DEPARTAMENTO DE LATÍN 1º Bachillerato GRAMÁTICA: El acento y la cantidad El acento y la cantidad 1. Acento Demos un paso más. En castellano tenemos palabras “agudas”, “llanas”, “esdrújulas”, etc., por razón del acento; incluso nos servimos en determinados casos del acento gráfico. ¿Qué ocurre en latín a este respecto? La tilde, como signo gráfico para indicar el acento, era inexistente en latín. No obstante, pueden hacerse algunas observaciones: En general, no hay palabras agudas en latín. Las palabras monosilábicas no son átonas, salvo preposiciones, conjunciones y enclíticas: in_té; páx et_léx; máter patérque; máter patérve Las palabras bisílabas llevan el acento siempre en la primera sílaba: páter, dómus, sílva, lúpus. Las palabras de más de dos sílabas se acentúan en función de la cantidad de la penúltima sílaba. Si la penúltima es larga, la palabra es llana, y si la penúltima es breve, la palabra es esdrújula: monébat, vívere, cópia, secúndus. 2. Cantidad ¿Cómo se sabe si la penúltima es larga o breve? ¿Qué quiere decir sílaba larga y sílaba breve? Determinar la cantidad de la penúltima sílaba en cada caso implica cierta complejidad. En latín, las cinco vocales podían tener cantidad breve o larga, atendiendo a la menor o mayor duración de la vocal centro de sílaba. Así, las normas que debemos aprender sobre la cantidad son: Todos los diptongos son largos: poena, rosae, aurum. Es larga la vocal a la que siguen dos o más consonantes, o una consonante doble (x, z): interdixi, inlustris. De dos vocales seguidas, la primera es breve, en general: maria, habuerit, etc. Con las normas precedentes ya puedes leer correctamente muchas palabras latinas. 1