Cumplimiento Regulatorio Empresas familiares: Lo primero es el negocio Por: Jesús González 4 Gobierno Delineando Estrategias Empresas familiares: lo Corporativo primero es el negocio 1 Las empresas familiares, en México y el mundo, son el motor y corazón de la economía. No es difícil entender por qué: los lazos familiares y los sueños compartidos en el hogar son una fuerza que va más allá del éxito económico. Sin embargo, una cosa es perseguir un ideal y otra muy diferente es llevarlo a la madurez. Muchas de estas iniciativas desaparecen por falta de recursos, pero también debido a la debilidad de su estructura y a la ausencia de un marco robusto que separe los intereses de las personas y los de la empresa. Las empresas familiares se conciben casi siempre con un primer objetivo clave: brindar sustento y seguridad a los seres queridos, y si es posible construir un patrimonio que trascienda a las generaciones venideras. A partir de una iniciativa individual –la del fundador--, se busca asegurar la manutención de la familia, su educación y hasta su futuro. Los negocios familiares, que regularmente inician con inversiones, estructuras y operación modestas, representan sueños, generan ideas y buscan distribuir riqueza y bienestar. Desde el punto de vista social, la relevancia de los negocios familiares es muy evidente. En un contexto más amplio, para la economía de un país las empresas familiares son fundamentales. En Estados Unidos más de 90% de las empresas son de tipo familiar y generan más de 75% de los empleos. En México el 95.5% de las empresas son micros o pequeños negocios, lo que representa 69.4% de los trabajos disponibles. Por ello y en consecuencia, si la empresa familiar no crece, o si retrocede, la sociedad y la economía tendrán un impacto considerable. grandes corporaciones (incluso los que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores), siempre tienen grandes intereses de una o un grupo de familias, las cuales están involucradas tanto en la inversión como en la gestión. Más de 90% de las empresas que cotizan en la BMV siguen siendo familiares a pesar de que hayan colocado una parte de su capital entre el público inversionista. Este panorama no sólo se replica en México sino que tiene connotaciones aún más críticas. Las empresas mexicanas son en su mayoría familiares. Desde pequeños negocios hasta Para la economía de un país las empresas familiares son fundamentales. En Estados Unidos más de 90% de las empresas son de tipo familiar y generan más de 75% de los empleos. En México el 95.5% de las empresas son micros o pequeños negocios, lo que representa 69.4% de los trabajos disponibles Empresas familiares: lo primero es el negocio Delineando Estrategias 3 Retos y riesgos en la empresa familiar Nuestra sociedad depende fuertemente del desarrollo exitoso de la empresa familiar. A pesar de esto, existen cifras preocupantes que confirman su muy bajo nivel de éxito y los peligros que amenazan su supervivencia. En las primeras etapas el mayor tesoro de la empresa familiar es la misma familia. Es gente que trabaja con la esperanza de aquilatar la propiedad y construir algo en común. Pero en etapas avanzadas, cuando las cosas han madurado, ocurre un punto de inflexión donde el principal peligro pueden ser las tensiones y desencuentros entre la misma familia. Es cuando debe dejar de pensar sólo en las personas y evolucionar a una organización institucional, con una estructura sólida de Gobierno Corporativo, y reglas claras sobre quién hará qué y con qué recursos. Los cambios y contradicciones generacionales, así como la impericia para imponer una gestión eficiente Las estadísticas señalan que 70% de las empresas de reciente creación no llegarán a los tres años de vida. De igual forma, el 70% de las empresas desaparece en su primer cambio generacional 4 Delineando Estrategias Empresas familiares: lo primero es el negocio y con visión de valor a largo plazo, son el motivo de la quiebra y desaparición de hasta 90% de las empresas familiares a través del tiempo. Las estadísticas señalan que 70% de las empresas de reciente creación no llegarán a los tres años de vida. De igual forma, el 70% de las empresas desaparece en su primer cambio generacional. Aunque en sus primeras etapas una empresa familiar tradicional pudiera mantenerse a flote e incluso desarrollarse, tarde o temprano se enfrentará ante la disyuntiva y el reto de institucionalizarse y volverse profesional para asegurar la permanencia en el tiempo. A continuación se presentan los cuatro retos más comunes a los que se enfrentan estas organizaciones. 1. Aprender a separar por valor, empresa y negocio Uno de los mayores retos de la empresa familiar es entender que las jerarquías, reglas y sentimientos involucrados en la familia, en muchas ocasiones deben aislarse al momento de tomar decisiones. Una decisión con un alto contenido de sentimiento puede ser muy buena para la familia en el corto plazo, pero no necesariamente agregará valor al negocio. De hecho, una decisión que tenga demasiado peso sentimental puede ser altamente perjudicial y hasta destructiva para una organización. La familia, al momento de crear una organización, es el motor más valioso que puede tener. Sus miembros trabajan por un salario como cualquier empleado, pero sobre todo por una ilusión a futuro. Sin embargo, este motor se puede volver contra ella misma cuando la familia, que ha crecido al ritmo del negocio, quiere imponer sus reglas, jerarquías y costumbres a la compañía. Cualquier empresa debe tener reglas claras sobre su estructura, organización, expectativas y metas. Todas estas actividades deben estar enfocadas en el valor que generen a la organización y no a la familia o a uno de sus miembros. Se debe entender que lo que es bueno para el negocio, en el mediano y largo plazo será bueno para la familia. Sin embargo, visiones individualistas y de corto plazo pueden confundir, haciendo que se tomen decisiones erróneas para beneficios individuales en el corto plazo. Todos deben entender que lo que es bueno para el negocio, en el mediano y largo plazo también será bueno para la familia Empresas familiares: lo primero es el negocio Delineando Estrategias 5 2. Claridad en los derechos y obligaciones (distinción entre accionistas, Consejeros, directivos y colaboradores) Uno de los retos más grandes de la empresa familiar es tener respuestas claras a las siguientes preguntas, así como hacer cumplir las reglas en cuanto a: ¿Quién? ¿Cuándo?¿Hasta dónde? ¿Cómo? ¿Por qué? Regularmente la empresa familiar toma acciones y decisiones considerando los lazos sanguíneos en detrimento de las políticas formales e institucionales del negocio. En una organización institucional el derecho de mando no está dado con base en quién es hijo de quién, o quién es el abuelo de alguien, mientras que en una empresa familiar, en muchas ocasiones, dichas relaciones pueden ser sinónimo de poder y otorgan algo parecido a un derecho “divino e ilimitado” para decidir. El orden y la claridad de reglas y estructuras son fundamentales para un negocio, y la empresa familiar no está exenta de ello. Aunque el negocio sea todavía pequeño y las relaciones en la familia amistosas, debe quedar perfectamente claro quién es el responsable de las distintas áreas, qué puede y qué no puede hacer dicha persona, y qué camino o proceso debe seguir en el desarrollo de sus actividades. Finalmente es obligatorio que todo ejecutivo esté abierto a aclarar/reportar sus acciones, resultados, errores y/o aciertos. Esto sin importar si también cuenta con un estatus accionario. Aunque estos temas parecen muy obvios, en muchas empresas no se toman en cuenta, poniendo por delante las decisiones individuales o las jerarquías familiares. Asimismo, las estructuras y niveles deben tener limitaciones y derechos claros y formalizados. Las actividades deben 6 Delineando Estrategias Empresas familiares: lo primero es el negocio tener un proceso de revisión, aprobación/rechazo y supervisión/ seguimiento, dependiendo de su factor de riesgo para la organización, en línea con escalas de aprobación tanto a nivel ejecutivos específicos (gerencia, dirección específica, dirección general), así como por órganos de gobierno (Consejo o Comités) predefinidos. Esto dependiendo de la magnitud de la decisión y de la designación/ formalización previa de dichas figuras y/o grupos, designados para estos efectos. Esto ayuda a inhibir las decisiones caprichosas o arbitrarias, mitigar los riesgos a través de un análisis profundo y en ocasiones plural de los mismos, así como a reducir la posibilidad de una disposición de recursos o activos que eventualmente pudieran ir en perjuicio de la organización. En muchos casos, algunos miembros de la empresa familiar tienen diversos roles en el negocio. Son accionistas, son miembros del Consejo y son a la vez ejecutivos. Esto no está mal, siempre y cuando entiendan la diferencia de derechos y responsabilidades de cada rol, los respeten y sigan los códigos establecidos para cada una de sus etiquetas en el momento indicado. Esto representa tener respeto para la organización, pero también para el resto de los accionistas, Consejeros y ejecutivos de la organización. 3. Institucionalización, recurrencia, medición y enfoque estratégico Uno de los sueños recurrentes de cualquier empresa familiar es crecer. Sin embargo, pudiera parecer que las empresas familiares están negadas al crecimiento. Esto ocurre debido a algunos factores entrelazados: Institucionalización y estandarización.- Para crecer es necesario tener un proceso claro, ordenado, eficiente y probado que permita ser reproducido en diversas ubicaciones y circunstancias, sin que de forma obligada esté siempre la misma persona para actuar, ejecutar y supervisar la operación. Esto vale, por ejemplo, para la apertura de nuevas oficinas o sucursales. Los indicadores de desempeño, que forman parte de una estrategia planeada y discutida, también debieran ser la plataforma de medición y compensación del grupo ejecutivo, sean miembros de la familia o empleados contratados No podemos crecer si dependemos de un solo individuo para realizar una misma actividad. El tiempo es poco y dicha persona tendrá limitaciones en cuanto a los resultados que pueda entregar, sin importar su motivación de trabajo. Procesos formales, probados y controlados son necesarios para aspirar a la institucionalización de la organización. Medición.- Lo que no se mide no se controla. Por lo general, las empresas familiares carecen de una buena planeación y no tienen indicadores con metas específicas claras, distribuidas en el corto, mediano y largo plazo, y sobre sus conceptos más relevantes. Estos indicadores debieran surgir de una estrategia planeada, discutida, consensuada y vigilada. Adicionalmente debieran ser la plataforma de medición y compensación del grupo ejecutivo, sin importar si lo integran miembros de la familia o empleados contratados. La medición debiera ir directamente ligada a la institucionalización y estandarización y debiera ir sobre aquellos procesos en sus aspectos críticos y significativos. Empresas familiares: lo primero es el negocio Delineando Estrategias 7 4. Retención de ejecutivos Por lo regular la empresa familiar reserva los puestos más elevados y mejor remunerados para los miembros de la familia. En caso de que los responsables cumplan con el perfil, conocimientos y habilidades requeridas, esto puede considerarse lógico y razonable. Sin embargo, cuando la organización ha crecido ocurre que algunos puestos, sobre todo técnicos y administrativos, son delegados a profesionales y colaboradores ajenos a la familia. Esto es particularmente delicado cuando ocupan posiciones gerenciales y deben tomar decisiones propias de su función, pero que pueden ser objetadas por miembros de la familia. Es cuando se presentan situaciones donde los 8 Delineando Estrategias colaboradores, a pesar de su capacidad y de haber demostrado habilidades que debieran haber ganado la confianza de la familia, son relegados o inmovilizados en una posición. De igual forma y en muchas ocasiones, el simple hecho de pertenecer a la familia otorga privilegios a sus miembros, aun por encima de la eficiencia y resultados. Esto desanima y merma el ánimo de los ejecutivos que no son parte de la familia y los lleva eventualmente a disminuir de manera significativa su rendimiento y empuje, y eventualmente a dejar el negocio. Es común que se ponga en riesgo la estabilidad de este personal y que no se hagan esfuerzos para retenerlo Empresas familiares: lo primero es el negocio y promoverlo. Esto puede impactar negativamente al negocio, y aunque estos movimientos nunca quedarán reflejados como pérdida en un estado de resultados, sí merman los resultados a través de retrabajos, pérdidas de oportunidad, ineficiencias, capacitación, etc. Los colaboradores que no son familiares, sobre todo cuando tienen puestos clave y logran cierto dominio de la operación, deben ser cuidados en su desarrollo y permanencia, ya que significan valor para la institución y la posibilidad de incrementar el tamaño, geografía y resultados del negocio. Es importante hacer un análisis de la empresa En los últimos años, producto de diferentes tendencias como la globalización y la regulación, se han incrementado los riesgos para los negocios. Los mercados se han complicado, la competencia se vuelve cada vez más intensa, y la constante es el cambio. Además, la tecnología de la información juega ahora un papel relevante en la gestión de un negocio, de su personal y de sus activos. La empresa familiar no es ajena a este entorno complejo y además de enfrentarse a estos retos tiene que gestionar inquietudes personales y resolver los conflictos entre familiares que no siempre miran por el bien común sino también por sus intereses particulares. El tema no es menor y tampoco es sencillo de entender y resolver. La empresa familiar que busque sobrevivir, evolucionar, crecer y permanecer, tiene que realizar un análisis introspectivo lo más objetivo posible de sus fortalezas y debilidades. Seguir estos puntos dará valor a la empresa, promoverá una sucesión lo menos dolorosa posible, incrementará su nivel de competitividad y facilitará un potencial proceso de obtención de recursos en caso de ser evaluado por un tercero. El análisis debe considerar, al menos los siguientes puntos: 1)La relación actual de la familia frente al negocio. Definir el nivel de involucramiento y sobre todo cuestionar si los miembros que están actualmente al frente son realmente los directivos idóneos que generan y conservan el valor. 2)Nivel de formalización de reglas de operación. Reconocer si todos saben qué pueden y qué no pueden hacer (familia y ejecutivos no relacionados con ésta). Decir que se hace algo “porque soy el dueño”, no deberá considerarse en las discusiones de la organización. Esto aplica al más alto nivel ejecutivo, a los órganos de gobierno (Consejo y Comités), así como a nivel operativo de la empresa (procedimientos, estructuras y políticas claras que se consideren líneas no discutibles o modificables). 3)La existencia de una estrategia clara, difundida, documentada, y sobre todo, con indicadores y estándares claros en cuanto a resultados esperados. Éstos deberán ser la base para la evaluación de ejecutivos (familiares o independientes) pues impactará directamente en su compensación. 4)La existencia de procesos formalizados, recurrentes y auditables. Una estructura organizacional clara ligada a actividades recurrentes controladas y evaluables, permite identificar tramos específicos de control, y atribuirles metas de valor predefinidas que se puedan analizar/supervisar conforme avance el tiempo. De esta manera se pueden tomar decisiones de negocio con enfoque sobre el valor para el mediano y largo plazo. Estos procesos y sus resultados se pueden replicar si la necesidad de que esté una misma persona en lugares distintos, dando oportunidad a los accionistasejecutivos de buscar nuevas oportunidades en lugares diversos sin estar obligados a supervisar y recorrer en lo particular a cada localidad en donde operan. Empresas familiares: lo primero es el negocio Delineando Estrategias 9 Historia de Éxito Un negocio familiar que enfrenta el cambio Lo peor de los conflictos en las empresas familiares no es la lucha generacional o la resistencia al cambio, sino el dolor y los enojos que ocurren cuando las cosas no se resuelven a tiempo. Ahí existe el riesgo de que un negocio noble y rentable se venga abajo por falta de rumbo. Es el caso ejemplar de un negocio de menudeo fundado hace más de 40 años por unos hermanos, pero que fue conducido por uno de ellos. Durante sus últimos años, este empresario puso a su lado a su hijo menor, mientras los demás hijos y sobrinos ocupaban otras posiciones. Esta delegación no se hizo de manera formal, en las escrituras o en el paquete accionario, y las empresas asociadas adoptaron diferentes estructuras. Cada quien seguía sus propios intereses y al final, la administración se volvió tan caótica que amenazaba con colapsar. Pronto aparecieron las tensiones entre los diferentes grupos familiares y se evidenció la problemática generacional: unos querían una reestructuración que incluyera definiciones de estrategia pero también operativas. Veían la urgencia de poner orden y asegurar la continuidad, pero los demás querían seguir conservando su porción de poder, aunque el negocio se fuera a la quiebra. 10 Delineando Estrategias Se impuso el grupo renovador liderado por el hermano menor y algunos miembros salieron del grupo directivo pese a su descontento. Sin embargo fue la solución correcta, porque al tomar el control buscaron asesoría de un tercero para definir y establecer medidas de Gobierno Corporativo que crearan un marco jurídico y técnico adecuado. Se detectaron los puestos clave, se definió un tabulador salarial razonado, y se buscó retener a los gerentes que conocían el negocio y eran fieles a la directiva; con ellos se pudieron definir los procesos básicos, como compras, ventas, cobranzas, contabilidad, inventarios, logística, etc. Se instrumentó un ERP, es decir una plataforma informática robusta que permitiera concentrar la información y ordenar el flujo de efectivo, controlar los gastos y tener visibilidad para la toma de decisiones. Un momento difícil ocurrió cuando los directores tomaron la decisión de mantener fuera del management o de la administración al resto de los familiares, incluso a sus propios descendientes, que sólo serían reclutados en función de estudios y capacidad, y desde los niveles bajos de la organización. Empresas familiares: lo primero es el negocio Ahora, después de un proceso de estabilización de todos esos cambios, que duraron poco más de un año, la empresa ve nuevamente un futuro. Se formalizó la participación de los socios y se distingue claramente lo que son utilidades y lo que son remuneraciones por trabajos realizados. No todos los socios tienen un cargo ejecutivo. Los procesos comerciales y administrativos producen información confiable y auditable, y algunos bancos han aceptado con simpatía sus necesidades de financiamiento, que antes eran rechazadas debido a la incertidumbre. Algunos familiares, que originalmente fueron desplazados, recibieron una compensación y quedaron contentos por el proceso de cambio. Es cierto que los socios propietarios ya no pueden hacer lo que quieren, como tomar sin preocupaciones el dinero de la caja, pero a cambio saben que la distribución es justa y transparente, que el negocio es viable, y que ellos y sus herederos sólo tendrán que ocuparse de hacer buenas decisiones para seguir creciendo. Conclusiones Para finalizar, comparto tres breves reflexiones para el fundador o líder de la empresa familiar: I. A un ejecutivo no se le debe pagar por lo que hace o por cómo se apellida; se le debe pagar por lo que logra. II. Es preferible tener un hijo accionista rico, que un hijo director pobre. El análisis es realmente difícil, y la presión familiar podría ser intensa, pero una decisión objetiva sobre la designación de ejecutivos es la diferencia entre un negocio en marcha y un negocio mermado o que ha quebrado. III.Lo más importante, sin duda, es la familia. Y también es cierto que un negocio productivo le da bienestar, seguridad y futuro. Por lo tanto las decisiones objetivas y de valor, aunque difíciles, siempre serán beneficiosas para nuestros seres queridos, aunque ellos no siempre lo entiendan en el corto plazo. Empresas familiares: lo primero es el negocio Delineando Estrategias 11 kpmg.com.mx delineandoestrategias.com Jesús González 01 800 292 KPMG Socio de la Práctica de Servicios de Asesoría en Riesgos de KPMG en México. Jesús participó dos años en las oficinas de KPMG en Nueva York y ha liderado proyectos en España, Cuba y Chile. Ha asesorado a empresas de diversas industrias en mejora de procesos, reducción de tiempo y costos, implementación de sistemas de eficiencia y control, todos éstos con un enfoque tanto en la cadena de valor como la generación de información financiera. Ha asistido a un gran número de compañías en Gobierno Corporativo, Reingeniería de Procesos, Administración de Riesgos, Control Interno, Procesos de Autocontrol, Sarbanes–Oxley, Desarrollo Sustentable y Diseño e Implementación de sistemas BPM (Administración de Procesos de Negocios), entre otros. Si le interesa contactar al autor de este artículo o desea información adicional, favor de dirigirse al 01 800 292 5764, o si lo desea escríbanos a [email protected]. La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias de ningún individuo o entidad en particular. Aunque procuramos proveer información correcta y oportuna, no puede haber garantía de que dicha información sea correcta en la fecha que se reciba o que continuará siendo correcta en el futuro. Nadie debe tomar medidas basado en dicha información sin la debida asesoría profesional después de un estudio detallado de la situación en particular. “D.R.” © 2011 KPMG Cárdenas Dosal, S.C. la firma mexicana miembro de la red de firmas miembro de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Impreso en México. KPMG y el logotipo de KPMG son marcas registradas de KPMG International Cooperative, una entidad suiza. Todos los derechos reservados.