio de hábitos alimenticios y de actividad física no se debe esperar hasta tan tarde. Es necesario poner el foco en los chiquitos. Aunque pareciera que el interés se ha centrado en la edad escolar, los resultados quizás no han sido los esperados. Cada día se cuenta con más evidencia de las bondades de la actividad física: disminuye los niveles de hipertensión, los niveles de colesterol, se mantiene un peso corporal saludable, los músculos son más sanos, los huesos son más fuertes, los niños tienen mejor desempeño escolar, disminuye el estrés, disminuye la depresión. Los jóvenes y los niños cuando son activos, se divierten, hacen amigos y además de todo sienten que lucen bien, es decir que tienen un buen aspecto físico y eso es importante emocional y psicológicamente para ellos. En función de esta nueva realidad, desde hace 10 años, organismos gubernamentales y no gubernamentales se han dedicado al desarrollo de guías que orienten la actividad física en la población, incluyendo a los niños, para lograr un crecimiento y desarrollo óptimo. La genética Un importante porcentaje de los estudios realizados señala que la genética es la variable que viene a dar respuesta a todas las interrogantes que no habían tenido solución debido al estado del conocimiento sobre el ser humano, su constitución y muchas de sus funciones. Más allá de la secuencia del ADN, de las variaciones que este pueda tener y cómo se identifica, también tiene que ver con la manera cómo se entrelaza esta información con el medio ambiente, con el consumo de alimentos, la programación biológica y todo lo que sucede en la vida fetal y durante los primeros años de vida y, finalmente, con la actividad física. La brecha energética La brecha energética es la diferencia entre un individuo con un peso normal y un individuo que tiene sobrepeso u obesidad. Esa diferencia de consumo o gasto de calorías que hay entre ellos sólo puede ser manejada, numéricamente, siempre y cuando ambos individuos hayan mantenido un peso estable. Para poder calcular la brecha energética se tiene que saber que no toda la energía adicional que uno consume se deposita: hay un 65% que la utilizamos pues a medida que aumenta el peso, el requerimiento calórico va a aumentar el metabolismo en reposo y, por otra parte, cada vez que una persona pesa más, es más costoso, desde el punto de vista energético, realizar una actividad física. Por último, si se va a calcular la brecha energética en niños, es necesario recordar que ellos están en crecimiento y el crecimiento en sí mismo tiene su respectiva demanda. En un estudio donde se midió la brecha energética, se evidenció que después de los 10 años de crecimiento, un aumento por encima de 2 kilos de diferencia era una brecha energética de 120 calorías (4 kilos 230 calorías). A medida que el individuo crece se hace más ¿Cómo se pueden resumir estas guías? A nivel mundial, se habla de realizar 60 minutos de actividad física diariamente; sin embargo, los niños no son de los que pasan todo el día o largos períodos haciendo una misma actividad. Los niños son esporádicos, salen corriendo, vienen y regresan, pero para que esa actividad sea de beneficio debe durar por lo menos 15 minutos continuos, por tanto, debe incorporarse una gran variedad de actividades. Esto también tiene que ver con los estilos de vida y la capacidad de programar actividades. A los adultos se les puede decir: “deja el carro más lejos de la entrada”, “sube por las escaleras”; pero, ¿qué actividades se sugiere a los niños para modificar su estilo de vida? Para responder esta pregunta se debe recordar que los niños no son autónomos y, por tanto, deben ser estimulados 33 con actividades propias de su edad para que reduzcan el tiempo destinado a actividades sedentarias. Ahora bien, se conoce la evidencia, los beneficios de la actividad física, se tienen estas guías y aun así, los niños actuales siguen siendo cada día más sedentarios. De hecho, se dice que gastan 600 calorías menos de las que gastaban los niños de hace 50 años. ¿Qué ha pasado?, ¿por qué no se ha podido resolver el problema? Una primera respuesta está relacionada con el uso de instrumentos inadecuados para medir la actividad. Una segunda teoría puede ser que las guías no han sido diseñadas de manera adecuada para que las personas puedan llevarlas a cabo, es decir, no se entienden. Otra razón puede ser que el enfoque se está haciendo en el grupo de edad equivocado y no se ha buscado, realmente, cuáles son los aspectos que podrían motivar la actividad física. dónde y con quién se realiza. Una vez identificados estos aspectos, se decide cómo se va a medir. Asimismo, existen diferentes instrumentos validados en el exterior para medir la actividad física; no obstante, es imperativo validar un instrumento propio para que en Venezuela se pueda utilizar a gran escala y de esta forma, una vez medida, se pueda analizar la actividad física. Quizás 60 minutos son buenos para promover el crecimiento y desarrollo en algunas esferas, pero quizás no lo sea para otro país; esto se podría decir una vez medida adecuadamente la actividad física. Además, no sólo se debe estudiar estos 60 minutos, sino también, qué se hará con el resto del tiempo disponible, para poder hacer recomendaciones que apliquen a personas sedentarias, activas, menos activas, muy activas, considerando también la intensidad de la actividad. Durante la realización de una actividad moderada a intensa duelen las piernas, el individuo se cansa y suda, le falta la respiración. Para lograr que los niños logren hacer eso 15 minutos, por lo menos 6 veces al día, se deben generar las condiciones que lo permitan. En Pediatría se debe prescribir actividad física, no recetarla. Es necesario averiguar qué tan activo es el niño, definir cuál será el esquema de intervención y saber si posteriormente será más activo que antes. Por último, hay que resaltar que se debe hacer un enfoque en el desarrollo de instrumentos propios que permitan hacer estudios longitudinales que arrojen si las indicaciones que se están dando son efectivas o no. Antes de que el niño obeso sea la norma, y antes de que sea un adolescente con trastornos de salud, todas y cada una de las personas deben colaborar para revertir esa situación. Estudios y casos Se realizó un estudio para medir la actividad física de una niña de 11 años con obesidad leve. A través de un acelerómetro se hizo el análisis y al sumar todos los minutos de 5 días, el resultado daba que a ratos lograba 60 minutos de actividad moderada. Un estudio realizado entre septiembre 2001 y mayo 2008, en la Parroquia Antímano, a través del equipo de Nutrición comunitaria de CANIA, permitió observar que la situación nutricional de niños de 2 a 14 años por combinación de indicadores, está dando un giro desde la desnutrición aguda al sobrepeso. En un estudio piloto se le preguntó a los niños si querían ser más activos y, de los 10 que se interrogaron, todos dijeron que sí. También se les preguntó qué necesitaban para ser más activos y la mayoría contestó: “alguien con quien hacerlo”. De las otras respuestas las más frecuentes se referían al espacio físico donde hacer deporte y al permiso de los padres. Si se quiere asumir la responsabilidad de lo que está sucediendo hay que trabajar en recuperar el equilibrio y, en esa medida, dirigir los esfuerzos para programar y mejorar la actividad física. Es necesario conocer la actividad física para lograr cambios; por ello, hay que hacer un diagnóstico porque es él quien permite decidir qué se va a medir en determinada actividad. La actividad física es tiempo, intensidad, tipo de actividad, 34 CANIA en RedEAmérica Cania seleccionada por RedEAmérica como experiencia modelo en salud y desarrollo de base Mariela Martín Con el objetivo de generar un espacio de diálogo y aprendizaje sobre la inversión social privada en salud con enfoque de desarrollo de base e incentivar a los miembros de RedEAmérica a emprender nuevas o mejores acciones en este campo, CANIA fue seleccionada como centro modelo en salud y desarrollo de base, por lo que se llevó a cabo una Visita-Taller en su sede. En esta Visita-Taller, CANIA pudo presentar su misión, objetivos, programas, acciones y resultados, y mostrar en campo, con una visita a la propia comunidad de Antímano y a las instalaciones del Centro, la experiencia en atención, prevención y gestión del conocimiento, así como las acciones transversales en comunicaciones, servicios de alimentación e información en salud. Esta actividad permitió el intercambio directo con actores y beneficiarios de la comunidad, y con pacientes atendidos en las diferentes modalidades de atención. En este evento realizado en el Centro de Atención Nutricional Antímano -CANIA-, expresión del compromiso social de Empresas Polar, estuvieron presentes 15 representantes de 9 asociaciones y fundaciones patrocinadas por reconocidas empresas de Perú, Guatemala, Colombia, Brasil y Venezuela, entre ellas, las Asociaciones Atocongo, Andes de Cajamarca y Ancash de Perú, las Fundaciones Corona, Restrepo Barco y Smurfit Cartón de Colombia; la Fundación Empresas Polar y Smurfit Cartón de Venezuela, y la Fundación Camargo Correa de Brasil. Como invitada especial participó la Dra Mercedes López de Blanco, experta en nutrición y desarrollo y miembro del Consejo Asesor de CANIA. Carmen Elena Brito, gerente general de CANIA dio la bienvenida a los distinguidos visitantes internacionales, agradeciéndoles su presencia y aporte, así como destacando la valiosa labor que cada uno realiza en su ámbito por las comunidades más vulnerables, y expresó su orgullo y satisfacción por el éxito de la actividad. Los participantes, por su parte, brindaron reconocimiento a Empresas Polar y a CANIA, por el nivel y calidad de las acciones que se llevan a cabo, y destacaron haber superado sus expectativas con respecto a este encuentro. 35 Estrategias para la Promoción de la Salud y la Nutrición Gerencia de Desarrollo Comunitario Desayuna temprano y gana fue el tema principal de la Semana de la alimentación CANIA 2011. En este importante evento participaron 26 instituciones educativas de la parroquia Antímano, 1515 niños, 118 educadores y 113 padres y representantes. “Mi escuela le pone la letra” fue una de las actividades realizadas y en ella, 16 escuelas escribieron una letra que resaltó el valor del desayuno a primera hora de la mañana, utilizando una canción o jingle inédito de CANIA. Para escuchar la canción original, se puede ingresar a: Youtube, CANIA Desayuna temprano y gana. A continuación se presentan las 4 letras que resultaron reconocidas en esta actividad: Primer lugar: E.B.N. 17 de diciembre La Sede y U. E Mercedes Limardo U. E Mercedes Limardo Docente: Elviamil Fermín. Arreglos: Coromoto Carrasquero, Yanelin Falcón y Rossys Serra E.B.N. 17 de diciembre La Sede Nutre tu cuerpo y triunfa (bis) Adquiriendo vas, de la comida, muchas vitaminas y proteínas. Patilla, melón, naranja, Huevo, cereal y lácteos Un desayuno muy tempranito Mami va a preparar (bis) Nutre tu cuerpo y triunfa (bis) CARBOHIDRATOS, PROTEÍNAS, MINERALES Adquiriendo vas de la comida CARBOHIDRATOS, PROTEÍNAS, MINERALES, CEREALES Y las arepitas que papá te da TE DA, TE DA Nutre tu cuerpo y triunfa (bis) CARBOHIDRATOS, PROTEÍNAS, MINERALES Patilla, melón, naranja, Huevo, cereal y lácteos Un desayuno muy tempranito Mami va a preparar (bis) CARBOHIDRATOS, PROTEÍNAS, MINERALES, CEREALES, FIBRAS Adquiriendo vas, de la comida muchas vitaminas y proteínas. Nutre tu cuerpo y triunfa (bis) TRIUNFA, TRIUNFA, TRIUNFA, TRIUNFA Niñas: Carlianny R. Pino, Fabiola Torres, Dairelis Pasero. Docentes: Gloria Sánchez y Nitza Miralia Coro I Desayuna temprano y gana Desayuna por la mañana A primera hora te alimentarás Para tener fuerza para estudiar I Panquecas, miel y natilla Avena y también patilla II Desayuna y así podrás Tener mucha fuerza para estudiar Para así correr y para bailar Hacer muchas cosas, también trabajar Coro II Arepa y carne mechada Fororo y la naranjada II Si no desayunas te vas enfermar Duele la cabeza hasta desmayar Si no desayunas vas adelgazar Pierdes el vigor, te vas a desmayar II Si no desayunas te vas enfermar Duele la cabeza hasta desmayar Si no desayunas vas adelgazar Pierdes el vigor, te vas a desmayar 36 MENCIÓN ESPECIAL “MEJOR PUESTA EN ESCENA”: MENCIÓN ESPECIAL “CREATIVIDAD”: Hijas de los Sagrados Corazones E.B.B Pedro Felipe Ledezma Docente: Castor Azuaje Docente: Mario Carpio I (solista) Coro Tempranito por la mañana yo desayuno comida sana. Yo quiero aprender, aprender alimentarme (bis) Y eso me da energía para la escuela y mi casa. I Desayuno equilibrado combina los lácteos y cereales. Desayunarse es el paso, el paso más importante La fruta el pan son: hierro, zinc, vitaminas y minerales. Pan, queso, huevo y una arepa que no falte. Coro II Desayuna temprano y gana Cada mañana al despertarme yo como mi desayuno Desayuna temprano y gana (4 veces) eso me da la energía para todo el santo día II (solista y coro) III Los lácteos son: leche Y con esto yo no digo que los demás no nos falte Los lácteos son: yogur Pero con el desayuno ya llevo la mejor parte. Los lácteos son: queso IV Y que aportan calcio A diario hay que comer, lo esencial para vivir, Y que aportan zinc proteínas, carbohidratos, el calcio, el hierro y el zinc Y que aportan hierro Y al comer el desayuno --------------aprender alimentarse Coro Y comiendo proteínas ------------------aprender alimentarse Desayuna temprano y gana Y también los carbohidratos --------aprender alimentarse Desayuna temprano y gana (4 veces) El hierro y también el calcio---------aprender alimentarse Y sonando con las palmas -----------aprender alimentarse 37 EVENTOS DE INTERÉS XXVI Congreso Venezolano de Medicina Crítica y Medicina Crítica Pediátrica Migraciones, violencia y psiquiatría cultural Lugar: Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México Fecha: 9 al 11 de agosto de 2012 Información del evento: http://www.gladet.org.mx/ es/index.html Lugar: Caracas, Venezuela Fecha: 4 de junio de 2012 Información del evento: http://www.tumedico.com. ve/evento-67-XXVI_Congreso_Venezolano_de_Medicina_Critica_y_Medicina_Critica_Pediatrica.html LVIII Congreso Venezolano de Pediatría Dra. Michelle López de Liendo II Congreso Venezolano de Psicología Positiva Lugar: Valencia, Edo. Carabobo, Venezuela Fecha: 1 al 7 de septiembre de 2012 Información del evento: http:// www.svpediatria.org/index. php?option=com_content&view=article&id=257:lviicongreso-venezolano-de-pediatria-qdra-gloriayamin-de-barbozaq&catid=30:congresos Lugar: UNIMET. Auditorio Polar. Caracas, Venezuela Fecha: 8 y 9 de junio de 2012 Información del evento: http://www.svpsicologiapositiva.com/index.php IV Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria 16° Congreso Nacional de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela Lugar: Barcelona, España Fecha: 21 al 23 de junio de 2012 Información del evento: http://www.4cipc2012. org/?lang=es Lugar: Barquisimeto, Edo. Lara, Venezuela Fecha: 12 al 15 de septiembre de 2012 Información del evento: http://eventos.rhapsody.com. ve/16%C2%BA-congreso-nacional-de-nutricionistasy-dietistas-de-venezuela.html XVIII Congreso Internacional de Psicoterapia de grupo y procesos grupales Lugar: Cartagena, Colombia Fecha: 16 al 21 de julio de 2012 Información del evento: http://www.iagpcongress. org/index.php?la=es XIII Congreso Federación Latinoamericana de Nutrición Clínica y Metabolismo. I Congreso Latinoamericano de Nutrición Clínica Pediátrica Lugar: Ciudad de Panamá, Panamá Fecha: 1 al 6 de octubre de 2012 Página web: http://www.felanpeweb.org/congreso2012.php III Jornada Internacional de Actualización en Obesidad Cirugía Bariátrica Psicología Aplicada a la Obesidad Actividad Física Aplicada a la Obesidad Lugar: Córdoba, Argentina Fecha: 28 de julio 2012 Información del evento: http://eventos.emagister. com/jornadas/iii_jornada_internacional_de_actualizacion_en_obesidad_cirugia_bariatrica_psicologia_ aplicada_a_la_o/45751 38 1er Congreso Internacional y 4° Foro de las Américas sobre Factores Psicosociales en el Trabajo, Estrés y Salud Lugar: Bogotá, Colombia Fecha: 17 al 20 de octubre de 2012 Información del evento: http://factorespsicosociales. com/eventos/2011/08/22/convocatoria-1er-congreso-internacional-y-4o-foro-de-las-americassobre-factores-psicosociales-en-el-trabajo-estres-ysalud/ IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria Lugar: Cádiz, España Fecha: del 7 al 10 de noviembre de 2012 Información del evento: http://www.senc2012.com/ XVI Congreso Latinoamericano de Nutrición Lugar: Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba Fecha: 11 al 16 de noviembre de 2012 Información del evento: http://www.slancuba.com/ LXII Convención Anual de ASOVAC Lugar: Universidad Metropolitana. Caracas, Venezuela Fecha: 18 y 23 de noviembre de 2012 Información del evento: http://convencionanual. asovac.org/ 39 Carmen Naranjo, Edihovert Nahr, William González, Yullimar Guanchez Nuevos libros Trabajadores sociales de CANIA Consulta de expertos sobre indicadores de nutrición para la biodiversidad: 2.consumo de alimentos Este libro trata sobre la iniciativa intersectorial sobre la biodiversidad para la alimentación y la nutrición que se ha establecido para medir, investigar y promover la biodiversidad y la nutrición. Por consiguiente, es necesario elaborar indicadores de nutrición para abordar las tres dimensiones de la biodiversidad: los ecosistemas, las especies que contienen y la diversidad genética intraespecífica. Los indicadores medirán la composición y el consumo de cultivares, variedades, razas y subespecies de alimentos consumidos habitualmente, así como de especies vegetales y animales autóctonas infrautilizadas y no cultivadas. Editorial: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación Ciudad: Roma Año: 2011 Nº de páginas: 66 Idioma: Español Psicología positiva: estudios en Venezuela Profesionales, docentes e interesados en el bienestar del ser humano podrán encontrar planteamientos conceptuales e investigaciones sobre la importancia del conocimiento y uso de las fortalezas personales, así como el cultivo de las emociones positivas en la familia, la educación y las organizaciones, las cuales permiten desarrollar relaciones interpersonales e instituciones positivas capaces de promover un bienestar óptimo para llevar una vida feliz y con sentido. Es la primera publicación en Venezuela sobre el tema y persigue motivar el interés a todos los estudiosos de la materia que buscan respuestas con soporte científico y resultados visibles. Compiladoras: Garassini ME, Camilli C Editorial: Sociedad Venezolana de Psicología Positiva Ciudad: Caracas Año: 2010 Nº de páginas: 355 Idioma: Español 40 Maltrato infantil Este libro realiza una exposición dinámica de maltrato infantil, en el que explica desde sus antecedentes históricos hasta la psicoterapia que debe recibir el paciente que sufre este trauma, no sin antes explorar las causas del problema, los tipos del maltrato, las consecuencias psicológicas del mismo y como detectarlo. También incluye un capítulo sobre el desarrollo psicológico del ser humano, que recorre las etapas de la infancia, adolescencia y edad adulta. El texto se dedica a los padres de familia, quienes son los principales responsables de propiciar un ambiente que facilite al niño expresar por medio del lenguaje sus emociones y sentimientos de enojo, celos, cansancio, etc., sin dañar a otros o a sí mismo, es decir, que sean capaces de romper la transmisión generacional de la violencia y ayudar a los niños a crecer física y psicológicamente saludables. Autores: Gonzalez Hermosillo, MC Editorial: Trillas Ciudad: México Año: 2011 Nº de páginas: 100 Idioma: Español Trabajo infantil Este libro está dedicado a los diferentes tipos de trabajo que se realiza por los niños de todo el mundo. Se considera que las principales áreas de debate sobre el trabajo infantil, incluyendo el tráfico de niños. Luego, el libro explora los argumentos presentados por ambos lados del debate sobre el trabajo infantil y se pregunta qué se está haciendo sobre el tema. Por último, puede encontrar lo que se puede hacer para ayudar a detener la explotación de los niños. Autor: Stearman K. Editorial: Ediciones Morata Ciudad: Madrid Año: 2011 Nº de páginas: 64 Idioma: Español 41 Interpretación fácil de la bioestadística Se trata de un libro muy práctico que proporciona los conceptos claves necesarios para comprender la bioestadística y, lo que es más importante, su aplicación en el contexto clínico. Se centra más en los conceptos que en las fórmulas y proporciona las herramientas necesarias para que el clínico pueda aplicarlos en su contexto real. Autor: Dawson GF. Editorial: Elsevier Ciudad: Madrid Año: 2009 Nº de páginas: 208 Idioma: Español Lo esencial en metabolismo y nutrición Es una obra completa y concisa que proporciona la información esencial que los estudiantes necesitan saber sobre los procesos metabólicos y la nutrición y cuyo objetivo es colocar las ciencias básicas en el contexto clínico. Autor: Lim MY Editorial: Elsevier Ciudad: Madrid Año: 2010 Nº de páginas: 256 Idioma: Español 42