Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISIONES Fibrinógeno. Vieja proteína hemostática con nueva función: marcador no invasivo de aterosclerosis subclínica 97.489 José A. Páramoa,b, José A. Rodrígueza y Josune Orbea a Laboratorio de Aterosclerosis. Área de Fisiopatología Cardiovascular. Servicio de Hematología. Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona. España. b La formación del coágulo de fibrina es uno de los mecanismos desencadenantes de las enfermedades vasculares de naturaleza aterotrombótica, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y la arteriopatía periférica. La fibrina se origina a partir de un precursor circulante, el fibrinógeno, por acción de la trombina. Diversos factores genéticos y adquiridos pueden determinar los valores circulantes de fibrinógeno. Algunos estudios epidemiológicos han demostrado un papel predictivo de esta proteína hemostática sobre el riesgo cardiovascular. Además, como reactante de fase aguda, el fibrinógeno interviene activamente en los procesos inflamatorios. Los recientes estudios de nuestro grupo demuestran, asimismo, que los valores elevados de fibrinógeno pueden constituir un marcador de aterosclerosis subclínica y, por consiguiente, de utilidad en la identificación de sujetos asintomáticos con riesgo cardiovascular. Palabras clave: Fibrinógeno. Inflamación. Aterosclerosis. Enfermedades cardiovasculares. Fibrinogen. An old hemostatic protein with a new function: non-invasive marker of subclinical atherosclerosis The formation of a fibrin clot is one of the key events in atherothrombotic vascular diseases, such as myocardial infarction, ischemic stroke and peripheral arterial disease. Fibrin is formed from a circulating precursor, fibrinogen, by the action of thrombin. Both genetic and environmental factors are important determinants of the circulating fibrinogen levels. Epidemiologic studies have demonstrated a role for this hemostatic protein in the prediction of cardiovascular disease. As an acute-phase reactant, fibrinogen is also a marker of inflammation. Likewise, recent studies from our group have shown that increased fibrinogen levels represent a marker of subclinical atherosclerosis, likely to be useful in the identification of asymptomatic subjects at risk for cardiovascular disease. Key words: Fibrinogen. Inflammation. Atherosclerosis. Cardiovascular diseases. La acción combinada y especializada de elementos celulares de la sangre (plaquetas) y factores hemostáticos (coagulación) permite al organismo humano responder a las lesiones vasculares y sobrevivir a traumatismos graves evitando una hemorragia excesiva. Sin embargo, el riesgo relacionado con el mantenimiento de un sistema hemostático efectivo es la generación de un coágulo en el territorio vascular y la formación de un trombo oclusivo, causante de los procesos de isquemia y necrosis en la zona afectada. Los síndromes clínicos aterotrombóticos, que incluyen el infarto de miocardio (IM), la muerte súbita, el ictus isquémico y la enfermedad arterial periférica (EAP), principal causa de Financiado parcialmente por FIMA y acuerdo UTE-CIMa. Universidad de Navarra. Departamento de Salud. Gobierno de Navarra y RECAVA (Ministerio de Sanidad y Consumo). Correspondencia: Dr. J.A. Páramo. Laboratorio de Aterosclerosis. Edificio CIMA. Avda. Pío XII, 55. 31008 Pamplona. España. Recibido el 9-11-2004; aceptado para su publicación el 28-1-2005. 790 Med Clin (Barc). 2005;124(20):790-4 mortalidad en los países desarrollados, están provocados por la interacción de factores de riesgo aterogénicos, como la dislipemia, la hipertensión y la obesidad, con los sistemas de inflamación y los factores hemostáticos. La rotura o erosión de una placa aterosclerótica inestable expone el material protrombótico del núcleo necrótico con la sangre circulante, hecho que favorece la activación de las plaquetas y de la cascada de la coagulación y el desarrollo de un coágulo rico en plaquetas y fibrina que ocluye la luz arterial1,2. La formación del coágulo de fibrina es un elemento clave en el proceso aterotrombótico. La fibrina representa el principal constituyente proteico del coágulo y se forma a partir de un precursor circulante soluble, el fibrinógeno, por acción de la enzima activa trombina. Algunos estudios clínicos y experimentales recientes indican que la importancia biológica del fibrinógeno va más allá de su función en el mecanismo hemostático3, ya que puede ser un componente crítico de la regulación de la respuesta inflamatoria y, por consiguiente, desempeñar un papel clave en el desarrollo y las complicaciones de la lesión aterosclerótica y constituir un marcador de aterosclerosis subclínica. Papel del fibrinógeno en la formación del coágulo de fibrina El fibrinógeno es una glucoproteína de peso molecular 340.000 daltons, que consta de tres pares de cadenas polipeptídicas (Aα, Bβ y γ) unidas por puentes disulfuro. La molécula consta de tres dominios estructurales: a) una región central (E) que contiene los fibrinopéptidos A y B, y la región NH2-terminal de las 6 cadenas polipeptídicas; b) 2 regiones distales (D) conectadas a la anterior por sendos segmentos helicoidales, y c) las regiones carboxiterminales de las cadenas Aα, Bβ y γ4. La producción de fibrinógeno por el hígado está regulada por la acción de ciertos estímulos proinflamatorios, como las interleucinas-1 y 6, y aumenta extraordinariamente en respuesta a infecciones y otros procesos inflamatorios5,6. La concentración en el plasma es de 150-300 mg/dl y su vida media de 3-5 días. En situaciones de lesión tisular e inflamación se genera la enzima activa trombina, que se une al fibrinógeno circulante con liberación de los fibrinopéptidos A y B, y la formación de monómeros de fibrina. La liberación de fibrinopéptido A expone un lugar de polimerización en la región E, que combina con un lugar complementario en la cadena γ y en la región D de una molécula adyacente para formar protofibrillas; la agregación lateral de protofibrillas origina un coágulo inicial que es friable y susceptible a la lisis. La trombina activa simultáneamente el factor XIII, una transglutaminasa que introduce enlaces covalentes entre las moléculas de fibrinógeno/fibrina para generar fibrina polimerizada. El resultado de la polimerización es un coágulo estable de fibrina, rígido y resistente a la lisis7,8. 40 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PÁRAMO JA, ET AL. FIBRINÓGENO, VIEJA PROTEÍNA HEMOSTÁTICA CON NUEVA FUNCIÓN: MARCADOR NO INVASIVO DE ATEROSCLEROSIS SUBCLÍNICA Determinantes genéticos y ambientales de la concentración de fibrinógeno Diversas influencias genéticas y ambientales permiten explicar las importantes variaciones detectadas en los valores de fibrinógeno en diferentes poblaciones9,10 (tabla 1). Los estudios realizados en gemelos han demostrado que el porcentaje de variación atribuible a factores genéticos oscila entre el 20 y el 50%11,12, mientras que en otros trabajos realizados en varios miembros de la misma familia el porcentaje de heredabilidad se sitúa en torno al 34%13-15. Las 3 cadenas polipeptídicas del fibrinógeno están codificadas por 3 genes diferentes localizados en el cromosoma 416. Se han descrito diversas mutaciones y polimorfismos que pueden determinar cambios en los valores circulantes de proteína (tabla 2): – Fibrinógeno γA/γ’. Esta variante se caracteriza por una mayor polimerización y resistencia a la lisis que la molécula nativa, al favorecer la unión del factor XIII a la molécula de fibrinógeno. Dicha mutación permite explicar un 7-15% de las variaciones plasmáticas de proteína y su presencia se ha asociado con un mayor riesgo de trombosis y enfermedad coronaria17. – Fibrinógeno AαEC. Se caracteriza por una alteración en la región carboxiterminal de la cadena Aα que puede explicar un 1% de la variabilidad plasmática, pero no se ha establecido su papel fisiopatológico en la aterotrombosis18. – Polimorfismos en la región no codificante del fibrinógeno. Se han descrito varios polimorfismos, entre los que destacan el TaqI en la región 3’ del gen de la cadena Aα, el Bcl1 en la región 3’ del gen de la cadena Bβ y los polimorfismos –148CT y –455G/A en la región promotora del gen Bβ. De todos ellos, el –455 G/A ha sido el más estudiado y relacioTABLA 1 Factores de riesgo cardiovascular con componente genético (heredabilidad, %) Aumento del cLDL (40-60%) Descenso del cHDL (45-75%) Aumento de los triglicéridos (40-80%) Aumento del índice de masa corporal (25-60%) Aumento de la presión arterial (50-70%) Diabetes mellitus tipo 2 (40-80%) Aumento de la lipoproteína(a) (90%) Aumento de la homocisteína (45%) Aumento de la proteína C reactiva (20-50%) Aumento del fibrinógeno (20-50%) nado con un incremento de los valores circulantes del fibrinógeno, que explica hasta un 11% de su variabilidad plasmática. Algunos estudios sugieren que este polimorfismo se asocia con la presencia de diabetes mellitus, enfermedad coronaria e infarto cerebral19-24. Sin embargo, en una serie de sujetos asintomáticos analizados por nuestro grupo no se pudo observar una asociación estadísticamente significativa entre este polimorfismo y el riesgo cardiovascular ni tampoco una relación con marcadores de aterosclerosis subclínica25. – Polimorfismos en la región codificante del fibrinógeno. Se han descrito 2 polimorfismos: el AαThr312Ala, localizado en una región importante para la interacción del fibrinógeno con el factor XIII, que conlleva la formación de coágulos de fibrina más polimerizada y resistente a la lisis y se asocia con tromboembolia venosa, y el BβArg448Lis, que afecta la configuración de la región carboxiterminal del fibrinógeno, y se ha relacionado con la enfermedad macrovascular en algunos estudios16,26. Si bien hay una notable influencia de la heredabilidad sobre la concentración de fibrinógeno, la contribución de polimorfismos individuales es, en general, pequeña. Ello explicaría, en parte, el hecho de que las asociaciones descritas entre las manifestaciones clínicas y los citados polimorfismos sean inconstantes en la mayoría de los estudios27. Por el contrario, los determinantes ambientales desempeñarían un papel más importante sobre las variaciones plasmáticas de la proteína. El fibrinógeno es un reactante de fase aguda cuyas concentraciones aumentan en numerosas situaciones: edad avanzada, sexo femenino, menopausia, hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, dislipemia, obesidad, inflamación e infección9,10. Por el contrario, el ejercicio físico, la pérdida de peso, la supresión del tabaco o la dieta mediterránea consiguen una reducción significativa de su concentración en el plasma28-30. De especial relevancia para el proceso aterosclerótico es la asociación con el tabaquismo. Se ha sugerido que éste induciría cambios fisiopatológicos similares a los que se producen como consecuencia de la reacción de fase aguda secundaria a diversos procesos inflamatorios29,31. Por consiguiente, es posible que las concentraciones elevadas de fibrinógeno reflejen simplemente un estado inflamatorio asociado con la enfermedad vascular. Fibrinógeno y riesgo cardiovascular Modificado de Lusis et al15. cLDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad; cHDL: colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad. La noción de que el fibrinógeno se asocia con un mayor riesgo cardiovascular data de la década de los cincuenta, al detectarse concentraciones aumentadas de proteína en pacientes con enfermedad coronaria32. Diversos estudios epidemiológicos posteriores demostraron una asociación inde- TABLA 2 Variantes del fibrinógeno y riesgo cardiovascular Variante Función Clínica Fibrinógeno γ’ Unión del factor XIII Reduce el diámetro de la fibrilla Fibrinógeno AαEC Desconocida – Fibrinógeno AαtaqI – – Fibrinógeno BβBclI Aumento del fibrinógeno Más frecuente en la enfermedad coronaria Fibrinógeno Bβ–455G/A Aumento del fibrinógeno Más frecuente en la enfermedad coronaria Sin asociación con la aterosclerosis subclínica Fibrinógeno AαThr312Ala Cambios en la estructura de la fibrina y en la unión del factor XIII Fibrilación auricular/embolia pulmonar Fibrinógeno BβArg448Lis Cambios en la estructura y la función de la fibrina Enfermedad macrovascular Mayor riesgo de IM IM: infarto de miocardio. 41 Med Clin (Barc). 2005;124(20):790-4 791 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PÁRAMO JA, ET AL. FIBRINÓGENO, VIEJA PROTEÍNA HEMOSTÁTICA CON NUEVA FUNCIÓN: MARCADOR NO INVASIVO DE ATEROSCLEROSIS SUBCLÍNICA Factores genéticos Fibrinógeno γ Thr3 12Ala BβArg 44Lis Bβ-455G/A Factores ambientales Tabaquismo Infecciones Obesidad cLDL Triglicéridos Alcohol Fibrinógeno Hemostasia y trombosis Hipercoagulabilidad Formación de fibrina Agregación plaquetaria Hipofibrinólisis Aterosclerosis Placa de ateroma Aumento de la viscosidad Hiperplasia íntima Inflamación Fibrosis Fig. 1. Papel del fibrinógeno en la aterotrombosis. Influencia de factores genéticos y ambientales. cLDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad. pendiente entre el fibrinógeno y la incidencia de trombosis arterial, incluido el IM, el ictus y la EAP33-43. En uno de los más representativos, el Northwick Park Heart Study (NPHS), se demostró que una elevación de una desviación estándar en la concentración de proteína (aproximadamente 60 mg/dl) se asociaba con un incremento del 84% en el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en los siguientes 5 años33. Tres metaanálisis también han demostrado una asociación entre el fibrinógeno y riesgo vascular28,44,45; Danesh et al44 revisaron 18 estudios prospectivos sobre 4.000 casos de enfermedad coronaria seguidos durante una media de 8 años. Los sujetos en el tercil más elevado de fibrinógeno (350 mg/dl) tenían una odds ratio de 1,8 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,6-2,0) de padecer alguna complicación cardiovascular en relación con los del tercil inferior (250 mg/dl). Finalmente, otros estudios han demostrado una asociación entre las concentraciones de fibrinógeno y la mortalidad cardiovascular en pacientes diabéticos con enfermedad cardíaca inestable46 y arteriopatía periférica47. Fibrinógeno como marcador de aterosclerosis subclínica Como se ha señalado anteriormente, hay numerosas evidencias epidemiológicas que demuestran la asociación de concentraciones elevadas de fibrinógeno y un aumento de la incidencia de episodios cardiovasculares. Asimismo, el fibrinógeno podría intervenir en los procesos inflamatorios agudos y crónicos involucrados en el desarrollo de la aterosclerosis y de sus complicaciones clínicas42. Un aspecto importante, y aún no aclarado totalmente, es si el fibrinógeno también se relaciona con alteraciones vasculares en sujetos sin evidencia clínica de enfermedad cardiovascular y, por consiguiente, podría constituir un marcador de aterosclerosis subclínica. Los marcadores no invasivos de riesgo cardiovascular pueden clasificarse en estructurales y funcionales: entre los primeros, el grosor de las capas íntima-media de la arteria carótida (GIM) y la hipertrofia ventricular izquierda, y entre los 792 Med Clin (Barc). 2005;124(20):790-4 segundos, la disfunción endotelial y la microalbuminuria se han asociado con una mayor incidencia de episodios cardiovasculares48,49. El GIM, medido preferentemente en la arteria carótida primitiva por ultrasonografía, se ha correlacionado con el riesgo cardiovascular y cerebrovascular y con el riesgo vascular global en poblaciones de diferentes edades50,51. En un estudio realizado por nuestro grupo en 135 sujetos asintomáticos con factores de riesgo vascular observamos una asociación significativa e independiente entre las concentraciones de fibrinógeno y el GIM; dicha asociación fue independiente de las concentraciones de proteína C reactiva (PCR), un marcador establecido de inflamación, y del polimorfismo –465G/C del fibrinógeno25. Los resultados de este estudio han sido validados recientemente en una población de 519 sujetos, en que se ha demostrado que los valores de fibrinógeno plasmático se asocian con índices globales de riesgo vascular (PROCAM), marcadores inflamatorios (PCR) y marcadores de daño endotelial (factor Von Willebrand)52. Aún de mayor interés fue el hecho de que la asociación entre el fibrinógeno y el GIM permaneció significativa tras ajustar para los factores de riesgo vascular en el análisis multivariante52. Los resultados de ambos estudios indican que el fibrinógeno puede constituir una herramienta útil en la estratificación del riesgo cardiovascular en sujetos asintomáticos y un marcador predictivo de aterosclerosis subclínica. Es interesante señalar que otros estudios han encontrado que el fibrinógeno se asocia con marcadores no invasivos de disfunción miocárdica53, así como con la composición de la placa de ateroma y del calcio coronario en pacientes con accidentes cerebrovasculares isquémicos transitorios y enfermedad coronaria, respectivamente54,55. Si bien no se ha establecido con precisión si el fibrinógeno es un mero marcador de inflamación relacionado con la enfermedad vascular56 o si, por el contrario, está involucrado directamente en su patogenia57, son numerosos los mecanismos por los que podría intervenir en el proceso aterosclerótico a través de acciones proinflamatorias y protrombóticas (fig. 1). Estudios recientes, realizados en ratones transgénicos con hiperfibrinogenemia, sugieren que el fibrinógeno participaría activamente en la enfermedad vascular, aumentando el depósito de fibrina en ciertos órganos y regulando el recambio de fibrina58,59. Kerlin et al60 han demostrado recientemente que el fibrinógeno es capaz de alterar el remodelado vascular inducido en ratones mediante ligadura de la arteria carótida e inducir hiperplasia de la íntima vascular. Por el contrario, la deficiencia de fibrinógeno redujo el desarrollo de aterosclerosis en un modelo transgénico de ratones que expresaban apolipoproteína(a)61. Otros trabajos experimentales recientes sugieren que el fibrinógeno es un componente crítico de la respuesta inflamatoria a través de la integrina αMβ2, presente en los neutrófilos, que es capaz de unirse a fibrinógeno/fibrina inmovilizados; ratones portadores del alelo Fib γ390-396A mantienen concentraciones normales de fibrinógeno y retienen la función hemostática de la proteína, así como la agregación plaquetaria, pero tienen alterada la adhesión de neutrófilos mediada por dicha integrina. Estos ratones muestran una respuesta inflamatoria muy disminuida in vivo tras la administración intraperitoneal de Staphylococcus aureus, con un notable déficit de aclaramiento bacteriano mediado por los leucocitos62. Los resultados de este estudio sugieren que la unión del fibrinógeno al ligando αMβ2 puede constituir un importante nexo de la respuesta inflamatoria ante diversos estímulos. Finalmente, el hecho de que el fibrinógeno, o derivados inducidos por acción de la trombina, poseen un efecto estimulador de la mitogénesis de fibroblastos en cultivo, sugiere que 42 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PÁRAMO JA, ET AL. FIBRINÓGENO, VIEJA PROTEÍNA HEMOSTÁTICA CON NUEVA FUNCIÓN: MARCADOR NO INVASIVO DE ATEROSCLEROSIS SUBCLÍNICA podría intervenir en los procesos de fibrosis y remodelado vascular aterosclerótico63. La posibilidad de que el fibrinógeno represente un potente mediador inflamatorio en la aterogénesis podría tener importantes connotaciones clínicas; en primer lugar, el complejo fibrinógeno-integrina podría constituir una diana para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas; se ha demostrado en modelos murinos que la depleción farmacológica del fibrinógeno reduce la progresión del proceso inflamatorio articular en modelos experimentales de artritis64. Una segunda implicación es que se podrían diseñar estrategias dirigidas a interferir la interacción fibrinógeno-leucocitos, sin afectar el proceso hemostático y, por consiguiente, sería posible controlar la inflamación sin incrementar el riesgo de hemorragias o trombosis. Implicaciones terapéuticas Los cambios en el estilo de vida, fundamentalmente el abandono del hábito tabáquico, la reducción del peso y la realización de ejercicio físico, consiguen disminuir la tasa de fibrinógeno plasmático29,30. Si bien no se dispone en la actualidad de ningún fármaco capaz de reducir eficazmente la concentración de fibrinógeno, un grupo heterogéneo de agentes empleados por vía oral en pacientes con un elevado riesgo cardiovascular consiguen una reducción apreciable; entre ellos destacan los fibratos, como el bezafibrato, que alcanzan una disminución de hasta un 40%, y las tienopiridinas, como la ticlopidina, potentes fármacos antiagregantes plaquetarios65,66. Algunas estatinas (p. ej., atorvastatina), en virtud de su propiedades antiinflamatorias, también reducen los valores de fibrinógeno en un 15-30%67,68. Entre los agentes empleados en el tratamiento del ictus isquémico merecen consideración dos derivados de venenos de serpiente administrados por vía parenteral, ancrod y batroxobina69. Otro grupo de fármacos antiplaquetarios por vía parenteral, los inhibidores de las glucoproteínas IIb/IIIa, también consiguen una reducción significativa70. Finalmente, las técnicas de aféresis basadas en la reducción de la viscosidad sanguínea y de las concentraciones de lípidos71 también consiguen una rápida reducción del fibrinógeno. Conclusiones La formación de un coágulo rico en plaquetas y fibrina es un elemento clave en la fisiopatología de las enfermedades cardiovasculares, como el IM y el ictus. El fibrinógeno desempeña un papel importante en estos procesos, ya que interviene en la agregación plaquetaria, la formación de fibrina, la viscosidad plasmática y la aglutinación de hematíes. El fibrinógeno se comporta, además, como un reactante de fase aguda en respuesta a estímulos inflamatorios. La cuestión que se plantea es si el fibrinógeno representa exclusivamente un marcador del proceso inflamatorio implicado en la aterosclerosis o es un mediador y, por consiguiente, cumple un papel patogénico, y es susceptible de modulación farmacológica. No todos los estudios realizados en humanos permiten contestar a esta pregunta, y tampoco parece que diversos polimorfismos en el gen del fibrinógeno que determinan variaciones de sus concentraciones circulantes se asocien con un riesgo aumentado de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, importantes estudios epidemiológicos prospectivos, que incluyen un amplio número de pacientes, han demostrado una asociación entre el incremento de fibrinógeno y el riesgo de presentar enfermedades cardiovascula43 res, y otros trabajos han descrito que el fibrinógeno es un predictor de mortalidad en pacientes de alto riesgo. Algunos estudios clínicos recientes han encontrado, asimismo, una relación entre el fibrinógeno y el GIM de la carótida, un marcador establecido de aterosclerosis subclínica. Asimismo, hay trabajos experimentales que demuestran que el fibrinógeno es un elemento importante en la patogenia de las enfermedades vasculares de naturaleza aterosclerótica, y ciertos estudios in vitro demuestran que el fibrinógeno aumenta los procesos de migración/proliferación celular. Finalmente, la reducción farmacológica de las concentraciones de fibrinógeno (p. ej., con estatinas o fibratos) podría explicar en parte su efecto beneficioso en la prevención y la progresión de la enfermedad cardiovascular. Conocer el modo en que los factores de riesgo cardiovascular inducen un aumento de fibrinógeno representa un gran reto en este campo. Por otra parte, un mejor conocimiento del papel del proteoma para determinar un fenotipo concreto de fibrinógeno puede proporcionar nuevas oportunidades en el desarrollo de estrategias terapéuticas que demuestren que la reducción del fibrinógeno previene eficazmente la aparición de síndromes aterotrombóticos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Libby P. Inflammation in atherosclerosis. Nature. 2002;430:868-74. 2. Páramo JA, Orbe J, Rodríguez JA. Estabilización de la placa de ateroma: un nuevo concepto basado en la biología dinámica de la aterosclerosis. Med Clin (Barc). 2003;121:583-7. 3. Muntner P, He J, Chen J, Fonseca V, Whelton PK. Prevalence of nontraditional cardiovascular disease risk factors among persons with impaired fasting glucose, impaired glucose tolerance, diabetes, and the metabolic syndrome: analysis of the Third National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III). Ann Epidemiol. 2004;14:686-95. 4. Mosseson MW, Siebelist KR, Meh DA. The structure and biological features of fibrinogen and fibrin. Ann NY Acad Sci. 2001;936:312-27. 5. Castell JV, Gómez-Lechon MJ, David M, Fabra R, Trullenque R, Heinrich PC. Acute-phase response of human hepatocytes: regulation of acutephase protein synthesis by interleukin-6. Hepatology. 1990;12:1197-86. 6. Perz RL, Ritzenthaler JD, Roman J. Transcriptional regulation of the interleukin-1 beta promoter via fibrinogen engagement of the CD18 integrin receptor. Am J Respir Cell Mol Biol. 1999;20:1059-66. 7. Collet JP, Lesty C, Montalescot G, Weisel JW. Dynamic changes of fibrin architecture during fibrin formation and intrinsic fibrinolysis of fibrin-rich clots. J Biol Chem. 2003;278:21331-5. 8. Scott EM, Ariens AS, Grant P. Genetic and environmental determinants of fibrin structure and function. Relevance to clinical disease. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2004;24:1558-66. 9. Margaglione M, Cappucci G, Colaizzo D, Pirro C, Vecchione G, Grandone E, et al. Fibrinogen plasma levels in an apparently healthy general population. Relation to environmental and genetic determinants. Thromb Haemost. 1998;80:805-10. 10. Humphries SE, Luong LA, Montgomery HE, Day INM, Mohamed-Ali V, Yudkin JS. Gene environment interaction in the determination of levels of plasma fibrinogen. Thromb Haemost. 1999;82:818-25. 11. De Lange M, Snieder H, Ariens RA, Spector TD, Grant PJ. The genetics of haemostasis: a twin study. Lancet. 2001;357:101-5. 12. Dunn EJ, Ariens RA, De Lange M, Snieder H, Turney JH, Spector TD, et al. Genetics of fibrin clot structure: a twin study. Blood. 2004;103:1735-40. 13. Souto JC, Almasy L, Borrell M, Gari M, Martínez E, Mateo J, et al. Genetic determinants of hemostasis phenotypes in Spanish families. Circulation. 2000;101:1546-51. 14. Freeman MS, Mansfield MW, Barret JH, Grant PJ. Genetic contribution to circulating levels of hemostatic factors in healthy families with effects of known genetic polymorphisms on heritability. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2002;22:506-10. 15. Lusis AJ, Fogelman AM, Fonarow GC. Genetic basis of atherosclerosis (I). New genes and pathways. Circulation. 2004;110:1868-3. 16. Iacovello I, Vischetti M, Zito F, Donati MB. Genes encoding fibrinogen and cardiovascular risk. Hypertension. 2001;38:1199-203. 17. Falls LA, Farrell DH. Resistance of gammaA/gamma’ fibrin clots to fibrinolysis. J Biol Chem. 1997;272:14251-6. 18. Grieninger G. Contribution of the alpha EC domain to the structure and function of fibrinogen-420. Ann NY Acad Sci. 2001;936:44-64. 19. Carter AM, Mansfield MW, Stickland MH, Grant PJ. Beta-fibrinogen gene –455G/A polymorphism and fibrinogen levels. Risk factor for coronary artery disease in subjects with NIDDM. Diabetes Care. 1996;19:1265-8. Med Clin (Barc). 2005;124(20):790-4 793 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PÁRAMO JA, ET AL. FIBRINÓGENO, VIEJA PROTEÍNA HEMOSTÁTICA CON NUEVA FUNCIÓN: MARCADOR NO INVASIVO DE ATEROSCLEROSIS SUBCLÍNICA 20. Behague I, Poirier O, Nicaud V, Evans A, Arveile D, Luc G, et al. Beta fibrinogen gene polymorphisms are associated with plasma fibrinogen and coronary artery disease in patients with myocardial infarction. The ECTIM Study. Etude Cas-Temoins sur l’Infarctus du Myocarde. Circulation. 1996;93:440-9. 21. Zito F, Di Castelnuovo A, Amore C, D’Orazio A, Donati MB, Iacovello L. ACLI polymorphism in the fibrinogen beta-chain is associated with the risk of familial myocardial infarction by increasing plasma fibrinogen levels. A case-control study in a simple of GISSI-2 patients. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1997;17:3489-94. 22. De Maat MP, Kastelein JJ, Jukema JW, Zwinderman AH, Cansen H, Groenemeier B, et al. –455G/A polymorphism of the beta-fibrinogen gene is associated with the progression of coronary aterosclerosis in symptomatic men: proposed role for an acute-phase reaction pattern of fibrinogen REGRESS group. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1998;18: 265-71. 23. Folsom AR, Aleksic N, Ahn C, Boerwinkle E, Wu KK. Beta fibrinogen gene –455G/A polymorphism and coronary heart disease incidence: the Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) Study. Ann Epidemiol. 2001;11:166-70. 24. Martiskainen M, Pohjasvaara T, Mikkelson J, Mantyla R, Kunnas T, Laippala P, et al. Fibrinogen gene promoter –455 allele as risk factor for lacunar stroke. Stroke. 2003;34:886-91. 25. Martínez-Vila E, Páramo JA, Beloqui O, Irimia P, Colina I, Monreal I, et al. Independent association of fibrinogen with carotid intima-media thickness in asymptomatic subjects. Cerebrovasc Dis. 2003;13:356-62. 26. Standeven KF, GRant PJ, Carter AM, Scheiner T, Weisel JW, Ariens RA. Functional analysis of the fibrinogen A alpha Thr312 ALA polymorphism: effects on fibrin structure and function. Circulation. 2003;107:2326-30. 27. Lane DA, Grant PJ. Role of hemostatic gene polymorphisms in venous and arterial thrombotic disease. Blood. 2000;95:1517-32. 28. Ernst E, Resch KL. Fibrinogen as a cardiovascular risk factor: a metaanalysis and review of the literature. Ann Intern Med. 1993;118:956-63. 29. Meade TW, Imeson J, Stirling Y. Effects of changes in smoking and other characteristics on clotting factors and the risk of ischemic heart disease. Lancet. 1987;2:986-8. 30. Oosthuizen W, Vorster HH, Jerling JC, Barnard HC, Smuts CM, Silvis N, et al. Both fish oil and olive oil lowered plasma fibrinogen in women with high baseline fibrinogen levels. Thromb Haemost. 1994;72:557-62. 31. Rokita H, Neta R, Sipe JD. Increased fibrinogen synthesis in mice during the acute phase response: co-operative interaction of interleukin 1, interleukin 6, and interleukin-1 receptor antagonists. Cytokine. 1993;5:454-8. 32. Phear D, Stirland R. The value of estimating fibrinogen and C-reactive protein levels in myocardial ischemia. Lancet. 1957;2:270-5. 33. Meade TW, Brozovic M, Haines AP, Imenson JD, Mellows S, Miller GJ, et al. Haemostatic function and ischaemic heart disease: principal results of the Northwick Park Heart Study. Lancet. 1986;2:533-8. 34. Kannel WB, Wolf PA, Castelli WP, D’Agostino RBD. Fibrinogen and risk of cardiovascular disease: The Framingham study. J Am Med Assoc. 1987;258:1183-6. 35. Fowkes FG, Connor JM, Smith FB, Word J, Donan PT, Lowe GDO. Fibrinogen genotype and risk of peripheral aterosclerosis. Lancet. 1992;339:693-6. 36. Heinrich J, Balleisen L, Schulte H, Assman G, Van de Loo J. Fibrinogen and factor VII in the prediction of coronary risk: results from the PROCAM study in healthy men. Arterioscler Thromb. 1994;14:54-9. 37. Folsom A, Wu K, Rosamond W, Sharrett A, Chambless L. Prospective study of hemostatic factors and incidence of coronary heart disease: the Atherosclerotic Risk in Communities (ARIC) Study. Circulation. 1997;96:1102-8. 38. Sweetnam PM, Yarnell JW, Lowe GD, Baker IA, O’Brien JR, Rumley A, et al. The relative power of heat-precipitation nephelometric and clottable (Clauss) fibrinogen in the prediction of ischemic heart disease: the Caerphilly and Speedwell studies. Br J Haematol. 1998;100:582-8. 39. Woodward M, Lowe GDO, Rumley A, Tunstall-Pedoe H. Fibrinogen as a risk factor for coronary heart disease and mortality in middle-aged men and women: the Scottish Heart Health Study. Eur Heart J. 1998;19:5562. 40. Tracy RP, Arnold AM, Ettinger W, Fried C, Meilahn E, Savage P. The relationship of fibrinogen and factors VII and VIII to incident cardiovascular disease and death in the elderly. Results from the Cardiovascular Health Study. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1999;19:1776-83. 41. Reganon E, Vila V, Ferrando F, Martínez-Sales V, Fayos L, Ruano M, et al. Elevated high molecular weight fibrinogen in plasma is predictive of coronary ischemic events alter acute myocadial infarction. Thromb Haemost. 1999;82:1403-5. 42. Lindahl B, Toss H, Siegbhan A, Venge P, Wallentin L, for the FRISC Study Group. Markers of myocardial damage and inflammation in relation to long-term mortality in instable coronary artery disease. N Engl J Med. 2000;343:1139-47. 43. Stec JJ, Silbershatz H, Tofler G, Matheney TH, Sutherland P, Lipinska I, et al. Association of fibrinogen with cardiovascular risk factors and cardiovascular disease in the Framingham offspring population. Circulation. 2000;102:1634-8. 44. Danesh J, Collins R, Appleby P, Peto R. Association of fibrinogen, C-reactive protein, albumin, or leukocyte count with coronary heart disease. Metaanalysis of prospective studies. J Am Med Assoc. 1998;279:1477-82. 794 Med Clin (Barc). 2005;124(20):790-4 45. Maresca G, Di Blasco A, Marchioli R, Di Minno G. Measuring plasma fibrinogen to predict stroke and myocardial infarction: an update. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1999;19:1368-77. 46. Sánchez PL, Morinigio JL, Pabon P, Martin F, Palacios IF, Luengo C. Prognostic relations between inflammatory markers and mortality in diabetic patients with non-ST elevation acute coronary syndromes. Heart. 2004;90:264-9. 47. Doweik L, Maca T, Schillinger M, Budinsky A, Sabeti S, Minar E. Fibrinogen predicts mortality in high risk patients with peripheral artery disease. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2003;26:381-6. 48. Mancini J, Dahlof B, Díez J. Surrogate markers for cardiovascular disease. Structural markers. Circulation. 2004;109 Suppl 4:22-30. 49. Cohn JN, Quyyumi AA, Hollenberg NK, Jamerson KA. Surrogate markers for cardiovascular disease. Functional markers. Circulation. 2004;109 Suppl 4:31-46. 50. O’Leary DH, Polak JF, Kronmal RA, Manolio TA, Burke GL, Wolfson SK Jr. Carotid artery intima and media thickness as a risk factor for myocardial infarction and stroke in older adults. N Engl J Med. 1999;340:1422. 51. Páramo JA, Orbe J, Beloqui O, Benito A, Colina I, Martínez-Vila E, et al. Prothrombin fragment 1+2 is associated with carotid intima-media thickness in subjects free of clinical cardiovascular disease. Stroke. 2004;35:1085-9. 52. Páramo JA, Beloqui O, Roncal C, Benito A, Orbe J. Validation of plasma fibrinogen as a marker of carotid atherosclerosis in subjects free of clinical cardiovascular disease. Haematologica. 2004;89:1226-31. 53. Palmieri V, Celentano A, Roman MJ, de Simeone G, Lewis M, Best L, et al, for the Strong Heart Study Investigators. Fibrinogen and preclinical echocardiographic target organ damage. Hypertension. 2001;38:106874. 54. Mauriello A, Sangiorgi G, Palmieri G, Virmani R, Holmes Jr DR, Schwartz RS, et al. Hyperfibrinogenemia is associated with specific hystocytological composition and complications of atherosclerotic carotid plaques in patients affected by transient ischemic attacks. Circulation. 2000;101:744-50. 55. Bielak LF, Klee KG, Shedy II PF, Turner ST, Schwartz RS, Peyser PA. Association of fibrinogen with quantity of coronary artery calcification measured by electron beam computed tomography. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2000;20:2167-71. 56. Reinhart WH. Fibrinogen: marker or mediator of vascular disease? Vasc Med. 2003;8:211-6. 57. Fay WP. Hyperfibrinogenemia and vascular disease: does it matter? Blood. 2004;103:1569-70. 58. Gulledge AA, Reaee F, Verheijen JH, Lord ST. A novel transgenic mouse model of hiperfibrinogenemia. Thromb Haemost. 2001;86:511-6. 59. Gulledge AA, McShea C, Schwartz T, Koch G, Lord ST. Effects of hyperfibrinogenemia on vasculature of C57BL/6 mice with and without atherogenic diet. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2003;23:130-5. 60. Kerlin B, Cooley BC, Iserman BH, Hernández I, Sood R, Zogg M, et al. Cause-effect relation between hyperfibrinogenemia and vascular disease. Blood. 2004;103:1728-34. 61. Lou XJ, Boonmark NW, Horrigan FT, Degen JL, Lawn RM. Fibrinogen deficiency reduces vascular accumulation of apolipoprotein(a) and development of atherosclerosis in apolipoprotein(a) transgenic mice. Proc Natl Acad Sci USA. 1998;95:12591-5. 62. Flick MJ, Du X, Witte DP, Jirouskova M, Soloviev DA, Bussutil SJ, et al. Leukocyte engagement of fibrin(ogen) via the integrin receptor αMβ2/Mac-1 is critical to host inflammatory response in vivo. J Clin Invest. 2004;113:1596-1606. 63. Gray AJ, Bishop JE, Reeves JT, Mecham RP, Laurent GJ. Partially degraded fibrin(ogen) stimulates fibroblast proliferation in vitro. Am J Respir Cell Mol Biol. 1995;12:684-90. 64. Busso N, Pedal V, Van Ness K, Kolodziesczy KE, Degen J, Bugge T, et al. Exacerbation of antigen-induced arthritis in urokinase-deficient mice. J Clin Invest. 1998;102:41-50. 65. Benderly M, Graff E, Reicher-Reiss H, Behar S, Brunner D, Goldbourt U. Fibrinogen is a predictor of mortality in coronary heart disease patients. Bezafibrate Infarction Prevention (BIP) Study Group. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1996;16:361-56. 66. De Maat M. Effect of diet, drugs, and genes on plasma fibrinogen levels. Ann NY Acad Sci. 2001;936:509-21. 67. Tekin A, Tekin G, Guzelsoy D, KayaGurel CV, Yigit Z, Ulutin T. Effects of atorvastatin (10 mg) on hemostatic and inflammatory parameters in hyperlipidemic patients with angiographically coronary artery disease. Am J Cardiol. 2004;94:206-9. 68. Leibovitz Hazanov N, Frieman A, Elly I, Gavish D. Atorvastatin reduces fibrinogen levels in patients with severe hypercholesterolemia: additional evidence to support the antiinflammatory effects of statins. Isr Med Assoc J. 2004;8:456-9. 69. Sherman DG. Antithrombotic and hypofibrinogenetic therapy in acute ischemic stroke: what is the next step? Cerebrovasc Dis. 2004;17 Suppl 1:138-43. 70. Andronati SA, Karaseva TL, Krysko AA. Peptidomimetics-antagonists of the fibrinogen receptors: molecular design, structures, properties and therapeutic applications. Curr Med Chem. 2004;11:1183-211. 71. Jaeger BR. The HELP system for the treatment of atherothrombotic disorders: a review. Ther Apher Dial. 2003;7:391-6. 44