Nuevo informe: Guatemala debe proteger de inmediato a los

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Nuevo informe: Guatemala debe proteger de inmediato a los defensores de derechos humanos
Los defensores de derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil y representantes de comunidades indígenas de Guatemala
desarrollan su trabajo en un entorno peligroso, y bajo constante amenaza.
El informe “Balanza Inclinada: El Conflicto Social y la Justicia Penal en Guatemala”, emitido hoy por el Centro para los Derechos
Humanos del Colegio Estadounidense de Abogados, el Instituto de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Georgetown y el
Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos (Centro RFK), informa sobre los graves problemas estructurales
que afecta a la justicia guatemalteca e impacta negativamente en el trabajo de los defensores de derechos humanos.
“El sistema judicial guatemalteco se está utilizando para hostigar e intimidar a los defensores de derechos humanos, especialmente en
el contexto de disputas por el derecho a la propiedad y uso de la tierra por parte de empresas y comunidades indígenas”, sostuvo
Santiago A. Canton, Director de Partners for Human Rights del Centro RFK. “Mientras los defensores de derechos humanos y los
líderes indígenas son blancos de amenazas y violencia, a menudo deben enfrentar denuncias falsas de comportamiento criminal, en
tanto que los perpetradores no reciben ningún castigo y caminan libremente por la calle.”
Abogados y líderes de la sociedad civil han informado que las disputas surgidas entre comunidades indígenas y compañías extractivas
han sido el resultado del fracaso gubernamental en llevar a cabo consultas previas, libres, informadas, culturalmente adecuadas y de
buena fe en torno a los conflictos surgidos, según lo requiere el derecho internacional. El informe también cuestiona el respeto de las
normas internacionales por parte de bancos multilaterales y compañías multinacionales. “Hay compañías que operan proyectos
industriales controvertidos y de gran escala que emplean fuerzas privadas de seguridad con dudosos historiales en lo referente a los
derechos humanos”, sostuvo Kerry Kennedy, Presidente del Centro RFK. “Muchos defensores de los derechos humanos han
informado que ex militares, responsables por la comisión de abusos durante el conflicto armado interno, están actualmente
intimidando a las poblaciones locales y cometiendo delitos con impunidad en las comunidades en las que trabajan.”
“Nuestras fuentes de información han manifestado su preocupación en torno a la detención previa a defensores de derechos humanos
que han protestado contra proyectos de minería y otros proyectos industriales de gran escala y a los que, posteriormente, se les ha
denunciado de haber cometido delitos. También se informó sobre el uso de procedimientos disciplinarios contra funcionarios
judiciales que procesan debidamente las causas presentadas por defensores de derechos humanos”, sostuvo Brittany Benowitz,
Asesora Legal en Jefe del Centro para los Derechos Humanos del Colegio Estadounidense de Abogados.
Los autores explican que los defensores deben enfrentarse a la publicación de declaraciones humillantes y calumniosas, además de
vivir bajo la constante amenaza de sufrir ataques físicos o de ser denunciados falsamente por la comisión de delitos. “Varios
comentaristas prominentes se han referido a los defensores de derechos humanos como ‘terroristas’; entre estos comentaristas se
cuentan líderes vinculados con los intereses empresariales”, dijo Katharine Nylund Valencia, Becaria Donald M. Wilson del Centro
Robert F. Kennedy y anteriormente abogada del Instituto para los Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Georgetown,
quien es coautora del informe. “Estas calumniosas declaraciones ponen a los defensores en riesgo de sufrir graves abusos a sus
derechos humanos.”
El informe enfatiza las obligaciones que tiene el gobierno guatemalteco, conforme a la Convención Americana de los Derechos
Humanos, de proteger la integridad física de los ciudadanos; garantizar la independencia de las autoridades judiciales; investigar a
fondo y de manera objetiva toda denuncia de actividades criminales; y proteger contra la posibilidad de sufrir detenciones arbitrarias,
así como detenciones preventivas prolongadas. El informe también enfatiza que los proyectos industriales a llevarse a cabo en tierras
pertenecientes a las comunidades indígenas deben desarrollarse en todo momento de conformidad con el principio de contar con una
consulta previa, libre y al que se hubiera llegado mediante información completa y adecuada. Finalmente, el informe llama a las
industrias extractivas y a las instituciones financieras a compensar de manera justa a las comunidades que hubieran podido resultar
desplazadas o afectadas de manera adversa por las actividades productivas y pide que se cumpla con los acuerdos de reparación
relativos al conflicto armado interno.
Contacto: Meaghan Baron
Director de Comunicaciones, Centro RFK, Oficina (917) 284-6352 | email: [email protected]
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