PROPIEDAD INTELECTUAL Y PIRATERÍA DEL SOFTWARE El software, así como otras tantas obras e invenciones del hombre, forma parte de lo que se llama "propiedad intelectual", es decir, bienes intangibles que merecen ser protegidos por la ley ya que responden al ingenio, esfuerzo y trabajo de su autor. En este sentido ubicamos al software como un producto fruto de la labor intelectual de su productor, quien tiene derecho a ser remunerado por su esfuerzo y debe gozar de la seguridad de que su obra no será utilizada por otros para lucrar con el trabajo ajeno. La Constitución Argentina reconoce el derecho de los autores e inventores sobre sus creaciones e invenciones (art. 17). Por ser el software una creación, una obra intelectual, como tal está protegida por la ley 11.723 de Propiedad Intelectual. Así, según lo dicho, la Ley de Propiedad Intelectual se viola si se verifica cualquiera de las siguientes conductas: Copia o distribución de software sin haber adquirido las licencias correspondientes La utilización del software en más computadoras de las que autoriza las licencias. El préstamo o renta de software para que éste pueda ser copiado. El retiro de los medios técnicos aplicados para proteger el software. Es así como aquel que emplee software que no esté debidamente licenciado y que no goce del consentimiento firme y claro de quien es titular de los derechos, es responsable civilmente y su actuar debe considerarse delictivo ya que dicha violación de los derechos está así prescrita en la ley. La industria del software en Argentina se expande aceleradamente y Latinoamérica ocupa el tercer lugar entre los mercados que experimentan las tasas de crecimiento más rápidas. De acuerdo con las estadísticas del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de América, el mercado del software crecerá un 24% durante los próximos cuatro años. Paralelamente con este crecimiento, sin embargo, se encuentra la omnipresente amenaza del robo y copia ilegal de software. La copia ilegal de programas de computación obstaculiza la innovación y destruye los incentivos económicos necesarios para la creación de nuevos programas y aplicaciones. La piratería es una práctica muy extendida y tolerada al mismo tiempo. En algunos países, los programas de software no están legalmente protegidos (por ejemplo, en Kuwait); en otros, la legislación no es clara (por ejemplo en Israel), o no se aplica ni ejecuta de manera suficiente (por ejemplo, China y México). Prácticamente todos los países sufren pérdidas significativas a causa de la piratería. En lugares como El Salvador, se estima que el porcentaje de copias ilegales alcanza el 92%. Entre los delitos más frecuentes se incluyen falta de licencias de uso para la totalidad de los puestos en los que se encuentra instalado el software, comercialización de copias falsificadas de productos, instalación de software sin licencia en PC comercializadas por empresas de informática (generalmente en equipos sin marca), distribución electrónica ilegal (vía Internet) de software y copia clandestina de CD Rom. El software presenta un problema único: es muy fácil de duplicar y, con frecuencia, es imposible distinguir entre el original y la copia. A diferencia de otro tipo de productos, como las cintas de vídeo y audio, la calidad no se degenera de copia a copia, de forma que la copia 100 ó 1.000 sigue constituyendo una réplica perfecta del original. Es muy caro desarrollar software, pero no cuesta prácticamente nada duplicarlo, puesto que cualquier computadora sirve para hacer copias ilegales. Un producto cuyo precio puede oscilar entre los 30 y los 3.000 dólares de puede copiar por poco más del precio de unos cuantos diskettes o un CD-ROM virgen. La piratería de software adquiere muchas formas y entre los motivos por los que se copian programas sin autorización, se cuentan los puramente lucrativos, el desconocimiento de la ley y la ignorancia general sobre la importancia de considerar el software como una valiosa propiedad intelectual. Hay quienes piensan que un elemento de hardware, es "propiedad", pero que el software y la propiedad intelectual son "para el bien común" y deben compartirse libremente. Se cree que copiar programas es una actividad relativamente inofensiva, que "no hace daño a nadie", que "no es robar realmente". Los jefes o gerentes de área generalmente copian software para reducir costos y lo justifican pensando que "todo el mundo lo hace". También hay quien erróneamente cree que tiene derecho a hacer tantas copias como desee porque posee autorización para realizar copias de seguridad (la ley de derechos de autor establece que, legalmente, sólo se puede hacer una copia de seguridad o de archivo y esto incluso depende de la autorización que dé el fabricante) Y, finalmente, algunos de los usuarios creen que está permitido hacer copias siempre que no se obtengan beneficios económicos de su distribución. ¿CÓMO PODEMOS RECONOCER EL SOFTWARE PIRATA? Distingamos primero el software original. Usualmente, el software original viene en cajas impresas en alta calidad con vistoso packaging. Estas cajas contienen, entre otras cosas, los manuales de los productos, que en muchas oportunidades consisten en voluminosos tomos. Las cajas también contienen un juego de disquetes, debidamente identificados con etiquetas pre-impresas que indican el nombre del productor del software, su versión y su lenguaje. En la actualidad muchos paquetes de software también se comercializan en CD ROM. Estos vienen impresos en muy alta calidad en uno de sus lados con la correspondiente gráfica y datos del producto. Finalmente, y de gran importancia, las cajas del software original contienen la licencia de uso del mismo, que es un contrato entre el productor y el usuario comprador del paquete en el cual se especifican los derechos y obligaciones del usuario y del productor del software. Este es el único elemento legal que autoriza a utilizar un paquete de software. Al contrario, el software pirata carece de la gran mayoría de todas estas características: No viene contenido en ninguna caja, generalmente carece de manuales, o estos son fotocopiados e incompletos, generalmente son grabados en disquetes de marcas comerciales (que continúan visibles) y son etiquetados a mano o con burdas impresiones. Asimismo, carecen de la licencia de uso del software. Recordamos que la Ley de Propiedad Intelectual expresa claramente que el uso no autorizado del software (sin la licencia de uso correspondiente) constituye un delito a la misma. Copias legales a bajo costo Aunque las versiones comerciales de los programas suelen ser caras, en muchos casos, sus fabricantes, también distribuyen versiones de prueba gratuitas para que el usuario pueda probar las aplicaciones antes de comprarlas legalmente. SHAREWARE Una palabra muy de moda en el ámbito de la computación es shareware. Bajo este nombre se agrupan aquellas aplicaciones, creadas normalmente por programadores independientes o pequeñas empresas, que pueden ser utilizadas de forma gratuita durante un tiempo determinado. Pasado este periodo de prueba, el usuario deberá pagar al fabricante una determinada cantidad (dependiendo de la calidad del programa) para que la aplicación siga funcionando. FREEWARE Una variante del software es el freeware. Se trata de algunas aplicaciones que algunos fabricantes de software distribuyen de forma absolutamente gratuita para que los usuarios de computadora conozcan y utilicen sus programas. También, cuando las empresas crean una nueva versión de un programa, liberan la anterior. Se puede obtener sin costo alguno. Para conseguir estos programas el camino más fácil es hacerlo por Internet, ya sea visitando el sitio de la empresa creadora del software o en sitios dedicados a buscar programas de este tipo. HACKERS VS CRACKERS A pesar de la imagen difundida, los hackers no son vándalos electrónicos que sólo actúan con el fin de destruir. Se trata de expertos informáticos que pasan muchas horas ante la PC descubriendo fallas en los sistemas. Un pirata informático no entra en la computadora central de un banco para robar o manipular las cuentas, sino que se limita a dejar constancia de su presencia ahí con la intención que los responsables solucionen las fallas de protección. Los primeros hackers fueron los alumnos del MIT Instituto de Tecnología de Massachusetts. A la mala imagen de los hackers se suman los crackers. Se trata e piratas informáticos que usan sus conocimientos para evitar tener que pagar por el software que utilizan. Sin embargo incluso dentro de esta denominación existen variantes: algunos crackers investigan el modo de desproteger programas como un desafío intelectual, mientras que otros lo hacen para copiarlos, distribuirlos ilegalmente y ganar plata por esto. El desconocimiento y la falta de preparación de las fuerzas de seguridad y del estatamento legal ante los nuevos delitos tecnológicos provocaron que se metieran en una misma bolsa a hackers y crackers que negocian con programas ajenos, internautas que disfrutan destruyendo, distribuidores de virus informáticos y correo basura (spam). Las propias comunidades de hackers denuncian y rechazan la presencia de crackers. La BSA (Business Software Alliance) es una entidad internacional creada por los fabricantes de software que trabajan con las policías locales para perseguir la distribución ilegal de sus programas. Entre sus cometidos figura controlar que las empresas trabajen con software registrado y perseguir a los crackers. VIRUS Utilizar programas piratas además de ser un delito, puede traer problemas entre ellos puede fallar y además puede contener VIRUS. Como si se tratara de un organismo vivo los virus informáticos infectan y se reproducen. Sin descanso aparecen nuevas formas de ataque. Los virus no son otra cosa que programas que tiene la particularidad de ser destructivos. Los programas virus pueden producir desde el bloqueo de la maquina hasta la destrucción de programas y archivos de datos. La gran mayoría de los virus informáticos son trabajos artesanales de expertos en lenguajes de programación y aficionados que tiene como único objetivo demostrar que no existen sistemas infalibles ni inviolables. Pero no hay que confiarse porque otros esconden "bombas" que atacan tanto a los programas como a los distintos elementos de hardware. Pueden borrar todo el disco rígido o reemplazar por basura los valiosos datos de configuración básica e la computadora. Los virus se pueden transmitir de una computadora a otra principalmente a través del uso de diskettes. Si se usa un diskette en una computadora con virus este se traspasa al diskette y luego al usar el mismo en otra computadora esta ultima adquiere el virus, por eso hay que ser muy cuidadosos en el uso de los mismos y estar seguros de su procedencia. También es común que tengan virus algunos archivos con imágenes (extensiones...) recibidos por email. No se deben abrir sin saber la procedencia. De todas maneras se puede detectar un virus y controlar si los diskettes o las computadoras tienen virus utilizando los programas antivirus. Los antivirus además de detectar el virus también lo eliminan y sacan el virus de la computadora o diskette pero no reparan los daños que este mismo ya ocasionó. Para que un antivirus sea realmente efectivo es ideal actualizarlo una vez por mes y esto se puede hacer una vez que se registro la copia original desde Internet. Un programa antivurus muy conocido es el Norton.