GABINETE PROVINCIAL Fernando Carrión M. [email protected] Publicado en: Diario Hoy Fecha: 7 de marzo 2003 Recientemente el Gobernador de la provincia del Guayas convocó a los representantes ministeriales de la provincia a, lo que él llamó, un Gabinete Provincial. Su sola convocatoria ha puesto en el tapete la discusión de la necesidad e importancia de reorganizar el conjunto de la acción del gobierno nacional en cada una de las provincias del país. Sin duda que uno de los problemas de la estructura del estado y del accionar del gobierno tiene que ver con el nivel intermedio de gobierno. Dentro de este nivel aun no se han resuelto los problemas de relación entre el régimen autónomo y el dependiente; entre los Consejos Provinciales y las Gobernaciones; así como tampoco la gran dispersión institucional, de políticas y acciones que existen en las provincias. Por eso la Reforma Constitucional de 1998 introdujo cambios importantes en la función y competencias del Gobernador, asignándole una atribución protagónica de dirección y coordinación de las entidades dependientes del Gobierno Nacional en cada provincia. Estas reformas le convirtieron al Gobernador en el eje organizador del Régimen Dependiente y en el representante directo del Presidente de la República en la provincia. Según el Art. 227 de la Constitución, “En las provincias habrá un Gobernador, representante del Presidente de la República, que coordinará y controlará las políticas del gobierno nacional y dirigirá las actividades de funcionarios y representantes de la Función Ejecutiva en cada provincia." De allí que el Gobernador deba estructurar el Régimen Seccional Dependiente en la provincia, sobre la base de las instituciones existentes y de la desconcentración potencial de las competencias nacionales. En otras palabras, el Gobernador debe asumir la condición de eje vertebrador de la administración dependiente, gracias a que debe ser el ámbito donde se desconcentran las competencias nacionales y se reorganizan las acciones de la función ejecutiva nacional en la provincia. Para el cumplimiento de estas competencias, el Gobernador tiene los instrumentos jurídicos suficientes. La formación del Gabinete Provincial puede ampararse en el Estatuto del Régimen Jurídico Administrativo de la Función Ejecutiva, donde se describe perfectamente su composición y funcionamiento. Existe el caso excepcional de la provincia de Pichincha, que no tiene gobernador porque en su interior se encuentra la capital del Ecuador; en este caso el Prefecto Provincial podría perfectamente asumir las competencias del Gobernador, con lo cual este Prefecto-Gobernador articularía el régimen autónomo (Consejo Provincial) con el dependiente (Gobernación). Este proceso podría convertirse en la primera experiencia piloto del país, con fines de réplica y generalización hacia todas las provincias. Es necesario reglamentar este proceso mediante una Ley que regule el conjunto del Régimen Dependiente, a través de la definición de la organización y funciones de cada uno de los niveles de la estructura del estado: la provincia, el cantón y la parroquia. Además, de contener algunas disposiciones generales para que se produzca la desconcentración del nivel central hacia las instancias inmediatas, se fije la forma de elección del Gobernador y se definan el manejo presupuestario, programático y de actuación.