Biografía de Jim Morrison (James Douglas Morrison), vocalista de

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Biografía de Jim Morrison (James Douglas Morrison), vocalista
de The Doors
James Douglas Morrison nació en Melbourne, Florida, el 8 de Diciembre de 1943. Hijo de un oficial de
marina de alto rango (su padre se encontraba en operaciones en Tokio cuando estalló Vietnam). Fue
una de las figuras legendarias más importantes de la historia del Rock de los 70's. Desde niño su
familia debió trasladarse a varias ciudades de Estados Unidos y vivir en diversas bases militares.
SU JUVENTUD, NIÑEZ (MURIÓ A LOS 27
AÑOS)
Cuando tenía 4 años, viajando por Nuevo México con su familia,
pasaron por delante de un camión accidentado, alrededor del
cual, yacían varios indios muertos. Este hecho le marcaria
profundamente, tal y como Oliver Stone retrató en su película
"The Doors". El propio Jim Morrison llegaría a decir que el espíritu
de
un
Chaman
indio
atravesó
su
cuerpo.
"Eso es lo que era Jim, un Chaman, un Chaman
electrizante" Ray Manzarek, teclista de los Doors.
Luego de marcharse de su hogar a edad temprana, estudió cine
en Los Ángeles, su vida dio un brusco giro cuando abandona la
Jim Morrison, el Rey
escuela fílmica de la U.C.L.A. (Universidad de Los Ángeles) donde
Lagarto, ídolo del Rock N'
realizó un cortometraje que tenía que presentar a fin de curso, un
Roll de los setentas
maremagno de imágenes con textos recitados por Morrison en el
que se le puede ver borracho en varios bares, andando por una cornisa mientras lee en alto y mira a
la cámara, chicas en ropa sugerente, Hitler y desfiles de sus tropas.... algo muy lejos de una historia
relatada; la voz en "off" hablaba de masturbación, de Dionisio, de la Bestia, de libertad, mentira, dios,
muerte.....en un tono bastante agrio y despreocupado al mismo tiempo, sus contemporáneos no
entendían este tipo de filmografía y no recibió buenas críticas.
Poeta de vocación más que cantante y estrella de rock, escribió muchísimos poemas sobre temas
diversos: muerte, época, su visión de la vida, etc. Su poesía estaba influenciada por los escritores
"malditos": Friedrich Nietzche, Rimbaud, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, etc., los que frecuentaba muy
seguido. Su espíritu se regocijaba con los temas misteriosos y esotéricos, tanto, que llegó a
convertirse en chamán.
Probablemente el lugar más festivo, toxico y libre del planeta en 1965 era Los Ángeles, y como no
podía ser de otra forma nuestro personaje hacia vida en medio de aquel bonito caos. Fue aquel año
cuando Morrison, como muchos otros jóvenes, comenzó a experimentar con todo tipo de sustancias
para ver que sensaciones se podían obtener de cada una de ellas.
Su fama de tipo raro seguía creciendo pero tenía buenos amigos en clase; uno de ellos era Ray
Manczarek (que poco después quitaría la "c" de su apellido), un estudiante proveniente de Chicago
que tocaba el teclado junto a su hermano en una banda llamada Rick and The Ravens (una banda
local de rhythm and blues). Lo había conocido después de una clase, cuando censuraron el corto de
Manzarek en el que aparecía un desnudo integral.
EL NACIMIENTO DE "THE DOORS"
Una tarde Ray le requirió para que hiciera que sabía tocar la guitarra en un concierto: había firmado
un contrato como seis músicos y en la banda eran solo cinco, de modo que la primera vez que Jim
subió al escenario fue algo fraudulenta. Esa tarde gano 25 dólares y le dio las gracias a su amigo por
la experiencia. Por aquel entonces ya había roto sus lazos familiares, trabajaba en pequeños trabajos
fuera de horarios de clases y dormía en casas de amigos o conocidos. Fue entonces otro colega, Sam
Kilman, quien le propuso formar un grupo. Kilman tocaba la batería y le pregunto a Morrison que iba a
hacer en la banda; esta fue la primera vez que se le paso por la cabeza cantar en un grupo, aunque
con Kilman ni siquiera llego ensayar.
Lo que sí pensaron fue en el nombre del grupo, y Morrison, tomando una idea de William Blake
"Existen cosas conocidas y cosas desconocidas; entre ambas están las puertas", a la par del título del
libro de Aldous Huxley "The Doors of Perception".
A pesar de la fama de politoxicómano que ha acarreado Morrison hasta nuestros días, si, es cierto que
le gustaba la fiesta como al que más y que no decía que no a nada, pero su alineación fundamental y
la droga que más le gusto y le engancho fue sin duda el alcohol. Belladona, peyote, marihuana, ácido
o cualquier tipo de fármaco o pastilla que cayera en sus manos fueron desde entonces el complemento
ideal para sus borracheras.
Llegó el verano y Morrison contó a sus conocidos que se iba a Nueva York, pero en realidad lo que
hizo fue instalarse en un pequeño ático en Vence Beach. Era una zona pobre habitada entonces por
estudiantes, artistas y ciudadanos de segunda. Se pasó el verano con su dieta habitual y perdió
mucho más peso; siempre llevaba encima un cuaderno de notas. Durante algunos de esos trances
escribiría bastantes poemas: escribió “20th Century Fox” tomando la idea de una conversación que
mantuvo con una chica negra que conoció en la calle, escribió “Soul Kitchen” en un garito de comida
barata del lugar y también compuso algún poema denso en contenido simbólico como “The
Celebration of the Lizard”. En esos días conoció a Pamela Courson, la que sería su compañera
sentimental más estable a lo largo de su vida, por entonces era una estudiante de 19 años fascinada
por la vida hippie, a la que Morrison inicio en la poesía y el ácido. Cuando acababa el verano Morrison
se encontró en la misma playa de Venice con Manzarek: le contó que había estado en el desierto
escribiendo, y le recito “Moonlight Drive” con melodía. Ray Manzarek se acababa de mudar a Venice
con su novia: Dorothy Fjikawa. Después de escuchar a Jim, Ray le dijo que deberían hacer una banda
de rock´n´roll y ganar un millón de dólares.
En los primeros ensayos en casa de Ray grabaron junto a un bajista sin determinar una maqueta en la
que ya estaban “Moonlight Drive”, “Hello I Love You”, parte de “The Celebration of the Lizard” y un
tema más cuyo título se desconoce. Pronto entraron en el grupo dos nuevos miembros que conoció
Ray en una clase de meditación oriental. Se trataba de John Densmore y Robby Krieger, batería y
guitarra, que pasaron a formar parte de la banda desde el primer ensayo, entendiéndose a la
perfección en lo mú
sical y en lo personal con Ray y Jim, el hermano de Ray había desertado porque no le parecía la
manera de cantar y dirigirse de Morrison. Los dos habían tocado juntos ya en un grupo llamado “The
Psychedelic Rangers”. Morrison se mostraba tímido, pero con unas buenas cualidades vocales que
estaba empezando a descubrir. Manzarek por su parte había encontrado un entorno musical en el que
plasmar sus influencias jazzeras; se acababa de hacer con un Fender Keyboard Bass en el que
ejecutaba los bajos, mientras acotaba los temas en el órgano con su mano derecha. Robby era un loco
del blues, le gustaba mucho tocar con slide, mientras que Densmore, es un batería muy creativo,
dominador de una interminable galería de ritmos y amante de las sorpresas y los quiebros.
Instrumentalmente son tres personalidades muy fuertes creando un espacio sonoro en el que la voz
de Morrison jugaba con soltura.
Por aquellas fechas Jim escribió la última carta a casa, en la que cuenta que está en un grupo que
intentara seguir estudiando cine y conseguir un empleo.
Después de tocar en varias fiestas, los Doors consiguieron su primer trabajo ya en 1966, tocando
durante una semana, dos pases por noche en el London Fog, un garito de Sunset Strip. En muchas de
estas actuaciones Morrison cantaba de espaldas por timidez, aunque poco a poco fue encarándose con
el público.
Una de esas noches fue a verles Ronnie Haran, una chica que trabajaba en el Whisky a Go Go, que
poco después les conseguiría una actuación en el mítico recinto -entonces ya era el más importante de
LA- con actuaciones en vivo de The Byrds, The Turtles, los Them de Van Morrison o Captain Beefheart.
Era solo cuestión de tiempo que empezaran a lloverles las ofertas, descargando su energía en aquel
escaparate. Paralelamente, Jim y Ray habían presentado una maqueta a Billy James, un AR de
Columbia.
En esas primeras apariciones con la banda, Morrison se había convertido en una figura muy popular
entre los jóvenes de esa era, que se pasaban la recomendación: "Hay que ver a la banda que toca en
el Whiskey A Go-Go: tiene un cantante que está totalmente loco".
Firmo con ellos un contrato de seis meses y les asigno un productor para grabar algunas canciones.
Una de aquellas noches en el Whisky, Jac Holzman, el presidente de Electra, fue a ver en directo a un
grupo con el que acababa de firmar. Se trataba de Love, la banda de Arthur Lee. Ronnie Haran, que
estaba ayudando en su carrera a Love, y el propio Arthur Lee le hablaron de los Doors, y quedó
impresionado con su actuación: “La gente decía que todas las compañías de la ciudad estaban
intentando firmar con nosotros, pero no era cierto, de hecho la de Jac Holzman fue la única oferta
concreta que tuvimos”, explicó Jim. Les ofreció un contrato esa misma noche, pera ya estaban
comprometidos con Columbia. Morrison vivió durante un mes en el apartamento de Ronnie Haran,
aunque también mantenía otras relaciones. Justo después alquilo un apartamento en Laurel Canyon.
En poco tiempo Morrison había hecho del escenario un lugar donde dar expresión corporal y vocal a
sus sentimientos; comenzó a jugar a hipnotizar y sorprender al público e incluso, después de tocar,
muchas noches se iba a cualquier otro garito de sunset y subía como espontáneo a las actuaciones de
otras bandas. Pasaba el año y Morrison se dedicaba básicamente a ensayar y tocar en el whisky y
otros clubs. Llego el verano de aquel año: por aquel entonces sonaban con fuertes singles "The
Beatles", "Bob Dylan", "The Rolling Stones", "The Mama´s and The Papa´s", "The Lovin´ Spoonful",
"Beach Boys Simon & Garfunkel", Estados Unidos vivía revueltas raciales en 28 ciudades y seguía de
lleno la guerra del Vietnam. Una de las noche en el "Whisky A Go Go" Morrison no apareció en el
primer pase y canto Manzarek algunos blues que improvisaron (no seria la ultima vez). Ray y John
fueron a buscarle pero lo encontraron en sumamente drogado; aun así se lo llevaron y lo subieron al
escenario.
A estas alturas los tres músicos ya estaban acostumbrados a improvisar entorno a los desparrames de
Jim, que rompía con facilidad la estructura propuesta por los temas. Durante la interpretación de “The
End” esa noche, Jim introdujo el famoso verso edipico “padre quiero matarte, madre quiero follarte”, y
como consecuencia inmediata fueron expulsados del Whisky. También había concluido su contrato con
Columbia sin haber llegado a editar nada. En medio de esta incómoda situación apareció de nuevo
Holzman con un contrato que firmaron sin pensarlo. Holzman les presento al que iba a ser su
productor de toda su obra: Paul Rothchild, un maestro de las mezclas que acababa de cumplir una
sentencia de dos años de prisión por posesión de marihuana y estaba deseoso de grabar con ellos tras
escucharles una noche.
THE DOORS, LA FAMA POR DELANTE
Fue así como lo hizo la compañía presentando el primer Lp del grupo al que denominaron simplemente
"The Doors" (1967) Aunque se tiende a enclavar a los Doors en la psicodelia inherente a su contexto
cultural, la verdad es que se trata de un grupo único e inclasificable, excelsamente rico en texturas y
estructuras sónicas (gracias a la gran habilidad que poseían como instrumentistas). En "The Doors",
encontramos desde una poética perspectiva retazos rock, pop, blues, psicodelia envueltos en la
poderosa voz de Morrison.
Los propios miembros del grupo comenzaron una campaña de llamadas a las emisoras de radio para
que pusieran su “Break on through”, pero no hizo mucha falta, porque al poco tiempo de su
lanzamiento ya se había colocado en el nº 1 de las listas yankis de singles, junto a temas de The
Royal Guardsmen, The Turtles, The Monkees, The Young Rascals o Jefferson Airplane. En Julio
apareció “Light My Fire” como segundo single del grupo en una versión reducida (sin el extenso solo
de Manzarek). Cuando salió a la calle se instaló en la séptima posición del ranking de sencillos y a las
tres semanas llegó al número uno.
La fama había llegado y Morrison seguía como siempre, sólo que ahora tenía más dinero para pulir.
Llegaron los agentes, promotores, publicistas, managers, todos ellos dispuestos a engrasar esta nueva
máquina de hacer dinero para exprimirla hasta donde llegara. De todos modos todos siguieron
viviendo en pequeños apartamentos y los que tenían coche no lo cambiaron por uno nuevo. Según
Densmore después del hit de “Light my Fire” no ganaron tanto como pudiera pensarse y además había
entrado un nuevo elemento en el grupo: la presión. En los conciertos ya no podrían improvisar tanto,
por consejo comercial, aunque normalmente acababan haciendo lo que querían, dejándose llevar por
el desparpajo creativo que su vocalista les inspiraba sobre las tablas. Morrison enamoró a una
periodista llamada Gloria Staver, editora de Rolling Stone. Fue ella quien hizo una de las sesiones de
fotos más conocidas a Morrison (la sesión del león).
Su segundo álbum fue "Strange Days" (1968), otro extraordinario ejemplo de la calidad de la banda
que contenía enormes canciones como "People are strange", "When The Music's Over" o el tema "Love
me two times".
Jim habló así de la portada y de uno de los temas: “Cuando canciones como “The End” o “When the
Music’s over” se graban, se convierten en algo ritualizado y estático. Estos temas siempre estuvieron
cambiando. De todos modos seguimos haciéndolas evolucionar así que tampoco importa mucho.
Odiaba la portada de nuestro primer disco así que para este les dije que pusieran a una chica o algo;
queríamos un diseño y queríamos ese título, días extraños, era lo que estaba pasando. En un principio
íbamos a fotografiarnos junto a 30 perros, pero no pudimos conseguirlos, al fin y al cabo "dog"
deletreado al revés es "dios". Finalmente se presento un fotógrafo que había captado un desfile de
freaks en la calle, parecía muy europeo...."
En los datos contractuales requeridos por la discográfica Morrison declaro no tener familia, y lo
mantendría hasta tiempo después. Su madre y su hermano Andy fueron hasta Washington para asistir
a un concierto de los Doors ; Morrison no les recibió y sus dos familiares se sentaron en la primera fila
del teatro donde iban a tocar. Al parecer, durante el trance del "The End" grito el "mother I want to
funck you" mirándola a los ojos. Esa fue la última vez que la vio, aunque años mas tarde Morrison
recibiría a su hermano Andy en L.A.
Cuando salió "Strange Days" Morrison cambio su indumentaria por el cuero. Los Doors ya estaban en
el ojo del huracán y habían comenzado una extensa gira por Estados Unidos. En uno de los conciertos
(New Haven) Morrison fue detenido en el escenario. Se había colado con una chica en las duchas del
backstage, un policía lo confundió con un fan y trato de echarle utilizando un spray sobre sus ojos, al
salir al escenario Morrison contó todo esto al público, y le quito la gorra a un policía. Al día siguiente
salió de la cárcel tras previo pago de la fianza.
EL ESCÁNDALO DE "THE ED SULLIVAN SHOW"
Poco después el grupo fue invitado para actuar en uno de los programas de TV más seguidos del
momento: The Ed Sullivan Show. Cuando estaban en camerino un encargado de la producción del
programa les dijo que deberían cambiar una frase de “Light My Fire”, concretamente la tercera: “Girl
you could’nt get much higher” (chica, no podrías estar más colocada) y les recomendaron que dijeran
algo así como “chica, no podrías estar mejor”. Un sorprendente Morrison le dijo al tipo en cuestión que
así lo haría. El programa de variedades en directo acababa de comenzar cuando Ed Sullivan presentó
a los Doors y comenzó a sonar “Light My Fire”. Al llegar a la controvertida frase, no sólo la pronunció
en su formato original enfatizándola adrede, sino que añadió un sonoro “yeah” después; como regalo
Morrison no hizo nada por disimular la ostensible erección que se adivinaba bajo sus pantalones de
cuero. El grupo nunca volvió al programa a pesar de haber firmado un contrato por varias
actuaciones.
En su tercer Lp "Waiting for the sun" (1968) vendría incluido su segundo número 1 USA, "Hello I Love
You" una bonita canción que recordaba bastante a "All day and all of the night" de los Kinks, por lo
que Ray Davies emprendió acciones legales que quedaron en agua de borrajas. "Waiting for the sun"
es otro disco magistral, con temas magníficos como "The Unknown Soldier", "Love Street" o "Five To
One".
Como adelanto a su tercer trabajo se lanzó el single “Unknown Soldier”, un canto a la paz en contra
de la estupidez belicista. EEUU seguía invadiendo Vietnam (o intentándolo) y una de las causas de su
retirada de Indochina fue la enorme presión popular en contra de la intervención. El rock, con
canciones como “Unknown Soldier” tuvo bastante que ver en esta concienciación. Es un tema con
varias y sorprendentes partes, como casi todos los del grupo (uno de sus puntos fuertes fue la
imaginación para organizar estructuras curiosas y meter arreglos originales que volcaban los temas
hacia tramos insospechados en la primera escucha).
Si los vinilos de The Doors eran gloriosos, sus conciertos resultaban más que sugestivos,
especialmente por la capacidad de frontman de Jim Morrison, que cada vez se encontraba más
colgado de las drogas y el alcohol. Su gira europea causó asombro, en especial sus actuaciones en la
capital inglesa.
Eran una aventura, podían acabar con disturbios dentro o en la calle; Morrison era un provocador nato
que cuando subía a escena deseaba causar emociones, no dejar a nadie indiferente: bailaba, actuaba,
interpretaba, recitaba, hablaba con la primera filas del público… en definitiva, asumía muchos más
roles que cualquier otro vocalista de la época. Fue él el primero en lanzarse al público desde el
escenario.
Era consciente de que el show se centraba en él y le gustaba ese juego, no dejaba escapar la más
mínima oportunidad para mostrarse insolente, gracioso, bestia, ingenuo, dramático, violento, alterado
o al borde del desmayo. Morrison era un removedor de conciencias que buscaba el grado extremo en
todos sus actos.
JIM MORRISON, UN MAESTRO DEL ESCENARIO
Así hablaba Morrison de sus conciertos: “No hay nada más divertido que tocar música ante una
audiencia, hay una bella tensión, hay libertad y al mismo tiempo obligación de hacerlo bien… Un juego
es un campo cerrado, un cuadrilátero de muerte con el sexo en el centro, y actuar es el único juego
que sé…. Un concierto de los Doors es un mitin público; cuando actuamos participamos en la creación
de un mundo y lo celebramos con el público. Esto es política, pero nuestra fuerza es sexual, deberían
llamarnos eróticos políticos, cogemos el sexo y lo convertimos en una gran bola de fuego musical…
Actuando me siento espiritual, actuar me da una máscara, un lugar para esconderme de mí mismo y
donde encontrarme a mí mismo… Intentamos darles a los chicos un buen rato, nos divertimos, la
policía se divierte, los chicos se divierten…. es una especie de triángulo extraño”.
Morrison era ya un alcohólico en toda regla. Aún así nunca dejó de escribir ni e componer. Cualquier
que escuche las andanzas del personaje se lo imaginaría todo el día colgado, sin poder moverse, pero
no era así. El alcohol, como el resto de drogas, habitúa a sus adictos a los efectos que produce. De
hecho, el mismo Paul Rothchild cuenta que cuando iban a un bar a beber, todos caían borrachos con
facilidad menos él, que apenas daba síntomas de ebriedad. Llegó un momento en que tenía que beber
exageradamente para llegar a perder el control o caer sin consciencia; eso, o mezclar la bebida con
fármacos y otras drogas.
El famoso periodista John Carpenter se citó con Morrison en un topless bar (el Phone Booth, donde
pasó muchas noches con Tim Hardin, de los Four Tops) para hacer una entrevista; en mitad de la
misma Morrison se levantó, se puso a gritar y se subió al escenario con las stripers aunque volvió a la
mesa cuando se amigo Babe Hill se lo pidió (Pamela repasó la entrevista para que no apareciera como
un borracho). También fue a su programa de radio donde llegó sobrio, tímido e hizo poner un par de
temas de Howlin’ Wolf y Muddy Waters.
Aquel año los Doors harían una gira europea; el último concierto en América antes del viaje fue en el
Singer Bowl de Long Island, uno de los conciertos que apareció en “Feast of Friends”, donde al final se
puede ver a Morrison con varias fans heridas después del concierto. Los Doors viajaron a Londres
donde participaron en un programa de televisión y tocaron con Jefferson Airplane en el Roundhouse.
Con ese grupo continuaron su gira por el viejo continente pero en el concierto que dieron en
Amsterdam, los Doors tocaron sin Morrison porque había abusado en cantidades ingentes de hachís y
alcohol teniendo que ser hospitalizado.
Los médicos le recomendaron descansar y al día siguiente volvieron a Estados Unidos, pero Morrison
se quedó en Londres con Pamela donde conoció a uno de sus poetas favoritos: Michael MacClure; con
él pasó una larga noche de fiesta que acabó con la policía llevándoles a casa de MacClure. Al día
siguiente le enseñó su colección de poemas que más tarde conformarían “The New Creatures”, siendo
el propio MacClure el que le animó a publicarlos. Cuando volvió a Los Angeles contactó con el agente
de su amigo, que le editó el libro. No quiso que su cara apareciera en la portada y se lo dedicó a
Pamela.
Además de mantener relaciones con todo tipo de mujeres en L.A., comenzó otra historia amorosa con
Patricia Kennealy, editora de la revista Jazz & Pop. Se conocieron después de un concierto de los
Doors en el Madison Square Garden ya en 1969. Al día siguiente el grupo ofreció una rueda de prensa
en el hotel durante la cual Morrison se desmayó, después de haber aparecido con el pedo de la noche
anterior. Con este ambiente se estaba llevando a cabo la grabación del tercer larga duración de The
Doors en L.A., de nuevo, como no, con el paciente Paul Rothchild.
EL DISTURBIO DE MIAMI
El grupo empezó a tocar varias canciones que tuvo que dejar a la mitad porque Morrison no podía o
no quería cantar. En su lugar comenzó a hablar con la audiencia, incitándoles a que se desnudaran y a
que subieran al escenario (“sin límites, sin leyes …. no estoy hablando de revolución, estoy hablando
de pasar un buen rato juntos…. Hitler está vivo, anoche me lo follé…. ama a tu vecino hasta que le
duela….”, estas fueron algunas de las consignas más famosas). Luego comenzó a insultarles (“sois un
puñado de jodidos esclavos”) y se rumorea que les enseñó los genitales, por lo que sería detenido por
la policía de Miami. En esa misma actuación alguien le dio a Morrison un cordero vivo que sostuvo
durante varios minutos y simuló que hacía una felación a Lobby Creer mientras estaba tocando.
Recibiría la citación para el juicio el 5 de marzo de ese año, cuando estaba de vacaciones en el Caribe,
pero como el propio Manzarek reconocería años más tarde: “No hizo nada en Miami que no hubiera
hecho ya otras veces”.
Tuvieron que suspender muchas fechas y gastarse casi un millón de dólares en abogados. Al fin y al
cabo ésta fue otra de las maneras de abrir mentes y puertas. Sobre este concierto Morrison diría: “No
hay reglas en un concierto de rock, todo es posible, en Miami intenté reducir el mito al absurdo, la
gente no fue allí a escuchar música, hablé a cada uno de los individuos de la masa y les pregunté qué
querían hacer…. el juicio no me afectará porque insisto en que creo que no he hecho nada malo, la
indignación ante eso no tiene sentido, estaba alimentando la imagen que se había creado a mi
alrededor y con la que yo cooperaba, a veces conscientemente y la mayoría inconscientemente.
Estaba probando los límites de la realidad, sentía curiosidad por ver qué pasaría, eso fue todo:
curiosidad”.
En aquellos meses saldrían a la venta “The Lords” y “The New Creatures”. Aunque la edición no fue
muy amplia Morrison estaba emocionado. Durante dos semanas concedió una larguísima entrevista a
una prestigiosa revista norteamericana. La última de estas sesiones de preguntas se realizó en un
estudio donde Jim acababa de grabar su último poema: “American Prayer”. El largo poema se publicó
también junto a la entrevista.
En 1969 completaron su cuarto álbum, "The Soft Parade" (1969), uno de los discos más maltratados
de su carrera que resulta ser otra seductora colección de estupendas canciones como "Touch Me",
"Wishful Sinful" o "The Soft Parade", ensalzadas por una omnipresente sección de metal.
Posteriormente quedaría absuelto de todos los cargos menos del de blasfemia.
El single del nuevo disco lo presentaron en un programa de TV de Chanel 13 llamado Critique. Este
controvertido álbum (en cuanto a lo musical) llegaba con “Tell All the People”, tachada por algunos de
sinatrera, pero en cualquier caso una composición sublime de Krieger donde por primera vez se
hicieron acompañar por una sección de viento demoledora comandada por Paul Harris. Después de
una entrevista en el plató cerraron el programa con “The Soft Parade”. El tema era de Morrison
musitado con rabia, con varias partes que van desde el melancólico principio, pasando por rock latino
hasta un riff final muy cañero con los cuatro miembros del grupo recitando a voz en grito rítmicos
versos, en estado de ebriedad bastante palpable.
La letra estaba inspirada en las oleadas de gente que desfilan todos los días por Sunset Boulevard. El
disco salió a las calles de Julio del 69. El segundo single fue “Touch Me”, otra pieza de Krieger que
alcanzaría un sorprendente Nº 1. Nuevamente los Doors daban sorpresa estilística, con un tema casi
soulero, pero arreglado con una formación de cuerda y viento, dentro de los cánones bien-sonantes.
La energía viene aquí al final del tema, donde se desarrolla un espectacular solo de saxo tirando hacia
el jazz. La melodía caló hondo en todas las listas (curiosamente Krieger la había titulado “Hit Me” en
un principio). Morrison se molestó por los créditos, porque a pesar de que los cuatro ganaban lo
mismo y componían, Robby insistió en que las canciones las firmara cada autor y no los Doors;
hablaba así del disco: “Es una especie de pérdida de control, estuvimos nueve meses grabándolo; un
disco debería ser como un libro de relatos interconectados, con una unidad, eso es “The Soft Parade”.
Para la gira de presentación del disco se encontraron con una sorpresa de parte de los promotores:
tuvieron que firmar una curiosa cláusula en la que se comprometían a hacer frente a los gastos
ocasionados por las “oscenidades y el comportamiento lascivo” de Morrison sobre el escenario.
Además todas las ciudades que visitaron recibieron al grupo con amplios despliegues policiales (y eso
que el disco era blandito, decían). Uno de los primeros grandes conciertos de esta gira iba a tener
lugar en la Plaza Monumental de México D.F., pero finalmente tocaron en una sala pequeña porque las
autoridades no vieron con buenos ojos la reunión masiva de seguidores del grupo. Como curiosidad,
los fans mexicanos no reconocieron a Morrison en la puerta del concierto, ataviado con gafas de sol y
con algunos kilos de más que ya estaba acumulando. Después del concierto la banda permaneció en la
ciudad durante una semana, que al parecer Jim pasó relativamente tranquilo, leyendo, visitando
museos (y bares) y practicando el poco castellano que aprendió en sus años mozos.
Volvieron a LA y Morrison alquiló una planta baja para que Pam abriera una boutique, además de un
nuevo apartamento en Norton Avenue, donde se escuchaban continuas peleas, salían objetos diversos
por las ventanas y Morrison pasaba largas temporadas sin aparecer, para desasosiego de Pam; los dos
se seguían viendo como “amantes cósmicos” al tiempo que mantenían otras relaciones. Durante aquel
verano Charles Manson asesinó a Jay Sebring, la peluquera de Morrison, se celebró Woodstock y los
Rolling contrataron a los Ángeles del Infierno para mantener la seguridad durante un concierto
gratuito donde murieron varias personas.
Bajo este escenario se desarrolló la clausura de conciertos y censura en muchas emisoras de radio con
el valioso quinto LP "Morrison Hotel" (1970), un disco empapado de R&B con grandes temas como
"Roadhouse Blues", "Waiting for the sun", "You make me real", "The Spy" o "Queen of the Highway".
Este disco fue el primero de una banda americana en pasar del millón de copias en Estados Unidos. La
carátula del álbum y el título del mismo están tomados en un lugar real; el Hotel Morrison en realidad
era una pensión barata. Morrison habló así de este álbum: “Nuestra música volvió a la antigua forma,
usando solo cuatro instrumentos. Pensábamos que habíamos ido demasiado lejos con la orquestación
en “The Soft Parade”, y queríamos volver al formato básico original”.
Ya en Noviembre Morrison fue con su amigo Tom Baker hasta Phoenix para asistir a un concierto de
los Rolling Stones. Como no podía ser de otro modo, subieron borrachos al avión y estuvieron tirando
objetos diversos al resto del pasaje. Al llegar al aeropuerto, Morrison fue detenido una vez más por el
FBI acusado de desórdenes, ebriedad en público, etc.…. Al tiempo, le llegó una nueva citación judicial
desde Miami para Abril del 70.
La presión comenzaba a acuciar a nuestro personaje, que confería a un amigo: “Si no encuentro un
modo de desarrollar mi creatividad, sólo serviré para pasar al recuerdo”. Estas nuevas venas creativas
tendrían poco fruto: Por aquel entonces terminó de dirigir y actuar en un cortometraje con unos
amigos de UCLA al que llamaron “HWY”, parodiando las siglas de la academia; una cinta que ya era
algo más que una película de estudiantes, aunque eso sí, carga de simbolismo, insistiendo en el
impacto visual y por tanto muy poco comercial. Tras estrenar la película en círculos cerrados a
Morrison le ofrecieron un par de papeles en Hollywood; Steve McQueen le presentó para hacer un
papel en una de sus películas, pero la productora desaconsejó su participación en la misma por el
conocido alcoholismo que atravesaba.
Los Doors dieron buenas actuaciones en Enero de 1970. Renovaron un contrato con Elektra tras dos
actuaciones consecutivas en Nueva York, aunque Mr. Mojo Risin’ se encargaba de echar abajo todas
las tentativas publicitarias (algunas bastante ridículas), que la empresa ideaba para promocionar a
uno de sus grupos estrella. Ya en Febrero se puso a escribir con Michael McClure el guión de otra
nueva propuesta cinematográfica, tomando como idea el libro de MacClure “The Adept”, pero tras
cinco semanas dejaron el proyecto. Volvió a recibir ofrecimientos cinematográficos que al parecer no
resultaron ser de su agrado. Los Doors no pudieron programar una gira, sólo dieron durante estos
meses conciertos esporádicos ya que pocas eran las ciudades y pocos los promotores que se
arriesgaban a acarrear con las consecuencias de otro “Miami”. También la paciencia de Manzarek,
Krieger y Densmore iba mermando, y acusaban a Morrison de estar arruinando su carrera, claro que
su carrera no habría sido posible sin él.
Otro aspecto oscuro fue el intento que varios ejecutivos de Atlantic hicieron a Morrison para que
firmara como artista en solitario (y no era la primera vez) sin los Doors. El Rey Lagarto desechó las
millonarias tentativas en cuanto se olía por qué cauce iban las conversaciones. En Marzo fue citado
por el juzgado de Phoenix por lo del desparrame aéreo: Morrison sería acusado por hacer un gesto
obsceno a una azafata y decir tacos. Después de pagar la multa, Morrison, Baker y el ayudante del
abogado se fueron a celebrar el final del trance jurídico a un bar. Al parecer la fiesta siguió hasta
llegar a LA, donde terminarían gastando bromas telefónicas a la policía desde la oficina de los Doors
(tenían planta propia en Elektra). Esa noche Tom Baker rompió uno de los cristales de la oficina con
una piedra y Morrison estuvo ocho meses sin hablarle.
EL JUICIO DE JIM MORRISON EN MIAMI
El juicio de Miami, sin embargo, fue algo más traumático para Morrison. Su abogado presentó como
defensa tres títulos de películas recientes, la representación de “Hair”, el arte de Gauguin o Miguel
Ángel y tres enmiendas constitucionales. Además, las leyes que había roto Morrison databan de 1918;
el juicio se celebró en período electoral y nada de esto sirvió. Lo curioso es que los medios de
comunicación apenas prestaron atención al juicio, ni siquiera los dedicados a la música. Morrison
estaba cada vez más gordo y se había dejado una gruesa barba; era consciente de que no pasaba por
un buen momento, tampoco artístico. De hecho estaba asistiendo al final de su estrellato.
El juicio fue especialmente bizarro: testificaron jovencitas escandalizadas y traumatizadas por el pene
de Morrison, pero no menos que sus madres, que también testificaron. La acusación ofreció a Jim la
retirada de tres de los cargos si los Doors actuaban de forma gratuita en un parque de la ciudad
dentro de una campaña anti-droga (habría sido espectacular, desde luego). Cuando se dictó la
sentencia, Jim cerró la biografía de Jack London que estaba leyendo y miró al juez a los ojos: los
delitos finales fueron exhibicionismo y comportamiento lascivo.
Pendiente de la sentencia, Morrison declaró que quería que los Doors siguieran como trío instrumental
en caso de que no pudiera eludir la prisión. Finalmente fue condenado a pagar 500 dólares y a pasar
seis meses en la prisión de Raiford, una de las más peligrosas del país más libre del mundo.
Su vida personal tampoco era tranquila. Volvió a retomar su relación con Patricia Kennealy, que la
aficionó al ocultismo pasándole algunos libros sobre el tema -al parecer llegaron a casarse ante los
ojos de Satán-. Su relación acabó cuando Morrison no acompañó a Patricia durante un aborto que se
le practicó. En la discográfica andaban locos: cada vez conseguían menos actuaciones para los Doors y
cada vez era más difícil meter a Morrison en un estudio. Algo había que hacer.
Posteriormente aparecería el directo "Absolutely Live" (1970). Lo cierto es que comercialmente resultó
ser un fiasco. Sin embargo Morrison pensaba así: “Creo que es un buen documento real de uno de
nuestros conciertos, no desquiciadamente bueno, pero sí es un fiel retrato de lo que solemos hacer
durante una buena noche”. Incluyeron el “Who Do You Love” de Bo Didley y varios temas que no
aparecieron el álbumes de estudio como “Close to You” (un blues cantado por Manzarek). “Universal
Mind”, “Love Hides” y otro blues: “Build Me a Woman”.
SEXO DROGAS Y ROCK N' ROLL MÁS QUE NUNCA
Pamela Courson estaba mientras tanto hasta el cuello en el pozo de la heroína, y Jim había vuelto con
paso firme a la cocaína (sin dejar el alcohol, claro), entrando de lleno en una constante actividad
dedicada a ponerse. Entraba en restaurantes, pedía diez platos y comía un poco de cada, o nada de
ninguno. Morrison se mudó a finales de año al hotel Chateau Marmont, donde paraban actores que
venían de Nueva York y también toda suerte de rockeros. El lugar cada vez tenía peor fama y la
heroína circulaba por todo el edificio. Durante aquellos meses siguió rechazando papeles; ante todo no
quería hacer de cantante. Una noche fue invitado a cenar por unos guionistas que le iban a ofrecer un
papel; Morrison se bebió una botella de whisky y rompió el guión entre gritos e insultos. Luego salió a
la calle a “torear” a los coches con su abrigo. El 8 de Diciembre, el día de su 27º cumpleaños, lo pasó
en un estudio grabando durante seis horas algunos de sus poemas mientras se bebía una botella de
whisky. Gran parte de este material formaría parte (junto con la sesión para la entrevista comentada
anteriormente) del álbum “An American Prayer”.
Su último trabajo fue "L. A. Woman" (1971), un buen disco que contenía su clásico "Riders on the
storm". Nada más comenzar el año los Doors se reunieron y empezaron a trabajar sobre nuevas
composiciones. Entre ellos la amistad de antaño se había desvanecido, quedando tan sólo por motivos
profesionales, aunque no llegaron a enemistarse ni a perder el contacto. Rothchil se negó a producir el
disco después de escuchar los temas, de modo que la banda decidió que harían ellos mismos la
producción con ayuda del ingeniero Bruce Botnick. El local de ensayo se convirtió en estudio y
destinaron un pequeño lavabo de la planta de arriba para aislar la voz del resto de los instrumentos.
Sin duda grabaron una obra antológica en la historia de rock “Por fin estamos haciendo un disco de
blues”, diría Morrison.
Metieron efecto de tormenta “Riders on the Storm”, una cantidad con entidad propia en la que
Morrison grabó dos pistas: una cantada y otra susurrada. Volvieron a sus raíces de temas sencillos con
sello de la casa, envueltos en sorprendentes arreglos con el tema que sería el single: “Love Her
Madly”. Se incluye también un tributo a John Lee Hooker con “Crawling King Snake”, además de la
catedral musical que significa el tema que da título al álbum. En “L.A. Woman” se puede leer entre
líneas un canto a la soledad o tal vez la despedida de Morrison de la ciudad, ya que para cuando se
estaba grabando el disco ya tenía pensado viajar a Europa para no cumplir (o al menos retrasar) la
condena. También se encuentra en este álbum “Hyacinth House”, un estremecedor canto a la muerte,
donde Manzarek aporta un teclado entre psicodélico y clásico.
Después de la grabación Patricia quedó con Morrison en su casa de Norton Avenue, pero a quien se
encontró fue a Pamela. Estuvieron hablando y al poco llegó Morrison. Estuvo jugando a las cartas con
las dos aunque finalmente dormiría con Patricia. Pamela montó un número por la mañana pero
Morrison consiguió tranquilizarla. Lo normal es que Pamela acabara a golpes con las amantes que Jim
se traía a casa; Morrison le llegó a dar en pleno ataque de histeria un cuchillo y le pidió que le matara
o le castrara. En sus desfases solía lanzar todos sus libros por la ventana y bajaba a recogerlos a la
mañana siguiente.
Para continuar su bisoña carrera literaria se trasladó con su mujer Pam a una de las cunas culturales
mundiales, París.
MORRISON VIAJA A PARÍS
Cuando terminaron L.A. Woman, Pam y Jim ya tenían firma la idea de ir a París. Durante la grabación
hubo varios días en los que los miembros de los Doors no se hablaban entre ellos, pero cuando
escucharon el resultado no tuvieron más que felicitarse y despedirse amistosamente. Morrison les
regaló unos libros de poemas y a los pocos días celebraron una fiesta en casa de Ray. Pamela fue a
París un mes antes que él, que se quedó en Los Ángeles con una de sus amantes bebiendo, asistiendo
a combates de boxeo y practicando tiro. Se reunió con Pamela a principios de Marzo.
Después de pasar dos semanas en un hotel alquilaron un apartamento cerca de La Bastilla.
Disfrutaron de los museos de la ciudad, de los cafés, de los cines, y Morrison hizo un seguimiento de
los lugares donde habían vivido muchos de sus escritores favoritos. Al poco tiempo alquilaron un
coche con el que viajaron al sur de Francia, atravesaron la península ibérica y llegaron hasta Tanger,
viajando unos días después a Casablanca.
De vuelta a París la pareja entabló amistad con los cineastas Jacks Demy y Agnes Varda. Morrison se
afeitó la barba, perdió algo de peso y cambió su vestuario de cuero por jerseys, adoptan la apariencia
de un estudiante. Seguía bebiendo mucho; tenía a su disposición muchos más bares que en Los
Ángeles además de varios clubes de rock’n roll donde encontrar drogas y diversión. Muchos días se
despertó en casa de gente que no conocía y cuenta la leyenda que había llegado a las tres botellas de
whisky al día.
LA MUERTE DE JIM MORRISON
Habló por teléfono con John Densmore y se mostró excitado cuando conoció las estupendas ventas de
“L.A. Woman”. Le contó a John que estaba escribiendo sus mejores poemas y que incluso había
empezado a escribir una ópera, pero todo era mentira. Su estancamiento creativo le llevó a una
depresión.
A mediados de junio vivió con ellos Alain Ronay; este personaje estuvo con Morrison el día 2 de julio;
durante un paseo Morrison se empezó a encontrar mal y se lo dijo a Ronay. Cuando sus conocidos
conocieron este detalle se extrañaron mucho, ya que Morrison nunca se quejaba y siempre decía que
se encontraba bien, aunque realmente no lo estuviera. Al final del paseo Morrison tenía dificultades
para respirar. Aquella noche Pam y Jim vieron en la tele la película “El Valle de la Muerte”.
A la mañana siguiente Pam encontró el cadáver de Jim Morrison en la bañera. Son muchos los
testimonios que cuentan que Morrison se inyectó heroína esa noche en un decadente club llamado
Rock’n Roll Circus, claro que estos testimonios son en su mayoría de yonkis que habían conocido a la
pareja en el ambiente underground de la ciudad. De hecho son varios los que afirman haber estado
con Morrison la noche antes. La versión oficial es que Jim Morrison murió de un ataque al corazón
mientras se bañaba debido a un tremendo desgaste físico. Lo que sí está claro es que esa misma
semana compró 200 dólares de heroína a un personaje llamado Le Petit Bernard. Otra de las versiones
apunta a que fue Pam la que le metió en la bañera para intentar frenar la sobredosis con agua fría.
Pamela contó a la policía que se acostaron a las dos y media después de haber estado viendo la tele y
haber escuchado un par de discos. Por la mañana le despertó la respiración de Morrison que le dijo
que se encontraba mal y que iba a tomar un baño; pero antes intentó desayunar, aunque su
estómago rechazó los alimentos. Lo encontró en la bañera sonriendo, con los ojos cerrados y la
cabeza ladeada. Pam llamó a Alain Ronay y fue éste quien avisó al servicio de urgencia. También
Agnes Varda se presentó en el apartamento. Curiosamente los primeros en llegar fueron los
bomberos. Uno de sus oficiales cogió el cuerpo de la bañera y lo llevó hasta la cama, donde intentaron
reanimarle sin éxito. Ronay y Pam decidieron declarar su nombre como Douglas James Morrison, es
decir poniendo en primer lugar el apellido, y también dijeron que era poeta. Llegó al piso el doctor
Vasile; Ronay le dijo que Jim no tomaba drogas pero que bebía bastante. Este forense acreditó que la
muerte se debió a causas naturales: un ataque al corazón agravado por el abuso del alcohol. Aquella
misma mañana llamó al apartamento The Count, un amigo de Marianne Faithfull (que moriría también
por sobredosis poco tiempo después), la cual se encargó de extender la noticia en el mundo del
espectáculo.
Como el cadáver no tenía signos de violencia y la historia de Pam era bastante coherente, las
autoridades no ordenaron ninguna autopsia.
Después de enterrar a Morrison en el cementerio parisino de Père-Lachaise, Pamela volvió a los
Estados Unidos, donde pasaría un tiempo con Diane Gardiner, amiga personal y publicista de Elektra.
Diane asegura que Pam volvió destrozada, hablaba sola y no hacía más que culparse por la muerte de
Morrison. Con el testimonio de lo que le contó Pam a Diane se puede asegurar que Morrison no sólo
no tomaba heroína sino que la detestaba; de hecho Pam nunca se pinchó delante de él y Morrison no
sabía que Pamela la usaba todos los días. Según le contó a Gardiner, Jim mezcló varias bebidas y
esnifó algo (cocaína o heroína, confundiendo la droga con letal resultado) la noche del 2 al 3 de julio.
Lo que no acababa de estar claro es si tomó heroína para suicidarse, si la compró para Pam, o si tal
vez se acababa de enganchar y simplemente tuvo mala suerte. En su testamento le dejó todo su
legado (royalties incluidos) a sus hermanos Andrew y Anne y a Pamela Courson. Pam murió en 1974
sumida en el pozo de la heroína y ejerciendo la prostitución; su muerte también fue por sobredosis.
Por lo visto durante muchos de sus últimos trances se sentaba al lado del teléfono asegurando que
Morrison estaba vivo y que la iba a llamar.
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