El Dios de las Moscas - Marco Denevi Las moscas imaginaron a su dios. Era otra mosca. El dios de las moscas era una mosca, ya verde, ya negra y dorada, ya rosa, ya blanca, ya purpúrea, una mosca inverosímil, una mosca bellísima, una mosca monstruosa, una mosca terrible, una mosca benévola, una mosca vengativa, una mosca justiciera, una mosca joven, una mosca vieja, pero siempre una mosca. Algunos aumentaban su tamaño hasta volverla enorme como un buey, otros la ideaban tan microscópica que no se la veía. En algunas religiones carecía de alas (<<Vuela –sostenían —pero no necesita alas>>), en otras tenía infinitas alas. Aquí disponía de antenas como cuernos, allá los ojos le comían toda la cabeza. Para unos zumbaba costantemente, para otros era muda pero se hacía entender lo mismo. Y para todos, cuando las moscas morían, los conducía en vuelo arrebatado hasta el paraíso. Y el paraíso era un trozo de carroña, hediondo y putrefacto, que las almas de las moscas muertas devoraban por toda la eternidad y que no se consumía nunca, pues aquella celestial bazofia continuamente renacía y se renovaba bajo el enjambre de las moscas. De las buenas. Porque también había moscas malas y para éstas había un infierno. El infierno de las moscas condenadas era un sitio sin excrementos, sin desperdicios, sin basura, sin hedor, sin nada de nada, un sitio limpio y reluciente y para colmo illuminado por una luz deslumbradora, es decir, un lugar abominable. The God of Flies - by Marco Denevi (translated by Jamie Kern) The flies imagined their god. She was another fly. The God of flies was a fly, first green, then black and golden, then pink, then white, then purple, an unlikely fly, a beautiful fly, a monstrous fly, a terrible fly, a kind fly, a vengeful fly, a righteous fly, a young fly, an old fly, but always a fly. Some boosted her size as to make her enormous, like an ox, others thought her so microscopic that she could not be seen. In some religions she lacked wings ("She flies, they would say, but doesn't need wings"), in others she had an infinite number of wings. Here, she had horn-like antennae, there, eyes covered her entire head. For some she buzzed constantly, for others she was mute, but made herself understood all the same. And for all, when flies died, she carried them away to paradise. And paradise was a piece of carrion, repulsive and putrid, that the dead fly souls devoured for all of eternity and that was never consumed, for that celestial heap of filth continually renewed itself beneath the swarm of flies. For the good ones. Because there were also bad flies, and for them there was hell. The condemned flies' hell was a place without excrement, without waste, without trash, without stench, without anything at all, a clean and shining place, and to top it all off, lit by a dazzling light, that is to say, an abominable place. El Dios de las Moscas Nombre: ________________ Las moscas imaginaron inverosímil benévola vengativa aumentaban su tamaño enorme como un buey otros la ideaban carecía de alas sostenían antenas como cuernos zumbaba costantemente arrebatado hasta el paraíso era un trozo de carroña hediondo y putrefacto las moscas muertas devoraban aquella celestial bazofia se renovaba bajo el enjambre El infierno de las moscas condenadas limpio y reluciente una luz deslumbradora El Dios de las Moscas Nombre: ________________