En 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) eliminó la homosexualidad del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), gracias a la lucha que habían emprendido el movimiento LGTB y personas pertenecientes al entorno académico, habiéndose producido una revisión científica sobre esta materia. De esta manera dejaba de ser considerada una enfermedad, sin embargo la transexualidad, que hasta entonces no había estado presente, se incluyó, en 1980, en el DSM-III, y dos años antes en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE)1, estando en ambos manuales categorizada como una enfermedad mental. La aprobación en España de la Ley 3/2007 2, conocida como Ley de Identidad, fue celebrada entonces por el grueso del movimiento trans español, como un gran triunfo después de muchos años de lucha; no obstante una parte del movimiento comenzó a cuestionar algunos aspectos de esa Ley, como el hecho de que reforzaba la consideración patológica de la transexualidad, al requerir de un diagnóstico de “disforia de género” para poder acceder a los derechos reconocidos, es decir el cambio de nombre y sexo legales. A partir de ese momento cada vez mayor número de activistas y colectivos trans, lgtb y otros actores se fueron sumando a dicha corriente crítica, cuestionando la imposición patológica de la ley. A fecha de hoy el texto no ha sido reformado, pese a las numerosas demandas de los colectivos, ahora sí, prácticamente en su totalidad a favor de 1 La CIE, o en su versión inglesa ICD (siglas de International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems), es un documento que incluye las clasificaciones de enfermedades y de problemas de salud, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 2 Ley 3/2007, de de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. reconceptualizar la transexualidad como el derecho a la identidad de género libremente elegida y el derecho a disponer del propio cuerpo, dentro del marco de los derechos fundamentales a la dignidad y al libre desarrollo de la personalidad reconocidos por la Constitución Española. Si la Ley 3/2007 fue el estímulo de esta corriente crítica, las demandas se extendieron hacia la eliminación de la transexualidad de los principales manuales internacionales de clasificación de enfermedades: el DSM y el CIE. Este movimiento se articuló a través de la campaña internacional Stop Trans Pathologization (STP), que se extendió en poco tiempo a numerosas ciudades y países de los cinco continentes. FSC-CCOO manifiesta su posición a favor de la despatologización de las identidades trans, defendiendo así que ejerzan su verdadero estatus de ciudadanía, no como personas enfermas, sino como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho. En este sentido, FSC-CCOO exige la retirada de la clasificación de la transexualidad como enfermedad del DSM y del CIE (cuya 11ª revisión está prevista en 2017), en sintonía con la campaña internacional Stop Trans Pathologization (STP). Así mismo, la FSC CCOO defiende la cobertura pública de la atención sanitaria trans-específica, para quien decida utilizarla, todo ello bajo un prisma de itinerario individualizado y autodeterminado, sin imposición de tratamientos, ni cirugías para poder acceder al reconocimiento de la propia identidad de género y consolidar así su estatus de ciudadanía plena. Desde FSC-CCOO se convoca a la afiliación a la Marcha del Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans, que se celebrará el día 24 de octubre, en diversas ciudades españolas, y de muchos otros países. Federación de Servicios a la Ciudadanía www.fsc.ccoo.es