en BIOGRAFÍAS SOBRE SANTOS CONTEMPORÁNEOS SIGLOS. XIX – XX ARCADUZ CARDENAL VAN THUAN: Historia de una esperanza E s difícil que haya habido un hombre más libre en la cárcel que Francisco Javier Van Thuan. El Papa Francisco ha recordado que la Pasión de Cristo es completada hoy por los mártires y nunca ha habido tantos como en los últimos cien años. Van Thuan fue uno de ellos; supo ser una fascinante y permanente lámpara encendida no bajo celemín alguno, sino en lo más alto del candelero. La esperanza que brilla en todo lo que escribió ha hecho que sea definido como “el cardenal de la esperanza”. Estas páginas quieren ser la historia de esa esperanza impresionante y la crónica inacabada de un gran amor porque su luz sigue brillando en medio de nuestra oscuridad. A través de estas apasionantes y apasionadas páginas, redactadas por el conocido periodista Miguel Ángel Velasco, podemos descubrir su vida, su mensaje y su legado. Su nacimiento en una familia católica vietnamita, su vocación, los trece terribles años en las cárceles comunistas, que superó impulsado por la fe y la esperanza, así como los rasgos principales de su predicación, que han conmovido al mundo, comenzando por San Juan Pablo II, a quien dirigió unos ejercicios espirituales. LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS EL CURA DE ARS El atractivo de un alma pura Francis Trochu 16ª edición DON BOSCO Y SU TIEMPO Educador nato, patrono de la juventud trabajadora Hugo Wast 7ª edición LA MADRE TERESA Su vida y su obra «Lo hacemos por Jesús» Edward Le Joly 14ª edición NO OLVIDÉIS EL AMOR La pasión de Maximiliano Kolbe André Frossard 6ª edición EL APÓSTOL DE LOS LEPROSOS La vida del Padre Damián ´ Wilhelm Hünermann 6ª edición SANTA TERESITA Vida de Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia Maxence Van der Meersch 8ª edición SANTA GEMA GALGANI Vida de la primera Santa del siglo xx Germán de San Estanislao y Basilio de San Pablo 5ª edición EL PADRE PÍO El capuchino de los estigmas Yves Chiron 8ª edición UN OBISPO CONTRA HITLER El beato von Galen y la resistencia al nazismo StefaniaFalasca 2ª edición las tinieblas MIGUEL ÁNGEL VELASCO La luz brilla MIGUEL ÁNGEL VELASCO La luz brilla en las tinieblas CARDENAL VAN THUAN: Historia de una esperanza ISBN 978-84-9061-264-4 ARCADUZ 121 ARCADUZ palabra MIGUEL ÁNGEL VELASCO Miguel Ángel Velasco (1939) es un periodista católico especializado en información religiosa. Estudió Filosofía y Letras en Salamanca, Ciencias Sociales en Santiago de Compostela y Periodismo en Madrid. Premio “Luca de Tena”, “Manos Unidas” y “Bravo” de información religiosa, fue subdirector de Opinión del diario “La información de Madrid” y subdirector de la revista “Mundo Cristiano”. Ha dirigido el semanario “Alfa y Omega” desde sus comienzos hasta mayo de 2014. Es autor, entre otras obras, de Juan Pablo II, ese desconocido, Los derechos de la verdad, Dios es corazón, Guía del Vaticano y Voluntarios, una revolución imparable así como de biografías de santa Teresa de Calcuta, santa Maravillas de Jesús, el padre Morales, santa María Josefa Sancho de Guerra, santa Josefa Recio y el cardenal Castrillón. Es caballero de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno. ARCADUZ LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS Cardenal Van Thuan: Historia de una esperanza EDICIONES PALABRA Madrid LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 3 17/06/2015 9:50:45 Colección: Arcaduz © Miguel Ángel Velasco © Ediciones Palabra, S.A., 2015 Paseo de la Castellana, 210 – 28046 MADRID (España) Telf.: (34) 91 350 77 20 – (34) 91 350 77 39 www.palabra.es [email protected] Diseño de cubierta: Raúl Ostos ISBN: 978–84–9061–264-4 Depósito Legal: M. 18.455–2015 Impresión: Gohegraf S.L. Printed in Spain – Impreso en España Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 4 21/07/2015 8:20:21 MIGUEL ÁNGEL VELASCO LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS Cardenal Van Thuan: Historia de una esperanza ARCADUZ LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 5 17/06/2015 9:50:45 En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no lo recibió. Venía como testigo para dar testimonio de la Luz. No era él la Luz, sino que daba testimonio de la Luz. Era la Luz verdadera que alumbra a todo hombre... (Del Prólogo al Evangelio de Juan) LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 7 17/06/2015 9:50:45 «El arzobispo de Ho Chi Minh, monseñor Van Doc, ha declarado que el reciente encuentro en el Vaticano, el sábado 18 de octubre de 2014, del Primer Ministro de la República de Vietnam Nguyen Than Dung con el Papa Francisco refuerza la esperanza de una normalización en las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Vietnam, que han entrado en una etapa de fortalecimiento. Ha sido reconocido el compromiso de la Iglesia en el desarrollo del país y la promoción de estas relaciones puede colaborar a una mayor estabilidad en el continente asiático». (De los periódicos. Agencia FIDES) LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 9 17/06/2015 9:50:46 «La sangre de los mártires es semilla de cristianos». (Tertuliano) LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 11 17/06/2015 9:50:46 A cuantos nos han enseñado, de palabra, pero sobre todo de obra, con su testimonio y su sangre, cómo brilla la luz en medio de las tinieblas, y han sabido poner la luz no bajo celemín alguno, por cómodo y rentable que pudiera ser, sino en lo más alto del candelero, de manera que, evangélicamente, alumbre a todos los de la casa. LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 13 17/06/2015 9:50:46 Atrio LÁMPARAS ENCENDIDAS Es verdaderamente difícil que haya habido, en la Historia, un hombre más libre en la cárcel –y nada menos que durante trece años– que Francisco Javier Van Thuan, fiel seguidor de las huellas de Pedro y Pablo, de los mártires de todos los siglos. Hace falta mucha fe y mucho amor, pero sobre todo hace falta tener un superávit fabuloso de esperanza para atestiguar y demostrar cada día, en cada una de sus cartas escritas entre rejas, a veces explícitamente y siempre dando por descontado, como si fuera un lema grabado a fuego en su alma privilegiada, la verdad incontrovertible de la frase luminosa del evangelio de Juan: «La luz brilla en las tinieblas». Es seguro que, si usted vive en el campo, lo ha hecho y lo hace a menudo, pero es solo probable que usted, lector amigo que normalmente vive en la ciudad, haya mirado, alguna noche límpida de verano, ese despilfarro de belleza que es un cielo estrellado; es menos probable que haya reflexionado en el hecho realísimo de que las estrellas solo se ven de noche. Es probable que, en una noche oscura, se haya fijado usted en lo impresionantemente que se ve la luz de un pequeño pesquero en alta mar, o en la cima de una montaña. Cuanto más oscura es la noche, más brilla la luz. 15 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 15 17/06/2015 9:50:46 MIGUEL ÁNGEL VELASCO Después de rezar el «Ángelus» con los fieles apiñados en la Plaza de San Pedro, el domingo 9 de febrero de 2014, el Papa Francisco comentó el evangelio de aquel domingo inmediatamente posterior al de las Bienaventuranzas. Es el Evangelio en el que el Señor dice a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra... vosotros sois la luz del mundo». Y comentaba: «Nos asombra un poco que Jesús dijera esto si pensamos en quienes tenía delante, pescadores, gente sencilla; pero Jesús les miraba con los ojos de Dios, y su afirmación se entiende, precisa y justamente, como consecuencia de las Bienaventuranzas. Quiere decirnos: si sois pobres de espíritu, si sois mansos, si sois limpios de corazón, si sois misericordiosos, entonces seréis la sal de la tierra y la luz del mundo». Y añadía, un poco más adelante: «Todos nosotros, los bautizados, estamos llamados a convertirnos en evangelio viviente; con una vida santa daremos sabor a los más diversos ambientes y los preservaremos de la corrupción, como hace la sal; y llevaremos la luz de Cristo, con el testimonio de una genuina caridad; pero, si somos cristianos apagados, sin luz, ni seremos eficaces ni seremos creíbles. ¡Pero qué maravillosa es esta misión nuestra de iluminar el mundo, qué bonita! Es muy hermoso conservar la luz que hemos recibido de Jesucristo, custodiarla, guardarla bien. Todo cristiano debería ser siempre una persona luminosa, portadora de luz, que siempre da luz; una luz que no es suya, sino que es un regalo de Dios, un regalo de Jesús. Si apagamos esta luz, nuestra vida pierde todo su sentido». Y, como suele hacer a menudo este Papa, concluyó interpelando a cada persona de aquella multitud: «¿Cómo queréis vivir vosotros, como una lámpara encendida o como una lámpara apagada? ¿Apagada o encendida? ¿Cómo queréis vivir?». Y la gente respondió con un clamor: «¡Encendida, encendida!». «Pues es nuestro Padre Dios», concluyó el Papa, «quien la enciende y nos da esta luz para que no16 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 16 17/06/2015 9:50:47 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS sotros se la demos a los demás. Lámparas encendidas: esta es la vocación cristiana». Es curioso, pero, por las mismas fechas en que el Papa Francisco pronunció estas palabras sobre los cristianoslámparas encendidas, quienes pudieron verlo recuerdan que sobre su mesa de trabajo estaba la documentación del proceso de canonización del Siervo de Dios Francisco Javier Van Thuan, y también alguno de los libros que escribió. Es lo que, en realidad, fue Francisco Javier Van Thuan durante toda su vida y, de manera muy singular, durante sus años de cautiverio: una formidable, apasionante, apasionada, fascinante lámpara encendida que alumbraba –de ello hay testimonios conmovedores, como tendremos ocasión de comprobar a lo largo de estas páginas– a todos los de la casa, por triste y penosa que aquella «casa» fuera, o pudiera parecer. Son estas páginas o, mejor dicho, quieren ser –y de ahí el subtítulo del libro– la historia de una esperanza impresionantemente firme, la crónica inacabada de un amor grande a los demás; inacabada, porque ni el amor ni la esperanza se acaban aquí abajo; quieren ser estas páginas una especie de viaje despacioso al corazón mismo de la luz que iluminó la vida de este vietnamita sacerdote de Jesucristo. El fantástico y alucinante siglo XX ha sido vivido por grandes personajes, algunos de un calado espiritual y humano verdaderamente inconmensurable; baste pensar en san Juan Pablo II, en santa Teresa de Calcuta. Será muy difícil encontrar a una sola persona, menos aún si es joven, que no reconozca su íntima y rendida sintonía con ellos. Personalmente los conocí a los dos y nunca los podré olvidar; también Dios me regaló la inmerecida gracia de conocer y hablar con el cardenal Van Thuan, y tengo la profunda convicción, y la certeza, y también la esperanza fundada de que, más pronto que tarde, él entrará a formar parte, como 17 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 17 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO Teresa de Calcuta y Karol Wojtyla, de la más gloriosa corona eclesial: la de los santos. «En esta vida no hay nada más precioso que la gracia de la santidad, escribió un día; pero no un día, sino todos los días de su vida, uno tras otro, y en condiciones verdaderamente excepcionales, supo vivir esa gracia en plenitud; y su luz sigue brillando y brillará para siempre en medio de nuestra tiniebla». Madrid, Navidad de 2014 Miguel Ángel Velasco 18 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 18 17/06/2015 9:50:47 BIOGRAFÍA LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 19 17/06/2015 9:50:47 VIETNAM... MON AMOUR Cuando yo era un chaval, todavía hablábamos, en la escuela, de «la Cochinchina», como lo que estaba más lejos, por ejemplo, del Pirineo navarro. La Cochinchina era como se llamaba entonces a un amplísimo territorio asiático en el que estaba el actual Vietnam, que, mucho antes, remontándonos en la Historia, perteneció a un imperio que se llamó Annam. Tiene cinco etnias diferentes, en sus más de mil seiscientos kilómetros de longitud desde su montañosa frontera con China, hasta el delta del río Mekong. Algunos eruditos historiadores y algunas ancestrales tradiciones atribuyen la primera evangelización de aquellos inmensos territorios –China e India incluidas– nada menos que al apóstol santo Tomás, el que, según narra el Evangelio, no quería creer en la resurrección del Señor hasta verlo y tocarlo y meter sus dedos en la hendidura de Su costado, pero su «¡Señor mío y Dios mío!», después de haberlos metido, fue una de las oraciones más maravillosas, una jaculatoria de confesión incondicional, que heredaron los primeros cristianos, que hoy muchos católicos susurran al acabar cada consagración de cada Misa, y que Francisco Javier Van Thuan repetía a menudo, en la cárcel y fuera de ella. Tal vez fueron franciscanos los primeros misioneros: portugueses, españoles (Gaspar de la Cruz, Pedro Ortiz, Francisco de Montilla, Bartolomé Ruiz…) y franceses, que 21 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 21 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO llegaron desde Filipinas, primero y, con dominicos y jesuitas, desde Occidente, después, bien pasada ya la Edad Media. No se sabe con seguridad si san Francisco Javier llegó a pisar tierra vietnamita, pero es bien significativo que el nombre con el que sus padres bautizaron al luego cardenal Van Thuan fue precisamente Francisco Javier. Como en toda Asia, la evangelización fue tan ardua como testimonialmente ejemplar, con sus momentos de gloria y de apogeo y con sus largos períodos de persecución. Los primeros documentos que recogen decretos de «condena de la religión de Cristo, venida de fuera», datan del siglo XVI, según los Archivos de la Congregación encargada de las misiones, entonces llamada de «Propaganda Fide». Lo cierto es que, a finales del siglo XIX, los archivos de la Sagrada Congregación romana registraban ya en torno a un millón de fieles cristianos en Vietnam, especialmente en Saigón, Hué y Hanoi. Un largo, clamoroso silencio En una sumaria cronología de la Iglesia católica en Vietnam destacan algunas fechas singularmente señaladas: 1533, cuando un europeo llamado Inekhu –tal vez Ignacio–, evangeliza Ninh Cuong, hoy diócesis de Bui Chu. 1624: con el nombre de María Magdalena es bautizada Minh Duc Wuong Thai Phi, esposa del rey Nguyen Hoang; solo un año después, su sucesor prohibiría llevar el Crucifijo y empezarían las expulsiones de misioneros. 1630: es decapitado el primer mártir de Vietnam, un empleado de la corte real llamado Francisco. A mediados del siglo XVII es publicado el primer catecismo vietnamita y el papa Alejandro VII crea los dos primeros Vicariatos Apostólicos en Asia, uno en el sur, que comprende Siam –hoy Thailandia y Camboya– y otro en el norte (sur de China y Vietnam), y son ordenados los dos prime22 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 22 17/06/2015 9:50:47 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS ros sacerdotes nativos, uno de Tonkín y otro de Cochinchina… Hay un largo, clamoroso silencio en la Historia, desde entonces hasta el siglo XX, cuando, en el año 1954, Vietnam se divide en dos: el comunista del norte y el democrático del sur; el éxodo del norte al sur se cifraba por entonces en más de un millón de vietnamitas, muchos de ellos lógicamente cristianos. Varios novelistas y cineastas han dejado fiel constancia de aquella tremenda odisea. A las nuevas generaciones tal vez no les suene más que de haber visto alguna película en la televisión, el nombre de Dien Bien Phu, una llanura de 17 kilómetros de longitud y cinco de anchura, un inmenso campo de refugiados y heridos. Una superviviente de aquel campo, Genevieve de Galard, contó, el 14 de marzo de 2014, al diario francés «Le Figaro» sus recuerdos de aquella tragedia que acabó con la sangrienta invasión por los Viet-minh, comunistas. En 2001 hizo una visita a Vietnam con su marido, pero no quiso volver a Dien Bien Phu. ¿Por qué?, le preguntaba el periodista de «Le Figaro». Me habían explicado que la llanura había sido urbanizada y se había convertido en una pequeña ciudad de 20.000 habitantes, pero muchos esqueletos habían aparecido y nadie se preocupó de darles digna sepultura… Algún atento observador y analista cristiano de la vida internacional, reflexionando sobre el coraje de creer, ha escrito que detrás de los cristianos y de sus infidelidades hay un Evangelio que, permanentemente, no deja de abrir brecha en el corazón de la gente; y tanto tras la Rusia soviética y sus gulags y sus millones de asesinados, como en China o en Vietnam, aunque en las escuelas no solo no se enseñe, sino que se haga todo lo posible por fomentar el odio a Jesucristo, Él encuentra siempre el camino, las más de las veces a través de las abuelas, especialmente en cul23 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 23 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO turas, como las de Extremo Oriente, estrechamente ligadas a la más profunda veneración hacia sus antepasados. No es una casualidad que todas las dictaduras hayan declarado la guerra al cristianismo. Ya Koestler se encargó de denunciar que la Revolución roja devora a sus hijos. ¿En qué la inhumanidad de Lenin, de Stalin o de Pol Pot disminuiría la monstruosidad de Hitler? Países como Vietnam o la propia China, con miles de años de historia y de cultura a sus espaldas, controlan y martirizan a la Iglesia del silencio, de la que Van Thuan es, sin duda, un exponente egregio. Tal vez no esté de más recordar que fue san Juan Pablo II, un papa venido de Polonia, de una Iglesia del Este, martirial, de catacumbas, quien pudo decir con verdad: «La Iglesia del silencio no existe, habla por mi boca». «Missi», siglas de «Magazine d’Information Spirituelle et de Solidarite Internationale», fue una sugestiva revista francesa católica de información –que es algo diferente de revista de información solo católica–, que tuvo su mayor éxito en los años sesenta del siglo XX, en torno al Concilio Vaticano II. En marzo de 1961 dedicó un número especial al Concilio que san Juan XXIII había convocado desde 1959. En ese número había unas páginas especiales sobre la Iglesia católica y Extremo Oriente, que partían de la reflexión sobre el cuarto mandamiento de la ley de Dios, tan querido y comprendido en aquellos países: «Honrarás a tu padre y a tu madre». Señalaba la revista que, mientras en Europa y en los Estados Unidos la literatura está como obnubilada por el diálogo entre el hombre y la mujer, en Extremo Oriente, en cambio, el diálogo siempre ha sido vertical, es decir, entre padres e hijos, un diálogo, por decirlo así, intergeneracional. Y contaba la anécdota del mandarín emperador al que su madre regañaba y castigaba cuando hacía las cosas mal; un día, se lo encontró llorando y le preguntó: «¿Por qué lloras, te he pegado muy fuerte?». La respuesta fue: «No, madre, lloro porque ha sido muy 24 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 24 17/06/2015 9:50:47 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS débil el castigo y es señal de que estáis envejeciendo y debilitando». En Vietnam se celebra, todos los años, la fiesta de Tet, y, ese día, el Presidente de la República se prosterna, con la frente en el suelo, ante su anciana madre para expresar su sumisión filial. Exactamente lo mismo hacen sus hermanos y todos los hijos que se respetan a sí mismos y respetan el culto inmemorial a sus predecesores. La familia es sagrada y lo es doblemente en un hogar cristiano, como el de los Van Thuan. En vietnamita, la palabra Thuan significa literalmente «el que está en armonía con la voluntad de Dios». 25 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 25 17/06/2015 9:50:47 UN HOGAR DE MÁRTIRES Se llama Thien Therese, y es una de los siete hermanos de Francisco Javier Van Thuan. Cuando los años de normalidad familiar feliz terminaron y el obispo coadjutor de Saigón fue encarcelado por el Vietcong, su familia tuvo que escapar del país y Tien Therese se trasladó, con algunos de ellos, a Australia. Durante los trece años que su hermano estuvo encarcelado, nueve de ellos en régimen de cruel aislamiento, apenas tuvieron noticias de él. Solo a través de Caritas lograban saber que seguía vivo y enviarle algo. Cuando fue liberado, el 21 de noviembre de 1988, llamó a una de sus hermanas y ella dijo a sus padres: «Mi hermano va a poder venir a visitarnos, por fin. Los padres se vistieron elegantes y, cuando mi hermano llamó a la puerta, mi madre lo vio y no pudo contener su emoción y su alegría. Mi padre ni podía hablar siquiera…». En el mes de noviembre de 2010, habló para la agencia Rome Reports y, en España, reprodujo su conversación «Religión en libertad»: «Nunca lo vi enfadado con alguien de la familia, ni siquiera cuando estaba claro que hacíamos cosas equivocadas o cuando criticábamos a los demás. Siempre buscaba el modo de hacernos ver las cosas de un modo positivo, para que siempre fuésemos positivos con la gente. Era un amante de la Naturaleza. Cuando fue nombrado cardenal, se llevó unos bonsáis al Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. 27 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 27 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO Su otro gran hobby era la cocina; su especialidad era la verdura y el pescado. Le encantaba cocinar, cuando tenía tiempo, sobre todo para nuestra madre». He querido iniciar, con este sencillísimo pero conmovedor testimonio de una de sus hermanas, el capítulo dedicado a la familia, al hogar de los Van Thuan, que con toda justicia puede ser denominado «un hogar de mártires», en un país de mártires. Desde 1644 hasta 1888, los reyes y emperadores vietnamitas arremetieron contra la minoría católica, y quitaron la vida a más de ciento cincuenta mil mártires por su fe católica. Más de tres mil iglesias católicas fueron incendiadas y comunidades cristianas enteras quedaron destruidas, aniquiladas, y sus hogares, saqueados y quemados. Francisco Javier nació, el 17 de abril de 1928, en la parroquia de Phu Cam, diócesis de Hué, provincia de Tua Thien, en la que recibió el santo Bautismo, el 19 de abril, de manos del misionero francés padre Stoeffer. Efectivamente era la suya una familia de «mandarines», es decir, de altos dignatarios del imperio vietnamita, de tan sólidas raíces patrióticas y católicas que bien puede hablarse de una familia de mártires por la fe católica. Generaciones enteras de sus antepasados fueron víctimas de muchas persecuciones, entre 1698 y 1885. El 8 de diciembre de 1935, fiesta de la Inmaculada Concepción, recibió la Primera Comunión, y el 21 de diciembre de 1937, a los nueve años, recibió el sacramento de la Confirmación, de manos de monseñor Francois Xavier Lemacle, en la iglesia catedral de Phu Cam. Fue el mayor de ocho hermanos, tres varones y cinco mujeres. Su padre, Nguyen Van Am, pasó a la vida eterna el 1 de julio de 1993, en Sidney (Australia). Su madre Isabel, cuyo nombre vietnamita era Ngo Dinh Thi Hiep, con difundida y bien ganada fama de santidad, tenía, en 2013, ciento un años, y vivía en Sidney con su hija Anne Ham Thieu. 28 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 28 17/06/2015 9:50:47 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS Su bisabuelo paterno le contaba que todos los días, cuando él tenía 15 años, recorría a pie treinta kilómetros para llevar un poco de arroz y de sal a su padre que estaba en la cárcel por ser cristiano. Su abuela rezaba todas las tardes el santo rosario, en familia, por los sacerdotes. No sabía leer ni escribir, pero su fe era una fe a toda prueba. Su madre, Isabel, sí; lo educó cristianamente y le inculcó, desde muy pequeño, una especial manera de entender el sentido de la vida, según los designios providenciales y misericordiosos de Dios, y también le inculcó una rendida devoción a santa Teresa de Lisieux. Todas las tardes le contaba historias de la Biblia y testimonios de martirios –la realidad del martirio era todo menos desconocida para el pequeño, que enseguida entendió que no se trataba de un mito o de un hecho legendario de otros tiempos, sino de algo profundamente real, de lo que debía sentirse y se sentía legítimamente orgulloso–, y, cuando fue arrestado, su madre siempre siguió rezando para que permaneciese fiel a la fe en la prueba, se cumpliese la voluntad de Dios y supiese perdonar a sus perseguidores. Su madre le metió en el alma la devoción rendida a la Virgen, Madre de Dios. «Ella me la enseñó cuando todavía era muy niño», contará él mismo en uno de sus libros; y, de mayor, siempre llevaba consigo una imagen de la Virgen de Fátima, a cuyo santuario peregrinó en repetidas ocasiones. A los doce años también peregrinó, por vez primera, al santuario mariano de la Virgen de La Vang, Patrona de Vietnam, de especial significado y veneración para los vietnamitas. Según la biografía oficial del «Observatorio internacional cardenal Van Thuan», en 1885, todos los habitantes de la aldea de su madre fueron quemados vivos en la iglesia parroquial, excepto su abuelo, que por aquel entonces estudiaba en Malasia. Sus tatarabuelos paternos sufrieron años de cruda persecución: les obligaban a convivir fuera de su familia, con otra familia no creyente, para que per29 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 29 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO dieran la fe, pero los Van Thuan habían vivido desde siempre en una familia de fe recia, fuerte, inconmovible, consciente y convencida. La breve biografía publicada por el Centro «Mater Unitatis», que él fundó, recoge algunos datos significativos: fue nieto del ilustre Gran Chambelán Nho Dinh Kha, Comandante de la Guardia Imperial. Su sueño fue siempre la independencia del Vietnam, ideal por el que dieron su vida algunos de sus hijos, entre ellos, Ngo Dinh Diem, tío de Thuan, primer ministro y Presidente de la República de Vietnam, asesinado tras el golpe de Estado, durante la revolución comunista en 1963. Este hombre, tan admirado y querido por Thuan, influyó decisivamente en él. Otros tres tíos de Thuan sufrieron persecución y exilio también: uno fue Gobernador de Hanoi; otro, Consejero Jefe de la Presidencia y otro, obispo de Vinh Long. Francisco Javier era todavía un niño, de 13 años, cuando ingresó en el Seminario menor de An Ninh, en Hué; el norte del país ya estaba bajo dominio del régimen comunista. Todo un mundo de tradiciones y de fe vivida no solo privadamente y en familia, sino públicamente, iba desapareciendo. El mundo que los pequeños seminaristas habían vivido se les iba arrancando, día tras día, y la amenaza de la violencia y de la guerra estaba a la vuelta de la esquina. El único recurso eficaz, ante tal amenaza, solo estaba en la oración y en el estudio; y a estudiar y rezar se entregó Francisco Javier con toda su alma, vida y corazón. Fue tan buen estudiante que enseguida aprendió a hablar fluidamente en seis idiomas: chino, inglés, latín, francés, italiano y español, además de vietnamita. En secreto, su tío, el ex primer ministro Diem, organizaba la resistencia al comunismo invasor; es fácil comprender la admiración, el entusiasmo de un espíritu infantil, primero, y conscientemente convencido y juvenil, poco a poco, ante un ideal por el que luchar denodadamente. Su tío Diem, en cierto 30 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 30 17/06/2015 9:50:47 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS modo, había sido también el iniciador de su camino espiritual personal. Fuerte en la debilidad, como Pablo de Tarso Francisco Javier pasaba horas rezando, leyendo vidas de mártires y de santos. En su casa, los Van Thuan tenían una capilla, y la foto de su madre rezando en la capilla familiar le acompañaba y animaba. A la oración y al exigente estudio de las materias propias de una formación sacerdotal integral y cabal, unía su pasión por la montaña, por el senderismo, por el deporte, especialmente la natación. Cuando su tío fue vilmente asesinado por los comunistas, su espíritu sufrió el lógico shock; la ira y la venganza rondaron su cabeza, pero pronto encontró, en la oración y en la guía espiritual, la convicción de que solo el perdón podía ser decisivo, sanador, para el resto de su vida en paz. No podía seguir a Cristo, si no perdonaba a sus enemigos; más aún, si no los amaba, que así de exigente es, por cierto, en exclusiva ardua y maravillosa, el cristianismo. Se aprendió de memoria las cartas de san Pablo, especialmente aquellas en las que da prueba de su fe sometida a toda clase de insultos y sufrimientos y, como Pablo de Tarso, se hizo fuerte en su debilidad. Se aprendió de memoria los salmos y era el recitarlos «como un bálsamo», según sus propias palabras. Apoyado en la oración pudo superar la ejecución de su querido tío y el éxodo de su familia, aceptando la voluntad de Dios y sus designios inescrutables. La mayoría de las veces, nuestros caminos no son los de Dios, ni nuestras matemáticas, las suyas. El mismo año en que ingresó en el Seminario Mayor de Kim Long, también en Hué –1947–, enfermó de malaria. Dos figuras excelsas de la Iglesia, san Ignacio de Loyola y el santo Cura de Ars le sirvieron de ejemplo y le ayu31 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 31 17/06/2015 9:50:47 MIGUEL ÁNGEL VELASCO daron, de manera decisiva, en su vocación sacerdotal. Pensó, y llegó a ilusionarse, en la idea de ser un cura de pueblo, como el santo de Ars, pero la Providencia divina tenía otros planes para él, y sus caminos eran otros que los de Francisco Javier. Hizo los Ejercicios Espirituales ignacianos y se dedicó a estudiarlos a fondo, profundamente impresionado por el tesoro encerrado en ellos y también por el espléndido trabajo misionero y apostólico de los jesuitas en Vietnam, desde comienzos del siglo XII hasta sus días. ¿Quién le iba a decir que, pasando los años, un día dirigiría los Ejercicios Espirituales en la Curia Romana, invitado por san Juan Pablo II y en presencia de él? Leyó la Regla de san Benito y la fascinación, la sugestiva atracción de la vida contemplativa se apoderó, durante un tiempo, de su mente y de su corazón. En 1940 pensó que tal vez Dios le tenía destinado ser monje benedictino en las montañas de Thien An. Habló con los monjes largamente; le recomendaron conocer mejor la espiritualidad exigente y la dureza de la vida contemplativa y le convencieron de que servir es siempre más y mejor que dirigir, lección que jamás olvidaría, a lo largo de toda su vida, en la que supo tantas veces dirigir sirviendo siempre y por encima de todo. En el año 1952, el 12 de junio fue ordenado diácono. 32 LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS.indd 32 17/06/2015 9:50:47 en BIOGRAFÍAS SOBRE SANTOS CONTEMPORÁNEOS SIGLOS. XIX – XX ARCADUZ CARDENAL VAN THUAN: Historia de una esperanza E s difícil que haya habido un hombre más libre en la cárcel que Francisco Javier Van Thuan. El Papa Francisco ha recordado que la Pasión de Cristo es completada hoy por los mártires y nunca ha habido tantos como en los últimos cien años. Van Thuan fue uno de ellos; supo ser una fascinante y permanente lámpara encendida no bajo celemín alguno, sino en lo más alto del candelero. La esperanza que brilla en todo lo que escribió ha hecho que sea definido como “el cardenal de la esperanza”. Estas páginas quieren ser la historia de esa esperanza impresionante y la crónica inacabada de un gran amor porque su luz sigue brillando en medio de nuestra oscuridad. A través de estas apasionantes y apasionadas páginas, redactadas por el conocido periodista Miguel Ángel Velasco, podemos descubrir su vida, su mensaje y su legado. Su nacimiento en una familia católica vietnamita, su vocación, los trece terribles años en las cárceles comunistas, que superó impulsado por la fe y la esperanza, así como los rasgos principales de su predicación, que han conmovido al mundo, comenzando por San Juan Pablo II, a quien dirigió unos ejercicios espirituales. LA LUZ BRILLA EN LAS TINIEBLAS EL CURA DE ARS El atractivo de un alma pura Francis Trochu 16ª edición DON BOSCO Y SU TIEMPO Educador nato, patrono de la juventud trabajadora Hugo Wast 7ª edición LA MADRE TERESA Su vida y su obra «Lo hacemos por Jesús» Edward Le Joly 14ª edición NO OLVIDÉIS EL AMOR La pasión de Maximiliano Kolbe André Frossard 6ª edición EL APÓSTOL DE LOS LEPROSOS La vida del Padre Damián ´ Wilhelm Hünermann 6ª edición SANTA TERESITA Vida de Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia Maxence Van der Meersch 8ª edición SANTA GEMA GALGANI Vida de la primera Santa del siglo xx Germán de San Estanislao y Basilio de San Pablo 5ª edición EL PADRE PÍO El capuchino de los estigmas Yves Chiron 8ª edición UN OBISPO CONTRA HITLER El beato von Galen y la resistencia al nazismo StefaniaFalasca 2ª edición las tinieblas MIGUEL ÁNGEL VELASCO La luz brilla MIGUEL ÁNGEL VELASCO La luz brilla en las tinieblas CARDENAL VAN THUAN: Historia de una esperanza ISBN 978-84-9061-264-4 ARCADUZ 121 ARCADUZ palabra MIGUEL ÁNGEL VELASCO Miguel Ángel Velasco (1939) es un periodista católico especializado en información religiosa. Estudió Filosofía y Letras en Salamanca, Ciencias Sociales en Santiago de Compostela y Periodismo en Madrid. Premio “Luca de Tena”, “Manos Unidas” y “Bravo” de información religiosa, fue subdirector de Opinión del diario “La información de Madrid” y subdirector de la revista “Mundo Cristiano”. Ha dirigido el semanario “Alfa y Omega” desde sus comienzos hasta mayo de 2014. Es autor, entre otras obras, de Juan Pablo II, ese desconocido, Los derechos de la verdad, Dios es corazón, Guía del Vaticano y Voluntarios, una revolución imparable así como de biografías de santa Teresa de Calcuta, santa Maravillas de Jesús, el padre Morales, santa María Josefa Sancho de Guerra, santa Josefa Recio y el cardenal Castrillón. Es caballero de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno. ARCADUZ