CñLZÉ - Biblioteca Digital de Albacete

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¿Folletin deELDrnnto os ALnAcsrs 415
ción de la chiquilla
RAFAEL PEREZ Y PEREZ
intimidar
(Novela laureada por la
«Biblioteca PÁ-
L’I’RIÁI. Premio «Juana y Rosa Quintana»)
La jovencita, aun sintiendo secreta re-
pugnancia (al fin eran dos descontcldos)
no discutió la orden. Se acercó primero al
ciego, percatada ya de su desgracia, y le
rozó levemente la frente sin darle apenas
tiempo a que el adolescente le devolviese
la caricia que resbaló por la tersa mejilla de
terciopelo. Ylúego, cuando aún no se habia dado cuenta de cómo ni ‘de qué manera tenia que dirigirse a Agustin, vióse entre
los brazos de éste, quien mucho más alto
que ella se’baiaba para besarla fraternalmente en las mellllas.
Lin rubor violento y súbito la invadio al
sentir sobre su piel el contacto de estos labios de hombres vlriles y ardientes; se hi
zo atrás, aturdida... El, sin soltarla, miró-
la con todo el afeth que pudiera sentir por
r —Vamos a ver, ¿cómo te llamas? Aun —¿Y dónde te dejas el otro nombre, Pepe
no lo sabemos.
Luis? Ada. Aunque la ortografia no es
La soltó, sonriente; mientras ella bus- igual, el sonido si
que nos recuerda al Hacando temerosa la aprobación en los cios da, ese personaje legendario
con el cual
de su tía, respondió con la voz no muy fir- nuestra imaginación llenó todos
los lindos
me, apenas repuesta del sofoco precedente. cuentos de la infancia...
Este nombre dice
—Me llamo Inmaculada; pero mi padre alegría, felicidad, cosas
maravillosas... 'l‘u
y todos mis amigos, me llaman Ada... ; padre anduvo muy acertado
en el diminutiComo es tan largo el nombre...
V
: vo crepuso Virginia.
.
—¡Pero qué bonitos los dos}...—exclamó
—¿De veras te gusta? —preguntó con ti-
'enca'ntada Virginia.
mida sonrisa Inmaculada.
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-Si; es muy lindo, y tú también eres
aseguro que no; yo sé que valgo poca cosa
y os
agradezco que hayais sido bastante ’
buenos para traerme entre vosotros, a mí,
que al fin soy una extraña, porque ni me
cOnocéis, ni me habéis tratado... Pero no
os pesará, que soy agradecida y voy a
quereros mucho
Solamente la cian Agustin, Virginia y el
cieguecito. Los demás habían desaparecido, unas a sus habitaciones,
la otra a la
terraza, incapaz de. dominar su contrariedad por el éxito de la primita, tan bien-aco-
gida.
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—Sl, verdad: Inmaculada... nombre de
El industrial respondió con una sonrisa
pureza y de candor que evoca perfumes de í muy bonita, prima. ¿Verdad, Agustin 'que 'que Ada recogió dándole todo su valor;
azucena y azahares, el nombre más hermo- i es muy bonita?
Virginia, acariciándola dulcemente los ri-
so de'cuantos se adjudican a la Virgen. É
En los ojos de Agustin tremolaba una
zados cabellos, la empuió suave hacia la
Parece que la mujer que lleve este nombre entusiasta aprobación; pero siempre mesu- ' escalera.
ha de ser forzosamente una criatura sin 3 rado respondió cautamente.
“Vamos a ver tu cuerto: creoque estará ,
mancha, toda hermosa, como la del «Cantar
—NO es prudente, Virginia, fomentar la de tu gusto“.
de los Cantares» —exclamó fervorosamente , vanidad en una niña... Sería muy peligro—¿No había de estarlo?... Y a ella le
el cie'gueeito fiiando en el vacio sus inmen' Éso que Ada llegase apersuadirse de que
bastaba con poco... Orientado a levante.
Sas pupilas yertas.
es bonita; perdería su encanto, s'e haria cocaia sobre la marquesina detla rotonda que
—¡Vay
queta...
a!
Sopla
el
viento
románt
ico-re
flanqueaba el chalet; era de buenas propor_ _
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,
funfuno Marisa alejandose.—Solo faltaba Ág
—¿Q u é quiere decir coqueta, primo? ciones y tenía unos mueb!es de laca blanca
ahora que le diera a este memo por hacerle É r vrepu’so con bastante soltura la jovencita,
con asientos de coiores pálidos que casq‘
madrig‘ales a la paleta. ¡Si pudiese verla t tomando de manos de Virginia una taza‘de ban bien con el decoradoarmonioso y'dis—
él, tan artista, con
esos zapatones y ese .
té y removiendo tranquilamente el azúcar
creto del conjunto. Virginia la'dejó ‘enïél.
vestidol... Entonces si que no la llamaría 2 con la cucharilla —La mitad de vuestras
palabras no las entiendo del todo; pero si
un Poco atolondrada de tantas y tan complejas impresiones, diciendo que se vistíe‘
quieres dicir que me haré orgullosa, ya te
3€ Para la comida. Esto inquieto a la mu'
«toda hermosa» ni se entraría a saco por
una hermanlta n'edueña y se atrevió a pre-' las estrofas del «Cantar dc los Cantares».
a.
Biblioteca Digital de Albacete «Tomás Navarro Tomás»
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