pag 7 Antonio Fernandez final

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Recuerdo
“El INTI fue su segunda casa”
Lo apodaban “Conejo”, y fue una de las personas más queridas del INTI. Ingresó al Instituto tan
solo cuatro años después de su creación siendo un adolescente. Trabajó aquí toda su vida, y
aunque haya tenido que partir, sus amigos afirman que siempre va a estar entre nosotros.
Fiesta de fin de año de 1980 : Cuarto a la izq., se lo ve a Antonio “Conejo” Fernández rodeado de sus
compañeros de Proyectos y Prototipos, entre los que se encuentran Rafael Verdú, Vargas (el polaco), un
joven “Pancho” Dollman, el ingeniero Fominn, Hector Saá y Roberto Pastega, , acompañados de algunos
de sus hijos.
Antonio Fernández ingresó al INTI casi en sus inicios, en 1961, cuando todavía algunas cosas se
trasladaban a carro y caballo y, de vez en cuando, se veían corretear liebres por el fondo del PTM.
Si mal no recuerdo, el Conejo, como lo apodábamos los amigos por la numerosa familia que llegó a
formar (seis hijos, dos de los cuales trabajaron en el INTI, Miguel y Marcelo que entraron como
cadetes y después pasaron a Automotores y Tesorería respectivamente; y Verónica, que
trabaja en la Gerencia General), empezó sus tareas en el sector de albañilería. Luego pasó a
trabajar al comedor, donde, contaba, tenía que ir a buscar la bebida al depósito del fondo con la
ayuda de un caballo que bautizaron “Campo de Mayo” y que solía empacarse, pegándole patadas
al carro hasta darlo vuelta, y dejando como saldo todas las botellas rotas. Los caballos y los
carros habían sido “heredados” por INTI del cuartel militar que había en el predio, antes de
que fuera el PTM.
Más cerca en el tiempo, y dejando atrás las anécdotas de la protohistoria del INTI, llegó el año en
que conocí a Antonio: 1980. El trabajaba en la División Proyectos y Prototipos en el edificio 11 y los
dos entrábamos al parque a las 7 AM. Cuando yo llegaba, Antonio me esperaba en el chalecito que
en ese entonces era la portería y caminábamos las cuatro cuadras hasta nuestros respectivos
talleres.
Con aspecto casi de niño, Antonio empezó a trabajar en el INTI con tan sólo 18 años cuando los medios de
transporte de mercadería eran un caballo y una carreta. Se lo ve junto a Don Mercedes Rosario Monzón.
Era un gran bromista e imitaba a la perfección a su entonces jefe de sector, el ingeniero Mollier. En
una oportunidad, haciendo uso de ese talento, mandó hacer un trabajo a uno de sus compañeros
haciéndose pasar por su jefe.
En 1985 tuve la oportunidad de conocerlo mejor cuando pidió el pase al taller de carpintería.
Por decisiones políticas, en la década del 90 se cerraron algunos talleres de Mantenimiento y
Antonio pasó a trabajar a Electricidad, y luego a Herrería. Yo quedé en Carpintería, hasta que en
un momento se reactivó el trabajo y decidió volver al taller a ayudarme. Ese era Antonio
Fernández, donde había trabajo él estaba; lo malo es que nunca se lo reconocieron.
De ahí en más los dos solos encaramos todos los trabajos del sector, hasta que en 2007 se
sumaron tres compañeros más (Mario R Sandoval, Santiago Minetti y Bruno Arguello) y
compartimos momentos de todo tipo, de alegrías y tristezas, tanto en lo laboral como en lo
Antonio fue una persona trabajadora, cumplidora; no faltaba ni si quiera cuando se sentía mal. Se
calentaba un vasito de vino tinto si estaba engripado y al otro día ya estaba trabajando. Yo no lo
podía creer.
Antonio Fernández (centro), con sus compañeros del taller de carpintería en el casamiento de Santiago
Minetti (centro). Se los ve a Antonio Fernández y a Daniel Albertotti a la derecha.
Anécdotas hay un montón, son muchos los recuerdos, muchos los años de convivencia laboral. El
INTI fue su segunda casa, donde también trabajó su mujer Susana Molina (en el Jardín desde 1970
hasta 1977). Prácticamente nació y murió acá. Le llego el aviso de jubilación cuando estaba en
terapia intensiva.
Pero el Conejo no se fue del INTI. Sigue estando en estado espiritual, dando vueltas junto con
muchos otros que han partido antes, divirtiéndose como lo hacía en las mañanas de mate.
Conejo, siempre vas a estar con nosotros.
Daniel Albertotti, [email protected]
Jefe de Mantenimiento
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