El castillo de Neuschwanstein De cómo la fantasía del monarca Luis II de Baviera se hace realidad Trabajo final de Patrimonio Cultural: Historia del Arte. Marina Soto Medina. I de Turismo B. EL CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN Características generales de la obra: Puesta en situación; Orígenes; Contexto histórico El proyecto, concebido y mandado construir por el rey Luis II de Baviera (Alemania), de levantar sobre la roca del barranco de Pöllat, en donde ya había dos 1 castillos imponentes de los nobles de Schwangau , un castillo al estilo de los viejos fuertes alemanes de la Edad Media; se remonta a la primavera del año 1868. 2 Un pintor del Teatro Nacional de Múnich, Christian Jank, fue el responsable de los primeros diseños. Los primeros esbozos, para el castillo imperial de Nuremberg, de los fuertes del Rhin y por otra parte, una abundante documentación, habían suscitado la elección del estilo gótico de la época pasada, abandonado después, a partir de 1869, en favor de castillos imponentes del siglo XIII. Boceto ideal de Neuschwanstein, por Chr. Jank, 1869. Hacía falta en principio llevar a cabo un pesado trabajo de aplanamiento de la tierra, después construir un camino transitable y un sistema de abastecimiento de agua, ya que se iba a trabajar en un lugar escarpado y repleto de naturaleza. La primera piedra del palacio se colocó el 5 de septiembre de 1869. Entre 1870 y 1873 fue desarrollado bajo la dirección de Eduard Riedel el edificio de entrada, hecho a continuación, de 1870 a 1881, el Palacio, construido por Georg von Dollmann. Durante estos mismos años, todo un equipo de pintores y arquitectos (Jank, Welter – que habían participado también en la restauración del castillo de Wartburg – Pechmann, Dehn e Ille) prepararon la puesta en marcha y la decoración de los interiores, tras los primeros trabajos de Hyacinth Holland. Todos estos proyectos fueron cuidadosamente cotejados, en su totalidad de detalles, con artesanos. Todo esto sigue siendo una preciosa colección de esbozos, conservados en el Museo de Luis II en Herrenchiemsee. Estos trabajos puestos en marcha de las estancias reales y de las dos salas de las mismas estancias, fueron realizados en cinco años. Debido a la catástrofe de 1886 (muerte trágica del rey) se interrumpieron bruscamente, el edificio de entrada se añadió terminado así como el Palacio; éste último, sin embargo, a excepción del segundo y tercer piso, y el acondicionamiento interior era muy avanzado. La Ritterhaus (estancias de los caballeros) y dos galerías contiguas estaban en fase de construcción, mientras que la Kemenate (estancias de las mujeres) y la torre todavía no tenían puestos los cimientos. 1 Schwangau es un pueblo alemán cerca de la ciudad de Füssen, perteneciente al condado de Ostallgäu en el sudoeste de Baviera, muy cerca de la frontera con Austria. 2 Detalle de un plano de 1868 de las ruinas de Vorderhohenschwangau, en donde se ubicó el "Catillo Nuevo" (En la foto; parte de arriba) y de Hinterhohenschwangau, en donde se ubicó, a su vez, Sylphenturm; Alemania. (En la foto; parte central). Todos estos trabajos, así como la decoración de las habitaciones y de las principales galerías, se continuaron bajo la dirección de Julius Hofmann y acabaron en 1892. Aunque se haya estado en el compromiso de renunciar a la decoración arquitectónica de los exteriores y de cuidar más la sobriedad, el conjunto no ha dado menos impresión de unidad armoniosa. El Proyecto primitivo de una torre alta con vistas a todo, y dentro de la cual habría sido ubicada una capilla, fue abandonado; del pedestal ya hecho no perdura más que un ábside poligonal, visible saliente de las murallas del castillo. En 1883, en una época en la que la ultimación de Neuschwanstein no estaba aún a la vista, Luis II pensaba ya en la construcción, a unos 20 km, de otro castillo imponente, sobre el terreno de las ruinas de Falkenstein. Así pues, su pasión por construir no conocía descanso y, después de sus fastuosos palacios de Linderhof y de Herremchiemsee, volvió, en pleno siglo XIX, a sus sueños utópicos de viejas construcciones medievales, que ya le hicieron crear Neuschwanstein. A su muerte, este castillo no permaneció mucho tiempo deshabitado: menos de tres años más tarde, fue abierto a los visitantes. Originalmente propiedad de los Wittelsbach, ahora pertenece al Estado de Baviera. El rey Luis II de Baviera. Su vida – Su final La vida de Luis (Ludwig) II de Baviera, monarca de destino brillante y trágico a la vez, se considera hoy todavía, dentro de su país e incluso en el extranjero, como una ambigua leyenda; está relacionado del modo más íntimo a dos castillos en Schwanstein. Ambos se sitúan al este de dos pequeños lagos bávaros, el Apsee y el Schwansee, región de Allgaü (Algovia). El lugar, como le escribió una vez a Richard Wagner, es uno de los lugares más bellos y acogedores que se puedan encontrar. Si en el castillo de Hohenschwangau, donde pasó su infancia, marcó su formación de forma inexorable, fue en el de Neuschwanstein, mandado construir por él mismo con una verdadera pasión por el constructor, que su reinado vio su fin profundamente trágico. Hohenschwangau había sido, de 1832 a 1837, restaurado por su padre Maximiliano II durante el estilo románico de entonces, sobre los restos medio destruidos de un viejo fuerte feudal. Esto es, dentro de esta antigua fortaleza medieval, en sus salas adornadas de extensos frescos representando las obras de los Güelfos, de los Hohenstaufen y de sus propios antepasados, los Wittelsbach, de los que el niño soñador recibió una educación demasiado recluido, alimentado de viejas leyendas germánicas, que hicieron de él un romántico atrasado; por eso cuando, el joven de 19 años, subió en 1864 al trono de su padre, no supo establecer contacto con la realidad, debido a las exigencias de la vida real. Sin duda, el encanto de su juventud conquistó de entrada los corazones de sus súbditos; podía desde este momento hacer venir a Múnich a su 3 amigo Richard Wagner y facilitarle todo su poder para las primeras representaciones de Tristán (1865), de los Maestros Cantores (1868), del Anillo del Nibelungo (1876) y finalmente de Parsifal (1882), así como una nueva puesta en escena de Tannhaüser (1867). Quería una escena real dentro de la cual pudiera no solo presenciar el espectáculo de estas leyendas, sino también vivirlas él mismo en su vida. 3 Richard Wagner, compositor, dramaturgo, poeta e incluso allegado íntimo del rey de Baviera, dio a conocer sus principales obras gracias a la ayuda del excéntrico monarca, entre otros. ''El mundo de la música le debe la composición y la conservación de la mayoría de obras de Ricardo Wagner, así como el haber sabido reconocer su valor. La gran ayuda que el artista recibió del rey fue la base para el desarrollo de nuevas vías en la música; fue, en definitiva, el artífice en la creación de la Ópera de Bayreuth. '' (DESING; 1979; p. 44 y 46) Pero el impulso del idealismo fue pronto deteriorado por las decepciones de sus primeros años de reinado: la ruptura de sus compromisos, la separación y el alejamiento forzado de Richard Wagner, la situación un poco agitada de su país después de 1866 (Sadowa), hasta la pérdida de ciertos derechos de soberanía en beneficio de Prusia (rival de Baviera) en 1871; todo esto no hizo más que aumentar su inclinación a la desconfianza, a la misantropía, a la evasión de la realidad. De ahí su apodo del Rey loco. Hay un doble sentimiento: por una parte, su sueño de recrear la caballería medieval y, por otro lado, sus amargas decepciones sobre asuntos de carácter humano y político, por lo que el joven rey llegó a concebir el proyecto de levantar una residencia aislada, dentro del estilo de los tiempos pasados (de estilo medieval). Una visita al castillo de Wartburg en 1867 le condujo a querer hacer él mismo de 4 Neuschwanstein una especie de castillo del Santo Grial , confirmando así, más que en cualquier otra de sus construcciones, su culto por Wagner. Al maestro – que, de hecho, nunca llegó a Neushwanstein, por otra parte, tampoco 5 a Linderhof ni a Herrenchiemsee – le indicó que encontraría muchos recuerdos de dos óperas citadas. Y, sin duda, la impresión que le causó el teatro wagneriano impulsó al monarca a basar sus primeros proyectos no en los planos de un arquitecto, sino en el diseño de un pintor de teatro. Si no fuera por el reñido esfuerzo de años y años no hubiera sido posible levantar el suntuoso palacio en una cima de acceso complicado. Se ha probado una primera estancia de Luis dentro de sus salas entonces terminadas, por primera vez en Mayo – Junio de 1884, de cortos recorridos de ocho a quince Vista del castillo de Wartburg de Eisenach, diseño, ca. 1867. Modelo inspirador de días, finalmente otra en 1886. Esto debería Neuschwanstein. corresponderse con la penúltima etapa de la vida tan agitada del pobre soberano: el 10 de junio por la mañana, una comisión acudió desde Múnich para comunicarle su derrocamiento y la designación de una regencia; la cual no fue aceptada en su presencia, y fue apresado durante varias horas en la entrada: el pueblo de Schwangau se declaró a favor de su rey. El 12 del mismo mes (junio), acompañado de psiquiatras y guardias, fue trasladado al castillo de Berg, cerca del lago de Starnberg, dentro del cual, tres días después, murió ahogado. Allí se colocó un crucifijo en su memoria. Se podría tratar de una muerte voluntaria o de un intento desesperado por escapar; lo cual seguirá siendo, sin duda, un misterio nunca resuelto. 4 Se refiere aquí a que su culto por Wagner es tal, que le lleva a inspirarse en dos de sus óperas más conocidas (Parsifal y Lohengrin, su continuación), en donde la localización de referencia es el Castillo del Grial. Su modelo será el Castillo de Wartburg. 5 El Palacio de Linderhof, único proyecto que Luis II logró acabar en vida (1878) y que, además habitó; Y el de Herrenchiemsee, que tras la muerte del rey seguía inacabado y cuyos costos habían superado las construcciones de Neuschwanstein y Linderhof juntos. ''Todavía hoy, Luis II de Baviera es venerado por infinidad de gentes, ya sea como rey de leyenda o como un ser que quería y buscaba lo bello y lo bueno, pero que fue víctima de su entorno. Gran parte de las personas más cercanas a él fueron quienes más daño le causaron. Habiendo comenzado su vida bajo el esplendor, acabó en la oscuridad, rodeada de un misterio que perdurará en la noche de los tiempos.'' (DESING; 1979; p. 46) El castillo: Visión de conjunto El castillo de Neuschwanstein erigido, a 1008 metros de altitud, sobre la roca del barranco de Pöllatschlucht, cuyo material y decoración arquitectónica del estilo medieval desde principios del siglo XIII, marcó en Alemania el fin del románico, con sus pórticos y sus ventanas de arcos de medio punto, sus bóvedas y columnatas, sus almenas y balcones. Se distinguen cuatro partes principales: al este, un edificio flanqueando el pórtico de entrada (Torbau) – al sur, la Kemenate (estancias reservadas a las mujeres en los castillos feudales alemanes) – al norte, los edificios de unión, con la Ritterhaus (estancias de los caballeros) y la torre cuadrada – y finalmente, la pieza principal, el Palacio (residencia del rey) al oeste. Planta del recinto (Debajo). El material de construcción utilizado proviene de una cantera cercana de piedra tallada. (Alter Schrofen). El conjunto arquitectónico de Neuschwanstein se puede observar desde distintas perspectivas, dispuestas según su fachada: norte, oeste, sur y este. En la fachada norte, de izquierda a derecha, se puede distinguir: la torre de la esquina norte de Torbau, la galería de unión sobre la pendiente inferior, la torre cuadrada, la galería de unión superior, la Rittehaus con la torre de escalera, la fachada norte del ala este del Palacio, con el jardín de invierno (pequeña terraza), la torre rectangular, el balcón del despacho (sala de trabajo), la torre octogonal (de 65 m de alto) y la fachada norte de la Sala del Trono. Se encuentran las siguientes esculturas: En la torre cuadrada, una Virgen; en la torre octogonal, un San Jorge, ambos de Ph. Perron, a quién también se le atribuye el conjunto de decoración arquitectónica. Vista fachada norte del Castillo de Neuschwanstein y detalle de la torre-escalera. En la Fachada oeste, visión del camino hacia Marienbrücke: Caracterizada por una fachada a dos aguas, con un balcón de doble piso, flanqueado por dos especies de atalayas y coronado en la cima por la estatua en cobre tallado de un caballero con el escudo del león de Baviera (quizás Otto de Wittelsbach, fundador de la dinastía). Como detalles: La puerta de la planta baja debía conducir a una gran azotea: restos del antiguo fuerte de Vorder-Hohenschwangau. El balcón de doble piso según el modelo del de Wartburg, con arcos de medio punto sostenidos por columnas simples o geminadas. Estatua de santa Cecilia localizada en la esquina noroeste. Ménsulas de apoyo. Vista fachada oeste del Castillo de Neuschwanstein y detalle de una estatua de un caballero con el escudo del león de Baviera. En la fachada sur: Desde el puente de Marienbrücke se ofrece una vista especialmente impresionante de todo el conjunto del edificio, dignamente fijado en la abrupta roca dominante del barranco de Pöllat y, más allá, en la llanura hacia Füssen. Además de la magnífica vista sobre el edificio, hay una cascada a la derecha, el Palacio con la torre redonda y el balcón de la habitación del rey, la Kemenate, una pequeña torre cuadrada y un saliente octogonal, después la gran torre cuadrada al norte y la Torbau. Vista fachada sur del Castillo de Neuschwanstein y detalle del puente de Marienbrücke, sobre la cascada del desfiladero de Pöllat a una altura considerable. Por último, la fachada este (cerca de la entrada) en la que se distinguen: Los dos pisos de la Torbau, con un edificio mediano de tres pisos, a dos aguas, flanqueado por dos torres de esquinas redondas, con almenas. Murallas recubiertas de piedra tallada y de roca molasa, coronadas de almenas. Por encima del pórtico de entrada, decorado con el escudo de Baviera 6 , una pasarela con dos largas torres de vigía formando un balcón. Vista fachada este del Castillo de Neuschwanstein y detalle de la entrada fortificada-Torbau (escudo de Baviera, en el centro). Interior del Palacio: Salas principales Las estancias y salas del rey en los pisos tercero y cuarto podrían haber sido acabadas, en lo esencial, para 1886 en la forma prevista; pero los vestíbulos y los pasillos, no fue hasta 1888 que se les dispuso su decoración, bastante sobria por otra parte. Los pasillos y escaleras, las bóvedas de crucería, los arcos de los pórticos y las ventanas, los capiteles esculpidos con exuberancia de motivos siempre variados, la decoración arquitectónica, las pinturas y las esculturas, y por otro lado, en las estancias, a menudo divididas por columnatas, los paneles de madera, las pinturas murales, los techos de vigas o de artesonados, las diversas piezas del mobiliario, todo eso es del estilo románico final de la Alemania del siglo XIII. 6 El escudo de Baviera de la entrada hace referencia a la dinastía de los Wittelsbach, dinastía alemana de los territorios de Baviera desde 1180 hasta 1918. Aunque las estancias son características dentro del espíritu del romanticismo pseudo-medieval de muchos fuertes construidos en el siglo XIX, se pretende una cierta intimidad, con sus muebles ricamente esculpidos y sus cortinas de seda bordada de oro. La Sala del Trono, por ejemplo, intenta reproducir la solemnidad extraordinaria de un palacio bizantino, y la Sala de los Cantores procura ser la reproducción fiel de su modelo de Wartburg. Ambas salas pertenecientes al cuarto piso. Por otra parte, existe una constante asociación de la poesía a la decoración. Luis II siguió el ejemplo dado por su abuelo Luis I en el Palacio Real de Múnich (Residencia), así como el de su padre Maximiliano II en el castillo de Hohenshwangau (muy cerca de Neuschwanstein), donde había pasado su juventud. En cuanto a la decoración pictórica, cabe decir que se asienta básicamente en las óperas wagnerianas por las que Luis II demostró especial interés desde siempre. Las pinturas murales, por tanto, se basan en las mismas sagas medievales a las que había acudido el compositor. Las más representativas son las siguientes: Sigurd, Gudrun, Tristán e Isolda, Parsifal, Lohengrin y Tannhäuser. Todas estas pinturas se acaban sobre lienzo, a excepción de las de la Sala de los Cantores. Planta tercer piso del Palacio: 01. Vestíbulo Inferior. 02. Sala del Trono. 03. Antesala. 04. Comedor. 05. Dormitorio. 06. Capilla. 07. Vestidor. 08. Salón. 09. Gruta e invernadero. 10. Despacho. 11. Antesala o Sala de los Ayudantes. 12. Pieza de paso. Planta cuarto piso del Palacio: 02. Sala del Trono. 13. Vestíbulo Superior. 14. Sala de los Cantores. El Palacio del rey consta también de dos pisos previos, de menor importancia, ya que las propiamente dichas estancias del rey se situaron en el tercer y cuarto piso. Así, el primer piso se caracteriza por una galería de entrada, un pasillo, unas habitaciones de servicio, un vestíbulo y una escalera de caracol. De este piso podría destacarse el suelo en cerámica de Mettlach (ciudad de Sarre), así como que todos los vestíbulos se organizan de forma angular. Del segundo piso únicamente hay referencias en cuanto al rellano, una sala de baño y habitaciones de servicio, que albergan piezas de estilo morisco. No se abre al público. Las salas más suntuosas y soberbias del Palacio son, sin duda, la Sala del Trono y la Sala de los Cantores. La sala del Trono o Thronsaal: Es una sala de gala que produce una elevada sensación de majestuosidad, ocupa, en dos pisos, toda la parte oeste del Palacio, y cuya construcción fue, en cuanto a la forma y a la decoración, influenciada por modelos bizantinos. Tras varias propuestas sobre el diseño de la sala, J. Hofmann fijó en 1884 los planos definitivos. Tras la muerte del rey, la sala seguía inacabada. 7 El rey quería de algún modo hacer una galería del Caballero del Cisne , Lohengrin, con el cual llegó a veces incluso a identificarse, haciendo del mito del Grial el símbolo del característico sacrosanto de la realeza. La parte principal de la sala está rodeada de una galería sostenida por columnas formando un peristilo y coronado de una cúpula achatada. Las columnas de mármol estaban previstas, abajo, en pórfido y en la galería de arriba, en lapislázuli; realizadas como imitación. El trono estaba previsto sobre un estrado en forma de ábside semicircular, al cual se daba acceso por unos escalones de mármol de Carrara blanco claro. El suelo es aplicado en mosaico con motivos extraídos del reino vegetal y animal. Como explicaba Kienberger (ca. 1978, La salle du trône): ''Un trabajo particularmente bello es el suelo en mosaico (de Detoma, Viena) de esta sala de 15 metros de altura y 20 de largo. Compuesto de más de dos millones de pequeñas piedras, que simboliza la vida de animales y plantas del mundo entero.'' Las pinturas más representativas son las del ábside del trono, que no se realizaron hasta después de 1886 según los proyectos de E. Drollinger, representan a Cristo en su gloria, a seis reyes santos, después a los doce apóstoles, las de la galería y del peristilo conmemoran las obras de estos santos reales, la victoria del caballero san Jorge y la del arcángel san Miguel (Quién es como Dios, significado del nombre en hebreo). Las tres grandes pinturas semicirculares de debajo de la cúpula se dedican a escenas de la Antigüedad, del Antiguo Testamento y del cristianismo. Son en su mayoría de W. Hauschild, entre otros. 8 Desde esta sala del trono se accede a un balcón soleado (Söller) de donde se ofrece una visión grandiosa de las montañas, de los lagos y la llanura. En la sala hay un gran candelabro de latón de oro con relieves en imitación de marfil, que cuenta con un total de 96 velas y pesa él solo 900 kg. 7 El caballero del cisne o Lohengrin, personaje principal de las óperas wagnerianas, de cuya representación el rey había quedado fascinado y con el cual llegó a fusionarme, identificándose así con el animal símbolo de los condes de Schwangau. 8 Desde el balcón hay unas vistas impresionantes. Se distingue, entre otras cosas, la montaña Schwarzenberg y los lagos Schwansee, Hopfensee, Forggensee, Alpsee y Bannwaldsee. I Vista del ábside del trono, en el que se observa los escalones de mármol, el gran candelabro, el suelo en mosaico y las pinturas murales. II Vista desde el ábside, se aprecia las dos filas de columnas de distintos materiales (destaca el lapislázuli, en azul) y el resto de pinturas murales. I Vista de un lateral de la sala, en el que se observa una pintura mural de San Jorge contra un dragón, entre otras cosas. II Vista desde el balcón de la Sala del Trono. La sala de los Cantores o Sängersaal: Sala concebida bajo el modelo del Castillo de Wartburg, en el cual se había dado lugar al 9 principio del siglo XIII, bajo el landgrave Hermann de Turingia, un torneo poético que ha dado el tema de muchas obras literarias alemanas; estaba particularmente relacionada a Luis II por la ópera wagneriana Tannhaüser y por la leyenda de Parzifal, con una gran cantidad de pinturas en esta galería; la mayortía de Spiess y Piloty. Los primeros proyectos fueron realizados por Chr. Jank en 1868, en un tiempo en el que no había más que ideas generales para el castillo y en 1880, junto con Dehn realizaron otros proyectos. Pero tuvo que ser con la realización de los planos de J. Hofmann, entre 1882 y 1883, que el poema de Parzifal fue definitivamente utilizado como tema de decoración. La amplia sala rectangular está dotada longitudinalmente, de una tribuna que contiene ménsulas ricamente esculpidas; los pilares que la soportan delimitan una galería lateral con techo de artesanados, decorado de signos del zodiaco, pintados de motivos diferentes y llevando inscripciones con los nombres de los principales trovadores (minnesänger). En el lado ancho, al este, la amplia sala se abre por una columnata, sobre un balcón, flanqueada a cada lado de barbacanas. En el lado ancho opuesto, los pasos conducen a una escena rodeada de columnas de mármol, tratada a la manera de una pérgola y coronada por una pequeña tribuna. Se distingue, además, seis suntuosos candelabros de latón dorado; en las paredes, bancos 9 El landgrave hace referencia, en términos medievales alemanes, a aquel que tenía jurisdicción sobre un determinado territorio. Título comparable al de príncipe soberano. esculpidos, con cojines revestidos de brocado. De las ventanas de la galería, buenas vistas sobre los lagos Schwansee, Hopfensee, Forggensee y Bannwaldsee. I Vista longitudinal; techo de artesonados pintados, varios candelabros, bancos esculpidos y revestidos, etc. II Vista de un lateral de la sala; pintura mural de la leyenda de Parzifal. Del resto del Palacio se puede hacer una mención especial de las siguientes salas: El dormitorio del rey o Schlafzimmer: Brillante habitación; en contra de los rasgos altomedievales del conjunto del castillo, se realiza en el estilo gótico final. Los planos definitivos son de J. Hofmann (1880-81), sobre los proyectos tratados en acuarela por P. Herwegen desde 1869. Las pinturas y esculturas se refieren a la obra del trovador Gottfried de Estrasburgo: representan las escenas de la epopeya de Tristán e Isolda (Yseult). Llama la atención la cama de gala, el sillón con dosel, el armario, el tocador y las sillas; todo ello ricamente tallado. Una ventana del balcón de la sala, ofrece una vista esplendida. El comedor o Speisezimmer: Sala gratamente decorada de pinturas murales (de F. Piloty y J. Aigner), enmarcadas por un revestimiento de madera, referidas a escenas que aluden a la época del Landgrave Hermann de Turingia y retratos de trovadores alemanes; así como alegorías de las virtudes de los caballeros. Además, sobre la mesa del comedor destaca una escultura en bronce dorado de pedestal marmóreo: Sigfrido luchando con el dragón (Escena 10 recurrente en las óperas wagnerianas y, en consecuencia, en el castillo). Curiosidades . El salón o Wohnzimmer: Sala en forma de ele, dividida por una columnata que da a una alcoba. La decoración está dedicada a la leyenda de Lohengrin, como se aprecia tanto en las pinturas murales (de Hauschild y Piloty) como en el mobiliario, revestido en seda azul de motivos de cisnes. Hay que resaltar la escultura de esa sala; un cisne de mayólica (cerámica italiana originaria de Mallorca). La capilla o Hauskapelle: Junto con pocas secciones del castillo, la capilla es de las pocas salas decoradas al estilo neogótico. Las pinturas murales, las vidrieras y el tríptico del altar se refieren al patrón de Luis II, san Luis, rey de Francia. Delante del altar destacan un crucifijo de marfil y un reclinatorio revestido de terciopelo violeta y rematado por bordados en oro. Gruta e invernadero: Imitación de una gruta de estalactitas, con iluminación colorida (Motivo de la gruta de Höselberg, de la leyenda de Tannhäuser); había primitivamente una pequeña cascada. Creación de August-Dirigl. Para estar ubicada en un Palacio real, es insólita esta sala. 10 I. Al comedor se accedía a través de una antesala, equipada desde 1885 de un sistema de timbres eléctrico que permitía llamar a los sirvientes desde todos los lugares del castillo. II. ''La construcción de semejante sala era técnicamente imposible ya que la cocina se encuentra 3 pisos más abajo que el comedor. Los platos se llevaban desde la cocina con la ayuda de un monta-platos.'' (KIENBERGER; ca. 1978; La salle à manger) De izquierda a derecha: El dormitorio y la capilla. Similitudes respecto a otras obras y actualidad En primer lugar, es preciso mencionar el Castillo de Wartburg (de Eisenach, Alemania) como modelo inspirador esencial de Neuschwanstein, con el que tiene muchas semejanzas. La visita de Luis II, en 1867, fue decisiva para estimular y seguir alimentando las fantasías del rey, el cual quedó entusiasmo especialmente de la Sala de los Cantores que mandó reproducir fielmente. Otros castillos alemanes parecidos a Neuschwanstein en lo que a estética medieval se refiere: el de Hohenschwangau; el de Cochem, de estilo gótico tardío; el de Heidelberg, de estilo renacentista; el de Hornberg; el de Nuremberg, así como la catedral de Bamberg, de estilo románico tardío-gótico y la ciudad medieval de Rothenburg ob der Tauber. Otras referencias europeas: El castillo de Chillón (Suiza) o el Alcázar de Segovia (España). Actualmente, el castillo de Neuschwanstein es uno de los monumentos más visitados de Alemania, e incluso de Europa. Luis II mandó construirlo pensado en él como una residencia de fantasía retirada en un exclusivo y maravilloso entorno, pero lo que no sabía es que dos siglos después su percepción del castillo cambiaría completamente para convertirse en un interesante fenómeno de atracción turística. En este sentido, Neuschwanstein se creó al más puro estilo de los castillos alemanes, sin embargo, la función defensiva quedó relegada a la estética. Su estado de conservación actual es muy bueno ya que está sometido a muchas inspecciones debido al accidentado terreno en el que se ubica y al clima agresivo propio del lugar que amenaza con dañar progresivamente las fachadas del castillo. Neuschwanstein goza de muy buenas críticas y es considerado una parada obligatoria artística y turísticamente hablando. Se le ha relacionado con el Castillo de la Cenicienta de Walt Disney. De izquierda a derecha: Alcázar de Segovia y Castillo de la Cenicienta. Bibliografía: THOMA, Hans; HOJER, Gerhard; PORTEVIN, Jacques; KREISEL, Heinrich. ,Le chateau de Neuschwanstein – Guide officiel, Alemania (Múnich), Bayerische Verwaltung der Staatlichen Sclhösser, Gärten und Seen (Administration Nationale Bavaroise des Châteaux, Jardins et Lacs), 1972. Traducción propia. KIENBERGER, Verlag. ,Les châteaux Neuschwanstein et Hohenschwangau, Alemania (Lechbruck/Ostallgäu), Kienberger, ca. 1978. DESING, Julius; KIENBERGER, Verlag. ,El rey Luis II Su vida – Su final, Alemania (Lechbruck), Kienberger, 1976. Bayerische Verwaltung der Staatlichen Sclhösser, Gärten und Seen, Historia de la construcción; Visita; Las sagas. http://www.neuschwanstein.de/spanisch/palacio/ Consultado prácticamente a diario durante los meses de abril y mayo. Publicaciones gratuitas - Bayerische Verwaltung der Staatlichen Sclhösser, Gärten und Seen. Schloss Neuschwanstein. Versión inglesa. http://www.schloesser.bayern.de/deutsch/service/infomat/screenpdf/neuschwan_engl.pdf Consultado el 27 de abril de 2013. Publicaciones gratuitas - Bayerische Verwaltung der Staatlichen Sclhösser, Gärten und Seen. König Ludwig II. Und seine Schlösser. Versión inglesa. http://www.schloesser.bayern.de/deutsch/service/infomat/screen-pdf/ludwig_engl.pdf Consultado el 27 de abril de 2013. Publicación de José Joaquín García Merino; (2010); Wagner y la fantasía de un rey; (Federación de Enseñanza de CC.OO de Andalucía, Revista digital para profesionales de la enseñanza.) http://www2.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd7195.pdf Consultado el 16 de mayo de 2013.