El Señor es mi pastor: nada me falta. En verdes praderas me hace

Me unges con perfume la cabeza, y mi copa se derrama de tus bienes.
¡Aquí está la plenitud! Aceite y perfume que nos consagran.
Todos nosotros poco a poco llegamos a ser pertenencia Tuya,
Nos convertimos en signos de Ti.
Y quien nos ve, te ve a Ti. Auténticos cristianos.
Aceite y vino. Alegría que colma el corazón y la vida.
Alegría que colma la vida y no puede más que contagiar a los demás.
La Palabra de Dios en el camino de acompañamiento.
Tu bondad y lealtad me escoltan todos los días de mi vida;
Camino emocionante que pide continuidad, fidelidad,
no para un momento de la vida sino para toda la existencia.
Nunca deja de crecer, nunca termina el discernimiento de lo bueno, lo verdadero, lo
hermoso.
Ya nunca se termina el recorrido con un guía, con un pastor; contigo, Señor.
El Señor es tu guía y te acompaña en el camino.
Una propuesta de oración y reflexión personal.
y habitaré en la casa del Señor por días sin término.
Esta es la última meta: estar con él para siempre. Este es la finalidad de nuestra vida:
"Amarte, servirte para poder disfrutar de Tu plenitud en la eternidad."
Don Bosco diría que todo es cuestión de "salvación".
Aquí está la de todos nosotros en juego.
El Señor es mi pastor: nada me falta.
En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
Aunque vaya por cañadas oscuras no temo ningún mal,
porque tú estás conmigo,
tu vara y tu bastón me dan seguridad.
Me guía por el camino apropiado
por amor de su nombre.
Preparas ante mí una mesa en presencia de mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
y mi copa se derrama de tus bienes.
Tu bondad y lealtad me escoltan todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor por días sin término.
SU PALABRA PARA TI
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AMBIENTE EDUCATIVO ACOMPAÑAMIENTO
Invoca al Espíritu Santo.
Dedica un tiempo prolongado para escuchar la Palabra y rezar antes de
buscar un acompañante.
Es muy enriquecedor escuchar la Palabra de Jesús cotidianamente: puedes
elegir un Evangelio y leer un capítulo por día, conservando una frase que te
impacte; o puede ayudarte seguir las lecturas de la Eucaristía del día.
Al terminar este período, elige un texto que hayas sentido particularmente
provocativo para tu vida.
Salmo 23
1
El Señor es mi pastor
Nadie puede permanecer sin una guía en la propia vida.
Es preciso confiar la propia existencia, a alguien - Dios, otra persona que puedan cuidarnos, acompañarnos, guiárnos.
Él es la guía. El que lleva todo nuestro peso sobre sí nos regala su
método de guía y compañero, aquel del amor.
nada me falta.
Con Él no pierdes nada, porque todo don te es dado.
Habiéndola asumido, el conoce nuestra humanidad
Y desea para nosotros la plenitud.
“He venido para que tengan vida y vida en abundancia”.
En verdes praderas me hace recostar,
Vivimos a menudo en las tensiones, en la ansiedad,
sin tranquilidad.
No alcanzamos a encontrar descanso dentro de nuestros
laberintos cotidianos.
me conduce hacia fuentes tranquilas
En su voluntad está nuestra paz.
Esta es la fe: que todo lo de Dios es para el bien de quienes
ama. Que todo es gracia, todo es regalo. Todo está dentro de un
plan misterioso y hermosísimo que nos lleva hacia Él,
hacia la plenitud que llamamos Paraíso.
y repara mis fuerzas.
Recrear, dar seguridad: significa encontrar aquellos puntos irrenunciables con los cuales
confrontar las decisiones de cada momento, para no ser arrojados aquí y allá por los
vientos doctrinales, por las opiniones, por los juicios temerarios y sin fundamentos que
los demás nos hacen.
2
Me guía por el camino apropiado
Ayudar en la toma del camino correcto es lo mejor que se nos puede ofrecer;
porque muchas cosas pueden ir mal, pero no podemos desperdiciar la vida,
probando una y otra vez.
El justo camino tiene un nombre cristiano:
Respuesta a una llamada, vocación.
por amor de su nombre.
Es solo en Jesús, en su persona y con sus criterios,
que encuentra sentido la obediencia a una guía,
que encuentra significado una regla que nos marca el camino.
Él es el modelo de vida para el hombre.
Cristiano es quien vive como Él, por su don, por su gracia.
Su nombre llega a ser el nuestro.
Aunque vaya por cañadas oscuras no temo ningún mal,
Llega el tiempo de la prueba, los ruidos,
donde todo parece confuso, insignificante, sin salida.
Quien es conducido tiene la certeza que nada es en vano.
Que las tinieblas no prevalecerán, no obtendrán la victoria.
Cuando uno se confía, se da cuenta que es en el momento del discernimiento
Donde se llega a lo esencial, dejando de lado lo superfluo.
porque tú estás conmigo,
Porque Él está aquí. Jesús está siempre a tu lado. Todo está en saber descubrir su
presencia. En todo, en cada situación, en cualquier momento. Él está aquí.
“Dios te ve”: el crecimiento en la libertad es un proceso de purificación con el fin de
ver a Dios, re-conocerlo, o sea conocerlo de nuevo y agradecerle.
tu vara y tu bastón me dan seguridad.
El bastón para el pastor es el instrumento para marcar el paso,
para ahuyentar al enemigo.
No podemos recorrer el camino sin afrontar la lucha.
Un camino de vida en el Espíritu y un camino de seguimiento necesita coraje.
Valentía en el momento en el cual es necesario enfrentar los acantilados,
Los pasos inaccesibles y difíciles, las alturas imprevistas.
Solo la confianza en quien guía puede hacernos caminar.
Preparas ante mí una mesa en presencia de mis enemigos.
Estamos en presencia de la más grande e incomprensible de las promesas: "Mira, yo estoy
a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él
conmigo. "(Ap 3,20). Tu banquete, donde das Tu cuerpo y Tu sangre es el método y la
meta. Es el método, porque es una escuela de la entrega. Allí se aprende a amar. Es la
escuela de la verdad acerca de nosotros mismos, de las relaciones, de Dios. Pero es
también el destino, porque es tan grande el misterio que o bien somos conducidos y
guiados, o corremos el riesgo de trivializarlo.
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